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Bodin, Botero, Richelieu and Hobbes”, en Howell A. | Lloyd (ed.), The Reception of Bodin, Leiden, Brill, | 2013, pp. 323-342. “Soberania y razon de estado: Bodin, Botero, Richelieu y Hobbes” Traduccién del inglés: Fabian Alejandro Campagne’ “Soberania” y “razon de estado” a menudo aparecen como dos caras de la misma moneda, dos maneras diferentes de mirar el mismo proceso histérico, que de manera sumaria puede describirse como la emergencia y afirmacién del “estado” en el Occidente temprano-moderno. Esta perspectiva fue adoptada por muchos historiadores del periodo. Como resultado de ello, tiende a prevalecer una visién homogénea de las teorias, del estado moderno, como si los juristas, los historiadores y los estadistas hubiesen compartido idénticas concepciones sobre la nueva politica que estaba emergiendo por entonces. Ain cuando los desarrollos més recientes de la investigacién tienden a contradecir esta perspectiva uniforme, no siempre resulta claro si los muchos estudios dedicados a la “azén de estado” publicados en los ultimos quince afios han contribuido a su manera a reforzar la idea de que la clave principal para la comprensién de la politica moderna debe buscarse solamente en dicho concepto.* En el presente articulo quisiera sugerir dos cosas: primero, que resulta necesario tomar en consideracién ambas teorias, la de soberania y la de razén de estado, no sélo como dos maneras diferentes de entender la politica moderna sino como formas potencialmente rivales de dicho fendmeno®; segundo, que esta oposicién genera interrogantes respecto de la recepcién de Bodin en Italia, Francia e Inglaterra. * La presente traduccién se realiza exclusivamente para uso interno de los alumnos de la Catedra de Historia Moderna, Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Buenos Aires (junio de 2016). Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 1 Trad, Fabién Campagne Como punto de partida, voy a considerar la significativa posicién de Bodin tanto como inventor de la moderna teoria de la “soberania” cuanto como posible fuente de las teorfas sobre la “razén de estado”: galcanza la relacién existente entre los Six livres de fa République de Jean Bodin y Della ragion di stato de Giovanni Botero para adscribir la nocién de “razén de estado” defendida por este ultimo al legado de Bodin? Voy a tratar de probar que ésto no es el caso, aun cuando la relacidn resulta real. Luego voy a centrarme en el periodo del ministerio del Cardenal Richelieu bajo Luis XIII (1624-1642), para prestar particular atencién a la relacién existente entre la concepcién de “razén de estado” de dicho ministro y la teoria de la soberania regia de Cardin Le Bret. Mi intencién aqui sera mostrar que la concepcién de “razén de estado” de Richelieu puede verse como una extensidn de la teoria de la “soberania” de Bodin, y no como la evolucién de una “razén de estado” italiana propiamente dicha. Finalmente, intentaré mostrar cémo fue recibido el legado de Bodin en el periodo de Richelieu, por oposicién en cierta manera al De Cive de Hobbes, publicado en Paris el mismo afio de la muerte del cardenal, en 1642, durante el exilio de dos afios del pensador inglés en Francia. Ello no quiere decir que el De Cive deba verse como una respuesta directa a Richelieu, ni que el absolutismo francés permita explicar los escritos politicos hobbesianos de dicho periodo. Por el contrario, mi argumento es que el estudio de la recepcién de Bodin puede contribuir a comprender la tensién que existia entre “razén de estado” y “soberania”, y cémo la misma pudo resultar intelectualmente productiva (en particular si la percibimos a la luz de las contribuciones respectivas de Bodin, Botero, Richelieu y Hobbes). 1. Un legado paraddjico: Bodin y Botero. Un resultado paradgjico de los importantes trabajos recientes dedicados a la “raz6n de estado” es que los mismos provocaron un relativo desinterés por la problematica de la “soberania”, Maurizio Viroli, en su estimulante From Politics to Reason of State, describe la gran transformacién del lenguaje politico italiano entre 1266 y 1586 sin prestar ninguna atencién a la nocién de soberania de Bodin. Cabe notar que ningtin trabajo de Bodin figura en la lista de fuentes primarias empleadas por Viroli, y que el nombre de Bodin no aparece siquiera en el indice analitico del libro, Aun cuando resulta imposible justificarla con argumentos sdlidos, esta omision sugiere al menos que Virolo no considera a la “soberania” como un elemento central del nuevo lenguaje politico posterior al derrumbe del Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 2 Trad. Fabién Campagne humanismo civico. Esta omisién est en linea, de hecho,-con la opinién expresada por Foucault en las conferencias que dicté en el College de France en 1979, en las que el rechazo de las teorias juridicas sobre la soberania se justifica con la idea de que lo que realmente importaba eran las practicas gubernamentales.’ En este articulo quisiera sugerir que el nuevo lenguaje de la politica moderna no se basé simplemente en la “razén de estado”, menos atin si se la concibe “a la Foucault" como sinénimo de gubernamentalidad, sino en una tensién permanente entre el lenguaje de la “razén de estado” y el de la “soberania’.’ Para demostrar esta tesis tendré que subrayar no sdlo la diferencia entre ambos lenguajes, sino también las razones por las cuales a menudo fueron confundidos por los historiadores. Dichas razones, trataré de explicar, tienen mucho que ver con la recepcién de Bodin. Es importante notar, de hecho, que para la época en que Bodin publicé la primera edicién de Les six livres de la République® en 1576, el lenguaje de la “razon de estado” atin se hallaba limitado a estrechos circulos en las cortes principescas. Mas alld de que el término irrumpiera por primera vez en la Oratio que en 1547 Monsefior Giovanni della Casa dirigié al Emperador Carlos V° 0 en el Dialogo del reggimento di Firenze de Guicciardini’, no caben dudas de que tan sdlo con la publicacién de Della ragion di stato de Botero en 1589, el rétulo logré alcanzar reconocimiento publico en Italia.