You are on page 1of 37
55783 a LOCAL Y GLOBAL D. R.© UNCHS, 1997 taurus De esta edicién; D. R. © Santillana Ediciones Generales, S.A. de C.V,, 2000 ‘Av, Universidad nim, 767, col. el Valle México, D.F, C.P. 03100 Teléfono: 5420 75 30 worm taurusaguila.com.mx * Distribuidora y Editora Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Calle 80 nim. 10-23, Santafé de Bogots, Colombia. Teléfono: 635 12 00 * Santillana S.A, Torrelaguna, 60-28043, Madrid, Espafia. * Santillana, S.A., Av. San Felipe nim. 731, Lima, Pend. *+ Editorial Santillana, S.A. Av, Rémulo Gallegos, edificio Zulia, primer piso Boleica Norte Caracas 1071. Venezuela. + Editorial Santillana Inc. P.O. Box 5462 Hato Rey, Puerto Rico, 00919, * Santillana Publishing Company Inc. 2043 N. W. 86" Avenue Miami, FL, 33172 USA. * Ediciones Santillana $.A, (ROU) Javier de Viana 2350, Montevideo 11200, Uruguay. + Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Beazley 3860, 1437. Buenos Aires, Argentina, * Aguilar Chilena de Ediciones Ltda. Dr. Anibal Ariza 1444, Providencia, Santiago de Chile. Teléfono 600 731 1003 * Santillana de Costa Rica, S.A. ‘Apartado Postal 878-150, San José 1671-2050, Costa Rica. Primera edicién en México: julio de 2000 Segunda reimpresién: julio de 2006 ISBN: 968-19-0950-X D. R. © Disefio de cubierta: Juan Pablo Rada D.R. © Fotografia: Alfonso Zubisga Impreso en México Todos los derechos reservados. Esta publicaci6n no puede ‘ransmitida por un sistema de recuperacién de informacié foroquimico, electrénico, magnético, electrodptico, dela editorial. ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o in, en ninguna forma ni por ningsin medio, sea mecinico, or forocopia o cualquier otto, sin el permiso previo, por escrito, rer INDICE 0. Introducci6n general ............0008 1. Globalizacién, informacionalizacién y gestién de las ciudades Introduccion... o Los procesos de transformacién estructural: |. sociedad de la informacion y la economia global . Digitalizacién de la comunicaci6n, politica me- diatica y crisis de los estados nacionale............ . La gestion de las ciudades en la nueva economia global... 2. Impacto de la globalizacién sobre la estructura social y espacial de las ciudades Introduccion... seeseertsese La gestion local de la economia global: ciudades globales o redes globales de nodos urbanos?........ El nuevo espacio industrial... . La transformacién de la estructura espacial de las ciudades . ¢Hacia la ciudad dual?........... - . Conclusién: el espacio de los flujos y el espacio de los lugare: 5 Anexo 2.1: Jabarosv, nodo global del Pacifico ruso... Anexo 2.2: La megaciudad Hong Kong - Guan- dong 3 21 22 28 31 35 36 43 49 59 66 70 ~ Loc YeLoBaL Anexo 2.3 Sao Paulo, ciudad desigual ... 73 Anexo 2.4 Cambio y continuidad de la desigual- dad social en el espacio metropolitano de Ma- drid, 1986-1991 .. 74 La ciudad de las mujeres Introduccién 75 El trabajo de la mujer. 76 Mujer y vivienda..... 83 Una vision del transporte, la infraestructura, y el medio ambiente urbanos desde la condicién femenina. 91 La ciudad de los nifios . 95 Mujer, movimientos sociales urbanos y politica 102 Anexo 3.1 Diferencias de género en el transporte urbano: Norteamérica. see 106 Anexo 3.2 El trabajo invisibl Tas mujeres como proveedores gratuitos de servicios urbanos y de manutencién del hogar 107 Anexo 3.3 Los ninos de la call 109 Anexo 3.4 La ProstinuciOn infantil: una nueva industria global.... 110 . La ciudad multicultural Introducci6n. Globalizacién, migraciones y urbanizacién Diversidad étnica, discriminacién social y segrega- cién urbana . Las poblaciones flotantes en las ciudade Multiculturalismo y crisis social urbana.. Anexo 4.1 Un mundo multicultural ..........:s00 Anexo 4.2 Raza, clase y segregacién urbana en Sudafrica: la ciudad del «apartheid» y su futuro... 134 Anexo 4.3 La segregaci6n urbana temperada: Brasil. 137 . Las ciudades como actores politicos Las ciudades como protagonistas de nuestra época 139 inpice Las ciudades con proyecto: el plan estratégico. Unrecorrido entre Europa y América Latina...... 144 Las ciudades y su gobierno. Por un liderazgo pro- MMOLOT...-seeeneeseee es Nuevas competencias y funciones del gobierno de la ciudad . La reforma politica y administrativa de los gobier- nos locales. Conclusi6n ‘Anexo 5.1 Planes estratégicos, guia metodolégica, comunicaci6n y marketing 166 Anexo 5.2 Plan estratégico, economico y soc! 1 Barcelona 2000... Anexo 5.3 Plan estratégico. Bogota 2000. ue ‘Anexo 5.4 Plan estratégico. Rio de Janeiro. 1 . Politicas urbanas en la globalizacion 93 1. Los nuevos territorios y nuevas economias 194 2, Desarrollo sostenible .... 3, Sobre las politicas de vivienda en el marco de la a globalizacio: + 205 Anexo 6.1.1 Desarrollo econémico hacia el siglo 3 xxi. Osaka... 2 Anexo 6.1.2 Pittsburg! construccién de redes regionales para la revitalizacion econémica.......... 215 Anexo 6.1.3 La promocién econémica. «Barcelo- na more than ever» Anexo 6.2.1 Indicadores de sostenibilidad. Agen da local 21 y Seattle... Anexo 6.2.2 Plan integral de desarrollo de los ser- 222 225 vicios sociales. Barcelona... 228 Anexo 6.3.1 La vivienda publica y los servicios urbanos como base social del desarrollo econdmi- 1 co: Hong Kong y Singapur .... 23 Anexo 6.3.2 La vivienda como politica de inte- gracién social en un contexto multicultural: Sin- 933 gapur .. LOcaL YGLOBAL. 7. Planes Estratégicos y proyectos metropolitanos 1, Planes estratégicos: del plan territorial a los Proyectos UPbANOS.......seeccsecsseeessneesssnecsessecsseeessee 235 2. Los grandes proyectos metropolitanos. Conclusién Anexo 7.1 Por un desarrollo urbano afortunado.. 263 Anexo 7.2.1 La plataforma logistica de transporte del Delta del Llobregat..........ssssssssesseseeeneesnternensee 266 Anexo 7.2.2 Colonia. Plan regional de transpories e MEFCANCEAS ......eesessseesessseseeneesesseeseeseeseenees 270 Anexo 7.2.3 Rotterdam. El proyecto Rom 272 mond... Anexo 7.2.4 Buenos Aires — Puerto Madero 274 Anexo 7.2.5 Melbourne-South Bank. La remode- laci6n de una zona industrial obsoleta .. 280 . El Gobierno de la ciudad 1, Las ciudades metropolitanas hoy 2. El Gobierno de la ciudad Conclusién Anexo 8.1 Participacién ciudadana. Derechos ciudadanos e instrumentos de participacién .. Anexo 8.2 Derecho de voto de los extranjeros . Las ciudades en la escena mundial 1. La internacionalizaci6n de las ciudades: ma urbano, flujos y rede: 2. Ciudades Unidas y Naciones Uni Anexo 9.1 Sobre las relaciones entre Naciones Unidas y las organizaciones internacionales de ciudades Anexo 9.2 Sobre las asociaciones internacionales de ciudades ....... Anexo 9.3 Declaracién Rio-Barcelona. Anexo 9.4 La informacién urbana: los rankings de ciudades Anexo 9.5 Las redes de ciudades. Factores criticos de funcionamiento de las redes 339 346 353, 358 fnoice, Anexo 9.6 Telematica y redes de ciudades en 361 . Conclusion ; Nuevos desafios, nuevos objetivos. 