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sentido, la obediencia de la igle a Dios y a su Espiritu esta amena- zada cuando a un sacerdote, que predica el auténtico mensaje de los profetas y del evangelio, se le acusa de inferirse en politica. Y, si son las autoridades eclesiales las que le censuran asi, éstas debieran refle- xionar sobre cudles son los antece- dentes en la biblia y sobre quiénes, entre sus contemporéneos, se ale grarin mas por desvirtuar todo radicalismo. Epilogo Haciendo balance de lo dicho, en primer lugar sugerf que este tema podia ser abordado con mayor objetividad si, en vez de “sacerdo- utilizabamos el término inisterio de los ordenados”. Con ello he pretendido decir que el término “sacerdocio” es slo una metafora que fue adoptada por el autor de la carta a los Hebreos para expresar su concepcién del signifi- cadode la muerte de Jestis (Hb 7,14; 84). En el resto del NT. esta metafora se aplica al nuevo pueblo de Dios. La aj metéfora al ministerio del orden Tradujo y condensé: CARLES 100 Robert Murray aparece, por primera vez, en la primera carta de Clemente aunque tal extension de la metéfora cs presentadaa modode analogia. Con el desarrollo del poder y esplendor de la clerecfa, el sentido original de esta metéfora se fue oscureciendo en detrimento del equilibrio funda- mental de la naturaleza verdadera del ministerio cristiano; es decir, minimizando el carécter profético del ministerio y aislando a los ministros ordenados del conjunto del pueblo de Dios. Con todo ello, no he pretendido en modo alguno socavar la realidad del poder divino que opera en nosotros y que, tradicionalmente, denominamos “sacerdocio”. Si alguien opina lo contrario quizas es porque piensa que las metaforas dicen menos verdad que las nomi: naciones ordinarias de las cosas coneretas. Pero en las realidades més importantes de la vida sucede todo lo conirario. Lo importante es saber utilizar el lenguaje simbélico y metaforico de forma adecuada, Solo entonces podremos tener bien asentadas nuestras bases teolégi cas MARCET 4 WALTER KASPER VOCACION Y MISION DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO a . ran su misiOn, consubstancial a Ta esencia de la iglesia. Pero en el presente esta misi6n ha cobrado una significacidn especial. Lajustificacion de esta tesis no radica en fendmenos como la escasez de sacerdotes, ef creciente significado de la corresponsabilidad y de la incidencia en el mundo, ni tan siquiera en el postulado de la democratizacidn de ta iglesia, ‘que son factores externos. La explicacién reside en que la iglesia ha tomado ‘mayor conciencia de sf misma y de su misidn en este mundo. Tanto este proceso como eliiltimovoncitio han de ser vistos como signosde laactividad del Espiritu de Dios en nuestro tiempo, Por ello el autor @flaMonaqit Se 1 snfcado de tos laicos hoy en ta iglesia. Berufiung und Sendung des Laien in Kirche und Welt. Geschichtliche und lmetoche Perspetrven, Stimmen det Zeit, 205 (1987) 579-593 Deberfamos preguntarnos si hemos entendido realmente los signos del Espiritu. Pues si fuera ast no serfan comprensibles el descon- tento y Ia critica, en especial por parte de las mujeres, ni serfa nece- sario un sfnodo episcopal sobre este tema, De cualquier forma, ccion entre clérigos y laicos no se ha resuelto satisfactoriamente a pesar del concilio y del progreso en el nuevo derecho canénico. El problema empieza con la epg eeieticorgae Imente un Taico es una persona que no tiene nocién de una cosa. Este sentido pey’ i scnaue, Bi Posteriormente los laicos fueron designados, negativamente, como los no elét : ‘Los laicos son miembros Dpasivos, no sujetos responsables. No en vano se ha propuesto la posibilidad de desestimar el térmi- To equivoco laico y hacerlo desa- parecer de nuestro vocabulario religioso. 