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CoLEccION CLAVES: Raymond Ea Dirigida por Hugo Vezzetti La RACIONALIDAD EN LAS CIENCIAS SOCIALES Ediciones Nueva Vision l Buenos Aires Boudon, Raymond La racionalidad en las ciencias sociales- ted. - Buenos Aires: | Nueva Visién, 2010 144 p.; 20x13 om. (Claves) ISBN 978-950-602-608-0 Traduccién de Victor Goldstein 1, Ciencias sociales |. Goldstein, Victor, trad I. Titulo. CD 300 ‘Titulo del original en francés: La rationalité © Presses Universitaires de France, 2009. ‘Traduccién de Victor Goldstein ISBN 978-950-602-608-0 Cet ouvrage, publié dans le cadre du Programme d’Aide & la Publi- cation Victoria Ocampo, bénéficie du soutien de Culturesfrance, opérateur du Ministére Frangais des Affaires Etrangéres et Euro- péennes, du ministére Frangais de la Culture et de la Communica- tion et du Service de Coopération et d’Action Culturelle de PAmbassade de France en Argentine. Esta obra, publicada en el marco del Programa de Ayuda a la Publicacién Victoria Ocampo, cuenta con el apoyo de Culturesfran- ce, operador del Ministerio Francés de Asuntos Extranjeros y Europeos, del Ministerio Francés dela Culturay dela Comunicacién y del Servicio de Cooperacién y de Accién Cultural de la Embajada de Francia en Argentina. LAF PIA, BRO FELITO Toda reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier sistema ~incluyendo el fotocopiado~ que no haya sido expresamen- te autorizada por el editor constituye una infraccién a los derechos del autor y sera reprimida con penas de hasta seis afios de prisién (art. 62 dela ley 11.723 y art. 172 del Cédigo Penal). MATA YES © 2010 por Ediciones Nueva Visién SAIC. Tuauman 3748, (1189) Buenos Aires, Republica Argentina. Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723. Impreso en la Argentina / Printed in Argentina INTRODUCCION in es el rasgo distintivo di i s el hombre es comin a la filosofia griega y al eristia nismo. Aristételes hace ae pasiones sar Mocion de racionalidad es mucho més tardia Solo en el.siglo xx se vuelve corriente. Hunde sug ces en las tentativas que se desarrollan sobre todo mas: la teorfa dela de- la ciencia econémica y la disciplinas siguen siendo cisi6n, la teoria de juegos, Psicologia cognitiva. Estas 7 muy activas en nuestros dias. La ciencia economica es una disciplina cientifica de punta a punta, la teoria de la decision y la teoria de juegos son discipli- nas transversales que interesan tanto a la ciencia politica o a la sociologia como a la economia, pero tienen una identidad innegable. Mas reciente, la psicologia cognitiva estudia en particular los des- vios entre los comportamientos reales y aquellos que la racionalidad esperaria observar. Las ciencias humanas no pueden escapar a la explicacién de los comportamientos individuales, incluso cuando, como la economia, la sociologia, la ciencia politica o la antropologia, tratan acerca de fenémenos colectivos. Porque estos iltimos siempre son el efecto de comportamientos individuales. Los individuos responsables de estos fenémenos tienen un pasado y se inscriben en un entorno social: no son tomos suspendidos en un vacio social. Las ciencias sociales deben tenerlo en cuenta. Pero no pueden ser consideradas sélidas a menos que la explicacion que proponen de los comportamientos individuales res- ponsables de un fenémeno colectivo obedezca a las reglas del pensamiento cientifico. Si no pueden rati- ficar esta condicién, no suficiente pero si necesaria, no pueden tener la pretension de que se les reconozca una categoria cientifica. Ahora bien, en ciertos casos la explicacién de un comportamiento —para utilizar la distincién clésica de Aristételes— puede apelar a causas eficientes, como cuando un individuo manifiesta tal comportamiento porque fue victima de una lesién cerebral; en otros a causas finales, como cuando un individuo realiza tal accién con el objeto de obtener tal efecto. A. Schiitz oponia dentro del mismo espiritu los Weil- y los Wozu- Motive: los motivos de tipo porque y los motivos de tipo ol objeto de. S.r—rt—“—e™SO—OOSOCS 1), La probabilidad de que salga cara, 19 digamos, en la décima tirada solamente es igual a la probabilidad de que salga ceca primero nueve veces se- guidas, 0 sea 1/2*. En este caso, yo ganaria 1/2” x $2" = $1. De manera general, ganaré $1 para todo valor de n. Siendo igual a 1 + 1 +1 +...,la esperanza de este juego es infinita. Sin embargo, nadie aceptaria jugar, ni siquiera por una suma modesta. Esta dificultad pone de manifiesto un hecho esencial: que los mecanismos de la decisién no se reducen a la logica y al célculo. Lo vernos en el caso de las apuestas plebiscitadas por los jugadores. La probabilidad de adivinar ocho cifras comprendidas entre 0 y 9 engendradas por un sorteo aleatorio es minima, Sin embargo, cantidad de perso- nas juegan a este tipo de juego. Todos los juegos de dinero establecidos por los Estados y los casinos tienen una esperanza matemdtica negativa. Pero gozan de una inmensa popularidad! La cuesti6n planteada por los Bernouilli y Laplace debia engendrar entre nosotros otras tentativas por comparar los juegos de loteria con situaciones reales de incertidumbre y de riesgo. Por ejemplo, supongamos que me proponen apostar por una suma minima en una loterfa que me promete una gran suma, pero con una probabilidad desconocida: en este caso, la mayoria de la gente apostaria, de manera de evitar un pesar eventual en cl caso en que el azar les concediera la ganancia. Semejante actitud obedece al criterio llamado de Sava- ge. Otro caso: supongamos que me proponen apostar una suma importante con miras a una ganancia diez veces mas importante, pero que me seria atribuida con una probabilidad desconocida. En este caso, la mayoria de la gente vacilaria en jugar. Esta actitud obedece al criterio Hamado de Wald. Algunos estudios mostraron que estos diferentes tipos de loteria simulaban con realismo situaciones de decisién coneretas y como con- secuencia permitian explicar, hasta predecir, el com- 20 Portamiento. Asi, se pudo mostrar que los agentes de Una de Jas dos grandes empresas abservadas por M. Crozier en su Phénoméne bureaucratique recurrian regularmente al criterio de Wald para responder a le neertidumbres coneretas a las que se veian enfrente, dos en virtud de la definicion ambigua de vu papel También el teorema de Bayes debia dar nacimiento a unaabundanteliteratura, porque suscitaunacuostion de considerable aleance, partiondo de situaciones Simplificadas. Supongamos que yo crea que una urna contiene 75 % de bolas blanez 5 % de bolas negras. Saco una bola a ciegas, Es negra. Um seguride tine un tereeroy luego un cuartotiro me vuelvenadar una bole negra; {debo modificar mi juicio? Esta situacion experimental suscita la cuestién de la revisidn de lon representaciones del mundo bajo el efecto de tn experiencia. Algunos investigadores se inspiraron en cl teorema de Bayes! para tratar de recuperay lon Prineipios que determinan los cambios de opinion Provocados por la aparicién de informaciones nuevas 2. La decisién en situacién de interaccién. - Los modelos de los que acabamos dehablarta preade situaciones donde el que decide est imismo. La teoria de juegos encara eases donde tt decisién concierne @ varias personas en interaccion unas con otras y donde cada una se ve enfientade ate hecesidad de calcula’ el comportamiento del otsy Se Genvierte on una disciplina con derecho propio» partis de los trabajosde von Neumanny Morgenstern, Pee historia comienza mucho antes. . on Asi, la teorfa politica de Rousseau deseansa en una ‘atan acerea de ‘4 solo frente a si ' La probabilidad pie & H) e Para que shservadoy que una hipotesis sea eee incluso a pUHD xple- th, Dodonaea te, H. . a. un acontecimiento sea a es igual a pte) x p(H, e) igual a ple} x p(H, evjp 24 paradoja que debia ser formalizada por la faa = jucgos. En su Discurso sobre el origen de la desigualda ‘entre los hombres él supone que dos cazadores que viven hajo el régimen del estado de naturaleza, gue ignoran por hipotesis toda regla moral y no est = sometidos @ ninguna ley, deciden cooperar par capturar un ciervo. Rousseau sostienc aue, en las condiciones del estado de naturaleza, sin du aa lograran. En efecto, como cada uno desconfia del of 0, porque sabe que no se siente ligado por su Promesa : cooperacién, se vera tentado a abandonar cl accch para capturar la licbre que pasa y asi esegurar su pitanza en cl easo de que el otro hubiese elegido hacer lo mismo. Rousscau identifics aqui una a perversa, convertida hoy on una gore clasiea de la ria de juegos: cl juego la confianza. be eeeonceiaa isconacsiel que debia extracr Rous- seau de su parabola de los dos cazadores: al star toda cooperacién amenazada a partir del Eon en que se supone que los individuos no estan poe dos por las promesas que se hacen unos a otros, estos tienen ventaja cn aceptar que los obliguen : mantenerlas. Entonees aceptan trocar su Hberta natural por la libertad civil. De ahi proviene la idea de que el eontrato social debe descansar en la coae cidn libremente consentida por la ley.* Por supues: to, esto implica “cortarse un brazo para salvar el resto del cuerpo”. wego de la confianza se define por la estruetura siguiente de lasproforencans > DouDDs Cb a primar ator pefire a stuacon donde mam ye segundo compe prin en a ite pretrendasdelsepundosonsindueamontecesCD=D> De La sinenaza de confiseacion de la liebre en caso de desercidn transforma Ia evtructura de lx proferencinn. Bh efi, tenemos ntonces para lox dos actores CC > DC = DD = CD y CC > CD. DC, de manera que la racionalidad garantiza4a cooperaci 22 s mnutil recordar la influencia histiriea que ¢j Gio esta leoria, Rousseau no supone, ala manera de Hobbes, que ol estado de naturales acurren. una competencia irreparable para bienes eseasos, Muce. (ra que en ausencia de una evuccisn legal o moral es Posible que no oeurra una cooperacién undnimemen, te deseada. Se comprende por qué Kant pudy ver en Rousseau al Newton de la teoria polities 3. La ciencia econémica. - Mandeville es de un teorema famoso: son los vicios constituyen la virtud publica. Sign seguir su interé cular cada uno, sin quererlo, puede servir el interés general. Esta paradoja debian Hamar la ateneién de Marx. La busqueda inclucs ilegal del interés privado puede contribuir al intere General: si no hubiera ladrones habria menos aboga Sr +=C—™—”rt—“——**ststs_—™ La paradoja se estionde tambien a las actividades > —r—<~S—eses—s—s—s—SEE S———— mmidor comprar su carne a un precio accesible. $1 trata de explotar a su clientela poniendo precios excesivos, la perder’ en beneficio de sus competides res. Esta idea simple dio cl puntapié inicial de le Gancia econémica, Es la famosa mano invisible de Adam Smith, de la que toda | de hecho una elaboracién, Pero Ia mano invisible puede transformarse en un puto invisible, como lo mostré la erisis financie. a y Tuego econémica deseneadenada en 2008 on Parte a instigacién de lo politico, el que presiond « Se r—“————SS el acceso de todos a la propiedad inmobiliaria. Esta crisis recordé al mundo entero que el buen funcio. namiento de un mercado exige la introduccién de el autor rivados los que fica que al per- ja ciencia econdmica ¢ regulaciones apropiadas. Las pardbolas de Adam Smith deben ser completadas por las de Rousseau, La ciencia cconémica se convirtié hoy en dia en un corpus de saber complejo. Pero se desarrollé a partir de algunas intuiciones basicas. Hasta se propuso en la segunda mitad del siglo x extender la légica que clla imputa al homo ceconomicus a los comportamientos sociales y politicos, Esta extensién dio nacimiento a lo que se lamé The new science of economics. Los tres movimicntos de investigacién ilustrados por estos ejemplos tomados a propésito sobre todo de los precursores tienen un rasgo comin. Ellos imaginan situaciones simplificadas que conducen a conclusiones normativas que pueden ser objeto de un calculo, a partir del momento en que se aceptan los axiomas que describen cl comportamiento de los individuos ideales que constituyen los atomos del andlisis. Ellos suponen que esas situaciones simplificadas hacen aparccer la estructura de situaciones reales. En algunos casos esto es cierto. En otros se detecta un desvio entre el comportamiento manifestado por los sujetos y las predicciones de la teoria. 