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Metodologia de Trabajo del Proyecto Cretacico fe fevvay o En este capitulo se describe la metodologfa utili: zada en desarrollo del "Proyecto Cretécico”, pero 2 hae ia los jévenes colombianos que se inician en los trabajos de geologfa 3 quienes se dirigen estas I’neas, por const: fqufente se enseya 2n este capitulo un enfoque didéctico,, westigactén fue concebida para ser desarrollada mediante la aplicacl6n de una metodolog/s sencilla y uniforme de trabajo de campo, que le diera ‘cbjetividad a la informacién obtenida y permitiera su verificacion por parte de otros colegas. La presente La investigactén fue disefiada igualmente para distinguir y determinar los rasgos principales y las varls- Ciones laterales de los cuerpos de sedimentitas que han ‘ido utilizados en la cartograffa geol6gica edelanteda por el INGEOMINAS, 0 que estén en proceso de ser Cartografiados, Al mismo tiempo se buscaba conocer !a posicion estratigréfica y distribuctén de los diversos gru- pos de fésiles, con el fin de datar las formaciones y for consiguiente conocer la coetaneidad o heterocronis- mo de les facies. Se inici6 el estudio con un inventario preliminar de las secciones estratigraficas mencionadas en la litera: tua geoléglca como localidades tipo, ode referencia, de algunas unidades ltoestratigréficas, y de otras secciones {que sin haber sido escogidas con fines de formalizacién pareefan ofrecer calidades particulares tales como conti- hhuldad, buena exposicion, técil acceso y posible amp! rea de representacién de las caracter sticas de la unidas Después dela correspondiente revision de campo se selee- cioné para estudio, las secclones que representeron las aracter(sticas mencionadas antes; al mismo tiempo nue: vas seociones meracieran atencién especial, ee 1) Universidad Necional de Colombia, A.A. 7495, Bogets, Ingsorinat, A.A, 4865, Bogotd FERNANDO ETAYO-SERNA® Ei estudio continud con a investigacién de ‘aquellas sucesiones estratigréficas en las cuales autores anteriores ereyeron reconocer indicios del inicio de la sedimentacin merina del Cretécico. Se dio peso a la idea {que reconociendo y fijando une base de referencia, el resto del edificio estratigréfico podrfa elaborarse de mo- do més sélido. ‘Se prefirié adernés estudiar las sucesiones estra gréficas en éreas en las que ni repliegues frecuentes ni mayores complicaciones estructurales las afectasen; cuan- do fue aconsejable se adelanté la cartograffa geolégica 0° de inclinacién) el deps- tite se deserrollé con una fuerte componente horizontal, Si las superficies de discontinuidad son superficies de eresién que se superponen, su posicién en el Intervalo tstratigréfico refleja ura fuerte componente vertical d ante el depésito y en consecuencia la repidez de sub: Gencla del dmbito de deposicién (ver Arenitas de las Jun- ‘as en el capftulo de El Cocuy: FABRE). Las léminas (0 conjuntos de liminas) observadas ‘en los diferentes estratos fueron utilizadas rutinariamen- te para tratar de reconocer direcciones de paleoflujo co” ro es hoy dia usual en este tipo de trabajos. Sin embar- fo, se dio mayor énfasis ola medida de la orlentacion de Fos ejes do artesas -troughs- aunque éstos no fueran mu thos (ver POTTER y PETTIJOHN, 1977). Cuando no se cneontré arteses completas, se tuvo la precaucién de me- ddr los Juegos de léminas con cirecciones opuestas para establecer [a bisectriz de los dos rumbos. ‘Cuando Ia pendiente del eje de la artesa presenté tun valor eereano a cero fue preciso verificar su inclina- tion principal con base en la inclinacién de las laminas later En todas las ocasiones en que se hizo medidas de le laminacién se utiliz6 el nivel circular, 0 de PRYOR (1958), con el fin de obtener la direcci6n principal de In ‘lingcién 0 sea la de mayor buzamiento (ver fis. 3). El