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Primera parte EL INFLUJO D! E LO INCO! ENLA CONSCIENCE TE 1 INCONSCIENTE PERS! E INCONSCIENTE COLECTIVO* 202 Como es sabido, para la concepcié i lo nconsciente a a concrci e esepi ausa de su cardcter in il 16 sa Sean mr lc torno, perviviendo a lo largo 4 i a Ml te las represiones son ntnadas,y los Noes Median chos cbnecntes ¥ leseos reprimidos, hechos 203 ge De acuerdo con esta teorfa, lo tinico que alberga lo incons- ciente serian aquellas partes de la personalidad que, de no haber Sido en realidad reprimidas por la ‘educaci6n, podrian ser igual- mente conscientes. ‘Aunque desde cierto punto de vista las tenden- cias infantiles de lo inconsciente son las primeras en saltar a la vis- ta, sin embargo seria una equivocacin proponer una definicién o un juicio de valor generales sobre lo inconsciente a partir de ellas. Lo inconsciente posee también of dimension: en su perimetro no s6lo deben incluirse los vontenidos reprimidos, sino tambien ‘odo eve material psiquico qe NO he alcanzado el umbral de la onsciencia. Es imposible explicar el caracter subliminal de todos estos materiales valiéndose del principio de la represion, porque en tal caso con su lev: 0 se harfa con una rintamiento el ser human memoria fenomenal au ya no olvidaria nada. . 204 Destacaremos Ue, el material reprimido, €n Jo in- consciente se encuentran tambi arte d el ‘ apa pien todos aquellos contenidos psi- rulo de «La Structure de - il it impreso bajo el ti si iginalens 86 ge ‘any a fie sna, nunca publicade ¢ engua alemana y mice nsciente> €7 P'inconscient» en Jos Arel ead ext 0 i inday sumamente modificada Fr riginal, AUC Pra de ine Plate azo por paimers vera ec Leste el apéndice al presente ‘yolumen, g 442 555) 145 Escaneado con CamScanner 205 206 clones ENTRE EL YO ¥ LO INCONSCIENTE LAS REL «han descendido por debajo del umbral del cone c han desrcepeiones sensorales subliminales. den inlida Pie ana amplia experiencia, sino tambien pe: co nes tedricas, sabemos que lo inconsciente contiene tambign razones (ost odavia no fa aleanzado el umbral dela concen ee jal esta compuesto por los gérmenes de futuro, oe Di I esta ci cia. Dicho materi a = : snidos conscientes. Asimismo, tenemos también motivos para quicos qu cia, inclui conte jentes. A y cone que fo inconsciente, lejos de hallarse en reposo —en sosPetm de mostrarse inactivo—, se mantiene en todo momento upar y reagrupar sus contenidos. Hay que pensar fad solo discurrirfa de forma totalmente indepen. Tente en casos patoldgicos y que, por lo general, esté correlacio. nada con la de la consciencia en una relacién compensatoria. Debemos suponer que, al tratarse de adquisiciones de la exis tencia individual, todos estos contenidos poseen una naturaleza personal. Puesto que dicha existencia es limitada, el ntimero de fas adquisiciones de lo inconsciente tendria también que serlo, y en tal caso entraria dentro de lo posible que lo inconsciente fuera vaciado por el andlisis 0 que realizéramos un inventario exhausti- vo de sus contenidos, en el sentido, por ejemplo, de que lo tinico en ser atin producido por lo inconsciente fuera lo ya conocido anteriormente o lo que hubiera sido previamente acogido en la consciencia. Del mismo modo habrfa que concluir, como se ha hecho notar ya, que la produccién inconsciente podria ser dete- nida poniéndose fin al descenso de los contenidos conscientes en lo inconsciente por medio del levantamiento de la represi6n. Esto iiltimo es algo que, segiin nos dicta la experiencia, sdlo es posible en una muy reducida medida. Nosotros animamos a nuestros pa cientes a que conserven los contenidos reprimidos que han sido asociados de nuevo a la consciencia y les den cabida en sus planes. Beers juzgar por lo que la experiencia nos ensefia diatiaments ciate te proceder no parece tener ningtin efecto en lo at 4 fercieme, pues de sus profundidades siguen brotando tg, Inara Reusga aein eanimles ae, de conto oo personales. Si se oa original, tendrian que deberse a Oe a consecuente e in ante examinando este tipo de casos de oe son formalments ite mopieza con materiales que sif TT ero que, sin ember ilar a los antiguos contenidos Persone den lo personal ‘80, parecen contener indicios que a deci, sends ace ba an ejemplo que aclare lo que acabo ciente aquejada = cial viveza a mi memoria el caso de w a una neurosis histérica no demasiado $° cocupado en agr que esta activid: 146 Escaneado con CamScanner INCONSCIENTE PERSONAL E INCONSCIENTE COLECTIVO que en lo esencial obedecia a lo que a comienzos de este sig! Jenominaba todavia «complejo paterno». Se aludia sate le poe sencia obstaculizadora ef el camino de una peculiar relacion de la paciente con su padre (fallecido afios atrds). La paciente habfa ntenido con su pa i mann com 51 Pat cng como tory Fe . ‘0 como éste es muy fre- cuente que se desarrolle Ja funci6n intelectual, que de este modo se convierte también en el puente que unird més tarde a la persona con el mundo. De conformidad con lo dicho, la paciente se hizo estudiante de flosoffay su vivo afén por conocer se transformé en fa raz6n que habria de liberarla de los vinculos emocionales con _su padre. Esta operacién puede tener un feliz desenlace cuando al “sentimiento le resulta también posible operar en la nueva tap creada por el intelecto: por ejemplo, estableciendo una relacion sentimental equivalente (a la anterior) con el hombre adecuado. Paro en este caso la transicién se negaba a tener lugar, Por Pot” manecer encallado el sentimiento en un cequilibrio vacilante entre el padre y un hombre que no era precisamente el més apropiado. -Cemno es natural, Ia progresion de la vida se vio detenida, hacien- do aparicién esa desunién consigo ‘mismo tan caracteristica de la heurosis. Una persona de las que Ilamamos «normales» no tendria dificultades en romper los grilletes del sentimiento en uno u otro pinto con un acto enérgico de yoluntad, 0 si acaso se deslizarfa pe omscientemente hacia el otro lado —cosa di tal vez sea lo mas habirual— siguiendo la lis instinto, sin Hegar a ha- ‘a pendiente del I babietitynca una idea clara de la nacuraleza del conflicto que se we de cabeza o de cualquier Otro escondia detrés de ciertos dolores ]- 154 Escaneado con CamScanner con una inferiori coaonaee einer pricolégico de uns mulance one sino en la que se aprecia aad 0 un defecto congénito, la que se impondria un rsentimiento mond, Que oa elecortocd sea moralmense petcibida o seotits oles aremme sen nage Imento que falta es algo qu, a ilo delsentmiato no dbors ¢ > ‘ntimiento, no deberia en realidad ausentarse o de lo que, en otras palabras, cabria ser consciente a poco que uno se tomara las molestias pertinentes. El sentimiento moral de inferioridad no obedece acaso a un choque con la ley moral general, en cierto sentido arbitraria, sino al con- flicto con el propio ser, que en raz6n del equilibrio psiquico exige que el déficit sea compensado. Siempre que dicho gentimiento de inferioridad hace aparicién, su sola presencia indica que existe un imperativo a asimilar un fragmento inconsciente, asi como la po- sibilidad de dicha asimilacién. En tiltima instancia quienes obligan a una persona, bien mediante el conocimiento de la necesidad, bien aid forma indirecta, pasando por el ormento de una nese, a asimilar su ser inconsciente y tener de él consciencia son sus, cualidades morales. Quien avanza @ lo largo de este camino de eed r avihsciente conduce forzosamente el conscienciacién de su ser inconsci count nage contenido de su inconscien he ite personal a la mpliandc de este modo el perimetro de su personalidad. Me gustaria afiadir de inmediato que esa a caso de la inflacién por el cinacimients se tata de algo | principio muy similar, pero que psicolégicam i mas sutl El descneadenante de cate Gpo de nfacion no res en In dignidad de un cargo, sino en una consevable fanccia, Con el Ia dignidad de . una considerable fantasia. Con el in de aclarar lo que quiero decir me serviré de un ejemplo préc- tico: el caso de un enfermo mental al que tuve la oportunidad de conocer personalmente y del que Maeder® se ha hecho eco en una publicacién. El caso se caracteriza por una inflacién sumamente pronunciada. (En los enfermos mentales, en efecto, uno puede ob- servar a escala grosera y agrandada fenémenos que en las personas normales se hallan solamente insinuados'.) El enfermo padecta una demencia paranoica acompafiada de delirios de grandeza y se mantenfa en contacto «telefénico» con la Madre de Dios y otras eminencias parecidas. En su realidad humana era un infeliz. apren- diz de cerrajero que, contando sélo unos diecinueve afios de edad, habja perdido irremisiblemente la razén. El enfermo no habia sido tampoco bendecido nunca con dones espirituales de ningén tipo, To que sin embargo no le habia impedido deseubrir, ents ones cosas, la grandiosa idea de que el mundo era su particular libro de estampas, un libro en ‘el cual él podia pasar de pagina siempre que ast lo deseara. La demostracion de este extremo era muy sencilla: tan pronto como queria ver una pagina nueva, todo lo que tenia ue hacer era darse la vuelta. . 