XVI
Alejandra Pizarnik
El poeta y su poema
Sobre Los trabajoey los dias (1965) escribié Enrique Pezzoni:
Nose trata del juego superres
ciones para declarar [o absurdo:
Sentada. Tampoco se trata de imdgenes acumuladss que se
corijan mutuamente, brotar4lo en profusion y desde éngulos
‘optlestos para cireunseribir algo que se procura definir. No hay
aqut hueso central que rho hay conjunto: Io que debernos
faprehender es el valor de cada parte. Este fluctuar de visiones
gue se suceden sin que la mirada se pose al fin en una, escogida
interpretarse como le angustia de
que acumula contradic:
que lo revelado es esto
donde se entrecruzan los caminos de la magia y la poesia,
Con los matices y agregados que convengan a cada caso, la
persecucién de unentreeruzamiento de lamagiay lapoesia—ana
tnagia por momentos demonfaca, hecha de agotar experiencias y
de la fascinada sumersién en la negrura— define bien el intento
postico de Alejandra Pizarnik, una poeta que durante su breve
‘vida conocié un alto grado de prestigio entre sus pares y cuya
obra, a mas de dos décadas de su muerte, sigue siendo un objeto
de culto ontre escritores y artistas jévenes de ou pais.
Alejandra Pizarnik nacié en Buenos Aires en 1999. Estudié
letras y filosofia, carreras que abandoné para dedicarse a
pintura bajo la direccién de Batlle Planas. Entre 1960 1964 vivié
ten Paris donde forms parte del comité de colaboradores extranje-
rosde la revista Les Lettres Nouvelles, Colabors enalgunasdelas
principales revistas de Europa y Amé jouvelle Revue
Frangaise, Tiempo Presente, Humboldt, Mito Sur, Dilogos,
244
Temas, Zona Franca, Mundo Nuevo, Papeles de Son Armadans
centre otras. Tradujo poemas de Antonin Artaud, Henri Michaux,
Ives Bonnefoy, Leopold Sedar Senghor y Aimé Césaire,y trabajé
en numerosos ensayos de eritica literaria. De regreso de Francia,
fexpuso su obra plastica con singular repercusién. Su cbra com~
ros de poemas que van de La dltima inocencia
1 infierno musical (1971), una suerte de biografia
1a en prosa —La condesa sangrienta (1971)—y una
de textes, apuntes y poemas publicados después de
Textos de sombray tltimos poemas. Se
25 den wre do 1972, “En el centro puntual de la
Ta arafia” fue el texto de despedida hallado sobre su
No es cierto que la poesia responda a los enigmas —dijo—.
Nada responde a los enigmas. Pero formularlos desde el pooma es
dovelatlos, revelarlos. Sélo de esta manera el pregunta poético
puede volverse respuesta, si nos arriesgames a que la respuesta
Eoa tna pregunta. Cada dia son mas breves mis poemas: pequefios
fuegos pars quien anduvo perdida en Io extraiio, Dentro de unos
jpocos versos suelen esperarme los ojos de quien yo sé; las cosas
Peconciliadas, las hosties, las que no cesa de apartar lo descone-
ido; y mi sed, siemp
biisqueda desequedady:
trabajado en ol limite de
‘Alejandro Fontenla define como
vida”.
in libre péstumo escrito en
‘Lo fundamental de la reflexién de Alejandra Pizarniksobre la
poesia puede encontrarse en algunos de sus poemas. Se tr
las ceremonias del vivit
poota esta vinculada —para la ps
Eleccién de un vocabulario inextricablemente personal, a la
intima que el poeta haya desarrollado eon ciertas pala-
wrante eu vida. Una puesta a prueba, una prueba de fuego
para el lenguaje,a su vez siempre entendido como el repertorio de
las miserables y espléndidas huellas que quedan de un intento
245la palabra y c¢
como una suerte de erénica alucinada de hallazgos, llamados y
di
logo con las palabras
y consigo mismo.
Precediendo los poemas, se publican las respuestas que Ale-
jandra Pizarnik entregé para presentar una seleccidn de sus
en la Antologla consultada de la joven poesta
argentina, realizada por Héctor Yénover y Horacio Salasen 1968.
