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a or: ors Sr ene Sie cys Sts ci = Crs ers era Chm Sis eT 3 €;2 e,3 Si ef 3 ers e;2 er ers cl > om © 5 Ce = > Toda educacién es sexual Hacia una educacién sexuada justa Graciela Morgade oORDINADORA lerj’ LA CRUJIA EDICIONES, Maria Sol Ezpeleta Lic. en Psicologia PRN. 546. MPN, 498 ducacon Sa Cede More cy cop 613 i e Directores de colecién | Nora Gratiano + Poblo Cifeli Diseio de aps | ava Pauls Dufour Dice. tapay de coleccén -Diagemacin | mks Conreccén | Jimens Timer Pastas 1 |San 978.087%501-129-7 Hecho el depésito que maea la Ley 11.723 Impreso en Argentina /Printedin Argentine ELeditor se reserva todos los derechos sobre esta obra l que iment porringun método incluyendo los de fotacopiado, to magnético ode almacenamiant de datos, sn su expeso consentimento, € ce! c G oS SG S Ger © S CG S S o © © © cS € € € e € € c < c c Pim ad apd a es 9 Winky VVVIVIG VU BU OUVV OVO VD EEUEUEGUVEVUDOU Sobre la coleccién La coleccién *Docens de didlogo y debate sol principalmentedirigida a los/lasdocentes y aqui nes se forman para serlo. Cuenta con el apartey flexidn de pedagogos/as especiaistas en distintas iscipinas y profesores/as que abordarénvun conjun- to de temas -tanto pedagdgice e5~ que hoy estén confi n pedagogiea relevant, tebricos- disc un compade dise Tres series conforman el plan de la coleceién: 1. 20ué pensamos sobre...? Aborda teméticas ge- nerales sobre tice actual que atraviesa la frmacién dacente. area de educary la problema- Qué hay de nuevo en...? Aporta temas y debates ‘octualitads en diferentes campos del saber. Del dicho ol hecko... Propone estrategias didde- eins para problematizary enrique corel dfa dia dela ensefanzt Todas ellas conjugan un mismo propésite: prog ica que potencie ~desa~ fiando el desereimiento y el dogmatismo—ta préc- tiea cotidiana de ensefar. | ey | o = | a, 2 los estantes trabajos. De alguna manera,cartografialaselo. © > ves de letura que emples el equipoa lolargo de lainvestiga- Pedagogias, teorias de clén. Posteriormente, en el capitulo 2, abordamos los modasen ©, ~ género y tradiciones en que directivos/as y docentes tendfan aconceptualizarla“edu- ¢, <@ ducacién sexual” cacién sexual” en une etapa del trabajo que se desarrollé justo ¢ s uae antes de la sancién de la Ley de €ducacién Sexual. La invest co gaciéa socioeducativa existente habilitaa pensar que después © = GRACIELA MORGADE / JESICA BAEZ / dea sancién dela Ley seguramente estaban vigentes la mayo- © | SUSANA ZATTARA / GABI DIAZ VILLA ria de los contenidos de esas visiones y que soloconel tiempo, = largo, como todo cambio de “mentalidades”,esus perspectios. ¢, , © pueden haber comenzado a modificarse 2 Entramos luego, enel capitulo 3, aescucharaestudiantesde | diferentes edades y sectores;en sus fuertes coincidencias res- | Introduecién pecto del modo en que visualizan las posibilidades y limitaciones (sobre todo, lmitaciones) de os modos escolares vigentes para G | © > —_eQuéseensefa? ,Quién lo enseha? — éQuésabe quien" {Qué se aprende? {Quicilo aprende? gon, através de diferentes eategorias analiticas,losnudosde € “9 _dPorquéy para qué? transmisidn de enfermedades, la descontextuoliza dela historia, ‘vas como ef dolor, el nacimiento, fo enfermedad y la muerte. EL > dela cultura, del complejo deseo-placery, lo que es peor, la des- “biopoder lucin eapitalista quese gesté en ¢= contextualizade ese “abrazo amoroso” que invocaba Reich?.2? Europa durante fos siglos XVII y XVIII culminé conlaformaciénde “ ___ sigue: "Por otra parte, sinos atenemos a la realidad cien- ta famcsa "policia médica”, especie de contingente defiscales “| ay tfica, la verdadera via de transmisién son ls ‘contactos geni- S| _ {eles no protegides adecuadamente’y ro la sewvalidod Invocar ésta como transmisién es tan descabellado como Ilo- 41 82. Bourdieu, Pierre (1999). le domivactin masculina. Borcelona: Anagrema. ?. 