363 Las ciudades en la globalizacién .. 367 Anexo 10.1 Conclusiones de la reunién regional a7 Europea de Comités Nacionales Habitat Th ceseseeoee Anexo 10.2 Declaracién de Salvador de Bahia...... 382 » Referencias......sssesssscssssressessecsssesenssnesssrenseeenesesneeeene 395 INTRODUCCION GENERAL L humanidad se encamina hacia un mundo de urbaniza- cién generalizada. No sélo porque los datos indican que la mayoria de la poblacién del planeta vivir en areas urbanas a principios del siglo xx1, sino porque las areas rurales for- maran parte del sistema de relaciones econdémicas, politi- cas, culturales y de comunicaci6n organizado a partir de los centros urbanos. Si esto es asf, si la urbanizaci6n es la forma de asentamiento espacial habitual de la especie humana, atiene sentido seguir hablando de ciudades? ¢Si, tendencial- mente, todo es urbano, no deberiamos cambiar nuestras categorias mentales y nuestras politicas de gestién hacia un enfoque diferencial entre las distintas formas de relacién entre espacio y sociedad? Tanto mas cuanto que otros dos fendémenos definidores de nuestra época histérica plantean la posible desaparicion de las ciudades como forma territo- rial de organizaci6n social: la revolucién tecnolégica infor- macional y la globalizacion de la economia y la comunica- cién. Las nuevas tecnologias de informacién permiten la articulacién de procesos sociales a distancia, ya sea en las areas metropolitanas (tele-trabajo, tele-compra, tele-infor- maci6n, tele-diversién), entre las regiones o entre los conti- nentes. La globalizacién de la economia hace depender la riqueza de las naciones, empresas e individuos, de movi- mientos de capital, de cadenas de produccion y distribucion y de unidades-gesti6n que se interrelacionan en el conjunto del planeta, socavando por tanto la especificidad de un determinado territorio como unidad de produccién y con- 11 Local YGLOBAL sumo. Aunque, como veremos en los capitulos 1 y 2, las cosas son mas complicadas y la articulaci6n entre tecnolo- gia, economia, sociedad y espacio es un proceso abierto, variable e interactivo, parece claro que en la sociedad de la informacién lo global condiciona lo local y los flujos elec- tronicos estructuran la economia a partir de relaciones entre unidades espacialmente distantes. Mas atin: la comu- nicaci6n, en la base de las expresiones culturales de la socie- dad y del imaginario de los individuos, esta crecientemente globalizada a partir del sistema emergente de multimedia controlado financiera y tecnologicamente por grandes gru- pos internacionales, aunque sus productos se diversifiquen para segmentos especificos de mercado. Las culturas de base territorial, aun no desapareciendo, tienen que buscar formas de relacién, generalmente subor- dinada, con unos potentes medios de comunicacién globa- lizados que, aun sin determinar las conciencias, configuran en buena medida un hipertexto de la comunicaci6n y la interacci6n simbélica. En suma, tres macroprocesos relacionados entre si; a saber: la globalizacion, la informacionalizaci6n y la difusi6n urbana generalizada parecen converger hacia la desapari- cién de la ciudad como forma especifica de relacién entre territorio y sociedad. Tras milenios de existencia, las ciuda- des parecieran entrar en un inevitable declive hist6rico en el umbral del nuevo milenio. Ello no quiere decir que desa- parezcan los problemas urbanos. Al contrario, mas que nunca la urbanizaci6n generalizada plantea con urgencia dramatica el tratamiento de los problemas de vivienda y servicios urbanos, asi como de conservacién del medio ambiente, problemas agudizados por una forma de asenta- miento territorial mas depredadora que las anteriores. Pero si la urbanizaci6n alcanza su climax hist6rico, las ciudades, en cambio, podrian desaparecer como formas de organiza- ci6n social, expresi6n cultural y gestién politica. Este libro se sitia a contracorriente de esta visién, cada vez mas difundida, y plantea la posibilidad, e incluso la necesidad, de renovar el papel especifico de las ciudades en 12 INTRODUCCION: un mundo de urbanizaci6n generalizada, proponiendo la construccién de una relacién dinamica y creativa entre lo local y lo global. Para ello, partimos de la distincién entre urbanizacion y ciudad. Sin entrar en disquisiciones académicas fuera de lugar, la urbanizacién se refiere a la articulaci6n espacial, continua o discontinua, de poblacién y actividades. En cam- bio, la ciudad, tanto en la tradici6n de la sociologia urbana como en la conciencia de los ciudadanos en todo el mundo, implica un sistema especifico de relaciones sociales, de cul- tura y, sobre todo, de instituciones politicas de autogobier- no. No nos encerramos en una visién nostalgica de la ciu- dad que fue, o en una afirmaci6n etnocéntrica de ciudades con fuerte personalidad local. No pensamos que el futuro de la ciudad esté limitado a reproducir Siena o Barcelona. Pero si que planteamos la posibilidad de un control de los ciudadanos sobre su propia vida, tal y como han manifesta- do en la década de los noventa, en significativas elecciones locales, los ciudadanos de casi todo el mundo, de Tokio /a Bogota, y de Curitiba a San Petersburgo. Ahora bien, el relanzamiento de las ciudades como formas dinamicas de vida y gestion es s6lo una posibilidad. Podemos evolucionar, efectivamente, hacia un mundo sin ciudades, al menos en una gran parte del planeta y para la mayoria de la pobla- cién. Un mundo organizado en torno a grandes aglomera- ciones difusas de funciones econémicas y asentamientos humanos diseminados a lo largo de vias de transporte, con zonas semirurales intersticiales, areas periurbanas incontro- ladas y servicios desigualmente repartidos en una infraes- tructura discontinua. Lo global podria organizarse en torno a centros direccionales, tecnolégicos y residenciales de élite conectados entre si por comunicaciones de larga distancia y redes electrénicas, mientras que la poblacién podria individualizar su habitat en la difusion urbana des- crita, 0 agruparse en comunidades defensivas de ideologia casi tribal para asegurar su supervivencia en un mundo estructurado globalmente en su centro y desestructurado localmente en multiples periferias. Los tonos de ciencia fic- 13 Local ycLonat cién de nuestro discurso intentan tan solo llamar la aten- cién del lector sobre un proceso en marcha, inscrito en la légica del potente sistema tecnoeconémico emergente, pero que en modo alguno es una fatalidad. De hecho, la actual revoluci6n tecnolégica y el dinamismo econémico que suscita, con incrementos potenciales de productividad que sdlo ahora empiezan a materializarse tras dos décadas de difusién de las nuevas tecnologias de informacién, encierran