You are on page 1of 22
Capitulo 7 Caracteres taxonémicos: Ecologia y Corologia Jestis Izco Introducci6n E} lugar donde vive una planta puede ser definido geogréficamente y caracterizado por sus condiciones ambientales. Los datos de distribucién, los ligados a aspectos del medio inanimado o los procedentes de las relaciones entre los seres vivos tienen valor discrimi- nante, por cuanto no son comunes a la totalidad de las especies, y, por ello, valor taxondmico. Los caracteres ligados a la morfologia o la anatomia y otros anélogos son caraeteres consustanciales a las plantas, forman parte de su propia materialidad, aunque se identifi- quen mediante el uso de complejos aparatos y se expresen por simbolos o mimeros; los caracteres eco- J6gicos no son siempre consustanciales. La geografia y la ecologia son basicas en ‘Taxonomia para entender el origen y la distribucién de los taxones, sus relaciones filogenéticas y la varia- cién de las poblaciones y adaptaciones evolutivas. La distincin entre Taxonomia, Ecologia, en su sentido més ampli, y Fitogeografia no es sino una forma de destacar distintos aspectos de una misma realidad. Ninguna de ellas es independiente de las otras, 2 pesar de las controversias y negaciones ocasionales, mutuas entre practicantes de unas u otras formas de investigar para alcanzar unos u otros objetivos. Las fuentes de informacién de naturaleza ecoldgica son numerosas. Entre las datos abidticos, en primer lugar, figuran los datos espaciales, ligados a la di tribucién de las plantas; en segundo lugar, los rela- tivos al clima y a las earacteristicas fisico-quimicas del sustrato o del medio que habitan; y por ultimo, los datos biéticos, ligados a las relaciones entre seres, vivos 0 a su forma de alimentacién y metabolism asociado a las condiciones del medio. Como en otros casos, los antecedentes histéricos del uso de caracteres ecol6gicos se remontan al limi- te de nuestros conocimientos sobre el estudio de la Boténica por griegos y romanos. Los herbalistas de los siglos XV a XVII eran plenamente conscientes de las, diferencias en la distribucién y en las condiciones, ambientales de las plantas, y Linneo incorpora este tipo de datos de forma habitual en las descripciones. A_L. P. P. De Candolle, en su Geografia Botdnica Razonada (1855), plantea ya con claridad el uso de los datos fitogeograficos con fines taxonémicos, Los datos ecolégicos tienen las mismas limitaciones que los caracteres consustanciales, incluido su valor relativo segiin los grupos taxondmicos. En el mismo sentido, Ja precisién a la hora de definir el cardcter supone un incremento de su valor taxonémico. A mayor siste- matizacién de los factores ecolégicos, mayor precisién de los mismos en su uso como discriminatorios. Los adjetivos ecolégicos genéricos, como htimedo, acidéfi- 1o, ombréfilo, sabulicola, montano, célido, eteétera, la inclusién de las especies acompafiantes o la indicacion de las unidades territoriales politicas tienen escaso valor diagnéstico; ese valor aumenta si se precisa el pH, el tipo de suelo, el piso bioclimético ‘véase Cap. de Bioclimatologia), el comportamiento fitosociologico ¥ corologia, con referencia a una de las clasifieaciones conocidas de la expresion de esos factores. 191 192 Capitulo? CARACTERES TAXONOMICOS: Ecologia y Corologia Factores abidticos Suelo El suelo, a través de sus variaciones fisico-quimicas ¥ biol6gicas, es uno de los factores abisticos deter- minantes. El acceso a los nutrientes, la economia hidrica, la aireacién, la capacidad de enraizamiento, eteétera, condicionan la vida de las plantas. La cla- sificacién de los suelos esté muy desarrollada, exis- ten clasificaciones basadas en criterios prioritarios diferentes (Kubiena, FAO, USDA) pero apenas se usan en la clasificaci6n de las plantas. Aparte de otros datos edaficos, la naturaleza quimica del sus- trato (carbonato célcico, carbonato eélcico-magnési- o, sulfates, cloruros, sflice, silicatos de metales pesa- dos, eteétera) es responsable de la condicién y de la distribucién de las plantas, y sin duda desempefia un importante papel en el aislamiento y en los procesos de especiacion. Es habitual que las descripciones vayan acompa- jiadas de informacién edéfica y es posible su uso como ctiterio taxonémico, Digitalis obscura subsp. obscu- ra y Digitalis obscura subsp. laciniata, ocasional- mente consideradas especies independientes, no se separan con claridad a partir de sus caracteres mor- folégicos, pero se discriminan facilmente por su com- portamiento edafico, ademas del fitosociolégico y corolégico (Fig. 7-1). Ambas forman parte de los mato- rrales basifilos que sustituyen a bosques perennifo- lios y semicaducifolios mediterréneos: D, obscura subsp. obscura sobre sustratos caledreos, D. obscura subsp. laciniata sobre serpentinas. La vicarianza entre ambas tiene su equivalente en otras especies que cohabitan con ellas respectivamente y que pue- den definirse y reconocerse por la