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Fi ISCO ALDECOA Y MICHAEL KEATING (Eds.) PARADIPLOMACTA: LAS.RELACIONES INTERNACIONALES DE LAS _—.....REGIONES.. MARCIAL PONS, EDICIONES.I IRIDICAS ¥ SOCIALES, S.A, BARCELONA ‘Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién eserita de los ttulares del «Copyright, bajo las sanciones establecidas en Is eyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimicnto, comprendides la reprogratia y el tratamiento informitico, y la distribucién de ejemplares de ella mediante slquiler ‘o préstamo péblicos ‘Tit. orig: Paradiplomacy in Action: the Foreign Relations, London, Frank Cass & Co, Lid, 1999, © Francisco Aldecoa y Michael Keating (Eds). © MARCIALPONS 5 DIGIONES TERIBI )EAEES;S:A~ San Sotero, 6-28037 MADRID 91304 33 03 Poligono El Nogal, C/o Tietar, 24 -28720 Algete (Madsid) ‘MADRID, 2000 CAPITULO I REGIONES Y ASUNTOS INTERNACIONALES: MOTIVOS, OPORTUNIDADES ¥ ESTRATEGIAS cov. Michael Kearine 1. EL AUGE DE LA PARADIPLOMACIA Dutante los fltimos aiios hemos asistido a ‘una creciente iniplicacién de'los gobiemos tegionales én el escenario intemacional (Ducuacek et al, 1988; Hocec, 1997), un fendmeno algunas veces descrito como pare: diplomacia. Las razones se hallan tanto en los cambios en el aubito del Estado y del sistema intemacional como en las transformaciones politicas y econémicas que tienen lugar dentro de las ptopias regiones. La’ glo- balizacién y el aiuge de los regimenes transnecionales, especialmente las reas de comercio regional, han diluido la distinci6n entre asuntos domés- ticos y'exteriores’y, ‘de la ‘misma'maneta, ban transformado la divisin de responsabilidades entre él Estado y los gobiernos subestatales. La propia globalizacién conlleva dimensiories econémicas, politicas y cultucales. La ——Tibre cireulacton de capitales y el auge de tas coiporaciones multina- cionales han limitado la capacidad de los Estados para dirigir sus eco- siomfas nacionales y, de hecho, hacen bastante dificil que podamos hablar con propiedad de cconomias nacionales, La modema tecnologia de las comunicaciones y el predominio dé una cultura global que tiene su origen, Dasicamente, en los Estados Unidos, han erosionado las culturas nacio- nales y el papel de los Estados como promotores y protectores de las mismas. La consecuente pérdida de autonomia y de capacidad por parte de los Estados ha dado Ingar-a eséculaciones. acerca del fin dela sobe- ranfa (CaMmuLert y FAL, 1992) segin ha sido entendida a lo largo z @ siciscr esr de los tltimos 200 afios'. Los regimenes transnacionales* han proliferado cen aspectos tales como Ja defensa (OTAN), el comercio (NAFTA y la Unidn Europea), y los derechos humanos (Convenio Europeo de los Dere~ chos Humanos) y en Buropa existe un proyecto de construccién de una uni6n politica por encima de los Estados scberanos. Muchas de tales ‘cuestiones afectan a temas que son responsabilidad de gobiernos subes- tatales o que tienen una incidencia particular en Ambitos espectficos, empu- jando por ello a las regiones a pasar al escenario intemacional. Al mismo tiempo, se ha dado una reestructuracién de la politica terri- torial dentro de los Estados, con Ia aparicién de nuevos actores y de nuevos temas. La reestructuracién funcional esté, en algunos casos, mer- ‘mando Ia importancia del tertitorio. La globalizaci6n de la economfa, Ja movilidad del capital y la tecnologia del transporte y de las comu- nicaciones han eliminado muchos de los vinculos entre localizaci6n y pro- duccién, permitiendo una mayor libertad respecto de la primera y redu- ciendo la dependencia de las empresas respecto de su proximidad a las ‘materias primas 0 vias de comunicaciéa maritimas. Los muevos medios de comunicacién puede que lleguen a acabar con el nexo entre cultura y territorio al importar la cultura global, asf como al hacer posible que ‘as comunidades ciltarales existan sin’ necesidad de proximidad tsica. ‘También Ia politica puede desligarse del tertitorio, ya que la sociedad tranisnacional y los grupos 0 movimientos politicos definidos por su etni- cidad 0 género compiten con las formas tradicionales de movilizacin, Ciertos autores han Iegado al extremo de Hablar del “fin del territorio” (Bani, 1995). Aunque todo esto supone tan sélo una parte del panorama total, ya que también se da una reinvencién del tertitorio como requisito funcional y como principio politico dentro del nuevo orden global (Kea. ‘aa, 1998). Funcionalmente, los efectos ms