4. La psicologia cognitiva. Los desvios que se obser- van entre lo que dice la racionalidad y los comporta- mientos reales dio nacimiento a una linea de investiga- cién importante: la psicologia cognitiva. Asi, cuando se pregunta a un sujeto cualquiera si tal letra del alfabeto es mds frecuente que tal otra, él tiende a buscar palabras que comienzan por unau otra de esas letras y a apoyarse cn la facilidad con que las obtiene para sacar la consecuencia de que una es més frecuente que la otra. El procedimiento tiene proba- bilidades de conducirlo a una respuesta falsa, por- que una letra pucde ser mas frecuente que otr'a en primera posicién sin serlo en general. El procedi- 24 miento, por lo tanto, no es confiable. Pero ghay que calificarlo de a-racional? Representa un desvio com. prensible que permite evitar un recuento motédico Poco practicable. Las deficiencias de los correctores ortograficos propuestos por los programas de trata. miento de texto a menudo se deben a que sus creado- res cedicron a las facilidades de desvios cognitivos de este tipo, Otro ejemplo: se pide a un sujeto que prediga el resultado de una partida de cara o ceca utilizando una moneda trucada que tiene 8 probabilidades sobre 10 de caer cara. Informado el sujeto de ese truco, tiende a predecir de manera aleatoria cara 8 veces y ceca 2 veces sobre 10. De hecho, es preferible predecir cara en cada tirada. En efecto, al imitar el comportamiento de la moneda, se tienen menos de sieve probabilidades sobre diez de adivinar, mientras que se tienen ocho probabilidades sobre diez predicindo cara en todas las tiradas.* La estratogia escogida da un resultado que no es el mejor, pero ges a-racional? Muchas otras experiencias mostraron que los comportamientos empleados por los sujetos se alejan de la solucién conveniente. Asi, si se proponen dos secuencias que representan los resultados de una partida de cara o ceca tales como CaCaCaCaCaCaCy CeCeCeCeCeCeCe y CaCaCeCaCaCaCaceCeCaCa, CeCeCa, los sujetos consideran en general la segunda mas probable, mientras que las dos tienen la misma probabilidad de aparecer. : De los trabajos de la psicologia cognitiva s He 0 extrac la conclusién de que nose puede identificar la racionalidad con un céleulo justo. Estos estudios interesan a las ciencias sociales en su + En efecto (0.8 x 0,8) 40,2 x 0,2) 0,80. ' 68 y 1.00.8) 410 0,2)= 25 conjunto, Que los individuos no den siempre las mejores respuestas a las preguntas que les son formuladas gimplica que sean a-racionales? Seria ir demasiado de prisa. Muchos hombres de ciencia creen en ideas falsas sobre cuestiones de su com- petencia sin que se piense en tratar esas creencias de a-racionales. {No se puede defender la misma acti- tud respecto de las respucstas crréneas de los sujetos sometidos a las preguntas de la psicologia cognitiva? Maxime cuando esas preguntas a menudo tienen el cardcter de trampas. Sus experiencias, en todo caso, jenen el mérito de formular la pregunta crucial de saber si es posible darse una teoria de la racionalidad que justifique la idea de que una respuesta errénea pueda ser considerada como racional. Los tres primeros movimientos de investigacién evo- cados tienen en comtin cl hecho de proceder por el método de los nvbdelos. Elinvestigador plantea a priori principios de comportamiento, como cuando Rousseau supone que sus hombres salvajes obedecen exclusiva- mente a su interés egoista. La ventaja del método de los modelos es crear un sistema deductivo. Su inconve- niente es que no se sabe en qué medida axiomas implificadores deseriben la realidad de los compor- tamientos. La psicologia cognitiva suscita cucstiones andlogas. Ella se coneede una libertad completa en la concepeién de sus experimentaciones. Esto tienc la ventaja de que la situacién en la que se encuentran los sujetos que son sometidos acllos esta claramente definida. Pero gpucden extrapolarse situaciones experimentales de las situa- ciones reales? Al parecer, demasiado rapido se infirié de estas experimentaciones la existencia de una pro- funda discontinuidad entre el pensamicnto ordinario y cl pensamiento cientifico. Por su carcter abstracto, los cuatro movimicntos 26 plantean la cuestién del real: smo de los principios de comportamiento que ellos imputan a individuos idealizados en elcasode laeconomia yasujetos ubicados en condiciones artifice! cognitiva. Los metodos inaugurados en particular por Lapla- ee, Rousseau, Mandeville 0 Adam Smith en todo caso dievon nacimiento a corrientes de investigacién tan ricas que progresivamente se autonomizaron y que se volvié dificil dominarlas a todas. De ello resulté una fragmentacién de la nocién de vacionalidad. Ella se encuentra en el corazén de todos Jos trabajos que tienen gue ver con las cuatro corrientes y generalmente con las Giencias econémicas y sociales en su conjunto. Pero por asi decirlo no hay un lugar central donde esté claramen- te enfocada la cuestién de saber lo que hay que entender exactamente por racionc-lidad. . Mis que intentar responder en lo abstracto a la cuestion del realismo de esos modelos, es posible evocar ejemplos que ilustren la eficaci del pasaje por lo abstracto para explicar lo conereto. ales en el caso de la psicologi IL EL REALISMO DE Los Mone: 208 Las ciencias sociales apuntan sobre todo a responde cuestiones relativas a temas macrosespico: lesson las causas de tal evolucién social, de la adopeisn de tal institucién, de la obsolescencia de tal praictiea 0 del surgimiento de tal acontecimiento mayor: como: cua 1. De Rousseau a Reagan. En esta ultima categoria, una cuesti6n ocupé cl final del s glo xx: la de las causes del derrambe del sistema sovicticn, Por supucsto, existen multiples causas: violaciin de los derechos del hombre, economia ineficaz, relajamiento del con. trol politico, descontento del publica, impotencia de los gobernantes en modernizar el sistema, accién de los disidentes, influencia del papa Juan Pablo Il, Pero esas causas no explican ni la brutalidad del derrumhe, ni que se haya producido en un momento preciso y no en otro. La URSS habia tenido dificultades econémi- cas considerables de manera crénica: por lo tanto, ellas no explican que su derrumbe se haya producido a comien-zos de la década de 1990 mas que veinte aiios antes o veinte aos después, La causa que explica mas seguramente la rapidez y la brutalidad del derrumbe de la URSS es la Iniciativa de defensa estratégica, también Hamada Guerra de las galaxias, 0 sea, la decisién tomada por el gobierno estadounidense de instalar un paraguas de misiles antimisiles que en principio permitian neutralizar todo misil enemigo antes de que alcanzara su blanco. Pero para mostrarlo es indispensable recurrir a la teorfa de juegos. Desde los afios de Ja guerra fria, Estados Unidos y URSS se haban embarcado en una carrera crénica armamentistica. Esta ultima tiene una estructura calificada por la teoria de juegos de Dilema del prisionero (DP). A partir del momento en que se instala la guerra fria, la URSS y los Estados Unidos tiencn en cada momento dos estrategias posibles: mantener su arsenal nuclear constante (C = cooperar) o aumentarlo (D = hacer desercién). La estrategia C implica un riesgo considerable: verse superado en la carrera armamentistica. Para cada uno de los dos protago- nistas, lo ideal es escoger D mientras que cl otro elegiria C. La situacién en que cada uno de los dos ele- girfa C es para cada uno la segunda mejor opeién; aquella donde cada uno de los dos elegirta D viene para cada unoen tercer lugar en cl orden de las preferencias esla situacién donde cada uno padece costos considera- 28 bles para mantenerse on el mismo nivel que ef otro. Escoger C mientras que el utro clegivia D viene on cuarto lugar. En resumen: los Estados Unidos prefieren DC (la situacion en que los Estados Unidos se arman mientras que el nivel del arsenal soviético es constante) a CCsOC. a DD; y DD a CD. Las preferencias de la URSS son simétricas: ella prefiere CD (situacién en que los Estados Unidos mantienen su arsenal en un nivel constantey en que ella aumenta cl suyo) a CC; CC a DD; y DD a DC. Los dos estan de acuerdo en dar a lag situaciones intermedias CC y DD los rangos 2 y 3. Se oponen en sus preferencias en las otras dos situaciones Este doble sistema de preferencias define la estructura del Dilema del prisionero. La unica salida para los gobiernos de los dos paises esescoger la estrategia D, la tinica queelimina cl riesgo catastr6fico que acarrearia el hecho de no emprender a tiempo el programa que permita garantizar que el adversario, manana, no se encontrara en posicién de supcrioridad. Por lo tanto, DD es la combinacion estra- tegica que tiene todas las probabilidades de realizarse en una situacion de interaccién de tipo Dilema del prisionero. Ahora bien, ésta cs la que cfectivamente se Hev6 a cabo en el curso de los largos decenios de la Suerra fria. Un acuerdo CC habria sido preferible de lejos, puesto que el equilibrio entre las dos naciones habria sido preservado sin que ellas tuvieran que exponerse a gigantescos gastos militares. Pero esta solucién no podia ser alcanzada en virtud del cardeter dominante para los dos actores de la estrategia D. Por eso las conferencias sobre el desarme que precedicron Iacaidade la URSS desembocavon en una reduecién de los arsenales de caracter simbélico: cuando terminaron, las dos superpotencias conservaban la posibilidad de hacer saltar varias veces cl planeta, 29 Fue el mérito del presidente norteamericano Ro- nald Reagan comprender que las conferencias sobre cl desarme obedeefan a una racionalidad sobre todo simbélica y que la nica manera de poner fin a la guerra fria consistia en romper las reglas del juego. ¢€6mo? Con la fanfarronada de la Guerra de las galaxias. Fanfarronada, porque en la época los Esta- dos Unidos no disponfan de los medios que les permi- tievan realizar con rapidez el programa SDI. Pero los soviéticos no podian poner en duda la voluntad de los Estados Unidos de encararla, Ahora bien, el costo cra exorbitante. Sila URSS hubiera intentado conti- nuar, habria hecho frente a dificultades econémicas insuperables. El orden social y politico, ya vacilante, habria estado peligrosamente amenazado. El gobier- no soviético, en consecuencia, no tenia otra opcién que abandonar la partida. A partir de ese momento, la URSS perdio su condicién de segunda superpoten- cia, que s6lo procedia de su potencia militar. Estaba obligada a confesar que ya no tenia los medios de mantener sus ambiciones y ya no podia en adelante presentar su régimen como una alternativa al régi: men liberal. Sin duda, la URSS fambién se derrumbs porque no respetaba los derechos del hombre ni las leyes de la economia, Pero de todos modos habia logrado hacer creer durante setenta aiios que repre- sentaba un régimen alternativo al de las democra- cias. Por abstracta que sea, la teoria de juegos permite jerarquizar las causas que condujeron a este acontecimiento considerable. 