* Parece, entonces, que ia concepcion de “soberania” de Bodin tiene precedencia sobre la ragion di stato, al menos tal como la concebia Botero, ésto es, como un medio de preservar el “estado”. De hecho, la traduccién latina de la République se publicd en Lyon en 1586, justo cuando Botero acababa de regresar de su segunda estadia en Francia’; la traduccién al italiano del capo lavoro bodiniano, realizada por Lorenzo Conti, aparecié en 1589, un afio antes de la publicacién del libro de Botero."° Se comprende que Friedrich Meinecke pasara por alto esta particularidad cronolégica en el capitulo que dedica a Bodin y a Gentillet, en el cual tiende a considerar a Les Six livres de la République como una obra precursora de las teorias de la “razén de estado”. Adin cuando reconoce que la fuerza de la teoria bodiniana reside en sus “argumentos legales y Idgicos”“, y que en consecuencia “la idea de razén de estado podria no haber sido dominante” en la République, Meinecke considera que se trataba de un concepto que en tanto telén de fondo poseia una centralidad que para Bodin resultaba autoevidente. La idea de “soberania”, originalmente concebida por Bodin como “el poder absoluto y perpetuo en una republica que en latin recibe el nombre de maiestas”,? es vista entonces como heraldo de la “razén de estado”. Lo que Meinecke Foisneau, "Sovereignty and Reason of State” 3 Trad, Fabién Campagne retiene de Bodin es su desvio del clasico tépico de la mejor forma de gobierno para otorgar primacia @ la cuestion de la “naturaleza individual del estado” 2* No solo esta interpretacién no hace justicia a la precedencia de Bodin sobre Botero, oscureciendo la especificidad de la idea de soberania del primero, sino que realiza un curioso giro en lo que respecta a la Rezeptionsgeschichte (n. del t: historia de la recepcién). Segén Meinecke, el tépico realmente importante es “ragion di stato’; la “soberania’ estaba sélo alli para explicar la génesis y evolucién de la nocién de “razon de estado”. De seguro tenemos aqui un claro ejemplo de la “ilusin del precursor”. Si queremos evitar esta lamentable ilusion, debemos recuperar el significado original que “soberania” tenia para Bodin. Si, como resulta el caso, la nocién de “soberania” fue forjada en un contexto politico en el que las monarquias y los principados eran las formas politicas dominantes, también es verdad que la nocién posee suficiente consistencia como para resultar aplicable a la aristocracia y a otras formas de estado no monarquicas. De hecho, el principal fundamento de la definicién de “soberania” de Bodin no es su excluyente aplicacién a una u otra forma de estado, sino que la soberania se basa en la capacidad del poder supremo, cualquiera sea la forma que adopte, de imponer la ley en una comunidad, reforzando asi su unidad politica. E! poder del soberano 0 summa potestas descansa entonces en su capacidad de proveer normar juridicas. simplemente en ello: “el primer atributo del principe soberano”, afirma Bodin’, “es el poder de imponer la ley a todos sus stibditos en general y a cada uno en particular; pero aun hay més, porque debemos agregar que dicha imposicién tiene lugar sin que se requiera el consentimiento de quienes son mas grandes que él, sus iguales, 0 sus inferiores”."® La gran innovacién introducida por la teorfa de Bodin reside, entonces, en el vinculo que establece entre la independencia del soberano de cara a cualquier otra autoridad humana, y en su capacidad de hacer y deshacer la ley. La dimensién politica de la comunidad ya no reside, pues, en las virtudes de los ciudadanos, como ocurria en la vision ciceroniana de la politica®, sino en la existencia de una autoridad capaz de darles leyes, potestad que descansa en su no sujecién a ley humana alguna. Por lo tanto, la capacidad de legislar deviene el elemento central de la definicién bodiniana de politica; 0 lo que es lo mismo, la legislacién ya no es un elemento més, entre otros, de la practica politica ~como la declaracién de guerra, la firma de la paz, la designacion de funcionarios, etc.— sino su principal, sino su Unico atributo definitorio. Un soberano no es, pues, un mero dador de leyes: no es otra cosa que un dador de leyes. Por lo tanto, Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 4 Trad, Fabién Campagne los restantes atributos tradicionales de los principes y reyes debian concebirse como englobados en este atributo. Bodin lo afirma claramente: Todos los restantes derechos y atributos de la soberania estén incluidos en este mismo poder de hacer y deshacer ia ley, por lo que, hablando en sentido estricto cabe afirmar que existe un Unico atributo de la soberania, dado que todos los restantes estén contenidos en él, como la declaracién de guerra o Ia firma de la paz, el derecho supremo de apelacién de las decisiones de los magistrados, la designacién y remocién de los funcionarios superiores, la imposicién de gravdmenes e impuestos, 0 Ia liberacién del pago de los mismos.’” La condicién de “absoluto”, el primer término que califica a la soberania en la definicisn de Bodin"®, debe entonces comprenderse de manera correcta. No lo concibe como un medio para conseguir otros resultados més alla de la sancién de la ley: por el contrario, se trataba de la condicién que permitia que una ley eficiente se impusiera a la multitud. Para resultar vinculante una ley debia proceder de un principio externo a los siibditos que tenian que obedecerla. La diferencia entre subdito y soberano es entonces rigida como el diamante: es el gran principio de la heteronomia politica, que contradice la idea del derecho a la resistencia®®, concebido ya sea a la manera de los hugonotes ~como resistencia de los Estados Generales~ 0 como el poder y derecho inherente del pueblo a rebelarse. Pero al mismo tiempo, cuando Bodin afirma que el soberano