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22 © ara, Anthony Giddens Sociologia SEN TES [Antioey GIDDENS, en Sectologla, Cap. 1 "Sociologia: Problemas y erspetvas" Ed. Alianza, Madi, 1996, Capitulo 1 Sociologia : Problemas y perspectivas Vivimos hoy —préximos al final de! XX— en un mundo que es enorme- preocupante, pero lleno de las més sigl cextraordinarias promesas para el futuro. Es un mundo plet6rico de cambios, mar- cado por profundes conflictos, able para generaciones anteriores. {Cémo surgié este mundo? {Por qué son nuestras condiciones de vida tan diferea- tes de las de nuestros antepasados? ;Qué direcciones tomar el cambio en el futu- ro? Estas cuestiones son la preocupacion, primordial de la sociologia, una discipli- fna que, por consiguiente, tiene que empeliar un papel fundamental en la tura intelectual moderna. La sociologia es el estudio de la vida social humana, de los grupos y s des. Es una empresa cautivadora ¥ yente, al tener como objeto nuestro pro- jento como seres humanos. Ambito de Ia sociologia es =xtre:nada- mente amplio, desde cl anilisis de fos en- cucntros efimeros entre individuos en la calle hasta la investigacién de los oroce~ sos sociales mundiales. Unos pocos ejem- plos permitirin que nos formemos una impresién inicial sobre su naturalcza ¥ objetivos, De qué trat ‘ejemplos ‘Amor y matrimonio ¢Por qué se enamoran y se casan las, personas? La respuesta parece obvia a primera vista, El amor expresa cién fisica y personal que dos individuos sienten el uno por el otro. Hoy en dia, muchos de nosotros podemos ser escépti- cos ante Ia idea de que el amor «es para siempre», pero el «enamorarse», nos in- clinamos a pensar, deriva de sentimientos y emociones humanos universales. Pare- ‘Anthony Giddens 24 ce del todo natural que una pareja que se enamora desee formar un hogar, y que bbusquen su realizacién personal y sexual en su relacién. Sin embargo, este punto de vista, que parece ser evidente de por si, es de hecho bastante raro. La idea del amor roménti- co no se extendid en Occidente hasta fe- cha bastante reciente, y no ha existido ja- més en la mayoria de las otras culturas. ‘Sélo en los tiempos modernos el amor matrimonio y la sexualidad se han derado intimamente ligados entre si. En la Edad Media, y durante siglos después como una debitidad 1. ¥, en el peor, como una especie de enfermedad» (Monter, 1977, p. 123). El amor romntico hizo aparicién por vez primera en los circulos cortesanos, como una caracteristica de las aventuras sexuales extramaritales en las que incu- rrian los miembros de la aristocracia. Has- ta hace unos dos siglos estaba totalmente confinado a tales circulos, y se mantenia especificamente separado del matrimonio. Las relaciones entre el marido y la mujer ro est, con nuestras expectativas matri- moniales actuales. Los ricos vivian en esposos ‘su propio dormitorio y sus sirvien- tes; puede que raras veces se vieran en privado, La compatibilidad sexual era una cuestién de azar, y no se consideraba re- levante para el matrimonio. Tanto entre los ricos como entre los pobres, era la pa- rentela quien tomaba la decision del ma- trimonio, no los individuos interesados, poco o nada que decir al res culturas no occidentales actuales). ‘Como vemos, ni el amor roméntico ni de la vida humana, sino que estén confor- madas por influencias sociales’ mas am- plias. Estas son las influencias que los que se hacén sentir plia sobre las razones que nos Hevan a actuar como lo hacemos. Salud y enfermedad dolores o tiene fiebre, ,Como podria te- ner esto algo que ver con influencias mas to profundo sobre Ia experiencia v la apa~ ricién de las enfermedades, asi como so- © sescs bre el modo en que reaccionamos a la en- fermedad. Nuestro mismo concepto de enfermedad como mal funcionamiento fisico del cuerpo no es compartido por to- as las sociedades. Otras sociedades pien- san que la enfermedad, ¢ incluso la muer~ te, estén producidas por hechizos, no por ‘causas fisicas susceptibles de tratamien- to, En nuestra sociedad, los miembros de Ja Christian Science rechazan muchas de Jas ideas ortodoxas