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—AKAL———__ HISTORIA CIENCIA —— PERICLES AL PERIODO TECNICA oe Rosa Marfa Moreno Rodriguez es profesora titular de! Departamento de Anatomia Patolégica @ Historia de la Ciencia, de la Universidad de Granada. Su interés investigadior se centra basicamente en la ciencia y la medicina de la antigiedad, estudios que ha ido enfocando hacia andlisis de género y epistemoldgicos. Estos dos objetivos historiogra- ficos marcan también su acorcamiento a ottos periods histéricos. INDICE Introduceién .... 1 Caracteres generates de la ciencia durante este periodo... ve HI Del concepto presocritico de physis al teleologismo, sees UL Las ciencias y la técnica enn se 12 La sofistica y los nuevos valores sociales.. Configuracion de la funcién social del cientifico lésico os La relatividad del conocimiento.... Oposici6n entre nomds y physis... La justicia y el nuevo marco de los virtudes, La clencia en Platén y Aristoteles... Metodologia Reluci6n entre observacién y conocimiento La naturaleza humana y Ia teoria del conocimiento. Explicacién racional del alma en Platén El concepto de alma en Aristételes. Configuraci6n de fa realidad. Naturalizacién de principios éticos... Teleologfa, Movimiento y causa... Algunos aspectos sobre el sexismo en la antigiiedad. Abreviaturas cc a Bibliografia 1 ECE. BET WE PERLE AL PERIOD NLETANORIN INTRODUCCION Las guerras médicas fueron el origen de la hegemonia ateniense, originada con la creacién de la confederacién atico-délica. La paz con los persas de Calfas (449-448) se sittia como fecha de comienzo del im- perio ateniense. Hasta entonces, la consti- tucién de Clistenes (510-507) habia pro- porcionado a Atenas una democracia plena, de manera que todos los ciudada- nos tenjan voto en la asamblea, tanto en sus funciones deliberativas y legislativas como en la judicial, ya que los miembros ejerefan dé jueces y jurados al mismo tiempo. Ademés de Tos drganos de estado hhabja numerosas ¢ importantes funciones politicas correspondientes a fos demos, en némero aproximado a 150. Pericles significs para Atenas, durante fos afios 462-429 antes de nuestra era, la transformacién de la liga dtico-délica en un Imperio. Si bien en un principio se ha- bfan tratado de imponer férmulas politicas democraticas en cada una de las ciudades pertenecientes a Ja Liga, répidamente los elementos que permitfan la unidn y el fun- Cionamiento de la alianza se tratisforma- ron en formas de presién imperial, entre ellos la derivacién de parte de los tributos para la financiacién de asuntos propios de Atenas, como la construccién de la Acré- polis, y el traslado del tesoro desde Delos a Atenas en el afio 454 aC, Junto a ello, los sinodos habjan dejado de reunirse, el colegio de los helenotamias se habfa con- vertido en una magistratura puramente ateniense, y antiguas formas de la hege~ monfa de esta ciudad habyan llegado a ser auténticos instrumentos de presién. Asf, la presencia de guarniciones militares y de colonias de atenienses (cleruquias), 0 las lamadas proxenias, por las cuales indivi-~ ciuos pertenecientes a las ciudades aliadas se convertian en representantes y defenso- res de Atenas en su ciudad, hecho por el que quedaban desligados de ta justicia to- cal (Blazquez, Lopez Melero. Sayas, 1989). Las cleruguias, por ejemplo, pasa- Ton a ser territorios confiscados en Jas ciu- dades confederadas como castigo a sus veleidades persas o espartanas (Ruipérez, Tovar, 1978). Todos estos fenémenos se fueron reproduciendo hasta 1a guerra del Peloponeso, finalizada en ef aito 404, con fa victoria del lacedemonio Lisandro. La batalla de Queronea en el 338 a.C. marca el fin de la hegemonja