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iS ig a iz) Vida de Lacan JACQUES-ALAIN MILLER eps RA Esserita para la opinidn ilustrada © (GN 25 de Mayo, PHF (Loz) Sa deo Provinwia de Buenos Anes, Argentina Tet 4743 4746 « gramalgramocdicones.com ot itp www grimasicones omar Ip woreacetvok com gromaeicones © Jacque Alain Miter Ages: rama Ed ees a Hecho el dept que determina ley ‘Queda profibiga la replace al parcial de este bo por ioe ios, ototieos,elcuSnicos ocualguie te sin perso detest La conversacién de aquellas dos jovenes giraba en torno ala difamacién de la que Lacan era todavia objeto tre anos despues de su muerte. La primera me reprachaba mi silencio sobre “una repugnante mezcolanza de inmun cas", la segunda “una complacencia que habrs permitido alas modernas Erinias sentirse autorizadas a decie eal utier cosa sobre aque a quien perseguian con un ations imiento implacable y eterno”, $i ambas amazonas me comunicaron sin dificultad su avidez febril por arrancat la tuinica de Neso que consumfa a Hércules, gecmo no iba a tener su deseo, convertido en mio, algo de perplejidad? Yo a Lacan lo habia conocido, lo habia frecuentado, lo habia lratado durante dieciséis anos, y solo dependia de mi dae un testimonio. :Por qué haberme callado? Por qué no Inaber leidlo nada de esa literatura? studiando su ensefianza, redactando sus seminarios, si gulendo la estela de su pensamiento, habia descuidado a su persona. Preferirsu pensamiento, olvidar su persona, ea Joque él deseaba que se hiciera, al menos eso deca, y yo le haba tomado la palabra. Sin duda, por método, siempre uve el cuidado de referie sus enunciades a su enuneiacion, dle cuidar siempre ol lugar del Lacan dixt, pero eso no era dle ningdin modo ocuparse de su persona. Por el contrario, cir ni una palabra desu persona ¢ nod Jacondicién para apropiarme su pensamiento, apropiar mi pensamiento al sty, quiero deci, universalizar su pensamiento, operacion donde fo tuyo y la mio se confunden y se anulan, Me habia intenesadocn elaborar algo que, del pensamicnto dle Lacan -palabra que le daba risa pura tra todos, sin peérdida, o con la menor pénida posible, y que asi cada uno podia hacer suye. Fsta via era la que él lamaba, mediante un uso que le era propio, el maten. Ahora bien, ‘sta via implica por si misma cievta desaparicion del sujeto y una borradura de la persona, No eonceder ninguna inv portancia a la personalidad singular de Lacan era, pues, algo que caia por su propio peso. Yo la indicaba en mis cursos, pero era para sustraerla, para dejarla caer, para sacrifica por asf decir, al esplendor del significante. Al hacerlo, me sentfa participe de aquel tiempo futuro que, en vida, él an- hhelaba, aqutel en el que su persona va no haria de pantalla a Jo que enseriaba. En suma, la via del matema me habia con- ucido a guard silencio cuando habria tendo que hacer algo que mis dos javenes amigas lamaban defender Defenderio, sin embargo, era algo que ya habia hecho ‘cuando estaba vivo, y hasta el final, cuando estaba acorra- lado, y después cuando estaba ya en las cltimas. ¢Para qué hacerlo una vez muerto? Una vez. muerto se defendia muy bien él solo -con sus escritos, con st seminario, que yo re- dlactaba, zNo bastaba esto para hacer ver el hombre que era? Sollers me insistia para que consiguiera de Lacan que se dejara filmae.en su seminario, Hubiera sido un documento para la historia y, sin duda, un vehfeulo para propagar la fe verdadera. Ahi estaba para él el verdadlere Lican. Yo sonrefa, muy decidido a no pedirselo a Lacan, seguro como estaba de que 6 me desalentaria, En la escena del semina- rio, es cierto que Lacan concedlia algo de cara al teatro pero, su manera de ver, era finalmente para que eso past, e50 que tenia que decir, en ef momento de decitlo. Si aparien- cia, esa ninfa, no era algo a perpetuar. Era una concesion hecha ala “debilidad mental” de ese parlétre (ser que habla) que habia que cautivar por medio de alguna “obscenidad. imaginaria” para que retuviera algo del tema, El decia que solo To entenderfan al fin, en el sentido de comprenclerlo, ‘cuando hub desaparecido, Abordaba cada una de las sesiones del seminaria come situviera que llevar a cabo una actuacion, pero en aquella 6poca las actuaciones no se grababan, Ya movilizar a una estenotipista para transcribir un curso eraen aquellos tiem- pos algo extraio, algo que en la Sorbonne no se hacia. Con todo, incluso cuando se vieron aparecer los primeros pe: queftos magnetéfonos, que se multiplicaron pronto alrede: dor del pupitre de Lacan, la estenotipista siguid alli, como. un testimonio de siglos pasados. Ya Jenotonte, seguin dicen, habia utilizado este arte para transcribir las palabras de Sderates, habla tomado la palabra, Sin dada, por método, siempre uve el euidado de referir sus enunciados asu enunciaci6n, de cuidar siempre el lugar del Lacan xi, pero eso no era de ningin modo ocuparse de su persona, Por el contrario, ‘no decir ni una palabra de su persona era la condicién para dence my lo mise confundenyse aula Me habanterandoen labora algo qi del esas de Lacan palabra que le daba ise pure ante todos, sin prdida, oon menor pétdidaponibey que as ro pod tmediante un uso que leer propio el nena, Ahora ben Sh vie implica prs misma eta desparcn del ut pertain ata personalidad singular de Lacan era, go {ue cas por su propio pec. Wola indica en mis curso, pero cr ora star, paa jada coy, para sci por ast deci alesplondo del sigcane Al hace, me Senta prtipe de aque temp ttre queen via, ane Rela, aquelenel que su persona yaaa de patlla Toque ose, En sua, ava dl mata ne abla cone Givi a guanlar sien cuando hari ei ue hacer cada hhacor suyo. Esta via era la que él lamabs algo que mis dos jévenes amigas Hamaban defender ‘Detenderlo, sin embargo, era algo que ya habia hecho ‘cuando estaba vivo, y hasta el final, cuando estaba acorra- lado, y despues cuando estaba ya en las tltimas. ¢Para qué hacerlo una vez muerto? Una vez muerto se defendia muy bien el solo con sus escritos, con st semi dactaba, ;No bastaba esto para hacer ver el hombre que era? Sollers me insistia para que consiguiera de Lacan que se n documento, i, que yo re- dejara filmar en su seminario, Hubiera sido para la historia y, sin ducla, un vehiculo para propagar la te verdadera. Ahi estaba para él el verdadero Lacan. Yo sontefa, muy decidido a no pedirselo a Lacan, s estaba de que: ‘me desalentarfa. En la escena del semina. rio, es cierto que Lacan concedia algo de cara al teatro pero, su manera de ver, era finalmente para que ¢0 pas, es0 {que tenia que decir, en el momento de decitlo, Su apatien ia, esa nina, no era algo a perpetwar. Era una concesion hhecha.a la “debilidad mental” de ese parletve (ser que habla) ue habia que cautivar por medio le alguna “obscenidad imaginaria” para que retuvieza algo del tema, Fl decia que solo lo entenderian a fin, en el sentido de comprenderlo, cuando hubiera desaparecide, Abordaba cada una de las sesiones del seminario como si tuviera que Hevar a eabo una actuacidn, pero en aquella Cpoca las actuaciones no se grababan. Ya movilizar a una «stenotipista para transcribe un ewiso era en aquellos tiem pos algo extraho, algo que en la Sorbonne nose hacia. Con todo, incluso cuando se vieron aparecer los primers pe uetios magnetofonos, que se muliplicaton pronto alrede dor del pupitre de Lacan, la estenotipista sigui alli, como, un testimonio de siglos pasacos. Ya Jenofonte, segin dicen, habia wtilizado este arte para transerbir las palabras de Sécrates. au En cualquier caso, es cierto que de repente me encants latdea de dae vida aeoe desecho, est coput mort de CGrienacionlacaniana, quiero decir la persona