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bb deb bese ete onoosdond Alianza Universidad Off Brunner Estructura interna de Occidente Versin espola de Anconio Siee Arance Presentacon y apéniice de Julio A. Pardos Alianza Editorial “Tin oxgn: Soles Barapa im Miner vetanr epee et Hea I Sap Rear awe Depost cs Fender Cad SL aptioes Live Lar Liss, ave 6 Hurares Maid) ‘aed inp INDICE Presentacién, por Julio A. Pardos 1. Problemas terminoligios 2. Critiandad y Occidente Fl elmpeiase: idea y realidad EL dualsmo de iglesia y undo 3. Monerguia, pablo derebo La herencia gemini. Pueblos de geerteor campesinos La concepeion del derecho: protein y sya La moseyais El pueblo, 4, Setorioy campecinor 1a fanciba ecnimica del stig 1a estructura potty justin dl Seborio 1 en del ea de oe sxmpeniaos 5. Lot oficios el rey El anne repo protec esigihy proton mpd Groen 7 condadoe ae = Poe eee eee eee eee eee eee 10. El sista foadal El origen del stems feudal Fevior de ofco Le epee del Kudo ocedenel ‘Autondad veal en el Estado feuds Alta y baja woblege Soro nobiliar a ba bles: ligesco ysis Le ended Polis anges y comonidedcudadans medieval Tansfoacion de economia comercial [comunidad chadens en Europa eseridonal Lee somnunidades del Nowe a esencia db comunidad ev ec uns comerciales, fia, bangon Ta produceién ne agraia La papa entre la Lelesia ye! mando enous consecencias sociales Luca por la lier ecesies Gigs en ta posit del devo 1a Iglesia como fotaciin El faci cue El derecho aninico Pobressy rel Esifckaon de a vide epsaal Ig ewoisten 1 oniversided La ealtra caballersc-cortesana Lois chisansen {a Teacén con ln eadad y eon el mondo canpesino Estads adminictrati 9 Estado estamental 1 deber de la protec y cl manteieinto Jee pz ‘Teme, comida testo, schon testo st 2 augers 288 sage ” ” m2 wa 103 fete Estado de ofios y Extado de examen Pca ‘Alemania ¢ Tala ‘Adeiatacn loa ‘Admiiteacon coir Lon ese Io tenamentoee 12 rebar y naconer Los findamenton [a conrirscion de lar naiones 1 consrueci del pueblo y de i acioa 13. De le Edad Modia a la Edad Maderna Los campesinos Sablerctones eampesiaas Gudad y bargin {os estamentor El problema de le oberanian Endo e Iglesia Apindice: Oxo Brunner (1898-1982). Nota bibliogeafi- ca, por Julio A. Pardos y Antonio Séez Arance w PRESENTACION Julio A. Pardos No resulta nada ficil rendie aqui y ahora, principios de 1991, una presentacién de un texto de Oro Brunner. En parte ‘porque, en esta materia, los italianos parecen haberlo inventa- do casi todo —y, ha de reconocerse, casi odo més que bien! Y lo que queda por inventar pudiera estarse apuntando desde el otto lado del Atkintico para el terrtorio de la Begrifiger ‘hich, bien contigo a la Verfascamgs— and sozialgscbiche del fustriaco, esta vez con Reinhart Koselleck en el punto de mira2, Pero no es slo eso, que por lo demés sugiere una impertinente incbgnita ~-de auevo terreno colindante— de Regeptiongechichte en espera de historiador o simplemente de ganas de enfrentar tan poco presentable situaciéa, Razones de otro alcance hay, y a éstas vamos, que “Reng chien, Oi Capitan, Erato Seta en speci cdamode sions pret’ Gains de md el Hreeh New Wig Soret a binge aoe "Tele Ea, needy eli legen de Vga Zak: at Pu Sri of Hal Tmt, Cabege, Mas MEY re 1988 —pero de tate Slee conensh eral peng sen Ce Tiana alt bg, de Roser, Blog tooo, 972 198 ae 7. . . . . . . . o . . . s . . . . “ a = = . a a a 2 in provocan en ests apertura una cierta sensacién de incomodi dad, Saludable incomodidad, hay que adelantar, Porque problema proviene de que, desde finales de los ochenta, se et accediendo, y no a tiempo lento, a una imagen mas artcnlade el historiador austriaco, donde ya no juegan tanto as percepciones mis lineales superpuestas al compas de los afios sesenta/setenta. Hacerse con esa imagen de mayor articulacién ha sido posible, en parte, a partir de la misma desaparicion de Brunner, en junio de ‘1982. Pero sobre todo porque la discusién asi relanzada —fuego cruzado de Otto Gethacd Oexle y de Robert Jutte— ha venido a coincidit con un ‘momento de franca pre-ebullicion —desde mediados de los ochenta— en Ia historiografia germana?, que esti viendo resquebrajarse mis de un Muro en este fin de siglo —y no uno de los menores, el de una mee Sovialgechchte que tas urevolu- cién historiogrificay, habia venido a instalarse como «nueva ‘ortodoxia». Todo eso, al combinarse, y concurrit adertis con vuna cierta situaci6n’'de masa critica en el fendmeno de recepci6n italiana de historiador austeitco, ha dado paso a una discusidn mas aireada —abierta en lo que hasta agui era una situacién de intenso debate en citcuto cetrado—, de una obra provocativa como pocss para el Zanft de los historiadores sa situacién mejor ventilada es la que marca la dificultad de presentacion apuntada lineasarciba, en la imposibilidad de abordar mediante trazos répidos la euestin, Ha de presentarse la obra, pero también, el contexto, ahors de textura més mati- ‘ada, en el que ésta puede debatise. Sin embargo también tiene ‘sto sus ventajas, al hacer recuento: empieza a set asi posible, ‘otorgar su estricto valor a algunos desencuentros y encuen > Dela mld de mfececn poe don isflomes R. Pech, sizory fen elo’ Comat Germany te NCW Hy Maven sn se Fede Renee ot Serpe Gel SF het, erate cp Spee ihe ee teres seb Gch oe, init St. gues te orm de ane ‘metre Te, 122 mare 309 en Teens aaa Co Inn int idem Frwy 98 (to 19H), 1-2 Jol A Pardo 8 tu0s. Del lado de los desencuentros, y respétando el orden de entrada en escena: el que documentaba, en 1959, una recensiéa cde Newe Wege der Segialgenbicte (1956) por Fernand Braudel, ‘con su sentencia de ilibralioms y consevadarirmo convirtiendo estos extremos en fopai de toda, 0 casi, la comprensiéa posterior de la obra de Brunner en el exterior del tertitorio historiogréfico alemin. Incluso pudo afadirse old romantciom por algiin despistado —ante la reaparicion de New Wege uplicando sus materiales en 1968. Ea ese mismo lado de los ddesencuentros, un poco mis tarde, y en cualquier caso dando vida a un papel de mucha mis eavergadurs: el que mediante rultiplicacin de referencias al fantasma del bistrcismo monté tuna nee Sogialercbicte en trance de afirmacién, alld por los primeros setents. Brunner como ccarscterizado representante el Neo-Historicismo contemporineo» (H.-U. Wehles), y su discurso como Begriff Histoirmar, ahistoricismo de concep: tos» (J. Kocka), podia componer una operativa contrafigura para la eexigencia de teorias (Thuricbedirfrighrit) que Hans: Ulcich Wehler, Jorgen Kocks o W. J. Mommsen formulaben en sa programa y aplicaban en sus investigaciones, Y en el haber de los encuentros: puede referitse aqui el fendmeno de atencién italiana hacia Brunner —y hacia Otto Hintze— desde principios de los setenta, un esfuerzo de reaccién ante la esterilidad del historicismo propio y desasosie go frente a Ia presencia atosigente de otros paradigmas forincos. Pero sobre todo cuenta aqui el proyecto de inven. cid de una Buriffiguchichre gestado en Heidelberg y puesto en marcha por Wemer Conze y Reinhart Koselleck a finales de los sesenta —la publicacidn de su programa cx de 1967— tindiendo los primeros materiales ya desde principios de los setenta —1972— hasta aqui, ahora a punto de culminarse la edicién del Gercbicbtliche Grandbagriffe. Histricher Lexibon ar Politixche Soziaen Sprache in Deutcbland, coyo sexto, ¥ peniltimo, volumen, acaba de publicarse, en 1990, En el acranque de lugar tan emblemético como la vor Staat alli ecogida (de Conze), puede venie emblematicamente expresa- da Ia filiacion crucial: «Otto Brunner, en su obra clisica de 1939/59, preludiadora de nuesteo Lexikon, Land and Herr. haft.0?: En el balance que cabe hacesse, a principios de_ los noventa, es a esta valortcién de Conze donde conviene aferratse. Después de todo, como ht expresado muy bien Pierangelo Schieta, aos las habemos con un historiador que deja en herencia s6lo su obra: no uns escuela, ni un poder académico, ni una moda. El lector tiene ahora en sus manos, ‘unos primeros materiales para proceder a una primera prueba de est obra en este contexto de debate en marcha. Un texto ciertamente menor, y nada aparatoso, pero compuesto en interesante compas: cuando se cezraba —otofio de 1957— el ‘manuserito de la sltima edicién modificada de Land snd Herricheft; cuando estaban en el telar 0 empezaban a circular textos como Dar «Gange Haat», ol estudio de acotacion del concepto «Feudalismo», el del trinsito de! Derecho Divino al Principio Monirquico, la encuesta sobre la posicién de las clibertades» en un marco estamental. Y también todo ello no ‘menos interesantemente acompafado: cuando —1957— Wer- ree Conze acababa de sugerit Ia posibilidad de una historia social orientada estrueturalmente, y recibia de uno de sus cstudiantes la sugerencia de wn estudio sostenido de concep 40s que abordara éstos como parte de est historia social; se trataba de Reinhart Koselleck, que acababa de leer su te sis doctoral, Kriti and Krie, publicada en 1959, Enconces Wolfgang J. Mommsen proponia —1959— su renovadora lectuea de la interrelacion de Max Weber con la politica de su tiempo, y entonces —en el otto extremo del espectto de reocupaciones— Emnat Walter Zeeden proponia los prime fos tanteos en torno al concepto de «confesionaliza- ibn», Podeian multiplicarse las referencias, haciendo que saltaran el Atlintico: Hans Rosemberg, Hajo Holborn, iene aso tle ie Sr Danial eae Re i ie ere etek f Sat Coil