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Ploothoma, 1996 Vol. 8, Sup pp. 149-169, COMPORTAMIENTO ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA’ Mariano Yela La Psicologia y el comportamiento animal El estudio del comportamiento animal ha tenido una importancia decisiva en el desarrollo de 1a psiculogta vicutiiva. Ea dos sentidos principales. Primero, porque es uno de los factores que més han constribuido a transformar la psicologia de tcorfa de la conciencia en ciencia de la conducta, Segun- do, porque, precisamente por este cambio, la investigacién del comportamiento animal ha adquirido un relieve en cierto modo privile- giado y central en la ciencta psicologica.. La psicologia nace, con Fechner y ‘Wondt, en la segundo mitad del siglo XIX, ‘como ciencia positiva de la conciencia. El experimento tipico de la nueva ciencia con- siste en provocar la variavicu Uc una vasiable independiente —el estimulo: energiasfisicas, obietos 0 consignas— y estudiar las modif ceaciones subsiguientes en la variable depen- diente: el estado de conciencia, examinado por introspeccicn’. El desarrollo ulterior de 1a psicologia pone, sin embargo, de manifiesto ciertas limitaciones insalvables en el metodo in- trospectivo. Una de ellas es, justamente, la {imposibilidad de aplicarlo a los animales. Si la fuente de datos y verificaciones es la conciencia del sujeto experimental, exami- nada por éste mediante su propia introspec- cién, resulta claro que la pricologia animal es imposible. Es una dificultad insuperable, aunque no la nica ni la decisiva, Hay otras. La conciencia no es un objeto opser- vvable, ni por introspeccién ni de ninguna otra manera. Es una propiedad del acto por el que se observa. No es una cosa 0 lugar donde se capten estados, contenidos 0 procesos, sino una now de victivs aive del set Vivo en virtud de la cual es0s actos estin referidos a otra cosa que ellos mis- ‘mos, El ser vivo responde a las situacio- nes, huye de esto, busca lo otro, La con- Siwavia x, primariaments, una propiedad del comportamiento de los seres vivos, segiin la cual el organismo hace algo en luna sitwacién, y no meramente algo es hecho pasiva y mecénicamente en él. Hace algo significativa: huir, acercarse. explorar, aprender, adaptarse al ambiente y modifi- carlo o responder inadecuadamente a él y perturbarse 0 mort’, Teoréticamente, la conciencia.es, en su + Yea, mi (1973). Comportauteuty anil y vnduct hamane Revista de la Unverided Complutense Of 325.382. Picthema, 1096 149 MARIANO YELA acepcién més elemental y primaria, una propiedad de la actividad del ser vivo en tanto éste es sujeto de una accién propia en ‘una situacién significativa. Es decir, es una propiedad del comportamiento. En él se ‘manthesta y a través de él es, en principio, posible su estudio en los seres vivo, inclui- do el animal. Metodolégicamente, el procedimiento verificador de la ciencia psicolégica no pucds sce exclusive ui priusipalacate la introspeccién. Incluso cuando es posible, como acontece en el caso del hombre, Ios datos de la introspeccién, sean lo que fue- ren, s6lo son accesibles al experimentador a través de las declaraciones del snjeto, es decir, através de su comportamiento. En el comportamiento y sélo en él pueden ser cicuufivanene verifivabtes. La introspeccién, como conciencia refleja que examina sisteméticamente aquello de lo que se esté siendo o se ha sido cons- ciente, puede ser y es una fuente insustituible de datos e hipétesis que, sin embargo, tienen ue ser verficados en el comportamiento; no es a instancia propiamente verificadora de la Ciencia psicol6gica. Ante todo, porque, como cabo de decir, los datos introspectivos son inaccesibles para el experimentador, han de ser interpretados por éste, como cualquier otro dato, a través del comportamiento verbal © de otro tipo. En segundo lugar, porque la introspeccién sistemética, tal y como la practicaban a comienzos de siglo las escuelas ‘de Comell y Wurzburg, requiere una prepa- racién especial y conduce, a lo sumo, como solfa decirse entonces, a una psicologfa del hombre occidental, adulto, normal y avezado en las téenicas introspectivas. Los sujetos ingenuoo no oabjan hacer introspeccién. TIncluso los. adiestrados. discrepaban: los discfpulos de Killpe encontraban_ciertos datos imtrospectivos en un experimento; los de Titchener hallaban, en el mismo experi- ‘mento. otros datos distintos y contrapuestos. 