debe ser absoluto, lo que esta sosteniendo es que debe estar legibus solutus, es decir, liberado de cualquier ley humana, El limite propio del absolutismo es que esta libertad del monarca no se extendia hasta abarcar “la leyes de Dios y de la naturaleza””’, ni tampoco habilitaba al soberano a romper contratos y promesas que habia hecho de manera formal.” Si bien un soberano podia abolir una ley que ya no satisficiera los requerimientos de la justicia sin requerir el asentimiento de sus stbditos, no podia sin embargo romper un contrato: pues, asi como es “garante de los pactos y obligaciones mutuas contraidas por sus subditos’, de la misma forma debia honrar los convenios que él mismo habia subscripto.” Si bien Bodin alude al interés de los stibditos como justificacién de la ruptura de un contrato por parte del principe, su concepcién de la soberania absoluta estaba de hecho muy alejada de cualquier definicién de “razén de estado”: no sdlo de la famosa apologia que Maquiavelo hacia de la duplicidad del principe”, sino también del tipo de tacitismo que se desarrollé en Francia en visperas de la Masacre de San Bartolomé. Foisneau, "Sovereignty and Reason of State” 5 Trad. Fabién Campagne Claramente Bodin no compartia los puntos de vista de Guy du Faur de Pibrac sobre el uso de la fuerza, una sangrienta defensa de Ia eliminacién fisica del Almirante Coligny en nombre del “interés publico”. Tampoco compartia el desdén que Pibrac sentia por la multitud parisina, que también expresaba a su manera una forma de tacitismo.”* Voy entonces a compartir la observacién de J. H. M. Salmon: “en ningtin caso observo en Bodin una toma de consciencia explicita o una defensa de la “raison d'état” Sin embargo voy a disentir en dos puntos especificos con J. H. M. Salmon, quien sostuvo que “Bodin se opone por completo a la muy novedosa tradicién politica que trazaba una relacién directa entre Maquiavelo y la raz6n de estado”. En primer lugar, Bodin era muy consciente del desarrollo de lo que ha dado en llamarse “el nuevo humanismo” de matriz tacitista, encarnado por personajes como Pibrac, atin cuando no compartiera sus supuestos. Su andlisis de la obligacién del soberano de honrar las promesas y pactos realizados muestra con claridad que no estaba contaminado por la aproximacién tacitista al fendmeno politico: en lo que concierne a las promesas, Bodin no veia diferencias entre el principe y sus sbditos, dado que ambos debian respectar los acuerdos concertados, excepto cuando resultaran injustos y poco razonables.”* Si una persona contrajo una obligacién por medio de “fraude, error, fuerza 0 temor justificado”,” podia liberarse de ella. Por los mismos motivos, un principe podfa verse libre de una obligacién contractual que disminuyera su majestad. Pero estas condiciones eran muy infrecuentes y estaban definidas con gran precisién en términos legales. La conclusién es que el “principe no esta sujeto ni a sus leyes ni a las de sus predecesores, pero si lo esta por justicia @ las convenciones justas y razonables en cuya observacion sus stibditos poseen un interés general o particular”. No observamos en estos fragmentos referencia alguna a la razén de estado, sino la estricta observaci6n de Ia racionalidad juridica que opera en toda clase de contratos, ptiblicos o privados. La referencia a la nocién de “interés” no iba mas alla de un recordatorio del motivo de todas las convenciones, ésto es, la satisfaccién de los intereses de quienes acordaban Quiero aftadir una segunda especificacién: mas que oponerse a la “razén de estado” Bodin practicamente ignoraba su misma existencia, en Particular como una herramienta para justificar el desarrollo de la hegemonia espafiola. El concepto “ragion dj stato”, en el tratado homénimo de Botero de 1589, debe entenderse, de hecho, como parte Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 6 Trad. Fabidn Campagne del insistente esfuerzo de varios publicistas ligados a la Corona Espafiola de justificar la identificacién de los reinos ibéricos con la causa del catolicismo. Si bien Botero era de alguna manera critico de ciertas formas de maquiavelismo, su clara intencién era poner las técnicas del disimulo y del uso de la fuerza ensefiadas por Tacito al servicio de la Cristiandad catélica. Para él resultaba obvio que Espafia era el Unico candidato creible a ocupar dicho rol.”’ Por lo tanto, la cuestién relevante en términos de recepcién seria si la lectura de Bodin realizada por Botero tuvo un impacto significativo en su definicién de “razén de estado”, y si este impacto (en caso de haberse producido) supondria que el pensador francés compartié las ideas que el italiano tenia sobre dicho concepto. Antes que nada notemos que en las primeras dos ediciones de Della ragion di stato (1589, 1590), Botero define el concepto sin siquiera mencionar la definicién de estado —"un dominio fermo sopra popol” {n. del t: “un firme dominio sobre el pueblo”|- que hallamos en la primera oracién de las ediciones posteriores del libro.” Esta omisién da cuenta de la gran diferencia que existe entre su aproximacién a la politica y la de Bodin. No sdlo Botero ignora la “soberania” entendida como la esencia del “estado”: va mas lejos alin, pues define “ragion di stato” sin haber definido primero “lo stato”. Tal como sostiene Viroli, ello sugiere que “para Botero el estado es en tltima instancia el principe; todavia se trata de un estado de/ principe, y por ello su doctrina de la razén de estado sigue siendo el arte convencional del estado”. Por lo tanto, su problema simplemente era que no estaba promoviendo una nueva concepcidn del estado, como Bodin hacia con su teoria de la soberania. Para el italiano los fundamentos de la politica seguia siendo los mismos, pues continuaban descansando sobre la virtud del principe: “el principal fundamento de cualquier estado es la obediencia de los stbditos a su superior; esta obediencia se basa en la excelencia de la virtud del principe; ... el pueblo se somete voluntariamente