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ANGEL SIRI CONSTITUCION NACIONAL: Derechos y garantias. Generalidades, Basta la comprobacién inmediata de que naa garantia ‘constitucional se halla xestringida sin orden de autoridad compétente y sin expresién de causa que justifique Ja restriceién, para que aguélla sea xestablecida por Ips jueces en sw integridad, aun en ausencia de Jey que la reglamente. ‘Las garautias indiyidudles existen y protegen a los individnos por el solo hecho de estat consagradas: en la Constitucién, e independientemente de las leyes regla- mentarias, . CONSLITUCION NACIONAL: Derechos y garantias. Generalidades. En consideracién.al cardeter y jerarquia de los principios de Jn Carta Fun- damental relacionados con los derechos individuales, corresponde apartarse de la doctrina tradicional de In Corte Suprema, que relegaba ul trdmite de Jos procedimientos ordinarios, administrativos 0 jndiciales, 1a protescién de Jas garantins no tomprendidas estrietamente en ol hibeas corpus. 460 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA CONSTITUCION NACIONAL: Derechos y garantias. Derecho de publicar las ideas. Aereditado en Jn causa que no Hay “eonstancia de enfil es Jo autoridad que dispuso la clausura de um diario ni de los motivos determinantes de dicha . medida, e invocadas por el recurronte las garantias de la libertad de imprenta ¥ do trabajo que aseguran los arts. 14, 17 y 18 de In Constitucién Nacional, corresponde revoear por la via del recurso extraordinario la sentencia que, undada finieamente en que el habeas corpus s6lo protege la libertad fisiea © corporal de Jas personas; no hizo lugar al Jevantamiento de las restric. ciones impuestas al derecbo de publicar y administrar el diario invoeado por el apelante. HABEAS CORPUS. + Con arréglo a la reiterada jurisprudencia de 1a Corte Suprema, la via del hébeas corpus s6lo procede cuando se invoca una restriccidn ilegal a Ja liber- tad corporal de las personas, Los demas derechos garantizados por la Cons- titucién deben sor defendidos por otras acciones ajenas a dicho remedio (Voto del Sr. Ministro Doctor Don Carlos Herrera). CONSTITUCION "NACIONAL: Principios generales. En un régimen constitueionsl como el vigente en in Repitblied, la jurisdiecién proviene de la ley, entendido el témhino en sa aeepeién més amplia, compren- siva de las normas constitucionales. La actuadién de cualquiera de los agentes de los poderes constitufdos y en especial de los judiciales, debe ajustarse a aquéllas, no sole en euanto al contenido de Jas resoluciones sino también en cuanto q la competencia y ala forma de expedirlas. Por lo mismo que el Poder Sudiciél es custodio de la observancia. de la Constitueign por’ los otros poderes; esté obligado al. respeto de las propias limitaciones, especialmente a no exceder su juris- + dieeién (Voto del Seficr Ministro Doctor Don Curlos Herrera), 1 > CONSTITUGION NAGIONAL: Control de constitucionulidad. Facultades del Poder Judicial. El contralor de constitucionalidad esté sujeto a la roglamentacién de los procesos judiciales, porque de otra manera Ja division y la igualdad de los ‘poderes quedarfin rotas en beneficio del juilicial y aunque se arguya la posibilidad de que el silencio legislativo o 1a inoperancia de los procedimien- tos legales no pueden impedir la vigencia de los derechos y principios consti- * tueionales, no es dado a los jueces, so color de que wna yia legal sea prefe- rible a otra, prescindir de las prescritas ‘por el érgano legislativo. La preseindencia de base normativa para la actuacién jurisdiccional sélo puede ser admisible en condiciones vitalmente extremas, que no’ s¢ cumplen en el caso en quo el reeurrente, por Ja via de un recurso de hébeas corpus, ha solicitado que se tomen las medidas necesarins para hacer cesar la clau- sura de un diario, por considerarla yiolatoria de Ja libertad de imprenta {Voto del Sr. Ministro Doctor Don Carlos Herrera). DE JUSTIOIA DE LA NACION 4a ‘DicraMEN pet Pxocurapor Gewena, “I Suprema Corte: De lo informado a fs. 37 y yta. asi como de las propias ma- nifesiaciones formuladas por el interesado en su escrito de fs. 35 surge que la clausura del periédico “Mercedes’’, que dié origen a las presentes