You are on page 1of 31
UNIVERSIDAD DE P, R, DEPARTAMENTO DE DRAUCA EDEPC do séfocles PERSONAJES EDIPO, rey de Tebas SUPLICANTES de ambos sexos dirighdos por YOORSTA, su esposa, viuda del rey Layo UN SACERNOTE CREQNTE, hermano de Yocasta CORO, de ANCIANOS TEBANOS, y un TIRESIAS, enciano adivino, cicgo CORIFEO MBNSAJERO de Corinto DOS NIMAS, hijas del rey Edipo y Yocasta UN PAJE DE palacio CRIADOS UN PASTOR, antiguo criado del rey Layo DONCELLAS ESCENA Frente al stan palacio de los reyes de Tebas, Cerce de 1a puerta-cen- tral se ve un altar dedicado a Apolo. Otros dos pequefios altares junto a a cada una de las otras dos puertas laterales. Rodeando los altares estén los suplicentes - mujeres, ancienos y nifios - vestidos de negro y cefiidas las cabelleras con cintas blancas. Han colocado sobre los altares las ranas de olivo coronadas de blanca lena que trefan en sus manos. Unicamente el sacerdote esté de pie, vuelto, en actitud suplican- te, hacia el altar de Apolo. La puerta central del palacio se abre y aparece EDIPO vestido regiamente y acompatiado de dos ctiados. Itire a ou alrededor y comienza 1a representacién. Soe. «++ Hijos mfos, v&stagos nuevos del antiguo Cadno, yqué significa ese hunilde abatimiento, y qué este grupo y esos ramos suplican- tes, en tanto que 1a ciudad estd liena de timtamas, y con ellas, de cantos y de lamentos? No me ha parecido justo, hijos mfos, averiguarlo por mensajeros y he querido ser yo mismo quien viniera @ preguntéroslo; yo, @ quien todgs llaman Edipo, el fanoso. ¥ pues t6 eres~el_llanddo e‘Rablar en nombre de todos, dime, anciano, y@ué es lo que asf os tiene postrados? El temor? zal= g6n.deseo? Con todo-mi corazén he de ayudaros, que insensible habfa de ser para no llegar @ conmoverme con esie-espectAaio. SACERDOTE.. Oh, rey de nuestra patria, Bdipo!, ya ves 1a edad de los que aguf nos hemos acogido @ tus altares, los unos, no pueden adn alzar el vuelo; los otros, sacerdotes de numerosos afios; y yo 10 soy de Zeus; ésta es la flor de tus jévenes; el resto de tu pueblo estd en el dgora, en torno a los altares o ante los dos tempolos consagrados a Palas, o junto a les cenizas adivinatorias de Iomeno. La ciudad, como ti lo estés viendo, sufre horrible tormenta, y no puede sacar 1a cabeza de entre este sangriento oleaje. Los fru- tos de la tierra se pudren en sus tallos, se mueren los ganados que pacen en sus praderas, y asimismo 105 nifios, sin que pueda evi- nevi, Multidisciplinacio ofan Balle Codestee SWEG Toculeed de Humsnidades UPR-RP 2. SACERDOTE (cont) tarlo el dolor de sus madres. ¥ sobre todo esto, un dios a fuego armado ha embestido a 1a ciudad y la acosa con una peste” asoladora que va dejando vacfa lanansién de Cadmo y llena, con nuestros lamentos y gemidos, las negruras del infierno. Ni yo nt éstos tus hijos, pretendemos, al venir a tf, igualar- te 2 los dioses; pero entre todos los hombres vemos en ti al més profundo conocedor de 1a mudable fortuna y de los destinos de los dioses. Porque al venir ti a esta ciudad de Cadno supiste libra nos del terrible tributo que a 1a esfinge pagébanos; y no por in- formacién nuestra, sino por 1a asistencia de algén dios que te ayudé a salvar nuestras vidas del naufragio. Pues bien, chora, amado Edipo!, a quien todos aclaman poderoso, a ti acudimos igualuente todos, supiicantes. Bdscencs algén re~ medio = ya te lo dicten voces de dioses o te io inspire algdn mortal - pues yo sé que a los hombres de experiencia es a quienes el éxito confirma los consejos. Ea , pues, té, el més piadoso de 11s houbres!, salva a tu patria, ea, mira que recordando antiguos favores, a ti, esta ciu- Gad liema salvador, Qe jamds se diga que al principio de tu reinado nos pusiste a flote y Iuegonos hundimos nuavanente. Restablece a tu patria sobre terreno firme. Gon felices auspicios nos salvaste anteriormente, muéstrate ahora el de antes. Porque si has de ser rey deeste pats, como joxa eres, bueno es ser rey de hombres, malo de tierra estéril. Nada es 1a torre, nada es 1a nave, sin hombres dentro que 1a animan. EDIPO ..., Sabidos, hijos mfos desgraciados, demasiado sabidos tengo los males que habéis venido a relatame. Y aunque yo bien sé que muchos estdic sufriendo cada uno con vuestras penas, no hay entre vosotros uno Solo que sufra tanto cou yo sufro, En vuestros corazones, cada uno, anidéis el dolor vuestro que os invade; no asf mi alma, que est4 sufriendo juntos todos los males vuestros y todos los males mfos. No vents, pues, a despertar a un dormido; tened por cierto que Llevo derramadas muchas 1égrimas, y que, en mis cavilaciones y desconeierto, Llevo intentados ya muchos cominos, Uno s6lo he haliado, tras meditarlo mucho, y lo he puesto en prdctica; a mi cuftado Creonte, hijo de ieneceo, he mandado al templo de Febo Pftico, para preguntar qué puedo yo hacer o qué aconsejar para ayudarnos. Y, por cierto, que al hacer el eéaputo de los dfas transcurridos me da cuidado qué le puede habe r ocurri- do; lleva ya mucho tiempo, micho ms del prudente, ausente de no- sotros. En fin, en cuanto Llegue he de cumplir al punto lo que el di dios ordenare; si asf no 10 hago tenedme por malvado. SACERDGTE.. _Coincidencia Gnica! Mientrae td estés hablando, estén éstos sefialando a Creonte que viene hacia nosotros. EDIPO.... Oh, rey Apolo! fn buena hora llegue, tan buena como son les noticias que brillen en eu rostro. SACERDOTE.. tity gratas, ciertamente, @ jusgar por eu aspecto; de no ser ast no vendrfa con 1a frente coronada del laurel florido. + Pronto hemos de saberlo. Ya esté al alcance de mi voz. yQué noticias nos traes de parte dei dios Febo, hijo de leneceo, mi allegado, Creonte? 3+ (DE LA PARTE EXTERTGR DE LA CIUDAD ENTRA CREONTE CON LA FRENTE CEATDA DEL LAUREL FLORIDO) . CREONTE.... _Albricias! Yo os anuncio que pesares tan duros, aun con serlo, pasarén a ser grandes prosperidades. EDIPO Pero jcudl es cl oréculo? Tus noticias, por 10 menos hasta ahora, no aumentan esperanzas ni tampoco tenores. CREONTE... Si quieres ofrlo en presencia de Sstos, hablaré al punto. ¥ ai asf lo prefieres en palacio entraremos. EDIPO .... Habla a todos; son sus males, precisamente, més que los mfos pro~ pios los que tanto me aflijen. CREONTE... He agquf todo cuanto el dios ha dicho: urgentemente manda nuestro dios Febo que desterremos la peste dela patria, la que esté cebando nuestra tierra y haciéndola asf insana. EDIPO..... yCon qué expiactones? ,Cudl es el mal? CREONTE... Expulsando @ un hombre o vengando con santre ogra sengre} 1a que es peste de 1a ciudad. EDIPO.... ¥ yquién es el muerto al que el dios alude? CREOUTE... Layo, que fue nuestro soberano, oh rey!, antes de tu liegada @ la ciudad. EDIPO.... Le sé sogén me lo han contado; porque verie nunca le vi. CREONTE... E1 murié asesinado. Y shora es mandato del dios que alguien cas- tigue duramente a los culpables. EDIPO..... Y 4d6nde estarén ahora? 4Céuo descubrir Las huel!as deun crimen ten antiguo? CREONTE... £1 dios dijo que en nuestra tierm esté. Quien busca, halla; con el descuido todo estara’ perdido. EDIPO. 4D6nde tuvo lugar el asesinato del rey Layo? 4Fué en el palacio, en el campo o en tierra extrais? CREOQNTE... Dije se ausentabs a consulter a un dios; salié y avn no ha vuelto @ casa. EDIPO.... yNadie le vio? zNi mensajero, ni compaiiero alguno de vieje, cuyas informeciones pucdan guiarnos? CREQNTE... No. Todes murieron menos uno. Este huy6 espantado; de lo que vid, s6lo una noticia supo darnos. cul? De ella, aunque sea solo un hilo tenue de esperanza, quizé podamos sacar los demés, CREONTE... Dijo que le asaltaron no uno solo sino toda una cuadriila de ban- didos. (PAUSA) EDIPO.... 4Céno un salteador se atrevis a tal crimen? jNo lo fraguarfa desde aqut el dinero? CREOMTE..., Ast ge pensé en 1a ciudad; pero muerto Leyo nadie se Levant a vengarlo, en madio de aquella aaiamidad. EDIPO..... zQué calamidad fue 1a que os impidié averiguar les causes de la muerte de vuestro soberano? CREONTE..., La enigndtica esfinge que nos obligé a preocuparnos de males eoneretos y no de los que estaben envueltos en misterio. EDIPO .... pues de nuevo seré yo quien llegue hasta 1a rafz de 1a verdad. Bien lo ha hecho Febo, y bien vosotros en tomar esta vengenza en favor del difunto, Cual es justo, vais a verme a vuestro lado como vengador de esta tierra y del dios mismo, Pues al trater de borrar esta verguenza no persigo el bien de extraflo alguno: mi propio bien persigo, que quien dio muerte a Layo querrd poner bien pronto sus impfas manos sobre mi mismo, Salicndo, pues, por Layo, salgo por mi misno. Hijos mfos, vosotros, sin pérdida de tiempo, levantaos de esas gradas y ppartad vuestros ramos suplicentes. Vaya uno de los eriados y convoque acé a todos los criados y al pueblo de Cadno, que yo he de hacer cuanto esté de mi parte. Con la ayuda del dios han de ver todos que o salimos triunfantes o arruinados quedanos. SACERDOEE.. Hijos, levantad. sto que el rey anuncia es 1o que buscébamos Febo, que tales ordculos envfa, se digne venir y ser, a la vez que salvador nuestro, azote de la peste, (SE RETIRAN TODOS. CADA UNO PORI SU LUGAR CORRESPONDIENTE) angpg CORO .+.