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Afio 46 - N° 134 Z ISG Enero-Junio 2009 Director Domingo M. Rivarola Asistente del Director Roberto L. Céspedes R. Consejo Editorial Oscar Serafini » Miguel Angel Verdecchia « Herib Caballero Campos (UNA) « Carlos Moreira ¢ Graziella Corvalan Consejo Consultivo Werner Baer » Fernando H. Cardoso. Francisco J. Delich » Rolando Franco Jorge P. Graciarena « Eric J. Hobsbawn Enrique V. Iglesias » José Matos Mar Magnus Mémer » Claudio de Moura Castro German Rama e Emesto Schiefelbein Rodolfo Stavenhagen « Alain Touraine Gabriel Valdez Jorge E. Hardoy (+) Marshall Wolfe (+) © Centro Paraguayo de Estudios Sociolégicos (CPES) Editor Técnico: Rubén Riveros Tapa: lise Sirvent Imprenta: Ediciones y Arte S. A. Hecho el depésito que marca la ley. Asuncién - Paraguay La Revista Paraguaya de Sociologia es una publicacién cuatrimestral editada por el Centro Paraguayo de Estudios Sociolégicos con la finalidad de difundir los estudios relacionados con la realidad social, econémica y cultural del Paraguay en particular, asi como de los demas paises latinoamericanos. La Revista no se responsabiliza por los articulos y resefias publicadas con la firma de los autores. Asimismo, no devuelve los originales que le son remitidos. Las comunicacio- nes pueden ser remitidas al Centro Paraguayo de Estudios Sociolégicos. Eligio Ayala 973, Casilla de Correo N° 2.187, Teléfonos (595-21) 440-885 / 443 734 - Fax (595) (21) 446-617. e-mail: cpes@cpes.org.py. Asuncién - Paraguay. Revista Paraguaya de Sociologia. Afio 46, N° 134 (Enero-Junio de 2009) pp.165/174 LA EPIDEMIA DE GRIPE EN 1918 EN PARAGUAY A TRAVES DE LA PRENSA Introduccién Escribir un articulo sobre la epide- mia de 1918 y los efectos de la misma en la sociedad paraguaya, cobra fuerza en el tiempo presente por las circuns- tancias que nos toca vivir con la expan- sion de la gripe AH1N1. En este articulo hemos recurrido principalmente a la prensa para reconstruir las condicio- nes y las situaciones que se vivieron en el Paraguay durante la terrible epide- mia de 1918, Recurrimos a los periédi- Os pues son escasas las otras fuen- tes que nos proporcionan informacion sobre dicho fenémeno. Hemos selec- cionado las informaciones teniendo en cuenta los condicionantes politicos que caracterizaban al periodismo de la épo- ca en cuestidn. Por lo tanto creemos que la presente investigacion coniribu- ye ala historia social del Paraguay de comienzos del siglo XX. Herib Caballero Campos' La epidemia de Gripe La Epidemia de Gripe de 1918, fue la mas catastrofica en términos demo- graficos del siglo XX, los especialistas sefialan las condiciones que permitie- ron el desarrollo d epidemia, cuando mencionan que “...el aumento de la morbilidad y de la mortalidad por gripe que se habia producido en los Ultimos afios de la guerra en los frentes de batalla, la mayor frecuencia durante los inviernos de 1916 y 1917 de bronconeumonias, similares a las de 1918, en la Armada Briténica destaca- ncia: y el padecimiento, bajo de una enfermedad ante a la gripe entre anas del frente oriental nasta la mitad de octubre 17°, favoreciendo a su mortal viru- a. p 20. > o 19 5 1 Historiador, Docente Investigador de tiempo Completo de la Universidad Nacional de Asuncidn. 2 Porras Gallo, Maria Isabel. Una ciudad en Crisis: La epidemia de Gripe de 1918-19 en Madrid, Madrid. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid, 1994 [mimeo]. p. 70. 166 Con respecto al origen de la epide- mia hay diversas opiniones, para algu- nos expertos su origen se encontraba en los Estados Unidos, para otros en Asia y también se menciona un origen ruso. El mas aceptado doble origen en Estados Unidos y Los primeros casos fueron & dos el 4 de marzo de 1918 en un de reservistas del ejército nor cano, en Funston en él & Kansas. En los tiltimos Primera Guerra Mundial. Unidos de América envio 2 mente un millon de soldac europeo. Cabe sefialar meses en Estados Unidos una peste de gripe por A través de dicho ” en pocos meses pro varios millones cifra muy superior 2 k y medio de bajas conflict bélico. Los prim Europa se detectaron Brest en Francia. en 5 of Bw oS Otro factor que propagacién de la ep texto de guerra en el cual mayor parte de los pal pues “... la censura mil gado a silenciar la aparicion mia en los otros lugares entre las tropas beligerantes otro lado”®. 