promesas de prosperidad material y creatividad cultural para la humanidad. Pero el control social del desa- trollo econémico, su orientacién en beneficio de la socie- dad por parte de las instituciones piblicas, sin ahogar el impulso econémico de la empresa privada, es un viejo dile- ma que se encuentra en el coraz6n de todos los procesos de desarrollo. En la perspectiva que tratamos de plantear en este libro, la articulacion entre sociedad y economia, tecno- logia y cultura en el nuevo sistema puede realizarse mas efi- caz y equitativamente a partir del reforzamiento de la socie- dad local y de sus instituciones politicas. Lo global y lo local son complementarios, creadores conjuntos de sinergia social y econdémica, como lo fueron en los albores de la eco- nomia mundial en los siglos xIV-xvl, momento en que las ciudades-estado se constituyeron en centros de innovacién y de comercio a escala mundial. La importancia estratégica de lo local como centro de gestion de lo global en el nuevo sistema tecno-econémico puede apreciarse en tres ambitos principales: el de la pro- ductividad y competitividad econdmicas, el de la integra- ci6n socio-cultural y el de la representacién y gestién poli- ticas. Desde el punto de vista econémico, el contexto territo- rial, aunque parezca paradéjico, es un elemento decisivo en la generacién de competitividad de las unidades econémi- cas en una economia globalizada. El motivo es que, por un lado, las empresas dependen en buena medida de su entor- no operativo para ser competitivas y, por otro, la liberaliza- cién de las condiciones del comercio internacional, en par- ticular tras la Ronda Uruguay del GATT y la creaci6n de la 14 IntRODUCCION Organizaci6n Mundial de Comercio, limitan considerable- mente las acciones de los estados nacionales en favor de las empresas localizadas en su territorio. Son los gobiernos loca- les (municipales o regionales) los que sin caer en el protec- cionismo comercial pueden contribuir mas eficazmente a mejorar las condiciones de producci6n y de competicién de las empresas de las que depende, en ultimo termino, el bien- estar de la sociedad local. En efecto, la competitividad de las empresas en la nueva economia depende menos de barreras arancelarias o de tratos de favor politico que de la genera- cién de condiciones de productividad en el ambito territo- rial en el que operan. Ello incluye, como analizaremos en el capitulo 6, la existencia de una infraestructura tecnologica adecuada; de un sistema de comunicaciones que asegure la conectividad del territorio a los flujos globales de personas, informaci6n y mercancias; y, sobre todo, de la existencia de recursos humanos capaces de producir y gestionar en el nuevo sistema técnico-econémico. Dichos recursos huma- nos incluyen un sistema educativo capaz de proporcionar una fuerza de trabajo cualificada, en todos sus niveles, inclu- yendo el universitario. Pero también requieren la existencia de condiciones de vida satisfactorias en lo que respecta a vivienda, servicios urbanos, salud y cultura, que hagan de esa fuerza de trabajo educada un colectivo de individuos y fami- lias equilibrados, productivos y hasta felices dentro de un orden. Pues bien, la produccién y gestién del habitat y de los equipamientos colectivos que estan en la base social de la productividad econémica en la nueva economia informacio- nal, son responsabilidad, fundamentalmente, de los gobier- nos locales y regionales. La articulaci6n entre empresas pri- vadas y gobiernos locales, en el marco de relaciones globales reguladas por negociaci6én entre estados nacionales, es la trama institucional y organizativa fundamental de los proce- sos de creacién de riqueza. El segundo ambito de relevancia para las instituciones locales es el de la integraci6n cultural de sociedades cada vez mas diversas. En un mundo de globalizacién de la comu- nicaci6n es esencial el mantenimiento de identidades cultu- u 15 Local voLopal. rales diferenciadas a fin de estimular el sentido de perte- nencia cotidiana a una sociedad concreta. Frente a la hege- monia de valores universalistas, la defensa y construccién del particularismo con base histérica y territorial es un ele- mento basico del significado de la sociedad para los indivi- duos. Sin un denominador cultural comin aglutinador de cada sociedad, ésta se fragmenta en individuos y unidades familiares, que compiten entre ellos y se sittan de forma fragmentada frente a los flujos globales de poder y riqueza, El potencial desintegrador de dicha situaci6n se acentaa en sociedades cada vez mas plurales en su cultura yen su com- posicién étnica. La gran aglomeracién urbana, forma pre- dominante de asentamiento en un futuro inmediato, con- grega individuos y grupos con muy diversos referentes culturales y patrones de comportamiento. Sin un sistema de integraci6n social y cultural que respete las diferencias pero establezca codigos de comunicacion entre las distintas cul- turas, el tribalismo local sera la contrapartida del universa- lismo global. Y dicha fragmentacién cultural, al hacer del otro un extranjero y del extranjero un enemigo potencial en la competencia por sobrevivir, tiende a romper los lazos de solidaridad y las actitudes de tolerancia, poniendo en CuestiOn, en ultimo término, la convivencia misma. Lo que puede parecer una admonicién moralizante es ya, desgra- ciadamente, una descripcién de la vida cotidiana en muchos territorios urbanizados a lo ancho del planeta. Los estados nacionales son atin elementos de cohesion social e integracion cultural en muchos paises. Sin embar- 0, a menudo los estados nacionales se han construido his- toricamente sobre la represién de culturas regionales 0 nacionales que atin constituyen el principal referente de identidad de la mayoria de la poblacién en determinados territorios. Tal es el caso de Cataluiia o Euskadi en el estado espanol o de Escocia, Pais de Gales e Irlanda en el Reino Unido, o de otras sociedades europeas plurinacionales y plurilingiiisticas, como Bélgica 0 Suiza, o que lo fueron, como Francia. Pero hay numerosos ejemplos, ain mas importantes, en esa mayoria del planeta que ha sufrido en 16 Inrropuccion alguna fase de su historia la marca de la colonizaci6n. Numerosos estados africanos han sido construidos en torno a fronteras coloniales arbitrarias, que han separado nacio- nalmente etnias, tribus y culturas hist6ricamente comunes. En la medida en que la puesta en cuesti6n de fronteras seria una amenaza para la paz, es indispensable que las socieda- des nacionales y/o locales desarrollen mecanismos de inte- graciOn de las distintas etnias y culturas. Problemas simila- res, con distinta intensidad, se plantean asimismo en Asia, en América, y en las repiblicas surgidas de la antigua Union Soviética. Mas atin, el trasiego de poblaciones