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RINALDO ALBERTO POGGI MALON EN EL CONGRESO* En el Parlamento después de la batalla de San Carlos Separata de NUESTRA HISTORIA Afio XX, N° 89-40, Diciembre de 1992 MALON EN EL CONGRESO * En el Parlamento después de Ja batalla de San Carlos RINALDO ALBERTO Poser Fundacién Nuestra Hietoria Buonoe ‘Aires (Argentina) En el Mensaje al Congreso Nacional, al inangurar el perfodo le- ivo, en mayo de 1872 —a menos de dos meses de In derrota presidente Sarmiento inst6 al proyecto de en septiembre del afio anterior y que —sesin el president sencillez tal que habia alarmado a muchos. El proyecto cons reconocer el prii cionando Ia forma pais se vefa libre de toda complicacién interior o exterior y las tro- Pas permanecfan en los acantonamientos regula rentorias, res interiores ni exteriores *, Droblema de la defenea de Ins sursiones de los de Tinea contaba con 6-100 hombres de los tres armas ss unos 1,700 estaban cumolidos en mis del doble de tiempo de su empefio. De los 6.100 soldados, una quinta parte ocu- feraven toda wa extaneién en forma aceptabl Era preciso atender de una manera seria y eficar al recluta- miento del ejército que permitiera cubrir los grandes claros que se producfan en el mimero de los defensores, maxime cuando la con- * Véase “Necesarias precisiones acerca de la Batalla de San Carlos” y “Derrotado pero no, vencide” (Calfweuré después’ de San Carlos)" on revista iestra Historia, ‘n® 15 y 21, respectivamente. TH, Mabragafia, Lor Mensajes. Bs. As, 1910, Tomo TIL (1852-80). Men- mayo do 1872, -pig. 836. 2 Memoria de Guerra y Marina. Afo 1872, 269 quista de nuevos territorios del desierto, forzaba a aumentar Ia fuer- za encargada de custodiarlos. Se hacia necesario recurrir a la Guardia Nacional cuya organi- zacién y movilizacién en provincias no se lograba sino superando enormes inconvenientes, ya por los medios de los que hi se, como por las resistencias que ese servicio, pesado ificativas al respecto las expresiones del Gob. Castro: sma_actual por el que se hace la defensa de las fron- ‘que se exige a la Guardia Nacional, se hace cada ando de una manera desigual e' injusta, sola- estos lo eluden por todos 10 ervielo encuentra on imentar las difi- P.E. no puede menos j0 como absclutamente necesario, en nuestro resguardar las vidas ¢ intereses compro- 1on_los_indio competentes més que para coadyuvar 8 que se adopten por eluate estreitos ivtodsaoe te Ia ecm: existe entre esta Provineia y Tas demés que mn Tas que no las tienen y que no concurren de ‘modo alguno a prestar este servicio. La defensa de las fronteras es una carga general que debe pesar de la Repibliea, como pesa In defensa del territorio contra agresion extrafia y como se exige también para sofocar rebelién, “Los esfuerzos de las autoridades provinciales deben. dirigirs del P.-E. a obtener —no la falta pondrfa en peligro esos intereses—, sino ‘cién de las frontoras al Rfo Negro, y la just servicio entre todos los que debieran prestarlo” ® Mensaje del Gobernador de Bs. de Sesionce det Senado de la Pei. También el Gral. Rivas formulaba sus quojas respecto de las irregularidades con que se recibfan los contingentes de Guardia Na- ‘ional para el servicio de frontera. La mitad eran extranjeros, en su mayoria napolitanos, completamente inttil en sui mayor parte y, ademas porque no si ‘Muchos de ellos eran personeros de los ciudadanos que podian ps nitirse eludir el servicio mediante el pago pertinente, Conc iendo: fempre inue ceballos que montan, pues ignoran absolutamente emo de- EI comandante de Patagones, Liborio Bernal, tiene a su cargo una linea de 70 leguas de extensién, euidada por 115 hombres y de ellos, 70 son extranjeros que no saben montar®, ‘A esos irvedimibles reclutas alude José Hernéndez en su poema ya que uno de ellos habia