El Materialismo Historico y La Teoria de Las Formaciones Sociales PDF

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EL MATERIALISMO HISTORICO Y LA TEORIA DE LAS FORMACIONES SOCIALES Emilio Ribes. El pygpSgitovdel presente trabajo serd analizar 1a vonibala= pecial de la ciencia de la sociedad, ste ss del concepto de teo ria de las formaciones sociales. El concepto de filosofia especial de la ciencia, se concibe como el conjunto de supuestos derivados y congruentes con una ideologia de las representaciones sociales enmarcada en la ideologia propia del modo de conocimiento eienti- fico. Esta ideologia, no es m&s que el presupuesto general de la materialidad de 1a realidad, como realidad existente independien- temente de nuestro conocimiento, realidad susceptible de conoci- miento objetivo, realidad creada hist6ricamente por la evolucién que suscitan las contradicciones de los distintos momentos proce~ suales de sus diversos elementos. Se maneja pues el concepto de - filosofia especial en el sentido de las consideraciones generales que subyacen y se derivan del conocimiento cientifico de un campo especial de la realidad, y no de la substitucién también ideolégi co de este modo de conocimiento de una realidad por representacio nes sociales ajenas a dicho campo. En sintesis, una filosofia es- pecial de la ciencia implica las categorias generales que hacen - posible y/o se derivan del conocimiento cientifico como conjuntos de conceptos abstraidos de las relaciones reales, materiales, --- mientras que una filosofia ajena a la ciencia como representacién ideolégica implica la adecuacién de la realidad a una concepeién apri de la realidad material, en la que ésta es deformada, ~~ configurada y ajustada a abstracciones generades a partir de un - nivel de relaciones de la realidad diferentes al campo que se in- tenta analizar y conocer. Delimitemos con mayor claridad dicho argumento. Al distinguir entre una filosofia como especial de la ciencia en contraste con una filosofia ideolégica, no nos referimos a la autonomia ideal - de 1s ciencia en contraste con una filosofia ideolégica, no nos re ferimos a la autonomia real de la ciencia como modo y contenido de conocimiento respecto de 1as condiciones sociales especificas @ un momento hist6rico, sino a su autonomfa relativa a otros modés de - conocimiento, todos ellos bajo la determinacién y determjnando a - su vez las condiciones materiales expresadas en las relaciones so- ciales entre los hombres. Planteamos una filosoffa de 1a ciencia, como filosofia especial, en el sentido de formular explicitamente las consideraciones que permiten la construccién de un objeto teé- rico y su método especifico conjuntamente, con el fin de analizar las determinaciones reales de un campo de fenémenos. En el campo - de lo social, esta determinacién abstracta de las relaciones mate riales, se da como confrontacién directa de las propias representa ciones sociales respecto de dichas determinaciones. Es decir, la - ciencia de lo social choca, por definicién, con las representacio- nes particulares que privan en un momento histérico, en una socie- dad especffica respecto de ella misma, es decir, con su representa cién ideolégica. La ciencia se contrapone no sé1o a 1a representa- cién ideolégica, sino que ademas debe enunciar las consideraciones que le permiten definir a dicha ideologfa como parte de su propio objeto de estudio. La teorfa respecto a la sociedad y sus diversos ambitos, que se da como representacién ideolégica de una estructura particular hist6rica, no s61o tiene existencia como entidad te6rica ideal si- no también como teorfa que formaliza un estado de ralaciones socia les y las formas que dichas relaciones generan para conservar un - determinado dominio o hegemonfa por una clase social. Es decir, atin cuando 1a ideologia puede tener una representa- cién tedrica, esta representaci6n es s6lo la formalizaci6n parcial de un complejo sistema de relaciones sociales entre los hombre con cretos, a cuyas determinaciones ellos son ajenos, y que en la mayor parte de las ocasiones pueden contradecir incluso como formas con- cretas materiales algunas de sus representaciones teéricas. Es pues en este renglén en el que la filosofta especial de una ciencia jue- ga un papel determinante en el sentido de plantear, en la construc- cién misma del objeto y el método de conocimiento, 1as consideracio nes necesarias para distinguir al objeto y sus determinaciones rea- les de las formas ideolégicas que aparecen en la red de relaciones sociales tal como ocurren fenoménicamente. eau Es por esto que, en el caso de ia ciencia de las formaciones - socialés +, la filosofia especial de la ciencia no s61o adopta una actitud metodolégica como en otras muchas filosofias especiales, - sine que a la vez que reafirma lo que constituye la ontologia nate rialista como compromiso implicito de todo el conocimiento cienti- fico, adopta una postura ideolégica derivada de su propio cardcter de andlisis objetivo de las determinaciones reales en contraposi- cién el sistema de representaciones ideolégicas que enmascara y de forma dichas determinaciones. El caracter politico de la filosofia especial de la ciencia social es condicién necesaria de su formula cidn misma. Este cardcter politico, ideolégico de la filosofia de la eiencia no es exclusivo de la filosoffa especial de las forma- ciones sociales --recuérdese las vicisitudes de la fisica galilea- na, la biologia darwinista