Jala A. Pados ss Dietsich Gerhard, Ernst H. Kantorowicz, prusiano en Prin- De ese contesto, y de una trayectoria que corre de Land and Herrachaft 2 1a coedicion del Gescbichtliche Grandbegrife junto a Conze y Kosellek, forma parce Inmeres Gefige des “Abendlandes, wa texto publicado en 1958 cuyo titulo original se hha pteferido recuperar en esta versin al castellano, con el propésito manifiesto de sugerit mejor el objetivo al que ‘punta su contenido. No es un libro de historia umedivale, a pesar de los jalones eronologicas entre los que se mueven la smayoria de las paginas del texto. Un capitulo inicial, «Cuestio- res terminologies preliminares», donde se propone un mo- ‘mento de cambio coneptaal, de 1750 2 1850, ligado a cambios estructurales, bloque la posbilidad de una lecrura de Inneres Gifige como exposici6n de un tiempo eintermedio», y sugiete lnclave de leetuea que le da mis sentido: examen de la fijacibn de los rasgos de identidad, de las estructuras durables, hasta et siglo XVIIE-XIX, de Buropa; una diseusién de la nocion cen- tal de Alturopa —un concepto sobre el que puede y debe dliscutirse, y asi se hace acaloradamente en el marco del debate fen curso acerca de la posicién de Brunner en la historiogeafa y ‘especialmente en la que se ocupa de los siglos «modernos»’, El lector no debe preocupacse si no encuentra aqui materia ‘entre el siglo XV y el XVII. En realidad, y en ciertz manera, sélo esti velada, Y podeia sugerirse, para su desvelamiento mis alli de los materiales ensamblades por el mismo Brunner en ottos trabajos— el recurso al despliegue de algunos temas cruciales por parte de la misma historiogeafla de Ia que Brunner formaba parte. Por lo que se refiere @ los intercambios entre la cultuta teligiosamente ovientada y el trabajo politica puede irse a Ia elaboracién del concepto de “ial ace evened Bila: Dies emma Set px eyed bon lene tata enn BCettch OW Ep at Sinpn Emily 10-1000, New Yost, eadome Pre 181, Sk pobease ition Aloe Eso a COC Konfesionalisierang que, en la escela de Ernst Walter Zeedea. claboran concurrentemente Martin Heckel, Wolfgang Rein- hard y Heinz Schilling’. Y si lz materia son las estructuras constitucionales los trabajos de Gtinter Barudio desenvuelven tun entendimiento de la Verfasrumgeuchichte que obtiene una radical capacidad critica e innovadora de un principio metodi- co tipicamente brunneriano, la wtiizacién de un lenguaje conceptual bien apegado a las fuentes: en este caso la recont. fruccion de ta prictica y la teorizacién constitucional del tiempo del absolutism partiendo del lenguaje posesivo de las Fuentes. Dar Hose als Kera aller Herrichaft ya venia progeama- do, después de todo, en Brunner?. Si se trata de la posicion literalmente clase del Heilicbes Reich respecto al orden global ceuropeo, puede apuntarse una linea que corte de Heinrich Lutz hasta Karl Otman von Aretia, con su sugerencia de conexiones tardofeudales engareadas a eategorias nada nacio- nales?. Y una cuartay Gltima indicacin, si el tema es el orden juridico altomoderno, podeia remitir a Bartolomé Clavero —y ai, Stile forentio, a Paolo Grossi, con sa particular encuesta de’ penetracion del sistema altomoderna a través del uso controlado de conceptos rendidos por los textor de la juris- prudencia del ias commane —por cierto entre nosotros rare arit ‘que no se limitaba, yaa mediados de los setenta a citar a Otto Brunner", Eran slo algunas pistas. La sugerencia final puede ser sencilla, como lo es el formato de Ineerer Gefige: la discusién * La infrmacin a espet, ceeds y valor en Heinich Lan, Rufrmaie icant, Bnet, Sida 1991, 3c rede por A Ral del inn Hacc Son eos Sb ad Hs, Wein ese Wnt, (20 Hg SE ae mda apc ao A Kor, Dar Rai Kemp ent ats Men Se ae seiner fee Net pa we eshopae Secs Goes et Me ahibe Coote Secs del dco ca Baad Mode, ‘oad © mast Cio Tar, lan, Gate, 195, pp 38.7 Jill A. Paco - de esos temas, y de algunos otros que quedan en el tintero —ta discusidn, en fin, acerca de la identidad histérica europea de los siglos bajomedievales y umodernosy— podria abordarse mejor reteniendo algunas de las posibilidades de critica e interrogacion de fuentes comtenidas en la obra de Otto Brunner, teniendo en cuenta las artculaciones y matizaciones de la discusi6n en curso en torno a su figucs Respecto a esta misma figura, lo crucial —y lo ha sugerido muy bien Gerhard Dileher'I— estriba en plantear cortecta- mente la pregunta: ésta no es acerca de déade estuvo y donde no acertaclo Brunner, sino por qué es capaz de movernos tan intensamente a la discusion. La respuesta, como se sugiete, punta a la capacidad de provocacién o fascinacion empiria a Ia vez que teérca de Land und Herrschaft. Las piginas, pocas, {que ahora se ponen en circulacion entre nosoteos, de Inserer Gefige —y ojalé que para mayor provecho de modernistas que de _medievalistas— pudieran quizis cumplir Ia funcién de facilitar una introduccién nada traumitica en los contenidos del texto de 1939/59, del mundo dé Ia Fehde y del Landesrech. © ditigiendo la mirada a lugar distinto, pero nada distance, hhacia los materiales que se esconden en las piginas del Geschichte Grandbegrffe, Neceso no teaumitico, aperitivo s se quiere, para algunos de los jalones del pensammiento no slo historico de este siglo, de su momento inicial y de su mo- mento tetminal. Que, iniciado ese acceso, se plantee alguna cierta incomodidad ulterior a la vista del medio, ya es otro problema En imersencn ene rone-Tape, de Teo. 18 Capitulo 1 PROBLEMAS TERMINOLOGICOS En el periodo aqui considerado, la Edad Media pleas y baja, la estructura interna de Occidente recorrid los taamos mix’ decisivos de su formacién. Se plasmaron caracteres dererminantes también de la wEdad Moderna», al menos hasta el siglo XVI, cuyas trazas son igualmente reconocibles en el XIX. El trinsito hacia el emuado moderno» modificé sustan- cialmente, desde a Revolucién Francesa y la Revoluci6n Industrial originada en Inglaterra, los antiguos fandamentos; pero este teinsito se desurrolla todavia en el marco de la antigua sociedad estamental europea, en la «vieja Europes, ea el sentido que a esta expresin daba Jakob Burckhardt. Seri por tanto preciso, para comprender historicament el presente, plantear Ia cuestién de la especificidad del mundo occidental, de aquellos elementos de su esteuetura interna que lo diferen” cian de otras culturas, Han de ser aclarados los supuestos mis remotos del salto a la modernidad. La terminologia cientfica al uso no 0s pone ficil el alcanzar este objetivo. Su origen se halla en el espacio europeo; desde éste fue transferida a otras culturas. No oftece ddudas Ia existencia de considerables similirudes entre la estruc- » [ 2 . . 2 s a s s s- s s . . 2 2 . : = TR RREEARECEURELEOEEEEE OEE » ne tans de Osi tura interna de Occidente, sobre todo hasta el siglo XVI, y fottos mundos culruraes. Pero estas similitudes no nos permi- ten comprender por qué saz6n Occideate se ha caracterizado ppot una dindmica peculiar, la cul, finalmente, provocé el gran cambio estructural a partir del siglo XVI De ahi que la aplicacién a otras culturas de terminologias forjadas en el ‘modelo europea acabe precisamente por oscurecer las diferen cis historicas decisivas. Un concepto como «feudalismon, tan ‘a menudo y en tan diversos sentidos invocado, posee un significado exactamente determinable dentro de la historia ‘europea, Ea cambio, extrapolado a fenémenos parcialmente anilogos en otras culturas, se convierte indefectiblemente en. algo vago ¢ indeterminado, Una generalzacién y una tipifica- ‘ida excesivamente acentuadas implican la evaporacién de la ‘componente especificamente europea en el fendmeno del Feudalismo. Deja de set posible asi, con ayuda de este concepto, entender Ia peculiaridad del cambio operado en la estructura intezna de Oceidente. La situacion se agrava aiin por el hecho de que nuestro lenguaje cientifieo, el lenguaje que utilizamos para definir este tipo de cosas, tiene por origen, ada casualmente, una muy determinada sieuacida de la historia occidental, precisamente la de la transicién de Ia esociedad estamentaln de Ia. vieja Europa a la wociedad de clases» del siglo XIX. Esto es claramente perceptible en la ambigua categoria de lo «socials y dle la sociedad, Las palabras wiocialy y wociedads pueden ser uutizadas eo un sentido muy general para caracterizar los hhechos de la convivencia humana y su ordenacién, el «ser socializadoy. Pero junto a éste existe otro signifieado, mucho mis circunsesito, de estos Conceptos. Desde finales del si- jlo XVII es posible limitaelos, en Buropa y en aquellas otras partes del mundo afectadas por Ia ezociedad industrial», a una owiedad econdmica distinta del Estado, La «sociedad» se ‘cntrapuso al «Estado», al Estado militar y administrativo del abwolutismo, y se enfrento simultinearnente al esprit, esto es, ala esfera secularzada de la eeligiosidad. Una vez asi diferen 1, Problems eisai a ado, el Ambito de lo social y lo econémico pudo convertirse cen base» de lo politico y, parslelamente, dela vida espistual. En este cconterto surgid. la sociologia’ como ciencia. El esquema de fondo del propio tiempo, la interpretacién de la Revolucion Francesa como triunfo de la eburguesian o del «capitalismon sobre el efeudaismo», se transfirio entonces no s6lo a toda la historia europea precedente, sino también a la ‘Antigiedad y a las cultura exteacuropess. Estas eategorias, acuiadas en la situacién inmediatamente anterior y