de Lacan e- cantadn de hacerlo palpitar, de hacero bail, tal como & thacer vive palpitary bailar concepts y matemes ZB un deseo de defender, de haere stil, djs Leary, de hacer de 6! un justo? Lacan no era un justo. No estaba alormentado por un deber de justcia, Me habi ich incase y se lohabia dicho también a todos en tle ‘isla indferencia qu le prfesaba a justi distribu tiva, la que quiere que para cada uno sea de acuerdo con sus mitos. Hasta avo la cara de pretender pasar dear iid, como clliscrto ce Gracin, cuanto resulta que tu persona arta las miradas ya desde aia Gempo, que abi legado a ser ocasin de excndalo bastante pronto en su vida, y que era mas conocido que laruda cuando sale- ron publicados sus Estos No yoo deseo de defender, Puede ser muy bien que fuese indefendible. Mi deseo eta darle 10 vida -vida para ustedes que viven después de él, ya que, al parecer, leersu se ‘ese moniilogo pronunciado en el fescenario cada semana, durante casi treinta anos, no bas taba para haeérselos ver en Ja densidad de si presencia y Jas extravagancias de su deseo, Pero entonces, zpor qué la palabra justicia me vino a ta ‘memoria? Sin duda, a causa del vinculo que la tradicién © tablece entre juicio y resurreccién. Y yo me deca que era ciertamente este deseo de resurreceién de Lacan el que, abriéndose camino en mi sin yo saberlo, me haba inspirado la eleccidn, como emblema de un congreso reciente de Ia Ecole de lu Cause fretienne, del fresco de Signorelli en Or vieto -el de la resurteccidn de los cuerpos el dia del Senior evocado por Freud en la “Psicopatologia de Ia vida cot diana’ Escribr en aquella ocasign: Que se levanten los mu tos!” Era sin duda a uno de entre todos ellos a quien yo pre= tendia hacer tevivir, Ast pues, se me ocurrié la idea de una Vida de Lacon, =i Esta Vide de Lac despertsaviiples ecos en mi, yen Tugarun recuerdo Recordé haberme preguntado en otto tiempo, cuando san vivia, por qué yo no era para Lacan lo que James, Boswell habia sido para Samuel Johnson, :Por qué no es- «tibia yo nada de lo que vela y escuchaba de Lacan cada dla, sobre todo los fines de voces junto a él, en su casa de campo de Guitrancourt, a una hora de Paris? Constaté que nunca anotaba una sola de sus frases familiares, cuando resultaba que me gustaba mucho leer las de Martin Lutero 0 Anatole France. Nunca eseribia tun dicho, una fecha, un acontecimiento. Pero aque idea me habia roncdado lo suficiente como para que me adentrara en la lectura de Lif of Jlmson, 1300 paginas de las que solo conocia entonces extractos escolar. Boswell consigna, en efecto, diaa dia y durante veinte aio, yy decia el Dr. Samuel Johnson, que fue en el siglo esas, el drbitro de todas las elegancias literarias. Ya no se lo lee, pero se le todavia emana cuando estaba tantas xvi Ia gran figura de las letras i lai Boswell confesaba que, durante aquellos veinte aos, habia tendo constantemente en mente el proyecto de esr birla vida de Johnson y que Johnson, sabigndoto, respond 2 sus preguntas paraalimentar la obra, que ésta da de él “una representacin exacta”. FL Te confab lo que habian sido st infancia, sw adolescencia, ss hos de formacisn, los aconteci ntos que habyan sucedid antes de si encuente, Boswell anotaba toda la conversacién del Dr. Johnson, que consistfa esencialmente en los decires del comensal, en mo- nologos “de un vigor y de una vivacidad extraordinatios”, De ningin modo Se hubiera aventurado uno a pregun- tarle al Dr- Lacan algo de su vida presente, y st vida pasada parecia resultarle profundamente indiferente, Le habia inte- rrogado dos o tres veces sobre este punto y habia obtenido resputestas, pero lan lapidarias y sorprendentes que perma: necfan en mi memoria sin que twviera necesidad de anotar- las. Por lo demds, hay que confesar que su conversacion familiar, a diferencia de la de Johnson, no se caracterizaba por mucho vigor y vivacidlad. Ese vigor y esa vivacidlad, los ‘guardaba para el lango mondlago desu seminar dlecir verdad, mas bien la de sus familiares. Nos conducta, durante el tiempo que le conoci, «que su conversacion e hacia la narraci6n y el comentario de peueas angedotas y hhechos reales de cualquier cosa de este mundo, a condicién dle que fuera algo original y estimulante. Yo le decia que nos hacia componer en la mesa unas nuevas Noches Atiens. Por otra parte, Aulo Gelio est citado en los Escritos. Digamos gue es algo parecide a Macrobio, si eso les da una pista, No se podia encontrar, pues, con Lacan, el mismo re: ‘curso que Boswell con Johnson. Johnson profesaba que la vida de un hombre no podria ser mejor eserita que por él mismo. Boswell estaba evidentemente sostenida y como as- 1B pirado por el desco de ponerse en ese lugar. Life of folenson fs de alguna manera una autobiogratia escrita por otto, A imi me habfa tocado escribir, no la vida de Lacan, ni su con- versacién, sino sus seminarios. Nadie, es cierto, lo habria hecho mejor que él mismo. Por otra parte, presa de la emu lacidn tras la publicacién del seminario de Los cuatro con captos fundamentales del psicoanlisis, el primero que salié putblicado, se propuso redactar él mismo La éiew del psicin- nuliss. No fue muy lejos antes de hacer una larga interpo- lacidn y lo dej6 todo entre sus papeles. Es por esta razén. ‘que este fue el primer seminario que redaeté después desu. muerte, Asi pues, fui su lugarteniente en este sitio. Cuando ime llatné a ocuparlo, fue por otra parte lo bastante generoso ‘comma para decieme, a propésito de ese seminario de Los cuz- {nv coneeptos: “Lo fiemaremos juntos". Fu yo gi ante esa firma que me parecia exorbitante, “Jacques Lacan y Jacques-Alain Miller’, por un rasgo de modestia que él no dlej6 de seAalar para soltsrmelo de vuelta, en el postfacio que le habia pedide que escribiera para aquella primera publi- cacitin, Cref mus dligno de mi-modestia es también orgullo~ borrarme y hacer poner en el et ‘texto establecido por...", que era la de la coleccién Bude mn rotrocedio. 16s de la tapa la formula para las ediciones de textos griegos y latinos. Johnson tenia pues con su propia vida una relaci6n au- tobiografica, Esto el diseurso psicoanalitico no lo permite En el psicoanslisis, uno cuenta su vida, en efecto, pero la ‘cuenta en sesiones de psicoanalisis, para otro que la inter prea, y este eercicio es de una naturaleza tal que modifica todo lo que se ha practicado en el género literario de la aw: tobiogratia, Quiero decir que esto lo vuelve impracticable, Podia decirse en cierto senticlo que solo una persona analizada puede contar su vida de una manera plausible, “ ya que el andlisis se supone que le ha permitido levantar las represiones responsables de los blancos o de las incohe= rencias en la trama del incesante monélogo del yo, Pero wna vez completada de esta manera, tu vida no se puede contar yaa cualquiera. El demonio del Pulor se yergue: es preciso ‘mentir o bien ser indecente. Y adem, cl andlisis hace es tallar la biog dleja mas que los fragmentos, las esquirlas, La memotia es tle moaré, torasolada. Lo real no se tanstauita sinoesen sf misma mentizosa. Existe ese obstaculo ited cible que constituye lo que Freud lamaba la represivn pri maria: se puede seguir interpretando siempre, no hay la Slkima palabra de la interpretacién. En resumen, autobio- _gtafia siempre autoficcion, Sin embargo, lal vez, después de todo, Lacan deberia haber contado su vida. Se lo sugitieron, y bajo una forma {que es precisamente la siguiente. Su editor en la editorial ‘du Seu, que era también un militante activo de la causa, Frangois Wahl, le propuso un dia ser interrogado sobre sus vida y sus opiniones, y que luego se publicara un libro, Surgid el nombre