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7. LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES Haremos una distincién entre el abuso sexual extra ¢ intrafa- mniliar, dado que estos dos fenémenos determinan dinamicas clini- ‘eas muy diferentes que van a necesitar de programas de interven- ida distintos. Para hablar de eabuso sexual intrafamiliars, es decir lun abuso cometido contra un nifo por un miembro adulto de la ta- tmilia, utilizaremas indistintamente cl término abuso sexual ices roso, para dar a entender que tanto el abusador como el nino vie~ tima estan vinculados por lazos familiares, y el término agresion fnncestuasa, para insistir sobre el caracter forzado de la situacion. Cuando el agresor no pertenece al medio familiar del nino ha: blaremos de abusos sexuales extrajamiliares. El adulto agresor puc+ de ser un sujeto totalmente desconocido para el nino, asi como pa- rast familia, o alguien conocido que pertenece al entorno del nifto (véase el cuadro 1). LOS ABUSOS SEXUALES COMETIDOS POR DESCONOCIDOS ‘Hemos elegido cuatro situaciones tratadas en nuestro progra- ‘ma para ilustrar los componentes mas importantes de esta expe- Fiencia y para mostrar el contenido de las vivencias de cada partici- pante: la vietima, el abusador y la familia entendida como sistema, En todas los casos de agresion extrafamiliaren los cuales hemos in- rervenido, el agresor ha sido un hombre. En los casos analizados en teste texto, dos de los abusadores fueron arrestados por la policia, ¥ el tercero, que abusé simultineamente de dos nifos con una vio~ Jeneia inusitada, nunca fue atrapado. El primer abusador corres- ponde al caso de un exhibicionista que agredié a una nia de siete anos a la salida del colegio. 18 EL DOLOK INVISIBLE DE La INFANCIA Cerone 11, Diferentestipos de abusos sexuales en nifios, sept relacién entre abusadorvictima. “a ABUSO SEXUAL EXTRAFAMILIAR ia ABUSO SEXUAL INTRAFAMILIAR, alador —— Abunador | ‘tscomocido Conoco por Fedratr, porcini” imtoy'0"—® Nino Sl anne Nie pao sfectivas, Femiisgn Mbasadorgova Elabusador nema “vs fonatsnicata, manip Tn, outs Weeperian Cane Rersyaltoror sinoyse oi Elablaador haciéndelewufrir_ Ietlenen. manipula el Mineut familar RELACION MAXIMA ——____» ret actow miininta segundo so rata de un pio, atsa callejero, que hl logrado conguistar la confianan de un fio de oche anor Sespetens deerpeinaDespus ac arora ae cit ab opuuciapra Caesar trae de ses Ino tend erate progam nsogede ststdar Coramee' antoor Seale ate Inedoy pavor se escape comtndoletode acurndc ate nates i reer abusador correspond segs Is oeeyto bacha por ies mabien an cadet retebimons a fueron agredidoa renualmense, con volenbis 7 alias gern hombre que se excitaba sexualmente con la sensacion de controlar J omete asus etme yor a as ea Ta Los ninos agreidos jugabn juntos en un parae se habian aloe do desis padres con quienes habian seni una manifetacen de LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA EINTRAFAMILIARES 189 portiva; x trataba de Benoit, un nino de seis anos y una nif, Luce, de Inmisma edad, amigos desde muy pequenos. El nino estaba acompana- ddo de sus padres y la nina Gnicamente de su madre. El agresor, descrito par los nifios como un shombre gigantes Ilevaba su rostre eubierto por {in pasamontafas negro. Este sujeto les cogié con brutalidad tapandoles ‘riolentamente la boca ysbligindoles a avanzar al interior del bosque. AL llegar s un lugar desértico, les amena76 violentamente y les oblig6 = practicarle una felacton, Por suerte para los nino, el ruldo de caminan esque se acereaban al lugnr provoc6 la fuga del agresor salvéndoles po- siblemente la vida. ‘Alo largo de las sestones terapéuticas, ls niftos hablaron de tos insultos¥ las amenazas que reetbieron del individuo. Analizan- dove] contenido de su discurso, asi vomo el cardcter extremada- mente violento de sts comportamientos, se puede afirmar que su Sbjetive era excitarse con el sufrimiento de los nifios,y probable- frente mataries. La lelacion fue una de las formas utilizadas para egradar y humillar a sus vfctimas. En los diferentes casos presentados, el grado de sufrimiento de las victimas estaba en rlacion directa con cl contextoy el conten dlode ln agresion Tin el caso de lana de siete aftos agredida por el exhibi ta, cl sulrimiento se manifestaba sobre todo por un sentimiento de thiede y desconfianza en relacion con los hombres desconocidos, ¥ Sobre todo por un sentimionto de vergdenza y culpabilidad. La ver uenva estaba ligada la creencia de que habia sido ella la que ha. bia atraido al agresor y su culpabilidad al hecho de que habia deso- bedecidoa su madre, pargue se habia alejado del camino habitual para regresar a su casa. El sulfrimiento del niho agredide por el pedéfilo se expresaba por un sentimiento de ansiedad despertado por los recuerdos dela Reresion, pero, sobre todo, por la culpabilidad de haber aceptado tina invitacion de una persona desconocida sin avisara sus padres Probablemente tambien e sentia culpable por su euriosidad y por la fueltaeign qu le desperts la vision de las fotograties pomografcas Tin estos dos casos a evalucion de los nis fue muy favorable, por la respuesta adecuada gue presentaron a la situacién, por el Contenido de la agresion y sobre todo por la respuesta positiva de Sus families, ue spevaron incondicionalmente a sus hijos, aqui nies reconocieron inmediatamente como vietimas, ofteciéndales Apoyo y buscdndoles ayuda terapeutica ‘Ea estas situaciones y en el tercer caso que vamos a abordar los ninos pudieron designary nombrar al agresor eomo tal. La pri- 190 FL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA ‘mera nina designaba a su agresor como «el exhibicionista degene._ radon, el nine agredido por el artista callejro se reteriaasu abu dorcomoel emaniatic sexual, Tos nites agredids con violeneta hablaban dl agresor refiriéndose a l con las denominaciones de smonstruo, degenerado sexual y de los pa- des, para crear poco & poco un clima de «familiaridads con ellos y LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 195 sobre todo con la victima. De una manera solapada y engafiosa, es- {os sujetos invitan a los nifios a participar en actividades sexuales. Este tipo de abusadores se identilican de una manera perversa con los nifos, adaptande fécilmente sus comportamientos a los de Su victima y ofreciéndoles relaciones gratificantes y sin frustracién, Por otra parte, estos sujetos eligen a sus vietimas entre los nino que presentan carencias sociopsicoafectivas, producto de un medio poco estructurado, ya sea en razén de una fragilidad familiar y/o Social. Sus victimas provienen de familias monoparentales con di ficultades, de padres divoreiados conflictivamente, de familias in- migrantes con problemas de integracidn, o de familias con nifios adoptados. Los abusadores pedéfilos atribuyen sus