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I. CONCEPTOS SOCIOLOGICOS FUNDAMENTALES ‘Advertencia preliminar: El método de esta introductoria definicién de conceptos, de la que no puede prescindirse ficilmente no obstante ser de modo inevitable abstract y lejana, al parecer, dela realidad, no pretende novedad en modo alguno ‘Al contratio,s610_ desea formnlar —teniendo la esperanza de haberlo consegui do— en forma més conveniente y correcta (quiz por eso con cietta apariencia ppedante), lo que toda sociologia empfrica entiende de hecho cuando habla de las Insmas cons. Esto aun ali donde Se empleen expesons al parecer no habit Tes o nuevas. En relacién con mi articulo en Loges (IV, 1913, pp. 253s) la terminologia ha sido simplificada en lo hacedero, y modificada muchas veces con el propésito de hacer ficil su comprensién en la mayor medida posible, Desde luego, la exigencia de una vulgarizaci6n absoluta no es siempre compatible con la de-una méxima precsién conceptual y ésta debe predominar sobre aquéll, Sobre el concepto “comprender” (Verstehen) ct. la obra de K, Jaspers: Allgeme- ine Psychobathologie, “Psicopatologia general” (también algunas observaciones de Rickert en la segunda edicién de Grenzen der naturviseenschaftlichen, Be- sgrifsbildung, “Limites de la formacién conceptual de las ciencias naturales", y particalarmente de Simmel en Probleme der Geschichsphilosophie, “Problemas de filosofia de 1a corresponden a la cuestién). Metodologicamente remito aqui, como se ha hecho con frecuencia, al antecedente de F. Gott] en su obra Die Herrschoft des Worts, “El imperio de la palabra”, escita ciertamente en un estilo dificil y que quiz4 no lleva hasta su plenitud el pensamiento en ella encerrado. Y por Jo que respecta al contenido, al bello libro de F. Ténnies, Gemeinschaft und Gesellschaft, “Comunidad y sociedad”. Por iltimo, 2 la equi- vocada obra de R. Stamler: Wirtschaft und Recht (“Economfa y' Derecho". ‘Trad. esp. Reus) y a su critica contenida en mi articulo el Archiv fir Sorialwis- senscheft (XXIV, 1907), que oftece en gran medida los fundamentos de lo que va.a ser expucsto.” Del metodologia de Simmel (en la Sociologia [trad. exp. Rev. Oce] y en Filosofia del dinero) difiero en Ia separacién que lievo a cabo, siempre que hha sido facible, entre “sentido” mentado y “sentido” objetivamente vdlido, los cuales Simmel no solamente no distingue siempre, sino que con frecuencia permite de modo deliberado que se deslicen confundidos. § 1. Concepto de 1a sociologla y del “significado” en ta accién social. Debe entenderse por sociologia (en el sentido aqui aceptado de esta palabra, empleada con tan diversos significados): una ciencia que pretende entender, interpretindola, la accién social para de eba manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos. Por “accién” debe entenderse una conducta hu- ‘mana (bien consista en un hacer extemo o intemo, ya en un omitir 0 permi- tir) siempre que el sujeto o los sujetos de la accién enlacen a ella un sentido subjetivo. La “accién social”, por tanto, es una accién en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos est referido a la conducta de otros, orien- tandose por ésta en su desarrollo, 6 CCONCEPTOS SOCIOLEGICOS FUNDAMENTALS 1, FoNDAMENTOS METopOLGCICOS 1. Por “sentido” entendemos el sentido mentado y subjetivo de Tos sujetos de la aceién, bien a) existente de hecho: a) en un caso histéricamente dado, 8} como promedio y de un modo aproximado, en una determinada masa de casos bien b) como construido en un tipo ideal con actores de este caricter, En modo alguna se trata de un tentido “objetivamente justo” o de un sentido “verdadero imetafiscamente fundado, Aqui radica precisamente la diferencia entre las cien- cias empiricas de la accién, Ia sociologia y la historia, frente a toda ciencia dog- natin, jurppradencia, ihn, és, iti, Ins cues pretenden investigar sus objetos el sentido “justo” y “vélido’ 2. Las limites entre una accién con sentido y un modo de conducts simple. mente reactivo (como aqui le denominaremos), no unido a un sentido subjeti- vvamente mentado, son enteramente clisticos, Una parte muy importante de los rmodos de condueta de interés para la socilogla, especialmente la accién puramen- te