++ yCon qué voz vienes dél fureo Delfos a Tebas 1a espléndida, oh voz de Zeus!, 1a de dulces acentos? Sacudido mi asustado corazén por el micdo, oh salvador Apolo!, el de los himnos, estoy aterrad pregunt4ndome ef tu respuesta antncia algu nunca visto o algo ya conocido en ei curso de losa flos. Dfmelo ya, Mensaje Inmortal, hijo de 1a dorada Esperanza. Hija de Zeus, inmortal Atenea, a ti te invoco; y a tu hermana Actemisa, la que se sienta sobre el famoso tronco de nuestra égora circular, y tanbign a ti flechador Apolo. Brille sobre mf vuestra triple defensa y proteccién triple! Y, pues, antafio, vosotros, cuando sobre esta ciudad se precipitaba el anterior infortunio, lanaasteis de nuestras fronteras, precipitadamente, el incendio de su peste, venid también ahor: Ay, ay de mf! Tales me abruman, males sincuento! Todo mi pueblo est invadido de 1a peste y no halia la mente armas para reducirla. Wo crecen ya retofios en nuestra’amada tierra; ni dan fruto los acerbos dolores de los partos. Cual ave de alas raudas, ms veloces que el. fuego,~se-van mis hijos el uno del otro en pos, @ precipitarse en las riberas del dios infernal. Ast mi patria se reduce, con infinitos muestos, tendidos.en ~~~ tierra despiadadamente, esparciendo 1a muerte en el aire yacen mis hijos sin que nadie los llore; y, en tanto, refugiadas al pie de los altares, las j6venes esposas y las encanecidas madres, acé y aold, traten de conjurar a gritos sus horrendos males. Resuenen las plegarias de salud y a su acrode los lastimeros ayer. Vuelve Pues, a nosotros, oh dorada hija de Zeus! esa tu s:nriente faz. coRO-(cont). ¥ al implacable Ares (1a peste) que me ha acametido atrona- dor, sin bronce ni escudo, y me abrasa y destruye, hazle volver la éspalda; huya de mf patria llevado del huracén, ya sea a los hondos senos del Atidntico, ya 4 los pefiones inhéspitos del golfo Tracio. Ay!, si la noche algo ha perdonado, el dfa lo condenard.. Lidgate, pues, a nosotros, oh td, padre Zeus!, ti que empufias“en 1a diestra el fulgurante fuego, y destrdyelo a un golpe de rayo. Defensor Apolo!, yo quisiera que, como-vanguardia_nuestra ante el enemigo, saliesen de tu arco de trenzada cuerda irresisé tible dardos; y que los relampagueantes-destellos, con que vuela Artemisa por los collados de Licia, volasen. ‘Bambiéa suplico al de los bucles en oro cefido, al rub{eundo Baco que a estas tierras dic’ nombre, y venga acompafiado de sus bacantes_como-aliado-nues- tro, y, lanzando rayos de su tea, derrote a ese dios baldén de todos los dioses. ESCENA L ENTRA EDIPO. HA OLDO AL CORO LA ULTIMA ESTROFA) EDIPQ... E808 son tus deseos? Pues se verda cimplidos. Si quieres e: Y cuchar mis consejos y seguirlos; si quicres-poner-mano al remedio, has de verte socorride y aliviado en tus males. . He de hablar ante todos, pues, ajeno yo a cuanto rumores hubo y los hechos mismos, mal podrfa yo solo y sin alguna clave pene- trar tan adentro en el pasado, ¥ considerando que yo Llegué a ser conciudadano vuestro después de estos eucesos, yo os ordeno a todos los Cadmeos: quienquiera que sea de vosotros-el que sepa algo relativo a le muerte de Layo, hijo de-LAbdaco, Le -mando-que: venga y me lo diga. ¥ el culpable, si esté aterrorizade,-deavie por sf_misno-el golpe que le amenaza; ningdn castigo ha de herirle. Saldré im- pune de la ciudad. ¥ ei alguien sabe de algtn extranjero-que-sea- el asesino, tempoco-calle; tendrd mi recompenss-y-mi_gratitud también, Pero si os obstindis en callar, si algunaencubre a su amigo. 0 a si mismo al alcance de mi decreto,.ofd lo que-ordeno-para el que tal haga: mando que a este hombre, sea-el-que fuere, nadie en esta tierra, de la que yo-posco el cetro, le dirija la palhbre ni dé participacién en las plegarias y en los-sacrificios, ni en las abluciones sagradas; sino que, como-causa-que es do nuestra peste, todos le echen de sus-casas; asf io acaba-de-manifestar el ordculo del -dios de-Delfos, Con elto-me declaro-a un tiempo réi- vindicador del dios y del difunto ¥ que el asesino, dioses!, ya sea uno o tenga-cémplices, arras~ tre una vida de-maldicién y-miseria. Y si a ciencia y conciencia mfa estuviere en'mi casa o entre. los~ufos,-ue-sobrevengan™s mi cuantos males acabo de pedir a los deués. El exacto-cumplimiento_de-cuanto-be-dicho;~s-vosotros os lo encargo, en mi nombre, en el del dios y en el de esta-tierra-que se me-consume,agostada y~abandonada de los dieses. ‘Aunque no lo decretaran losdioses-debfais haber-hecho-averi- guaciones sobre el caso, siendo.como era el muerte-tal-ciudadano y rey vuestro. Por mi parte, yo que empufflo las riendas que é1 empuflera, yo que poseo su tdlamo y su misma esposa y cényuge, y yo que comunes tuviera_Los_hi jos, y deme misma_sangre de no hebérsele frustrada EDIPO (cont) CORIFEO... EDIPO.... CORIFEO.. EDIPO.... CORIFEO.. EDIPO.... COREEEO.. EDIPO.... CORIFEO. .. EDIPO.... CORIFEO.. EDIPO-.. CORIFEO.. EDIPO... su descendencia - pero, 1a mala suerte he cafdo sobre él =; y Yo, por todo esto, me declaro vengador de Layo "como si mi propio adre fuera" y todo lo he de averiguar hasta dar con el asesino, Para salir en defensa del muerto, hgjo de Lébdaco, hijo a su vez de Polidoro, cao éste lo fue del viejo Cadmo, y de éste fue padre e1 que lo es de todos, Agenor. Y¥ a aquellos que no me obedezcen, o dieses!, no les defs ni cosechas on sus campos, ni hijos de sus mujeres, y mueran consumi- dos por ésta u otra epidemia peor. En cuanto a vosotros, los deme Cadmeos, que aprobéis @ no du- darlo cuanto digo, que los diocese os protejan siempre y 1a justicia sea siempre con vosotros. Ya que con juramentos me obligas, he de hablarte con guramentos; no Soy yo el asesino, ni yo sé dénde esté. En verdad que lo de acu- sar al delicuente era cuenta de Apolo que mandé buscarle. Dices bien; pero jamds un hombre podré forzar a un dios a lo que éste no quiera. Yo me atreverfa a decirte lo que se me ocurre como segundo recurso. Aunge fuere como tercero, no dejes de decfruelo. No conozco # nadie que esté tan enterado de los secretos dé Febo como ¢l sabio Tiresias. Oh, rey!, preguntdndole a 41 puede caberse todo con certeza. ‘Tampoco en esto he andado remiso. Aconsejado por Greonte le he en- viado ya dos avisos; y me maravilla su tardanza. (PAUSA) En cuanto a todo lo demfs, no pasan de confusos y tresnochsdos ru- mores. No menosprecio rumor alguno. yCuéles fueron? Se dijo que murié a manos do unos caminantes. Wenbig yo bo of decir; pero al que eso vio nadi 1e ve ahora. Si conoce el miedo, no terdaré en venir al ofr maldiciones camo las tuyas, quien no se asusta de las obras, menos de 1as palabras. Abf tenemos a quien nos 10 ha de descubrir todo, Ye trecn al divino profeta, nico mortal que lleva ‘escrito 1a verdad en su alma. (TRAN CON BXPECTACION E INTERES, LLEGA TLRESTAS) Oh Tiresias! que todo lo penetras, 1o indecible y lo que decir se pusde; los arcenos del ciclo y los sccrctos de 1a tierra. Aun ciego como estés ves la plaga en que la ciudad esté presa. En ti ponomos nuestra defenca y salvacién. Pues Febo, quizd lo has ofdo decir, contesta a nuestra pregunta que el dnico remedio para tan grave dolencia es descubrir y dar muerte a quienes se le dieron al rey Layo - 0 oxpulsarlos, al menos, de 1a patrie - no nos niegues td lo que las aves y otros EDIPO (Cont) medios del saber profético, te indican. Sélvate a ti mismo; salva también a la ciudad y con ella sélvame a mf, borra, en fin, Ja sangre de este aseoinsto, En tus manos estamos. ayudar a los dens con Lo que uno puede 0 sabe as unode los tmbajoo més dulees. (ENERA TIRESIAS GULDAO POR UN LAZARILDD) ‘TIRESIAS.. EDIPO.... ‘TIRESIAS.. BBIPO... ‘TIRESIAS.. EDIPO... ‘TIRESTAS.. EDIPO. ‘TIRESIAS.., EDIPO... ‘TIRESTAS.. EDIPO...- ‘TERESIAS.. EDIPO.... ‘TIRESIAS.. EDIPO.... ay! ay! Qué triste es saber cuando no trae bienes el que sabe} De eso estaba yo convencido y 10 habfa olvidado; no debfa haber vonido acd. Qué es ello? Desalentado vienes... Déjane volver 9 casa. Es el mejor medio de mirar por ti y por mf. Sigue este consejo. No cumples con tu deber. $i nos niegas tu respuesta faltas a la patria que te vio nacer... Es que veo que tampoco té eats muy acertado en tus palabras; y no quisiera caer yo en 1a misma falta.. (HACE ADEU'AN DE TRSE) No, por los dioses! Si algo sabes no tc yuelvas sin decirlo Te lo pedimos todos, suplicantes! Sf, que todos anddis equivocdos, Jamés descorreré yo el velo de mis pesares; por no decir Los tuyos. 