al principe en el cual cabe hallar alguna eminencia de virtud.”” También resultan muy clasicas las cuatros virtudes que un principe debia poseer: si deseaba mantener su dominio sobre el pueblo el principe necesitaba descansar en la justicia y en la liberalidad, que lo ayudarian a conservar el amor de sus stibditos, y en ta prudencia y el valor, que eran necesarias para el mantenimiento de una buena reputacién, Consideraciones de esta clase tienen escaso eco en la teorfa de Bodin, en la cual la grandeza de un principe debla medirse en funcién de su capacidad de ejercer la “soberanfa” haciendo y rescindiendo leyes, y no Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 7 Trad. Fabién Campagne segdn su capacidad de ganarse una buena reputacidn entre el pueblo haciendo un show de las principales virtudes morales. Sin embargo, la relacién entre ambos autores quizés no sea tan distante como tienden 3 hacernos pensar sus diferentes abordajes a la cuestién del “estado”. Tal como ya fuera sefialado por varios comentaristas®, no es imposible que Botero haya tomado prestado algunos elementos para acomodar las distinciones conceptuales propuestas por Bodin, muy especialmente la diferencia entre “estado”, estrechamente asociado a la “soberania”, y “gobierno”, mas directamente ligado a “razén de estado”. Bodin introduce la distincién entre “estado” y “gobierno” en el capitulo dedicado a las “monarquias sefioriales”; alli sostiene que las diferencias entre las monarquias seforial, regia y tirdnica no derivan de una diversidad en la organizacién del estado sino de divergencias en la manera de gobernar (diversité de gouverner). Mas adelante, enfatiza la gran diferencia que existe “entre estado y gobierno, una regla de la politica que nadie ha tratado hasta ahora.”™ Otro pasaje de Bodin que pude haber tenido influencia sobre Botero concierne al tema de los cambios 0 mutaciones en el “estado” de una reptiblica: La primera regla que debe observarse para preservar el estado de las repdblicas es conocer Ja naturaleza de cada una de ellas y los causas de las enfermedades que las afectan. Por esta razén hago aqui una pausa para considerar estos asuntos. No alcanza con saber qué repiblica es la mejor. También hay que comprender cudles son los medios para conservarla en su estado si no estd a nuestro alcance cambjarlo, o bien si un proceso de cambio iniciado amenaza con provocar su ruina® Vemos aqui una obvia afinidad con lo que Botero mas tarde lamarla “razon de estado”, ésto es, “el conocimiento de los medios adecuados para fundar, mantener y agrandar un estado”.*° Pero cualquiera sea la verdad final contenida en estas aproximaciones, contintia siendo verdad que, en primer lugar, Bodin mismo no estaba interesado en el concepto de “sazén de estado”, y en segundo lugar, que atin cuando pudiera probarse que el pensamiento de Botero se vio influenciado por su lectura de Les Six livres de la République, inicialmente no encontré nada de interés en el discurso bodiniano, ni siquiera la teoria de la “soberania”, a la que ignora espléndidamente. Todo ello sugiere que tenemos aqui al menos dos concepciones de la politica muy diferentes, no por completo divorciadas una de la otra, aunque si con una clara tendencia a desplegarse segtin sus propias lineas de desarrolio. En el caso de Bodin, su posicién central es Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 8 ‘Trad. Fabian Campagne que el “estado” en el moderno sentido del término se sustenta en un mecanismo politico nuevo para ta produccidn de normas; mientras que en el caso de Botero, el nticleo duro de su propuesta son los medios apropiados para la conservacién de un estado particular. La politica moderna tendié entonces a aparecer bajo una luz muy diferente si se la consideraba desde la perspectiva de una autoridad normativa ilimitada que si, por el contrario, se la considerada un mero arte de gobernar. ¥ si, por un muy interesante giro de fa historia de la recepcién, resulta verdad que Botero tomé prestado algunos conceptos de Bodin, no por ello cabe deducir que el francés concibié a la “soberania” como una mera herramienta técnica para regular la produccién de poder, menos atin, como una justificacién de la hegemonia espafiola. Si cierto grado de confusién afecté a los académicos respecto de las nociones de “razén de estado” y de “soberania”, no hay que buscar la explicacién en la historia temprana de ambos conceptos, Cuando leemos a Bodin y a Botero en paralelo, lo que nos llama la atencién es la diferencia entre sus perspectivas concepciones politicas, a pesar de las complejas interconexiones existentes. Quisiera sugerir que la causa de la difuminacién de la diferencia entre ambas categorias debe buscarse no tanto en la respuesta directa de Botero a las ideas de Bodin, cuanto en una transformacién de la teorfa de la soberanfa que ocurrié en Francia @ comienzos del siglo XVII, pero que produjo sus efectos politicos principalmente durante el ministerio de Richelieu (1624-1642). Esta secuencia francesa puede considerarse como un nuevo, y hasta cierto punto sorprendente, giro en la recepcién politica de las ideas de Bodin 2. Razon de estado y soberania de derecho divino: Richelieu y Le Bret. Quiero ahora mostrar, en primer lugar, que con Richelieu la concepcién de “raz6n de estado” deviene claramente algo diferente de la nocién de “ragion di stato” de Botero: ésto es, la justificacién de violaciones a las, libertadas privadas en beneficio de los altos intereses del estado; y en segundo lugar, que este cambio resulta paralelo a una transformacién de la concepcidn bodiniana de “soberania” que ocurrié en el contexto del siglo XVII temprano. Es necesario recuperar aqui esta desarrollo porque es sin dudas uno de los responsables de la difuminacién de las diferencias entre “razdn de estado” y “soberania”, una distincién que necesitamos Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 9 Trad. Fabién Campagne mantener si deseamos entender la dindmica que se