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oi 1 a. eS me ey Oa Cuaderno de Investigacion en Psicologia Social AG sanz y torres indice PRESENTACION.. xl CAPITULO 1. CULTURA, EVOLUCION Y DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES 1 La polémica entre biologfa y cultura en el origen de las diferencias sexuales 2 Diferencias sexuales en la eleccién de pareja, 5 Elestudio de Buss. 5 Critica y réplica de Eagly y Wood. rstsenninnn si 10 Actividades recomendadas 16 RefereNCIAS. nee ' i ed 18 CAPITULO 2. DIFERENCIAS SEXUALES EN LOS CELOS: EL PAPEL DE LA EVOLUCION Y LA IDENTIDAD DE GENERO 19 Sexo y género. cemammennmamminaeranes 20 La identidad de género... 21 La experiencia de los celos. ee mannan yanmar 2 EI planteamiento de la Psicologfa evolucionista. 25 1a investigacién de Buss, Larsen, Westan y SemmelrOth sun avn, 26. La perspectiva sociocultural 26 Creencias sobre fa interdependencia de fa infidelidad sexual y la infidelidad emocional wu. 27 La investigacién de Gomez Jacinto, Canto y Garcla leiva 7 Actividades recomendadas... F : 33 Referencias: sricrseentoanc aceite ROTA 34 CAPITULO 3. CONSECUENCIAS DE LAS EXPLICACIONES CAUSALES 35 Explicaciones causales sobre la propia conducta. 36 Cémo explicamos la conducta de los demas er) Cuaderno de Investigacién en Psicologia Social Atribuciones causales y relaciones interpersonales...nsnnsnnnnnnntninin wpe 42 Consecuencias de las atribuciones en contextos intergrupales: “ 44 Efecto dela atribucién de la dscriminacin en el bienestarpsicol6gico del grupo discriminado 44 Diferencias en atribucién en funcién de la pertenencia grupal , 46 Investigaciones sobre atribuciones en el nivel societal... penoroasiinoarcasucisinsce 4B Actividades recomendadas..... ssnennn 49 Referencias saseennnnnns enue 50 CAPITULO 4. PERCEPCION SOCIAL 53 Percepcién de otras personas y formacién de impresiones sobre ellas 55 El enfoque de «configuraci6n gestaltica» 55 El enfoque de «combinacién lineal». iiNieNimoomnemememnemennen 57 Modelo suma 58 Modelo promedio onan seonnnnninn 58 Modelo de la media ponderada.. CRT TRomemeee 5B La percepcién del YO ...nsnss “ 59 {2Cémo preferimos vernos, semiejantes 0 diferentes de los demas? 62 Sesgos defensivos del yo y condiictas de tiesg0 wrc.snnnnnnnsnes savcamnen 65 Claves det contexto y reconstruccién de sucesos.. nse 66 Sesgos perceptivos en testigos Ea 67 Influencia de las creencias previas en la percepcién de personas 68 2Cémo influyen nuestras actitudes o el conocimiento que tenemos sobre una persona en la valoracién que hacemos de sus caracteristicas? 68 Actividades recomendadas essen vnunet seven 70 Referencias, CAPITULO 5. ELLADO OSCURO DE LA EMPATIA Y EL LADO BUENO DE LA CONDUCTA AGONISTICA 73 Puntos en comin entre conducta de ayuda y condueta agresiva.. vo 7S EI lado «oscuro» de la empatia: costes para el individuo y para los demés ... oe 76 La empatfa como amenaza al bien comin : 78 La empatia como herramienta para manipular y herir a otros sons 81 £! lado adaptativo del comportamiento agonistico: ventajas para el individuo y para el grup 86 Ventajas para el individu .sunieunnnmrensinnnnenin 87 Ventajas para e! grupo sunnnnnnsnnni 87 Recapitulando : 90 Actividades recomendadas oan 1 Referencias.nnnnnnnnnn 3 CAPITULO 6. MEDIOS DE COMUNICACION E INFLUENCIA SOCIAL 95 Percepcién de la influencia de los medios de comunicacién: el «efecto tercera persona 98 Influencia de las actitudes en la interpretacin de los mensajes emitidos por los medios de comunicacién so sv 104 Efectos ideolégicos de la televisién, La contribucion de George Gerbner 106 Actividades recomendadas : : : WW Referencias... 1 112 CAPITULO 7. INFLUENCIA DE LOS ESTEREOTIPOS ASOCIADOS A LA EDAD EN LA SALUD DE LOS ADULTOS MAYORES 113 Estereotipos sobre los adultos mayores y el envejecimient vnunet postition 114 El contenido del estereotipo sobre los adultos mayores. “ 16 El proceso de autoestereotipia como persona mayor... 118 Efectos del proceso de autoestereotipia sobre la salud de los adultos mayores 120 Algunas investigaciones en torno al cambio de estereotipos sobre el grupo de adultos mayores.... 122 Actividades recomendadas... a 1» 126 Referencias. 126 CAPITULO 8. LOS EFECTOS DE LA EXCLUSION SOCIAL EN LOS PROCESOS BASICOS RELACIONADOS CON EL YO 131 Elyo.. 130 El yo, la autorregulacin y la exclusion social ..n 131 La necesidad de pertenencia. 132 La amenaza ala pertenencia v..- anviininininmsnnmnmnsnminnnemnnnanniat 132 Trabajo 1: La amenaza a la pertenencia y el desempetio en tareas intelectuales 134 Trabajo 2: La amenaza a la pertenencia, la capacidad autorreguladora y la auto-consciencia .. 140 Conclusiones.... scniansacaarabiacia ensionoennaaamaenipacunge 147 Actividades recomendadas . 148, Referencias. 150 Cuaderno de Investigacién en Psicalogia Social CAPITULO 9. CARA Y CRUZ DE LA APLICACION DE TACTICAS DE INFLUENCIA SOCIAL 151 Cémo resistirse s6lo a la persuasién ilegitima ssn sss Un experimento de campo para la proteccién de un parque natural ne 158 Aplicacién de técticas de influencia e imagenes para donativos humanitarios es Actividades recomendadas... “ Pr . 187 Referencias. 168 CAPITULO 10. EL INDIVIDUO FRENTE AL GRUPO: ESTRATEGIAS DE DECISION EN DILEMAS SOCIALES 7 UEspecializacién o versatilidad? inns oosapetae 173 Los dilemas s0CIaleS nm 173 El dilema del prisionero, ssn 174 Dilemas sobre consumo de recursos comunes .... 176 Dilemas sobre aportaciones a bienes piiblicos ircssones ITE iCémo se comportan las personas ante un dilema social. 179 El papel de la identificacién con el grupo en los dilemas sociales 180 Cuando la identificacién obstaculiza la cooperaci6n. sn. 182 El papel de la empatia sn sons 184 El inconveniente de la empatia srprnnentnnnsesiee 186 Conclusiones de la investigacién sobre estrategias de decisién en dilemas sociales. 189, Actividades recomendadas 191 Referencias... 192 APENDICES....... 