y muchas otras en la historia de la ciencia-, pero en ella adquiere un realce mayor. Bs por ello que, ain cuando el materialismo histérico como and lisis de las determinaciones reales de la sociedad capitalista se da en forma de critica a la economia politica, sus consideraciones generales aparecen , como filosoffa especial, con antelacién, espe cialmente en La Ideologia Alemana . En esta obra, Marx y Engels, demuestran a partir de la critica de la filosoffa alenana que, no basta la simple descripcién diacrénica del desarrollo o evoiucién social, sino que se requiere sefialar las determinaciones materiales en lo econémico, que configuran dicha historia. La historia hasta ese momento, ocultaba en la resefia del deyenir, como resefia de he- chos aislados o de ideas, las determinaciones reales materiales de las formaciones sociales. Ain més, ajustaba la historia real a ca- tegorias ideales no vividas histéricamente, y por consiguiente, en diferentes medidas, rompfa con la historicidad real de las formas sociales, al idealizarlas como universales inmutables, sin recono- cer su especificidad definitoria. Esta ruptura de la idealizacién histérica s6lo podria darse analizando las diversas formas de rela eiones sociales en su especificidad histérica particular, como pro ducto de las determinaciones materiales que configuraban dicho mo- mento. Para ello, no obstante, eran necesarios dos requisitos: 1) enunciar en lo general proposiciones respecto a las determinacio nes materiales relevantes en el desarrollo histérico, al margen de 38 su especificidad como formacién social; y 2) ubicar a las formas ideales de evolucién hist6rica como ideologias que debian ser ex- plicadas igualmente, en vez de considerarseles como explicaciones. Este reconocimiento de la historia ideal como ideolégica, no s6lo implicaba su andlisis cientifico, desde la perspectiva del mate- rialismo histérico, sino su destruccién mediante la accién politi- ca. En La Ideologia Alemana , Marx y Engels sefialan como con la di visién del trabajo, se plantea en la historia, el surgimiento de - las diversas contradicciones sociales que conducen a la aparicién de distintas formaciones sociales, entendidas como formas de estruc turar las relaciones entre los hombres, tanto en lo material como en lo espiritual (1a conciencia): "...con la divisién del trabajo, se da la posibilidad, mas aGn, la realidad de que las actividades espirituales y materiales, el disfrute y el trabajo, la produccién y el consumo, se asignan a diferentes individuos, y la posibilidad de que no caigan en contradiccién reside solamente en que vuelve a abandonarse 1a divisién del trabajo. Los 'espectros', los 'nexos' los 'entes superiores', los 'conceptos’. los 'reparos’, no son més que la expresién espiritual puramente idealista, la idea aparte del individuo aislado, la representaci6n de trabas y limitaciones muy empiricas dentro de las cuales se mueve el modo de produccién de la vida y la forma de intercambio congruente con €1... Con la divisién del trabajo, que lleva implicitas todas estas contradicciones y que descansa, a su vez, sobre la divisién natural del trabajo en el se no de la familia y en la divisién de 1a sociedad en diversas fami- lias contrapuestas, se da, al mismo tiempo, la distribucién y, con cretamente, la distribucién desigual, tanto cuantitativa como cua- litativamente, de trabajo y de sus productos..." (p. 33). Asimismo, esta negacién de la filosoffa de 1a historia hegelia- na (-y de las formas "cientificas" de historia por ella amparadas) como representacién puramente ideolégica, puede rastrearse a los primeros escritos de Marx. En En Torno a la Critica de la Fi losofia del Derecho, dice "Asi nosotros, los alemanes, hemos vivido nuestra posthistoria en el pensamiento, en la filosoffa. Somos con- temporaneos filosdéficos del presente, sin ser sus contemporaneos - . La filosofia alemana es la prolongacién ideal de Ale- histérico mania. Lo que en los pueblos progresivos es la ruptura practica con las situaciones del Estado moderno, es en Alemania, donde esas si- tuaciones ni siquiera existen, ante todo, la ruptura critica con - el reflejo filoséfico de dichas situaciones" (pp. 7-8). Por ello, antes de proceder a las formas especificas de anflisis de las rela ciones sociales, es fundamental restituir a la historia en su ver- dadera dimensidn, es decir, formular las consideraciones generales que, al negar la naturaleza ideolégica de la historia, la reformu- lan como una ciencia, y a dichas consideraciones las convierte en su filosofia. "La misién de 1a historia consiste, pues una vez que ha desaparecido el més alld.de la verdad, en averiguar la verdad - del mas acd."