hallaba en el corazon de la recepcién politica del autor de la République. El éxito de la teoria de Bodin entre los juristas temprano-modernos se debid no sélo al hecho de que ofrecfa una solucién al problema de la unidad politica en un pais profundamente dividido -Francia durante las Guerras de Religién-, sino también a la posibilidad de aplicar la teoria de la “soberania” en el marco de las creencias religiosas de la monarquia Puede interpretarse que la concepcién de la “soberania” de Bodin ubicé a la monarquia francesa tanto en una perspectiva juridica, como la fuente de la completa estructura juridica del estado, cuanto en una perspectiva teoldgica, como la encarnacién de un vinculo especial que unia a Francia con Dios. En tanto fuente de las leyes humanas, el soberano podia considerarse como una encarnacién de la norma, garante de la estabilidad de los principios juridicos en su conjunto; al mismo tiempo, en tanto lugarteniente de Dios en la tierra y protector de la Iglesia, el rey podia ser visto como la encarnacién del |azo particular que unia a Francia con los planes de la Providencia. Esto no es lo que Bodin queria decir cuando afirmaba que el rey era “elegido” por Dios”; lo que en realidad deseaba sostener es que el rey de Francia no era designado por ninguna autoridad humana, y que la verdadera monarquia tenia por lo tanto cardcter hereditario antes que electivo. La proposicién no implicaba en si misma que el rey mantenia un tipo especial de vinculo con Dios, sino simplemente que se hallaba por encima de cualquier otra persona, al menos en su Reino. En lo que concierne a la “soberania’, el uso que Bodin hace de la teologia es esencialmente negativo. No nos dice que Dios otorga dones o privilegios particulares al rey; en su discurso “eleccién divina” simplemente significa que no existe eleccién humana (ni por parte del papa, de un arzobispo o del pueblo) que justifique o legitime el poder monérquico. Obviamente, el contexto generado por la configuracién religiosa general de la monarquia francesa alimentaba una concepcin muy diferente, que por caso atribuia al rey poderes taumaturgicos.? Insertar el pensamiento de Bodin en el marco de la teoria de derecho divino, a favor de la cual nuestro autor no arguments jamas, provoca una transformacién del sentido original del concepto de “absolutismo”. Mientras que el giro “absolutista” bodiniano derivaba de la conviccién de que la paz sdlo podia lograrse si la ley era impuesta por un soberano poderoso e independiente, en un contexto de rechazo absolute a todo derecho constitucional a la resistencia, la transformacién que el “absolutismo” experimenté en el clima de las modernas teorias de Foisneau, "Sovereignty and Reason of State” 10 Trad. Fabién Campagne derecho divino desembocé en un cambio de significado." Tras esta evolucién comenz6 a sostenerse que el rey, para lograr cumplir con su ision divinamente ordenada, debia poseer especiales derechos derogatorios en todo lo concerniente al gobierno de su Reino. En su ya clasico estudio Richelieu and Reason of State, William F. Church mostré con claridad que la transformacién teolégica de la soberania fue una paraddjica condicién del desarrollo de la “razén de estado” en tiempo de Richelieu. También demostré de manera convincente que algunos juristas de aquel periodo, tanto en Paris como en las provincias, recurrieron a la distincién escolastica entre poder “absoluto” y pader “ordinario” de Dios para explicar -y limitar- el uso del poder “absolut” por parte de los monarcas. Estos términos derivaban de manera directa de las discusiones sobre la omnipotencia divina entabladas por los tedlogos y canonistas bajomedievales, quedando de esta manera demostrado que la transformacién de la teoria de Bodin se produjo en el contexto de un marco conceptual teoldgicamente informado, al que el autor de fa République jamés recurrié. No sdlo el monarca fue considerado divino de jure por estos tratadistas posteriores a Bodin, sino que el mismo estado fue abordado por muchos teéricos de la soberania barrocos como un objetivo de estudio especifico de la teologia.”” Quiero referirme tan sdlo a uno de estos juristas, Charles Loyseau, quien en su Traité des seigneuries (1608) reconocia el poder “absoluto” del rey, subrayaba que debia ser ejercido con justicia cuando se lo aplicaba a los hombres libres, y lo diferenciaba del poder “ordinario” del monarca o puissance régiée, que es el que debia ser usado la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, el poder “absoluto” del monarca sdlo aplicaba a circunstancias extraordinarias, cuando el gobernante se veia obligado a ir més alla de los derechos de sus stibditos; el poder ordinario, por el contrario, constituia fa regia general en la mayoria de los casos. Por su poder ordinario el rey podia permitir a los nobles el libre ejercicio de sus derechos tradicionales a fa administracién y jurisdiccién locales, atin cuando hubiera podido abolirlos en cualquier momento recurriendo a su puissance absolue.” Esta distincion abria el camino tanto a la critica del recurso al poder absoluto, ilegitimo cuando se empleaba de manera innecesaria, cuanto a la defensa de la forma més extrema de “absolutismo”, que le permitia al rey gozar de la més radical libertad de accion. la “razén de estado” de Richelieu debe comprenderse desde a perspectiva de esta teologia politica, no como la voluntad de ir més alld Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 11 Trad. Febién Campagne del poder ordinario del rey por razones mundanas, sino como un intento de servir por cualquier medio, por todos los medios, a la “soberania” del estado encarnada en el rey. De ello se sigue, por oposicién al punto de vista de Meinecke, que la “razén de estado” de Richelieu no surgié de una aproximacién secular al poder estatal, sino de una aproximacién religiosa a una entidad teoldgicamente concebida. El Testament politique, en el que Richelieu explica los alcances de su politica, sostiene con claridad que “el reino de Dios es el fundamento del gobierno de los Estados”.