procesamiento de los datos de los Indicadores de paleocorriente se Nizo_utlizando el programa ce CAEEMAN y PIERCE (1979) pare calculadora HPS. & » F. ETAYO-SERNA MAPA GEOLOGICO DE SANTANDER Hoja 135-I Por Noel Tele 1.11964) 10: PS Mad Cue Len C= Colvmng Extratigrotice levontode, ‘nel “Comino del Rote” ( Ver sg. 0% LAvERDE, 19851 1 Fig esr out + FIG. 1: | Unidedes naturales de un corte, Le columna estratigrfica levantada al centimetro por el "Camino del Foto” esté representa fa escala de 1:10,000, En un mapa a escala de 1:50,000 el intervalo de 218 metros de arenitas s6lo puede ser representado co- mo dos segmentor naturales (fi, Te), mientras que este mismo intervalo cartografiedo a una escale de 1:10.00 permite ser representado Como 4 segmentos naturales; igualmente el segmento interyecente (E) entra las arwnitas y as calizas, no visible en el primer mapa, ex Fepresentable en el segundo mapa. 2- Mapi 50,000, modificada de TELLEZ, 1964; b- mapa e escala de 1:10,000, original or F. LAVERDE; e- columna estratigrifica levantada por el “Carhino del Roto'ver LAVEADE, este libro). METODOLOGIA DE TRABAJO nb oujues Je 40d operat 8) un epsep opelnaip ou.oad | wasgrius es onb Ue O3piR F.ETAYO-SERNA jemplo del empleo del nivel circular, para determinar ja inclinaclén de Iss laminas en un jusgo de laminas en artes De especial utilidad para el anélisis y presentacién de es- ta informacién fue el libro de POTTER y PETTIJOHN (1977). FIG. 3: ‘TEXTURA DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS Porque en la mira del trabajo emprendido slem- pre estuvo optimizar la descripcién de las rocas sedimen- tarias en el terreno, se presté especial atencién a los si- gulentes aspectos : al armaz6n, o sea los granos que so- portan el peso de los sedimentos; la matriz, o sea los gra- ‘nos 0 elésticos de menor tamafio, que se apilan en los in- tersticios dejados entre los granos que constituyen el ar- mazén; el cemento, 0 sea el material precipitado-quiml- camente entre los granos del armaz6n. La seudomatr partioulas intergranulares finas producto de la triture clén diagenética de clastos lodolitieos, se reconocié con base en secciones delgadas, Estas ideas reflejan la influen- cla del trabajo cldsico de KRININE (1948); el concepto de seudomatriz se debe @ DICKINSON (1970). COMPOSICION DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS El grueso de la determinacién de la composicién de las rocas sedimentarias estudiadas se hizo en el terre- rno, después de haber establecido la terminolog(a textu- ral; el empleo dé una nomenclatura dada dependié de que el sistema de clasificacién se adaptase alo observado en el terreno y esto se aplic6 tanto a las rocas siliciclasti- cas como a las calizas. Un buen ejemplo de la aplicacién del criterio anterior es el trabajo de VAN ANDEL (1958), EL “METODO DE LAS SECCIONES DELGADAS DE CAMPO” Con el propésito de tener un sistema coherent de trabajo para hacer las descripciones de texturas y composicién, adicional a la observacién de las muestras de mano, se emple6 el mayor némero posible de “seccio- nes delgedas de campo”, El proceso de su obtencién es simple: consiste en buscar pequefias salientes en los afloramientos rocosos que permitan el golpe oblicuo con el martillo, que debe tener su cabeza con eantos angulares (ver fig. 4a); de este modo saltarén fragmentos de forma de cufia con un bor- de filoso transparente la seccidn delgada de campo -. Cuanto més cementada esté la roca mejor seré la calidad del filo que se obtenga; enseguida este filo se humedece con agua, sudor 0 écido y se dirige en la direccién de ma- yor luminosidad para mirarlo con una lupa de bolsillo de diez aumentos con lo que se podré hacer observacio- nes adecuadas sobre el tamafio y la forma de los granos as{ como sobre Ia naturaleza del material cementante (fig. 