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rollos nacionales Resignificar la educacién publica: construir una nueva utopia’ ‘Yeimy Cérdenas* Vladimir Olaya* Fecha de elaboracion: septiembre 17 de 2008 Fecha de aceptacién: mayo 20 de 2005 Resumen. Se pretende visibillzar algunos puntos para la cis- tesco acerca de la Educacién Publica, a pair del reconoc- ‘miento de aspectos como el papel asignado alos maesttos, la Icgica teenoerstica dela realidad educatva, peroa su vez, como posibilidad de Cambio, la conciencia histérca, ef sentido de sujeto politico y de construccisn social Palabras clave: Edueaciin Publica, sujeto, eformas educati- vas, poltica publica, maestros. ‘Summary, Some points for a discussion about the public ‘edlucation have been presented thie ance. The starting points are the recognition of several aspects in this matter, such asthe role awarded (0 the teachers, the technocratic logic of an ‘educational realty and at the same time, as a possibility to Introdce some change, the historic conscience, the sense ofa political subject and the social construction. [Key words: public education, subject, educational reforms, public poly 46 volumen 2 No. 18/enero-junio 2005 Ef analfabeto es el hombre impedidio de decir palabra Ya alfabetizacién seré entonces la pranis educativa que devuelve a los hombres su derecho a decir fo que viven y suefan, 42 ser testigos como actores de su vida y de su mundo, Jestis Martin-Barbero ‘A manera de presentacién. No es una de- sesperanza, aunque muchas voces se hayan callado entre tantas miradas perplejas ante las trasformaciones que sufte la escuela y por supues- to nuestras formas de vida, pensar y sofiar de nuevo, con todo lo que significa lo educative y particular mente lo publico; es creer en poder construir otra forma de estar y de ser, que resignifique y posibilite otras realidades. Si bien es cierto que, en el contexto actual, lo pablico se presenta como una dinémica determinada exclusi- vamente por el paradigma neoliberal, desde el cual se desmontan las politicas proteccionistas del Estado, se construye un economicismo politico y se impone el mercado como ente promotor y reguladar del cam- po social; no es posible desconocer que las institu- ciones tienen dinamicas que escapan a las ldgicas ho- > Profesora auxin, ievestipara Grupo de Educaciin y Cultura Poca yest ante Maestla en Eoucacion, Universidad Pedagégica Nacional ‘ey cadens pedagogeaedaco * vetigador Grupo de Fducacion y Cultura Polis y estudante Maes en Eucacn, nveradad Pedagogca Nacenalvldlsy@hntma.com 1 Refleién generac eno marco del sminaria“Edueacin pba ycuturs poli despzamenos soca histéacox de a Maetiaen Education de a {Cnveridad Pelagic Naclonal Segundo seme de 2003 mogeneizantes, y que dada su naturaleza histérico- social, escapan a las ideologias y propésitos para los cuales han sido planteadas; por lo que no puede ne- garse su papel de mecanisinos potenciales tanto para defender posturas diferentes como para configurar formas alternativas de enirentar la realidad y movil zar los sujetos. Reconocer que el sentido de las instituciones es dnd mico y por supuesto complejo es una posibilidad para plantear un nuevo sentido al papel de los sujetos, dis- cursos y movimientos, dadas las caracteristicas parti culares de los contextos. Por ello, intentar reflexionar sobre “la esperanza como conciencia” de lo piiblico constituye una tarea necesaria para cuestionar los dis- cursos que fortalecen el imaginario del bloqueo hist6- rico en este ambito, y especialmente para resignificar el rol que los sujetos implicados pueden jugar. Una posibilidad que, sin duda, se ha invisibilizado en mu- chas de las discusiones y diagnésticos que se realizan actualmente sobre Educacién Publica, pues la deses- peranza aprendida y generalizada deja la sensacion que la Educacién Publica responde exclusivamente a la dinamica o estatica determinada por la financiacién del Estado, lo cual niega no sdlo la complejidad sino las maltiples contingencias sociales de transformacién y movilizacién que representa lo piblico. En este sentido, a continuacién se pretende esbozar tuna apuesta por la resignificacion de