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Fundamentos para la promocién de la actividad fisica relacionada con la salud José Devis Devis y Carmen Peiré Velert (Universitat de Valencia) 4, Introduccion La creciente evidencia de los beneficios de la actividad fisica y los riesgos de la inactividad para le salud y el bienestar de la poblacién general ha posibiltado que la actividad fisica se considere una importante linea de actuacién en las politicas sociales y los planes de salud puiblica de muchos paises desarrollados. De esta manera se introduce la actividad fisica dentro de la flosofia y el movi- riento social que desde los afias 70 del siglo XX se ha desarrollado alrededor del té:mino ‘pro- rmacién de la salud’ Las conttibuciones de personas, instituciones, asociaciones y profesionales de muy diversos campos han hecho de la promocién de la salud una forma de ebordar la totalidad de los pro- blemas de la salud colectiva y de las formas de intervencién sobre ellos. Esto significa adoptar ua vision multidimensional de la salud ({isica, mental y social) y entenderla como algo dindmi- coy cambiante que discurre y combina constantemiente entre la enfermedad y el bienestar, es decir, el aspecto negativo y positive de la salud respectivamente, dependiendo de los condici nantes personales, sociales y medioambientales en que les toca vivir @ las personas y colectiv- des, Desde el punto de vista de los profesionales de la actividad fisica que estén comprometidos con a salud de la poblacion, la promocion de la actividad fisica relacionada con la salud exige una posture equivalente. Es deci, entender la actividad fisica como una experiencia personal y una précica sociocultural ademas de la tradicional concepcion bioldgica y tener una vision global y cequilbrada de las relaciones entre la acividad fsica y la salud que no las limite a una vision tera- Péutica y preventiva sino que permita hablar de bienestar personal y social. Con estas ideas como punto de partida se aborda este capitulo que sigue con una breve discusién conceptual sobre la ‘promocién de la salud! y la ‘actividad fisica. 2. Conceptos clave Cuando ents vide eotidana se desconoce un término concteto, las personas suelen acudir 2 Ln diccionario general o espectico para descubri su significado, Se tata de una forma répida y \ de comprenderlo e incorporario al vocabulario personal. Pero los términos, ya sean de una 0 vats palabras, poseen diferentes us0s y significados dependiendo del contexo en el que s® ie licen. Ademés, los diccionarios estén escritos por personas que viven én un tlempo Y luger deter- >» 295 « rrinados y poseen unas creencias, valores y formas de entender el mundo que hacen porfecta. mente posible estar en desacuerdo con alguno de los significados asociados a un término, Esta problemdtica se ve aumentada cuando los términos, en este caso la promacién de la salud y la actividad fisica, forman parte del lenguaje cientiico de diversas disciplinas y son objeto de disputa entre grupos de personas que defienden formas distintas de interpretarlos y compren- derlos. Por lo tanto, para abordar toda la magnitud del problema y evitar una falsa o ilusoria cla dad conceptual, cosa que ocurre al seleccionar un solo significado de entre los muchos posibles (Geedhouse, 1991), es necesario profuncizar en los distntos significados e identificar formas dis. tintas de entender los términos para acabar reconceptualizandolos. Esta estrategia de andisis con- ceptual forma parte de la perspectiva global y comprensiva adoptada en el conjunto de este ca tulo. 2.1, La promocién de la salud El término promocién de la salud se refiere a una actividad que pretende conseguir mejoras en la salud de la poblacién, ocupdndose especialmente de las estrategias y métodos de cambio que se drigen a esas mejoras (Ashton y Seymour, 1990). Pero, como todos los términos, ha evo- lucionado en sus significados desde su aparician durante la primera mitad del siglo XX dentro del mbito de la medicina tradicional y los servicios sanitarios de las sociedades occidentales. Su uso y desarrollo ha dado lugar a distintas formas de conceptualizacién que se encuentran con mayor ‘© menor vigencia en la actualidad y que, en cierta forma, se superponen. Un primer grupo de concepciones del término enfatiza la nocién de ‘tratamiento y atencién’ que se ha asociado tradicionalmente a la medicina occidental y cuyo momento dlgido coincide con el desarrollo y extensién de los modemos sistemas sanitarios estatales posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En ellas se sugiere que la terapia es el objetivo hacia conde se dirigen las estrategias de promocién mencionadas (Ashton y Seymour, 1990; Kolbe, 1988). Por lo tanto, la concepcién de salud que esconde es la tradicional ausencia de enfermedad, lesién 0 discapa- idad. Asimismo, indica que la promocién de la salud es responsabilidad médica porque son sus profesionales (y los de profesiones paralelas como la enfermeria 0 la fisioterapia), quienes a tra- vvés de sus servicios se encargan de custodiar y diseminar la salud entre la poblacién, consumido- ra en definitiva de sus cuidados y atenciones. Otro grupo de concepciones se centra en la nocién de ‘prevencién’, entendida como la reduc- cién del riesgo de aparicién de una enfermedad, lesién, discapacidad o fenémeno no deseado. La