4b). Conviene limpiar bien el afloramiento o ensayar mas de una seccién delgada para evitar que peliculas de fquenes 0 polvo puedan quedar adheridas a los fragmen- 108 y dar le falsa sensacién de que existe materia arcillosa entre los granos, Pata lograr adaptacién a este tipo de observacién se requiere simplemente practicarlo. Con es- te sistema de trabajo se puede estudiar répidamente una capa si un acompahante va obteniendo secciones adicio- nales tanto en sentido vertical como en sentido horizon- tal 0 en cualquier otra direccién en la cual se observe va- jacién textural o composicional. Este sistema de trabajo Ro susbstituye a las verdaderas secciones delgadas pero contribuye a la mejor selecci6n del material para estu- diar con ayude del microscopio petrogréfico. GUIAS PARA LA DESCRIPCION DE ROCAS SEDIMENTARIAS EN EL TERRENO. Gon el fin de registrar la informacién de modo que se facilitase su posterior archivo en un sistema de computador, al iniciar el levantamiento de une columna se utiliz6 el formato de la Figura 5 (a yb) una variente de éste; obsérvese como el registro de la informacién se comienza desde la base de la hoja en orden ascendente, LAS ROGAS SILICICLASTICAS Las Arenitas.- Sedimentitas en las que los clésti- 605 de silicatos expeden el 50%e los componentes de la roca, Para contrarrestar la tendencia a confur mafio de grano-textura- con la compos ue se describ/a y ademas para evitar la tendencia a uti METODOLOGIA OE TRABAJO Brera obtencién de la seccion delgad de campo (a) y su observacién subsiguients éon I lupa de botsillo (o) Bibujdye. de Grieve, zar la nomenclatura como substituto de la deserpcién, se Procedié de acuerdo con el siguiente orden (ver fig, 6, FOLK, 1954), Comenzando por la descripei6n textural 1, Se determina la proporcién de grave. Se utiliza tablas comparativas de porcentajes; éstas no. darn mayor precisién pero sf permitirén que la estimacién sea repetib| 2, Se determina la proporcién de arena a lodo, 3. Se determina el diémetro modal de cada una de las fracciones detriticas presentes en la ‘muestra y diferentes de lodo; se trata cada una independientemente; se utiliza tablas de com. paracién de tamafios de grano. Las tablas im Presas en papel acetato son adecuadss para los fines propuestos, en otras ocasiones es aconse- jable el disco comparador (ver KY RBY, 1973) 4, Se determina enseguida ef éallbrado (sorting) de Ia fraccién grava - arena, Se utiliza image- es de callbrado; en nuestro caso las de PETTNOHN, POTTER y SIEVERS (1973), Para conocer un comentario reciente al respec. to de estas zablas, ver HARRELL (1984) 5. Se-determina la redondez de los granos; se uti- liza un diagrama conocido; se debe comparar los éngulos y no la forma total del grano, Al respecto ver BARRET (1980). F. ETAYOSERNA Con los datos anteriores ya se puede tener una idea de la madurez textural de la muestra (ver FOLK, 1951) oo, ne Ee a 6. Se identifica -en un ares esténdar- los com. Ponentes; se avanza desde los menos estables asi: cuarzo (chert), feldespatos, fragmentos de roca, Cuslquier otro elemento composi- ional que se reconozca serd misceléneo o accesorio, salvo cuando su porcentaje en vo: lumen sea igual 0 mayor que el 25% 7. Se_da la f6rmula composicional. Ejemplo: Q 80 F5L15, Se utiliza tablas comparativas de jarlos componentes dad composicional) asi: Q=F +R (9:1), Se admite que el error de apreciacién puede variar hasta un 10%. 8. Se determina el tipo de contacto entre tos or nos, Se compara con un diagrama; vp. ej, Apéndice A en PETTLIOHN, POTTER. SIEVERS (1973). 