lo publico, que a partir del reconocimiento de unas légicas imperantes y homogeneizantes, reivindique el sentido de lo pabli- co como aquello que se construye colectivamente, y ave por ende reivindique el valor de los individuos como sujetos, como actores diversos y pluriculturales, cuyos saberes constituyen la capacidad necesaia para afectar las dinémicas sociales y las nociones mismas de sujetos politicos y democraticos. Desde esta pers: pectiva, se desarrollan en el presente texto algunos elementos que resultan claves, pero na inicos, para abrir esta discusi6n en el marco de la defensa de la Educacién Pablica que hoy nos aboca en medio de los procesos de mercantilizacién de las relaciones sociales. aefender la Educacién Publica? Para profundizar en la comprensién de lo que signif: ca defender la Educacién Publica, es necesario colo- car como precedente el hecho de que ésta es hija del Estado-Naci6n, y que originalmente fue concebida como una forma de lograr la seguridad nacional, a través del fortalecimiento de un imaginario nacional y la formacién de personas capacitadas en el manejo del aparato de Estado. Tal como plantea Torres, la edu- cacién pablica jugo un papel clave en la legitimacion de los sistemas politicos y en la integracién y moder- nizacién de los pafses latinoamericanos: Todos los sistemas de educacién publica en la region fueron desarrollados como parte del pro yecto de establecimiento de los fundamentos de Ja nacién y la cludadania dentro de los estactos liberales. El papel y la funcién de la educacin piiblica en la creacién de un ciudadano discipli- ‘nado; el rol, la mision, ideologia y entrenamiento de maestros; y las nociones prevalecientes sobre curriculum y conocimiento escolar estaban mar cados por a filosofia predominante del estado liborat. Posteriormente, la educacién masiva crecié como un medio de capacitar trabajadores para la produccién de bienes y servicios, para capacitar a administrado- res de organizaciones gubernamentales y producti- vas y para socializar a los ciudadanos en un nuevo orden social. En este sentido, defender la Educacién Pablica implicaba reconocer que los principales cam- bios estaban jalonados por la estructura y mecanis- mos de! Estado. Esta breve revisi6n constituye slo una estrategia sim- plificada para mostrar cémo hablar de Educaci6n Pé- blica es hablar de un fenémeno que se ha transfor: mado y que, por ello, debe ser asumido como un acontecimiento histérico y cambiante, resultado de varias tensiones enmarcadas en la lucha por la do- De manera consecuente, en el contexto actual, la de. fensa de la Educacién Pablica implica reconocer las dindmicas generadas por la globalizaci6n, que traen consigo la presencia de fuerzas sociales determinan- tes como son las organizaciones supranacionales pues, de hecho, su incidencia trasciende fronteras y trans- forma las dindmicas y las estructuras mismas de los Estados. Asi mismo, involucra pensar las politicas neo- liberales como transformadoras de los significados 2 "TORRES Cavs. 1995."Laeducaclén pics, bs enganzaconesemaestos Yel sao en América Lana” Resta Pnguya de Seco, Vl. 32, No 92, Pps, rollos nacionales 47 culturales y de la vida cotidiana de cada uno de los sujetos en una red de relaciones que se corporifican. En el marco de estas dinamicas es claro, como sefia lan varios teéricos, que la nocién de Educacién Pabli- «a “construida por la comunidad: (..) disefiada, organ zada y llevada a cabo por un grupo de personas con objetivos compartidos”, se ve radicalmente transfor- mada, dado que, lejos de la participacién y construc ci6n por parte de las comunidades educativas, debe responder a politicas internacionales desde las cuales se persigue esencialmente la eficiencia y la produc. cién de recurso humano competitivo, limitando la autonomia, desconociendo la diversidad e invisibilt- zando las actuaciones de los actores de las institucio- nes educativas. Como transformacién, es evidente que, de una Edu- caci6n Pablica que jug6 un papel fundamental en la expansién educativa como mecanismo esencial para constituir una ciudadania nacional, prerrequisito para la democracia liberal durante la fase