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CAPITULO La persona del investigador: primer recurso metodoldgico de la investigacion Introduccién Ena investigacién del hombre por el hombre, como ocurre en ls ciencias sociales, lo ms usual y ordinario es que quien se dedique a ello lo haga bajo la premisa de que “sabe uno ‘cémo hacerlo...” en el caso de su problema de investigacién, al menos en forma inicial, 'Es comin que se parta de impresiones sobre algo, de opiniones de aficionado o de ex- presiones sobre lo que X, Y 0 Z “sienten” u “opinan” al respecto. La investigacion se pro- pone indagar qué hay de cierto, cudnto de verdad, y si las impresiones u opiniones mere- cen ser desechadas 0 perfeccionadas, y qué tanto de verdad o de certeza es verifcable. La ciencia, su evolucién, avance y progreso esta inspirada en la conviocién de que la verdad existe y vale por si misma, no por quien la encuentra ni por la autoridad de fulano, asi sea regia, eximia 0 poderosa quien Ia establezca, a pesar de reconocer que no siempre es facil delimitarla o encontrarla en su totalidad. Es necesario reconocer que avanzamos a tramos pequefios y que individualmente apor- tamos apenas un granito de arena. La realidad requiere de una interpretacién, una leetura «que le dé sentido, que sefiale su racionalidad dindmica y coherente. Afortunadamente, en el proceso perenne del avance cientifico en la btsqueda de la verdad, la realidad, Jo empt- rico, si sees honesto y sincero en la busqueda, se presenta al conocimiento y sete impone; {a Bersena del investigador: primer recurso metodol6gico hace dudar sobre lo que se creia 0 tenia por cierto, obliga a modificar teorias, hipétesis y ppardmetros y a corregir y a cambiar paradigmas. ‘Cuando emprendemos una investigaciOn ya tenemos alguna idea, aunque sea en forma ‘nebulosa e incierta, de lo que Ilamamos problema de investigacién, y al que generalmente ‘consideramos como un asunto externo y ajeno a uno mismo. Nunca, o rara vez, repara ¢linvestigador en qué tanto esta implicado é! mismo —se involucra—en la investigacion ‘que emprende. No se da cuenta de que su persona esté inmersa en el asunto de Ia inves- tigacién, mucho mas de lo que se imagina; ni que la misma investigacion, de principio a fin, a pesar de que cumpla con los cénones que tigen el proceso y metodologia de manera ortodoxa, no sera siempre invariable, sino diferente, segin quién la realice. ‘Admitamos que el problema pueda ser parecido, pero nunca sera estrictamente igual. Podemos ver que asi ocurre, entre otras cosas: 1) porque el investigador a y el investiga- dor b podran estudiar los mismos hechos, pero su hermenéutica resultaré desigual,sim- plemente porque el grado de percepcidn o el matiz de sensibilidad hacia las variables o las Telaciones que entre ellas se crucen es distinta en a que en bo viceversa. Cierto es queen {a interaccion que entre ellos se establezca, por el didlogo de cualquier tipo, podré llegarse ‘a acuerdos; pero, 2) lo normal es que la preparacién académica, la experiencia, el apren- dizaje anterior, la trayectoria personal con su bagaje de valores, creencias, cultura; Ios €0- nocimientos previos y todo aquello que conforma la persona de uno y 1o hacen sera, y10 {que al otro identifica como b, resulte en que a tiene la visiOn de , yb tiene Ia visién de b, {hcluso aunque por ser eompaieros de generacién por argo tiempo parecieran formados ene] mismo molde. Son seres humanos, son personas. El primer instrumento metodologi- Co con el que cuentan es su propia persona,’ realidad que, con frecuencia, olvidamos ‘Por supuesto que dejaré aqui, de lado, el problema mismo, el instrumento protocolar, el diseBo dela investigacién, la asesoria o tutorfa de otros las fuentes de consulta, las he- rramientas metodologicas, la estrategias, los recursos y apoyos indispensables, ete. que cconstituyen elementos externos al investigador, para examinar de manera breve ese factor {nterno, capital principal, que es el investigador por dentro, como persona. ‘No es de ahora la discusién de sila metodologia y el diseio de investigacién son pre~ ponderantes, ono, sobre la personalidad del investigador; o al revés: sila personalidad fasta y sobra. Sifueran los primeros ya habriamos inventado las mAquinas-herramienta dela investigacin. Si fuera la