2, De Adam Smith a Buchanan y Tullock. - La teoria econémica que se desarroll6 a partit de impulsos iniciales como el de Adam Smith se convirtié en una disciplina auténoma cuyos limites todos ven con 30 claridad, pero cuya oficacia nadie puede negar. Su proceder y su axiomatica tambien mspiran otras disciplinas Por ejemplo, ella per fe respondee a la cuestion de saber por que uno acepta plegarse a la regla de la mayoria, Como Ja destacan Buchanan y Tullock en su obra clasica sobre EV edleulo del consenso, todo procedimiento que permita traducir un conjunto de opiniones individuales en una decisiin colectiva con fuerza de ley esta sujeto a dos inconvenientes de sino opuesto, En efecto, sea un cuerpo legislative abstracto que comprenda N micmbros que actian exclusivamente por hipétesis segin su alma y conciencia. Si se exige of acuerdo de todos para dar fuerza de ley a una medi- da, Ia discusién corre el riesgo de ser interminable, Pero se esta segura de que nadie se sentira lesionade por la nueva ley. A Ja inversa, si cl cuerpo legislative acepta someterse a la opinién de uno solo de sus miembros, la decision sera rapida, pero corre cl riesgo de disgustar a N-1 de los miembros, Asi, cuanto mas elevado es el ntimero n de miembros cuyo acuerdo es requerido, tanto mais limitado es el riesgo de imponer a los otros miembros una decision qu reprobarian, y tanto mas aumenta el ti mpo de la decision. Se puede representar estos incon venientes por dos curvas en un grafico cartesiano que Heve en Ja abscisa el nimeron yen la ordenada la intensidad de los dos inconvenientes. Una de estas dos curvas representa una funcidn creciente de n (cuanto 1 clevado es n, tanto mas crece el tiempo de la deci- sion), la otra una funcién decreciente de n (cuanto mas clevado es 1, tanto menos elevado es cl numero de aquellos que corren el riesgo de sentirse lesiona- dos). Por aniadidura puede suponerse que, en condi. nes generales, estas curvas son convexas hacia la 31 parte inferior. En efecto, es tanto mds largo y dificil que un miembro del cuerpo adhiera a una decision cuanto mds tiempo éste le haya resistido. Por otro lado, si se exige el acuerdo de n + 1 miembros mas que de n, el otro riesgo resulta tanto més atenuado cuan- to mds pequefio sea n. De ello resulta que, en condi- ciones generales, el valor de n que minimiza la suma de los dos inconvenientes es cercana a N/2, lo que legitima la regla de la mayoria simple. Finalmente, este modelo abstracto pero que describe inconve- nientes muy reales entre los cuales se trata de encon- trar un término medio desemboca en la conclusién de que, en condiciones muy generales, la manera mas satisfactoria de extraer una decision colectiva que constituya fuerza de ley de un conjunto de tomas de posicién individuales es la regla de la mayoria, y explica que sea aceptada por la minoria en todo tipo de circunstancias. Da cuenta del sentimiento natu- ral de legitimidad que induce, y la unica explicacion alternativa gira alrededor de la hipstesis del condi- cionamiento bajo el efecto de la socializacién. EI mismo modelo explica también que otras reglas sean escogidas en circunstancias particulares. Asi, las decisiones militares en el campo de batalla deben ser tomadas rapidamente. En este caso, se admite que la decisién sea tomada por uno solo. En otros tipos de decisién colectiva, el tiempo de la decision por el contrario parece secundaria respecto del inconveniente que consiste en imponer a un miembro del cuerpo una decisién que no aprueba. Por eso los jurados estadouni- denses 0 el Consejo de seguridad de la GNU exigen la unanimidad. Estos diferentes casos se traducen sobre el grafico cartesiano por una deformacién determinada delas dos curvas. En otros términos, el modelo propone una maquinaria explicativa que permite comprender por qué las reglas de la transformacién de opiniones 32 individualesen una opinion colcctiva que sea pervibida como con fuerza de ley varian segtin la naturaleza de la decision. Las cuestiones planteadas por Buchanan y Tullock contrastan con una famosa observacién de Condorcet. Mientras que las opiniones individuales tienden a sev (ransitivas (si un individuo prefiere A a By Ba C. tiende a preferir A aC), las opiniones coleetivas pueden no serlo. En efecto, es posible que una mayoria prefiera AaB, BaCyCaA. La paradoja de Condoreet inspire los trabajos de G.-Th. Guilbaud en Francia y de K Arrow en los Estados Unidos U1. Dos cursriones Estos ejemplos ilustran la eficacia explicativa de los modelos propuestos por los cuatro movimientos de investigacion evocados. Todos ponen en obra una concepeién instrumental de la racionalidad: el indivi. duo se esfucrza por determinar los mejores medios y los mas fiicilmente acccsibles para hacer frente a una situacion determinada. Pero gno os preciso que tam. bién disponga de la capacidad cognitiva de toorizar la situacién en la que se encuentra? Esta distincién entre las categorias de lo instru mental y de lo cognitive atraviesa la historia de las Ciencias sociales de los origenes a nuestros dias. Seguin Hume, Bentham y mas tarde Russell 0 H. Simon, 1a racionalidad debe estar asociada exclusivamente a la seleccién por el individuo de los medios que le Permitan satisfacer sus objetivos. Tratandose de sus objetivos, de sus valores de sus ereencias, son tratados en esta tradicién ya sea como datos de hecho para registrar sin tratar de explicarlos, ya como los efectos de fuetzas socioculturales. Ella sc limita a asimilar 33 racionalidad y coherencia: son a-racionales creencias u objetivos incoherentes entre si. Por afiadidura, ella supone que por regla gencral el individuo esta sobre todo preocupado por las consecuencias de sus actos sobre si mismo y sobre sus préjimos. Nozick (1993) y A. Sen (2005) no se satisfacen con esta concepcién instrumentalista y egoista de la ra- cionalidad. La hipstesis del egoismo no es mas que una hipétesis entre otras, por lo demas ambigua, objetan. En este punto Chateaubriand se les habia adelantado: “era un egoista que no se ocupaba mas que de los otros”, ironiza a propésito de Joubert (Memorias de ultratum- ba). También es posible, observa Sen, estar habitado por la raz6n kantiana y tener el sentido del deber o incluso tener razones sdlidas de creer en ideas falsas. El primero de los dos campos —el campo insirumen- tal— se jacta de proponer una definicién clara de la racionalidad y una visién realista del comportamiento humano. Le reprocha al segundo el laxismo de su definicién de la racionalidad. El segundo reprocha al primero el hecho de encerrarse en un utilitarismo estrecho. 2Es posible esperar unas ciencias sociales sdlidas cuando se ponen de manifiesto divergencias tan profundas a propésito de la nocién de racionalidad y de la teorfa del comportamiento humano? Por falta de clarificacisn a este respecto, {no estan destinadas a ser lenguas sin gramatica? La concepeién instrumental de la racionalidad —la més corriente en la actualidad— prolonga en efecto una tradicién filoscfica influyente, la tradicién utili- tarista. Esta constituye un marco apropiado para cl andlisis de muchos fenémenos politicos ysociales. Pero es impotente ante muchos otros. Este diagnéstico im- pone proceder a un examen minucioso de la teoria de la cleccién racional (TER). En efecto, la TER es la versin 34 moderna de la cone: nstrumental de la raciona Iidad. Es utilizada hoy por trabajos que ticnen que ver no sdlo con la economia, sino con la Sociologia, la crimi- nologia 0 la ciencia politica, Capitulo 11 LA TEORIA DE LA ELECCION RACIONAL (TER) La TER se inscribe en el marco del individualismo metodologico (IM), una concepcién de conjunto de las ciencias sociales —un paradigma, como se tiende a decir luego de T. Kuhn— que se define por tres pos tulados. El primero plantea que todo fenémeno social resulta de comportamientos individuales (P1: postulado del individualismo). Deestose sigue que un momento esencial de todo andlisis consiste en comprender el porqué de los comportamientosindividuales responsablesdel fonémeno Social quese trata deexplicar. Segtinel segundo postulado, comprender el comportamiento de un individuo es Teconstruir el sentido que tiene para él, sicndo esta eperacién, en principio, supuestamente siempre posible (P2: postulado de la comprensién). El tercer postulade especifica que el individuo adopta un comportamicnto Porque tiene razones de hacerlo (P3: postulado de la racionalidad). Por consiguiente, este postulado plantea que la causa del comportamiento del individuo reside en esas razones. No implica que el individuo sea claramente consciente del sentido de su comportamiento, Por otra Parte, reconoce que las razones del individuo dependen de datos que se le imponen, tales como sus recursos cognitivos y sociales. 37 1. Et. iNpivIDUALISMO METODOLOGICO (IM) EL IM es utilizado por los analisis més antiguos, pero se lo identifiea a fines del siglo xx. La expresion individualismo metodolégico fue propuestaen el origen por J. Schumpeter sobre la base de una indicacién de Max Weber (1965 [1922), para quien habia trabajado brevemente. Como la nocién del IM se habia impuesto en cl contexto de discusiones metodolégicas entre econo- mistas, estos dltimos asocian generalmente a los postu- lados del IM, siguiendo aC. Menger, el postulado segin cl cual el individuo actuaria bajo el dominio de un cdleulo de los placeres y las penas 0, en un lenguaje mas moderno, de una relacidn costos-beneficios (RCB). Pero la conjugacién del IM y del utilitarismo no tiene nada de obligatorio, De ningun modo implica el IM que toda accién individual resulte de una RCB. 1, El juego de las restricciones posibles del IM. Las ciencias sociales utilizan diversas variantes del IM. Para no hablar sino de las principales: en sus andlisis, Tocqueville, Weber y muchos autores con tempordneos se limitan a los postulados fundamenta- les P1, P2 y P3. Ellos se atienen a la idea de que los individuos hacen lo que hacen porque tienen razones para hacerlo, y el problemas reconstruir esas razones. Es posible estar de acuerdo en definir el IM por el postulado Pl y en hablar de IM en el sentido amplio para designar el sistema P1 a P3. Otros afiaden la restriceién de que el sentido de su accién reside siempre para cl individuo en sus consecuencias (P4: postulado del consecuencialismo) Es posible calificar esta versién del IM de cons cialista 0 de instrumental. Otros admiten por afadidura qtie, entre las 38 consecuencias de su accién, interesan al individuo en prioridad aquellas que lo atanen personulmente (PS postulado del egoismo Mais estrictamente todavia. puede admitirse que loda accién implica costos y beneficios y que cl actor social siempre se decide por la linea de accién que maximiza la diferencia entre los dos (PG: pustulado de fa RCB), Este modelo no implica ninguna restriceién sobre el contenido de las preferencias del sujeto. Lo supone dado, Los modelos instrumentales (postulados P1 a P4) deben ante todo su éxito a que proponen una teoria simple de la accién. Ademés, son portadores de una Promesa de teoria general. Entre estos, la TER {postulades P1 a P6) ocupa un lugar preferencial. G. Becker (1996) expresa que ella es la nica teoria capaz de unificar las ciencias sociales. Mucho antes de él, moralistas franceses clasicos, como La Rochefoucauld, habjan anunciado la TER cuando propusicron crigir el amor propio cn teoria general del comportamiento. La popularidad de la ‘TER proviene en particular de que ella vehiculiza un utilitarismo a menudo pereibido como desmitificador. Al interpretar el altruismo como egofsmo bien comprendido, cl utilitarismo pone de manifiesto el fariscismo de las relaciones sociales, Desacreditando las interpretaciones del sentidocomiin, facilmente es considerado profundo, por ser capaz de revelar las cosas ocultas tras las aparienci: Pero la influencia de la TER no resulta solamente de consideraciones extracientificas. Una dimensién esencial de su atractivo fue pucsta de manifiesto por J Coleman (1990): “La razén por la cual la accién racional tiene una fuerza de seduccién particular en cuanto base tedrica es que se trata de una concepeion de la accién que torna intitil toda cuestién suplementaria,” M. Hollis habia expresado la misma idea en términos 39 lapidarios: “Rational action ix its own explanation. Enestas dos citas, Ia expresion acvidn racional designa la accién guiada por la RCB. Es cierto que, a partir del momento en que se explié que un individuo hizo X més que X’ porque le patecia mas beneficiosos desde el punto de vista de sus objetivos hacer X, la explicavién esté completa. La manifestacién de los fenémenos cerebrales que acomparian el proceso de decisién del individuo, por ejemplo, no agregaria nada a la ex- icacién. . cate an objecién que podria ser dirigida a la idea de que la TER es eapaz de proponer explicaciones de cardcter autosuficiente 0, paraemplear unametéfora que nos viene de la cibernética, desprovistas de caja negra. Pero, {es menester seguir a sus partidarios cuando ven en ella la tinica teoria que presenta esta ia? "Para Max Weber, el IM en el sentido amplio (postulados PI a P3) propone una alternativa a las pscudoexplicaciones de cardcter holista: ‘Si me hice sociélogo es esencialmente para poner fin aesa industria (Betrieb) a base de conceptos colectivos cuyo espectro sigue rondando entre nosotros. En otros términos, también la sociologia no puede sino partir de la accion del individuo, ya esté aislado, en grupo o en masa; en pocas palabras: debe ser conducida segiin un método estrictamente individualista.” Todos los anélisis de Weber ilustran esta profesién de fe. Veremos varios ejemplos de esto en los capitulos IV y VI. : Weber rechaza aqui en tono del desprecio la sociolo- gia holista: aquella que desdoia la racionalidad del individuo y