asociado con la globalizacion ha generado sociedades y, sobre todo, areas urbanas multiculturales, tal y como analizaremos en el capi- tulo 4. La gestién de las diferencias socio-culturales de Jos distintos grupos de poblacién que cohabitan un espacio y su integraci6n en una cultura compartida que no niegue las especificidades hist6ricas, culturales y religiosas, es uno de los principales desafios para sociedades y gobiernos en nuestro tiempo. Pues bien, los estados nacionales, por tener que mantener un punto de equilibrio entre grupos sociales muy diversos y por tener que acentuar los aspectos instru- mentales de la politica sobre la dimensién integradora de las instituciones, tienen mayores dificultades que los gobier- nos locales para gestionar la integracién de las diferencias culturales, tanto mas cuanto que dichas diferencias cultura- les suelen expresarse en territorios determinados. De forma que la representaci6n en las instituciones locales o regionales pasa a ser al mismo tiempo representacién de identidades culturales que, tras ser reconocidas, pueden ser integradas en un segundo nivel institucional en el marco del estado nacional. Asf, la articulaci6n territorial del esta- do permite el reconocimiento y expresién de identidades propias en los ambitos local y regional, a la vez integrando- las y haciéndolas compatibles en el ambito nacional. . En fin, los gobiernos locales adquieren un papel politico revitalizado en consonancia con la crisis estructural de com- petencias y poder con que se encuentran los estados nacio- nales en el nuevo sistema global. Simplificando, podria — 17° Loca yGLopat. la vez como instituciones representativas y como organi ciones eficientes. Asi, la globalizacién del mercado de capi tales, de los mercados de mercancias y de las cadenas tte Produccién, hacen cada vez mas dificil que los estados ini i A de deena asumen cada vez mas funciones reguladoras ‘aciones internacionales, ii ini i » Interviniendo mili mn ‘ itar- nente de forma conjunta cuando ello se requiere. Ahora as crores nacionales, convirtiéndolas en mecanismos medios de una maquinaria ma j r mas compleja y de ambi Superior, alejandolos por tai ion de representa UF into de su funcion de ci6n directa de los ciud: ios, Por oa ladanos de sus territori : orios. Por otr; io ‘a arte, aga nciedades, sobre todo las sociedades locales, tien- r su identidad y a defender ii “en z su autonomia fren- torbellino de procesos globales cada vez menos contro- 18 INTRODUCCION lables. Para esa funcién de integracién socio-cultural los estados nacionales aparecen a menudo excesivamente ale- jados de los intereses y culturas de poblaciones especificas, en buena parte porque deben satisfacer por igual a distintas culturas, regiones y nacionalidades, asi como tener en cuen- ta los requisitos de la negociacion con los agentes del siste- ma mundial de relaciones econémicas y politicas. Ademas, en algunos casos, los estados nacionales representan cultu- ras y grupos de interés que no corresponden a los intereses de poblaciones especificas, lo que incrementa su distancia con respecto a los ciudadanos que organizan su vida en el Ambito local. Los gobiernos locales y regionales, por su parte, depen- den administrativa y financieramente de los estados nacio- nales y tienen atin menos poder y recursos que ellos para poder controlar los agentes econémicos y politicos globa- les. Sin embargo, en una situaci6n de escaso control sobre dichos flujos globales por parte de los estados nacionales, la diferencia es de grado, no de esencia: ser aun mas impoten- te que una instituci6n casi impotente no tiene excesiva tras- cendencia en el mundo concreto de la gestién de lo global. Pero, en cambio, los gobiernos locales disponen de dos importantes ventajas comparativas con respecto a sus tuto- res nacionales. Por un lado, gozan de una mayor capacidad de representacién y de legitimidad con relacién a sus repre- sentados: son agentes institucionales de integraci6n social y cultural de comunidades territoriales. Por otro lado, gozan de mucha mas flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de maniobra en un mundo de flujos entrelazados, demandas y ofertas cambiantes y sistemas tecnolégicos descentralizados e interactivos. Cierto que un particularismo mal entendido puede generar competici6n excesiva y destructiva entre dis- tintas localidades y regiones. Pero también es de esperar (y la experiencia reciente lo confirma) que ciudades y regio- nes pueden construir redes cooperativas y solidarias para negociar constructivamente con las empresas hasta alcan- zar acuerdos de interés comin. Desde luego que el tipo de instituciones locales y regionales a que nos referimos esta 19 Loca. GLOBAL, muy alejado de algunas de las realidades municipales en e] mundo, atin dominadas, en el mejor de los casos, por la desinformacién y la burocracia y, en el peor, por el caciquis- mo y la corrupcion. Pero el potencial de los gobiernos locales como formas agiles de gestién de lo global, con la coopera- cién de sus instituciones de tutela nacionales e internacio- nales, puede desarrollarse a través de la capacitacién de su personal, de la modernizaci6n tecnolégica de su gestion, de la ampliaci6n de sus recursos financieros y de sus compe- tencias administrativas. Tal es el objeto, y el objetivo, de nuestro andlisis: como responder a la globalizacién del siste- ma mediante la localizaci6n de las instituciones de gesti6n y representacion, que atinen democracia participativa y desa- rrollo informacional, descentralizaci6n administrativa e integraci6n cultural. No es facil el reto: la dificultad de los problemas planteados marca el laborioso andar de este libro, resultado de la investigacién, reflexién y experiencia profesional de su autores en relacién con las ciudades y su administraci6n. Pero atin mas dificil es tratar de resolver los problemas de la nueva economia y la nueva sociedad con las férmulas obsoletas de un pasado caduco que atin pesa, de forma paralizante, sobre las instituciones de unas ciudades sometidas a los embates de la nueva historia. Como hacer de las ciudades, de los ciudadanos y de sus gobiernos los actores de esa nueva historia es el tema de este libro. 