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Ill La tierra plana del utopismo neoliberal La tierra es plana, un gran éxito de ventas de Thomas Friedman, empieza con el relato de una epifania experimentada en un campo de golf ubicado en el centro de Bangalore, en el sur de la India. Su compaiiero, sefialando «dos brillantes edificios de cristal y acero en la distancia, justo detras del primer green», indicé que apun- tara a IBM 0 a Microsoft. Tras llegar al decimoctavo hoyo (y después de encontrar- se con Hewlett Packard y Texas Instruments en el hoyo noveno), Friedman llamo ‘su esposa para decirle: «Carifio, la tierra es plana». La globalizacién del libre mercado y la celeridad de los cambios tecnolégicos han creado un mundo en el que casi todo esté digitalizado, virtualizado y automatizado. Las ganancias de produc- tividad de los paises, las empresas y los individuos que puedan absorber las nuevas herramientas tecnolégicas sern espectaculares. Y estamos entrando en una fase en la que més gente que en ningtin otro momento de la historia va a tener acceso a esas herramientas [...] Creo que, en esta nueva era de globalizaci6n, la diferencia en stado sera tal, que, con el tiempo, llegard a tenerse por una diferencia de categoria. Por eso he formulado la idea de que la tierra ha pasado de ser redonda a ser plana. quiera que miremos, las jerarquias estan siendo cuestionadas desde abajo o estén perdiendo su caracter vertical para adquirir un corte mas horizontal y cola- ativo [...] En adelante, cada vez serd mayor el ntimero de economias goberna- das desde la base, por los intereses, las demandas y las aspiraciones de la gente, y 20 por los de una pequefia elite dominante'. _ pod Friedman, The World Is Flat: A Brief History of the Twenty-first Century, Nueva York, Farrar, jSrphewiperginn pp. 3-5, 45-49 led. cast.: La terra es plana: breve bistorsa del mundo globa- siglo XX1, trad. 1. Belaustegui, Madrid, Martinez Roca, 2013]. ‘otro, en los que se reine con directoge, lg de ws a Je Pe toda clase, Friedman los ve inege Ale Reendkgics ¥ EXPOS ri. several, I re despliepue de las nuevas tecnologias, loyray, ‘sen ex aba. HP en quc deci ttene-ganando mucho dine Soonen aca de nn many rganizativos si arangy, sor de las tecnologia de la informacion (egado cen, parca oor reparo en declararsc culpable de la acusacion de determ ‘crroneamente esa teoria a Marx, cuyo Mantfesy, ‘Todo ello es posible gracias a una seri de gmponanis areas puestasen marcha por «un puiado de lideres en pai foeas maT Mexico, Brasil y la India» (a menudo apoyéndose en go ses como Chins. objetivos). Un pais tras otro se ha visto tpemos autoitaris para conseguit sus objetivos), Us erm r nent eats de libre mercado més orieatadas hacia la expor se en ls prvatzacon de compas estatals, la destegulacion de mer are vmancers. a disnacin de las bareras proteccionistas y la introduccin \casacn labora mas flexible». Los ideres de esos Estados tuvieron que aoa pccho wrelutabe de que el dinico vehiculo sostenible para sacar a un jus da pobreza es un mercado mis abierto y competitive [...] Esa es la tnica ‘garancia de que nuevos metodos., ideas y tecnologias penecren sin problemas sus footers y de que las empresas privadas, incluso el Estado, tengan la flexbilidad comperva los incentivos necesarios para adoprarlos y convertirlos en puestos de exmpleo yen productos», Sin embargo, para que un pais salga adelante debe camplirotas dos condiciones. En primer lugar, el Estado debe estimular la inno- vacion y estucturat un entomo regulador favorable a los emprendedores y 2 la ‘responsabilidad y transparencia personales. Construir un clima empresarial favo: ‘able sla parte de a formula magica para el éxito econémico que puede aportarse scdesde aribos. En segundo lugar, ha de darse una transformacién