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Sesi N 7 Valc Rcel A. 2012 Feminismo en El Mundo Global Cap 1 y 2
Sesi N 7 Valc Rcel A. 2012 Feminismo en El Mundo Global Cap 1 y 2
Leo con asombro que una mujer conversa al islam, que ya tiene dice que como «aun dk Este titulo emblemético puso Soledad Gallego a uno de sus ma- fn, en el diario EI Pais. miento cada vez mis exacto del sistema de poder que tiene vigencia entre los sexos, el patriarcado, que pasa de ser pai- saje moral corriente a sistema de dominacidn dificil de justi- ficar, Alld donde se fragiliza las mujeres adquieren los ras- gos de la individualidad, abandonan la sittlichkeit y dejan de representar la identidad del grupo. Ese nuevo individualismo correlata de un modo caracteristico con la caida del pautaje diferencial de lo honesto en funcion de género, Las mujeres no reivindican el derecho al mal, lo ponen por obra, con los, riegos que asumen por ello, Pero al ponerlo, lo imponen; si se cruza socialmente la linea de la honestidad, entonees todo stema normativo se resiente e incluso aparece una cierta dosis de anomia: cuando la invariante se mueve, el edificio se resiente, La libertad, por ejemplo de opcién sexual o amo- rosa, dimana como prictica directamente de las libertades de las mujeres en el momento presente. También algunos debe- como el de la prostitucion. La libertad de las mujeres ha introducido altas dosis de inseguridad en la eticidad hereda- da, esto es, en el patriarcado, que es su otro nombre. La Modernidad abrié el debate de la tradicién y desde Descartes el pasado dejé de ser asumido como un todo; en otros términos, las identidades comenzaron a quebrarse. Y el feminismo fue una muy contundente maza, de ahi 10 poco costos y de perfecto acuerdo; est por estudiarse la profunda relacién entre la libertad de las mujeres y la tensién p 0 si se quiere, est mal estudiado todo el fendmeno porque se ha hecho ignorando este aspecto basal. Bueno, no es éste ahora el caso. Por eso, porque la Modernidad es un proceso y no precisamente pacifico, porque no es ninguna identi- Asi lo enfocan las identidades pre-ilustradas a fin de de- flactar una buena parte de su atjeres, Ser feminista es ser traidora, Y ademés cada quien, gos, estén calificados para decidir en quié consiste ser ferninista, y no suelen ni proferir el nombre, encubriéndolo bajo el término «familia», privado, 0 «modas procedentes del extranjero», estética”. La defensa de la tra- mn, que conocemos bien en nuestros lares*, implica casi jempre aularquia moral. La tradicion seitala un grueso ciimu~ ide seguridades que ni quieren perderse porque amenazan directamente de la comunidad; la transfor- man en una total idades cargan- do cada una con su libertad; cambian las reglas del juego pa- ‘ssi se preguntaba en los noventa2” por qué la cuestion sobre la modernizacién en el Islam acaba i ndose en la cuestion sobre las libertades de fas mujeres; la respuesta, que creo que no pedia, es obvia porque son lo mismo. PATRIARCADO, MORAL Y POLETICA, Occidente no es una cultura més, posicién que s6lo se tomar por exceso de liberalismo o por ignorancia de la lad de las comunicaciones. En un caso, puesto que no quiere compartir con nadie sus valores, sino s6lo comerciar y seguir su rut gaan las gentes exoticas no es de nuesira incumbencia, Alla 'Y menos atin es de nuestra incumbencia lo que hagan con el mujeres, porque son suyas; este estado de co- sas puede mantenerse si el patriarcado es asumido como lo jenadas espirituales de odernidad, Ediciones del Ori que se tiene en comin, como la humanidad que es comin, Porque esa reconoce en el otro la misma capacidad de dirigir su dominio, aceptado por todos, como mejor haya parecido en cada pueblo. Alli las encierran, act salen demasiado, pero la autoridad del otro es reconocida en esa esfera suya. ‘No hay conflicto. Ahora, evolucionada la Modernidad y ac- tivo el frente feminista, autoconsciente, el solitario Robinson yano es lo que era. Y, ademas, el otro ya no se contenta con vender buenamente sus materias primas 0 sus riquezas ex6- ticas, sino que se nos planta dentro de nuestras fronteras. {Como mantener sobre é! la mirada exotizante? El patriarcado es un sistema de poder que ya no se com- parte tanto como antafio, aunque sin Hegar a la chusca afir- macién de que ha muerto, porque es ridicula, dado que te- nemos el empirismo asumido. La linea fuerte del patriarca- do es la divisién entre piblico y privado, con una frontera ida, el varon soberano en su casa y las mujeres excluidas de la esfera del pacto, Mal podrian ocuparla si son el funda- mento de lo pactado. Y lo pactado es la k legitimidad, la herencia, el respeto, lo decoroso. El patriarcado, escribe Longman”, no es un ordenamiento especialmente agradable para los varones; al fin es un orden que tiene sus exigencias y para que exista hay que mantenerlo porque no se produce ni se reproduce solo, Implica un varén proveedor, reprodu- cirse segtin un orden legitimo, cuidar de la prole, el castigo del amor homBfilo en nuestra variedad y, aftado, la defensa idad del otro y su capacidad de ponerla en ¢jerci ‘uando este tejido normativo se deshilacha, afiade, la natalidad se derrumba, asi que