(ibid., p. 4). ¥ este'm@s acd4'no es otra cosa que el an@lisis histérico, especifico, de las formas sociales como formas de relaciones entre los hombre concretos, bajo condiciones materia les representadas por 1a naturaleza y 1a naturaleza producida por su trabajo, £1 materialismo histérico, como filosofia especial que condiciona el andlisis cientffico de 1a realidad social, y que se deriva a su vez de la demistificacién de dicho conocimiento, no es otra cosa que considerar que "Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegi- das por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y transmite el pasado". (E1 - dieciocho brumario de Luis Bonaparte, p. 408). La determinacién de dichas circunstancias es uma tarea de la Economfa Polftica, en la cas de conocimiento cient{fi- que Marx plasma las reformas espectf co de la historia. ‘i Resumiendo(haste este momento.) el materialismo histérico, co mo la filosofia especial de la ciencia de las formaciones socia les, se formula en términos no propios de un conjunto de categorfas ideales apriori, sino en enunciados generales que, derivados del — andlisis de los fenomenos sociales concretos, como relaciones mate riales entre los hombre que varfan en la historia, establecen las condiciones generales que enmarcan el estudio sistem&tico de cada formacién social en lo particular. Esta filosoffia especial, sigue siendo filosofia, en el sentido de constituir una toma de posesién ideolégica en el momento presente (cualesquiera sea este) de anali zar una formacién social historia determinada. Sin embargo, es una posicién ideolégica que conlleva una actitud politica practica frente a la situacién concreta: modificar las representaciones ideo 1égicas, no cientfficas que producidas por dichas relaciones socia les entre los hombres, constituyen parte de la urdimbre que escon- de su verdadera naturaleza. Y por ello, en Marx en particular, es- ta actitud cientffica de desenmarafiar las apariencias para descubrir Jas determinaciones materiales reales de una formaci6n social, se acompaiia de una toma de posicién politica praéctica. No solo se des truye la representacién ideolégica de la historia, sino que, conse cuente con los principios que le permiten llegar a su elucidacién, requiere destruir las condiciones materiales que sustentan dichas representaciones, destruccién que significan necesariamente una lu cha politica del lado de 1a clase social (en ese momento histérico) cuya superacién slo puede darse superando las contradicciones ma- teriales, concretas que la configuran como clase: el proletariado. El materialismo hist6rico, como filosoffa especial de la cien cia de las formaciones sociales, puede formularse en términos de las siguientes consideracione 1) Las representaciones ideales de los hombres y acerca de - los hombres y sus relaciones, estan determinadas por 1as condicio- nes materiales hist6ricas concretas en que emergen: "No es la con- ciencia del hombre 1a que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia" (Marx en Contrib cién a la Critica de 1a Economfa Polftica p. 518). 2) El ser social del hombre, afin cuando construido por los - hombres concretos al producir sus condiciones naturales y sociales, al producir su vida social, es independiente de sus voluntades, es decir, la historia del hombre es una historia sin sujeto: "...en la produccién social de su vida, los hombres contraen determinadas re laciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de produccién, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales" (ibid, p. 517). Mas adn: - “aunque una sociedad haya encontrado el rastro de la ley natural con arreglo a la cual se mueve... jam4s podra saltar ni descartar por decreto las fases naturales de su desarrollo" (Marx, en el Pré- logo a la Primera Edicién de El Capital, p. xv). 3) Las condiciones materiales que, en 1a forma de relacio- nes de produccién, se encuentran en la base de toda relacién social +6 (sin que ello signifique que se reducen a ellas), es el objeto de estudio de 1a Economfa Polftica. La Economfa Politica proporciona el conocimiento de las determinaciones materizles de las formacio- nes sociales, siempre y cuando se le visualize en una perspectiva hist6rica: "La economfa politica, cuando es burguesa, es decir, -- cuando ve en el orden capitalista no una fase histéricamente tran- sitoria del desarrollo, sino la forma ebsoluta y definitiva de la produccién social, sélo puede mantener su rango de ciencia mientras la lucha de clases permanece latente o se trasluce simplemente en manifestaciones aisladas" (Marx en Postfacio a la Segunda Bdicién de ELCGapital, p. XVIII). Este encargo a la Economfa Politica deri- va de que las condiciones materiales que determinan las relaciones sociales entre los hombres no se restringen a las puras condiciones naturales dadas al individuo, sino que en su relaci6n con dichas -- condiciones naturales al vivir en sociedad, crea o produce las con- @iciones de su vida individual como vida social." ... no ve que el mundo sensible que le rodea no es algo directamente dado desde toda una eternidad y constantemente igual a sf mismo, sino el producto - de la industria y del estado social, en el sentido de que es un pro ducte histérico, el resultado de la actividad de toda una serie de generaciones... Hasta los objetos de la 'certeza sensorial’ més sim ple le vienen dados solamente por el desarrollo social, la industria y el intercambio comercial."(La Ideologia Alemana, p. 47). 