temprana de in- dustrializaci6n (1960-1970), se paso a una Educacion Pablica que durante las dos diltimas décadas ha sutri- do una declinacién de las acciones para el fortalect miento de la democracia y ha respondido a la satis- facci6n de las politicas internacionales hijas del ideal de desarrollo que fundament6 la segunda mitad del siglo XX en Latinoamérica, Es preciso aclarar que esto no significa que la relacion entre Educacién Publica y democratizacién no se haya reconocido, sino que se ha reconfigurado, pues de hecho, tal como plantean Martha Herrera y Alexis Pinilla: Una de las teméticas que han recibido gran aten- i6n desde finales de la clécada de los 80 y princi: ppios de los 90 ha sido fa relacién que se teje entre educacién publica y democratizacién. En la co- yuntura de fa configuracién cle Jos estados nacio- rales, el contyol de la educacién piblica era un derecho y un deber del Estado, quien por obvias razones tenia la obligacién de garantizar la educa- ccién para la mayor parte de individuos pertene- cientes ala sociedad. Igualmente se puede anotar que en este contexto la educacién pablica, la es cuela y la construccién de democracia eran temas {J MeGINN, Nod 199%“ Pode educa bls sobrepenerse a amenaza {de ls eancaconessoparaconales™ eis Lanoumercan de Ets Fuca Vol 24,No. 4.10 4B niodas y wud \olumen 2 No, 18/enera-junio 2005 inseparables por cuanto era en [as instituciones escolares donde convergian los planes formativos de los jovenes y, ademas, el lugar privlegiado para asegurar el buen funcionamiento de la democra- cla. No obstante, el creciente proceso de privatizacién de la eclucacién colombiana, desde ‘mediados de! siglo XX, ha ocasionado que la fur- i6n social del Estaclo se descentre hacia el sector privado y, por lo tanto, que fa connotacién de la formacién ciudadana sea fragmentada y cambie el sentido inicial de la misma’ ‘Muestra de lo anterior tiene sus bases en los ideales neoliberales que se promulgaron en las iltimas déca- das del siglo XX, los cuales tenian como asiento trans- ferir la educacién de la esfera de los derechos socia- les ala esfera del mercado, a fin de que la educacion cumpliera la funci6n de trasmitir ciertas habilidades y competencias necesarias para que los sujetos se de- sempefiaran competitivamente en un mercado de tra- bajo supremamente restringido y selectivo. Esta fun- cin de la educacién cambia de forma amplia los conceptos que sobre lo publico y lo democratico subyacen en los nuevos contextos culturales, a partir de los procesos de privatizacién y descentralizacién que se dieron para esta 6poca. Si bien es cierto que, bajo las consignas de mayor participacion y democratizacion, la descentralizacion tuvo su auge, pues se suponia que con los procesos de descentralizacion las comunidades entrarian a ju- gar un papel fundamental en la consignacién de los horizontes de sentido de la institucion educativa (como paradigma democratico), ésta tan sélo se limité a que el nuevo sistema escolar obligara a los padres, en pro de una mayor autonomfa, a hacerse responsables de forma directa 0 indirecta del sostenimiento de los plan- teles a través del pago de matriculas, mientras que los curriculos estaban dirigidos de manera central y ho- mogeneizante bajo la consigna de indicadores, com- petencias o estandares como factores necesarios para la medicién de la calidad educativa de los planteles escolares. Esta supuesta formalizacién de la participacién y la democratizacién de la educacién dirigié lo piblico a un modelo de gobernabilidad democratica que tiene 1 RRERA, Mara Ceca yPINILA les 2001 *Aercamintr aren ‘oe cles policy edvacin en Colombia" Ec HERRERA, arth Cella DIAZ, Calo Hm Eeucaciony cura pin en Coloma ume mars Inutiscpinaa. Bogot: ara & lanes, 9.8 como ejes un tipo de autoridad basado en mecanis- mos pluralstas y participativos, y que se sientan en la coproduccién de los bienes puiblicos. En este sentido se reconfigura el campo semantico de lo piblico y, como anuncia Borbén, el significado se reedifica: “lo piiblico y lo comin a todos, fo comiin desligado del Estado, asequible a quien pueda participar mediante su capacidad econémica, permitiendo