3° Ibidem 4 Porras Gallo, Maria Isabel. Una ci Madrid. Facultad de Medicina 5 Ibidem, p.75 6 Ibidem, p.79 Herib Caballero Campos El segundo brote fue el que se ex- tendio hasta Sudamérica, posiblemen- tea través“... de un barco que partio de Lisboa a finales de septiembre y arribé primero a Brasil y mas tarde a Buenos Aires, difundiéndose a continuacién la epidemia desde estos lugares de forma que en octubre todos el cono sur ame- ricano estaba invadido por la gripe”. En esas condiciones los tres brotes prontamente alcanzaron niveles mun- diales, el primero fue en de marzo de 1918 en Estados Unidos, China y Ja- én, el segundo brote se detects en a finales de agosto en tres lugares Boston (Estados Unidos), Brest (Francia) y Freetown (Africa) y el tercero en di- ciembre del mismo aio como fue el menos difundido, y se produjo como un rebrote en algunos paises. EI Paraguay a comienzos del siglo XX Antes de analizar el desarrollo de la epidemia en el Paraguay, expondre- mos breverente el contexto en el cual se desarrollo dicha enfermedad. EI Paraguay a comienzos del siglo XX se encontraba en pleno proceso de reestructuracién luego de la debacle econémica y demografica que significé fa Guerra contra la Triple Alianza (1864- 4870). El conflicto significd una sangria demografica elevada para un pais que vio caer sus niveles poblaciones en dad en Crisis: La epidemia de Gripe de 1918-19 en Madrid. ersidad Complutense de Madrid, 1994 [mimeo]. p. 74 La epidemia de gripe en 1918 en Paraguay a través de la prensa _ cinco afios a un 1/5 de su poblacion total. Es asi que seguin el tiltimo censo de poblacién del siglo XIX, en 1899, el Paraguay contaba con 439.000 habi- tantes nominalmente, en 1914 seguin el cémputo de viviendas encargado por el Ministerio del Interior el Paraguay con- taba con 650.562 habitantes’. Asuncién era el principal centro poblacional, con poco mas de 50.000 habitantes en ese entonces, otros cen- tros poblacionales importantes eran Villarrica en la region central, Concep- cién al norte y Encarnacion y Pilar al sur del pais. La mayor parte de la poblacion vivia | ambito rural, dedicandose a las actividades agricolas y ganaderas, y los mas de ellos eran obrajeros en las empresas extractivas de la época, yerbateras, tanineras y forestales, en las cuales las condiciones de vida eran sumamente deplorables. Teniendo en cuenta el aspecto poli- tico-institucional, cabe sefialar que desde 1904 el pais estaba gobernado por el Partido Liberal. Desde dicho afio hasta 1918 gobernaron el pais once presidentes, como resultado de golpes de estado y guerras civiles que consu- mieron los fondos publicos asi como contribuyeron a un escaso desarrollo de la infraestructura sanitaria. 7 MENDOZA A., Rail, “Desarrollo y Evoluci6n de la Poblacion 167 El 15 de agosto de 1916 el Presi- dente Eduardo Schaerer (1912-1916) hacia entraga del mando presidencial al Dr. Manuel Franco (1916-1919), sien- do la primera vez que en el siglo que un presidente civil concluyese su manda- to pacificamente®. La Situacion Sanitaria Como se ha mencionado anterior- mente la situacién sanitaria era suma- mente precaria, el pais contaba con escaso ntimero de médicos; poco mas de cuarenta, de los cuales casi la mitad se encontraba en la capital y sus alre- dedores El unico centro hospitalario era el Hospital Nacional “San Vicente de Paul” hoy de Clinicas-, en 1918 se habian reiniciado las clases en la Facultad de Medicina, luego de varios afios clausuradas por cuestiones presupues- tarias. Ani tivo no existia un ministerio resp gobierno del Dr. \ dispue unificacion del Departa- mento de Asistencia Publica con el de Higiene, creandose el Departamento Nacional de Higiene y Asistencia Publi- ca por del 8 de septiembre de 1915", cuyo director era el Dr. Andrés Barbero. El primer drgano de administracién de la Salud Publica fue el Consejo de Medicina creado por la ley del 15 de araguaye” en Rivarola Domingo yG. Heisocke (ed.), Poblacion, urbgnizacion y Recursos Humanos on el Peraguays Asuncion, OPES, 1970. p. 18. 