de uno de los entrevistadores mas dis tinguidos de los afios 1950 y 60, Pierre Dumayet, que se hhabia entrevistado, cara a cara, ante las edmaras de telev sin, con Mauriac, Montherlant, Queneau, lonesco, Duras... Convencidlo, meditative, aspirando su pipa, el antitrién, sentado ante el gran eseritor, se expresaba en wn tono siempre igual, algo save, y planteaba una a una pre ‘guntas siempre pertinentes, escuchando con respeto las respuestas. Quin saba cl editer, podia hacer desembuchar a Lacan? Por ata didura, acababa de entrevistar a Lévi-Strauss, un clomingo, pedazos, polimeriza la verdad, no te verdad, ejor que este hombre honesto, pen Conor por Lacan mismo la idea de esta entrevista auto- biogrifica, Acor liciosa, que querfa decir: “Por supuesto, no haré nada de pai la informacién con su sontisita ma. cso". Asenté con otta sonrisa, aunque hoy veo mejor, retros- pectivamente, qué futuros golpes queria evitar el amigo Wahl. Poco despa, Lacan acepts sin mas la propuesta de n joven desconocido: entrevistarse conmigo sobre su en- sefianza para un documental televisivo, Benoit Jacquot como caido del cielo, le habia cautivado. Lacan no carecfa cde provision: debia saber muy bien que agin dia esr tian su biogratla y que el retrato no seria necesariamente hralagador. 2Por quéno aportar su testimonio? Else burlaba de eso, :Pero era una razdin para que yo hiciera lo mismo? Es Gecto que cuando uno se aereaba a él un poco ms, se daba por sobreeatendidlo que uno no ira acharlatanear Ipiapioter| por ahi y, en resumidas cuentas, son pocas las personas cercanas cuyos sinsabores, decepeiones, incluso Fesentimientos, arrancaron algunas palabras amargas que han alimentado el rumor, y que, a veces, han llegado a ser ‘eligiosamente recopiladas en obras sin acrbia, despro’ tas incluso de una simple sensate7. A jwsar de todo, treinta afios después de su desapari- cig, pienso que tengo algo que deve del hombre que co- noc, algo que no sea indigno de la gran solider de su 6 -V- Si hubiera tenido 1a me sgrafo, lo que me habria disuadidlo de ello es lo que Lacan ice del bidgrafo “como tal” en sus Escritas, EL primer biG grafo de Freud fue Ernest Jones, sin duda el alumno del ‘maestro a quien Lacan mas habia frecuentado y estimado, ‘Sin embargo, nunca vi que elogiara a nadie sin clavarle wna espina, y esto se aprecia en todo Jo quese lee del, Algunos se han Salvado, diré algo de ellos otro dia. A Jones, pues, lo ‘conocis, lo cuenta en el articulo que le dedies en ocasion de su muerte, v que trata sobre el simbolismo, Es sabide por su seminario cusnto habia meditade sus trabajos sobre la sexualidad! femenina, donde habia encontrado ese término, Aafnisis, que estuvo triturando durante mucho tiempo antes de dedicarlo a denotar la desaparicién del sujeto bajo el sig nificante con el que se identifica. Sin embargo, Lacan no es nada afable cuando estigmatiza, efiiénlose a él, “el servi lismo que corresponde al bidigeafo como tal Este dardo lanzado, a través de Jones, a cualquier bid sgrafo no se me escapo, En efecto, si bien yo era alguien fae or inclinacién a jugar al biG miliar para Lacan, si bien habia entrado incluso en st familia si bien me habia encargadlo de hacer pasar“a través de la escritura” lo que podia leerse de lo que él decta, no creia en absoluto que eso me Ilevara a tomar con respecto.a 61una posiciin servil. Mi afnisis precoz bajo significantes, dela antigua Roma, elaborados por otra parte bajo nuestra Tercera Repiblica, me lo habia probibido... Pero la cue tidn quedaba todavia en suspenso, ya que uno no le decia tno impunemente. Me rodeé pues de un soli me tagere tan impern eable que, descle donde lo veo ahora, me divierte Me viene el siguiente recuerdo, Spek, Memory. Lacan, a {quien su hija hablaba de usted, le hablaba de té, y hete agut «que un dia le dio por -lapsus, sin duda~ dir pes el campo, estabamos los tres, Le laneé una miracla tan et colerizada que no pasé més alla de ese Ti y, décil, volvié snd st frase con un Ti... Bra una noche de verano, en enseguida al usted. Que sensibilidad! la mia, quiero decir. Ab habfa gato tencerrado. Esta anécdota me hace pensar en la jocosa pero- rata que Gogol pone en boca del “personaje importante” sin {que se sepa nada mas de él, a quien el pobre Akaki Akak vitch acaba de dirigir su sGplica en relacién al abrigo que le han robado, Hablar a Su Excelencia es ya faltarle al respeto, y solo podria responder a este atentado haciendo variar el tema; "zPero por quién me toma usted2", que también sig- ica: “Por quign se toma usted?”, y muchas otras cosas ‘nis, En resumen, le estaba diciendo en suma que yo no era su hija, Esto no quiere decir que, ervil Jo fuera su hija: no le habia puesto el nombre de Judith por nada La idea de que cualquier bidgrafo es siervo es para me- dlitar. No quiere decir que sea necesario adular para biog fizar. Es Ia posicion misma de bidgrato la que te esclaviza, porque tees tu discurso alrededor de un nombre propio, Is que es por excelencia un significante-amo, anotade por Lacan con a siglaS,, donde el sujeto se ietentifica. resulta que te encuentras, en todo y por todo, quiero decir para alizar tu propia afinisis de bidgrafo, redlucido a la pensién jnima: el significante-esclavo, So Esta sigla, en el dlgebra lacaniana, designa también el saber. Y eres ti en efecto, bidgrafo, quien sabes, 0 all menos: eres supuesto saber, por medio de hallazgos y desducciones, Jo que el pobre sujeto, por su parte, habia oividado, escon- dlido al munclo, incluso a sé mismo. ASS pues, td eres el es clavo del amo, pero sin embargo eres su superior, como Jeeves con Bertie Wooster, como todos aquellos esclavos de Plauto y Terencio, mas pillos que sus amos. Y cuando se es esclavo, ;qué otra cosa se puede hacer sino burlarse del ulta que te ‘vidas del elefante en la habitaciGn, como dicen en inglés, the elephant in the room, es decir, aguelo que salta a la vista ¥¥ no se ve, come la famosa carta tobada de Poe. Y tu goce de esclavo todavia encuentra el modo de velarse con oro peles de un deber de veracidad Lo que es para retorcerse, como le gustaba decir a Lacan, amo? Buscabas al animalito. Por eso mismo re Por Vt de Lacan entiondo algo totalmente distnto de biogratia, Lo que mas se parece a la autobiogratia es Ia operacin Hamada el pose, cuando el sujet, ana vez que ha reselto «que st anni ests acabad, se considera en condiciones Ade dar cuenta cae qué? no tanto de la historia de su vida como del carso dese ansiss Esta operacin, alli donde se practica lo que sin em- bargo no esas en todas partes en el psicoanliss sino solo alli done seajustan miso menosalainvencidn de Lacan es siempre inseparable, lo perciba o noe sujeto, de una pre Cipitacién Esta modalidad temporal, la prsa, esa decir ver clad fundamental poryue el sujeto, ene momento del pase, juoga su partida en relacién ala represiGn primar, es decir tlebe contar con la posbilidad ineiminable de que haya otras interpretaciones, ahora y sempre Por lo que se refiere ala represiin primaria, uno soto puede pues declararse pusute por un efecto de “certeza an- ticipada”, expresion de Lacan et sit articulo del Tiempo lo sico. Es, si puedo decirlo ass, la certeza anticipada de que [as interpretaciones venidleras sersin inesenciales, Desde el punto al que ha llegado, prevé de alguna manera que wil novi: por mucho que eso cambie, en adelante seguiré siendo lo mismo, Esta certeza que es la tuya exige todavia set verificada, Loes de la manera siguiente, Tu relato es eseuchado por ‘otros dos que estén en el mismo punto que td, pero en la ‘modalidad del ticipar por su propia cuenta el fin de su andlisis; vacilan en cl filo de la cresta, se pregumtan