14 35, Butler (2001) Op. cit. (1975) Néwesis 2 saan, ‘24. mapo, once (1997). dina sexe poder Cofereninictoaenll Cone 2) arsohgening Sida, Mor det Plt vere S11 ca, (oexpropiacién dela solud. Barcelona: Baral Editoves POOGE v mar a las enfermedades por vio aérea ‘enfermedades transimi- tides por a palabra’, Por tado ello, propongo cambiar el nom- bre de las £T5 por ‘enfermedades de transmisién genital \dad solamente transmite placer, solamente porque Ia sexu teansmite amor La emergencia dele epidemia del HIV-Sida en la décoda del £80 arnivel mundial desplegé un escenario de muerte ytemor,jun~ to ala proliferacién de mitos y metéforas a su alrededor. En se~ undo lugar, y més cecientemente, el aumento del indice del ‘embarazo en ta adalescencia. En este contexto, el acento en la prevencién cobré relevancia y pronto fue el enfoque bio-médico ‘quien tomé las riendas del asunto: ".. no es cualquier discurso. Lo medicina no es meramente el arte de curar; es también medi- tacién sobre la Vida, la Muerte, el Sufrimiento, Los médicos no sélo hablan de su especialided sino que permanentemente ha~ blon de a vida, la scciedad, 10s valores, ete., diciéndonos como tenemos que vivi, sufi, gozar, pari, enfermar, mori. Las reivindicaciones feministas del movimiento social de mujeres se fueron articulanda con un movimiento tebrico-p tico enel interior de la ocademia (desde Simone de Beauvs Dy y desde entonces la corporacion médica? viene siendo denun- Giada en algunos de los sentidos que fue construyendo, y enal- unos de los procesos de los que fue principal mata. A titulo ilustrative mencionamos a coza de brujas:“volviendo ala edad media, en una sociedad donde esté valoriada la castidad para los hombres, la mujer es una permanente tentacién. (..) los discursos médicos son elocuentes respecto de la desconfianza aque producen las mujeres y toda lo que hay que cuidase de ellos 37-Fernénder, na Masia (1993) “Le mujer dela ilusién.Pactos y contratos entre hombres y mujeres", Ed, Paidos; Buenos ices. P60 5, Poble Ben (2000). “Cuerpos fem enone, Fs Pita, MG. (dits.); Historie de las mujeres en ta Argentina Colonia Siglo XK; ed yy cuerpos abyectos", Taurus; Buenas Aires; 2000. a VUUVVVUVLBLUUOUVOUKY AIL AMEOOOHOANDANANEODAAADAAAND AAI VUVIVVYVVUVUBY ta 53 6 oO OG (..) serdn luego las sible el tremendo sexocidio que c 6 rmedicalizacin del parto, mostrando la exprepiac bres femeninos sobre el embarazo y el nai Desde desarrollos posteriores de ia teo dios ransgénero, el enfoque de fa preven ujas. Todo va confluyendo para hacer po~ stituyé la caza de brujos denunciado el proceso de de los sa- 3? mas recientemente, se a queer, y los €stu- in puede ser sefiolado como uno mas de los elementos del contrato soci heterocen- login social que reproduce en los cuerpos, los espactos y los diseursos a ecuaciénnaturalezasheterosexualidad. E sistema heterosexual es un aparato social de produccién de feminidad y masculiidad (.). tos oles y las précis sesuales, que naturalmente seatri- buyen alos géheros moses trado: "La naturaleza humana es un efecto de tecn ino y femenino, son un conjunto ar trario de regulaciones inscritas en los cuerpos que aseguran la de un sexo sobre otro. Lo diferencia sexual es une hetero-particién del cuerpo en lo que no es posible osi- El proceso de creacién de la diferencia sexual es una operacién tecraldgica de reducciéi terminadas partes de la totalidad del cuerpo, yal ‘cor de ellas significantes sexuales. Las hombres y las mujeres son construcciones metonimicas del sistema heterosexual de pro- ducciény de reproduccién que autoriza el sometimiento de las mujeres como fuerza de trabojo sexual y como medio de repro- duceién. Esta explotacion es estructural les que los hombres y las mujeres heterosexuales extraen de ella explotacién mater metr que consiste en extraer de~ las pora ha~ los beneficios sexua- cbligan a reducir productivos y del superficie erética en los éiganos sexuales re- legia el pene coma tinico centro mecénico de pulso sexual”. 