29 t Era esto el mundo como voluntad y representacion de Scho- penhauer en desnuda y primitiva concreci6n. En el fondo, una idea chocante nacida en el aislamiento y Ja soledad més absolutos, pero expresada con una ingenuidad y simpleza tales ae, 0 principio, alo tinico que se ovido era e deparar ene om gu tosquedad. Y, sin embarg0; To que subyaca en su spring esencia a esta primitiva nociOn mt Ta genial si del mando ¢ Schopenhauer. Nadie que no se 0? genio 0 logis! tia Praecox-Krankens= i ‘Untersuchungen an Dementiz al 3. A Maa on pathologic Forchngen (191092209 inc ro iniea Psiguitricn de Zinc scompati ror ise ee an nigeria ave TO 0 oiga, lo que 5 es ida, exclamé 0 OF las dienes gna por dentro. AY termi tr Sond iin fs ome pobl “fe todos e805 tipos com i algui 5 ejemprare mrati ares escogidos de rodas las eked eg unio I EME yy Se i, per fos que uno tropieza a diario cance pda “ne viv clases y tamafios!». Nunca s¢ do veonsideable SCpuede dudar de que € BomPre ena na P 163 Escaneado con CamScanner 230 Las RELAGIONES entre EL YOY tO INCONSCIENTE Jazos con la realidad mundanal hasta el punto de estay Ios laos com fa rel mundo como si éste no fuera nady eae a i ¢Ha sido capaz el enfermo de desarrollar 1a idea como esta? ds la oe fa que le habria a ituye ésta wi enel que, focal € ae tao a hundirse? Su desintepraign definitive gic vienen a probar esto dtimo. Quien habl ¢ inflacion Prrves él, sino algo que habla y piensa en 4, y por eso y pie 2 10 Lo gt le diferencia de Schopenhaue, por tanto, es que en su caso la idea ha permanecido en el estadio de una mera excrecencia espontanea, mientras que en el del fildsofo ‘esa misma idea es el resultado de una abstraccion expresada enun Tenguaje de validez universal. Con ello Schopenhauer ha obligado fa rudeza de su reino subterréneo por la ala idea a abandonar I. a r 7 clara luz diurna de la consciencia colectiva. Seria, pues, del todo tquivocado suponer que la idea del enfermo posee un carécter y tn valor personales, constituyendo, en otras palabras, un bien de su propiedad. El enfermo serfa en tal caso un fil6sofo. Sin em- bargo, un fildsofo, y a mayor abundamiento un filésofo genial, es inicamente quien consigue que la vision primitiva y meramente natural alce el vuelo en una idea abstracta y un bien universal cons- ciente. Sélo este logro conforma wn valor personal de su exclusiva propiedad, un valor que ese filésofo tiene derecho a atribuirse sin ser por ello presa de la inflacién. En cambio, la idea del enfermo es un valor impersonal que ha prosperado de forma natural, un valor contra el que el enfermo nada ha podido hacer y por el cual ha sido incluso engullido y «trastornado», «transportado» a una situacién de todavia mayor alejamiento del mundo. La indudable grandeza de Ia vision inflé al enfermo en patolégica expansi6n, salle de a in i fra suya la idea y Ja ampliara en una trabajo filosbfico fea. a personal reside tinicamente en ie {rhs filossfico ynoen la vison primaria. También en fil6so! partir detun an meramente a prosperar, y en concreto a cipio todos tenemos he a la humanidad en el que en pt mismo arbol, sea me et s manzanas de oro proceden de un Schopenhauer qui ae iz de cerrajero idiota 0 el mismisimo Peroieste pha nck s Tecoja. aides patquico, mena nos ensefia todavia algo mas: que los conte” crecién, sino mage os 8 que uno pudiera aduefarse a OY la consciencia. La iden ‘hearts que ejercen una atracci6n sobre cluso algo seductor, it icacién con el cargo o el titulo posee 1” mY ésta es la razén por la cual son tantisimos romper los. en disposicion més que una i fo construir un 164 Escaneado con CamScanner 231 CONSECUE NCIAS DE LA ASIMILACION DE Lo INCONSCIENT: € los varones que no tien 4s digni iessorcizgan Sexfanraniagtater ce, fiz lad que la que Ia sociedad tuna personalidad céscara. Todo lo que se encontraria detras d er torio seria tinicamente una miserable personita, nee euvol: i eargo (0 lo queien ealatorasibl tea Goa cesearee nna taal ednctor oe dsbe'a quelrepiescula ana lat eompee ea le insuficiencias personales, compensscién alas soiree Zay steesiones exer como cargos, titulos y . $C 2 wusa de inflacién. Estas s6lo son las magnitudes impersonales que estan ahi fuera, en Ia sociedad, en la consciencia colectiva. Pero asi como més alld del individuo hay una sociedad, més alli de nuestra psique personal hay tam- bién una psique colectiva, es decir, un inconsciente colectivo, en cuyo seno hay asimismo cabida para atractivas magnitudes, como muestra el ejemplo arriba citado. Igual que en el primer caso uno es endiosado en el mundo por su dignidad («Messieurs, a présent je suis Roy»), uno puede desaparecer repentinamente, tan pronto como le acontezca contemplar una de esas grandes imagenes que confieren al mundo un nuevo semblante. Se trata de esas hechice- ras représentations collectives que subyacen al slogan de los norte- ‘americanos, a los refranes y, dentro ya de un nivel superior, al len- guaje de la poesfa y la religidn. Me acuerdo de un enfermo mental Gue no era un poeta ni nada de similar importancia. Se trataba aecamente de una naturaleza un tanto silenciosa, de un mucha cho con una cierta tendencia a la exaltaciOn. El chico se habia ce worado de una joven, s6lo que, como tantas veces ocurre, sin haberse cerciorado primero suficientemente de si era 0 no cO- rrespondido por ella. Su primitiva participation mystique Ie hacta dar por supuesto sin mas que su Propis emoci6n era también 7 emocién ajena, cosa que se produce casi semmPr de forma natur aac aifios mas elementales de la psicologia human Asf que el joven se habia entregado a mn re aerate i ‘0 se vino precipitadam: See Fane Bo Se vcha no quer saber nada de él. Su desesPs- tacién fue tal que al instance encamin6 Sus pasos hacia el rfo con el propésito de ahogarse. Era ya noche cerra a, y el reflejo de las estrellas resplandecia en las aguas oscar ‘Al muchacho le paree\® ver que las estrellas bajal ban nadando en parejas por a to, y se il i idandose de sus sintidé invadido por una maravillosa sensaci6n. OM Hoos em intenciones suicidas s¢ qued6 mirando fascia i ce espectaculo, y paulatinamente fue cayen' ersol cada estrella era el semblante te = Pi ae amantes que pasaban frente @ wna, y aquellas parejas, suefio sosteniéndo- 165 Escaneado con CamScanner a2 23 genrae eb TOY LO INCONSCIENTE e entonces cuando descubrié algg “bia cambiado, incluso su desting “or se habfan apartado de él; el ‘on [a lejanta y la indiferencia, ho le permitian dudatlo—se de z e rene us entimicntos o inaudi uucza. Supo, cn efecto, que bi metido una inaudita f iq’ Ie habia prom’ ; ct 1 el vecino observatorio astro. Psoro yacta oculto Pa io. Sai “hal ae fen torno a las cuatro de la mafiana, fue detenido for Ia policfa al intentar penetrar en su interior, ; por ta Pao que le habia sucedido? El pobre hombre habia con- na image! en cuya belleza, de haber vn dantesca, una imag t sido expresada en versos, habria sido sin duda incapaz de com- prender jams. Pero la habia visto, y la imagen Je transformé. Su frandisimo dolor yacia ahora en Ta lejanias un nuevo y descono- Brjo mundo de estrellas que segufan su silenciosa trayectoria muy Iejos de esta dolorida tierra se hhabia abierto en el momento en aque cruzé el eumbral de Proserpina», El vislumbre de una riqueza ane dita —~équién no seria capaz de entender esta idea en lo més undo de sf? broté en él con Ia fuerza de una revelacién. Fue HHomasiado para su pobre cabeza de oficinista, Se ahogé, pero no seri rio, sino en una imagen eterna cuya belleza se extinguié al mismo tiempo con él. apel social, otro "Ast como uno puede desvanecerse en un P: puede hacer lo propio en una visién interior, siendo de este modo privado de su entorno. Ciertas mutaciones incomprensibles de la personalidad, tales como siibitas conversiones u otras profundas alteraciones del énimo, obedecen a la atracci6n ejercida por una imagen colectiva’, la cual, como muestra el ejemplo recién referi- do, puede provocar una inflacién sumamente pronunciada y ser causa de esta suerte de que la entera personalidad se disuelva. Esta disolucion coincide con una enfermedad mental de naturaleza pa sajera o perdurable, una «escisi6n de la psique» 0 «esquizofrenia» Gile La inflacién patolégica se debe, como es natural, a una debilidad de a personalidad, la mayor parte de las veces congénita, Sezurarente, a4 de los contenidos colectivos inconscientes: aq Seana le mds reso a verdad consistirfa en figu- Ppsique consciente y personal reposa sobre el am- templado w 5. Ch Tipos pric en cra Tos Plcgicos, 1950 [OC 6, defniciones, s. smagenl Dav: Toentiende como I fo, Paris, 1916, llama a este proceso autofécondation intériewre Y end como ranma del alma de un antepasado. ‘buch der Psychiatrie, 191 1. ementia Praccox oder Gruppe der Schizophrenie», €" Hand 166 4 Escaneado con CamScanner BS ONSECUENCIA: cl SPE LA ASIMILACION DEL © INCONS CIENTE plio fundamento de una disposicig; que, como tal, €s inconsciente, y ais me a la psique colectiva lo que el inddyq nus" als ividuo, p Pero de la misma manera que el indi heredada y universal oF ‘a Psique personal es elemplo, es a la so. hallan en contradiccién con los i sos gulares, la mente humana posee también wee Wea dencias que, a consecuencia de su naturaleza ahet ra wih lan igualmente en contradiccién con las necesidades wear ng et echo aecece «gu, ene gue ae nis Ee rebro altamente desarrollado, que le permite acceder a una tha funcién mental que no ha adquirido ni desarrollado ontogené- ticamente. Dado que los cerebros humanos muestran un grado similar de desarrollo, la funcién mental de este modo posibilitada es también colectiva y universal, siendo a partir de aqui como ha de explicarse, por ejemplo, que los inconscientes de los més leja- nos pueblos y razas muestren un notabilisimo parecido, lo cual se ve, entre otras cosas, en el hecho, tantas veces puesto de relieve, de que los modelos y motivos miticos autéctonos presenten un extraordinario ntimero de coincidencias. La semejanza universal de los cerebros tiene como resultado la posibilidad universal de una funcién mental homogénea. Esta funcién es la psique colecti- va. Asi como hay diferencias entre razas, tribus e incluso familias, existe también, superpuesta a la psique colectiva «universal», una inscrita a la raza, la tribu sique colectiva que permanece circu : < i familia, Por decitlo en palabras de P. Janet’, la Psigue let va comprende las parties inférieures de las funciones ps fauicas a Parte que esta firmemente asentada y que, por ast bial * os del de forma automatica, siendo a la vez congénita y 4 bis, oe la parte suprapersonal o impersonal de Ia psi A epee consciencia y nuestro inconsciente personal COMPA T Te aye ties supérieures de las funciones psiquicas, © OT ry individuo ha sido adquirida y desarrollada Ontog r ida a prio’ Y que agrega la psique colectiva que© * hha adquirido ontogené- de forma inconsciente al patrimonio que ha 0 indo, am- - rs Fs una pal ticamente, como si la primera fuera 7. B Janet, Les