tradicional, se halla en la frontera entre ambos. Una accién con sentido, es decir, comprensible,no se da en muchos casos de procesos pscofisicos, y en otros sélo existe para los especialistas; los procesos misticos, no comunicables adecua damente por medio de Ia palabra, no|pueden ser comprendidos con plenitud por Tos que no son accesibles a ese tipo de experiencias. Pero tampoco es mecesaria fa cxpacded de product uno mismo una atin seman Ia aja pra In os bilidad de su comprensién: “no es necesario ser un César para comprender a César”. El poder “revivir” en pleno algo ajeno es importante para 1a evidencis de la comprensién, pero no es condicién absoluta para la interpretacién del sen- tido. A menudo los elementos comprensibles y los no comprensibles de un pro- ceso estin tmidos y mezclados entre s 3. Toda interpretaciOn, como toda cicncia en general, tiende a la “evidencia”. La evidencia de la comprensién puede ser de caricter ricional (y entonces, bien Tigica, bien matemética) 0 de caricter endopstico: afectiva, réceptivoatisica En el dominio de la acci6n es racionalmente evidente, ante todo, lo que de su “conexién de sentido” se comprende inteleeruatmente de un modo difano y ‘cathaustivo, Y hay evidencia endopitica de la accién cuando se revive plenamente |a “conexin de sentimientos” que se vivié en ella. Racionalmente comprensibles es decir, en este caso: captables en su sentido intelectualmente de un modo inmediato y univoco— son ante todo, y en grado méximo las conexiones signifi: cativa, ymente referidas, contenidas en las proposiciones légicas y mate intieas. Comprendemos asi de un modo univoco lo que se da a entender cuand> alguien, pensando o argumentando, hace uso de Ia proposicién 2x 2=4, 0 de Jas teoremas pitagéricos o extrac una conciusi6n Tégica —de acuerdo con ucstros hébitos mentales— de un modo “‘correcto”, ‘De igual manera, cuando al Dbasindose en los datos ofrecidos por “hechos” de la experiencia’ que nos son ‘co. nocidos” y en fines dados, deduce para su accién las consecuenciss claramente inferibles (segin nucstra experiencia) acerca de Ia clase de “medias” a emplea’ ‘Toda interpretacién de una accién con arreglo a fines orientada racionalmente de sa manera posee —para la inteligencia de los medios empleados— al grado md- ximo de evidencia. Con no idéntica cvidencia, pero si sufciente para nuestras exi gencias de explicacién, comprendemos también aquellos “errores” (inclusive con- fusiones de problemas) en Jos que somos capaces de incurtir 0 de cuyo nacimiento podriamos tener una experiencia propia. Por el contrario, muchos de los “valores” y “fines” de caréctertltimo que parecen orientar la accién de un hombre no los podemios comprender a menudo, con plena evidencia, sino tan s6lo, en ciertas FUNDAMENTOS M«rTODOLOGICOS 7 ‘ircunstancias, captarlos intelectualmente; mas tropezando con dificultades cxe- cientes para poder “revivitlos” por medio de la fantasia endopitica a medida en (que se alean mas radicalmente de nuestras propias valoraciones siltimas. ‘Tenemos entonces que contentarnos, segin el caso, con su interpretacién exclusivamente intelectual 0, en determinadas ‘circunstancias —si bien esto puede fallar—, con Aaceptar aquellos fines o valores sencillamente como datos para tratar luego de hhacemnos Comprensible el desarrollo de la accién por ellos motivada por la mejor interpretacién intelectual posible 0 por un revivir sus puntos de onientacién Io mis cercano posible. A esta clase pertenecen, por ejemplo, muchas acciones vir- toosas, religiosas y caritativas, para el insensible a clls; de igual suerte, muchos fanatismos de racionalismo extremado (“derechos del hombre”) para quicn abo- rece de ello. Muchos afectos reales (miedo, célera, ambiciOn, envidia, celos, amor, entosiasmo, rgllo, enganza, peda, devon y apetncias de toda suerte) y as Feaceionesfacionlcs (desde @ pinto de wists dela ccién racional con arqlo a fines) derivadas de ellos podemos “‘revvirlos” afectivamente de modo tanto mis evidente euanto mis susceptibles seamos de esos mismos afectos: y en todo 380, aunque excedan en absoluto por su intensidad a nuestras posibilidades, po- demos comprenderlos endopaticamente en sui sentido, y calcula intelectualmente sus efectos sobre