paralela en las ‘eas cltrales dela ase socal. La gente del pais debe interiorizar alos valores del (enter ena apace enact eabier can ‘uevas tecnologias va la igualdad de las mujeres». Dicho de otro modo, (eg mundo dee srr ire urgueasconempordneas yl tics sedis co az anlar en un entorno competitivo como el actual®. Come ae cans elt cde Kant, en todas partes debemos ser iguales tt cay neal men de ls derecho y os benefcios universes Fredman ofrece una oot neoliberal que ° Id. 14315 Hdeso, ae ey Th tle Rec te Tod tg Yes are sa sto fa Win Lat revo emformal, Lima, El Barranco, 1986); H. d® i cn ei ws he Wet and Fat rere le, NO“ ster del cape pr gut el captalomo irene on Cede ete so eazy) rom rant » industrial durante mas de un siglo mientras la Corona, la lee en ide Oxford y Cambridge y un puado de familan aeuen con: ners dos terceras partes de la tera. En a pracia, la conceaion de doe tt ropiedades 4 poblacones empobrecias ls vuelve press del explore cm jel mercado. Sewn Julia Elyachar. en Egapto, el efecto de reconceptualizar lo cto esa lamaba economia stmergida» para convertslacn una economia de ae joempresas» de titularidad privada (entre otras medidas recomendadas por De Soro! y de integrarla en estructuras de «microcréditos» no ha sido precisamente postive. El objetivo de todo este programa esimponer una dsciplina de mercado, et sus corresponclientes valoraciones, en una cultura tradicional de tlleres y ex: ner valor a un indice de rendimiento mas 0 menos clevado. Los neoliberales tplauden esta clase de proyectos, pero su efecto real, como dice Elyachar, consiste en crear un «mercado de desposesién». Actualmente, estas pricticas estén ganan- cdo impulso en todo el mundo, conforme los microcréditos van pregonindose como |asolucién a la pobreza mundial. Concebidos en origen como un plan no comer. cial para proporcionar cantidades muy pequefias de capital a un gran nimero de personas sumamente pobres (en especial mujeres), las instituciones financieras afirman en la actualidad que los microcréditos son un medio para lograr que un gran niimero de personas entre en el aparato disciplinario del mercado, al tiempo que se obtienen elevados indices de rendimiento (en algunos casos de hasta el 20 por 100). La conversién de un instrumento con raices tilantropicas en un siste- ma comercialmente viable de microfinanciacién reviste una importancia conside- ‘able. Estamos ante un intento de imponer el cambio cultural (el aparato autodis- del este y el sudeste aiticos, ue lograron combinar un fuerte crecimiento con un reparto razonable dey aa Morncaar Corea del Sut, Taiwan y Singapur), han experimentad un ineremento del 45 por 100 en los indices de desigualdad desde 1990, sobre todo ¢ parr del ero stague fnanciero lanzado contra sus economias en 1997, con ‘consiguiente neoliberalizacion forzada. Las grandes fortunas de un puiiado de tnagnates del comercio de Indonesia salieron ilesas de aquel trauma, que dej6 sin ‘empleo a unos 15 millones de indonesios; un grupo comercial con base en Indone sia (aunque téeicamente chino) como el Salim Group es en la actualidad uno de Jos mas ricos del planeta. El tinico indice de desigualdad que ha disminuido es el imterestatal,yese declive se debe casi por entero al asombroso crecimiento de Chi na, seguids por la India. La renta media per capita de esos paises se ha multiplie do, al gual que las desigualdades internas" En el otro extremo de la escala de riqueza, la neoliberalizacién ha hecho poco ~por no decir nada- para mejorar las condiciones de vida de la mayorria de las po |baciones empobrecidas 0 marginadas del planeta. La mano de obra mundial ds pponible para el capital se ha multiplicado por tres desde 1980, hasta alcanzar unos ‘ues mil millones de trabajadores. Una cuarta parte de ese incremento se ha prod «ido a