sentido, la obediencia de la igle
a Dios y a su Espiritu esta amena-
zada cuando a un sacerdote, que
predica el auténtico mensaje de los
profetas y del evangelio, se le acusa
de inferirse en politica. Y, si son las
autoridades eclesiales las que le
censuran asi, éstas debieran refle-
xionar sobre cudles son los antece-
dentes en la biblia y sobre quiénes,
entre sus contemporéneos, se ale
grarin mas por desvirtuar todo
radicalismo.
Epilogo
Haciendo balance de lo dicho, en
primer lugar sugerf que este tema
podia ser abordado con mayor
objetividad si, en vez de “sacerdo-
utilizabamos el término
inisterio de los ordenados”. Con
ello he pretendido decir que el
término “sacerdocio” es slo una
metafora que fue adoptada por el
autor de la carta a los Hebreos para
expresar su concepcién del signifi-
cadode la muerte de Jestis (Hb 7,14;
84). En el resto del NT. esta
metafora se aplica al nuevo pueblo
de Dios. La aj
metéfora al ministerio del orden
Tradujo y condensé: CARLES
100 Robert Murray
aparece, por primera vez, en la
primera carta de Clemente aunque
tal extension de la metéfora cs
presentadaa modode analogia. Con
el desarrollo del poder y esplendor
de la clerecfa, el sentido original de
esta metéfora se fue oscureciendo
en detrimento del equilibrio funda-
mental de la naturaleza verdadera
del ministerio cristiano; es decir,
minimizando el carécter profético
del ministerio y aislando a los
ministros ordenados del conjunto
del pueblo de Dios.
Con todo ello, no he pretendido
en modo alguno socavar la realidad
del poder divino que opera en
nosotros y que, tradicionalmente,
denominamos “sacerdocio”. Si
alguien opina lo contrario quizas es
porque piensa que las metaforas
dicen menos verdad que las nomi:
naciones ordinarias de las cosas
coneretas. Pero en las realidades
més importantes de la vida sucede
todo lo conirario. Lo importante es
saber utilizar el lenguaje simbélico
y metaforico de forma adecuada,
Solo entonces podremos tener bien
asentadas nuestras bases teolégi
cas
MARCET
4
WALTER KASPER
VOCACION Y MISION DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA
Y EN EL MUNDO
a
.
ran su misiOn, consubstancial a Ta esencia de la iglesia. Pero en el
presente esta misi6n ha cobrado una significacidn especial. Lajustificacion
de esta tesis no radica en fendmenos como la escasez de sacerdotes, ef
creciente significado de la corresponsabilidad y de la incidencia en el
mundo, ni tan siquiera en el postulado de la democratizacidn de ta iglesia,
‘que son factores externos. La explicacién reside en que la iglesia ha tomado
‘mayor conciencia de sf misma y de su misidn en este mundo. Tanto este
proceso como eliiltimovoncitio han de ser vistos como signosde laactividad
del Espiritu de Dios en nuestro tiempo, Por ello el autor @flaMonaqit
Se 1 snfcado de tos laicos hoy en ta iglesia.
Berufiung und Sendung des Laien in Kirche und Welt. Geschichtliche und
lmetoche Perspetrven, Stimmen det Zeit, 205 (1987) 579-593
Deberfamos preguntarnos si
hemos entendido realmente los
signos del Espiritu. Pues si fuera ast
no serfan comprensibles el descon-
tento y Ia critica, en especial por
parte de las mujeres, ni serfa nece-
sario un sfnodo episcopal sobre este
tema, De cualquier forma,
ccion entre clérigos y laicos no se ha
resuelto satisfactoriamente a pesar
del concilio y del progreso en el
nuevo derecho canénico.
El problema empieza con la
epg eeieticorgae Imente un Taico
es una persona que no tiene nocién
de una cosa. Este sentido pey’
i scnaue, Bi
Posteriormente los laicos fueron
designados, negativamente, como
los no elét :
‘Los laicos son miembros
Dpasivos, no sujetos responsables.