20 — : | GLOBALIZACION, INFORMACIONALIZAGION ‘ Y GESTION DE LAS CIUDADES INTRODUCCION Las ciudades y sociedades de todo el mundo estan exper rimentando en este fin del siglo xx una profunda transfor” macion hist6rica estructural. En el centro de dicha trans for macién se halla una revolucién tecnoldgica, organizacla o torno a las tecnologias de informacion. Basandose en a nueva infraestructura tecnolégica, el proceso de globaliza- cin de la economia y la comunicacion ha cambiado nues- tras formas de producir, consumir, gestionar, informar y pensar. No toda la actividad economica 0 cultural sn ‘ mundo es global. En realidad, la inmensa mayoria de icha actividad, en proporcién de personas Participantes, es de A4mbito local o regional. Pero las actividades estratégica- mente dominantes, en todos los planos, estan organizadas en redes globales de decision e intercambio, desde los mer- cados financieros a los mensajes audiovisuales. El planeta es asimétricamente interdependiente y esa interdependencia se articula cotidianamente en tiempo real, a través de las nuevas tecnologias de informaci6n y comunicacion, enun fenémeno histéricamente nuevo que abre de hecho una nueva era de la historia de la humanidad: la era de la infor- maci6n. ; Los procesos de urbanizaci6n, las ciudades y los ciudada- Nos no son ajenos a dichos cambios estructurales. De hecho, asistimos al proceso de urbanizacién mas rapido y de mayo- res dimensiones de la historia. En unos pocos afios la mayo- 21 ‘LOCAL ¥GLOBAL tia de la poblacién mundial sera urbana y la inmensa mayo- ria de esa poblaci6n urbana habitara en ciudades de paises hoy en vias de desarrollo. La era de las telecomunicaciones no diluye los centros urbanos, como auguraban los determi- nistas tecnoldgicos, sino que, al contrario, al permitir la ges- tion y la comunicaci6n entre si de sistemas urbanos y rurales distantes, tiende a concentrar a la poblacién en aglomera- ciones territoriales, parcialmente discontinuas, de gigantes- ca dimension y de caracteristicas socio-espaciales histérica- mente nuevas, tal y como trataremos de analizar en este libro. En cierto modo, el destino de la humanidad se juega en las areas urbanas y, sobre todo, en las grandes metrépolis. La gestion de dichas ciudades y la construccién de nue- vos modelos de vida capaces de responder a las nuevas for- mas productivas y culturales plantea enormes desafios. No sdlo por la acumulacién de problemas funcionales, sociales y medio ambientales en los asentamiento humanos de _nuevo tipo, sino porque nos encontramos ante procesos de transformacién escasamente entendidos. Las politicas urba- nas practicadas hasta ahora parecen desfasadas ante los desafios de la globalizacién de la economia y la tecnologia frente a la localizacién de la sociedad y la cultura. Los gobiernos municipales estan frecuentemente superados por acontecimientos que ocurren en esferas que escapan a su control. De ahi que el paso indispensable hacia una rede- finicién de los instrumentos de gestion urbana sea el anali- sis de los procesos tecnolégicos, econdmicos, culturales e institucionales que estan en la base de la transformacién de las ciudades. Tal es el tema que, de forma esquemitica, intentara abordar este capitulo. ; LOS PROCESOS DE TRANSFORMACION ESTRUCTURAL: LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION Y LA ECONOMIA GLOBAL En las dos ultimas décadas se ha constituido un nuevo paradigma tecnolégico que denominamos informacional y que representa una divisoria historica tan importante como 22 GLOBALAZACION, INFORMACION ¥ GESTION DE LAS CIUDADES: la que constituy6 la revoluci6n industrial. La revolucion tecnoldgica actual est4 centrada en las tecnologias de informacion que incluyen la microelectronica, la informa- tica, las telecomunicaciones y también, aunque con una marcada especificidad, la ingenieria genética (Castells et alia, 1986; Castells, 1996a), Si bien los fundamentos cienti- ficos de dicha revolucién son antiguos y algunos de sus ele- mentos industriales existieron desde los afios cuarenta, su constitucion en sistema tecnolégico, difundido y aplicado, data en realidad de la década de 1970, partiendo en buena medida de los centros tecnolégico-industriales estadouni- denses de California y Nueva Inglaterra. Su difusion tuvo lugar, primero, en la tecnologia militar y en las finanzas internacionales. Pas6 a las fabricas industriales a princi- pios de los ochenta, se extendié por las oficinas a finales de la misma década, y esta llegando en estos momentos a nuestros hogares a través de las Ilamadas autopistas de la informaci6n (Sullivan-Trainor, 1996). Los efectos de este cambio de paradigma varian segtin paises, culturas, insti- tuciones, niveles y formas de desarrollo, pero se pueden observar algunos rasgos comunes que afectan al conjunto de las sociedades, con intensidades diferentes y segan diversas modalidades. Sintetizaremos a continuacién algu- nos de estos rasgos fundamentales que surgen de Ia inte- raccién reciproca entre revolucion tecnoldgica y estructu- ra social. Es importante resaltar que, si bien las nuevas tecnologias de informaci6n no son la causa de los fenéme- nos que a continuacién se resefian, constituyen la infraes- tructura indispensable para su existencia: sin informatica y telecomunicaciones globales, por ejemplo, no habria economia global o mundializaci6n de la comunicaci6n. El primer y mds importante elemento asociado con el paradigma informacional es la formacion de una economia global como actual unidad econdmica operativa (Chesnais, 1994). Precisemos el significado del término. No estamos hablando de una economia mundial, que existe de hecho desde el siglo xvi, ni siquiera de una economia sometida a procesos de internacionalizacién de la actividad. Por econo- —— 23 LOCAL YGLOBAL mia global entendemos una economia en la que las activida- des estratégicamente dominantes funcionan como unidad a nivel planetario en tiempo real o potencialmente real. Tal es el caso de los mercados de capitales que estan mundialmen- te integrados mediante conexiones electrénicas instantane- as procesadas por sistemas de informaci6n con gran capaci- dad de memoria y velocidad de tratamiento. Pero también la tecnologia, la informaci6n y la gestién de las principales empresas, y de sus redes auxiliares, estan articuladas global- mente. Como lo estan, cada vez mas, la produccién indus- trial, los servicios avanzados, y los mercados, ya sea a través de empresas multinacionales, de redes de empresas o de mecanismos de intercambio. El trabajo altamente cualifica- do también se esta constituyendo como mercado global, si bien las masas de emigrantes pobres y sin calificacién actéan mas como ejército de reserva que como forma de globaliza- cion. En general, el capital es global, pero la mayor parte del trabajo es local (Campbell, 1994). Lo que caracteriza la nueva economia global es su caracter extraordinariamente incluyente y excluyente a la vez. Incluyente de lo que crea valor y de lo que se valora, en cualquier pais del mundo. Excluyente de lo que se devaltia o se minusvalora. Es, a la vez, un sistema dinamico, expansivo, y un sistema segregante y excluyente de sectores sociales, territorios y paises. Es un sis- tema en el que la creacién de valor y el consumo intensivo se concentra en unos segmentos conectados a escala mundial, mientras que para otros amplios sectores de la poblacién, de