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Potten, 1998. YU 8, Sp yp 999-908 ISSN 0216 - 9915 CODEN PSOTEG EL PROBLEMA DEI METODO CIENTIFICO EN PSICOLOGIA’ Mariano Yela EI método ciemtfico es un camino de acceso a Ia inteleccién de la realidad. Con- siste en dar raz6n sistemética, empirica y en lo posible experimental, de los fenémenos. Se hasa en tres nociones eapitales aue alum- br6 el pensamiento griego: la physis, el sézein 1a phaindmena y el I6gon didénai. Primero, la nocign de physis © naturaleza: lo ‘que es y hace cada cosa depende de su intrinseca naturaleza, no de ritos, conjuros 0 ‘magias. Segundo, la naturaleza se muestra en sus fenémenos, es decir, en lo que de hecho ppodemos observar. y toda la ciencia ha de servir al propésito de salvar los fenémenos y atenerse a ellos (sdzein ta phaindmend). ‘Terwetu, el madu Ue salvaslus e> dat 1a2dn de ellos, es decir, dar de ellos explicaciones racionales (16gon didénai), El pensamiento occidental ulterior agreg6, sobre todo a partir del Renacimiento yeel Rarroco, otras dos nociones igualmente la comprobacién sistemdtica y 1a En primer lugar, 1a comprobacién ca: el fenvinene admisible eu te ciencia no es simplemente, aunque se base cen ello, lo observable, sino lo que se presta a ser observado sisteméticamente. El carécter sistemiético de la observacién se logra me- in de téenicas concretas y itan la recogida de datos en situaciones previstas, ordenadas, seleccio- nnadas, accesibles a distintos observadores, repetibles v que permiten la mayor precisién posible y, en el limite, a precisién matemé- tica, En segundo lugar, la hip6tesis. Formular hipétesis consiste en emanciparse de la tiranta de los fenémenos, en no descansar en su mera apariencia y en inventar explicacio- nes de ellos, no, claro esta, para negarlos 0 preterilos, sino precisamente para volver a ellos. y dar de ellos cuenta y razén El exce- sivo apego a los fendmenos llev6 al pensa- ‘miento griego a concebir que la naturaleza de las cosas cataba compucsta de clementos andlogos a los fenémenos mismos, como el agua, el fuego, la tierra y el aire. Fue la explicacion predominantemente aceptada hhasta el nacimiento de la ciencia moder: Hubo. sin duda, en la episteme grieza ensayos incipientes de hipstesis expresadas fen términos no fenoménicos. Ejemplos ‘mincntes de ello son Ia teorfa atémica de Leucipo y Demécrito o el intento de dar raz6n de los fenémenos observables me- diante conceptos y relaciones matemiéticas, ‘como en las escuelas pitagéricas 0 en el + Vela, M, (1994, EL yaoblemn del ado clentifico en psicologie. Anuaris de Pacolog, 60, 312 (Conferencia inaugural del curs 1993-94 de Ia Facultad de Psicologia de la Universidad de Barcelona). Poicotema, 1998 395 [MARIANO YELA Timeo de Platon. Pero el empleo sistemitico de hipétesis, en tanto que —segiin palabras de Zubiti— «eshoros libres» de explica- ci6n, sélo se establece como norma fund: ‘mental de la investigacién cientifica a partir de Copémico y Galileo, Desde entonces, It tarea del cientifico, como ha reiterado Einsetein. es doble. Por una parte es post ca, quiero decir, inventiva, creadora —en ariego potesis significaba accién, creacién, BE cicuutficy es, ate todo, ui inventor Ue hipdtesis. Por otra parte, su tarea es prag- ética, es decir, de acatamiento fiel de las cosas y de Io que las cosas hacen —prégmata—. El cientifico es, literalmen- te, un pocta humic, un inventor que some- te sus invenciones a comprobacin rigurosa. Sin invencién, sin poesfa, no hay ciencia; sin comprobacién, tampoco. La comproba- cin més rigurosa de hipétesis anodinas es éril. Lac hipétesis més ingeniosas que no se comprueban son inttiles. El desarrollo de la ciencia y del método cientfico que a ella conduce ha consistido en la articulacién coherente entre a invencién y la comproba- cién. Las diversas maneras heuristicas, l6gicas, mateméticas ¢ instrumentales que adopta esta articulacién se concentran en las ‘miltiples técnicas especiticas del método cientifico, Si se admite In que leva dicho, parece claro que una de las bases irrenunciables