de Atenas. La ciudad, sin embargo, vivié bajo el mandato de Pericles un periodo de estat lidad interna y moderacién entre los ante- riores radicalismos politicos (Jaeger, 1957). traducido intelectualmente en un proceso caracterizado como el paulatino asentamiento de la razén como veetor de las relaciones de los individuos entre sf y con la sociedad, si bien esta forma de Tlustraci6n no tuvo un carieter universal , por el contrario, se vio acompafiada del Tesurgimiento de ritos culturales atévicos odds, 1980). Durante este perfodo vivieron dos au- tores cuyas obras han influido, mds que ninguna otra, en el desarrollo de la cienci en el mundo occidental, Platdn y Aristéte~ les (cf. Schadewaldt, 1981). El plato- nismo, con su concepto basico de un mundo trascendente, poseedor de modelos perfectos, cuyas representaciones no son exactas, por mor de las miltiples distor- siones que sufien al ser compaginadas en el marco de Io real, o de lo humano, ha te- nido un desarrollo marcado por emergen- cias en los momentos de crisis o de cam- bio, como si en esas situaciones se hiciera necesario sostener la existencia de la ver- dad, aun a costa de ser accesible al ser hu- auto s6lo por medio de la mala copia que seria la realidad frente al , El asesinato de Efialtes en el 461 a.C. dio lugar al ascenso al poder poli- tico de Pericles. A partir de entonces, como ya hemos subrayado, se produjo una potenciacién del poder de Atenas en la liga ético-délica que conduciria final- mente a la guerra del Peloponeso frente 2 Esparia, Durante el mandato de Pericles, se pretendié la potenciacién de las asam- bleas, para lo cual se instaurd la paga por la realizacién de tareas politicas, primero a Jos jurados de los tribunales y a los miembros del Consejo (boulé), que pre- paraba el orden de la asamblea, y luego & los asistentes a las reuniones asamblea- rias. Pese a ello, el liderazgo politico a ni- vel estatal estaba monopolizado por un reducido efrculo de familias politicas (Ste. Croix, 1988), Hamados indistinta- mente agathot, dristoi y kalot kagathot, que contribufan al desarrollo militar y cultural de Atenas financiando toda suerte de obras cfivicas. Esta ayuda eco- némica hizo aparecer como valor social la posesién de riqueza e influencia polf- tica, al tiempo que recogfa los antiguos valores de honor y nobleza al compensar las donaciones en la forma de oficios prestigiosos y colaboracién popular en la asamblea, para decidir las votaciones. La pérdida de riqueza no solo impedia Ia ob- Tencidn del éxito, sino que indicaba fra- caso y conllevaba injuria y deshonor. Al mismo tiempo, puesto que la opinidn pi- blica se dirigia en la mayorfa de las oca- siones hacia el bien de la ciudad, el bene jo de la comunidad se situaba como critetio, y este beneficio siempre era eva- Iuado eri funcién de la constitucién ate- niense, Todo ello habia ocasionade una honda transformacién del antiguo con- cepto de Hellade, «La lustracién afecté también a la Fabrica social de modo dis- tinto y més permanente... Gracias a ella, y.a la ausencia de instruceién general, se hizo absoluto el divorcio entre las creen- cias de los pocos y las creencias de los muchos» (Dodds, 1980). Esa situacidn de la polis podemos tra ducirla en el mundo de la ciencia estu- diando una serie de conceptos que fueron claves y que ayudan a entender los su- puestos de los sofistas. Primero, el enfren- tamiento entre ndmos © ley y plisis 0 na- turaleza, Segundo, la iniciacién de una propuesta ética basada en un nuevo con- cepto de areté o virtud. LA OPOSICION ENTRE NOMOS ¥ PHYSIS: El ténmino de ndmos ha de ser entendido en las dos significaciones que tuvo en el momento que estamos