993). Op. cit. 73 es moricun poco”, en Gi Luar la Argentina. Colona y S Tours. 41. Preciedo, B. (2002). Op cit P22. Fito, Ys 0, Buenos res: 100A sDUCACON Fs SERIAL | SFOAGOGIA,TEORAS DE GENERO ¥ RADIIONES by. Puesto enestos términos, puede resultar una reflexinfilo- s6fica sin consecuencias materiales. Sin embargo, sitenemas, en cuento que este produccién tedrica esté en continuo diglogo con los movimientos socioseruales que denuncian violaciones @ los derechos humanos, los sentidos de algunos desarrollos son diferentes. &pertinente recordar eémo el activismo gay logré, luego de luchas intestinas, que In homesexualidad se borrora del DSM 3.42 Incluso la misma denominacién —homosexucl-ha sido rechazada por la comunidad gay, como asi también la denominacién de her- mafroditas o pseudchermafroditas para las personas intersex. Los y las representantes de las ciencias médicas/biolégicas son las voces outorizadas para hablar de sexualidad. El debate, ‘en consecuencia, queda delimitado y establecido por el cédigo médico-bioligico. Se abve la pregunta entonces acerca de qué jes, temas, intereses son "aprobade erantes. Los temas vinculados a la sexu quiénes los del quedan en manos de "médicos, obstetras, ginecélogos”. Fraser nos anticipa el resultado de tal desplazamiento: “aislarciertos ‘asuntos en espacios discursivos especializades y, al hacerlo, pro- tegerios de un debate yuna confrontacién mas amplios".‘% Laes~ pecializacién se torna ental sentido una proteccidn al debate, 42. ELDSH (cuya versinvigente es In quintaedicién: OSM 8) ese! Manual diagnd “yestastica des tes esd lo American yeti Association. Se ta- te deuna lasifaciéndelestrestomos mentales con el prepéste de proporlonar dhognéstios, con el fe de que los descripcionesclaraede ns eatezori losinvestigadorespuedandiogrosticay, etudiareintereombiarinformacin y vatat Aictntoetrastornge mentale € un instrament relizadon partied datos emp ientavione, y dec! El movimiento por los derechos de los gays desaf 1d come enfermedad mental, En 1974, los miembros de lo APA oteron para borrar *omosexualidad” pe se como enfermedad del DSK 8, Fraser, (1997), Op. et 126 NEAMMF EME NHKHNIIGDHONNAN EN NH OHHH EAE BOY VVVVVVYVVOVEVVVVVUVUUUUVUUUUUUUE men ome) €s justamente en | jar el debatedonde | 45 creemos que reside el verdadero peligro... los/Ias/les que que dan sin voz. Los/las/les que s6le son tenidos/as/es en cuenta en tanto que poblacién a atender, pero de ninguna manera logran hhacer ofr sus propios discursos... "Por ejemplo, desde fas institu- ciones te bajan muy fuertemente el discurso de que sos una tra~ bajadora sexualy como trabajadora sexual tu instrumento de trabajo es el forro, Ahiel Estado proxeneta'# estd operando va~ ‘ios mecanismos al mismo tiempo, porque encima te da tu ins- trumento de trabajo gratuitamente y te protege fa salud, cuando enrealidad estd protegienco al varén, al masculino,y estéleg- timando el derecho de prostituir bajo el disfraz de trabajo", de- nnuncian Sonia Séncher y Marfa Galindo en Minguna mujer nace para puta.§ Es evidente la "politica social” que toda p. solud representa. Lamoralizacién Otra tradicién que ha tenido y tiene una fuerte presencia en los programas de educacién en sexualidad en experiencias de diferentes pafses es el que podriamos denorninar medela mora~ 44, Estado p ojo ito, ‘neta ts un concept propuesto y desarllnde pot las auteras, nel ra- | eardeter masculino éel Estado: yao solamente elecionede con supa~ al que viene de pate, siroconsupatténprosenete que vine deexplotator jor del cuerpo de les mujeres. El decir ‘Estado proxeneta' ros oclaracllugarde ‘objetos sexwolesdeintercambio que ocupamos cs mujeres en tedes as saciedades rosdel mundo. Nos acara también la negacin de nuestra con jue es unEstalo proxeneta, actuemaey ca ¥eso nose resuelve con ningin concept a de derechos, porque instalo una critica més profunda irrece con el Estado, sea este del Norte de Sur, sea socialist a capitalist, Pr esoelunverso dea prosttuciénes un