divisién de la prevencién en primaria, secundaria y terciaria ha contribuido a extender esta visién de la promocién entre las cistintas profesiones relacionadas con la salud (ver figura 1). Asi, la pre- vencién primaria'comprende aquellas intervenciones disefladas para evitar que aparezcan con- ductas que afecten negativamente a la salud 0 sencillamente para evitar problemas de salud. Se trata de acciones dirgidas a las causas conocidas de las enfermedades, lesiones o discapacidades, pero antes de que ocurran. La prevencidn secundaria se refiere a la acciones y estrategias empren- didas para evitar que se consoliden las conductas que afectan negativamente a la salud o para evi- tar el desarrollo de enfermedades. Por ultimo, la prevencién terciaria trata de evitar que las con- uctas que afectan a la salud no vayan a mis o evitar que se agraven las enfermedades. ‘A pesar del cambio que supone la prevencién respecto a la forma de promocién anterior, se enfatiza, por una parte, la concepcidn tradicional de ausencia de enfermedad, lesién o discapaci ded y, por otra las estrategias e intervenciones conductuales de promocién, La prevencién, dvidi- e en primaria, secundaria y tercaria, lleva implicita la nocién de diagnéstico y tratamiento 0 cura © incorpora la idea de que la salud es también responsabilidad individual (Downie, Fyfe y Tannahil, 1980; Ernst, 1995), Esta visidn individualista de la salud se asocia al concepto conductual de est- '0 de vide personal y corte paralela a la explosion de los costes econdmicos de los sistemas sani- taios estatales y a la presencia creciente de las ciencias del corn 0 problemas sociales del Occidente desarrliado, Peremenig ena slucion dels Figura 1. Niveles de prevencién . Prevencién primaria (sitar conductas no saludables o enfermedades) Prevencién secundaria (evita la consolidacién de conducas no Saludables o el desarrollo de enfermedades) | ¥ Prevencin terciaria (evitar el desarrlio de conductas no saludables yel agravamiento de enfermedades) Un tercer grupo de concepciones de la promocién de la salud gira alrededor de las nociones de ‘eforma social, ambiente y capacitacién’, Aqui se sobrepasa la idea de prevencidn y se enfati 2an las factores sociales, econémicos, politicos y medioambientales que determinan la salud de la Poblacién, La promocién de la salud consiste en actuar sobre estos determinantes de la salud que Provocan impotencia en la gente y en capacitarles para aumentar el control sobre su propia salud ycondiciones de vida. ¥ esto significa, entre otras cosas, crear ambientes seludables, claborar pol- ticas sociales de salud, desarrollar habllidades personales, comprometerse con la reduccién de las esigualdades sociales, fortalecer la participacién comunitaria y, por supuesto, ofrecer servicios Senitarios con una orientacién que supere la medicina curativa (Ashton y Seymour, 1990). Estas Concepciones tienen en la Carta de Ottawa, auspiciada por la OMS, un momento dlave, puesto ue en ella se defini la promocién de la salud como “el proceso que proporciona a las pobla~ ones los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre su propia salud y asi poder ‘ejorarla" (Lopez y Aranda, 1994: 12). Asimismo, en esta Carta se especifican las principales line- & de actuacién derivadas de esta definicién de la promocién de la salud: 2) desarrollar politicas ‘eludables desde el sector publico; b) reforzar la accién comunitara; ¢) desarrollar habilidades per- Sonales para comprender, actuar y buscar ayuda para mejorar su salud; d) crear entornos que con- ‘rbuyan a la salud; y e) reorientar los servicios de salud allende la atencion médica Hasta ahora, cade una de las concepciones de la promocién de la salud han enfatizado necio- "es dstintas, aunque se observa una cierta tendencia a amplier el concepto més alld de sus pri- TTeI0S significados, Este es el caso del modelo de promocién de la salud que han propuesto Sumie, Fyfe y Tannahill (1990) y que viene representado en la figura 2. § modelo distingue pie ee positivas y negativos de la salud, tal y como seftala esta "lon: “La promocién de la salud comprende los esfuerzos por aumentar los aspectos Eo 5 de la salud (bienestar) y prevenir los aspectos negativos (enfermedad, lesién, discapaci ée “omeno no deseado)". Pero también aflade que esto se realiza “a través de las esferas SUP y» 297 uestas de la educacién para la salud, la prevencién y la proteccién de la salud” (Downie, Fyfe y Tannehill, 1990: 2), De la interaccién de estas tres esferas de promocién resultan las siguientes siete dreas de actuacién: 1. 2. 