2Qué es eso? ySabes y te callas? gIntentas, pues, traicionernos arruinando la ciudad? Wo, yo no quiero causar males a nadie, ni a tf, ni ami. ;Pera qué fatigerse en preguntas vanas? Por mf nohas de saberlo. Villano de villanos! Exes capaz de hacer arder de ira a un pefién. aNo vas a hablar, por fin? Yas a quedarte impdvido y mudo? Me echas en cara mis defectos sin ver los que en ti anidan. Eres té quien se enoja contra mf! 4Quidn no se irriterfa oyendo tales palabras y tal modo de ofender 2 la patria? Todo 1legaré aunque yo Lo calle. Pues si ha de llegar, dfmelo en seguida. Wi una palabra ms. Rabia si quieres con 1a més furiosa de las rabias. Pues yo sf que, en mf enojo, voy a devirte 10 que sospecho; voy deduciendo que fuiste td quien preparé el hecho; té quien lo Llevé a cabo, aunqe por mano ajena, y si vista tuvieses dirfa que fue todo obra tuya. -2d of uys sousu sym ue oquomesoroead osnd e112 onb “pepnts of op opus {2 opueypTaue send “ueysose so anb st20 soy wos soaueND OTPFAUD 9P ePEXQMES BPTA erga vO spmp S01 9 expfequae onb soquoqe? Yo ‘opaaduz yo ‘sezonbE2 yO vousyur3 uo upys9 onb eotem sol 9p upzez eT o3uODID ue sonbanq off isezse3uey ease equoes9 sp usteta o ‘orgs sefna uog? sop puousoue paso 989 ustnb e ojody ouaza sosanoea foazyx0y epey uoTHb of fos oWf jefe wBueq onb ox30 upBuyu © yu oMsTzOR 9p wey ou sedyoR sna !peptansso eantosge opm oT ue oaduezs SOATA ‘oun ae37e3 ute ‘soprung2 ynbe sot ees ue e3aey499 =p uDY oood Anu 2p oxjuep amb goainsuy soy opuezuet spieq j;PyoTPsep na se eaupNy *oquayuypuaaue ep A sopzo ep ows sofo op opezde3 uez ‘orego0 ‘ou ya ered *72 exed ou ossd S38 ‘oueT] OT *aepod ouoza pepzea et onb orzozo ge onb ‘75 jequomounday ‘Zse opuetqey znBos sexedea? *saaya onb sayem soy ep equens eep 23 on onb £ gona 807 Wo oFoX0SUCD e3UBUTNdes ua seAzA ‘sea oT OM anbune ‘onb o8tG seand eyzoxqeTed p105 opo2 fseueB ue eBusn 03 o3uend spuetqea enuzquos sepend pa onb exed opuerqey eBfs onb sexoqnd? “e900A cop opeainsuy owzeqey op spatzz078 02 on “seoenq onb oursase to soz0 pa onb ‘send ‘oBta vequomeasnu ofeazdoy “ps ot nb azoop opond ou ton 2epTo0Tp ~b23u09 ue ouioB0> sequeauI? jesempId eT © opTpusaue sey OT ON? *z0fom eto 23 onb A goa eun ep ort zpnb? zeqqey Vv POIUNTOA Tu ep BAIN Ue eTGeY e CPEBTIGO sey om sond “pI jueTHd? seaoso8e epousts nz OPTS paqey oN jopeussUa BY eT 93 UpENbT x *eazenqeq ‘un owo> pepxsA eT aoTAOIUT Tu US CADTT onbod ‘hogse OagTT Ant jsouem stm 2p 023829 -T1 oseop sezodsg? javqqey e sonszze 02 oauemepexcosep uey £ Zey? “epeuyusquo> B23072 e299 ® ouoga onb e8etd eT pa sero send ‘sae qu soqsp e FU souIeTG ~ey aepod op sey ou ‘Koy ap agaaed @ ‘onb £ $2 sagos 80 souCTOTP ~ Tet seqdod sna op osed Te opor snb o8fp 03 of song zsea0A ac? *sroataa **SuIsHULE ***-oataE **SVISMMLE + oataa **suismars “oataa, “*SvISaULL “++ -Ogtas **SYNsaUIL + oaTaa **SVISHULL + -oaTaH **SVISMILE + oaraa **SvIsmAE “oataa, **svIsaery, -9- EDIPO (Cont) dirlo, pinesa Creonte, el fiel, el viejo Creonte, desplezarme COREFEO.. ‘TIRESTAS.. EDIPO.« ‘TIRESTAS.. EDIPO..... ‘TIRESTAS.. y sustituirme, echando por delante a este mago marrullero, char- Latdn entrometide, que no ve sino para explotar, y on su arte es un cegato. Porque dime; ;Cémo has mostrado tu habilided profética? jPor qué, cuando estaba aquf 1a esfinge con sus terribles enigmas, no dijiste a los cludadanos cémo salvarse? Y conste que el poder descifrar sus enigmas no era obra de un cualquiera; requerfa ser adivino, y té no supiste aprovechar ni el canto de las aves, ni 1a voz de dios alguno. Y yo, el recién Llegado, yo Edigo, el que nada ve, yo fui quien con mi ciencie, sin wendigorla a las aves, destrozé a la esfinge. ¥ soy yo a quien tG destronar intentas con la esperanza de sentarte, algin dia, junto al trono de Creonte. Lgrimas os va a costar, a ti y tu colega, vuestro celo en purificer esta tierra. Si no fuera por tu cara de viejo te harfa entender lo qe tramas, @ base de azotes. En nuestra humilde opinién si le pasién ha conmovide 1a lengua de Tiresias, tamb ien ha conmovido la tuya, Edipo. Y¥ no es esto lo més importante ahora, sino vdr de cumplir los mandatos del oréculo. Aunque seas rey, por lo menos, somos iguaies en el derecho de con- testar; a eso se extiende mi poder, incluso. Yo no soy siervo tuyo sino de Apolo; y no me empadroné entre los partidarios de Creonte. Yo te hago saber que sf, es cierto estoy eiego, pero td, ed no ves en qué males est4s, ni con quién vives, ni dénde habites. {Ssbes,cabso, de dénde descicndes? No. No sabes que eres 1a verguenza de los tuyos, muertos y vivos. Y las furias ambas aco- sadoras, 1a de tu padre y 1a de tu madre, combinadas las dos, han de arrojarte de esta tierra un dfa, a tf, sf, que ves muy bien ahor. peroque pronto verds., tinieblas. ¥ ,cudl seré el puerto, o el monte Citerén que no repetir tus ayas, cuando td te des cuenta de tus bodas, bahfa a 1a que te acogiste bogando viento en popa? ‘Tampoco entiendes otros males sin cuento que han de igualar, muy pronto, a tus hijos contigo. Sigue, ahora con tus escarnios contra Creonte y mis avisos. Jamés mortal alguno ser& sniquilado de modo més vil que té has de serlo. aBe posible tolerar temafia dosverguenza? Sal de aqui , maldito, sal. Inmediatamente. Vuélvete por donde has venido y sbandona este palacio. No hubiera venido si no me hubieses llamado td mismo. Be que, yo no sabfa que {bas a contarme necedades; que de saberlo, a buena hora te llamo yo ami casa, Wo lo dudes ni un momento. Por 11 visto, s tu parecer, yo soy necio; muy diferente es el concepto de tus padres, los que te engendraron. aged padres? Espera, yquiénes mo dicron 1a vida? y quitdrtelo ademés. Pero, qué complicado y confuso 10 dices hoy todo! TIRESIAS.. EDIPO. ‘TIRESTAS.. EDIPO...- ‘TIRESIAS.. EDIPO.... TIRESTAS.. CORO. io presumfas antes de descifrar cnignes? Ins@ltame por ehf, cn ello, precisemente, encontrards mi grandeze. Y ésa es, precisamente, 1a gloria que te he arruinado. Si con ella he salvado 4 1a ciudad, yqué me importa? En ese caso, me voy. (AL LAZARRTLLO) Téy nifio, gufame. Sf; que te gufe. En tanto estés aquf no haces sino estorbar y mo- lestar; al sacarte de aquf no fastidiards ya. tie voy porque ya he dicho cuanto debfa y no por temor a tu cefio, que no has de poder ndda vontre mi, td. Repito: el hombre que con tanto empefto y smenazas buscas, autor del asesinato de Layo, ese hombre est aquf entre nosotros y, segin se dice, es un ex- tranjero; pero protno ha de saberse que es verdadero y natural tebano y no ha de alegrarse del descubrimiento. Porque es ciego el que ahora ve, y, siendo mendigo el que hasta shora fue opulento, hha de salir a recorrer extraties tierras y tantearlas con bastén de ciego. Y resultard que es para sus hijos hermano a la vez que padre. ¥ para la mujer que le dio a 1a vida, hijo y esposo a la vez; y para su padre a la vee que asesino, cényuge de le mujer. Y ahova ve, medita en todo esto y, si en algo me poscas embustero 8f, con tazén, que no entiendo en profecfas. (TIRESTAS Y EL LAZARRILLO SE VAN. EDIPO LE OBSERVA ¥ ENTRA EN PALACIO) ESTASIUO T 2Quidn seré el sefialado por 1a roca de Delfos, dictadora de ordculos 4Quién el que con manos ensangrentadas se atrevié a cometer io in- dectble de 11 indecibley Y pues el hijo de Zeus, seguido de las nefastas Parcas, se precipita sobre é1 armado de rayos y fuego, hora es ya que huya con 1a velocidad de los coreeles del huracén. Desde el nevado Parnaso acaba de sonar una voz que nos ordena rastrear por doquier las huellas deldesconscido culpable que, tris- cando por bosques y pefias, se oculté en algtn antro, sin duda como toro salvaje, solitario y maldito, para evitar los ordculos del Pitén central de la Tierra. Pero cllos se ciernen, siempre innor- tales, sobre su cabeza Con terribles y horrendas ideas el sabio agorero me ha con- fundido sin que yo pueda llegar a discernir si son o no ciertas. Juguete de mis pensamientos no veo el presente ni veo el pasado. 4Qué encuentro hen tenido los Labdécidas y Edipo? Al salir yo de- fendiendo a los Labdcidas por el misterioso asesinato no encuentro ni en el pasado ni en el presente nada que, como piedra de toque, me haga admitir el rumor propalado acorca del rey Edipo. Zeus, es cicrto, y Apolo son sabios y conocen ios mortales co- Fazones; pero de que un adivino sepa, o no, més que yo es algo dificil de distinguir, porque 1a ciencia de un hombre puede muy bien superar a la de otro hombre.. Pero no, mientras no tenga ante mis ojos las pruebas acusatorias no he de condenarle, que todos fueron testigos de céuo vencié a la esfinge y de eémo fue salvador de la ciudad el sabio Eéipo. yJamds, en mi corazén, seré condenado. CREONTE, .. CORLFER) .. CREONTE... CORIFEO.. CREONTE.. CORIFEO. . EDIPO.... * 11+ ESCENA IL BRERA CREONTE POR LA L2QUTERDA + Ciudadanos, vengo indignado por 1a calunnia que, segin dicen, ha levantado Edtpo contra mf. Porque si imaging quo en 1a presente calamidad he tenido yo parte con deseos o con palabras y obra causéndole asf dafio alguno, renuncio a una vida manchada por tal infemia. No es un mal cualquiera éste; es un gravfsimo daiio si toda 1a ciudad me ha de lamar treidor, txaidores vosotros y traidores, también, mis amigos. + Tal insulto fue, sin dudg, provodedo pés por la ira que por 1a reflexién. 4Con quepruebas so ha dicho, que, por mi sobornado, ha faleifi- cado el adivino los ordculos? Ast se dijo, npro, zquign puede saber el aleance que tenfon sus palabras? Pero, yse me ha atributdo un crimen tan grande con toda seriedad, con toda sinceridad? No 1o sé, mis ojos no alcanzan a ver lo que hacen mis sefores. Ahf sale 61 mismo de palacto. (EDIPO, IRRETADO, VISNE DEL PALACTO) v Eh! jHasta aquf vienes td? yTanta es tu osadfa que to atreves a Poner el file en mi casa, convicto asesino de este hombre y ladrén desalmado de mi cetro? ‘Por los dioses, Dime: ytan iniitil y tan forpe me ves que te atreves a temafia felonfa? jCrefste que no hhabfa de sorprendar el progreso de tus ocultas maquinaciones? 