150 (Cada cual no podia esgrimir més argumento {ustifcativo de su postura que Ia apelacién inverificable a la introspeccién de us pro- pios sujetos. Y la psicologia del hombre occidental, adulto, normal y preparado result préctica- mente inviable, menos viable es recurrr a la introspeccién como instancia verificadora en sujetos mas y mas alejados de aquél paradig- ma ideal: hombres de otras culturas, salvajes J primitives, auvinsales, aifve yy por ou puesto, animales. Aparte del inagotable caudal de componentes inconscientes que intervienen en el comportamiento y que slo a través del estudio del comportamicnto misma pueden lepar 4 ser ahjeto. de conn ciencia para el sujeto 0, al menos, ser inferi- dos como variables que dan significacién al eonnportaiemy sin que el sujew se percate claramente de ello*. La psicologia, en la medida en que pretende fundarse sobre verficaciones expe- rimentales, se ha visto forzada a transfor- marse en ciencia del comportamiento. Lo ‘cual se vi6 especialmente claro a finales del siglo pasado y principio del presente, en las Investigaciones de la psicologia animal. Zoblogos, bidlogos y psicélogos, dentro sobre todo de las corrientes de la biologia objetiva alemana, Ia psicofisiologia rusa, el evolucionismo inglés y el funcionalismo norteamericano, cin exeluir nececariamentola interpretacién de la conciencia animal por analogfa con la humana, la fueron interpre- tando, cada vez mds, no como contenido 0 estructura, sino como funcién por la cual el animal se adapta mejor o peor a su medio. Finalmente, la biologia mecanicista europea y el «behaviorismo> americano terminaron or prescindir do toda referencia a tna con- Ciencia metodolégicamente inasequible para limitarse al estudio del comportamiento Pablica y tisicamente registrable’. Concebida, asf, la psicologia general como ciencia experimental del comporta- Peicotema, 1096 ‘COMPORTAMIENTO ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA miento de los seres vivos, es comprensible que el estudio del comportamiento animal fuera no s6lo uno de los Factores desencade- nantes de estas postura, sino asimismo una de las vias mis fecundas y privilegindas para el progreso de la nueva ciencia. La cosa es clara. En el animal es més Tact, ¥ a veces solo en el animal puede de hecho realizarse de forma sistemitica,estric- tay previamente preparada, Ia variacién experimental, el control, el registro y la medida de las variables y condiciones esti- rmularec, orginicas y de respuesta on un experimento psicolégico. Especialmente cuando se trata de controlar los factores {geneticos, la experiencia y e1 ambiente deste el nacimiento, las motivaciones. primarias, los procesos estimulantes durante largos periodos, los efectos de férmacos, lesiones 0 modificaciones deliberadamente producidas on ol organiemo, o, on fin, de registrar muss tras extensas y prolongadas del comporta- miento de los sujetos. No es extraiio que durante un tlempo la caractertsticas dominan- te entre los psicélogos fuera su interés por las ratas*, En todo caso, 1a psicologia es hoy la ciencia del comportamiento de los seres vivos. Su objeto principal es, desde luego, Ia ‘condiucta humana. Pero su objeto preferente, ‘como via metodolégica mas firme, es el ‘comportamiento animal. La nocién de comportamiento La psicologia es la ciencia del compor- tamionto. Comportamiento to dice bohavior fen inglés. Los «behavioristas» fueron, @ principios de siglo, los primeros en situar el ‘comportamiento en et centro de ta psicologia cientifica, Antes de ellos lo habfa hecho Aristteles, aungue en un contexto epistemo- légico muy distinto, Para