estudiando, Pri- ‘mero, reunia el conjunto de usos y cos- tumbres, basados en creencias tradiciona- les o convencionales, que los hacian ser comrectos 0 verdaderos, y en segundo Iu gar, denominaba a aqueilas leyes formal- mente establecidas para codificar un uso correcto, elevandolo a norma obligatoria, apoyada en la voluntad del estado. Physis indicaba, por su parte, los principios y constituyentes de los cuerpos o del uni- verso (Guthrie, 1962-69). En general no hubo de darse oposicién alguna entre nd- mos y physis. Sin embargo, fueron consi- deradas no s6lo como teorfas simple- mente rivales, sino como alternativas opuestas, tanto en las discusiones éticas como en las teorfas epistemotégicas, en las del lenguaje o en planteamientos acerca del origen de la civilizacién (Lloyd, 1987). La oposicién aparecta al tratar de delimitar lo que era dado por nd- mos © por phjsis, ya que en este ditimo 2 Y EL TIPO DE EDUCAGION CIUDADANOS: wietup Nowos EL CONCEPTO DE VIRTUD EN RELACION CON EL DE NOMOS PHYSIS EDUCACION SOASTAS — | gla? desaraly nda! | convencion camencin | retires ssa intial PLATON. sc nae mimétioa de ahysis evento aaa ere bisicat corazirient ction ‘ida prdctica, plfca APISTOTELES rimetica do phys ‘eleligiea = Este ipo de educacn pola inchir gaia, misica, eta o gmat Fuente: Lednse pp. 19-21 y 23-24. Fn ag pated de gon Fes Sgt pic en en ‘Auras us enorte,aljenso ro ‘Be fs sb. oo tune Patera, Sere gen cise esouiea de F an atone oe bie mie aur coring eel po cia cm Tat genie a hogs ates oreo Altes Iaidaaeorgn oe muches ce sue ‘alae ona og lea gos va dro ie tates ts nae ies pr nse Sot en ‘teuntn bende ced a ee En apn, ie ‘reer Uns ereo0o ‘Sebescanscnes caso ¢] hecho estudiado era poco suscep- tible de transformacién. La posibilidad era muy distinta si los hechos, las leyes, In constitucién o los dioses existian por convencién. Si las leyes estaban estable- cidas por convencién «el hombre podia pensarlas y realizarlas de otra manera: la lengua, la constituei6n politica, la organi- zacién social, la moral, todo fue sometido al andlisis dela raz6n, armada con el ine- xorable bisturf de la dicotomfa natura~ leza/convencién humana» (Ruipérez, To- var, 1978), y esto no s6lo en la eiencia, sino también en la literatura: «Aun cuando el hombre lo encuentre conveniente, prudente y itil mas alld de toda esperanza, va hacia ef mal o hacia el bien. Si respeta las leyes de ta patria y de los dioses hace grande la ciudad» (S6fo- cles, tomado de Vegetti, 1981). Para los sofistas esta relatividad de los nomoi fue basica, aunque no se pueda de- finir con exactitud cual era la intencién con que la utilizaban, Frente a un Gorgias hablando de la kairés como «una ley que s6lo tiene vigencia en el momento opor- ‘uno; Ja dulce equidad contra La dura justi- cia, el ejercicio de la razén contra la tio- pia de las leyes escritas» (tomado dé Pigue Angordans, 1985), aparece otro que utiliza gustoso la innaturalidad de que el fuerte haya de estar sometido al débil, como podia suceder con la sujecién a las normas: « tuya de suyo una disyuncibn exhaustiva, es una argumentacién que «involucra tér- minos opuestos con fines suasorios més que demostrativos» (Lloyd, 1987). En este interés convictivo se ha de intérpre- tar, no sdlo la movilizacién de afectos, sino también la utilizacién de los mitos (Mattei, 1989). Con la diafresis el indivi- duo irfa deshaciéndose de las opiniones comunes que lo impregnaiban hasta permi- tir Ta emergencia de reminiscencias, es de- cir, Tas vivencias habidas cuando estaba mas préximo a lo divino, siendo un alma sin cuerpo, semejante a Dios. La estructuracién de la sociedad en la obra de Aristételes se refleja en esos dos modos de