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DOGMATICA PENAL Y POLITICA CRIMINAL Sasssaisssaisnsiassssatissanssnseonny IDEMSA mes y Disribuidora ial Moreno S.A. ‘Lima 1: Jr, Contumaza N° 975 OF. 102 ‘Tei: (01) 427-2128 “TeUFax: (O1) 427-9760 San José 311 OF 105 (054) 283366 Arequipa: Tel Derechos Reservadas conforme a ley Agosto 1998 Queda terminantemente prohibida la reproducctén total 0 parcial de esta obra por cualquisr método o forma clectrénica,, incluyendo el sistema de fotocopia, sit ‘autorizacién escrita de los editores y el autor impreso ENELAERU, GRITLEY SERB. | rae ges cae Sa Qlacionales y & Je. Lampa 115 Of Tell 407-347 / 2654 ADVERTENCIA PARA UNA MEJOR LECTURA DEL TEXTO TRADUCIDO En lo posible se ha tratado de hacer que el texto de la traduc- cién se corresponda exactamente con el texto original de la ver- sidn alemana, tanto en su contenido, como también en las técni- cas utilizadas por el autor y el editor. El ntimero de pagina original aparece entre corchetes ¢ indi- cando con una flecha el contenido que le corresponde. Por ejem- plo: [100->] indica que en el articulo original, el texto que viene a continuacién se encuentra en la pagina nimero 100 de la revista o libro de donde proviene. Ademds, se coloca entre corchetes algunas aclaraciones que el traductor ha creido conveniente incluir para evitar confusiones. cy DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL bién para el segundo grupo de casos, en el fundamento penal de la participacién y en principios generales de im- putacién. Con ello termino este trabajo que dedico a Koichi Miyazawa, mi amigo y amigo de todos los penalistas ale- manes, felicitandolo por su 65to. cumpleafios. Koichi Miyazawa ha ganado los mayores méritos en el Derecho penal alemén, por su divulgacién en el Japén, por su co- operacién cientifica y por la amistad personal entre los, penalistas de ambos paises. Lo saludo recordando con agradecimiento el Congreso japonés-aleman de Derecho penal en abril 1994 en Tokio y Kyoto. Ad multos annos! EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SIGUIENTE SIGLO* © Na: T: sete qu préximarmene sect publiado ena cecopiacin “Aus der Problema Fr Krminologe edad por Bal W.Plywaczewst, Univesiéad des Staltects und der Keiminologis, eta por avi Ue de Varsovia, 331-356. Titulo original en ale: “Zar Ent im kommenden Jaber” [331->] 1 CIRCUNSTANCIAS QUE DIFICULTAN UN PRONOSTICO Un tema que se proyecta tanto al futuro, como el que se me ha puesto sobre el tapete, permite expresiones cient(- ficas solamente en una medida limitada. Pues, en primer ugar, la prediccién del futuro ya es por sf misma un calculo con muchas cosas desconocidas, para cuya solucién no hay reglas de validez general, tal como el decurso del tiem- po una y otra vez demuestra contundentemente: un acon- tecimiento de tanta trascendencia, como p. e. la caida del imperio soviético, no fue predicho por nadie, incluso pocos afios antes de que se produjera, pese a que uno deberia opinar que hubiera tenido que deducirse de los hechos de entonces. Y en segundo lugar, los desarrollos en el campo de las ciencias sociales son todavia mucho més dificiles de pronosticar que los acontecimientos técnicos y de las ciencias naturales. Y es que mientras que el desarrollo de las ciencias naturales ocurre de manera lineal, de forma que un avance se produce sobre la base de otro, el desa- rrollo social, en el que también el Derecho penal esta in- merso, transcurre de manera dialéctica: esto es, las posi- ciones y las contraposiciones varian. En todo momento son posibles los retrocesos. Existe el retomo a la inhuma- cea DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL nidad (p. e. en el Derecho penal de la época nazi o el te- rror politico interno de Stalin). También las viejas posicio- nes. teéricas pueden (como p. e. las teorias penales de Kant y Hegel) experimentar un renacimiento, mientras que los coches postales y la ldmpata de petréleo ya no reapa- recen mas una vez que el progreso técnico ha pasado por ellos. En pocas palabras: [332->] el desarrollo en el cam- po del Derecho penal puede ser profetizado con menor seguridad que el desarrollo de los acontecimientos técni- cos y de las ciencias naturales. En tal medida, un Julio Verne del Derecho penal lo tiene mas dificil que el verda- dero Julio Verne, por mas admirables que sean las cual dades visionarias de éste. - CIRCUNSTANCIAS QUE FACILITAN UN PRONOSTICO Por otro lado, un penalista también tiene mas facilida- des que un experto en ciencias naturales para un pronés- tice futurista. Pues e! Derecho penal se desarrolla con mas lentitud que las ciencias naturales y la técnica. Hace cien afios automéviles y teléfonos estaban todavia en sus ini- cios y no eran medios de comunicacién usuales. No exis- ‘fan aviones, radios, televisién, bombas atémicas, pero tam- poco antibidticos ni computadoras. No necesito proseguir esta enumeracién, pues cualquier persona mayor puede dar fe personaimente de cuan radicalmente ha cambiado nuestra forma de vida, p. e. en los campos de la comuni- cacién técnica 0 de las posibilidades médicas. Por el contrario, ya hace cien afios habfa pena de liber- tad y de multa de manera similar a las de hoy en dia. Incluso los cédigos penales son en parte todavia los mis- mos de entonces. Sobre el sentido y la finalidad de la pena se sigue discutiendo desde hace 2000 afios sin que los Puntos de vista se hayan transformado decisivamente. Na- EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SGUENTE SGLO ED) turalmente cualquier conocedor de! Derecho penal sabe que en este campo se han dado muchas y esenciales modificaciones. Pero las dimensiones de las moditficacio- nes son menores que en los otros Ambitos de la vida. Esto ‘se muestra en que el ciudadano normal, no educado juri dicamente, no va a saber responder mucho cuando se le pregunte por los progresos del Derecho penal en los tlt- mos cien afios. Resulta entonoes que el desarrollo de! Derecho penal, por un lado, transcurre de manera més confusa y menos ineal que en los [333->] dmbitos de vida caracterizados por el conocimiento de las ciencias naturales, pero tam- bién se realiza de manera mucho més lenta y trae consigo ‘cambios mucho menos radicales. Junto