“® Existen entonces dos maneras por las que un catdlico podia servir a Dios: en el seno de la Iglesia y en el seno del Estado. El cardenal-ministro estaba muy bien posicionado para apreciar la complejidad de esta relacién, en tanto principe de la Iglesia catélica y al mismo tiempo maximo colaborador de Luis XIll. Los diversos aspectos de su concepcién de “razén de estado, tanto en 10 que respecta a los asuntos domésticos como a los internacionales, se relacionan de una u otra manera con la compleja cuestién que analizamos. Por un lado impactaba en los asuntos internacionales, dado que el involucramiento de Francia en una guerra contra Espafia contrariaba los mas evidentes intereses objetivos del catolicismo europeo. Pero también tenia implicancias en relacién con las cuestiones de politica interna, dado que la devocién al estado no era entendida por Richelieu como un compromiso secular capaz de contradecir, incluso minimamente, su compromiso religioso. {Qué hay, entonces, de su oposicién al Papa? En sus Mémoires, en las que sus Secretarios realizan una descripcién de Francia bajo su ministerio, Richelieu declara que el equilibrio entre los poderes de los distintos estados europeos resultaba beneficioso para la Iglesia Catdlica, que de esa manera conseguia mantenerse intacta en todo su esplendor sin verse subordinada a ninguno de los partidos en pugna.”© De esa manera Richelieu podia simultaneamente apoyar al catolicismo y aliarse con los principes protestantes, dado que los compromisos que adoptaba en beneficio del estado podian ser vistos como compromisos en favor de la causa de Dios. Esta dimensién teoldgica permite explicar, en gran medida, 'a concepcién que el cardenal-ministro tenfa de la “razén de estado”. Resulta interesante notar que la expresién “raison d’état” se utiliza en el Testament politique en relacién con el problema de lo que la consciencia podia o no tolerar: “aunque la consciencia podria llegar a aceptar que una buena accién quede sin recompensa y que un crimen conspicuo quede sin castigo, la razén de estado jamas podré aceptarlo”.*” En el quinto capitulo, dedicado a las penas y retribuciones, la idea de “raison d’état” no aparece asociada a Ia arbitrariedad en la toma de decisiones por parte del Foisneau, "Sovereignty and Reason of State” 12, Trad. Fabién Campagne soberano sino a la necesidad de hacer leyes que resulten respetadas por todos. Tomando como interlocutor a Luis XIll, a quien consideraba por su naturaleza inclinado en exceso a la indulgencia, Richelieu insistia en que resultaba de interés puiblico sancionar con severidad a quienes menospreciaban al estado y a sus leyes."* La indulgencia con los sediciosos tenia como tinico resultado instarlos a repetir sus acciones perversas, y por lo general con mayores efectos la segunda vez que la primera.” Para ser mas precisos, si resultaba necesario recurrir a medios que la consciencia reprobaba, ello sucedia porque la impunidad habia dominado durante mucho tiempo la politica francesa, y porque la ley ya no podia imponerse sin recurrir a la violencia contra las facciones y los, individuos que se rebelaban contra el poder soberano. En lo que respecta a este tema Richelieu hallaba de su lado a los tedlogos, quienes consideraban que “en determinadas ocasiones [para quienes gobiernan el estado] resulta inexcusable preferir la indulgencia al castigo severo”.”° Asi, la “razén de estado” aparecia con su verdadero rostro: ésto es, como la preservacién de la obediencia de los stibditos a la ley fundada en la autoridad del soberano. Es por ello que los crimenes contra el estado 0 /ése-majesté excluian toda consideracién de piedad y cualquier procedimiento propio de la justicia ordinaria: el secreto que acompafiaba a los complots en contra del estado no permitia que la justicia siguiera sus procedimientos normales, tales como el interrogatorio de todos los testigos existentes y el examen de toda la evidencia disponible. Hallamos el mismo tipo de anilisis en el tratado de Cardin Le Bret, De la souveraineté du roi (1632). En el libro IV, capitulo 5, el jurista distingue tres categorias generales de lesa-majestad: calumnias contra el principe, atentados contra su vida, conspiraciones contra su estado. Para todas ellas Le Bret recomienda los més severos castigos. Al aplicarlos el principe estaba simplemente “cumpliendo con su obligacién divinamente prescripta’.’ Al igual que el Testamento politico de Richelieu, la perspectiva de Le Bret es la de un partidario de la soberania de derecho divino, para quien el castigo preventivo de los crimenes contra el estado no suponia sino ef cumplimiento de una mision religiosa. En tales circunstancias, no actuar de acuerdo con la “razén de estado” configuraba un pecado contra la autoridad regia. El marco especifico en el que se desarrolla la concepcién de Richelieu es el de una soberania que tenia en la “razén de estado” la herramienta ideal para cumplir una tarea sancionada por la divinidad. Por oposicién a William Church, quien concluye su andlisis de Le Bret afirmando que este Ultimo “aceptaba los fundamentos esenciales de la razén de estado”, creo que Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 13, ‘Trad. Fabién Campagne resulta mas correcto sostener que tanto Le Bret como Richelieu utilizaban este concepto porque aceptaban los fundamentos esenciales de la Soberania, nocién que ellos construian y ubicaban en la perspectiva de la teologla del estado. Fue esta concepcién del estado la que los indujo a despejar el camino para los medios extraordinarios de la “razon de estado”. Por todo lo dicho hasta aqui, no puede sorprendernos que las diferencias entre “razén de estado” y “soberania” reaparezcan abiertamente cuando !a teoria del derecho divino de los reyes comience a desvanecerse. 