9. Se identifica lasubstancia cementante: cuarzo, calcita, ete: Se esté alerta para diferenciar el cemento ferruginoso del pigmento rojizo de una matriz arcillosa, 10. Se determing e! color de la roca. Se utiliza una tabla de colores Con Ios datos anteriores se combina ahora la des- cripcién de la textura y Ia composicién en una frase des- iva de la roca segin los pasos anteriores. No se trata de dar nombres basados en I/mites cuantitatives precisos. Se indica las du IIL Se verifica la homogeneidad de ta roca. 11. Se reconoce la forma interna de Ja estratifica- clén o Ja falta de ésta (Bioperturbaciéni): Lami- nas alsladas 0 conjunto de léminas (:sets); gos de conjuntos de Ia za diagramas conocidos, v.gr. el de CAMPBELL (1967) yel de MOORE & SCRUTTON (1957). IV. Se obtiene una muestra si se juzga necesario, 12, Si se coleccions una muestra, se la orlenta, In- dicando su techo y su base mediante una fle- cha dibujeda con marcador de tinta a prueba “R hanbe * ze ey geen, fe Ee 3 i i i a be nate ncll g sae tS Pa cher I. Eta de eh TROYACTOr ESTRATIORAFIA, FACIES ¥ FALEOGEOGRAFIA DEL SHBTEMA CRETACICO atk dees aki | rename erates onan nt ri poe hay, roves m9 reentantummresmacin de Have 281.149 ecmatmimtannn Lj ie 42 FIG. Se: Eneabazamiento ca una tbh pt9 de Inne fermacen 1: (Columns pers quebrada El Medio). cs es de agua, se Ia rotula, se anota si se tiene inte- rés especial en algiin aspecto de la misma. Se registra 'as:coordenadas del sitio de muestreo ¥ el numero de la carta topogréfica (ver fig, 7) Se seffala los rasgos de porosidad y permeabilided Las Ruditas.- Se utilizé la misma técnica aplicada a las arenitas; en el caso de las ruditas se dio énfasis a la ‘cuenta de cantos, generalmente 100, localizados en | terseccion de distancias preestablecidas, por ejemplo c: da 10 cm, a fo largo de una ifnea recta de 10 m; o el nd. mero de cantos to¢ados por la interseccién de los hilos de una malla de 10 cm de lado, ademas, 1a forma de los METODOLOGIA DE TRABAIO “SouRIqREoY Up}oeuuo4 &] 9p a118d 9p UpIodtokep NED Ofdulfs Un 95 "O14 F, ETAYO-SERNA zat AWENLxBL NOIsIAiaans 1) SUAATIS A W3LLOd “NHOFLLLAd oF SPolispqoiis 52904 9p Up!odL980p S] ea JojtsoduN09 UpISIAIP nb op way eIeL 39°D1S m9, so8Dd ue oseziiIN AT Ti = z 2 9 4 < (%00K2+A+x) __* i, ae. ie ) S55, —— Ziad x0 W oD od’ od ae 2EQ g I 10 ETODOLOGIA DE TRABAJO FIG.7; Tabla figura que resume al proceso de colecci6n y archivo de muestres. Dibujé E. ce Breve. F. ETAYOSERNA granos mereci6 especial atencién en casos expecificos (ver BARRET, 1980). Las Lodolitas.- Para el caso de las lodolites ~ 0 rocas en las cuales hay més del 50%de granos menores de 0.082 mm se prest6 atencién especial a su lamina- cién: 1) por granulometria, y 2) por calor. Se discrimind lademés las formas como parten (fisibilidad): astillas, es- ‘quirlas, agujas, ete, Para mayor informacién al respecto, ver el trabajo de LUNDEGARD y SAMUELS (1980), asi como la discusion y réplica a este artfculo en el J, Sedi- ment, Petrol, 51 (3): 1027-1033; 1981. LAS ROCAS NO TERRIGENAS DEL. GRUPO DE LAS CALIZAS Rocas en que los clésticos de silicatos constitu: yen menos del 50%. Para la descripetiér! de tas rocas callzas en el cam po se procede de modo anélogo al caso de las arenitas. | Se establece si el soporte.o armazénde la roca es de lodo caleéreo o de granos. Se utiliza un siste- ma de comparaci6n, por ejemplo el de DUNHAM (1962), impreso en acetato. Se describe la textura general, y le composicion de los elementos del armazén; se tiene en cuenta primero los tamafios mayores. Sdn rocas que se ron por el erecimiento in sity de organis- ‘Se utiliza la secclén deigada de campo para ider- tificar las particulas {:granos) de tamafio arer 1. Bioclastos, 0 sea los granos esqueléticos. 2, Peloides. 3. Granos recubiertos, o sea las particulas detr/ti- cas terrigenas recubiertas por carbonato de caleto. 4, Oolitos. 