3 Servicios de prevencién como los chequeos médicos. Educacion preventiva a través de canales de comunicacion que influyan en el cambio y mantenimiento de estilos de vida saludables. Proteccion preventiva de aspectos tales como las normas relativas al tratamiento de las aguas potables o también la fluoracién de las aguas para prevenir la caries dental e inclu- 50 la osteoporosis. Aqui se incluye tode la normativa sobre la seguridad de las instalacio- N€s, Espacios y equipamientos deportivos o relatives a la practica fisica. Educacién para la proteccién preventiva, tal como la seguridad vial 0 todos los esfuerzos Girigidos a estimular el ambiente social que aseguren las medidas de proteccién prevent va mencionadas en el punto anterior. Este punto afecta, por ejemplo, al conocimiento sobre el uso de instalaciones, espacios y equipamientos deportivos, asi como al conoci- miento de las condiciones ambientales (temperatura, humedad, ete.) que son aconseja- bles para la realizacién de actividad fisica. Educacién para la salud positva, es decir, la educacién orientada a los aspectos positives de la salud como, por ejemplo, la actividad comunicativa dirigida a la utiizacién de la act vidad fisica para el bienestar de la gente. Proteccidn para la salud positiva que se refiere, por ejemplo, a la provisién de fondos publi- os para hacer accesibles y atractivas las instalaciones, espacios, personal y el tiempo de cio de la poblacién para promover la salud positiva, Educacién sobre la proteccién positiva de la salud, esto es, contribuir a que emerja una conciencia critica que apoye las medidas de proteccién en favor del bienestar de la gente. Figura 2. Un modelo de promocidn de la salud (Downie, Fyfe y Tannahil, 1990) 5 Educacién i = 4 {QP \en 2 rein Este modelo de promocién amplia la prevencién ms allé de su dimensién médica y conduc- tual para incluir toda una serie de controles legales, regulaciones y politicas de actuacién para pro- teger el ambiente (la dimensién medioambiental, la laboral, la social, la cultural, la econémica y la politica). Pero atin ast, la prevencién no es el objetivo principal de la promacién de la salud, sino €l secundario. Como sefiala Labonté (1994), un progrema de promocién puede mejorar la salud (2l bienestar) sin reducir necesariamente la prevalencia de la enfermedad o los factores de ries: 80. Por otra parte, el modelo de Downie, Fyfe y Tannahill (1990) también afiade una determina- da dimensién educative, aquélla que se entiende como una actividad comunicativa que trata de influir en las creencias, acttudes y conocimiento de las personas y la comunidad con la intencion de capacitarles © faciltarles el aumento del control sobre sus vides y su salud (es deci, lo que se Conoce por empowerment y se tata especificamente en el timo capitulo de este libro). » 298 « 2.2. La actividad fisica Cuando se habla de la actividad fisica se piensa en los movimi a: ses sesones dant las atone desu vido coldana le dtnuion mis tnd os sql que la entiende como cualquier movimiento corpora realizado mediante los misculos eet Cos y que resuta en un gasto de energia superior al metabolsmo basal (Blair, Koh Gordon Patfenbarger, 1992; Bouchard et al, 1990; Caspersen et al, 1985). a ’ Sin embargo, no todo movimiento corporal puede considerarse actividad fsica, Como sefala Newell (1990), él movimiento es una condicién necesaria pero no suficiente para la actividad por- que esta uta presupone también la existenca de la intenconaldad de la acién. Los mov- trientos no interconados, tales como los movimiertos refieis, no pueden considerarse acividad fisica, Por ello, la definicién anterior debetia afadir el adjetva ‘intencionado’ al sustantivo ‘movi- miento' para ganar en precisi6n. Poro esta manera de entender la actividad fsica recoge tnicamente la dimensién biolégica del concepto cuando resulta que la actividad ffsica también aglutina una dimensién personal y ota Sociocultural, tel y como ocurre con muchas otras manifestaciones de la vida. De ahi que cualquier intento pot explicar y defini la actividad fisica deberia integra estas tres dimensiones (ver figura 3). Figura 3. Elementos que definen a la actividad fisica (Devis, 2000) Experiencia Movimiento personal corporal ACTIVIDAD FISICA Practica sociocultural Por lo tant, la actividad fisica no sélo es un movimiento corporal intencionado que se realiza con log musculos esquelétics y leva asociado un gasto de energia. También es una experiencia ue ven las personas gracias ala capacidad de movimiento que le proporciona su naturaleza cor poral. Esta experiencia permite aprender y valorer pesos y distancia, vir y aprecir sensaciones Thuy diversas, yadquifr conocimientos del entorno y del propio cuerpo. Ademds, las actividades fisicas forman parte del acerbo cultural de la humanidad, desde las ms cotdianas como endar @ tres menos Ibitvales como el fitbol. Asimismo, tempoco pademos olvidar que las actnidades fiseas son prctias sociales puesto que las realzan las personas en interaccién con ots, Ws grr pos humanos y el entorno en que ven, Por ello, podia defrisse la actividad fsica corne “ale ‘ado que se realza con los misculos esqueléticos, resulta en quier movimiento corporal intencion: tin gasto de energa y en una experiencia personal, y nos permite interectuar con los seres y el ambiente que nos rodea” (Devis, 2000: 16). ete ae fon engloba a une gren variedad ce précicas cotiienas, de trabejoy de cco de distr inameded, induye acvidedes poco orgenizadas como andar, hacer trabajos de jaiinera o caveros y os mds estruturadas,planficades y repettivas que reciben el nembre de ejercicio fisico (Bouchard et al, 1990; Caspersen et al, 1985). >» 299 « Algunos autores consideran que la amplitud y globaldad de la actividad fisica la convierten en un concepto mis relacionado can la promocién de estos de vid acvos que el concepto de ejen cicio (Cantera, 1997). El primero esté relacionado con cualquier practica cotidiana que ayude una vida activa, mientras que el segundo se refiere Unicamente al seguimiento de un programa espectfico de ejercicios, generalmente supenisado por