101 po =mlembr del puro de quiere_dotar_al_término de un adecuado y de un sentido cristiano hay que acudiral sentido originario yy biblico d Enel AT, laos ia sino} contraposi a Tes meas i es ‘aay Taiz. y digna para en fos que, tras el bautizo, son “linaje clegido, sacerdocio real, nacion santa, pueblo adquirido” (1 P. 2,9). En esta acepcion genrien ‘ae ‘aa di los - ‘or tanto, la linea de separacién notranscurre entre clérigos y laicos, sino entre cristianos y no cristianos, La igualdad fundamental de todos loscreyentes y bautizadoses previa a las diferenciaciones posteriores, La gran obra del concilio Vatica- noll volviGadestacareste elemento comtinque une atodos os ritianos. Para elle incluy6 sobre el pueblo de se antes de los capitulos sobre la jerarquia y los laicos, en el que se trata_de ast como de su participacion en el sacerdocio comin de todos los bautizados y en el ministerio pro- fético, sacerdotal y real de Jesucri- to. De manera parecida se incluye un capftulo sobre la vocacién de todos los cristianos a la santidad, antes del capitulo sobre los religio- sos. Desde un principio Ia iglesia se constituy6 como un todo estructu- rado que se componia de una gran variedad y riqueza de carismas, ministerio’ y servicios. La iglesia y sus comunidades se autoconcibie- ron, desde su inicio, como un solo cuerpo, en el que cada 6rgano tenia una totalidad estructurada y dife- renciada, una realidad viva de comunién. La doctrina biblica de un sacer- docio y responsabilidad coman a 102 Walter Kasper todos los bautizados se articula en especial a partir de 1 P 2,5.9-10 y de Ap 1,6; 5,10. Encuentra un eco importante en tiempo de los Padres ‘que se prolonga hasta la escoldstica tarda. Segdin san Ireneo todos los justos poseen rango sacerdotal. Esto mismo se refleja en la liturgia, donde la comunidad entera es denominada plebs sancta, y en el Criséstomo, donde es designada como plenitud sacerdotal del obis- po. Segiin los Padres, la alta esco- lastica e, incluso, el concilio de Trento, en conjunto, los creyentes son los que sacrifican y consagran a través del servicio del sacerdote. A partir de la interpretacién de Mt 16,19 Agustin pudo escribir que la iglesia en conjunto tenfa la lave del reino de los cielos. San Cipriano creia que no debja suceder nada en la iglesia sin el consentimierito de todo el pueblo. Esta corresponsabi- lidad de los laicos en la iglesia antigua queda patente, ante todo, en la elecci6n de los ministros y en el papel que jugaban los laicos en los concilios. La fundamentacién teo- logica viene dada porla uncién, por medio del Espiritu Santo, que todos han recibido, y la doctrina del “pirrehibiotaeta ateeencte En el transcurso de la historia de la teologia y de la i i (Gea i ie el sacerdocio comin de todos los creyentes no s6lo no fueron desa- rrollados, sino también, a menudo, ignorados e, incluso, olvidados. Una serie de factores juegan un papel muy importante. El_mas es el introducido por consecuencia de ello las masas entraron a formar parte de Ia iglesia clérigos superiores se convirtieron en una clase poderosa, la mayorfa de los laicos, en cambio, en el pueblo “sencillo”. Ademas en la temprana edad media los clérigos recibieron el privilegio de la forma- cin, De esta forma, carisma_y poder se confundieron, a menudo, de manera funesta. La protesta de los monjes pronto se erigié contra esta secularizacién aburguesamiento de la iglesia fos Tos obispos antigua, todos lesia de oriente yoccidente surgieron de los monas- ierios que influyeron asi, decisiva- esia. Naturalmente que constantemente se hallaba en peligro de seculariza- cién. Sobre todo a partir de la reforma gregoriana y de la contienda de las, investiduras dels. XI se intent6 diferenciar nitidamente entre los la diferenciacién originaria entre cristianos y no cristianos, iglesia y mundo, fue trasladada a la misma cristiandad. fatal en el del imperio, tomando parte en sus privilegios. La diferenciacién teo- logica inherente a la iglesia entre clérigos y laicos se convirtié en una diferenciacién sociolégica; los iubiera sido totalmente inconcebi- ble. a Los laicos en la iglesia y en el mundo 103 afirmacién hace referencia a las desavenencias politicas entre el papa y el emperador o el rey de Francia, pero muestra una tenden- cia peligrosa. Conflictos parecidos se sucedieron en numerosas ciuda- des episcopales, donde los obispos principes dirigian a menudo bata- Has contra los ciudadanos crist nos. Este trasfondo nos permite comprender mejor el surgimiento de movimientos laicos anticlerica- les ya en la temprana edad media Y que posteriormente cobraron importancia en la edad modema. pretensiones clericales eran politi- cas, teolégicas y econémicas; por ello