Névroses, 1909- 167 Escaneado con CamScanner Yo ¥ LO INCONSCIENTE tas RELACIONES ENTRE FL tro de su personalidad de forma injusifcada _— re oe consecuencias. En la medida, en efecto, eq olectiva coincide con las parties inférieures de las por tanto, con lo que se subordina a tod, es gravosa para la personalidad y dis. minuye su valor, lo que se manifiesta en la inflaci6n, sea en aquell, ificacién del amor propio 0 en este inconsciente incremento Ty nfasis del yo, que en ocasiones llega a convertirse en una vo. i: der. Juntad enfermiza de po: ci 236 ‘Como el andlisis hace que tomemos consciencia de nuestro inconsciente personal, el individuo se vuelve conifiente de cosas de las que, por lo general, era ya consciente en el caso de otros, pero no en el suyo. Gracias a este descubrimiento, pues, pierde un fanto de su singularidad, se vuelve mds colectivo. Las consecuen- cias de este tornarse colectivo no siempre son malas. En ocasiones, también son positivas, ya que también hay personas que reprimen sus mejores cualidades y claudican de forma consciente y sin me- dida ante sus deseos infantiles. Aunque con el levantamiento de las represiones personales lo primero en Ilevarse a la consciencia son elementos puramente personales, a ellos van adheridos sin embargo los elementos colectivos de lo inconsciente, los impulsos, cualidades y representaciones (imagenes) universales, incluidas todas aquelias fracciones «estadisticas» propias de nuestras virtu- des y vicios promedio: «Todo el mundo tiene algo de criminal, de genio y de santo», como suele decirse. Finalmente, acaba toman- do forma una imagen viviente que contiene bastante de lo que s¢ mueve en ese tablero blanco y negro que es el mundo, tanto lo bueno como lo malo, lo bello como lo feo, prepardndose de esta te POco a poco una semejanza con el mundo a la que un brit Eres hs aa dispensa una calurosa acogida y a tna neurosis. Heald rae el memento decisivo en el tratamiento e estado, han conseguid, estigo de algunos casos que, al llegar a ¢s : y sentir amor elle ido por primera vez en la vida inspirat ane hacia lo incero al que hubieron de acre icnee const personal destino. ¥ también he ig eraecer encuentro con Pensar que este estado cf re 1 definiicg pe eon an re Afos en una ciertaeuforia aie an Bere T era muchas ocasiones he gonig cmprendedora, Como es natural, ¢2 €2803 como un resunggh de OH cémo se alababan este ip Obligado a decir an dela texapia analitica, y por ello me ¥e° Ticos y emprendedores mare coresPondientes a esos seres diferenciarse del mas qmuesttan una capacidad tan reducida pa" undo, que nadie podria Hegar a considerarlos pita el perime' fas correspon ue Ia psique CO funciones psfquicas Ys Z personalidad como su base, 149 Escaneado con CamScanner 37 CONSECUENCIA: SDE LA ASIMILACION De Lo Inconse TENTE nunca un ejemplo de curaci Grados y enfermos 09 rion etl. Soy de a is Xs pinidn de misma medida. He tenido, en clecer ia y tengo que confesar que con fr aa tes, inadaptacién, asf como que, en fcuencia presentaron sintomas de esta linea, en todos ellos fue surgiendo coca son eereraon en y monotonia que caracteriza a todos lee alec ee setlidad hatural, estoy hablando otra veu de cacos Ineo Came es sonas menos valiosas, mis ordinariasy nemale a adaptativas son mds bien de naturales enna fone Sien mi prevaleciera el terapéuta scbee dl inoue imposible, como es natural, resistirme a el investgador, me sera de optimismo mis juicios, porque en a ro lear de un cierto halo saria en el nsimero de |: i cho caso’ mltaniradateeipio: . é las curaciones. Pero mi concis de = tigador no se fia en el ni i feiud deltas eesnnae tgndor nos ia en el nmer, sno ena caida des personas. b 0, eS aristocratic i pect lo mismo que der que nolo son, Maia ha soguid ls hombres de cada, de ellos he aprendio oan ae ec i eramente personal, y también a com- prender los motivos de esa ambigiiedad. Si al asimilar lo inconsciente damos err6neamente cabida a la psique colectiva en el inventario de las funciones psiquicas perso- rites. se produce una disoluci6n de la personalidad en sus pares “I opucstos. Junto al par delirio de grandeza-sentimiento de in- Fecevided, tan claro ef las neurosis y del cual hemos hablado ya, ceisten otros muchos pares de opuestos, aunque de todos ellos eee Hinitaré a desacar tnicamente el parespectcamente mo, ao cur el consttuido por el bien y el mal. La pique colseivs Ta ee dette gooyy junto a todo 10 dems hay tambien en Ne sitio para las virtudes y vicios especificos del ser humano. Ahora bien, unos tienen sus virtudes colectivas por mein personaly ent fi ici lectivos a la list le sus mientras que otros afiaden sus vicios © pea ‘an ilusorias como la grande- Js cosas son t 7 Geass personales, Abas COS nr que los za y la inferioridad, pues las virtu ue los vicios figurados, son tnicamente Tos pares morales de opus contenidos en la psique colectiva Y a ee 1 eal. Hasta sencia o han sido hechos conscientes a fol a a ia peel qué punto estén contenidos am parajo d oa srimitivos, ent gilectina viene a most el ejemplo org observadores POF los cuales una misma tribu es alabada Por *tada por otros por lo sus excelentisimas virtudes Y I ‘ extraordinari -e perverse En el caso de los pri- jinariamente P' bido, se ha~ ivivos, cuyo grado de desarroll? personal, come © 20! 169 Escaneado con CamScanner Las RELACIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSCIENTE Ila todavia en sus inicios, ambas cosas son ciertas, pues su Psique sen lo esencial colectiva y, por tanto, inconsciente en su mayor pare. El primitive es adn en mayor o menor medida idéntico a ly psique colectiva, por lo que posce las virtuces y los vicios colecti. pos sin contradicciones internas, y sin que ni unas ni otros puedan Jerle imputados personalmente. La contradiccién sélo se produce Stando da comienzo el desarrollo de la persona en la psique y la raz6n vislumbra la naturaleza incompatible de los opuestos. La Consecuencia de este descubrimiento son los conflictos de la re- presién. Uno quiere ser bueno, por lo que debe reprimir lo malo; ste punto sefiala también el fin del parafso de la psique colectiva, La represiGn de la psique colectiva es lisa y llanamente una nece. sidad del desarrollo de la personalidad, El desarrollo de la perso- nalidad en el primitivo, 0, mejor dicho, el desarrollo de la perso- na, es una cuestién de prestigio magico. Quienes aqui sefialan el camino son las figuras del hechicero y del jefe de la tribu. Ambos se destacan del resto por lo singular de sus adornos y su manera de vivir, es decir, por la expresion de su papel. Estos peculiares signos externos sirven para diferenciar a un individuo del resto, y la posesi6n de secretos rituales especiales acentiia atin més dicha separacién. Con estos y otros medios similares el primitivo genera una envoltura en torno a sia la que puede darse el nombre de per- sona (mascara). Es sabido que entre los primitivos es precisamente valiéndose de méscaras reales como se opera un enaltecimiento o alteracién de la personalidad en ocasiones especiales, como las constituidas, por ejemplo, por las fiestas totémicas. De este modo, el individuo destacado parece evadirse de la esfera de la psique co- lectiva y, de hecho, en la medida en que consiga identificarse con su persona, se evade de ella realmente. Esta evasién le confiere un Prestigio magico. Como es natural, seria facil decir que el motivo que impulsa este desarrollo es el afan de poder. Se olvida total- mente, sin embargo, que la génesis del prestigio es siempre el pt0- ducto de un compromiso colectivo, es decir, que para que aquélla Pueda tener lugar ha de haber alguien que desee ese prestigio, 4 Ea ee eae ae busque a alguien a quien poder conferiselo reviste de prone: setia una equivocacién decir que Une se tata me nab Pattiendo de un deseo individual de pode que la sociedad ys ‘¢ un asunto eminentemente eolectitys vo de caricter magico, * Su Conjunto tiene necesidad de una ee poder que tiene un ae como vehfculo tanto de la neces! A aie mayorta tiene individuo concreto como de la volun “ aparicion del rece comet a. él, provocando de este mode, ‘gio personal. Un fenémeno que, como mu 170 Escaneado con CamScanner CONSEC, ' VENCIAS De 1, sth "acto, No, lahistoria del ori Origen de la pol; eval on er Social de tog neve unaii E le la im Pueblos, MPortanci tancia que harsiogs iPM det ae, cia funda. de que se produzea ‘ina ae RO subestimar 2° Personal supone una amenaza, y elfen iO? feBresiva en > 2 POsbilided sino también par; Pine Slo para e ingivhy ES Colectva Viduo destacad fo, 4 SUS seguidoy como ésta s6lo puede denne ore, Sin em cir, el reconocimiento general, hn ig , ha sido E Lo NCONSCienTe Cuando la mens 3°? 22 Posibilidad estigio, es de- ca por a influencias hostiles, el ; Pronto como ya no exna sects ete Posto; per a validez universal, el prestigio perdera sv vinee ae eam la oor reg eel st perder #8 ylor Positivo y devendra miento cistnatico, y el proceso vuelve aempear decks enn Como la personalidad reviste una extaordinaria| finportance para la vida de la comunidad, todo lo que pueda pertrbarsu de- satrollo es observado también como una amenaza. La mayor ame- naza estriba sin embargo en la disolucién prematura del prestigio debido a una irrupcién de la psique colectiva. Uno de los medios Primitivos mas conocidos para conjurar este peligro consiste en una incondicional ocultacién. El pensamiento, el sentir y el logro colectivos son relativamente faciles en comparacién con la fun- cién y el logro individuales, por Io que la tentacién de hacer que Ia funcién colectiva ocupe el lugar de a personalidad diferencias es siempre muy grande. Mediante el debilitamiento, primers y luego la final disolucién en la psique colectiva (neesc™ te > dro) de la personalidad diferenciada ¥ Powe Pr cs mégico, se produce una «pérdida del almay Or por ello, en efecto, se ha omitido 0 anulado U0 Pr ano, la violacin de un taba se ve seguida 0° U7 a seriedad de a 01 érmi- cual guarda una perfecta corresh’ ar estas cosas en t ‘emplar estas ¢ - in contemP © 9s hist6ricos ¥ me situacién. Mientras se insista ¢ Fo eomo res I fag nos puramente causales, ¢8 decit; O°. 