expertos. Otis autores sefalan que lg act, vidad fisica y el ejercicio no deberian percbirse como conductas discretas sino como parte de un Continuum, la primera para referirse a una préctica moderada y la segunda a una préctca vigoro. sa y estructurada (Biddle y Mutrie,1991). Lo cierto es que la actividad fisica y el ejercicio fsico son dos conceptos diferentes aunque relacionados, cuyos limites son dificiles de establecer debido que se superponen entre ellos. Y lo mismo ocurre con el deporte, un término muy extendido actualmente, con el cual se identifica a las actividades fisicas competitivas, reglamentadas e insti tucionalizadas (p. e). Coakley, 1990; Parlebas, 1989). En defintiva, la actividad fisica es un concepto més amplio e inclusivo que el de ejercicio y » 304 Jabla 3. Componentes 0 cualidades de la condici6n fisica Condicién Fisica Condicién Fisica Relacionada con la Habilidad Atlética Relacionada con la Salud Aglidad Potencia Resistencia cardiorespiretoria Fuerza y resistencia muscular Fuerza y resistencia muscular Composicon corporal Composicién corporal Flexbilidad Feebilidad Velocidad Equilibrio Resistencia cardiorrespiratoria enden de factores genéticos, los relacionados con la habi- y los relacionados con la salud responden mucho mejor ala actividad fisica y el entrenamiento (Pate, 1983). Por esta raz6n, la condicién fisica es una carac- tetistica individual y cambiante de las personas, susceptible de variar con la précticafisica. Cada persona respande de una manera distinta al esfuerzo fisico, incluso tratandose de la misma acti- vidad. Esto es debido a que cada una de ellas posee una capacidad bioldgica y funcional distinta en un momento determinado y @ que las relaciones entre la actividad fisica, la condicién fisica y la salud son complejas. La relacién direc y lineal con que se creia conectados estos tres elementos ha dado paso a una relacién mds compleja que tiene en la actividad fisica al elemento mas relevante porque poses una dobleinfuencia en la salud, una directamente ot indirectamente através de la con- tieién fica (ver figura 4). Lo que resulta destacable es que la actividad fisica puede influ en la y que la actividad fisica esté al alcance de todos salud haya o no haya mejora en la condicién fisica, porque todos pueden hacer ‘algun’ tipo de actividad, mientras que la mejora de la condicidn fisi- ca no siempre se consigue debido a su dependencia genética “ademas, la condicién fsica es un producto o un nivel de forma fsica mientras que la actividad fsica es un proceso , desde el punto de vista de la salud, es més importante el proceso que el resultado o la comparaci6n con otras personas (Biddle y Biddle, 1989; Devis y Peird, 1993; Emst, Pangrazi y Corbin, 1998; Meredith, 1988). Si debido @ una practica fisica frecuente hay mejoras en la condicién fisica, bienvenida sea, pero siempre entendida la mejora como una consecuencia elo verdaderamente importante, la actividad fisica, yno la busqueda de mayores niveles de con- dicién fisica. Por otra parte, debe sefial én fisica, pero no se sabe qu Aunque todos los componentes dep lidad atlética dependen en gren medida arse que se conacen gulas de entrenamiento para mejorar la cond J nivel de los distintos componentes de la condicién fisica relacio- nada con la salud son los adecuados (Corbin, 1987; Fox, 1991; Looney y Plowman, 1990). Algo parecido ocurre con la actividad fisica habitual y frecuente porque no se sabe cudnta es la bene- ficiosa. Aunque la investigacion encuentra relaciones entre estos dos elementos y la salud, deben hacerse algunas matizaciones como que la cantidad y la calidad del ejercicio necesario para obte- hes benfivios saludables difieren de lo que se recomienda pare obtener beneficios y MelOAE para la condicidn fisica (Pollock, 1988). Dicho de otro modo, los mayores beneficios saludables se Sbtienen cuando se pasa del sedentarismo a niveles moderados de condicion fisica 0 actividad, y ve 305 'os beneficios disminuyen cuando se pasa de niveles moderados a altos niveles de condicion fisi- a 0 actividad. Figura 4. Paradigma orientado a la actividad fisica (Bouchard et al, 1990) —, 7 ‘ CONDICION | wF\ FISICA PRs, eNO ae” te” fos : / scrmoao . j | Fisica, J ~SSstmensnsnens Aa | “sf OTROS: Le | we i | - Estilo de vida i | - Ambiente | }}-Atbutos personales | 3.4, La actividad fisica y el bienestar para todos Si la actividad fisica se orienta al bienestar y no sélo a la ausencia de enfermedad, se amplian sus relaciones con la salud mas allé de su cardcter biolégico porque incorpora, también, el caréc- ter experiencial y el social. Entonces es cuando la actividad fisica puede convertise en un ele- mento saludable con gran repercusién en la vida de todas las personas, sea cual sea su capac- dad fisica, forma corpora, nivel de habilidad, estado de salud, nivel de enfermedad y discapacidad. La actividad fisica, como término genérico, no es Unicamente para campeones 0 deportistas con- stumados, sino para todos. Esta debe adaptarse a las personas a partir de la diversidad de préct- cas exstentey las formas y niveles tan distntos de realizacin. De ahi que todas las personas pue- dan realizar algin ipo de préctca de la que puedan obtener benefcios saludables o experimen tar bienestar (Devis, 1998 y 2000). Sin embargo, cuando se utilize la palabra bienestar para refers a las percepciones