actuaciones, ha sido dejada sin efecto. En consecuencia, puesto que cualquier pronunciamiento de V. H. ‘respecto de Ja cuestién planteada revestiria en la actuali- dad ¢l cardcter de abstracto, opino que corresponde declarar mal concedido el recurso extraordinario de fs. 46. Buenos Aires, 13 de agosto de 1957. — Sebastién Soler. . , ‘ ’ , Dicramen EL Procurapor GENERAL my Suprema Corte: Atento el informe de fs. 59, y sin perjuleio de observat que su contenido es contradictorio con el de fs, 87 —razén ‘por la que corresponderia aclarar cual es en definitiva la situacién actual del diario ‘‘Mereedes’’—, paso a dictaminar sobre el fontlo del asunto. En este aspecto, ya he tenido oportunidad en el.caso de Fallos: 236: 41, de opinar que-el recurso de hibeas corpus sdlo protege a las personas privadas de su libertad corporal sin or- den de autoridad competente, por lo que, si V. B. decide admitir Ja procedencia, del recurso intentado, estimg que corresponderia confirmar Jo resuelto en cuanto ‘ha podido ‘ser materia de ape- lacién extraordinaria. Buenos Aires, 14 de octubre de 1957, = Sebastian Soler. FALLO DE LA CORTE SUPREMA Buenos Aires, 27 de diciembre de. 1957. Vistos los autos: “Siri Angel s. ./ interpone recurso de ha- beas corpus, en los que a fs. 47 via. se ha concedido el recurso extraordinario contra la sentencia de la Camara de Apelacién en Jo Penal del Departamento de Mercedes *{Pcia. de Buenos Aires), de fecha 28 de mayo de 1957. Considerando: Que el solicitante comparecié ante al Juzgado en 1 To Penal “n® 3.de la Ciudad de Mercedes (Provincia de Buenos Aires) 462. FALLOS DE LA CORTE SUPREMA manifestando que el diario ‘‘Mercedes’’, de su direccién y admi- nistracién, continuaba clansurado desde comienzos de 1956, ‘‘me- diante custodia provincial ‘en el local del mismo”’, lo que vulne- taba Ja libertad de imprenta y de trabajo qué consagran los arts. 14, 17 y 18 de la Constitucién Nacional y los arts. 9, 11, 13, 14, 23 y demas de la Constitucién de la Provincia. Solicit que, previo informe del Comisario de Policia del Partido de Mer- cedes sobre Jos motivos actuales de la custodia del local del dia- rio, se proveyéra lo que .correspondia, conforme a derecho y de acuerdo con las cléusulas constitucionales citadas (fs. 1). - Que requerido dicho informe por el juez actuante, el Comi- sario de Policia informé que ‘‘con motivo de una orden recibida de la Direccién de Seguridad do esta Policia con feclia 21 de ene- ro ppdo., al mismo tiempo que se procedié a la detencién del sefior Angel Siri, director-propietario del diario ‘‘Mercedes”, se. cumplié con Ja clausura del local donde se imprimia el mismo, el que desde aquella fecha viene siendo custodiado por una con- signa policial colocalla al efecto’? (fs. 3). ; Que ante la ‘falta de, especificacién sobre los motivos de la clausura del diario, el juez requirié sucesivamiente informe del Jefe de Policia de la Provincia de Buenos Aires (fs. 8 a 10), de la Comisién Investigadora Nacional (fs. 20) y del Ministerio de Gobierno de dicha provincia (fs. 25 a 31), todos los cuales manifestaron ignorar las causas de la clausura y Ja autoridad que Ja dispuso. Reiterada por el solicitante la declaracién pedida al comienzo de estas actuaciones, el juez resolvié no hacer Ingar a ella en razén de no tratarse en el caso de un recurso do habeas corpus, el cual séJo protege la libertad fisica o corporal de las personas (fs, 33). 7 . Que el solicitante interpuso recurso de revocatoria, ‘y en sub- sidio. el de apelacién, en cuya oportunidad el juez dispuso re- querir,nuevo informe del Comisario de Policia sobre si ¢l local del diario ‘atm contintia con custodia policial” (fs. 36), infor- nando este funcionario que desde ef 29 de abril ‘‘fué dejada sin efecto Ja*consigna y se vigila el ldcal mediante recorridas que efecttia el personal de servicio-de calle’ (fs. 87 vta.), A-mérito de este informe, el juez no hizo lugar a Ja revocatoria pedida, ‘en consideracién a que’‘carece de actualidad y fundamento eb presente recurso de amparo, ya que no existe restriccién alguna que afecte al recurrente”’ ; y concedié el recurso de apelacién pa- ra ante-el Superior (fs. 38), La Camara de Apelacién on lo Penal de Mercedes confirmé,por sus