acercamiento a la realidad y sus dos modos de transmitirla: conocimiento comitin, ensefiado a través de los escritos exotéricos, y conocimiento cientifico y esotérico, es decir, s6lo transmisible @ unos cuantos. Ademés, diferencié entre las distintas actividades a realizar por el METOO0 FUNDAMENTO SINOPSIS DE LOS MODOS ARISTOTELICOS DE CONOCIMIENTO. ciudadano libre, segtin se acercasen al modo cientifico; fildsofos'y tenicos, Los primeros conocedores del cémo, el por qué y el para qué de lo que hacfan y los técnicos, sélo del cémo. RELACION ENTRE OBSERVACION Y CONOCIMIENTO «Pasamos @ exponer seguidamente que aunque existiese alguna cosa, ésta es in- cognoscible e ininteligible para el hom- bre... En consecuencia, una conclusién sana y salva es ésta: si las cosas pensadas no son existentes, esto que es existente no es pensado, Las cosas pensadas (debemos, en efecto, comenzar por aqui) no son exis. tentes, segiin estableceremos. Asi pues, el ser no es pensado. Y que las cosas pensa- das no son existentes es evidente. De he- cho, si las cosas pensadas son existentes, todas las cosas pensadas son existentes y de la misma manera gue se piensen, lo cual es incongruente. Pues si se concibe un hombre volando o unos carros o- rriendo en el mar, no es verdad que al punto el hombre vuela y que los carros corren en el mar. De matiera que las cosas EFECTO RETORCA ‘argumnertacion moulzacin de aectos reason SOFSTIOA slogisros prerises: probable y mendaces oIALECTION raisas:probables DEVOSTRAGION | — stogimes incycion obseracin prerisas: vader ypimeras. | conocimionio _ermergele de premisas demostatvas Fuente: Ross, 1981 wsadas no son existentes, Ademés, si las Cosas pensadas son existentes, las cosas {que no existen no podrén ser pensadas Pues las cosas contrarias tienen predica- Gos contrarios y contrario del ser es el no- ser, Pero esto es absurdo, pues Escila, la Quimera y muchas otras cosas no existen- tes son pensadas» (Piqué Angordans, 1985). La cita de Gorgias habla bien a las cla- ras de las coordenadas cientificas del pe- iodo que estamos estudiando. Se trata, en efecto, de una critica a las tesis elestica caracterizadas como las que dieron fin & Ja busqueda presocritica de la relacién en- tre Tas causas creadoras de la realidad y ésta misma, La escisiGn de los eleatas entre la rea- lidad sensible, tnica accesible al conoci- miento humano, y la que portaba su ex- plicacién, inabordable a través de la experiencia, influyé de distinta manera en la obra de los sofistas y en la de Platon y Aristételes. Este autor refirié el descon- cierto en el que se vieron sumidos muchos autores acerca de cémo adseribir varios predicados a un sujeto nico: «Asi, algunos como Licofrén, omitie- ron la palabra es, mientras otros cambia- ban el giro de sus expresiones diciendo no que el hombre es blanco sino que ha sido blanqueado, no fuera que al afiadir Ja pa- labra es hicieran de lo uno muchos» (to- mado de Lloyd, 1987), Las implicaciones para el tema que tratamos se resolvieron en la disyuntiva de si la raz6n proporciona por sf misma conocimiento verdadero, mientras la per- cepcisn no sélo carece de tal virtud, sino {que induce al error, o bien sila percepeién depara por sf sola conocimiento verdadero (Lloyd, 1987). Los sofistas parecieron decidirse por ajustar su teorfa y su método a fa realidad: «EI hombre es la medida de todas las co- sas, de las que existen en tanto que exis ten, de las que no existen en tanto que no existen», segtin Protégoras (tomado de Pi- qué Angordans, 1985) De esta maneta, se puede encontrar en los sofistas una absoluta desconfianza en el papel que juegan las percepciones en la validacién de lo verdadero, asumiendo, por