posterior a 1800, no resultan adecuadas para ‘aracterizar suficientemente ls estructura interna de Europa en los siglos precedentes. ¥ ello es aplicable incluso al concepto de santigua sociedad estamentalo, el cual, analizado més atentamente, solo es aplicable al periodo del absolutismo, al {que se opone una sociedad en cieras formas todavia afeudal» © westamental». El concepto «feudalisma» no se encuentra, en fanto que definiciGn de un sistema social, antes de comienzos del siglo XVI. De hecho se trata de'un producto de la opesicién de la aristocracia francest al Estado absolutsta de Luis XIV, Este Estado absolutista tiende a generar una sociedad unitaria de aciudadanos» 0 de asibditos», una «socie- dad burguesa», que es en lo esencial una waciedad econémi- cca», La estratificacién en esta Gitima no viene ya dada por derechos politicos, concentrados ahora en el Estado, sino por diferencias de earicter econbmico, lo que la convierte esenc ‘mente en una wsociedad de clase, «Clason en sentido econd- ‘mico y social se convierte en una categoria universal, de aplicabilidad aparentemente ilimitada. Seguin este esquema, ampliamente difundido, la sociedad, estructurada en lo funds ‘mental en clases econdmicamente determinadas, se escinde del Estado, y conforma el fundamento, la wbasen, de la estructura interna’ Tal perspectiva presupone, sin embargo, la seculariza- cin de la vida espiritual europea, que fue largamente prepara da dentro del «sistema natural de las ciencias del expicitu» (W. Dilthes), y definitivamente coneluida por la Tustracién, Solo a partir de este momento cabe separat la Religién de la 2 nrc nee de Oceeie estructura intena de wstadony «sociedad, de Io socal en fl inis ampli senido, preenrindola como Ambo autonome yen ln pecoliardad de sus propas leyes, Solo entonces es posble plantar a custin de las relaciones ene espa y Fociedad’ donde a veces uno, a veces el oto factor aparece como determinant. Sobre el tasfondo de est forma de pensarient histico ¥ sociogico aparece desde la Tlstrciin y el Idealism demain ln Filosofia de a Historia. Est se presenta como ‘erin secularzada de Is scologi historca eisana, ststi- Tuyendose aqui a_providenciadivina por a arazom, el {eipirtu o it tsciedadn iterpretando el cambio extract tal del propio presente como resultado de una evolucién, Como eprogresono como edectdencian, Estos grandes royec- ton spueiden hasta 1880, n0 solo ofecn un alii dl presets, ao solo asptaban a comprender ls fuerzs motes ae ie Historia, sino que contenian ademas pronbstios, que memuaban, 2° partic del decarso histico, ecerminar el fataro. Con todo, estos prondsticos fo se han visto del todo furmplidos en el siglo siguiente. Asi, las econtradicciones de clases que cancterizaban el cuadro de la wociedad de clases, dsineado en a primera fase del proceso de industizacibn, 0 solo ao se hun agudizado, sno que han sido eo tal medida redimensionadas en la moderna soredad industria-butocrti- i que el mismo concepto de else ha perdido su imporancia Gta, Con elo ve convierten en visibles los presupuestos tspeciics de este concepto de clase, AN| como Ya no resuka ‘ie tildad para el presente, rampoco puede see spicado a los Sigiosamertores de la historia coropesyextracrope, ano ser ‘partir de un nivel de generalizacion tal, que llegue a haere ‘sent preciso, Experience de este tenor han llevado al ranean histrico-losteo actual a admitie que el acon- lever hintiien no pus ser consierado enecesation,¥ que los tondniconerivos del andi histbrco slo pueden, ea el tej elon caso, celinear posibiidades,y ello siempre con tin cance temporal limitado 1, obese tenmiogins a Estas concepciones estin unidas a un elemento de la rméxima relevancia en nuestro contexto. El concepto de Historia, de Historia Universal en el sentido tradicional, deviene hoy cuestionable. La Historia Universal fue equipara- dds durante un largo tiempo a la historia de Occidente, incluidos sus fundamentos historicos en la Antigiedad clésica y en Oriente, Esto no es posible hoy, por diversas razones. Europa ha perdido sa posicién hegemdnica en el mundo; Ia tierra se ha convertido en un campo unitario de tensiones, en cl que potencias y culturas extrtewropeas han ganado cada vez ‘mis importancia, Se vuelve necesaria una perspectiva planeta- tia global, que s6lo puede hacer valer el concepto de una Historia universalmente comprensiva para un pasado muy reciente. Para tiempos mis antiguos disponemos de historias de cultueas singulares, entre las cuales se establecen ciertamen- te relaciones miltiples, influencias reciprocas y secuencias historicas de diversa suerte, pero las cuales no pueden ain ptesentarse como una Historia Universal de viejo culo. Pues €l concepto de wuniverso» en ella implicto se basa en la antigua representacién del bi ferrarum su equiparaci6n con cl Imperium Romarum y la «Cristiandads, un concepto que después fue tansferido a su sector propiamente occidental, a la «Europa» en ella originada y, finalmente, al «mundo occidental» que tiene a Europa por centeo. La expansion de Bucopa en uleramar fue el paso decisivo hacia la construccién de una identidad histérica que comprendiese todo el globo. Fuerzas nacidas inicialmente en Europa, activas desde ésta, han acabado haciéndose visibles, si bien en distinta medida, ea todos los rincones de laterea. Por ello, independientemente de la posicién centeal que la Historia Universal seguiri teniendo desde el punto de vista europeo, también desde un punto de vista planetario habri de convertitse en decsiva; no fn vano pudo escribir Hans Freyer una «Historia Universal de Europa», Con lo cual es necesatio aprehender aquellos as- pectot de la historia occidental de caricter especificamente europeo, tanto para evidenciar la particularidad de Occidemte oR Peers AAA Terese aasadad ™ amu ata de Onidete especto a otras culturas, cuanto para desenteafar los supues- tos histOricos de esa dindmica especificamente europea, que ha acabado por imponerse en todo el mundo. Una perspectiva hhistoriea ‘de esta natursleza resulta aun tiempo exgida y facilitada por Ia amplitud y profundidad extreordinarias de nuestros conocimientos, que han permitido en las cltimas {generaciones la aproximacion a culturas pre y protohistorieas, fl Antiguo Oriente y al Extremo Oriente. Chocamos con la fncludible aecesidad de transformar y reconstruic nuestro Tenguaje cientifico, derivado de una situacién peculiar de la historia europea, para poder comprender estos mundos cult rales diversos. No se podra entonces, por ejemplo, dstinguir tuna «sociedad econémica» de la esfera politco-estatal y cconsiderar las abases econémicas y sociales» asi aistadas Fandamento de toda la estructura, Lo mismo eabe argumentar sobre la escisién de la esfera de lo religioso, en el sentido moderno, respecto a una esfera, en principio secularizada, de Estado y sociedad, a la que aquella vendria a contraponerse. Capieulo 2 CRISTIANDAD Y OCCIDENTE Durante la Edad Media, Occidente se entendia a si mismo como «Cristiandads. Eta idéntico al Ambito de a Iglesia Cristiana sometida al Papa, Ambitos crstianos que no recono- cian la superiotidad de Roma eran considerados herejes 0 cisméticos. Asé que, por lo menos desde la Edad Media plena, CCristiandad y Occidente son pricticamente una misma cosa. Si la Bucopa medieval se designa ocasionalmente «Occidente», para distinguirse del Oriente bizantino, se pretende de hecho fet «Cristiandad» sin més; se formula una aspiracién universal a comprender «el mundos. Las misiones y las guerras contri Tos pueblos paganos ampliaron las fronterss de la Cristiandad. EI hecho de que a estos esfuerzos expansivos les fueran puestos limites, de que esta Cristiadad se convirtiera en Occidente y los territorios marginales en ella englobados en parte constitutive del ambito culeueal occidental, es el result do de conflictos historicos, pero no estaba en I intencién de Occidente mismo. Este presenta més bien I tendencia a identificatse con el mundo eristitno 0, posteriormente, con el mundo acivilizado», a observarse no tanto como un ambito cultural entee otros, sino a formulas aspiraciones a un lideraz~ {go universal, aspiraciones que implicaban la proyecci6n de los ™ nce neh de Oeste logeos propios més allé de las fronteras Gjadas. Esta impronta, uuniverslisa persistib, un faltando las fuerzas precises para su cconcreta realizacién, Se pretende primero ucristinizar», des- ppués wcivilizar el mundo, pero s6lo se puede hacer en formas cespecificamente occidentales. La problemética aqul presente se hha revelado crucial en tiempos modernos, pero se intuia ya antes de estos. Piénsese, por ejemplo, en el conilicio de una Iglesia pretendidamente catdlica, universal, pero en el fondo, sélo latina, con el Oriente geiego. El mbito de la Cristiandad pretendidamente universal, pero de hecho occidental, estaba aticulado organizativamente por la Iglesia. Desde un punto de vista politico, estaal, nunca se encontrd por completo, y parcialmente sélo por ua corto ‘espacio de tiempo, bajo una direccion unitaria (en época de Carlomagao). La unidad de la Iglesia y la persistente multipli- cidad de los estados son datos caracteristicos del Occidente medieval; la relacién entre ambos determina en gran medida ‘se dindmica interna, No obstante esta multiestatualidad, el mundo de los estados cristianos también se diferencia de su ‘entorao en tanto que un «odor desde el punto de vista del ‘uderecho de los pueblos», Las