naturaleza del sus- trato (Tabla 7-1). El complejo de Centaurea janeri se discrimina bien por la composicién quimica del sue- Figura 7-1, Distibucion de Digitalis obscura subsp. obscura Subse, (Gohiata en a Espana continental. (Adoptado de Tabla 7-1. DISCRIMINACION ENTRE DIGITALIS OBSCURA SUBSP. OBSCURA Y SUBSP. LACINIATA A PARTIR DE SUS ACOMPANANTES HABITUALES RESPECTIVOS EN LOS MATORRALES BASIFILOS IBERICOS EN FUNCION DE SUS APETENCIAS EDAFICAS (Adaptado de J. tzco, 1980) ‘SUSTRATO CALCAREO: ‘SUSTRATO SERPENTINICO DIGITALIS OBSCURA DIGITALIS OBSCURA ‘SUBSP. OBSCURA SUBSP. LACINIATA Asperula cynanchica Asperula asperrima Unum suttruticosum Linum suttruticosum subsp. suffruticosum subsp. carratracensis subsp. differans subsp. jimenezit Satureja montana Satureja graeca ‘Scorzonera hispanica Scorzonera baetica Scorzonera graminifolia Sorratula pinnatiiaa Serratula boetica ‘Staehelina dubia Staeheling bastica Ulex parvitorus Ulex parviforus subsp. parviflorus subsp. parviflorus subsp. funkit a a lo: silieeo para C. janeri subsp. janeri, calcéreo para C. janeri subsp. babiana y serpentinico para C. jane- ri subsp. gallaecica. El cardcter edético es vélido para rangos més altos, géneros por ejemplo: dentro de las cistdceas europeas Halimium y Tuberaria son silich colas, Fumana calcicola y Cistus y Helianthemum comprenden especies silicicolas y especies caleicokaxs son calefcolas las especies de Cistus con flores rojas ¥ silicfcolas las de flores blancas, excepto las de hom linear (C. elusii y C. libanotis). Clima Desde A. von Humboldt, con sus ascensiones al Teide (islas Canarias) y al Chimborazo (Ecuador) y otras montafias andinas, es conocida la distribucién alti- tudinal de la vegetacién que se dispone en bandas sucesivas. La idea de bandas superpuestas ha dado lugar a expresiones como cinturones altitudinales de vegetacién o pisos de vegetacién. La distribucién altitudinal es fruto de las condiciones ambientales Pretéritas, por tanto histéricas, y actuales de cada te- rritorio. De la reunién del factor temperatura y la ordenacién altitudinal surge el concepto de piso bio- climético. Esta idea es mucho més compleja que la simple limitacién por una expresién climética, cual- quiera que sea (temperatura media anual, medias de Jas méximas o de las mfnimas, etc.); tiene ademas un fondo biolégico y por ello mayor capacidad discrimi- natoria en la diferenciacién de los taxones. El estudio ecolégico de los liquenes de los posade- ros de aves de las montafias del Sistema Central espafiol revela una clara discriminacién altitudinal de los 102 inventarios floristicos constatados entre os 600 y 2 400 m de altitud. El andlisis discrimina- torio de Jos inventarios agrupados por pisos biocli- maticos (mesomediterraneo, supramediterréneo, oromediterréneo y crioromediterrdneo) frente a las dos funciones que explican la m4xima variabilidad -la funcién 1 (altura) explica ella sola el 72,9 %- separa claramente los inventarios por pisos, con ordenacién de los inventarios de izquierda a derecha de acuerdo con los valores crecientes de altitud, apre- ciéndose con claridad el asolapamiento progresivo de pisos (Fig. 7-2). Seleccionados los trece taxones més representativos del conjunto de la flora de cada uno de esos pisos se observan diferencias cualitati- vas y cuantitativas (Fig. 7-3). Aparte de otras que viven en dos o mas pisos simulténeamente, hay espe- cies exclusivas de un solo piso: Rhizoplaca mela- nophtalma (crioromediterréneo), Brodoa atrofusca (oromediterréneo), Ramalina protecta (supramedi- terréneo), Physcia caesia (mesomediterréneo); por otro lado, las especies de Parmelia pueden definirse por el piso que habitan: P. omphalodes (crioro-, oro- y supramediterréneo), P. loxodes (supramediterré- neo), P. conspersa (supra-, mesomediterréneo), P. pulla y P. tiliacea (mesomediterréneo). BOTANICA 193 El planteamiento es igualmente vélido en otros medios completamente diferentes. Son muy comu- nes las referencias a la zonacién de las grandes algas arraigadas al sustrato (benténicas! en las costas de sustrato duro. Esta zonacién tiene una base biocli- mética por cuanto existen diferencias de tempera- tura a lo largo del perfil de profundidad, y cambian otros factores como la intensidad y composicion de la luz con idéntico resultado, una especializacién en cada nivel y explotacién de nichos ecol6gicos dife- rentes por parte de especies de distinto 0 mismo género. Corologia Cada taxén muestra un modelo de dispersién que es un aspecto de su propia defini El drea de un taxén es fruto de su origen, su biologia (polinizado- res, vectores de dispersién, competidores, predado- res, simbiontes), evolucién genética (hibridacién, deriva, mutaciones), presién del medio fisico (clima y su evolucion, barreras), evolucién geoldgica (deri- va continental), etc. El 4rea de un taxén es el resul- tado de su historia pasada y reciente. ao ~uesoanved ma ITER oN Var) LO (eck fe 8 \ piso oa

You might also like