la direecién y los medios de la El método cientifico consistente en la construccién de tipos investiga y expone todas las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadss, cl comportamiento que influyen en la accién, como “‘desviaciones” de un desarrollo de la misma “‘construido” como puramente racional con arreglo a fines. Por ejem- plo, para la explicacién de un “pénico bursitil” seré conveniente fijar primero cémo se desarollara la accién fuera de todo inflnjo de afectos irracionsles, para introduce despues como “perturbacons”,aqulos components inaionales, De igual modo procederfamos en la explicaci6n de una accién politica 0 militye: ten- dxamos que fijar, primero, como se hubiera desartollado esa accién de haberse conocido todas las circunstancias y todas las intenciones de los protagonistas y de haberse orientado la eleccién de los medios —a tenor de los datos de la expctien cia unseat por aunts come exitentcr— de a lo figuosament ional con arteglo a fines. S6lo asi seta posible la imputacién de las desviaciones 1 las imacionalidades que las condicionaron. La construecién de una accién rigo- osamente racional con arteglo a fines sirve en estos casos a la sociologia —en rméritos de su evidente inteligiblidad y, en cuanto racional, de su univocidad— ‘como un tipo (tipo ideal), mediante ef cual comprender la accién rea, iafluida ‘por imacionalidades de toda especie (afectos, errores), como una desviacién del Aesarzollo esperado de la acciém racional ‘De esta suerte, pero sélo en vittud de estos fundamentos de conveniencia me- todologica, puede decitse que el método de la sociologta“‘comprensiva” es “racio- nalista". Este procedimiento no debe, pues, interpretarse como un prcjuicio tacionalista de la sociologia, sino s6lo como un recurso metédico; y mucho me ‘nos, por tanto, como si tmplicara Ia ereencia de un predominio en ta vida de lo racional. Pues nada nos dice en 1o més minimo hasta qué punto en la realidad las acciones reales estin 0 no determinadas por consideraciones racionales de fi- nes, (No puede negarse la existencia del peligro de interpretaciones racionalistas en lugares Inadecundor. Toda la expeienca confi, por desgraci, ete ast) 4. Los procesos y objetos ajenos af sentido entran en el Ambito de las ciencias de Ia accién como ccasién, resultado, estimulo u obsticulo de Ia zecién humana, Ser ajeno al sentido no significa “inanimado” o “no humano”, Todo artefacto, tuna méquina, por ejemplo, se comprende c interpreta, en fin de cuentas, por el 8 CONCEPTOS SOCIOLEGICOS FUNDAMENTALES sentide que a su producci6n y empleo Te presta (0 quisiera prestar) la accién Jhumana (con finalidades posiblemente muy diversas); sin el recurso a ese sentido. permanece completamente incomprensible. Lo comprensible, es, pues, su tefe- rencia a la accién. humana, ya como “medio, ya como el “fin” imaginado por el actor o actores que orienta su accién. Sto mediante estas categorfas tiene lugar ‘una comprensién de semejantes objetos. Por el contrario, permanecen ajenos al sentido todos los procesos 0 estados —animados, inanimados, humanos y extra Thumanos— en que no s¢ mienta un sentido, en tanto que no aparezean en la accién en Ta relacién de “medio” o de “fin”, y s6lo sean, para la misma, ocasién, estimulo uw obsticulo. La formacién del Dollart en el fio 1277 tiene (quizi!) significacién “histérica” como provocadora de ciertos asentamientos de conside- rable aleance histrico. El ritmo de la muerte y a ciclo orgénico de la vido: desde dl dewvalimiento del nifio al desvalimiento del anciano, tienen naturalmente aleance sociol6gico de primera fuerza por los diversos modes en que la accién Jhumana se ha orientado y orienta por esos hechos. Otra clase de categoras esti constitu i imientos sobre el desarvollo de algunos fenémenos psicofisicos (cansancio, hébito, memoria, etc; y también, por ejemplo, enforias Hpicas en determinadas formas de mortficaciOn, diferencias tipicas de Jes modos de reaccién segiin ritmo, modo, claidad, ete.) que si se apoyan en Te experiencia no implicen comprensign. La situacin es, sin embargo, la misma que la existente en otros hechos opacos a la comprensin: la “‘actitud comprensiva” Jos acepta en igual forma que lo hace cualquier actividad