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Toleccién Losange de teatro universal lirigida por Zernando L. Sabsay Teatro completo Bertolt Brecht HI Terror y miserias del Tercer Reich Los fusiles de la madre Carrar Los Horacios y los Curiacios Ediciones Nueva Vision Buenos Aires ‘Titulos de los originales en alemin: Furcht und Elend des Dristen Reicher, Die Gewebre der Frau Carrar y Die Horatier und die Kariatior. Derechos de traduccién reservados por Subtkamp Verlag K. G., Frankfurt a/Main. Universi’? 2 Cure Faeuhod de Fi vse y Lewes BIBLIOTECA Fsta obra no podré representarse por ningin medio de expresién sin Ia autorizacién de la Sociedad General de Autores de Ia Argentina (Argentores), Buenos Aires. © 1964 by Ediciones Nueva Vision S.C. A., Cerrito 1371, Buenos Aires Impreso en la Argentina / Printed in Argentina Queda hecho el depésito que previene Ja ley 11,723 “ Terror y miserias del Tercer Reich Traduccién de Raquel Warschaver Terror y miserias del Tetcer Reich es una serie de 24 escenas escritas por Brecht entre 1935 y 1938 con la colaboracién de M, Steffin. La obra, basada sobre relatos de testigos y noticias aparecidas en los periddicos, constituye un terrible retrato de la vida cotidiana en Alemania en los afios siguientes a la ascension de Hitler al poder. Luego de la representacion de algunas escenas aisladas, la obra se estrend el aito 1941, en su version alemana completa, en la ciudad de Nueva York. En 1945, también en Nueva York, fue Hevada a escena una version inglesa bajo el titulo: The Private Life of the Master Race. En Alemania, el Deutsche Theater la representé en 1948, y en 1957 el Berliner Ensemble la incor- bord a su repertorio, Et Gran Desrize ALEMAN Y después de cinco afios proclamaron: Aquel que dice ser el enviado de Dios Esta pronto para la guerra. Tiene tanques, acorazados y cafiones Y en los hangares tal niimero de aviones Que le bastaria hacer un solo ademin Para que el cielo se oscurezca. Nos propusimos entonces examinar a este pueblo Que iba a constituir su ejército: A estos hombres y estas mujeres, Lo que eran y lo que pensaban, ¥ ordenamos que se hiciera el gran desfile Del pueblo alemén. Aqui viene la multiud confusa y palida Detrés de Ia cruz, La cruz en las banderas rojas de sangte, La cruz de cuatro garfios, horca Para los pobres. Parten para su gran guerra, Unos, marchando al paso, Otros, arrastrindose en cuatro patas. No se oye ni un gemido, ni una qui La banda militar cubte sus voces. Alllé van, con hijos y mujeres, Después de atravesar cinco largos inviernos, Sin saber si otros cinco aguantaria. Seguido de ancianos y de enfermos, Desfila ante nosotros el gran ejército Con todos sus efectivos. ct Ee 1 Comunmap NACIONAL Aqui estin los oficiales de las SS. Auborrados de cerveza y de discursos. Han jurado hacer del pueblo alemin Un gran pueblo podetoso, Temido, fiel y obediente, Noche del 30 de enero de 1933. Por la calle avanzan dos ofi- ciales S.S. dando traspiés Primer SS. Estamos salvados. jLa retirada a la luz de las antorchas ha sido irresistible! Ayer era la derrora, hoy Ia Cancilleria del Reich. Ayer, el pajaro herido, hoy el aguila imperial. Se detienen a orinar. SEGUNDO SS.: Ha Iegado el momento de dar paso a la co- munidad nacional. Preveo un itresistible movimiento espiri- tual de Ia nacién alemana PRIMER S.S.: Peto ante todo habra que despertar al hombre alemin, arrancarlo del jodazal de la sub-humanidad. Qué lugar es éste? No veo banderas en ninguna parte. SEGUNDO SS.: gNos habremos extraviado? Primer SS.: Es un sitio repugnante, SEGUNDO SS.: Un barrio de asesinos. Primer SS. Crees que seré peligroso andar por aqui? SzsUNDO SS.: Un verdadero camarada, un patriota digno no vive en semejantes barracas. PRIMER SS.: {No se ve una sola luz! SEGUNDO SS.: Han salido todos. PRIMER SS.: Si, los que son partidarios nuestros. ~Habrin ido a presenciar el advenimiento del Tercer Reich? Vamos nosotros también, pero protejamos nuestra retirada, Se adelantan tambaleindose, el primer SS. detras del se- gundo SS. 12 yoo eng PRIMER $S.: {No es éste cl barrio que bordea el canal? SeGuNDO SS.: No sé. PRIMER $S.: Aqui atrapamos a ua nido de marxistas. Cuando vieron que estaban. perdidos, dijeron que eran una asociacién profesional catélica, jPuras mentiras! Ni uno solo Mevaba la insignia. SEGUNDO SS.: ¢Crees que conseguiré evar a cabo la comu- nidad nacional? PRIMER SS.: Lo conseguiré todo! Se detiene, turbado, en medio de la oscuridad. Se abre una ventana. SEGUNDO SS.: Qué ocurre? Retira el seguro de su revéler. Un hombre de edad, con ropa de dormir, se asoma por la ventana, Llama