postula que su comportamiento debe ser analizado como resultante ante todo de un condiciona- miento por su entorno sociocultural. - Detrés del postulado holista se descubre el « prior metafisico sogtin el cual el hombre de cioncia no estaria 40 autorizado a evocar sino causas eficientes con exclusion de toda causa final; un a priori situado on cl misms fundamento de las ciencias de la naturalera, pero no muy saludable tratandose de las ciencias humanas Porque toda accién reviste un carécter teleolégico: esta determinada por las causas finales que som las intenciones del individuo La explicacién correcta de un fenémeno so: &s aquella que lo reduce a sus causas individuals, lng Que deben ser establecidas con ayuda de los procedi. micntos de inferencia utilizados por todas las ciencias Muy a menudo no se tiene ninguna vacilacién sobre leg razones que hay que imputar al comportamiento del ene. Si no fuera asi, la vida social seria imposible, Comprender un comportamiento individual es con, truly una éeoria de las razones responsables de ese pomportamiento que sea compatible con cl conjunto de los hechos conocidos. Si un individuo corta madora on sujardin y yoimputoese comportamiento aque sl desen utilizarla para calentarse, mi explicacién ser poco plausible si hace 40° ala sombra (Weber, 1965| 1922) SF,rC—————————— ue ver con la concepcién que se hizo de él la hormené. tica, Ella designa una forma de la explicacién: aquella ee como ocurre con la explicacién de la accién humana, Por supuesto, los individuos disponen de recursos materiales, sociales y cognitivos diversos. Pero estos recursos son pardmetr: no determinantes de sus Beciones. Ellos los balizan, pero no los determinan. EI hechodequeyodebasortearun obstacule para dirigirme ee ———— “ sF no determina mi accién, Mi presupuesto configure el Parametro de mi consumo, pero no lo determina, SF .rCO——_——— volens una vision naturalista del ser humane al, pues, 41 Hay que afadir que las razones de las acciones s combinan la mayoria de las veces con afectus. Asi, la injusticia puede conmover profundamente. Pero esta conmocién esinseparable delas razones quela instiuran en el espiritu del individuo. Ela priori metafisico segin el cual una ciencia del hombre digna de tal nombre deberia ignorar las razones que lo llevan a actuar inspira los movimientos de pensamiento que, como el marxismo, el culturalismo, cl psicoanilisis 0 el estructuralismo, quieren ver en las razones efectos masque causas. La imagen dela camera obscura (Marx), las nociones de falsa conciencia (Mehring) y de racionalizacién (Freud) deben su popularidad al hecho de que vehiculizan la idea de que las razones que se da el sujeto de sus actos y de sus creencias son ante todo razones de cobertura que a su vezson losefectos de causas inconscientes peroeficientes que hay que buscar en otra parte: por el lado de fuerzas socioculturales, psicolégicas o biologicas. II. La ieortancia DE LA TER Una de las razones esenciales del atractivo de la TER es realmente que suministra explicaciones autosu- ficientes —que no desembocan sobre cuestiones adicio- nales—, como lo ilustran los ejemplos siguientes. 1. Ejemplos de aplicacién de la TER. - Tocqueville (2004 [1856]) utiliza la TER en una época en que todavia no estd identificada cuando explica una diferencia entre Francia e Inglaterra a fines del siglo xvill que habia impactado a los observadores. Los sidcratas ven cn la agricultura Ja fuente del enriquecimiento de las naciones. Son entonces muy influyentes en Francia. Sin embargo, la agricultura 42 francesa se moderniza lentamente en comparacion con Ta agricultura inglesa. Esta diferencia es un efecto del fuerte ausentismo de los propietarios te- rratenientes franceses, cl cual a su vez resulla de la centralizacin administrativa francesa, explica To cqueville. Ella hace que los cargos reales sean mas numerosos en Francia que en Inglaterra y que confie- ran poder, influencia y prestigio a sus titulares, porque los erigen en instrumentos de un Estado omnipotente En Inglaterra, por contraste, un gendleman-farmer emprendedor que por su dinamismo logré atraerse el reconocimiento de la poblacién puede aspirar a funcio- nes locales. Y si ambiciona ser elegido en Westminster no debe decepcionar a sus mandantes. Por lo tanto, est mucho menos incitado a instalarse en la capital y a desinteresarse de sus tierras de lo que esta su homélogo francés, Los propietarios terratenientes franceses ¢ ingleses forzosamente idealizados considerados en este anilisis se encuentran en una situacién que los invita a decidir con total autonom{a acerca de lo que consideran de su interés y a razonar en términos de relacién costos. beneficios (RCB), Las informaciones necesarias a la toma de decisién les son ficilmente accesibles. Ellos conocen los costos y los beneficios de las opciones que se ofrecen a ellos. Por eso Tocqueville les presta ins- tintivamente una racionalidad de tipo wtilitarista y desarrolla aqui un modelo que deseansacn los postulados Pla P6 de la TER En la misma linea, Root (1994) se pregunta por qué, enel siglo xvm, la politica econémica favorecede manera constante a los productores de granos en Inglaterra y a los consumidores de granos en Francia. Su explicacion hace de esta diferencia otro efecto de la centralizacion francesa. Los consumidores parisinos ven claramente que al manifestarse en las calles de la capital pueden 43 cjereer una presién eficaz sobre el poder y obtener precios favorables a sus intereses, Una manifestacién bajolas ventanas de Westminster, en cambio, no habria tenido casi posibilidades de éxito, ya que los diputados de la Camara se los Comunes son. Ppropietarios terrate- nientes, preocupados por no decepcionar a sus electo- res de provincia, los que en su mayoria pertenecen alas mismas categorias sociales que ellos mismos en virtud del cardcter censitario del sufragio. Por eso las jorna- das de accién son frecuentes en Paris, pero raras en Londres; por eso es dificil traducir en ingles la palabra Jornadas, en el sentido revolucionario del término; por eso también la politica econémica inglesa favorece a los productores, alli donde la politica francesa favorece a los consumidores de granos. . También aqui, la axiomatica dela TERes pertinente, debido a que abarca las condiciones de informacion completa y de autonomfa decisional en las que se mucven los individuos: en consecuencia, nada se opone a que ellos se determinen sobre la base de una RCB. La TER aparece en estos dos ejemplos como de una eficacia perfecta: las teorfas de Tocqueville a de Root explican datos comparativos enigmaticos sin movilizar otra cosa que proposiciones psicol6gicasy proposiciones empiricas inatacables, 2, La ley de hierro de la oligarquia. La TER puede inscribir logros espectaculares entre sus trofeos de caza. Asi ella permite explicar Ja ley de hierro de la oligarquta de R. Michels, segin la cual un partido o un sindicato, asi fuera profundamente democratico, siempre tiene tendencia a comportarse de manera ligdrquica, Esta ley se explica por el modelo de inspiracién TER propuesto por Olson (1965): cuando un pequerio grupo organizado trata de imponer sus intereses a un gran 44 grupo no organizado, tiene posibilidades de encontrar Boca resistencia, porque los miembros del gran grupo Hienden a comportarse como pasajoros eliaucdustinon os decir, a contar con los otros para ejereer presiones que Fr ——=ess cada uno espera podersacar provecho de una resisteneig colectiva que desea fervientemente sin por cllo estar dispuesto a asumir su costo, porque sabe que, aunque no participe, lograra sus beneficius. De donde resulta que una accién colectiva del grupo grande contra el Pequeno tiene muchas posibilidades de no producirse Este mecanismo explica que el aparato de un partido 9 de un sindicato tenga el poder de imponer a suc simpatizantes una politica contraria a sus deseos, pero también que un gobierno pueda conceder mas atenion Ras exigencias de las corporaciones y generalmente de los grupos de influencia que a las expectativas del ya que las corporaciones y los grupos de influencia pueden entonces tomarsclas con unblancoidentificable y visible sin temer la oposicion de la opinion. Por esta racon imposible traducir literalmente en inglés o on alemag la expresién corriente en francés de pouvoir de la rue {poder de la calle} El efecto Olson explica también la persistencia de los fensmenos ideologicos en las sociedades democraticne éPor qué durante tanto tiempo se pudo imponer en las gscuelas francesas In gramatiea estructural, el métode de lectura global 0 una pedagogia de inspiracion Rpusseaniana, cuando muy pronto se habia podide observar que esas medidas eran contraprodustivec? SS ——Es = Revolucion de 1789, como lo mostré F. Furet? ¢Por qué 45 durante tanto tiempo se diviniz6 en Francia el Estado y se demonizé la empresa? Todas estas ideas fueron lanzadas por redes de connivencia y de afinidad. S6lo una fraceién del publico adhiere a ellas. Pero en virtud del efecto Olson, el publico en su conjunto no tiene la voluntad de oponerse a ellas. Por eso se ve aparecer el fenédmeno Hlamado del pensamiento unico, de lo politicamente correcto, hasta del terrorismo intelectual, sobre todo en las naciones de tradicién centralizadora. En suma, innumerables fenémenos relativos a los movimientos sociales, a la criminalidad, a la opinién publica, al poder politico, ala ideologia y practicamente a todos los temas que tienen que ver con las ciencias sociales fueron explicados a partir de la TER. Una ensefianza seria delasciencias socialesno puede ignorar sus aportes. TIL. La TER: UNA TEORIA GENERAL? Sin embargo, por muy eficaz que sea la TER, se puede redactar una lista imponente de los fendmenos sociales ante los cuales se da de cabeza. 1, La paradoja del voto. A este respecto, dicha paradoja representa un caso canénico, porque testimonia las aporfas alas cuales la TER (P1 a P6) y, més en general, los modelos consecuencialistas (P1 a P4) conducen acerca de ciertos temas. Si se toma en serio el consecuencialismo, nos dice estaparadoja, nose comprende por qué la gente vota: puesto que mi voto no tiene mas que una probabilidad practicamente nula de influir en e} resultado de una consulta popular, por qué voy a votar, en vez de dedicarme a actividades mas interesantes? Sin embargo, la gente vota. La paradoja del voto terminé por adquirir la categoria de un escollo 46 para la TH voluminosa, Algunos propusicron una svlucién que evo apuesta de Pascal: aunque mi voto tenga muy pocas probabilidades de ser decisivo, lo lamentaria tanto si resultara serlo que volo por precaucién, con tanta mayor facilidad cuanto que los costos del voto son bajos. Por consiguiente, cl voto deheria ser analizado como un seguro poco oneroso contraido por el sujeto para cubrir riesgos improbables, pero que tienen un alcance considerable. Efectivamente, en la vida corriente existen riesgos cuya naturaleza es tal que incitan al individuo a una respuesta de tipoapuesta de Pascal. Como los incendios son eseasos, el costo para el individuo del seguro contra incendios es bajo, pero loque esta en juego es importante Realmente tenemos aqui unaestructurade tipo apuesta de Pascal: costo bajo del seguro, pesar intenso si no se toms cl seguro y el accidente ocurre. Por eso cl seguro contra incendios generalmente no es obligatorio, Peroen el caso del voto, el riesgo de verse expuesto a lamentaciones es inexistente, ya que la probabilidad para que un voto cualquiera sea decisivo es practicamente nula. Sinembargo, cantidad de clectores Votan, incluso en las elecciones donde lo que esta en Juego parece poco. Otros trataron de resolver la paradoja del voto introduciendo la idea de que la abstencién perjudica la reputacién social del individuo. Suponiendo que el costo de la abstencin es superior al del voto, esta hipotesis permite explicar que los electores votan permaneciendo en el marco de la TER. Pero no explica Por qué el publico considera la abstencién con mala cara. Otros parten del postulado de que el clector vota Porque votar tiene para él un interés no instrumental poryeso dio nacimiento a una literatura ala a7 sino expresivo. Algunos antropélogos, preocupados por la explicacién de los rituales magicos, del mismo modo propusieron explicarlos suponiendo que en | socie-dades tradicionales tienen un valor, no instru- mental, sino