Arist6teles la indagacisn psicol6gica versa sobre los actos 4 Too vores vives’. Que os precicamente lo Picthema, 1096 {que han estudiado siempre los zodlogos y bidlogos, cientificos o amateurs, interesados cen la vida de los animales. Los primeros intentos de la psicologfa experimental intros- peceionista, influidas por la tradicién carte siana, escindieron, sin embargo, estos actos ‘en dos partes incomunicables: el movimiento yy la conciencia, De un lado, los movimento fisicos y orgénicos de Ia estimulacién y la respuesta, externos, extensos, cuantitativos, cempirica y piblicamente observables, fisica- ‘mente manipulables. De otro, los contenidos ¥y peocecor de concioncia, intemae, interton 305, cualitativos, accesibles tan sélo a la introspeccién del propio sujeto*, El behaviorismo preiende, muy justin cadamente, atenerse con rigor a lo empitica y experimentalmente verificable. Prescinde 4e la parte inverificable y privada: la con- ciencia, Se queda con la parte verificable y plies: ol mavimianta ficion y comérea. Fl comportamiento ¢s considerado como una reaccién fisica producida por un estimulo fisico. El estimulo es la variable indepen diente: energias fisicas, perfectamente m pulables y registrables; a reacci6n es la variable dependiente: contracciones muscula- res, perfectamente registrables y manipula- bles. El comportamiento es la conexién entre amas. Estudiar las leyes de esta conexisn es el cometido de la psicologfa: dado un esti- ‘mul, pronosticar a respuesta, dada una respuesta, especificar el estimulo. El prototi- po del experimento psicol6gico es el efectua- do en el laboratorio sobre el comportamiento anima, Las cosas, sin embargo, mo son tan simples. El desarrollo de la psicologia du- rante el siltimo medio siglo ha puesto de manifesto, por una pane, el acterto tunds- mental del behaviorismo: recuperar el com- pportamiento como objeto propio de la psico- logéa; ha mostrado, al mismo tiempo, por otra, Ia insuficiencia radical de su especial intorprotacién de oce comportamiente!® 151 ‘Todo comportamiento es, sin duda, un proves fisico, Peso no todo proveas sive o3 comportamiento. Lo son aquellos que signifi- ‘can una respuesta 0 atenimiento del ser vivo al ambiente en que vive. El comportamiento no es una serie de movimientos sin sentido reaidos por la legalidad fisica, ni unos conte- nidos de conciencia de los que la ciencia experimental tenga que prescindir, ni ambas coeas conjuntamente © por separado. El comportamiento es un proceso estrictamente fisico, registrable y verificable, que consiste, precisamente, en Ser la actividad por la que tun ser vivo mantiene y desarrolla su vida en relacién con su ambiente, respondiendo a él y modificéndolo. El comportamiento iracun- do, por ejemplo, no es sin més un deseo de venganza a da. ataqu ontvalina Arist6teles", e50 no es el fenémeno psico- 6gico de la ira, sino su significacién, El compotauiiciiy inacunde real, que efeetiver ‘mente significa eso, es un proceso fisicamen- te registrable consistente en ciertos cambios ‘orgénicos y ciertas relaciones con una situa cin ambiental que Ia ciencia ha de ir deter- ‘minando empirica y experimentalmente. Ese proceso consistia para Aristoteles en el schervor de la sangre en tomo al corazén>, Cannon, Marefién, Lindsley, McLean 0 Hebb! aclarardn con mayor precisién_ en nuestros dias los componentes. viscerales, ‘euroendocrinos y musculares del proceso. Pero, en cualquier caso, la ira es un proceso fisico v corporal. Sélo aue ese proceso fisico , justamente, el proceso de la ira, con su significacién de venganza, ataque 0 desaho- 20. Si se elimina esa significacién no hay un comportamiento de un ser vivo, Si desapare- ce el proceso fisico que tiene esa signifi fon, no hay un comportamiento real. EI fisico y el fisi6logo pueden prescin- dir de la significacién comportamental del proceso fisico-orgénico de Ia ira y estudiar, ppor ejemplo, la bioguimica de tales o cuales ‘maslfieaciones maleciilane qui acontaren An ‘Coma 152 cl organismo, No estudiarén el