subjetivas de humor y felicidad, el término puede resuitar engafoso (Downie, Fyfe y Tennahill 1990) Pensemos en le eufora y alegria que puede proporcionar la administracién de algin narcdtco. Aunque transmita sensaciones similares a las que se identiican con la palabra bienestar no se corresponde con un estado saludable, Salvando las distancia, lo mismo ocuniia con aquella per sona que realza actividad fisicay, a pesar de sentise momenténeamente bien, se obsesiona de tal manera con la précica que ve empobrecidas otras facets de su vida personal, familar y socal © somete a su cuerpo a una sobrecarga tal que implique un riesgo permanente de lesion Se debe ser critico con las sensaciones puntuales de bienestar que empiecen y terminen en uno mismo, empobrezcan la vida de las personas y la hagan dependiente o adicta a alguna cosa, ya sea un narcético 0 la actividad fisica (Devis, 2000). Por el contrario, debe promoverse el ienestar que pongo a las personas en relacién con ottos grupos sociales, la comunidad a la que pertenecen y el medio ambiente que les rodes, Por esta tazén, Deus y colaboradores (2000) consideran que le actividad fisica orientada al bienestar debe ser coherente con una salud personal, social y medioambiental. Pero, ademds, debe cultva [a >» 306 -« autonomia y las habilidades necesarias para vivir en las mejores condiciones posibles. Desde este punto de vista, el bienestar pose una inestimable dimensién social y politica consistente en que las personas lleven una vida digna, aumenten el control de su propias vidas, sean capaces de ele- gir !o que deseen hacer o ser y desarrollen todo su potencial humano (Downie, Fyfe y Tannahil, 1990; Kimiecik y Lawson, 1996). El bienestar al que se alude debe incorporar, por tanto, la nocién de capacitacién y emancipacién (empowerment). 4, Las perspectivas de promocién La preocupacién social y politica para producir mejoras en la salud de la poblacién ha provo- cado diversas tentativas de promocién de la salud. Con el tiempo y la ayuda de nuevas aporta- ciones tedricas e investigaciones, estos intentos o vias de solucién al procedimiento para poder mejorar la salud han conformado determinadas perspectivas de promocién de la actividad fisica y la salud. Estas perspectivas se entienden como marcos 0 cédigos interpretativos que emplean las personas para comprender el mundo, en este caso la promacién de la salud, y actuar en él. Es decir, segtin Sparkes (1992), las perspectivas no son sélo ideas abstractas, sino también lo que hacen las personas para solucionar problemas. Cinco son las principales perspectivas de promocién de la actividad fisica relacionada con la salud: la perspectiva mecanicista, la perspectiva orientada a! conocimiento, la perspectiva orienta- da a las actitudes, la perspectiva critica y la perspectiva ecolégica. Cada una de estas formas dis- tintas de entender la promocién de la salud pretenden dar una solucién o, al menos, una tentati- va de solucién al procedimiento que deberla seguirse para producir mejoras en la salud de la poblacién. 4.1, La perspectiva mecanicista Esta perspectiva toma como referencia estrcta la creencia de que la realizacién de actividades {isicas produce un habito de practica que continuaré en el futuro. Desde este punto de vista, la estrategia de promocién consiste en asegutar que la poblacién realice suficiente actividad fisica, de tal manera que aumenten los niveles de préctica de actividad fisica y los niveles de condicién lisica de la poblacion, Esta forma de entender la promocién de la actividad fisica relacionada con la salud asume que con presentar e implicarse en las actividades fisicas propuestas por los expertos podrén introdu- citse cambios en la conducta diaria de quienes las realicen. Esta manera tan mecénica de ver la promacién, de ahi el nombre que recibe la perspectiva, es muy frecuente en nuestro campo pro- fesional y se ha aplicado especialmente a la poblacién infantil y juvenil. Ha sido el principal argu- mento esgrimido cuando se he visto a fa educacién fsica escolar como un programa de promo- Cién de la actividad fisica relacionada con la salud. Pero independientemente de que esta visién dificimente funcione con el horario curricular tan restringido que posee la asignatura, sigue sien- do una estrategia muy utiizada en contextos extraescolares. Los problemas asociados a esta perspectiva derivan de no tener en cuenta los diversos facto- tes psicolégicos, sociales, ambientales, cuturales y pedagégicos que condicionan el proceso que siguen las personas que se implican en actividades fisicas. Segin Sallis y Hovell (1990), se trata de un proceso complejo que implica el inicio 0 adopcién de la préctica, el mantenirniento, el aban- dono y, en su caso, la recuperacién de aquéllos que han abandonado. Cada uno de estos momen- tos clave puede contar con factores distintos. Asi, por ejemplo, en la revisién que realiza Blasco (1994) sefala distintos factores relacionados con el inicio (automotivacién, forma fisica, actitud positiva al ejercicio, alto nivel socioecondmico y de estudios, autoeficacia, deseo de mejorar et aspecto fisico, etc.), el mantenimiento (disponibilidad de tiempo e instalaciones, apoyo social, his- >» 307 toria previa de ejercicio, autoeficacia, actitud positiva al ejercicio, disfrute, etc.) y el abandono (falta de tiempo, obligaciones familiares o profesionales, falta de historia previa de ejercicio, falta de apoyo social, etc), Por otra parte, al centrarse en maximizar la actividad fisica, esta perspectiva mecanicista olvida determinados factores vinculados al propio programa como son las circunstancia concretas que rodean la realizacién de actividad fisica y el proceso interno de los patticipantes (Fox, 1991), Ademiés, la clientela no tiene voz en el proceso de realizacién de las actividades fisicas y se limita 2 repetir lo que el profesional sugiere. El profesional es pues quien posee todo el conocimiento sobre la actividad fisica y la salud y los participantes quedan como meros reproductores. 