8 Cardozo, Efraim. El Paraguay Independiente, Asuncién: El Lector p. 961 9 Republica del Paraguay, Registro Oficial. 1915. Pp. 705-712 168 octubre de 1883. Dicho érgano estaba integrado por cuatro médicos, dos far- macéuticos y un quimico, y sus miem- bros asistian bajo el régimen de carga publica. Posteriormente se establecié el Consejo Nacional de Higiene, que fuera creado por Ley det 16 de agosto de 1899, bajo la dependencia del Minis- terio del Interior. Dicho Consejo estaba integrado por cuatro médicos y dos farmacéuticos®. Al respecto el Dr. Andrés escribid que “... la organ’ institucién sanitaria del P caracteriza por su central cir, que bajo una sola dire se desenvuelven todos los servicios de higiene publica y de asistencia social. Es de notar que los primeros, desde su origen se han erigido bajo la tutela oficial [...] Hasta el af 1915 la iz6 como servicio facultative tado, sino que, dependiendo de la iniciativa privada, se prodigaba por las asociacio- nes de caridad, en los hospicios, patro- natos y orfelinatos diversos, creados y sostenidos por las mismas, libres del contralor oficial. Luego pas6 a ser un servicio municipal y por ultimo se hizo nacional, del Estado, dependiente del consejo del Departamento Nacional de Higiene”"', En estas condiciones precarias en materia de salud publica en él afio Herib Caballero Campos 1918, el Paraguay enfrenté a la epide- mia de gripe. La epidemia y sus efectos en el Paraguay El Departamento Nacional de Higie- ne y Asistencia Publica en su boletin del 5 de noviembre de 1918, informaba que dispuso que los Guardas Sanita- rios verificasen el estado de salud de los pasajeros que llegaban a través de los barcos que cubrian el trayecto entre Buenos Aires y Asuncién. Asi mismo informaba que en el barrio Cachinga, actualmente Varadero, estaba conclu- yendo la construccién de un Pabellén de Aislamiento construido por la Aso- ciacién de Damas Santa Isabel". En el boletin del 6 de noviembre, se menciona el aumento de los controles pues aparecieron los primeros casos de gripe en la fronteriza ciudad argenti- na de Posadas. En general el estado sanitario de Concepcién, Humaita, Encarnacién y la Capital fue reportado como bueno”. Pero a pesar de las precauciones |a gripe broté entre el Personal de Correos y Telégrafos, siendo el primer foco de- tectado en la ciudad de Asuncion, de alli se extenderia en cuestién de dias. Algunos sectores de la prensa denun- ciaron que las medidas adoptadas por el gobierno fueron insuficientes y por 10 Republica de! Paraguay, Registro Oficial. 1899. Ley del 16 de agosto de 1899. Pp. 172-177 11 Gubetich, Andrés. “Origen, Organizacion Actual y Servicios Sanitarios del Departamento Nacional de Higiene y Asistencia Publica del Paraguay” Boletin de la Oficina Sanitaria Panamericana, Afio 6, Nim. 8, Agosto de 1927. pp. 571 12 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num, 3894. 6-XI-1918 13 El Diario, Asuncién, Afio XV, Nim. 3894. 6-XI-1918 14 El Diario, Asuncién, Afio XV, Nim. 3904. 18-XI-1918 La epidemia de gripe en 1918 en Paraguay a través de la prensa sobre todo tardias para evitar la propa- gacién de la enfermedad. Ese mismo dia a solicitud del Inten- dente Municipal el Departamento Na- cional de Higiene, prohibio la realiza- cion de las fiestas populares en cele- bracién del dia de la Inmaculada Con- cepcién en el pueblo de Caacupé, que congregaba a una multitud’®. Tan rapidamente se propagé la epi- demia que varias oficinas publicas no abrieron sus puertas por encontrarse todo su plantel enfermo. Asi mismo el servicio de tranvias de la ciudad se resintié al minimo pues los motorman estaban todos “griposos” como se de- cia entonces"*. Ante el brote dela influenza espafio- la las autoridades suspendieron la rea- lizacién de espectaculos publicos. El 22 de noviembre el Provisor Eclesiasti- co Hermenegildo Roa, dispensd a la feligresia de asistir a Misa, ordend el cierre de las Iglesias y la no celebracién de la Festividad de Caacupé. Asi mis- mo dispuso que Bautismos y Matrimo- nios se celebraran en privado con la presencia minima posible de personas. Dichas medidas fueron adoptadas has- ta nuevo aviso’. Ante dichas medidas hubo algunas reacciones como la de un lector que escribié “|Que impia es la autoridad y que herejes los médicos!"