segunda bastaria un puiiado de aptitudes personales in- transferibles —el saber oSmo— més una decision férrea de la voluntad.? En alguna me- Por eemplc, en programas de posgrado se apoya al estudnte investigador con la asistencia de varios experts que comparten su percia con é rector o tutor de tess, asec, lector y ots. Entorno del hombre Para el hombre —e! investigador— no hay fenémenos del hombre en estado bruto: ‘= Los fenémenos naturales siempre estarin fltrados desde la dptica doble de: + la l6gica (inteligencia) + la emocién (intuicién) Y Jos expresaré en lenguajes, en procesos incesantes de transformacién, perfectibles. ‘Aunque lo intente jamds serd rigurosa y exactamente cientifico segtin los cénones de las ciencias “duras”. Al investigador Je puede pasar lo que a los traductores, de quienes era ciosamente, con un juego de palabras, los italianos dicen que “traduttore,tradittori” (los traductores son traidores). 1» El hombre, sus relaciones y los hechos investigados estar siempre contenidos en ‘un entorno geocultural, geohistorico y geopolitico, como ya se dijo, lo que implica reconocer y estimar el efecto contextual en el objeto de estudio. Experiencias del investigador Las experiencias bésicas del hombre como tal, del investigador en su actuar y quehacer investigativo, son’ siente, hace, sabe, decide’? 1 Sentir: la experiencia sensible senstiva, la percepciOn es el dato inmediato de la conciencia, y, a su vez, es cualitativamente distinta del estimulo sensorial. + La via del sentir nos conduce a los sentimientos y las emociones, ya su climax: 1a pasién. sm Hacer: ya Aristételes (384-322 a.C) en su Metafisica lo dividi6 en: + El saber prictico: que es la polesis (producir, fabricar) que comprende: © La empeiria: aprendo, descubro que esto produce aquello (por observacién, experiencia). co La tekhné: ya sé (acci6n inmanente) por qué esto produce aquello; descubro cl porqué, la via para hacerlo o producirlo: una técnica. a El facere, hacer: yo domino cémo hacer esto para producir aquello; no sélo sé, puedo ensefarlo, es una accién transeiinte: desarrolléy ahora poseo una tecnologia. = La praxis (el actuar-se), que dividimos en: + La phrinesis: sé configurar y comportarme, en mi autobiografia, en funcién del bien del hombre: seria la cordura razonable del vivir de acuerdo con ef bien del hombre, el bien moral o ico. Cir Mis extensamente y mejor expicado se puede encontrar en Octav Fula, Poli de la educacion, Grupo Editorial CEAC, Barcelona, 1994, Vea el cap. I: “Dimensiones de er human” > Che Recuerde las cuatro dimensiones de la educacion recomendadas en el Informe Oelors de la UNESCO. + Agere (actuat), que es la praxis propiamente dicha: lo actuado en mi, como ac- ibn inmanente, como accién moral, responsable y meritoria o demeritoria. Saber, conocimiento, De los saberes auténticos, cuya cuna son la filosofia —especial- ‘mente la légica—. la psicologia y la sociologia. + Ms que de racionalidad se trata de razonabilidad. + Aunque el conocimiento se basa en la experiencia sensible, siempre estardn pre~ sentes dos elementos inherentes a la persona humana: 1 el tesoro de conocimientos previos © nuestras creencias y valores 1 Decidir, decision (escoger, optar): + El hombre es un ser de opciones, libre de razones concluyentes 0 ilégicamente fatale y finales. La opci6n por una de las alternativas genera una cadena de su- cesos...en que al tomar, 0 decidir, por una opcién, nos apartamos radicalmente de la via par opuesta. + Enel acto de optar reconovemos que el hombre tiene y usa su libertad, tiene di- reccién y finalidad, a pesar de que en algunos casos pudiera ser ut6pico llegar a conocerlo. . Estas cuatro experiencias basicas del hombre se convierten, a su vez, en valiosas he- rramientas sierapre disponibles y al alcance del ser humano para su propia identificaci6n, desarrollo, perfeccién y para e! logro de su integridad como ser humano. ‘Sentir, hacer, saber y decidir son el cuddruple tesoro bésico y la mejor dote del género humano, la plataforma irrenunciable en que sustenta todas sus interrelaciones. En cierto sentido anuncian, muda pero elocuentemente, la tarea personal del hombre para mejorar y crecer —educarse continuamente— la vida entera:"® dreas de oportunidad permanentes

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