comporta- nieate ixacuudo como tal, sino alguave do sus componentes fisicos: la ffle de la ira, como decta Aristteles. EL logico 0 el fil6sofo podrén tal vez atenerse a la pura significacién del proceso, al I6pas del mismo. No estudiarén tampoco 1a ira como ta, sino su concepto, significado 0 sentido, El psicslogo estudia Ia ira como fené meno efectivo y real, como légos énylos, como tal movimiento fisico que significa la respuesta iracunda del ser vivo a tal 0 cual situacién; es decir, estudiaré la ira como ‘comportamiento, El comportamiento no es propiamente Ja conexién entre un estimulo, en tanto que energéa fisien, y una respuesta, en tanto que contraccién muscular. Es, desde luego, eso, pero no s6lo, ni distintiva y propiamente eso. By ta accion de un ser vivo frene a una situacin significativa:ataque, huida,caricia, exploracién, irritacién, bisqueda, defensa, descanso, juego. El estfmulo, como elemento del com- portamiento, es decir, como aquello a lo que €l sujeto responde, no es mera energia fisica, sino sitwacién estimulante. Es situacién cotinubane poayue cut ella 26 aut tales aise ‘mas adyacentes y secuenciales de energia que excitan a tal organismo porque éste tiene tal estructura orgénica. ¥ es situacién porque en ella se sitéa un ser vivo con su actividad ¥y experiencia previa. con sus necesidades. tendencias y disposiciones. ‘La respuesta no es mera contraccién muscular o glandular. Como elemento del ‘comportamiento, es decir, como aquello que €l sujeto propiamente hace, es una accién signaficativa por la que el ser vivo, mediante tales 0 cuales movimientos orgénicos, prepa- ra, responde, se atiene o modifica la situa- cidn en que se encuentra tal y como la experimenta y vive, EI comportamiento oe wna relaciéa Poicothema, 1996 ‘COMPORTAMIENTO ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA activa del ser vivo con su ambiente. Esta relacién pose una estructura molar inva- rante y puede por eso ser objew ideutifive- ble y repetible de estudios empiricos y expe- rimentales, Por eemplo, el aprendizaje de un laberinto por una rata ‘es uno y el mismo ccomportamiento a pesar del cambio constan- te de los clementos molecularee por lor que se realiza: tales enerpias fisicas, que varian ‘en cada instante segtin las cambiantes cit- cunstancias ambientales. y organicas, pero que informan acerca de una situacién esti- ‘mulante permanente —ellaberinto—:¥ tales contracciones musculares, que varfan segtin la rata ande o se arrastre, corra 0 nade, pero ue eonstituyen siempre la idéntica conducta de recorrer el laberinto sin error, Esta estructura molar invarante es la bbase material que permite al cientfico aprehender una cierta significacién biol6gica fen el comportamienta del ser vivo y com prenderlo como accién de un sujeto que huye 6 protege o persigue o se alimenta. El com- Portamiento animal radica en esa estructura invariane, fsicamente real y relativamente comprensible. La interpretacin cientifica de esa significacién comprendida requiere la confirmacién experimental de las consecuen- iffcables que oe sigan. do ou hipotéti ‘ca formulacién, Sélo la convergencia confir- ‘matoira de numerosas observaciones empiti- ‘cas y resultados experimentales puede garan- tizar que tal comportamiento aparente lo es fn efocin de hnida 0 apareamiento. de corte- jo o persecucién. Sino le es de nada, si es ‘un puro efecto fisico de una causa fisica, que ene tugar en el uiganiony sia que haya fundamento empirica y experimentalmente ‘confirmado para que se interprete como accién del sujeto en el medio en que vive, se trataria sencillamente-de una apariencia de comportamients, no de un compartamiento real. Y si todos los comportamientos, inclut- do el del cientifico que los investiga, fueran laparentes y se reauyjeran a meras cademas Ue Paicotnema, 1008 hechos fisicos, carentes de signficacién para el ser vivo en que acontecen, no habria tan siquicta ni comportamionto cientifico ni ciencia alguna. 