propios fundamentos, Ja decisién apelada (fs. 43). . Que contra esta sentencia el solicitante ha deducido el pre- aris DE JUSTICIA DE LA NACION 468 sente recurso extraordinario, fundado en la supuesta violacién de las garantias constitucionales que invocé en su escrito originario (fs, 46), el cual Je ha sido concedido por la Camara de Apelacién (fs. 47 vta.). . - Que, radicada la causa ante esta Corte Suprema y con el objeto de actualizar los elementos de hecho, el Tribunal requixié del Juez en lo Penal de Mercedes informe sobre si subsistia en la actualidad la clausura del diario (fs. 53), respondiendo ei Comi- + sario de Ja localidad, en oficio dirigido al juez comisionado, que si subsistia esa clausura (fs. 59). Que segiin resulta de los antecedentes antes relacionados, no existe constancia cierta de endl sea la autoridad que ha dispuesto Ja clausura del diarié ni cufles sean, tampoco, los motivos deter- minantes de ella. En estas condiciones, es manifiesto que el de- recho que inyoca el solicitante de publicar y administrar el diario debe ser mantenido. Ay Que, por otra parte, en sus diyersos escritos el comparecien- te no ha dicho que interponia un recurso de habeas corpus como lo hace notar, ademas, en él eserito de fs. 40—, por lo que es erré- neo el tinico fundamento de la sentencia denegatoria de fs. 33, eonfirmada con el misrho fundamento por la Cémara de Apela- cién (fs. 43), que da origen a este recurso. El escrito de fs. 1 sdlo ha invocado la garantia de la libertad de imprenta y de trabajo que aseguran los arts. 14, 17 y 18 de la Constitucién Nacional, Ja que, en las condiciones acreditadas en la causa, se halld evi- dentemente restringida sin orden de autoridad competente y sin expresién de causa que justifique dicha restriccién. Que basta esta comprobacién inmediata para que Ja garantia constitucional invocada sea restablecida por los jueces en su inte- gridad, sin que pueda alegarse en contrario la inexistencia de una Jey que la reglamente: las garantias individuales existen y protegen a log individuos por el sélo hecho de estar consagradas por la Constitucién e independientemente de las leyes reglamen- tarjas, las cuales sélo son requeridas para ¢éstablecer ‘‘en qué casos y con qué justificativos podré procederse a su allanamiento y ocupacién’?, como dice el art. 18 de la Constitucién a propésito de una de ellas. Ya a fines del siglo pasado sefidlaba Joaquin V. Gonzituz: ‘‘No son, como puede creerse, las “deglaraciones, de- yechos y gardntias”, simples férmulas teéricas: cada uno de los articulos y cléusulas que las contienen poseen fuerza obligatoria para los individuos, para las autoridades y para toda la Nacién. ‘Los jueces deben aplicarla en la plenitud-de su sentido, sin alte- rar 0 debilitar con vagas interpretaciones o ambigiiedades la ex- presa significacién de su-texto. Porque son la defensa personal, ‘ 464 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA el patrimonio inalterable que hace de cada hombre, ciudadano o no, un ser libre e independiente dentro de la Nacién Argentina”’ (Manual_de* la Constitucién Argentina, on Obras Completas, yol. III, Buenos Aires, 1935, n? 82; confr., ademis, n™ 89 y 90), Que en consideracién al cardeter y jerarquia de Jos principi de la Carta Fundamental relacionados con los derechos indivi-* duales, esta Corte Suprema, en su actual composicién y en la primera oportunidad en que debe pronunciarse sobre el punto, se aparta asi de la doctrina, tradicionalmente declarada por el Tri- Dunal en cuanto relegaba al tramite de los procedimientos ordi- narios, administrativos 0 judiciales, la proteccién de las garantias no comprendidas estrictamente en el habeas corpus (Fallos: 168: 15; 169: 103 y los posteriores). Los preceptos constitucionales tanto corno la experiencia institucional del pafs reclaman de con- suno ‘el goce y ejercicio pleno de las garantias individuales para Ja efectiva vigencia del Estado de Derecho e imponen a los jueces el deber de asegurarlas. ‘Por tanto, habiendo dictaminado ef Sr. Procurador General, se revoca la sentencia de fs. 43. Y vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que haga saber a Ja autoridad policial que debe hacer cesar la restriecién impuesta al