del método cientifico es la observacién sistematica, es decir, la observacién natural, ayudada, en general, por medios arificiales, preparada. ordenada. repetible y. en lo posible, precisa y matemiética. No se trata, conviene, subrayarlo, de eliminar o menos- Dreviar las obseivaciones tasuales € lmpre= vistas, tan frecuentes y a veces decisivas en el comportamiento real del cientifico. Se trata de someterias, cuando surgen, a la ‘comprobacién sistematica y repetida. Por sjemple, of 0 de 1095 Roentgen se dio cuenta casualmente de que, auvicabre de 354 ‘mientras hacta experimentos con un tubo de rayos catédicos en plena oscuridad, se tomaha fluorescente una haja de papel cubierta de platinocianuro de bario que impremeditadamente habia dejado en una mesa proxima. Descubri6 asf los rayos X. La observacién fue inesperada y casual. Pero la incorporacién de los ravos X al acervo de la ciencia solo se estableci6 después de pasar por la prueba de numero- das ulnetvaviuuics sisieidtivas, Have uv muchos afios, Severo Ochoa descubrié ccasualmente que la enzima potinuclestido- fosforilasa permitfa sintetizar in vitro el ARN. De nuevo, la admisién y desarrollo de ou técnica por la inveatigacién del Cédigo genético sélo se ha logrado mediante a comprobacién sistemética del hallazgo. Hace bien Skinner si, como confiesa, cuan- do le sale inesperadamente al paso un hecho imprevisto e interesante, deja todo lo demés y se dedica a estudiarlo. Tal actitud consti tuye un momento importante del método ccientfico: Ia alerta constante a 10 inespe- rado, el asombro, como sefialaron Platén y AAritételee, ante Ine enigmae de Ia realidad Con tal que, por supuesto, la alerta y el asombro sean seguidos por la observacién rigurosa y sistematic, Pero es el caso que los hechos que se ohservan no se presentan sisladns. Se reln- cionan unos con otros. La observacién siste- mitica trata de descubrir en ellos reguls- ridades, tendencias,leyes y estructuras empf- ricas cualitativas y cuantitativas. Su descul ‘into y formulacién forman parte sustancial del _método cientifico. Y no acaba ahi la cuestién, La ciencia sucle aspirar a més Sucle menus dat razon y explivar esas regularidades. Lo hace bien por induccién y eneralizacién de las relaciones observadas, bien por invencién de hipétesis de las que deducir implicaciones observables que pue- dan. someterse a comprobacién capitica y, en Io posible, experimental. Por comproba- Psicothema, 1996 EL PROBLEMA DEL METODO CIENTIFICO EN PSICOLOGIA cién empirica se entiende la observacién sistemética de los fendmenos tal y como se presentan sin que el cientifico influya delibe- radamente en su aparicién y modificacién, para ver si en ellos se cumplen las implica- ciones deducidas de 1a hipdtesis. Por com- probacién experimental se entiende la misma sbscrvacién siatemética realizada con ol rismo fin, pero de modo que el investigador intervenga deliberadamente en la aparicién y ‘modificacién de los fenémenos que, segtin st hip6tesis, ha de observar. Las explicaciones hipoeétions confirmadas se aceptan y artict- Jan en teorias. Las refutadas se desechan 0 modifican. Tal es, en mfnimo resumen, Io cevencial det metodo cienutiey. ues bien, ese método es una de las mayores conquistas, a mi juicio imenuncia- ble, del pensamiento humano y, a la vez, un perpetuo problema. Tiene limitaciones in- trinoooae do ardoter general y limitaciones, también intrinsecas, que atafien a su aplica- ign a la psicologia y a las ciencias humanas Y sociales, Intentare exponerlas sucintamente. Las limitaciones generales del método cienti- fico Ciencia, dijo una vez Ortega, ¢9 todo Jo que se puede discutir. Lo cual afecta también al método cientifico, Ese método es, por supuesto, ¥ precisamente por ser cientifico, discutible. Y lo es, en resumen, ne, a pesar de su ingente poder cognos- citivo y de su inigualada eficacia préctica, ¢s falible, El conocimiento humano, incluso el mds certero y profundo, termina siempre, segin Heidegger, en una pregunta. Sea lo ‘que fuere de todo conocimiento humano, ccuestién en Ia que ahora