'Y como todo comportamiento real no fs s6lo un puro movimiento tisteo, ni una pura significacién comprensible, sino un avimiento fisien significativo. en el com- portamiento se dan, a la vez, y en muy distinta proporcién segiin las especies, 1a Ccomprensibitidad Ue ta auvitu y la legalidad de los procesos psico-orgénicos por los que se realiza. La tarea del psicélogo y del ‘bidlogo del comportamiento es elaborar una teoria verificable que permita comprender la significacién de Ins acciones y explicar la legalidad de los procesos y «mecanismos» por los que se realizan". La continuidad filogenética del comporta- miento En Ja medida en que las observaciones anteriores sean correctas, resulta inteligible que haya una cierta continuidad en el com- portamiento a lo largo del desarrollo filoge- nético. No parece haber, en efecto, en ‘ningéin punto una quiebra de esa continui- Aad No acontece. por ejemplo. aue el ‘comportamiento animal sea un puro proceso mecénico y el del hombre una accién con sentido. El eumpottanicuty e siempre, on Ja medida en que se da, desde In ameba al hombre, una accién significativa, suscepti- ble de ser mas 0 menos comprensivamente interpretada. Y la accién se verifica siempre mediante procesos fisicar en Ine qne es indagable una cierta legalidad, De ahf el valor especial que tiene el estudio dei comportamiento animal no solo para la psicologia zool6gica sino para acla- rar la perspectiva filogenética y comparada de la conducts humana. Numerosos campos de la psicologta general se han beneficiado Ale las. privilegiadas pooibilidades exper 153 MARIANO YELA ‘mentales que otrece el estudio del compor- tamiento animal, Recordemos, entre otros, a verificavién estricta de la invarianza del estimulo y la respuesta en cuanto situacién estimulante y accién del ser vivo y no en cuanto mera energra y contraccion muscu- lar; el cardcter activo y molar del funcio- namiento del sistema nervioso": el influio decisivo de la actividad del sujeto en la configuracién del estfmulo y el desarrollo ct Compurtauicusy" el deseubrinicite paulatina en la estructura del comporta- miento de un sistema cibernético abierto y autorregulado y no de una causalidad mera- mente mecénica”; la importancia de los aspectos informaticos en la estimulacién'*; la demostracién de motivaciones comporta- mentales irteductibles a la homeostasis fisiol6gica, como son las necesidades de actividad, estimulacién, exploracién, com- batividad, contacto interindividual, juego, etc.” y, en fin, para no olvidar otro de los. temas més actuales en Ia psicologia de hoy, la psicopatologia experimental y la elabora- cidn de téenicas de terapia y modificacién de conducta™, Ha sido principalmente el estudio del comportamiento animal el que ha permitido usar, por ejemplo, el varévter prisuativ y positivo de la «agresividad> en la conducta de los seres vivos —el hombre incluido—, frente a las primeras teorias conductistas y psicoanalfticas que la consideraban derivada de otra motivacién més primaria 0, en todo caso, pura principalmente negativa. La etologia y la psicologfa animal actuales han probado el papel de la agresividad en el ‘mantenimiento del equilibrio ecol6gico, en el proceso selective dal apareamisnto de lor ‘més aptos, en la delimitacién del émbito territorial, ete. El estudio de la agresividad como motivo primano y su desarrollo en formas constructivas, destructivas y regresi- vas en funcién de los primers contactos interindividuales, de la riqueza 0 pobreza 154 estimular en los primeros periodos de la vida y de la densidad de poblacién intraespecifica, ‘san temas sitaros en el mismo centrn de Ia investigaci6n psicolégice actual, tanto animal como humana, precisamente como resultado (trabajos experimentales y de campo sobre el comportamiento animal. Lo mismo ha ‘ocurrido con otra de las grandes cuestiones de la psicologia de hoy. Me refiero al influjo de las primeras experiencias —sobre todo en Wu que teapecta a la prescinia de uly abt vivo, al contacto afectivo y a la convivencia con un grupo— en el desarrollo normal, deficiente 0 patolégico del