pendiente de tos ls sistzmas politicos, de tds la idesogias ye todas ls eulturas del mundo, de norteasury de Este a Oeste. E"fstadoproxeneta’ es definitivomente una manera dejerorguzar las elciones sociales enune dterminada sociedad, &s una mirada que sole desde el mundo de laprostitueién, proquenas sive pra comprender as relacionessovilesentodoslos mbitaeyactores"(p. 8), 45. Galindo, Maria y Sénehez, Seria (2807), Ningune mujer nace peraputa. Buenos Ai- ress Lavaca, P95, 1 } rminarian otras propuestas?: "zeducacién sexual para el ejercicio | 47 lizante. Se trata de un abordaje que enfatiza las cuestiones vin- culores y éticas que sustentan las expresiones de la sexualidad yseon frecuencia, las encara deste una perspective que reto- ima més los sistemas normativos (el sentimientos y experiencias recles de los/as javenes, Este mo- elo también comparte con los anteriores el sunuesto de que la sexualidad se expresa centralmente en la genitalidad, ponien- do espacial énfasis en su control mediante fa abstinencia. Los espacios curriculares apropiades para este enfoque san las ma~ terigs relacionadas con le Formacin ética o Educacién Maral y Civica dela escuela media Esta perspectiva es contradictoria con la vocacién univer- solizonte de la escuela piblica y es més aprapiada paras ser~ Vicios educativos de gestién privada que sostienen un ideario explicito para su proyecto educativo que las familias conocen y igen. Sin embargo, aun con la libertad de construccién del proyecto pedogégico institucional de la que gozan los estable~ cimientos y la libertad de eleccién por parte de las familias, existen leyes nacionoles e internacionales respecto de los de- formacién que también jeber ser"), antes que los teches de nifios/asy jévenes a limitan y brindan un marco eomin de ciudadanfa que ningin proyecto edueativo deberia omiti.\6 1. “Educocign para el amor" es el nombre del Plan General 4 Cattillas de Estudio y trabajo que la Conferencia Episcopal Ar- ¢gentina publicé en 2007 eomo respuesta a la sancién de a ley de Educacién Sexual Integral. El enmarcamiento discursivo que in- tenta ese nombre es claro: sila propuesta de educacién sexual del episcopado es a “educacién para el amor”, 6mo.se deno- 44, Los Haciones Unides hen record ls dereches sexuales y reproductives de las personas como derechos humans. Los derechos sexualesy ceproductivos son unt de ee del derecho ala salud integral i Episcopel Argentina (2007), Fducacién pera elamor. Buenos Ares: Of eh, las dimen 7 Contes sina del FOVUVOVOVUYEVHYOYVVVVVVYUUUUUVUUUVUUUU LOADHAAHAANHANDADNAAANNAAAANAANAOAIIIIA fat ae de los derechos humanos?", “educacién sexual para lael nacién de todo estereatipo de género"?, ;“educacian para el ejercicio de una sexu serfon nombres adecuadoS y significativas desde uno perspecti~ ‘a politica inclusive y respetuosa. Sin embargo, oc denominacién encierra la aceptacién de una “imarea reg que podria dejamos afuera de la posi cadel “amor” desde la misma perspectiva de los devectos, degé- nero e de la salud secual y eproductiva idad sana y placentera?... &s evidente que tar esta ada” jad de tomar la teméti- El amor al que alude el Episcopado encuentra su fuente pri~ mera en la creacién, ya que Dios creé al ser humano por amore ingtalé en él el amar coma “vocacién fundamental”. “El verdade- ro amor es capacidad de abrirse al préjimo en cyuda generosa, es dedicacién al otro para su bien; sabe respetar su personal ded y libertad (...). El instinto sexual, en cambio, si abandon doa si mismo, se reduce a genitalidad y tiende a aduenarse del ‘otro, buscando inmediatamente una satisfaccién personal””.