193 Presentacion La Psicologfa Social es una disciplina cientifica con tres vertientes distintas que se influyen y se en: riquecen entre sit teoria, investigacién y aplicacién. El conocimiento teGrico se desarrolla gracias a los estudios empiticos, ala vez que los inspira, y todo ese bagaje guta la intervencién para resolver proble- mas sociales reales. En el curr aplic de cuarto curso: Psicologi natura de primer curso, Psicologta Social, nos ocupamos de las otras dos: teorfa e investigacién. Los conceptos te6ricos se desarrollan talmente en el manual, mientras que en este Cuaderno nos, centraremos més en exponer na muestra de cémo se hace inves 1lum del Grado de Psicologia esas tres facetas se abordan en diferentes asignaturas. én de los principios y teorfas psicosociales a la intervencién social serd objeto de dos materias a Social Aplicada y Psicologia de la Intervencién Comunitaria. En esta asig- igacidn en Psicologia Social y cémo se establece la relacién mutua entre investigacién y teorfa, Mas adelante, en tercer curso, la asignatura Psicologia de los Grupos ampliard estos contenidos centrandose espectficamente en el dominio grupal. Por tanto, el objetivo del presente texto es complementar el conacimiento adquirido a través del ma: nual de la asignatura acerca de qué estudia la Psicologt se abordan es Social, proporcionando una muestra de cémo fendmenos en la investigacién dentro de la disciplina, asi como facilitar algunos cues tionarios para familiarizar al lector con la medida de procesos que se estudian en el temario de fa asig natura, Cada uno de los capitulos descritos tiene una estructura similar. Asi, en todos se desarrolla una breve exposici de investigaciones relevantes que se han llevado a cabo sobre dicha cuestién. En algunos capitulos se te6rica relacionada con la cuesti6n abordada, centréndose principalmente en la descripcién ha seleccionado un articulo del cual se destacan os principales aspectos en los que debe centrarse la lectura, para facilitar su comprensién. Por otra parte, cada tema incluye varias actividades recomendadas que permitirin alos alumnos afianzar los conocimientos adquiridos. Finalmente, se incluyen dos apén aciltarén la lectura de los articulos indicados (Apéndice 1: «Cémo leer un artéculo de Psico nas de las actividades recomendadas (Apéndice 2: «Gua dices que logia Socials), asf como la realizacidn de al general para la elabo aci6n de un informe de investigacién de Psicologfa Social) EI Cuademo se acompaiia de un CD-ROM en el que se incluyen en formato PDF algunas escalas cuestionarios necesarios para realizar las actividades recomendadas, as{ como una serie de artfculos (tanto en castellano como en inglés) sobre las investigaciones descritas. Todas esta: alo largo del texto, al igual que las escalas y cuestionarios que se presentan en cada lecturas se seftalan pitulo, disponibles Cuademo de Investigacion en Psicologia Social también en el CD para facilitar la impresién y aplicacién de los instrumentos de medida que cada alumno estime conveniente. Esperamos que la pequefia muestra recogida en este Cuademo sirva al lector para 2 entusiasmo en el estudio de los fenémenos psicosociales, y para comprender mejor lo que hay detrés delas citas y referencias bibliograficas del manual, Si conseguimos, al menos, que esas citas y referencias se valoren como algo més que meros paréntesi por satisfechos, le hay que «saltarses al estudiar un tera, nos daremos Los autores Madrid, julio de 2013 Cultura, evoluci6n y diferencias entre hombres y mujeres Elena Gaviria Stewart ILA POLEMICA ENTRE BIOLOGIA Y CULTURA EN EL ORIGEN DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES. I DIFERENCIAS SEXUALES EN LA ELECCION DE PAREJA. El estudio de Buss Critica y réplica de Eagly y Wood ACTIVIDADES RECOMENDADAS REFERENCIAS Cuaderno de Investigacién en Psicologta Social La cultura nos hace més fécil sobreviviry reproducirnos; Ja evolucién nos ha dotado con un cerebro que, ‘més que cualquier otro, hace posible la cultura. (Roy Baumeister, The Cultural Animal) No es raro que el estudiante que se acerca por primera vez a la Psicologia Social se sienta desorien- tado, no s6lo por la complejidad que se esconde tras su apariencia de «saber cotidiano», sino también por la diversidad de enfoques que existen sobre cualquiera de los fenémenos que aborda, Sin duda seria mucho mas tranquilizador saber cual de todos esos puntos de vista es el correcto, y mucho mas facil estudiar s6lo ése e ignorar los demds. Sin embargo, no estarfamos transmitiendo una imagen fiel de esta disciplina si s6lo expusiéramos una perspectiva como vélida y definitiva. Por eso, presentamos las diversas posturas en lugar de dar sélo una conclusién final. Es importante subrayar que estos debates deben ir acompafiados de apoyo empirico, es decir de mucha investigacién. No son debates de corte ideolégico, porque, aunque la Psicologia no es exacta, sf es ciencia. En este primer capitulo nos proponemos plantear algunas cuestiones que han generado bastante ontroversia, atin no resuelta, dentro de la Psicologta Social, y poner de manifiesto cémo es posible abordarlas desde una perspectiva empirica, y no s6lo ideolégica ‘Ademés, el tema elegido nos permite tratar, de forma transversal, contenidos de varios capitulos del texto basico, correspondientes al programa de Psicologia Social (Capitulos 1, 2, 8 y 11). # LA POLEMICA ENTRE BIOLOGIA Y CULTURA EN EL ORIGEN DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES Segtin el enfoque evolucionista, las diferencias de sexo en la conducta son adaptaciones que hemos heredado de nuestros ancestros, y se deben, en dltima instancia, a las distintas fuerzas selectivas que los miembros de cada sexo han debido afrontar a lo largo de nuestra historia como especie, es decir, a la seleccidn sexual (Buss, 1995). De esto se deduce que: = No habré diferencias entre hombres y mujeres en aquellos Ambitos en que ambos sexos han tenido que hacer frente a problemas adaptativos similares (por ejemplo, preferencias por determinados sabores asociados a alimentos nuttitivos, reacciones fisioldgicas ante el calor o el fro, reacciones emocionales ante la amenaza de un peligro, etc.) '= La mayor parte de las diferencias de sexo presentes en la conducta de los seres humanos se rela- cionan con la reproduccién (eleccién de pareja, estrategias de cortejo, apareamiento, conserva- in de la pareja...), dado el conflicto de intereses y el distinto modo de invert en la descendencia caracteristicos de cada sexo, segtin postula la teor‘a de la inversién parental de Trivers (véase el Cuadto 1.1). Cultura, evolucién y diferencias entre hombres y mujeres. Ii) Cuadro 1.2, Teoria dela inversién parental (Tivers, 1972). La teorfa de la inversién parental tiene como objetivo completar la concepcién que Darwin tenta de la seleccién sexual como explicacién de las diferencias fisicas, mentales y conductuales entre sexos. La teorfa de Ia seleccién sexual fue una ampliaci6n que Darwin (1871) desarroll6 de su teorfa de la seleccién natural para poder explicar