4.2. La perspectiva orientada al conocimiento Esta perspectva se fundamenta en la capacidad de decision y de adquisicién de conocimien- ‘0 por parte de los participantes, ya que pretende ayudarles en la eleccidn y toma de decisiones informadas respecto a la actividad fisica y la salud, Por lo tanto, la estrategia de promocién se diti- 8¢ al conocimiento que pueden adquirir los participantes de un programa Aunque ef conocimiento no predice por st mismo la préctica de actividad fisica, sive para la toma de conciencia, contribuye a las actitudes y creencias y permite tomar decisiones informades (Fox, 1991). Esta estrategia incluiria, entre otros, el conocimiento sobre las relaciones entre la actividad fisi- cay la salud, el tipo de actividades mas adecuadas para la salud, como deben realizarse, sus efec- tos en el organismo y el bienestar de la persona, e incluso, cémo planificar y desarrolar un pro- Brama propio de actividad fisica y salud. De forma especial destaca el conocimiento procedimen- tal o prdctico, es decir, el que se usa durante la practca, en una doble vertiente, una utlitaia ota de largo alcance. La primera vertiante se refiere al conocimiento que se diige especialmente 2 saber cémo realizar actividades fisicas concretas (ver Almond, 1992). La segunda se refiere a saber cémo elaborar un programa propio, de manera que capacite @ los participantes para llevar una vida activa (Peiré y Devis, 1992) 4.3. La perspectiva orientada a las actitudes a perspectiva orientada a las actitudes fundamenta las decisiones en la percepcién e inter- pretaci6n que hacen las personas de su propia experiencia cuando se implican en actividades fis cas (Fox, 1991). La interpretacién y percepcion que tengan las personas de sus experiencias fei cas pasadas y presentes son fundamentales para que sigan implicindose en actividades fisices més alld de un programa de promocién. Las experiencias adquiidas durante la practica deben ser satistactorias y percibidas como algo divertido y motivador. De no ser asi, los participantes dejaran de realizar actividad fisics © aed menos probable que la hagan en el futuro. Por lo tanto, la promcién se centra especialmente en el desarrollo de las actitudes posivas y la autoestima suficiente que favorezca la continuidad de las préctcas en los participantes. Pero, para ello, los programas deben asegurar una ampla gama de actividades que permita la participacién satisfactoria y positiva de todos los asistentes y, en nin- gun caso, convertirse en una experiencia negativa o amenazadora, Las estrategias de motivacién son clave en esta perspectiva porque pueden influir en el car bio de conductas. Ken Fox (1991) se inclina por aquéllas que promuevan y refuercen la partic pacion en actividades de tiempo libre, en lugar de las que se dirjan al rencimiento fsico Ente ellas destaca el énfasis del profesional en los incentivos intrinsecos y un sentido amplio de com petencia fisica y éxito en la realizacién de actividades fisicas que no busque la victoria o set el mejor, sino una cierta maestria y mejora personal en algunas tareas o actividades fsicas (Dude, 1987 y en el capitulo 16 de este libro; Nicholls, 1984). En este sentido, y en coherencia con los » 308 « planteamientos de este capitulo, debe entenderse la promacién especial de ‘acttudes hacia el pro- ceso' de préctca fisica més que las ‘actitudes hacia los resultados’ de la misma, tal y como indica el trabajo de Pérez Samaniego (2000). ' 4.4, La perspectiva critica La perspectiva critica sitia los problemas de salud @ nivel social y ambiental y, por lo tanto, sus estrategias de promocién se dirigen a faciitar el cambio social y comunitari. Trata de conectar la acti- vidad fisica y la salud con cuestiones sociales mas amplias, es decir, con los problemas y condicio- nantes econémicos, culturales, étnicos y politicos que impiden tomar las decisiones més saludables. Esta perspectiva trata de problematizar y cuestionar muchos de los supuestos y relaciones exis- tentes sobre la actividad fisica y la salud que limitan el potencial de desarrollo humano y libertad asociada a la actividad fisica (Fahlberg y Fahlberg, 1997; Kimiecik y Lawson, 1996). Entre las cues- tiones objeto de discusién 0 problematizacién, presentamos los siguientes: iquién puede benefi- ciarse de los programas de actividad fisica y salud?; épor qué se asocia la delgadez de las mujeres yel cuerpo atlético de los hombres con mensajes saludables?; Aqué relacién existe entre ciertos productos que nos venden a través de los medias de comunicacién y la actividad fisica y fa salud? iqué desigualdades existen para participar en programas de actividad fisica y salud?; Zpor que la mayoria de los problemas de salud se sitiian a nivel individual y no a nivel social 0 ambiental? (ver Featherstone, 1982; Kirk y Colquhoun, 1989; Sparkes, 1989; Tinning, 1985). En definitiva, trata de faciltar la emergencia de una nueva conciencia critica, individual y colectiva, que sirva de base 2 futuras actuaciones y contribuya a provocar cambios sociales con los que mejorar la salud de la poblacidn. Pero esto se conecta con la perspectiva de promocién siguiente. 