guerras contra bercjes y paganos, la wcruzaday, poseen fundamentos juridicos muy distintos 2 los de los Conflicts bélicos entre los «reinos» 0 incluso dentro de esos exeinoss. Ea todo caso, una direccién tunitaria de este mundo de estados, tal y como la persiguieron cemperadores y papas, los unos durante mucho, los otros durante algo menos tiempo, nunca llegé a reaizarse. Precisa- mente en contraposicién a estas pretensiones acabé por conformarse el Estado soberano, en el contexto de la evolu cién de la Cristiandad, primero hacia una respublicaebistianay, finalmente, hacia el sistema europeo de estados. El elmperium»: idea y realidad ‘Opera en este caso una herencia de la Antigiedad y de los pimetos tiempos del crstianismo, El imperium romana habia 2 Gena y Oeste a» etendido se obs romana, eepresentar ees teraram, el undom el mundo dela cultura en el seatido mis elevado Ello decrinaba la media en que cab perm la supervi- fencia de una este ineio, de as gente que To ctcundabas. Beate marco eee la Iglesia, que conjugaba a aspiracion ners del sensed a todos os pueblos con la hernia de Ir antigua Roma. Elemperador detente we papel determi- tant la deacon dee Iglesia, y el Paps, obapo de Rema, Iheapialienpeil, pretend a supremaca sobre la Iglesia en Conjunto, una Iplesia que debla ser romana y al mismo tiempo exttic, eto x universal, Est prctensién ast como Ur canestn eon el Impero,fston antenidas por et Papedo incluso en lon dempos en que los emperadores residlan en Gricawe 7 el Papa psabs, de hecho, 4 n0 set mas que el patiarea de un Occidente latino en’ el gue el lpetio se esmoronaba Ea los nuevos exados getmnicos los reyes famuron une infvenca determinate ca la dieccién de sos Eopectivas iglesias. Pero se tata sempre de iglesias de sito Them, que vein ca el Papa el represenante de una nidad Siquers iealmente subsite, Estas ilesin, enum proceso ie comenss pot los angloajones y se extends despues alos ffancon,acabaton convirigadose en iglesia nacional lgadss 2 Roma. La iberaion del Telia Cental, y con ello de Roma, 4A dominio biantno, la coaversion del reine de los fancos Sn un poder dominador de gran pate de le Cistianda, exper inclu de amplar sus fronera (jones, Avaos, esavos): todo allo contbuyé alga policament a Papa yal ey de Tos fancos, renovindose ls funeiba protector del Imperio expect la Iglesia, uma funcion que seria sancionada median- te ha coronacion de Catlomagno en el afo 800 Tae Imprio, que se defina romano», 90 supe, sn embargo, ua eedicln del antiguo’Imperio Romano, al omo ‘sie habia exisido co la Antgiedad y consinuaba Sxisiendo. en Bianco: oo era on Exado unitaro. Este Timperiopermitia a cxsencia de eszados singles, 2 ‘ilordinades,englobando, sin elimnatos, los rinosotging ' . . . . : 2 2 . » . ® ® ® ® ® ® r ® ry apas TITRE L LEE * ‘ert inmne de Osdente los en la época de las grandes migraciones de pueblos. Una tunidad secular de Occidente slo hubiera side posible, si éste hhubiera venido a parar, dueante wn tiempo lo suficientemente lacgo, a manos de uno de estos reyes, especialmente al mis poderoso entre ellos, el rey de los francos. Pera esto no ‘ocurri6. Ciertamente abarcaba el Imperio Carolingio casi todo Oecidente, pero con todo quedaban fuera de si Ambito de poder los reinos anglosajones, britinicos y de la Espasa noroccidental. Pero, sobre todo, el Imperio de Carlomagno se ddescompuso muy ripidamente, y Ia historia politica de Europa ha estado determinada desde entonces por una pluralidad de estados, que en conjunto representan la Cristiandad, Occiden te. La dignidad imperial fue asumida por uno de estos reyes, ¥ a partic del siglo X correspondié al rey alemén, el cual al ‘mismo tiempo lo era de Italia y del Arelate. La corona imperial, sin embargo, habia de ser conquistada cada vez pot medio de una campaaa militar que tenia Roma como objetivo. Cuando esto dejé de ocusrit, Petrarca se burlé del emperador Carlos TV, porque éste habia atravessdo Talia win un golpe de ‘espadan No estari de mis sefalar, en este contexto, que Roma, sede papal, se enconteaba, & partir de su sepatacion de Bizancio, y tras el avance del Islam en el Mediterrineo ‘occidental, en una regién marginal de la Cristiandad, El centro. cultural y politico de Occidente se habia situado en el Nore, ‘especialmente en el espacio comprendido entre el Rhia y el oir, Roma hubo de ser sucesivamente incluida en las respectivas zonas de influencia, controladas desde los centros dle poder al Norte de los Alpes, pero también en. Italia septentrional y centeal. La sede del Papado y los tertitorios principales de aquellos monarcas que podian aspirat a la tlignidad imperial se encontraban a una distancia considersbl mente grande entre si, y era preciso un gran scopio de empefio para alcunaar Roma, un empeto para el que ao siempre se Aisponia de los medios precisos. Este solo hecho hizo desde ‘un principio imposible la coincidencia espacial entre el poder 2. Cian y Oeste » temporal y I xe de a Ilsa impid as una sumision Garidor Je én respec a agul No pode portato org tare on Occidental contaio que en el Oriente gro Godone, eb fenbano que, de moo pos afortnado, a ve. tito ¢ defnise como scsiorppismon, Desde el panto de visu rganzatvo, Ociene doe ou nidad a acl dela Ips cel Ambo copia 1 Pap, su abe, cabin ego 1 Srmuler asptaciones a una supremaca en el plano poli, Gin poder cones durante on tempo wicenemente ago wie soleclon de principio oe lego aun La iglesia ot Shader tempore conven desde entonces ene marco de tompromis provbionaes ea forma de concordat El dualismo de Iglesia y mundo ‘Todo esto representa un elemento fundamental desde el punto de vista de la historia social. El dualismo inmanente a ‘cualquier mundo cristiano se muestra aqui, desde un principio 4 peser de movimientos en un seatido opuesto, mucho mas fuerte que en Oriente, y aleanzaré un grado méximo en los ‘conflicts de la Edad Media plena, Se viviaen la Iglesia y en el ‘mundo, en dos esferas distintas, aunque estrechamente ligadas ‘entte si También el lico pertenecia ala Iglesia, y el clérigo no podia subsistir sin posesiones seculares. Pero en tanto los vertices permanecian separados, repercutia esta separacién tambien sobre la base, Asi el clérigo estrechamente vinculado ln esfera secular era miembro de una Iglesia que existia como Conjunto en cuanto esfera auténoma. Tampoco existia un poder secular que pudiese hablae al mismo tiempo en nombre dela Iglesia, Faltaba una instancia que combinase en si misma poder espiritual y temporal, y concea la cual no fuese posible Algin tipo de oposici6n. Lo cual, como veremos, opero de modo hatto significative sobre la coneepeién occidental del derecho, precisamente porque tambign en este sector incidian ideas de origen sacral, » nue inna de Oscidee ccidente y la Iglesia catdlico-romana se superponian. Por cello encontramos en el uno las formas onganizativas de la otra didcesis metropolitanas, obispades, en los cuales comienza a perlarse un sistema parroquial. Junto 2 éstos el monasterio, portador de una religiosidad especifica, guardiin y teansmisor del legado cultural de la Antigitedad y del primer eristianismo. Estas modalidades organizatvas eran una herencia de la Antigiedad cristiana tardia. Alli donde las migeaciones las hhabian hecho desaparecer, fueron introducidas de nuevo, En. los nuevos territorios englobados en la Cristiandad resulta implantadas por primera ve2. Pero todas ellas s6lo pueden cexistc sobre la base de propiedades seculaes, lo que en esta epoca sucle significar sobre la base de la detentacion de derechos sefiorales. Estin profundamente inserts en el tejido ‘mundano, por lo que su funcién solo puede ser apsehendida cen el contexto de éste. Si la dizeccién de la Iglesia que ha- bia existido previamente, a finales de Ia Edad Antigua, habia venido a menos, la autoridad eclesistica estaba ahora en manos de los monareas que gobernaban sobre sus sespectivas fglesas nacionales, Y junto a esto atumentabs la influencia del derecho eclesiistico fundado sobre bases seculares; una in- Auencia sensible, sobre todo, en las iglesias inferiores. Por ello, hhabremos de tener en cuenta el orden secular, en cuyo marco corresponde a la Iglesia un papel tan determinante Capieulo 3 MONARQUIA, PUEBLO Y DERECHO Es preciso partir de la formacién de los seinos germinicos durante a época de las migraciones: entre ellos corzesponde al reino de los francos un significado decisivo para el desarcollo ‘occidental. Se trataba de repna, de reinos en los cuales los reyes ‘gobernaban sobre su pueblo, que daba nombe al reino, aun cextendigndose Ia autoridad del monarca a varios pueblos a la vex, como en el caso de los francos. Rey y pueblo, rey y «ctibus, sise quiere, aparecian ligados el uno al otro, también y especialmente, porque la formacién del pueblo o de la ‘riba y la fundacin del rein presentaa una estrecha correlacion desde el punto de vista histérico, y los pueblos, conformados politicamente a partir de la autoridad del monar- ca, adquieren gradualmente la unidad interna, sobre todo juridica, que los distingue. La herencia germénica La fandacién de estados durante la época de las migra ciones fue prevalentemente obra de los pueblos germénicos. ” - = ‘s . . BER RTTET HTT THA TARR TTT EDDA » eracut inn de Ouse Toda Ja estructura social la constitucion y el derecho en particular, son en todo Oceidente un producto de origen en bbuena medida germénico, al menos en sus formas fundamenta- les. Lo cual no