*. 169 Por lo tanto dicha medida fue resistida, por ejemplo en las cercanias a la capi- tal, en Luque a pesar de lo grave de la epidemia no se clausuré el templo”. El Departamento Nacional de Higie- ne, dispuso la apertura de las farma- cias, incluso los dias feriados durante la epidemia®.En varias ocasiones los farmacéuticos fueron denunciados de- bido a la exagerada suba de los precios de los productos necesarios para com- batir la enfermedad”. De tal forma afecté la vida cotidiana la epidemia, que una crénica de la época es sumamente significativa “la ciudad presenta un aspecto desolado Los pocos transeuintes que se ven en las calles, llevan no se sabe qué pre- sentimiento en las pupilas y un pancito de alcanfor pegado a las narices. La vida nacional se va paralizando; el tra- fico disminuye considerablemente, ame- nazando desaparece. Por las noches no se ven mas personas que las que van a las farmacias, en busca de alivio: 2 comprar a precios exorbitantes, un poco de salud. El pueblo ha perdido su admirable alegria. Las risas se retuer- cen como sollozos; las sonrisas pare- cen muecas de adoloridos. Nadie rie. Es que el que no ha caido aun, tiene en cama un ser querido por lo menos, y no tiene porque estar alegre”’* 15 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3904. 18-X1-1918 16 El Diario, Asuncion, Aro XV, Num. 3906. 20-XI.1918 17 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3908. 22-X!.1918 18 EI Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3909. 22-XI.1918 49 El Diario, Asuncion, Afto XV, Nim. 3926. 14-XII.1918, 20 Ei Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3909. 22-XI.1918 21. El Diario, Asuncién, Afio XV, Num, 3931. 29-XII-1918 22 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num, 3910. 26-XI.1918 170 Entre los enfermos se contaban in- cluso los escasos médicos del pais”, de tal modo que tras la recuperacién, el 4 de diciembre se realizé una reunién de coordinacién bajo ta direccién del Dr. Andrés Barbero*. EI objetivo fue la organizacién de zonas para la atencién de la poblacién. Ademés se dispuso de locales publi- cos como comisarias y escuslas para ser utilizados como centros sanitarios. Se insté a la poblacién a colocar pafue- los blancos en la puerta de sus casas como sefial de que habia enfermos de gripe. La Ayuda a los sectores pobres La preocupacién principal se centré en la poblacin de los alrededores de Asuncién que vivia en situaciones de extrema carestia, tanto en servicios sanitarios como en aspectos alimenti- cios y de vestimenta. Dicha situacién se habia agravado desde elafio1917en que debido a una mala cosecha por condiciones climéticas, se habian tras- ladado a la capital una gran cantidad de personas que vivian de la mendicidad en la ciudad. La Municipalidad de Asuncién dis- puso la importacion de medicamentos en forma urgente, para su distribucién entre la poblacion mas pobre de la ciudad, asi mismo dispuso la provisién de cajones flnebres y de la exonera- Herib Caballero Campos cién de las tasa municipales para dicho acto®, Los franciscanos presididos por el Director General de Tierra Santa, Fray Antonio Vazquez, distribuyeron fondos a las familias que se encontraban afec- tadas por el mal. Asi mismo canaliza- ron la colaboracién de dos mil pesos enviados por la Sociedad de Beneficen- cia Argentina. Por su parte los Padres Franciscanos se dedicaron a asistir personalmente a los enfermos. Una de las instituciones més acti- vas fue la Cruz Blanca, organizada por miembros de la Masoneria Paraguaya para ayudar a heridos y desamparados durante la Guerra Civil de 1904. En esta circunstancia se dedicé a recaudar fon- dos, alimentos y vestimenta para los sectores mas necesitados asi como apoyar en la compra de medicamen- tos. Ademds los voluntarios de la Cruz Blanca