actos a una fi- ‘nalidad altruista, y ademds usurpan una parte de la funci6n paren tal, adoptando un rol de pseudoparentalidad hacia sus vietimas. ‘En todos los casos, el pedéfilo envuelve a su victima en una re: lacién falsa que es presentada como afectiva y protector. Al mani ‘ular al mismo tiempo la confianza familiar el nifo es doblemente ‘osificado, primero por su abusador y Iuego por sus propios pa- res, que sacrifican su rol protector @ la relacién con este indivi- duo, que muy a menudo ejerce un verdadera faseinaci6n tanto en sus Vicrimas como en los miembros de la farnilia, a quienes involu- cra convirtiéadose en un personaje agradable, simpatico, servicial yatento con todos. Este proceso puede ser comparado metafSricamente con el de la varmpivizacién, lo que nos permite representar la influencia de es te sujeto sobre la victima y su familia, ademds de hacer alusién al proceso de «vampirizaciéne del abusador, ya que estos individuos, cuando eran niftes, fueron a menudo vietimas de un pedéfilo. La victima de Un ped6filo tiene una gran dificultad para detec- sar precozmente el peligro en el que se encuentra debido al cardcter confuso y manipulador de la relacién olrecida por el abusador. El nifo vive los gestos y discursos de su abusador como amistosos, afectivos y gratificantes. Ademés, la agresién sexual como tal se ha ce de una manera «dulce» y solapada, provocando en muchos casos en el nifto sensaciones corporales agradables e incluso de goce se- xual, En este contexto puede pasar un tiempo antes de que la victi>, ma se dé cuenta de que est4 sufriendo abusos. El hecho de que el pedélilo abusador presente a su victima sus comportamientos como formas naturales de relaci6n adulto-ninio y que se haga aceptar como «miembro honorario» de su familia, ‘sumenta la confusiGn de ésta y le impide denunciar lo que ocurre con rapidez, y cuando lo hace se encuentra sumergida en la culpa 196 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA y Ia vergienza, Desgraciadamente, en algunos casos el pedéfilo brinda ayuda financiera w otros favores los padres de las vet mas lou explica qu now sencucnirn na relacin de de pendencia hacia éstey que reacclonen por la vergienca y Ia culpa Bitidad de una forma poco adecuada cuando sus hijo les revelan lavendad Este conjunto de constatacionesexplica que tanto la interven: ciém social en tas familias como sa terapia tench como finalidad “desvampirizars no slo ala vicina directa sino a todo el conjunte incrlian Se trata no solamente de sanar ala vietinma de law cone Ciencias dela agresin, sina tambign de sdescontaminar® a su fa- milla dela influencia del pedollo sbusador,resttuyendo a sus pet dres las funciones usurpadas por éste. La siguiente es una ilustracién de un caso de pedofilia multiple trsiado on recent prograne: lor Fe un hombre de alredsdor de cuenta aoe, Ea uno dou pefeeoen ks populares deus peguata exces de os aledede: rex de Brusclan alli hain organiado on club famine de amigos de In Taran, Durante aren mse, sor haba organiza paseot famares Alico, padres nino parcipaan. Poco a poco, ox ase ‘ dlarios e transformaronen paces famlaes dein de seman, has ta ue ete proferor propio Hines de semana silo con algunos nino. Burante cor lncs desman, ete hombre abu de as nas que for tlc el po una ana por separa. Su sled consi ear 2S elelda a dormircon ea iniroductse durante la noche en ao tna de ana de elas. Al principio las manossabay progresivamente las forebactassctvadesweruslea como blgais a mastutbarie ome. turbarlas yo practicar la felacton “A mts tiempo que abba de ells ext sujto impr la ley detslenoy asco asiicinasa ns degen wor so que sus padres entaran de acuerdo con ata prssticasporgor so {tataba de una ceducacln seals o-que era importante no contaselo A nadie dade que podria haber malentenidos, porquela mayoria dela ent cra muy conscrvadoraconrespecto a sexo For tra pate, ele Sbusador «comprabarelslenio desu victimas con diferentes reqalos Yodindse igor vn onc rvs como samnor de Las nis agreddastenian entre site y det aos. Lanta que re velo lo hechos pertencta al altima fami que el er T.habi 1o- trado cata Se rata dena madre voreada que dnd hacia poco emo via sola con at hj. Esta nia habia si invita alo un vee Elfinde somans que capris, l ujtoabusd de ela en sv cama em tstado de embriaguce, Lait tmpreionnda y muy asateda, at LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 197 primero asus amigas del grupo lo ocurrido, y éstas le confesaron que les habia pasado lo mismo, Al vegresar del fin de semana, la nifia revel su ‘experiencia @ su madre quien, Impresionada y trastornada por lo que (096, tasmitié el hecho al padre dela ia, que profundamente disgus. {ado tomé su revlver) [ue al domieillo del abusador con la intencion de increparle Enel momento dela interpelacién, el sefor Tle respondio «que nl 1 ni su ex esposa tentan el derecho de hacerle reproches despues de o- flo fo que habia hecho por ellos; que si su hija tenia problemas, era culpa Ge ellos, que ellos no habian sido eapaces de brindarle una verdadera fa Iniliaa su hija y que de todas maneras era normal, para una nina de do- Ceafios, uc la desflorasen yl edearan sexualmentey. Cuando el padre {cla niba escuché esto, fuera dest, sac6 su revolver y dispar6 a las pler- rnas del sefor T.hirigndolo, Como consecuencia de este incident, el “busador fue hospitalizado y el padre arrestado y enviado a prisién Ta reaccién de 10s ottos padres es muy llustrativa del fen6meno de “hechigamientor ejereid sobre lav familias por ese tipo de delincuen: {eo senuales. Los padres de los atros nines tomaron partido por el senor ‘T-acusando a la nia que lo habia denunciado de mentirosay fabulado tm Laconfianza ciega en este hombre era tal que incluso formaron «un Comite de defensam del senor T.Le visitaron regularmente en el hospital ‘hicieron una colecta para contratar un abogado que asegurars 3 de- fensa. La situacidn eambié radicalmente cuando los otros nihos impli: tados, al ser interragados por poliias experimentados en este tipo de Alelits, contaron toda la verdad. ‘Come resultado de la Investigacion polieal el sehorT. fue incu doy arresiado, el padre de lamina fue puesto en libertad. Al producirse la crisis provecada por la divulgacién de los he- ‘chos, a direccién del colegio se dirigié a nuestro equipo solicitando tuna intervencién terapéutica para ayudar a las victimas y a sus fa- milias, La descripcién detallada del modelo de intervencion que utilizamos en este caso nos permite mostrar los elementos més im- portantes de este tipo de terapia. PAUTAS PARA LA INTERVENCION PSICOSOCIAL [EN CASOS DE ABUSO SEXUAL EXTRAFAMILIAR La necesidad de constituir un verdadero equipo de interven- ion con los recursos de la red es fundamental porque en estas si- tuaciones hay miltiples implicados (victimas, miembros de Ia fa~ milia, miembros de