dimension variable segiin los paises, se produce una transi- cin de la anterior situacién de explotacién a una nueva irre- levancia estructural, desde el punto de vista de la légica del sistema (Carnoy, Castells, Cohen y Cardoso, 1993). Tales ten- dencias no son inexorables, Pero para contrarrestarlas, utili- zando el potencial creativo de las nuevas tecnologias en beneficio de la mayoria de la poblacién, hacen falta politicas correctoras de los desequilibrios actuales. La economia global es también una economia informa- cional. Es decir, una economia en la que el incremento de la productividad no depende del incremento cuantitativo de —— 24 GLOBALIZACION, INFORMACION ¥ GESTION DE LAS CIUDADES los factores de producci6n (capital, trabajo, recursos natu- rales) sino de la aplicacién de conocimiento e informacién a la gesti6n, produccion y distribucién, tanto en procesos como en productos (Foray y Freeman, 1992). La genera- cién y procesamiento estratégico de informaci6n se han convertido en los factores esenciales de productividad y competitividad en la nueva economia (Dosi et alia, 1988). Lo cual tiene extraordinarias consecuencias para las politi- cas de desarrollo econémico territorial que deben basarse, de ahora en adelante, en politicas de comunicacié6n, infor- macionalizaci6n y capital humano (vid. capitulo 4). La economia informacional se caracteriza igualmente por un modelo de produccién flexible, constituido en torno a la practica cada vez mas generalizada de la empresa- red. Por dicho termino no entendemos una red de empre- sas, sino una nueva forma de organizaci6n. Lo que estamos observando en la economia (y en buena medida en la socie- dad en su conjunto) es la descentralizacion de las grandes empresas, creando unidades de gestién semi-auténomas; la proliferacién de pequefias y medianas empresas; la forma- cién de redes de cooperaci6n entre pequefas y medianas empresas, entre pequefias entre ellas y entre las grandes entre si, llegando a formarse redes de redes (Ihmai, 1990). Puesto que las alianzas estratégicas entre grandes empresas varian, segtin lineas de producto, tecnologia, mercado o pais, podemos considerar que la nueva estructura del siste- ma econémico esta formada por redes especificas, siempre cambiantes, en un sistema de geometria variable. Por lo cual, en un momento dado y en un lugar concreto, el agen- te econdémico real no es una empresa, en el sentido tradicio- nal del termino, sino un segmento constituido por una red de segmentos de empresas. Es esa forma absolutamente fle- xible y dinamica, pero al mismo tiempo inestable, de activi- dad econémica, la que caracteriza los nuevos procesos de organizacién, gestién y produccién (Piore y Sabel, 1984; Harrison, 1994). Ys6lo ha podido emerger plenamente en este momento historico por la flexibilidad permitida por las nuevas tecnologias de la informacién. 25 LOCAL YGLOBAL, A partir de la transformaci6n tecnologia y organizativa de la nueva economia informacional/global estamos asis- tiendo a una profunda modificacién de las relaciones de trabajo y de la estructura del empleo en todas las sociedades (Soete y Freeman, 1994; Carnoy y Castells, 1996; Castafio, 1994). Pero, en contra de una opinién tan generalizada como desinformada, el nuevo paradigma tecnologico no produce paro. Los resultados de la investigaci6n empirica de los ultimos 10 aos (OCDE, 1994) muestran que la expe- riencia histérica, la teoria econémica, los datos disponibles y las proyecciones mas fiables, permiten rechazar la hipdte- sis simplista sobre la destruccién de empleo por el desarro- ilo tecnolégico actual. Asi, en la OCDE, son las sociedades mas avanzadas tecnolégicamente las que crean mas empleo: en Estados Unidos, en el periodo 1992-1995 se crearon 6 millones de nuevos puestos de trabajo; Jap6n no ha supera- do el 3,2 por ciento de desempleo. Y, en ambos paises, la tasa de crecimiento del empleo més cualificado es muy superior a la del empleo sin calificaci6n (Carnoy y Castells, 1996). El problema del paro estructural es un problema de los paises europeos, fundamentalmente debido a sus politi- cas macroecondémicas excesivamente obsesionadas con los indicadores de convergencia europea y a las rigideces insti- tucionales en el mercado de trabajo y en los mecanismos del Estado del Bienestar. Una economia globalmente inter- dependiente no puede prescindir de un pacto social global. Mas aun, a escala mundial, los nuevos procesos de desarro- Ilo en Asia y América Latina estan creando una ola de indus- trializacion sin precedentes, de forma que el namero de empleos industriales en el conjunto del planeta, pese a la desindutrializaci6n en paises de la OCDE, es el mas alto de la historia: el nimero de empleos industriales en el mundo crecié de 102,9 millones en 1963, a 176,9 millones en 1989 (altimos datos disponibles), o sea en un 72 por ciento en tan solo 26 anos (Wieczorek, 1995), si bien la distribucién geografica del empleo cambié radicalmente, al desplazarse de los paises de la OCDE a los paises de nueva industrializa- cién, sobre todo en Asia. GLOBALIZAGION, INFORMACION ¥ GESTION DE LAS CIUDADES Pero si el nuevo paradigma tecnoldégico, por si mismo, no destruye empleo, si modifica profundamente las condi- ciones del empleo y la forma de organizacién del trabajo. Por un lado, teniendo en cuenta la interdependencia global de la redes de empresas, los sectores abiertos a la competen- cia mundial tienden a aproximar (aunque no a igualar) sus condiciones de trabajo, haciendo que las empresas tiendan a relocalizarse en zonas de menores costos y regulaci6n mas laxa o, alternativamente, a aprovisionarse de productos generados en dichas zonas. Por otro lado, y en todas las sociedades, el nuevo sistema tecnolégico permite y acentia el proceso histérico de desagregaci6n del trabajo en base a un nuevo modelo flexible de relaciones laborales. En efec- to, mientras que la revolucidn industrial consistié en agre- gar la fuerza de trabajo de campesinos expulsados de sus tierras y de artesanos desposeidos de sus medios de produc- cién para formar el sistema social de la fabrica, la actual revolucién tecnoldgica se dirige, al contrario, hacia la indi- vidualizaci6n de las tareas y la fragmentacién del proceso de trabajo, reconstituyendo la unidad del proceso mediante redes de comunicaci6n. Asi, los fendmenos de subcontrata- cién, descentralizacién productiva, aprovisionamiento sub- sidiario, trabajo parcial y a tiempo parcial, empleo por cuenta propia y consultoria, estan teniendo un crecimiento vertiginoso, e incluyen ya entre una cuarta parte y una ter- cera de la fuerza de trabajo en las principales sociedades desarrolladas (Carnoy y Castells, 1996). Aquellas socieda- des, como la espaiiola o la francesa, que resisten a dicha desagregaci6n, lo pagan con un alto