recorrian las casas para dar los primeros auxilios, bajo la coordinacion de Don Antonio Plands. El centro de distribucién de alimen- tos, medicamentos y ropas de la Cruz Blanca fue el templo masénico de la Calle Palma, al que acudian las perso- nas de los barrios periféricos de la ciudad. Los presos de la Carcel Publica, fueron conducidos ‘por orden del jefe de policia al viejo Teatro Nacional, lugar 23 Entre ellos podemos mencionar a Cayetano Masi, Luis E. Migone, Manuel Pérez, Bruno Guggiari, y el boticario don Ignacio Santiviago. El Diario, Asuncién Aflo XV, Nim. 3910 26-XI- 1918 24 El Diario, Asuncién, Afio XV. Num, 3918 5-XI-1918. 26 El Diario, Asuncién, Afio XV. Num. 3896 8-XI-1918, 26 EI Diario, Asuncién, Afio XV. Nim. 3917, 4-XII-1918 La epidemia de gripe en 1918 en Paraguay a través de la prensa espacioso en el cual pudiesen logar una mejor recuperacién y evitar que la enfermedad se extienda entre los de- mas reclusos”. La epidemia en el Interior del pais Luego de cesarsus efectos en Asun- cin, la peste se extendid hacia el interior a donde se enviaron Misiones Sanitarias. El Dr. Quintin Casola en Villa Rica tuvo que montar un Hospital de Campa- fia, al igual que el Dr. Lépez Moreira en Pilar. Por su parte el Dr. Ramon de los Rios parti hacia el norte en un barco de la Armada e informé cuanto sigue: “Para terminar debo expresar al Sefior Direc- tor, que la epidemia no se ha presenta- do con caracteres alarmantes en el litoral norte, habiendo causado sin embargo, numerosas defunciones, so- bre todo entre los indios, que en cuando se enfermaban se internaban, siendo imposible socorrerlos. Debo también dejar constancia de que las grandes compaiifas que poseen obrajes y frigorificos se preocupan poco de la peonada, la cual en el presente casi, ha ‘sufrido bastante a causa, del descuido de sus patrones. Raras son las que poseen un botiquin regularmente pro- visto y los que ejercen de médico 0 farmacéutico no retinen la capacidad suficiente para atender a los enfer- mos...” Los datos de fallecidos en el interior son dispersos, pero evidentemente la 171 mayor mortalidad se dio en el Area urbana, debido a la mayor aglomera- cién de las personas, y principalmente en los barrios periféricos y obreros de Asuncién. La Epidemia de Gripe demostré la paupérrima situacién de las infraestructuras sanitarias del Para- guay, y ademas las criticas de los periédicos se dirigieron a los miembros de la clase alta paraguaya que no cola- boraron con donacionas y se refugiaron en sus estancias durante la peste, mencionando incluso que dicha actitud fue la misma durante la guerra civil, las inundaciones y la pasada sequia®. El Informe Barbero EI 20 de diciembre, el Doctor An- drés Barbero elevé su informe final so- bre el uso de los fondos y la situacion sanitaria en la que se encontraba el pais. El saldo fatal en Asuncion y alre- dedores fue de trescientos ochenta seis muertos, aproximadamente un 0,5% de la poblacién de dicha ciudad. Aesa cantidad debemos sumar las muertes no registradas en varios pun- tos del interior y por sobre todo en la poblacién indigena del Chaco® cuya cantidad de muertos no se pudo preci- sar. Los informes parciales que entre- garon los médicos a cargo de las expe- diciones sanitarias enviadas a fines de diciembre de 1918 y comienzos de enero de 1919 contabilizaron cerca de 50 fallecimientos en diversas poblacio- 27 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3914. 30-XI.1918 28 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num, 3963. 25-1-1919 29 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3921. 9-XII-1918. 30 El Diario, Asuncién, Afio XV, Num. 3937. 