quiere decie, natuealmente, que las antiguas formas de vida germinicas se hayan mantenido sin més, [Llamamos a estas formas sociales y a estos institutos jusidicos sgerminicos», porque en este caso se han desarrollado sobre bases getminicas. Con la definicién agermanico» no se intenea tampoco postular la exclusividad geeménica de estas formas de vida. Con igual o similar apariencia externa pueden encontrar- se también en otros lugares, Esta precision es tanto mis necestria si se tiene en cuenta Ia recurrente equiparacién, historicamente determinada, de wgerminico» y walemans, pero ‘no menos también la exageracién de un planteamiento evolu- ionista, que reduce todo acontecimiento histérico reciente a unos «origenes» (que, por lo demis, no suelen ser sino el punto inicial de nuestros conocimientos), en los que ve por ‘completo implantadas sus «xaices histricas». Conocemos los fundamentos antiguos, cristianos y germénicos de nuestra ‘cultura occidental, Pero en la medida en que estos elementos ‘comparecen de forma purtcularmente intrincada, influyéndose rmutuamente, resultan modificados, dando forma asi « algo nuevo e isreduetible asus términos originales, a una suerte de tejido, compuesto de hilos visiblemente polferomos. Pueblos de guerreros-campesinos Los germanos habian sido un pueblo de campesinos, vn pueblo de campesinos y guerreros, y asi permanecieron a pesat dle un contacto plurisecular con la antigua cultura urbana. Su vida econémica era fundamentalmence ageatia. Cuando fonda- ton sus seinos sobre la base del Imperio Romano, era ya perceptible en éste un proceso de reagrariaacién, no obstante ln persistencia de formas de vida urbana, particularmence ssociada a la formacion de lstifundios. La decadencia de la Antiqua economia comercial habia comenzado mucho antes de 5. Mong, pucbloy desecho » ls invasiones germina. Lo pooo que habia quedo de ella abs exo en ns gare del «Peed coativon del Angie. dd tard, i ceserccin del cual habia sclera, sat ded, sunguesbiogradualment, a dsolucion cl sistema econ Co precedente. Pero, al mismo tempo, este eoapso aba perm I ibersiin de expacios prea pra la constve. Son de uns mers economia comercial de cata sete Gon todo, tanto en los tetris oigtalmentegerminicon como en ls antiguas province imperlesahoct oeupadat predoming en un primer momento una cconomis ageaea de fetoresy campeinon La choad desaparece por completo algunas regione, se arta orecoeede tanto on 9 concn de conto residencial, cuanto como mileo de actividades economies. La cidad y su terstoro pitde la futon bites fue fabian posido en is etacttapoltico ocd. dee Antigiedad. Con referencias period historic precedent ht de considerse exe proceso como uns manietaion, de dzcadeni, degradacign y desmorooamient. Las formas de Sid delospucbls no pertnerencs a imbio cular! de Ia [Anvigtedn, los pucblorcbirbarom,s impuserondarzne ua largo tiempo. Peco en esta evelucion te halen embien implitas las posibildades del Occidente furor. El mando aariguo, que habia eaado en el ellen sin sade de un {Estado de cossiay impuesto «la economia utbiea J lat grandes propiedaes gra, foe incapan de surgi 4 pesat fe repetidos eftersom, «pare de tow supuestos que ie enn propos. Una eompuacin ese la Pad Mia ossently Historia socal de Bianco puede ser-m™my isteatvs al respecte Lo que aparece coma un erocesoeconbmic, desde te perspetiva de seul urbana medeeines, contents eh ellgermen de una nueva formacion La concepcién del derecho: proteccién y ayuda De igual modo cabe referirse al ambito del Estado y del erecho. Las formas de vida que los germanos introdujeron en “ nea intent de Oecd elmundo det Ancigiedad tain yn a tar (que ambien rte teas cosa nada en) eran elativarent pi ‘vos una estructura tribal eseasamente articulada, determinada * fn elaiones ente nobles campesinos, y/ona pecalie Pon lon del derecho, Ente derecho se Dsaba en la convi- Son ectgioemene fandad, de aquellos que lo adminis fin aparece como un ordenaientoexsteme por eacma de tis. Bor encima del principe y por encima del pcblo. Toda Scan cot tome respec él un valor seandaco. EL Gucsto se senconrabar, se mostra, eidencandore aqui paral duaismo etre sor jaadeciona ycomoniad epdiccon ambos activo en a ceaign de derecho, que se sara alo fundamental de a constocion de orien fRminico. Pero sobrevve a, tambien como berencia del eed antetior ana conidertbe componente de atbisio, de Pelle, de Fey de ajcucion pevaday. Los monarae june luchaon won y ota vee ao go de os sigs por pr dsttacion, despues pot la orl liminacion dela atode fat Ta consecuion de an éxito pleno en ete semi slo se ‘etch al del period age rata, ya comienzos de MEdbd Moderna, Per, dads precisamente una estimable ted de abratedad en su fentionamieno, toda la esr Stancil ese deceminadspor ean nte procs sre etpor in protecion que lor efurtesygutantizan 2 los Ladies las"qpobres gente que 20 aleanan a poder Sener yrs miss, ow gud gi ambi, as vopordonst gxtor a sos protectors, De ab gue cst Seekrda socal sea biscamene veri. Toda estas ela ss chores, que surgen poco 4 poco con ls mis diferentes ‘Modaldads,prempoven do solo una cbediznca obvi sina ‘eiien fy ead, y en un setido may preciso. Lalealtad On Bcidad wan mis all de a obedient, dado que exien, tn eterminadas stwaiones,aeciones 2 favor de sefr sm Seni an mandt speiicnpor pre det pane 2h propis aco de leaf! a que pone mites a estas ‘Salone’ Ta ealad soo es posible ene marco deo juides 3. Mong, ple y dee . ee ene Yatiadas situaciones. La solider del vineulo, sa significaie seit preg orem roe tanarquia feudal». Y lo mismo eabe apuntar wopeten @ as Eg le ati eee eee eee nrc ious de Oecd cestadio previamente aleanzado, sea en interés del sefior 0 en. ines del sibaio. Dado que agi se produce a colision de intereses diversas J, por tanto, resulta controvertido el juicio dde qué es justo o injusto, las relaciones de autoridad y de Jealtad dependen de la resistencia frente a lo verdadera 0 presuntamente injusto, dependen de Ia lucha por aquello que [is partes en conflicto consideren 0 presenten como su dereeho. Se produce asi la formacién, también en el marco seri, de formas consocavas (Cmca, waions de Todos aquellos que gozan de los mismos derechos en un mbito de poder determinado. Las consociaciones que alean- ‘an la posibilidad de autogobernarse, sin embargo, consti: tuyen un frente articulado en sentido seftorial, para ser operatias eipecto a su propo stor. Noes correcto conse, fur wiedorion y «consociacién» como elementos antitéticos, Separados el uno del ott0, conforme al modelo moderno y su Uistincion entre soberania de principe y soberania popula; es preciso observarlos en una relacion de constante influencia Feciprocs. Ambos a la vez, combinados 0 contrapuestos, Garacterizan la estructura politico-social de Occidente La monarquia Fundadores y ttulares de los eeinos ean los reyes: No cra sbernos en el sentido que este coneepo adit silos CTexputs aperecen subordinados todavia al Papa y al Empers sree stein eens, ee el problema go noe rena en pret loge, et ligados al derecho tradicional Tn reyes ao estaban en disposiidn de decide solos, en caso tellus qué se austaba a derecho y qué no, Pues ete derecho tein oedn serlentefundado, a que el monarea no puede Satrars. Ta propia monarguia se basa en principios de Surunera magico sacral. La sicesion se determina por dere hod sangre, pocso quel monargua se Fundaba a partir de tn lingjeconeteto y toeado de una particular graca, dentro 3 Monngel, pueblo deecho » del cual era elegido el monarea. En esta concepeién confiuien elementos hereditatios y electivos, slo progresivamente dso ciados de suerte que uno u otro emerja en primer plano. La ‘gracia se explicita por medio de acciones magico-fructuosas, pero especialmente a través de la victoria militar. El tey convocaba a su pueblo en tanto que ejétcito, al menos en caso de ataque contra el propio terrtorio; caso de resultarvietorio- so, adquitia un prestigio que reforzaba exteaordinariamente su posicion. No obstante la prolongada supervivencia de elemen. tos originalmente paganos en este émbito, Ia conversion al cxistianismo introdujo una relacién con un dios ultraterreno, fn virtud de la cual el rey se elevaba sobre su pueblo. En este sentido se habla de egeacia divinas. El monarea vietorioso y cristianizado también permanece ligado al derecho. Precise ‘mente el dualismo presente en el mundo occidental entre uns csfera religiosa y una esfera mundana contribuyd, acentuado 2 Jo largo del tiempo, 2 exeluir un absolutismo sacralmente fundado, un fenémeno conocido en otras cultura. El pueblo [Al monate se contapone el pueblo, no como una masa de shdton prvadn de lund, tino como. coun de aquellos que detetan derechos politics y sean juno a mona el empo mary lich Cone txistnca de aemblew de todo tipo lo lego de os ign No siempre exe una continued en las insituciones es conexio iments ence estos scpos de Maron scanpon de Mayos, auambles de i cone imperial curs feuien Favlamentes, ee. No es rato que estas ssamblenstengan Sinificado excanivarent focal yeetan una ince mn bien reducda en las decisiones poles, a algunos petiodos su presencia pasa poe completa deapercide, Peto dl prints Pho fundamenel, conforne al cul ef'monace sol puede ‘ctr de forma conjunta con su pucblo, eayo conentinento * smal ann de Ost secisaen lis cussions mis ardas, siguiéapicindose y 20 Pe pao siguien en el Abyoludimo mis maduro. Ea fae mits piniivs poco aiclads de los reins (fice cur sable fpconan de odo semejanty Siig eve carcerinea-mermente aprosinatie, 2 oot wee cette airecan, en. conespondenci con, etic career de mauraera tba La celzbrcion de ests areas colncida a menudo con a promulgacion de sban publ dacs rele cm tater tat (kerb), ue fe paat publo fins. Habe de indagrse aga cera de dana atge qo, al menos gerninalmente aputan baci os see rns eras, fepresentativos. Pero antes c&rccso crete epucblon en sa consti ining, Ea todas Sha mame enn eo pon dinate en 2 eae eas egeandese, 1s pte si Is antiga am Steals etn un componctn faders cm ston paripaion menos deisiva de los noble, son Pe eonten a elidad de selotes, los que adguieren un relve creente Capitulo 4 SENORIO Y CAMPESINOS Los pueblos de guerteosy campesinos que dieron vida a la unidies pols aomedievas se cancteraban amo por la presendia de una noble, canto por el eonocimien, El menos ens rdimentos, dl principio del sehoro teria fal Encl Impeio Romano en deeaencn encontraron une structure agen cn cal los laf, dota de ane fran mas de colonos dependicats, tenia’ wnt amporance fundamental Lon gueterer que compan el equi de lot rf eno ao cn de ree ora, Jono 4 sos sere seelae, los peer, surges on postericdad ls seforos elses de fs obopades 9 en La funcién econémica del sefiorio, Este seiiorio, que encontraremos ea un estadio de pleno desarrollo en época carolingia, se fundamenta econémicamen: te en Ia fusin del principio de la villa —esto ex, la hacienda eR RR RRR RRR RRR See eeeae eee eee taeenanaad seforil en I cul subsisten las formas mas avancaas dela tecnologia agricola antigua-— coa la concesiOn en préstamo de ‘atublecimientos campesinos. Los campesinos estaban obliga- dos a prestar una serie de servicios y al pago de cénones previamente determinados, pero, més allé de esto, eran aut6~ omos desde el punto de visen econ6mico. En los seiorios aparecen a la vez campesinos libres y no libres, ambos grupos on un estatus juridice fijado con anterioridad y no modifica ble unilateralmente, Las tribus estaban sostenidas por los libres, por los que gozaban de derechos politicos: los no libres ddependian de éstos. En el mundo sefiorial se verifica un «proceso de igualacién. En el tersitorio nuclear del reino Mlingios ene el Rhin y el Lota, aparece el Gpo del Higbee, pues el que propia eampein, ca, terreno Gifado y derccho al ws de beng y pts consitayen una Silaled senso judo, 7 ton, pot tanto, objeto de onedeaciin conjunta, Es posible considera ete spo de Saipesno, el Vell, como lors, en on eats ue Seramente no fae aleaado por a ayora del campesinado, fe al gue, comsiderdo. como tipo tet, se tena, Bsc ‘ln diane lewamente a partir del neo teeoral ‘Stotngo, sobre todo facia el Nowe y hacia el Exe, aunque Sor ae pone en todas pares. Su exon eh claionada tenet sergimiento del sistema de roracon tet, que se wereld come un sera de caltivanotabemente mis enable {fs os coon de agriclorsextnsva Fedanitehf?) 9 ‘Mfunl6n por medi de fuego prviament piadon. unt & ‘ion mbicnseroede la acted guoaders, on beni de Gna tendench sa scerealacionm, oe sen ls bases de wn sierioreredninto demogefco, Poe sobre todo con est Siena entre Ta sutonomia dela economia seSoral y la Etsreres de'un campesnao sido, como se positon los nso para la extension de le superficie caleada, que se imine el siglo Ui en ering de fon franeos y alcata so thle con es grandes dforesaciones de In Edad Media pe 4 Soro ycampesins “ La estructura politica y juridica del seBorlo La relative autonomia econémica de los campesinon ligt dos al sedor, su actividad, detectable en fechas bien temprari constituyen un fundamento esencial de la historia social de Cccidente, que s6lo puede ser entendida tomando en conside racion la relaci6n juridica existente entre sefior y eampesino. Los seiiores poseen vinmunidady, esto es, su Ambito, no imprescindiblemente delimitado, se encuentra libre de la intervencidn de organismos «estatsles» superiores, al margen de algunas excepciones particulares, El sefior representa y defiende el sefiorio respecto al exterior. En la Antigiedad tardia babian poseido «inmunidad, en el sentido de exencién respecto a caggas estatales, el patrimonio fiscal imperial, las posesiones de la Iglesia y parte de la nobleza senatorial. Los feyes francos concedieron inmunidad a las iglesias propias Los sefiorios nobiliarios tenian una posicién anilogs, debida bien a su condicién de bien heredado, bien a su pertenencia original al patcimonio del rey. En las fuentes nos encontramos de hecho con el aspecto negativo de la inmunidad, con su ddelimitacin respecto al exterior. La inmunidad s6lo adauuiere su funcionalidad plena por el hecho de completarse en el seno de un poder sedorial, el poder doméstico del sefior, que aparece como Mant con relacion a las personas y como Gewere con relaciéa 2 las cosas. Mut y Gevere representan la auto- ridad sobre personas y cosas, que, dado el caso, han de ser defendidas y protegidas. En un orden social cxracterizado por formas no necesariamente judiciales en Ja resolucién de conflictos, este tipo de relaciones se revela imprescindible. El ‘centro del sefiocio es la casa del sefor. Esta casa era, desde tiempos muy remotos, un émbico dotado de una paz particu lar, cuya ruptura se consideraba an grave delito, En este imbito ¢jercia el sefor un poder directo sobre su familia, sobre los siervos y esclavos de él dependientes y, eventual mente también, sobre los guerreros de su séquito, El los protegia, era responsable por ellos, los defendia en caso de 2 ncaa ates de Oecd ‘ecesidad ante un tribunal ordinario. Peto la protecci6n se fextendia también ala tierra perteneciente ala casa del seBior, 2 los hogares campesinos, granjas e iglesias situadas en ellas. Las catas de los campesinos eran por si mismas ambitos de paz en los cuales el campesino cjereia su propio poder doméstico sobre familiates y siervos, Como sefior de la casa disponia de ‘un amplio poder diseipinar, ostentaba un derecho de punicién obre los miembros de la cast, ainguno de los cuales podia tomar sin su aprobacién decisiones tocantes al derecho sobre personas 0 cosas “Este poder doméstica se cortespondia con las caracteristi- cas de la economia campesina, dado que ésta necesitaba una gestion planificada que coordinase produccién y consumo y fegulase el trabajo (no cemunerado en el caso de los miembros de la familia) de las personas pertenecientes a Ia easa. ¥ si todo lo dicho es aplicable a It casa del campesino y, ampliacion mediante, también a la casa del sedor, ambién la casa del hhabitante de la ciudad presenta una conformacion andloga: aptendices y oficiales estin comprendidos en Ia asociaci6n de la casa en calidad de siervos. Este fundamento de la casa y del poder doméstico pervivid durante un largo tiempo. Sélo le Tegislcién del absolutismo ilustrado y de la Revolucién Francesa consiguié reducitlo ampliamente, dando vida al suciudadano del Estado», subordinado sin intermediatios al poder estatal. Hasta ese momento slo los sefiores de la cas, Folo aquéllos, por tanto, que poseian tun hogar propio, estabaa otados de todos los derechos en el imbito de su propia esfera juridica. "El seBorio aparece por ello como el conjunto de las casas ssociadas 4 la casa del sefior. La naturaleza de los posibles ‘inculos era extremadamente diversa, condicionada tanto por Ja forma de cesion de la tetra, cuanto por la posicién personal de los implicados (libre © no libre). Comiin a todas las formas tes, en cualquier caso, Ia sumisi6n al poder de proteccion del efor, al cual ha de auxiliarse, y al cual se debe, sobre la base el derecho, Ieltad, También los no libres (una situaciéa que 4 Stoo y ampeiane » sigui cxniendo a Io ago del peiodo ea su forma menos bide de serve pessonal Lateef) eri pe tonss juries dentro de sedodo, Evigene ef endencia ie formation de una cate cimpesina utara, ligada al seRodo terri, El ampesing se converte en Granda liga tern dsincin urges etre libres ynolibecs pier pare de su tlevancn, Tambign agullr campesinos no Inlaid fn ninginsfoioestaban neceados de na protccion Sc pn ge prea ey cle ven a ewes oxute que fos propioscampetinon se agrupen foumando en tots: ge fe praca tenpre como ne ster de pus El ecco fetieo dl poder de proeccon Seda en manos de guerrero hin armas y se ere sobre Stnpesinos que, aunque no completamente dearmados,s6i0 pueden set neizades, ene mejor dels con como mili Metra, Cae as elimina laautopeoecion pr pare dels Campesinos, imponer la solucioo de los coflictos en el tmarco de on eibual, Fs certo que hasta Bakes dela Edad Modern sedan esos de venganea prsvada por pare de ls Campesinos peso en gener, fe pore imponet fs paz De fal moro disminayo la mportaacin de los vincolos de sang, Tos canes, de echo, eared ence los germanoe dela fers, wisble en oor dios, en pute gracias la extension de Formas de puentsco afin, Solo en agus teitorios toargnales en los que el principio del sforo apenas lego 4 ‘Stunts, mantavieron estos vinelon uoa mis prolongada Sxiseneia Ast por femplo, en el cso dels elas Bice, om se exracuee, basal eo cles, la comnidades Campesias en ln cont dl Ma det Nowe Te tendcaia, inmanente al sforo, de celiare imponer tuna pat sla, leva extender lo tas posible una esfers jerticional expinalentelmiada, ya scape as compe: tencns de as institaciones del eno y orien, fandade sobre el derecho de los puclon, Volwetemon mis tarde 2 teva este panto, Pero ef sero dejiba también espacio & reaciones de caricerconsocativo, a