en voz baji “Ema, ceres ti?” SEGUNDO SS.: {Son ellos! Comienza a dar vueltas como un loco y se pone a disparar en todas direcciones. PRIMER SS. (gritando desaforadamente): ‘Socorro! De la ventana situada frente a aquella en que se encuentra todavis el hombre de edad, se oye el grito terrible de una persona que ha sido alcanzada por uno de los balazos. B 2 La DELACION Breslau, 1933. Un departamento de pequefios burgueses. Una mujer y un hombre, de pie junto a la puerta, escuchan com atencién. Se los ve muy palidos, LA Mujer: Estin legando abajo. Et HOMBRE: Todavia no. LA Mujer: Rompieron la barandilla, Cuando lo sacaron de su casa, ruvieron que arrastrarlo. Ya habia perdido el conocimiento. EL Hore: Lo tinico que dije fue que no era en casa donde se escuchaban las transmisiones de las emisoras extranjeras. LA Mujer: Eso fue lo nico que dijiste. EL Hompre: Lo tinico, ; LA Mujer: No me mires ast. Si fue lo Ginico que lo tinico. Et Home: Asi es. LA Mujer: Por qué no vas a la policia y declaras que el sibado no hubo reunién en casa de ellos? Pause, EL Homere: No iré a la policia. Lo trataron de una mane- 1a... {Como verdaderas bestias! . LA Mujer: Lo tiene bien merecido, ¢Por qué se ocupa de itica? Ex Honne: Pero no tealan por qué desgarrarle el saco. LA Mujer: @Qué tiene que ver el saco con esto? EL Homsre: No cenian por qué desgarrérselo. SY | \ 3 La Cruz pe Tiza, Como una jauria, los S.A. se lanzan En persecucin de sus hermanos Y¥ Jos arrojan a los pies de los obesos magnates Después saludan con Ia mano en alto, Con una mano bafiada en sangce. Berlin, 1933. Cocina de un departamento lujoso. Un S.A., la cocinera, la mucama, el chéfer LA Mucama: {De veras no tienes mis que media hora? S.A: jBjercicio nocturnot LA COcINERA: Una razzia, seguramente, S.A.: ;Cémo les gustarfa saberlo! Pero por mi boca no se en- terarin de nada. No se molesten en lanzar el anzuelo, que no pienso morderlo. TA Mucama: <¥ todavia tienes que ir a Reinickendorf? S.A: A Reinickendorf 0 a Rummelsburg, 0 quizi a Licheerfelde. TA MucaMa (algo desconcertada): {No quieres comer algo antes de irte? S.A.: Nunca me hago rogar cuando se trata de Ienar el buche. (La cocinera trae una bandeja.) ;Si, hay que saber callar! Tomar siempre al enemigo por sorpresa, caerle encima por donde me- ‘nos lo sospecha. Miren al Fiihrer, por ejemplo, cuando prepara ua golpe. jImpenetrable! jImposible saber nada de antemano! To més probable es que tampoco él sepa nada. Y de pronto, izast Las cosas més fantésticas. Por eso todos tiemblan ante nosotros. (Se ha atado la servilleta al cuello, y emputando el cuchillo y el tenedor exclama:) ;Ana! jSupongo que los pa- trones no irin a caer de improviso! Y yo aqui, muy orondo, con Ia boca Iena de mayonesa. (Exagerando, como si tuviera Ja boca lena) {Heil Hitler! A MucaMa: No, siempre laman antes para pedir el coche. éNo es verdad, sefior Francke? 15, Et CHOFER: :Cémo? Sf, por supuesto. ‘Tranquilizado, el S.A. se pone a comer. LA MUCAMA (sentandose a su lado): 2No ests cansado? S.A: jExhausto! La MucaMA: Pero el viernes estés libre, ¢no? S.A: Si no pasa nada, LA MucAMA: ¢Sabes? El atreglo del reloj me cost6 cuatro marcos cincuenta. S.A: {Qué robo! LA MUCAMA: Todo el reloj no me habia costado mis que doce marcos. S.A: El muchacho de Ja farmacia sigue fastic LA MUCAMA: {Dios mio! S.A: No tienes més que decismelo. LA MUCAMA: Si yo te lo digo todo. ¢Te bas puesto las boras nuevas? S.A. (sin entusiasmo): Si. ¢Por qué? La MUCAMA: Minna, zvio las botas nuevas de Theo? LA CocinERA: No. TA MucaMA: jMuéstraselas, Theo! Son las que acaban de darles. E1S.A., sin dejar de masticar, extiende tas piernas para mos- tran sus botas, LA MucaMA: Son lindas, gverdad? El S.A. mira en derredor, como si buscara algo LA CociNeRA: {Necesita algo? S.A: Habria que mojerlo un poco. LA MucaMa: Quieres cerveza? Voy a traerla. Sale corriendo. LA CocINERA: jSe dejaria matar por usted, sefior Theo! S.A: Si, conmigo hay que ser asi. Andar muy derecho. LA CociNERA: Ustedes, los hombres, pueden permitirse mu- chas cosas. S.A: Ya las mujeres les gusta. (La cocinera levanta una va- sija muy pesada,) Se va a deslomar. Déjeme que la ayude. Transporta la vasija. LA CociNeRA: Usted cs muy amable. Siempre encuentra algo sandote? | 16 en qué ayudarme. (Con una mirada al chéfer.) No todos son tan delicados. S.A.: No haga tanta alharaca. Lo hacemos con gusto. Llaman a la puerta de la cocina. La Cocinera: Es mi hermano. Trae una limpara pata Ja radio. (Hace entrar a su hermano, un obrero,) éTienes la lampara? Et, OBRERO: Si LA CociNERA:

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