en qué punto estan: esti tanto mas pendientes de tus palabras. Estos dos pasadoves transmiten entonees el testimonio que han escuchado, por separado, de ti, a un arespago selecto de los que deciden, {que solo conoceran de t, el pasate, esa relacidn indirecta detus decires, Ast, cuando eres pusorte, no estas allfcuando se defiende tu causa ante el jurado: como en la Corte de ca- sacion, son otros, es decir tus dos pasadores, quienes te re presentan ante él en tu obligada ausencia. Estos pu serdn, segtin tu actuacién los haya convencido ono, 0 bien abogados, o bien procuradores, 0 bien se repartiran los pa- peles, o incluso pasarin de un papel a ots, ‘Yao sé: es ebuscado -es decir retorcide, pero el motive cs facil de captar. El objetivo es reducir a nada, o all menos ‘inimizat, la incidencia de la persona del pasante, ya sea que juegue a su favor o en detrimento suyo. Dado que lo maginario hace de pantalla alo simbéilic, se trata de hacer dle pantalla a lo imaginario para despejar lo simbslico, Es precisamente la razén por la que, en analiss, se hace uso de buen grado del divs, Existe siempre, para el su cide a hacer ef pase. Elfin del andlisisexige poner un términe todavia no”, No han decidido todavia an- 1, forzamiento cuando se de 2 ala dindmica dela interpre zgada de infinito, y este término solo puede fijarse en la di mensidn del rie 1ci6n, que en sf misma esta ca sin gorantia preliminar de triunfar en la prueba de validacién. Por otra parte, note bemos bastante de él es en principio por lo que nes libra de sw inconsciente en sus obras y su Corresponclencia, sues, lapsus, actos fallides y por la interpretacién que él mismo da de ellos. Cuando eseribe alyo que podria parecerse a una sutobiogratia, se Hama “Contribucion a la historia del mo- vimiento psicoanalitico”. Es una obra de combate donde afirma que el psicoanali saya y de nadie tauis, y que tiene fundamentos para decir que tanto Jung como Adler se desvian de la trayectoria original, la tiniea auléntica, Si eseribid esta historia fue precisamente para decir que no era la suya, personal, sino la del psicoandlisi. La raz6n que lo empujé a escrbitla fue hacer valer sus titu- Jos de propiedad, presentar su patente de inventor afin de prchibir a dos de sus alumnos la usurpacién que medita ban. Si existe una biografia es completamente politica Lo que se encuentra en Lacan que més se parece a una autobiogratia, y quees a la vez ms pacifico y mas personal {que el articulo de Freud, son aquellas pocas pigin: Escrifos que, no incauto, utilizando el nosotros tm Litula gloriosamente “De nuestros antecedentes”. Alli sae, st formaciin de psiquiatra, s ccuentzo con el andlisis, presenta algunos de sus trabajos anteriores a 1953, Es en esta fecha, en efecto, cuando escri bio para un congreso en Roma el informe titulado: ycampo de la palabra y del lenguaje en psicoanslisis", que marca sexi st opinign, si puedo decir asf, su nacimiento coming ofage doctrinal cmos autobiogratia de Freuel. Si sa- restatico, pone de dénde v cen Ia ensenanza del psicoanalisis, Hay corie, asi pues rechazo de la anterioridad cronolbgica, pero tambien su asuncidn, 3 Te sucetle. Lacan se otorga, pues, una suerte de hort que dirfa: "Por esta vez jagui estoy al pie del eaniént Al fin sme convierto en mi mi slo deantecedente de lo que Esta pseuclo-biografia escande de hecho una Aufiebing dl sujeto. La dificultad para teadlucir en francés (y tellano), este término “especulativo” de Hegel, que utiliza aqui un recurso propio de la lengua alemana, es bien co- nocido. Se ha traducido por “vepassement” (rebasamiento), se ha inventado *sursomption” (sobresuncidn), y Dectida es cogié “reléxe” (relevo). Lacan deja la palabra en alemain y se sirve de ella en su primea ensefianza para designar la ‘operacién clave del significante que niega, tacha, sobre: pasa, eleva, simboliza, metaforiza, lo que habja al punto de partida, de imaginario o de real -es0 que, sobre- pasado, sin embargo se conserva, Es también en este in- forme de Roma donde, por primera vez, Lacan ordena el Psicoanilisis con el triptico de lo simbolico, de lo imagina’ Flo y de lo real, que utilizara a lo largo de sus sem Alli “pone en cuestion (question) al sujeto”, es decir hace del sujeto analitico una pregunta (question) como tal. "Yo no es otto, por decirlo asi, Yoes un signo de interrogacisin, ‘una x, un sitio vacio’ ‘Ahora bien, hay en 1957 un sesalte de este corte de 1953, Al final de su escrito “La instancia de la letra cribe precisamente una misteriosa secuencia de letras: “Tiyem.up. Se sabe ahora gu sabi que yo mismo lo repitiera a los cuatro vientos. M quiere decir, pero no se ‘reo, antes de que yo se lo preguntara a Ls todavia de st mirada de conmiseracién cuando se lo pre- gunté: "zNo lo ha comprendido...?° después, con tn hilo de vor "Tu tyes mis un pew tard”, “Te has puesto a la obra tun poco tarde” {Por qué esta amonestacidn a si lugar _porqueen ete sto? Conjtar que con La stan ‘hte ieee caestonaien desajeto encuentra tes Sos ms tarde el modo ce completarse con una dvi de signtcane por fin apta para formaliza To elects de “Cov de est ign ars todavia como un eer nocimicnt de Lata, e196, cuando consented Ces famoso objeto mindecolabao una forma bastante inten como para consierar queda nalmente al texto de 1959 la confincion que mere, vane a nota final de sw anicul Pos Sin embargo, eno sent Lacan el enix del picomdiironacia cade 30, Cada ver que rtomaba el nondlog desu sminai, per Bajo tn nuevo dngul, obepsna conser os oul dos adquiids anteiormente Tate vermin deja de records as stales que Stendhal se tabaa smismoen ss magia por em ple en La Cort de Parma inscrpon de aspect cba istic del que hace el memorial des encuento con ls tlosencanadoras hermana la menor de scutes st In emperatie Eagenia, Lacan, por spare de como colton clad a eta fa hue de an psa que hab sentido: el de haberse encontrado haber legado Tarde menos "un poco tarde Me explico as ayuella enamentelohabtaboy que dif ts tambien aso de agus de quienes hala, ks teangueaban el famoso pase Lo dij, por ota pare na (coe pes él hac ines Ha, pos di un del inconscient dle su"Tns {que Io animaba, aquel sentimiento de urgencia que a asualrededor, como 2 ante considerable, pero que se queds inctustado en su sitio mi Rimbaud, aquel drop-out genial “Lo serio es la serie”, decia en su Seminario: no allojar, no decir stop; pensar siempre en las consecuencias, sopesar- las con antelacién, pero asumirlas cueste lo que cueste, sea lempo que w + lo que sea, beber el ciliz hasta el tltimo trago, Para él, un analista que se excuse en nombre de las b es para desternillarse de rsa Fso, esta secuencia de letras, este mensaje secrete en- viado a sf mismo, es algo que ya habia evocado en mis eur «0s, en otro tiempo, con muchos otros detalles, en aparien- ia infimos, y tan reveladores. Pero lo hacfa siempre al pasar, en los mangenes de mis palabras. Ha llegado el mo- mento de hacer un blogue de esas huellas y esculpirlo. La palabra “urgencia”, por ejemplo, figura en la pent tima frase, metalenguajera, del iltimo texto que pude reco} ‘enel volumen de sus O170s escritos:“Senalo que como siem- [pre casos urgentes me ponen trabas mientras escribo esto Y la iltima frase cleclara que eseribe para estar “ala pat con ‘estos casos, hacer buena pareja con ellos” es su deber, dice. Era tambi su deseo su deseo y su urgencia, su deseo -vI Vie de Lacan, Si se me ocures esta formula es porque resuena en mi por aque! genero ierario que se Hama a ida de los hombres Hustres, que nacié en Ta Antigdeclad, prosiguiéerel Renacimient y Tega ni conocimento en 1053, cuando estaba en sexto curs, bao la forma del De