causado la estaqueada que su. personaje Sufrié en el fortin: “Jamés me puedo dentrando una noche yo al fortin, un enganchao, jue estaba medio mamao, “Yo no sé por qué nos manda aqui a In frontera gringada que ni siquie se sabe atracar a un pingo, iSi crerd al mandar un gringo que nos manda alguna No hacen més que ues mo saben mi ensillar; no sirven ni pa car ¥ yo he visto muchas veces 4 Gral. Ignacto Rivas al M, de Guerra y Mar de Gy M., Ano 1873, pag. 144. '"Liborio Bernal al Chel, Gainza, 20 de Fondo del Museo Hi Arch. Gainza), doc. n° 82 co nt votindas tas ress sivamente a los guardias nacionales con los inconvenientes y riesgos se les querian arrimar” ®, de infanterfa debia contar con 480 plazas lerfa eon 400 cuando menos, esto era en nes que slo contaban con tropa para dos Ja prensa en general, una y otra vez se las recordaban, i ies Villanueva, desatendido fin de la primera | emarneefan Buenos Aires tenia fuerza sufi- Mendoza de guar- al estallar la guerra FI ministro hizo hinesnié on ama se habfan tentndo todos los nara atender a In vemonta Ae Jos enernns nera ane. enn Tos re Aonnae nen ldos de 32 meses. Para ellos formulaba un pe y otras insignifieancias con un dejo de ironia no Y a la verdad, que soldados que pasan treinta y dos meses impa- Ia frontera envueltos en sus harapos, bien | el alma, o el vestide, no importa; pero que os fasiles y las caias de guerra puedan hacer su oficio, “Con encarecimiento, pedi al Sor. Presi snldados, Me contests que sf, y los dias inenn de ana se disnonfa, eanfnrma enn el nrestt= muesto. fampoco aleanziba ni para el reengenche de Ia mitad de los ahandonando los findose armas Vv than avin més Ta mente tolerado, de Tinea qme vivia hasaba el re- ministrados por ro: versos S41 a 852 y 889 a 900. snueva aM. de Gainza, Mendoza, § de marzo do 1871 (en ne Bia, 's Memoria-Ago 1872, ya cltada, pég. 6. 212 273, de erimen que la ley castigara con pena infamante. Cada provincia fs i finalizado el término de servicio, ol P.E, otorgaria la baja y proveeria ermanecer en el ej de una ley que donara una por iados que fueran a conquistar terri- torios més allé de Ia linea de frontera, como a todo el que fuere a poblarlos. Muy pronto. —entendia— pueblos florecientes. Se conseguiria gue se opone a la conservacién de Ia SR PAs ets taeda factane asta wr de In Camara de Diputados “para ido por otro elahorado por la mis- en el reclutamiento, en lo ie se preveia que el gnifieantes numéricamente que nevesariamente debia recurrirse a los contingentes. io de 1872, el diputado mocién para tratar el problema de las fronteras va ia tomar medidas para gerantizar la vida y prosperidad de sicién que haya adoptado el P.E. para impedir su repel 18 ©, do Diputados de tx Navin. Diario de Seoiones, sesién del 11 do junio do 1872, jg. 158 y si. 274 medidas que juzgue necesarias y que dependan del Congreso para asegurar eficazmente la defensa de las fronteras En el debate se hizo hincapié en la despoblacién del territorio, la ruina de la Nacién indios que combaten con ‘armas antiguas e inservibles sin ser dominados por las fuerzas de Ta Nacién, a pesar de que los iiltimos hechos habfan demostrado que los jefes militares cumplfan con su deber en la amplitud de lo posible pero que “‘el mal sistema empleado era el que daba por consecuencia os tristes resultados”. Si se requerfa, para cortar esos vergonzosos hechos, que el Congreso dictase algunas disposiciones, el Congreso estaba dispuesto a hacerlo pero, era preciso que el P.E. explicase Ia razén_de los hechos que tenian’ lugar. Este planteo se producfa en un ambiente particularmente cal- deado por manifestaciones de la concur jue ocupaba las gale- rfas, que interrumpia reiteradamente, aplaudiendo al interpelante. Segin el Diario de Sesiones, el ministro sefialé que los cargos que se formulaban estaban