expresivo. La explicacién tropieza en los dos casos con la objecién de que es vigorosamente rechazada por los mismos individuos. Hay que expli- car entonces las razones de ser de esta falsa concien- cia. Pareto (1968 [1916)) ya habia reconocido la impor- tancia de los comportamientos expresivos cuando evo- caba la necesidad de manifestar sus sentimientos por actos exteriores. Pero no es posible contentarse con declarar sin mas predmbulos que un comportamiento es de cardeter expresivo cuando los individuos involu. crados se niegan a considerarlo como tal. 2. Otras paradojas. De hecho, son partes enteras de Ja realidad social las que no se ve claramente cémo podria explicarlas la TER. La corrupcién y el tréfico de influencias casi no perjudican al publico, mientras sean moderados, como en las sociedades de la Europa Occidental o la América del Norte. Ya que los efectos de estos delitos sobre un ciudadano cualquiera son objetivamente desdefiables y subjetivamente inexistentes, es dificil sostener que su reaccién negativa para con la corrupeién le seria inspi- rada por las consecuencias que esos comportamientos acarrearian para él. Sin embargo, corrupeién y trafico de influencias son considerados graves por el publico, Ademés, son tanto mds intensamente rechazados cuan. to no mas sino menos desarrollados son estos fenéme- nos, mientras que la TER predeciria una correlacién de signo opuesto. El famoso juego del ultimatum hace aparecer otra paradoja. Un experimentador propone a dos sujetos repartirse una suma de $100 . El sujeto A debe hacer 48 ae a EER una propuesta sobre la manera en que deben repartirse los $100 entre él mismo y B. B, por su lado, solamente tiene la capacidad de aprobar o de rechazar la propue lade A. Si la aprueba, el reparto se hace segtin la pro- puesta de A. Si la rechaza, los $100 se quedan en el bolsillo del experimentador. Si la TER se aplicara a este caso se deberia observar por parte de A propuestas de reparto como $70 para mé(A), $30 para B. En efecto, en este caso B tendria interés en aceptar la propuesta de A, aunque lo perjudique. Ahora bien, la mayoria de los sujetos se niegan a aprovecharse del poder de decisién que la experiencia les confiere y proponen un reparto equitativo. Los partidarios de Ia TER imaginaron soluciones Poco convincentes de este otro tipo de paradoja. Seguin Harsanyi (1977), el sujeto se dice que al optar por un reparto equitativo esta tomando un seguro sobre cl porvenir para el caso en que los roles de A y de B se invirtieran. Pero si uno se atiene rigurosamente a la axiomatica de la TER, no se ve por qué haria este célculo en una partida a un tiro contra un adversario a quien no volverd a ver. Algunos economistas eminentes reconocieron que cra abusivo adjudicar a la TER un aleance general Asi, encuestas Ievadas a cabo en Suiza y en Alema. nia revelan que los ciudadanos aceptan con mas frecuencia el disgusto de la presencia de desechos nucleares en el territorio de su comuna cuando no se les propone una indemnizacién que cuando si se las Proponen (Frey, 1997): un resultado que la TER no puede explicar. Muchos otros fenémenos mas escapan a la jurisdiceién de la TER. Por esta razén son tratados como paradojas. Pero esta calificacién es producto de los partidarios de la TER, ya que las susodichas Paradojas no son tales sino a la manera de ver de quien 49 adjudica una validez general ala TER. Son tan nume- rosas que mas bien invitan a renunciar a ver en la TER una teoria general. TV. Razon 'S DE LOS FRACASOS DE LA TER, No es dificil determinar las razones de los fracasos de la TER, porque los fenémenos sociales ante los cuales resulta impotente comparten rasgos comuncs. Mis precisamente, pueden identificarse tres clases de fenémenos que escapan a su jurisdiecién, La primera incluye los fenémenos caracterizados por el hecho de que el comportamiento de los individuos se apoya en creencias representacionales no triviales. ‘Todo comportamiento pone en juego creencias (amo aqui ereencia a la adhesién a toda proposicién de forma 10 ereo que X, cualquiera que sca la naturaleza de X). Miro a derecha e izquierda antes de atravesar la calle, para maximizar mis posibilidades de supervivencia, asi como lo quiere la TER. Este comportamiento esta dictado por la creencia de que, si no tomo estas precauciones, correria un serio riesgo. Pero la ereencia de marras no merece que uno le preste mucha atencién. La explicacién de las creencias que funda otros compar: tamicntos —por ejemplo las practicas rituales—, por el contrario, representa un momento central del andlisis. Ahora bien, la TER no tiene nada que decirnos sobre las ercencias. Sin duda, puede postularse que lasereenciasresultan de la adhesion a una teoria y que la adhesién a una teoria es un acto de cardeter racional. Pero la racio- nalidad es aqui cognitiva y no instrumental, Un indi- viduo suscribe a una teoria porque la cree verdadera. Algunostrataron de reducir la racionalidad cognitiva a la racionalidad instrumental. Asi, G. Radnitzky 50 (1987) propone reducir la adhesién a las teorias cien- tificas a una relacién costos-heneficios. El hombre de ciencia deja de ereer en una teoria, explica. a partir del momentocn que las objeciones que se le oponen lehacen demasiado costosa su defensa. En efecto. es dificil explicar por qué la quilla de los barcos desaparece en el horizonte antes que el mastil, por qué la luna adopta una forma de creciente 0 por qué el navegante que mantiene su rumbo vuelve a su punto de partida si se admite que la tierra es plana, Pero gqué se gana on reemplazar la palabra dificil por la palabra costoso? Es més costoso defender una teoria porque cso es ma dificil. Entonces hay que explicar por qué ocurre esto, y uno se ve llevado de la racionalidad instrumental ala racionalidad cognitiva. Cuando un fenémeno social pone en juego ereencias no comunes, la TER se contenta gencralmente con declarar que el sujeto opera en el interior de marcos mentales (frames). Asi, una de las soluciones a la paradoja del voto conjetura que el elector que no ve que su voto no sirve para nada operaria en el interior de un mareo mental que le harfa creer Io contrario: tendria una estimacién errénea de su influencia sobre el resultado del escrutinio. Lévy-Bruhl (1960 (1922) explica del mismo modo las creencias magicas por la hipétesis de que los primitivos obedecerian a veglas de inferencia diferentes de las nuestras. Tales explica- ciones son tautolégicas y ad hoc. Ademés, salen del marco de la TER, puesto que suponen que cl indivi- duo obedece a fuerzas y no solamente arazones, Como Ja naturaleza de estas fuerzas cs misteriosa, se pier. de la principal ventaja de la TER, a saber, su capa- cidad de principio de proponer explicaciones auto- suficientes. La TER es impotente ante una segunda clase de fenémenos: aquellos que se caracterizan por el hechode 51 que el comportamiento de los individuos se apoya on creencias preseriptivas no consecuencialistas, ‘Traténdose de las ereencias prescriptivas, la TER estd a sus anchas mientras sean de caracter conse- cuencialista. Asi, no le cuesta nada explicar que la mayoria de la gente cree que los seméforos son algo bueno: sin ellos, la circulacién seria aun peor; pese a los contratiempos que me imponen, los acepto, porque conllevan consecuencias que yo considera positivas Pero la TER no dice nada acerca de las creencias normativas que no se explican en el modo conse-cuen- cialista. El sujeto del juego del ultimatum actia en contra de su interés. El Michael Kohlhaas de Kleist entra a sangre y fuego y acepta pruebas dolorosas para hacer reconocer su derecho. El elector vota, aunque su voto no tenga influencia en el resultado del escrutinio. E] ciudadano reprueba de manera vehemente la corrupcién. Pero no le afecta personalmente. El plagia- rio provoca un sentimiento de reprobacién, aunque no perjudique a nadie y contribuya a la notoriedad del plagiado. El impostor es sefialado con el dedo, aunque su accionar no implique ningun inconveniente para nadie, salvo para si mismo. No se ve de qué manera una teoria incapaz de producir una explicacién aceptable de hechos sociales tan familiares podria ser considera- da como general. Por tiltimo, la TER es impotente ante una tercera clase de fenémenos: aquellos que ponen en juego comportamientos individuales de los que es contrario al buen sentido suponer que puedan ser dictados por una actitud egoista. Todo espectador de Antigona condena a Creonte y aprueba a Antigona. La TER no puede explicar esta reaccién universal por una razén sencilla, a saber, que el espectador no esta de ninguna manera involucrado 52 cn sus intereses por el tema tratado. Por lo tanto, no se puede explicar su reaccién por las consecuencias eventuales que podria acarrear, puesto que esas consecuencias son inexistentes, El espectador no esta de ningun modo involuerado por el destino de Tebas, Pertenece al pasadoy ya nadie tiene influencia sobre él En este caso, los postulados del consecuencialismo y del egoismo resultan ipso facto descalificados Las ciencias sociales frecuentemente se las ven con figuras de este tipo. Corrientemente uno se ve llamado a evaluar estados de cosas que no nos ataiien direc- tamente. Se puede tener una opinién formada sobre la pena de muerte sin sentirse personalmente involucra- do por ese castigo. .Cémo una axiomética que suponga egoista al individuo podria dar cuenta de su reaccién en situaciones donde sus intereses no estan en juego ni tienen ninguna posibilidad de estarlo jamas? De estas observaciones resulta que la TER no tiene gran cosa que decirnos sobre los sentimientos morales ni, generalmente, sobre los fenémenos de opinion. En resumen, la TER esta por principio desarmada ante los fenémenos que ponen en juego creencias Tepresentacionales no triviales, ereencias preseripti- vas de cardeter no consecuencialista o creencias que excluyen por la fuerza de las cosas toda consideracién de cardcter egoista. Por esas razones, los postulados P4 a P6, por los cuales la TER se distingue del IM en el sentido amplio (postulados P1 a P3), tienen por efecto hacerle imposible la explicacién de una multitud de fenémenos. Con justa razén, la TER acepta cl postulado indi- vidualista P1, el postulado de la comprensién P2 y el Postulado de la racionalidad P3. Pero se equivoca de medio a medio cuando pretende coneeder una catego- ria general a los postulados P4 del consccuencialis- mo, P5 del egoismo y P6 de la relacién costos-benefi- 53 cios, porque no son pertinentes sino en casos particu- lares. Se puede salvar la gencralidad de la TER, por lo menos en apariencia, si se plantea que el sujeto social obedece siempre en tltima instancia a intereses egoistas. Pero con qué derecho afirmar que quien ex- presa su opinién sobre temas que no lo conciernen personalmente no buscaria otra cosa que darse el gusto 0 limpiarse la conciencia? Esto puede ocurrir, pero entonces hay que mostrarlo. Los partidarios de la TER raramente se preocupan de hacerlo, porque se consideran legitimados en su pro- ceder ante todo por la tradici6n positivista en su ver- sin hard, seguin la cual los hechos de conciencia y en particular las razones que motivan la accién indivi- dual deben ser apartados del andlisis cientifico so pretexto de que son inobservables. Si esto fucra cierto, las investigaciones de la policia o de la justicia estarian descalificadas de antemano y la vida social seria un tejido de ilusiones. A la influencia del positivismo se aftadié la del marxismo, que promovié la nocién de falsa conciencia al rango de una trivialidad, y después la del psicoandlisis. Estos movimientos de pensamiento au- torizan a afirmar que lo que cl sujeto cree pensar no es lo que él piensa realmente. Capitulo UL LA TEORIA DE LA RACIONALIDAD ORDINARIA (TRO) La teorta de la eleceidn racional (TER) es considerada por loseconomistas como una herramienta fundamental Su popularidad relativa ante otras ciencias sociales como la sociologia, proviene en gran parte dela voluntad de algunos socidlogos de dar a su disciplina una base sdlida que le permita eseapar al marco de pensamiento holista: el que dice que el comportamicnto de los dividuos debe analizarse sobre todo como un efecto del condicionamiento que les sevia impuesto por las estructuras sociales y culturales, La TER dio un paso decisivo con la (eoria de la racionalidad