40 imaginaste que, ona vez descubierto, no sabria castigarlo? No son memeces tales intrigas: acalter sin fuerzas y ein tro- Pas un trono que sélo a la fuerza y la riqueza ha de rendirse. Edipo, haz lo qe voy a decirte. Té ja has hablado; escdichame shore a mf, y luego obra en consecuencia y jzgame. Muy hébil eres té pare hablar y yo torpe para entenderte, pues te he encontrado pérfido y cruel para conmigo. Eso es, precisamente , lo que quicro explicarte, Eso es, precisamente, lo que no debes decirme; que no eres un traidor. Si imaginas que, bastdndote 1a razén, es Suficiente ser obstinado, te equivocas. Si te imaginas qehas de perseguir a un pariente sin tencrlo que purgar, td eres el equivocado. Si act es, tienes razén en todo, Dime cudl es el dafio que te he causado. CRRONTE.. EDIPO ... CREONTE.. EDIPO.... CREONTE.. EDIPO... OREQNTE.. EDIPO.... GREONTE.. EDIPO.... CREONTE.. EDIPO.. ++ CREONTE.« EDIPO.... CREQNTE EDIPO.... CREONTE. . =DIPO... CREONTE. . EDIPO...- CREONTE . n12- Bie dectas o no que era necesario Lamar a aquel reverendfsino agorero? ¥ del mismo parecer sigo siendo, Bien: yCuéato hace que Layo... 4Qué? No sé a qué te fefieres. m.... desaparecié de muerte violenta? Se pueden contar, desde entonces, muchos afios y muy largos. aBjerefa ou profesién ya en aquel entonces ese agorero? St, muy sbbismente. Y¥ con tanta admiracién como ahora. ale mencioné entonces alguna vez? Nos al menos estando yo en ou presencia. Fes, yuo hicisteis indagaciones en torno al muerto? Las hicimos, desde luego. Pero nada descubrimos. Y gpor que’ese sabihondo no dijo entonces lo que ahora? No lo sé. En lo que no estpy bien informado prefiero callar. Una cosa sabes que vas a decirme. i0udnk No he de negerme si le sé. Pues que de no estar confabulados no podria decir que yo maté a Layo. Si asf dice, allé té te lo sabrés. Ahora, yo quisiera ser quien te preguntara, tento como té a nf. Habla, que no hasde convencerme con tus palabras. Veames, yest4s casado con mi hermana? No se puede negar lo qe pregunta: aNo eres t6, rey consorte, con los mismos poderes que ella tiene? Hasta donde se extienden sus deseos, se extienden mis concesiones. aNo soy yo igual a vosotros, como tercer soberano? ¥ eso es precisamente 1o que te inclina a traicionarnos En modo alguno, si te haces, como yo hago, una breve reflexién Ante todo, yhay quien le agrade ir cntre sobresaltos pudiendo gozar de igual poder con la pazy concordia? Yo, por mi parte, como todo hombre juicioso, més prefiero roinar que ser Llemado rey, -13- GREONTE (cont) Ahora bien, yo en ti lo pongo todo, sin sobresalto alguno, y CORLEEQ. .. EDIPO.... CREONTE... EDIPO. CREONTE. . EDIPO.... CREONTE... EDIPO. CREONTE. .. sf fuera rey me verfa obligado a obrat en contra de mi woluntad en més deuna ocasién. yGémo, pues, ha dd serme més epetecible el mando mismo que esta pacffica soberanfa? No he Llegado a tal punto de insensatez que esté hambriento de honores que no traen provecho. Ahora todos me quieren bien, todos me saludan, y, cuantos quieren obtener algo de ti, a mf acuden porque con sélo hacerlo Yo obtienen todo. Woy, pues, @ renunciar a esta suerte para loguer 1a contraria? ‘Tener juicio es suficiente para no ser tnaidor. No soy yo de los que tales ideas cultiven y ni sabrfa trater con quienes les llevan a la préctica. ¥ en prueba de todo cuanto te. digo, ve hasta Delfos y allf pregunta por el oréculo y con- prueba si he mentido; y si halles que el adivino y yo estamos confabulados, entonces sf, cdgeme y dame mierte con el peso de dos sentencias: ta tuya y 1a mfa. Deja de condomarme ligoramente ¥ por sospechas vanas, que no es justo juzgar por buenos a los malvados ni tener por malvados a los buenos, sin motivo. Perder un fiel amigo vale tanto para mf como perder 1a vida, que es el mejor de los amigos. Gon el tiempo has de verlo todo claro, $8611 el tiempo des~ wubre a un ciudadano honrado, y a un malvado se le descubre en un solo dia. Pruedentes reflexiones, oh rey! son dstas para quien no quicra dar un msl paso. Aquel que se precipita en sus juicios no tiene seguridad en ellos. No hace falta insistir en ello. Cuando £1, desde 1a sombra avanza precipitedanente, tembién yo debo obrar con presteza para evitar mi perdicién. Que si estoy en espera e inactivo sus planes triunfardn y orruinarén los mfoo. aqué pretendes? Ea! jDesterrarme? No, no! La muerte has de encontrar para que el mundo aprenda en ti lo que es 1a envidia Hablas como quien uo pienss creerme y ceder en su enojo. Dame crédito! No eres digno de 41. Es que te veo andar sin rumbo bueno. Para lo mfo, no Bs que tempoco debieras para 1o nfo. Bs que té eres un traidor. AY sf te equivocas? Yo debo mandar. Sin faltar o le justicia. EDIPO .... cREONTE CORTFEO.... YOCASTA.. CREONTE. . ‘YOCASTA. .3 CORIERO, EDIPO.... CORLFEO... EDIPO.... CORLFEO, .. EDIPO.... CORIFEO. .. EDIPO.... caro. EDIPO..., «= Oh, patria! Oh, patri Tonbién ésto es mi patria. yCrees ser ti el éntco? Teneos, soberanos. lity a punto veo salir de palacio a nuestra reina Yocasta. Ella calme tan importuna pelea. (YOCASTA VIENE DE LA PUERTA PRINCIPAL DEL PALACTO, ACONPANADA POR DOS DONCELLAS. SE SITUA ENTRE EDLPO Y CREQNTE) 4A qué esta alborotada pendencia y griterfo? Esté 1a patria agonizando y yno os da vorguenza ander esf, metidos en pleitos privados? Edipo, vulvete td al palacio y Creonte vuelve a su casa. No acaben da tragedia estas nonadas. Es que tu esposo me agravia grandemente, decretando contra mi uno de estos dos males; desterrarme de Tebas o quiterme la vide. Gierto es, mujer. Que alevosanente le he sorprendide tramando un plan para quiterme la vida. No sea yo maldito, acabe yo mal, si he Hecho jamés nada de loo que me acusas, Los dicses te vaigan! Por reverencia a juramento tan sagrado, por respeto hecia mf y hacia ésos; Edipo, crea lo que te ha dicho. Escucha, rey, serdnste, yo te lo pido. 2En qué quieres, pues, que yo ceda? Consideracién debes tener 2 un honbre que, si ates era grande, ahora lo es més por el juranento preetado. Pero ysabes lo que me pides? Lo 68. Vamos, yqué quieres? Que no condenes w ofendas a un amigo, que asf se maldice, por wnos sencillos rumors inciertos. Mira y tenlo por cierto; al pedir tal cova pides mi muerte o mi Perpetuo destierro. Ro! Por este col, principe de todos ios seres celestiales! Yaldite de todos, de dioses y hombres, muera yo de manera deses- trada si tales pensanientos abrigo! Unicamente me angustia y desgarra ver que, cuando 1a patria ecté consuniéndose, van 8 colmar estos moles los aslos pliblicos. Véyase, pues, ése aunque tenga yo que verme expulsado con piblica afrenta o morir mil veces, Al corazén, me han llegado tus pale- bras, las tuyas que no ias de éste, que é1, donde se encuentre, ha de ser execrado por mi. Que se aparte de mi lado, CREONTE... CORIEEO. . ‘YOCASTA... CORLFEO. . ‘YOCASTA. , COREFEC... YOCASTA... CORIFEO... EDIPO.. CORO... YOCASTA.... EDIPO.... YOCASTA... EDIPO.... YOCASTA.... EDIPO. YOCASTA... o15- Veo que cedes pero sigues rencoroso; eres insufrible cuando 1a pasién te domina. Caracteres asf son los tmicos verdugos do sf mien. misnos. Déjanos en paz y vete. Me voy, sf; no lograste entenderme. Para éstos soy el mismo de siempre. (SALE CREONTE, PAUSA CORDA) Reina, ynocunvendrfa llevar, sin demora, el rey a palacio? Antes quisiera saber qué he ocurrido. Inciertas sospechas; palabras sin forma. También ofende lo que es infundado. 4Del uno y del otro? De ambos. aPor qué le disputa? Oh, reina! Ya basta. Ya besta entre tantas deogracias que a todos afligen dejar 1a disputa donde ella ha quedado. a¥es td adénde me Llevas con tan buena voluntad, abandonando ai interés y enboténdome el corazén? Ya te lo he dicho y no una vez sola, gran rey: serfa el més necio, el més alejado de consejo bueno, si me apartase un punto de tf; de tf, qe devolviste 1a calna 3 mi patria cuando era Juguete de las oles. Sélvale ahora, también, feliemente Por los dioses! dime también a mi el motivo que te tiene tan excjarto. Te lo diré, que td, més que ésos, mereces mis respetos. Lo que Creonte es y lo que ¢1 ha tremado.... Adelante, sf; pues quiero saber todo ei altercado. Dice Creonte que yoasesiné al rey Layo, dLo sabia 41? 0 glo ha ofdo decir hace poco a alguien? Nos ha trafdo un canalla agorero que ha hablado; porque é1 no ha soltado palabra que pueda compvometerle. Nada de cuanto dices, temas. Edipo, esedchame y verés que no hay mortal que sepa de veticinios. ‘He de darte una ppueba clara y breve. Un ordculo terrible le vino un dfa a Layo - no del mismo Apolo, sinode sus servidores, clero esté - que le anunciaba su sino fatal: habfa de morir a manos de un hijo que él y yo en- fendrdéremos. Pues bien; 41 - segtn 1a voz que corrié - murié a manos de unos salteadores extranjeros, en el cruce de tres ca- minos. En cuanto al hijo, no llevaba tres dias de nacido, cuando ya por manos de un tereero, sujetos con hierros los tobillos, era -16- YOCASTA (cont) abandonado en un monte inaccesible... Ya ves, pues, que Apolo BDIPO.... no logré hacer del hijo un asesino del padre, como se temfa, ni que el padre muriera a manos de su propio hijo. Tan acertadas, como ves, fueron las profecfas. ‘Aef que nada te importes cuando un dios buses algo o algo necesita, éi mimso lo descubre y Pronto. (paygay Grande es el desconcierto que invade mi alma y grande 1a turba~ cin de mi mente al ofrte, Yocasta ‘YOCASTA.. EDIPO. ‘YOCASTA... EDIPO....+ ‘YOCASTA... EDIPO. «+++ YOCASTA.. EDIPO....- YOCASTA.. EDIPO...