consecuencia del crecimiento de la poblacién (sobre todo en los paises mis pobres de Africa, Asia y Latinoamérica), mientras que las otras tres partes s€ Pu den atibuir aun proceso de proletarizacién acontecido a consecuencia de la incor Poracion de Rusia, Europa central y China, asi como a la mejor integracion de India y de Indonesia en la economia global, El volumen de esos incrementos ht forzado a la baja la remuneracién de la mano de obra en todo el mundo, pef audemis, la debilidad politica de esa mano de obra, repartida ahora por tod° Blaneta, ha dado a capitalists de toda clase (desde pequefios productores ist? ‘randes corporaciones) una oportunidad de oro para imponer tna atroz explot ‘Gon (iustfcada, como hemos visto, en nombre de la necesidad de reduc la P& breza), Hacia el final de su texto, Thomas Friedman reconoce que «el proces? ‘splanamsiento ha dejado en la estacada ol asfxi a cients de millones de pene” en todo el planeta», Actuslmente, s6lo el 2 por 100 de la poblacién india ¥"° ° 0. Haney, A Bo sory : po ct Now Ta ht Ht of Nei, And, san’ Bios Times 7 de mayo de mI Mexico’ ‘ray Survive on Raber ‘ayo de 2008, p. C1; E. Porter. a) Baron Co cess, New Yak Time 27 de aon de 207, 4 re sna, segs los cilculos de Friedman, ronda en esos momentos los 1.200 millones ‘pepersonas- participa de esa nueva prosperdad ejemplieada por ln vst decks tdeampo de golf de Bangalore. El resto de la poblaciin india esti vviendo en unas Condiciones «nada planas» (lenas de dolor y deesperacin) 0 «medio planus lenas de ansiedad, esperanza y esfuerzo para alcancar una posidn sdedal A Friedman nunca se le ocurre que, en realidad, su propuesta de soluciin-eontngace proceso de aplanamiento mediante la extensicn de las reformas neoliberales_se Sneventra en la raz del problema, es lo que produce a espral de desigualad yl incremento de la inseguridad”. Sin embargo, eso es precisamente lo que la teoria neoliberal se le da tan bien disimular. ‘Al igual que Edmund Burke apelaba a las realidades de la peografa para cit cat las précticas briténicas imperiales en la India, hy en dia se esgrimen ls reali ddades de la geografi, la ecologiay la antropologia para atacar los defectos de las politcas neoliberales. Segiin algunos, el problema radica primordialmente en el punto de aplicacion. Joseph Stiglitz (en tiempos director del Consejo de Asesores Econémicos del presidente Clinton) ha manifestado sin ambages su rechazo ante laforma en que los responsables politicos, particularmente en instiuciones finan cieras extremadamente poderosas como el Departamento del Tesoro y el FMI, aplican indiscriminadamente un enfoque neoliberal ortodoxo «le talla tinica» so- bre el desarrollo econémico en todos los puntos del planeta. Abochormado ante lt devastacin social que esa estrategia produjo en Indonesia en 1998, Sriltz expre $6 abiertamente sus criticas al FMI y poco después hubo de cesar como economis tajefe del Banco Mundial. No obstante, aunque Stiglitz sefiala que de resultas del desastre indonesio se favorecié a Wall Street y los intereses financieros de los Es tados Unidos, y se exacerbaron las desigualdades sociales v seograficas del pas no se percata de que el incremento del poder de clase ha sido siempre una pieza ndamental del esquema neoliberal, A su juicio, beneficiar a los ricos fue una — desafortunada de la aplicacion de unas concep —— = #8 Propésitos, como el de la estabilizacién econdmica. rey Sachs (que tor- ‘To equipo con Angelina Jolie para hacer buenas obras en zonas empobrecidas de ee de acuerdo con el diagnéstico de Stiglitz, «La economia secu de opus rs a la medicina del siglo xvi cuando 7 a "an ls para extraer sangre a sus pacientes, que solian mori en cl procesom TEM cl emeéico monetary del plant sce presi ats dl cian one sno. El result han tio pacientes