el contrario, que una buena estructura~ cidn de la argumentacién racional basta para confundir al mds seguro de sus con- vicciones: “Si fue la palabra lo que la convencié y engafié a su alma (a Elena para que traicionase a Grecia), tampoco esto es di- ficil de defender y asf disipar la culpa... Considero, tal como lo digo, que cual- quier clase de poesfa es un discurso con medida; 2 quien la escucha penetra un es- calofrio Neno de terror, una compasién que arranca las légrimas, una codicia de- rretida de nostalgia; por efecto de la pala- bra el alma sufte un suffimiento peculiar en relacidn a la suerte y al fracaso de he- chos y personas ajenas... Pues la fuerza del enicantamiento del alma, mezclada con la opinion, la hechiza, persuade y trans- porta por su seducci6n... Pues si todo el mundo poseyese de todas las cosas el 12- cuerdo de las pasadas, de las presentes, la previsién de las futuras, el mismo dis- curso no seria como es... Sobre muchas cuestiones, la mayor parte de la gente en- trega su alma a a opinién como conse- jera. La opinidn, por set vacilante e inse- ura, proyecta en quien de ella se sirve situaciones inseguras y vacilantes. ;Qué motivo impide, pues, creer que Elena fue impelida por las palabras, como si hubiese sido arrebatada por la violencia, pero no por la propia voluntad?» (tomado de Pi- ‘qué Angordans, 1985). La respuesta de Platén fue, como he- mos visto, la de distinguir entre dos mo- dos de saber de las cosas. El uno era el derivado de la sensopercepcién, que con J empieza a adquirir la connotacion de ser causa de un saber dentro de los limites de la opinién, es decir, a significar creer 0 parecer. Frente a esto, el verdadero cono- cimiento iba més all&, como si la percep- ign fuera una afecci6n puramente pasiva, incapacitada para atrapar la nocién del ser (Frede, 1987), Igualmente doble fue la construccién de Aristételes. Pese a ello, predomina el uso del plano racional de utilizacién 16- gica del lenguaje. Su doctrina de las cate~ gorlas se bas6 precisamente en la cons- truccién del lenguaje, en los requisitos que hacian racionalmente inteligible una doctsina: pues todas las premisas constitui- das por medio de ellos significan 0 el “qué” o el “cémo” o el “cuanto” o alguna 32, aOR BETA CIENCIA DEA TEERICR 33 REC EL SELDTDE PERISH PERTODO ATEIONDRND Maco espe. Ephrem fol pesedente ee Santee do Rpeeribos se otra categoria, Y es evidente que el que expresa el “qué” expresa, bien la sustan- cia (ousfa), bien el “cémo”, bien alguna otra categoria, Pues cuando tratindose de un hombre, aclara que el ser en cuestion es un hombre 0 un animal, dice qué es y expresa la sustancia; y cuando tratandose del color blanco, aclara que la realidad en cuesti6n es blanco o color, dice y expresa la cualidad» (Lomado de Bochensky, 1968). Evidentemente cada uno de estos mo- delos corresponde a un modo de entender Ja naturaleza humana, su génesis y su re- lacién con el medio. De esta manera, cuando el mundo de la pélis hubo desapa- recido totalmente, fue posible que los es- toicos ereyeran realizable establecer una l6gica gramatical, al considerar Jas pala- bras como rafces naturales de las cosas, por lo cual la etimologia de una palabra no falsificada les permitfa aprehender la esencia intima de las cosas (Elorduy, 1972) LANATURALEZA HUMANA Y LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO Hubo durante la filosofia presocrética dos caracterizaciones del alma, que tienen re- acién con la validez de la percepcién para el razonamiento cientifico. Durante el siglo V, junto a los sofistas, otros auto- res elaboraron doctrinas caracterfstica- mente presocraticas. Anaxfgoras, uno de ellos, fue llamado a Atenas