nivel de paro. Asi pues, la descentralizacién empresarial y la desagregaci6n del tra- bajo constituyen, por un lado, un proceso extraordinaria- mente flexible y dinamico, permitiendo a la empresa aho- tro de costos y ganancias de competitividad, aunque pueden tener consecuencias negativas sobre la productivi- dad a largo plazo al socavar la acumulaci6n de saber tecno- légico en el seno de la empresa. Al mismo tiempo, sin embargo, este modelo flexible de relaciones laborales pro- voca precariedad en el empleo, socava el Estado del Bienes- 27 Loca YGLOBAL tar, pone en cuesti6n el papel de los sindicatos y, por consi- guiente, induce una crisis estructural de las instituciones en que esta basada, hoy por hoy, la convivencia social en la empresa y en la sociedad (Navarro, 1994). En los paises en proceso de desarrollo, la transformaci6n del trabajo se produce mediante dos mecanismos distintos. Por un lado, la formacién de redes de producci6n indus- trial y de servicios avanzados sin la estabilidad y control social del modelo anterior: la nueva industrializaci6n opera ya segtin las pautas del modelo flexible, desde sus inicios. Por otro lado, la extension del trabajo casual e informal en los nicleos urbanos de un mundo en transformacion. Las nuevas tecnologias permiten articular formas arcaicas de sobreexplotacién local con redes productivas modernas orientadas hacia la competicién global (Portes, Castells y Benton, 1989). La economia informal, vieja y nueva a la vez, es la forma extrema de la flexibilidad que caracteriza las nuevas relaciones productivas en una economia informa- cional, globalizada y polarizada. DIGITALIZAGION DE LA COMUNICACION, POLITICA MEDIATICA Y CRISIS DE LOS ESTADOS NACIONALES Las transformaciones hist6ricas en curso no se limitan a los 4mbitos tecnolégico y econémico: afectan también a la cultura, a la comunicacion y a las instituciones politicas, en un sistema interdependiente de relaciones sociales. Por ser ésta la trama en la que operan las ciudades y sus gobiernos es necesario apuntar las tendencias mas importantes en dichas esferas de la sociedad. La comunicaci6n, y por tanto la cultura, en la sociedad de la informacién esta organizada, desde hace ya algan tiempo, en torno al sistema audiovisual. Pero en los dltimos afios un fendmeno de mayor alcance se ha producido: la creciente digitalizacién de todos los mensajes, audiovisua- les, impresos, interpersonales, que forman un hipertexto globalizado e interactivo. Ello permite el paso de los actuales 28 GLOBALIZACION, INFORMACION Y GESTION DE LAS CIUDADES medios de comunicaci6n de masas a medios de comunica- cién individualizados, segmentados, focalizados a audien- cias especificas, aunque su produccion y control tecnolégi- co y financiero siga teniendo caracteristicas globales. No vivimos en una aldea global, sino en chalecitos individuales mas o menos adosados, globalmente producidos y distribui- dos (Negroponte, 1995; Doyle, 1992). Junto a ello, el extra- ordinario desarrollo de Internet esta multiplicando las fuentes de informaci6n e intercambio horizontal, aunque todavia restringido a una élite mundial de unos treinta millones de personas. Lo mas relevante, por el momento, es que la amplitud y flexibilidad del nuevo sistema de comuni- cacion ha aumentado su capacidad de absorcion de todo tipo de expresiones culturales, sociales y politicas, en un universo digital electrénicamente comunicado y difundido. Como consecuencia de ello, puesto que la cultura es un sistema de comunicaci6n y que nuestra sociedad esta cada vez mas organizada en torno a la producci6n, distribucién y manipulacién de simbolos, el espacio politico ha sido cap- turado, en lo esencial, en el espacio de los medios de comu- nicacién. No es que la politica s6lo opere en los medios de comunicaci6n, pero sf que, en las sociedades democraticas al menos, el proceso politico se decide, esencialmente, en los medios de comunicaci6n (Castells, 1995a). Ello quiere decir que el nivel simbdlico de la politica es mas importante que nunca y que, por tanto, los mensajes deben, ante todo, generar simbolos capaces de recibir apoyo, anclados en per- sonalidades creibles, fiables y, si es posible, carismaticas. Por duro que sea aceptar este hecho para los intelectuales, no son los programas politicos los que deciden la politica. Y por injusto que sea para los gestores, una buena gestién no garantiza el respaldo popular. La politica de la sociedad de la informacién es comunicaci6n simbélica expresada con- flictualmente en el espacio mediatico. Para orientar nuestra exploraci6n sobre el nuevo mundo urbano en gestaci6n, proponemos la hipotesis de que a través del conjunto de transformaciones resenadas, hemos entrado en un nuevo tipo de sociedad que podria denominarse como 29 Local. ¥ GLOBAL «la sociedad de flujos» (Castells, 1996a). Una sociedad en la que la base material de todos los procesos esta hecha de flujos, en la que el poder y la riqueza estan organizados en redes glo- bales por los que circulan flujos de informacién. Dichos flujos son asimétricos y expresan relaciones de poder. Pero atin mas importante que los flujos del poder es el poder de los flujos: Jos flujos financieros, los flujos de tecnologia, los flujos de cre- acién de imagen, los flujos de informacion. La logica de la sociedad de los flujos escapa frecuentemente a sus controla- dores, como saben los gobiernos que luchan por regular los mercados financieros 0 los dirigentes politicos o econémicos traidos y llevados por las campaiias y las conspiraciones cruza- das y contradictorias en los medios de comunicacién. Sin embargo, para poder entender el nuevo juego politi- co, hay que afiadir que no todo en las sociedades actuales son flujos. Hay otra historia, otra dinamica, que se est desa- rrollando, no paralelamente, sino en reacci6n y contradic- ci6n al sistema de flujos globales: la afirmacién de la identi- dad, histérica o reconstruida (Calhoun, 1994; Rubert de Ventés, 1994; Castells, Yazawa y Kiselyova, 1996). La crea- cién y desarrollo en nuestras sociedades de sistemas de sig- nificacién se da cada vez mas en torno a identidades expre- sadas en términos fundamentales. Identidades nacionales, territoriales, regionales, étnicas, religiosas, de género, y, en Ultimo término, identidades personales: el yo como identi- dad irreductible. Al sistema extraordinariamente excluyen- te de la economia global y la sociedad de los flujos se opone la exclusién de lo excluyente: fundamentalismo concreto frente a globalizacién abstracta. En una sociedad en la que el poder y la funcién se organizan en flujos, el significado de la experiencia se organiza en torno a identidades poten- cialmente irreductibles. La emergencia de fundamentalis- mos de todo tipo en nuestra sociedad no es sino el espejo simétrico del vaciamiento