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MAX WEBER EL SABIO Y LA POLITICA Prélogo de Juan Catlos Torre Wissenschaft als Beruf Miinchen, Duncker & Humblot, 1919. Reproducido cen Gesammelte Aufsitze zur Wissenschaftslebre, 2 ed. (Tubingen, Mohs, 1951), 566-597 ‘Traduecién directa de Delia Garcia Giordano Politik als Beruf Minchen, Duncker & Humblot, 1919. Reproducido en Gesammelte politische Schriften, 2" ed (Cabingen, Mohr, 1958) 493.548 ‘Traduccién directa de JL. B. &= @ Pero la hostildad verdaderamente pequeiio bur. ‘guess hacia toda clase de ideres que anima a inp Partidos, incluido por supuesto la socialdemacce {iz deja 2 oscuras la naturaleza de la organinacion forura de los partidos, al mismo tiempo que Ine ‘oportunidades que acabamos de indicar Hoy no puede verse ain de qué manera se fila e Menos FEVEISE POF qué camino se abritin las oportunidades para que los talentes politicos desemperi i ‘onsiderari la neces dad de ocupar un puesto en una asociacién que se snearga de la defensa de determinados intereses, sindicatos, cimaras de comercio, agricolas, o de attesanos, bolsas de trabajo, agencia de colecacion ies, etc, o bien tratari de conquistar una posicion ‘municipal conveniente. Nada mas puede decitse Sobre este sspecto exterior de la profesin polit. ca: en comtin con el periodista, el funcionatio del partido odia ser un dlrlaseé “Esctitor asalariado’" a qormdor asalaiado” resonarén siempre desgracia. damente en sus oidos, ain cuando las palabras no Ileguen a expresarse. Quien esté indefenso inte, slormente y sea incapaz de encontrar la respuesta recisa por si mismo haria mejor en mantenees alsjado de esta cazrers. Porgue en cualguiet caso, acemis de graves tentaciones, es un camino que Puede producit desalientos, Pero entonces cue Soces internos puede ofiecer esta carrera y cue 12 condiciones personales se presuponen para qui tome este camino? En primer lugar, ene ge eer ct yo est 1 ta de los porque es alli donde Jbra importancia esta cuestion: zqué clase de ‘el derecho de intro- ra fy gue sera eet ero eno. aes alae a bs yor dela rods de co ent does so ita yo Se jgnifica pasin en el sentido de concre mi despa lesignaba tl dpc angn Coorg Sinn esis ie rey ep Calme de intelectual ruso (jde ning - inn odo, na ec qu See eee pm -n nuestros medios inte- te pepel muy important 3 amos con el pomposo nombre de “revolucin”. Todo esto no es otra cosa que ua “romanticismo de lo intelectualmente interesante”, que corre hacia el vacio desprovisto de todo sentido de res- ponsabilided objetiva. En efect ‘No hace de un homn- bre un jefe politico, a no ser que la pasién como devocién a una “causa” haga también de la res. Ponsabilidad a esta causa el guia de la accidn. ¥ ara esto hace falta sentido de la proporcién, que es Ia cualidad psicolégica decisiva del politica Esto significa que debe poseer la facultad de dejar que los hechos acnien sobre él con el recogimien- to la calma interior. En esas cualidades cuyo cultivo condenari a la joven generacién de intelectuales a la incapacidad polit- . Porque el problema es, simplemente, geémo pueden forjarse en el mismo espitita la célida pasion y un fifo sentido de la proporcidn? La pol. tica se hace con la cabeza, no con otras partes del cuerpo o del espirita, Y no obstante, la devocién a 42 politica, sino ha de ser un fiivolo juego intelec- tual sino una genaina conducts humana, puede nacer y autrirse sélo de la pasién. Sin embargo, el firme dominio del espiritu, que distingue al polit- €o apasionado y lo diferencia del “estérilmente excitado” y simple diletante de la politica, es posi- ble sélo mediante el habito del distanciamiento en todos los sentidos de la palabra. La “fuerza” de m4 una “personalidad” politica significa, en primer agar, a posesion de estas cualdades