los movimientos laicos no sélo pusieron en tela de juicio las exi- gencias politicas, sino también las teolégicas. Ello llevé a que la teologia, desde el IV concilio de Letrén (1215) hasta el concilio de Trento, defendiera unilateralmente la posici6n de los ministerios en la iglesia en contra de los reformado- res, con lo cual tales constataciones teoldgicas fueron concebidas erré- neamente en la prictica como instrumentos ideolégicos para conquistar posiciones de poder terrenal. Bajo estas condiciones lesia, en contra osicion a la eclesiologia de comu- ni6n de la sagrada escritura y de la iglesia antigua. Eiken Naturalmente también hay ejem- plos destacables de obispos y sacer- 104 Walter Kasper dotes que eran buenos pastores de su rebafio. Ademas ya en la piedad de la tardia edad media, en la “devolucién moderna”, se fue configurado una piedad marcada- ‘moderna Ta visiGn pos tiva de los laicos empieza a abrirse paso. A ello contribuyen la secula- Fizaci6n tras la revoluci6n francesa yel desmoronamiento de ta cultura ‘occidental con su orden eclesioim- perial GBB. Va nocraposiblequeelclero Tepresentase la presencia de los fianos en el mundo; en nume- rosos paises esta presencia fue fuertemente combatida: pensemos en las revueltas de Colonia, el conflicto entre Ia iglesia y el estado del. XIX. la persecuciGn de la iglesia _en rado por las situaciones que se daban en Italia, ¥ su idea principal —"participacién de los laicos en el apostolado jerirquico”—contenia, ademés, el peligro de que los laicos continuasen siendo una prolonga- cién del clero. De todas formas se habia dado un paso muy importan- te. En el perfodo de entreguerras Fueron dos ideas, sobre todo, las jue fueron subrayadas: Propias raices en ef bautismo, la confirmacién y el matrimonio (en el_campo de la familia). ‘su propia Tegitimidad, que ha de ser conocida y respetada, si se las quiere configurar cristia- namente. Aqui son los laicos los expertos. Esta tendencia acaba con a antigua suposicién de que se podfan derivar directamente de la fe hormas coneretas de comporta- miento secular. Contra este totali- tarismo teol6gico se opuso la propia competencia y responsabilidad de Jos laicos en ios asuntos seculares "on effo queda claro que, por dolorosa que fuera, la seculariza- cién de la edad moderna tuvo un eminente significado positivo para Iniglesia, quedando asi liberada de un lastre hist6rico y de implicacio- nes terrenales para poder realizar asf su auténtica misiOn en y para el mundo. El concilio Vaticano TI y sus afirmaciones sobre la misién de los laicos y sobre la libertad de religion han de ser entendidos bajo las perspectivas anteriores. Este conci lio significa el final de la época constantiniana de la historia de la iglesia. Una ruptura de este tipo no es posible sin dolor; algunas crisis, de la iglesia postconciliar son fruto de esta situacién. No podemos contemplar la situacién actual como catastréfica, sino como naci- miento esperanzador de una nueva figura de la iglesia. ‘Como ides una, figura bfblica y de la antigua igle- e confirma que Tos Taicos son cereyentes, que pertenecen al pueblo de Dios y son coparticipes en la misi6r, de todo el pueblo de Dios. Por consiguiente, ia debe pe en los consejos pastorales, diocesanos y, segiin el nuevo derecho canénico, también en los sinodos. Por otro lado, sin embargo, el concilio no nivelé las diferencias entre clérigos y laicos. El sacerdo- cio especial no es una intensifica- cién del sacerdocio comiin, Si asi fuera, los clérigos serian «1 mejores y mas complet urelmente no es asi Conscientemente el concilio no Los laicos en Ia iglesia y en el mundo 105 sino que se confor- cardcter secular es propio de los laicos, ellos llevan a cabo su mision rmersos enel mundo. Naturalmen- te también los clérigos viven en el mundo, pero su misién cristiana no ‘std unida directamente a la confor- macién de las relaciones que se dan en el mundo. En contrapartida para los laicos, tras el concilio, la exis- tencia mundana no es una conce- i6n a la debilidad de los hombres, sino que comporta un llamamiento especitico. Los laicos deben ocu- parse en buscar el reino de Dios en la administracién y regulacion de las cosas temporales, para asi, dirigidos por el espiritu del evan- gelio, contribuira