a estas dos circunstancias fundamentales, quie- ro mencionar otras tres premisas en las que se basan mis siguientes explicaciones. En primer lugar, prescindo de la posibilidad de catastrofes globales (p. e. de tipo atémico o ecolégico); solo tiene sentido hablar de un desarrollo del Derecho penal bajo el presupuesto de que esté plenamente asegurada la supervivencia de la humanidad como tal. En ‘segundo lugar, me limito en fo esencial al desarrollo del Derecho penal en los paises caracterizados 0 influidos por la cultura occidental: los descubrimientos etnolégicos es- peciales no pueden incluirse en una conferencia. Y en ter- cer lugar, en contra de la tendencia fundamental actual de cardcter critico-cultural, me declaro a favor de un optimis- mo moderado sobre el desarrollo. Me siento obligado a hacer esto, pese a que conozco los peligros que el su- puesto desarrollo ha tra(do consigo en amplios campos. Pero en todo caso, si se observa répidamente la historia do los titimos siglos, no se puede desconocer una ten- dencia hacia el desarrollo en sentido positive en el Dere- Eo DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL cho penal; es decir una creciente humanizacién en la ten- dencia general pese a todos los retrocesos dialécticos. No seria razonable suponer que esta orientacién del desarro- lo vaya a retroceder con el tiempo. Ill.- CINCO TESIS Ya el marco acabado de esbozar permite reconocer que si bien espero del Derecho penal en los préximos cien afios muchos cambios, en parte radicales, no es- pero un cambio revolucionario de perspectivas. Resu- mo mis reflexiones en cinco tesis: el Derecho penal to- davia existiré dentro de cien afios (IV); el Derecho penal experimentara una europeizacién y parcialmente una globali-[334->]zacién, pero que probablemente dejaré subsistentes los Cédigos penales nacionales (V); el nu- mero de disposiciones penales y también de los atenta- dos contra ellas seguiré aumentando (VI); a cambio, sin embargo, las penas seran mds leves (VII). Ademés, las teacciones en contra de la conducta punible se modifi- caran ampliamente al retroceder cada vez més la pena privativa de libertad y ser completada o incluso reem- plazada por un tico arsenal de consecuencias juridicas, que si bien presuponen una conducta punible, ya no pueden seguir siendo entendidas como penas en sent do tradicional (V1 IV. EL DERECHO PENAL TODAVIA EXISTIRA DENTRO DE CIEN ANOS 1+ No SERA POSIatE UNA SUPRESION Oct DERECHO PENAL La idea de suprimir el Derecho penal en el futuro no es absurda. Mas bien, desde hace tiempo se defienden exi gencias abolicionistas, aunque hasta ahora sdlo por auto- EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN El SGUENTE S610 rT res aislados'. Se puede declarar que la pena es un instru- mento inhumano de represion e indicar que no impediria la criminalidad ni su continuo aumento. La sociedad ilus- trada del futuro podria encontrar formas de organizacién que no necesitarfan mas de la pena ni de sus consecuen- cias socialmente dafiosas. Se puede apoyar estas predicciones en distintas posi- clones teérices que aqui no pueden ser expuestas en par- ticular. Sélo a manera de ejemplo mencidnese que, segtin la [335-5] teoria marxista, en una sociedad socialista de- sarrollada la criminalidad desaparece’. Pero también otras doctrinas de salvacién de corte politico 0 religioso esperan del futuro un “nuevo ser humano” con la esperanza de re- tomar al paraiso en nuestro mundo terrenal. Independien- temente de premisas ideolégicas también puede afirmar- se que, mediante el control de la natalidad, los mercados unificados y el tratamiento razonable de los recursos de nuestro mundo, podria crearse una sociedad de bienestar general o por fo menos que abarque de gran parte de la tierra, 0 que desaparecerfan las causas de la criminalidad. Las desviaciones sociales que pese a todo aparezcan ais- ladamente podrfan ser controladas mediante apercibimien- tos 0, en todo caso, mediante un reproche social sin con- secuencias juridicas. Estos son pronésticos muy bonitos, pero no veo en ellos ninguna posibilidad. Los 3000 afios de la historia humana que estamos viendo, para los que los préximos cien afios 2 Ast ye antes, VARGHA, “Die Abschaffung der Strfinechtschaft. Studien zur Surftchsteforn".en 40s partes, 1896 y 1897. Mas recientes, MATHIESEN, “Die Inutoee Ditspisierong” 1985; FOUCAULT, "Uberwachen und Stafea 1977 LEKSCHAS, “Theoredeche Grundlagen der sdialsiscen Kinnelon: Buchholz (sit) "Socilisteche Keiminclogie" 264, 1975.p.49172, 442 DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL s6lo implican poco tiempo, tienen que ensefiarnos que no es posible renunciar a la proteccién del individuo y de la sociedad, y que esta proteccidn, en caso necesario, inclu- so debe ser impuesta por la fuerza. Todos hemos vivido el fracaso del experimento social soviético-ruso. Pero inclu- $0 una teorfa tan triuntante @ imperecedera como la del sermén de la montafia cristiano no ha podido cambiar a las personas. Los cristianos no son en promedio mejores personas que los pertenecientes a otras religiones o que los ateistas y agnésticos. Uno sélo puede generalizar ta- les datos histéricos particulares y decir: ninguna sociedad de variedad alguna ha podide renunciar alguna vez al De- recho penal. Antes bien, constituye precisamente el mo- mento central de la formacién del Estado el deseo de ase- gurar una vida comtin pactfica entre las personas a través del poder penal estatal. Aun hoy en dia, [836->] el “llama- do ala ley y al orden’, el pensamiento del “law and order” es un ineludible factor socio-sicol6gico, incluso como fac- tor politico. Efectivamente, se muestra que al faltar un po- der estatal de ordenamiento -sea en los espacios pre-civi lizados 0 en caso de caos intemo, tiempos de guerra o catastrofes-, los pufios mas fuertes son los que inmediata- mente erigen un dominio de la arbitrariedad, frente al cual es preferible cualquier ordenamiento estatal La suposicién correcta es ciertamente que la “conducta. desviada’, dentro de la que los socidlogos incluyen sobre todo también a la criminalidad*, se ubiea dentro de un También KAISER ve este peligos "Krininologi ine Binftheug indie Gangs" co 1989, ca. 