limitada (TRL) de H. Simon (1983) Tenicndo en cuenta el costo de la informacién, la TRL permite explicar los medios escogidos por el tomador de la decision para aleanzar sus objetivos de manera mas realista que la TER. Pero al igual que la TER, no permite penetrar el universo de las preferencias, de los objetivos, de las representaciones, de los valores y las opiniones del individuo, Porque H. Simon ve la racionalidad como de cardcter exclusivamente instrumental: “Reason is fully instrumental. It cannot fell us where to go; at best it can tell us how 10 get there.” G. Becker (1996) tiene el mérito de haber hecho un 35 timido abordaje para penetrar en cl universo de las preferencias explotando la idea de que algunas practicas tienen por efecto reforzar la preferencia del sujeto por esa misma practica. Cuanto mas me perfecciono en la guitarra, mas me interesa. Pero él no hizo mas que araiar el universo de los hechos de comportamiento ante los cuales la racionalidad instrumental esta desguarnecida. De hecho, H. Simon y G. Becker se someten a una tradicion solidamente implantada en las ciencias humanas —sobre todo anglofonas— desde Hume, tanto en filosofia como cn economia. Para Hume, la ravén es la esclava de las pasiones: “Reason is, and ought only to be, the slave of passion.” En lenguaje moderno: los fines se explican por causas a-racionales, ya que la razdn no puede dar cuenta sino de los medios. Las pasiones en las que piensa Hume son las pasiones clasicas, como la ambicin, el odio, el amor o la ira, cuya existencia es indivectamente observable: la ira enrojece el rostro, la ambicién se descubre en rasgos de comportamiento que no mienten. Pero sin duda jamds se le habria ocurride aHumeexplicarel comportamiento humano por fuerzas ocultas. Para B. Russel (1954) la concepcién instrumental de la raz6n es la tinica valida: “Reason has a perfectly clear and precise meaning. It signifies the choice of the right means to an end that you wish to achieve. It has nothing whatever to do with the choice of ends.” Bl tono de Russel y de H. Simon revela sin duda que tenfan la sensaci6n de enunciar una evidencia. Sin ombargo, su concepeién instrumental de la razén —mas bien habla. riamos hoy de racionalidad— no esta desprovista de ambigiiedad. Es cierto que toda accién trata de deter. minar los mejores medios que permiten aleanzar tin objetivo. Pero la eleccién de los medios descansa la mayoria de las veces en creencias, apoydndose esas 56 mismas creencias en teorias y oxas teorias on Presupuestos. Ahora bien, la definicién de Russell no cs feeptable salvo que se pueda dar un sentido precise a los medios adecuados (right means) que él eveca, Bato implica que fas creencias que fundan a elecciin por el Sujeto de los medios que ¢l privilogia sean werdatleras sitemiten sobre la representacisn de lo veal y buenos legitimas 0 adecuadas —en el sentido normative. vemiten sobre el deber ser. Ahora bien, sélo en casos Particulares la determinacién de los medios adecuados no'plantea problemas, La concepeién instrumental de la racionalidad, ademés, tiene un efecto colateral lamentable. a saber, alentar una visién ecléctica de la accién. Come ella trata los objetivos que se otorga ol ser humano, sus gremecias y valores como fuera de la racionalidad, invita a ver en ellos el efecto de /uerzas a-ravionales te paturaleza psicolégica, biolégica, social ocultural. Ahora bien, con excepcién de las pasiones observables even das por Hume, las fuerzas en cuestién tienen la propic- dad de estar condenadas a permanceer ocultas, Natag dificultades explican la aparicién on los aiios sesonts del programa que proponia aplicar la ‘TER » temas Politicos, culturales 0 sociales, Apuntaba a soslayar Ie vision esquizofrénica del ser humano que habia terminado por instalarse: libre de la elecciin de sus medios, sometido a fuerzas ocultas que le impondviang Sus objetivos y sus creencias. En ocasiones osta vision &s resumida por el eslogan segtin el cual la decision se fonprenderta a partir de las causas finales que son las intenciones, mientras que el comportamiento a. explicaria por causas eficientes a-racionales Este dualismo tullidoy sinembargomuy generalizado Se evita buscando la gramatiea de las ciencias sociales Por el lado de la racionalidad ordinaria, A continuacién presentaremos el concepto de racionalidad ordinavia (RO) y la teoria corvespon- diente, la leoria cognitiva de la racionalidad ordina- ria 0, mas brevemente, la teorta de la racionalidad ordinaria (TRO), Luego nos esforzaremos por ilus- trar su eficacia con diversos ejemplos. L Devinicios be 1.4 TRO Sea X un objetivo, un valor, una representacién, una preferencia, una creencia 0 una opinién. Se diré que X se explica por la racionalidad ordinaria (RO) si X es a los ojos del individuo que adhiere a X la consecuencia de un sistema de razones S todos cuyos elementos son aceptables para é1y si al aleance de su vista no existe un sistenta de razones S’ preferible que lo llevaria a suscribir a X’ mas que a X. En este caso, se dird que $ es la causa de la adhesién del individuo a X. Las creencias cientificas suministran una aplicacién inmediata de la RO. Se acepta la hipotesis de Torriceli segtin la cual ¢] mercurio sube en el barémetro bajo el efecto del peso de la atmésfera. La teoria aristotélica, segtin la cual se elevaria porque la naturaleza tendria horror al vacio, es mas débil porque no puede explicar Ja variacion de la altura del mercurio con la altitud y porque introduce una nocién antropomérfica. Berthelot (2006) recuerda con justa razén que la hipétesis de Torricelli esta lejos de haberse impuesto de inmediato, Pero también muestra que se puede desconocer cl papel desempenado por la racionalidad en la instalacion de las ideas cientificas sobre el mediano y el largo plazo. En todo caso, el fenémeno colectivo del consenso que termind porestablecerse en favor de lateorfa de Torriceli tiene razones como causas. Esta explicacién esta désprovista de cajas negras: es autosuficiente. Y es autosuficiente porque es racional. Este ejemplo ilustra 58 por lo tanto la formula ya citada de M. Hollis seguin la cual “la accién racional tiene de notable que ella es sua Propia explicacisn”. Por ultimo, la racionalidad puesta en obra en este ejemplo no es la racionalidad instru. mental, sino la racionalidad cognitiva Tratandose de la TRO, ella postula que la racionalidad gue es responsable de la instalacién de las ereencias cientificasloes también de la instalacion de lascreencias Positivas y normativas, ya sean individuales o co. lectivas. Por supuesto, nada implica que sea posible asuciara toda ereencia un conjunto de proposiciones que satisfagan las dos condiciones de la racionalidad ordinaria (RO), a saber, que todas las propusiciones incluidas en S sean aceptables y compatibles y que ningtin conjunto 8’ de proposiciones sca proferihie a S 8’ seria preferible a 8 si ciertos elementos de § fucran preferibles a ciertos elementos de S, sin que ningtin ele. mento de 8’ sea menos aceptable, Por lo tanto, slo en casos particulares se puede zanjar sin ambigtiedad entre S y S'. La definicién de la RO describe on otros términos una situacién ideal, Ella constituye el punto de referencia a partir del cual el individuo aprecia la Solidez de sus ercencias: 61 percibe sus ereencias como méiso menos fucrtes segun el grado en cl cual seaccrean 9 se alojan de esa situacién ideal En efecto, concretamente es corriente que no se esté en condiciones de afirmar si hay que preferir S’ a S. Pero toda creencia a la que adhiere el sujeto trae aparciado en su animo el sentimiento difuso de que no Percibe las razones que lo llevarian a creer otra cosa. la duda Heva a buscar un sistema de razones que permitirian resolverlo. 1. Variantes del modelo. Esto equivale a decir que el Pengamiento ordinario sdlo aplica de manera aproxi- mativa el modelo definido por la RO, donde un conjun- to de razones compatibles se impone con respecto a Sus competidores. Este conjunto puede estar despro- visto de validez, como en el caso en que se introduce una misma palabra en las dos premisas de un silogis- mo formalmente impecable, pero en sentidos diferen. tes. Aqui, el individuo se convence sobre la base de razones de validez dudosa, pero no lo ve. Sin embargo, ghay que seguir a Pareto cuando pretende que razones defectuosas por principio no pueden ser la causa de una creencia? A su juicio, tales razones no harian sino recubrir la creencia del sujeto de un barniz logico, residiendo las causas reales de su conviccién en motivaciones inconscientes. Asi, es una pasion, la de la hostilidad respecto de la propiedad, la que engendrar‘a los razonamientos que apuntan a mostrar que la propiedad es una institucién injustificable (Pa- reto, 196811916], § 1546): “Se vive bien cuando se vive segtin la Naturaleza; la Naturaleza no admite la pro- piedad; por lo tanto se vive bien cuando no hay propic- dad. En la primera proposicién, del agregado confuso de sentimientos designado por el término Naturaleza surgen los sentimientos que separan lo que es conforme a nuestras tendencias (Io que nos es natural), de lo que hacemos tinicamente por coercién (lo que nos es ajeno, displacentero, hostil), y el sentimiento aprucba la pro- posicién Se vive bien cuando se vive segtin la Naturale. za. En la segunda proposicién surgen los sentimiontos que separan el hecho del hombre (lo que es artificial), de lo que existe independientemente de la accién del hombre (lo que es natural); y también aqui, el que se deja guiar por el sentimiento admite que la propiedad no es obra de la Naturaleza, que la Naturaleza no la admite. Luego, de estas dos proposiciones resulta logi- camente que se vive bien cuando se vive sin la propic- dad; y si esta proposicién os también admitida por el 60 Sentimiento del que entiende el razonamiento, estima a @ste perfecto desde todos los puntos de vista” La dificultad es que Pareto propone aqui explicar la creencia que él imputa a su sujeto ficticio, no por la argumentacién brillante y aparente que le adjudica, Sino por sentimientos inconscientes cuya existencia considera inevitable postular porque rechaza por prin. cipio Ia idea de que una argumentacién aparente pueda ser la causa real de una conviecién. Pero a diferencia de las pasiones en el sentido de Hume, las fuerzas psiqui. cas que Pareto ve aqui en obra son de indole oculta, La envidia y los celos ciertamente pueden desempettar un Papel en el aborrecimiento de la propiedad, pero no se ve que basten paraexplicar la condena con que la afecta Proudhon, sin duda el autor encarado por Parcto on el Pasaje citado. Es trivial que un razonamiento invalido no sea per- cibido como tal por el ereyente. Pero nada obliga a Suponer, como lo hace Pareto, que las razones que se da no sean la causa de su conviecién. El zorro que ve las uvas demasiado verdes no obedece a motivaciones in. conscientes que estarian recubiertas de un barniz légi. co. Lo vemos en el hecho de que La Fontaine eseribe csponténeamente (dejando de lado las coerciones de la versificacion): “Estan demasiado verdes, dijo” y no “se dijo”. El zorro simplemente actia de mala fe. Tal ver Porque desea salvar el honor ante un testigo sarcastice En suma, es arbitrario suponer que las razones que Se da un individuo no sean la causa de su conviccion « partir del momento en que un razonamiento imperfecto desde el punto de vista légico, Es mas simple y més plausible reconocer que, la manera de la racionalidad instrumental, la racionalidad eognitiva es ilimitada en lo ideal, pero limitada en la practicn, fn efecto, es posible alejarse de la situacion ideal que define la RO de muchas maneras. Es posible no toner es 61 acceso a la informacién pertinente, carecer de compe tencia cognitiva, obedecer a motivaciones que condu- cen a filtrar las razones que se consideran, como por ciemplo lo hace normalmente cualquier abogado. Is posible convencerse de que X es bueno 0 de que ¥ vx verdadero porque se desconoce la existencia de razonen contrapuestas a aquellas sobre las cuales uno se funda Estos desaciertos son tan corrientes en la vida cienti- fica como en la vida ordinaria. Todos los estudios sobre las controversias cientificas muestran que aquellos que creen en una tesis se esfuerzan por minimizar los argumentos de sus oponentes, hasta por procurar que no puedan exponerlos. 