asi la soberania personal y, por tanto, la ampliacién de la sociedad de- mocratica, es decir cuanto es comtin a todos” Afirmaci6n que se refleja claramente en el caso co- lombiano, en que la educacién pablica ya no sélo se refiere a la educacién que imparte el Estado por dere cho propio y obligaci6n, sino que abre la puerta para ‘que los particulares asuman esa labor, legitimada por las politicas de descentralizacién y optimizacién del gasto educative. De este modo la educacién simula ampliar su campo de cobertura, posibilitando que tam- bién haya Educaci6n Piblica impartida por entes pri vados, con lo que el papel del Estado, de impartir edu: caci6n para todos, pasa a ser el de regular las leyes que determinan la eficacia de las escuelas anie los requerimientos de un mundo globalizado, marco en el cual la educacién se apropia de la denominacién de servicio piiblico, que es la denominacién que la legitima como producto que se ofrece desde lo priva do y lo gubernamental. De esta manera, puede afirmarse que, mas allé de la relacién entre Educacién Publica y democracia, la dis- cusi6n debe ocuparse de las perspectivas y actores que han protagonizado posturas actuales frente a la Educacién Publica. En este sentido, resulta muy diciente el hecho que los documentos de reuniones internacionales, cumbres e informes de progreso ‘educativo, desde inicios de la década de los ochenta, hayan estado protagonizados por grandes empresas, que sin duda se han constituido en actores fundamen- tales en la nueva definicién de la finalidad y significa- do de la escolarizacion péblica. Al respecto, un claro ejemplo son los planteamientos realizados en la Cum- bre Latinoamericana de Educacién Basica‘, realizada en 2001, en la cual se sefiala que el colectivo encar- gado de la discusion de las politicas lo constituyen 2003, Plas eduennasyprotagonano social de ‘edcacon pica Bogs: UPN: Ecco iterhocloal soe poles ‘expetenciasenevalinon educa consacuene as paelaeckcacon, p13 6 REAL 2001, Cure Latinoamericana de ican Bic rasan edocs diigentes de empresas, del gobierno y de la educa- cién, y responde, entre otros objetivos, a “desarrollar consenso con respecto a un plan de accién que esti ‘mule la colaboracién entre los distintos sectores e imm- pulse el mejoramiento de la calidad y la equidad de la educacién primaria y secundaria”, propésito que ae quiere mayor sentido cuando se clatifica que los par ticipantes del evento fueron dirigentes empresariales de compahias como IBM, Motorola, AT&T, Masterd Card, Discovery Communications Latin America, Suramericana de Inversiones, entre otras. Desde este abordaje es perceptible la mirada eficientista y conservadora sobre cuestiones como equidad, justicia social, igualdad sexual y democracia cultural. Raz6n por la cual se ha retornado al debate sobre los resultados de las escuelas, reduciendo el curriculo a poco mas que una preparacién para el puesto de trabajo. Esto implica la trivializacién del sig- nificado de la educacién al minimizar los procesos de ensehanza-aprendizaje a las particularidades de infor macion faciimente medible, transmisible y compara- ble, para asi poder competir en el mercado educati vo. En parte, esto ha significado educar a la gran mayoria de los estudiantes para un tipo de alfabetiza cién funcional, en la que se educaria para leer, escti- bir y poseer destrezas para el empleo. En este senti- do, la institucién educativa no sélo educa para los sistemas de mercado, sino que es al mismo tiempo instrumento e insumo en el mercado. “Dentro de este hipotético marco educacional, las es ‘uelas producirian trabajadores que realizarian de bue na gana las tareas especializadas requeridas por una economia que affonta un nivel de competencia cada vez mas alto proveniente del exterior”. Definir exce- lencia constituye una tarea inaplazable y con ello se delimita lo que las escuelas pdblicas deben ofrecer: curriculos con caracteristicas especificas, haciendo de términos como logro, estandar, competencia, aspec tos centrales de las précticas pedagégicas que legit man especialmente mecanismos de control. Desde esta perspectiva, defender la Educacién Pabli- ca debe trascender la