fendmenos que se escapaban a esta citima Recordemos que, segtin Ia teorfa darwinista de la evolucién por seleccién natural, aquellos rasgos fisicos, rmentales 0 conductuales que contribuyan a la supervivencia y reproduccién del organismo (es decir, que sean adaptativos) se propagarin y los que no lo sean serén eliminados. Ahora bien, gracias a sus miiltiples dbservaciones, Darwin se habfa dado cuenta de que muchas especies poseen rasgos que aparentemente di- ficultan mas que favorecen la supervivencia de los individuos (ejemplos tipicos son la cola del pavo real, la ‘comamenta de los venadas 6 los colores llamativos en los pdjaros, entre otros), y de que esos rasgos no estaban presentes en todos los miembros de la especie, sino sélo en uno de los sexos. ,Cémo podian haber evolucio- nado rasgos que no favorecen la supervivencia y, ademés, en uno solo de fos sexos si ambos se enfrentaban a las mismas presiones ambientales? La explicacidn que propuso era muy coherente. E50s rasgos han sido se- leccionados porque contribuyen al éxito en el apareamiento. scémo lo hacen? Por dos vias: mediante [a se~ leccidn que uno de los sexos hace entre los miembros del otro al elegir pareja (seleccidn intersexual) si existe tun consenso dentro del sexo que elige sobre qué rasgos son deseables en el otro sexo, aquellos individuos que los posean serdn elegidos preferentemente y tend més probabilidades de reproducirs; la segunda via tiene lugar mediante la competicin entre los miembros de uno de los sexos por el acceso a una pareja del otto sexo (seleccién o competicin intrasexual): cualquier rasgo que, dentro del sexo que compite, unos po- sean y otfos no y que favorezca el éxito en la competicin y, por tanto, el acceso a la reproduccién, se verd favorecido por la seleccién sexual. Aunque ambas estrategias pueden coexistr en una misma especie, lo noF- imal es que en unas especies predomine la competicién intrasexual y en ots la seleccidn intersexual. Lo que Trivers ahadié a esta argumentacién fue el factor que determina cudl de los sexos va a elegir y cuél vva'a competi. En principio, el éxito reproductivo es un objetivo igual de importante para ambos sexos. En- tonces, spor qué cada uno emplea estrategias diferentes para lograrlo? Segén la teorfa de la inversién parental, cl sexo que mas invierte en su descendencia, por ser el que mds tiene que perder, serd el que elija para ase- sgurarse de que no malgasta su inversién (evitando as! a un compafiero que no contribuya a sacar adelante @ la prole, o que sea incapaz de protegerla contra posibles peligros, por ejemplo}, mientras que el otro sexo serfa el que compite para tener acceso al mayor ndmero posible de oportunidades de apareamiento, Hay que aclarar que Trivers uliza el término cinversiéns en sentido biol6gico, no econémico. La inversién serfa la Conducta que el progenitor realiza para asegurar la supervivencia y reproduccidn de sus descendientes a costa de su propia reproduccién, Por ejemplo, en el casa de los mamfferos, las hembras invierten mucho més que los machos porque la fabricacién de dyulos es mucho més escasa que la de espermatozoides y, ademas, una vez fecundadas, deben esperar un periodo relativamente largo hasta volver a ser fétiles, algo que no les ocurre a los machos. Eso implica, segtin la teorfa, que serén las hembras las que elegirsn y las machos los que com- petirdn entre si por sus favores, de manera que, ala larga, se seleccionarain los rasgos que resulten més atrac tivos para las hembras y ls que favorezcan el éxito en la competicién entre los machos. ‘Ahora bien, hay especies (como la humana) en las que e! macho también invierte en el cuidado y manu tencién de las crfas, y no sélo en engendrarlas, Otro de los postulados de la teorfa es que, en especies en las ‘que los machos no pueden estar seguros de su paternidad, la inversi6n de tiempo y esfuerzo para sacar ade- lante alas crfas supone un riesgo para su propia eficacia biol6gica, a menos que exista una confianza razo- rable en que esas crias no son de otro, es deci, en que comparten sus propios genes. Cuaderno de Investigacién en Psicologia Social Por su parte las teorfas de corte més socio-cultural atribuyen las diferencias de sexo a factores como la socializacién 0 la distribucién de roles y de poder dentro de la sociedad. Por ejemplo, la teorfa de los roles sociales de Eagly y Wood (Eagly, 1987; Wood e Eagly, 2002) propone que son las expectativas y las habilidades asociadas a los distintos roles desemperiados por hombres y mujeres las que explican sus diferencias en la conducta social. La asignacién diferencial de roles no es arbitraria, sino que res ponde a una divisién del trabajo, motivada por la necesidad de cooperacién entre los miembros del srupo para la supervivencia, La Figura 1.1 recoge una representacién esquematica de este modelo. | expectatvas Socaizacién eel eG de género Cds Ss Divisién del Diferencias abajo fe sera a entre sexo cordial ie (Otros factores cr abilidades y (pee ifloencis creencia relatives | 2 troreas | Pea # Figura 1.1. Lateoriade{os roles sociales sabre la diferencias de géneroenla conducta social (adaptado de Eagly, 1987, y de Eagly Wood, 1981), Una de las predicciones de este modelo es que, a medida que la asignacién de roles se haga més igualitaria, las diferencias psicolégicas entre hombres y mujeres iran desapareciendo gradualmente. En este capitulo y en el siguiente nos vamos a centrar en dos cuestiones —Ia eleccién de pareja y los celos, respectivamente— en las que se han investigado las diferencias entre hombres y mujeres y que han despertado una fuerte controversia entre los defensores de uno y otro enfoque, con el fin de contrastar la forma de plantear las hipstesis y de interpretar los resultados desde cada una de las pers- pectivas, En ambas se halla muy presente la relacién entre evolucién y cultura como trasfondo de la polémica, Cultura, evoluci6n y diferencias entre hombres y mujeres ff DIFERENCIAS SEXUALES EN LA ELECCION DE PAREJA Me gustaria encontrar un hombre que Cuore sensible an general y macho en las emergenciss El estudio de Buss David Buss, psicélogo evolucionista estadounidense, pretendia poner a prueba las predicciones de la teoria de la inversién parental de Trivers analizando las respuestas de hombres y mujeres ante situa- iones que en tiempos de nuestros ancestros tuvieron una importancia crucial para la reproduccién (aunque en muchas sociedades modernas ésta haya dejado de ser un objetivo