no voy a entrar, asf termina siempre —en una interrogante— todo conosimiente cientifico. Los diversos positivismos cientfficos afirman que los hechos, debidamente exa- ‘minados, pueden contirmar o retutar detint- L tivamente las teorfas. Estas s6lo se modifi- ‘can o amplfan progresivamente por el ha- azgo de nuevos hechos o el descubrimien- to de nuevos datos obtenidos por medios fisicos 0 l6gicos més precisos. Esta preten- sién no esté libre de eriticas. De otra parte, la aspiracién fenomenol6gica de atenerse a las cosas mismas, proseindiondo do toda hip6tesis 0 idea previa, y de construir de ese modo una filosofia verdaderamente positiva, como ciencia estricta—als strenge Wissenschaft—, tampoco ha resultado inmu- ne a toda ohjerisin EL positivismo cientifico es problemé- tico porque es fiable. En primer lugar, poryue es dudus que eu el eomueinicny cientifico existan hechos puros, indepen- dientes de toda idea o teorias previa, con los cuales puedan contrastarse las hipdtesis para ver siresultan confirmadas o refutadas. Lov hechoe no estén y hablando por sf mismos. A lo més, con- testan si se les pregunta. Su contestacion epende, en alguna medida, de la pregunta que se les hace. Y el cientifico hace unas otras preguntas seein las ideas. previas. explicitas o no, que le vienen de la cultura en que vive 0 que, a partir de esa cultura, se le ocurren 0 concibe. Segin esas ideas y los medios en cada momento disponibles, selecciona los hechos que le parecen pert nentes y los aspectos y datos que estima oportunos. No es seguro que no existan ftros hechos que otras preguntas podrfan revelar, ni est dicho que otros enfoques tedricos previos u otros procedimientos de observacién no condujeran a trys datos pertinentes. La distincién entre teoria y hhechos es, cuando menos, un problema. A lo més, teorfa y hechos se distinguen entre sf como el dia y la noche, féciles de discri- minar al mediodia, pero dificil en el creptisculo, Los hechos no son, sin més, absolutamente independientes de las teorias; 1o son mas o menos. For mi parte, jampre ahi, locuacer do soparar ass MARIANO YELA tengo por cierto que hay hechos neutros, independientes de toda teorfa y con los que 1a caplivarion teériva puede y tiene que ccontrastarse, como, por ejemplo, que ahora, para mi deleite, —no sé si para el vuestro— estamos aqu, Pero la identificacién y des- linde de estos hechos no es facil. Es, més bien, una ousctién debatible y dioputada. He aqui algunos hechos: ahora os veo, dos y dos son cuatro, el sol sale por oriente, recorre durante el dia el firmamento y se cculta en fin por occidente. Pero estos hechos, tao compenhahlne, an con de In misma indole. Que ahora os veo es incon- trovertible, pero ,queé significa’ ;Qué estdis ant? 1, si nos Tiamos de nuestra percep- ci6n, no siempre fiable, y en tanto podamos desechar todo engaiio. toda ilusién percepti- vay toda alucinacin. Lo cual indica que es sumamente razonable admitir como hecho que ahora estdis aif, Pew, vom advinio Descartes, no conduce a una certeza absolu- twe inmune a toda duda metédica. Que dos y dos son cuatro es algo absolutamente evidente y ajeno a toda teorfa, pero la stricta comprobacién de que, on ofecto, hic et nunc, haya dos y dos y de que el resulta- do sea cuatro depende, en las ciencias empiricas, de la precisién con que los he- chos se observen y midan. ;Acaso el rendi- rmiento de la aceién conjunta de dos perso- nas es siempre igual a la suma de Ia efica- cia de sus dos acciones individuales? Que el sol salga y avance y se ponga es un hechos perceptivo indudable, en el que se basa y con el que se compmieba en buena parte 1a teorfa astronémica ptolemaica. Sin embargo, cuando se afina la observacién de ese he- cho, se le pone en relacién con otros y se elabora Ia teoria copernicana, el hecho, supuestamente indubitable, resulta ser mera apariencia y, tras él, se descubre un hecho ms firme, a saber, que el sol no se mueve en tomo a la tierra, y que si parece que lo hace es porque la tierra gira a su alrededor. 