resistencia y la mirada de la escuela como un espacio fisico, 0 la lucha por una dignificacién salarial, para ampliar la ciscusién desde 7 id p {8 GIROU, Horr 1996. Places nquctanes. Aprendiond ie cuua popula Barons: Pads p82. rollos nacionales 49) la definicién misma de Educacién Pablica como un campo de tensiones configuradas por fuerzas econé- micas, politicas y sociales. Y asf reivindicar, esencial- mente, el papel de los profesores como sujetos polit- cos, quebrando la pedagogia del servilismo que subordina sus capacidades al imperativo de realizar los suefios de otras personas. Impacto de las politicas educativas en la vida cotidiana de la escuela y los sujetos educativos Fn los debates acerca de la Educacién Publica, uno de los aspectos cruciales ha sido el papel del maes- tro, especificamente su responsabilidad como inte- lectual. No obstante, desde las organizaciones de maestros las discusiones se han centrado, especial mente, en los recortes financieros que han traido consigo algunas politicas educativas; de hecho, es indudable que éstas han conflictuado el manejo de recursos y las exigencias que se hacen a los docen- tes, y se han descuidado temas que se vinculan con su significado como actor social y promotor de pro- yectos ético-politicos. Por tanto, se hace necesario observar de forma critica y amplia el papel y el significado dado al docente por las reformas educativas, pues en muchos casos éstas han convertido al docente en el reproductor de las reformas, cuando se extrapolan conceptos y elemen- tos instrumentales del mundo econémico al espacio educativo; ejemplo de ello es asimilar el director de escuela a gerente, dejando atrés su funcién educati- va. Igualmente, la nueva actuaci6n del maestro esta dada en la formacién de competencias profesionales de cardcter puramente instrumental, que incomunica al docente del campo de produccién de conocimien- to pedagogico, pues son los especialistas en educa- cidn los encargados de establecer lo que el maestro debe llevar al sal6n de clases. Tampoco se tiene en cuenta el contexto cultural y material en el que se desarrolla la labor profesional del docente, ni las con- diciones simbélicas y culturales de la existencia real de los estudiantes. Se ve al docente como un opera- Fio en el proceso educative y no como un profesio- nal, portador de saber, que potencie y construya nue vas posturas sociales y humanas frente a la comunidad educativa, Consecuentemente, las reformas educativas han pos- tulado enunciados pedagdgicos que ponen en otfa situaci6n y cambian el rol docente. De acuerdo con Hernandez, los fundamentos pedagégicos de las re- formas gravitan 0 se identifican con postulados psicologistas que se trasmutan en los procesos de aprendizaje y que estan vinculados al desarrollo copnitivo, a la vez que son los que van a definir los contenidos de la ensefianza y la funcién de la escue- la, Algunos de los postuladas psicologicos que acom- pafian las reformas sostienen que los alumnos cons truyen su propia comprension, vision que concuerda con las propuestas que reclaman la construccién de seres creativos, innovadores, llamados a alcanzar el éxito en los tiempos actuales. Lo que supone trabajar alas nuevas descendencias de manera cientifica, crear identidades basadas en las consignas de seres “ini os ¢ irrepetibles”; se trataria, en suma, de construit trayectorias sociales a partir de una nueva evaluacién cientifica de las capacidades personales. Este es el tipo de individuo que se va identificar con los principios neoliberales de competitividad e individualismo. Para ccumplir tal objetivo la psicologia (algunas de sus Areas) ofrece un discurso legitimador que resulta esencial, pues gira en tomo a la identificacion del desarrollo individual con el aprendizaje escolar’. H aprendizaje desde estas tendencias se fundamenta en el desarrollo de operaciones del pensamiento y se mide de acuerdo con el resultado de la utilizacién de las mismas. En esta perspectiva, resulta inadecuado pensar el aprendizaje con relacién a condiciones rea- les de vida y del espacio cultural de lo escolar. Por tal raz6n, se centra en la seleccién de unos contenidos que son portadores de “valores universales” y que son representativos “de la sociedad y de la cultura”. sta nocién de educacién facilita la construccién de materiales y la formacién de los docentes, que se apo- ya en légicas academicistas y en conocimientos desestructurados que no ayudan a construir recur- 505 ni permiten la relaci6n individual con los proble- mas de los saberes que se presentan en el contexto real de la escuela y de la vida cotidiana de los este diantes. De la misma manera se educan profesores para seguir pasos especiticos y rigidos, y no docentes 3 HERNANDEZ, Fernando. 