por Pericles, y postcriormente expulsado por asébeéd, Como tantos otros en aguel perfodo ilus~ trado, La filosofia atomista, aunque clara mente presocritica. tuvo algunos rasgos que Ia sitian a caballo entre ambos mo- mentos. El més evidente fue su condicién de escuela, ya que la transmision de cono- cimientos antes de Plaién ha de ser enten- dida como tutelar, exceptuando fa forma conventual de Pitégoras. En cuanto a fa definicién dada al alma por Deméerito es eminentemente instrumental, y por eso presoeritica, constando, como decfamos. de dos elementos: primero, funcional, al ser el origen del movimiento; segundo, in- telectiva. En este caso, alma ¢ intelecto se confunden, al ser entendida la razén como discriminacion de lo sensible. El primero ESTRUCTURACION SOCIAL SEGUN LA POLITICA DE ARISTOTELES Fes | indhidudl felcided comuited | vide pectin vide contempt Cuaanes Bionae ctesanes fetemos iquera. poder | agrcutores vga mires cverpo bleza adeno litres gobementes ame jstla Asoo prudencia Fuente: Poltica, 1828a-1324b. de estos elementos sugeria su cardcter pri- mitivo, pues «la identificacion del alma con lo calido rescata su carécter de dadora de vida, facultad que, al igual que la de ser fuente de movimiento, caracteriz6 a ta nocin de psyché desde sus mas remotos origenes. En varios esquemas cosmogéni- cos es el calor del sol el que produjo la vida en el elemento Inimedo» (Fil, pres.; 298, n, 211) y el segundo nos habla de Jos limites establecidos al conocimiento hu mano; «Este, Deméerito, dice lisa y Hana- mente que ef alma es lo mismo que el in- telecto, pues es verdadero lo que apa- rece... Afirmé sin lugar a dudas que lo verdadero y Io que aparece son lo mismo, 0 sea, que en nada difiere la verdad de lo que se presenta a la sensaci6n (Fil. pres., 303-304). Esta identificacién no fue en realidad tan lineal, puesto que, en una manera tipi camente griega, se admitia Ia existencia de un mundo invisible, 0 insensible, del cual se generaba Jo visible. Sin embargo, la conexién entre ambos podfa conse- guirse imagindndolos ambos materiales (Rodriguez Donis, 1989), También el mundo trascendente de Platén trataba de resolver, mantenién- dose en el plano exclusivamente cient fico, la aporfa eledtica que impedfa un conocimiento verdadero a través de lo observado en el mundo sensible o real. Una antigua concepcién magica, que ya vimos cémo se racionaliz6 en su mo- mento, hacia que fuera sostenible una hi- potesis acerca del conocimiento, segiin la cual la percepcién era verdadera cuando se estaba reconociendo algo que era se- mejante al sujeto perceptor. Esto, expl: cado en Ia filosoffa naturalista de Atist6- teles, queda enormemente claro, puesto que establecié una teoria del conoci. iento hasado en las sensaciones en las que, por ejemplo, cada uno de los érga- nos de los sentidos estaba tinicamente ca- pacitado para percibir la impresién seme ante: ‘«Ninguna de las cosas que pueden ser afectadas lo son, excepto por aquellas co- sas que Son comunes a ellas... Porque ni la luz, ni la oscuridad, ni el sonido, ni el olor afecta a los cuerpos de manera total: son los objetos que residen en él los que pro- ducen el efecto» (De anima, 424 b8-14), En el caso de Platén, la creencia en que la verdad estaba situada en un plano distinto al humano, divino, fue acompa~ fiada de disponer de una naturaleza seme- jante a Ta divina, fnsita en el mismo ser humano: «1. ¥, segiin que ella (el alma) entre cen contacto con un objeto que posea una sustancia divisible, o con un objeto cuya sustancia sea indivisible, ella dice, mo- vigndose a través de todo su propio ser, 2 qué sustancia es idéntico el objeto y de qué sustancia se diferencia» (Timeo, Anujo, el al. 1966). 