importantes los encontramos cen los asuntos econdmicos y cutturales. Hoy en dia, y ante el cambio i sportancia del territorio como ingre- ica (STORER, 1995; Amin y THIRFT, 1994; Dunrorp y Karkatas, 1992). El impacto de las fuerzas globales queda mediatizado por las caracteristicas de los territotios en ciestiGn, mientras qué la insercién con éxito de las regiones en Ja economia global depende en gran medida de su capatidad para comprometerse en Ta coo~ No me rellero aguf al “Estado de Westfalia” ye que no eomparto el punto de ‘vista de datar la aparicién de sistema de Extados a partie de 1648, El nico Estado exropeo {que mantiene sus fronteras desde Westfalia es Portugal. El sistema de Estados que cono- ‘coms os frto bésicamente de ia segunda mitad del siglo XIX-y del Tsatado de Versalles de 1959. Para una critica histrica de la facia de Westfalia, véase: Oswnoex (1994), EI motivo de hacer éafasit en este aspecto es el hecho de subrayar que las fronteras festatales han sido, en muchos aspecto, permesbles, y que continuaron siéndolo hasta la ‘Frimera Guerra Mundial y el derrumbe de sistema internacional de comerco en los aos m0, 2 Usiliza este término de forma general para evitar incurtir en el debate escoéstco sobre la existence o el ignifiead de os “regimenee internacionales". REGIONE sSUNTOS INTERNACIONALES: MOTIVOS,. 8 peraci6n social y para producir bienes objeto de demanda. Actualmente, en un resurgir de la vieja idea de los distritos industriales, las cualidades especificas de los territorios se consideran factores claves de la compe- iad, mientras que el viejo concepto de la ventaja comparativa, segtn el cual cada regién encontraba su lugar dentro de la divisién global del trabajo, ha dejado paso al de ventaja competitiva, en el cual las ventajas absolutas se acumulan en las regiones que gozan de las caracteristicas apropindas (Srorrer, 1995), Esta competencia interregional viene impues- ta parcialmente por los cambios funcionales que han tenido lugar en la -economir global; per tambiénes erparte invenci6m de politicos empren- dedores que utilizan el concepto a fin de consolidar sus propias regiones y elevar su estatus politico dentro de las mismas. Las regiones se hallan asi inmersas dentro de.una competicién neomercantilista por lograr Ja vventaja en los mercados globales y continentales. La propia cultura puede que esté globalizéndose en algunos aspectos, pero también estén rena- Giendo las culturas locales 'y minoritarias y el tertitorio se ve cada vex sms como la base sobre la que protegerlas y desacrollarlas. ‘A todas estas razones funcionales para la “reterritorializaci6n” debe- nos afiadir las presiones politicas. El debilitamiento de la nacién-Estado ‘ante las presiones globales ha incrementado la importancia de las fallas territoriales dentro de Estados multinacionales tales como Canadé, Espa- ia, Bélgica o el Reino Unido. Han aparecido nuevas formas de nacio- zalismo, menos vinculadas a la construccién de un Estado en el sentido clsico, y mds preocupadas por lograrla posibilidad de una accién colectiva, tanto de gobierno como de sociedad civil, frente al mercado global (Kza- ‘tino, 1997). En otros Ingares asistimos a un nuevo regionalismo (KeanwNo, 11998) definido por su contexto global y de mercado, o al ascenso de las cindades como actores. En estos espacios territoriales se han dado coaliciones para el desarrollo con la finalidad de insertar sus territorios Tespectivos en. el mercado global ¥, al mismo tiempo, de controlar los efectos socialmente desintegradores de ese mercado, Ast, el tezritorio st convierte en un factor clave de Ja relacién entre sociedad y mercado global y también de Ia constitucién de escenatios para el-debate politico Y¥ de sistemas de accién colectiva. El regionalismo y el nacionalismo mino- Titario, a menudo asociados en el pasado con el proteccionismo, se rela- cionan ahor’ mé al yy, especialmente en Europa, eon Ja integracién continental comio muevo espacio dentro del cual pro- yectar sus programas sociales y econdmicos, El declive de la capacidad estatal para controlar su territorio es un importante factor de todo este proceso, lo mismo que el deterioro de Ja relacién de intercambio segan la cual los Estados ofrecfan proteccién, frente al mercado y beneficiosas politicas de inversiones a cambio de Ja lealtad a ese mismo Estado (en los Estados multinacionales) 0 de apoyo al gobierno en el poder. En el siglo 21x, la contribucién estatal a este intercambio