practica, como “datos” con los cuales hay que contar. Cabe Ta posiblided de que Ta investigaci6n futura encuentre rgularidades ‘no sujetas a comprensién para determinadas conductas con sentido, por escasa aque haya sido hasta ahora semejante cosa. Diferencias en la herencia biologica (ae as “tzas”) por ejemplo — cuando y en la medida en que se porta le prueba estadistica de su influjo en los modos de conducta de alcance socioldgico; especialmente en la accin social por Jo que respecta a la manera de estar referida a su sentido— se aceptarian por la sociologia como datos, ni més ni menos que los hechos fisiologicos del tipo de la necesidad de alimentacién 0 de los efectos de la sencctud sobre la accién humana. Y el reconocimiento de su significacién causal pata nada alterarfa la tarea de la sociologia (y de las ciencias de la accién en general): comprender, interpretindolas, ls acciones orientadas por un sentido. [No harla sino insertar en determinados puntos de sus conexiones de motives, comprensibles ¢ interpretables, hechos no comprensibles (as{: conexiones tipicas dela frecuencia de determinadas finalidades de la accién o del grado de su racio- nalidad tipica con el indice craneano, el color de la piel o cualesquiera otras cuali ades fisiologicas hereditarias), como ya hoy dfa ocurre en esa materia. 5. Puede entenderse por comprensién: I, la comprension actual del sentido ‘mentado en una accién (inclusive: de una manifestacién). Comprendemos, por ejemplo, de un modo actual el sentido de la proposicion 2 x 2 = 4, que oimos 0 Teemos (comprensién racional, actual, de pensamientos), o un estalido de cblera manifestado en gestos faciales, interjecciones y movimientos irracionales (com- prensiGn inracional, actual, de afectos), 0 la conducta de un lefiador o de alguien que pone su mano en el pomo de la puerta para cerrarla o que dispara sobre un animal (comprensién racional, actual, de acciones) —pero también: 2, la com- prensién explicativa. Comprendemos por sus motivos qué sentido puso en ello quien formal o escribié la proposiciOn 2 x 2 = 4, para qué lo hizo precisamente fen ese momento y en esa conexién, cuando lo vemos acupado en una operacién , en una demostracién cientifica, en un efleulo téenico o en otra accién FUNDAMENTOS METODOLOGICOS 9 4 cuya coneaién total pertenece aquella proposicién por cl sentido que, vemos Tincaladoa ela es dec, esa proposcin fora una "Sonesién de sentido” com: prensible para nosotros (eomprensién racional por motivos). Comprendemos al [dor o“al que aprnta con tin arma, no sblo de tn mode zctul, sino por sus inotives, eaando sabemos que el primero ejecuta esa accién por ganarse un salario © parm cubrir sus necesidades 0 por diversion (racional) o porque “reaccioné de tal modo a una excitacion” (“rracional), 0 que el que dispara el arma lo hace por tuna orden de ejecutzr a alguien o de defensa contra el enemigo (racional) 0 bien por venganza (afectiva y, en este seulido, inacioual). Compiendemos, por siti Ino, un acto de célera por sus motivos cuando sabemos que detris de él hay celos, vanidad enfermiza u Honor lesionado (afectivamente condicionado: comprensi6n immacional por motivos). ‘Todas éstas representan conexiones de sentido compren- sibles, In comprensién de las cuales tenemos por wna explicacidn del desarrolke real de la accién, “Explicat” signifies, de esta manera, para la ciencia que se ocu- pa del sentido de la accién, algo asi como: eaptacién de Ta conexién de sentido fn que se incluye una aecién, ya comprendida de modo actual, a tenor de su sentido “subjetivamente mentado”. (Sobre Ia significacién causal de este “expli- car” ef, n9 6.) En todos estos casos, también en los procesos afectivos, entend- ‘mos por sentido subjetivo del hecho, incluso de la conexién de sentido, el sentido ““mentado” (apartindonos del uso habitual, que suele hablar ‘inicamente de “'men- tar”, en la significacién alodida, con respecto a las acciones racionales e intencio- nalmente referidas a fines). 