2003.“ constuctnane como referent de ks relma eciatias neoliberal” Accin Pedagogies, Vel. 1, Unie de oreo San Casta, spc, rollos nacionales 5 1 capaces de poner en relacién las experiencias de vida con los contenidos académicos de las distintas éreas del conocimiento™ La estructura escolar propuesta por las reformas edu- cativas que apoyan estas posturas habla de unos ob- jetivos claramente establecidos, en que las evaluacio- res son concebidas mucho antes de que comience la labor y la interrelaci6n pedagogica. Se desconocen las construcciones historicas y se mira de soslayo el factor sociopolitico y subjetivo de la educacién como ejercicio relacional, y en su lugar se construye una Visién de docente fragmentado que se encuentra en a contradiccién de un sistema positivista que niega la responsabilidad de participar criticamente en la for- mulacién de curriculos y poltticas educativas. ‘A manera de reflexi6n, resultan de gran valor los plan- teamientos de Giroux: EI pesimismo, globalmente hoy, es mas pronun- ciadlo. Los maestros se encuentran acorralados por todo mundo, como nunca lo habian estado en e! pasado y las escuelas son asaitadas implacable- mente por las podlerosas fuerzas del neoliberalis- mo, deseosas de convertirlas en instrumentos dle ganancia, Cuanto es bueno para Disney y para Microsoft ahora, es e! protocolo para cémo el capitalismo puede definir la escuela, el aprenci zzaje ylos fines de la educacién, en especial, cémo es impuesto a través de los dictémenes del Fon- do Monetario Internacional y de! Banco Mundial, afuera y adentro, por su poder corporativo. Las escuelas ya no son consideradas un bien ptiblico sino un bien privado y la forma énica de ciuda dania que crecientemente se esta ofreciendo a la gente joven es el consumismo. Mas que nunca, Ja crisis de la escuela representa la misma crisis con adornos de la democracia misma y cualquier intento de entender ef ataque a la escuela publ ca y la educacién superior no puede separarse del asalto expansivo a todas las formas de la vida publica no dirigidas por la Kégica del mercado" Desde esta perspectiva, es evidente ol influjo de las politicas educativas en los actores y sujetos de la es- cuela y es innegable el nuevo papel que cumplen tan- ore : 11 GROUX,H, 2002, “Pedagose pba y poli de reste: pola pra ‘na eo era le luca ean” Opciones Podagpss No, 23, Bagot, 52 mus nudos/¥olumen 2 No. 18/enero-junio 2005 to los estudiantes, hoy usuarios del servicio educati vo, como los padres de familia, que se ven abocados a fiscalizar y observar el rendimiento de la institucién educativa en cuanto a las competencias que ella pro- duce, tomando un rol que consiste en ser guardién de la estabilidad social sugerida por el nuevo sistema, Tal transformacién implica una nueva estructuracién de las relaciones sociales como la redistibucién det poder social. Asi, el estudiante se convierte en un demandante de un producto y la escuela en un ofe- rente, en la que no se significa la educacién como la construccién de un proyecto de vida colectivo, sino como el lugar donde se prepara y se entrena a unos sujetos en determinadas habilidades para el acaecer social De esta manera, las politicas educativas hacen una reconversién de la escuela desde su cotidianidad que transforma los significados sociales. Asistimos pues a un recambio en las estructuras sociales y culturales que impacta en la realidad de los objetos materiales, y también en la materialidad de la conciencia de los sujetos que en ella convergen. La esperanza como conciencia de lo Plblico: defender el sentido de sujetos