4.5. La perspectiva ecolégica Esta perspectiva considera a las comunidades hurnanas como complejos sistemas de interde- pendencias, andlogas a los ecosistemas naturales, y asume que la salud es tanto una responsabi- lidad personal como un asunto social y ambiental. El Enfasis recae en las interacciones entre las personas, los grupos, las comunidades, as instituciones sociales y los ambientes en los que tie- nen lugar esas interrelaciones (Lawson, 1992; Stokols, 1992). La perspectiva ecolgica exige it mas ald de una vision medicalizada e individual de la salud que entienda los problemas de salud como problemas multidimensionales y rompa con la doctr- na de la etiologia espectica, es decir, aquella basada en la creencia de que las enfermedades son causadas por un Gnico agente (Freund y McGuire, 1991). Por lo tanto las estrategias de promo- cién deben ser globales, diigidas a facilitar el cambio social y ambiental, y no limitadas a la inter- vencién de una sola profesion ni de una disciplina académica. Desde esta perspective se asume que los cambios sociales y ambientales producen cambios individuales y que las personas indivi- duales poseen la capacidad de actuar colectvamente para aumentar su salud mediante el cam- bio del contexto social y ambiental (McLeroy y otros, 1988). Esto significa que la actividad fisica y la salud deben conectarse con cuestiones sociales y ambientales més amplias, tal y como también recoge la perspectiva critica, para tomar las decisiones més seludables. Desde este punto de vista, es importante que la promocién de la actividad fisica y la salud no se limite a las campatias de informacion que enfatizan la voluntad individual de realizar 0 no acti- Vidad fisica, Las campafias que giran alrededor de esl6ganes tales como ‘Quien mueve las piemas mueve el corazon’ 0 ‘No et rovells, no tienen en cuenta el mundo que rodea @ las personas y, por lo tanto, deshumaniza y puede crear confusién y sentimientos de culpa. La promocién debe incluir y tener en cuenta la experiencia previa de las personas y los condicionantes sociales, eco- émicos, politicos y medioambientales en que viven. Naturaimente, se trata de condicionantes Particulares porque no afectan a todas las personas por igual. Esto significa que la promocién de yy 309 la actividad fisica debe contexualzarse para recoger las particularidades de los grupos y zonas 3 quienes van dirigidas las estrategias de promocién. és decir, caminar por espacios abiertos puede ser saludable en zonas no contaminadas y con recorridos seguros, pero poco saludable Silos nive- les de polucién son altos 0 se realiza por carreteras con mucho twéfico. ¥ lo mismo puede decitse del tiempo de ocio disponible de las personas que esta condicionado al trabajo y los ingresos eco- nOmicos 0 al acceso a instalaciones deportivas, y asi sucesivamente. 4.6. Hacia una perspectiva holistica . Las distintas perspectivas de promocién conforman estrategias de actuacién que, por si mis- mas, NO parecen capaces de conseguir lo que se proponen. En cambio, con una pramocién con- Junta es posible que se produzcan cambios significativos. Por esta raz6n, se propone, tal y como se ha apuntado en otto lugar (Devis y Peiré, 1993), una perspectiva holistica que sea capaz de integrar las anteriores de la forma més coherente posible. Esta perspectiva asume el carécter multidimensional de la salud y ve @ la persona globalmen- tey dentro de su contexto. Por esta razén, es conveniente que las intervenciones de promocién de la actividad fisica y a salud combinen complementariamente distintas perspectivas, a niveles Giferentes, con metodologtas distintas y desde diversas disciplinas académicas (Lawson, 1992; Stokols, 1992). En este sentido, la perspectiva holistica es ecoldgica, aunque también debe tener €n cuenta aspectos integrados procedentes del resto de perspectivas anteriores. Por tanto, las estrategias no han de centrarse exclusivamente en los cambios conductuales del estilo de vida sino que deben tener en cuenta las transacciones e interacciones con otras personas, grupos, ins- tituciones y ambientes. Esto significa, entre otras cosas, asumir que la buena condicién fisica y la realizacin de actividad fisica no son, en si mismas, indicadores o garantias de que una persona disfruta de una salud dptima (Lawson, 1992). También significa asumir la existencia de diversos tipos de estilos de vida saludables basados en la interaccién de las caracteristicas individuales, la experiencia y las circunstancias sociales y medioambientales en que les ha tocado vivir a las per- sonas (Fahiberg y otros, 1991). ¥, por extensién, lo mismo puede decirse de los distintos estilos de vida activos que pueden resultar saludables para las personas, Este reconocimiento multidimensional de la salud no supone, como ya se ha apuntado antes, despreciar la importancia de maximizar la préctica