356 Estd claro que los hechos contestan y dicen s{0 no 0 quizé a las preguntas, hipéte- sis teorfas, pero también ooté claro quo, on parte, se buscan, seleccionan, observan © interpretan segiin las teorfas, hipétesis y preguntas y segiin los medios de observacién ue de ellas y de las técnicas de constatacién y medida co elaboran. En qué parte loc hechos alegados son neutros 0 en cudl de- penden de las teorias es un problema abierto en el método cientitico, que este metodo no puede ignorar y que debe admitir para inten- tar apronimarse a s solucién en cada caso ¥ ‘momento de la historia de la ciencia, Y si se pretende liberar al método de toda comprobacion empirica y et indagador se atiene al andlisis descriptivo de la esencia de las vivencias, tal v como éstas se ofrecen —prescindiendo del hecho de que existan, gut y ahora, como efectiva experiencia de un sujotu vanptriva, sega enige la investiga ci6n estrictamente fenomenol6gica—, subsis- te también el problema. El andlisis de la pura intencionalidad, incluso puesta entre parénte- sis su existencia empirica, noes algo absolu- tamente infalible © inoontaminado de toda ‘dea 0 teorfa previa; es, por el contrario, un proceso que se efectia por un «yo ejecuti- vor, que éste hace desde su propia vida y que depende, en alguna medida que hay que dilncidar, de Ta enlura en Ia que el fenome- élogo vive, como han mostrado, entre otros, Ortega y Merleau-Ponty. Por otra parte, como queda dicho, nay cn Ia investigacién cientifica un momento inventivo y otro comprobador. En 1938, Reichenbach, segiin es sabido, distingui6 y examin6 con rigor el «contexto del descubri- iieaty» y el econtexto de la justificaciéne. ‘Aquél es cuestién de la psicologia y las ciencias sociales. Este, de Ia Iégica y la epistemologis. En realidad esta distincién se hhabja ya subrayado muchas veces en la historia. Yo citamos a Binstein. ¥ un siglo antes de Reichenbach la analiz6 con cuidado Peicothoma, 1096 EL PROBLEMA DEL METODO CIENTIFICO EN PSICOLOGIA Herschel en A preliminary aiscourse on tne study of natural philosophy. No hay ciencia sino se inventa, No hav ciencia admisible si no se justfica, Los dos momentos, el creador y el justificativo, son igualmente necesarios ¥ los dos 20n no poco problem El problema del descubrimiento en la ciencia es, sin duda, capital. No podemos decir que esté resuelto, ni siquiera que sea resoluble. ;Existe un método que nos lleve con seguridad a descubrir nuevos hechos 0 a inventar nuevas y mas fecundas hipétesis? La cuestiGn se inscribe dentro de la psicolo- ala y la suvivlugta de 1a esvatividad, y £0, 20 nuestros dias, objeto de copiosa reflexiGn, las més de las veces con el propésito de aclarar el camino © método que sigue la ciencia cuando progresa 0 cambia, como ¢s el caso fe Suppes, Toulmin, Lakatos o Kuhn, y. dé vvez en cuando, con la intencién anérquica de liberar la ciencia de todo método obligato- riv y evactivo, como es el caso de Feyera: bend. El contexto de la justificacion es, a su ‘manera, no menos problemitico. ;Existe un rmétodo seguro para comprobar los asertos ientificoe? Lo menos que cahe decit ne 6 sobre este punto, abundan las dudas. Incluso el libro, tan famoso y profundo como discu- ble, de Feyerabend, se ctuta precisaomeme Contra el Método (Against Method, 1975). ‘Veamos. Las regularidades empiricas comproba- das lo son, por supuesto, en las efectivas sirounotanciao on que ve han comprobado, respecto a los hechos que se han selecciona- do, con los medios instrumentales fisicos y ‘matematicos con que 108 datos se nan recogi- do, expresado y analizado, y dentro de los mites de precisién aue esos medios han logrado y permitido. Lo que, a una escala de ‘observacién y medida, puede resultar regular yy ordenado, a otra escala puede manifestarce ‘confuso, iregular 0 aleatorio, 0 al contrario, Jo que parece cadtico puede revelar ciertas Pelothema, 1996 Invariames a través de distin escalas y unt cierto orden en lo desordenado, como indi- cen la recientes teorfas del caos, los atracto- res y los fractales. Asimismo, lo que en

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