2, Enunciados ficticos y prineipios. Las propo- iciones que pertenecen a un conjunto S y que fundan una creencia en el espiritu de un individuo normal. mente dependen de varias categorias. Algunas de estas proposiciones son de cardcter féctico, otras son princi, pios, Ahora bien, las proposiciones ficticas pueden ser confrontadas con el mundo real. En eambio, los princi. ios, por esencia, no pueden ser demostrados, No hay ciencia sin principios, afirma justamente Max Weber. Algunos de. estos principios son muy generales, como el que dice que se prefieren las explicaciones de los fenémenos naturales por eausas cficientes mas bien que finales: un principio que no se ha vuelto evidente sino con la modernidad. El principio segiin el cual los fenémenos de evolucién biolégica deben explicarse por el esquema neodarwiniano mute, cidu-seleccién tiende también a ser ampliamente accp. tado. La racionalidad de esta aceptacién es fitcil de identificar: descansa en el metaprincipio segiin el cual un principio P es proferible a un principio P’ si las teo- rias inspiradas por P son mas satisfactorias que las teorias inspiradas por P’, Ella explica que el dari. 62 nismo se haya impuesto irreversiblemente contra el creacionismo a despecho de todos los combates de retaguardia. Pero como el universo de las leorias inspiradas por un principio cs indefinido y abicrto, Jamas puede considerarse que se ha demostrado un principio. La racionalidad cognitiva puede ser o no dependiente del contexto en el cual estan inmersos los individuos Asi, las sociedades modernas estan impregnadas de Pensamiento eientifico, No ocurre esto en las sociedades tradicionales. Una creencia es calificada de cientifica si es independiente del contexto: si tiene vocacion de ser considerada como valida por todo ser humano. Otras creencias tienen por causas razones que log individuos pertenecientes a un contexto consideran como vallidas, pero que no lo son para individuos que Pertenecen a otros contextos, Una ereencia tiende a imponerse colectivamente a largo plazo si se acorea a la situacidn ideal de la RO, y Fea 0 no dependiente del contexto. Durkheim (1979 {1912)) expresé esta idea en una frmula soberbia, aeuiiada como una insignia: “El concepto que, primiti, vamente, es considerado como verdadero porque es colectivo tiende a no volverse colectivo sino a condlieion de ser considerado como verdadero: nosotros le pedi. ‘mos Sus titulos antes de concederle nuestro crédito,” Esto significa que una creencia colectiva « impone en todos los casos sobre la base de un sistema de argumentos dado a partir del momento on que un individu cualquiera no le ve un competidon serie, Pero, segun las cireunstancias y las sociedades, ta 63 discusién puede ser abierta, como en los debates cientificos de las sociedades modernas, 0 encerrada en el mareo de un contexto social particular. Estas distinciones permiten definir cuatro casos ideales. Una creencia puede estar fundada en raze, nes fuertes e independientes del contexto. El objetivo de las ciencias es proponer creencias de este tipo Una creencia también puede estar fundada en raso. nes independientes del contexto, pero débiles. La idea de que la propiedad noes natural fue desarrolla. da en diversos contextos, pero esta fundada sobre argumentos dudosos. Una creencia pucde asimismo estar asentada sobre razones percibidas como fuer. tes, pero solamente en determinados contextos. Asi, segiin Durkheim, las creencias en la eficacia de log rituales de Iluvia estan fundadas en el espiritu de quienes adhieren a ellas sobre razones que pucde comprenderse que se las consideren como validas, pero s6lo se erce en ellas en ciertos contextos. Poy uiltimo, las creencias pueden estar fundadas por razones débiles que sélo son aceptadas en cicrtos contextos. Asi, scgin Tocqueville, los funcionarios franceses tienen tendencia a pensar que sélo el Esta- do esta habilitado a asumir ciertas funciones, por que, segiin ellos, seria desinteresado, mientras que las empresas privadas no buscarian otra cosa que su propio beneficio. Sistema de razones Fuerte. Débit No contextual 1 barémetro sube La propiedad no es bajo el efecto del peso natural de la atmésfera Contextual Las danzas de tluvia __Unicaniente el Estado facilitan la caida es desinteresado de las lluvias Ga UL. Lane CENTRAL DE La PRO La tesis central de ta (eoria de la racionaidad ordina ria (TRO) enuneia que la racionalidad ordinaria en el sentido definide mas arriba puede explicar eficazmente la adhesin det individuo a una ervencia positive normativa, aun valor oa un medio, Blla también per. Tnite explicar, por lo menos en ciertos casos, los objel!, vos que se otarga. EI contraste entre la TRO y la teoria instrumental convencional de la racionalidad, por lo tanto, os irte- cusable. Incluso en la definicién abierta que da de ella H_ Simon (1983), la teoria instrumental de la racionas jidad esté limitada ala explicacién de la cleccion por el individuo de los meclios que pone en préctica va soa Para aleanzar un objetivoo para respetarun valorouna TpPresentacién en la que eree. En cuanto a la teoria de G. Becker (1996), ella permite explicar los objerivos Perseguidos por un sujeto a partir del momento en que estos dependen de un mecanismo de adiccién on ol sentido amplio del término, implicando tanto » la adiccién a una actividad on Ia que uno se complace como a la adiecién a una droga. Pero la apertura que Propone permancce limitada a la explicacion de ciertas categorias de objectives estrechos y permancce muda sobre la explicacién de las creencias Acontinuacién, ejemplos tomados de diversos temas intentan sugerir que la TRO es el mejor eandidato para tuir la columna vertebral o la gramatica de las ciencias sociales Capitulo IV LA RACIONALIDAD ORDINARIA DE LAS REPRESENTACIONES Encararemos primero el caso en que el fenémeno por explicar es una creencia que remite ala representacion del mundo, una creencia representacional, y general. mente una ereencia que se expresa por una proposicién de tipo X es verdadero. No volveremos sobre las creencias cientificas. Hasta ahora sélo las evocamos porque hacen aparecer con una claridad particular el papel de la RO en la formacién de las creencias, PO CLENTIFICO ENSAMIENTO ORDINARIO? 1. GUN asisoo errr p yP éPor qué no aceptamos facilmente la idea de que la RO esta también on marcha en el caso de las creoncias que remitensobre la representacién del mundoque aparecen en el contexto de la vida de todos los dias? Por dos razones. Primero porque ellas varian de un contexto al otro en todo tipo de temas, mientras que las ereencias cientificas apuntan en principio a ser independientes de todo contexto, En segundo lugar, porque el Positivismo implanté la idea de una profunda discon- 67 tinuidad entre las creencias cientificas y las creencias no cientificas. Pero esta idea recibida es tardia, justamente data del positivismo, Por contraste, lamayoriadclosfilésofos clasicos, de Aristételes a Descartes, Leibniz o Kant, sostienen que cl conocimiento ordinario, a la manera del conocimiento cientifico, esta guiado por cl buen sentido. La posicién de Einstein (1954 [1936}) sobre este punto carece de ambigtiedad: “La ciencia no es otra cosa que un refinamiento de nuestro pensamiento de todos los dias” (“science is nothing more than a refine- ment of our everyday thinking”). 8. Haack (2003) mos- tr6 que la mayoria de los hombres de ciencia de ayer 0 de hoy suseriben a la misma idea, G. Bachclard es uno de los pocos en sostener que el pensamiento cientifico se caracterizaria por una ruptura epistemoldgica con el ensamiento ordinario. Pion nuestros dias, la idea de una discontinuidad radical entre conocimiento ordinario y conocimiento cientifico fue desgraciadamente reforzada por los resultados de Ia psicologia cognitiva. Cantidad de sus, experiencias hacen aparecer la intuicién como falible. Pero es imposible, se lo ha dicho, extracr de esto la conclusién de una discontinuidad entre pensamiento sientifico y sentido comin. Porque Ia psicologia cognitiva practicamente no formula a sus cobayos mas que preguntas con trampa, = Ahora, algunos ejemplos sugerivén, contrala hipstesis de la discontinuidad entre pensamiento cientifico y sentido comiin, que el conocimiento ordinario, asi como el eonocimiento cientifico, esta inspirado por Ia RO. Sogn el Dictionnaire historique de la langue francaise de Robert, el sentido comiin designa la adicién del buen sentido de todos. La idea de ver en el sentido comin una adicién de la falsa conciencia de todos es una extravagancia nacida en nuestro tiempo. 68 TL Las ckiexcras ieiictosas: PRODUCTOS DE LA KACIONALIDAD ORDINARIA Para ilustrar la importancia de la’TRO en la expli widn rT —-_— las creencias religiosas, porque a primera vista oponen peer ceeotiowal la TROven lnlmodida enfanntaes corrientemente consideradas como a-racionales, Es el Punto de vista de muchos creyentes y de los mismos tedlogos: credo quia absurdum. Bs cl punto de vista del Voltaire de L’Essai sur les mavurs, de Feuerbach o de Mars: las ereencias rcligiosas encubririan ilusionos Ahora bien, los grandes socidlogos de las religiones y en Primer lugar Durkheim y Weber se oponen tantoatce como a otros: ellos parten de la hipstesis de que los ere. Yentes tienen razones de mantener por vilidas sus es —_ 1. Las creencias en los milagros. Por qué, se Pregunta Durkheim (1979 [1912)), se cree en Ia cxistencia de los milagros desde los tiempos biblices hasta el siglo xvi? Su respuesta: mientras mo se habia impuostolanaeién de ley dela naturaleza, losfendmeny haturales eran explicados por la accién de los espivitus ¥ de los dioses: en consccueneia, no era factible oponer, fenémenos resultantes de leyes naturales y fondmeno: noresultantes de lias. Por cierto, los inerédullos son de todos los tiempos, como el filésof latino Celso, que no rena’ Aue Supercherias en los prodigios que las religiones atribuyen a sus dioses: al evoent ol episodio e——E™r—— del Fislo u: “Se trata aqui de juegos de manos que realiaay lantes.” Pero sélo a partir del momento 'sSe impusieron se instalé la distincion entre fendmenos explicables que derivan de loves naturales y fenémenos inexplicables, 69 éPor qué la nocién de milagro a pesar de todo no se eliminé por completo?, puede uno preguntarse prolon- gandoa Durkheim. Ocurre que las ciencias no explican todo. Ni siquiera se imagina uno que alguna vez puedan explicarlo todo. Por otra parte, la filosofia de las cien- cias moderna eliminé el cientificismo, o sea, la doctrina segiin la cual s6lo el conocimiento cientifico seria con- fiable. Por ultimo, en adelante prefiere la nocion de mecanismo —por ejemplo los mecanismos darwinia- nos—a lade /ey. Ahora bien, los mecanismos responsa- bles de muchos fenémenos complejos —como la ap: cién del ojo— siguen siendo ampliamente desconoci- dos. Por esocl argumento de Rousseau segtin el cual, a como no se puede tener la esperanza de reescribir La Mada combinando al azar las letvas del alfabeto, tam- poco se puede explicar la aparicién de la vida por el azar, conserva cierta fuerza de conviccion. En resu- men, un conjunto de datos explica que las iglesias sean prudentes tratandose del reconocimiento de milagros en el mundo moderno, pero también que no renuncien sin embargo a la idea de que intervenciones divinas pucdan interrumpir el curso normal de las cosas, puesto que esto equivaldria a sacrificar la nocién de la omnipotencia de Dios. : 2. Los campesinos contra el monoteismo. {Por qué, se pregunta Max Weber (1986 [1920)), los oficiales y los funcionarios romanos estan atraidos por los cultos monoteistas importados del Medio Oriente como el culto de Mitra, mientras que los campesinos le son duraderamente hostiles y permanecen fieles a la religion politeista tradicional? La hostilidad de estos Ultimos al cristianismo era tan profunda que la palabra paganus (campesino) terminé por designar a los adversarios del cristianismo, los paganos, Tratandose de los campesinos, Weber explica que la 70 Imprevisibilidad de los fendmenos naturales que domina Su actividad les parece incompatible eon la idea de que clorden de las cosas pueda ser sometido a una voluntad Unica obligatoriamente dotada de un minimo de coherencia. Ellos aceptaron mas facilmente el cristianismo a partir del momento en que una multitud de santos volvio a darle un eardctor politefsta més compatible