sclicitante en su cali- dad de director-propietario del diario clausurado. Aurripo Orcas — Manven J, Anca- _ Saris — Enrique V. Gaur — Cantos Hurrzra (en disidencia) — Bsxgamin Viramcas Basavit- BABO. Diswenors per -‘Sexor Mixistro Docror Don Cantos Hunnira Considerando: Que segiin resulta de las constancias de autos, la autoridad policial de la Provineia de Buenos Aires mantiene clausurado el diario ‘Mercedes’? que se publicaba en la ciidad del mismo nom- bre de dicha provincia; y que don Ange] Siri, invocando la cali- dad de director y administrador del periédico y la libertad de imprenta y de trabajo consagradas por la Constitucién Ni ‘acional, se presenté a fs. 1 ante el Juez del Crimen local solicitando se yequiriera informe a la Policia sobre los motivos de Ja clausura y con su resultado so proveyera de acuerdo con las cléusulas . DE JUSTIOIA DE LA NAcION « 465 constitucionales que cit6; solicitud reiterada a fs, 32, después de Jos divergos informes producidos con los cuales no se pudo acla- rar debidamente quién habia ordenado la,clausura y por qué Tazones, Que el sefior juez a quo resolvié a fs. 33 desestimar la pre- sentacién del recurrente en raz6n de que el recurso de habeas corpus ha sido instituido solamente para la proteceién de Ia liber- tad personal; decisién de la que Siri pidié revocatoria a fs. 35 manifestando que no obstante no existir ya consigna policial en el local del diario y haber sido sacados los precintos de las puer- tas del mismo, no se atrevia a abrirlas ‘sin antes obtener el pill de indemnidad declarativa’’ de sus jueces naturales. Que después de un nuevo informe policial confirmatorio de Jo aseverado por Siri, el a quo desestimé a fs, 38 la revocatoria _ invocando los fundamentos de su resolucién anterior y la inexis- tencia actual de restriccién alguna, pronunciamiento que fué confirmado por sus fundamentos por él tribunal de apélacién. Contra esa resolucién se interpuso por el afectado el presente . recurso, ¢xtraordinario, manifestando qué se mantenia la clap- * sura, hecho que resulta confirmado por el informe policial de fs, 59, expedido a requerimiento de esta Corte. ” Que no obstante Ja imperfeccién con que la cnestién ha sido planteada por el recurrente, se deduce de sus expresiones que pretende que el sefior Juez del Crimen tome alguna medida, que no conereta, para hacer cesar Ja clausura del diario por ser ella yiolatoria de la libertad de imprenta garantizada por el art. 14 de la Constitucién Nacional. A ello, por lo demas, reduce sus manifestaciones en el memorial de fs. 51, aclarando que ‘no ha interpuesto un xecurso de hébeas corpus sino el remedio legal de peticionar a las autoridades. Que el Sr. Procurador General, en su dictamen de fs.-64, sostiene que el recurso de habeas corpus sélo protege a las per- sonas privadas de su libertad corporal sin orden de autoridad competente y se remite a lo que expusiera en Fallos; 236: 41, ‘donde expresé que esa coticlusién no implica, por cierto, que no existan medios para hacer efectivo el derecho de publicar las ideas por Ja prensa sin censura preyia cuando 6] es afectado por actos de autoridad; y que de igual manera que la proteccién del derecho de propiedad se ejerce mediante diversas acciones, civi-, Jes y criminales, sin que quepa decir que la. garantia sonstitu- cional correspondiente sea anulada porque no constituya mate- ria del recurso de habeas corpus, el recurrente puede también perseguir el reconocimiento de los derechos que invoca y el cese de las trabas que, segtin afirma, se oponen a su ejercicio, median- . . . 466 PALLOS DE LA CORTE SUPREMA te Jas acciones civiles, contenciosoadministratiyas y criminales correspondientes, * Que esa es indudablemente Ja doctrina que surge de la juris- prudencia de esta Oorte (Fallos: 188; 44; 169: 103; 168:15) que ‘ha establecide reiteradamente que Ja via del habeas corpus sola- ménte procede cuando se inyoga una restriccién ilegal a la libertad corporal de las personas; y que los demés derechos garantizados por Ja Constitucién deben ser defendidos por otras acciones aje- nas al remedio indicado. Ms cierto que el recurrente manifiesta que el que ha interpuesto no eg un recurso de habeas corpus; pero no solamente no concreta