contestados en In Memoria de Guerra y Ma- rina elevada oportunamente al Congreso y de 20.000 pesos fuertes, en racionar su tribu, habia invadido la fron- tera de Buenos Aires, siendo eficazmente escarmentado por el va- liente general que la enunciaeién de estos Gltimos hechos ha- cian ver que jos habian. considerablemente, lo que no sucedia con la fuerza disponible e) ley que disponga lo conveniente para {que provenfa del Congreso, por no hal el P.E. habia sometido a su aprobacién con ese objeto, Io que no obs- taba, gue el Byéreito hieiese toga lo posible para atender dubida- mente el servicio de la frontera. Manifestaciones hostiles provenientes de la barra interrumpie- yon repetidamente la exposicién ministerial. Por otra parte, esa mis- ma barra alentaba con sus gritos al diputado interpelante quien se- fialaba que: la memoria presentada por el Sr, Ministro no contenfa nada que sais afvan ie aa Pana, pen Gila dormurye oF ee. H Diario de Scsiones ya cit. Dia 19 de junio do 1872, pig. 179, 276 nada satisfactorio para el pais, y que tampoco podia darse por satis fecho con las respuestas vagas dadas por el Sr. Ministro, porque ellos representaban en las sezuridades ofrecidas por los partes oficiales, ‘motives para no tener mucha confianza, ‘afrecié prohar, como lo acaecido en San Carlos, adonde los indios ha- wade les arreos, no obstante que los partes embargo, sti objeto no sleamente el medio de remediar jan eon cuyo objeto iba a presen- Inds adelante, a pesar de queen habia pedido et de presupuesto’ La interyencién del ministro de Relaciones Exteriores, sefialan- Jo tinieo que se daban eran proyectos, di y ulteriormente a un maytisculo desorden, debido a la actitud respetuosa de la barra, motivo por el cual se pasé a un cuarto inter- al desorden. Tras con “gestos im- iputado Aleobendas —agrega— uno de los instigadores principales”. Segin Para el ministro —agreguemos— el retiro cea creaba una inedgnita que no le permitia prever qué podria el atio 1812, La Comision reapectiva pesos para la tvaslacion de la frontera que esa gupresion era temporal y que a eabo en 1872 lo aeonsejaba. El ministre se optso, manifestando que la Co- é derecho a suprimir una able ‘para contener las adelante Aroh, Rivas), 276 ocurrir mas adelante, por lo que instaba a Rivas a estar unidos para poder realizar sus proyectos". El 21 de junio de 1872, en lugar del ministro —que no coneu- rre—, la Cémara recibe un oficio del presidente Sarmiento que alu a la invitacion cursada expresando que el ministro habia dado ya las informaciones requeridas y satisfecho las tres preguntas contenidas en la nota del 17 de junio. En consecuencia, no tenia ya informes ‘0 el presidente, ‘sorprendentemente, “No estando en las préctioas parlamentari de los que responder a los puntos for nistrado, el P. EB. eree haber Menado el ein, que es simplemente is al exigir otros infor se ha dado por un perfodo legal’ Tras aludir a las desagradables ocurrencias que perturbaron la tiempos de la Reptblica en Franei: “BLP. E. cree, pues, que debe, hechos, sin dar a una interpelacién que tiene su verdadera en las’ monarquias, donde el rey no gobjerna sino sus mi separados sus actos dol. Presidente que. gobierna, en nombre dele Gonstitucién, de las leyes y el voto que lo elevé al poder por un pe- riodo legal” #, Inmediata fue la reaccién del Cuerpo ante las afirmaciones del presidente, Uno de los miembros expresaba, sin que una sola voz osara levantarse para contradecirlo 0 para defender la tesitura pre- sidencial que la nota “importaba la violacién flagrante, por parte cultades de Ins Cimaras de siones para recibi Ejecutivo, de las ta- tros al reeinto de se- Jas explicaciones que creyeson convenientes pedir- 3 Td td. 48 Diarso, ya elt, Sesién del 21 do junio de 1872, pig. 188. 