de pasign, sesponssbilidad y proporciéa. auieks le et entramente Hie de la Eo os 8 es Giruls académicos «intelectual RGR es una especie de va pec de GSR ydale gue inter pe ex ragamente mofeasia ya neal no afeta I empresa ci Pee ‘muy diferente: fica. Con el cl cao es muy ¢ “ m0 jente, yertene sus cualidades normales. ee en werd» sus cul = Piper one clo ein de su rote ‘si6n, no obstante, empieza donde esta lucha Por er jeja de ser objetiva y se convierte en una poder i os mente personal eh ver de entat ‘exclusivamente al servicio de “la causa”. Porque en definiti ‘Asn mis por el hecho de que el obligado a contar con el “efecto”. as Esti en peligro constante de convertitse en actor, asi como de tomar con ligereza la responsabilidad de las consecuencias de sus setos, pues esté preo- cupado simplemente por la “impresiéa” puede causar en los demas. I ‘Aungue o quizés porque el poder es ef medio inevitable y la hicha ppor el poder es una de las fuerzas orientadoras de la politica, no hay caricarura mas peligrosa de la Politica que Ie del fanfartn que juega con el poder 41a manera de un parvena,o la de Narciso vanido. so de su poder, es decir todo culto del poder per ae El simple “politico del poder” [Macpolie] puede lograr grandes efectos pero, en realidad, ea labor se pierde en el vacio y el absurdo, (Entre ‘nosotros, un culto ardientemente promovido tien de también a glotficarlo). En esto, los crticos de |a “polities del poder” tienen toda la raz6n, En el sbito colapso interior de ciertos representantes y tipicos de esta mentalidad podemos ver la debilt dad y la impotencia que se esconde tras estos ges. 08 aparatosos, pero totalmente vacios! Es un producto de una actitud egitime y superficial. mente bla respecto al sentido dea conducta ‘humana; y no tiene ninguna relacién con la con. ciencia de lo tigico con que toda accién, y espe cialmente la acci6n politica, esté realmente enve~ tejida. if Aisi al deans de bs olen de poder del empeador Sen ce Se tte seu 9161018 Weer ao cobs de dence Gree ee, Stl deo qu mata en nade wn cra Sune poker 10°. Ch an Plt gt enor Gucomal poe ga 146 ‘a hecho fundamental de le historia, que no soutien hoy alata, po ec indiscutble, es el siguiente: rela gene pponde a tal inten- Gry con muta fee ali enze el resultado finaly Ie intencion orginal e smple- ‘mente paradojal. Pero esta constatacién no puede serie de preterto pats negate err una cass pes In acién perderaentonces coda consistenia interna, En cuanto a la naturaleza mis causa, en el nombre de la cual el politico busca y utiliza el poder, no podemos decir nada: depende las convieciones personales de cada uno. 8) ee sentido— o puede rechazar friamente esta clase de creencias; puede re, ure po rete Ja maldicién de Ja inutilidad de ese sex iets a asta los éxitos politicos externos mas evident Gon a antesorsrmacinenteamos ya ee SS a7 m™ ta humana? {Cuil es, por decitlo asi, el ambito ético donde puede reside? Aqut chocan en verdad, las Weltanschawungen definitivas, las visiones del mundo entre las cuales hay que escoger en iltima instancia. Abordemos resueltamente este proble- ma que ha sido replanteado recientemente, a ii ‘modo de ver, en forma bastante errénea, Pero antes que nada librémonos de una falsif- pres 1 pp coca SIE vee fos ejemplos. No cs raro que un hombre que abandona su mujer por otra sienta la necesidad de justificarse ante su conciencia invocando como Dretexto que ella no era digna de su amor, que lo habia engafiado, 0 cualquier ora excusa de este fipo que no faltan nuncs. Esta es una actitud que, on una profunda falte de caballerosidad, afiade ‘una imaginaria “Iegitimidad” al hecho simple de ue él ya no la ama y de que la mujer debe sopor- tarlo. En virtud de esa “legitimacién”, el horibre fe attoga un derecho que a fin de cuentas