la comunidad escolar, etc.), ademas por la ravedad y la complejidad de los casos, 198 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA En Ia situacion descrita fue necesario un equipo compuesto por dos terapeutas y un abogado que actué como consultor por las implicactones judiciales de Ia situacién. Las diferentes etapas de la intervencion 1, Andlisis de la demanda. Comprender en qué contexto social se produce y cual es el verdadero contenido de una demanda es un requisito importante para realizar cualquier intervenci6n social y/o terapéutica (Tilmans, 1987). En los casos donde se pide a un profe- sional o a un equipo intervenir porque se ha cometido una trans- gresion que implica varios sistemas, este procedimiento es impres- cindible, En elcaso del senor Tel contenido de la demanda del director de la escuela a nuestro equipo no era muy claro. No estabamos se- guros de si su inquietud estaba motivada mas por la necesidad de acallar el escandalo provocado por la divulgacién 0 por un interés real de ayudar a los nifios y a las familias. Ademis, al principio era Aificil saber si su peticién de ayuda era el resultado de una iniciati- va personal o si era portavoz del cuerpo docente de la escuela yio de Jos padres, Por esta razén, fue fundamental una reunién en la cual pudi- ‘mos comprender mejor sus peticiones ¥ al mismo tiempo elaborar con él el programa de intervencion. En esa reunién descubrimos ‘que para el director era urgente hacer algo para tranquilizar a los padres de los nifios que acudian a la escuela. Necesitaba conven- ceerles de que el caso del senior T. era un suceso aislado y que ni la direccion ni el colegio tenfan ninguna responsabilidad en los suce- ‘sos, Buscaba a toda costa obtener el apoyo de los padres para poder mantener la marcha normal dela escuela y su reputacion. Como afirmabamos anteriormente, ofrecer un espacio de dis- ccusién al demandante de ayuda para explicar y clarificar el contex- to yel contenido de sus demandas, es fundamental para buscar un entendimiento sobre cémo y para qué hay que intervenir. Este pro- cceso permite aclemas adaptar las motivaciones y los intereses del demandante a las competencias, mandatos y finalidades del siste- ma profesional al que se pide ayuda. El didlogo con el director nos permitié llegar a un acuerdo so bre dos pistas de trabajo, La primera, ofrecer ayuda terapéutica a los ninos vietimas de la agresian y a sus familias. La segunda, pro poner la aplicacion de un programa de prevencién de abusos se- 1.08 ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 199 suiles, primero al equipo dacent,huegoa los padres yfinalmentea [Svkimnon de ta escuela. Esta proptesta respondta ala peticion iRlaal del directory permitia wilizarconstractivamente la criss Sraaplicar este programa. ove firector reibid como mision transmit ls familias nes tea oferiay comenzar negoctaria idea del trabajo de prevencién Conel equipo docentey con la Asociaelon de Padres de Familia de escuela, Algumos diac mas tarde, este nos tansmitio el acuerdo {es familie para reebit ayuda o que nos indujoa andar una arts a los padres para fj el comienzo del trabajo terapeutico, 2. Bl trabajo de grupo con familias, Nuestro trabajo terapéutico con familias de refugiados politicos nos ha ensefado que es posible necesario ofrecer aun grupo de familias que han vivido experien- Clas trauméticas similares la posibilidad de encontrarse, para ayu= darse mutwamente, compartir experiencias, intercambiar los re- Gursos disponibles, ast como las soluciones encontradas a los problemas comunes, creando una red social para superar proble~ mas y slrimientos. Esto explica nuestra eleccién de las sesiones familiares colecti- vas, en el tratamiento de vietimas de abuso sexual extrafamiliar. A menudo estos encuentros comienzan con una reunién preliminar Con todos los padtes, con una doble finalidad. La primera, resti- tuirles completamente su rol de padres, y la segunda, brindarles un espacio para que analicen con nosotros los riesgos y ventajas del metodo, asi como para que resuelvan sus conilictos y diferencias alejados de la presencia de sus hijos, Estas reuniones sirven también como rito de pasaje, en el cual se describe la historia del proceso que nos llevé a organizar la in- lervencién. Por esto, una primera parte de la reunisn con los pa dres se hace en presencia del demandante, en este caso el director de la escuela, Por diltimo, estas reuniones permiten la elaboraci6n de un plan de trabajo participative con los padres. En el ejemplo citado, todos los padres pudieron expresar sus sentimientos de culpa por haber depositado una confianza ciega en clsefior T. y por haber ofrecido pricticamente a sus hijas como ob- jeto sexual, En estas reuniones casi todos expresaron una rabia pro= funda porgue habian sido traictonados en su confianza por ese hombre, asf como una inquictud en relacién con el futuro psicol6- zzico de sus hijas. Los padres de la nia que denuncié los hechos ex- presaron su frustracion y su célera frente a los padres que defen~ Gieron al abusador en el momento de la divulgacion. La madre de 200 FL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA la nina los tats de cobardes e iresponsables. Este fue uno de los ‘momentos ms difciles del proceso, el grupo de padres esto a punto de desintegrarse Nuestras intervenciones se centraron en manifestar muestra empatia por los sentimientos que se habian expresado, olreciendo a.Su vez nuevos marcos de referencia para entender lo sucedido, lo Aue permit mantener Is eohesion del grupo. Compartimos, por jemplo, nuestras experiencias en cl acompatnamiento de otros pas dres que habfan vivido un traumatismo similar y que tambien oc habian sentido culpables cuando se dieron euenia Gel enorme er gano del cual habsan sido vietimas, Gracias ala metafora del swam: Piro», logramos ayudar alos padres a aceptar que su situacion era fa consecuencia de haber sido manipulados por un individo que, tras una mascara de gentileray generosidad, camflaba sus actos perversos, En estas primeras entrevistas con los padres, los ferapeutas ox ploramos y recibimos, desde una postura postiva, ls respuestas onstructivas que os padres desarrollaron para ayudar asus hijos, para restituires tambien la totalidad de sus competencias, wsurpa: das parcialmente por el abusador Estos primeros enctentros con los padres fueron seguidos por una sesion colectiva en la que también paticiparon todos los nibos implicados. En relacion con los otros miembros de la rar, sole mos dejar a los padres la elecein de si participan o no en el pro rama; lo mas comin es que los padres opten por la no participe: lon. Eneste caso, nosotros insistimos en la nccesidad de romper el silencio en relacin con fo acontecido, afin de que telos los Rios de las familias sean informados de lo sicedido como una medida de prevencign