3. Mas alld del derecho divino de los reyes: Hobbes y el legado de Bodin. Cuando llegé a Paris a fines de noviembre de 1640, luego de que el Parlamento Largo comenzara a perseguir a quienes habian ensayado diversas defensas de Carlos |, Thomas Hobbes se vio con toda probabilidad inmerso, a pesar de las diferencias de religin, en un Ambito politico mas Favorable a sus ideas que el que existia en Inglaterra. Su De Give, terminado en octubre de 1641, fue dedicado a William, tercer Conde de Devonshire. El tratado se publicé en la capital francesa en abril de 1642. Richelieu morirfa varios meses més tarde, en diciembre del mismo afio. Aun cuando es muy remota la probabilidad de que el cardenal-ministro leyera De Cive durante sus dltimos meses de vida, cabe preguntarse qué habria pensado de haber tenido acceso al libro. Una manera de responder esta pregunta es observando si en el texto de Hobbes existen trazos de la concepcién de raison a’état de Richelieu: Para decirlo en términos simples, tengo para mi que no existen demasiados rastros de la razén de estado teolégica en De Cive, y ello por Gos razones principales. Antes que nade, digamos que la principal diferencia que existe entre De Cive y el manuscrito hobbesiano que circuld En tiempos del Parlamento corto con el titulo de The Elements of Law, es 'a presencia de una entera seccién dedicada a la religion en la primera de fas obras mencionadas.* EI contenido de esta tercera parte aparece Fesumido con precisién en una carta que Hobbes envia a William Cavendish desde Paris, firmada el 2 de agosto de 1641 Soy de la apinién de que los sacerdotes deben pastorear antes que gobernar; el gobierno pleno de la Iglesia depende del estado, al igual que Ia autoridad del Reino, sin la cual no existe unidad en la Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 14 ‘Trad. Fabian Campagne Iglesia. Su Sefioria quizds considere esta opinién como un frivolidad filosofica. Pero estoy convencido de que la experiencia enseita que la disputa por la precedencia entre el poder espiritual y el civil ha sido, mds que ninguna otra en el mundo, fa causa de las guerras civiles en todos los dmbitos de Ia Cristiandad.®* El argumento de Hobbes es simple: no puede existir paz en la reptiblica hasta que el poder espiritual no se subordine a la autoridad temporal. En una republica cristiana, el poder de congregar a los hombres debe ser administrado por el jefe del estado, a quien por lo tanto la Iglesia debe estar sujeta. Se sigue que “una ciudad de hombres cristianos y una Iglesia no son sino la misma cosa, compuesta por los mismos hombres, bajo dos nombres, en pos de dos causas; pues la materia de la ciudad y de la iglesia es la misma, el hombre cristiano”. Esta tesis de la dependencia de la Iglesia respecto de la autoridad del gobernante secular se oponia de manera directa al pensamiento de intelectuales de la Contrarreforma como Giovanni Botero, para quienes resultaba inconcebible pensar al estado desde otra perspectiva que no fuera la de la Iglesia;” pero también contradecia la visién de Richelieu, defensor de una teologia del estado muy distinta de la hobbesiana. Mas atin: lo que Hobbes afiade a los tradicionales tratados dedicados al problema de la soberania es una justificacién filosdfica de la obediencia debida por los stibditos al soberano que ya no descansaba sobre la teorfa del derecho divino de los reyes.” Contrariamente a Richelieu, Hobbes no consideraba la obediencia al estado como una obligacién hacia Dios.” La razén alcanzaba para justificar la obligacién politica de los subditos; también resultaba suficiente para dirigir la conducta de los soberanos. Tal como se las presenta en el capitulo Xill de De Cive, esta conducta y las consecuentes obligaciones de los subordinados se relacionaban con el ejercicio efectivo de los derechos de soberania, y nada mas que con ello. Resulta interesante constatar que Hobbes transforma la distincién bodiniana entre “estado” y “gobierno” en una diferencia entre derechos “soberanos” y su ejercicio efective. En el pensamiento de Hobbes no quedaba espacio alguno para una teoria de la “razon de estado” centrada, como en Henry Parker y Francisco Bacon, en la eficacia administrativa y de gobierno.** Si bien Hobbes recurria a una antigua formula ciceroniana para explicar las obligaciones del “soberano” —“la seguridad del pueblo es la ley suprema”**-, no pretendia justificar con ella los secretos de estado o arcana imperii de los principes, como sucedia con Richelieu, sino los derechos del soberano concebidos como fundamento de la paz civil. Este Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 15 Trad. Fabién Campagne Posicionamiento hobbesiano podria considerase como el auténtico legado de Bodin, mucho mas que el giro teolégico defendido por Le Bret y Richelieu © que la posible influencia bodiniana sobre Botero, La Inspiracion bodiniana en Hobbes se percibe claramente en su oposicién a la idea del derecho constitucional a la resistencia, Este rechazo, que se expresa ya con claridad en el prefacio de la République®, es sin dudas una de las notas distintivas de! absolutismo en ambos autores.” Esta caracterizacin resulta por completo independiente de cualquier consideracién de tipo teolégico como las que hallébamos en Richelieu, Es mas: tanto en Bodin como en Hobbes estaba relacionada con el mas estricto rechazo a la “razén de estado” concebida como una justificacién para violar la ley comuin. Es importante recordar que en el prefacio de la République el rechazo al derecho a la resistencia aparece en el contexto de una fuerte condena a los principes corruptos y tirénicos, que primero castigaban y luego acusaban, que condenaban antes de poseer sélidas evidencias.” Estas practicas, comunes en tiempos de Richelieu, fueron por entonces justificadas por escritores politicos como Guez de Balzac en nombre de la “razén de estado”. éQué pensaba Bodin de estas Cuestiones? Para él, una “razén de estado” como la que mas tarde idearia Richelieu representaba la via més rdpida posible hacia la ruina de los principes y sus estados.