en educaci6n Hugo Zemelman plantea: Nos enfrentamos con una inteligencia limitada a eer los universos simbélicos que son el produc- to de légicas de iuncionamiento, perdiendo todo intento dle traspasar ls fronteras de lo que se pre- vé inexorablemente. Se esta arrinconando a la raz6n mediante un discurso que confunde lo que se impone con la verdad. Empero, el blanco real de esta arremetica es el individuo como sujeto; Jograr su desarme, anular su capacidad protagé- nica, someterlo mediante la persuasion de que cualquier actitud critica, desde que rompe con los cdnones aceptables de lo que se entiende por cientficidad, no puede sostenerse porque esce paa lo real y al sentido mismo de Ja historia’* En educacion esta arremetida es consistente en los ci cursos que acompafiaron las reformas politicas hacia 12 ZEMELMIAN, HI 1995,"Iaeaperanza coma concenia un alepao conta el ‘anuco strceiperane der sre sues engi Betis Yalta en cones wooed Ameri, Mania: Nacrs Soe Nuevos marcos ideolégicos que se sustentaron en la construccién de un nuevo orden social basado en: © Los valores de logro y en el discurso de la cons- truccién de la eficiencia econdmica mediante la optimizacién del uso de los recursos de acuerdo con la légica implicita en las ideologias del merca- do global. + La subordinaci6n de la educacion a las necesida- des empresariales como garantia laboral, de com- petencia y desarrollo econémico. © Lareverencia a la meritocracia y la vision econémi ca; la educacién se ajust6 a la explosién de la hete- regoneidad, pues fomenté la adaptabilidad y po- tencialidad de los individuos y confirmé la necesidad de responder a las demandas de estatus de los nuevos sectores acomodados y el eficientismo eco- némico. * El discurso de la calidad y el exclusivo contenido concedido al mismo en los andlisis de las politicas y las estrategias pedagogicas. * La calidad como propiedad adquirible en el merca- do y caracteristica solamente de la propiedad pri vada, “pues el Estado nivela por lo bajo”, © La calidad sujeta a las normas de competencia del mercado. ~ La igualdad en la posibilidad de adquisicion depen- diendo de su grado de competencia. * La visi6n dualista de la sociedad, en la cual existen ganadores y perdedores. Todas estas construcciones y légicas constituyen for- mmas ret6ricas que en las practicas visibilizan la cons- truccién de un discurso” ; en términos de Bourdieu", ejercen una violencia simbélica que determina un sen- tido, involucrando todo el sistema educativo dentro de un significado cultural que corresponde a una macrovisi6n ideolégica para alcanzar unos objetivos articulares. Tales discursos han paralizado las institu- ciones y sus sujetos, las cuales y los cuales, desde sus propias reflexiones y discusiones, fortalecen el bloqueo hist6rico y minimizan las discusiones y posturas crfti- cas a cuestionamientos a las politicas educativas, de- jando la sensaci6n que éstas son las verdacles escri- {as frente a las cuales no hay posibilidades diferentes de actuacion. | RATINOMT us 154." reiricaseducavasen América Lana: expen de estes, won seduces ‘4 BOURDITU, Pltey WACQUANT, ile} D, 1995, Respuests por us nto. polos clea Masco Gril. Pareceria logico pensar, desde esta postura, que no hay alternativa a la l6gica del mercado, el eficientismo y la productividad, especialmente en el ambito esco- lar, y se perderia de mira que quiza el problema radi- ca en la fragmentacién de roles y la invisibilizacion del compromiso politico de los sujetos, particularmente el de los maestros, entendiendo lo politico no como normatividad, sino como el ctimulo de sentidos y ca- pital cultural que atraviesa la cotidianidad. Significado que permite poner en comunicacién los mundos de vida (de las identidades y construccién del sentido) con el mundo de la economia (de la produccién, del mercado}, como plantea Jestis Martin-Barbero. Una relacién que permita conciliar la vida pablica y la vida privada, a través de la construccién de un lenguaje que le permita a la politica mediar entre la racionali- dad mercantil y la pasion identitaria, exacerbada por la forma en que los discursos hegeménicos destru- yen el piso que arraigaba