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Maestrante:
Soc. María Isabel de la Victoria S
C.I. No V-12.802.162
Profesora: Vilma Vargas
Las funciones del Estado son todas aquellas actividades que los
gobernantes ejercen para crear, organizar y asegurar el funcionamiento
interrumpido de los servicios públicos. En el preámbulo de la Constitución de la
republica bolivariana de Venezuela de 1999, entre los valores que debe
consolidar el Estado se consagra el bien común el cual se logra en parte,
mediante una adecuada creación y prestación interrumpida de los servicios
públicos. A partir de allí, se desgaja que los "servicios públicos" son las
actividades asumidas por órganos o entidades públicas o privadas, creados por
la constitución o por Ley, para dar satisfacción en forma regular y continua a
cierta categoría de necesidades de interés general, bien sea en forma directa,
mediante concesionario o, a través de cualquier otro medio legal, con sujeción
a un régimen de derecho Público o Privado, según corresponda.
8. Las demás que les atribuya la Constitución y la ley. Las actuaciones que
corresponden al Municipio en la materia de su competencia no menoscaban las
competencias nacionales o estadales que se definan en la ley conforme a la
Constitución.
Artículo 142. . (CRBV 2009) Los institutos autónomos sólo podrán crearse por
ley. Tales instituciones, así como los intereses públicos en corporaciones o
entidades de cualquier naturaleza, estarán sujetos al control del Estado, en la
forma que la ley establezca.
No fue sino hasta el primer cuarto del siglo XX cuando la Iglesia Católica
codificó por vez primera su legislación en el llamado Código de Derecho
Canónico. Fue promulgado en 1917. Sobre los cementerios el Código se refiere
de la siguiente forma:
En primer lugar se prescribe que los cuerpos de los fieles difuntos han
de sepultarse, reprobada la cremación. La sepultura eclesiástica consiste en el
traslado del cadáver a la iglesia, en los ritos exequiales y en inhumación del
mismo en el lugar legítimamente destinado para la sepultura de los fieles
creyentes a continuación se indica que los cadáveres de los fieles deben ser
sepultados en un cementerio bendecido. En las iglesias sólo se sepultarán los
cadáveres de los obispos, abades o prelados.
Sin duda el asilo más seguro para dar descanso a las preciosas reliquias
de los mártires, fueron las catacumbas, lugares sombríos, bajo tierra, a manera
de minas o intrincadas galerías a donde acudían los cristianos para celebrar los
misterios de su religión.
Etimología: el vocablo cementerio proviene del latín coemeterium, que a
su vez procede del griego koimeterion, lugar de reposo, derivado de koimain,
dormir. Hace referencia, pues, al lugar destinado exclusivamente para dar
sepultura a los cadáveres. Esta palabra se aplicaba en los comienzos a los
sitios sepulcrales de los judíos y cristianos, en sintonía con la creencia de la
resurrección de los muertos. De allí que se denominara lugar de dormición,
cementerio. Esta palabra fue usada por vez primera por el escritor nor africano
del siglo II, Tertuliano. Por supuesto que en las culturas prejudaicas y
precristianas existían lugares de enterramientos comunes. Eran las necrópolis,
del griego nekros, muerto y polis, ciudad. En arqueología, el término designa
los grandes cementerios de la antigüedad. Un repaso por las diversas culturas
antiguas dan cuenta de la forma como trataban a los cadáveres.
En muchas de las lápidas se grababa el nombre de los mártires
enterrados y el género de martirio a que fueron sometidos, por medio de
símbolos o señales especiales.
Entre los judíos era un acto religioso construir cerca de las sepulturas de
quienes habían muerto santamente, sinagogas u oratorios donde se reunían
para orar.
Esto significa, según las cifras aportadas por Franco, que sólo dos
individuos se encargan de salvaguardar casi 160 mil bóvedas que hay en el
Corazón de Jesús, repartidas en dos áreas: 73.485 en el lado derecho y 86.417
en el izquierdo.
Por tal razón desde 2001 no hay terrenos disponibles para sepultar a
más cadáveres, excepto que sean donados por los familiares para practicar la
exhumación e inhumar al otro.
Jorge Enrique se dedica a barrer, cortar el monte, y lavar las tumbas por
un costo de 10 a 20 bolívares, que depende del grado de mugre que tenga el
sepulcro. Y destaca que las mejores fechas para desempeñarse en esta
actividad son el Día del Padre, madre o muertos, cuando ha logrado recaudar
hasta Bs.F 300.
Por otro lado están quienes ven las parcelas en el cementerio como un
comercio más, dado que anuncian a través de diversas vías la venta de sus
terrenos. Esto se evidencia incluso por medio de Internet, donde hay ofertas
que indican que en el Corazón de Jesús se ofertan “dos parcelas, de dos
puestos cada una, es decir para cuatro cadáveres, a un costo de Bs.F 14.500”.
El precio varía de acuerdo al material con que esté hecho el panteón,
que puede ser de cerámica, mármol u otro componente.
Pozo donde los visitantes toman el agua
Tumba en honor a un niño fallecido
En cuanto al ‘El Cuadrado’, que data del año 1873 y se encuentra al final
de la avenida Las Delicias, dejó de funcionar desde hace más de 10 años.
Aunque fue el primer camposanto que existió en Maracaibo, su administración
era privada.
1.- Vista la importancia del problema actual del Cementerio Corazón de Jesús
se propicia la urgencia, de intervención del municipio más todos los entes en el
ámbito de la ciudad.
CONCLUSIONES.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS.