You are on page 1of 16
ai NACIONALISMO Y COSMOPOLITISMO en la literatura argentina Maria Teresa Gramuglio 1 ; | [ea | | led iz una minoria cosmopolita enla periferia occidental pela revista al grupo cultural Surse publicé en Buenos Aires desde 1931 hasta 1991, Esta duracién poco fre- cuente en las revistas culturales pareceria indicar la solidez de un proyecto, Sin embargo, precisamente esa larga duracién exige reparar en las diversas formula- ciones y facetas que ese proyecto presenté, como asi también en las cambiantes circunstancias histéricas nacionales e internacionales que atravesé la revista, ues elas resultan decisivas para brindar las claves tanto de su vitalidad como de sus debilidades y de su declinacion. De aquella vitalidad da prueba el hecho irrefutable de que todavia hoy Sur y su directora, Victoria Ocampo, suscitan polémicas muy vivas, algo que tampoco es frecuente con las publicaciones cul- turales, Abordarla desde la perspectiva de una historia de las elites intelectuales| de América Latina permitiria reconsiderar de modo nuevo los datos conocidos de su constitucién y trayectoria, y empezar a proyectarlos en un espacio que excede los limites estrictamente nacionales con que se la suele analizar en los estudios habituales. Revistas y grupos culturales son reconocidos como formaciones caracteris ticas y significativas de la vida intelectual en las sociedades modernas. Revelan el pulso de los tiempos en que se desarrollan, ponen en escena las novedades ylos debates de la época, protagonizan o recogen las polémicas, definen posi- ciones en el campo intelectual, Esta riqueza potencial de ambas formaciones va acompafiada de algunas dificultades: la inseguridad metodolégica para el tra- bajo con objetos muchas veces efimeros, pese a que las revistas brindan por sf ‘mismas una fuente segura en su propia materialidad —algo que en el caso de Sur, iténicamente, se complica por la abundancia y variedad de los materiales a "evisat—s a labilidad, la condicién laxa y poco aprehensible de los grupos cul- lurales y sus formas de sociabilidad, cuyo registro queda en muchos casos sujeto ‘Uestimonios retrospectivos, contradictorios o inverificables, - te aa Oftece al analisis ambas vias de entrada, De hecho, es bonleiieie a ' denominacién “grupo Sur” para referirse a un conjunto de esc a Teconocible, aunque de bordes no siempre definidos de idéntica ma 30 sde su fundacion tun niicleo estable Que peng nado en todos los nimeroy 4, de lap, Pei, era, La revista mantuvo de i Jargo de aos ‘cuidadosamente cone! mero, la nomina incluia un Consejo Extrany izo Ernest Ansermet, ¢ Ferrero, el norteamericane Waldo Frank, el dominic Henrique? Ureiia, el mexicano Alfonso Reyes, el espatiol Jose ¢ rae yal franco-uruguaye Jules Supervielle. Le seguia luego un Consejo a, i ipa oe ia oc Jorge Lisls Borges. Eduardo | Beara verio Gironde. ‘Alfredo Gonzalez Garatio. Eduardo Mallea, Maria = a y Guillermo de Torre, Si se revisa la coleccién, se comprobari que, sab ee —como la de Ferrero, muerto poco pied oladel poeta Oliverio Girondo, que silo figurd en pena ain me «mbes perssten mas alld de las incorporaciones ¥ del vantiocein - sim, que af despues unificb los dos consejos en no apo mis cml knoe orden de un ciclo mis amp y detain colaboradores que no siemprealcanzaron idéntica integracién 0 permanes - algunos nombres nuevos. Entre hon sis Rr J escritor francés Piette Driew Lape Gonzalez Lanuza, Carlos Emesto Sabato, Juan Rodolfo Wilcock, ademas de, ya en las ultimas es Marfa Luisa Bastos y Enrique Pezzoni. (SSCS Seal cieron aparecer reunidas 2 estas pene de tan diversos, con trayectorias culturales tan dopars 5 de las cuales, en el caso del Cons penne aceon Une en ie oar oe ben Saks ria Ocampo. Peto no toxios habit i en esa red de idéntica y esto merece una atencie detalialt eflexionar con cierta objetividad sobre la dimensidn socsoiops & grupos culturales. En lo que hace al “ a partir debe a Hulltich, 0 entre Borges y de Torre, maride de out v de att he wl wou rinani No tinea we a Inilento previo que liyabi n gunos deen one | Consejo Hxtrinjera, 10:08 Mallen con Prato wo cOmO eH el enw de Mal de Mallen con Prank, a de liver eat) Reyen Henrique Uretiy el mismo Prank pe eatow dato serfi {hell conclule que Sur fue el prod amigo® preexistente movidos por Inquietudes culturslen af a aes clusion serla crrdned, La forma como ae anudaron alu ' dec Paro tal eo introduce matices wigniicativos en una apreclacion tan le ; A he Oliver cuenta en Hts MeMorlae que a pesar de fiabareacrizs i Ma alguna ocasldn soclal, entre ellaw en el hall de un hotel de Darl EER do nunca con ella hasta que Prank lav puso en contacto ‘i tl ah revista, Ocampo CuENLA a Ht Vez en HH AuLoblografla que tne fablan meni «n Mallea, por entonces un escrltor promisorlo que on 19264 fa pu oth primer libro de cuentos, hasta que Frank se lo reconrendé Neath itt evista, y aun asl no lo convocd de inmediato, Cuenta Lariblea ih oe ae ddo.a Borges y a otros miembros de la revista Proa (1924. 1924) ke indudable que no todo grupo de amigos s ‘ ( yreconocible como lo fie ql de Sur, atl URee Renee Ace tilizara en un grupo cultural, se requirieron algunos fncioferebod eee oan vos: uno fue el proyecto de revista que el siorleamerk ‘l Wi ido FF ide a Victoria Ocampo, Otro, la funcién nuclear que O SEE Catan lacidn de ambas formaciones, la revista y el paren einen ae ante, la existencia, por fuera de los lazos as la a PGs CuARCTe Ra eancai sociabilidad mundana, de ee indmico, que desde comicnzos de siglo habla dado lugar a ae is Be revistas y proyectos editoriales capaces de ampliar y diversificar el fa ee espacios de un campo literario relativamente autonomizado, Behan ve ee yincyle membros rb eal SO miten advertir Ja diversidad a pe iit haha fdas Biincetissecapercion se ie y ea Ni Ocampo ni Oliver, fefeitccin wen lamaron a sf mismas autodidactas, tuvieron, Babb vassal ir en rae regular sino institutrices y maestros puns tines a sl Bre a Up fie pee Este realizé mas tarde Pits ee ai en i nebra, y Ocampo asistié a cursos en Milani Jargos viajes que por entonces acostumbraban Bai Blan, icionales argentinas, Mallea hizo sus estudios ca, low continud luego en Buenos Aires y realiz6 su = con sut familia, Blanco asistid a | temprano escuela py yy i os Mee de ren Buenos Aires, mientras que Mastronarg eet 2c » bachiller ‘ard lo hy ee esis provinelt natal, Mallea, Bianco y Mastronardi conta Entre Rios, § \ Miu de Buenos Aires, donde estudiaron derecho, pero ningy versida r derecho, pero an carrera, Como Borges participacon en revists iteraras termino § ws dia y en otras publicactones de los aos veinte, y se insert ss al i ‘i ‘ing » el eierc! vinculadas al mundo literario. Ninguno de ellos ejercia u 2 On en NO de elog Vanguay AON en OcUpacone, ° tela una profesiin, Tajo, tenian familiaridad con literaturas ions. extranet, Vodos frecuentabay egpacios de difusion, cultural como Amiees del Ar is) ettos similares, Como 8 ve, fueran originarios del interior o de Buenos Aires, y a pesar de la consides able distancia entre la po clon econdmica de unos y otra S&S posible encontrar, por sobre la diversidad de fortunas y trayectorias, un perfil indicativo de ciettas disposiciones comunes, propio de los descendientes de familias educadas varias generaciones de arraigo en el pais, Estas semejanzas que se perciben junto a las diferencias permiten comprender la razén de algunas inclusiones y exclusiones, la mas conocida de las cuales es la de Samuel Glusberg, con quien Frank habia planeado fundar una revista interamericana que se publicaria en Lima, México y Buenos Aires, en la que también participaria Carlos Maritegui. A pesar de ser un animador muy activo de la vida literaria, fundador de revistas y editoriales y promotor infatigable de la visita de Frank, Glusberg carecia de aquellas disposiciones que definen a los miembros del grupo Sur en razén de su origen social, Enfocado desde esta perspectiva que toma en cuenta las posiciones en el campo literario en relacién con los habitus y capitales culturales y sociales, el analisis permite ademas ponderar la colocacién relevante que la revista alcanz6 durante st Periodo inicial, hasta el punto de que la exclusion de Glusberg qued6 totalmente silenciada en la “historia oficial” que elaboré Victoria Ocampo sobre los origenes de Sur, No obstante, estos datos siempre resultan insuficientes part dar uenta de aspectos mas complejos que hacen a los motivos de ln ascites arivalidades internas il © a ese plus que configura afinidades y divergenciss * soils y el gusto, pues muchos ea colaboradores de Sur ae eid ne eaipuston haciendo en otras publicaciones, y en el ine a Ysabre todo es eens) Subgrupos con diversas elecciones ideo} En cuanto, hie aue Soexistieron en forma no siempre pacific. iones, no, eee ao externas, los integrantes de Sur, salvo A Nes Visibles con penne” tinstituciones estatales ni mantuvier i ig en 10S ‘ON partidos politicos, Tuvieron si una fuerte pres de Palermo Chico, uno de los barrios mas exclusivos de Bue; vyista empez6 a funcionar en stt casa y se trasladé luego a otras suyas o de su familia. Decidia sobre as colaboraciones y ella mi asiduamente. Contra todas las reticencias que suscito y aun suscita sy Persona, noes exagerado afirmar que sin Ocampo no hubiera existdo Sur, y aug recortamos como “grupo Sur’, a su vez, no existiria sin la revista, En otras acimiento al grupo, y no a la inyersa. NOS Aires, Propiedade, Sma publics la re’ hoy palabras: fue Surlo que dio n Periodizacion Lalarga trayectoria dela revista requiere construir una periodizacién que tengaen cuenta las circunstancias histéricas cambiantes —politicas, sociales, culturales— queatravesd desde el momento de su fundacién hasta su lenta desaparicién, par ponerlas en relacién con la historia interna de la publicacién. 1930, el afio de gestacidn de Sur, que aparecié en el verano austral de 1931, es una fecha bisagra en la historia argentina. A la amplia crisis transnacional generada por el crack de 1929, se agregé el golpe militar que puso fin a la segunda presidencia del radical Hipélito Yrigoyen e inauguré la nefasta serie de gobiernos de facto que padecid el pais. La década del 30 conocié la recesién econémica, la represidn politica yel fraude electoral, Una corriente historiogréfica tradicional populariz6 para caracterizarla una formula impactante: “la década infame”, Aunque siempre es bueno recordar ese pasaje de Borges que afirma “le tocaron, como a todos los hombres, tiempos malos en que vivir’, no cabe duda de que ese periodo fue, en mas de un sentido, infame, y no solamente por las vicisitues internas abundan en la literatura las referencias a la miseria material y moral que la crisis de 1929 proyecté sobre los paises occidentales, Por otra parte, el retroceso de la democracia, el avance de los regimenes totalitarios en Europa y en la URRS, et ee y finalmente el estallido de la Segunda Guest amen na pe ish justificar las) evaluaciones mas sombrias oa iad le fronteras nacionales. Pero tales Saal poatiintintee eee Paralisis generalizada, desataron intensas Le nee ReMi, de sesgo politico por parte de eee al inluidos aectresrelvanteedal goer oe. 8 Cafeonet