En ls sosiones con presencia dels nifios comenzamos por ex plorarsus viveneias en relacion com Ia iden dela terapta para Pr Xenir toda interpretacion erronca sobre lafinalidad de nest in tervencién En la intervencién deserta, as nities, por ejemplo, expresaron sus miedos a que nosotros Ins reprendisramos, Adem, les daba vergtlenza tener que repetir el contenido de su experiencia; note. nian ganas de hablar porque se sentianculpables de lo que habla pasado Una de las ninas express ademés su inquietud por la posibil- dad de encontrarse un dia cara a cara con su abusator. Este hom bre vivia en su mismo barrio y sella pacar asa pervo delante de sa casa. La intervencton de ss pace In tranquilizg; le dijo que ella LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 201 protegeria y le informé de que se habia organizado con los otros pa- Gres para defender sus derechos y exigir que la persona que habia Sbusado de ella fuera juzgado y encarcelado, y si un dfa lo libera- fran, ellos exigirian de la justicia que le obligaran a cambiarse de do- micilio. Facilitar estos didlogos permite que poco a poco las victimas secuperen la confianza en sus padres y refuercen nuestras interven Ciones de recuperacién de roles y competencias parentales usurpa- das por el abusador 'A propésito de los sentimientos de culpabilidad expresados por Jas victimas y los padres, una de nuestras intervenciones consistié en «prescribir la vergtlenza y la culpa» con el fin de ayudar a padres t hijos a controlarlas primero y a superarlas més tarde. Asf, sole- mos afirmar: «Estamos seguros de que en los proximos dias, uste~ des, los padres, todavia van a sentirse culpables de no haber prote~ sido a sus hijas, y vosotras, las niias, de haber aceptado lo que Sstaba sucediendo sin decir una palabra a vuestros padres. Por ex- periencia sabemos que es muy dificil tomar distancia y alejar a un abusador de nuestra vida, pero tenemos confianza en sus empenios y por esto continuaremos apoyandoles en su lucha ‘Otro aspecto importante que hay que trabajar en las sesiones es la inquietud que tienen las vietimas de que sus amigos se enteren de lo acontecido. Por ejemplo, una de las nifas victimas del seftor T: expres6 que le daba mucha vergiienza asistir a la escuela porque todos los nifios de su clase hablaban de esta historia y le molestaban con sus pre- untas y comentarios. En relacién con este tipo de experiencias es importante refor- zar en el nino la idea de que ha sido victima de un abuso de poder den adulto y que debe tratar de relacionarse con sus amigos y ca maradas de clase a partir de esta idea. Al mismo tiempo, hay que texplicar que las preguntas que otros nifios suelen hacer al respecto, &X- presan sin duda su sorpresa de saber que un hombre, que exterior~ ‘mente parecia bueno y gentil, era en realidad un enfermo capaz de hacer dario a los nines. Es importante explicar que las razones de estas preguntas pueden ser el miedo y la necesidad de conocer la verdad para tranquilizarse, 3. Las reuniones con los nifios, Un tercer momento importante cen la intervencion corresponde a las sesiones donde sdlo estan pre- sentes los nifios. Esto facilita las dinamicas y permite la exteriori~ Zacion de las experiencias traumaticas (White, 1994). Con el traba~ 202 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA Jode extemalizacién se persigue ampliar el campo de comprensi6n del nino, para alejarle de las lecturas restrictivas que mantiene la versién impuesta por el abusador, eliminando ast la idea de que el nnifioes la causa de los abusos y de los problemas que el abusador tiene con la justicia En las sesiones con las nifias victimas del sefior T. se realiza- ron numerosas intervenciones en relacién con la exteriorizacisn, sf, por ejemplo, una de las nifias respondié a su amiga que habia, expresado en el grupo su remordimiento por haber denunciado al seftor T: «Pero no eres tt la que ha traicionado al sefior T., es él el que ha hecho cosas que no debia hacer, él tendria que haber refle: xionado sobre las consecuencias de sus actos...». Otra nifia reac- cioné diciendo: «EI nos engané; al comienz0 vo creia en lo que nos decia, era mi profesor y ademas un amigo de mis padres. Después entendi que lo que me hacia no estaba bien, pero él me dijo que no dijera nada a nadie y yo tenia miedo... En clase tenia la sensacién de estar vigilada...». Por tiltimo otra nina agregé: «Yo tambien te- nia miedo y crefa que estaba sola... Una vez me dijo que para él yo. era la Unica, era su prelerida, que yo tenfa actitudes que le habjan ‘vuelto loco de amor por mi... Ahora pienso que era horrible estar de su lado, y que tenfamos que haberlo dicho todo a nuestros pa- dres mucho antes...» En general, compartimos con los nifios vfetimas que Ia mayo- fa de los pedotilos son incapaces de reconocer sus responsabilida- des por Jo que hacen y por el dafio que provocan. Que no sélo son sabusadores sexuales», sino también mentirosos v cobardes, En relacién con el secreto, también hicimos comprender a las nnifias que fue un error guardar silencio y que si lo hicieron fue sin duda por falta de experiencia, pero que lo acontecido debe servirles de leccién. Nunca hay que guardar un secreto impuesto por un adulto, pues este tipo de secretos siempre sirven al adulto para con- tinuar abusando en la impunidad, ocasionande ain mas dafo a los Ayudar a los ninos vietimas a encontrar un sentido a la agre- sion constituye igualmente un pilar importante en nuestro enfoque terapéutico. Esto no implica evidentemente justificar el comporta- ‘miento del agresor, sino darle un sentido que libere a la vietima de sutinfluencia. En este caso era muy dificil, para las nifias agredidas por su profesor, comprender que un hombre que aparentemente era gen- tilyy simpatico y que les habfa ensefiado tantas cosas interesantes, podia al mismo tiempo ser «un monstruo>. Para ellas era como si LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 203 existicran dos seores T,, el profesor que enseftaba a los niiios y el otro que les hacta dano, Para ayudarles a situarse en este dilema, trabajamos nuevamente con ellas la metafora del «vampiron: per- sonaje que de dia podia presentarse como un hombre amable y fascinante, y de noche transformarse para atacar y agredir a sus vfetimas, 4, La evaluacion de la intervencion. La evaluacion de las fami- lias que han participado en este tipo de programa ha sido muy po- sitiva. Muchas familias nos hicieron saber que esta metodologia les ayude a cambiar la manera de ver y vivir este tipo de drama y que el jerupo les habia ayudado a no sentirse solos. En el caso de las familias agredidas por el seftor T., todos los pparticipantes se sintieron ayudados y algunos padres decidieron par ticipar como voluntarios en la puesta en practica de programas de prevencién destinados a los ninos de la escuela. En