Vins estribus del abd Lhommond y despues, algunos aitos mas ante con las Vides peels cde Phare ‘eruito nos ensena que la esrtara dela Vid es na iseipina muy’ frente» ta historia, Al comienzo hay come una bifurcacidn entre el egisto de a historias po tulgcidn hacia la exactitud ~contarelacontcimeno, est context y su lugar eronoldgico—y Ia escrtura de las Vidas que. em la Antipiead era del weyistro dela ica, Asien tendo Vide Laan. Cul fue la lia des vida, y qué da prcha ce ello, tanto ens ser como ens existenia? La dica no es Ta moral Por muchos rasgose inchso por ura esncia Lacan no erase cea un hombre de ben ‘Notengo buenasintencones io una vem st se burn dels prejucios de losbienpersantes. Eo no hace _mas que facilitar demasiado la tavea de quien se aproxima a su memoria disfrazaclo de portavos de las gentes honest, aquellas cuyo suefio, dice Alphonse Alla, es poder mata en legitima defensa, Lacan malpensaba, y no lo ocultaba, No lo ‘cultaba, pero en fin, tampoco lo deeta demasiado alto. Al comienzo de la Vida de Alejandro, Plutagco, al distin- puir el registro de la historia y el de la Vida, por un efecto dle retrospeccién parece anunciar a Freud: “No eseribimos historias sino vidas, y no es siempre por las acciones més ilustres que se puede sacar a la luz una vietucl oun vicio. A menudo un pequerio hecho, una palabra, una bagatela,re- velan mejor un cardcter". Eso se ajusta muy bien a este pro- yecto de Vide de Lacan, No sucede lo mismo con la idea de lo que s¢ llama, en la tradicién elisica, “el gran hombre", ceaya Vidi seria un monumento escrito bajo la miradla de la postericlad y destinado a darlo como ejemplo, Elestatuto deesta posteridad es muy discutible. Diderot, por ejemplo, lo discutio en su cortespondencia con Falco- net, ef escultor. Queneau la envia a hacer gargaras: “Y / a la posteridad / te digo mierda y remierda / y reremierda Lacan me parece haber estado a tono. La poste tenia absolutamente ninguna consistencia para él; no se le hhubiera ocurrido hacer de ella un sujeto supuesto saber, Toda forma de supervivencia mas alld lela muerte le pare cia una ficcién y prescindia de ella. Tenia gusto por lo real. Si pudo evocar el tiempo en el que se retomarian sis escri- tos para buscar en ellos la clave de los impasses crecientes dle nuestra civilizaci6n, era una deduecidn mas que un an- helo, hablando propiamente. Entristeci a una persona muy proxima a Lacan al decirle que si bien él me habia instalado en Ia posicién de redactars {yo veia en 61 un cierto lado despues de mrt diluio, lad no Isseminarios, de todas maneras En ef Renacimiento estaban encantados con Plutarco; en cl siglo xV1 la escritura de la Vide de los grandes hombres [pasé incluso, por asi decir al estado industrial En esos tiem pos, cuando uno era an principe y buscaba tener su pequenia repercusigin meditica, se hacta escribir una bu Via de uno mismo por el escriba de servicio, era todo de lo que se disponia, Montheslant, que ya no se le, lo pints en Malotests de una manera tan divertida y pee me resisto al placer de abrir aqui un paréntesis, ‘Verio terrible senor le Rimini, envejecido, cultivar asi bidgrato, cubrirlo de favores al mismo tiempo que lo humilla, hasta que este tltimo, al final de la obra, se venga Una vez se ha asegurado de gute su sefior al que envenend, no pode le vantarse ya de su sillon, comienza, frente a Sus ojo, a trar al fuego, hoja tras hoja,e! manuscrto en curso de redacci6n, de Ja famosa Vite, que era lo que su amo tenta como ms quedo. Malatesta, impotente, se encomienda a los manes de Julio César, del Gran Pompeyo, de los Gracos, y de Eseipién, a quien llama su primo. Sus espectros aparecen, les suplica que leenvi ;Diganme que mi nombre palpitars toda- -via junto a los styos!” Frente al silencio de esos Otros, cuya apariencia desaparece de golpe, pronuncia un deseo de ‘muerte contea si mismo: “Entonees, ue también desaparezea yo", “Se derrumnba’, Después de esta dicascali, ten Gran Guitio, tal vez, pero de la misma estructura que el acto de Medea repudiada, degollando a los hijos de Jasén, fo el de Maledeine echando al fuego las cartas de André (Gide), Madeleine y Medea, la comparaci6n es de Lacan. La eseritura de las Vidas no tiene entonces nada que ver con fo que llamamos ahora una biografia, Una Vida se sitda na pequeria ste que no tun signo bien bajo la égida de la figura magnifica que Aristoteles levants en su Etica @ Nicomaco, a del magnanimo. Solo que Lacan, tan versado en Aristiteles, no era magnainimo, Vela alle inicamente una de esas maneras de darse importancia {que no le impresionaban, En aquellos tiempos se estaba bastante lejos de aquello. fen lo que se convertria la escritura de la vida de alguien en. cl “estipido” siglo xx, cuando fue incorporada al género histérico y aspirada por ol discurso de la ciencia, cuando la estructura de ésta mpliea la forclusiGn del sujeto. De allel cardcter a menudo caricaturesco de los retratos de escritores cen Taine, en sat Historia de la literatura inglesa por ejemplo, {que fue tan famosa en su tiempo. Se lo entiende: su frase tan lara, corta y de b joven Sartre. Para jen cufo, tiene toda la eficacia de la del cap beza caliente”, sino el “fosil” de un mundo desaparecido, ‘que debe reconstituitse en toda su amplitud, a waves de todos los medios documentales. En el nuevo yénero de la biografia erudita y pseuclocientitic, si por una parte hay al~ jgunas obras maestras literarias, entre las que se cuenta la Vida de Jestis de Renan, ala que Lacan se refiere en sus Eseri= tos, por el otro hay innumerables ¢ innombrables garabatos. ‘Aleentrar el psicoanlisis en el baile por el sesgo del Leo- ardo de Freud, se vio nacer en el siglo pasado la psicobio- ‘stata, en la que el autor penetra sin andarse con cuimplidos ten [a interioridad del sujeto para detallar sus motivaciones. Es una obra de este género la que Roquentin, en La Nausen, se esfuerza por escribir y ala que renuncia, Peto Sartre, por su parte, no renuinci6, Su Baudelaire fue manifiestamente leido por Lacan, a quien le impresion6; Sartre, por su parte, ‘menciona a Lacan en su Flaubert Por lo demas, las biografias que se leen, se leen como no~ vvelas, puesto que son necesariamente novelas; las mejores | una obra noera” cho de una ca- To confiesan: las otras imitan a la ciencia, vi Vite de Lacon no posria dejar pasar et hecho de que Lacan era analista, Vamos a dara los analistas Lacan como cjemplo? Es necesario que mida eso on a mayorjus- teza posible, puesto que Tos raxgos que subrayaré no dejar ride tener en muchos de ellos un electo de identificacion, postivo para algunos, para otrasen sentido opuesto "eon. tracentificacin” se dive No hay analista cjemplar, si es verdad que los analistas son dispares, son, segtn la expresin del timo escrito de Lacan, esparcidos desparcjs (pars désassoris). ditecen cia del proyecto clisico de la Vide, no se puede querer hhacer de Lacan un ejemplo, nin contra-eemplo. Es un caso singular, que no respond a ninguna regla genera, una excepcién, ero como “todos” los anaistas son excep ciones, y Lacan es una mucho més evidente, mas inca tescente que las otras, se vuelve ejemplar, paradigmatic, Un paracigma no quiere decir que todos los casos sean ae sfuercen en sero: entiendo por un pa tadigma un caso diferente de todos los demas, pero que recidos, o que se 20 los aclara por su diferencia misma, Estamos aga en el filo de una crest, Extd claro que Lacan quiso ser una excepcidn, y se ast ma como tal. "Juntos, todos juntos, si” -este eslogan bien franets, era poca cosa para él. EI suyo era mas bien el fema que él mismo habia forjado para el neurstico: “Todos salvo. yo". Termin6 por decirlo