2455; KAISER, “Kriminologie’, ed. 1988, cap. 37,2. mare 102 ys KAISER, “Kriminologie. Eine Einfthrangia de Grundlagen” 8°, 1989, cap. 25 KAISER, “Keiminolopie", et 1986, cap. 40,0. ra. 3;EISENBERG, "Krininologie"” 3° ed, 1990, cap. 5. ua, Ly, EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EV EL SGUENTE SGLO a espectro de formas de accién humana y por ello no pue~ de ser extinguida. Las circunstancias sociales determi- nan més el “como” [la forma} que el “si” [la existencia mis- ma] de la criminalidad: cuando clases enteras de la po- blacién se mueren de hambre, aparece una gran crimina- lidad de la pobreza; cuando la mayoria vive en buenas condiciones econémicas, se desarrolla una criminalidad del bienestar, etc. Luego, tal como se mostrara a conti- nuacién, los cambios sociales de los préximos cien afios influirén en las formas de aparicién de a criminalidad, pero no cambiarén on nada su existencia y con ello tam- poco la necesidad del Derecho penal. 2. TaMPOCO ES DE ESPERAR UNA REDUCCION DE LA CRININALIDAD ME- DIANTE CONTROLES SOCIALES AEFORZADOS: No quiero dejar de mencionar una posibilidad mas rea- ista para hacer superiiuo al Derecho penal o para, por lo menos, reducir esencialmente la criminalidad: [837->] ella no radica en las utopias que apuntan a mejorar las relacio- nes sociales, sino en las utopias negativas al estilo de "1984" de Orwell. Un estado totalitario de contro! podria efectivamente reducir considerablemente la criminalidad. Esto lo muestran las variantes menos crasas y por ello mas cetcanas a la vida que la historia nos presenta. Asi, p. € en la Repiblica Democratica Alemana la criminalidad era efectivamente menor que en la Republica Federal Alemia- naé. Pero esto no se debia a las bondades del marxismo, sino al omnipresente espionaje en fa RDA. También un pais libre y democratico como Japon tiene una criminali- dad sensiblemente menor que la de los paises + Comp sobre esto FREIBURG, "Kriminalitt in der DDR”, Opladen 1981 444 (ea DOGMATICA PENAL Y POLITICA CRIMINAL industrializados occidentales®. Esto es atribuido general- mente a que la estructura social japonesa es mucho me- nos individualista que la occidental. A través de ello el viduo esta sometido a un control social informal mucho més fuerte que le dificulta una conducta desviada. También en Alemania p. e. el hecho de que Munich es la ciudad mas segura, es decir la gran ciudad con menor criminalidad, se atribuye de manera general a que tiene la presencia pc cial més fuerte y con ello el control social mas efectivo”. Frente a esto uno debe preguntarse si tales tendencias tienen futuro y si quizds se impondran en los préximos cien afios en forma mucho més masiva. ,Tiene, entonces, una perspectiva realista la divisa “menos Derecho penal gra- clas a una total vigilancia’? No sélo los erfticos de la cultu- ra, sino también muchos penalistas suponen esto y no ven en ello una [338->] mejora social, sino una amenaza a la bertad cludadana que debe ser rechazada. Efectivamente la intensidad del control social? se incrementaré en el futuro con gran probabilidad. Esto no solamente atafie a la intervenci6n policial, sino sobre todo alas posibilidades técnicas de escuchar conversaciones y de emplear métodos computarizados de deteccién, en continuo perfeccionamiento®. Si se pregunta en qué medi- da las tendencias de vigllanc'a se impondran frente a la proteccién liberal que el Estado de Derecho debe a la es- fera privada, se puede predecir globalmente -sobre todo ‘+ V.BISENBERG, “Kriminologie”, 3, 1990, cap. 5l,n.marg.4y cag $2, n.marg. 01 Sabre el efecto preventivo dea densidad policia comp, KAISER, “Krminoloyie”, eo 1994, p14 5 Acer del concepto, GOPPINGER, “Kriminclogie™ GROPP, “Besondere Ermitungsiatinahmen zur Bekamptung der organsienen ‘Kiminaliese", 280 105 (1993) p. 405 y= DESARROLLO DEL DERECHO FENALEN EL. SGUENE SGiO °°. EEE en relacién con la criminalidad organizada- una fuerte pe- netracién del Estado en el Ambito de la personalidad. Pero ello todavia puede ser limitado de manera soportable para el Estado de Derecho a través del recurso a las potesta- des jusiciales de control. La cuestién adicional de si debe esperarse que estos limites sean respetados, podré ser respondida con una afirmacién cautelosa por lo menos para el espacio europeo, aun cuando se tenga que contar con una creciente influencia de las posiciones contrarias. Pues la tradicién liberal y juridico-estatal de nuestro continente tiene una historia demasiado larga para que pueda ser remecida por completo. La unificacion europea impedira ademés que los Estados vuelvan a caer por separado en estructuras totalitarias de organizacién. E1 Tribunal Europeo de Derechos Humanos podra ademds oponerse a las regu- taciones interventotas que limiten demasiado la libertad per- sonial"®, Hay que suponer que ello va a seguir existiendo, pues no se puede hacer retroceder la rueda de la historia, [339->] Cuando, segtin lo dicho, me atrevo a pronosticar que Europa tampoco en los préximos cien afios se convertiré en un Estado policial totalitario, al mismo tiempo se des- prende de ello la respuesta de que no es de esperar una supresién 0 minimizacién de la criminalidad mediante un conirol completo. Esto es incluso plausible, pues el sacrifi clo de la libertad ciudadana seria un precio demasiado ele- vado para una lucha exitosa contra la criminalidad. Una cierta medida de criminalidad -que en algunos Estados actuales es no obstante demasiado elevada- es el fend- © WEIGEND, “Stafech duc intemationale Verinbarungen - Vecust an nationler ‘Suafrechiskultar”, 2508 105 (1993), p. 74, 78. cra DOGMATICA PENAL Y POLITICA CRIMINAL meno secundario necesario™ de una sociedad seguira siendo también en el futuro. re y lo /~ SOBRE LA EUROPEIZACION Y LA GLOBALIZACION DEL DERECHO PENAL Entonces, la criminalidad y el Derecho penal permane- cerdn. Sin embargo, se producira una europeizacion” y, hasta cierto grado, una “globalizacién’ del Derecho penal Con el concepto mencionado al final quiero decir que las tendencias hacia un Derecho penal mundial ganaran fuer- za. .Qué es lo que esto significa en concreto? No creo que en las préximas décadas un Cédigo penal europeo reemplace a los ordenamientos juridico-crimina- les nacionales. Probablemente