este punto nos fuvimos que enfrentar de nuevo con la gran dificultad de convencer a jos adultos sobre la utilidad de informar a los ninos del riesgo de abuso sextial y enseflarles a protegerse. Tuvimos que aceptar que la participacién de los alumnos no fnese obligatoria y que los padres uidieran negarse a que sus hijes participaran. A pesar de eso, un 50 % de alunos paticiparon en el programa yla evaluacién final fue positiva [En intervenciones preventivas en otros colegios, llevadas a ca- ‘ho en los altimos afios, hemos encontrado menos resistencias y una mayor colaberacién de los adultos. Dos situaciones, variantes de un mismo tema La primera situacién se refiere a un hombre de unos cuarenta anos que logré infiltrarse en una familia vecina abusando de tres hifos. La familia era de origen obrero y no tenjan recursos finan- cieros: habjan aceptado «la ayuda» de este hombre, que poco a po- co logré convertirse en indispensable en las actividades cotidianas de los nifos, El abusador vivia con una mujer que tenia una hija pe- quena, Este hombre, al que llamaremos Bruno, era el entrenador del club de fitbol del barrio y tenia muy buenas relaciones con los ‘La madre de los nifios nos pidi6 una consulta. El senor Bruno habia sido detenido por la policia por atentar contra el pudor de los ninos del equipo de futbol. Uno de estos ninos habia alertado a sus 204 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA padres, quienes dieron parte a la policia. La madre comprobo ade- ‘ms que tanto sus dos hijos menores, de diez y doce afos, como su pequeria hija de seis, habfan sufrido abusos de este hombre. Todo, habfa ocurrido progresivamente en el domicilio del seer Bruno, ‘cuando los nifos fueron invitados a pasar la noche en su casa, La metodologia utilizada para ayudar a esta familia fue similar ala anteriormente descrita, pero aquf las sesiones fueron unifami- iares. Lo importante es trabajar con la familia come sistema cuan- do el abusador es extrafamiliar. Toda la familia se debe considerar agredida, es decir, desestabilizada por las acciones del abusador. La cleccién posterior de trabajar por subsistemas durante el proceso. dobedece al objetivo de reestructurar la familia, para restablecer sit organizacion jerarquizada. En el caso del incesto, como veremos mas adelante, es totalmente contraindicado, al menos en el inicio del tratamiento, reunira toda la familia La terapia con esta familia nos permitié una vez més conocer la viveneia de los padres después de desvelarse la situacion. En este ‘caso en particular, el sufrimiento de la madre fue, ante todo, el que ‘moviliz6 nuestros recursos terapéuticos para ayudarle a sobrepo- nerse a su angustia y a su depresién, fruto de su culpabilidad, para convertirse en una fuente de ayuda para sus hijos. La otra situacion que presentamos a continuacién relata tam- bien una agresién pedofila maltiple dentro de un marco institu- cional El agresor fue un profesor de religion de un colegio de ense- ‘ana primaria situado en el barrio alto de la ciudad. Este sujeto solfa dar sus clases en la escuela desde su pupitre instalado al fon- do de la sala, de tal manera que los alumnos le daban Ia espalda, Durante las clases, llamaba a los ninos a su eseritorio donde él les interrogaba y al mismo tiempo les manoseaba sextialmente. Al me- znos nifhos de tres cursos distintos habian sido agredidos durante va- ros afios. Los nifios agredidos cuando cursaban el tercer atto de primaria, se encontraban atin en el colegio cursando el sexto afo. ‘Trabajamos esta situacion de manera semejante a la deserita para el caso del sefior T., pero aqui ampliamos la red de participan- tes movilizando los recursos profesionales ¥ familiares presentes en el colegio. Alrededor de sesenta nifios habfan sido agredidos, por lo gue el desafio era importante. El programa fue organizado conjun- tamente con la direccion del colegio, el cuerpo docente, los profe- sionales del PMS (Centro PsicoMédico-Social Escolar) y el IMS inspeccién Medica Escolar), la Asociacidn de Padres de Familia y nuestro servicio («SOS Enfants-Famille»). LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILTARES 205 sre celeron nla rae eee Tr nacniee anaes vont at ena a sora danas sete ore ta ‘Antes, los profesores habfan informado y sensibilizado a los ni- in ee im aca re Eta el sce ge enter tiome sons aes ee can Sent EL ABUSO SEXUAL INTRAFAMILIAR, En este caso el abusador es uno de los miembros de la familia del nino, que lo manipula utllizando su poder y su rol, pervirtiendo dle esta manera las relaciones familiares. Z Desde nuestro lugar de observadores-participantes, lamamos ‘estas familias familias sexualmente abusivas o incestuasas. La ob- 206 BL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA servacién de las interacciones comportamentales y el andlisis de las historias familiares, nos permiten constatar que en estos casos las finalidades de la familia fueron pervertidas poniende a los nifios all servicio de los adultos. Esto se expresa por comportamientos y pro- pésitos abusivos de cardcter sexual de uno o varios miembros adul- tos de la familia sobre uno o varios de los nifios. Asistimos aqui a tun fenmeno de «cosificacin» sexual del nifio que es utilizado por Jos adultos, ya sea para cubrir sus carencias 0 para «claborar» los traumatismos sufridos en su propia familia (por ejemplo, experien- clas de abandono, maltrato, etc), 0 para solucionar o disminuir las consecuencias de conflictos relacionales con otros adultos de la fa- milia nuclear ylo extensa (por ejemplo, conflictos de pareja, con- fictos con la suegra, ete.) En esta dindmica, los nifios seran no solamente eexplotados sexualmentes, sino que no se beneficiardn de aportes sociocultura- les y materiales suficientes que garanticen su desarrollo y su bien- estar (Barudy, 1989). La transgresion se produce en el interior de la matriz biolégi- «ca y social de base que deberfa permitiral nino convertirse en una persona sana a nivel biopsicosocial, Los nifios no slo sufren abu- sos de alguien de quien dependen vitalmente, sino, y esto es mas grave adn, es més dificil que en los otros tipos de maltrato que puedan recibir entiendan éstos como una violencia 6 un abuso de poder por parte del adulto, Por esto se encuentran en la imposibi lidad de denunciar 0 desvelar los hechos fuera de la familia, El contenido altamente patolégico de lo descrito es probablemente tuna de las explicaciones de la transmisién de los abusos sexuales a nivel transgeneracional. [LA ESTRUCTURA DE LA FAMILIA SEXUALMENTE ABUSIVA Estas familias se caracterizan por fronteras y roles familiares poco claros y mal definido; las historias familiares son incoheren: tes, las jerarguifas, los sentimientos v los comportamientos son am- 1os, los estadlos afectivos y sentimentales estan mal definidos, los modos de comportamientos son