se componia habitualmente de polticas comerciales y aran- “ @ wceserxesm celes aduaneros, que podian ajustarse segin las demandas y necesidades de las diversas regiones, asf como de los diversos sectores y grupos sociales. En el siglo xx, el punto culminante de este intercambio territorial lo suponfan las politicas regionales de los afios 60 y 70, presentadas como un acuerdo no de sama céro mediante el cual las regiones en desarrollo © en declive se beneficiarfan de inversiones realizadas 4 su favor; las regiones en auge se beneficiarian de un alivio de la saturacién ya economia nacional--podcia_aprovechar-el_uso_de recursos .ociosos.en_la-periferia, Las politicas aduaneras se ven ahora limitadas por los regimenes comer- ciales globales y continentales. Las politicas regionales tedistributivas tam- bign se ven limitadas por la normativa comercial internacional (especial- mente en Europa) y tienen una efectividad cada vez menor en una eco: nomfa global donde las empresas bien pueden decidir establecerse fuera de las fronteras de su Estado si no han logrado establecerse en su lugar de cleccién dentro. del mismo, Por todo ello, los gobiernos: nacionales ponen més énfasis en-la competitividad nacional y menos en el equilibrio regional, dejando que este vacfo lo Henen Jos gobiernos subestatales. Este deciive en la funcién mediadora de los Estados expone a las regiones més ditectamente @ los efectos de ia cconomia global, y les fuerza a buscar oportunidades para actuar dentro de él asi como dentio de Jos emergentes regimenes transoacionales. Esto comcide con el nuevo con- cepto del desarrollo econdmico, que concede mienos importancia a las politicas de los Estados centrales y més a los factores presentes en las, propias regiones. De forma que el viejo intercambio recfproco entre el Estado y las regiones, con el Estado como mediador entre las relaciones de éstas con el mercado global, ha dejado paso’a uri sistema de relaciones més complejo, dentro del eual las regiones actiian dentro del Estado, pero también dentro de los regimenes transnacionales y de a economia slobal. Onwak (1995) se refiere a memido a este specto, pero va mas allé de lo razonable cuando relaciona el auge de la economia regional con el declive de la nacién-Estado de una manera:puramente,funcionalista y determinista. Para comprender adecuadamente el fenémeno, necesi- tamos estudiar las propias regiones y la estructura de incentives politicos frente a la que se encuentran. Si contemiplamos la nueva paradiplomacia desde la perspectiva de Jas propias regiones, podemos diferenciar tres grupos de motivaciones para su salida al escenario internacioncl: econdmicas, politicas y calturales. oonémicamente, las regiones buscan inversiones, mercados para sus pro- ductos y tecnologia para su modemnizacién. En un mundo cada vez mejor comunicado, también se promocionan como destinos turisticos. Las inver- siones directes suponen creacién de empleo y crecimiento econémico, asf como la aparicién de nuevos sectores econémicos, pero conlleva el el potencial’pr aston sorros remsAcIONALES MOTVOS : riesgo de la dependencia y a inseguridad, ya que el capital puede marcharse tan fécilmente como llegé. Esta situacién, a menudo, queda equilibrada por polfticas de ayuda a las empresas locales, especialmente a las de pequefio y medio tamatio. Los mercados exteriores y la promociéa de las exportaciones tienen una gran importancia para las empresas locales, que carecen de conexiones internacionales 0 de los recursos 0 el cono- cimiento necesario para establecerlas. La transferencia de tecnologia revis- te una importancia similar para estas empresas, con pocos recursos para dedicar a la investigacién y desarrollo y sin posbilidad de acceder a las actividades-realizadasen—este~ambito-Las-regiones-buscan,—asimismo, ‘mediante la colaboracién entre empresas de pequefio y mediano tamatio de diferentes lugares, explotar las mismas complementariedades y sinergias que caracterizan a los distritos industriales de mayor éxito, mejorando a competitividad del mercado, Ciertas regiones buscan promocionarse como destino de inversiones directas a Ia vez que tratan de internaci nalizar sus economias, de mejorar las empresas locales y de desarrollar ‘mercados mediante inversiones en el exterior, Los programas de ayuda a.regiones de los pafses en desarrollo organizados en ciertas partes de Buropa suponen wna forma més altruista de acci6a exterior en la que Se destacan notablemente