28-XII-1918 172 nes como Nueva Australia, San Juan Nepomuceno, Borja e Ybytymi. Por lo tanto es muy dificil de precisar debido a los datos parciales, cuantos fueron las victimas fatales de la enfermedad en todo el territorio nacional. EI1 de abril de 1919, el Presidente Dr. Manuel Franco, en su informe anual al Congreso de la Nacién Paraguaya, se refiri ala Epidemia de Gripe, soste- nia “El peligro de la invasion de la ‘Gripe’ autorizé al Departamento la adopcién de una serie de medidas pre- ventivas como la instalacion de esta- ciones sanitarias en varios puntos del litoral, que, si no evitaron, por lo menor retardaron suaparicion en él pais. Cu do se propagé estd, la Asistencia Pi blica suftié serios trastornos, porque el mal habia afectado casi integramente a Su personal; pero, debido al restableci- miento paulatino de éste, y al concurso espontaneo de distinguidos facultati- vos, extrafios a ella, pronto fue norma- lizando sus servicios y pudo llegar a combatir el mal con energia y eficiencia hasta que casi desaparecié por com- pleto al mes de su aparicion en la Capital”, Ademas del apoyo médico, Ia Asis- tencia Publica distribuyd dinero a los enfermos mas pobres; para dicha acti- vidad conto con la ayuda de diversas instituciones particulares. El Tesoro habilité extraordinariamente $ 30.000 oro sellado para combatir a la epide- Herib Caballero Campos mia, que no fue utilizado en su totali- dad®, A modo de Conclusién Si tenemos en cuenta que la epide- mia de gripe de 1918-1919 fue “la mayor catastrofe demografica de este siglo s6lo comparable con la producida por la Segunda Guerra Mundial". A nivel mundial se calcula que la cifra total de fallecimientos oscilé entre 21 millones y treinta millones, pues es muy dificil precisar por la carencia de datos de muchas regiones del mundo y os sub registros en otros paises. En Paraguay la epidemia afecté a un némero indeterminado de personas, y produjo el fallecimiento de aproxima- damente el 0,067% de la poblacién total del pais en ese entonces, de acuerdo con los ragistros con que con- tamos, pudiendo ser superior este nt- mero debido al subregistro Las consecuencias de la epidemia fueron varias; desde el punto de vista econémico afecté al normal desenvolvi- miento de las actividades comerciales principalmente en Asuncién sus alre- dedores, afecté el funcionamiento de los frigorificos de Zeballos Cué y San Antonio, principales centros industria- les de la época, en cuanto a la produc- cién y ntimero de obreros. 31, Mensaje al Congreso Nacional del Presidente de la Repiblica Manuel Franco en Centurién, Armando y Allredo Seiterneld (coors.). El Estado General de la Nacién durante los gobiemos liberates. Asuncién, Vol. |, El Archivo del Liberalismo, 1987, p.368 32 Ibidem| 83 Porras Gallo, Maria Isabel. Una ciudad en Crisis: La epidemia de Gripe de 1918-19 en Madrid Madrid. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid, 1994 [mimeo]. p. 84 La epidemia de gripe en 1918 en Paraguay a través de la prensa La vida cotidiana se vio afectada en todas sus facetas; en los centros de sociabilidad como bares, cafés y tea- tros. En el aspecto religioso fue muy duro para muchos fieles cristianos las resiricciones para evitar los contagios como la prohibicién de realizar celebra- ciones religiosas, clausura temporal de templos. Afecto mas a los fallecimien- tos, por lo que los entierros se realiza- ron en la intimidad de los hogares. Pero, la medida mas resistida fue la suspension de las celebraciones de la festividad de la Virgen de Caacupé, para evitar los contagios. Otra de las consecuencias fue la escasez de alimentos, que afectd prin- cipalmente a los sectores mas humil- des de la sociedad, mas teniendo en 173 cuenta que una grave sequia del afio anterior ya hacia que los mismos fue- ron escasos. Desde el punto de vista del Estado se vio la necesidad de dotar a la salud publica de un mayor estatus, condicién que recién se daria en 1937 con la creacién del Ministerio de Salud Publi- ca. Ademas se evidencid la interven- cién estatal frente a los abusos come- tidos por los escasos farmacéuticos que elevaron los precios de aquellos productos medicinales necesarios para combatir la gripe, ante dicha actitud va tanto el gobierno como el idieron proveer de dichos forma tardia en mu- 174 Herib Caballero Campos BIBLIOGRAFIA CARDOZO, Efraim. El Paraguay Indepen- diente, Asuncién, Editorial ElLector, 1996. pp. 483. CENTURION, Armando y Alfredo Seiferheid {coord.). El Estado General de la Nacién durante los gobiernos liberales. 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