poco elaros, los limites entre la afectividad y la sexualidad no son consistentes. Por ejemplo, si cn estas familias una nina acepta una demostracién fisica de carino de su padre, esto puede interpretarse facilmente como una invitacién, un contacto sexual, Por el contratia, en una familia sana, la re- presentacién imaginaria de contactos sexuales entre los miembros LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 207 de la familia que no pertenecen al subsistema conyugal provoca un Sentimiento de rechazo e incluso de asco, En el mundo confuso de tuna familia incestuosa, estos rechazos quizé no existan porque los, patrones relacionales no han delimitado fronteras gestuales y ver bales elaras alrededor de los subsistemas. Por Io tanto, la estructu- ra familiar no es segura para el nifio y todo gesto puede dar lugar a malentendidos imprevisibles ‘En una familia, un padre tuvo contactos sexuales completos con sts dos hijas de doce y catorce afios durante varios afios. Co- menzé manosedndolas y masturbindose delante de ellas, ylas obli- 26 posteriormente a practicarle multiples felaciones. Su esposa, tuna mujer depresiva y dependiente, estaba al tanto de los hechos e incliso aceptaba que st marido durmiera con ella o con una de las hijas. Este hombre fue condenado por los tribunales a varios aftos, de prisiOn, culpable de abusos sexuales, y la esposa fue condenada por complicidad. ‘Las dos hijas victimas fueron acogidas en una institucién. Des- pués de algunos afios de cércel, este sujeto fue puesto en libertad Condicional y obligado a seguir una terapia. En este contexto co- menzamos a trabajar con esta familia. Nuestras primeras entrevis tas con este padre nos permitieron constatar la confusién que tenta de su rol como padge, No hacia ninguna diferencia entre nif y mu- jet, esposa e hijas. Para él la ternura, el contacto fisico, la excita- Gién, la sexualidad, eran la misma cosa. La familia que él fund6 con Su esposa no posefa ningdin referente comportamental ni emocio- nal capaz de garantizar la separacién de generaciones. Este padre estaba convencido de que fue su hija mayor quien poco a poce le incité a tener contactos sexuales con ella; decia: “Desde siempre, @ ella le gustaba pegarse a uno, desde que tenia Seis afios venia a sentarse en mis rodillas balanceandose... Es difi- cil de crees, pero répidamente me di cuenta de que eso la exeita~ ba.. Un dia, ella metié mi mano entre sus piernas ¥ crei que me pe- dia que la acariciara, y eso hice... Luego continué, creyendo que ‘era normal hacer esto con las hijas... Como mi otra hija estaba ce- Josa, comence a hacerle lo mismo. Ademas, nunca se Io oculté a ri esposa; ella nunca me dijo nada». La madre, a pesar de su conde- hna_no comprendié por qué habia sido declarada culpable, si ella hho habia hecho nada; estaba convencida de que habia hecho siem- pre lo necesario para sus hijas... «Ellas han estado siempre bien Slimentadas, limpias, bien vestidas», afirmaba. Para ella, educar y ptoteger a sus hijas estaba fuera de su representacidn de lo que era. una madre. 208 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA (OxTOGENESIS DEL ABUSO SEXUAL: EL INCESTO COMO PROCESO Abordaremos la historia relacional o la ontogénesis del abuso sexual insistiendo en ol hecho de que el incesto emerge de dinami- cas familiares que forman parte de una cultura familiar singular, Los abusos incestuasos pueden considerarse como modalidades homeostaticas, es decir, estrategias del sistema familiar construidas, a lo largo de las generaciones para mantener un sentido de cohe- sion y de pertenencia, El incesto, asi como el abuso sexual cometido por pedafilos, raramente es un solo hecho aislado o un «accidente en la vida de una familia, Al contrario, se trata de un proceso relacional comple- jo que se desarrolla en el tiempo y donde se pueden apreciar dos pe- riodos diferentes: 1. Los actos incestuosos se desarrollan en el interior de la inti- ‘midad familiar, protegidos por el secreto y la ley del silencio. 2, El incesto aparece a la luz publica a través de la divulgacion, de los abusos por parte de la victima, lo que implica una crisis para. el conjunto de la familia, asf como para st entorno, sistemas profe- sionales incluidos (véase el cundro 12) 1. Las actos incestuosos protegidos por la ley del silencio Durante este periodo, podemos decir que el sistema familiar se encuentra en sequilibrios y que el incesto es parte de las modalida- des homeostaticas que los miembros de la familia utilizan para mantener su cohesién y sus sentimientos de pertenencia. ‘Nuestro trabajo clinico nos ha permitido distinguir tres com: ponentes de este perfodo: 1.1, La fase de seduceién, 1.2. La fase de interaceién sexual abusiva. 1.3. La fase del secreto. 1.1. La fase de seduccién En este primer perfodo, el padre abusador manipula la depen: dencia y la confianza de su hija, inciténdola a participar en los ac- tos abusives que él presenta como un juego o como comportamien- LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 209 Cuapro 12, Ontogenia del abuso sexual. El proceso familiar del Incesto CRISIS FAMILIAR ¥0 DEL ERTORNG SOCIAL SISTEMA FAMILIAR EN FQUILIBRIO tn —Maniplaciin Proceso —Elabunador — Accidental, La familia dela fadualy Imponelaley —Premedtada: Bases Gkpendenciay Pregreivo, defend” acausndel esesperada- infonfanade Compora. —Lanisatono dolorinises mentesu Rinmaio mientos encom pequeten)—reequlorio incon ibis Scnataque Confit de pau aniener inpurtcpaclin Svopeunamo” adaptarsesla autonoma. ecuniquer icleniny ” Carcascon sitacion. (adolescenes) peclota (Goeroremivo Inenctoner — Lardre Eohes SFfepermcion erousas, oles ‘Sonar dctlogarsdel” matarbacién, hermanos Imomentodel [clon susenteso Bore simplices. Penetracion Secacoto tos normales y sanos entre pacires e hijas. El abusador prepara el terreno tomando precauciones para no ser descublerto, y clige el ‘momento y el lugar en que comenzaré a abusar de su hija. ‘La mayoria de los padres tratados en nuestro programa habjan clegido una zona de sus casas para abusar de sus hijas sin correr el peligro de ser descubiertos. Por ejemplo, uno de ellos habia habili tado la bodega de la casa, agregando un colchon a los muebles ya texistentes; otro lo hacia en el dormitorio de su hija, cuando el resto dela familia dormia; v un tercero incluso habia habilitado un cuar~ ‘to especial en la trastienda de su taller de reparacion de bicieletas para abusar de su hija de nueve afios. ‘Un momento singular elegido por varios abusadores corres ponde al periodo en que su esposa ingresa en la maternidad para dara luz a un nuevo hijo. Varias de las victimas adolescentes que hemos tratado nos revelaron que los actos incestuosos comenzaron 210 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA cen ese momento. La partida de la esposa a la maternidad ofrece al ‘marido