carga on todos los errores a su mujer, ademas de la inft_ delidad con que fa abruma, El vencedor de una ivalidad amorosa procede exactamente de la ‘misma manera, Estima que cl desventurado adver sario debe ser menos digno, de otra manera no podria haber perdido. No hay diferencias con el vencedor que después de su vieroriaen el campo de batalla proclama con la vil mania de quienes creen tener siempre raséer ee one ea GBM © con aque uc ane foe se desmorons mocalmente ye hae at decir, simplemente, “en verdad es demasiado, no puedo soportatlo”, para justifcarse ante su con. Ms .nciasiente la necesidad de sustituir dicho senti- Seto de atud feat gna po 00 Dre textando: “No pude soportarlo porque se me obli- ba a combatir por una causa moralmente inj , Lo mismo puede decise de os venidos. E . lugar de colocarse en la actitd de las anciana ‘iecubira oe "elpebics” despues de be devo pees gue sempre la exroctn ele ea dad qulen engender los confltos-~ seria mejor So TD Ucies fermen Bao aps. Aras sor con clusiones deben sree deacetle os inte os que entrazon en juego ¥ qué es ‘Shncipal on wise 4 responded hacia € eer he dat tr actitud es indigna y se convertiré en un bumerang. = décadas revive ls indignas lamentations, cl odio ‘el desprecio, en vez de dejar que la guerra sea ‘eral emia al menos molmente Ex ¢s posible s6lo con objetividad y caballerosic is session ronan ee dad x ambos indoe Bn verde re a omnes, pete in per ety 9 tico, si existe ese tipo de crimen. Por otra parte, ‘una actitud asi tiene el inconveniente suplementa_ tio de silenciar hasta qué punto todo el problema ¢s inevitablemente falseado por intereses materia- les: intereses del vencedor de extiaet el mayor beneficio posible de su victoria —se traten de intereses materiales y morales—, esperanzas del vvencido de comerciar un poco de sa culpabilidad contra ciertas ventajas. Si en el mundo existe a fo que existe una elec- cin exclusiva entre dos posibilidades: 0 una o la otra deben ser correctas. Pero ges verdad que cual- quier ética del mundo podsia establecer manda- mientos de idéntico contenido para las relaciones eréticas, de negocios, familiares y oficiales; para las relaciones con la esposa, el etidos, el No vemos que las ideologias.bolchevique y espartaquista producen exactamente los mismos resultados que cualquier dictador militaista simplemente porque utilizan este medio politico? La denominacién de los “Consejos de obreros y de soldados” zen qué se 150 distingue de no importa cual otro detentador del poder del antiguo régimen imperial, sino por el simple hecho de que otros son los ifs pe deen in el poder, y que son ademas simples diletantes? "Bn qe difere a pom dela mayor de los representantes de la ca que presume de nuevs GE la de los opositores que els exsezban,o de et otro demagos su intencién nol Gusta gente Bien! pero aqul bablamos de los iti la gente. (Bien! pero aq oe medios ¥ los adversarios, con plena sincer subjetiva, afirman de la misma manera que sus intenciones dtimas son de elevado, cariter. “Quien a hierro mata a hicrro muere” y la lucha es “eee a, De has del Sem de ‘Montafa. paribola del joven rico nos dice por ejemplo: “Se leno de pena: porque tenia grandes posesio~ Tet qt oes Enmore ieee aa sc arta a doman Se are at SOR lim lpn de ects de Goch 08 ‘ck pucna en ovine no dea de corer y Heat aga bass gue Beene nctestas 151 intereses del vencedor de extraet el mayor beneficio posible de su vietoria —se traten de intereses materiales y morales—, esperanzas del vvencido de comerciar un poco de su culpabilidad contza ciertas ventajas. Si en el mundo existe algo “abyecto” es precisamente esto. He aqui lo que resulta cuando se quiere utilizar la “ética” como medio de tener siempre razén.

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