38 Td id, 217 Jes, puesto que en la nota se decfa que en adelante no vendrfan los istros, limiténdose a mandar los informes por escrito y que ni ‘esto habia hecho el Sr. Ministro de la Guerra, puesto que no habia ontestado a todos los puntos tocad diseurso con que fund6 su interpelaci En medio de un ambiente alterado por la indignacién, quien traté de poner un poco de paz fue el presidente de la Cémara, Garri- gds que abandon6 su sitial para ocupar su banca e hizo un meduloso andlisis de los males que ocasiona a los gobiernos y a los pueblos cuando aquéllos observan uni a de falsedad y ocultat to, cuando la publidad no arroja luz a los actos de la administracién, como también los perniciosos efectos que en los cuerpos legislativos ocasiona una barra irrespetuosa, que llega a tomar parte en el debate coaccionando los animos de quienes deben encontrarse libre de in- fluencias dafiosss para cumplir la misién que le ha confiado el pueblo que los eligi Analizé Garrigds el problema de las fronteras, sus causas y los medios para arranear de raiz los graves males que lo aquejan, para terminar proponiendo la formacién de una Comisin especial rel Sr. Alcobendas en el “para que realizando los estudi recogiendo todos los presente un proyecto sobre fronteras nestas consecuencias para toda la Repth! frontera” #1, Aprobada la mocién, el propio Garrigés y los diputados Rosas, Gelly y Obes, Moreno y Alcobendas fueron designados para inte- in de extirpar el mal de fu- Ja inseguridad de la nuevos debates se plantearon, al de Negocios Constitucionales, sobre sesién del 1° de presenté dos mi i el derecho que tiene la Cémara para llamar a su seno a uno de los ministros con el objeto de pedirle aquellas expli- caciones que juzgue conducentes al mejor desempefio de sus deberes, no esta en sus atrib itar el ejercicio que en cada caso juzgue oportuno, hacer de una facultad. Ocantos, en disidencia, expresaba que la contestacién de la ma- ag: 185. fsesién del 19 de julio de 1872, pég. 200 y sig. 278, y terminantemente la’ falt Guerra. al no contestar en tades de la CAmara lo exigi En el debate queda perfectamente sentada la facultad constitu- cional de seno a los ministros que, por otra parte, deben sujetarse ciertas poco prudentes. ten ninguna de las de Negocios Constitucionales, en manera alguna, defienden la posicién presidencial. Consideran que 1a cuestin de la interpelacién estaba terminada y debfa ser considerada como algo pasado en autoridad de cosa juzgada. El diputado Guastavino entiende que “la nota del P.E. no merece ni que se le diga “Arehi- porque el P. E. no tiene facultad ‘usin sobre el ejercicio de una facultad privativa de la Camara, La mayoria vechaz esta adoptar una actitud de ignorancia sino que correspondia pronunciarse mn pues consideré que no puede y que era preciso salvar la prerros jucional y ésta no se salvaria con el silencio, sino diciéndolo clara y_ terminantemente. Y efectivamente, en forma clara y precisa Ia Camara contesté a Sarmiento: “que, terminado el incidente quo motivé la nota que contesto, sélo esta deplorar que el Ministro de Ia Guerra, en materia de tanta im- porlancia, no se encon! informes ‘mAs eompletos que los dados en ra también, a la par de ha reprimido ‘téeulo a Ia discusién libre y tran de un eardcter tal, que “La Camara me encarga también decir a V.E, que no pudiendo limi- tar las facultades exclusivas quo le acuerda la Constitucién, seguira Ta reg cuando tenga que pedir los jecesarios, en las materias de su. competencia, “Los desérdenes de la barra tienen su correctivo en desautorizada censura que envuelve la nota del P.E., ni impiden ro- 22-14, id, pig. 208, 279 Dustecer por otros medi poderes pliblicos del pat Posteriormente, al tratar ol pedido de varios jefes del ejéreito istar en su grado y reclamando sucldos atrasados, el Senado convocé al ministro de Ia Guerra quien brind6 