4, imposible compe astacie del eabui del incesto?, seeuird SION Tpera si observ tas medi qué podrian encerrar de bueno “ obras; la multitu deba set conquistada y 1 10 [Totem y sal 8. Freud, Totens und Tabu — Escaneado con CamScanner Las RELACIONES ENTRE EL YO ¥ LO INCONSCIENTE el problema desde una perspectiva teleol6gica, se veran aclrads muchas cosas que yacfan hasta ese momento en la oscuridad, m0 Aefectos del desarrollo de la personalidad, por tanto, la radi- cal diferenciacién respecto de la psique, eolerire es un requisito sndispensable, porque toda diferenciaci6n defectuosa es causa de aint dnmediata disolucién de lo individual en lo colectivo. A par. tir de aqui, sin embargo, existe el peligro de que en el andlisis tle lo inconsciente a psique individual se mezcle con la colectiva, fo cual tiene las desagradables consecuencias citadas més arriba, Cuando el paciente ejerce cierto influjo sobre su entorno, tales consecuencias van en perjuicio de su vitalidad 0 de quienes le ro- Gean, En su identidad con la psique colectiva, en efecto, el pacien- te tratard inevitablemente de imponer a los demas las pretensiones de su inconsciente, porque la identidad con la psique colectiva acarrea consigo un sentimiento de universalidad («semejanza con Dios»), para el cual la psique diferente y personal de sus vecinos deja de ser un obstdculo. (Ese sentimiento se sigue naturalmente de la universalidad de la psique colectiva.) Una actitud colectiva presupone como algo natural que la psique de los demés tiene que ser igual de colectiva. Sin embargo, tal cosa supone pasar por alto las diferencias individuales sin ningtin miramiento y deparar un trato equivalente a diferencias més generales también presen- tes dentro de la psique colectiva, como, por ejemplo, las diferen- cias raciales’. Pasar por alto todo lo individual se salda, como es natural, con una asfixia del individuo, viéndose asi extirpado el elemento diferenciador en una sociedad, El elemento diferenci dor es el individuo. Los mayores logros en virtud, al igual que los crimenes mds abyectos, son individuales. Cuanto mas grande sea una sociedad, y cuanto mayor sea el apoyo brindado a causa de prejuicios conservadores a la suma de los factores colectivos caracteristica de toda gran comunidad en detrimento de lo indi vidual, tanto mayor seré la aniquilacién moral y espiritual del in- un var Dea el ran error de considerar ls resultados de una psicologa ju come casacameral Yast come a nade se le our tampoco que la siolota china for ea‘ guols india pudiran ser vinelantes para nosotos,acusrme de antsemite Be pete canes 2 manera seria tan fil y estpido como decir que estoy lene dl Getarolls ontanen in BoF supuesto, en una etapa ms temprana y profunda tmentalidades amigo, donde todavia resulta imposible encontrar diferencias entre IS Uns pega cee et amie y mongélca todas las razas humanas compared tambien deren cal Sia embargo, con el inicio de las diferencias énicas uree® lobo a nuests monet aals eo la prgue colestva, Por ello, no posemos easladar i Guetin embargo noe cal a ete de cazas senas sin perjudicatasensiblements 1 Caen en rans dea eet ans gs chs naturales inintvamente dies 172 Escaneado con CamScanner cee ER ASIA ON og ine ONSclenTe dividuo, y tanto més ce ético y espiritual de la sociedad, ty perar es naturalmente la sociedad colectivo. En cambio, lo ala destruccién, es deci Bada se y er la tinic, a fuen e este modo, 1g yal Progreso » Mayor es también S due desaparecen y menor, en Sy Por descansar ésta entera- men N Ja libertad individual que debe indispensablemente acompanarlg, De ahi que todo indi los senadores, acenttia de mai Presentantes ij es un bruto, cuando la sociedad colectivas en sus re- lo lo mediocre, todo facil ¢ irresponsable, ado. Este proceso da 6ptimas Personas].) Por ello, nera automitica las cualidades individuales esté premiando tod. esta a vegetar de una manera que lo individual sea coaccion: ta escuela, contimtia en la universidad y se adueta de donde el Estado mete mano. Cuanto mas Pequeiio $4.UN cuerpo social, tanto mas garantizada estard la individuali- dad de sus miembros y tanto mayor ser su relativa libertad y, por inde la posibilidad de la responsabilidad consciente. Sin libertad somoralidad no puede existir en absoluto. Nuestra admiracion hont’® Brandes organizaciones vacila en cuanto empezamos a vis- lumbrar la otra cara del milagro, es decir, la enorme acumulacién Y acentuacién de todo lo primitivo en el ser humano, y la inevi- table aniquilacién de ea individualidad en provecho del paris We, a fin de cuentas, toda gran organizaci6n es. En nuestros dias, comienzo en todo aquello 173 a Escaneado con CamScanner 21 LAS RELACIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSClENGe el hombre que responde en mayor 0 menor medid; Colectivo ha hecho de su corazén un antro de ase To demuestra ficilmente el andlisis de su inconsciente: s. mismo no se sienta en absoluto perturbado por este hecho, medida en que esta persona se haya «adaptadon"® con normalidad a su entorno, tampoco le molestaré lo més minimo la Brandisima perversidad de su sociedad, a poco que la mayoria de sus semejan. tes demuestren creer en la elevada moralidad de su organinarc, social. Lo que acabo de decir de la influencia de la sociedad © el individuo es cierto en iguales términos de la influencia de Io inconsciente colectivo en la psique individual. Como se desprence de mis ejemplos, este influjo es sin embargo tan invisible come vt sible es el primero. Asi que no es de extrafiar que no se entiendan los influjos internos y se considere que la mejor forma de referine a la gente a la que le suceden estas cosas sea tachandola de ra enferma y aun de trastornada. Si por casualidad se tratara de un verdadero genio, s6lo lo advertiré la siguiente generacién o la pos terior. Ast como nos parece evidente que alguien se ahogue en su dignidad, asf también nos parece incomprensible que alguien busque otra cosa que lo codiciado por la mayoria y desaparezca en ello permanentemente. A uno le gustaria desearles humor a am. bos, esa facultad del hombre que Schopenhauer consideraba ver- daderamente «divina, la tinica que capacita al ser humano para que éste conserve la libertad de su alma, El anilisis de lo inconsciente permite reconocer el influjo que ejercen en nosotros las formas e impulsos basicos colectivos del Pensamiento y ¢l sentimiento humanos. Tales impulsos y formas Constituyen ast una adquisicién de la personalidad consciente, que no puede hacerlos suyos sin sufrir considerables trastornos. Pot ello, durante el tratamiento practico es importantisimo no perder de vista la integridad de la personalidad, pues el hecho de conce- bir la psique colectiva como un accesorie personal del individuo equivale a someter la personalidad a una atraccion 0 presién cast aeronblss de vencer. De ahf que sea absolutamente Precio | dis nie . eh suma clatidad los contenidos personales de los conte fécil de rea nde COlectiva. Esta distincién, empero, no oe § galt Porque lo personal brota de la psique cole eat ae conenamente vinculado con ella. Por ello, es i consideraree a leben calificarse de personales y cudl es 9 ior olectivos, Es indudable que, por ejemplo, !o% a al ideal mora SiNOS, conform que é| Yen 10, "Para eencajes ‘ joss 5630, o bien Cu g Sey se PelOM cf. Tipospsicoldgicos, 1950, pp. 457° 174 Escaneado con CamScanner an ONsecui - © ENCIAS De A ASIMILAG, HON bolismos arcaicos con | en suetios y fantasfas ooutfiey ree amen los impulsos basicos y todas yoo! y el sentimiento. Todo agaethe> en considerar general es soleo tu !0s comprenden, que constituye un be sri cme wn ba m colecvosy In tas una capacidad wilisima para ls inereses imitacion. La psicologia social no todas para la individuacién: la to su cultivo, pues sin elle con tances nacomsias en absolu masas, el Estado y el orden social; y ela Ses srganioaiones de frimitaion, concepto en el que 5 halle meluties e eease sad, Is supention y Ja contaminacién espiritual, es la verdadera feiss del orden social. Sin embargo, un dia tras otro vemos palit usa 0, mejor, cOmo se abusa del mecanismo de a imitacién a fin de distinguirse uno personalmente, Para ello, uno se limita lisa y Hanamente a imitar a una personalidad sobresaliente © una cualidad 0 conducta raras, con lo que sin duda se llega a una diferenciacién del entorno mis inmediato en un sentido su- petficial. Como castigo —se podria casi decir— la semejanz? co el espititu del encorizo, que no por eso deja de estar ahi, aa <) vuelo hasta transformarse en un vinculo inconscientey coo. tivo con él, Por lo comin, el intento, falseado por la imitaci6n, de ferenciarse individualmente se queda en Una Post, 0 lo que la persona permanece en el mismo estadio ene traba con anterioridad, s6lo que unos pose” Para descubrir lo que hay realmente de indi Js, i Ll. CE Tipos psicolégicos, 1950 foc 6,1 definiciones ‘meta el individuacién ie 1 es de diferenciaci®! a Personalidad individual... Puesto que ¢! in tencia presupone una relacién colectiva, & $M aislamiento, sino en una relacion colect 175 Escaneado con CamScanner LAS RELAGIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSCiENWeg necesario empezar pot reflexionar con rigor, siendo ésta a en que tomamos stbitamente consciencia de las xtraord; a Gificultades que leva aparejadas el descubrimiento de I: dualidad. Ota Matias indiyj. 