No en vano se ha propuesto la
posibilidad de desestimar el térmi-
To equivoco laico y hacerlo desa-
parecer de nuestro vocabulario
religioso.
101po =mlembr del puro de
quiere_dotar_al_término
de un
adecuado y de un sentido cristiano
hay que acudiral sentido originario
yy biblico d Enel AT,
laos ia
sino}
contraposi a Tes meas
i es
‘aay Taiz.
y digna para en
fos que, tras el bautizo, son “linaje
clegido, sacerdocio real, nacion
santa, pueblo adquirido” (1 P. 2,9).
En esta acepcion genrien
‘ae ‘aa di los -
‘or tanto, la linea de separacién
notranscurre entre clérigos y laicos,
sino entre cristianos y no cristianos,
La igualdad fundamental de todos
loscreyentes y bautizadoses previa
a las diferenciaciones posteriores,
La gran obra del concilio Vatica-
noll volviGadestacareste elemento
comtinque une atodos os ritianos.
Para elle
incluy6
sobre el pueblo de se
antes de los capitulos sobre la
jerarquia y los laicos, en el que se
trata_de
ast como de su participacion en el
sacerdocio comin de todos los
bautizados y en el ministerio pro-
fético, sacerdotal y real de Jesucri-
to. De manera parecida se incluye
un capftulo sobre la vocacién de
todos los cristianos a la santidad,
antes del capitulo sobre los religio-
sos.
Desde un principio Ia iglesia se
constituy6 como un todo estructu-
rado que se componia de una gran
variedad y riqueza de carismas,
ministerio’ y servicios. La iglesia y
sus comunidades se autoconcibie-
ron, desde su inicio, como un solo
cuerpo, en el que cada 6rgano tenia
una totalidad estructurada y dife-
renciada, una realidad viva de
comunién.
La doctrina biblica de un sacer-
docio y responsabilidad coman a
102 Walter Kasper
todos los bautizados se articula en
especial a partir de 1 P 2,5.9-10 y
de Ap 1,6; 5,10. Encuentra un eco
importante en tiempo de los Padres
‘que se prolonga hasta la escoldstica
tarda. Segdin san Ireneo todos los
justos poseen rango sacerdotal.
Esto mismo se refleja en la liturgia,
donde la comunidad entera es
denominada plebs sancta, y en el
Criséstomo, donde es designada
como plenitud sacerdotal del obis-
po. Segiin los Padres, la alta esco-
lastica e, incluso, el concilio de
Trento, en conjunto, los creyentes
son los que sacrifican y consagran
a través del servicio del sacerdote.
A partir de la interpretacién de Mt
16,19 Agustin pudo escribir que la
iglesia en conjunto tenfa la lave del
reino de los cielos. San Cipriano
creia que no debja suceder nada en
la iglesia sin el consentimierito de
todo el pueblo. Esta corresponsabi-
lidad de los laicos en la iglesia
antigua queda patente, ante todo, en
la elecci6n de los ministros y en el
papel que jugaban los laicos en los
concilios. La fundamentacién teo-
logica viene dada porla uncién, por
medio del Espiritu Santo, que todos
han recibido, y la doctrina del
“pirrehibiotaeta ateeencte
En el transcurso de la historia de
la teologia y de la i i
(Gea i ie
el sacerdocio comin de todos los
creyentes no s6lo no fueron desa-
rrollados, sino también, a menudo,
ignorados e, incluso, olvidados.
Una serie de factores juegan un
papel muy importante. El_mas
es el introducido por
consecuencia de ello las masas
entraron a formar parte de Ia iglesia
clérigos superiores se convirtieron
en una clase poderosa, la mayorfa
de los laicos, en cambio, en el
pueblo “sencillo”. Ademas en la
temprana edad media los clérigos
recibieron el privilegio de la forma-
cin, De esta forma, carisma_y
poder se confundieron, a menudo,
de manera funesta.