ello no sucedera siquiera dentro de cien afios, pues si bien la idea de Estado nacio- nal no podré asentarse en el Ambito militar y econdmico, Jo hard con respecto a la organizacién de la cultura y de la. sociedad. Un Estado central europeo con una legislacién totalmente unitaria no es un objetivo digno de ser perse- guido. Pues el Derecho y precisamente el Derecho penal es un producto del desarrollo cultural de los Estados por [340->] separado"®. La interrupcién de este desarrollo y la imposicién a los paises europeos de una regulacién unita- ria por la via administrativa, descuidando sus tradiciones juridicas, no son realizables ni tampoco serian correctas, Luego, parto de que el Estado europeo federal, que alguna vez sera creado, preservaré la autonomia cultural y con ello también los Cédigos penales de cada uno de los paises. "KAISER, “Keiminologie" ed 1993,p.248 ys. 2 ROXIN, AT fom 1,2" ed. 1984 cap. 4, mare. 260, 6, ¢. mis ref WEIGEND, igual que nota 10. p- 786, EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN BL SGUENTE SLO ma Pero una adaptacién [Angleichung} escalonada de nues- tros ordenamientos penales se lievard a cabo por tres vias. En primer lugar, la Unisn europea motivaré a cada uno de los paises, tal como ahora ya lo hace", para que, median- te pautas y reglamentos, dé cada vez mas regulaciones iguales 0 similares. Esto es vélido sobre todo para el Dere- cho penal econémico™ y también es indispensable para un ordenamiento econémico de crecimiento conjunto. A continuacién, la cooperacién cientifica que existe en- tre los paises individuales en el campo del Derecho penal, levaré. a un mayor acercamiento entre los diferentes ordenamientos penales. Pues le refiexién comin sobre nues- tros problemas conduce, en muchos casos, a soluciones comunes no reglamentadas desde arriba, sino basadas en un consenso internacional y por ello més sdlidas aun. Y esto rige mucho mas allé de Europa. También los paises de Cen- tro- y Sudamérica’* y to-[341->]do el circulo cultural de Asia oriental” trabajan en el campo del Derecho penal con las mismas categories juridicas. Luego, estaré cada vez mas ‘cercano un Derecho penal mundial, independientemente de las particularidades nacionales subsistentes. WEIGEND, igul que nota 10, p. 776: JESCHECK en LK, 11*ed, 1992 introduce, mag, 102 ys. MOLLER-WABNITZ, “Winschafsoiminalitt”2"ed, 1993, p. 14y 5s, Yael Cédigo Pond Tipo pare lberoamériea de log afos 60 se bastba en a estructura eocdsica del delt, comp. BUSTOS RAMIREZ, “Consderciones respect alaestruc ture del delt en a eforma pena aizoamericana", Doctina Penal. 1978, p 77: DE. RIVACOBAY RIVACOBA,“Pensarieao penal ycimizolégico del Cédigo Peal ipo para Iberoarécca”, Doctina Penal, 1987, . 713, En lacs cone Japén comp. oro que recopila el Cologo gecmano-japonés en [Berecho penal de 1588, “Strafvecht un Keinalplitk in Japan und Deaschland’ HIRSCHAVEIGEND (edit), 1989. A manera ejemplo v JESCHECK, sobrelas reac ese Tatiuta Max-Planck de Daecho penatexraneroelneracionl de Freibug 1 Asia Orntal, en LHe Zong Uk Tjong, 1985, . 8 oy DOGMATICA PENAL ¥ POUTICA CRIMINAL Finalmente, si bien el acercamiento de las condicio- nes de vida, que una politica comin y un mercado comin necesariamente traen consigo, no conducen a una uni cacién esquematica, tienden hacia una mayor iguaidad in del desarrollo juridico-penal"® en cada uno de los paises europeos. Mi pronéstico, que al mismo tiempo también se corresponde con mi visién personal del futuro, puede entonces resumirse para el Derecho penal al igual que para el desarrollo cultural europeo con la divisa: jno a la sincronizacién [Gleichschaltung], sino unidad dentro de la variedad! Pero ya este programa sig- nifica denegar cualquier aislamiento y esperar una co- operacién cada vez mas estrecha. VL- SEINCREMENTARA EL NUMERO DE DISPOSICIONES PENALES Y DE LOS ATENTADOS CONTRA ELLAS Es fécil profetizar un mayor incremento de las disposi ciones penales. Ello no sdlo resulta de las regulaciones que trae consigo la Unién europea, sino sobre todo tam- nde que las estructuras sociales se vuelven cada vez més complicadas. Las sociedades simples [342->] pue- den arreglarselas con los diez mandamientos 0 con nor- mas bésicas comparables, pero la sociedad modema de masas sdlo puede ser dirigida mediante reglamentaciones amplias. Ademés, los nuevos desarrollos atraen hacia si inmediatamente una avalancha de nuevas dispo: juridicas, Esto no rige solamente para desarrollos pc ‘como las medidas de boicoteo en el Derecho de comercio exterior, sino también para la creciente puesta en peligro 16 TESCHECK inform acerca dels caracterescomunes del reform penalen Fura: itroduccign al LK, 11"e8 1992, 1. mar. 130758 kL BL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SIGUENTE SSLO eco del ambiente o para las tecnologlas modernas, tal come lo tenemos nosotros para el procesamiento de datos. Asip.e. el Derecho penal informatico"® esta en continue movimiento porque siempre tiene que adaptarse a las nuevas tecnolo- gias informaticas y a su abuso. Sélo raramente renuncia el legislador al intento de asegurar el respeto de las nuevas disposiciones mediante conminaciones penales®. Ya la serie de nuévas disposiciones penales tiene que impulsar hacia arriba el numero de hechos punibles. A ello se agregan las nuevas formas de conducta punible como la criminalidad organizada, la que necesariamente se incrementaré con la apertura de las fronteras. Pero también en un delito cotidiano y tradicional como en el hurto, debera contarse con un aumento de la criminalidad. Esto no sdlo se debe al fracaso del Derecho penal, sino a cambios so- ciales, técnicos y econémicos previes al Derecho penal. Es claro que la cada vez mayor densidad poblacional coinci- dente con el anonimato de los individuos mejoran conside- rablemente las posibilidades de los hurtos en relacién con Jas facilmente controlables comunidades pueblerinas de los tiempos pasados. Adems, si se me permite mencionar dos objetos pasibles de hurto especialmente codiciados: es mucho més facil hurtar bicicletas y automéviles que coches de correo, muy aparte de que el nlimero de los primeros [343-5] supera ampliamente al de los coches de correos que existian en el siglo 19. Y