+ ‘YOCASTA.. BDIPO. ‘YOCASTA. « EDIPO.... YOCASTA.. EDIPO.... EDIPO.... YOCASTA... 4Qué es lo que te angustia y hace hablar asi? Creo haberte ofdo decir que el rey Layo encontré 16 muerte en un cruce triple. Asf se dijo ontonces y asf se dice shora. ¥ dénde est el pareje en que ello sucedié? La tierra se Llama Fécida; el lugar en que se cruzan los caminos de Delfos y Daulia. ycudntos tiempo ha pasado desde entonces? Precisamente poco antes de venir ti a reinar sobre esta ciudad se divulgé 1a noticia. Ay Zeus Agué es lo que has decretado hacer conmigo? Pero, yqué es lo que asf te alarme, Edipo” No me lo preguntes todavfa. Dime, yqué aspecto tenfa Layo y cudl su edad m4s 0 menos? Alto era, blanqueabe ya 1a niewe en su cabeza; eu aspecto bastante semejante al tuyo Ay de mf! Sospecho que, sin pensarlo, he estado no hace mucho echéndone maldiciones. 4qué dices? Iiedo me da mfrarte al rostro, re} Yucho me atorra pensar que quizés el adivino ofa bien. Tu me sacarés de dudas, contestando a una pregunta. Pabor siento, en verdad; pero a cusnto preguntes contestaré cierto ylba solo 0, como persona de autoridad, 1levabe buena escolts? En total eran cinco, Un heraldo, entre ellos, Layo iba en una carroza. Ay! Bsto est4 claro, ya. estas noticias? Jer, gquidn fue el que trajo El @nico eriado que sobrevivi6; Me’ * hasta casa. EDIPO.... YOCASTA.. EDIPO... Y@ASTA.. EDIPO.... YOCASTA.. -B- ¥ vive todavia en el palacio? No. Apenas llegé y vié que estabas td end poder, habiendo muerto Layo, estreché mi mano y me suplicé que lo enviara al campo, al pastoreo de los ganados con el fin, decia, de estar de 1a ciudad 1o més alejado posible. Yo le envie, que, siervo y todo, digno era de este favor y otros mayores. tNo podrfa volver acé, ahora, en seguida? Poder, sf. Pero ypara qué le quieres? Yocasta, temo que haya hablado més de 1a cuenta. Quiero verle de todos modos. Pues él vendré: en cuanto a mf, ;no merezco saber por ti lo que ast te aflige? EDIPO. Llegado haste aquf en mis zozobras, nada voy a qoultarte. Yocasta en trance tan angustioso, za quién mejor hablar que a ti? Bra mi padre Polibo, el Cérintio; mi madre tiérope, 1a Dor: Era yo el més feliz de los mortales cuando me sucedié una cosa que, si bien merecfe atencién, quizd no tante como yo le di. Al final de un banquete un hombre ebrio ya de vino me dijo que no era yo hijo de mis padres, fino solamente adoptivo. tii enojo vfe terrible y me contuve ppenas durante todo el dfa; pero al siguiente fui a ver a mi mddre y a mi padre y Les progunté la verdad. tuy a mal Llevaron ellos 1a impostura del que asf me habfa insultado. Cuanto estaba de su parte hicieron y me dejaron tranquilo. ¥ a pesar de todo, sicupre me vela atormentado por aquella ide que sc iba ya entendiendo dentro de mi. A escondidas, pues, de mi padre y de mi madre, me fui hasta Delfos y consulté el oréculo. Febo no se digné contestarme en cuanto al motivo de mi viaje; en cambio me dict6 una pavorosay triste profecfa: que yo habfa de contraer nupcias con mi madre y mostrar ante todos una pavorosa y horrible descendencia, a 1a vez que debfa sor el asesino de mi padre. Ofdo esto, caleulando por los astroe el camino, huf adonde jands pudiera ver cuuplidas las infamias del oréculo. En mi viaje llegsé hasta el mismo paraje donde td dices fue muerto el rey, y te diré cémo sucedié todo, Yocasta. Cuando en mi viaje estaba ya cerca de aquel triple camino me topé con un hombre y un heraldo. Iba el primero en una carroza tirada por Potros, tal como té la has descrito. x1 gufa, y luego el viejo, Se empeftaron bruscemente en apartemme del camino; yo, enojado, doy un golpe al que me empuja; el viejo lo ve y cepera, que me acerque, y desde el carro me descarga en la cabeza su aguijada de dos puntas. Caro lo pagé. De un golpe de mi bastéa, y on un abrir y cerrar de ojos, esta mano mfa lo tumb6 de espaldas y eayé rodando desde 1a carroza. A mis manos murieron todos. Si equel oxtrgnjero tenfa alga que ver conbayo, yquién més desgraciado qu yo? yHay honbre més odiado de los ciclos, pues que a ningin honbfe, ciudadano o extranjero, le esté permitido darme hospedaje ni aun dirigirme 1a palabra, sino que todos, todos, han de arrojarme de sus casas? Y¥ esto por las maldi¢iones 18+ EDIPO (cont) que yo mismo, y nadie sino yo mismo, me he echado. Profanando GORIFEO' .. EDIPO.. ‘YOCASTA, EDIPQ.... ‘YOCASTA.. EDIPO.... ‘YOCASTA... EDIPO. ‘YocasTa. . estoy, adenés, el lecho del muerto con estas manos que le dejamn sin vide, No soy un vil? jNo soy, pues, 1a hez de le impureza? Ne veo obligado a huir, y en mi hutde no puedo llegas hasta mi patria sin verme on peligro de profanar a mi madre y dar muerte ami padre, Polibo, que me ha engendrado y me ha criado. 4Se equivocarfa quien dijera que un demonio enomigo rige los destinos de Edipo? Gh, no! No, por la puteza y el respeto que a los dioses debo! Desaparezca yo de entre los hombres antes que ver una mancha tan funesta sobre mi frente. Pera todos nosotros esto es angustioso, rey! Pero, hesta off al que fue testigo, siempre queda elgunaeesperanza. He aquf 1a Gnica esperanza que queda: aguardar 12 llegada del pastor. ¥ aqué esperas de sus palabras? Yo te lo diré; sf narra los hechos con tus mismas palabras, esté Pasada 1a tormenta. Pues, qué hay de particuler en mis palabras? Decfas: se aseguré que varios ladrones le habfan matado. si también el pastor habla asf, en plural, no pude ser yo el que lo maté. io es lo mksmo uno que varios, Pero si afirma ser uno solo el caminante, ya no hay dudas, el hecho se encaja en mi, fatalmente. Pues no dudes que ésas fueron sus palabras. Toda le ciudad, no yo Gri camente, las oy$. Diffcii le seré ahora deonentirlas. ¥ aunque se desdiga en algo de 10 qe entonces dijo, por lo menos, Eéipo, el orgculo relative a Layo que decfa habfa de morir @ manos deun hijo mfo, ése queda desmentido. Porque es cierto que no lo maté el pobrecillo que murié mucho antes que él. asf es que yo, de hoy més, por vaticintos ni vuelvo la vista acd ni la vuelto de otwn lado. Tienes razén; con todo manda venir al criado qquel. No lo retardes. Le llamaré a toda prisa. Entremos en paiacio; nunca he de hacer yo, @ sabiendas, cosa que sea de tu desagrado. (ENTRAN EN PALACTO) ESTASTNG IZ, Gh, tengas yo siempre 1a suerte de conservar 1a més respetuosa de las purezas en palabras y en obras! A todas presiden altf~ simas Leyes, engendradas en las sales etéreas de los cielo: Olimpo es ou Gnico padre y el ser no lo recibieron de hombres mortales, ni acabard con elias jamds el suciio del Qlvido. En ellas habita un gran dios que no envejece La intemperaneia engendra a los tivanos; 1a intemperencia, cuando se holla inuustenence cebada en afectos ilfcitos y perni- cdosos, se remonta, insolente, hasta lo alto; y desde allf se EL CORO (cont) -19- se despefia en medio de angustias y aprietos donde no puede der un solo paso en libertad. Combates que lleven bendicién a la patria yo mismo he de pedirlos a los dioses, y el dios seré quien los presida. Pero ei alguien se exhibe levando 1a insolencia en sus pe- labras o en sus obras, sin tomor a la Justicia, ni respeto a les sagradas imégenes de los dioses; a ése, mil maldiciones lo arre~ baten en castigo a su maldita impudicia, ya que con incontinentes manos toca 1o qe no debe, disfruta 10 prohibido y no se aparte de la impureza. zQuién se gloriard, reo de tales males, de sus- traez 1a vida a los golpes de los dioses? Porque si honra merecen esas acciones, 2a qué estas danzas sagradas’ No he de ir ya, Lleno de respeto hasta el santuarie de Delfos, ni al templo de Abe, ni tampoco a Olimpia, si, tal como lo in- dican los mortales todes con sus dedos, no ha de cumplirse todo esto al pie de la letra. Soberano Zeus!, a ti que con razén eres aclamado como Sefior que Impera, no se escape todo esto a tu in- mortal poder! Desprestigiados quedan los oréculos de Apolo y en ninguna parte es glorificado él dios como veraz. Toda la roligién se viene a tierra! ESCENA ITT. YOCASTA SAEE DEL PALACIO ACGMPANADA POR DOS DONCELLAS. LLEVAN GURBALDAS ¥ OFRENDAS AL ALTAR DE APQLO) ‘YOCASTA.... Principes de 1a patria, he resuelto salir a visiter el san- tuario de los dioses, llevando conmigo esta guirnalda #i estos timianas, porque Edipo esté terriblemonte exeitade con toda clase de espantos yno coujura sensatamente el porvenir por el pasado. Y a merced esté del primero que le hable, mientras le diga cosas pavorosas. Ya que con todas mis razones nada he logrado, ti vengo, su- plic ante, oh LicioApolo!, que tan cerca estds y tos oyes. Te fuego nos des un desenlace limpio de toda impureza. Pues shora, estamos todos desconcertados viendo al rey, que rige los destinos de 1a patria, tan desconcertado. (ENTRA POR LA TZQUIERDA UN IIENSAJERO QUE HABLA AL CORO) UENSAJERO.« CORIFEO.... MENSAJERO. « ‘YOCASTA... MENSAJERO. « ‘YOCASTA.... MENSAJERO. . Amigos, ,podéis decimme dénde cotd cl palacio del rey Edipo? 