Su primera mitad reproduce los parrafos prineipales de un texto,
también introductorio, eserito por Pizarnik para Quince poetas
(1963), y la segunda fue escrita especialmente para la ocasién
El poeta y su poema
Up poema es uns pntura dotada de voz y
luna pintura es un pooma callado.
PROVEABIO ORIENTAL
La poesia es el lugar donde todo sucede. A semejanza de! amor, del
humor, del suieidiay de todo acto profundamente suoversivo, la poesiase
nde dele quences sulibertado su verdad. O¢ ado verdad
yy referirestas palabras al mundo en que viimos ono vivimos es decir uns,
No lo es cuando se las atribuye a la poesia: lugar donde todo es
En oposicién al sentimiento del exilo, al de una espera perpetua est
el poema —tietra prometida—. Cada dia son mas breves mis poemas:
pequenos fuegos para quien anduvo perdida en to extrafio. Dentro de
‘evocacién, la conjuracion, En cuanto a la inspiracién, creo en el
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|
ortodoxaments, lo que ne me impide, sino tode lo contrario, concentrarme
mucho tiempo en unsolo poema. ¥ lo hago de una manera
talvez,elgestode iosartistas pl
‘cambio palabras
-08: adhiero la hojade papel
vienen previniendo, desde tiempos inmemoriales, que la poesia:
es un misterio. No obstante la reconocemos: sabemos dénde esta. Creo
fue la pregunta 2qué es parausted fa poesia? merece una uotra de estas
dos respuestas: el silencio o un libro que relate una aventura no poco
la de alguien que parte a cuestionar el poems, fa pot
‘el cuerpo del poema; a verificar su poder encant
Parls, diciembre de 1962,
El poema y su lector
‘Sime preguntan para quién escribo me preguntan por el destinatario
de mis poemas. La pregunta garantiza, tctamente, la existencia det
parsonale.
‘De mado que somos tres: yo; el poems; el destinatario, Este triéngulo
recisa un pequefio examen.
rine un poema, no la he terminado. En verdad lo abanda-
poems existe apenas.
fepende del destinatario o
ngulo ide
1'¢l poema inacabado, rescatar
fe otros nuevas, Terminar equivale, aqui,
a dar vida nuevamente, a re-crear.
‘Cuando escribo, jamés evoce un lector, Tampoco se me oeurre pensar
‘enel destino de lo que estoy escribiendo. Nunca he busca al lector, ni
‘durante, nidespuée del poema, Es por esto, creo, que he tenido
dieron la alegria, la emocién,
‘Alo que agrego una frase propicia de Gaston Bachelard:
247El poeta debe crear su lector y de ninguna manera expresar ideas
comunes.
Buenos Aires, diciembre de 1987.
De “Extraccién de la piedra de la locura” (1968)
FRAGMENTOS PARA DOMINAR EL SILENCIO
1
ccantanay jos. Viejos, en lanegra arena,
wsa de musica an {Dénde la verdadera muerte?
He querido iluminarme a la (uz de mi falta de luz. Los ramos se mueren
en la memoria. La yacente anida en mi con su mascara de loba, La que
no pudo mas e imploré llamas y ardimo=
2
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no
quarecen, yo hablo.
Las damas de
regresarén pat
No es mud:
hendiduras cel
ors.
jo se extraviaron dentro de sus mascaras aunque
jozar entre flores,
muerte, Escucho el canto de los enlutados sellar las,
lenele. Escucho tu dulcisimo llanto florecer mi silencio
3
sacio su prestigio hechizante. ¥ yo no diré
‘Aun si el poema (aquf, ahora) no tiene
La muerte ha restituldo
mi pooma y yo he de dei
sentido, no tlene destino,
De “El infierno musical” (1971)
FUGA EN LILA
Habia que es
sin para quién,
in para qué,
248,
El cuerpo se acuerda de un amor
‘come encender la tampara.