prioritario). En concreto, en su estudio sobre las diferencias sexuales en la eleccién de pareja, Buss (1989) plante6 sus hipétesis de acuerdo con el siguiente esquema Cuaderno de Investigaci6n en Psicologia Social | Emteay (eficac Sele: '= El sexo que més invierte en la descendencia es el que clige pareja, En la especie humana, ambos sexos invierten, aunque de distinta forma — Las mujeres pueden concebir menos hijos, durante menos tiempo, y a inversiGn sexual en cada uno es | ‘mucho mayor que la de los hombres (un solo évulo fecundable, 9 meses de embarazo, lactancla, etc.) — Los hombres son fértles durante casi toda su vida y pueden concebir hijos con cada contacto sexual ‘con una pareja fétl. Su inversién consiste sobre todo en ayudar a sacar adelante alos hijos mediante la aportacién de recursos. © Debido a estas diferencias biolégicas en la capacidad reproductiva, los criterios de eleccién dle pareja se- ran diferentes en cada sexo, i6n sexual (inversién parental) 1 Las mujeres elegirén una pareja que les garantice una serie de recursos para la crianza de sus hijos. = Los hombres elegirin una pareja que les garantice que podrn reproducirse y que los hijos en los que in- vierten no son de otro. Predicciones = En las mujeres, mds que en los hombres, habré evolucionado una preferencia por parejas que muestren indicios de poser o poder adquirir recursos. = Enos hombres, més que en fas mujeres, habrd evolucionado una preferencia por parejas que den muestras de capacidad reproductiva y de castidad, 'B Figura 2.2. Predicclones sobre las diferencias sexuales ena eleccién de pareja segtin|a Psicolog(a evolucionsta (adap- tado de Buss, 1990), En la Figura 1.2 puede verse cémo, a partir de la teorfa general (teor‘a de la evolucién por seleccién natural, postetiormente revisada y conocida como teorfa de la eficacia biolégica inclusiva), y de una teoria de nivel medio derivada de ella (teoria de la seleccién sexual —inversién parental) se genera tuna hipétesis: cuando los hombres contribuyen con recursos para sacar adelante a la descendencia, las mujeres seleccionarén parejas en parte baséndose en la capacicad y la disposicién de éstas para porta recursos, y los hombres seleccionarén parejas que les garanticen no sdlo su propia reproduccién sino, ademés, que la descendlencia en la que invierten no es de otto; y a partir de dicha hipdtesis se formulan predicciones concretas: las mujeres valoraran mas que los hombres, en una pareja potencial atributos tales como ambicidn, laboriosidad, buenas perspectivas econémicas y capacidad de conseguir Cultura, evolucién y diferen s entre hombres y mujeres recursos; por otra parte, los hombres valorardn mas que las mujeres la juventud y el atractivo fisico de tuna posible pareja, como indicios de capacidad reproductiva, asf como su castidad como indicio de futura fidelidad. Buss tenia especial interés en comprobar la universalidad de las diferencias sexuales, como evidencia de un proceso evolucionista que afecta a toda la especie humana, Por ello, utiliz6 una muestra de 10.047 personas de 33 paises de los cinco continentes. Dado que los datos recogidos en este estudio han sido luego reanalizados por sus criticos, como veremnos después, nos detendremos brevemente en la descripeién de las caracteristicas de la muestra y del material empleados (el articulo donde se recoge esta investigacién esté incluido en el CD-ROM: «Sex differences in human mate preferences») Muestra En realidad, fueron 37 muestras obtenidas de 33 pafses (en algunos paises se utilizaron dos muestras, como es el caso de israel —judios y palestinos—, Sudéfrica —blancos y negros—, Canad4 —angléfonos y francofonos— y EEUU —continente y Hawai—). Los tamafios de las muestras eran en todos los casos superiores a 100 personas (excepto la de Irn, que sélo ascendia a 55), siendo el tamafio medio de 272 participantes. Las medias de edad oscilaban entre los 16 y los 29 afios. Aunque las muestras reflejan tuna gran diversidad de grupos geograficos, culturales, politicos, étnicos, religiosos y econémicos, las personas de procedencia rural y de menor nivel educative y socioeconémico estan infrarrepresentadas, segiin reconoce el propio Buss. Medidas En el estudio, se pedia a los participantes que proporcionaran la siguiente informaci6n: 1. Datos sociodemogréficos: edad, sexo, religi6n, estado civil, ntimero de hermanos. 2. Preferencias sobre: la edad para casarse, la diferencia de edad con el cényuge, quién de los dos deberta ser mayor (el participante o el cényuge) y el ntimero de hijos deseado. 3. Evaluacién de una lista de 18 caracteristicas en cuanto a lo importantes o deseables que serfan al elegir pareja. Intercaladas entre ellas se inclufan las variables de interés para la investigacién «buenas perspectivas econémicass, ebuen aspectos, «castidads (virginidad) y «ambicién y labo- riosidads. La evaluaci6n se hacfa mediante una escala de 0 (sirrelevante o nada importantes) a 3 (aindispensables). 4, Ordenacién de una lista de 13 caracteristicas de mayor a menor deseabilidad en una pareja po- tencial. Como en el caso anterior, entre los diferentes atributos se intercalaban dos que eran los que realmente interesaban al investigador: «capacidad para ganar dinero» y eatractivo fisico». Esta medida se incluyé como prueba parcial de la validez de los resultados de la medida anterior. Las instrucciones estaban formuladas en lenguaje sexualmente neutro, de forma que fueran igual- mente aplicables a hombres y a mujeres. Cuaderno de Investigacién en Psicolog(a Social Resultados En la Tabla 1.1 se presenta un resumen de los resultados referentes a la evaluacién de las 18 carac- as y ala diferencia de edad preferida con el cényuge ter 1 Tabla 1.2. Puntacones medias dehombresy mujeres de37 curs sdrela importance citntascaractersties paralaeleccion ce pareja sobre ladferencia de edad prefers cone conyuge (resumido de Buss, 1909 Bussetal, 1960), ec ee ee cere Di eats ifesber el lemttiniane rele =| reece Roe Wirt cree cia ‘Aron mii 201 207 MA BNA Tomlin de confine) 250 269 OMA ATA Esnbildadmade emocional 247 248 MODERADA | MODERADA Career gradable ae 252 OMA AUIA Buena sal 23 228 AA Ata Edcscninlgencia 227 245 MODERADA BAIA Cardcterscabe ais 230 BAA MODERADA Deseo de hog eho 209 221 BAA ATA Refnamientpulerid 20 198 BAA AA Buen aspecto 191 146 ATA MODERADA “Ambicin ylaboisded as 216 ALTA MODERADA Habla en tres comics 190 1m AA ATA Buenas peripectnas econdicas 116 176 ATA ala Edeacon sine 150 ie MODERADA ALTA Buea posi socal v6 146 —-MODERADA.