4) Las leyes de la historia son las leyes que describen como, de las contradicciones concretas que generan las relaciones de pro duccién en un momento dado, se crean las nuevas necesidades que -- llevan a una formacién social diferente. La historia se da como -- historia de las contradicciones, céntradicciones, sin embargo, que no-son abstractas como en Hegel, sino contradicciones reales, empi- vicas, que se identifican en el analisis de las relaciones de pro- duccién.y las relaciones sociales de una sociedad particular: "Al llegar auna determinada fase de desarrollo, les =-- fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradic- cién con las réla¢iones de producci6n existentes, 0, lo que no es i- m4s que la expresién juridica de esto, con las relaciones de propie dad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta alli... Ninguna ~ formacién social dessparece antes de que se desarrollen todas las -- fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jam4s aparecen nue~ vas y més altas relaciones de produccién antes de que las condicio nes materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua". (Prélogo de 1a Contribucién a la Critica de 1a Economia Politica, p. 518). Estas contradicciones concretas - en cada sociedad y cada momento histérico no constituyen absolutos, por lo que'lo importante es analizar la forma en que generan tenden- cias histéricas: "Lo que de por si nos interesa, aqui, no es preci- samnete el grado mas o menos alto de desarrollo de las contradiccio nes sociales que brotan de las leyes naturales de la produccién ca- pitalista. Nos interesan estas Leyes de por si, estas tendencias, - que actéan y se imponen con férrea necesidad" (Prélogo a la Primera Edicién de El Capital, p. XVI). 5) Las leyes hist6ricas se construyen a partir de las leyes sistem@ticas que describen la esencia de un modo de produccién y la formacién social que le corresponde. La historia no tiene leyes pre dictivas en el sentido de determinacién del pasado al futuro, sino que la historia se reconstruye a través del conocimiento de las le- yes del presente: "En consecuencia, serfa impracticable y erréneo - alinear las categorfas econdémicas en el orden en que fueron histé- ricamente determinantes. Su orden de sucesién esta, en cambio, de- terminado por las relaciones que existen entre ellas en la moderna sociedad burguesa, y que es exactamente el inverso del que parece ~ ser su orden natural o del que corresponderfa a su orden de sucesién (Elementos Fundamentales pa- ra la Critica de la Economia Politica (Grundrisse), pp. 28-29). - en el curso del desarrollo histérico." Agrega: "La sociedad burguesa es la m&s compleja y desarrollada ox- ganizacién hist6rica de la produccién. Las categorias que expresan sus condiciones y la comprensién de su organizacién permiten al mis mo tiempo comprender la organizacién y las relaciones de produccién de todas las formas de sociedad pasadas.,."(ibid, p. 26). Pero esta comprensién, y por consiguiente, construccién de la historia -6-re- construccién teérice- a partir de la forma fltima (presente) m&s or ganizada, debe hacerse cuidando 1a especificidad de las formas his- téricas pasadas:"...incluso las categorias m&s abstractas, a pesar de su validez -precisamente debida a su naturaleza abstracta~ para todas las épocas, son no obstante, en lo que hay de determinado en esta abstraccién, el producto de condiciones histéricas y poseen -- plena validez s6lo para estas condiciones y dentro de sus limites." (ibid, p. 26). 6) Las leyes de la economfa politica y de la historia, como leyes de las formaciones sociales, van de lo simple a lo complejo, y siempre son leyes, que afin cuando formuladas en lo abstracto, par ten de los hechos y van hacia los hechos, como en las demas cien- cias:"...La erftica tiene que limitarse a comparar y contrastar un hecho no con 1a idea, sino con otro hecho" (Postfacio a la segunda Edicién de £1 Capital, p. XXII). Estos hechos se toman partiendo de lo elemental, lo m&s simple, que se identifica a partir de la abs- traccién de los hechos mismos: "La forma de mercancfa que adopta el producto de trabajo o 1a forma de valor que reviste la mercancfa es 1a célula econémica de la sociedad burguesa" (Prélogo a la Primera Edigi6n de El Capital, p. XIII). No obstante, afin cuando se parte de la abstraccién de los hechos, esto tiene lugar en una sociedad - hist6ricamente especifica, que permite, a 1a maneradel laboratorio en las ciencias experimentales, identificar las relaciones entre -- eventos de la mejor forma posible: "El fisico observa los procesos naturales alli donde estos se presentan en la forma mas ostensible y menos velados por influencias perturbadoras, o procura realizar, en 1o posible, sus experimentos en condiciones que garanticen el desarrollo del proceso investigado en toda su pureza. En la presente obra nos proponemos investigar el régimen capitalista de producci6n y las relaciones de produccién y circulacién que a 61 corresponden. El hogar cl4sico de este régimen es, hasta ahora, Inglaterra", (ibid, p. XIV). En consecuencia, concebimos al materialismo histérico no co- mo una ciencia en si, sino como los supuestos y consideraciones fi- los6ficas que sustenta, y se derivan de dicha ciencia. Como dice - Luporini (Dialéctica Marxista e Historicismo):"E1 'materialismo his téreio' o 'concepcién materialista de la historia’ no es propiamen- te una 'ciencia’, sino una docttina erftico-cientffica y mas preci- samente un canon o criterio de interpretacién cientffica de la so- (p. 48). Los considerando oe arriba expuestos nos parece resumir esta ciedad humana y de la historia, fundado de manera critica" especial.