si se comparan las tiendas y supermercados hoy en dia existentes, pero que aumentan y crecen cada vez més, asf como la inagotable variedad de SIEBER, “Iafomationsechrologi und Statiechsreforn”, 1985,p. 14 ys, 908s tenant dedesali debs els conespendienes: SCHMITZ, ‘Competerisnizali 1960, p. 15958. + WHASSEMER, "Kennztichen und Kiso desmodemen Stlrecti” ZRP 1992,p.378. ce DOGMATICA PENAL Y POLITCA CRIMINAL sus ofertas, con las tiendecillas de nuestros bisabuelos, humildemente provistas, se entenderé que hoy en dia la tentacién de hurtar bienes de primera necesidad es incom- parablemente mayor que la de entonces. Luego, es previsi- ble que sigan creciendo los indices de criminalidad que au- mentan desde hace décadas™ , aun cuando presumiblemente no en la misma medida que en las décadas pasadas, porque ya hoy en dia esta presente una parte considerable de las circunstancias promotoras de la criminalidad. VIL- PESE A TODO LAS PENAS SERAN MAS LEVES Pese al incremento pronosticado de la criminallded, las n ocasionalmente atin hoy penas serén més leves. Si en dia se aboga por la pena de muerte e incluso titima- mente por la pena de azotes (!)®, no puedo otorgar posit idades de largo plazo a tales esfuerzos de hacer gitar ha- cia atrés la rueda de la historia. Si se sigue la historia de la pena de muerte desde la ilustracién, ella constituye una historia continua hacia su supresién, aunque ciertamente iterrumpida por retrocesos. Pues todos los argumentos razonables”, para cuya enumeracién falta aqui el tiempo, hablan en contra de ella; por [344] ello debe contarse con su completa eliminacién para los préximos cien afios. También un regreso a las penas corporales, suprimidas definitivamente desde hace més de cien afis, constituiria KAISER, "Kininaloge" of. 1953,p.472,bablade un increment daicuens hee mene Porc 195 y 1990, ee tea dels lb opine pica coarespet sexta cant cop JESCHECK, oo pba con sespeto comp JESCHECK, AT, Svat etn cr cape eis manos a favor yen conta son expuess eticament por MARTIS, “Die Fnksonen er Todestafe, 1991p. 1489 say 198 ys liga! queen WOLF, “Verhiitung oder Vergeltung?”, 1992. p. 130 ss. Et EL DESARROUO DEL DERECHO PENAL EN Ei. SGUENTE SELO cs un atentado contra la dignidad humana®® y por ello en Eur ropa seria ya juridicamente irrealizable*. Pero también las penas practicadas actualmente en Eu- ropa de manera general seguiran siendo atenuadas. Esto resulta paradéjico solamente a primera vista, porque CO- rresponde al raciocinio del profano reaccionar con pens més fuertes ante la creciente criminatidad. Pero si se ve esto con més exactitud, puede ser facilmente explicado, pues la privacion de libertad que ha dominado en los pai Ses europecs desde la eliminacién de las penas corpora- les, ya ha dejado su apogeo detras de sf y seguird retroce- diendo cada vez més. Ello se debe a dos razones. Por un lado, es cada vez menos posible reaccionar a la mayoria de delitos con penas privativas de libertad en la medida en que las disposiciones penales aumentan y cre- cen con ello los hechos punibles. Los establecimientos penales no son ni siguiera cercanamente suficientes pare lo, asi como tampoce fo son los recursos financieros ne cesarios para una ejecucién penal humanitaria. Por otro lado, tampoco es deseable por politica criminal la imposi- cién de penas privativas de libertad de manera masiva, pues segiin el saber criminolégico en los delitos pequefios y medianos, que constituyen la mayor cantidad de los de- itos, es imposible una (re-) socializacién por Ia via de la privacién de libertad, No se puede aprender bien como levar en libertad una vide fiel a la ley mediante [a privacion de la libertad: la pérdida del puesto de trabajo y la separa: 1 ZHPPELIUS,en"Boaner Kommentar zam GG" (isiembre 1989), ar Lm. tale 5B 8. a Reis ip sala por stent contra el an, 3 EMRK. ext 1 Fa deciido ta Comision Fara fe Derechos Humanot en lain con pen de ects en sla Man, NIW 1978. p. 475. DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL cién de la [845->] familia, vinculadas con la pena privativa de libertad, tienen un efecto desocializador adicional?”. E! desarrollo politico criminal se seguird apartando, en- tonces de la pena privativa de libertad®*. En lugar de ella aparece primeramente la pena de multa; sobre todo en su mayor empleo radica el fundamento de la tendencia atenuadora de la cual he hablado. La practica dominante actualmente en Alemania puede poner en claro cudn lejos es capaz de llevar la renuncia a la pena privativa de liber- tad. En el afio 1882, el 76,8 % de todas las condenas en Alemania se referia a una:privacién de libertad efectiva, y el 22,2 % a una multa. Poco menos de 100 afios mds tar- de, en 1990, la privaciones efectivas de libertad solamen- te alcanzaban a 5,3 %, es decir sélo una quinceava parte aproximadamente. En cambio se impusieron penas de multa en el 83,3 % de todos los casos*; es decir, estas casi se han cuadruplicado. Si se piensa ademés que en 1990 fueron archivados alrededor de 494,000 casos por razones de bagatela o bajo el régimen condicional segdn los arts. 153, 183 del C.P.P. (esto arroja 46,1 % de la cantidad de condenas), se puede reconocer en qué medi da drdstica esta retrocediendo la pena privativa de liber- tad. En otros paises europeos esta tendencia todavia no es tan marcada®, pero en él futuro se impondré mas 0 menos en todas partes por los motivos explicados. KAISER, en KAISER/KERNERISCHOCH,“Stavollng’ ed, 1992, cap. 2,m mp, 97.p. 10398 * SCHOCH, “Empfehien sch Andecungen und Expinzungen bei deo statechlichen Sanktionea ohne Feeheitsentzug?" fafoeme para el 520, DIT (992,020 ys, ® KAISER, “Kriminologi”. Sed, 1983, p. 506, ‘Comp. sobre Ia frecuencia dela pena privaiva de liberad en el Derecho comperado, SCHNEIDER, "Kriminologe”, ed, 1987, p 827 gualmente SCHOCH, igual ue 01428, C2, evewmouo pa. oSEcHOPoMLava scueEsco | ERM [346->] ; 7 LA PENA SERA COMPLETADA EN BL FUTURO POR Vie UNA VARIEDAD DE OTRAS REACCIONES ALACON- DUCTA PUNIBLE Por cierto que la pena de mutta, cuya Importancia re: ciente acabo de destacar, no es una panacea”. Ella fraco- sa en aquellos que no tienen dinero 0 aue saben esconde! sus medios ala intervencion estate. Ela tampoco podré ser empleada on 6pocas de recesién y en paises pobres cn a misma frecuencia que en las sociedades présperas de bien festar, Por ello se tendré que desarrollar en el futuro, cor una cierta obigatoriedad, una variopinta serie de sanciones y reacciones que si bien presuponen un actuar punible,s en parte podran ser designadas como penas. 