comportamiento ulterior del adulto, Estos y otros muchos tomas, que figuran entre los mis destacados y controvertides de Ia psicologia humana, en ia que la mayor parte de los estudios carecen de suficiente rigor experimental, se han cenriquecido y aclarado a través de la obser- vvacién y la experimentacién del comporta- miento de los animales”, Las riesgos de ta extrapolacion La biologie y 1a psicologia _actuales coinciden en sostener la continuidad ontoge- nética y filogenética del comportamiento. La vonducta humana se origina a uavés del desarrollo del comportamiento animal y lo continéa. El comportamiento del adulto se prepara y constituye a partir del compora- miento infantil, Pero cada vez parece, asi- ‘mismo, mio claro quo cata continuidad de originacién en el desarrollo de las estructuras psico-orgénicas se acompafia de una cierta irreductibilidad estructural y significativa en el comportamiento de distintos niveles onto ¥ Blogendticor El comportamiento de cada especie estriba en una serie de relaciones funcionales del orgamsmo con su. ambiente, Y estos ambientes varian segtn el nivel filogenético ¥ son irreductibles entre sf. No es que el chimpancé perciba lo mismo, pero mejor, Picotema, 1996 (COMPORTAMIENTO ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA ue 1a ameba; es que su medio esta conrigu- rado por objetos y situaciones que no existen de ning modo comprobable en e! medio de la ameba. Cada especie tiene su medio, congruen- te con sus estructuras orgénicas, y, al evolu- ccionar las estructuras, cambia cualitativa- mente el medio y cambian las relaciones del animal con él, es decir, cambia cualitativa- mente su comportamiento. El chimpancé no ‘2c cimplomonte wna amoeba mée grande, Hl hombre no es meramente un animal més complicado. El adulto no es sin més un nifio, ‘mis viejo. Continurdad de ongmacion no significa necesariamente reductibilidad de estructura y significaciGn del comportamien- we De ahf los riesgos que entrafia Ia extra- polaciéa a onus campos de Tus resulanlos obtenidos en el estudio del comportamiento de una especie animal, Estos riesgos son fundamentalmente de tres tipos. El primero consiote en dar por supuesto ue los resultados obtenidos en el estudio del Comportamiento en una situaciGn artificial de laboratorio son aplicables sin més al com- portamiento del organismo en su medio ratieal Re al reprache que la atalogta ha hecho a la usual psicologia experimental de Jos animales. La configuracién de un grupo de antropoides 0 su comportamiemto sexual y matemal no son iguales en la cautividad ‘que en su bosque de origen”. Las leyes del condicionamiento operante de la rata 0 la paloma en la caja de Skinner, con ser ciertas ‘yeatavidinarianrcate valivsas, no secogca to peculiar del aprendizaje de ta rata en cuanto distinto al de la paloma, diferencias que s6lo ‘van revelndose al considerar sus comporta- ‘mientos en contextos més amplios de sus ambientes biolégicoe™ Laextrapolacién tiene un extraordinario valor heuristico, como fuente de ideas, inter- pretaciones e hipotests. Kequiere, sin embar- 0, la conrirmacion empirica y, en 10 post- ble, experimental en el nuevo contexto. De lo contrario. puede caerse en el error del tecnomorfismo: reducir el comportamiento del ser vivo a las leyes comprobadas en las situaciones artificiales y simplificadoras del laboratorio. No es que el laboratorio sea supérfluo, ni las leyes descubiertas en él sean falsas. Lo que ocurre es que esas leyes expresan, como todas, ciertas relaciones entre las variablee setudiadas on determina das condiciones. Cuando estas condiciones cambian o las variables forman parte de un sistema que comprende otras distintas, esas leyes pueden operar integradas en otra es- tructura de relaciones diferente a la anterior. Afortunadamente el avance de las téonicas experimentales hace cada vez més fAielt et comme! y reglsuo preciso de las condiciones ambientales, orgénicas y de respuesta, en situaciones mas complejas y naturales. Piénsese, por ejemplo, on las