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Cre REID El continente olvidado UNA HISTORIA DE LA NUEVA | AMERICA LATINA ONC a a6 We jos | oO ee | CRITICA Lavina como una competencia entre modernizacdores y reacclonariog, cenite demierutas y autoritatios, entre los privilepiacos y los exeli dos, Bsa competencia es el cema de los préximos tres eapitules, CAP{TULO TRES |.A SEMILLA DE LA DEMOCRACIA IN LA TIERRA DEL CAUDILLO $4) wuinas os hen dado la independencia, las leyes os dari ta li ul", Psta promesa de Francisco de Paula Santander —uno de Jui code a independencis colombiana— a sus compatriotas est4 + i sobre la puesta del Palacio de Justicia en la Plaza de Bolivas, 1 pl principal de Bogoté, La inseripeién tiene un tono invclunte- wate irdnico, y no solo porque la libertad y el imperio de la ley Ser por mucho tiempo esquivos en Colombia y en toda América J ion Taversi6n actual del palacio, de bloques de piedra clara, data 4 Jy levacla de les noventa, Bl edificio anterior fue destruido por + inveriio después de que las guerillas del movimiento nacione- }9 M19 seo tomaron por la fuerza en 1983, capturando como Jun ala Comte Supreme, El Ejército, despleg6 tangues blindados y sound dl Palacio después de horas de lucha; 95 personas, incluidos ‘vr jueces de la Corte Suprema, murieron en el enfrentamiento, al- vo ciecutados después de haberse rendido,! No muy lejos del pala 1» ly otros recordatorios dela violencia que de forma intermitente |) noluto a Colombia, Cerca del edificio del Congreso en la carrera “iia, a arteria principal de la ciudad, una place sefiala el lugar \vvvle el general Rafael Uribe, lider liberal de la guerra civil de 1899 4 1902 —natrada por Garcia Marquez en Gien afas de soledad—, J snesinado una década después de haherse reconciliado con un sebicino conservador. Media docena de cuadras mas al norte, en la misma avenida, tna placa similar sefulo un asesinato arin mis contro vvortido: Jorge Eliécer Gaitin, un muy atrayente liberal populista que parceia tener asegurada la victoria en las elecciones presidencies de 1950 en Colombia, recibié un disparo a quemarropa de un ase sirto soltsiio ctiando salfa de su oficina de abogade, Su asesinato, el 9 de abril de 1948, desencadend una guerra civil afin més sangrienta, conocida simplemente como “La Violencia”, que acabé con la vida cde unas 180,000 personas, Todavia se discute sel asesino actud solo ‘por oiden de la oposicién conservadora ‘A pesat de quedarse corta respecto al nivel abismal establecido por muchas otras partes del mando, en especial Europa, Ia violencia politica ha sido demasiado comin en Amética Latina en fos iltimos dos siglos, En ese sentido, Colombia ocupa un lugar prominente, aun- ue es inusual debido @ que los conflictos armedos continuaron en cl siglo XXI, incluso cuando en todos los demas lugares de la regién se extinguicion durante la dlkima déceda, Solo en 2016, las Pucrans ‘Armades Revolucionarias de Colombia (Parc), un obstinado grupo insurgente estalinista vinculado al narcotréfico, aceptaron deponer las armas y desmovilizarse (ver el capitulo 10), Paradgjicamente, Co- lombia es excepcianal en orzo sentido: uno por ef cusl Santander y sus seguidores pueden llevarse buena parte del crédito, El pats tiene una tradici6n democratica inusualmente larga: con solo una breve, cexcepcidn, ha elegido gobiernos civiles desde la décade de los treinta del siglo KIX, con normas de sufragio que se comparaban favorable: mente con gran parte de Europa, Esa declaracién requiere una 0 dos advertencias, Hubbo guerras civiles periddices, principalmente entre liberales y conservadores. El asesinato de Gaitin precipito al pais no solo en La Violencie, sino también en una corta dictadara militar, El gobiemo civil fue restau ado mediente tin pacto de poder compartido entre los dos partidos principales, que duro desde 1958 hasta 1974, ytrajo estabilidad, pero restringié la competencia politica, Y el mandato del gobierno nunca se ha extendido a todo un territorio enorme, fragmentado y con co- municaciones internas deficientes. Aun asi, Colombia —junto