laevangelizacién del mundo desde su mismo corazén. Los pastores deben procurar “luz y fuerza” a los laicos, pero no en forma de tutelaje, sino respetando su libertad crstana y escuchndo- les. En el seno de la comunidad cristiana hay diferentes llamamien- 10s y misiones. En este punto radica la diferencia especifica de los lai- cos. No tiene por encima ningtin ministerio en su Iamamiento. y misi6n especificos, sino que esta a su servicio acompaifandolos. El concilio ha determinado la existen- cia de una relacién fraternal entre sacerdotes y laicos, Este es un ideal de eclesiologia de comunién y de corresponsabilidad que atin no Gorresponde del todo con la reali- a La discusi6n sobre la posicién de los laicos en laiglesia y enel mundo noha permanecido inalterada desde el altimo concilio. A finales de los sesenta y prin- cipios de los setenta la seculariza- cciGn y la emancipacién recibieron un ntievo impulso en occidente, asi como la democratizacién de todos os mbitos de la vida. Ello produjo, Por un lado, un crisis en la concep- cién del ministerio eclesial y una cierta nivelaci6n de sacerdotes y laicos y, por otra parte, como reac- cién, una acentuaci6n excesiva de las diferencias sin tener en ci enel servicio salvificoespecitfico de la iglesia sdlo podfa concebirse en forma de nuevos ministerios ecle- siales. Algunos teélogos opinaban que ladistinci6n conciliarentre clérigos y laicos debia abandonarse en favor de la aceptacién de una variedad de carismas y ministerios. La relacién existente entre el servicio secular y el salvffico nos los puntos mas ivos en la actualidad. ‘Ya antes del concilio la teologia habfa superado la relacién dualis tica y extrinseca entre iglesia y Participaci6n de los laicos 106 Walter Kasper mundo, entre nat Adem El mundo se halla orientado hacia la gracia; el mensaje de la salvacién y de la gracia es la la finalidad del mundo. De lo dicho se secuencias. En tues, dado que Ia iglesia cs, por su esencia, iglesia “en” y “para” el mundo, el servicio del laico al mundo tiene una dimensién ecle- sial, Este servicio permite que las cuestiones y necesidades, a la vez que las riquezas y experiencias espirituales y culturales del mundo estén presentes y enriquezcan la iglesia. A su vez los laicos han de hacer presente en el mundo el mensaje y la realidad salvifica del cristianismo. Por medio de ellos se debe llegar a una interpenetracién de iglesia y cultura, a una especie de encarnacién del cristianismo ¢1 nuestro mundo actual. Por ‘ano i | mundo part 2. Convertir a los laicos en clérigos de segundo orden? En segundo lugar, a partir de esta situacién fundamental del laico en larelacién iglesia-mundo, lamisi6n a la cuesti6n intraeclesial de los “nuevos ministerios de los laicos” en la iglesia (p. ej. los de aquéllos que trabajan con dedicacién plena en ella). Estos son importantes para la consecuci6n del cometido pasto- ral de Ja iglesia, pero no deben cegamos ante la labor primaria del laico en los diferentes Ambitos de la familia, el trabajo, la ciencia, la economia, la cultura, la politica. ‘Actuelmente hay una forma nueva de huida del mundo: situar la tarea del Izico sobre todo dentro de la igle Pero no es bueno que esquema- ticemos demasiado. Hoy, al igual que en los tiempos originarios de la iglesia, hay numerosos laicos dis- puestos a participar activamente en cl Ambito mas estrecho de la iglesia y asumir determinados servicios pastorales. La iglesia ha tenido en cuenta esta evolucién y a rafz de la correspondiente prescripcién del concilio ha acuftado en el nuevo derecho candnico un concepto de ministerio que recoge tanto los ministerios que se transmiten por la ordenacién sacramental como los ‘nuevos ministerios pastorales de los laicos Entre ellos encontramos servi- cios litirgicos como los de acélitos y lectores, distribuidores de la ‘comunién, cantores. Cabe destacar alos catequistas en las misiones y, ‘entre nosotros, a los catequistas y profesores de religién. En los paises germanoparlantes encontramos, ademés, a los asistentes pastorales y alos responsables de los servicios caritativos, También existe el ministerio del animador de peque- fios grupos, el encargado de las celebraciones de la Palabra y de las de los laicos no debe ser reducida