176 Escaneado con CamScanner 23 3 LA PERSONA COM 10 RE DE LA PSIQUE coLEctia= En este apartado nos enfrentamos a un problema que se presta a una grandisima confusi6n cada vez que se pasa por alto. He men- cionado ya que mediante el andlisis de lo inconsciente personal lo primero en ser incorporado a la consciencia serfan contenidos personales, por lo que he propuesto designar a las partes de lo inconsciente que aun reprimidas siguen siendo susceptibles de tor- narse conscientes con el titulo de inconsciente personal. Ademés, he mostrado que, al incorporarse a la consciencia los estratos mas profundos de lo inconsciente —estratos que he recomendado bau- tizar con el nombre de inconsciente colectivo—, tiene lugar una ampliacién de la personalidad que desemboca en una sian de inflacién. Este estado se alcanza con la mera ae ae trabajo analftico, tal y como sucedi6 en el elemplo antes Co Al proseguir con el anilisis, ABBAS cimpersonales Y tni- propiedades basicas de la humanidad todavia imp’ numa cabo de hacer refe- Bat inflacién a la que a - Yersales,originandose esa infacion [2905 sg una con rencia, que habria que consi jenciacion’. secuenicia desagradable del proceso de conse seni, eth muy oe = LL. Bere fenémeno, consecvencia dena mayor COMET : I caraeriten er cia deo alco ys ross Sm ser una carareitin especfca del watamimo tn nyo, x hombres son avasallados por un nuevo saber jiento habia trast uevo con uarda ningut Ce oe rasan, ps el mare COROT ng guards NEU algunos, como acostumbra siempre # ee echo de ane un = alana de dseubrmient, SO CO" CE como part. ae eda apoderarse hasta tal punto dé 84 TY, pene y te Sue presse Ver ni ofr otra cosa. El conocimiento pc sine noes trar la solucién al enigma del mundo» 177 aad Escaneado con CamScanner pevacrones ENTRE EL YO Y LO INCONSCIENTE Las tad consciente es un recorte més o menos arb, wagon ct pea por man ecario de a Bsa fn la sensaci6n de ser Personaes, El ay, hechos stati» expresa la pertenencia exclusiva a esta persong buto «persons “consciencia exclusivamente personal insste con determinada. rad en sus derechos como propietaria y autora de una orenidos ¢ intenta con ello crear una totalidad. Sin embargo, sus conteijos contenidos que se niegan a encajar en dicha total. oars aro bien pasados por alto y olvidados, 0 bien reprimidos y a tal cosa equivale también a una suerte de autoeducacié, negados Tr autoeducacion que peca en exceso de arbitaria y vox si Dien vars de una imagen ideal a a que uno gustaria asemejar ree pia figura, se hace preciso sacrificar un ntimero excesivo de waves humanos universales. De ahi que este tipo de ejemplares “Pessonales» sean siempre en extremo sensibles, al ser sumamente seNGillo que ocurra algo por lo que pueda acceder a su consciencia tin fragmento desagradable de su verdadero carécter (de su caréc- ter «individual», aus -Aeste recorte de la psique colectiva al que con frecuencia no es posible convertir en una realidad sino con grandes esfuerzos le he dado el nombre de persona. La palabra persona es de hecho la expresién acertada en este caso, pues originalmente la persona era la mascara de que se servian los actores para cubrir su rostro y por la que podia reconocerse el papel que debian desempefiar en es- cena. De arriesgarnos, en efecto, a establecer una clara distincién entre lo que habria que calificar de material psiquico personal y Io que tendrfamos que considerar material psfquico impersonal, somos enseguida presa de la mayor de las confusiones, porque, Este proceso constituye hasta tal punto una reaccién general que el libro del Géness (Gn2, 17) presenta ya el pecado de comer del érbol del conocimiento como un pec = En principio, sin embargo, habra quien no termine de comprender del todo eee 4a que un poco més de consciencia, seguida por un tanto de presuncién, aaedeee algo tan peligroso. El Génesis presenta ese tomar consciencia como Ticlsin de un tab, como si con elconocimiento se hubieratraspuesto eiminalnet ra sacrosanta. Y, a mi parecer, el libro esta en lo cierto, porque todo nuer” aso en dreecién a un ‘aot nal ae ‘una mayor consciencia constitaye una suerte de pecado promeeie ent a 1 se hace en cierto modo que los di lied des deci se aran jodo que los dioses sean victim raga tans des context natural algo que pertenece a os poder icons note oa abitrio del conscenca, La persona que ha usurpado es MES Toque és pasa a ser decom ‘embargo una alteracién o ampliaci6n de su conscenci por encima ie on seine de lade sus conveinos, Con ello la penons Se Gindose ala ves ae 88 Momento era humano (eSerkis como Dios) Pete OY los dioses: esa persona ‘ombres, La tortura que constituye esa soledad e512 YeNBerm encadenada a les soln gn Posed volver con los hombres. Ha sido, como dice limi arias aleuras del Céucaso, abandonada de dioses y hombre 178 Escaneado con CamScanner toto como algo «individual»; sin embargo, bre indica, la persona es tan s6 c tiva, una mdscara vidual y que, como su mismo nom- ; dscara de la psique colec que transmite la engatiosa Sensacién de ser indi- no siendo realmente mas 26 Al analizar la persona, » disolvemos la mascara y descubrimos que lo que aparentaba ser i individual es en el fondo colectivo, que Persona, en otras palabras, era tinicamente la mascara dela psi. que colectiva. En términos rigurosos, la persona no es en absoluto «teal». La persona es un compromiso entre el individuo y la socie.. dad que tiene por objeto lo que «ada uno de nosotros aparenta ser», Cada uno de nosotros adopta un nombre, adquiere un titulo, ejerce una funcién, y es esto 0 aquello. Como es natural, todas estas cosas son hasta cierto punto reales, pero en comparacién con la individualidad del sujeto en cuestin su realidad es s6lo Secundaria, un mero compromiso en el que en ocasiones los de- més participan en mucha mayor medida que él. La persona es una mera apariencia, lo que, hablando en broma, cabria bautizar como idad bidimensional. Fea see eee ioe arg, abandonat el hecho en tte o> No seria justo, sin embargo, ceri qosientla\dlecciéa, mento de la exposicin sn ala ver reconocer que ela eleccién definicién peculiares de la persona reside ya algo individual, serge pt identidad exclusiva de la consciencia de! como que, no obstante la ee re Vente, la verdadera indivi- Yo con la persona, el snismo inconsins1 verdad di dualda, esté presente en todo momento Ys: Wee Oe de forma directa, sindirectamente, Aunque la consioni 6 ye ¢ de entrada idéntica a la persone Te ante la colectividad y sn i ; de la que se inviste para pre el, el sf-mismo con la que, en dicha medida, interpret ro de no hacer i seni imido ‘fica in uede ser reprimidc figura especi notan Se inlue empieza por manifestarse fa ks eer Oy contaniclos diseordantes y compensatorio ‘cia suscita reac de los contenidos discordantes ¥ comin ita eae. te. La actitud puramente persomr “1a cuales, junto a rep ciones por parte de lo inconscienté, ders ‘dan cabida a cond indivi Itos Ho individual ocul tos de desarrol i Se ss ba oe ‘fantasies ‘eslectivas. Al analizarse lo inco as} woltura 27 179 Escaneado con CamScanner 248 geractones ENTRE FL YO Y LO INCONSCIENTe LAs anal el material colectivo es conducido ala consceng , a . a Se acl ciente a Jos elementos de la individualidad. Me hago cargo ¢ junto con los eT miliarizado con mis ideas y mi técnica egy jen ‘i : a est ane 8 on ie resultard poco menos que incomprensible, especr afin a ne jose de alguien gue esté acostumbrado a ok ce mente tratindoss CFP prisma de la teoria freudiana, Pero 9°} Io inconsciente dS de traer una vez més a su memoria el cac lector eiante de filosoffa, serfa posible con su ayuda hacerse tna idea aproximada de lo que quiero decir con mi formulacién, ‘Al comienzo del tratamiento, la paciente no era consciente de que {a relacién con su padre la mantuviera ligada a él, ni tampoco de gue, en consecuencia, estuviera buscando a un hombre parecido a a padre, al que sin embargo salfa de inmediato al paso con suin- telecto. En sf esto no hubiera supuesto un desacierto si su intelecto no se hubiera caracterizado por un peculiar cardcter contestata- tio, un cardcter con el que, por desgracia, es frecuente tropezarse entre las mujeres intelectuales. Un intelecto de estas caracteristi- cas trata siempre de sacar a la luz los defectos del otro y pese a adoptar maneras preferentemente criticas, a la par envueltas en un tonillo desagradablemente personal, pretende que se le siga te- niendo por objetivo. Por regla general, esto hace que los hombres pierdan del todo su buen humor, sobre todo cuando esas criticas, como acostumbra a suceder en no pocas ocasiones, hacen blan- co en un punto sensible que, en interés de una discusién menos ctispada, habria sido mejor no rozar. Pero lo que distingue a este intelecto femenino es que, por desgracia, busca mucho menos la objetividad de la discusién que puntos débiles a los que aferrarse con el fin de provocar la irritacién del varén. En la mayoria de los casos, esta insistencia est4 muy lejos de responder a una intenci6a oon y.alo que obedece es més bien al objetivo inconscient? 7 bligar al hombre a que demuestre su superioridad y se ee ik aes? digno de admiracién. Por lo comin, el var6n ee hétoe, y ante S que se le esté obligando a asumir el pape ect Zeller f enorme desagrado que le producen los « rede volver a ae €s que en el futuro opte por dar un rodeo an endl 6s al homies ase Co" Ja dama, Al final, todo lo que ela it, no es digno oa s Pees un principio y que, POF , 01 acién. teflesonan jn mi paciente tenia agut macho sobre loge Meonscientes, La ieee ella todos estos juegos eran en ae mal que habia venid a ademas que examinar atin 1 des: ee nider, Me Men desarrollindose entre su padre) fl fa demasiado lejos describir aquf ¢” 100 Escaneado con CamScanner 249 250 LA PERSONA COMO RECORTE DE Ly PsiQi VE cotec: TVA Jo comprensivamente que Ga, se habfa relacionad, extraio dela madre desu progenitor convertido —a una edad excepcionalmente te s . ‘ de su madre. Todo esto fue objeto del anaing Pratt rival we personal, Dado aue a mi, aunque no fuer 38 ieonsten- s ; na motivos profesionales, no me estaba permitid dey ns Ue POF la irrtaciOn, me convert sin que nada pale’ eta ot por y padre-amante, con lo que aun la misina tea ® 6 hétoe siendo también un contenido de lo inconsciente peers Pe i 4 I. Mi pa- pel heroico no era nada més que una aparienciny og con me habfa convertido gracias a el en na yo ab d mero fantasia, ella siguié también desempefiando su papel tradicional, es decir, el deg madre-hija-amante sapientisima y adultisima capaz de compren- derlo todo, un simple papel, una persona, tras la cual yacfa ain escondido su auténtico y verdadero ser, su si-mismo