con su experiencia En una palabra, los campesinos romanos fundan sus creencias en un sistema de razones que les parecen validas. Otro tanto ocurre con los oficiales y los funcionarios: con su lado jerarquico y sus rites de iniciacién impersonales, el culto de Mitra les parecia reflejar fielmente la organizacién del Imperio romano an Un registro simbdlico, Luego esto debia facilitar In difusion del cristianismo entre ellos, La contexiualicad de estas creencias ordinarias no implica que sean a. racionales. TIL - La RaCiONALIDAD DE LAS CREENCLAS RELAGIC SEGUN DURKHEIM La obra maestra de Durkheim (1979 {19121) sobre Las formas elementates de la vida religiosa est guiada por Uhe Telexion metédica sobre los principios a los que debe obedecer la sociologia para explicar las ercencag religiosas respetando los imperativos del espiritu cientifico, Estos principios son tres, a saber: (1) explicar un fendmeno social y en particular una creeneia eo encontrar sus causas; (2) las causas de toda creencia residen en law razones que tiene el ereyente de suscribin @ellas tal como sc las puede reconstruir sobre todo pero no exclusivamente a partir de sus declaraciones. (3) ‘una condicién necesaria para que el observador pueda a identificar las razones del creyente es que haga abs- traceién del saber de que él mismo dispone y que no puede imputar al creyente. : Aunque casi no emplea la palabra racionalidad, el postulado de la racionalidad del creyente esta constantemente presente en la sociologia religiosa de Durkheim. Es en virtud de este postiulado que él rechaza sin concesiones toda teoria que haga de las creencias religiosas el efecto de ilusiones 0, como él dico, de alucina- ciones, Este leitmotiv recorre todo su libro. Loquecreaciertaconfusién es que Durkheim presenta su postulado de la racionalidad de las creencias en una forma negativa: cuando propone tratar toda explicacién de las creencias que hacen de éstas ilusiones como por principio carente de valor cientifico. Estas explicaciones a-racionales estén dictadas al observador por la incomodidad intelectual que experimenta frente a ereencias que lo intrigan, Pero ellas son inaceptables Hasta un gato, ironiza Durkheim, comprende que el ovillo de hilo que da la impresién de tomar por una rata no lo es. Por eso rapidamente se desinteresa de él. @Cémo aceptar la idea de que el ser humano, por su parte, pueda ser duradcramente vietima de ilusiones groseras? Por Io tanto, Durkheim propone considerar que el pensamiento humano es una de ellas. El primitivo —co- mo se dice en su época— pone en prictica las mismas reglas de la inferencia que el hombre moderno. La hipétesis sogiin la cual esas reylas variavian segin las culturas o las épocas puede ser descartada sin vacila- cién. Basta con tener en cuenta el hecho de que los conocintientos, las interpretaciones del mundo y las categorias utilizadas por los sores humanos varian en el tiempo y en el espacio, contrariamente a la hipstesis defendida por Auguste Comte, por Lévy-Bruhl ¢ im- portantes autores de hoy como los antropélogos norte- 72 americanos R. d’Andrade oR. Shweder, Sélo varian los contenidos del pensamiento, Tratandose ineluso de los aspectos mas ritualizados dela vida social, lejos de contentarse con interiorizarlos ¥ entregurse pasivamente a ellos, el individuo no los acepta a menos que los vea como consccuencias de tcorfas religiosas a las que experimenta razones de sus. cribir: “Los hombres no pueden celebrar ceremonias en las cuales no vieran razén de ser, ni aceptar una fe que no comprenderian de ninguna manera. Para difundir. lao simplemente para mantenerla, hay que jus la, es decir, teorizarla.” De este aniilisis « una consecuencia capital, a saber, que el individu Pereibe mas o menos confusamente las emociones fuer tes que experimenta en ocasién de una c vemonia reli- Biosa como fundadas en una (coria, Porque lo afectivo y Jo racional no se oponen: se componen. Todo el andlisis durkheimiano de las creenci feligiosas descansa finalmente en cl principio fundamental de que las causas tiltimas del hecho de se crea en lo que se eree residen en las razones que se tienen de creer en ello. Intelectualismo, objetaran algunos, siendo definido dicho intelectualismo porel postulado de que las eatisas de las ereencias de los primitivos residen en las razones Que ellos se dan para esto. A lo cual cl eminente antropdlogo R. Horton (1993) replies que sus colegas se equivocan mucho al erigir el intelectualismo eomo Pecado original. Se puede recalear entre otros testime. nios en apoyo de este veredicto que Ia sociologia de la religion de Durkheim debe su notable clicacia precisa. mente a su intelectualismo, De estas consideraciones resulta un corolario de una gonsiderable potencia, a saber, que, para Durkheim, las creencias religiosas deben explicarse estrietamenta dela misma manera que las creencias cientificas. 1. La creencia en la existencia del alma. Bajo dife- rentes vocablos, todas Jas religiones introducen la no- cién de alma. “Asi como no existe sociedad conocida sin i6n, tampoco existe alguna ...]donde noseencuentre todo un sistema de representaciones colectivas que se refieran al alma, a suorigen, a su destino.” {De donde pro- viene esta universalidad? Durkheim rechaza todas las teorias del origen de la nocién de alma en vigor de su tiempo, porque tienen en comin el hecho de hacer del alma una ilusi6n. Por Jo tanto, no permiten comprender por qué el creyente cree en ella. Una tcoria influyente sostenia por cjemplo que el alma seria un doble del sujeto cuya existencia habria sido sugerida al creyente por el sueiio. No es posible aceptarla por varias razones. Primero por la razén general de que no se puede admitir que el espiritu humano estésujetoa ilusiones duraderas, pero también por razones mds especificas, como la de la débil coherencia de la analogia postulada por la teoria antedicha. El alma realmente es un doble del sujeto pero, a diferencia del sofiador, nunca es concebida como capaz de remontar el tiempo: por el contrario, siempre es estrictamente contemporénea del sujeto. No sélo el espiritu humano no puede estar duraderamente sometido a la ilusién, sino que tiende a rechazar las metaforas torpes y las analogias dudosas: éstas no pueden ser duraderamente aceptadas. Durkheim (1979[1912]) propone lasiguientesolucién del enigma cientifico representado por la universalidad de la nocién de alma. En primer lugar, destaca los caracteres que siempre le son atribuidos mas alld do sus variaciones de una religion a otra. Estos caracteres Juego le permiten formular la pregunta: {De qué es el simbolo el alma? Respuesta: el alma simboliza la dualidad del individuo en sociedad, por un lado ser singular que obedece a motivaciones egoistas, por el 74 otro miembro de una comunidad invitado a refrenar sus pasiones y a darse designios inspirados por valores que el projimo seria susceptible de aprobar. lsc projimo €s por supuesto indeterminado: es el generalized Other de George H. Mead. Precisamente porque el alma expresa la dualidad del individuo social —del zon politikon de Aristoteles— esta ligada al cuerpo de manera compleja. En efecto, Durkheim destaca que el esfuerzo por localizar el alma en cl cuerpo aparece en todas las religiones. “Ciertas regiones, ciertos productos del organismo son considerados como que tienen una afinidad muy especial con ella: el coraz6n, el halito, la placenta, la sangre, la sombra, el higado, la grasa del higado, los rinones, ete. Estos diversos substratos materiales no son simples habitats para cl alma; son la misma alma vista desde afuera. Cuando se derrama la sangre, el alma se escapa con ella. El alma no esta en el halito; es el halito.” De paso se observa que Durkheim no evoca aqui la hipétesis cartesiana segiin la cual el alma tendria su sedeen laglandula pineal. Peropermite explicar al lector de hoy ese punto curioso del Pensamiento de Descartes. También permite comprender el encarnizamiento con que en el curso de los siglos se traté de resolver el problema de la localizacién del alma. No s6lo esos esfuerzos no se detuvieron en Descartes sino que en ocasiones tomaron un giro insélito. A comienzos del siglo xx todavia, un médico estadounidense llamado Duncan McDougall imaginé un dispositivo que apuntaba a medir la pérdida de peso padecida por el cuerpo inmediatamente después de la muerte, lo cual, a su juicio, permitia determinar el peso del alma. Ela cvalué en unos veinte gramos. ¥ como el Pelaje de los perros retiene los liquidos que se escapan en el momento de la muerte, descartando asi toda 15 modificacién del peso del cuerpo, McDougall infiris dle esto que los perros no tenian alma. De esto resulté un debate apasionado, porque como el pelo corto de los ratones no acarreaba cl mismo efecto, en buena logica hubo que concederles un alma, Volviendo a Durkheim, su teorfa permite explicar los rasgos distintivos de la nocién de alma, a saber, que siempre es concebida como encarnada en un individuo; como un doble del individuo; como inmaterial; como contemporainea del individuo, por lo menos mientras éste vive; como inmortal, ya sea que sobreviva al individuo 0 que se reencarne de un individuo a otro como manteniendo relaciones complejas con el cuerpo; como coincidiendo con el mismo ser del individuo en lo que éste tiene de mas profundo y como siendo sin embargo exterior a él: “Hoy como antaiioel alma es, por un lado, lo que hay de mejor y de més profundo en nosotros mismos, la parte eminente de nuestro ser; y sin embargo, es también un huésped de paso que nos vino de afuera [...].” En lenguaje moderno: los valores en los que creemos son constitutivos de lo mas profundo de nuestro yo, pero no es nuestro yo el que decidi acerca de la existencia de valores ni del valor positive © negativo de tal comportamiento, de tal insti ucién.o de tal estado de cosas. En definitiva, la idea del alma, segiin Durkheim, debe analizarse como la traduccién simbélica de una reatidad, a saber, la fe del individuo en la existencia de valores o, en los términos de Durkheim, su sentido de lo sagrado (Boudon, 2007, cap. 5). Al expresar una realidad universal, se comprende que la nocién de alma aparezea bajo vocablos diversos en todas las religiones y que, mas alld, se haya inscrito on el vocabulario corriente de todas las lenguas, Par lo tanto, Durkheim realmente sostuvo su apuesta: explicarla universalidad de la nocién de alma. 76 éPor qué la dualidad del individuo es expresada de manera simbolica? Porque algunas realidades-—por sus misma naturaleza— son percibidas de manera confusa ¥ luego normalmente expresadas de mancra simbilica Los simbolos mismos son tomados del contexto. Max Scheler viene agui a ratificar a Durkheim: “Los dioses gricgos evocan la imagen del ateniense cultivado; los dio- Ses germénicos a los guerreros francos de ojos cvlostos: el dios del Islam al sheik guerreando en el desierto™.(/.. formalisme en éthique et léthique matériale des valew rs). Pues, como lo eseribe Durkheim: “Las realidades a las cuales lel pensamiento religioso| corresponde no logran [...] expresarse religiosamente a menos que la imaginacién las transfigure.” Ahora bien, los hombres “nunea se hicieron una representacién un poco distinta Ide su pertenencia al mundo de lo sagrado, vale decir, de su creencia en la existencia de valores] salvo con Iq ayuda de simbolos religiosos”. EI ascetismo, las pricticas de ayuno, se explican, siempre segtin Durkheim, de la misma manera que la nocién de alma: para el individuo se trata de testimoniar Su capacidad de escapar a sus necesidades biolégicas y de trascender sus motivaciones ogoistas. De manera general, suscribir a interdicciones es para el individuo reconocer la dualidad de su ser. La sociologia moderna de las religiones confirma esta hipstesis. T. Luckmann (1967) no vacila en hablar de trascendencia del hombre a propésito de esta dualidad. Una vez mas, descubrimos los prineipios metodols- gicos generales de Durkheim: el individuo practica el ascetismo porque tiene razones de practicarlo, a saber, manifestar su pertenencia al mundo de lo sagrad —al mundo de los valores— al lado de su perteneneia al nun- do de lo profano. La teorfa de Durkheim permite asi comprender que todas las religiones revisten una di- mensidn ascética. La infinita variedad de las interdie.

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