\Pasaremos ahora al examen de 1a teorfa de las ~ formaciones sociales como tal y 1a modalidad que adopta en loe escri i tos de Marx. Serini (La Categoria de Formacién Econémico-Social) fija la aparicién de la "forma de sociedad" o "forma social" en los Grun- drisse y en La Ideologfa Alemana, ain cuando también se sefiala el - empleo de dicha categoria de manera explicita como ‘Formacién social” en el Prélogo a la Contribucién de la Critica a la Economia Politi- a y en el Prefacio al primer tomo de El Capital. Indepondientemente del texto concreto en que primero aparece, queda claro que la cate~ goria de formacién social hace referencia a un proceso histérico-ge nético vinculado al modo de produccién, y que de esta caracteristi- ca histérico-genética, de la que se deriva la especificidad estruc- tural particular de las relaciones de produccién en una formacién ~ social, se afirma la inseparabilidad del método y el contenido, in separabilidad que presta especificidad como ciencia, metodolégica- mente, a la teorfa de las formaciones sociales. Caraudy~ lo expresa - al decir que "el caracter mas profundo de 1a dialéctica consiste en no sepatar el método del contenido" (Introducci6n al estudio de Marx, p- 118).En este sentido para reconstruir el contenido, como objeto abstracto, y su método, es necesario recorrer analiticamente el pro ceso mismo de descripcién del método de 1a economfa politica, forma cientifica del conocimiento histérico, Afn cuando 1a economfa poli- tica (su erftica) en Marx no se restringe a un conocimiento puramen xplicita- mente debe extraerse la existencia o la carencia de un andlisis te econémico, de la reflexién sobre el método formulado cientffico de las formaciones sociales como totalidad, es decir, e1 complejo juego de las relaciones estructurales y superestructu- rales en la configuracién de un modo de produceién y sus relacio- nes sociales. Nos concentraremos pues en la seccién del El Método - de la Economfa Polftica de los Grundrisse Es claro que, afin cuando el contenido particular del objeto cientffico es determinante de una especificidad metodolégica, no de be, sin embargo, excluirse que el método empleado por Marx en el - an@lisis de la sociedad capitalista de su tiempo carezca de puntos de contacto con ciertos aspectos del método empleado en otras dis~ ciplinas. Este argumento reside en el nGcleo del trabajo de Della Volpe, y por qué no, en la preocupacién de Engels (especialmente en la Dialéctica de 1a Naturaleza), en demostrar por analogia "dialéc- tica” la Gientificidad del método empleado por Marx. En 1a seccién 10 que revisaremos, el propio Marx realza la distintividad del método teSrico de la ciencia del de otros modos de conocimiento, y esto no es de extrafar si modo y método no hacen referencia mas que a dife- rencias genéricas de inclusividad: "El todo, tal como aparece en la mente como tododel pensamiento, es un producto de la mente que pien sa y que se apropia el mundo del Gnico modo posible, modo que difie- re de la apropiacién de este mundo en el arte, la religién, el espi ritu praéctico" (p. 22). Partiendo de la base, entonces, de que la - especificidad del método empleado es una especificidad relativa, y guarda semejanzas esenciales con el de las dem&s ciencias, como mo- do general de conocimiento, y no como técnicas o procedimientos par ticulares, pasaremos a analizar la posibilidad de identificar las - caracteristicas definitorias del m&todo empleado por Marx para aproximarse al conocimiento de las relaciones de produceién en el - modo capitaliste de formacién social. Podemos sefialar diversos puntos que, de algin modo, constitu yen el esqueleto conceptual de los problemas tratados en relacién ~ al método de 1a economia politica: 1) Todo conocimiento debe distinguir entre el concreto real y el conereto del pensamiento, Bl concreto del pensamiento, en el conocimiento cientifico guarda relaciones en dos niveles. Una prime ra aproximacién a la realidad empirica que se presenta como lo dado intuitivamente al pensamiento, y que conduce a un doble peligro: - identificar la realidad como representada genuinamente en ese con- creto del pensamiento (como ocurre en algunas epistemologias positi vistas) 0, reducir la realidad a un producto del pensamiento (como sucede en Hegel). Sin embargo, el concreto del pensamiento no se - restringe a ese primer contacto intuitive, sino que después de ana- lizar, descomponer 1o m@ltiple escondido en ese primer contacto, re- gresa a lo concreto como un proceso de sintesis, en donde lo perti- nente de la determinacién reagrupa los elementos y lo irrelevante - es dejado fuera, Por ello el conereto de pensamiento caracteristico del pensamiento cientifico es la'sintesis de miltiples determinacio nes", En la economia politica, ante la imposibilidad de experimen- tar, sdlo puedese proceder mediante la comparacién del peso relati- vo de los distintos elementos de un primer concreto de pensamiento, ya sea en lo histérico (al contrastar diversas sociedades como un proceso diacrénico) o en la estructura de un modo de produccién pre chai sente €omo andlisis del proceso sincrénico). Ya lo dice Marx en el Prélogo 2 la Primera EdiciGn de El Capital: "En el andlisis de las formas econ6micas de nada sirven el microscopio ni los reactivos ~ quimicos. El finico medio de que disponemos, en este terreno, es la capacidad de abstraccién” (p.XIII). En los Grundrisse nos dice respecto a este proceso de lo -: concreto-abstracto-concreto: "Parece justo comenzar por lo real y + lo concreto, por el supuesto efectivo; asi, por ej., en la economia, por la poblacién que es la base y el sujeto del acto social de 1a - produccién en su conjunto. Sin embargo, si se examina con mayor atencidn, esto se revela (como) falso. La poblacién es una abstrac- cidn si dejo de lado, p. ej., las clases de que se compone.., Si - comenzara, pues, por la poblacién, tendrfa una representacién caéti ca del conjunto y, precisando cada vez més, llegarfa analiticamente