Flandes y el Pais Vasco. Algunas regiones buscan construir un modelo distinto de desarrollo, besado en la existencia de vinculos estrechos entre el gobierno y la empresa privada, el xeconocimiento de un interés territorial mutuoy la consiguiente inserci6n de la regién en la economia global. Bsta estrategia neocorpo- rativista queda reforzada por una identidad y cultura compartidas y un proyecto politico destinado a garantizar una verdadera autonomfa fun- ional para Ia regién, asegurando el control focal de todos los resortes politicos y econémicos. Mientras que, en el pasado, el hecho de que el control econémico estuviera en manos locales se asociaba con el pro- feccionismo, hoy en dfa va de la mano con la estrategia de insertar Ia econom{a regional en los mercados globales sin que esto suponga quedar completamente dominado por ellos. El modelo més elaborado en este sentido se encuentra en Quebec, donde ha sido denominado Quebec S.A, 0 “nacionalismo de mercado” (Courcstexs, 1990) y se afirma que confiere ‘una ventaja a Quebec al afrontar el desafio de la globalizacién explotando 10 de la concertacién social, y respondiendo mejor alas demandas sociales (LatoUcis, 1593). Podemios encontrar los orfgenes de esta estrategia en la Revolucién Silenciosa de los aiios 60, que serfa més tarde imitada por Flandes. Una politica exterior activa constituye ‘una parte fundamental de la misma, Las regiones con su propio idioma o cultura también buscan recurs Yy apoyo en el escenario internacional, especialmente cuando su propio gobierno estatal no esté bien dispuesto hacia ellas o Ia zona de 1a que 3 originario el. idioma. entra situada Estado. Asf, por ejemplo, los gobiernos de Quebec han buscado la colaboraci6n con Francia 1 @ vccusst near yootros patses francéfonos a fin de recabar apoyos para su propio desarrollo caltural y promocién del idioma, Ha alcanzado el derecho de seleccionar sus propios inmigrantes y lo utiliza para favorecer las personas pro- venientes de paises francéfonos. Cataluiia ha:promovido su idioma en los departamentos de espaiiol de las universidades y academias en el extranjero y ha conseguido el reconocimiento de los idiomas no estatales, en las instituciones europeas. Se han constituido alianzas entre regiones calturales con-el-fin de. actuar. como. grupos de presién ante los Estados Y Jas instituciones transnacionales, por ejemplo en el caso de la Agencia Buropea para las Lenguas Menos Usadas (Price et al., 1997). Su objetivo es la promocién del uso de los idiomas minoritarios en las instituciones europeas ¢ internacionales, asi como asegurarse exenciones para las ind trias culturales en el marco de las negociaciones comerciales de émbito mundial 0 continental. Los consorcios internacionales también se utilizan de diversas maneras para proyectar y exportar la produccién cultural de las regiones a los mercados mundiales, desde los intercambios de artistas intérpretes hasta la participaciGn en sociedades de emisi6n por satélite. ‘Las regiones tienen diferentes motivaciones politicas para éntrar en 1 escenario internacional. Aquellas con aspiraciones nacionalistas buscan el reconocimiento-y la legitimacién como algo més que.meras.regiones. Asi, por ejemplo, durante. los Juegos Olimpicos de 1992, el Gobierno catalan insert6 anuncios en diversos periédicos de lengua inglesa en los, que se preguntaba retéricamente: «iD6nde esté Barcelona?» El texto corregia la suposicién de los lectores de que se encontraba simplemente en Espatia, explicdndoles que de hecho se trataba de una nacién dife- 2 La proyeccién exterior puede servir asimismo, por medio de un efecto inverso, para ayidar a la construccién nacional en la regi6n, mostrando a los lideres locales en contextos internacionales. El escenario internacional se utiliza como plataforma de construccién regional interna, o de proyeccién de los propios politicos incluso en regio~ nes sin movimientos nacionalistas. Las regiones, especialmente. aquellas, con identidades histéricas o culturales diferenciadas, también pueden uti- lizar sus didsporas para mejorar su infiuencia politica en otros. paises y para recabar recursos. La comunidad emigrante irlandesa ha desem- peliado un importante papel en numerosas ocasiones en el conflicto de Irlanda del Norte y en el proceso de paz. Las comunidades vascas en Reorond@ asunrosnereRnacioNALEs Montvos.. ” dencias entre los chicanos del sur de EE UU a buscar apoyo en México en el proceso de afirmacién de su papel en la sociedad norteamericana, Las minorfas territoriales a lo largo y ancho de Europa central se vuelv hacia sus madres patria étnicas en’ busca de apoyos contra sus propios Estados, Incluso se dan esfuerzos para redescubrir y revitalizar viejos li ¢ identidades, como en ciertas zonas de Europa central donde la influencia alesniina esté siendo recuperada por su valor como activo dentro del nuevo ‘mercado europeo, Otras campatias politicas més calculadas tienen como objetivo inffuenciar la opinin péblica, o la de las elites, en paises extran- ——jeros-vomsideratos clave. Bret verano de-1997, 1a Columbia Biitaaica _.