tunis antes del ambito argentino y entre ellos Su ar » cesde mediados de la década la economia argentint ™ Fseet les de recuperacién que fueron modificando la composics® ‘S los sect i ‘ores productivos, iniciando una serie de cambios que creato? las 324 ara las profundas transformaciones sociales Y culturales que traeria el primer para eee - u aera pesonis0 entre 1945 y 1955. Por ultimo, por mas que se quiera insistir en la apatia que Se habria apoderado de la actividad intelectual en esos aiios, que han sido vistos como una tierra yerma entre la efervescencia de los veinte y nso de las letras entre fines de los cincuenta y el boom de los sesenta, el ascel Fasano de la vida literaria en los treinta dio lugar a muchas novedades, y s novedades esta, justamente, la aparicién de Sur. Bs que, si por un lado no es acertado establecer relaciones mecanicas entre jascondiciones econémicas y politicas y las culturales, tampoco lo es ignorar la dindmica propia de estas iltimas. En lo que hace a lo especificamente literario, esnecesario recordar que Sur no surgia, como el relato de origenes que presenté Ocampo en el primer numero podria hacer suponer, en un vacio. Desde los comienzos del siglo XX existieron en la Argentina revistas literarias tan impor- tantes como Nosotros (1907-1934; 1936-1943) y variados emprendimientos edi-\ toriales que difundieron obras nacionales y traducciones de literatura extranjera para un publico lector cada vez mas amplio y diversificado como consecuencia dela moyilidad social ascendente y las politicas educativas que puso en marcha el Estado liberal. En la década del veinte surgieron revistas de vanguardia, wl las cuales la mas célebre fue Martin Fierro (1924-1927), y otras publicaciones menos innovadoras pero igualmente representativas de fracciones del campo intelectual, entre las que cabe destacar las poco estudiadas Revista de América (1924-1926) y Sintesis (1927-1930), y la catdlica Criterio (1928 y continita). Por cllas circularon a menudo las mismas figuras, no pocas de las cuales colaboraron Juego en Sur, Y casi todas ellas, como las mas conocidas revistas latinoamericanas del periodo (Contempordneos en México, Revista de Avance en Cuba, Amauta en Peri, las brasilefias Klaxon y Revista de Antropofagia) buscaron abrirse hacia las Corrientes europeas mas actuales para dinamizar el arte y la literatura propios, on constante conciencia de su condicién especificamente americana. El impulso de la década anterior no se agoté en la Argentina de los afios tteinta, que vieron aparecer nuevas flexiones de la narrativa, el ensayo y la poesia, ‘omo lo prueban los nombres de Roberto Arlt, Mallea, Borges, Silvina Ocampo, Foy Casares, Martinez Estrada y Girondo, nuevas revistas y formaciones, incluso eizquierda, como Contra y el Teatro del Pueblo, fundado por el intelectual afin al ido Comunista Leonidas Barletta, y nuevos sellos editoriales que cumplirfan ‘importante papel entre los lectores de habla espaiiola, como Sudamericana y Hosada, Asi a vida artistica y cultural continué renovindose, si bien no parece Surgido por esos anos en América Latina otra publicacién de la envergadura centr ip pebeet? i poslesen contest cone ceiratzacin Aris ines Teds deri, como oe Bac ing present como trimestrah pvt a ze mee iniec i cis on tapas de coor, reais Sa Poeio Ye Seach ox un ici ra pantav con regular bats 155. Los ds cs permanecieron {dénticos, hasta que poco después, como st dio, se fe = perme Ye Cloak os0 OTS coms rca Mlonsoy Eduardo Gonzilez Lanuza. No se dieron explicacioors sabre cen then Tlamativos, Gabe preguntarsesiel gio de 1935 estuvo vincwado con ls pi ‘alturles promovidas por el panamericanismo estadounideas se elas aie ~ Ce asindagaieesen veces