—_-MODERADA Cassa 07s wWA ATA Cena relies aes 121 BWA ATA Tendenca pole sina 103 AA BAA Diterencia de ad prefer 3a ALTA BAA En cuanto a la medida de ordenacién de caracteristicas de mayor a menor deseabilidad en una pa- reja, las dos variables de interés (atractivo fisico y capacidad para ganar dinero) arrojaron diferencias sexuales significativas en la direccién esperada: los hombres, en comparacién con las mujeres, valoraban como mas deseable en una pareja el atractivo fisico, mientras que las mujeres daban mas importancia que los hombres a la capacidad de la pareja para ganar dinero y conseguir recursos, En ambos casos, la variabilidad entre culturas es baja volucién y diferencias entre hombres y mujeres Discusién y conclusiones De acuerdo con el enfoque de Buss, sus hipétesis se verfan confirmadas sien las variables de interés aparece una alta diferenciacién enire hombres y mujeres y, al mismo tiempo, si la variabilidad entre culturas es baja. Eso demostraria que las diferencias sexuales son universales y caracteristicas de la es pecie humana como resultado de la evolucién ‘A pattir de sus resultados, Buss concluye que las predicciones derivadas de la teorfa evolucionista se confirman en su mayor parte. Ast 1. Ala hora de clegir pareja, las mujeres valoran més que los hombres la capacidad para conseguir recursos, 2. Los hombres, en cambio, consideran més importantes los signos de capacidad reproductiva en la pareja, como el atractivo fisico y la juventud, 3. Nose confirma la prediccién relativa ala castidad. La interpretacién de Buss es que este aspecto, a diferencia de los otros, no posee indicios directamente observables, por lo que es posible que la seleccién no haya actuado sobre las preferencias de los individuos, sino sobre algiin mecanisrmo mas general, como los celos sexuales, para hacer frente a la pérdida de la inversin parental (véase el siguiente capitulo). 4. Almargen de estas diferencias, as distribuciones de las preferencias de hombres y mujeres en la eleccién de pareja se solapan de forma considerable, y en gran parte de las demas caracteristicas, incluidas en el estudio la diferencia es escasa, segin Buss porque no se refieren a aspectos en los que los sexos se enfrentaran a fuerzas selectivas distintas a lo largo de la evoluci6n. Por otra parte, ninguna de las variables de interés fue valorada como la més deseable por ninguno de los dos sexos. En todas las muestras estudiadas, ambos dieron més importancia a atributos como «amable y comprensivo/a» e «inteligentes que a «capaz de ganar dinero» o sfisicamente atractivo/a», Buss interpreta estos resultados como indicadores de que existen preferencias en la eleccién de pareja tipicas de la espe sencias ligadas al sexo. que son mas potentes que las pret En cuanto a la alta variabilidad entre culturas en muchos de los atributos incluidos (por cierto, bas tante mayor que la diferencia entre sexos, aunque no en las variables de interés para esta investigacién), Buss y sus colaboradores (1990) utilizaron técnicas estadisticas de escalamiento multidimensional’ para averiguar qué culturas mostraban patrones de preferencias similares. La dimensién més clara que obtu- vieron diferenciaba entre culturas «tradicionales» y culturas emodernas» y, sein sugieren los autores, se solapa considerablemente con la dimensién cindividualismo-colectivismo» de Hofstede (véase el Capitulo 2 del manual) Las técnicas de escalamiento multidimensional muestran la estructura de un conjunto de variables, proporcionando una escripcién dimensional cuantitatva de dichas variables, En otas palabras, agrupan las respuesta de ls participantes cores- ppondientes a distinas variables, coma sexo, tipo de cultura, eleccién de pareja, etc, para mostar su relacién, Cuaderno de Investigacién en Psicologia Social ‘ay réplica de Eagly y Wood "Yo cazo y lla recolects. 6s la nies Forma de llegar a Pin de mes’. Aunque el estudio de Buss generd gran cantidad de respuesta, tanto a favor como en contra, quiza la postura critica més elaborada es la mantenida por Alice Eagly y Wendy Wood. De acuerdo con la te- orfa de los roles sociales (Eagly, 1987) 0 teor‘a biosocial (Wood e Eagly, 2002), las diferencias psicold~ sicas entre los sexos no se deben, como las diferencias fisicas, a adaptaciones heredadas producto de la seleccién natural y sexual, sino a la necesidad de repartr el trabajo entre los miembros del grupo como estrategia basica de supervivencia desde tiempos ancestrales. Uno de los criterios légicos en el reparto de tareas es la constitucién fisica y la dotacién biolégica de los individuos (el mayor tamaiio y fuerza de los hombres les hacia més aptos para tareas como la caza y la proteccién contra peligros ex- {eros, mientras que las labores reproductivas de las mujeres las destinaban a actividades cercanas a la asa, como la recoleccién 0 el cuidado de los hijos, por ejemplo). Esas diferencias fisicas, en interaccién on las condiciones sociales y ecol6gicas, influyen en los roles que desempefian hombres y mujeres. Y es la acomodacién a esos roles, y a las expectativas que el grupo tiene sobre la conducta de los que los desempeiian, lo que produce las diferencias de género. Se da la circunstancia de que las actividades desempefiadas por los hombres y, por tanto, los roles masculinos, han supuesto tradicionalmente mayor estatus, poder y riqueza que las de las mujeres. De ahi que, para acomodarse a los roles correspondientes, la conducta de los hombres sea en general mas dominante (controladora, directiva, etc.) y la de las mujeres mas sumisa (més receptiva a la influencia social, menos abiertamente agresiva, mas cooperativa y conciliadora, y con menor autonomia sexual). Cultura, evolucién y diferencias entre hombres y mujeres Por tanto, desde esta perspectiva no se nicga la existencia de diferencias psicolégicas entre hombres yy mujetes, pero su causa se busca en otto sitio: no esté en adaptaciones evolucionistas sino en la es- tructura social (de hecho, esta teoria se considera como un modelo socioestructural). De ahi que una de las predicciones de la teoria sea que en aquellas culturas en las que existe una mayor igualdad de roles entre hombres y mujeres sus diferencias psicolégicas deberian ser menores. Para poner a prueba esta prediccién, Eagly y Wood (1999) utilizaron los datos de fa muestra tanscultural de Buss sobre pre ferencias en la eleccién de pareja y los sometieron