6. Comprensién equivale en todos estos casos a: captacién interpretativa del sentido o conexién de sentido: a) mentado realmente en la acci6n particular (en la consideracién histériea); b) mentado en promedio y de modo aproximativo (en la consideracién sociolégica en masa); e) construido cientificamente (por el método tipol6gico) para la elaboracién del tipo ideal de un fenémeno freeuente. Semejantes construcciones tipico-ideales se dan, por ejemplo, en los concep: tos y leyes de la teoria econémica pura, Exponen eémo se’ desarollaria una forma especial de conducta humana, si lo hiciera con todo rigor con arreglo al fin, sin perturbacién alguna de erzores y afectos, y de estar orientada de un ‘modo’ univoco por un solo fin (el econémico). Pero le accién real z6lo en casos raros (Bolsa), y es0 de manera aproximada, transcurre tal como fue construids cn al tipo ideal (respecto a la finalidad de tales construcciones, ef. Archiv. # Sozialmiss., XIX, pp. 64 8, infra, el n® 8). ‘Toda interpretacién persigue la evidencia. Pero ninguna interpretacion de sentido, por evidente que sea, puede pretender, en mévitos de ese cardcter de evi- dencia, ser también Ia interpretacién causal valida. En s{ no es otra cosa que ‘una hipétesis causal partcularmente evidente. a) Con frecuencia “motives” pro- textados y “represiones” (es decit, motives no aceptados) encubren, aun para el rismo actor, fa conexion real de la trama de su accida, de manera que el pro- pio testimonio subjetivo, aun sinceto, sélo tiene wn valor reativo. En cste caso Ta tarea que incumbe a la sociologla ¢s averiguar e interpretar esa concni6n, aim- que no haya sido elevada a coneiencia o, lo que ocurre las mis de Int veces, no Yo haya sido con toda la plenitud con que fue mentada en coneteto: un cat li mite de la intepretacién de sentido. 6) Manifestciones exteras de ln acetdn tenidas por nosotros como “iguales” o “semejantes” pueden apoyarse en conexio- nes de sentido muy diversas en el actor o actores; y “‘comprendemos” también tun actuar fuertemente diverso, a menudo de sentido cabalmente opuesto, frente a situaciones que juzgamos “semejantes” entre si. (Ejemplos en Simmel: Probl. der Geschichtsphil.) ¢) En situaciones dadas los hombres esti sometides en su 10 CONCEPTOS SOCIOLOGICOS FUNDAMENTALES accién a la pugna de impulsos contrarios, todos ellos “comprensible”. Cull sea 1 intensidad relativa con que se manifiestan en la accién las distintas referencias significativas subyacentes en la “lucha de motives”, para nosotros igualmente ‘comprensibles, es cosa que, segin la experiencia, no se puede apreciar nunca con toda seguridad y en la mayor parte de los casos ni siquiera de un modo aproxi- ‘mado. ‘S6lo el resultado efectivo de la lucha de motivos nos ilustra sobre ello. Como en toda hipétesis ¢s indispensable el control de la interptetacién compren- siva de sentidos por los resultados: la direcciOn que manifieste la realidad. Solo «en los escasos y especialmente adecuados casos de la experimentacién psicdlégica puede lograrse un control de precisién relativa. También por medio de la estadis Fics, y con extaordnaias diferencias en la apovimacidn, en los exis (tambien limitados) de fendmenos en masa susceptibles de cuantificacién y cortlacién. En Jos demas casos, y como tarea importante de la sociologla comparada, s6lo queda 1a posibilidad de comparar el mayor niimero posible de hechos de la vida hist. rica o cotidiana que, semejantes entre sf, s6lo difieran en un punto decisivo: el casion”, que precisamente por su importancia prictica tratamos de investigar. A menudo sélo queda, desgraciadamente, el medio inseguro del “expetimento ideal”, es decie, pensar como no presentes ciertos elementos cons titutivos de la cadena causal y “construir” entonees psiquica” constriida por varios elementos (de cualquier forma que se les eaifique). Sin duda alguna se obtienen asf cono- cimientos valiosos (Ieyes causales). Peto no nos es posible “comprender” et ‘comportamiento de esas elementos que se expresa en leyes. Ni aun en el caso de trataise de elementos psiquicos; y tanto menas cuanto més exactamente se les conciba en el sentido de las ciencias naturales; jamés es éste el camino para una interpretacién derivada del sentido mentado. Ahora bien, la captacién de a conexién de sentido de la accién es cabalmente el objeto de la Sociologia (tal ‘como agui Ia entendemos; y también de la historia), Podemos observar (en prin- Gi, af menor) eomportamiento dels unkades Flies olulas por