comunidades jursdcco- Subeee eee eee eee eee “ eromak intent de Occdne ales de derecho cuttense y al autogobierno de los pueblos @ partic de nexos de vecindad y de comunidad de residencia. Nunea faltaban en el sefiorio tensiones, conflictos de intereses y luchas. Tan evidente es la tendencia de los sefiores « hacer uso de sus derechos del modo mis amplio posible y a simplifcar las relaciones de sumisién como, del oteo lado, la de los campesinos a confirmar los usos tradicionales y a ‘mejorar su propia posicién. Todas estas situaciones conflict vas se resuelven, y esto es lo importante, en el marco de un vineulo de lealtad, un vincwlo que implicaba prestaciones ceciprocas de proteccin y ayuda. Este vinculo se mostré por lo general mis fuerte que todas las contradicciones apuntadas, hasta que el Estado moderno se apropid del poder de pro- teccién, privando asi al sefiorio de su propio sentido. La ética del trabajo de los campesinos Como se ha visto hasta aqui, el eampesino era en Oeviden- te una figuea particulary tenia, al margen de toda dependen- «ia, un grado notable de autonomia econémica y juriica. Ni dlegenera al rango de felleh, ni permanece campesino-guertero, ‘eno en el mundo tribal. Bajo Ia proteccién y la. paz iarantizadas por el sefiorio se formé ua tipo de campesino ‘occidental orientado fandamentalmente a la actividad econd- mica pacifia en la casa y en el eampo. Sélo en este contesto es posible comprender cémo y por qué pudo aqui desarcolatse una nueva étia del trabajo, exteaza tanto al mundo guerrero ‘oobiliario-campesino de los germanos, cuanto a las clases, ditigentes en la cultura urbana de ln’ Antigicdad. La alta consideracién en que el cristianismo tiene al trabajo encuentra ‘munifestaciones pricticas solo en el émbito monacal, Esta ica, ‘lel trabajo no hubiera podido difunditse tan ampliamente, mis allé de los seRorios monasticos, ejemplares en este otros aspectos, si no se hubiese destrrollado una esteuetura social ‘que dejaba espacio a un campesinado consciente de sf mismo. ‘A esta evolucién cabe atribuie Ia trenéiica wetivital ste poblamiento puesta en marcha entre lon nigh VI y XU, actividad que model6 el paisaje agrasio eurnpen © hiss también posible la colonizacién del Este, Si el veal yaeait zaba el marco organizativo, fue sélo la acc del eampeninil Ja que hizo posible el resultado final. Hn Occidente el ctistianismo viene impuesto desde arriba, desde el rey y lt nobleza, y solo muy lentamente es capaz de aleanzar 4 capas ‘mis amplias de la poblacién. Ea cualquier caso es corrects afirmar que ela fiesta religiosa no fue introducida en la vida cotidiana desde el exterior; erece dentto de Ia cotidianeidad en fanto que su continuaciéa y sublimacién. Uniéndose a usos culturales paganos, la ética eristiana del trabajo se impuso de ‘modo tal, que el trabajo no fue ya santificado en funcion de tuna consideracién exterior positva, sino entendido como, pparticipacién ética y religiosamente valiosa en la ereaci6n: el dia de fiesta se sentia como una sublimacién con caracteres ppropios del dis de trabajo». (F, Steinbach). De tal modo se activé esta ética cristiana del trabajo, lo que tepresent® al ‘mismo tiempo la cristianizacién definitiva de grandes masis del campesinado. A partir de la Edad Media plena la pobla cidn urbana experiment6 la misma evolucién, Las élites Sefioriales no conocian este ética del teabejo; a menudo Iegaton a despreciar 2 aquellos que trabajaban. Pero, en todo ‘caso, estas éltes crearon en sus seforis, en las iglesias a ellos pertenecientes y en sus Ambitos de proteccién y de paz las premisis para que se formase este tipo de campesinado. Capitulo $ LOS OFICIOS DEL REY El «Bann regio: proteccién restringida y proteceién ampliada En este mundo sefloril, en el cul reinaba 0, en todo caso, cera siempre posible ua grado notable de arbitrio, actuaba el poder del monarca, el Bonn de origen migico-sacral. Su Fancién central era la protecciéa de la paz y del derecho. La estructura interna de los reinos determiné una diferenciacion, de importantisimo alcance, entte una esfera de la proteccién ipeneral, ampliada, y una esfera de la proteccion restringida. Podria describiree la génesis del Estado modemo, del Estado administrativo a partir del Absolutismo, como la historia de la extension de esta proteccién restringida, cuyo instrumento mis importante acabaré por ser la policia, a los ambitos correspondientes a la protecci6n general. Este proceso tiene tuna larga prebistoria, que comienza en la Edad Media y ‘presupone precisamente la dferenciacin apuntada, La protec- Gidn general se extiende sobre el reino del monarca en su Conjunto, tanto hacia el exterior como hacia el interior. El rey fs el titular de la jurisdiceién militas, y esto implica como 5, fin dle © asinine el derecho a lamar a ut sbditosinmedinon a i Ahfonie del tertorio. La teslra victors fandadors de ls tcinos ampli ls antiguas bases igico-acaes de ou propia INvoridal'a través del imposiion cominuada de su poder mits Esta evoludn eran fundamento eseacal de. tmonaegua ocidena Solo en los limos dow siglos ha puindo' ena prerogative 2 ser soumide por los sistemas Farlamentarios. osetia los cise, = permaneere 2 tlo Frrameats forma entre ls sribactones det monarea Pr ello Ector maltar ha do dtinguizadone aetamene dela cil To argo de los siglo, lo cial ha impliado naturlente I Cheacli de inciones adeevadas Pero yu en fecha tempre Shen el reing de los faacos, es docomenable la endenci 3 ‘Rides Is autoidad sobre el pechlo franco y, a eaves de sobre los ors pueblos del ein pblonectiende agen tenudojuaico politico), una atordad sobre los stbaitos del ‘Sino, que aparteen aqui no ys como pueblo, sno. como seen Testament de esa vinci aiconal er el saramen- to genera de os sibtosn, queen época merovingi initabs 11 formento ‘de los dey, J e0 la crolingia el oramento fala de los vasalos. Los lade perovingionapaceen como Ides times, como whores de a sees obligados 4 peestar Servicio al tonarea 0. bien como lade payer cmo feonbteslibe ecmsdos como guenorcanpains 2 Se fet dl ee 9 sometidon aun evinarin. Estos lade poraban Ae ona prowecion patealar por pare del monet —os pospres on un grado considerate mis alto ue los cabin —y se enconeaban por tanto especialmente oligados teapeco aE El jramente pesado vgn ete modelo, ¥ que [ae pevodo earoingo se fenovaa a imagen del qu da vida {I viealo vali (el cal non ocuparemos mi adelante) feprveta ut intesto de amplar la ever dela protec ‘awinga y, portato, de extender 4 todos los sbi I “Stored rea Se rata, on otras palabras, de hacer conc Suction y agemen, a bin 00 climinando et principio I SRR RR RR RRR RRR Seb eeenen eee eee distincign jusidica entre ambas figuras. El fracaso de este intento es sobre todo atribuible al hecho de entrat en conflicto con la existencia de seRiorios con inmunidad, pero también a la continuidad de los pueblos y sus derechos. A parti de todo lo dicho, esti claro que la monarquia precisaba una esfera de autoridad més restringide para poder imponerse Este razonamiento es igualmente aplicable al mantenimien- to de la paz y el derecho en el interior. El arbitrio, la autodefensa o Fehiey el proceso ante un tribunal se presenta ban como altemnativas posibles. Todas eran igualmente vias juridicas, desarrolladas de forma sacralmente legitimada, En. tanto pessiste esta situacién, ao hay un poder estatal unitario, un amonopolio de fuerza legitiman. El monarca gobernaba con el pueblo, pero en este pueblo coexistian una multitud de poderes originarios y de paces particulaes 2 ellos corzezpon- dlientes, cuyos titulaes estaban en situaciéa de oponer #io- lencia stay a los deseos del monarea. La monarquia tenia el ‘mayor interés en la delimitacién, cuando no en la completa climinacion de la Febde, Este desco fue hecho realidad, durante periodos limitados de tiempo, por los monacas més fuertes Supuesto primario de estt politica era lt existencia de un sisterna judicial suficientemente operativo. Su ausencia levaba, rnecesatiamente a recustir de nuevo a la Pebde «Gaue» y condados Una accién judicial eficaz era sélo posible en Ambitos restringidos y controlables. Por esta ra26n ya los pueblos eeminicos estaban subdividids en eprovincias» 0 Gane, y a partic de estos Gave o de antiguos territorios urbanos gradual- mente anexionados a ellos, acabaton por formarse los reinos Ha los Gaue germinicos existian lings nobles que presidian Jos tribunales; en los terrtorios romanos conquistados apace- cen los comisarios del rey, llamados comiter, los condes en funcion de oficiales del rey, no s6lo como jueces, sino también 5. tos oi dl ey - con competencias de ott spo, Esta estrucrts condal extend proresvaent deel ie eon repeat por el ino fanco, sin legur a ponent completsy gence mente en el Este" De tal odo se formd, cenrads en a persona dele, usa red de dso adminstasto, lon cole emis, con sos ampesinos, con las epentes el coal colin wn mid lr 9 jurado Sue ao tarde aeabaraimponindove dl grupo seoral, El Sficio de conde, y esto viene. ya condiiomda. por se competes pnt em ano del soley et 6d termina exptesamente que el conde ha de proceder de a comiided del coodato, . jc 2 ina es sondaos se nconteban lo dios, le competencias esenilnese militares, Tamporo se tsb aqui de mers entdadesadmisistativas. All donde existe ua tempo lo sufcentemente largo aban dando vide suo Connide, expeciamenteen aquellos esos em qu, como ea €l Este, In subdivision en dacidos te corespondia