a un nuevo andlisis (el articulo donde se recoge esta investigacién esté incluido en el CD-ROM: «The origins of sex differences in human behavior»). La premisa de la que partian era que la elecci6n de pareja es un reflejo més del esfuerzo de las per- sonas, no por aumentar al maximo su eficacia biolégica inclusiva’, como sostienen los psicélogos evo- lucionistas, sino por aumentar al méximo sus beneficios personales y reducir sus costes. Esto se consigue sacando el maximo partido de sus posibilidades en un ambiente en el que esas posibilidades estén Ii mmitadas por los roles de género impuestos por la sociedad y por las expectativas asociadas a los roles dentro del matrimonio. Por ejemplo, en aquellas sociedades en que hombres y mujeres ocupan roles ‘matrimoniales y familiares que entrafian responsabilidades y obligaciones diferentes, cada sexo deberla seleccionar parejas de acuerdo con criterios que reflejen esas obligaciones y responsabilidades diferen- tes, Sil sistema familiar esté basado en un hombre que aporta recursos de fuera y una mujer que trabaja cen la casa, como acurre en muchas sociedades actualmente, las mujeres tendrin mejores resultados eligiendo una pareja que desempefie bien su papel de proveedor de recursos, y los hombres buscando tuna pareja que cumpla bien su papel doméstico. En su andlisis, Eagly y Wood se centraron en aquellas caracteristicas que més relevancia tienen para su modelo: la tendencia de los hombres a buscar parejas mds jévenes y con habilidades domésticas (esta variable arrojé una amplia diferencia entre sexos en el estudio de Buss, aunque no era considerada de in- terés por el autor y la tendencia de las mujeres a escoger parejas mayores y con capacidad para ganar di- nero, Sus resultados légicamente coinciden con los obtenidos por Buss, al tratarse de la misma muestra: 1 Las mujeres valoran més que los hombres la capacidad de la pareja para ganar dinero. = Los hombres valoran més que las mujeres la capacidad de la pareja para las tareas domésticas = Los hombres prefieren parejas més jévenes y las mujeres parejas mayors. ‘Ademis, encuentran otras relaciones de interés para su modelo: 1t Las culturas en las que existen mayores diferencias sexuales en valoracién de las habilidades do- résticas son también las que presentan mayores diferencias en valoracién de la capacidad para ganar dinero, siendo esta relacién estadisticamente significativa, La eficaca biolgica inclusiva es un concepto de la tora evolucionista que se refiere a la capacidad de cada indviduo para propagar sus gene, bien sea através de sus propios descendientes o mediante la repraduccién de sus parientes Se supone Foc losrasgos o mevanismon psicologicos mis eicaces en este sentido son los que sobreviven ala seleccién natural, mientras ‘que los menos eficaces se extinguen. Cuaderno de Investigacién en Psicologia Social '= La diferencia en cuanto a la edad preferida del cényuge correlacionaba positivamente con la di ‘erencia en la preferoncia por una pareja que gane dinero, y también con la diferencia en la pre ferencia por una pareja con habilidades domésticas. &s decir, las culturas en las que los hombros Preferfan una pareja més joven y las mujeres una pareja de mas edad mostraban también una pre ferencia mayor en las mujeres que en los hombres por una pateja capaz de conseguir recursos y tuna preferencla mayor en los hombres que en las mujeres por una pareja que cacinara bien y fuera eficaz en las tareas de la casa Las autoras interpretan todos estos resultados como prueba de la importancia de la divisién de! tra bajo y el reparto de oles entte los sexos: las mujeres que desempefian el rol doméstico son el comple mento de los hombres que sirven como proveedores de recursos, y la combinaciGn de maridos mayores Y esposas més j6venes facilita esta forma de matrimonio. Para poner a prueba la hipétesis de que la mayor igualdad de roles disminuye las diferencias entre l0s sexos se basaron en datos de archivo de Naciones Unidas (1995). En concreto, utilizaron dos indi adores trans-nacionales de igualdad de género: el Gender Empowerment Measure (C. E, M,), que refleja el grado en que las mujeres de una sociedad participan igual que los hombres en roles econd. micos, politicos y de toma de decisiones, y el Gender-Related Development Index (G. D. |), que repre Senta la igualdad de los sexos en nivel de ingresos y en el acceso a servicios de salud y educacién, Las ‘Tablas 1.2 y 1.3 recogen las correlaciones de estos indices con las variables de interés para el estudio, tanto en la versién de valoracién (de 0 a 3; véase la descripcién del estudio de Buss) como en la de or. denacién jerdrquica (de mayor a menor deseabilidad) Tabla 1.2, Coreaciones de as ordenaciones y vaaraciones medias de os criteriosdeelecldn de parejacon os indices {Ge igualdad de género de Naciones Unidas para los datos de Buss (1989; Buss etal, 1990) en Bo culiacee (@breviado de Eaply Wood, 1989), Te IO GEM. GL. GEM. G01. Ganar dinero (pers. econdm) Diferencias entre sexos 34 294 2 Mujeves 29 16 ao 4a Hombres 24 27 40° 36" ‘Ama/o de casa (y cocinera/o) Diferencias entre sexos oa sane . sa Mujeres oa 01 7 Hombres 46" 42° oe ore Cultura, evolucién y diferencias entre hombres y mujeres Aclaraciones para interprotar la tabla: aumenta (correlacién pasitva) 0 bien disminaye (correlacién negativa). Cuanto mis cercano a 0 es menor es la = Es importante tener en cuenta que se trata de una tabla de correlaciones?, no de valores absolutos. Los datos que aparecen en ella no indican si la diferencia entre hombres y mujeres es mucha © poca, sino cémo se relaciona esa diferencia con los valores de igualdad de la sociedad, = Hay que distinguir entre los valores correspondientes a «diferencias entre sexos» y los referentes a umujeress y a chombress. Los primeros se relacionan con diferencias, no con deseabilidad del critetio, Son los otros dos los que se refieren a lo deseable que es el criterio para mujeres y para hombres, respectivamente, o mejor dicho, a la correlacién de esa deseabilidad con los indices de igualdad. 