ejemplo, o cuales yentos psiquicos, tater de obtener inferencias de esas, observaciones, formular reglas (“leyes") pata coos comportamicatos y “explicar” ‘ausalmente con su ayuda procesos particulates, es decir, incluilos bajo esas leyes La interpretacién de la accién, sin embargo, s6lo se interesa en tales hechos y eyes en igual forma y medida en que lo hace respecto a cualesquiera otros hechos (por ejemplo: hechas fisicos, astronémicos, geolégicos, meteorolbgicos, geogrifi- 0s, botinices, zoolégicos, fisilégicos, anatémicos, psicopatolégicos ‘ajenos_al sentido; y condiciones cientifico-naturales de los hechos téenicos). Para otros fines de conocimiento (p. ¢),jtufdicos) o por finaidades précticas puede ser conveniente y hasta sencillamente inevitable tratar a determinadas for- rmacioncs sociales (estado, cooperativas, compafiia anénima, fundacién) como si fueran individuas (por ejemplo, como sujetos de derechos y deberes, o de deter- rinadas acciones de alcance juridico). Para la interpretacién comprensiva de la sociologia, por el contrario, esas formaciones no son otra cosa que desarollos ¥ centrelazamientos de acciones especificas de personas individuales, ya que tan sélo éstas pueden ser sujetos de una accién orientada por su sentido. A pesar de «sto, la sociologia no puede ignorar, aun para sus propios fines, aquellasestructuras conceptusles de naturaleza colectiva que son instrumentos de otras maneras de cenfrentarse con la realidad. Pues la interpretacion de la accién tiene respecto a «30s conceptos colectivos una doble relacién: ) se ve obligada con frecuencia a trabajar con conceptos semejantes (que a menudo levan Tos mismos nombres) con el fin de lograr una terminologéa intcligible. Lo mismo el lenguaje juridico ue el cotidiano se refieren, por ejemplo, con el término estado tanto al concepto jutidico como a aquellas realidades de la accién social frente a las cuales la norma jueica eleva su pretensién de valider. Para la sorialogia a realidad “estada!” no Se compone necesariamente de sus elementos juridicos; o, més precisamente, no deriva de ellos. En todo caso no existe para ella una personalidad colectiva en accién. Cuando habla del “estado”, de Ia “nacién”, de la “sociedad anénima”, de la “familia”, de un “cuerpo militar” o de cualquiera otra formacién semejante se refiete tinicainente al desarrollo, en una forma determinada, de 'a accién social de unos cuantes individuos, bien sea real o construida como posible; con lo cual introduce en el coneepto juridico, que emplea en méritos de su precision y uso general, un sentido completamente distinto; b) ta interpretacién de la accién debe tomar nota del importante hecho de que aquellos conceptos empleados tanto par FUNDAMENTOS METODOLOCIOOS B 4c Is accién correspondiente a su contenido de sentido); 0 a impedir su naci- into o,subsistencia (un “estado” por medio de la guetta o la revolucién; una “‘conjura”, por una represion sangrienta; el Yconcubinato”, por medio de medidas policiscas! “negocios usuarios” retirandoles la proteccién jutidiea y sancion ‘los penalmente) ; 0 a favorecer conscientemente la subsistencia de una categoria dc relaciones a costa de las demés: lo mismo los individuos aislados que asociados ppucden proponerse tal fin. © también puode ocumit b) que el desarrollo de 11 accién social y sus condiciones determinantes de toda indole tengan como coms cuencia accesoria, no querida, el hecho de que determinadas relaciones (es decir, la accién por ellas supuesta) disminuyan progresivamente sus probabilidades de petsistencia o de mucva formacién. ‘Todas las condiciones natutales y culturales, guage que sensu dase dan Iugar en algin mad, en caso de vanacén, 2 sc desplaramicnto en las probabilidades de Ins mis diversas relaciones sociales. En tales casos cada quien pucde hablar de una seleccién de las relaciones sociales —por ejemplo de los estados— en la que triunfa la "mds fuerte” (en el sentido de la "mas adaptable”). Pero, debe insistse en que esa llamada “seleccién” nada tiene que ver con Ta selecciGn de los tipos humanos ni en el sentido soci:! ni en el biolbgico: y que, en cada caso eoncreto. debe uno preguntarse por la causa que ha producido ese desplazamiento de las probabilidades respecto a