de actividad fisica entre la poblacion. Pero la pro. mocién de la actividad fisica y la salud es mucho més que la perspective mecanicista que se basa en una vision muy medicaizada de la salud. También debe ser una préctica positva y satistacto- ria si pretendemos desarrollar las actitudes hacia la actividad fisica, Para ello debe ampliarse el sentido de competencia y éxito en la realizacion de actividades fii 2s, algo alo que muchos profesionales de la actividad fisica y el deporte no estamos acostum- brados, debido a la gran influencia que he ejercido y ejerce el rendimiento fisico y el ‘habilidosis- mo! en nuestras profesiones. Sin embargo, la promocién de la actividad fisica y la salud esta vnc culade a la participacién y no al rendimiento. Pensemos que este Ultimo esta mas prdximo al eli- tismo de la condicion fsicay la habilidad, mientras que el primero lo estd a la vision participative de la actividad fisica. Pero atin siendo una experiencia positva, la realizacién de actividedes puede uedarse en un mero ‘ecreacionismo, es decir, en la simple busqueda de la diversion coma razén de ser (George y Kirk, 1988). Desde este punto de vista, las actividades fisicas pierden gran parte de su valor educativo y convierten al programa en puro hedonismo y simple descanso de las acti= vidades habituales. La promocién de la actividad fisica y la salud tampoco basado en el conocimiento tedrico-practico que se utiliza cuando existe comunicacién entre per sonas que realizan actividad fisica (ver Arnold, 1991). Para algunos y algunas profesionales esto puede entenderse como el desarrollo de clases teéricas, cuando resulta que los programas hol Puede obviar su cardcter educativo, » 310 4 ticos también son practicos. Sin embargo, esto tampoco signif tedrico de las sesiones sino que, utilizado como complemento y €n conexién con el practico, ayude a una mejor comprensién conceptual y procedimental. De esta rmanera,seré posble aoc los paricipantes leguen a tomar las decisiones més adecuadas sobre la tealizecgn de he cee dades y a elaborar un programa propio de actividad fisica y salud que pueda desarroliarse dentro y fuera de las sesiones de un programa, La conciencia critica se convierte también en una parte importante si quiere desarrollarse todo el potencial de promocién de la actividad fisica y la salud. Esta se promueve con experiencas rele. xivas (discusiones, comentarios escritos,reflexiones personales, etc) que cuestionen y saquen la lz las cistosiones y contradicciones que eaxstan alrededor dela actividad fsicay la salud y que se relacionen con procesos socio-econdmicos y cuturales mas amplios (Ktk, 1990). No es algo que pueda enseftarse como si fuera un conjunto de conocimientos tebricos, sino que es un pro- ceso que experimentan quienes se implican en las actividades individuales y colectivas que lo hacen posible. Los profesionales pueden influir en este proceso mediante comentarios y reflexio- nes antes, durante y después de las sesiones, e incluso con la ayuda de materiales que lo faci- ten, por ejemplo, relatos, historias, articulos, fotografias o videos que estén vinculados a la realidad cotidiana de sus vidas, La concienciacién critica es un elernento clave en una sociedad en la que se ha utilizado el discurso de la salud como un arma arrojadiza y de privacién de libertades. El abuso en las dietas y la busqueda de la delgadez asociada a la actividad fisica y la salud es preocupante en las socie- dades desarrolladas, al igual que la negacién de atencién médica por ser fumador 0 negar un puesto de trabajo por estar gordo. Esta perspectiva ayuda a cuestionar muchos mensajes asocia~ dos a la salud que, como seftala Becker (1986), pueden llegar a tirenizar la vida de las personas. ica que se elimine el conocimiento 5. La evaluacién de los programas La evaluacién es una actividad cotidiana desde el momento en que las personas realizan cons- tantemente ‘juicios de valor’ sobre acontecimientos, comportamientos y cosas de la vida diaria. Peto en el mundo laboral y profesional, los juicios se hacen para conocer, de una forma més sis- tematica y profunda, el valor y calidad de la actividad. La evaluacién es, por tanto, un ‘proceso sis- temético’ de indagacién sobre algtin fendmeno social a partir de algtin tipo de criterio. Segtin Rohs (1988: 113), la evaluacién “esté tipicarnente asociada al grado en que un programa es efectivo, adecuado, bueno 0 malo, valioso o inestimable, y a lo apropiadas o inapropiadas que pueden resultar ciertas acciones, procesos o resultados con respecto a cémo lo percibe la persona que uti- ‘za la informacién de la evaluacién’. La evaluacion surge como una exigencia de las modernas sociedades occidentales que crecen en complejidad y necesitan de sistemas que ayuden a las personas e instituciones sociales en la eleccién y la toma de decisiones. Por, eso, ante la proliferacién de programas sociales educativos, deportivos, culturales, recreativos 0 de salud publica, la evaluacién sistematica se convierte en un importante elemento de! progreso social. Sin embargo, la gran mayoria de actuaciones y progr: mas sociales 0 de salud se desarrollan sin que nadie se plantee la necesidad o conveniancia de Su evaluacién cuando las razones que la justifican son multiples. Fernandez y Santos (1992) men-

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