*® Este pérrafo sintetiza la tensidn que la propuesta plantea c lo largo de todo el texto: el verdadero amor es casto; cuando e! varén y la mujerseunen en matrimonio y “en una sola carne" se produce la generacién de una nueva vida. Todo otro ejercicio de Ja sexualidad genital esté en el orden del pecado. Es evidente que estos enfoques aportan contenidos que constituyen el corpus de a educacién para to sexualidad en la escuela, Sin embargo, tal como venimos analizando, suelen par tienden a sienc idades de niflos/ as, jévenes y adultos/as y, por accién v omisién, terminan re- forzando las relaciones de poder hegeménicas. cializar la cues! Modelos emergentes Existen otros enfoques menos ext vole la pena retener en este breve inventario, ya que se trata de 48 thidem. P95 s més por que tienden a “abrir” o desplegar con mayor amplitud fos temas que nos ocupan. Se trata tonto del modelo de In sexologia como del modela normativo o judi que de manera mucho més reciente también comienzan a tener presencia en los debate: Lasexalagia, camo disci bre educacién en la sexual de ese modo, preven cis err6neas, ayudar a explo tidos de conocer y di entiende la sexual idod que esté presente toda la vida, €s un conjun- los tedricosy de herramientas de intervencién ro para abordar la temética de la sexua- mente en contextos terapéuticos y con una formacién profunda en el campo de la psicologia y la medici~ na.*? Entendemos que si bien aportan interesantes abordajes para incluiren lo ese n sexolégica profundaes ims un requ fas en sexualidad que se brindan en servicios de "Salud y Adolescencia” antes que un com- ponente de lo formacién docente. Los enfoqugs centrados en los temas jurfdicos ponen #l én {oasis en las realidades que atraviesan, de manera innegable, nu- merasos nifos, nas y j6venes con una frecuencia que nunca deja de ser sorprendente, en sus hogares y también en émbitos labo- rales 0 ena calle. Se trata de las casos de esedio y acoso sexual asi como las diferentes Formas del abuso que pueden llegar ala violacién. Dado que se trata de situacianes que violan los dere- chos de nifios/as y jévenes, los temas que este enfoque ilumina deberian estar presentes también desde el nivel inicial yal lar- cas” serucles, y star mitos 0 creen- 1s modos personales o compar- del cuerpo sexuado. Este enfoque fad como una dime fan de la construccién jento en las conse} 49.ltable (2000) 0p. cit MANAAANAADAAAAIDABNNNGHOEOOAHOANATAAEA YOUNYVVYVYVYEVEVEVYUVUVUYLUULUUOUUULLE fe go de toda la educacién formal, en materias tales como Forma~ thn éticay Cludadana y haciendo fuerte hincopié en el conoci- mento de los derechos humanos. Sin embargo, incluir solamente sexual escolar seria reforzarel estos contenidos en a educaci ‘temor a una sexualidad concebida como amenazante, Estas cuestiones suelen necesitar de una formacién espe- cializoda en leyes y, en particular, en los modos de encarar el tratamiento del prablema como para evitar profundizar el dao. Jambién aporta contenidos relevantes para la Formacién do- cente pero, bésicamente, como elementes para pos corientacién hacia servicios especializados. Teniendo en cuenta los aportes de los diferentes enfoques, tanto en su potencial props aciones, las propuestas emergidas de los estudios de género han adoptodo ‘lgunos de estos desarrollos pero ala luz del andlisis histérico y de los modos en que se han constraido las expectativas pecto del cuerpo sexuado y los estereotipos y las desigualda- des entre lo femenino y lo masculino. Se trata de entender que el cuerpo humano estd inseripto en una red de relaciones sacia~ que le da sentido y que su uso, disfrute y cuidado, es deci récticas en las que lo comprometemos, esté fuertemente condicionado por el sector socioeconémico y educativo de per- tenencia, las costumbres y valores del grupo social que se inte- er laciones de génera hegeménica 5 eteétero més. Por ejemplo, es sabido que con frecuencia la falta de uso de pre~ servative no se debe a falta de informacién o a dificultades en elacceso sino que suelen subsistir prejuicins negativos respecto dela mor j6venes que llevanalguno consigo 0 te- mor, por parte de las mismas chicas, a perder al compatiero sise cexige el uso. Po ionantes seciales y culturales de la construccién de fa sexualidad representan uno de los eas es antes