de qué accién sé trata sino que el trimite impreso a Ja causa a su pedido y con su conformidad hha sido el establecido por las leyes procesales para dicho recurso. Que no es diseutible que en un régimen constitucional como el vigente en la Repéblica, la jurisdiccién proviene de la ley. Entendido el término en su acepcién mas amplia, es decir, como comprensivo de Jas normas constitucionales, se da asi Ia nece- sidad de que Ja actnacién-de cualquiera de los agentes de los poderes constituidos, deba ajustarse a cllas, no sélo en cuanto al contenido de sus resoluciones, sino también en cuanto a la competencia y a la forma de expedirlas. Y estos requisitos, que diferencian Ja actuacién reglada de los érganos de un estado constitucional, a Ja manera americana, de Ja actividad fiscre- cional propia de otros regimones, es particularmente imperiosa respecto de los jndiciales, Hllos, en efecto, por lo mismo que son custodios de la observancia de la Constitucién Nacional por los demfs poderes, estén especialmente obligados al respeto de las propias limitaciones, entre las cuales figura, en primer tér- mino, la de no exceder la propia jurisdiccién —Fallos: 155: 250—. Que evidentemente el argumento no, se abate con la invoca- cién de la posible subsistencia de principios’ constitucionales con- euleados. Hsi& claro, en efecto, que el contralor de constitucio- nalidad esté también sujeto a Ja reglamentacién de los procesos judiciales, porque de otra manera la divisién y la igualdad de los poderes se habria roto, en beneficio del judicial. Por eso la jurisprudencia de esta Corte no ha reivindiecado la supremacia de sus propias resoluciones, sino en cnanto se las ha expedido en el ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales -—Fallos: 205: 614 y otrqs—. . Que si atin fuera admisible argiiir con Ja posibilidad de que el silencio legislativo o la inoperancia de Jos procedimientos lega- Jes.no pueden impedir la vigencia de los derechos y principios eonsagrados por la Constiticién, deberfa observarse que seme- jante razonamiento, que reviste cardcter extremo, indudablemen- 1 DE JUSTICIA DE LA NACION 467 te supone la demostyacién acabada de aquellos requisitos. Por- que noves so color de que una via pueda estimarse, por Jos jueces, preferible a otra, que les sea dado prescindir de las preserip- tas por el érgano legislativo, titular como eS de la soberania popular en“esa materia. Y menos cabria hacerlo sobre la base de la posible aplicacién defectuosa de Jas leyes vigéntes para la ‘4utela de los derechos patrimoniales, 0 de aquéllos otros que se ejercitan con Ja disposicién de, lo que es,tpropio, como es la de «publicar ideas por medio de la prensa por ¢l duefio de un perié- diico, Se trataria, en todo caso, de corruptelas que no ‘son insal- vables y que de cualquier modo no justifican la excedencia sefia- lada de la propia jurisdigcién. Porque los derechos que la Consti- tucién acuerda son tales conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio —Constitucién Nacional, art. 14—. Y entre estas ‘figuran las de la defensa judicial ae aquéllos en la manera pres- eripta por el ordenamiento juridico, si ha de ser verdad como esta Gorte ha dicho, que.el orden de nuestra conyivencia reposa on la ley —Fallos: 234: $2 y sus citas—. El prudente y decoroso * ‘respeto de las propias limitaciones al par que de las facultades de Tos demas poderes, hace evidente que la prescindencia de ‘pase mormativa para la actuacién jurisdiccional, sdlo puede ser admi- sible en condiciones vitalmente extremas, entre las, que las cir- ‘eunstancias relatadas del caso, impiden encuadrar a éste. Por ello, y de acuerdo con lo dictaminado por el St. Procu- rador General, se confirma Ja’ resolucién apelaga en cuanto ha’ podido ser materia del recurso. yoo Cantos Herrera, NACION ARGENTINA vy, COMPARIA DE SEGUROS SUD AMERICA COSTAS: Resultado det ltigio. Gorrespontie que sean pagadas en el orden eausado las costas de segunda instengia, en un juicio de exprobiaeidn, cuando la" Corte reduce el monto de ln indemnizacién a la enntidad fijada en primera instancia_y que, en sa oportunidad, fuera apelada por ambas partes (1). (2) 27 de diciembre.

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