35 GREET DE Ta DE FERS A PERIODS ALDEN EXPLICACION RACIONAL DEL ALMA EN PLATON Esto, por su parte, encontraba funda- mento en la doctrina filoséfiea de Pla- t6n, con la ereencia en la existencia de un alma inmortal, poseedora de la ver- dad, de naturaleza divina y en continuo antagonismo con un cuerpo sometido a bajas formas de conducta, achacables a la conexién que mantenfa con funcio- nes animales, como luego veremos (Dodds, 1980). A este respecto, trans- cribimos el fragmento dedicado a ex- plicar cémo el alma humana procede de la divina: «Ahora bien: esta alma de la,que ahora nos ponemos a hablar, luego de haber ha- blado de} cuerpo, el Dios no la ha for- mado, en su mecanismo, en fecha més xe- ciente, que ef cuerpo. Pues, al hacerla, no hubiera tolerado que el término mas anti- guo estuviera sometido al mas joven: Pero el, Dios, en cambio, ha formado al alma agies que el cuerpo: 1a ha hecho mas antigua que el cuerpo por la edad y la vir- tud, para que ella pudiera mandar como sefiora y el cuerpo obedeciera. Veamos de qué elementos y de qué forma la hizo. De la sustancia indivisible, que se conduce siempre de manera invariable, y de Ia sus- tancia divisible, que se halla en los cuer- pos. compuso entre las dos, mezekindolas, una tercera clase, de sustancia intermedia, que comprendia ta naturaleza de lo Mismo y la naturaleza de lo Otro. Y asf la formé él, entre el elemento indivisible de esas clos realidades y Ia sustancia divisible de los cuerpos. Luego tom6 él esas tres sustancias y combiné Tas tres en una forma Gnica, armonizando por la fuerza con lo Mismo Ta sustancia de lo Otro, que se fesistia a ser mezclada. Mezcl6 las dos primeras con la tercera, y de las tres hizo una sola, Luego dividi6 ese todo en tantas partes como conventa, estndo hecha cada una de ellas de la mezcla de lo Mismo, de Jo otro y de esta tercera sustancia dicha. Comenz6 la divisin de la siguiente forma. En primer lugar, separé de la mez- cla total una parte. Inmediatamente tomé una segunda parte doble de aquélta; Juego, une tercera parte igual a una vez y media la segunda y tres veces la primera; una cuarta porciéa que fuera doble de 1a segunda; una quinta porcién que fuera el triple de la tercera; una sexta porcidn igual a veintisiete veces !a primera. Luego de esto rellend los intervalos dobles y triples, separando atin porciones de Ta mezcla primitiva y disponigndolas entre aquellas partes, de manera que en cada intervalo hubiera dos términos medios. ... Ahora bien, toda esta composicisn el Dios La cort6 en dos en su sentido longitu. dinal y, habiendo cruzado una sobre otra las dos mitades, haciendo coincidir sus puntos medios, ‘como una X, las curve para unirlas en cfrculo, uniendo entre si los extremos de cada una, en el punto opuesto al de su interseccidn, las rodes del movimiento uniforme que gira en el mismo lugar y, de los dos circulos, hizo uno interior y otro exterior. Destiné el movimiento del circulo exterior a ser el movimiento de Ia sustancia de lo Mismo; y el del circulo interior a ser el de la sus- tancia de lo Otro» (Timeo, Araujo, ef al 1966), E] alma era, pues, para Plat6n, inmor- tal, sede y agente del pensamiento y de origen divino (Coreford, 1982). Ademés, con una vision completamente analégica Ja situé en la cabeza, por la similitad entre la esfera cefitica y Ta circularidad det mo- vimiento y del ser divino. EL CONCEPT DE ALMA EN ARISTOTELES Frente al alma plat6nica, contenedora de las Ideas, Atistételes hablé de dos mun- dos, con entidades separadas, para los que era necesario aplicar dos métodos de co- nocimiento. Concretamente critics la na- turalizaci6n del Timeo, con ese mismo in- tento