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Biblioteca Atrium de la rE Nuevas aplicaciones Biblioteca Atrium de la CARPINTERIA d COLECCION TECNICA DE BIBLIOTECAS PROFESIONALES OCEANO/CENTRUM enc P= Sumariom 1, LA MADERA LAMINADA Evolucién de una técnica ‘Sistema de Philibert Deiorme Sistema del coronel Emy Sistema de Otto Hetzer CCaracteristicas generales de la madera Jaminada encolada Caracterfsticas mecénicas ‘Compresion ‘Traceion Flexion Exigencias mecanicas en los planos tencolados Caractertstcas fisicas Peso espectficn + Inercia quimics - Resistencia al fueao ~Influencia del fuego en la resistencia, - Conductivided térmica + Dilatacion térmica * Conductivided aciistica 1a transmisién del sonido en la madera, 1a absorcién del sonido en la madera Durabilidad (Caracteristicas técnicas ~ Construccién de grandes iuces a prefabricacién El mantenimionto de las piezas de madera Jaminada encolada Tas cualidades estéticas fabneacen de elementos en madera iamarada ‘cola “Le madera del norte ‘Estado actual do Ia madera del nario y si produccién Expecies predominantes en la produccién de la madera del norte 10 Wn 1B BR 13 B “4 4 4 6 a 18 19 20 ey ri al 2 2 a Ey Pa 8 28 an CCiterios para la eloccién de las madras Especies més utlizadas en la madera, Jaminada enoolada Madera ce Douglas. Madera ce Western Hemlock Madera de haya, Madera de ppino comin. Madera de pina silvestre. Madera de picea. Madera de pino negro - Clasificacion de calidades de la madera Jaminada encolada . ~ La escuela americano-canadionse a escuela europea ~Clasificacion de las especies. Glasiicacién de la normativa francesa, Clastficacién de la normativa sueca - Dimensiones de la madera DDiferentes normativas con respect al dimensionamiento de la madera Radios de curvatura Nivel de humedad en la madera - Preparacion de los planos que hay que ‘encolar - Bleccién de las coias Durabilidad de las colas Fraguado de las colas ~ Clasificacién de las colas Caseina, Urea-formol. Resorcina y tesorcina-fenol-formol .. - Bleccién de los herrajes Medios de union Clavos. Los tornilios. Los pemos. Correctores 0 anillos Horrajes de chapa plegada ~ Etapas de fabricacién de la madera laminada encolada ~Elempaime de las laminas ~ Uni6a transversal Unién longitudinal o empalme Evolucion del empalme como técnica, ae sss 8 88 BRSS8 Bee Be as Sumario ~ Tipologias de juntas. Unién por centalladura miltiple. Aplicacién del ‘empalme. Disposiciin y condiciones ‘minimas de un empalme. Resistencia de las juntas El encolado .. El prensado ~ Prensas horizontales Prersas verticales * Modificacién de la Gurvatura de los arcos + Aplicacién de la presién ‘Tiompos de unién = Tiempo de prensado - Polimerizacién ~Penetracién de calor en las piezas del laminado - Prateccién de la madera y acabados ~ Puesta en obra de la madera Jaminada encolada ‘Transporte y descaraa en el lugar de la obra ‘Colocacién y montale - Tipologia constructiva Wig = Pérticos Arcos Voladizes = Cabiertas tipo shed Cabiertas laminares Falsas laminas ~Cabiertas curvas Puentes Uniones en la madera laminada encolada Clavos de adherencia mejorada =Pernes ¥ espdrragoe “Unién de madera con madera *Unién de madera con metal “Pemos que trabajan a traccién -Tiralondos Tirafondos que trabajan a traccién - Disposiciones construcivas de las uniones = Nudos de pérticos y arcos mediante articulacién ficicia = Nudos de pérticos y arcos mediante pernas y esparragos Ariculacién en cimenitacion Nudos de pértices por entalladuras maltiples ‘Nudes de pértioos por sistema de corona Unién entre vigas mediante placas metalicas embutidas Unién en pérticos reticulares - Unidn articulada en estribo Unidn con corte oblicuo en los extremos trent -Piezas metdlicas angulares para miltipies vigas ‘easones amiable en in madora minds ~ Obtencién de tensiones admisibies de clasiicacién - Humedad de la madera 2, ESTRI DE MADERA PARA LA EDINGACION *Entramado leno Ensambladuras de esquina Disefto de ensambladuras de eaquina fen prolongaciin Disefto de ensambiaduras de esqunas enrasedas ~Entalladura de extremos montados. Entalladura