posibilidades de estimulacién y registro a distancia mediante electrodos implantados, las técnicas de radio-control y los procedi- ‘mientos cinematogréficos y magnetof6nicos. El segundo riesgo se refiere a la extra- polacién de los resultados de una especie a tra. La reductibilidad del compartamiente de un nivel filogenético a otro es algo que hay que probar y que no puede darse por supuesta, ue ia solucion de propiemas obedezca a ciertas leyes en la rata, no es de suyo una garantia, aunque puede ser una ‘rientacién muy valiosa, para suponer que el ‘comportamiento inteligente de un chimpancé viedeve a e009 ellas. El terver riesgo se come al extrapolar los datos ¢ interpretaciones del comporta- ‘miento animal a la conducta humana y vicoverss. El procedimionto, come en lor casos anteriores, es perfectamente legitimo y tuno de los més fecundos para el estudio tanto de Ia condueta del hombre, sumamente donno leyve 3 20 thee @ 15 MARIANO YELA ‘compleja y en muchos casos de dificil o inaccesible control o modificacién experi- ‘mental, como de la conducta animal, en ‘muchas ocasiones dificilmente comprensible. Pero el valor de la extrapolacién es funda- Imentalmente heuristico. Constituye una fuente inapreciable de sugerencias ehipstesis. ue deben, sin embargo. ser verificadas. De lo contrario puede caerse en los errores del antropomorfismo y el zoomorfismo: es decir, dar ingenuamemt por supuesto que 10s animales sienten y padecen como el hombre, 6. a la inversa, ue la conducta humana se reduce a la animal. Asimismo, s6lo el rigor de la observacién sistemitica y la comproba- sign experimental pusk suslayat ol cit contrario del antropomorfismo; a saber, admitir sin més que el comportamiento animal y fa conducta humana son totalmente distintos. Las leyes del condicionamiento, por ejemplo, con bésioamente lao mismao on el hombre y en el animal. Pero en cada ‘especie se integran en una conducta diferente ‘que las confiere distinto valor y significacién ‘comportamental. Los condicionamientos paviovianne y ckinnerianos co articulan on las diversas especies en situaciones muy distintas en las que el valor informativo de la estimulacion, 1a etaboracion cognoscitiva de Ja respuesta y el dominio que el sujeto tiene de sus automatismos van adauiriendo mayor relieve, a medida que el sistema nervioso se desarrolla y el medio se configura en estruc~ tutes ubjetivas ds Louilejas y formaliza das*. Entre el hombre y el animal, como sucede entre especies diversas de animales, hay continuidad de originacién pero no continuidad de estructura ni de significacién ‘comportamental. La estructura de la inteli gencia es distinta en el chimpancé y en el hombre; como es distinta en el nifio y el adulto. Cada etapa y fase procede de la precedente, pero no se reduce a olla. De la actinia al hombre", no aparece en el. com- 156 Portamiento nada absolutamente nuevo, en el sentido de desligado e independiente de todo Jo anterior. Pero Ia irrtabilidad celular, Ja integracién protoplasmitica y a capacidad de claborar una respuesta propia a los cambios del medio extemo e interno, van complicén- dose mediante diferenciaciones e integracio- nes estructurales y funcionales, patentes de forma principal en el proceso filogenético de progresiva especializacién nerviosa,encefali- zaclon y comicalizacion, en cada una de ‘cuyas fases se originan niveles de comporta- miento ¥_subietivacién cualitativamente diversos ¢ inreductibles entre si. No se trata de abordar aqui el problema Lol miccaniouiy evulutivy ii de la distinc esencial entre el animal y ¢1 hombre. Se trata de constatar las diferencias de estructura en el comportamiento. por ejemplo, la conducta intetigente de tipo formal, s6lo comprobable on ol hombro, no consiste en loo mismos procesos nit se rige por las mismas leyes, aunque més complicadas, que el comporta- ‘mientointeligente de los animales superiores. Posee una estructura distinta e inreductible, ‘pan nnevas propiedades verbales,sintfetiens, seménticas y de reversibilidad simbdlica y abstracta