individual, En realidad, al identificarse todavia totalmente con su papel, la paciente no era en absoluto consciente de si misma. Continuaba sumergida en las brumas de su mundo infantil y segufa sin haber descubierto el mundo real. Pero en la medida en que la naturaleza de su transferencia fue haciéndosele consciente con la ayuda del anélisis, empezaron también a producirse aquellos suefios de los que he hablado en el primer capitulo. Dichos suefios hicieron que salieran a la superficie fragmentos de lo inconsciente colectivo, y de este modo se vino abajo su mundo infantil y, junto con él, nues- tra comedia heroica. La muchacha volvié en si y tomé consciencia de sus propias y auténticas posibilidades. Tales el modo, al menos, en que acostumbran a discurrir las cosas en la mayorfa de los ca~ sos suficientemente analizados. Que la consciencia que la paciente tomé de su individualidad fuera justamente a coincidir con fa rae tivacién de una imagen arcaica de Dios no constinuye on Tt una coincidencia aislada, sino un suceso aie meh modo de ver, responde a una regularidas inceniones que acaba- iTras estas divagaciones volvamos a las r mos de iniciar més arriba! z Ja individuali- Cuando se eliminan las represiones personne Sr, liberan- dad y la psique colectiva emergen fundidas Wm fo as y sefios do las fantasfas personales antes reprimidas. "Sco diferente gue hacen ahora aparicién adoptan eats ‘alas i Una de las notas infaliblemente vine 0 ida, vas parece ser la representada por &© C2" rancjsticas con CU Por la relacién de las imagenes OMIT spacial, des césmicas, como Ia infinitud tempo™ 181 Escaneado con CamScanner 2st 252 LAS RELACIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSCIENTE locidad y extensién del movimiento, las referencias «astrolégicasy las analogias teluricas, lunares y solares, las experiencias de fuerte, alteraciones en las proporciones fisicas, etc. El uso evidente de motivos mitolégicos y religiosos en el suefio apunta también eg direccion a la actividad de lo inconsciente colectivo. El elementa olectivo anuncia muy a menudo su presencia por medio de sin. fomas especificos?, por ejemplo, mediante suefios en los que ung navega por el espacio exterior como un cometa, 0 resulta ser |g Tierra, el Sol o una estrella, o posee un tamafio descomunalmente grande o pequefio, o ha muerto, o se halla en un lugar desconoci- do, ajeno a si mismo, confuso o sin juicio, etc. También hace acto de presencia, por ejemplo, la sensacién de estar desorientado, asi como vértigos y similares, a todo lo cual se afiaden los sintomas de la inflacién. La abundancia de posibilidades que encierra la psique colect- va es causa de confusion y desorientacién. Con la disolucién de la persona, en efecto, se produce un estallido de fantasfas arbitrarias, que al parecer no serfan sino la actividad especifica de la psique colectiva, Esa actividad lleva a la consciencia contenidos de cuya existencia no se tenia hasta ese momento ni la més minima sos- pecha. Sin embargo, en la medida en que aumenta el influjo de lo inconsciente colectivo, la consciencia pierde también su poder de direccién, pasando sin darse cuenta a ser guiada, a la vez que, paulatinamente, un proceso inconsciente e impersonal va haciéo- dose con las riendas. De este modo, la personalidad consciente ¢s desplazada sin notarlo, como una figura més entre otras muchas, sobre el tablero de ajedrez de un jugador invisible, siendo precise mente éste, en lugar de la consciencia y sus propésitos, quien de- cide la partida del destino, En el ejemplo mencionado més arriba, ésta fue la manera en la que se Ilevé a cabo esa disolucién de la transferencia que la consciencia crefa imposible. ; Speen en ete Proceso es inevitable cuando es nec taedenk ificultad aparentemente insoluble. Pondré ee en todos los coer como es natural, esta necesidad no arent Simayoris ie mo le neurosis, pues en lo que a oA ‘de dF ficultades iid Sopesarse de entrada es la bs oe one graves no pact eas de adaptacién. En cambio, los oifi- Pueden curarse si no se produce una profunda «™ 2. Eneste pu jan 25 aparicign en los acne 7 Ae Scalar que los elementos coletivos nos limit ig Ae suaciones en lag a aed del tratamiento analtico. Exist u 2 ést, sin embargo, ef ®t luz la actividad de lo inconsciente cole “ear apropiado para discutir estas condiciones. 182, Escaneado con CamScanner PERSONA CO a MO RECORTE DE Ly pg 1QUE Otectiy, - cacion del cardcter> o de la actitud, Bn k gla realidad requiere un trabajo tan 4 ™ayoria, la adaptacig tiempo Ja adaptacién al interior, a Ieee que durante mo yra ni siquiera en consideracién, En om gTSCemte colectvos he tacion se convierte en un problema, lo io) tS tiltima adap al punto de partida de una atraccion singuige ie P38 ser gjerce un influjo muy poderoso en la cites iF € ittesistible, que La preponderancia del influjo inconscient: ‘c16n vital consciente, Ia disolucién de la persona y el destronamicnns enamine con de la consciencia a ella unidos, da paso a ant? {tt Poder rector equilibrio psfquico, que en el caso del trate en eacion del sido provocada artificialmente con el propdsito meln eo ver una difcultad que mantenfa en jaque el procens dog oe Como es natural, los obstéculos que pueder ser spe. a un buen consejo, una pizca de apoyo moral, wns welhene yoonee) , una reflexién o una pequefia dosis de buena voluntad por parte del paciente, son infinitos. Con todo ello pueden también conseguirse muchas cura- ciones, no siendo raros los casos en los que uno no se ve precisa- doa decir ni una sola palabra sobre lo inconsciente. Pero existen también dificultades cuya solucién satisfactoria se converte en un completo enigma. En estos casos, si no se ha producido ya antes del tratamiento un trastorno del equilibrio psiquico, sin duda hard su aparicién durante el mismo, y muy frecuentemente sin que cl médico haya hecho nada para provocarlo. En apariencia, todo viene a indicar que estos pacientes se habrian limitado a esperar aencontrarse con una persona en la que confiar para abandonar- se a s{ mismos y poder derrumbarse. Una pérdida semejante del equilibro es en principio similar a un trastorno psicdtico, es deci lo tinico que la diferencia de las fases iniciales de una enfermeda mental estriba en que durante su evolucién ulterior dicha péret da desemboca en una mayor salud, mientras que el trastorno, 2 una mayor destrucciGn. Se trata de un estado de P&M, ce nirse abajo en presencia de un conflico para el que ©” Tort no habria remedio. La mayor parte de las veors te Tg para jo fue precedido por esfuerzos desesperados ¢6 tt undo la controlar la situacién. Luego vino el derrunt , voluntad hasta entonces rectora termin© por: i energfas de este modo liberadas desaparcee® oo, ; Precipitindose de alguna manera en Jo inconset jgnos de wna act que en estos momentos aparece Jo del joven a jo del j Vidad inconsciente. (Remito al lector 7 cen ala qu abandona 12 Mental.) Resulta evidente, pues W° 14 Fi guiente conserue eee ‘ Fs jiente. Consciencia ha activado lo inconscient 183 asd Escaneado con CamScanner ‘ 253 ones ENTRE EL YO ¥ LO INCONSCIENTE j Las RELACI de actitud. Es facil pensar que, en el caso del jove ae terebro més fuerte habria interpretado la vision mencionerelias como una iluminacién curativa, contemplando e sufrimiento humano sub specie aeternitatis, con el resultado de She la hcider habia vuelto 1 mente’. De este modo se habrfa hecho a un lado un obstaculo en apa- riencia insuperable. Por dicho moun, considero que la pérdida Fal equilibrio es un fendmeno due responde a una finalidad, pues ce miulaza a [a consciencia inoperante Por la actividad automética etnatneiva de lo inconsciente, la cual, ademas de tener por meta fl establecimiento de un nuevo equilibrio, también alcanza dicha fo, claro estd, que la consciencia sea capaz de meta —presuponiendc ‘ i asimilar los contenidos generados por lo inconsciente, es decir, de comprenderlos y hacerlos suyos—~ Si lo inconsciente se limita a imponerse sin més a la ‘consciencia, lo que se produce es un estado psicético. Y si su penetraciOn no es total ni se alcanza ningin tipo Fe comprensi6n, el generado seré un conflicto que paralizaré todo progreso ulterior. Con la cuestién de la comprensién de lo incons- Ponte colectivo hemos dado sin embargo con unt dificultad mas gue considerable, de la que me igustarfa ocuparme en el siguiente capitulo. ‘es un cambio mencionado, ide: un 3. Theodore Fl , aa al, lournoy, «Automatisme téléologique anti. * 1péché par une hallucinations: Archives de Psychologie Vil (1208); Pe neha 4 s5- [OC 31s $304 SP como Jung, Psicologia de la demencia precoz, 1907, pp- 17+ 184 Escaneado con CamScanner 4 LOS INTENTOS POR LIBERAR A LA INDIVID T DE LA PSIQUE COLECTIVA mein ‘A. LA RECONSTRUCCION REGRESIVA DE LA PERSONA *4 Cuando la orientacién consciente se derrumba, lo sucedido no es cosa baladi. Se trata siempre de un pequeto fin del mundo, en el que todas las cosas retornan una vez mas al caos de los comienzos. Uno se siente expuesto, desorientado, como un navio se gobierno entregado al capricho de los elementos. O eso parece al menos. Pero donde en realidad ha vuelto uno a Precipitarse es en lo in. Sorsciente colectivo, que a partir de ahora se hace con el control le la situacion. Seria posible reunir un gran niimero de ejemplos de esta especie, en los que en el momento eritico aparece una idea salvadora, una visi6n © una voz interior, que con un irresisuble Poder de conviccién confieren un nuevo rumbo a la existencia. Cabria también citar ejemplos, acaso no menos numerosos, en los ules el derrumbamiento supuso una catéstrofe que tuvo come fonsecuencia la destruccién de una vida humana, pues en momen- somo éste se hacen también fuertes las convicciones enfermizas ao pienen abajo todos los ideales, lo cual no es cosa menos delica- Primer caso da origen a una soledad psiquica o una psicosiss i28undo, aun estado de desorientacin y desmoralizacion, Pere dao’ £0mtenidos inconscientes acceden a la consciencia y la inun- dan con gy casi demoniaco poder de conviccién, surge la pregunta digit Odo