a conceptos cada vez més simples: de lo concreto representado llega ria a abstracciones cada vez més sutiles hasta alcanzar las determi naciones mas simples, Llegado a este punto, habria que reemprender el viaje de retorno, hasta dar de nuevo con la poblacién, pero esta vez no tendrfa una representacién caética de un conjunto, sino una rica totalidad con miltiples determinaciones y relaciones" (p.21). De este modo el concreto del pensamiento dado se distingue del con- ereto del pensamiento cientffico, en tanto que este @ltimo como pro ducto terminal de una abstraccién de los elementos dados, los ordena conceptualmente estableciendo relaciones generales que no aparecen con la claridad en el primer contacto con la realidad, Desde este - punto de vista, tanto Della Volpe como Luporini (La Dialéctica Revo lucionaria), estén en lo correcto cuando sefiala el primero el método conceptual de Marx como el proceso concreto-abstracto-concreto, y el segundo como el paso de la abstraccién a la abstraccién. Dice Marx més adelante: "(lo concreto)..,aparece en el pensamiento como pro- ceso de sintesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero punto de partida, y en consecuencia, el punto de partida también de la intuicién y de la representacién, En el primer camino, 1a representacién plena es volatilizada en una determinacién abstracta; en el segundo, las determinaciones abstractas conducen a la reproduccién de lo concreto por el camino del pensamiento" (ibid, Pp. 21). 2) B1 concreto del pensamiento supone la existencia de un ~ reel concreto empfrico, como sujeto del pensamiento, incluso de su prime ra representacién intuitiva. Es decir, los conceptos deben distin- guirse de los fenémenos y objetos concretos de la realidad, aGn cuan do guardan una relacién de correspondencia con ellos. Esto implica varios puntos dignos a consideracién: a) E1 pensamiento es predicado, no sujeto, de la realidad; b) E1 pensamiento es siempre precedido por la realidad; ¢) El pensamiento, como abstraccién de la realidad, debe “re producir", "reflejar" las propiedades que esta realidad -— constituye como méltiples relaciones de sus elementos; 4) El pensamiento cientffico, como concreto del pensamiento posterior a la abstraccién, depende como fenémeno real'de un concreto auténomo del pensamiento. Esto es claro cuando Marx expresa que la totalidad concre ta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del pensamiento ee de hecho un producto del pensamiento y de la concepcién, pero de ninguna manera es un producto del concepto que piensa y.se engendra a si mismo, desde fuera y por la intuicién y de la representacién, sino que, por el contrario, es un producto del trabajo de elabora- cidn que transforma intuiciones y representaciones en conceptos ...Bn con- secuencia, también en el método tedrico es necesario que el sujeto, la sociedad, est€ siempre presente en la representacién como premisa". (ibid, p. 22). 3) El proceso de abstraccién se da como un recorrido de lo - simple a lo complejo. Se parte del concepto m&s simple, que puede tener una existencia histérica o natural anterior a las categorfas concretas. Pero incluso como categorfa simple presupone la existencia del sustrato concreto que permite su aparicién. De este modo, las ca tegorias simples que expresan relaciones en lo conereto (conceptual) no desarrollado, presuponen y requieren de la existencia de un subs- trato natural o histérico real concreto, La forma de categorizacién concreta que surge como la interrelacién de categorfas simples, como sintesis del pensamiento concreto, lo concreto, como expresiéa con- ceptual de lo desarrollado, no deja de reconocer las categorfas sim= ples sino que las relaciona como categorias subordinadas. No obstan- te, lo concreto desarrollado puede no realizarse afin cuando existe el substrato de lo concreto. De este modo, 1a categoria simple puede existir con anterioridad, histérica y conceptualmente, al concreto - desarrollado: "...quedarta siempre en pie el hecho que las carac- teristicas simples expresan relaciones en las cuales lo conereto no desarrollado pudo haberse realizado sin haber establecido aGn la relacién o vinculo més multilateral que sé expresa espiritualmente en la categorfa m&s concreta; mientras que lo conereto més desarro llado conserva esta misma categorfa como una relacién subordinada +++la categoria nés simple puede expresar las relaciones dominantes de un todo no desarrolladas o las relaciones subordinadas de un todo mas desarrollado, relaciones que existian ya hist6ricamente antes de que el todo se desarrollara en el sentido expresado por una ca- tegoria més concreta, Sélo entonces el camino del pensamiento abs- tracto, que se eleva dé Josimple a lo complejo, podria corresponder al Proceso histérico real" (ibid., p. 23). La historia,como ordenamiento de las categorfas simples en re laciones que conducen a 1a emergencia de categorfas complejas, no es nds que un proceso de abstraccién que subordina las relaciones sim- ples a partir de las relaciones complejas que se dan en un concreto del pensamiento como concreto desarrollado. De este modo, 1a recons truccién histdrica de una categorfa concreta, subordina el proceso diacrénico en la abstraccién, a la categoria concreta desarrollada ~ analizada sincrénicamente como concreto desarrollado, como categorta compleja, que afin cuando producto histérico de las relaciones que - reproduce, permite captar e identificar dichas relaciones en 1a for- ma de categorfas m&s simples. 