demasiado pobres para tenes un cncarnm EL - comp Bait «disturbios, golpes de Estado y la destruccién de los servicios pul * $4 opinién, el neoliberalismo nunca ha dejado de basarse en tuna vision = PTE "edman, World Is Fla, cit. pp. 882-883 wD com acct sma 7 uress tambien las nquezas del desarrollo ecane ee ee oe ses Ni que decit ene que ea eS exactamen sco aera por scr ws seer ie detcckr as comicones cultures en as que pun 7 Teva a cometer graves errores de interpretacion y evalus Ferme coax de 1997-1988, el noeable mcremento del crecimiento expen, = Sc sudksteasanco se atribuia alas valores «asiaticos» 0 «con, om de los valores tacunoe ide mame modo que se supone la importancia crucial feomsunies para e desarrollo del captaismo en Gran Bretaria durante loss (son so ym ma baad ce confans yo pro mur ee homes de negocios (pus. en los contines de las relaciones patriarcales, la mayo- ‘unde clos eran varones/. Este sistema, al que los chinos llaman guarexi, despertaba sein adeuracon por ei uso que daba a las tradiciones culturales de los distintos ‘ermone para ser compentno’ Inscituciones neoliberales como el Banco Mun- ‘Gal soba mencianar esos gemplos en sus informes para poner de manifiesto «no podiun funn lis ccanomias de mercado, Solo con el estallido de la crisis cupeno « crmeane este sistema de relaciones sociales tachandolo de «capitalismo ‘chentehscam (como si la calle K de Washington no estuviera plagada de clientelis- ‘30 La snc, segun los neoliberales del Departamento del Tesoro y del FMI. ‘pesube por la . Sin embargo, no es {amos sino ante una mascara seductora, que Aihwa Ong, por ejemplo, ha expues {2.somo laesencia del neoliberalismo. La pobernanza,basada en laidea de alian Ht Publico-privadas» y en elaborados mecanismos para crear coaliciones de PANG®interesadas, enmascara las relaciones sociales y de clase que reistibuyen “Mueza y las rentas hacia los mas acaudalados mediante un sistema descentrai nico onganizado®. Pero Ong ja sveconecsdo de poe eae ° a El mandato de Michael en poll 8% Deen empl cisco Fespecto, Su om alae de Nowe VOR 9 ar la lca sin recurrit a dinero ‘por encima de la politica». En efecto, pe dea cada dotindolo de una gran ef Browser acinaiza wags muiciales. Pero su objetivo es lograr edo met} mundial. Innumerables proyectos inmo. Nags York ea compe dela ciudad. Como hemos visto, pedmg estn cambinndo Ua 182 Ilias de alo taco sn esas para que se implanten en la ciudad, os a ta eaidad que puedan permite afrontar los cos. xe anova a decirlo,estéaplicando el mismo idadanos. Manhattan se ha. convertido a pasos agigantados en un eae nice aeaudaladas,compuestas por capitalistas incresblemente ‘chp pa de canner interuconal, enecaros activos de lo que el go acon ener yaticiene» de Bloomberg es capaz de ofrecer. Considerar que teproyeco de clase an sumamentedesequilbrado tiene por objetivo una gober- tama ecient abctamente engaioso” ‘David Chandler ha hecho hincapie en el crecimiento paralelo del interés por los ‘derechos humanos que se ha producido con la neoliberalizacion (en particular por ‘os derechos relacionados con e! individualismo y la propiedad privada). Con an- ‘venondad a 1980, sefala Chandler, apenas se habia prestado atencién a la cuestiGn. A pad axenic se han multiplicado ls grupos activists (muchos de ellos ‘tansacionales, ls organizaciones no gubernamentales (ONG) y las organizacio- ‘sou conuna. Dichaorazaconeslenaron el vacio dejado por lar rc a ran las reac acide. En cies casos 20 ha ‘Toye ete Ose logue a converido alas ONG en «caballos de iso mundial» Los insirumentosjuridicos debian adaptarse ih La ad Gian rom Belo Toss create Uiey Pros, 2005 fed cat El derecho 3 otters ng Nil oma aC rae Sn Rein Buc Utena EXPN Matton Cans ed Severe ion lesan Pate wae Sd oe Urban deny in Michal Bloomber? rast Fn Kame Stems