de la educocién sexual con enfogue de género. trata solamente de estudiar las peculiaridades que cade grupo de sexo-género, edad, generacién, etc, pueda desarrollar. Al introducir la nocién de “desigualdad”, le perspectiva de géne- itivo como ens No ag ro, acompaiada pesteriormente por los estudios de la homase- ladyy los mas recientes de la teoria queer se esté trabajan- do también sobre las relaciones de pader que la construccién social de la sexualidad implica. Esto implica analizar los modos en que operan los prejuicios s ro pata que la Jes acerca de lo “adecuado” 0 smeninas” y que los varones sean nos". La coercin sexual, los mitosrespecto dela sexua~ lidad, los temores a concurtira los servicios de salud, el desco- nacimiento del propio cuerpo y tantas otras limitaciones que sufren las personas 0 lo largo de su vide tienen sus sociedad y no solamente en la constitucin sub ces en la individual. Tendiendo a arraigarse més en las vidas reales de los y las adolescentes y j6venes que en dogmas mi flexi snarios més o menos ados 0 endurecidos segin las épocas histéricas, estas propuestas de educacién sexual apuntan al conccimiento del propio cuerpo y de los discursos sociales en los que esta enmar- cado, abardando tanto los mitos que lo determinan y los mo- dos de avasallamiento més usuales como las posibilidades de su uso y disfrute cuidadose. Asimismo, el enfoque subraya que existen diversas formas de vivir el propio cuerpo y de construir relaciones afectivas, formas y relaciones que deben enmarcarse en el respeto por si rmismo/a y por Iqs/as demés y que merecen -todas~ el mismo respeto. ¥ también, que existen précticas abusivas condena~ bles que no pueden ni deben ser silenciadas. €! marco de los de~ rechas humanos constituye el encuadre minima de inclu todos y todas, promoviendo la consideracién iguatitaria de la diversidad.* A postr de los diferentes criticas que la Declara- ci6n de los Derechos del Hombre —progresista sin duda para su época-, los diferentes sujetos sociales que no se sentiano no nde LUNICEF (2008). Sexuatidad y sale en fa adotescencia, M 0s Bes. i de capacita- NIDA AATANDAADAAAAAD HHOHAAAOOVOHO AH euooe EEO UEEULELLLOUVVVUULL ELLE sstaban incluidos en ese marco (las mujeres en su con) rifts, las fas ylosy los j6venes, ete.) fueron trabojancl eta cada pots (en las diferentes Constitustones) y 0 nivel in- vermacional para incluir su perspectiva y necesidades respecto de los derechos humanos. En este sent 10, la cuestidn de los de- vechos es oro de los nieleos centrales del enfogue. Por una por au propésito no logrado totalmente ain~ de cons- ‘al que tienda a incluir a todos y tedas; porte, ‘ituir un discurso univers por atta parte, porque se trata de compromises que csumen las as pero, fundamentalmente, los Estados y, por 'o tanto, person también devienen un parémetro para el monitoreo social Sin embargo, este énfasis en la dimensién del “empodera ‘ode afirmocién de la cutoestima, solo alude a. una dimension afectiva al trabajar sobre las situaciones de diseri- los cuales adalescentes y j6venes pueden atravesar. jgcurso de los derechos aparece como lo fundamenta~ fexual, resultondo sin ast cidn diniea y valida para Ia educacién s tludauna superacién del silencio imperante en a escuclay del tcardeter deseorporizado de a visién morolizante de 1a sexu dod, pero resultando Finalmente en otra forma desilencicmien to de la afectividad. ‘Sbviamente, no se trata de eliminar elestudio de tas dimen siones biomédicas de la sexualidad y, menos, de eliminar las fades de nifios/as, jovenes y adultos/as de cuidar Su oportu' olud y, menos ain, considerar menor la cuestién del conoci- miento de los propios derechos. Sin emborgo, se impone su ta" tomienta en un marco més emplio. En los préximos copitulas desplegaremos los intereses identificados y contenidos posibes para ampliar los aleances de una edueacién sexual coda vex més integral 51

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