-..mitié.espacios radiofnicos en el estado de Washington en los que.expre- saba su opini6n sobre la disputa pesquera. Quebec ha acudido a los EE UU con el fin de intentar hacer cambiar de opinién a los ecologistas y a Jos defensores de-los:pueblos indfgenas respecto de sus planes hidtoe- Igetricos, cuya viabilidad depende de la posibilidad de exportar electricidad ul mercado Tiottedieritaio “Lay provincias éaiadiéasé también han bus- cado combatir en Europa y Estados. Unidos el rechazo motivado por sus précticas madereras y.peleteras: Los lideres de Quebec realizan viajes pperiédicos a Wall Street para asegurar a los inversores en deuda péblica su ia que_ sus inversi allan garantizadas. Los Iideres nnacionalistas desean asegurar a los Ifderes de opinién politicos y eco. ‘n6micos de-los Estados Unidos que un Quebec independiente no cons- tituirfa uma amenaza para ellos. 3.LAESTRUCTURA DE LA OPORTUNIDAD La paradiplomacia forma parte de la ampliaci6n del mbito de los asuntos internacionales, dentro del cual ya no son Jos Estados los tinicos actors, Las regiones actfan junto con las empresas, sindicatos, movi- Imientos sociales y organizaciones transhacionales como Greenipeace u Oxtarnt. Se trata de tin univérso complejo, fragentado y desestructurado, El mercado global es especialmente complejo y muchas regiones se tro- ~."Blezai ‘con-grandes dificiltades"a la hora de actuar dentro del mismo. Por gjeniplo, durante los aiios 80 muchos gobjemos subestatales enviaron. migiones al extranjero a fin de atraer inversores sin apenas haber definido cmigtica proporcionan wn escenario para el movimiento vasco. En offos casos, las minorias localizadas en regiones pueden acudir a la madre patria, en busca de ayuda, Ast Quebec mira hacia, Francia en busca de apoyo politico para desarrollar su modelo social y politico diferenciado y, en el caso de los soberanistas, para lograr el eventual reconocimienio de uun Quebec independiente. Puede hablarse del desarrollo de ciertas ten- ® Este tipo de ignorancia no resulta prvatva de los grandes Estados. Muchos viscos yy catalanes, ineluyendo los nacionalistss, no tienen en cuenta Ja naturaleza mullnacional Gel Reino Unido y se zefieren a €l como "Inglaterra". la-Sstfatégia- general, los objetivos alos que-dirigirse-o-tansiquiera dénde adit. Esta dispersion en el método ha dado paso hoy en dia a estrategias mucho més selectivas. ‘Los regimenes transnacionales suponen otra via de acceso, pero ello dépende de la naturaleza del régimien. El acuerdo NAFTA conlleva impor- tantes implicaciones para el desarrollo regional en Norteamérica (ConxLN, 1997) pero ofrece pocas oportunidades de ejercer cualquicr tipo de influen- cia"que no sea a través de los Estados. En cambio, la Unidn Europea “RfrRce.tiniagran_variéddad de_posibilidades-en-ese_sentido,y-éstas-fueron— ampliadas y formalizadas por e] Tratado-de la Unién Europea (Tratado e @ rccsss.xearo de Maastricht), De abi que se haya dado un alto nivel de actividad zegional en Europa (Jones y Kearinc, 1995; Perscim,-1993; Prvtawis, 1995; pe Castro, 1994; Hocus, 1996). Las regiones han establecido oficinas de representacién en Bruselas asf como enviado delegaciones a esta capital; en 1996 habia 115 de estas oficinas (Europa Magazine, 1, 1996). Los grupos regionales de presién también pueden coincidir con las presiones sec- toriales alli donde exista una empresa importante localizada en una regi6n, permiticndo-Jas-tomas de contacto a través de més de.un canal. El Comité de las Regiones, establecido por el Tratado de Maastricht, otorga una funcin consultiva a los gobiernos locales y regionales similar a la del Comité Econémico y Social, permitiéndoles emitir dictémenes sobre las propuestas de la Comision 0 las deliberaciones del Consejo, asf como sobre asuntos de interés general para las regiones. El Tratado de Maas- tricht inclufa