eo porate ee ec pect erotics (4 ae popctoy em | nuevo cambio un formato més econémico (el mis pequeio stn ur mnths cl fa, acne pe esplendor de Sur culminaria alrededor de 1945: otra fecha fuerte pos s= dite significacién, pues sefiala el fin de la Segunda Guerra en el plano el comienzo de los gobiernos peronistas en el nacional. Diversas 7 -ctiticas coinciden en sit : Gos en situar la declinacién de Sur entre esa fecha y 1955, cenit autores de Ja nueva narrativa latinoamericana, si postica, a figuras que hs red ‘ampo de la qreacidn postica, a figuras que adquitirian singular relieve, como Alt : a a ‘pakeiandra Pizarnik. » como Alberto Gitri N ignorar, en el paraexplorarcon mayor detenimiento este en etaimbito nacional, las condiciones cultur ggrgieron en el campo liberal durante el Punto, habria que tener en cuenta, _ ales y - nuevas formaciones que eronismo, y luego, los realir e pemacienio 10, los rea nientos aoe se prodtujeron a partir desu caida en 1955, entre los que hay que incluir la supuesta incomprensién de las Movimiento, un vuelco de posiciones al Sur no se suméd. L tas Imago Mundi (1953-1956) y Contorno (1953- 1959), por ejemplo, surgieron como expresiones de grupos de Qi primer caso, profesores excluidos de la univ autocritica de los intelectuales con r specto a li yerdaderas dimensiones S sociales de ese universitarios; en ersidad peronista y decididos a S iplinas con las tendencias mas actuales del ambito occidental queen aquella eran ignorados; en el segundo, jovenes vinculados ala Facultad de Filosofia y Letras de la UBA, también desconformes con la miseria intelectual que imperaba por entonces en las aulas, ‘Todos se ubicaban en la oposicién al peronismo y algunos de ellos, desde José Luis Romero y Jaime Rest hasta Juan José Sebreli y David Viias, escribieron también en Sur, Fuera de la ruptura que mis tarde provocé la tiltima de aquellas publicaciones, en la que se hace evidente que las diferencias ideoldgicas se sobreimprimen a la clésica disputa de los emergentes por aleanzar una posicién de dominio en el campo intelectual, lo que resulta mas significativo en relacién con los cambios es, en Imago Mundi, la tendencia hacia un rigor profesional que abandonaria el ensayismo caracteristico delestilo de Sur para abrir el camino ala formacién de nuevos tipos de intelectuales, especialmente en el ambito de las ciencias sociales; y en Contorno, el afin por renovarlla critica literariay la visién de la literatura argentina desde una perspectiva denuncialista mas propia de la figura del intelectual comprometido. En este ultimo aso, ni la necesidad del contacto con las literaturas extranjeras ni la traduccién: formaron parte del proyecto de la revista, que consistia principalmente en hacer ‘Winventario de nuestra situacién” para intentar, primero, comprenderla, y luego, Modificarla, algo que dificilmente podria considerarse realizado salvo en el plano especifico de la revisidn de la literatura argentina, Pese a estas diferencias evidentes, la aparicién de Crisis y resurreccién de Ia literatura argentina (1954) de Abelardo Ramos, una tosca impugnacién panfletaria de la “cultura Suropeizante” practicada segtin el autor por grupos como el de Sur, mee md Sgudisima critica de Ramén Alcalde, uno de los integrantes mas en Contorno, quien sin dejar de seftalar y aun ridiculizar las limitaciones y ue “nuestra cultura es europea y ue ba rotundamente q) afirmal a ec podemos reali europea a cultura europe rari in la cultura europea constituia un tépico central Hi | y lo americano para todas las corrientes gy ao FOS CON Fasgos propia. 