abiertamente en su seminario, poco dlespuds de su carta del 5 de enero de 1981 que indi- «aba su intencidn de disolver Ia Escuela que habia fundado. Evocaba su vida, escuchen bien, como “una vida ded a querer ser Otro a pesar de la ley", Esta frase sensacional hace surgir en mi el eco de lo que Lacan me habja dicho diez anos antes, y que ripidamente fue anotado por Frangois Regaaull, amigo muy que- rido, Fue tes aftes después de mayo de 1968, cuando yo mismo era un muchacho rebelde, y Lacan me hablaba de su rebelién, me la daba como ejemplo, El, decia, st rebe= li6n, la de un burgués -astimia eso, sin falsa vergienca, a diferencia de los izquierdistas- la hizo pasar al psicoans! sis. Noes que el psicoansiss le haya hecho pasar su rebe- lin, sino que 1 la habia puesto en marcha en el psi- ccoanilisis,y, por lo mismo, me invitaba a hacer algo de mi rebelién, algo que no fuera lichar contra molinos de viento, 0 correr tras el trapo rojo, como el toro sacrificado cen la arena. Me predecia una muerte seggiea si me enfren: taba a personas de otra especie: “Usted nunca sers tn ase- sino”, me decta Si bien Lacan da pie a la calumnia, a diferencia de la Madre Teresa -de hecho, se dicen pestes de la Made Teresa, por supuesto~ si se difama tan ficilmente a Lacan, es por su rebelion contra lo que vale part todo x, su rebelién contra un universal perezoso. La posicidn de un hombre rebelado a contra el universal no deja de tener afinidad con Ta de las. igebra de Lacan, dle las mujeres ilusttes fue escrita sobre todo al mujeres, Eso se demuestra en el modo libertino de un Bussy-Rabutin, o emparejéndolas con Las domas galaates, como BrantOme. Lacan lo plantea como principio, universal precisamente: “A la mujer, se la di fama”! Esde estructura, De hecho, durante mucho tiempo, uno se interesara por una mujer era necesario, en ecto, que hubiraperdidg mas o menos su epulaclony Tas coma solo emperaronacambiay lentamen eel gro del siglo 1 luego ene siglo xv Mme. de Seay no ela autora de Cll, donde figura la fama Cart Ter, sino de una rcoplasn des Miers tres Loean conta Mali, elabo a favor dels Procionas fculasy dels Mure sabi, Desde enone, else gnc sen" sea puesto a tara con energl, Per 0 por ota igura dela mujeriasne se ha conver en un lar dela cltura humansta queen verdad, promucve sl hom te como einismo promucve ala ne. {Qué quiere decir ee "a posar dea ley, tomndolo en serg?lacan se confesa orgullsament tana cg atdelncuonte al bibon,lgambere Cnt nso Rin Daud enian con oxo ota creenciales paral, Lacanes tonsa ta ver aque ue invert de etrad, al comienz0 sanz, el"Nomibre-delPade” como pivote dela ipo, pero no quire desapareer sin haber dicho aqeeralabign un arpesarde-aley Lacan even cfecte aguien que dessa ala ey yenlas cosas ms pees ol ifm ott formes la fama —Se a Nama mu 32 A ustedes no les ha sucedido conducie un coche con Lacan al lado como pasajero, pero tienen qu habia algo que le resultaba “absolitamente intolerable” e saber que si tener que detenerse en Tos semaforos en rojo. Yo no llegaba ‘cada ver que conduc intentaba tener siempre el semaforo verde. Pero, una vez, yyendo por los quais, no lejos de la rue de Lill, resulta que lropiezo de todas formas con un semsforo en rojo. Lacan tenia entonees 75.6 76 aitos. Abre la puerta, pone el pie en el suelo, sube la acera, y continy tiendo con la cabeza yacha, como era su costumbre, Era del signo de Aries, yla descripcion de los que han nacido bajo ese signo, lal como aparece en obras de astrology como un guante. Consegus, al otro lado del semaforo, que volviera.a subir al coche, Pero ese comportamiento aparen- temente irracional muestra bien que sit a saltérmelo por él, como lo hac caminando solo, arreme- + pesar-de-larey no era solo una f6rmula: habia en él como wna intolerancia pura y simple a la senal slop en tanto tal. Allfestaba, se po- dlefa decir, su imposible de soportar su rea, el de él Y esto. lo que me conts st hija a Bsto- <1 Congreso de ln Asocia Un dia, ella lo Hevaba desde el norte de Ital colmo, donde tenia que realiza in Internacional de Psicoanilisis. Estamos en 1963, el Congreso trata sobre la sexualidad femenina; en la sesién «aciministrativa, el caso Lacan sera zanjadlo por el Ejecativo, len compania del caso Dolto, y se producirs su “excomu ni6n’, como dia Lacan al afo siguiente. Judith eonduce muy bien, a una velocidad media constante, su padre se siente satisfecho, esté contento, Sabe que él no soporta los sematoros er rojo y se las arregla asi para no tropezar con ninguno, Durante 500 kilémetros, milagro:jni un solo se- :maforo en rojo! Ella estd encantada, A la Salida de Lan 3 se encuentra con tn paso a nivek el tren va a pasar, baja la barrera, Y Lacan dice: “Janus deberia haberte hecho pasat por all {Deberia yo temer que vayan a hacer como Lacan? Tal relacién con el Otro, con sus prohibiciones mas legitimas, dle impaciencia, no esta al aleance de todo el tal relaci¢ ‘mundo, He aqui una ética que denota un modo de ser muy singular. Lacan conté piblicamente que durante su residen- cia de medicina en Sainte-Anne, habia eserito en las paredes dle la sala de guardia una formula de su cosecha: “No es loco quien quiere”. Se puede, en efecto, querer ser médico, psiquiatra, profesor, bombero, pero ser loco, es otra dimen- sign del ser. Y bien, no es Lacan quien quiere No es Lacan quiien quiere, anenos mal. Pero no es Lacan {quien quiere, y muchos no se lo han perdonado, Y adem, eran otros tiempos. Actualmente, para encontrar un com> serfa necesario buscar portamiento semejante de ruptura ‘entre ls rorkstarso as top models. Una Naomi Campbell, tal vez, Lacan tampoco se drogé nunca, ni para probar se lo pregunte. Tampoco pegaba alos empleades, si bien a veces reprendia a la pobre Paquita, un poco sorda hay que reco- nocerlo, que por la tarde, después de las ses, substituia en su consultorio ala fiel Gloria, de la que le costaba dispen: sarse, Nunca trataba bruscamente alas mujeres. No las la ‘aba tampoco “las buenas mujeres", como se hacia en casa de los Sartee- Beauvoir Es preciso sin embargo que cuente tambien lo siguiente En el restaurante 0 en la cafeteria, cuando el mozo des- atendia su pedide, pasaba sin verlo, con esa mirada fija_y vacia a la vez que traiciona la voluntad muy decidida de parecer que no ve lo queen efecto ve, Lacan nose quedaba sin decir palabra, No se contentaba con chasquear los o4 dledos, agitar el brazo, murmurar un “Por favor", 0 bien le- vantarse para estirar al mozo de la manga. Aullaba directa- mente. Lanzaba de un soplido un *;OOOOhhhh! tan sonoro, tan potente, tan prolongado, que todos en la sala se sobresaltaban y se giraban hacia él, hacia nosotros, con el aspecto asustado 0 la mirada faribunda, E feteria, si mozo de la ca- tener ya la tranquilidad, como en EI Ser y a Naa de hacer de moze de la cafeteria, acudia, demostrando ast Jos poderes de la palabra en el diseurso del amo, Tambien hhace falta que el amo, para el caso, haga lo que hay que hhacer y pague con su persona. A Lacan le importaban un bledo las reacciones del piiblico ~mas tranquilo que unas paseutas cuando ya tenia lo que queria Yo no lo pondria como parangéin de eortesia a la fran ‘esa, pero intenten lanza sia grito al estilo La lo dificil que es. Sabia muy bien comportarse muy mal. Yo, que Io estimaba, consideraba que la uirgencia de la que es taba habitado no le permitia tomarse sti mal con pacienca, Sus maneras sufrian las consecuencias; pero cémo simpli ficaban y estimulaban tambien la vida de todo el mundo! Incluida la del mozo: se vefa legitimado en su ser, veia que contaba para algo en este mundo ya que habia podido ser. aunque fuera por un moment, lo que