0, mejor an, decidme, si 11 sabéis ydénde esté 617 Extranjero, éste es ol palacio y dentro de é1 se hella Eéipo, y esta sefiora es su esposa, madre de sus hijos Bondite sea ella, y los que rodean a la digna esposa de tan gran rey! Bendito seas té, mensajero, que bien lo mereces por tan gentil saludo! Pero, dime al fingqué deseas o qué noticias traee? Noticias buenas para tu casa y para tu esposo, seflora. joules son? ze dénde vienes? De Corinto vungo; y 1a noticia que te daré Ha dé alegrarte, aunque bien pueda ser te cause alguna pena. = 20- YOCASTA..... Pero oudl puede cor que tiene esa dobhé virtua? MENSAJERO.. El pueblo proclamard a Rdipo, rey de 1a tierra fstmica. Eso se dice allf. YOCASTA... 4Qué? 4B] anciano Polibo ha dejado el poder? MENSAJERO,. Nj. Muerto esté; en el sepulero, YOCASTA.... yCéno? Ha muerto el rey Polibo? VENSAJERO.. tuera yo aquf mismo sf no dijere la verdad. YOOASTA... tMuchacha, ve, corre; cuenta al rey estas noticias. Gh, ordcule divinos! Dicses ydénde estéis? Temeroso de matar a Polibo hace tiempo se desterré Edipo; y, ahora, ya ha muerto @ manos de su destino, no a las del rey. (EDIPO SALE DEL, PALACTO) EDIPO.... Amadfsima esposa; Yocasta, jqué querfas al mendarme 1laner a Palacio? YOCASTA.. Edipo, oye a este hombre, esciichale. ¥ mira en qué terminan los temidos ordculos delos dioses. EDIPO.... yQuién ea ese hombre y qué es 10 que desea? YOCASTA,.. Viene de Corinto. Y anuncia que tu padre Polibo ha merto. EDIPO.... yCéno? Explicate té mismo forestero. RMENSAJERO.. Sf, eso es 1o que primero debo yo aclararte; no lo dudes, Polibo se fue. EDIPO..... yDe qué manera: por enfermedad, a traicién? UENSAJERO.. Los cuerpos ancisnos los derriba el peso més Leve. EDIPO..... Segdn eso fue 1a enfermedad 1a que acabé con el deaventurado. MENSAJERO.. Sf. ¥ los muchos afios que Liwaba encima. EDIPO.... Bien! Bien! Para que nos preccupen, mujer, los tomplos profé- tieos de Apolo y las aves que graznan por los aires. Segtin cllas yo debfa matar a mi padre. tuerto yace 61, bajo la tierra oculto, y yo estoy aquf sin haber tocado un arma. Como no haya mucrto de pena por mi ausencia!, que asf puedo, también, haberle dado muerte. En fin, ya esté Polibo en el Hades y ha llevado consigo todos eseo vaticinios, demostrdndonos agf que aon iguales « nada YOCASTA... No te 1o decfa yp, hace ya tiempo? EDIPQ.... ife lo decfas; sf, pero yo estaba a merced del temor. YOCASTA.. De ahora en adelante ni siquiera debes ponsar en todo esto. «pausa) ae EDIPO. Pero... ;10 del lecho de 1a madreno es ya para angustierne? YOCASTA... yQué preocupaciones debe tener el hombre cuando nada es cierto y estd todo en manos del azar? Vivir cada uno como mejor se pueda, a 1a aventura, es lo que importa vnicamente. No te dé pena lo de lao bodas con tu madre, pues, segin dicen, otros las han tenido tanbién en suefios, ef. EDIPO.... Todo eso estarfe muy bien si mi madre no viviera. ¥ pues vive, fuerza es que yo tema por muy bien que tu hables, Yocasta, YOCASTA... Ahf tienes el mejor de los argumentos; el sepulero de tu padre. EDIPO.... Bueno es, 10 confieso, sin enbergo, ella vive y todo es de tener. UENSAJERO. (LES INTERRUSPE) y0udl es 1a mujer que os tiene ten preocupados? EDIPO.... érope, 1a esposa de Polibo. MENSAJERO.. Y ypor qué 08 ingudeta tanto aquella seficsa? EDIPO..... La causa estd en un terrible ordculo que pronuneiaron los dioses. MENSAJERO.. gPuede saberse o exige secreto absolute? EDIPO.... En modo alguno. Dijo Apolo que yo habfa de contracr nupcias con mi propia madre y que mancharfa mis manos en le sangre de mi padre. Por estas tazones no he vuelto a Corinto, después do tanto tiempo. N0 me va mal aqui, ciertemente; y, sin enbargo, es siempre dulce volve a ver a los padres. MENSAJERO... _g¥ por ese temor vives fuera de tu patria? EDIPO Sf, viejo. Para no convertirme en asesino de mi padre. MENSAJERQ.. Por qué no te habré quitedo ya tal inguictud si con ese inten~ eién vien hasta aqui? EDIPO.... Pues a fe que has de llevarte un premio digno. MENSAJERO.. Pues a fe que eso es 1o que més me decidié a venir: 1a esperanza de que al volver td a tu patria yo prosperarfa a tu lado. EDIPO.... Jamés he de ir al hogar de mis padres. MENSAJERO.. Ay, hijo! Céuo se ve que no conoces 1o que ticnes entre manos! DEDIPO.... Dime, por los dioses, zqué hay? MBNSAJERO.. $i ésa es 1a causa que te impide regresar a tu hora..... EDIPO.... Si, el temor de qoa Febo acertara. MENSASERO.. 4£1 tenor a conteminarte con tus padres? EDIPO. Eso mismo, si, Eso es lo que me tiene en perpetua angustia +22 YENSAJERO.. Pues has de saber que en ello no hay motivo alguno de deszaén. EDIPO 406uo no si ellos son mis padres? MENSAJERO.. Bs que Polibo nada tenfa que fer contigo. EDIPO. 1Qué dices? jNo era 61 mi padre, el que me engendré? MENSAJERO,. Tanto como este hombre que te habla. EDIPO.... yVeis a ser iguales el padre y ol qua uo lo es? MENSAJERO.. Ni 61 ni yo te hemos engendrado. EDIPO. BBo? 4C6n0, entonces, me 1lané siempre hijo? MENSAJERO.. tina, rey, fuiste un regalo que recibié de mis propias manos. EDIPO. 4¥ canto supo amarme, tabiéndome recibido de otros? MENSAJERQ.. El no tener jijos le ensefié a hacerlo. EDIPO .... ¥ t6, gme compraste a alguno o me encontraste casualmento? MENSAJERQ.. En los profundos valles del Citer’on te habfa recogido. EDIPO.... ¥ gpor qué andabas td por aquellos montes? MENSAJERQ.. Pastoreaba allf con mie rebsfios. EDIPO..... yEras pastor entonces, vagando asalariado? MENSAJERO.. ¥ en aquel tretice tu éalvador, hijo. EDIPO.... Pues ztentfo yo algtn mal cuando tus mance me cogieron? MENSAJERO., Tus tobillos podrian decirlo. Ay de mf! yCémo has de explicarmen td esta deformidad antigua? MENSAJERO.. Es gue yo solté unos hierros que agravesaban tus pies. EDIPQ.... Bs cierto: desde 1a cuna me vienen estas cicatrices vergonzosas. MENSAJERO.. Tanto que por ellae te dieron el nombre que Llevas. EpIeo. + Por los dioses! Df, ,Quién fué el padre? yquién 1a madre? MEMSAJERO.. Yo nada sé. tejor 1o debe saber, quizds, aquel que en mis mancs te entregé. EDIPO. wile rectbiste de otras manos? No fuiste td quien me encontré? UENSAJERO... No, De otro pastor te recibf, EDIPO.... 4Qué pastor? yPodrfas indicérnosio? MENSAJERO EDIPO.... MENSAJERO, EDIPO. = 23 « |.» Pastor de Layo le llemaban; era uno de ellos. abe Layo? 3E1 antiguo rey de esta comarca? .. De ese mismo, Pastor suyo era. wWive ese viejo todavia? yPodrfa yo verle? MENSAJERO.. Esos lo sabrén mejor; los de la tierra, (INDICA AL CORO) EDEPO. CORIFEO. . EDIPO...+ ‘YOCASTA.. EDIPO.... ‘YOCASTA. . EDIPO... yeasta, EDIPO.... YOCASTA.. EDIFO. ‘YOCASTA.. EDIPO.... ‘YOCASTA.. CORLFEO. . play alguno de los presentes que conozca al pastor de quien ha~ blamos? zAlguno que lo haya visto aquf o en el campo? Si lo hay, que asf lo diga; que estamos a punto de descubrirlo todo! + Creo que es el mismo pastor del campo que hace poco solicitabas ver. Nadie mejro que Yocaste podria decirlo. Yocasta, yconoces té al que hace poco Llememos? jE acaso el que éste dice? (DESAZONADA) z¥ qué? que see cualquiera dicho no prestes atencién, todo es tan vano. Déjalo yas a lo Wo en modo alguno. Llegada hasta este punto la pesquisa no pararé hasta dar con mi necimiento, No, por los dioses! $i no deseas perderte no des un paso més hacia delante. Me basta lo que he sufrido. Ten buen énino; td nada pierdes aunque yo resulte ser stervo, hijo de cierva nacida de siervas. + Te lo suplico, obedece. No lo hagas’ No cedo hasta dar con 1a verdad y 1a evidencia. Que 10 digo por tu bien; que es mi consejo el mejor. + Es0s consejos ten buenos son 10 s que me estén molestando hace ya tiempo. (LE VUELVE LA ESPALDAO) Desventurado! Quieran los dioses no descubras quién eres. (A SUS PAJES) Inmediatamente, que uno vaya y me traiga aqui el pastor Dejad e éste que se pavonee con 1a limpieza de eu linaje. + Ay! Ay! Desdichado!, éste es el dnico nombre que te puedo dar. ¥ ye jamés otro ninguno! (YOCASTA, FURIOSA Y DESESPERADA, ENTRA EN BL PALACIO) ++ Eéipo, ypor qué se habré precipitado asi 1a reina, de salvaje furor estremecida? lie temo que este silencio se romp en un mal estruendoso. Reviente por donde quiere! Yo tengo que descubrir mi linaje, por m muy villano que sea, Esa - mujer habfa de ser - se siente humt~ Lada por 10 bajo de mi nacimiento. Hijo soy de 1a fortuna y no me 24 - EDIPO (Cont) dejaré avergonzado quicn tan bien me cuida. Fortuna fue mi madre; los meses y los afios, mis hermanos, deciden mi linaje alto 0 bajo, Hijo de tales padres ni he de resulter otro ai hay por qué tener mi cuna! Gh monte Citerén!, si yo soy adivino, si mi corezén sabe predecir, mafigna cuando ilegue 1a luna liena, no, no dejards de verte fes- tejado con mis danzas, como padre y seilor, como sostén y madre de Edipo, cual bienhechor de mi amatio rey! Oh, salvador Apbbo, sean mis votos de tu agrado! Witio, zcudl de las ninfas inmortales que habiten en les mon- taflas visitadas por el dios Pan es 1a que te dio el ser? 40 fue quizds alguna compafiera de Apolo, ya que él halla sus delicias en praderas y dehesas? Quizd fue Hermes, rey de Cilene; quizé fue el dios de las bacanales quiente recibié, sorprendido, ¢o una de las ninfas del Heliedn, pues con elles goza el dios de las cumbres de los montes. (EDIPO FRENTE AL PALACIO, POR LA IZQUTERDA, MEDIO ARRASTRADO POR DOS STRVIENTES, VE LLEGAR AL VIEJO CRIADO-PASTOR DEL REY LAYO) EDIPQ..., Si también yo tengo derecho a cuposiciones imagino, anciano, que ése es el pastor que hace tiempo buscamos. Su edad avanzada se da le mano con la de éste, y, por otra parte, eriados de mi casa le traen, Td lo sabrds mejor que yo, pues le habrés visto antes de ahora. CORIFEO... Bn verdad que leconozco. Era pastor de Leyo y tan fiel como el que nés. EDIPO.... TG primero, mensajero corintio. Di zestte es el que decfas? MENSAJERO.. El. mismo que ven mis ojos. EDIPO..... Ahora, td, viejo. tifreme y contesta a cuanto voy a proguntarte, aEras td uno de los que servfen a Layo? GRIADO... Siervo suyo fui, en su casa nacido y no comprado. EDIPO.... En qué te ocupabas, cudl era tu clase de vida? CRIADO.... Gren parte de mi vide 1a pasé en el pastoreo. EDIPO.... 