las explicaciones re- queridas. Fue oportunidad para que uno de los senadores (Torrent) expresara que ‘| prestigio moral que debe rodear a los “algo se habia ganado con In concurrencia del sefior Ministro y era que la Cémara habia rei ido asi su derecho y prerrogativa cor titucional de Hamar @ su seno a los ministros del Poder Bjecutiv Nuevamente, el 18 de jul a pedido del senador Torrent v« a la deteneién del coronel Santiago Baibiene y baja que s dar los informes que se habian sol dizado por la intervencién del Finalizado el entredicho con el ccuparse de leno de su labor especi estaba pendiente la presidenc’ de la formacién del regular. La ley de reclutamiento sancionada el 28 de sctiembre de 1872 on base al proyecto surgido en la Camara de Diputados —y no el presidencial— tuvo una larga gestaciin; fue objeto de serios de- hates, e idas y venidas de una a otra cémara°". En sintesis, establecia que el Bjéreito de Linea seria reclutado por alistamientos voluntarios, por enganchados y de insuficiencia, por contingentes. Los alistamientos voluntarios no podfan ser por menos de dos afios y los enganchados por menos de cuatro, no pudiendo exceder, en uno y otro caso, de seis afios. Serian dados de baja el dia de expi- racién de su contrato, salvo el enganche de los primeros 0 reengan- che de los segundos, Enire los destinados figuraban los que estando obligados a enro- arse en la Guardia Nacional no lo hubiesen hecho, los desertores, Ios 2 13, 18, pa, 208. & Dione deGontnes del Senado de tn Nicin, Ssin det 2-vTL2 Lid, Sesiones del 18 y 11 de agonto de 1872, pag. 180 y 184 respec Erellio Domingues, Coleccion de leyes y eerot militarce consornione at itr y Armia de la Bop. dogentita, Bx."bay 1856, Tomo Wh ay 8 ar 280 fugados de los contingentes antes de incorpo! -gar al punto de destino y los castigados con plazas que falta fijado un jurado, Dos decretos del P. ron a reglamentar i imero dispuso el enrolamiento de la Guardia Na 9s términos de lamiento del 5 de junio de 1865, descargando la respor ejecucién en los gobernadores i El segundo decreto se refiere al alistamiento voluntario y al enganche de soldados de linea. Un jefe nacional abriria el enganche en las capitales de provincia y, en cada departamento, se levantaria bandera de enganche por la autoridad o jefe departamental que les impondrfa de las condiciones y cléusulas fijadas para el ingreso al éreito®. Tanto el plazo de enganche como el de enrolamiento fue- jados para el 28 de febrero y, mas tarde, para el $1 de marzo de 1873. Con fecha del mismo mes, el nza se dirigié a los gobernadores de provincias s ferés porque el engan- che suministrase el mayor mimero de soldados, aunque los resultados Prevefa el con la que no estaba fami instaba a hacer conocer a todos las con: la ley y a coneurrir con su aceién a lograr los resultados iente previstos. Diversas son las opiniones vertidas por los gobernantes provin- ciales porque distintas son las situaciones que se plantean en las dife- rentes regiones del pais. Consideraba el Gobierno de Santa Fe que en el departamento ario, por su mayor nimero de habitantes Y por encontrarse alli ciudadanos que habian servido en la guerra con Paraguay, serfa més probable el enganche que en otras zonas itajosos salarios ®, el erecido mimero de engancha- dos que contribuiria a disminuir el contingente que debfa aportar la 2 Memoria de G. y M. Aio 1872, pég. S87 y 888 y sig, respectivamente. 