de compartimentar que le era caracteristico: «Probablemente es necesario que para las cosas sensibles, haya principios sensi bles; para las cosas eternas, principios etemos: para las cosas corruptibles, prin- cipios cormuptibles, y, en general, que los principios deban ser del mismo género que aquello de lo que son principio» (to- mado de Aubenque, 1974). Sin embargo, Aristételes «puede ex tender el platonismo. Lo viviente queda inmediatamente seccionado en alma y METODOS DE CONOCIMIENTO EN RELACION CON ORGANO PERCEPTIVO EN LAS DOCTRINAS ATOMISTA, PLATONICA Y ARISTOTELICA Atomistas Piatén Arstteles igano percepior ama amas feculades racional inelectica spiritual sensiva desieratva gonerl (kt Mecanismo perceptive | semejanza | semejanza prageso peroeptve general (aloioss) Observadion verdadera verdadera verdadera Tipo de conociniento | ractonal sialéctico disketico Fa Razén divine centiica aR J Tipo de conociiento verdadero verdadero 7 iy Fuente: Léanse pp. 92-84 cuerpo, y el alma, antes que representar Ja estructura activa del segundo, es por naturaleza 1o que manda, mientras que ef otro es mandado... También dentro del alma se establece el poder, una autoridad politica y real, de la racionalidad, el nots sobre Ia orexts, el deseo irtacional (Ver getti, 1981), ‘También el nofis era de procedencia divina, e, igualmente en el modo platé- nico, debia Hevar las riendas y someter, al modo conocido, tanto en el comporta~ miento humano como en la politica (amo a esclavo, etc.) (Vegetti, 1987). Sin em= bargo, el nos tent como modo de fun- cionamiento una explicaci6n naturalista, a través del concepto de alina. Bl alma era para Aristdteles aquella estructura orga- nica capacitada para ¢jercer una funcién estando dotada desde ef nacimiento de una facultad y unos instrumentos para ejercerla, ya que «una detinicién defini- tiva no slo debe mostrar ef hecho, como hacen la mayoria de las definiciones, sino también contener y mostrar la causa», (De anima 413 al4-16). Atistdteles distingui6 tres campos de estudio dentro de la filosofta: «Hay, para decirlo sélo en esquema, tres clases de proposiciones y problemas: las unas son proposiciones éticas, las otras fisicas y Tas terceras Légicas... }6gicas, por ejemplo, si una misma ciencia puede tener como objeto cosas opuestas» (tomado de Bochensky, 1968), La transformacién naturalista de Aris wWreles comenz6 analizando el antiguo concepto de alma, como portadora de movimiento y como equiparable a razdn. ‘Ateniéndose a su propio método cienti- fico utilizé Ia definiciGn de movimiento. Para que se diese, era necesaria la exi tencia de un agente. Puesto que distinguié cuatro clases de movimiento: cambio de posicién (phar), cambio de composicién (alleidsis), crecimiento (auxésis) y deca- dencia (phehisis), el alma debfa tener cua- to principios, pero ademés si el alma era el origen de cada uno de estos movimnien- tos, debfa moverse a sf misma, lo cual significaba cambio de su esencia original De anima, 404 32-406 27). A aquellos 37 “GREG BEL SGD DE PERICLES AL FERODO AEENORNO 36 FORMULA ALMA — | DIREOCION Fuente: De anita, 404-412. que crefan que el alma era 1a percepeién opuso dos elementos. Primero, la percep- cidn de cosas inmateriales, por lo que di- ficilmente podfan formar parte det alma. El segundo se derivaba de 1a existencia de cosas que realmente no son percibidas (porque en los cuerpos de las criaturas vi- vientes hay partes que estin compuestas senciflamente de tierra (ibfd., 410 a30- 4101). , Sudhoffs Archiv, 66, 209-238, Lain Entralgo, Pedro 1970 La medicina hipocrética. Madrid Rev. de Occidente, 456 pp. ~ Longrigg, J. 1976

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