4De ordinario, en qué lugares lo ejercfas? GRIADO... En el Citerén a veces,y en otros lugares de 1a comarca. EDIPO..., Pues bien, yrecuerdas haber visto alugna vez a este hombre alli? CRIADO... Bn qué ocasiones y de qué hombre me hablas? EDIPO... Del que tienes ante ti, jie viste con él alguna vez? (EL CRIADO LOHA COUPRENDIDO TODO Y QUEDA RECELOSO Y ASUSTADO) CRIADG... No, que yo recuerde... Asf tan de repente... MBNSAJERO.. Nada tiene de oxtrafto, sefior. Yo iluminaré su oscurecida memoria. S€ muy bien que recuerda céuo tlevando 61 dos ganados, 25+ HENSAJERO (cont) y yo 1levando uno, anduvimos mag de tres veces y durante seis meses en cada ocasién por las vertientes del Citerén, decde 1a primavera hasta el arturo. Llegado el invierno me retiraba yo amis rediles, y a los apriscos de Layo él se retiraba 488 0 no como lo he dicho? CRIADO... Es verdad; han pasado ya tantos aflos,.. MENSAJERO., _ Sigamos adelante. Recuerdas cémo me diste un nifio para quo yo lo eriase como mio? CRELADO.....4A qué viene oso shora? yPor qué me lo preguntas? MENSAJERQ.. Compatiero, este hombre (SENALA A EDIPO) es el que entonces era nifio. GRIADO... tialdicién sobre tf! No has de callar? EDIPG... No le regaties a é1, viejo. Tus palabras y no las suyas merecen castigo. CRIADO.... YBs que’os he faltado yo, sefior, bueno entre los buenos? EDIPO. En no contestar 1o que sabeex sobre el nifio. READS. Bs que 61 no sabe 10 que s¢ dice y est conséndose indttimente EDIPO..... No quieres hablar a las buenas; hablar4s a las malas. CRIADO... No, por los dioses. No maltztes a un anctano. EDIPO.... Venga acd alguno y dtele las manos a la eepalda. (LOS CRRADOS SE DISPONEN A CULPLIR LA ORDEN) CRIADO... Infeliz de mf! yPor qué esto? zQué te propones saber? BDIPO.... jLe diste el nitto? cRTADO. + Se lo di, sf. ¥ ojald me hubiera muerto aquel mismo dfa EDIPO.... Ahora has de norir de no hablar claro. CRIADO.... Tas moriré si hablo claro. EDIPO.... Por lo visto intentas més evasivas. CRIADO.... No, por cierto, Hace rato que he dicho que lo di. EDIPO..., yDe dénde lo tomaste? Era tuyo o era de otros? ORIADO... tif no, mio no era; alguien me lo habfa dado. EDIPO.... gAgldin ctudadano de éstos? yDe qué casa? CRIADO.... No, por los dioses, uo! No me preguntes més, sefor! EDIPO.... Si me veo obligado a repetir la pregunta date por muerto! CRIADO... EDIPO. CRIADO... EDIPO. CRIADO... EDIPO.... ‘CRIADO... EDIPO. CRIADG... EDIPO... CRIADO... EDIPO... CRIADO.. » EDIPO.... ‘CRIDADO.. EDIPO... CORO... be - Era un nifio de la casa del rey Layo. 4Sfervo? 0 acaso yhijo legitimo de su familia? Ay, ay de mi! Llegé ya el momento de decir la palabra diffcil. Y¥ de ofr, tambien, Pero hay que ofrla. Le Lemaban hijo de Layo, Tu mujer que esté en palacio sabfa explicerte todo con claridad. gFué ella quien 10 ontrogé” Si, ella miems, seftor. 4Gon qué fin? Para que acabase con él. Su propio Bijo, malvada!’ Miedo fue de unos oréculos trégicos. qoudles? Corrfa 1a vor de quo matarta a cue padres. ¥ td, ypor qué 1e entrogaste a este criado? Por coupasién, sefior. Esperaba que habria de ilevarlo a la tierra lejana en que habita. £1 lo salvé en mala hora. Si td eres, en verdad, el que éste dice, hast de saber naciste con mal hado. Ah, sy!, Ay! La verdad ha quedado desnuda! Oh luz, por sitima vez te ven mis ojos! Ya todo se ha descubierto: nacf de quicnes no debtera; con quien no debiera ue casé y, a quien menos debia matar, he matado. (PRECIPITADAENTE ENTRA EN EL PALACIO, SALEN ‘LOS DELMAS POR IZQUIERDA Y DERECAH. QUEDA SOLO EL CORO) ESTASINO LIL Gh, gen8ractones de mortales! yCéno vuestra vida no os para. mf més que la nada! yQuién es el hombre, quién que consigue robar a la dicha otra cosa que aperiencias, para, en ilegando @ ser dichoso, desaparecer? Con tu cafda fatal, con tu cafda, Edipo, desventurado, ante mis ojos ya ax ningén mortal llanaré feliz. TE asestaste condéstreza nice 1a més venturosa de las for- tunas y la arrebataste, oh, Zeus! T acabaste con 1a Eofinge, rampante doncella, y sus enignas fatales, y en medio de nustra tierra te alzaste como haluarte shuyentedor de muertes, y yo, por ello, te acland rey mfo y te colmé de honores cual soberano de Tebas, 1a magnifica. ¥ ahora yquién tiene més negra historia? yQquién de tan tristes trabajos y pesares es presa sibita? oh, Edipo famoso, GORO (cont) UN PAJE.... Spal que como padre e hijo fuiste a parer al puerto de un misno regazo! Oh! 4Céno pudo el seno materno sufrirte por tan Largos desdichados aftos? - Por fin, a despecho tuyo, el Tiempo que todo lo ve ha dado contigo, ha condenado ya el incasable casamiento de engendrador y engendrado. 0h verdadero hijo de Layo!, ojald, si, ojals no hubiera Llegado a verte nunca! Como ei que no tiene para sus males sino ayes de dolor, doy gemido tras gemido; A decir verdad por ti nada més aleé 1a cabeza y por ticierro los ojos a la dicha. ‘ESCENA IV. y_EXODQ Principes y magnates de esta tierra! gh, las coses que vais a ofr! oh, las cosas que vais a ver, las cosas que van a abrumaros de pena si an ponéis vuestro noble corazén en las cosas todas de 1a familie de Lébdaco! No han de ser suficientes las aguas todas del Istrg, ni las del Fasis, fiara poder lavar 1a abominacién enorme que este pa- lacio encierra y que presto, muy presto, ha de salir a la luz. Voluntaria ha sido, voluntaria; que de los males los que més acongojan son los escogides voluntarianente. Nada faltaba a losmales que ya conoofamos para ser dignos de lementacién, Qué tienes, pues, que afladir a aquéllos? Una sola palabra es suficiente para decirlo y entenderlo: Le divina Yocasta ha muerto. Desdichada! yQuién 1a ha matado? Ella, ella misma se ha matado. Wo puedo yo deseribir el monento cumbre del dolor porque no vi el acto mismo, pero of en 1o que mi saber alcenza, las desdichas de le infortunada. Cuando furiosa y frenética atravesé el portal se precipité sobre el dosel nupcial, tiréndose y arrancéndose sus cabellos con ambas manos; entra luego en su cémara, y encerrdndose por dentro, comienga a dar gritos invocando a Layo, hace tiempo muerto, y recordando eo juntos habfan engendrado un hijo que habfa de matarle a él y obtener de ella lo que no se debe llamar hijos; y maldecfa quel lecho en & que el esposo habfa dado a la desventurada un esposo, y un hijo le habfa dado hijos. Cuél fue el final de Yocasta no lo sé, en verdad; porque un enorme alarido de Edipo nos impidié ver 1a desgracia de 1a reina para asistir a los descaminados pasos del rey. Vagaba de sed para all4, pidiendo que le trajeran una espada ya la mujer que no lo era ya suya sino campo donde él y sus hijos habfan encontrado 1a vida. Enfurecido como estabs, 5610 le guiaba algén eer invisible, Entonees dio un alarido horrendo, y como arrebatado por alg gaien se arrojé sobre los batientes de 1a puerta, Tuerce y des- encaja la tranca de hierro y se mete alif, La reina pendfa, weciéndose ehoreada, de una retorcide cuerds. 4penas é1 ba vio, dando un bramido terrible, le suelta ol lazo que 1a sostenfa. ¥ cuando estuvo en tierra, tendids, 1a desdichada ~ oh, escena lastimera la que entonces vimos - = 28 - EL PASE (cont) arranca é1 los dos largos y dorados broches con que sujetaba CORIFEO. .. UN PAJE” y adornaba sus vestiduras y, levanténdolos en alto, los clavé ‘en sus propias érbitas, diciento cosas cono éstas: " No vedis, ojos mfos, ni cugnto yo estaba sufriendo, ni cuénto estaba haciendo yo, asf, aumergidos en eterna noche contemplad a quienes yo jamés deb{ haber visto y nunca véais 2 quienes yo tanto he deseado ver.” '¥ mientras repetfa tales lamentaciones, una y mil veces, iba desgarrando sus pérpados, y enrojecidas sus drbitas enrojecfan las mejillas. Poco después no eran ya gotas de sangre fresca las que corrian por su cara, sino una masa de snagre coagulede que 10 bafiaba todo. Wo a uno sélo sino a dos he arrasedo 1a desgracia: reina y rey han perecido juntos. Aquella en tros tiempos vida venturosa era, en verdad, ven- tura entonces. En este dia de hoy es més bien lamentos, mal- dicién, muerte, vengenza. Todos los males con nombre en cate mundo; ‘no falta uno siquiera. El infortunado zesté ahora tranquilo? Clamando esté que vaya alguien y abra luego las puertes y hasta aquf le saquen, a la vista de todos los Cacneos, a él, el pa~ rricida, el que a su propio padre.. - impiedades dice que no puedo yo repatir -, como quien se destierra de 1a patria y no ha de vivir més en casa, bajo el peso de las maidiciones que él mismo se echara. Sin fuerzas esté y necesita de alquien que le gufe; que su ~~ estado es insoportable en demasfa Y pues ya abren las puertas del palacio, td mismo le has de ver; contemplerds un espectéculo capaz de arrancar l4grimas aun a aus enemigos. (APAREGE