2 Id. id, pg. 388, provincia‘ ya que, a mayor niimero de enganchados seguirfa la exi- gencia de un contingente pri Bl gobernador de La Rioja estimaba asombroso el nimero de 102 hombres reunidos, turales del de la agricultura mendocina requerfa y los salarios relativamente elevados que se pagaban %, nado en Tucumén, Domingo Gutiérrez, veclamé la am- de enganche confiando en obtener un mayor ber cerrado el plaz enganche, tampoco se comisionado Napoleén mero y reci Como I Jograban en Finalmente, por circular del 21 de julio se dio por terminado el enganche debido a que en las provineias no daba resultado. En resumen, hacia el 16 de abril de 1873, el niimero de engan- chados logrado ascendia a 808 hombres. Al rendir cuenta ante el Congreso Nacional, el 19 de mayo de 1873, el presidente Sarmiento aludia a la prdrroga solicitada por algu- nos gobernadores para terminar los trabajos de enrolamiento y agre- sabai “Las dificultades y tropiezos quo su ejecucl ir Hamando vuestra atencién a fin de obvi experimenta han de puede estar esperando para defenderse que el pueblo se innovaciones, ni el legislador se ha de lavar las manos di haber designado iras a que ha do legai Si nos atenemos a los datos publicados en los afios siguientes P. Gordillo a ML de Gainza, La Rioja, 20 de marzo de 1873, A, Villanueva a M, de Gainza, Mendoza, 24 de marzo de 1878, bye. Gatiéres aM. de Gainza, Tucumén, 19 de febrero do 1878, Arch Gainza, 2° 6013. 3 Gutiérres a Gainza, Tucumén, 11 de abril de 1873. Arch. Gainza, n° 6047. 32 Gainzs aN. Usbutu, Bs"As, 10 de mayo de 1873, Avot. Gaines, we 6002, copiador #8 Mensajes, ya eit, T. TI, pig. 356. 282. a la'saneién de la ley de reclutamiento, notamos que no se alcanzé el niimero de soldados pro En 1872 sumaban 7.264 hombres; en 1873 evan 7,969 y en 1874 legaban a 6.457 ®. formada en la tumulinosa sesién de la Cé- debia dictaminar sobre los proyectos refe- rentes ala defensa de la fr #0 después de “consagrarse al estudio y meditacién y conferen iteradamente con el Minis- tro de Ia Guerra”, prosentando de consideraciones v dos proyectos de leyes. Enter m que los ataques de los Indios y la guerra qne debia ononérsele no eran nuevos ni dentes sino de larga data, como Io eran los reclamos de Ins ‘que las invasiones, con la secuela de saqueo, itermitencias, se io s1mo aprecier mnsencias. di i anroveshfndales en maximo erado v. a partir de entonees, 16 nronorefones inusitadas. do proveer a la seguridad de la Frontera Congreso WN: traslado de Esnecial, osenra @ \ ss, de acuerdo con Ia ley, todo Io necesario nara una existencia fila y tran- mm nacificsmente se le otormarian territo- nor el Poder extensiones_¥ Nacional. Fn ambos cai Vimite, de los vala seguri- fo Negro serfan medios auxi- 9 Memorios de G. yy M, afios 1872/78/74, 49 C. de Dip. Diario do’ Sexiones, sesi6n del 19-VII-12, pag. 282. Tires de la expedicién por tierra, como tai de una 2] establecimiento conflicto externo 0 ant sre pos los indios debfa ser puesto en eject: promulgada, meertidumbre que amena- m de la ley no se proten- ividuos y gobierno, entre in- x soldados. Por ello prevefa aue a Ins tris ea de frontera exi permitiera onerar contra las incursiones, sin necesidad permanente eamnafia, Ta guerra con Pay después, vIn flobre an cabo en tis Pero, a manera de confitmaciin ae la Je 5 Nacional sancioné el 2 de io de si Poe wal eee la que se autoriz6 al P. BE. la suma de 2.000.000 de ‘pesos para atender a su m4s pronta ejecucién , Anualmente se debfa & Art. B® y 69 do Ia ley del 12-V1 in Dominguez ote. 3 ley VIIL-878. En Doming » ya eit. T. TI, l pig. 286 y sig. # Ci de Senaderes, Diario de Sesiones, sesién del 12-VII-70, pig. 239 y sig. 284 jaada la guerra con relativo al pacto de indios deberé comenzar la ejecu- jor el Bjecutivo”*, con lo cual se procuraba que, con la mayor diligencia se preparasen los pactos jentos que debfan preeeder y aun deter- fesién de que ate este aspecto de la ley se pail encontraba como el ipio de ejecu no eran de la naturaleza que la ley la ocupacién de la fijo de Tas the Jas reeiben y son los primeros en inv: ‘No obstante, la Comisién Especial aseveraba, determinaron el triunfo de San Carlos y el Obligado. en. reducir a los indios y hacerles