inexistentes en el comportamiento ammat”. Desde el punto de vista de la accién del ser vivo la diferencia radical entre el com- portamiento animal y la conducta humana consiste en que aquel es siempre una rela- cid enue el animal y su medio, y és, una relacién entre el hombre y su mundo™, El ‘medio animal esté delimitado por laestructu- 1a orgénica de la especie, que determina las cconfiguraciones energéticas del campo fisico que pueden ocr eatfmutos pasa ella, Tl py de relaciones posibles entre el organismo y su. medio biolégico constituye el smbito estrictamente limitado en el que se desarrolla el comportamiento del animal. Todo el comportamionto animal es, on definitiva, una respuesta al medio, dentro siempre del dmbi- Peicothema, 1096 to de estimulos prefijado por su estructura onganica. La conducts humana articula esta rela- cién entre el sujeto y su ambiente en otro contexto radicalmente distinto. El hombre no s6lo responde a la situacién estimulante ‘egrin sn estructura argénica. Sin duda. esto le acontece también, Ve como ve porque tiene los ojos que tiene, Pero no sélo, Se cuvuctiia wan Ie que ve, con ou accién de ver, consigo mismo viendo, Se encuentra con la realidad que le estimula y con la suya propia, Su conducta no es mero ajuste a una situacién estimulante especifica. Es ateni- ‘miento a la realidad —incluida la propia— que trasciende toda especificidad estimulante. EI hombre vive no s6lo en un medio de en un mundo de realidades, No s6lo responde a él, sino que se encuentra con aquello a Jo que responde, con su res- ‘puesta y consigo mismo respondiendo. Ve Jos colores que ve porque tiene los ojos que tiene. Pero. al verlos, se encuentra con la realidad que ve, la contempla y, para atener- se a ella, tiene que indagar qué es y en qué consist tiene que do y desarrolla, asf, una interpretacién, una Ciencia, una cultura y una técnica de ta realidad. Al ver, se encuentra con su vision Y. ara atenerse a su realidad, examina en stimulos, sit ir qué hacer oon olla qué consiste, ensaya nuevas formas de ver y labora una senicea y wna cultura del ver ¥ del mirar. Al ver, se encuentra consigo ‘mismo viendo y, para atenerse a su propia realidad, su conducta tiene que entrentarse ccon el problema de qué es y cémo es él ‘mismo v qué hacer de si. Y. en fin, al en- contrarse en su acciGn, tiene no s6lo que responder, sino que hacerse cargo de su propia reapucita, que reapondor de ella, que plantearse el problema de su responsabilidad ¥y de la justificacién de su conducta y de sf El comportamiento del animal lo mani- fiesta enclasado en la unidad organismo-me- dio propia de Ia especie; por el comporta- miento, el animal va desarrollando su vida biolégica, dentro de los imites prefijados por su estructura orgénica. La conducta del hombre lo manifiesta abierto a ta realidad del mundo y de st mismo; por su conaucta, el hombre va haciendo su vida biogrfica y descubriendo y configurando fisica y cultu- ralmente su: mundo y su propia personalidad, El comportamiento animal es 1a rela- ign do ajuota entre ol organiemo y eu medio estimulante. La conducta humana es el ateni- miento de ajuste y justificacién del hombre fa reatidaa que ie constiuye y Je transcien- ae" Referencias Ainsworth, M.D. et. al. (1962). 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CHAUVIN, 1961, 1965; MERLEAU-PONTY, 1963; NUTTIN, 1974; PAULUS, 1970; RIOPELLE, 1967; SKDENER, 1934; VIAUD, 1938; YELA, 1974, 1973 25. BUYTENDUK, 1952; CANESTRELLI tl, 1968; CHAUCHARD, 1961; FILLOUX, 195; HALDANE, 1965; PINILLOS, 1969; VIAUD, 1984 20, JENNINGS, 1962 PIERON, 1958 199; VIAUD, 1991 27. AJURIAGUERRA et. a, 1963; BERTALANFFY, 1967; BUYTENDUK, 1958; BRUNNER, 1968; CHOMSKY, 196; DEVORE, 1965; INGRAM, 968; JARRAD. 1971; LENNEBERG, 1967; PAGET, 1966, 19; PINILLOS, 1973; SCHRIER eal, 1965, SEARS, 1271; SMITH y MILLER, 1966; YELA, 1970. 28, BUYTENDUK, 1958; ZUBIL, 1962, 1963, 1964 29. YELA. 1967. 1970, 1974: ZUBIR 1962. 19638. rsvconema, 190 109

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