La protesta de los monjes pronto
se erigié contra esta secularizacién
aburguesamiento de la iglesia
fos Tos obispos
antigua, todos
lesia de oriente
yoccidente surgieron de los monas-
ierios que influyeron asi, decisiva-
esia. Naturalmente
que constantemente se
hallaba en peligro de seculariza-
cién.
Sobre todo a partir de la reforma
gregoriana y de la contienda de las,
investiduras dels. XI se intent6
diferenciar nitidamente entre los
la diferenciacién originaria entre
cristianos y no cristianos, iglesia y
mundo, fue trasladada a la misma
cristiandad.
fatal en el
del imperio, tomando parte en sus
privilegios. La diferenciacién teo-
logica inherente a la iglesia entre
clérigos y laicos se convirtié en una
diferenciacién sociolégica; los
iubiera sido totalmente inconcebi-
ble.
a
Los laicos en la iglesia y en el mundo 103afirmacién hace referencia a las
desavenencias politicas entre el
papa y el emperador o el rey de
Francia, pero muestra una tenden-
cia peligrosa. Conflictos parecidos
se sucedieron en numerosas ciuda-
des episcopales, donde los obispos
principes dirigian a menudo bata-
Has contra los ciudadanos crist
nos.
Este trasfondo nos permite
comprender mejor el surgimiento
de movimientos laicos anticlerica-
les ya en la temprana edad media
Y que posteriormente cobraron
importancia en la edad modema.
pretensiones clericales eran politi-
cas, teolégicas y econémicas; por
ello los movimientos laicos no sélo
pusieron en tela de juicio las exi-
gencias politicas, sino también las
teolégicas. Ello llevé a que la
teologia, desde el IV concilio de
Letrén (1215) hasta el concilio de
Trento, defendiera unilateralmente
la posici6n de los ministerios en la
iglesia en contra de los reformado-
res, con lo cual tales constataciones
teoldgicas fueron concebidas erré-
neamente en la prictica como
instrumentos ideolégicos para
conquistar posiciones de poder
terrenal. Bajo estas condiciones
lesia, en contra
osicion a la eclesiologia de comu-
ni6n de la sagrada escritura y de la
iglesia antigua.
Eiken
Naturalmente también hay ejem-
plos destacables de obispos y sacer-
104 Walter Kasper
dotes que eran buenos pastores de
su rebafio. Ademas ya en la piedad
de la tardia edad media, en la
“devolucién moderna”, se fue
configurado una piedad marcada-
‘moderna Ta visiGn pos
tiva de los laicos empieza a abrirse
paso. A ello contribuyen la secula-
Fizaci6n tras la revoluci6n francesa
yel desmoronamiento de ta cultura
‘occidental con su orden eclesioim-
perial
GBB. Va nocraposiblequeelclero
Tepresentase la presencia de los
fianos en el mundo; en nume-
rosos paises esta presencia fue
fuertemente combatida: pensemos
en las revueltas de Colonia, el
conflicto entre Ia iglesia y el estado
del. XIX. la persecuciGn de la
iglesia _en
rado por las situaciones que se
daban en Italia, ¥ su idea principal
—"participacién de los laicos en el
apostolado jerirquico”—contenia,
ademés, el peligro de que los laicos
continuasen siendo una prolonga-
cién del clero. De todas formas se
habia dado un paso muy importan-
te.
En el perfodo de entreguerras
Fueron dos ideas, sobre todo, las
jue fueron subrayadas:
Propias raices en ef bautismo, la
confirmacién y el matrimonio (en
el_campo de la familia).
‘su propia Tegitimidad,
que ha de ser conocida y respetada,
si se las quiere configurar cristia-
namente. Aqui son los laicos los
expertos. Esta tendencia acaba con
a antigua suposicién de que se
podfan derivar directamente de la fe
hormas coneretas de comporta-
miento secular. Contra este totali-
tarismo teol6gico se opuso la propia
competencia y responsabilidad de
Jos laicos en ios asuntos seculares
"on effo queda claro que, por
dolorosa que fuera, la seculariza-
cién de la edad moderna tuvo un
eminente significado positivo para
Iniglesia, quedando asi liberada de
un lastre hist6rico y de implicacio-
nes terrenales para poder realizar
asf su auténtica misiOn en y para el
mundo.