El silencio es tentacién y promesa,
LA PALABRA QUE SANA
Esperando que e! mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien
canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobaré que no
porque se lurioso existe el mar, nitampoco el mundo, Por eso
cada palabra dice lo que dice y ademas més y otra cosa,
PIEDRA FUNDAMENTAL
No puedo habiar eon mi voz sino con mis voces.
fa deltemplo, para mi, que soy errante, que amo
tado hasta hacerme una con la noche, hasta
Ia entrada del tiempo,
‘Sus ojos oraniaet
y muero. Y hublese
deshacerme desnuda
Un canto que atravieso como un tunel.
Presencias inquietantes,
tgestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de
un lenguaje active que las alude,
ssignos que insinian terrores insolubles.
Una vibracién de los cimientos, un trepidar de os fundamentos, drenan
y barrenan,
yy he sabido dénde se aposenta aq
‘que me calle para tomar posesion de miy dren:
los fundamentos,
_aquello que me es adverso desde mi, conspira, tora posesién ce mi
terreno baldio,
ro,
he de hacer algo,
“no he de hacer nada,
‘algo en mino se abandona a la cascada de cenizas que me arrasa dentro
nella que es yo, conmigo que soy ellay que soy yo, indeciblemen-
te distinta de ella.
249Enelsilenclo mismo (no ene! mismo silencio) tragarnoche, unanoche
inmensa inmersa en el sigilo de los pasos perdidos.
es0 nos perderos, yo y el
jaciones ardientes.
No puedo hablar para nada ce
poeina, en la tentativa init de transcr
{UA dénde fa conduce esta escfitura? A lo negro, a fo estérll a lo
fragmentada.
fades por mis antiguas manos de mufeca, ja
estopa (pura estepa tu memoria): el padre,
que tuvo que ser jo. Pero th, gpor qué te dejaste
dsesinar escuchande cuentos de alamos nevados?
a que mis dedos de mufeca penetraran en las tecias. Yo no
‘lado. Yo queria hundirme, clavarme,
2, Pet fentro de
ieandsica para tener una patria, Pero la musica se movia, se apresuraba.
‘an reincldia, alentaba en mila esperanza de que se
es recide.a una estaciénde:
de partida firme y seguro; un lugar desde el cual
hacia et lugar, en unién y fusion con e! lugar. Per
brave, de mode que yo no podia fundar unaestacién pues no contaba més
que con un tien algo salido de los rieles que se contorsionaba y se
Gictorsionaba, Entonces abandoné la masica y sus traiciones porque la
misica estaba mas arriba o mas abajo pero no en el contro, en el lugar
ae la fusién y del encuentro, (Tu que fuiste mi dnica patria Len dénde
uscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo,)
Una noche en elcirco recobré un lenguaje perdido en el momento que
Jos jinetes con entorchae @n la mano galopaban en ronda feroz sobre
oreles negros. Nien missuefios dedicha existira uncorode angeles que
Suministre algo Semejante a los sonidos calientes para micorazén de los
ccaseos contra las arenas.
(v me dijo: Escribe; porque estas palabras son feles y verdaderas)
(Es un hombre o una piedra 0 un érbol el que va a comenzar of
canto.)
Y era un estremecimiento suavemer jo para alec:
cionat ala que extravié en misummusicalidad y trepida con mas disonancia
‘que un caballo azuzado por una antorcha en las arenas de un pals
‘extranjero).
250
Estaba abrazada al suelo, diclendo un nombre. Grei que me habia.
muerte y que la muerte era decir un nombre sin cesar.
Noes esto, talvez, loque quiero decir. Este deciry decirse noes grato.
No puedo hablar con ‘conmis voces. También este poem es
posible que sea una trampa, un escenario mas.
Cuando et barco alterné suritmoy ¥ Jtagua violenta, me ergul
‘coma la. amazona que domina solamente con sus ojos azules al caballo
jque se encabrita (zo fue con sus ojos azules?)
Elagua verde en micara, he de beberd
Nadie puede salvarme pues soy irvsil
tuvor’ gEn dénde estoy? Estoy en un
sta que ia noche se abre.
mn para mi que me llamo con
Hay un jardin
EL DESEO DE LA PALABRA
La noche, de nuevo la noche, 1a magistral sapiencia de lo escuro, el