asimismo un mecanismo que posibilita cierta participacién regional al permitir en ciertas circunstancias que las regiones representen asus Estados respectivos en el seno del Consejo de Ministros. Este articulo, que hasta el momento viene siendo interpretado como de aplicacién exclu- siva para los tres Estados federales, Alemania, Austria y Bélgica, no per- rite Ia autorrepresentaci6n individual de Tas regiones, ya que éstas deben primero acordar una posicién comin entre ellas y, si estén en juego inte- reses nacionales, deberd alcanzarse un-acuerdo con el gobiério tacional. Con todo, supcne una importante brecha en el principio de que en Europa tan sélo tienen representacién los gobiernos nacionales ya que, cuando se trata de materias tnicamente regionales, son las regiones quienes hablan por el Estado, Las regiones también han llégado al contacto directo con Jos actores poiticos europeos a través de los acuerdos de colaboracién ppara Ia ejecucién de los fondos estructurales, acuerdos en los que participan funcionarios y autoridades europeos, nacionales y regionales, ‘Estas oportunidades que tienes las regiones de participar én Europa siguen siendo limitadas y los Estados continéan siendo los actores prin- cipales. Algunas regiones han. buscado aimplidr sus posibilidades promo. viendo el concepto de"una Europa’ de las Regiones. Esta expresién mis bien vaga ha venido siendo interpretada de diversas maneras, Para una interpretacién, bastante ut6pica por lo demés, las naciones-Estado —atra- ‘padas entre Earopa y las regiones— se irfan desvaneciendo, dando lugar a una nueva organizacién territorial en la cual los principales actores — seria Tas Wades economies O Cultmrales am nivel inferior alte los 2 actuales Estados. Segin otra interpretacién més restringida, las regiones estén emergiendo como un “tercer nivel” en Europa (BuuLatan, 1994) con un estatus reconocido ante las instituciones europeas, pero todavia asentadas en los Estados. Y una” tercera visi6n, todavia més limitada, es la de Eurcpa con Jas Regiones, segin la cual la dimensién regional de las politicas eutopeas serd objeto cada vez.de un mayor reconocimiento, desarrolléndose nuevas opostunidades de colaboracién y consulta, El pro- blema de la sistematizacién es la enorme variedad de regiones y de rei- vindicaciones regionales. Las regiones de mayorfa nacionalista consideran ‘i ls ue i ca aeons - | ecronl® asunros wrsxeacionat: MomIVos,. » a Europa como el espacio que les permite actuar como si fueran Estados, E escapando a su estructura estatal. Flandes, por ejemplo, se ha propuesto / pasar de ser un actor de “tercer nivel” a serlo de “segundo nivel”, més a Ja manera de los Estados existentes que de las simples regiones, Para ello han sugerido un nuevo concepto, el de “Europa de las Culturas”, en Ja cual aquellas regiones con sus propias culturas o idiomas gozarfan de un estatus especial, Los Linder alemanes, por su parte, se hallan pro- fundamente integrados en el sistema nacional de toma de decisiones ss concesiones otorgadas por el gobierno’ federal durante los afios 90 168 a hecho meios proclives a abrazar la Wea de la Buropa de las Regiones. Tales concesiones inclufan el derecho a representar al Estado en las rou niones del Consejo de Ministros sobre asuntos regionales, ast como una reforma constitucional que requiere el consentimiento del Bundesrat a Ja hora de realizar cualquier otra transferencia de competencias a Europa. De matiera que sus preferencias se han decantado por una estrategia de “tender nivel”. Gad [és permite actuar tanto en Te politica doméstica alemana como en Europa. El Tratado de Maastricht representé el punto Algido, de las aspiraciones tegionales respecto de Ia Unién Europea. En este sentido, cl Tratado de Amsterdam no ha aportado précticamente 3 nata mevo..No se tomaron en consieracin Jas. demandas dcgias a fortalecer la posicién de las regiones en Buropa mediante el control judicial del, principio de subsidiariedad.o Ia legitimacién.de las regiones para solicitarlo ante el Tribunal de Justicia. Por todo ello, ciertos autores opinan que la estrategia del “tercer nivel” est agotada (Jurreny, 1996). El sistema inierestatal proporcica otro tipo de oporiunidades median- {6 el establecimiento de relaciones con los gobiernos nacionales. Con todo, no es lo habitual, dado que los ‘gobiemnos nacionales opinan que nO tienen, mucho que ganar con ello y el gobierno estatal de la regién puede percibir todo el asunto como