* Aun cuando familiarizado con la “razon de estado” francesa, Hobbes siguié fa misma linea de razonamiento que Bodin: su rechazo al derecho constitucional a la resistencia tenia como contracara el més estricto respeto a los procedimientos juridicos corrientes." Los sibditos a quienes no se les permitia tomar las armas Contra un soberano al que consideraban tirdnico, debian saber también que la “soberania” debia ser respetuosa de la ley y de las formas legales. éPor qué un soberano iba a esconder sus intenciones y a condenar Personas al margen de la ley, si él mismo ejercia la soberana potestad legislativa? la. Justificacién hobbesiana -en rigor de verdad, bodiniana~ del absolutismo” aparece entonces como la mejor forma —lo que resulta menos paradéjico de lo que podrfamos pensar- de rechazar la “razén de estado” entendida como la necesidad del soberano de recurrir a politicas secretas y a la toma de decisiones violentas para garantizar la seguridad del estado. En una sociedad bien ordenada, en la que los ciudadanos conocen los motivos por los que deben obedecer la ley, no deberian existir razones para practicar una politica basada en la “razdn de estado”. De todos modos, politicos de la soberanfa posteriores atin se encontraran con Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 16 Trad. Fabién Campagne a “razén de estado” no en los términos de Richelieu sino en los de Botero, es decir, concebida como la “administracién de las cosas” en pos del eficiente gobierno de pueblo. Predominantemente preocupada por una visién de la politica orientada a la preservacién del estado por medio de un gobierno eficaz -o economia politica~, esta corriente de pensamiento mantuvo una tardia y en ocasiones conflictiva relacién con la teoria de ta “soberania” que era el legado de Bodin y de Hobbes, sin poder nunca reconciliarse plenamente con ella. La raison d’état de Richelieu, con su especifica mixtura de teologia y maquiavelismo, pretendia hacer creer que el estado soberano necesitaba tanto la fe en la Providencia como el secreto en el tratamiento de las cuestiones de estado, para de esa forma garantizar la seguridad nacional. Estas dos razones explican por qué dicha politica no se identificé con la tradicién bodiniana. Bodin elaboré su doctrina en circunstancias criticas que sin embargo no justificaban desde su perspectiva el abandono de politicas como la tolerancia religiosa. Desde un punto de vista juridico, no hay lugar en Bodin para el tipo de asalto a las libertades basicas que habitualmente asociamos con la figura de Richelieu. Esto es lo que un estudio sobre la recepcidn de la République de Bodin nos lleva a concluir: una historia de recepciones creativas, recontextualizaciones y olvidos.”* NOTAS * For a critical survey f some important 10 A, Baldi Amid the vast literature on the sobject, see more particularly Michael Stofleis, Staad und Stantsrason in der frien Newset. Sludien sur Geschichte des offentlichen Rechts (Prankfurt ML Suhtkantp, tggo); M. Virol, Fron Podesta Reason of State: the Acquisition and Trans ormation of the Langueaye of Politics ta5a-a600 (Cambridge, hygz}s and Gi de ‘elopments in reason of slate stuclies, one cagion ai stato dopo Meinecke e Croce (Genova: Naw, 1999 can refer to E aunbridge University Press ance Borseli, Ragiox di Stato e Leviatum: conservazione e seambio able origins nuiderniti politica (Bologna: 1 Mulino, 1993) 2 ‘This tensioa is all che move interesting in thatit does nat neces confrontation between authors, or rival schools, but Is often internal to the various doctrinal positions, arily lead to @ doctrinal ° chm. laissance de la biopultique. Cours au College de France. 978-1979 (Paris Hautes Btudes/Gallimard/Seuil, 2004), 4~5:*...en choisissant de parler ou de partir de pratique gouvernementale, Cest, bien stir, une maniére tout a fait explicite de laisser de comme objet premier, primitif, tout donns. an certain nombre de ces notions comme, par exemple, le souverain, la souverainets, le peuple Jes sujets, VBtat, la société civil Foisneau, “Sovereignty and Reason of State” 17 ‘Trad, Fabién Campagne * The idea of dynanic tension between reason of state aid sovereigity is central to my contribution, “De Machiavel 4 Hobbes: effcacité et souveraineté dans ks pensée politique oder", in A, Renaut, ed, Héstare de la philosophic politique, t. 2, Naissances de fa moder- nuté, 203-79 (Paris: Calmanur-Lévy, 1999). For @ previous attempt at establishing « connection, see Alberto Tenenti, Stato: utidea, unc logica: dal commune italiano alfassobutisme francese (Bologaa: f1 Mulino, 1987) part Il: “Teoria della sovramiti e rayion di stato sella République hi Jean Bodin’ "this chapter all citations in French from Bodin’ Les Six fivres de la république will be taken from the 10th edition (Lyon, 1593, reprinted Paris: Fayard, 3986). © CER, De Mattes problema delia Ragion de Stato’ nell et: delta Controrifarma (Milano: Napoli: Ricciardi, 979), 35m. 34 © Cf J-Cl. Zanchavini, “Les enjeux d'un concept: & propos de Raison et déraison d'Etat, in A. E. Balelini, ec, Lac ragion di stato dopo Mekavcke e Croce: dibattito se recent publica 2ioné (Att del seminaria internazionale di Torino 21-22 ottobre aga) (Genova: Name, 1999), * Vivol, From Politics to Reason of State, 252, ° CLD. Quaglioni, "orpertadi ratio: Yédition latine de la République (4586) et la raison aBtar’, in Y, Ch, Zarki, ed, foow Bodin: nature, histoire, crait et politique, sor~7pa (Paris: Pres ses Universitaires de France, 1996), 165-6, citing F. Chabod, “Giovanni Botero', in Sertlé sud Rinascimento (Corin: Einaudi, 1967), 296: Botero prit eonaissance de Véeltion hatine, parue 4 Lyon en 1586 chez Fimprimeur Jacques Du Puys, le lenddemain de son second séjour en France, lorsque Tauteur cu traité De regia suptontia‘regartait sous une iuenibre différente les hommes et les choses déja ebservés quinze ans auparavant, en se posant des questions ‘qui dans le passt..ste cunstituaient probublement pas la préoecupation principale de

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