lealtaba a aquel per sonaje importante que se habia desvivido para alraer st 16, jcuaintas anéedotas para coniar, por unos y otros! ;Qué plusvalia de placer y atencidn y su benevolencia, Y desp istribuida con tanta liberalidad! Por lo d solo explosiones, Tal como lo conoci, pasaba la mayor parte desu tiempo trabajando, tranquil y eoncentrado, Angedotas en las que vorifera, hierve de rabia, falmino, contra cualquier obsticulo sea el que sea, o rechina ante todo lo que se le resiste -zAcaso no es eso lo quel mismo denomina “lo real”? -hay en abundancia. Para 4) se haya girado hacia ti con esa expresiéin en la cara, bastaba con que, en un momento u otro, hubieras cumplido la fun ci6n de aquel semaforo rojo o ese paso a nivel que detiene alsujelo en el impulso de su deseo, o también de esa mirada vvacia que ignora su pedido. Sin embargo, no se enganen: hacia eso, lan rmostraba esa expresion si tenia posibilidades, haciendo eso, dle obtener lo que queria. En suima, solo se descubria en be- yyoria de las veces, can discernimiento. Solo netic ‘de aquellos que no esperaban otra cosa, Hay, porque Si, personas que, para que caigan sus inhibiciones, necesitan que el Otro manifieste su deseo con potencia e insistencia, Piensen en ello, Si hacias suftir tanto a Lacan rehusén- dole lo que te pedia, entonces es que tenias algo que podia proporcionarle un placer inmenso. A partie de ab, Ia dis- facia entre ta cella misma ocultaba en su seno para agquel mastodonte, por lo demas tan meritorio, parecia infinita, Ast, pues, habrias tenido que ser muy rejuctemalo para mantener tu rechazo ins alls del tiempo necesario para que el objeto alcanzara maniliestamente wn valor mayor para Lacan, que Io de- seaba cacla vez mas, que para ti, que se lo rehusabas.con tan mala voluntad que te tornabas eada vez mas indefendible ate lu propia mirada. Asi pues, al cabo de un tiempo va- riable Ti, cedias, por regla general « Lacan con afecto, cuando se encontraban confrontados a teslas manifestaciones de un deseo fuera de las normas, hayan podido pensar que clenque persona y la posible felicidad que mncibo de buen grado que aquellos que no miraban a fan que vérselas con un pata tun maleducado, una especie de tirano doméstio y politic, incluso un frenstico, o también an loco, Este loco, sin em bargo, tenia el aspecto de saber muy bien lo que queria, % como dice Lacan de Hamlet. El problema para los dems cera no llegar a saber, afin de cuentas, exactamente qué, de oh «0 y lo reclamaba a vor en grit. erto alivio cuando aquel deseo errante se detenta en Algunos se complacian en ateibuirle bajas pasiones que son, lojuraria las suyas propias: fortuna, notoriedacl, poder. Pero todo eso cae por su propio peso para el hombre de deseo, son medios de su deseo, no es su deseo, Lacan en- ‘arnaba por el contrario lo que hay de enigmatico, de poco tranquilizador, incluso de inhumano en el deseo, y sigue siendlo todavia hoy un enigma. Encarnaba algo como aquel Qué quieres? del que él mismo hace en su grate el punto de pivote del deseo. Asi, siempre he visto que, cuando uno condena a Laca esa Quien reconoce en él a ana fi _gura enemiga dibuja la suya propia, Le resulta muy espe= cialmente insoportable a eso que se Hlamaba en otro tiempo el espiitu pequerioburgués, Esta expresisn, central en el exis- tencialismo francés, y de la que los intelectuales de iz~ quierca de la postguerra no podian abstenerse para cstigmatizar aquello de lo que se crefan emancipados, se ha perdido desde entonces, borrado por la alianza improbable de la moralina con el “bling-bling”, hasta tal punto que veo cen Google que La peguetia burgiaia es hoy el nombre de una linea de prét-i-porter glamour. Con todo, lo que Lacan representa, incluso vagamente, lo que se designa con este nombre, sige siendo todavia hoy «en dia deshonrado por todos los que se arrastran para hacer mismo a quien jug: carrera, os furiosos del conformisme, identificados hasta Jos huesos con sus insignias, medallas de chocolate, funcio- 1s sociales 0 simulacros coal, sin hablar de aquellos que se travisten de portavoces de la humanidad, desu buen sen ” Fido, o del espiritu increado del mundo, para vituperar los supuestos vicios de Lacan, encarnizados como estin en crearle la peor de las malas reputaciones. Por lo dems, por supuesto, algunos timidos adoran en 61a un superhombre, mientras que él se veia mas bien como tun desdichado a rinas con lo real, especialmente lo los demas. Solo que, mira por dnde, él no se resignaba a 1 embargo, si contabas para él, ya fuera por un mo- mento © para siempre, ya fuera por lo poco que pudieras hacer, o habjas hecho, por él, o, simplemente porque sei teresaba por ti, Lacan sabia ser encantador, delicado, sol cito, te trataba muy bit zalamerias, como a un objeto muy valioso. Me gusta mucho el Lacan inteatable ilo ctiiane, Sino mira al personaje con mais indulgencia que los peyuco bur _gueses, y con tin poco de afecto, ve hace él los pr ley -gpero cual? lo dieées, propiamente hablanelo, heroico. Es,en sun pre cambiar mis deseos en vez del orden del mundo”, la ‘bella maixima cartesiana que resume todo lo que es sabidi ria antigu el bando contrario, Lo que el pretendia era cambiar a st Jedor la ruta de las cosas, su ruta rutinaria, y con una fobstinacidin, una perseverancia, una constaneia, que de: pe ‘a sectndaelo. Y pienso aquifen lo que fueron sus penuiltimas, palabras antes de hundlirse en el coma: “Soy obstinado’ 1-excesivamente bien, con gracias y jen que desatiar como juicios, las buenas maneras, incluso la tuestionar el orden del mundo. “Intentarsiem- y moderna, no estaba hecha para Lacan. Estaba al aba mi admiracibn y que me inctaba, no aimitarle sine Las anéedotas lacanianas son todas verdaderas, incluso las que son falsas ya que, en buena doetrin. dlistingue de la exactitud y tiene estructura de ficeiGn, Todo la verdad se lo que corre por ahi sobre el personaje de Lacan, de lo visto, de lo vido, 0 de lo forjado, inventado, 0 simplemente malentendido, todo lo que lo difama o lo adula, converge para pintar al hombre de deseo, cle pulsidin incluso, que era Como no decir:"Ahi va uno, al menos, que no se deja en galusar”? Era rebelde, insurgente, exigente, hasta en las cosas mas pequenias de la vida, Tal vez sea eso lo mas dificil, tuna insurrecci6n cotidiana, a eada instante, para avanzar enel camino propio, no dejarse distraer, no dejarse detener por los otros, por el otro, por la indiferencia del otro, por st tonteria, su torpeza, st mala fe, es decir 2que, in defini tiva? -sus sintomas, , afin de cuentas, su inconsciente. Y Ia tonteria desu goce. La insurreccion vigilante, perpetua, de Lacan, hacfa ver por contraste hasta qué nto a cada momento nos resig zhamos, hasta qué punto somos borreguiles, Uno espera st turno, hace como le dicen, no quiere ser la cabeza que so bresale, 0 solo cuando es para los aplausos de la masa 0 de Jos medios dle comanica Tade un simple asocial,era mucho mas radical Era, por ast deci, la de un extraterrestre, un ser qu, legado de otro un verso, hubiera sido realmente arrojato al nunido, segtin el 6 pico heideggeriano, en le impacientaran los limites ppreseritos alos humanos por la estética trascendental, la de Kant, es decir las formas a prior de la sensibilidad, el esp cio y el tiempo, incluso la tabla de las categorias, ese tipo de cosas, verdaderamente isis. in, La rebelidn de Por todo lo cual, en el conjunto, no se puede decir que’ haya sido temerario. Mesuré sus audacias. Nunca tuve la :menor complacencia para con los prestigios de la causa per lida. Tampoco sufris tanto las represalias del Otro Si, por supuesto, una Asociacién internacional entonces con