El concilio Vaticano TI y sus
afirmaciones sobre la misién de los
laicos y sobre la libertad de religion
han de ser entendidos bajo las
perspectivas anteriores. Este conci
lio significa el final de la época
constantiniana de la historia de la
iglesia. Una ruptura de este tipo no
es posible sin dolor; algunas crisis,
de la iglesia postconciliar son fruto
de esta situacién. No podemos
contemplar la situacién actual
como catastréfica, sino como naci-
miento esperanzador de una nueva
figura de la iglesia.
‘Como ides
una,
figura bfblica y de la antigua igle-
e confirma que Tos Taicos son
cereyentes, que pertenecen al pueblo
de Dios y son coparticipes en la
misi6r, de todo el pueblo de Dios.
Por consiguiente,
ia debe pe en los
consejos pastorales, diocesanos y,
segiin el nuevo derecho canénico,
también en los sinodos.
Por otro lado, sin embargo, el
concilio no nivelé las diferencias
entre clérigos y laicos. El sacerdo-
cio especial no es una intensifica-
cién del sacerdocio comiin, Si asi
fuera, los clérigos serian «1
mejores y mas complet
urelmente no es asi
Conscientemente el concilio no
Los laicos en Ia iglesia y en el mundo 105sino que se confor-
cardcter secular es propio de los
laicos, ellos llevan a cabo su mision
rmersos enel mundo. Naturalmen-
te también los clérigos viven en el
mundo, pero su misién cristiana no
‘std unida directamente a la confor-
macién de las relaciones que se dan
en el mundo. En contrapartida para
los laicos, tras el concilio, la exis-
tencia mundana no es una conce-
i6n a la debilidad de los hombres,
sino que comporta un llamamiento
especitico. Los laicos deben ocu-
parse en buscar el reino de Dios en
la administracién y regulacion de
las cosas temporales, para asi,
dirigidos por el espiritu del evan-
gelio, contribuira laevangelizacién
del mundo desde su mismo corazén.
Los pastores deben procurar “luz y
fuerza” a los laicos, pero no en
forma de tutelaje, sino respetando
su libertad crstana y escuchndo-
les.
En el seno de la comunidad
cristiana hay diferentes llamamien-
10s y misiones. En este punto radica
la diferencia especifica de los lai-
cos. No tiene por encima ningtin
ministerio en su Iamamiento. y
misi6n especificos, sino que esta a
su servicio acompaifandolos. El
concilio ha determinado la existen-
cia de una relacién fraternal entre
sacerdotes y laicos, Este es un ideal
de eclesiologia de comunién y de
corresponsabilidad que atin no
Gorresponde del todo con la reali-
a
La discusi6n sobre la posicién de
los laicos en laiglesia y enel mundo
noha permanecido inalterada desde
el altimo concilio.
A finales de los sesenta y prin-
cipios de los setenta la seculariza-
cciGn y la emancipacién recibieron
un ntievo impulso en occidente, asi
como la democratizacién de todos
os mbitos de la vida. Ello produjo,
Por un lado, un crisis en la concep-
cién del ministerio eclesial y una
cierta nivelaci6n de sacerdotes y
laicos y, por otra parte, como reac-
cién, una acentuaci6n excesiva de
las diferencias sin tener en ci
enel servicio salvificoespecitfico de
la iglesia sdlo podfa concebirse en
forma de nuevos ministerios ecle-
siales.
Algunos teélogos opinaban que
ladistinci6n conciliarentre clérigos
y laicos debia abandonarse en favor
de la aceptacién de una variedad de
carismas y ministerios.
La relacién existente entre el
servicio secular y el salvffico nos
los puntos mas
ivos en la actualidad.