una buena oportunidad para quedarse a solas con su hija, pero al mismo tiempo la relacién incestuosa con su hija compensa, el sentimiento de pérdida y abandono provocade por el nacimiento, 1.2, La fase de interaceién sexual abusiva La prictica clinica nos ha permitido comprender que los ges- tos sextales incestuosos, lejos de ser aislados V tinicos, correspon den a una diversidad de gestos que se suceden en el tiempo. Asi, un padre abusador no viola directamente a su victima, co- ‘mo muchos profanos tienden a creer. El coito propiamente dicho se produce en un momento bastante avanzado de Ia interaccion se- xual abusiva. Frecuentemente el abusador comienza por gestos de exhibicionismo, pasedndose semidesnudo delante de su vietima 0, por ejemplo, dejando al descubierto sus Grganos sexuales mientras ve la television sentado al lado de su hija. En otros casos, invita a su hija a entrar en el cuarto de bano mientras se ducha, ete, Luego a estos comportamientos se agregan otros gestos voyenristas en don- de él solicita.a su hija que le muestre sus Grganos genitales, para se- guir con manoscos de las zonas genitales de su victima y obligarla a ‘manosear sus genitales, etc El proceso continuara con otros gestos como actos masturba- torios en presencia del nifto 0 de la nifia,o el abusador obligaré.a la victima a masturbarle. En etapas més tardias el sujeto viola a su vie~ tima, comenzando a menudo por la felaci6n, siguiendo con la pe- netraci6n digital del ano y la vagina, y por lo que se denomina la penetracién seca, que consiste en frotar el pene en la zona anal yo vaginal de la vietima hasta eyacular. La penetracién genital 0 coito sedan una fase avanzada de este proceso ¥ es con mayor frecuen- cla anal que vaginal Un padre abusador explicé con mucha vergiienza que habia, elegido sodomizar « su hija porque «esa regidn le parecia mas elés- tica®, Otro padre, cuya historia acaparé la alencién en Francia, confes6 ala polieia que habia penetrado analmente a su hija de tres anos para que llegara virgen al matrimonio. Esta descripeién de los detalles de la interaccién abusiva, lejos de querer impresionar al lector, tiene por objeto ayudarle a representarse lo que para mu- hos resulta inimaginable El hecho de que para muchos médicos, pediatras u otros pro- fesionales de la infancia estos gestos se sittien en el registro de lo LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 211 impensable, explica tambien su dificultad para poder detectar pre- cozmente este tipo de situaciones dejando a los nifios sin ninguna posibilidad de proteccién. El adulto que no ha conocido en su ex- periencia personal situaciones semejantes, que en su practica pro. fesional no ha debido afrontar este tipo de tragedias o que no ha re- cibido la formacién necesaria, tiene una gran dificultad para cenunciar la hipétesis diagndstica de abusos sexuales. 1.3. La imposici6n del secreto y la ley del silencio Este momento comienza casi ala vez que las interacciones se- xuales. En la mayoria de los casos, el abusador sabe que esté trans- grediendo la ley; por lo tanto, se protege como todos los delincuen. tes para no ser descubierto. Al mismo tiempo, estos gestos abusivos le son «necesarios» como solucién a otros problemas, por lo que haré todo lo que convenga para continuar sin ser sorprendido. Su alternativa es imponer la ley del silencio. Para esto todas las formu las son posibles, desde la amenaza, la mentira, Ia culpabilizacion, hasta el chantaje y la manipulacién psicol6gica. EB] abusador convence a su victima del peligro que existe para ella, para él y para su familia si se divulga lo que pasa entre ellos. «Si ‘cuentas lo nuestro nadie te creera o la mayoria diré que es culpa tu ‘ae, stu mam moriré de pena si se entera» o «yo iréa la edrcel y ath te meterdn en un reformatorio», son algunas de las {érmulas recog das en nuestra practica a través de las cuales los abusadores impu- sieron el silencio a sus vietimas. El nifo ola nifia terminan por aceptar esta situacién y se adap- tan a ella para sobrevivir, Entran en la dinAmica del chantaje, con lo que obtienen favores, regalos y privilegios del abusador. Esto cie- ra el circulo infernal, en la medida en que estas respuestas adapta- tivas permiten la desculpabilizacién del abusador y, al contrario, ‘sumentan su culpabilidad y su verguenza. ‘Nuestras experiencias nos han ensefiado que cuando Ia vieti- ma, sobre todo si se trata de una adolescentc, logra mantener la dis tancia con su padre abusador, una parte de su personalidad serd ‘raumatizada, pero su dignidad se mantendré intacta. Esto corres- onde a les casos donde gracias a la comprensién de la situacion y su valor, los nifios pudieron, en todo momento, sentirse victimas Violadas por sus padres u ot70 familiar, o cuando el abusador era, ademas, violento y sdico. En este caso, las victimas pudieron, a través de la rabia que sentian contra su agresor, guardar la distan: 212 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA cia necesaria para entregar su cuerpo, pero al mismo tiempo prote- ger y mantener intacta su subjetividad, En estos casos, las hijas pu- dieron divulgar la situacién de incesto mas rapidament. ‘Los casos mas dramsticos corresponden a las situaciones en que la vietima ses aspirada» por el abusador, perdiendo toda capa. cidad de experienciarse como una victima de abuso. En estos casos. fs frecuente que la victima experimente placer en la relacién, lo que produciré consecuencias catastr6licas en su vida adulta. 2. Ladivulgacion: ta crisis para la familia yy los sistemas de intervencion Como deciamos anteriormente, este perfodo corresponde a la desestabilizacion del sistema familiar come resultado de Ia divul- gacién de los hechos abusivos por parte de la victima. Es el mo- ‘mento de la crisis del sistema familiar, asf como del sistema social que le rodea, incluidos los profesionales. En este segundo periodo podemos distinguir dos fases: — La fase de la divulgacién propiamente dicha, — La fase de represion del diseurso de la victima. La fase dela divulgacion [A pesar de los esfuerz0s del abusador por mantener a su vieti- ma dentro de una celda de silencio, culpabilizacion y vergdenza, al fgunas victimas, desgraciadamente no todas, terminan por divulgar Tos hechos incestuosos. Uno de los intereses de nuestra reflexién clinica ha sido com: render las elreunstancias vel proceso a través del cual Ia nifia/o se ‘Atreve a romper la ley del silencio y a divulgar los hechos abusivos- En este sentido nos parece importante distingulr la divulga- ion accidental de la divulgacion premeditada. En la primera, los hechos abusivos son descubiertos accidentalmente por un terceroy por ejemplo, cuando alguien entra en la habitacién en el momento. fen que el padre esta abusando de su hija: en otros casos por la com taminacion de una enfermedad de transmision