progresivo de contenido, de experiencia, de control social, en el espacio de los flujos en los que se expresan las redes de poder global. El resultado de estos procesos contradictorios entre la globalizaci6n tecno-econémica y la especificidad creciente 30 GLOBALIZACION, INFORMACION ¥ GESTION DE LAS CIUDADES de las identidades es la crisis sistémica de los estados nacio- nales. Por un lado, sus competencias no son suficientes para controlar los flujos globales y su organizacién suele ser demasiado rigida para adaptarse a los cambios constantes del sistema mundial. Por otro lado, la pluralidad de identi- dades territoriales y culturales que aspiran a ser representadas por los estados nacionales generan procesos crecientemen- te conflictivos y, en Gltimo término, tienden a deslegitimar la idea de representaci6n nacional. Es mas, cuanto mas cen- tralizado es un estado mas dificil le es establecer un puente entre el sistema global y las distintas culturas y territorios que forman parte de la nacién. En esas condiciones, los gobiernos locales y regionales estan emergiendo, en todo el mundo, como entidades mas flexibles, unidas al terreno de sus identidades, potencialmente capaces de negociar una adaptaci6n continua a la geometria variable de los flujos de poder. La dificultad para los gobiernos locales es sin embar- go, por un lado, su dependencia administrativa y su escasa capacidad de recursos econdmicos; por otro lado, el riesgo de derivar hacia el localismo politico y el tribalismo cultural si la defensa de la identidad se convierte en fundamentalis- mo. La reconstruccién de un estado flexible y dinamico, articulado entre sus diferentes niveles, parece la tnica posi- bilidad historica de superar las tendencias disolventes de la sociedad de la informacién inscritas en la dicotomia entre los flujos de poder y el particularismo de la experiencia, al introducir una nueva perspectiva en la gestién de las ciu- dades. LA GESTION DE LAS CIUDADES EN LA NUEVA ECONOMIA GLOBAL La nueva economia global se articula territorialmente en torno a redes de ciudades (Sassen, 1994). Las ciudades, por su parte, dependen cada vez mas, en sus niveles y modos de vida, de las formas de su articulacién a la econo- mia global. De ahi que la nueva frontera de la gestién urba- na consista en situar a cada ciudad en condiciones de 1 ¥ Local YGLOBAL afrontar la competici6n global de la que depende el bien- estar de sus ciudadanos. Existe sin embargo una vision sim- plista y en ultimo término autodestructiva de los mecanis- mos y objetivos de la competitividad de las ciudades, a saber: la atraccién de inversores a cualquier precio, redu- ciendo impuestos y controles y aceptando salarios mas bajos y menor protecci6n social. Practicada a escala gene- ral, dicha politica genera una espiral descendente de con- diciones de vida y, finalmente, deprime y empobrece todas las economias urbanas, por lo que resulta perjudicial para las empresas. La competitividad bien entendida en la nueva economia informacional global no pasa fundamen- talmente por una reduccién de costos sino por un incre- mento de productividad. Y esa productividad depende, en lo esencial, de tres factores: conectividad, innovacién y fle- xibilidad institucional (Brotchie et alia, 1995). Por conectividad entendemos el vinculo de las ciudades con los circuitos de comunicaci6n, telecomunicaci6n y siste- mas de informacién en los 4mbitos regional, nacional y global. Por innovacién entendemos la capacidad instalada en una determinada ciudad para generar un nuevo conoci- miento, aplicado a actividades econémicas, basado en la capacidad de obtencién y procesamiento de informacion estratégica. Ello implica disponer de recursos humanos ade- cuados, proporcionados por un sistema educativo de cali- dad en los distintos niveles del sistema de educacién. Pero también implica, por un lado, ofrecer una calidad de vida que atraiga o retenga a los grupos profesionales mas educa- dos. Y, por otro lado, construir instituciones de investiga- cin aplicada, ligadas a la vida econémica, con flexibilidad y espiritu empresarial para incorporar en el sistema producti- vo de la ciudad las innovaciones tecnolégicas globales. Por flexilidad institucional entendemos la capacidad interna y la autonomia externa de las instituciones locales para negociar la articulacion de la ciudad con las empresas e instituciones de ambito supra-local. Estas tres condiciones deben ser entendidas en términos relativos al nivel de desarrollo y al contexto institucional en 32 (GLOBAL IZAGION, INFORMACION Y GESTION DE LAS CIUDADES que se encuentra una ciudad determinada. No todas las Areas metropolitanas pueden, ni deben, ser Silicon Valley 0 Yokohama, pero si requieren esa combinacién de infraes- tructura tecnologica, recursos humanos y sistema de ges- tion flexible, sin la cual estaran sometidas a los vaivenes incontrolados, y crecientemente desestabilizadores, de los flujos globales de la economia y la comunicaci6n. En fin, al mismo tiempo que las ciudades se sitian en la economia global, deben también integrar y estructurar a su sociedad local. Sin un anclaje sdlido en los ciudadanos, los gobiernos de las ciudades no tendran la fuerza necesaria para navegar los circuitos globales. En ese sentido, lo local y lo global son complementarios, no antagénicos. Esa inte- gracién social requiere mecanismos politicos democratiza- dos, basados en la descentralizacién, administrativa y en la participacion ciudadana en la gestién municipal (Borja, 1988). Pero también exige una politica econédmica local, por ejemplo manteniendo un sector de empleo en torno a servicios piblicos y paraptiblicos, independientes de la competencia global. La fiscalidad local debe adecuarse a este objetivo, gravando la actividad econdémica en el territo- rio local sin exceso, pero con cuantia suficiente como para asegurar la integracién social de la poblacién local y las con- diciones de productividad genérica del sistema urbano de las que se benefician las empresas. Los controles econdmi- cos, sociales y medioambientales que deben ejercer los gobiernos locales no pueden desarrollarse de forma aislada en un contexto de interdependencia econdmica global. Los municipios deben actuar mancomunadamente a escala nacional e internacional. Para ello hacen falta condiciones tecnoldgicas, institucionales y politicas. Desde el punto de vista tecnolégico es necesario ir estableciendo sistemas de informacién a partir de bancos de datos intermunicipa- les, con acceso on line permanente y capacidad intelectiva en tiempo real. Institucionalmente, las asociaciones de ciu- dades y gobiernos municipales deben abandonar su langui- da existencia de relaciones protocolarias para convertirse en redes dinamicas y activas, con maquinas administrativas 33

You might also like