EDIPO, CIEGO Y ENSANGRENTADO, Y CON PASQ INSEGURQ AVANZA POR LA ESCENA) CORO... EDIPO. CORO... EDIPO..... Oh, espectéculo desgarrador para cuslquiermortal! Oh, cuadro el més lastimero que mis ojos han presenciado! Qué infeliz 1o- cura te ha asaltado? yCuél es el copfritu maligno quo ha abalan- zado sobre ti el peso de su insufrible suerte? Ay, ay, desdi- chado! Ni a mirarte me atrevo cuando tengo tantas cosas que decirte, tantes que preguntarce, tantas que meditar sobre ti. Tal es él estremecimiento que mo causas! Ay, ay, desgraciado de mf! j8n qué rincén del mundo me escon- deré, infcliz? jDénde iré mi voz a perderse en is soledad? Oh, espfritu malo, hasta qué extremo me has Llevado! Hasta un ableno para los ojos y el ofdo. Oh, tinfeblas! Oh, noche mfa, insufriblexente wife! Tan {ntima anf y ten dmexplicable, tan irresistible y funestamente arro- liadora! ay de mf! Ay, ay de mf! Una y otra vez, ay, ay de mf! Gugn dentro penetrasteis punta de acero y recuerdo de males nds crueles! EDIPO (cont) CORIFEO. . EDIPQ.. + (LLEGA CREQNTE. .No EDIPO.... CREONTE... EDIPO. CREONTE. .. -30- BY 2 estos ciudadanos los habia de mirar con ojos serenos, despuds dehaber descubierto en mf tan fez mancha? Jamds, jemds! Antes al contmario, que si hubiera medio de impedir 1a entrada al sonido en el ofdo, cerrara también esa puerta para vivir sin luz y sin aire; que es dulce a las almas vivir aisladas de los males que las rodean. Oh, Giterén! Por qué me reeibiste? Por qué al hacerlo no me esttellaste répido para que janés pudiera revelar al mmdo el origen de mi nacimiento oscuro? oh, Polibo! Oh, Corinto y hogar que he llamado hasta shora paterno, qué belleza criabais en mf, pera encubrir una postema! Yal abritse y reventar, he sa- lide yo, pérfido ¢ hijo de pérfidos. Qh, ‘camino triple y escondido valle! oh, encinar y desfilad dero que est&is empapados de 1a sangre que yo vertf, de la san- gre de mi padre que cra la mfa propia!, yrecordéis qué hice alif; qué, al llegar hasta aquf, hice? Oh, himeneo, himeneo! Té me diete 1a vida y de mf mismo la @iste tf, luego, a otros, haciendo de padres, hijos y hermanos la mds horrenda mezcla; y también de doncellas, esposas, y madres hiciste cuantas abominaciones son posibles en el género humano. ¥ puesto que no estd permitido hablar de 1o que prohibido esté hacer, escondedne, cuanto antes, por los dioses!, escondedme en alguna parte lejos do aqut o dadme ya 1a muerte o arrojadme el fondo del mar donde janés podéis verme. Por favor, dignaos tocar a este honbre desdichado; por picdad, no me tengdis miedo que msles cono estos mfos nadie sino yo habrdé de eoportarlos! Muy a tiempo ita ilegado aqui Creonte, que, en faltando td, nadie sino éi seré el tinico soberano@ esta tierra. El res- ponderd a tus siplicas y te dard consejo y ayuda Besdichado de mi! zQué podré contestarle @ este honbre? jQué derecho tengo a pedirle ayuda cuando tan injusto fui con él? CREQNIE CON ACCHPAMANTENTO) Vengo Editp, a llenarte de insultos en tu desgracia, ni tampoco a reprocharte pasadas indiscreciones. (A LOS ACCUPARANTES DE EDIPO) Vosotros, si no respetéis siquiera los ojos de los hombres, cubrid al menos por respeto s la luz del sol, que todo lo vivifica, esa fea mancha, y no 1a tengdis al descubierto, que ni la llwia, 1a tierra ni la luz del cielo 1a pueden soportar. Llevadle sin tardanza a palacio que la piedad nos dice que los males de familia no hen de verse ni ofrse sino en el seno femilior. Por los dioges!, té que de tan inesperada forma disipas mis re- celos, mostréndote amable para conmigo que soy detestable, con- cédeme una gracia, por tu bien te lo pido que no por mi interés. yCudt es el favor que ansfas de mf obtener? QrrSjeme cuanto antes de esta tierra adonde mortal alguna pueda hablarme. Asf lo habrfa hecho ya, Edipo, no lo dudes; pero he erefdo mejor preguntar primero al dios qué dbbo hacer. =i, EDIPO.... Bien expresé ya cl dios su voluntad: acabar con el parricida, con el impuro, conmigo. CREONTE... En verdad que asf dijo. De todos modos, en trance tan apurado, mejor es consultar lo que se debe hacer. EDIPO.... Pero yen verdad que haris consultes en favor deun ser tan desdichado? CREQNTE... Asf té mismo dards crédito a la respuesta del dios, EDIPO.... Si. Acoge, mientras tanto, mis ruegos y mi voluntad postrera. A la que en palacio yace muerta dale entierro como tu anor te inspire, que td sabrés, mejor que nadie, atender a las hon- tas de los tuyos. En cuanto a mf, que jando mi patria se vea condenada a tenerme encerrado entre sus maros; dejadme vivir en los montes, en el propio Citerén de Edipo, sefislado sepulcro para mi por mis padres: acaben conmigo una vez muertos los que allf lo intentam vivos. Bien sé yo que ni las enfermedades ni males algunos han de acabar conmigo, que no habria escapado de las Berres de le muerte sinofuera pare mal sin ejemplo. Ruede mi suerte ccuo cella misma guste, No te preocupes, Creonte, por mis hijos mayores. Honbres son y alld donde vayan no ies hhan de falter modos de vida. (CREGWEE HACE UNA SEfMAL Y SALB UN PAJE POR LA IZQUIERDA) Pero a las dos pobres hijas mfas que jamés llevaron su pan @ 1a boca sin teneme a su lado; @ elles que participaban de todo cuantos bocados gustaba yo, su padre; a ésas si, cufda- melas con anor. Permite que llegue hasta ellas y las abrace, ¥ sobre elles lore mis males todos. Sf, principe, noble por tu sangre, yo te lo pido, otérgamelo; que si llego @ estrechar- las con mis brezos he de creer que ain son mfas, como antes que las vefa con mis ojos. (ENTRAN LLORANDO Y ACGIPAMADAS POR UN PAJE LAS DOS NENAS, HIJAS DE EDIPO) 2Qué es esto? Por tos dioses! No son elles, mis dos hijas, la que oigo llorer? jNo se ha compadecido de mf Creonte y me ha trafdo a las dos, los més quetidos de mis hijos? No es cierto? CREQNTE... Certo, sf. Yo soy quien te las ha trafdo. Porque sé lo que antes en ellas te gozabas juzgo lo que te deben shore consolar. EDIPO..., S€ bendito td, por tanta delicadeza! ¥ que el cielo sea contigo mgs bonigno que conmigo. ain dénde estéis, hijes mfas? Venid, venid a estas manos de las vuestras hermenas; a ellas débeis, hijas, ver como lo Veis ahora los antes radiantes ojos de vuestro padre; padre que sin saborlo y sin sospecharlo os ha sacado de donde €1 mismo salié, Y¥ pues no puedo ya contemplar vuestros rostros, Lloro al contemplar 1a vida que ha de daros los hombres. 4A qué reu- niones ciudadenas podréis asistir?, 2a qué fiestas que no haydis de regresar liozando al veros exciuidas del espectéculo? Y cuando estéis ya en tiempo de casaros, yquiéa, hijes mfas, quién serd el hombre que no tenga verguenza de cargar sobre si las feas inculpaciones con que todos deshonrarén vuestro nombre y el de mis padres? ;¥o se han juntado aof todos los males? a EDIPO (cont) Vuestro padre maté a su padre; con 1a que @ él le engendré Legé a casarse; y @ vosotras os tuvo de donde é1 mismo salié. ‘Todo esto han de echarnos en cara y zquién se atreverd 8 pédir vuestre mano? Nadie, hijas mfas, nadie, Huérfenas, abandonades irreme~ dlablemente, os veréis obligadas a vivir una vida miserable. Fero t6, Creonte, hijo de Yeneceo, tu que eres ya el Gni- co padre que les queda - puesto que yo y su madre, ambos ei tamos ya sin vida - no permitas que éstas tus sobrinas anden errantes y sin casa, sin marido por el mundo, vagebundas, ni 1 Las midas con 1a misma medida que mis desventuras. Al verlas asf, abandonadas, compadécete de elles y brindales tu apoyo. Promételo, noble Creonte, y en prueba de ello estrecha mi diestra con tu diestra. (LO HACEN) A vosotras, mis hijes, cudntas cosas os dijera si tuviersts ya edad; que vuestras oraciones sean dstas; que cl ciclo os conceds vivir moderadamente y gozar de més feliz suerte que el padre que os engendré. Basta ya de lamentos, Edipo. Entrad en palacio. Tendré qe obedecer aunque sea doloroso. Las cosas son buenas cuando estén en su punto. EDIPO.... ySabes con qué condicién te obedezco? CREONTE... Sime la dices, 1a sabré. BDIPO.... Que me arrojes bien lejos de 1a patria. GREONTE... Al dios le toca eso, que no a mf. EDIPO.... Ya ellos me declaran su enemigo. CREONTE... Entonces tendrés pronto 1o que pides, EDIPO...... yAsf me lo prometes? CREONTE... Aquello que no pienso no me gusta decirlo imftilmente! EDIPO... Scame, pues, ya de aqut. GREONTE... Canina, y a tus Kijas deja yo de una vez! EDIPO... Oh! No, no. No me apartes de éstas! CREONTE.., No te empefies en mandar en todo. Ni siquiera aquello en que mandabas te ha obedecido de por vida. (EDIPO ENTRA EN EL PALACIO. LAS NINAS DETRAS DE EL. LUEGO SE DISPERSA LA GGNEE. CREONFE ENTRA EL ULTIO. QUEDA SLO EL CORO ¥ EL CORIFEO) CORIFEQ.... Cuddadenos de nuestra patria Tebas: El ejemplo de Edipo contemplad: 1 resolvfa las misteriosas adivinenzas, “el esta~ ba en la cima dei poder y no habfa quien no mirase con envidia su prosperidad y venturas. ¥ shora, ved en qué abiemos le ha hundido 1a desgracia, No digis de mortal»elguno que espere atin ol ditimo dfa de ou vide que os feliz; esporad hasta que haya cruzado el umbral de la muerte sinceer en desventura eiguna. (LENTANENTE SALEN EL CORO ¥ EL CORIFEO CON LAS EVOLUCIONES NORMALES EN EL EXODO) ze idtgciplinaite Gonzsler SMEG Paculead de H dFR-RI sidades

You might also like