caeremos en manos de los ica del grupo conocido por el nombre de la Li- 313que lo mantengan, porque les apoya ta fuerza del ntimero: nuestras cunas estan vacias y las suyas no”. De modo que, por la evidencia de esa explicacién que hace de lo que nor- lamamos historia solo una parte de la demogra- destructivas No sé sies tan grave, pero si conozco que, cada vez que ccapas no expertas han legado a detentar el poder de élites duales mas antiguas, por lo comin las nes de las mu- jeres se resie gados aplican normalmente Sus estindares de honestidad, es mis, los ponen como ejem- plo; asi nos lo enscia la historia, que hasta yo comprendo que algo teza con la demografia. En ese caso, atencién, por- 11 nos pone frente a uno de esas situa- Imente. No parece buena tactica ante sta o diferir la jer, como se viene haciendo : ‘La humanidad que tenemos en comin ya no es viril. La jue tenemos rompe las solidaridades de la hom- mista? Segin Hunti ; mos, lo que él llama fa gente Davos; ni que decir tiene que no le concede universalidad, que en su caso quiere decir ni jente”". La universalidad del .ente en su opinidn por parte alguna, ni en la di- 20 Ph, Longman, The empty cradl E " Mt scribe: «La expresisn izacion universal” se puede referir a supuesios, valores y doe Imertte mucha gen- mn laci ccidental y algunas personas en otras Cultura Davos. Cada aio, aproximadamen- teun iquetos, funcionarios estatales, intelectuales y periodistas de decenas de paises se re Dav fodas estas personas tienen titulacion universitaria... Pero cunt ge todo el mundo comparte dicha cultura?..enos de un uno por ciento de la poblacién mundial, El chogue de civ Nueva York, B, Books, 2004, saciones, pigs. 66-67. 314 fusion de las técnicas y el consumo, ni menos en lo que ven- go llamando ideas basales. En opinién de Huntington lo que «cultura subyacente» permanece intocada, Pero es ibertad de las mujeres precisamente opera en ese ni- vel. {Como mantener la sittlichkeit heredada cuando mero masivo de mujeres accede a la formacién medi demostrado que esa variable cambia todas las sociedades en que ocurre. Y ahora es casi global. La Modemidad se abre paso desgastando la cultura sub- yacente y reemplazando la tradicién automitica por la tradi- ‘cidn deliberada, Ya nos lo enseiié Burke cuando tuvo que de tradicién, autoconsciente, de la icién dejaba de ser automitica, se des~ gajaba del monto de la supersticién y se volvia patrimonio. Nuesira reivindicacién de la tradicién es tradicionalista por- que no es espontinea. La aparicién de tradicionalismos en areas planetarias que no los tenfan indica hasta qué punto las verdaderas tradiciones han sido socavadas. Nuestra tradi- cidn, sistematicamente, converte las pricticas en ritos™. En la propia historia de Occidente el fundamentalismo nos es bien conocido, pero no siempre termina como en sus 's pretende, El humanismo renacentista lo tuvo, como antitesis en la Reforma, pero, a la postre, la Reforma llevé a libertades antes no imaginadas y para mucha més gente, no s6lo para las escasas élites; por lo tanto, el humanismo ha dado varias yueltas antes de arribar a nuestro presente reali- zando torsiones que no debemos olvidar, EL feminismo es un humanismo que no ha desenidado ni descuida los datos de antropologia, que, es mas, supone una antropologia no androvéntrica y no antropocéntrica, que sabe de siy de sus limites. Que entiende qué tipo de proceso es la Modernidad, por lo tanto que distingue bien cuando habla 315como teoria del conocimiento, filosoffa de la historia, antro- pologia o agenda politica. En su nivel tebrico explicativo, yentado por muchas fuentes, es muy rico y presenta ade. mis variables que hacen entender cosas que sin él 0 no se perciben 0 no se entienden. Pero no se limita a entender, sino que siempre implica transformar. En buena parte del mando las mujeres tienen ya ciudadania y donde esto no ocurre la rebeldia esté preseite. Nuestros enfrentamientos civilizato- rios no son por los ritos, tampoco por los recursos 0 no sola- mente por ellos; son por el modelo general de humanidad, Y la libertad de las mujeres es el cufio del modelo universal y uni- versalizable. Rebeldes, Solas o Juntas, las mujeres comienza- mos a ser Ciudadanas del Mundo. 316 CapiruLo XIV Lo que el feminismo ha hecho por ti Desde que en los setenta del pasado siglo el feminismo comenzara su gran tercera fase, aque han producido en su seno diversos, locando temas diferentes en el punto central del pensa- iento y la accién, Del mismo modo que a la obtencidn de las conquistas sufragistas le siguié la mistica de la femini- dad, los ochenta vieron también aparecer una formacién re- activa que intent6 volver a poner las cosas en su lugar a fin de deflactar las vias abiertas por los nuevos espacios lega- les, Sin embargo tuvo mucha menos capacidad que su pre- decesora. Por una parte, el panorama internacional no era homogéneo, y, por otra, el feminismo en los ochenta se es- taba transformando en ‘una masa de acciones individuales no dirigidas, Mientras que en algunos paises se intento suprimir 0 re- conducit los organismos de igualdad a fin de que contribuye- ran a positivar un modelo femenino conservador, en otros, por 317