sobre la enfermedad, ‘reencia de que en realidad somos espirituales y perfectos hechos a la imagen de Dios, y que la enfermedad pro- viene de un mal entendimiento de la reali- dad, de cadmitir el error El tiempo que uno puede esperar vivir las probabilidades de contraer enferme- fermedades graves en un momen- to cualquicra de sus vidas. Ademas, exis- ten roles sociales muy defi se espera que nos comportemos fo cacmos enfermos. Una persona cenferma queda excusada de muchos o de todos los deberes normales de la vida co- ble que si se piensa que de una forma de debili ficado con precisién, se considere a esa persona un «enfermo fingidon, sin que realmente tenga el derecho de sustracrse a las obligaciones diarias. fueron situados fre Otro ejemplo: crimen y castigo La terrorifica descripeién resefiada a continuacién relata las horas finales de unr hombre ejecutado en 1757, acusado dé planear el asesinato del rey de Francia. El desdichado individuo fue condenado a que se learrancara la came del pecho, piernas y brazos, y a que se vertiera sobre las he~ ridas una mezcle de aceite hirviendo, cera yazufre. A continuacién, cuatro caballos tenian que tirar de su cuerpo y despeda- zarlo, y las partes desmembradas habian iban a ser uncidas 2 los cabal ataron las cuerdas a los cabal que se rompieron los brazos por las articulaciones. Esto se repitié varias veces sin éxito, Después de dos o tres intentos, el ver fos en lugar de seccionar les piernas or p 26 las articulaciones; los cuatro cabaltos dieron un estirén ye llevaron tras ellos las plernas primero la derecha, y a con- finuacién la otra. luego se hizo lo mis- ro el brazo derecho y luego el otro. (Foucault, 1979, pp. 4-5.) La victima se mantuvo viva hasta la separacin final de sus miembros del tor- Antes de la época moderna, los cast- .g0s como éste no eran infrecuentes. Como formas de ejecucién tradicionales: Las ejecuciones histéricas de épocas una técnica de efectos lentos durante la ‘mayor parte de su historia, Cuando sim= plemente se retiraba el carro de los pies del condenado 0 ta tramy ‘més, el condenado era estrangulado len- tamente, y antes de sucumbir se retorcta durarte varios minutos [...} para abre- viar esta lucha, el verdugo a veces se ponia bajo el patibulo para tirar de las Anthony Giddens plernas del condenado. (Lofland, 1977, p.311) ‘Las ejecnciones frecuentemente se lle- vaban a cabo fremte a extensas audiencias, préctica que persistié hasta bien entrado el siglo XVII en algunos paises. A los condenados a muerte se les paseaba por las calles en un carro abierto, para que se encamiinaran a su fin como parte de un espectéculo con buena publicidad, en el que las multitudes aclamiarfan o abuchea- ‘ian, segtin su actitud hacia cada victima cn particular. Los verdugos eran celebri- dades piiblicas, y en ocasiones tenjan la fama y seguimiento que se prodiga a las estrellas de cine en los tiempos modems. Hoy en dia encontramos estos modos de castigo totalmente repelentes. Pocos de nosotros podemos ima i con el especticulo de te violenta de alguien, erimenes que hubicra podido cometer. més antiguas ¥ violentas? Es tentador suponer que en el pasado la gente simplemente era ms brutal, v que nosotros nos hemos humanizado. Pero des hacia tales practic intervienen influencias sociales mas am- | | | | Sociologia plias, relacionadas con importantes pro- ces0s de cambio que se dieron en ese pe- iodo. Las sociedades europeas se estaban industrializando y urbanizando, £1 anti- guo orden rural estaba siendo répidamen- te reemplazado por un orden en el que cada vez mis gente trabajaba en fibricas y ta- lleres, trasladdindose a las areas urbanas en expansi6n. El control social sobre las poblaciones urbanas no podia mantener- se mediante los antiguos métodos de cas tretejidas, en las que se presentaban po- cos casos. tuna forma de cont comportamiento, En personas sin empleo, débiles mentales y 4oces. Las prisiones so de forma gradual vertirse en buenos ciudadanos. El castigo del crimen se orient6 a crear ciudadanos obedientes en vez de mostrar piiblicamente alos demas las teribles