4. NUEVAS PENAS n nuevas penas en el auténtico sen- tido de la palabra, es decir, perjuicios impuesios coercitivamente. Pues las penas superadas de épocas pasadas (tal como las ya mencionadas pens corporales Gel destirr0) no tienen futuro, Se puede pensar ene} are, to domialiario® como nueva pena, atenuada frente la privacién do libertad, cuyo control no serd ningtin proble ma gracias a modemos sistemas electronicos de segurt ‘Apenas se afiadirar sete infos deine pena derma odevies posa andi KAISER, ite NON MR HO wnmtoycn enone es de earesennace a3 nls Eades Unio ry WEIGEND, Dwr” 183,p 28,20 SMtunUreLELY ruse Arrest and Correctional Policy", 1988. Acerca del modeio Soon 18 STERN, Bewahergsile rz DOGMATICA PENAL Y POUCA CRIMINAL dad®. Esta sancién tendria la [347->] ventaja de no costar nada, de no traer consigo ningtin peligro de contamina- ci6n criminal y de dar una forma mas humana a la priva- cidn de libertad que de todas maneras es sentida como grave. También seria una nueva pena efectiva la interdic- cién de conducir vehiculos, si a diferencia de hoy en dia, pudiera ser impuesta como pena principal independiente- mente de que exista un delito de trafico™. Ante la impor- tancia que tiene el automévil hoy en dia para la mayoria de personas y que seguird teniendo en el futuro, pese a todos los esfuerzos en favor de otras posibilidades de transporte, existirfa en ello una limitacién de a libertad preventivamen- te efectiva, pero que para el Estado implicaria costes neu- trales y para el autor seria menos perjudicial que la pena privativa de libertad, ademas de proteger el ambiente. 2.- NUEVAS MEDIDAS DE SEGURIDAD Ya actualmente la mayoria de los Estados europeos tie- nen, junto a las penas las asi llamadas medidas de segu- ridad®. Ellas se diferencian de las penas en que no presu- ponen ninguna culpabilidad ni tampoco estén vinculadas con la medida de la culpabilidad en cuanto a su duracién. En cambio se orientan en la peligrosidad social del autor. Las medidas de seguridad de este tipo existentes hasta ahora son p. e. el internamiento en un establecimisnto psi- quiatrico, que puede ser prescrito en caso de autores inimputables © de imputabilidad considerablemente dismi- > Sobrelasposbilidades fences, "Bewabirungshlfe", 1985, 299, nota 77; DUNKEL, “Neve Kriminlpoties” 988, 7 ‘A favor delaampliaid de aa interdiccién de conducis también SCHOCH, ial que nota 28,117; DUNKEL/SPIBS, “Bewabrurgsilfe”, 1992p. 131 ys » “Unexamen compand seenciertren JESCHECK,enIschek ed), "Die Froetsate and ire Surogate”, tome 3, 1984, p. 2062 #8 ,c. mse by EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SIGUENTE SGLO rg nuida; 0 el internamiento en un establecimiento de desintoxicacién [Entziehungsanstalt} en caso de adictos al alcohol y a las drogas*. [348] Una antigua exigencia reformadora consiste en reem- plazar en el futuro todas las penas por medidas de segus Had”. Esto se basa en la idea de que los autores penales serfan enfermos psiquicos o sociales. La divisa de este movimiento es entonces: curar en vez de penar. Cuando uno se pregunta si el futuro del Derecho penal seguiré esta tendencia, la respuesta tiene que hacer distingos. Es co- rreoto que una parte considerable de jos reincidentes, so- bre todo los ladrones, estafadores y violadores habituales, son personas con transtornos en su desarrollo psiquico y social. Ellas necesitan una terapia efectiva de la que toda- via no disponemos actualmente en la mayoria de los ca- 08. Pero se puede suponet que dentro de algunas déca- das se podran desarrollar métodos exitosos de terapia social, sobre todo en forma de un tratamiento terapéutico grupal. Los establecimientos experimentales de terapia Social que tenemos actuaimente en Alemania hacen que esto sea prometedor. En consecuencia, se debe suponer que las medidas terapéuticas del futuro aparecerén en mayor medida junto a la pena, la complementaran y en parte la reemplazarén. Actualmente, las medidas orienta: das terapéuticamente en Alemania abarcan un 3 % de las pases sobiee Dneco dees medidas de sepia eo ROXIN, A ton 1.2 Tpotncop. acm SAYS oy Rob ee intr zsivr€3 1951),p 80 FREY SehwZSiR88 1950.9 295: Sergi ei 5 5) p88. SEVERTS, Marin, tomo 1. U7: Bo Seb Nieencter como 1.518 ma DOGMATICA PENAL ¥ POLITICA CRIMINAL sanciones privativas de libertad”; este porcentaje podré aumentar considerablemente. Sobre todo es de esperar que se disponga de establecimientos de terapia social como nueva medida de seguridad de manera general. Pero tampoco es de esperar que en el futuro el Dere- cho penal sea reemplazado por las medidas terapéuticas. Primeramente uno tiene que ser consciente de que algu- nas personas con transtornos en su conducta social [349- >] permanecen siempre inaccesibles a un tratamiento: y esto se debe a que no es posible un tratamiento -en todo caso bajo condiciones dignas para la persona- sin una co- operacién voluntaria del delincuente, la cual falta con fre- cuencia. En caso de una falta de cooperacién sdlo entran en consideracién otras sanciones. Pero sobre todo debe tenerse en cuenta que sélo una parte de todos los delin- cuentes -probablemente ni siquiera una parte mayoritaria- necesitaria una terapia, en caso de que ésta exista. Los autores de delitos de tréfico, ambientales, econémicos 0 tributarios no son personas menos normales que el pro- medio de la poblacién, ¢ incluso los participes en una cri- minalidad organizada son frecuentemente astutos empre- sarios de gran competencia social. Entonces, de ninguna manera puede atirmarse que el delincuente sea general- mente un enfermo psiquico. Por ello, fa ampliacién de las medidas de seguridad va a limitar y relativizar la importan- cia de la pena en el futuro. Pero ella no podra reemplazar las penas ni las demds sanciones®. KAISER proporciona un penorema detlladoespeco sa feenencia de aimposicion de medidas de seguidad,"Keiminologi", Fe. 1993,p 613. % También con atta desfayorableen tenia al picipio de elpailidad,BT-Deucksache vyrd054, 19 EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SGUENTE SGLO ta 3.