‘Ya antes del concilio la teologia
habfa superado la relacién dualis
tica y extrinseca entre iglesia y
Participaci6n de los laicos
106 Walter Kasper
mundo, entre nat
Adem
El mundo se halla orientado hacia
la gracia; el mensaje de la salvacién
y de la gracia es la la
finalidad del mundo.
De lo dicho se
secuencias. En
tues, dado que Ia iglesia cs, por su
esencia, iglesia “en” y “para” el
mundo, el servicio del laico al
mundo tiene una dimensién ecle-
sial, Este servicio permite que las
cuestiones y necesidades, a la vez
que las riquezas y experiencias
espirituales y culturales del mundo
estén presentes y enriquezcan la
iglesia. A su vez los laicos han de
hacer presente en el mundo el
mensaje y la realidad salvifica del
cristianismo. Por medio de ellos se
debe llegar a una interpenetracién
de iglesia y cultura, a una especie
de encarnacién del cristianismo ¢1
nuestro mundo actual. Por ‘ano
i | mundo part
2. Convertir a los laicos en
clérigos de segundo orden?
En segundo lugar, a partir de esta
situacién fundamental del laico en
larelacién iglesia-mundo, lamisi6n
a la cuesti6n intraeclesial de los
“nuevos ministerios de los laicos”
en la iglesia (p. ej. los de aquéllos
que trabajan con dedicacién plena
en ella). Estos son importantes para
la consecuci6n del cometido pasto-
ral de Ja iglesia, pero no deben
cegamos ante la labor primaria del
laico en los diferentes Ambitos de
la familia, el trabajo, la ciencia, la
economia, la cultura, la politica.
‘Actuelmente hay una forma nueva
de huida del mundo: situar la tarea
del Izico sobre todo dentro de la
igle
Pero no es bueno que esquema-
ticemos demasiado. Hoy, al igual
que en los tiempos originarios de la
iglesia, hay numerosos laicos dis-
puestos a participar activamente en
cl Ambito mas estrecho de la iglesia
y asumir determinados servicios
pastorales. La iglesia ha tenido en
cuenta esta evolucién y a rafz de la
correspondiente prescripcién del
concilio ha acuftado en el nuevo
derecho candnico un concepto de
ministerio que recoge tanto los
ministerios que se transmiten por la
ordenacién sacramental como los
‘nuevos ministerios pastorales de los
laicos
Entre ellos encontramos servi-
cios litirgicos como los de acélitos
y lectores, distribuidores de la
‘comunién, cantores. Cabe destacar
alos catequistas en las misiones y,
‘entre nosotros, a los catequistas y
profesores de religién. En los paises
germanoparlantes encontramos,
ademés, a los asistentes pastorales
y alos responsables de los servicios
caritativos, También existe el
ministerio del animador de peque-
fios grupos, el encargado de las
celebraciones de la Palabra y de las
de los laicos no debe ser reducida
liturgias dominicales sin sacerdote,
Los laicos en la iglesia y en el mundo 107as{_como los responsables de
comunidades sin sacerdotes. Por
tiltimo también hay responsables de
Tiene un significado fundamen-
tal el que estos nuevos ministerios
laicos posean una base sacramental
enlaconfirmacién y en el bautismo,
por ello no es posible hablar de una
escisién del sacramento del orden.
Estos ministerios no son un mal
necesario por el redueido nimero
de sacerdotes. Son unacontribucién
Positiva y un signo de que el ser-
vicio secular y el salvifico no son
dos dmbitos hermeéticamente cerra-
dos. A través de estos ministerios
la actividad pastoral de la iglesia
debe ser més rica en contenido de
“mundo”. Por otra parte, los laicos
no pueden prescindir de los sacer.