liturgias dominicales sin sacerdote, Los laicos en la iglesia y en el mundo 107 as{_como los responsables de comunidades sin sacerdotes. Por tiltimo también hay responsables de Tiene un significado fundamen- tal el que estos nuevos ministerios laicos posean una base sacramental enlaconfirmacién y en el bautismo, por ello no es posible hablar de una escisién del sacramento del orden. Estos ministerios no son un mal necesario por el redueido nimero de sacerdotes. Son unacontribucién Positiva y un signo de que el ser- vicio secular y el salvifico no son dos dmbitos hermeéticamente cerra- dos. A través de estos ministerios la actividad pastoral de la iglesia debe ser més rica en contenido de “mundo”. Por otra parte, los laicos no pueden prescindir de los sacer. dotes, para los que la vida terrena no es extraia, sino que se han comprometido personalmente en el Esta incidencia reciproca al ser- vicio de un testimonio mas activo delevangeliose muestra también en otro fenémeno actual: los institutos seculares. Sus miembros viven segtin principios evangélicos, pero lo hacen en medio del mundo y participando en una profesién laica, La vida en las Grdenes y fa vida en elmundo forman parte de una: nueva sintesis, sin que por ello desaparez- ca la distincién entre clérigos y laicos. A través de la aceptacion de los nuevos ministerios tiene lugar una estrecha colaboracién. entre -clérigos y laicos, sin que por ello los nuevos titulares, 'seconviertanen clérigos. Clericalizar los ministe- rios no serviria de nada, tan sélo suprimiria su relativa autonomi 108 Walter Kasper 3. La posicion de la mujer en la iglesia Una tercera_problemética se desprende del tiltimo concilio: la Posicion de la mujer en la iglesia. El hecho de que atin deba hablarse expresamente de las mujeres y sus tareas indica que su ro/ eclesial atin no es evidente, Ya Juan XXIII en su enefclica Pacem in terris incluia la participacin de la mujer en la vida publica como uno de los signos del_ momento. Esta conciencia Social distinta tiene, naturalmente, Consecuencias para la iglesia de hoy. El problema an s6lo fue insinuado por el concilio; desde entonces se ha convertido en uno de los problemas pastorales mas can- denies, ‘Vamos a tratar esta cuestién en la medida en que afecta a la posicién de la mujer como laica. En la igle- sia, en el dmbito de los laicos, las mujeres no solo son equiparadas ‘canénicamente” a los hombres, sino que, pricticamente, son valo. tadas por un igual, Esto no tien nada que ver con “igualitarismo Hombres y mujeres no son iguales, ero poseen la misma condicién y dignidad. Esta diferencia explica la atraccién y tensién existentes entre sexos, Esto debe conducir a una relacién fraternal entre los hombres y las mujeres. No hay ninguna razén teol6gica Por la que las mujeres no puedan acceder a puestos directivos en la formaci6n religiosa de adultos, en teologia, en la administracion ecle- sial 0 en trabajos caritativos. El hecho de que se de una situa- cin insatisfactoria perjudica espe- Cialmente a la iglesia. Las mujeres podrian aportar sus propias expe- riencias y dones a la iglesia, con lo que ésta se enriqueceria notable- mente. El futuro de la iglesia va a depender de la disposicién de las mujeres para colaborar, pero tam- bién de la disposicién de la iglesia a acepiarlas, IV, ESPIRITUALIDAD DE LOS LAICOS 1. Una espiritualidad de Ia vida entera: opcién por Dios y por los demés Cuando los Padres de la iglesia hablan del servicio sacerdotal de todos los creyentes, estén hablando del culto de la vida cristiana que consiste en la opcién por Dios y por l otro, Esta autoenirega llega a su grado méximoenel ofrecimiento de la vida en el martirio, Tomés de Aquino resume la tradicién patris- tica, Entiende el cardcter sacramen- tal del bautismo y de la confirma- cién como participacién del sacer- docio de Jesucristo y como depu- tacién para el culto. Por culto no entiende un rito externo, sino el rito de la vida cristiana, Pues, como la iglesia en conjunto, tampoco los Iaicos inciden en primera instancia por lo que dicen y hacen, sino por To que son y viven, «Cémo ¢s, pues, concretamente, la espiritualidad de los laicos? La spiritualidad laica comporta Io mismo que cualquier espiritualidad cristiana: oracién