8 de su sdlo di Bs que la rel pensamiento sobre recorrian el campo intel fue durante ese periodo, eee los nacionalismos populistas ; a ia e constitutivo de la cultura argentina que es Ia mirada hacia Europa, elemento ‘Como complemento de esta aproximacion a Sur desde la perspectva del historia de las elites intelectuales se pode: agregar, sin ni nguna aes exhaustividad, una referencia a una institucion independiente que se creé en Ja década del treinta y perduré hasta principios de los sesenta: el Colegio Libre de Estudios Superiores, Fue una suerte de universidad paralela de tendencia liberal en la que abundaron los universitarios y otros profesionales destacados por su posicién social y trayectoria intelectual, algunos de los cuales publicaron también en Sur y en Contorno. En sus cAtedras libres se abordaban distintas disciplinas, como la economia, la filosofia, los estudios sociales, la historia, a ientro de | jacion con Jo nacional : Jectual de los afios cincuenta, y se podria afitmar = precisamente, cuando se inicid, desde las Posiciones de de izquierda y de derecha, la demonizacién de eg, pedagogia, a literatura, la psicologia y diversas ramas de la ciencia, con un nivel de especializacién que rechazaba explicitamente la mera divulgacion, Se trataba, claramente, de paliar o contrarrestar la indigencia intelectual y el antiliberalismo retrégrado de la universidad oficial. Independientemente de los proyectos politicos de esta institucién, que conocié momentos de fuerte expansién y otros de repliegue, incluido el cierre de su sede central de Buenos Aires en los tiltimos afios del peronismo, es significative comprobar que su declinacién se inicio en 1955, es decir, cuando muchos de sus integrantes se insertaron en he universidad piiblica que habian intentado reemplazar, ocupando algunos de poten at ejemplo José Luis Romero y Gino Germani, cargos de jerarqua ala recupeci eaathaauela declinacton del Colegio fue paralela cine eye suuniversidad, que a partir de 1955 se fue convirtiendo en giro que iba eee y dindmicos del campo intelectual ed i aes al eet on la categoria de diletante o amateur al tp mn cu eA poticiones ChE snteinacional, habria que prestar atencié ala URSS. Resulta ee et lurante la Guerra Fria, en particular las ¢ A SU Posicién en los detent tue, desde la segunda mitad de los aitos cincvel del i i habla gozado has Dates ideolégicos de a época perdié el consens? i re dian €” uando liberales e izquierdistas coincidian na [as iticas ta entonces, cy eign de Sur puede leerse también en los da i na dela revista, que fue disminuyendo su periodicidad a 105 de 1970 fue bimensual, Y desde 1971 fue bianual. A partir ° con ghandons dristicamente Ja buisqueda de lo nuevo y se limits tees ie Joscolaboradores que morian, o niimeros song de eterno retorno, se volvid sobre si falta El lento proceso de declina’ especiales obi Ficar maimeres 2 en una especie rokigions e fos. ques i de un proyecto siempre le asignd a Frank un ign del proyecto inici papel decisivo en la fundacién de la re. vista yen la defini al, ligado, segtin anunciaba en el primer namera, al propésito de conocer y dara conocer el potencial de América a los mmismos americanos y2 Jos europeos. Contaba para ello con el auxilio de los via- jerosculturales como Ortega, Keyserling y ‘el mismo Frank, y el grupo de amigos quella redeabe. Pero como se dijo, la revista que Frank habia imaginado era my Giferente dela que Ocampo finalmente fundé. La sola eleccién del nombre, para Jo cual Ocampo consulté a Ortega y Gasset, brinda un indicio. Si el imaginado por Frank, Nuestra América, sintetizaba su utopia de reunir las partes separadas ee América, el elegido por Ocampo, subrayado Por Ja flecha invertida que fue Ja marca de Sur, restringia el aleance de ese espacio y sefialaba Ja localizacién que lo distinguia tanto en Ja geografia sudamericana (el drea templada, mis blanca, més modernizada) como en el mapa del mundo (un _finis terrae). Ya.en ese primer niimero, el entramado de cartas cruzadas entre amigos de ambos continentes y notas referidas a expresiones del arte contemporineo revelaba earrocadon cosmopolita y modernizadora que suele ser caracteristica de los intelectuales de paises con menor capital cultural y literario en la “repuiblica mundial de las letras y que precisamente por esa condicién periférica podria pensarse como, mas que “americanista’, americana. Noes sencillo decidir si la problematica americana habia sido un objeto oS a aah reflexiones de los intelectuales argentin’s ao tema subordinado a los interrogantes sobre la propia po vnalidad, 4 parece indudable que a pesar de circular con insistencia Per eee rir defines dil por divers poblincon So, internacionales, no habia estado ; tes del mile? sbistaico de Suir bata Gi o muy presente entre los integra 5 que las visitas de los vijeros cultursles desde OFS’ a Frank, Reyes y Henriquez Urefia lo activaro™ . 2 social y culturalmente tan proxima @ come wll Maria # que en Taw conversa fost oliver lo corrobora, cuando cuenta en sus memorias jones con €S a tos tres tiltimos visitantes fue, literalmente, i 5 sterandose de problemas que hasta entonces ignor: finda una muestra emblematica en el vi descubriendo América ‘aba, Ocampo, por sui parte, sack . je entre exploratorio ¢ inicidtico que etd com preludio a su decision de emprender la publicaclon de la revista: Fneroa Europa, desdeall(a Estados Unidos, para regrsarfinalmentecruzando Mana de Panama y bordeando la costa del Pacific. All jos de encontrar Anéria del oculto tesoro” que la revista revelarfa alos curopeos, descubria en st correspondencia a Ortega un paisaje tan drido como el del mundo cultural que la rodeaba en Buenos Aires. Pero, como comprobaba con sentimientos encontra dosal desembarcar en Panama, en la zona de los barrios pobres donde se hablaba castellano, esos eran su mundo y su lengua. Distante de las flexiones optimistas dealgunas perspectivas americanistas que se habrian desarrollado después de la primera Guerra, esta imagen de un mundo desposeido de los bienes dela cultura ‘aviest pecado ado. yhabitado por “desterrados de Europa en América” es una yeta que a larevista y que encontrard un exponente destacado en el Murena de original de América (1965). No obstante, la presencia de la tematica americana es innegable en los primeros niimeros de Sur, y con registros variados que van desde las mis previsibles referencias de viajeros, como las de Supervielle o el mismo Frank, hasta las de mayor densidad reflexiva, sean perspectivas antropoldgicas, como fasde Alfred Métraux, o culturales, como las de Ansermet, Reyes y Henriques Uretia; desde las expectativas optimistas de futuras fusiones de s Américas de Frank hasta el escepticismo temprano de Reyes. A partir de 1935, se puede advertir una reorientacion mas esperanzada en clave panamericanista que culminara a principios de los afios cuarenta con un debate sobre Relaciones Interamericanas y otro de titulo elocuente: “;Tienen las Américas un destino comin?” Con toda evidencia, con el avance de la década y el estallido de la guerra, la cuestion americana quedaba capturada en la politica de buena Yecindad del presidente Roosevelt, sin que en Sur se tomaran debidamente en CUenta las desigualdades entre ambas Américas y mucho menos la critica del 'mpetialismo, Es significativo reparar en que la preocupacién por América pr que practicamente se eclipsé de la revista, volverd otra lie ae Pay Coane en un tinico numero especial de 1965, sin duda motivado Pt “0s de la revolucién cubana. Ran Soh primeros aftos de Sur despunta jun lunciado que