sede en Chicago lo persiguid, lo expuls6 -0 mas bien quiso emas- cularlo como analista, prohibiendole formar a personas. No hhagamos de ello toca tuna historia, En detinitiva, poco po- dian hacer sino aytdar al rinforzanido de a ealumnia, Lacan, por su parte, tenia recursas, no se dejé intimidar mane la situaciéin como un jefe. Fue entonces cuando lo ‘onoci, en enero de 1964, y fui testigo directo, y también tuno de los insteumentos, de su brillante contraofensiva. Triunfé en Francia, a costa de quedar encerrado alli debido «a su separaciénn del medio intemacional. Pero esto fue para hosotros. imperceptible -no para él. En aquella época, ‘cuando se respiraba el aire de Barrio Latino y de Soint-Ger naindes-Pré uno se sentia todavia en el centro cel mundo, intelectual, o al menos de su componente mas valiosa y sara, Por mi parte, no fue hasta muy poco antes de 1981 y dle la desaparicion de Lacan, que me di cuenta dle que su ilo, eran esperados con ianpaciencia en el maindo, al menos el mundo latino, Lacan estaba sobre aviso del poder politico y de los gran- cles compromisos eolectivas, Sylvia y l habjan escondide a Resistentes, Uno dle ellos, hombre politico poderoso, les ofre- iden la Liberaciin, sein me cont6Sylvia, que les otorgaran Ja medalla de la Resistencia, Rechazaron el regalo ya que, en aquel tiempo, en aquel medio, ser condecorado, incluso no- belizado como Camus era jpg! A Lacan no see ocurtig en. trar en una red de la susodicha Resistencia, “Por que?" le dlije un dia, Respuesta: *Veia muy bien en mi divn que bas- taba con una cara bonita que pasara por abt para hacerles perderla cabeza”, La respuesta me parecis descabellada pero, I conocia sus limites, me decia yo. Aquella aventura 10 era para él: no era lo bastante optimista, en absolute idealista, confiaba demasiado poco en su préjime, y estaba demasiado teoria, y aquellos capaces de ser su vehi acostumbrado a contar solo en sus propias fuerzas como, “0 para hacer que dependieran de los ott su vida o su libertad, indemne almente al narcisismo de las lites, incluso he- roicas y combatientes. Y ademas si bien era muy valiente en ef combate singular y sabia dar si legaba el caso un puiie tazo no se desplazaba nunc sin su purio americano en el bolsillo dela chaqueta~ era de hecho tan poco hail con sus anes, como verdadero burgués segtin Alain, que su abs tencién durante la Ocupacisn habia resultado mejor sin duda para todo el mundo: “Un instante después, la bomba esta- aba” ~cuando resulta que: todavia la tena entre sus dedos, Pongo comillas porque es un ejemplo que le gustaba citar, dl lingdista Gustave Guillaume, dlades del imperfect en francés (y en castellano) No creia Io mas minimo en la Revolucién, Esto no es una interpretaciéin por mi parte, Citaba siempre al respecto, y era algo que me irritaba en aquella 6poca, la etimologia de para ilustrar las ambi la palabra: el retorno al punto de paeticla, Lo dijo, lo ese bi6, lo proclamd durante los anos que siguieron ce inme- dato al 1968. No se molestaba en precisar que no era progresista.Fra bastante evidente, Cosa que no impidié que se lo dlasificara muy tontamente entre los inspiradores de la rebelion cle mayo de 1968, Es verdad que compartia con Ja juventud en rebelién el aborrecimiento por algunes sem- blantes. ¥ ademés, entre rebeldes, uno se entiende. No obstante, junto al sentido de la rebelisin, habia en él to en Ta audacia” saya férmula dio Cocteau: “saber hasta dénde se puede ir demasiado lejos", y entonces, a des pecho de su posicidn de ser “Otro a pesar de la ley", 0 mas bien a causa de ella precisamente, no era temerario sino prudente en el sentido dle Aristételes, comentado por At: benque. Esta virtud de la peudencia se acompainaba en él dle una prictica constante de la astucia, “ Entigndase bien, No digo que fuera falso, Todo lo com trario, Si, em la dimensiGn de a Vida, lo pablico y lo privado. confluyen, en Lacan se confunden ya que, hasta en ta inti ‘midad, él segufa siendo el mismo, No existe un Lacan se roto que solo unos cuantos privilegiados habrian tenidoel beneficio cle conocer. Era secreto, si se quiere, pero entonces lo-era siempre. Gran astuto, despistando a su mundo, a sus _mujeres, gran comediante cuando le daba por abi, leyendo tan bien los grandes textos clasicos y modernos en vor alta, ppara nosotros, en Guitrancourt, no encuentro otra palabra ‘questa, que proviene segdin Adorno de la erga existencia lista, para decir que era autitico. No tenia nacla de falso, lo ual es decisive en un tiempo en que ~como siempre por ‘tra parte “los falsos son la mayoria® (Brassens), Sin em= bargo, no puedo dejar de pensar a propésito de él en la a 0 los Corintios -"Me he hecho todo para todos, para salvarlos a todos". La f6rmulla inspiré a Ignacio de Loyola. Voltaire, en su Ingeitvo, bautiza con el nombre Todo para Todos al padre jesuita con quien Mademoiselle le Saint-Yves se contiesa y ‘quien pide consejo, Pues bien, en su ensefanza, Lacan era todo para todos, muy camaledn, Mis precisamente, ofrecia tuna doble eara perosu lengua no cra bifida, como dicen los Indios de Fenimore Cooper. Por una parte, avanzaba imperturbable, con su cortejo de matemas, la A maytiscula, cl objeto a miniscula, la pareja Siy Sy, la.A y el sujeto tachados, toda la banda, mas los es- {quemas, el grafo, las superficies de un borde que se atravie nismas, los nudos borromeos cerrando la marcha, por decir ast. Solo era para él, era él, sin concesién, y todo lorremitia aeste dlgebra, esta gramitica, lan plistica, tan re= toreida, esta flor carnivora que se lo raga todo, y enseguida 2 te lo restituia, ordenado, Iuminoso, con aproximagiones i Jditas, ransversales, con fulguraciones Por otra parte, sin embargo, él era ti. Venta a buscarte alli donde estabas, td, con tu propio cortejo, séquito, ts ‘equipaje de prejuicios y tus maletas de ignoraneias, y tus pocos residues de nociones vagamente adquiridas en los bancos de la escuela, EI no vefa en su auditorie un Otro ideal, se dirigia a los que estaban ahi, tal como exan, a fin dle llevar a ese pequeno pueblo a comprender lo que él habia comprendidlo, ya que esta transmisign formaba parte dle su felicidad como la de un Spinoza, Para hacerlo, este pescador de hombres hacia de Zelig. Es el personaje de Woody Allen que tiene la facultad de transformarse de modo que se parezea a cualquiera, Un adagio clisico expresa muy bien de que se trata: Uti oro, que quiere decir: tomar el mercado tal como es; hacer lo mejor con To que hay. Ea lugar de estrellarse contra la masa de los precios del Otro, mus vale tenerloen cuenta y todear cel obsticulo para aleanzar tus fines. La astucia es para quien ha tomado la medida de suis fuer2as y de las del ‘Otto, y no se rebaja a ladrar contra el Cielo, Mas all, se re ferencia a Leo Strauss —leido gracias a Kojéve tan pronto se publicd La persecuciin yo arte de escribir~ designa muy preci- samente su metodo liscursivo, de enunciacién metonimica, Hay lo que es precise hacer oft sin decirlo, porque de- cirlo serfa provocar Ia ira y la persecucién del Otro. Y ast putes, se habla entre linveas, de modo que solo sea ado por aquellos que deben oft. Y cuando nadie debe ofr nada, no. se dice nada, Sobre qué se callaba? sobre aquello que, siendo bueno para él, no lo era forzosamente pata los otros, no para los otros. Me viene esta imagen, grecorromana una vez mas: Lacan jendo de Harpoc sel indice sobre los labios, me mira, Obedezco al dios, y me eal. tes, desnuco como E Vida de Lacan SE PUBLICARA EN FRANCES EN LA REVISTA La Cause Freudienne Vida de Lacan "HIAKIS SERVICIOS GRAFICOS fN sertentnne De 2011

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