una amenaza a su propia posicién diplomitica. Casos tales como la relacién ente Quebec y Francia, donde un Estado se considera como la madre patria’ de la poblacién regional y.tione un interés estratégico en cultivar tal vinculo, son una excepei6n. Por su parte. Flandes ha seialado que, de ahora en adelante, sus socios privilegiados serén los Estados ms bien que las regiones. ener incilos y asociaciones entre. los.gobiernos subestatales de dife- entes Estados resultan mucho més comunes. Revisten la forma tanto de asociaciones genéricas o de mbito global (y no sectoral) de regiones como de alianzas entre regiones especfficas. Las principales asociaciones de Ambito global en Europa son el Consejo de Poderes Locales y Regio nales de Europa; la Conferencia de Poderes Locales y Regionales de Buropa, dentro del sistema del Consejo de Europa; y la Asamblea de wa ett ete et sii non nasi protools open concepto-tambiés-caye-s los Exadoe-independiente-que-so- pear natones— tales como Irlanda o Dinamares. " * se * » e Jas Regiones de Europa (ARB), que engloba a toda Europa si bien, prin- cipalmente, se centra en la Unién Europea. La Asamblea de las Regiones de Europa ha desempefiado un importante papel a la hora de formular Jas politicas y las demandas de representaci6n regional durante las nego- ciaciones que precedieron a los tratados de Maastricht y Amsterdam. Este tipo de asociaciones no sectoriales puede jugar un papel importante en el proceso de establecimiento de la presencia de las regiones como ~actores_institucionales,-pero-adolecen-de-una-gran-heterogen sus miembros asf como de una visién muy dispar de lo que constituye uuna regién por parte de los diferentes Estados europeos. MICHAEL KEATING Los grupos de regiones com objetivos més delimitados por-motivos geogrificos o sectoriales son capaces de identificar intereses comunes y de formulat propuestas y nos presentan una labor mucho més specifica. Comenzaron w aparecer en Europa en fos: aiio870, siéndo Ja priméra la Asociacién de Regiones Fronterizas Buropeas (Bate, 1996). En 1973 se establecié la Conferencia de Regionts Maritimas Periféricas (CRMP) a iniciativa del CELIB bret6n. ‘Le seguiria la Asociacién de Regiones de Tecnologia Industrial (anteriormente, de‘Fradicién Industrial). Actiian como grupos de interés ante los gobiernos nacionales y la Comisién Euro- - —Pea-con-respecto-a-problemas-comunes-¥-organizan-programas-de-cola~ boracién interregional tales como la iniciativa del Bje- Atlintico de la CRMP. La iniciativa'sectorial mas famosa es'la-denominada'los Cuatro ‘Motores de Europa, fundada como una alianza entre Biden—Wirttemberg, Lombardia, Rédano-Alpes y Catahuiia, cuatro regiones avanzadas que sentfan que no eran tenidas debidamente en cuenta por parte de Ia Comi- sién Europea debido al éafasis de Ta misma en la actuacion sobre las regiones en declive (Kuxawka, 1996; Morard, 1996). Su objetivo es el establecimiento de fedes transeuropeas de investigacida, innovaciGn y pro- duceién, aplicanido al mercado ‘tinico fas leceiones apréiididas en estas regiones industriales. La iniciativa ha adquirido un fuerte cariz politico ¥ Sus promotores han depositado en ella toda su confiaizza. Los -obser- vadores externos’hati'sido mds reservados hasta el momento; resaltan que gran parté dé sus actividades son tan s6lo simbélicas y-hacen notar tante, con repercusiones practicas, es el que se centra en los intercambios entre investigadores universitarios, profesores y estudiantes, pero requiere capacidad para it més all de los aspectos ms generales y la presencia de personas dentro de las propizs universidades con el deseo y la capacidad de dedicarse a estas materias. Las iniciativas transfronterizas constituyen 1aforma més comitin de cooperacién interregional. De hecho, no existe ni una sola frontera en Europa occidental que no cuente con una. Parece qué existe una fuerte —— légica funcionaten-eilo;especisimente-allf donde las repiomes CwonémniCas j © culturales aparecen divididas por fronteras estatales, algunas de ellas bastante recientes. Tanto el objetivo del Mercado Unico Europeo como el programa INTERREG, diseitado por la Comisién Europea para com- | plementarlo, dieron lugar a una oleada de iniiativas. Bl acuerdo NAFTA. hha dado lugur también a un cierto interés por la cooperacion transfronteriza =: en Norteamérica, pero sin ‘alcanizar_el nivel propiciado por los fondos 4 comunitarios. Las iniciativas transfronterizas tiemen, por jo general, una ‘base funcional, centrdndose en problemas y oportunidades comunes, sobre todo en Io que respecta a desarrollo econémico, promociéa, infraestruc- turas, medio ambiente y cultura. Resultan més efectivos alli donde existen Vetitajas y recursos compleitieiitatios a ambos Iados de Ia frontera, asi como infereses communes a la hota de-ponerlos en prictica. Este suele ser el caso de la politica de medio. ambiente y de la creacién de infraes- tructuras. Resulta més complicado en materias de desarrollo econdmico ya que, por lo general, Jas regiones compiten por las inversiones y los, mercados, y los politicos encuentran reparos a la hora de afrontar riesgos que puede que no lleguen a beneficiar a sus propios conciudadanos. Es i posible que esta situacién incluso Hegue a afectar a proyectos comunes de infraestructura, como el ejemplo tipico de Ia existencia de dos aero puertos, uno a cada lado de la frontera y ningumo de ellos lo suficien- temente grande como para responder a las necesidades de crecimiento. YY, con todo, ninguna de Tas partes deseard cerrar su propio aeropuerto para permitir que el otro alcance su tamafio Sptim6. Un factor afiadido es Ia compatibilidad de los, sistemas administrativos y legales 2 ambos Jas cificoltades priticas de cooperaciGn entre regones'con'estruchuras =" ados de la frontere, asi como la existencia 0 no de’ gobiemos con la administrativas, niveles de desarrollo, y sistemas de innovacién tan dife- capacidad y los recursos necesarios para iniciar proyectos comunes, El rentes (Boreas, 1993), Existen otras muchas agrupaciones de colaboracién Axitn_slepende en gran medida de. los. politicos individuales y de la forma ~~ wo argo de Europa y de America det Nove, e incluso en Asia, entradas | en que estos utlicen la cooperacion transfronetza para sroyectas wea en la cooperacién econdmica y cultural. Sus resultados dependen del entu- siasmo de los participantes asfcomo de.su voluntad de porieslas eit prctica, Bl gobierno dé Ontario ha celebrado diversos acuerdos, incluyendo una asociacidn con los Cuatro Motares de Europa, pero algunos no han sido llevadios a Ta prictica debido al desinterés de los nuevos gobiernos por continuar las iniciativas de sus predecesores. Un punto de interés impor- 4 Cada una afirma ser la regién ms desarrllada deatzo de su propio Estado pero, 4 scala europee, existen grandes diferencias entre Badea-Wirtemberg y Catal imagen de dinamismo y acumular un capital politico. Como vemos, existen diversos esquemas que aparecen en miiltiples niveles. En uno de ellos tendriamos el contexto econémico y funcional, que apunta, bien a la cola: boracién y a la consécucién de intéreses comunes, bien a la competencia. ‘También esté el nivel de Ja polftica estatal y del gobierno, donde se da el interés por mantener el monopolio de los contactos internacionales y de canalizarlos a través de las capitales estatales, El siguiente nivel serfa el de’ los" emprendedores locales-quienes;-por-el colaboracién transfronteriza como el medio de escapar al control del Esta- nario, ve ta Ey @ do central, de poner recursos en comin y, en el caso europeo, d a financiaci6n y a programas comunitarios. Debemos resaltar aqui el pro- grama INTERREG que, como programa de iniciativa comunitaria, escapa al control nacional, a diferencia de Ia mayotfa de las iniciativas propias de los fondos estructurales. Finalmente, tenemos el nivel micropolitico representado por los actores locales, a menudo técnicos 0 burécratas no especializados, asf como el personal de las redes que se generan a su ~alrededor-Para-los Estados-resulta muy dificil de-controlar, ya que se basa en vineulos informales y comunicacién no escrita. De nuevo, Ia coo- peracién transfrontetiza puede llegar a convertirse en un medio mediante el cual los funcionarios de ambos Estados incrementan su autonomfa res- pecto de sus gobiemos centrales al poner recursos én comin y compartir informacién’, * La Giibiiiaci6n’ Je todos estos fctores conlleva que la cooperatién transfronteriza se halla mucho ms desarrollada en Buropa que en América del Norte,-En Noifeainérica la tradicién de competencia interregional es titchd ‘mayor, afecta tanto a los estados y las provincias como a las cindades;~y tampdca hay mucho capital politico que ganar por medio de la cooperaci6n transfroateriza. Los politicos de las zonas fronterizas ~acmenudo-recelan-dzHibre-comercio-y-son-proteccionistas-de-corazén, en-

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