en que reaccionard el individuo. éSerd avasallado por hare’ £OMtenidos? éSe limitard a depositar su fe en ellos? éLos re- én nt? (Aqui no entraré a considerar el caso ideal: su compren- en Stitica.) El primer caso esta representado por las paranoias y luizofrenias. El segundo caso es un individuo extravagante 185 Escaneado con CamScanner 25s Aciones ENTRE EL YO ¥ 10 INCONSCIENTE LAS REL cos o una persona infantil que se separa de la de pecs of mana lec caso et EPEC TINS Br la reconstruccion regresiva de la persona. En presencia de esta for- mulacién aparentemente tan técnica, el lector no se equivocara al in aparentcmmerito es una compleja reacciGn psiquica que Presale o tratamiento analitico. No il curso de un es posible observar en el » ft ‘eames, serfa un error pensar que un caso como éste solo surge oofiche circunstancia. Es posible observar ee proceso igual de ia incluso mucho mejor, €n situaciones vitales i encia i ituacio Boyne i aan, por ejemplo, todas aquellas situaciones ‘existenciales en las que se ha producido la destructora intervencion de un violento revés del destino. Reveses del destino los sufre sin duda todo el mundo, ns veces se trata de heridas que curan y que pero la mayoria de I d perGejan tras desi mas que una cicatriz. poco profunda. Aqul, en cambio, se trata de experiencias destructoras que pueden hacer pe- Gazos 2 una persona 0, cuando menos, mutilarla de forma durade- cae acemon, por ejemplo, en un hombre de negocios que hubiera Je rido demasiados riesgos y que a resultas de ello se hubiera visto obligado a declararse en bancarrota. Si nuestro hombre no s¢ deja Gesanimar por esta deprimente experiencia y sigue conservando {ntacto sa espiritu emprendedor, acaso saludablemente amorti- guado, su herida habra sanado sin mutilarlo. Pero si se derrumba, Fenuncia a seguir arriesgdndose y se esfuerza trabajosamente por volver a reconstruir su reputacién social en el marco de una per- sonalidad mucho més limitada, desempefiando labores subalternas con Ia mentalidad de un nifio asustado en un pequefio puestecillo situado a todas luces por debajo de sus capacidades, técnicamente habrd reconstruido regresivamente su persona. Aterrorizado por su experiencia, nuestro hombre retrocederé a una etapa anterior €n el desarrollo de su personalidad, empequefteciéndose y haciendo ver que todavia se enfrenta a la experiencia critica, cuando en rea- lidad lo iltimo que se le ocurriria es repetir una osadia semejante. Ysi ten ¢s cierto que antes habia pretendido cosas que tal vez no See amt ur eat na eed so Se idad no tendria dificultad alguna la yeeipe de experiencia se producen en sodos los agpectos de curso de un tratamiento ricolegion J, por cll, camblén 22 ene con une ENBIASS dele eres Ta oan ee ‘eda decsmision ingen nee ae interna 0 ext la experiencia critica en el eterna: ny ngs cOne el caso del tratamiento viene a mostrarnoslo 186 Escaneado con CamScanner 256 LOS INTENTOS POR SERAR DE LA PsiquE coLEctiva el ejemplo de nuestra estudi: . reacia. Comohe indicado nds ca ; Strata de la transfe- por encima de la sima de la transferencis de fen ceslizarse en dicho caso, no es vivida como una experiencia sn cients tancia sucede. Como es natural, el médico pede aa 48 impor- por pura comodidad, de que todos sus pacienres atit¢l deseo, este esquema. Pero si los pacientes son inteligemer enon si solos y sin necesidad de ninguna ayuda in eee eet Pot problema. Por ello, cuando el médica, como en tense Sse ba citado, es elevado a la categoria de padreamante te blanco de todo un aluvién de exigencias, se ve ebligades ingening algin medio o alguna via con la que hacer frente este sled de tal modo que, por un lado, no se vea arrastrado por el remolino y, Por otro, no se siga perjuicio alguno para el paciente. La interrup, cién violenta de una transferencia, en efecto, puede desencadensr una profunda recaida algo peor, por lo que el problema debe ser manejado con sumo tacto y cuidado. La siguiente posibilidad consiste en abrigar la esperanza de que el «despropésito» se 50- lucionara con el tiempo por st solo. Con el tiempo, ciertamente, es obvio que todas las cosas terminan algiin dia por solucionarse, pero ese tiempo puede alargarse mucho y las dificultades tornarse insoportables para ambas partes, por lo que en un caso como el presente lo mejor es empezar por renunciar desde un principio al factor auxiliar «tiempo». Un instrumento mucho més adecuado con el que «combatir» la transferencia parece ser el brindado por la teoria freudiana de la neurosis, La dependencia del paciente es aqui explicada como tina pretensién sexual infantil que habria pasado a ocupar el lugar de un uso racional de la sexualidad. Ventajas similares son tam- bién las brindadas por la teorfa adleriana', en la cual se con: gue la transferencia consiste en un apetito infantil de poder y una tendencia a la seguridad». Ambas teorfas se acomodan tan bien a la mentalidad neurética que las dos pueden ser utlizadas para explicar cualquier caso de neurosis’. Este fendmenss anes eed €n realidad no deje de ser muy curioso todo EE ae a Se ve no obstante forzado a confirmar, sélo puede deberss 2 ve el serotismo infantil» de Freud y el aderiano cafan de poder» f= tfan exactamente lo mismo, con total independencia de lo a new 1. Adler, Cer den nervdsen Charakter, Wiesbaden, 1912 [Sobre el cardcter "6tico), sicolagta de lo incor 2. Cf. el ejemplo de un caso semejante en Sobre la psicolos! 5s. del presente volumen}. msciente [§ 44 187 Escaneado con CamScanner 257 Las RELACIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSCIENTE defensores de ambas escuelas tengan que decir sobre el asunto, defense a [a luz en el fendmeno de la transferencia ejay fo aitente un fragmento de naturaleza impulsiva indémita, que en principio escapa a todo control. Las formas fantésticas atcaicas gue van poco a poco emergiendo a la superficie de la consciencia no son sino una nueva prueba a favor de esta concepcién, Es posible servirse de ambas teorfas para intentar explicarle al paciente lo infantile, imposibles y absurdas que son sus pretensi. Fes, y al final puede incluso suceder, quién sabe, que aun él mismo se refugie en su racionalidad, Pero esto es algo que 1o todos los pacientes hacen, y el mfo fue uno de ellos. No se puede negar que con esta clase de teorfas el médico puede salvar las apariencias y arteglérselas para escapar a una situacién delicada mas 0 me- nos caritativamente. Hay pacientes por los que no merece la pena hacer mayores esfuerzos (0 al menos no parece merecerla); pero hay también casos en los que es justamente por conducirse de este modo como se inflige un dafio innecesario al alma del paciente. En el caso de mi estudiante tuve el oscuro presentimiento de que seria eso lo que sucederia, por lo que dejé a un lado mis intentos racionalistas a fin de brindarle a la naturaleza —no sin reservas, aunque sin exteriorizarlas— una oportunidad para corregir su propio disparate (pues eso, y no otra cosa, era lo que me pare- cia). Como he dicho ya, con ocasién de esta oportunidad realicé un descubrimiento sobremanera importante, a saber, que existe una autorregulaciGn inconsciente. A lo inconsciente no sélo le es posible desear, sino también renunciar a sus propios deseos. Este descubrimiento, de extraordinaria importancia para la integrida de la personalidad, permanecera opaco para quien se enquiste ¢? 's opinion de que lo tinico que tendria delante seria una mani fewacion de simple infantilismo. Una persona como ésta volver H oiled ss el umbral de este descubrimiento, diciendowe utcoeane a , a era un disparate, Soy un fantasies te es Siteearts ae lad psiquica y que lo mejor que pus 0 que esté relaci jar por la borda lo inconsciente y 040°," t€ telacionado con ello», A continuacié na se dird a misma que el sentido ct continuacién, esa persona sa esta representado por fo ¢ lo que tan ardientemente codicial fend? ae sus exigenelas eran a Parsee infantil, y come consi misma ya selgren absurdas aprender a se tlerante Tes, Puesta es retinsrse n tal caso, équé le queda por hacer?! vo lo buenamente qu: a de luchar y reconstruir regtesiva y - descontadas todee cope Posible su diseminada persor tron tun dfa en la transfen nn sSPetanzas y expectativas que floxed ferencia, haciéndose con ello ain més Pe! 188 Escaneado con CamScanner 258 LOS INTENTOS POR LipeRA, R DE LA psy QUE CoLectiv, limitada y racionalista que antes, No puede deci cién constituya eo ipso una desgracia pare seat hay un mémero més que considerab notorio de su incapacidad Prosperan mucho mejor i racionalista que en libertad, Esto tiltimo sc chen a lasses més dificiles. Los capaces de soportar ests solucién salen eat oe ee pueden decir Bastante conocido me es Mis allé se nos difumina la vision; iLoco es quien mira alld, parpadeando, E inventa un igual a él sobre las nubest Que se detenga, firme, y mire en torn No es mudo este mundo ante el que es digno. éPara qué va a buscar eternidad? Lo que conoce, puede alcanzatlo, Asi va peregrinando por el dia terrenal; Cuando todo esta lleno de fantasmas, prosigue su marcha. ya el mundo, Esta solucién serfa la ideal si fuera cierto que uno puede real- mente sacudirse de encima lo inconsciente hasta el punto de pri- varle también de su energfa, reduciéndolo ast a la inoperancia. Pero la experiencia nos dicta que de esa energia slo puede sustraérsele una parte, y que lo inconsciente permanece siempre activo, pues contiene y es incluso la fuente misma de la libido, de la que manan en nosotros os elementos psfquicos. Por ello, uno se lamaria a engafio si creyera que puede arrancar definitivamente a la libido de los brazos de lo inconsciente con la ayuda de algtin tipo de teo- tfa o método como si dijéramos mégicos, alcanzando asi en cier- t© modo a cortocircuitarlo. Es posible alimentar por un tiempo esta ilusién, para, finalmente, tener un dia que decir c 1: Ahora esta el aire tan leno de fantasmas Que nadie sabria qué hacer para esquivaros, Por mucho que un dia claro y sensato nos sony La noche nos enreda en una telaraia de 3 Regresamos alegres de un ua ns 7 Un pijaro graznas équé grazna? Inforens sae Rodeados estamos de supersticiones, Aparecen, se muestran y avisan. Y asi intimidados estamos solos. La puerta chirria, y no entra nadie..."