el sentido! Desde esta perspectiva, la defensa de lo puiblico esta tia enfocada, como sefialamos en el subtitulo, en de fender el sentido de sujetos en educacién o, mejor, en reivindicar su protagonismo histérico que permite comprender que, més alla de ser victimas de la histo- ria, cada sujeto puede constituirse en hacedor y resignificador de ella. Que los significados culturales de los cuales son poseedores los actores sociales les permiten construir canales de comunicacién que van més alla del puro eficientismo y le ceden la posibili- dad de lectura y reconstruccién de contextos socio- culturales especificos. De este modo, para posibilitar un nuevo ambito edu- cativo desde las instituciones, que enfrente las exigen- cias que se hacen descle organismos intemacionales a través de miiltiples y sistematicas reformas, es nece- sario recuperar el sentido de los sujetos y su historia, entendiendo, por un lado, que la historia es la cons truccién que le confiere al hombre su posibilidad de sujeto, y por otro, que como sujeto es un ser const tutivo y constituyente de un entramado social, carac- teristica que lo posibilita para tejer proyectos colect- vos de acuerdo con las especificidades de su acaecer cultural. Es construir una postura desde la cual se re- conozea y se actué consecuentemente con la capaci- dad critica de los sujetos frente a las problematicas | MARTINGAROERO, jes 2001. Tansormacionesealtures dea pola’ [Gc HERRERA, warha CecinyIUMAR DIAZ Caos Edicion yet pie lenColombiasane made mubecpnara Gag: Pas & Jans rollos nacionales 53 {que experimenta la educacién pablica, que fortalezca ‘opciones sociales viables, nacientes y pertinentes a las culturas. Es construir posibilidades que visibilicen y rescaten las dinémicas que al interior de las institt iones se dan de manera silenciosa y casi inconscien- te, como mecanismos de resistencia a las direcciones dadas por los rituales de la globalizacién. Procesos que se deben resignificar constantemente para per mitir la construccién de una nueva utopia desde la educacién pablica. Referencias SOURDIEL, Pierre y WACQUANT, Loic J.D. 1995, Respuestas por una antropologia reflexva, Mésico: Griabo. DIAZ BORDON, Rafael. 2003. ~Poticas educativas y protagonis mo social de la educacion pablea". Bogoté: UPN. 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México: Nueva Sociedad 54 no vvolumen 2 No. 18/enet0-junio 2005 Didlogo del conocimiento [A partie de un recorrido por los cambios que ha sufrido la ‘educaciéa en el mundo modemo, el articulo plantea la necesi- dad de enfrencat la EducaciGn Pablica desde una perspectiva que trascienda las pricticas de resistencia, En tal caso, la echs- cacién se entiende de acuerdo con un desartollo histérico, ¥ si bien estuvo ligada originalmente con la configuracién del Es- tado-Nacién, el juego de fuerzas que constituyen su naturale- za, a ubican como escenario de una lucha por el capital sim- bolico. Esto permite sugerir que la Educacién Publica tiene que ver directamente con lo que los autores denominan com ciencia de lo priblico, pues mas allt de una estructura fun- onal, lo pllblico atiende a la promocién y desarrollo de un sentido social y cultural. ‘Ahora bien, las nuevas reformas educativas, basadas en una. concepcidn “eficientista", convierten categorias tales como ‘equidad, justicia y democracia, en valores que postulan Ia ‘mercantilizacion de lainteracciGn humana, al converir€lacto educative en un movilizador del madelo neoliberal; cabe des- tacar aqui que los gestores de las actuales poiticas educativas ‘no son precisamente los centros 0 sujetos educativos, sino, porel contrario, as empresas, las cuales a partir de cumbres Jntemacionales diseftan las estrateglas de evaluacién con que seha de medirel rendimiento escolar. Emprender, entonces, ‘una nueva accidn por la resignificacion cle la Fducacién Pali ‘ca implica redimensionar y recrearlo colecivo y lo democrat co, como una forma de contrartestar aquellos dispositivos que reducen hoy la educacién a un quehacer basacio en la homo- ‘genelzacién del saber, la conciencia y la préctica. Fernando Gonzalez

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