and World Ecomomac Developm on mas! Bit et RA nd Mme aay NO Pane Tan ution, nse lobal Neotberalisne, Soil! % caus condiciones 9 los tibunales han auido un papel mis impor, La 1 sas ya de la sociedad civil (por comtraposicién con el Estado) cada ver tiene importanet los circulos politicos y las practicas de gobernanza. Actualmente se ae que la capacidad de accion y de organizacién de la sociedad civil tiene consider cia la hora de promover el cambio social que lon aparatos de Este mayor reeeuencia, la necesidad de acceder al poder estatal para aresar las co do. Eo eodera cada vez menos Urgente. Las asociaciones de voluntrios cobran saan mis importancia, mientras que los partidos politicos estan en decive sie eta transformaciones estén entretejdasy refjan la profundidad y amp of los cambios sociales y politicos asociados con el gro neoliberal Ls conexiones ocultas de estos cambios con el ascenso del neoliberalsmo son razonablemente sencillas de establecer. La insistencia ideolépica neoliberal en el MRavidyo como fundamento de la vida politico-econdmica abre la puerta ala crea ‘Gon de un amplio activismo en pro de los derechos individuales. Al centrarse en Shoe no en la ereacin de solidaridades sociales y estructuras democriticas, estos tpovinientos plantean su oposicidn en términos neoliberales,es deci. dentro de [oslimites del aparato juridico o por medio de formas organizativas centradas en la sociedad civil (entre las que destacan las ONG). Recorrer la senda de los tribunales escostoso en tiempo y dinero, y os juecessuelen favorecer los derechos relatvos a la propiedad privada y los margenes de beneficio sobre los derechos la igualdad ¥ la justicia social. Sin embargo, alas corporaciones se las considera personas uti dicas (salvo cuando es importante negar ese estatus para evitar cualquier clase de responsabilidad pot sus acciones, como ante el Tribunal Penal Internacional) n cluso al Estado se lo considera un «individuo virtual (la expresién es de Kant) dentro del sistema interestatal (aunque, una vez mis, los Estados tienen formas cstratégicas de evtar, como hacen los Estados Unidos, su responsabilidad por los stimenes contra la humanidad»). La frecuente apelacion a la accion juriica refle- ine énfasis que pone el neoliberalisma en el imperio de la ley y la preferencia por Reed ‘en los poderes judiciales y ejecutivos antes que en la democracia represen: ania Lally sustituye a la politica «como vehiculo para expresar necesidades en ad (tomo publico». Chandler llega ala conclusion de que «el desencanto de las ‘5 <0n la gente comin y el proceso politico las leva centrarse en un individuo cme odetO80, que presenta su caso ante eljuez para que escuche y decida~ Sin “Ro, hay cierto margen de maniobra. La ley se puede cuestionar y reves ¥ conse timientos sociales, como el de los campesinos sin uerra de Brasil han [utd° importantes reforms del codigo juridico gracias « las acciones que 'ado a término. Por otro lado, la ley no es la misma cn todos los territorios, ™ pa ‘Chane. From Koso to Kabul. itp 230 en sus promunciamientos. La necesidad de coordina ssunque pueda se eae ape al fronteras estatales crea innumerables zo. to ce eH donde x extienden ls reglaciones sobre sepuridad Mrexe procedimienoslaboraes. por eiemplo? En la prictica as reglas dela Ad aera Federal de Avicin dels Estados Unidos e aplican a todo el plane sane x eroliness que wean elyrativ mercado estadounidense deben ccumplirlas. Tampoco hay que olvidar que las leyes que regulan el impacto me Sjoubientlc«!comercioiteretata se pueden utilizar con muchos otros pro pnts, como detener a ideres de la maha o postergar operaciones destructivas oncebids por promotores capitalists Las ONG realizan en ocasiones un trabajo excelente y promueven politicas progress, pero a menudo son estas ¢impermeables a la fiscalizacin, y estin ‘muy alejadssociahmente de aquellos a los que pretenden proteger 0 ayudar. Sus ‘lanes determinados 2 menudo por organizaciones donantes muy lejanas) pueden ser opacos Con frecuencia tatan de itegrarse en las estructuras de gobemnanza y aceban controlando a sus beneficiarios, en lugar de representarlos. Se atreven a hablar en nombre de quienes no pueden hacerlo por si mismos, ¢ incluso a deter mina ws intereses. Cuando, por ejemplo, las ONG logran prohibir el trabajo in {anil en nombre de los derechos humanos universales, pueden socavar economias ‘en las que dicho trabajo resulta esencial para la supervivencia. Con unos padres fos de temativaseconémicas viable, lor nifios pueden ser vendidos en el mer ‘ado de la prostitucién (aunque, por supuesto, siempre hab otro grupo activista ue pereqir I erradicacén dees otro mal) La universaldad presupuesta ene ‘«discurso sobre los derechos» y la indiscutible dedicacién de las ONG y los grupos ee List Principioe universes no siempre encajan bien con las particular: locale y las prictcas datas del vida poitico-econémica” Hay oun renin ‘mas que explica que una cultura de oposicién centrada en los derechos y la movilizacion Penarth pe wt alla, perdidas de identidad o crisis nancieras en otras partes. Result dtc. ene a estas expeciicidades y paticularndades geogritics sn apeiat» pravpoe universales. La desposesion entratia una pérdidia de derechos. De ahi ia adopexin de una ret6rica universaista de los derechos humans, ls dignidad, las pricticas ecologicas sostenibles, los derechos medioambientales y dems coro base pata tuna politica de oposicién unificada. Los grupos activists, as ONG y is onpanne ciones de base comunttaria se han convertide en experios en la materia y han ke grado grandes resultados. Asi que la politica radical de oponiciim ha ido tomando esos derroteros. La apelaci6n al universalismo de los derechos es, sin embargo. una espada de doble filo. Se la puede utilizar con fines progresistas. La tradicion cemplificads por Amnistia Internacional, Médicos sin Fronteras y organtzaciones sumlares m0 se puede desdefiar como un simple apéndice del pensamiento neokieral hit toria entera del humanismo (tanto en su versién occidental, de core isberal_ como en sus versiones no occidentales) es demasiado complicada Sim embargo, los ob- jetivos limitados de muchos discursos sobre los derechos (en el caso che Ammstia dl foco exclusivo, hasta hace muy poco tiempo, en los derechos cwiles y polincos, no en los derechos econémicos) hace que su asimilacion dentro dei marco neol beral resulte extraordinariamente sencilla, aunque sea come cultura de opemcion El universalismo parece encajar particularmente bien con los problemas me- dicambientales, como el cambio climatico, la pérdida de la bsodrversdad scarres: da por la destruccién de habitats y cuestiones de tenor similar. Pero sus resultados en el campo de los derechos humanos son més problematicos, dada ia diversidad de circunstancias politico-econémicas y de pricticas culturales que podemos en contrar en el mundo. Como sefiala Sousa Santos, el universalismo ha demostrado ‘et por lo general més efectivo en la defensa del derecho a la diferencia (de abt su paportancia en campos como los derechos de las mujeres y de los indigenas y las wer gett iMentitarias, en los que se han obtenido grandes resultados) que , Peor ain, ela visién degra. Gi discurso etico sobre los derechos huma. nor de las ches, pars sostener La fe de la case 2 pedemos car en la tentacin de renunciar a toda apela. a shuns ey, por consierar que est fatalmenteviciad, aan eens wna imposion insostenible de una ética abstracta ¢ incluso que ses i rstauracon del poder de clase. Aunque ¢ preciso tomar en serio

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