dotes, para los que la vida terrena
no es extraia, sino que se han
comprometido personalmente en
el
Esta incidencia reciproca al ser-
vicio de un testimonio mas activo
delevangeliose muestra también en
otro fenémeno actual: los institutos
seculares. Sus miembros viven
segtin principios evangélicos, pero
lo hacen en medio del mundo y
participando en una profesién laica,
La vida en las Grdenes y fa vida en
elmundo forman parte de una: nueva
sintesis, sin que por ello desaparez-
ca la distincién entre clérigos y
laicos. A través de la aceptacion de
los nuevos ministerios tiene lugar
una estrecha colaboracién. entre
-clérigos y laicos, sin que por ello
los nuevos titulares, 'seconviertanen
clérigos. Clericalizar los ministe-
rios no serviria de nada, tan sélo
suprimiria su relativa autonomi
108 Walter Kasper
3. La posicion de la mujer en la
iglesia
Una tercera_problemética se
desprende del tiltimo concilio: la
Posicion de la mujer en la iglesia.
El hecho de que atin deba hablarse
expresamente de las mujeres y sus
tareas indica que su ro/ eclesial atin
no es evidente, Ya Juan XXIII en
su enefclica Pacem in terris incluia
la participacin de la mujer en la
vida publica como uno de los signos
del_ momento. Esta conciencia
Social distinta tiene, naturalmente,
Consecuencias para la iglesia de
hoy. El problema an s6lo fue
insinuado por el concilio; desde
entonces se ha convertido en uno de
los problemas pastorales mas can-
denies,
‘Vamos a tratar esta cuestién en la
medida en que afecta a la posicién
de la mujer como laica. En la igle-
sia, en el dmbito de los laicos, las
mujeres no solo son equiparadas
‘canénicamente” a los hombres,
sino que, pricticamente, son valo.
tadas por un igual, Esto no tien
nada que ver con “igualitarismo
Hombres y mujeres no son iguales,
ero poseen la misma condicién y
dignidad. Esta diferencia explica la
atraccién y tensién existentes entre
sexos, Esto debe conducir a una
relacién fraternal entre los hombres
y las mujeres.
No hay ninguna razén teol6gica
Por la que las mujeres no puedan
acceder a puestos directivos en la
formaci6n religiosa de adultos, en
teologia, en la administracion ecle-
sial 0 en trabajos caritativos.
El hecho de que se de una situa-
cin insatisfactoria perjudica espe-
Cialmente a la iglesia. Las mujeres
podrian aportar sus propias expe-
riencias y dones a la iglesia, con lo
que ésta se enriqueceria notable-
mente. El futuro de la iglesia va a
depender de la disposicién de las
mujeres para colaborar, pero tam-
bién de la disposicién de la iglesia
a acepiarlas,
IV, ESPIRITUALIDAD DE LOS LAICOS
1. Una espiritualidad de Ia vida
entera: opcién por Dios y por los
demés
Cuando los Padres de la iglesia
hablan del servicio sacerdotal de
todos los creyentes, estén hablando
del culto de la vida cristiana que
consiste en la opcién por Dios y por
l otro, Esta autoenirega llega a su
grado méximoenel ofrecimiento de
la vida en el martirio, Tomés de
Aquino resume la tradicién patris-
tica, Entiende el cardcter sacramen-
tal del bautismo y de la confirma-
cién como participacién del sacer-
docio de Jesucristo y como depu-
tacién para el culto. Por culto no
entiende un rito externo, sino el rito
de la vida cristiana, Pues, como la
iglesia en conjunto, tampoco los
Iaicos inciden en primera instancia
por lo que dicen y hacen, sino por
To que son y viven,
«Cémo ¢s, pues, concretamente,
la espiritualidad de los laicos? La
spiritualidad laica comporta Io
mismo que cualquier espiritualidad
cristiana: oracién personal, conver-
sién diaria, celebracién de la euca-
ristia, Pero serd, especialmente, una
espiritualidad abierta al mundo. Su
divisa es: encontrar a Dios en todas
las cosas: alegrarse de lo que Dios
nos hha dado y dar gracias por ello;
suftir con los necesitados. La sol
daridad con los pobres y persegui
doses una caracteristica importante
de la espiritualidad secular cristia-
2. Espiritu de libertad cristiana y
discernimiento
A esio se afiade el espiritu de la
libertad cristiana, El laico esté en el
punto critico de contacto entre una
Tealidad mundana y una realidad
salvifica con todas Tas tensiones y
conflicios que clio conlleva. Se
exige una existencia cristiana en la
tensién entre diflogo y martirio,
entrega al mundo y contratestimo-
bajo la sefial de la cruz. El justo
discernimiento de los espiritus no
es siempre facil. A menudo el
tiano se acomodard, pero nadie
puede sustraerle su propia decision.