con Costa Riea y Uruguay— se destaca del resto de América Latina: en e308 tres paises, las dictediuras autoritarias han sido breves y raras, En ‘en parte del resto dela sexién, los perfodos de gobierno civil seal ‘ysron con lav lictudurnssen alguns paties, l gobierno autoritario elo norma almenos hasta la déeeda de los ochenta del siglo pasado, sino clef claro ln frase de Santander, algunos de los lideres in. \epenennistis de América Latina ea la década de los veinte del siglo 1 qucrian sentae las bases de un gobierno democxético, Entonces, 1 que le ha ido can mal a la democracia? Este capitulo exploraré yy examninard la histosia de le segién durante el primer ‘ espuds de la Independencia. La historia ain pesa mucho en \vicriea Latina: es la sustancia de la pelitica contemporénea, cons senirmcnie invocada por Hugo Chéver, por el movimiento zapatista ‘Mexico 0 por los peronistas argentinos, y evocada en nombres J alles yestatuas, Como ha dicho Ensique Krauze, un historiador swosicamo, tefiindose a su pats, “el peso del pasado a veces he esta: Jo inas presente que el présente mismo. Y una repeticién del pasado « \oves parece ser el Gnico futuro previsible”? Eso es especialmente ‘nen México, pero también aplica a muchos otros paises de Amé- ‘Latina, Es diffe analizar las perspectivas de consolidacién de la sJomoenicia sin tener en cuenta esia historia, las lecciones quclos lati Jvoametteanos derivan de ella y las instituciones,tradiciones politicas )pnictices econdmicas que ha legado a la regidn, J. INDEPENDENGIA TIENE SU PRECIO 1 nevuelta de las trece colonias briténicas contra el rey Jorge IT ins- ‘urd firmemente la democracia ye] republicanismo ilustrado en el ionisferio occidental, Junto con los esctitos de los filésofos franceses. \ «/ liberalismo econémico britinico, el ejemplo politico establecido por los fundadores de Estados Unidos ejercié un fuerve atractivo in- {olectual para muchos de los lideres de la Independencia en América Juitina, No seria sino hasta fines del siglo XIX, la era del ariclismo, ‘que el “antiamericanismo” se afianzarfa firmemente en Ia regién. Sin cinbargo, varias cosas retendrfan a las naciones latinoamericanes re- cién independizadas y les impeditian seguir a Estados Unidos en su. uta hacia la democracia y el desarrollo. Estas comenzaban con la & Elecontinenteolvidade naturaleza misma de Ia lucha por la independencie y el orden socioe- conémico legado por el colonialismo, En comparacién con la Guerea de Independencia estecounidense de 1776a 1782, lalucha porla Independencia en Hispanoamérica fe ‘més larga, mas sangrienta y més destructiva, También se diferencié cn que fue desencadenada por eventos ocurridos al otro lado del Atlén. tico. La invasién de a peninsula Tbériea por Napoledn Bonaparte en 1807-1808 y su derrocamiento de la monargutia borbénica espaficla crearon un vacio de poder en el coraz6n del Impetio, En 1808, cuan: do Ia noticia de estos acontecimientos llegs —primero a Caracas y luego a Buenos Aires y otros centros coloniales—, se formaron jun: tas pata ¢jercer el poder, Estas proclamazon una lealtad nominal a Femando VII, que se encontraba psisionero en un castillo francés Pero el descontento entre los criollos, como se conocfa a los blan- cos nacidos en América, habia estado creciendo durante al menos una generacién, A comienzos del siglo XIX, los criollos constitufan cerea de 3,3 millones de la poblacién total de Hispanoamética, que ascendfa a 16,9 millones? Los superaban cn néimeto 7,5 millones de amerindios y5,3 millones de mestizos; también habta 776,000 neptos Muchos criollos formaban parte de una incipiente clase media de ad- ministradores, abogades y otros profesionsles, Otros formaban parte de la aristocracia econémica de Hlispanoamérica; los propietatios de las grandes haciendas y minas, y los mereaderes y comerciantes, Peto todos ellos estaban excluides del poder politico, Durante su largo reinado de 1759 a 1788, Carlos IIf el abuclo de Femando— habia hecho un gran esfuerzo para frenar la larga de- ceadencia de su pais y reformar su sisterna de gobierno colonial. Esas *seformas bozbSaicas” fueron en parte una renecién a la derrota imi- litar en la Guetta de los Siete Afios (en la que las lotas briténicas hae bfan capturado La Habana y Manila) y en parte el resultado de nuevas formas de pensat, El racionalismo de la Thustraci6a francesa tayo una influencia importante en Iberia. Desai, aunque moderadamente al principio, ef conservadurismo eatdlica que habia manteniclo a Espa fia y sus colonits subyupadas desde la Contrarreforma, Fn hipar ve Ja Smonarqufa compuesta” de fos Habsburgo, con su espacio para autonomias locales, fox Borbones crearon un Estado nacional unifi La remilla de la democrciaen la serra del euudilo, % coy centelizado, En Hisparoumia, las reform incuyeron un Vometeio and abierto (pero slo ents lox putts del Innes; no, ul menos oficialmente, con terceros), cl debilitamiento del poder i | lesa (ofertas fueron expubados, por cjemple)y uma ape tuted «avers ens. Soot od, la sfoas bate wat lmninistracién mis eficiente, pero eso significaba reforzar el cont sle Madrid sobre los asuntos locales, En particular, los HS estas Mecieron un eaasimonopolio del poder politico y judicial en Asien java los peninsulares nacidos en Espatia (que, alrededor de a ‘van més de 40,000 en todo el Impetio). De Jos 266 nombramic a para las Audienciss (:ribunales superiores) entre TOL y 1808, in 4. eran pare criollos. Les cortegidores, fiuncionarios locales aa 5 Jncron reemplazados por intendentes, un nuevo cuerpo de bude snestondes, ¥la Corona aument ls impuestos, cuya carga recey v1: ly poblacién indigena. lee Bn dos efectos involuntarios. Primero, a seroma divi los rcs ypoderosos —tanto cn Espa co yy sus colonias— en liberales y conservadores, una: divisién que sive ambos lugares hasta por lo menos principios del siglo XX. Bn { spanayel iberalismo mostré sus cattas en 1810 cuando los oposito secake Napoleén convoctron en Cadin un parlamentoo Cortes —una se vinicién de osigen medieval, que habia estado sofocada por siglos | ihsalutismo-. La mayors de los miembros de las Cortes eran yotonmistas: se identificaron a sf mismos como “lberales Wh paper i ks histeria que la palabra se us6 como idencidad politica.” Las ‘ ories procedieron a declararse soberanas y emitir una Constitucién: iio eine una monasquta parlamentaria y amplio suftagio bese i © Segundo, en Hispanoamérica, Jas reformas dejaron lero. alos syiollos que carcefan del poder politico para defender my) rae ssalcos, Tso do lugara protestas, contra el monopolio comercial los Impucstos, entre otras. También generd inquietud: algunos crio- av aver la debilidad espafila como una amenaza tan grave svcves como el mismo poder espafiol, Les preocupaba que Baccano wana dl orden social y ln propiedad privada, ‘lidn po- Jhos Hlegaron a verk Jes por un espectro de dos eabeaas de rel sur de Cuser, Ja an wn velo de pox tial gular By 1780, en Jas montar “ Eloantinenteolvidade inca, un cacique indigena y arriero llamado José Gabriel Condorcan- qui se rebel6 contra el virrey en Lima. Tomé el seuddnimo de Tépac Amaru IT, en hamenaje al tiltimo Inca, Sus exigencias etan una vaga mezela de oposicién a las reformas borbénicas, evangelismo incaico independencie, Tras seis meses fre capturado y, junto con su esposa y colider de la rebelién, Micasla Bastidae, sfecutado con gean crueldad en la plaza principal de Cusco, Su alzamiento, la mayor rebelién en la historia colonial espafiola, se extendié a gran parte de la mitad meri. ional de! vitreinato del Perd y hasta el norte de Argentina, Murieron ‘unas 100,000 personas y se destruyercn muchas propiedades, Aun. que el propio Condorcanqui habia enfatizado que su movimiento era multiénico, répidamente degeneré en una guerra rectal, Segiin un estudio reciente de Charles Walkes, “lo que comenz6 como un levan: tamiento, se convirtié en una guerra de guerrillas y laego desembocd en un salvaje bafio de sangre”. En 1791, inspirados por los principios de la Revolucién France 5, los esclavos negros del territorio azueurero de Saint-Domingue, la laci6n aie: rmdora de la fuerza explosiva de un odio ealvaje reprimido”, asegura tun estudio,’ En los primeros dos meses, 2600 blanices (0 uno de cada cinco) fueron asesinados, 180 planteciones de aaticar y 900 haciendas productoras de café e indigo fueron destruidas, y 10.000 esclavos mux rieton a causa de los enfrentamientos, sepresién o hambruna, Des- pués de doce aos de violencia y contiendas, en los que derrotaron sucesivamente a los ejércitos enviados por la Francia Republicana, Expaiia, Gran Bretafia y Napoleén, os antiguos esclavos triunaton y, en 1804, Saint-Domingue se convirtié en Haiti le segunda nacion independiente en el hemisferio occidental—. Pero le destruceién y las luchas internas entre los patrictas fueron tales que la victoria fue pirrica.® El recuerdo de estos dos eventos significé que muches cls, cn especial en Perit y México con sus grandes poblaciones indfgemas, injclalmente no apoyaran el corte del vinculo con Espafia, Incluso Simén Bolivar, dl gran Libertador del norte de Suramérica, se preo cupé por la gran cantidad de esclavos y pardas de sangre mixta en su Venezuela natal, y dechud: “Un gran volodn esti a nuestros pies colonia mas riea de Francia, se sublevaron, “Fue una r La semila de ta devwocacie en la tierra delowudilo ¢Quiga refrenaré alas clases optimidas??? Por ello, muchos historia- lores han visto la Independencis no como uns revolucién progresista como la de Washington y Jefferson, sino més bien como una reaccién conservadora, Fue eso, peto fue més que eso. Los motives e inteteses cy Hispanoamérica variaban, pero el deseo de elimina las restiic- clones colaniales era fuerte, Se expres6 inictalmente ea Venezuela y «le region del Rfo de la Plate, en parte porque fueron los primetos cn escuchar las tumultuosés noticias de Espafia y, en parte, porque como colonias comerciales— habtan sido las més afeciadas por las ‘uformas de los Borbones. En ambos lugares, los exiollos, invocando ‘wna tradicton espaftola de “comunalismo” con fuertes rafces medie- vitles, convocaron tin cabildo (reunién de ciudadanos), depusieron a Jus autoridades coloniales y proclamaron una Junta de Gobierno. En Caracas, la independencia se declaré en 1811; en las Provincias Uni- las del Rio de la Plate, de las que surgitia Argentina, la declaracién « produjo cinco aiios después. Solo en México el grito de indepen- ‘Joncia fue emitido desde abajo, por Miguel Hidalgo, un pérroco de |i ceuidn central del Bajfo, que levanté vna horda indgena En casi todas partes, la lucha fue prolongada y complicada, y asu- ‘nid el carécter de una guerra civil, Los patriotas a menudo estaban \livididos, tanto por intereses locales como pot su ideologia, El des- cilen social, 0 el miedo a él, hizo que muchos criolles dudaran antes romper los lazos con Espafie. La derrata de Napoledn devolvi6 a Vounanda el trono espafiol en 1814 y le permitié enviar refuerzos a \nveriea, Una expedicién de 10.000 tropes experimentadas llego a 1 1815, el perfodo mas oscuro para la causa patriota en vouly la sogién, Dickas tropas fueron compensadas en parte pot la lleyuda de 6000 voluntarios —principalmente britdnicos ¢ irlande- que combatieron como mercenarias con los ejércitos de Boli- uy Aparte de esta fuerza voluntaria, América Latina carecfa del tipo Je apoyo externo que Francia habfa dado a George Washington en Fstados Unidos, Finalmente, dos factores se combinaron para arrancer a Amética del Sue de lus garras de Espafia, El primero fue una mejor estrategia ¥ organizacién en el bande patriota, En el sur de América del Sur, Jone de Sati Mastin Venemueh ino que habia gervido curante dos «lécaddas como oficial en el ejéreito espanol antes de anitse ata causa patriot— saco adelante una auclaz jugada estrategica, Onganizd y ccondujo una fuerza cle 5000 efectivos a través de los Andes hasta Chi Je, a través de pasos nevados de 4000 metros de altura, y sorprendic all a las fuetzas espaftolas. Después de haber asegurado Chile, se embareé en los navios de Thomas Cochtane, un intrépido almirante briténico que sirvi6 ala causa patriota como mercensrio, y desembar 6 a su ejército en Pera. Liberd (temporalmente) a Lima, que hast Jas reformas