consecuencias que se siguen de la mala conducta, Lo que aho- ra consideramos como actitudes mas hu- miento de Jos delincuentes forman parte a de los procesos que barrieron los érdenes tradicionales aceptados durante siglos. Estos procesos crearon las sociedades en Jas que vivimos hoy. Implicaciones: Ia naturaleza de la sociologia Considerersos ahora los ejemplos dis- dos hasta ei momento, En cada uno de s casos —amor, matrimonio y idad, salud y enfermedad, y castigo del crimen— hemos visto que los que po- drian considerarse sentimientos humanos «aaturalmente dados» estin sin embargo sutiles, aunque compl las que nuestra vida de nuestra experiencia largo de los dos tiltimos sigh nos. El cambio en el mundo moderna Los cambios en las formas de vida hu- ‘mana en las dos ltimas centurias han sido ‘de muy gran alcance, Nos hemos acostum- brado, por ejemplo, al hecho de que la mayoria de la poblacién no trabaje en el campo, a que viva en ciudades grandes y pequefias mas que en reducidas comuni- dades rurales. Pero esto jamés sucedié - hasta la era modema, Virtualmente, du- rante toda la historia humana, la inmensa - mayoria de las personas tenfan que pro- ducir sus propios medios de subsistencia, 28 {y vivian en pequefios grupos 0 comunida- des aldeanas reducidas, Incluso en.el cculmen de las civilizaciones tradicionales més desarrolladas —como la antigua Roma o la China tradicional— menos de Hoy, en la mayoria de las sociedades industrializadas, estas proporciones se han inyertido casi por completo: generalmen- te més de un 90 por 100 de la poblacion vive en dreas urbanas, y sélo un 2 0 un 3 por 100 trabaja en la produccién agrico- fa. tun ejemplo ante- ideales del amor 1vo fuertemente condiciona- da por la transicién deste una sociedad rural a una sociedad urban: las reas urbanas v comenzé a la produccién industri dejé de estar motivado razones econdmicas, por la necesidad de controtar la herencia de las tierras y de trabajar enl campo como una unidad fa- ziliar, Los matrimonios «arreglados» — ‘jados mediante las negociaciones de los Anthony Giddens (AF ‘aulo matrimonial se formé en este contex- to. (Para una discusién més detallada, vvéase capitulo 12: «Parentesco, matrimo~ nio y familian.) De forma simitar, antes del surgimiento de la medicina modema las concepciones ‘europeas sobre la salud y la enfermedad eran semejantes a las que se encuentran en muchos paises no occidentales. Los tas opiniones actuales sobre la salud y la enfermedad surgieron formando parte de transformaciones sociales mas amplias que influyeron en numerosos aspectos de las creencias acerca de la biologia y la ina basica que se ocupa del Tra sis de su naturaleza. Nuestro mundo de hoy es radicalmente diferente al de épo- cas anteriores; la tarea de Ia sociologia es ayudamos a entender este mundo y su fu- turo probable, Sociologia y «sentido comim «La prictica de la sociologia incluye et obtener conocitniento sobre nosotros mis- | i i Sociologia comin acerca de nosotros mismos y de otros. Consideremos la siguiente lista de afirmaciones: 1. El amor romdntico es parte natural dd la experiencia humana, y por tanto se encuentra en todas las sociedades, en es- trecha conexién con el matrimonio, 2. La duracién de la vida de las perso- nas depende de su constitucién biolégica ¥ no puede estar demasiado influida por jas diferencias sociales. das partes concede terial ytratarin de prosperar si hay opor- tunidades para hacerlo. esto se debe a que los seres humane nen instintos agresivos que siempre encon- trarin una salida 7. La difusién de los ordenadores y la ‘automatizacién ea la produccién industrial reducira en gran medida la jornada labo- ral media de la mayoria de la poblacién. ‘Todas estas afirmaciones son erréneas 29 riores analizaremos con mayor detalle es- tos puntos.) 1. Como hemos visto, la idea de que Jos vinculos matrimoniales deben basarse cn el amor roméntico es reciente, y no se encuentra ni en la historia anterior de las sociedades occidentales ni en otras cultu- ras, En realidad, el amor roméntico es casi

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