sexual, o en casos mas dramaticos por el embarazo de la victima. En todas estas sk tuaciones sera euin accidente» y no la victima quien involuntaria~ ‘mente desencadene la crisis familiar divulgando el incesto, LOS ABUSOS SEXUALES EXTRA E INTRAFAMILIARES 213 En el caso de una divulgacién premeditada, nuestro interés se ha voleado en detectar los factores que deciden o impulsan a la vic ma a comunicar su condicién rompiende el secreto. El elemento. que nos parece determinante es que lanifia 0 nifio se atreve a hablar ‘cuando su situacién se le hace insoportable, cuando se siente prisio- nero de un conflicto de pertenencia, Para madurar y estructurarse, ¢l nino necesita determinar, en relacion con los demas, los limites de su propio territorio personal; para esto, en determinados momentos de su desarrollo deberé establecer jerarquias diferentes entre su. cuerpo individual y su pertenencia a su sistema familiar y/o social. Esto nos permite explicar el hecho de que la mayorfa de los hos mas pequetios, es decir, entre los dos y los diez afios, watados en nuestro programa, divulgaron la situacién abusiva a partir del dolor que los gestos de su familiar abusador les provocaba, sobre todo en el caso de la penetracién. En este caso el nifio seliger su propio cuerpo denunciando a su abusador sin pensar en el riesgo de perder su consideracion. El nino divulga el abuso para resolver un problema que en ese momento le parece prioritario: el dolor. ara ilustrar esta situacién citaremos el caso de M., una nifia de cuatro aftos que conté a su madre que su paps le habia enterra do un cuchillo entre sus piernas y que le dolia. La madre consult6 a su médico de familia, quien constaté signos de irritacin en la zona vaginal. Fl padre reconocié haber frotado su pene contra la zona ge- nital de su hija. El conjunto de la familia pudo ser ayudada por el programa, después de que se tomaran las medidas de proteccion hacia la nina, que consistieron en este caso en el alejamiento del padre del domicilio familiar En el caso de los adolescentes, la divulgacién se produce con bastante frecuencia alrededor de un conflicto de autonomia que es, cl resultado de una crisis de pertenencia entre su familia y los miembros de su entorno. La adolescencia plantea a Ja hija nuevos desafios y necesidades; el problema de fondo puede definirse como un conflicto entre su pertenencia familiar 0 su pertenencia al grupo de su edad, que simbélicamente representa su desapego a la fam lia, Esta tension familia/entorno social, se expresa en un conflicto ereciente con el abusador, que hace lo posible por retener a su hija en la familia y en su drea de influencia. En medio de este conflicto la hija puede sentirse por primera vez atraida por un muchacho de su edad, Io que amplia la tension entre ella y su padre. Laadolescente puede, entonces, divulgar su secreto buscando luna solucién inmediata a su conflicto, con la esperanza de obtener | | 214 EL DOLOR INVISIBLE DE LA INFANCIA mas libertad. Por ejemplo, cuando denuncia que su padre abusa de ella, a menudo quiere también que los abusos terminen, pero lo prioritario para ella es resolver el conflicto de poder con su padre. Por esta razSn, a veces las consecuencias que la divulgacién acarrea para ella y su familia la cogen desprevenida, Esto es importante y se debe tener en cuenta, para acompanar a Ja victima en el control de la situacion de crisis. ‘A medida que nos fuimos adentrando més y més en las dind- micas familiares incestuosas fuimos distinguiendo otros tipos de circunstancias a partir de las cuales es posible la divulgaci6n. Por ejemplo, la victima divulga la situacién cuando se da cuenta de que su padre abusa también de una de sus hermanas, 0 en el momento, del nacimiento de un nuevo hermano en la familia, que enfrenta a la victima con el miedo de quedar embarazada de su padre, o en el ‘momento en que su madre, por otras razones, decide divorciarse. La fase represiva En todos los casos del abuso sexual intrafamiliar tratados en nuestro programa, hemos constatado en los miembros de la fami- ia, asf como en miembros del entorno que incluye a los profesiona- les, el desencadenamiento de un conjunto de comportamientos y discursos que tlenden a neutralizar los efectos de la divulgacién. Hemos comprendido los esfuerzos desesperados de la familia para Fecuperar su «equilibrios, tratando de eliminar a través de todos los ‘medios a su alcance los efectos provocadas por la denuncia de los he- chos incestuosos. ‘La descalificacién del discurso y de la persona de la victim: las acusaciones que tienden a sefialar a la victima como culpable 0 la negacién de la evidencia de los hechos, son sélo algunos de los medios empleados. En esta estrategia se implican aetivamente no sélo el abusador, también la esposa, los hermanos y hermanas y, desgraciadamente, policias, médices, jueces, etc., demasiado com- prometidos ¢ identificados con los adultos de la familia y/o sin Ia formacién necesaria para mancjar la situacién, Estas presiones y amenazas explican el hecho de que numero- sas victimas de incesto se retracten posterior mente de lo divulgado. 5, LOS PERSONAJES ADULTOS DE LAS TRAGEDIAS, POR ABUSO SEXUAL En las situaciones de abusos sexuales nos encontramos con los ‘mismos tipos de personajes de todas las situaciones de violencia de Jos adultos: los abnsadores que a su vez fueron abusados cuando eran nifios, los nifios victimas sometidos al poder de los adultos y los terceros, los testigos, los complices, los indiferentes. A propésito de terceres, nos hemos interesado prineipalmente por el papel jugado por la madre en las situaciones de incesto, en la medida en que ésta nos permite aproximarnos a la experiencia de ‘otros terceros, por ejemplo los otros miembros de la familia yio los profesionales que afrontan estas situaciones: trabajadores sociales, profesores, psicélogos, médicos, etc Ladificultad de esta posicién durante los abusos sexuales y so- bre todo en el momento de la divulgacién, nos permite comprender ‘mejor lo que algunos llaman «la complicidad de la madre», asi co- imo sus ambigtedades y sus temores. Pero también sus reacciones, do coraje, compromiso y de apoyo a las victimas, comportamientos presentes en numerosas personas como otros miembros de Ia fami- lia, profesionales, ya sean miembros del sistema médico-psicoso- cial, miembros dei sistema judicial yo del sistema escolar, o sim plemente ciudadanos, LAS EXPERIENCIAS VITALES ¥ LA PERSONALIDAD DE 105 ABUSADORES Los abusadores son esencialmente varones; en nuestra casuis: luca representan el 94 “de los casos, en comparacién con el 6% de casos de mujeres. En este tiltimo grupo se encuentran mujeres en las que hemos podido detectar comportamientos abusivos directos sobre los nifios vio en complicidad con un abusador masculino,

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