de los Borbones habia sido la capital de toda la América del Sur espafiola y seguia siendo un basti6n realist, Las fuerzas de ‘San Martin se unieron a Jas de Simén Bolivar. El propio Bolivar se hi- bia recuperado de una derrota en 1812 en su Venezuela natal. Aliado con los vaqqueros de los llanos venezolanos y mediante un infatigable eneralato adelant6 una marcha @ través de los Andes hasta Bogo- td aiin mis exigente que la de San Marrin, para liberer el norte de Amériea del Sur. El ltimo reducto de Espafia en Pert fue rodeado yy cserfa ante un ejército multinacional al mando de Bolivar: En 1826, Ja iltimas tropas espaficles se rindieron a sus fueraas en el Alto Pert {que pronto se convertiia en Bolivis) El segundo factor fueron los giros y vueltas dela politica peninsu- Jas, dado que el poder en la restaurada monarquia espafiola oscilaba entre un incipiente liberalismo parlamentario y una reaccién abso: Juniata, La estrategia espaiiola ex equivoeada y eonfusa. Los libera Jes no buscaron compromises, tales como la autonomis, hasta que fue demasiado tarde, La represién realista a menudo fue contrapro- ducente, Las fucrzes eapatiolas confisearon las propiedades de cus opesitores y en la Nueva Granads, por ejemplo, ejecutaron a varios patriotas. Por otra parte, el adveniimiento de un gobierno liberal en Expafia después de 1820 llev6 a los exiollos conservadores de Méxi- 20 « optar por la independencia, Los alborotados ejéreitos indigenas —titigidos por Hlidalgo y otro sacerdote radical, José Maria More- os — habia devastado medio pais —paca angustia de les exiollos— antes de ser derrotados y sus Iideres asesinados, En 1821, Agustin de Tturbide, un general criollo que habia luchedo por Espatia, hizo causa ccomiin con los lideres rebeldes restantcs, proclammé la independencia y goberné brevemente como emperador de México. Solo en Brasil la Independencia fue un hecho nienos traumatico, “Cuando Napolesn invadid Theria, Gran Bretaiia organiz6 el traslado el monarea portugués y su corte a través del Atlantico a Rio deJanei- 1, Cuando las hostilidades cesaron en Europa, el rey Juan VI regres6, ton cietta tardanza, a Lisboa, Su hijo mayor, que se qued6 como re- gente, ripidemente entendi6 que el precio de mantener la monarquia ‘1 Brasil era la indepenclencia, que él mismo declaré en 1822, Aun siguid una guerra contsa Portugal, esta fue breve y se resolvié princi jualmente en el mar gracias a la habilidad de Cochrane.!* Los ejércitos involucradas en las guerras de Independencia no ‘eran grandes: Bolivar nunca conté con mas de 10.000 hombres en ba- tulla, Pero, en algunos lugares, cerca de dos décadas de combates casi eontinuos cobsaron un alto precio. Las minas habian sido inundadas, las granjas saqueads y los puentes destruidos, En 1821, la moneda jproducida por la Casa de la Moneda en Ciudad de México con la pla- tu dle las minas del pafs ascendfa a solo seis millones de pesos, frente ‘ulos veintiséis millones de pesos producicos anualmente antes de las smuervas.t! La recuperacién tomaria décadas. Con elegancia, pero tal "wz alguna exageracién, Felipe Fernandez Armesto, un historiador ngloespafol, ha resumido recientemente el impacto comparativo: ‘Las guetris de Independencia fueron, en sesumen, cl establecimicnto cde Estedos Unidos y la raina de gran parte del resto de Amética, Cd Para pelear en las guetras,tocos los Estaclos afectados (hispanoameri ‘eanos) tuvicron que sacrificar las libertades al caudillisino y los valores civiles al miltatismo, (..] La gente en América a menudo habla de la politica cabtica, 1a inmadurez. democriticay el letargo eco Je tradiciéa latinoamericana como si fueran una maldicién atavice, un efecto genético, un Jegado latino, En realidad, como todo lo dems ‘en ahistora, son producto de lis cireunstancias y, en particular, de las reunstancias en las que se obtavo Ia independencia nico de ‘LA HERENCIA COLONIAL Adeinds de su costoso nacimiento, el segundo obstéculo enfrentado _ por la recién independizada América Latina fue el legado del orden acid

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