1 Valores més altos en los indices de igualdad de género (G.EM. y G.D.1,) corresponden a mayor igualdad; por otra parte, mayores valores en la valoracién y el ordenamiento de los criterios de eleccién corresponden a mayor deseabilidad en una pareja. Por tanto, una correlaci6n positiva indica un aumento de la deseabilidad del criterio a medida que aumenta la igualdad entre hom bres y mujeres, mientras que una correlaci6n negativa indica un descenso de la deseabilidad de ese criterio a medida que aumenta la igualdad de género en la sociedad. = Las diferencias entre sexos se calcularon restando la media de los hombres a la de las mujeres en el criterio «Capacidad para ganar dinero/Buenas perspectivas econdmicas», y restando la media de las mujeres a lade los hombres en el criterio «Habilidad para la cocina y las tareas domésticas» Por tanto, una correlacién positiva indica un aumento de la diferencia entre los sexos en cuanto al valor y la prioridad que cada uno da a los criterios a medida que aumenta la igualdad de género en un pais, mientras que una correlacién negativa refleja un descenso en la diferencia entre hom bres y mujeres al valorar y priorizar ese criterio cuando la igualdad de género en la sociedad es mayor. 1 Los datos de la Tabla se expresan segiin el formato abreviado usual para este tipo de resultados, de manera que el valor -.43 indica que se trata de una correlacién negativa de 0,43 entre las dos variables. Los valores de p que aparecen debajo de la Tabla indican niveles de significacién de los resultados (p se refiere a la probabilidad de error}: cuanto menor es e! valor de p, mayor es el nivel de signi- ficacién, es decir, mas seguros podemos estar de lo que los resultados reflejan. * Una cortelacign es una asocacién entre dos variables, de manera que, cuando el valor de una aumenta,e de la otra también alor de una corelaci6n, elaidn entre las variables (véase el capitulo I del manual Bisco Cuaderno de investigacién en Psicologia Social 19 Tabla... Corelaciones dela diferencia media de edadpreferida entre uno mismo yelcSnyuge con os indices de gual Gage género Ge Naclones Unidas para los datos de Buss (1908; Buss etal, 1990) en 37 cultures (Eagiyy Wood, 1999) | Cet I ra) l en Diferenla ete sexos nee -70 Mujeres oon sr Hombres 70 70% spe .001 ‘Aclaraciones para interpretar la tabla: '» Valores de edad positives corresponden a preferencia por un cényuge mayor, y valores negatvos, a preferencia por uno menor que uno mismo. Por tanto, en el caso de las preferencias de las mu, Jeres, una correlacién negativa indica un descenso en la tencencia a preferir un cényuge de més edad a medida que aumenta la igualdad entre sexos en la sociedad, y lo mismo indicarfa una co. rrelaci6n positiva en el caso de las preferencias de los hombres. 1 Pussto que las diferencias entre sexos se calcularon restando la diferencia de edad preferia por {os hombres ala preferida por las mujeres, una correlacién negativa indica un descenso en la di ferencia entre hombres y mujeres en este crterio a medida que aumenta la igualdad entre sexos en la sociedad, A partir de estos resultados, las autoras concluyen que las predicciones de su modelo socioestructural se curmplen en general, ya que, a medida que aumenta la igualdad de género en una sociedad, dismi- ‘nuyen las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a sus preferencias en la eleccidn cle pareja, al menos en los tres crterios seleccionadas: los hombres dan menos importancia a las habilidades do- Inésticas dela pareja y las mujeres ponen menos énfasis en las perspectivas econémicas del potenciel tmavido. ¥ fo mismo ocurre con las diferencias en cuanto a la edad relativa de la pareja: las preferencias de hombres y mujeres en este sentido, sin legar a ser idénticas, se van haciendo més similares Posteriormente, Buss y sus colaboradores (Gangestad, Haselton y Buss, 2006) han vuelto a analizar {os datos de su estudio de 1989 incluyendo los indices de igualdad de género empleados por Eayly, y Wood y controlando la influencia de variables no contempladas entonces, y encuentran una escasa ye. lacién (ya veces opuesta a lo previsto por estas autoras) entre dichos indices y ls diferencias entre hone. pres y mujeres en la importancia que dan alos diversos crterios de eleccidn de pareja. Amplian, sin em. bargo, el marco de interpretacin de sus resultados al incuir variables de tipo ecolégico que podrian explicar la variabilidad cultural observada, baséndose en el conceplo de xcultura evocada», inreducicls Por los psic6logos evolucionistas como explicacién complementaria a la mantenida por las ciencias so. Ciales (véase ef Capitulo 2 del manual) de la existencia de semejanzas entre los miembros de una misma cultura y de diferencias ente cuturas. En el Cuadro 1.2 se explica en qué consiste dicho concepto, Cultura, evoluci6ny diferencias entre hombres y mujeres v1 Cuadro4.2. Cultura evocaday cultura transmitia, ‘Como Se Yecordar, la cultura transmiida e el conjunto dé normas, valores, simbolos, ituales, etc. que se aprenden de otros, Teoby y Cosinides (1992), en un capitulo que sent las bases de lo que alora es la Psi- Cologta evolucionista (isciplina que estua ls elaciones entre evolucion, psicologia y cultura), afrman que fas semejanzas Intra las diferencias inte-culturales no pueden explicase solo como resultado del aprendi je y la transmisién de elementos cullurales de una generacin ala siguiente. Segin su planteariento, todos fos seres humanos eompartimos una arquitectura cerebral universal y altamente organizada, dotada de ml- tiples mecanismos que han sido disehados por la seleccién natural para responder a miles de varables del dmbiente (sic y social. Por tanto, esas variables activarian diferentes mecanismos adaptativs heredados, ts decir, diferentes repertorios psicolégicos y condluctuales, sein las condiciones concretas La cultura evocada se refere ala accin de los mecanismos psicolégicos que han ido evolucionando alo Iargo della historia de nuestra especie ante los estimulos del medio. Es, como si dijéramos, una cultura innata © ancestrals, enormemente especilizada, que se activa ante determinadas claves presents en el medio, de forma que, segin cudles sean esas claves, se pondrén en marcha (serdn evocados) unos mecanismos psico légicos y no otros. De ahi que la personas y grupos que comparten condiciones similares muestren patrones de respuesta comiunes diferentes de los que viven en crcunstancias istintas El hecho, por ejemplo, de que en varias tribus de cazadores recolectores, separadas en dstntos continentes, se den las mismas pautas de reparto de comida en el grupo ante las mismascircustancia (se compart con todo i grupo cuando el alimento es muy variable en cuanto a disponibilidad, como ocurte con Ia caza, pero s6lo con fa familia cuando la cisponibilidad es més constante, como en el