- SANCIONES OSIENTADAS EN LA LIBRE VOLUNTAD Junto a las penas atenuadas y a las medidas que incre- mentan cada vez mas su ambito de aplicaci6n, en el Dere- cho penal del futuro también se darén sanciones que no pueden ser designadas propiamente como penas, sino sélo como similares a la pena, poraue, si bien imponen algo al autor, prescinden del cardcter coercitivo de la pena. Nom- braré aqui a dos: el trabajo comunitario [prestacion de ser- vicios comunitarios] (a) y la reparacién civil voluntaria (b). Casi todos los Cédigos penales modernos contienen ideas iniciales, pero todavia tienen un gran futuro por delante. [350] a) El trabajo de servicio a la comunidad En lo referente al trabajo comunitario, hay que pensar aqui en servicios en hospitales y asilos, pero también en instalaciones estatales de todo tipo*. Esto puede ir desde el transporte de expedientes pasando por los trabajos de reparacién y limpieza hasta {legar a los servicios de jardi- neria en establecimientos piblicos. En esto apenas si hay mites a la fantasia. El trabajo de servicio a la comunidad puede reemplazar en la mayoria de los casos a la multa, cuando el autor se ofrece voluntariamente para ello. La sancién tiene la ventaja de consistir en un trabajo cons tructivo, es decir, de comprometer més a la personalidad que la pena privativa de libertad y la multa, las cuales el autor sélo tiene que soportar [pasivamente]. Puesto que el trabajo obligatorio deberia ser excluido en un Derecho moderno y tampoco serla realizable sin atentar contra la dignidad humana, la libre voluntad que debe promoverse “© Comip el panorama en SCHOCH, igual que nota28, C97, Eau DOGMATICA PENAL Y POLTICA CRIMINAL impulsaria al mismo tiempo la disposicién a cumy rea asumida y provocaria en el autor la sensa ber hecho algo socialmentte itl. Ambas cosas sirven para la resocializacién mas que las penas tradicionales. Actualmente todavia son muy fuertes las reservas" fren- te a esta sancién que tedricamente ya era conocida desde hace tiempo. Se objeta que ocasionaria dificultades de or- ganizacién practicamente insuperables y que no tunciona- Tampoco serla deseable tal sancién porque quitaria puestos de trabajo a la poblacién honesta. [3515] Pero estas objeciones no son sélidas®, pues la posibi- idad de organizar el trabajo en favor de la comunidad ha sido probada con amplitud**. Este ya se esta prestando en Alemania bajo el nombre de “servicio civil sustitutorio" des- de hace décadas por miles de objetores al servicio militar, sin que se hayan presentado problemas. Entre nosotros también se exige hoy en dia, en primer lugar un trabajo social a los jévenes que se han hecho merecedores de pena; y también en este grupo humano de dificil tratamiento funciona el sistema. El temor de que la actividad en favor de la comunidad podrfa aumentar el desempleo tampoco se ajusta a la realidad, Pues el trabajo en favor de la co- munidad es prestado precisamente en épocas de vacacio- 1 Asfinrechazanp.e TRONDLE¢n LK, 10*ed, 1978, at 43, mary. 10: LACKNER, 521967, p. 519: Eb. SCHMIDT, NIV 1957p. 1936: JESCHECK, ZStW 80 (1968),p. ys © Comp. lseepecto ya antos ROXIN, JA 1980. S45y 68, 550; 20 favordelaprestacion Ge servicios fa comunidad también BAUMANN, Lila Schaffetsin 1975, p. 2 [ALBRECHT/SCHADLER, ZRP 1988, p. 278,283; DOLLING, ZStW 104 (1852). p. 281 ys; JUNG, “Sanksionensystem und Measchenrechie" 1992, 16535. © Comp. solamente SCHALL, NSIZ 1985, p. 105. nds een To fundamental a favor también SCHOCH, igual que noma 28, C7, EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SIGUIENTE SSLO m3 nes y en los fines de semana, cuando otras personas se dedican al pasatiempo, y por ello domina una notoria falta de fuerza laboral. Ademas, son precisamente las activida- des mal pagadas y por ello insuficientemente cubiertas las que forman parte del Ambito total de servicios sociales menos calificados en los cuales preponderantemente se presta el trabajo. Si se medita sobre todo esto puede esperarse que en algunas décadas el trabajo en favor de la comunidad como ‘consecuencia de una conducta punible no seré més raro que una pena o una medida de seguridad. b) La reparacién civil voluntaria Como segunda sancién orientada en la libre voluntad le profetizo a la reparacién civil un gran futuro también en el Derecho penal. [352->] Con ello no me retiero a disposi- tivos como aquellos en que el inculpado, segun el modelo francés de la action civile** o seguin el inglés de la compensation order‘® es condenado por el juez en un pro- ceso penal a una indemnizacién por dafos y perjuicios Esto significa solamente un traslado de la demanda civil al proceso penal y no ayuda en nada al lesionado cuando la pretensién, como en la mayorfa de los casos, no es real zable, Pero también bajo el punto de vista de la punicién no aporta nada el que [a pena y la indemnnizacién transcu- rran una al lado de la otra bajo mutua independencia. La nueva idea, que para mi tiene grandes perspectivas Comp. también sobre a eparcin civil como “ercera vis en else sancionatoro en FROXIN, a 12281994 e9p.3.n mary S3y ssc mAsre;elmismmnuor, LHa Lerche, 1935,p. 301 ys. “© Mas al respecio, MERIGEAU, en Bser/Kaiser! ‘Wiedergatnashang im Sree, 1990, p.325 ye8 “Comp al respectoJUNG, en BetiKaiserMadlener, igual que n0ta45,p. 93.958 fadlenes, “Neue Wege der Ea DOGMATICA PENAL Y POLITICA CRIMINAL para el Derecho penal que se viene, es que una repara- clon civil prestada voluntariamente hasta la apertura del juicio oral debe llevar a una atenuacién obligatoria de la pena; en caso de un pronéstico favorable, a una condena condicional; e incluso a una exencién de la pena en los casos apropiados de delitos menores (quedando en pie la declaracién de culpabilidad). Esta concepcién tiene la ven- taja de que offece al autor un mayor incentivo para la re- paracién civil y a la victima un resarcimiento veloz y antiburocrdtico, que el Estado en muchos casos no podria imponer frente a un deudor obstinado. Con esta solucién, {a victimologia, la doctrina de la victima que en las vltimas décadas ha aleanzado una importancia cada vez mayor, lograrfa