tomar gusto por la agricultura®. Tampoco puede esperarse el reli- gioso cumplimiento de los pactos por parte de los indios. El poder ww que se acerca a ellos cuidara que cumplan de buen grado o 1s invasiones no siempre esti actitud del blanco. El se entrega al Dienes que los roban y que tiene su #1 Dominguer, cit, tomo, Th, pi. 205. G. de Dip,, Diatio: Informe eltado, pig. 286 y sig. i 1 Sarmiento eseribia_a Gainza: po enieaeeias Foban V. me escribe de los de Catriel To mistae; 285 racién de convenios con las tribus que determinen 1a situacién y la extensién de tierras que ocuparian una vez que In autoridad nacional se estableciera en los xis Negro y Neuguén, Los convenios, los proyectos de distrib Dladores de las mArgenes del Negro, como los preparativos de ele- ‘mentos para Ta ex itar, que también preveia la ley, habian de ser presentados rracién del Congreso N: mayo del affo siguiente. mque todo naveefa demostrar que se estaba preparado para la ién de los indios, en fijarles un se convenga, en ocupar Ia Tinea arse, resulta a 's para Ja empres: 6 cuenta al Con- 1e5 que se conquistaran sin neligro de \sumirfan muchos meses del Conereso no ha fal guridad ej No se conetho one. enando reina atris, enando abundan Ios reenrsos, 'a_cerea de 1a da In frontera se presente mas nterra- se halle peor Tos nvavertos forindos nar In Comisién Fsnecial se commlemen- tahan eon das sneerencins tendientes: wma, a establerer invernadas al. cue Io retiene mis de lo debido, debida, 8 con los indios que existen votar las partidas sto. Si osns trabaios no existen v se consi- lehren es norane no ha habido de parte del para ane se cumplieran. ientras el Jefe del P. E, se em- y contra la opinién pablica, pefie en ian empleados en formar ‘snecial propuso un primer proyecto a In ane en ese momento nde a poner en ejecucién la ley n° 215 promoviendo Ia cele- eaduearia Ineo jo de Tinea de acuerdo con Ia Tey de recluta- jas nacionales que se encontrasen en servicio, X cuando so trata de verificar los hechos, te levanta el honor y las preten @e cada uno. Mientras tanto cuando la ‘prensa y los de oposicién. abrums goulino con eum no ay lon Meade ie Yann ah ‘Gator: doc. n? 6192. a een movido ya que el Senado no de una segunda Iinea sino dejarla a decisién del P.E, Fue necesaria la reiterada insis‘.~:ia de 287 Ja Camara de Diputados para que tuviera vigeneia de ley. Se afir- mé la leos, puntos de apoyo, donde las fuerzas reunidas por las autoridades ‘provin¢ centracién, y de esa manera hacer eficaz la defensa de la frontera en los puntos necesarios para contener esas invasiones, ya que mien- tras se conservara la leguas de desierto entre Ia parte poblada y la linea, los arian siempre la puerta abierta para invadir de la mejor manera que se les ocurra, volviéndose con sus robos y cautivos sin haber sido escarmentados” , En cuanto a Ia sexunda linea, de frontera, Joe datos, un tanto dispersos, hablan de su jiento en los’sectores entre Costa Sud y Sud, y ie ge ocuparon con destacamentos en puntos como Tapalqué y otros. De la misma manera, a reta con Meli , Bmeadenadas las_guarniciones m. El ministro Gainza Guardia de la Esquina, ccupando Fortin Chafis otras. Postas militares ligaban la segunda, avanzadas como con los centros de guar Tepetia —una ver, mis—; ea ha sido rota por los salvajes, sin que se ‘a sentido, y sin que las fuerzas vecinas hayan eoncurrido in mediatamente, en protecein del punto mencionado” 8°, ¥ las condiciones de la empresa a realizarse para asi greso las leyes que Io posi ‘Aun en mi ba operando ejecucién de En mayo siguiente (1873) obtenido en la exploracién, ia a reiterarlo, indieando el éxito 5G. de Dip. Sesiin del 29-1%-72, pig. 751. & Memoria de G. y M. Aio 1813, pig. O17 y sig ‘eneajes: tomo II, pig. 358, 288

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