caso de la recoleccién de plantas), y de que cxstanromas siilares en grupos que hablan en entornospatecidos es una muesra, sein ls psicélogos evo- lucionisas, de la exstencia de una cultura evocada. Otro ejemplo serfa la indumentaria que emplean ls habitantes de reglones del planeta con climas semejentes. Sera el caso dels tribus del centro de Arica y las del Amazonas, 6 los exquimales, fos panes y los anos del norte de Japén, Puede cambiar la forma de adornars,o el material on el que se cubren, sean las especies de plantas y animales de cada zon, pero el estilo es el mismo. Pues bien, todas estas coincidencias no pueden explicarseféciImente como cultura transmitida, puesto que estos grupos no esian ni han estado nunca en contacto. Serian los mecanismos innatos comunes a toda {a especie, evocados por un medio semejante los que darian cuenta de esas similitudes. Por supuesto, dentro de carla grupo, la cullura propia se transmite de una generacién a otra, de forma que ambos tipos de cultura, transmitida y evocada, coexisten. Como afirman Tooby y Cosmides (1992), «E! funcionamiento de una psicologia ica y con gran capacida de respuesta, mas a ca pacidad para aprender socalmente, pueden conjuntamente dar una explicaciin mucho més Completa dela cultura y el cambio cultural que cualquiera de ells por separad.» (p. 117) ‘Segiin Gangestad y colaboradores (2006), las semejanzas en los criterios preferidos en la pareja entre cculturas con indices de igualdad de género similares se pueden explicar como un efecto de cultura evo- ‘cada (condiciones sociales semejantes evocan respuestas también semejantes) Este trabajo ha sido pu- blicado como articulo abierto a comentarios de otros colegas. Por supuesto, uno de esos comentarios procede de Eagly y Wood (2006), y en é! crtican diversos aspectos metodol6gicos. Por su parte, Eagly ha realizado un nuevo estudio ranscultural con colegas de diferentes paises (entre ellos las espafiolas Marfa Lameiras y Yolanda Rodrfguez) aportando nuevas pruebas a favor de su modelo (Eastwick et al., 2006), En concreto, encuentran una relaci6n entre la ideologia de género tradicional y la preferencia Cuaderno de Investigacién en Psicologia Social por determinads atributos en la pareja, Segiin estos autores, aunque el concepto de cultura evocada podria explicar las diferencias entre culturas 0 sociedades, dificilmente podria dar cuenta de las dife- Tencias entre los miembros de una misma sociedad, algo que sf es posible con la medida de ideologia de género individual. En cualquier caso, lo importante de una controversia como esta es que, si se produce en términos Cientificos y no ideolégicos, hace avanzar el conocimiento de un determinado fenémeno. Las criticas de otros investigadores interesados en el mismo t6pico forentan la imaginaciGn y afinan el empleo de métodos més sofisticados. Con cada nuevo andlisis se contemplan aspectos antes pasados por alto y, muchas veces, se llega a encontrar puntos de encuentro entre enfoques inicialmente irreconciliables, CV) e510) To). V0. 05 1. En el estudio de Buss sobre diferencias de sexo en la eleccién de pareja, uno de los resultados ims fuertes se refiere a la caracteristica xbuenas perspectivas econémicass (véase la Tabla 1.1) En 36 de las 37 muestras estucliadas la diferencia entre hombres y mujeres fue significativa y en la direcci6n prevista (mayor valoracién por parte de las mujeres). La tinica muestra que no pre- senté diferencias de sexo significativas fue precisamente la espafiola, y lo mismo ocurtié con la importancia concedida al atributo «capacidad para ganar dinero» en la tarea de ordenacién je- rérquica. Este resultado desconcerté bastante a Buss, segiin él mismo reconoce en su articulo. Otra rareza de la muestra espafiola es que es una de las tres (entre 37) que presentan una dife- rencia, aunque no significativa, en el sentido opuesto al esperado en la variable «ambici6n y la- boriosidado (es decit, mayor valoraci6n por parte de los hombres). 2Cémo explicaria estos resultados segtin los modelos que hemos revisado en este capitulo (modelo evolucionista y modelo sociestructural)? 2. Evalie las preferencias de varias personas de distinto sexo (entre cinco y diez de cada uno serfa suficiente para esta prictica) en la eleccién de pareja mediante el instrumento que aparece en el Cuadro 1.3 (esta escala esté incluida en el CD-ROM). Serfa ideal que los participantes procedieran de culturas diferentes. A partir de estos datos realice las siguientes operaciones: Calcule las medias de hombres y de mujeres por separado para cada atributo. Puede recogerlas en una tabla 0 representarlas mediante una gréfica, = Compare las medias entre hombres y mujeres. ™ Calcule las medias de personas de distintas culturas, sin diferenciar por sexo, para cada atributo (presentindolas en tabla o grafic, = Compare las medias entre personas de distintas culturas = Compruebe si son mayores las diferencias entre sexos o entre culturas para cada atributo. Cultura, evolucién y diferencias entre hombres y mujeres & Discuta los resultados en relacién con los modelos expuestos en el capitulo, 1 labore un informe siguiendo los pasos indicados en el Apéndice 2 de este Cuaderno, 9 Cuadro 1.3, Lista de 18 caracterstcas referidas a una pareja potenci A continuacién encontraré una lista con una serie de caractersticas. Le pedimos que las evale en cuanto a lo importantes 0 deseables que serfan para usted a la hora de elegir una pareja. Para ello, debers puntuar cada una de 0 (itrelevante o nada importante) a 3 (indispensable), BE srevtceion mua ] Formalidad (digno/a de confianza) Estabilidad / madurez emocional : eh | | Carictet agradable [ Buena salud Educaci6n /inteligencia Cardcter sociable Deseo de un hogar y de tener hijos ry Refinamiento /pulcritud Buen aspecto ‘Ambicin y laboriosidad Habilidad para la cocina y las tareas domésticas Buenas perspectivas econémicas Educacién similar Buena posicin social Castidad Creencias religiosas similares Tendencia politica similar Cuadero de investigacién en Psicologia Social i REFERENCIAS Baumeister, R. F. (2005). The cultural animal: Human ‘nature, meaning, and social life. Nueva York: Oxtord University Press Buss, D. M. (1989), Sex differences in human mate pref ferences: Evolutionary hypotheses tested in 37 cul- tures. Behavioral and Brain Sciences, 12, 1-49. Buss, D. M. (1990). Evolutionary social psychology: Prospects and pitfalls. 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