una u ott forma de accién sociel, 0 ha destruido una relacin socicl, © ha asegurado st persi- tencia frente a las demds; no debiendo olvidarse, tampoco, que esas causis tan miiltiples que resulta imposible abarcarlas con una férmula Gnica. "También ‘existe en estos casos el peligro de insertar “valoraciones” incontroladas en la inves. tigacién empirica y, sobre todo, de deslizar la apologia de un resultado, que @ ‘menudo esta individualmente condicionado en el caso particular y es, por lo tauto, puramente “casual”. Los cjemplos abundan en estos sltimos afios, Debe, pucs, ecordatse que la climinacién de una relacién social (conereta 0 evaitativamente ‘COMUNIDAD Y SOCLEDAD 33 ‘especificada) se debe con frecuencia a causas de carécter muy concreto, lo que ‘nada nos dice en contra de la “viabilidad” general de la relacién en cuestién. § 9. Llamamos comunidad a una relacién social cuando y en la medida en que la actitud en Ia accién social —en el caso particular, por término me- dio 0 en el tipo puro— se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo 0 tra- Uicional) de los participes de constituir un todo. Llamamos sociedad a una relacién social cuando y en la medida en que Ta actitud en la accién social se inspira en na compensacién de intereses por motivos racionales (de fines 0 de valores) 0 también en una unién de inte- reses con igual motivacién. La sociedad, de un modo tipico, puede especial- mente descansar (pero no timicamente) en un acuerdo 0 pacto racional, por declaracién reciproca. Entonces la accién, cuando es racional, esté orientada 4) racionalmente con arreglo a valores: en méritos de la creencia en la propia vinculacién; b) racionalmente con arreglo a fines: por la expectativa de la Tealtad de la otra parte, 1, Esta terminologia recuerda lo distncién establecida por F. Tonnies en su obra fundamental: Gemeinschaft und Gesellschaft * (‘‘Comunidad y Sociedad”). Sin embargo, de acuerdo con sus propios fines, Ténnies dio a esta distincin, desde un principio, un contenido especifico, qué no tiene utilidad para nuestros propésitas. Los tipos més puras de “sociedad” son: ) el cambio estrictamente racional con arreglo a fines y libremente pactado en el mercado: un compromiso real entre interesados contrapuestos que, sin embargo, se complementan; b) la tunién Wibremente pactada y puramente dirigida por determinados fines (Zweck- verein), es decit, un acuerdo sobre una accién permanente orientada en sus pro- pésitos 'y medics por la pesecucién de los intereses objetivos (econémicos otros) de los miembros participes en ese acuerdo; c) la unién racionalmente mo- tivada de los que comulgan en una misma creencia (Gesinnungsverein): la secta racional, en la medida en que prescinde del fomento de intereses emotivos y afec- tivos, y s6lo quiere estar al servicio de la “tarea” objetiva (Io que ciertamente, en su tipo puro, ocurte s6lo en casos muy especiales). 2, La comunidad puede apoyarst sobre toda suerte de fundamentos, afectivos, emotivos y tradicionales: una cofradia pneumdtied, una relacién exética, una re: lacién de piedad, una comunidad “nacional”, una tropa unida por sentimientos de camaraderia. La comunidad familiar es a’ que expresa con mayor adecuacién al tipo de que se trata. Sin embargo, la inmensa mayorla de las relaciones sociales, ticipan en parte de la “comunidad” y en perte de la “sociedad”, ‘Toda rels- ién social, aun aquella més estrictamente originada en la persecucién racional de algin fin (la clientela, por ejemplo) puede dar lugar a valores afectivos que trasciendan de los simples fines querides, Toda “socieded” que cxceda los ter ‘minos de una mera unin pata un propésito detemminado y que, no estando li iitada de antemano a cierta tareas, sea de larga duracién y dé lugar a relaciones sociales entre las mismas personas —-como las “sociedades” creadas dentro de un ‘mismo cuadro militar, en una misma clase de la escuela, en una misma oficina, en tun mismo taller— tiende, en mayor o menor grado, a fomentar los afectos alu- + Hoy ue avec que Mat Weber enpe en tice Verchatngy Verein tng Ss en ey li ann» pracy ate prs Se pe truly eine poten weoenen Yor eastad ceed par Cpe Sa fe ade wes fe eee

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