4) La determinacién de las categorfas en situaciones que in- plican formas diferentes de desarrollo concreto, reviste una doble existencia de las categorias, Como categorfas simples, cobran toda su potencia o totalidad, en las formas concretas m&s desarrolladas, adn cuando hist6ricamente pueden haber antecedido el surgimiento de dicho desarrollo concreto. A la vez, y paradéjicamente, 1a catego- ria concreta a la que corresponde la forma simple, se presentaba - desarrollada en una forma social menos desarrollada a la que determi nG su concrecién como pensamiento abstracto. En relacién al dinero y al trabajo, Marx dice: "aunque la categoria m4s simple haya podido existir histéricamente antes que la m&s concreta, en su pleno desa~ rrollo intensivo y extensivo ella puede pertenecer sélo a una forma social compleja, mientras que la categorfa m&s concreta se hallaba plenamente desarrollada en una forma social menos desarrollada” sod (ibid., p. 24). Una categorfa, puede elevarse en diferentes niveles de abstraccién, dependiendo esto de la riqueza y complejidad de la formacién social a la que corresponde la categoria, de modo que por ejemplo, la categorfa de trabajo o de dinero en una sociedad escla- vista, ain cuando existente como categoria simple, s61o puede alcan zar un nivel de generalidad abstracta (como concreto desarrollado) en una formacién m&s compleja como el capitalismo, en donde el tér- nino genérico de trabajo no s61o denomina a formas especiales de - trabajo pertinentes a cada formacién social, sino a las propiedades genéticas que a pesar de su diversidad hacen "trabajo" a dichas for mas concretas simples. Por eso “las abstracciones m&s generales sur gen Gnicamente allf donde existe el desarrollo concreto mas rico, donde un elemento aparece como 1o comin a muchos, como comin a todos los elementos. Entonces deja de poder ser pensado solamente bajo una forma particular" (ibid, p. 25). 5) Esta doble relacién de las categorfas, como simples y abs tractas a la vez, hace que las categorias abstractas, en lo que tie nen de determinacién histérica concreta, sélo -como categorfas sim- ples- puedan aplicarse vélidamente a las formaciones sociales parti culares de que se trate: "incluso las categorfas m&s abstractas, a pesar de su validez -precisamente. debida a su naturaleza abstracta - para todas las épocas, son, no obstante, en lo que hay de determina do en esta abstraccién, el producto de condiciones histéricas y po- seen plena validez sélo para estas condiciones y dentro de sus limi tes "(ibid., p. 26). Sin embargo, y dado que la historia, como su- peracién de las contradicciones reales, no elimina las formas socia les previas sino que las absorbe de diversa manera en las nuevas re laciones que caracterizan al producto social histérico, estas cate- gorias simples no desaparecen tampoco, y perviven como categorfas - de formas superadas, pero incluidas necesariamente en 1a formacién social presente. Al identificar las formas a las que corresponden ~ estas categorfas, sin embargo, estas categorfas aparecen, en tanto formas hist6ricamente superadas, como categorias subordinadas al nuevo concreto desarrollado. Son, en apariencia las mismas formas, pe ro en realidad son diferentes debido al nuevo sistema de rela~ ciones en el que aparecen subordinadas. Por ello "la evolucién his- térica reposa en general en el hecho de que la G@ltima forma conside ra a la pasadas como otras tantas etapas hacia ella misma, y dado - spel que s6lo en raras ocasiones, y finicamente en condiciones bien deter minadas, es capaz de criticarse a si misma, las concibe de manera - unilateral". Un poco antes sefiala que "...las categorias de la eco- nomfa burguesa ...pueden contener esas formas de un modo desarrolla do, atrofiado, caricaturizado, etc., pero la diferencia sera siem- pre esencial" (ibid., p. 27), Por ello afin cuando 1a economia bur- guesa, en tanto incluye muchas de las formas econémicas, les da sen tido histéricamente, debe tenrse cuidado de no identificar dichas - formas como formas universales id&nticas a su existencia presente. 6) Dado que la complejidad y el nivel de abstraccién de las categorfas se deriva del concreto desarrollado que representan, su complejidad no s61o no puede ordenarse ‘a partir de la forma en que -— aparecieron hist6ricamente, sino que este orden debe supeditarse a la complejidad de las relaciones en que se da su determinacién en ~ la sociedad capitalista. Este orden, en tanto se deriva de la forma nds compleja presente, es reconstruido hacia el pasado, en forma in versa quizd a su aparicién en 1a historia. Asi, Marx nos dice que “\..serfa impracticable y erréneo alinear las categorias econémicas en el orden en que fueron hist6ricamente determinantes, Su orden de sucesién esta, en cambio, determinado por las relaciones que exis- ten entre ellas en la moderna sociedad burguesa, y que es exactanente el inverso del que parece ser su orden natural o del que correspon- derfa a su orden de sucesién en el curso del desarrollo histérico" (ibid., pp. 28-29). Antes explica: "no se puede comprender la renta del suelo sin el capital, pero se puede comprender el capital sin la renta del suelo. £1 capital es la potencia econémica, que lo do- mina todo, de la sociedad burguesa. Debe constituir el punto de -- partida y el punto de llegada, y debe considerarsele antes que la propiedad de la tierra, Una vez que ambos hayan sido