cobrard singular relevancia: nto al americanismo un tépico el de la funcidn de los intelec- sn mundo amenazado por el avance de los totalitarismg y es enV ficacidn de la cultura, "Ambos peligros ingresaron 2s extranjeros Y oradores ext les, que dent a oleh Jeoldgicas a que pertenecian, coincidian en sefialar la respon side oa necesidad de luchar contra el fascismo con las arma dels elites Os, esto es, en nombre de los valores universaes de amy, sine yar el papel que cab alas minorfasrectoras en atin mantener [os altos estandares culturales ante el re de las muchedumbres jg el despliegue de este topico se dibuja la figura ideal ee intelectual que Prevalece en el grupo de Sur. Los nombres de Ortega vide Julien Benda son los que me. jor resumen Jas posiciones ous desplegaron iguras tan diversas como Nicolis Berdiaeff, Guglielmo y Leo Ferrero, Aldous Huxley, Archibald McLeish, Jacques Maritain, Emmanuel Mounier, Paul Valéry y hasta Jorge Luis Borges. Ocampo Je imprimi¢ a este topico un sesgo particular, proclamando la necesidad de una verdadera pedagogia cultural. En ese giro, la figura de 7, S, Eliot adquirié una dimensién emblemitia, En 1939, una nota sin firma informaba a los lectores de Sur sobre el cierre de ‘The Criterion, la revista que éste dirigia, y citaba sus palabras. Victoria Ocampo las repitié en 1948, y en el transcurso de los afios les fue imprimiendo matices adicionales, hasta alcanzar una nota de irritacién indicativa del desencuentro con las nuevas condiciones culturales. Es asi como a través de la serie de cites se advierte de qué manera se fue reformulando retrospectivamente el proyec- to inicial, abandonando las banderas de la causa americana y omitiendo toda referencia a los debates suscitados alrededor de las nociones de compromise Y otras afines que caracterizaron la primera etapa de Sur, particularmente responsabilidad moral de los intelectuales frente al avance de los totalitarismos primero, hacia el imperativo de poner al dia un émbito cultural que se juzs* retrasado, y luego, hacia el de asumir Ja misién de las minorias intelectuss en la formacién de una “elite futura” capaz de apreciar lo mejor de la literature ae nies medida, del pensamiento y el arte, como una foms aes ei zeradctbn de la cultura provocada por la sociedad de a . encargado,con ee snob de esta escalada elitista —algo de ue ie : beria reconocer que ee ir a profuse pecan aM aise ama un elitismo Fee = mismo Hempo,de lo que seria pre! odes del revistas extranjeras fis As esa teformulacion pesaron algunos " Revill ‘nian principios o proyectos coincident’ Or ly en un copiosisimo cuerpo de articulgs g sc locales, que dentro de la heterogeng te ths sabilidad I Propias por corriente: del Ia verdad, y ¢ je Occidente, Commerce, The Criterion, New Direc tions, Pg “ sportancia que en este Viraje fue adquiriendo en Sur | oe ion de pais receptor de lite: extranjeras que oe rf argentina, dan buena cuenta los sur ee ndimientos editoriales bastante conocido: oe resultaba congruente con las ideas que ame y la tradicién”: tenemos derecho x sal. Como resultado de esa politica, Sur encontrd sus verdaderos lectores ae de “sus propios colaboradores”, en los Circulos cultos de todo el Ambito BE enericano, en los que alcanzé una posicién de liderazgo, hasta que los in de la marea a partir de los afios sesenta la fueron desplazando hacia un jugar marginal. intisan Review, De |y Mt traduceién, dada Ia &8 propia de culturay ios de la revista Y numerosos S » esta politica expuso Borges en “EI eseritor a todo el patrimonio de la Hiteratura i bien se mi Buenos Aires, 2006, Publicado en Historia de los intelectuales en América Lati- na dirigida por Carlos Altamirano, Katz, Bs, As., 2010,

You might also like