- 3. Fausto 2, acto quinto, escena cuarta- 4, Op.cit. 189 Escaneado con CamScanner ~ yo ¥ LO INCONSCIENTE es ENTRE EL RELACION tas itrariamente su fuerza a lo incons- i rrebatarle arbi 2 Nee ior Pos casos, todo 10 que conseguiremos serg ciente. te . engafarnos. Como dice Goethe: {do alguno, nque no me oyera Oo ; Aunattambar tencdrfa yo en el coraz6n; En figura transformada_ to yo colérica violencia’, S6lo hay una cosa que sea capaz de Pere eficazmente a lo inconsciente, y es una incuestionable necesidad externa. (Aunque en sepa algo mas de Jo inconsciente reconocer también tras la seeesidad externa el mismo rostro que antes le observaba desde el interior.) Una necesidad interna puede transformarse en una necesidad externa, y mientras exista una necesidad externa real, y no meramente fingida, la problemética anfmica acostumbrara a carecer de efecto. Por ello, al Fausto al que repugnaba la «loca hechicerfa» le da Mefist6feles el siguiente consej iBien! Un medio que obtener sin dinero, Médico ni brujeria: Sal ahora mismo al campo, Empieza a cavar y abrir la tierra, ‘Mantente a ti y a tu mente En circulo estrechisimo, Susténtate de alimentos puros, Vive con el ganado como ganado, y no tengas por pillaje Abonar el mismo campo que cosechaste*, Como es sabido, con la «vida sencilla» no valen poses, y, por ello, con fingir que se vive sencillamente jamés podré comprarse la tranquilidad de una vida precaria y entregada a la merced del destino. La naturaleza no impone una vida como ésta a quien al- berga en si la posibilidad de vivirla, sino a quien alberga en sf la necesidad de hacerlo, y éste pasar de largo, ciego, frente al pto- blema aqui planteado, que sus propias capacidades no le permiten conendee Pero si una persona es capaz de entender el problema Pe cae Ya cerrada Para ella el acceso a la «vida sencilo. cone cao in he a onshore , vos en su jardin con la pala y com! 's crudas. Su alma se reira de esta engafifa. Sélo lo qué "no es realmente tiene virtud curativa, 5. Op. cit Fausto 1, escena sexta, 190 Escaneado con CamScanner | 29 Lareconstruccién repre< a ie Bresiva de Ja * eTSOMA Sélo cor: posbilidad vial cuando une gar que se S50 consiye ng de su vida a su Propia soberbia, Con eradecer et fr ast su personalidad retomna ag not iq cualquier otro caso resignaree Puede colar. P : a dl - Pe una huida, que ala larga no reeui oo ™PEWEccerse ore &T una neurosis. Vi hee iendo, no obstant iendo, te, del afectado, la impresién gee tituya una huid, k a si hacerse con las riendas del proba? 12 le resulta i il imposible roblema. E] afectado se encuent estra cultura actu; ib B. LA IDENTIFICACION CON LA, PSIQUE COLECTIVA *60 La segunda posibilidad esta tepresentada por la identificacién con la psique colectiva. Tal cosa equivale a aceptar la inflacién, sélo Que elevandola ahora a la categoria de sistema; en otras palabras, no seria el afortunado propietario de Ja gran verdad que estaba Por descubrir, del hallazgo definitivo en que se cifra la salvacion le las naciones. Esta actitud no tiene por qué coincidir con una megalomania, también puede hacerlo con esa forma mas suavi- ada y bien conocida que encarnan el reformador, el profeta yel martit, Los espiritus débiles, en los que tan a menudo hay un sitio Para una medida tanto mayor de ambici6n, vanidad ¢ ingenuidad mal avenida, corren no pequefo peligro de sucumbir a esta tee cién, Con el acceso a la psique colectiva el individuo ie nove ti vida. Esta renovacién podré resultarle agradable 0 eal *, Pero tanto si es lo uno como lo otro, lo cierto es ices mode rote mundo quire fea le me, Poe toe modo ve acrecentada la sensaci6n que nee ‘ ea sabidnefa vetd Porque en ella esta encerrada la promese 7 oa dal; un tercero, © este modo grandemente incrementado ne lagrensioesiacties Por haber descubierto la clave con la que oper: 191 Escaneado con CamScanner 261 262 LAS RELACIONES ENTRE EL YO Y LO tNeoNEORTS de su vida, De ahf que todos los que se niegan a perder el con- facto con los grandes valores que yacen enterrados en la psique Golectiva aspiren a mantener abierto de alguna manera ese acceso fecién conquistado a los fundamentos primigenios de la vida’, La jdentificacin parece ser el camino més corto para ello, porque la disolucién de la persona en la psique colectiva constituye una invi- facion formal a unirse en matrimonio con este abismo y perderse desmemoriado en él. Los mejores hombres no son extrafios a este arranque de misticismo, y al igual que a ellos a todos nosotros nos es también congénita la «nostalgia de la madre», ese volver la vista atrds hacia la fuente de la que uno broté un dia. ‘Como he mostrado en detalle més arriba, la nostalgia regresiva que Freud, como todo el mundo sabe, concibe como una «fijacién infantil» o'un «deseo incestuoso», alberga un valor y una necesidad especiales, como ponen de relieve los mitos, en los que justamente el mejor y més fuerte del pueblo, es decir, el héroe, es quien se rin- de a esa nostalgia regresiva y se expone con conocimiento de cau- sa al peligro de ser devorado por el monstruo del abismo materno primigenio. Si el héroe es héroe, sin embargo, lo es por no dejarse devorar definitivamente y derrotar a la bestia, y ello no sdlo en una mera ocasién aislada, sino en gran niimero de ellas. Sélo la victo- ria sobre la psique colectiva tiene como resultado el verdadero va- lor, la conquista del tesoro, el arma invencible, el escudo magico 0 lo que fuere que el mito haya urdido como bien apetecible. De ahf que quien se identifique con la psique colectiva —es decir, quien permita que el monstruo lo devore y se absorba en él— acceda también a los dominios del tesoro custodiado por la bestia, s6lo que sin haberlo pretendido en absoluto, y tan s6lo para su ruina. ___ Seguramente, nadie que sea consciente de lo ridiculo de esta identificacién tendré el valor suficiente para hacer de ella un prin cipio. Lo peligroso de este asunto es que a muchos les falta el ne- cesario sentido del humor o carecen de él justamente en este pun- obra af sporua pathos, por una suerte de infatuaci6n, toctitica eficaz. No es inl intencion neg ot can verdaderos profetas, pero eh arog de ee eect que exist > pero en aras de la precaucién me gustaria 7. Me gustaria recordar mens fa recordar aqui una interesante observacién de Kant en sus Leccio- nes de picologta (Leipsig 1889), donde alude al steroro cocondido en el campo del Bie de los conseoaitas due constituye el abismo profundo y para nosotros inaanta- Transformaciones 9 ny nuevos. Este tesoro, como he mostrado en deeale en i 1952) OC Shs ie l0las de la libido [nueva edicién, Simbolos de transformacién, lc las imagenes primitivas de que esta investida la libido & ‘mejor dicho, que consticuyen el autorretrato de esta iltime 192 Escaneado con CamScanner 263 264 = ‘este papel. i haya surgido en un santiamén, Tomer a del equilibrio psiquico. an Jima posbildad itse en un prof istinto, mas sutil iencia, més lege ne 8 anto, Y, €n aparienci: As ti - vertirse en discipulo de un profeta, Pars aye eesti: come poco menos que la técnica ideal rou las Renna dium dignitatis, es deci, los sre ventajas son las siguientes: el Fae ceili, es decir las oblgaciones sobrenatuales del pro modestamente se ediare erga ace dulce: uno es indigno; de sus propios pensamientos, La pereza cruel eee una virtud, y uno puede disfrutar por lo menos del brill de un ser semidivino. El arcaismo y el infantilismo de la fantasfa incons- ciente alcanzan su maximo sin tener que pagar por ello ningéin precio, ya que todas las obligaciones son desviadas hacia el «maes- tro». Con su santificacién, uno mismo alcanza a tocar el cielo sin ser en apariencia consciente de ello, a lo cual se afiade que, aun cuando tampoco haya sido uno mismo quien ha descubierto la gran verdad, por lo menos la ha recibido de las mismisimas ma- nos del «maestro». Como es natural, los discfpulos se apresuran a juntarse, aunque no, acaso, por obra del amor, sino en el buen entendido de que, con la creacién de un sentir colectivo comén, les costard tanto menos esfuerzo afianzarse en sus conviccionss- Tenemos asf una identificacién con la psique colectiva que al omendable: otro es quien tiene el honor de ser un profeta y, con ello, cargar con f8 reponse mismo es tan solo un discipulo, aungue aI¢ 1%.) Tete, el coadministrador del gran tesoro SE ae semejant, Uno siente la entera graveda én ¥ deber ético estriba en y considera que su maxima oblie ira manera, ganar prositos desacreditar a los que piensan ¢°. Jad —exactamente como el y alumbrar con su luz a la humat ryente quienes se ocultan profeta fuera él mismo—; Siem a desta Los Ue identificindose tras una persona en aparienia tO rida, hacen et tng con la psique colectiva Y repo Pues asi como el profeta ese coo ei gcena del mundo: Pet“ el discipulo del Pr que col imagen primigenia de la psi es también una image? primig parecer es mucho més rec’ 193 Escaneado con CamScanner , | LAS RELACIONES ENTRE EL YO Y LO INCONSCIENTE 265 Bn ambos casos lo inconsciente colectivo causa una inflacién viéndose a la par perjudicada la autonomfa de la individualidad Pero puesto que ni mucho menos todas las individualidades tienen, la fuerza suficiente para ser auténomas, la fantasia del discipuladg es tal vez lo mejor que la mayorfa de ellas puede encarnar, Los placeres de la inflacién asociados proporcionan entonces por | menos una pequefia contraprestaci6n por la pérdida de la liber. j tad espiritual. No debe perderse de vista, en efecto, que la vida de un profeta real o figurado esta llena de sinsabores, decepciones y carencias, por lo que el ejército de discipulos que entonan «hosan- na» posee el valor de una compensaci6n. Todo esto es en térmi- nos humanos tan comprensible que casi habrfa que sorprenderse de que algiin destino llegara a transcenderlo. Escaneado con CamScanner

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