considerados - separadamente, debera4 examinarse su relacién reciproca" (ibid., p. 28). Por eso Engels afirma que "el finico método indicado era el 16- gico. Pero este no es, en realidad, mfs que el método histérico, despojado Gnicamente de su forma histérica y de las contingencias - perturbadoras" (En Contribucién a la Critica de la Economia Politica de Carlos Marx, p. 530), Para concluir, es menester citar dos problemas que se dan co mo entrelazados con la problematica hasta aqui examinada, Una, la - cuestién acerca de una teorfa de la(s) ideologia(s) como elemento - caclal fundamental de una teorfa de las formaciones sociales. Otra. 1a re- laci6n de este método descrito en los Grundrisse con e1 método dia- léctico. Sefialaremos sé1lo que, 2 nuestro modo de ver, 1a clave esté en dos fragmentos del propio Marx. En relacién a la ideologta, dice en 1a propia Introduccién - de los Grundrisse: "Como en general en toda ciencia histérica, so- cial, al observar el desarrollo de las categorfas econ6micas hay -- que tener siempre en cuenta que el sujeto -1a moderna sociedad bur- guesa en este caso- es algo dado tanto en la realidad como en la -- mente, y que las categorfas expresan por lo tanto formas de ser, de terminaciones de existencia, a menudo simples aspectos de esta sociedad determ: nada, de este sujeto, y que por lo tanto, aiin desde el punto de vista cientffico, su existencia de ningtin modo comienza en el momento en que se comienza a hablar ~ de ella como tal. "(ibid., p. 27). Esto no s6lo aclara e1 problema de la posibilidad de poder confundir 1a realidad con 10 pensado, si no lo contrario, reducir lo real a lo pensado finicamente. Esto pen- sado, sin embargo, forma parte de lo propio real en tanto forma so- cial existente al interior del sujeto estudiado. La ideologfa, como sistema de representaciones -es decir lo que existe en 1a mente- —~ tiene también existencia real como fenémeno en la mente de otros que se plasma en relaciones de los individuos de una sociedad bajo estu dio, La Gnica forma de evitar que lo ideolégico mistifique lo cien- tifico, es sometiéndolo a la categoria de sujeto de lovcientffico, y superdndolo consecuentemente en una practica ideolégica diferente. En lo que toca al método dialéctico, esto llevarfa a conside raciones relativas a la relacién de Hegel-Marx. Sin embargo, y como punto congruente con el enfoque sistem&tico que hemos planteado del materialismo hist6rico como una filosofta especial de la ciencia, - consideramos que el método dialéctico se constrifie en Marx a una ~~ forma légica de exposicién, independiente del método de investiga~ cién. La légica dialéctica como légica de la contradiccién, se pres ta a la exposicién historizada de categorias abstraidas sincrénica- mente del proceso estudiado en una formacién social compleja presen te. Marx apunta en esta direccidn, ctiando en el Postfacio a la Segun~ da Edicién de El Capital dice que" ...e1 método de exposici6n debe distinguirse formalmente del método de investigacién. La investiga; ci6n debe tender a asimilarse en detalle 1a materia investigada, a Seal analizar sus diversas formas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Sélo después de coronada esta labor, puede el investiga- dor proceder a exponer adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y consigue reflejar idealmente en la exposicién 1a vida de la materia, cabe siempre la posibilidad de que se tenga 1a impre- si6n de estar ante una construccién a priori" (p.iXXIII). Y¥ en re- lacién con este punto, sigue: "Mi método dialéctico no sé1o es fun damentalmente distinto del método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antftesis de é1. Para Hegel, el proceso del pensamien to, al que @1 convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real, y esto 1a simple forma externa en que toma cuerpo. Para mi, lo ideal es, por el contrario, mas que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre". Esta antitesis sefialada por Marx es invertir el método de investi- gacién, como predicaci6n de 1a realidad respecto al sujeto "Idea" en exposicién reconstruida a partir de la realidad como sujeto, re- cogiendo el mérito de una légica que reconoce la historicidad como sistemas de relaciones en la contradiccién. erd8 2o— @-~ Della Volpe, G. Cerroni, H., Colleti, L., Luporini,C., Badaloni,N., Engels Garaud: Luporini, Cesare. Dialéctica Marxista e historicismo. En C. Luporini, Marx, Marx, Marx, Marx, Marx, Marx, Paci, E., Gruppi, L., Natta, A., y De Giovanni, B. La Dialéctica Revolucionaria. Puebla: Universidad Aut6noma de Puebla, 1977. » Federico. Carlos Marx, Contribucién a la Griti¢a de la Eco- ve Carlos. Carlos. Carlos. c Carlos. nomfa Politica. En Carlos Marx y Federico Engels, Obras Escogidas, Vol. 1. Mosci: Editorial Progreso, 1973. Roger. Introduceién al Estudio de Marx. México: Era, 1970. E. Sereni y otros. El concepto de "Formacién Econémi- co-Social". México: Pasado y Presente, 1973. En torno a la Critica de la Filosofia del Derecho de Hegel, y otros Ensayos. En La Sagrada Familia, (con F. Engels). México: Grijalbo, 1958. El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. En Carlos - Marx y Federico Engels, Obras Escogidas, Vol. 1. Mos~ cai: Editorial Progreso, 1973. Pr6logo_de la Contribucién a la Critica de la Beono- mia Politica. En Carlos Marx y Federico engels, Obras Escogidas, Vol. 1. MoscG: Editorial Progreso, 1973. 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