5, Intraclastos. En relacién conel significado de estos términos, el debe referirse a los trabsjos clésicos de R. FOLK ‘ademés varios articulos en este libro. lector (1962, 1980); ver IV. Sien el armazén existen clastos terrigenos se es- pecifica su composicién. V__ Se da un nombre a la roca: se decribe primero su textura y luego se discrimina sus componentes. La caleita es el principal agente cementante en las rocas carbonatadas; el tamafio de los cristales de calcit puede establecerse de modo aproximado observando una superficie limpia —recientemente fracturada— de una muestra de mano sobre la cual se hace incidir la luz solar: Jos destellas producidos por las caras cristalinas permiten establecer la frecuencia y magnitud de éstas. El uso de pellejos de acetato montadlos en marcos de diapositivas v proyectados permiten complementar de modo répido el anélisis de campo. INTERPRETACION DE LA INFORMACION LA FACIES, LA SECUENCIA DE FACIES Y LA RECONSTAUCCION PALEOAMBIENTAL, Se utiliz6 la voz facies como sindnimo de los ‘as- pectos’ petrogréficos y paleontol6gicos de las rocas sedi- Pentarias (ver GRESSLY, A., 1838: 11; en WEGMANN, 1963); al respecto, un trabajo que reproduce fielmente las ideas de GRESSLY es el de TEICHERT (1958). Se presté especial atencién a observar los cam- bios entre litologfas superpuestas que permitieran distin- quir secuencias fociales, o sea conjuntos de dos o més fo- fe ligadas entre sf por la varlacién gradual de uno o va rios aspectos litoldgicos 0 paleontolégicos. A estas se ‘cuencias las categorizamos a propésito asf: Nlicrosecuencias, cuando a varlacién del rasgo es centimétrica, observable con la lupa de bolsillo pero definible mejor con el microscoplo; por ejemplo, una ldmina granogredads, a, Macrosecuencias, o simplemente secuencias do la varlacién del rasgo es métrica, identificable 4 simple vista en los afloramientos; por ejemplo, tn paquete de capas en que se detecta decrecl- miento del tamafo del grano de la base al techo. Megasecuencias, cuando la variacion se detecta a Jo largo de kilémetros, una vez han sido precise- ‘das las equivalencies litolégicas entre las varias columnes estratigréficas levantadas. Con todo, cuando se dispuso de la descripcién exacta de las facies, fue necesario averiguar su origen. Las posibllidades eran enormes, mas por fortuna los mé- todos de Interpretacién no son tantos, ademas, cada se- tcuencia de facies tiene algunos aspectos esencialeé: escla- ‘ecerlos fue lo primero; el paso siguiente fue comparar Gon facies similares acerca de las cuales se conoce los procesos y amibientes sedimentarios que tas originaron iver, por ejemplo: WALKER (1984), ed., ‘Facies Models’). Y un paso més adelante, algo més complejo: relacionar os paleoambientes asf identificados con el desarrollo hhistorico del dominio investigado, a la luz de las hiporg- 1 ere oe ‘ METODOLOGIA DE TRABAJO sis geodinémicas modernas,'con la ayuda de las megase- cuencias de facies y del ‘Principio de Walther’ (ver MIDDLETON, 1973). Por supuesto, estas ideas son discutibles, como todas las ideas, y ofrecen tema para escribir muchas pégi- ras. En todo caso, en fa investigacién adelantada hemos Procurado ser fieles a la gufa de P.B. MEDAWAR (1982: 63): “No puedo dar a ningun cientifico de cualquier edad mejor consejo que éste: la intensidad de la convic- cién de que una hipétesis es clerta no tiene ninguna influencia sobre sies cierta ono”. REFERENCIAS BARRETT, P.8~ The shape of rock particles,» critical review. Sedimentology, 27 (3): 291-203, 6 figs: Oxford-Landon, 1980, CAMPBELL, C.V.- Lamina, lamina set, bed ond bedsst. Sedim ‘logy, B11" 7-28, 14 figs, Oxtore: Landon, 1967. DICKINSON, WS. Interpreting detrital modes of graywacks ‘and arkove, J. Sediments Petrol, 40 (2):695.707. Tul Oklahoma, 1970, DUNHAM. R.S.- Classification of carbonate rocks according to ‘ceporitional texture. Am, Assoc, Pet, Gaol, Mem, 1:108-121, 7 léms. Tulsa, Oklahoma, 1962, FOLK, A= Stages of textural maturity in sedimentary rocks. 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