Al convario, tiene que haber en la
iglesia mucho mas espacio para la
tolerancia, el respeto y el estimulo
para tales decisiones. La mejor
ayuda que puede ofrecer la iglesia
en estos casos es la oferta de una
formacién cualificada de Ia fe y de
la conciencia,
3. Espiritualidad de comunién
Finalmente una tercera cosa,
Tertuliano dijo una vez: “Un eris-
tiano noes cristiano”. Se es cristia-
‘RO junto a otros formando parte de
Ja gran comunién de los santos, La
‘comunién necesita de la comunica-
cién, Esia se da de modo diferente
en grupos, equipos de matrimonios
y de amigos, asociaciones, aunque
la célula mas importante sigue
siendo Ie familia. Actualmente los
na,
Los
movimiento espirituales y las
icos en la ighesia y en el mundo 109comunidades de base desempefian
tun papel muy importante. Ambos
representan una esperanza para la
iglesia. A pesar de que su configu-
racién concreta atin conlleva pro-
blemas, representan importantes
sefiales del espiritu de Dios, son
signos de la configuracién’ que
comienza a tomar el apostolado de
los laicos
Lo que significan las comunida-
des de base lo experimenté por
primera vez.en barrios de chabolas
en Lima y después en Africa. Es
fécil malimerpretar estas comuni-
dades y creer que son células revo-
lucionarias. Normalmente estos
cristianos se rednen sin sacerdote
para leer la palabra de Dios, orar,
cantar, preparar los oficios, para
asesorarse sobre cuestiones huma-
nas que les afectan. Aqut la respon
sabilidad y la actividad de los laicos
es impresionante. Aquf revive la
iglesia como comunién,
Serfa ingenuo pensar que tales
formas son exportables a Europa.
Europa debe encontrarse a s{ mis-
ma, eso sf, prestando atencién a las
nuevas iglesias. Esto s6lo es posible
en la medida en que encuentre y
reactive sus rafces cristianas. Euro-
pac grande gracias a la sintesis de
la fe cristiana con las. culturas
paganas. Esta sintesis se ha seguido
atomizando en los procesos de
secularizacién y emancipacién. La
Tenovacién no sera posible sin una
nueva evangelizacién y conversion,
Estapenetracién del espiritu cristia-
no en nuestra civilizacién es cosa
de los laicos. En ellos reposa la
responsabilidad del futuro de la
iglesia en esta parte del mundo. Por
50 ha llegado la hora de los laicos.
Esunmomento de nuevas y grandes
esperanzas,
‘Tradujo y condens6: JUAN JOSE PRIEGO.
La historia del segundo milenio es 1a de un progresivo crecimiento de
los elementos institucionales de la iglesia y de su importancia dogmatica y,
ya al menos desde el cardenal Belarmino, Ia sumisiOn al papa entra en ia
definicién dogmatica de la iglesia para suftir luego un proceso de hipertrofia
que ha "papalizado" a la iglesia. Es evidente que en la iglesia catélica la
necesaria mediacién institucional ha cobrado un papel desmesurado y, dentro
della el primado el que se ba convertido en la pedra de hoveda de esta
“desmesura” institucional
JA. ESTRADA, Del misterio de la iglesia al pueblo de Dios, p. 206
110 Walter Kasper
CARLOS PALACIO
LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA
El origen del articulo es una conferencia pronunciada en una asamblea
de superiores mayores de la Conferencia de religiosos del Brasil. El autor
es consciente de las dificultades que se Je presentan. ;Cémo hablar de
1a autoridad a los superiores mayores?