con tr ls execs cae pubis o tus. Fo eos ct le lucadosasumiezon el eaticter de submonarguts, Los pnts gue administaben tanto dscadon como condos, ectnbns desde su poscién de sehores de a tet, dsponian eI Consiguente iamunidad, si como de u propia grate desde punto de vista mila yada ben los crtos genes baba fe resovers ante un banal del onda, Los preter pode protegere poe mitmon, yen eso de necesidadrcuetan fsiodefena. Su winculo con el monaren, en 80 calidad de oficiales del mise, ee por tanto muy bi; u ead Conprendia tambien posted de esis, lacs! ence, teabasustento en el insrumeno de podet que el senor implieaba ey neesitaba por tanto una eters de proeeton tas resign, que pains oct una bse pars cece de su autocad: De eta afr forma pate sca, se Ie cual ejerctaba su propio poder domestic, ys parti de yon tuiembros se desaroiaian los getmenes de uaa aéminsy «én cena. También quedabin somprendios en esta eters * sent us de Oeidee soso, ls bienes eles y lot de pei, que sus propos sero, =a Protic ioas amplo priimonio bajo Ia prvecion cade a ndadian todo Ls eben, ls epobres ra Sedan defers acts i aban aj In sere ste algdn sehr local En el ot ann regis quedaban end do deere wd js nomad | guneto cjecaments neta de protecin, Fete ee heran ‘ambien Ton lad ano los A a eeerehon del rey como los ler tbls. Si Sin So ef moms sa content amends ‘incl ce, scuba sob todo en los peioos de cis, ome $i Gains de hr atoddad sobre el rino de lov come oc intaia merowingan » Is caolnga. En en {inne formo el sea Fede Capitulo 6 EL SISTEMA FEUDAL ‘A menudo se tiene al sistema feudal o «feudalismo» por el signo més caracteristico de la estructura social en la Edad Media. No tomamos aqui en consideracién ese concepto vago € indeterminady de feudalismo que pretende englobar toda suerte de dependencia, especialmente la implicada en el sefio- io territorial. Nos limitaremos a las relaciones detetminadas ppor el derecho feudal en sentido esteieto. El sistema feudal se formé originariamente en el zeino de los francos, y se fund desde éste por todo Occidente. Con todo, su plasmacién real dobedece, segiin los casos, a patrones regionalmente diversos. En particular, en los territorios situados al margen de esta zona nuclear, el feudalismo no logeo imponerse con continu dad en el interior de los distritos del rey. En los reinos otientales mis modemnos, Polonia y Hungra, estados nobilia- ios cuyo caricter se presume marcadamente «feudal, no se dlifundié en absoluto. Ni siquiera en aquellos teritorios, en los cuales predominaban relaciones de derecho feudal, pudo el, sistema feudal imponerse por completo. La propiedad de tipo slodial se mantuvo, en mayor © menor medida, junto al feudo, Sobre todo el objeto del feudo, Ia propiedad fundiaria, asi webcam nunaaaaaa ‘como los derechos seHorales 2 ellas asociados, no fueron una hnovedad inducida por la creacidn del derecho feudal; existian desde tiempo atris. No sin buenas razones han hablado algunos de un valodialismos (W. Schlesinger) o de un «sei rnobiliar» (H. Mitteis), a los cuales el sistema feudal habeia acabado por superponerse. rema feudal El origen det Junto a los campesinos dependientes, cada vex mis confi nados a tareas exclusivamente agricola, exstian desde tiempo ateis guerreros al servicio de sus sefiores. Los conocemos bajo el nombre de bucllarii como servidores de la nobleza senato- rial galorromana; en el periodo franco eran denominados con los ‘términos de origen celta rossi o sassalli, Igualmente ‘conocemos la existencia del aséquito» de guerreros que acom- paiiaban a los monarcas y reyes getminicos (Gesinde). Su fantenimiento regular en el émbito doméstico constituia una carga s6lo en pocos casos soportable. Tanto mis si se tiene en cuenta la importancia adquirida, desde el punto de vista técnico-milizar, pot el guerrero 2 caballo y equipado con armadura, Este tipo de caballeria existia ya en la Ancigdedad tatdia, como herencia de los pueblos de las estepas, y de lla dlispusieron tanto los romanos como los getmanos orientales, ssi como, con postetioridad, Bizancio y el Islam. Tampoco la esconocian los francos, al margen de su caricter mis bien ‘ampesino-guerrero. Lentamente, pero con claridad desde el siglo Vil, los caballeros se impusieroa también entte los Trancos, Fi mantenimiento de grupos suicientemente numero- ss dle uerreros de este tipo s6lo era posible a condicién de dlotarlos de tierras, que los convirtiersn en econdmicamente sutosificietes,facilitando a a ver a adquisicién del necesario ‘ipamiento, Las formas bésicas del derecho feudal se dieron 4 partir de esta situacién, El guerrero, al igual que el campesino dependiente, ers el uhombres de su sefior. El se 6. sine eda . Someta suprteciin ya ss henevolencin La comma de Ie Aotigiedad tarda, xo el sumiston sun sehor a que pres servicio y cpa protecién se reve, ea uno Se us Fundamento; ea Epoca de los fancos se completaia x partie dea asuncign de un conepto delet de orgenespetica tment germinico. A esto se sain in sera coneedidn or el schon, el lexfam, En este Ambit sparccen eonectades ua Imoméntoperonal yun morsena inate, si ben al principio sto cura s5lo de facto, De modo’ aniloge. Se tab dksacrollado el proceto en el caso de los campesinos en los scfosos teretorles. Ta diferencinestiba en se au bbl tos de gueroros plenameate capairs de protege 3 Sil sites floret e hui indo a ete nivel, Se haben redveido 4 un gropo socal de guercroy a Caballo, de pequeos seforee ode campesinos tices, que hubieten podido ascender al aago de baja noble. Penbme 20s smiles son conocido en ots lagtes, Parse sea feudal en Occidente fue decisive, prelsmente, que ete estado fies rpidamente superado, Los seores hiiewo Uso Ge wodo su poder, 4 fin de reoran, por medio de eves formas, vineulos progresivamente debitados, Los pimeros reyes eatoingios e vieron fozados en el curs de sts lucas por el poder « implicarse en a! conto ene diversas Facciones nobila,y a retrcc con eras a los prticaios propos. Dado que cl patrimonio real er insane a estos feos, Ion reyes caclingios te apoyaton en su atordad trlesisica,¢ hicieron uso abundante de bienes de tulad Espinal. Ea tanto no se pretend poner en dicuson el Acrecho dens iglesias» sus propia, ls mejor posted 4 legtiar este procedimlento ea la conctsion. de esas propiedades en forma de bic. La covelacion cntre ‘slay Bene se converts cdesdeentonesen note I presacibn den servicio y el viacolo de lead asumirin el papel de bases juidcas 2 ta concesion de cea (ewfom, Jasen). El vaalo possa el feud en tanto presabn on “ rch ne de Ociee cei, Aas de concen de mse eas ls rms, sunepables de apregcin, en forma de endo, #538 ‘imino slodals, el monatenpoiiltabe la consecucin de seeincao mis etrecho que el paramente pesonalmpiado tn a condicion de as No slo eal, sino ambien Glantes sores aparecen como vasllon dl rej. Pronto s wotraron raaciones de gubvailaje. De ex canes cl Som Teadalpresttaba una pond de eonarestat Is facts Gnrefadors del elosismon Low pot, ue uicron ln Teudos reales 2 sis propias tetas, 0 bien saison as misma, total parcnmunte, en forma de feado, SFtmonarn, resuleron asi mas estechamentevinlados, thao dee el punto de vista personal como dese el material Miu finis dea Edad Mei es oseabe otto, ot tee sehores, fey Y principe, de extender a propa Pitoriad fal eliminango. todo, vestigo. de propiciad da Con too, su comples desapacin no. eg6- producne. Feudos de oficio El derecho feudal también vino a aplicarsea los oficios del ey (ducados, condados). Convirtiéndose en vasillos del rey, faquellos que los detentaban se implicaban en una relacion de Tesltad mucho mis extrecha. Fl oficio mismo, con el poder y los ingresos él asociadas, se convirtio en un feudo, en suseeito material de la relacién feudal. De este modo, los Oficiales quedaton ligados mucho mis estrechamente al reys feventuales abusos podian conducir a la privacién del feudo. Por otta parte, el derecho feudal otorgaba al tiulat del oficio tuna seguridad juridica, conforme a la cual sblo podia ser privado de él en cizcunstancias determinadas y segin reglas precsas, La aplicacién del sistema feudal alos oficios habia de Servie para reforzar el poder real, como de hecho acurrid en fl caso de monarcas fuertes. Sin embargo, en caso de un 6 seem ea ss debilitamiento del poder central acsbaba imponiéadose la tendencia, heredada del alodialsmo, a la creacion de seforios locales. Los feudos, también los de oficio, quedaron en manot de la nobleza y se convirtieron en hereditarios; primero de hecho, después también de derecho. Pasaron a set asi una forma de cutoridad nobiliae local, para la cual el vineulo con el monarca poseia un significado mis bien escazo, Los oficios se vendian y se repartian, levando finalmente a la formacién de El derecho feudal ha sido definido como el wderecho administrative del Estado medieval» (H. Mittis). En una sociedad predominantemente rural con relaciones de mercado débiles y una circulaci6n monetaria zeducida no habria sido posible fecaudas impuestos en cantidad suficiente para finan- iar un ejército y un aparato funcionaral. El sistema feudal se presenta como sustituivo «sobre la base de una economia naturals, de aquel aparato buroeritico cuya existencia se supone normal. Esta observacién, correcta en si misma, no tiene en cuenta la estructura sefiorial bisica durante el periodo prefeudal, y anterior al vinculo vasalltico-beneficial en

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