abrirse paso decisivamente en el sentido de una administracién de justicia penal orientada a la victima. Pero un Derecho penal de prevencién orientado hacia el autor también recibiria nuevo impulso a través de la in- clusién de la reparacién civil voluntaria en ta estructura dal sistema de sanciones*’. Pues si el autor, por su [353->] propio interés, se esfuerza en resarcir rdpidamente a la victima, tiene que relacionarse con ella, confrontarse inte- riormente con su conducta y con el dafio que le ha causa- do a la victima y dar una prestacién constructiva, entendi- da como sociaimente razonable y justa de manera inme- diata, lo cual puede contribuir mucho a la resocializacién, es decir, tiene un gran valor preventivo-especial. Pero tam- bién de manera preventivo-general, esto es en relacién con la comunidad, tendrfa efectos muy positives Ia inclu- sién de la reparacién civil voluntatia en el sistema penal de sanciones. Pues el transtorno social causado por el hecho “© Comm, a respecto también ROXIN, AT tome. 1, 2ed, 1994, cap. 3,0, mare 64 | EL DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN 8. SGUENTE SGLO_ 461 punible recién queda realmente neutralizado cuando el dafio es reparado y es reinstaurado el estado originario. Recién entonces el perjudicado y la generalidad contem- plan el caso como terminado. Las investigaciones empti cas de diversos paises arrojan que la poblacién opina en su gran mayoria que en los delitos pequefios y medianos, segtin el estado de las cosas, en caso de una reparacién civil voluntaria, se podria prescindir totalmente de una pena © se la podria atenuar considerablemente®. Me falta tiempo para desarvollar aqui al detalle la idea de una reparacién civil penalmente efectiva. Empero, por lo menos es de mencionar que ella tiene una gran pers- pectiva de futuro en la medida en que lleve a un nuevo acercamiento entre Derecho civil y penal, los que desde icios de los tiempos modernos han seguido el camino de una separacién cada vez mds estricta. [354->] 4. LAS SANCIONES CONTRA ENTES COLECTWOS Las sanciones contra entes colectives ya existe actual- mente en algunos paises y en las formas més variadas*. Peto ellas son ajenas al espiritu del Derecho penal taicomo ha sido desartollado en la tradicion europea. Pues la pena siempre se recondujo a la culpabilidad individual de una sola persona. Societas delinquare non potest: éste era el dicho rector de un Derecho penal que se mueve de la res- ponsabilidad por el resultado en la edad media hacia la imputacién individual. “ Acereadelaacepssicn socal dels roulacgn de conficisenls ciinslidadcoiians, SESSAR, "Wiederpusmachung oder Stafen’, 1992. © SCHUNEMANN provee un panocama Ze Derecho comparado, LK, 11d, 1993, a esa. maig. 74y st oy DOGMATICA PENAL Y POLITICA CRIMINAL Por el contrario, en el futuro las sanciones a los entes colectivos jugaran un gran papel. Pues las formas socia~ les dafiosas de la criminalidad econémica, y también am- biental, tienen su origen en fas empresas grandes y po- derosas; pero también la comercializacién de los mas variados productos dafiinos para la salud seré siempre un gran problema para el Derecho penal. Si en dichos casos se completa el tipo penal, frecuentemente se hace dificil y a veces imposible averiguar quienes dentro de la empresa son los responsables, ya que la responsabili- dad se reparte entre muchas personas y la culpa de uno solo es dificil de probar. Tampoco puede afrontarse efi- ‘cazmente los peligros que provienen de una gran empre- sa -p. @. para el ambiente- penando a una sola persona que puede ser reemplazada. En cambio, las sanciones vinculadas a un fracaso de organizacisn (independientemente de a quién en particu- larle alcance la culpa) pueden ser muy efectivas preventi- vamente. Ellas consistirian en medidas que van desde considerables pagos de dinero hasta el cierre de la empre- sa. Estas sanciones contra entes colectivos, cuya elabora- cién juridica todavia esta en sus inicios, [355->] tampoco constituyen verdaderas penas pues presuponen una con- ducta humana e imputable a personas y una culpabilidad. Un ente colectivo sélo puede actuar y portar culpabilidad en el sentido analégico de una construccién juridica: para ello tendrian que elaborarse reglas especiales de imputa- ci6n que aqul no pueden ser explicadas con mds detalle**. Pero también la pena contra entes colectivos constituye en todo caso una sancién similar a la penal, vinculada con © Almespecto, SCHONEMANN, LK, Id. 1993, art 14,n. mag. 78, ¢.mis ref, 1 DESARROLLO DEL DERECHO PENAL EN EL SGUENTE SLO rz la realizacién de tipos penales, y ello es suficiente para confirmar mi tesis de la futura diversificacion de las reac- ciones penales. I< RESUMEN Con ello me acerco al final. Ciertamente, no he agotado mi tema, pero mi breve revisién dei Derecho penal del fu- turo, necesariamente hecha a manera de un bosquejo y ciertamente limitada por mi perspectiva personal, habra mostrado que se esperan cambios muy fuertes, pese a la preservacién por mf pronosticada de las instituciones fun- damentales dal Derecho penal. El Derecho penal de la era moderna ha partido de una posicién que sdlo conocia la pena retributiva; y esta pena estaba justificada mayormente de manera filosética o teolégica, tal como en Alemania 10 hicieron los sistemas idealistas de Kant y Hegel y también la Iglesia, concibiendo el juicio penal como la ejecucién en representacién de la sentencia judicial divina. Por el con- trario, el Derecho penal del futuro se vuelve un factor de ordenacién social totalmente secularizado, teniendo por objetivo llevar a una sintesis el aseguramiento de la paz, la prevision de existencia y la conservacién de la libertad clu- dadana. Junto a la pena se tendré que (856->] emplear elementos de direccién socio-politica muy diferenciados y flexibles, vinculados a una conducta punible, pero de ca- racter solamente similar al de una pena. Este ha sido mi panorama del futuro que no contiene una visién apocallptica, sino da alguna esperanza para los prdximos cien afios. Quien quiera trabajar en favor de las generaciones venideras, mejorando nuestras relaciones sociales, debe petsistir en esta esperanza.

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