personal, conver- sién diaria, celebracién de la euca- ristia, Pero serd, especialmente, una espiritualidad abierta al mundo. Su divisa es: encontrar a Dios en todas las cosas: alegrarse de lo que Dios nos hha dado y dar gracias por ello; suftir con los necesitados. La sol daridad con los pobres y persegui doses una caracteristica importante de la espiritualidad secular cristia- 2. Espiritu de libertad cristiana y discernimiento A esio se afiade el espiritu de la libertad cristiana, El laico esté en el punto critico de contacto entre una Tealidad mundana y una realidad salvifica con todas Tas tensiones y conflicios que clio conlleva. Se exige una existencia cristiana en la tensién entre diflogo y martirio, entrega al mundo y contratestimo- bajo la sefial de la cruz. El justo discernimiento de los espiritus no es siempre facil. A menudo el tiano se acomodard, pero nadie puede sustraerle su propia decision. Al convario, tiene que haber en la iglesia mucho mas espacio para la tolerancia, el respeto y el estimulo para tales decisiones. La mejor ayuda que puede ofrecer la iglesia en estos casos es la oferta de una formacién cualificada de Ia fe y de la conciencia, 3. Espiritualidad de comunién Finalmente una tercera cosa, Tertuliano dijo una vez: “Un eris- tiano noes cristiano”. Se es cristia- ‘RO junto a otros formando parte de Ja gran comunién de los santos, La ‘comunién necesita de la comunica- cién, Esia se da de modo diferente en grupos, equipos de matrimonios y de amigos, asociaciones, aunque la célula mas importante sigue siendo Ie familia. Actualmente los na, Los movimiento espirituales y las icos en la ighesia y en el mundo 109 comunidades de base desempefian tun papel muy importante. Ambos representan una esperanza para la iglesia. A pesar de que su configu- racién concreta atin conlleva pro- blemas, representan importantes sefiales del espiritu de Dios, son signos de la configuracién’ que comienza a tomar el apostolado de los laicos Lo que significan las comunida- des de base lo experimenté por primera vez.en barrios de chabolas en Lima y después en Africa. Es fécil malimerpretar estas comuni- dades y creer que son células revo- lucionarias. Normalmente estos cristianos se rednen sin sacerdote para leer la palabra de Dios, orar, cantar, preparar los oficios, para asesorarse sobre cuestiones huma- nas que les afectan. Aqut la respon sabilidad y la actividad de los laicos es impresionante. Aquf revive la iglesia como comunién, Serfa ingenuo pensar que tales formas son exportables a Europa. Europa debe encontrarse a s{ mis- ma, eso sf, prestando atencién a las nuevas iglesias. Esto s6lo es posible en la medida en que encuentre y reactive sus rafces cristianas. Euro- pac grande gracias a la sintesis de la fe cristiana con las. culturas paganas. Esta sintesis se ha seguido atomizando en los procesos de secularizacién y emancipacién. La Tenovacién no sera posible sin una nueva evangelizacién y conversion, Estapenetracién del espiritu cristia- no en nuestra civilizacién es cosa de los laicos. En ellos reposa la responsabilidad del futuro de la iglesia en esta parte del mundo. Por 50 ha llegado la hora de los laicos. Esunmomento de nuevas y grandes esperanzas, ‘Tradujo y condens6: JUAN JOSE PRIEGO. La historia del segundo milenio es 1a de un progresivo crecimiento de los elementos institucionales de la iglesia y de su importancia dogmatica y, ya al menos desde el cardenal Belarmino, Ia sumisiOn al papa entra en ia definicién dogmatica de la iglesia para suftir luego un proceso de hipertrofia que ha "papalizado" a la iglesia. Es evidente que en la iglesia catélica la necesaria mediacién institucional ha cobrado un papel desmesurado y, dentro della el primado el que se ba convertido en la pedra de hoveda de esta “desmesura” institucional JA. ESTRADA, Del misterio de la iglesia al pueblo de Dios, p. 206 110 Walter Kasper CARLOS PALACIO LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA El origen del articulo es una conferencia pronunciada en una asamblea de superiores mayores de la Conferencia de religiosos del Brasil. El autor es consciente de las dificultades que se Je presentan. ;Cémo hablar de 1a autoridad a los superiores mayores?

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