de medios cortes. Uni6n con pposte de esquina, Extremos en espiga ‘con poste de esquina - Ensambladuras de esquina para troncos escuadrados Pag. 888 @ 8 Age gaaa z 3 - Enalladura escuadrada, Ensamblado ‘compuesto a cola de milano - Paredes con troncos verticales + Sellado de juntas Sellado de juntas de troncos cilindricos Sellado de juntas de troncos tallados - Casas de madera en kit Ensambladuras y sistemas de unién Proteocisn de las piezas = Detalles constructivos Cimentacién y vigas de carrera, Montaje de paredes, Puerias y ventanas. Viguelas er} 0d0 nese (Casas de madera en tacos. ~ Caracterfsticas del sistema en tacos Entramado abierto “Los tipes de viviendas ruraies de madera del centro de Europa -Mradicion constructiva dei entramado abierto Casas de armazén 0 entramado de madera (Generalidaces) Consirucciones de entramado visio “La construcci6n por elementos de un piso (elementos cortos). La construccién para fachadas completas (elementos laraoe) Evolucion estructural 1s estructura poriantes Obra secundana y estructura - Sisiomas consimuctivos de entramacos de madera (Corstruccién de entramado Balloon Frame ‘estructura cruzada - Construccién de entramado Platform Frame Construccién de entramado con pilares y jfoenas, ‘Tendencias aciuales de las viviendas de estructura de madera “El concepto de la vivienda de madera en el 22 88 ‘Sumario mercado actual de la construccién la evolucién contempordnea de la vivienda con armpazin de madera - Estructuras mixtas en la construccién ‘de madera + Vigas cajén y en doble 7. Sistema ‘Trofdek para la construccién en paneles. Paneles aligerados resisientes, fabricados con tableros contrechapados. Tasletos contrachapados reforzados con vigas, de madera Portioes de madera aserrada ‘con nudas de tablero contrachapado, Paneles para faldones de cubiertas - Forjados a base de madera Principios y propiedades de una vivienda de estructura de madera Estabilidad de la madera Elaislamiento La estructura portante Ta cabierta portante la cubierta y el muro como superficies aislantes La cubierta y el muro como cerramiento exterior El revestimiento interior de los maros ~ Cambies y tendencias de la consiruccién de madera en Norieamética Sistema de panel sandyici ~ Ventajas € inconvenientes del sistema 101 102 108 108 108 10? 0? 108 110 Mm u2 13 18 nr Si nos limitamos a una definici6n aca- démica de este material compuesto, nos encontraremos con el siguiente concepto: «Se denomina madera laminada toda pie- za recta 0 curvada, obtenida a partir de piezas menores en forma de tablas o ta- biillas encoladas en capas sucesivas en las tres direcciones, de tal forma que las fibras de todas las piezas sean paralelas entre si, y a la direccién longitudinal de lapieza, predominando una dimensién en relacién con las dos restantes.» Dicha definici6n se refiere a un pro- ducto modemo y ya desarrollado, por lo que antes de extendernos en el tema de la aplicacién y fabricacién de la madera laminada, es conveniente que se den al- gunos antecedentes hist6ricos de sus or genes y evolucién, tanto en los términos constructivos como en os factores socia- les y econémicos que la generaron. EVOLUCION DE UNA TECNICA A continuacién daremos los nombres y aportaciones de algunos personajes que influyeron de modo significativo en el de- sanollo de la madera laminada tal como la conocemos hoy en dia. Sistema de Philibert Delorme Para este arquitecto, el afio 1848 fue muy importante, ya que Enrique Il, que ‘acababa de subir al trono, le encargé la 1 La madera laminada construccién de casi todos los edificios reales, En este mismo momento, Delorme se encuentra con que la facilidad de su- ministro de tablas de gran longitud se ve mermada por los diferentes conflictos so- ciales, con el consiguiente cierre 0 des- cuido de indusirias relacionadas con la produccién de maderas y tablas, lo que llevaré a Delorme a utilizar las piezas existentes en el mercado, de menores di mensiones, y para lo cual desarrolia un sistema que hasta aquellos momentos atin no se habia llevado a la préctica. Sistema de Philibert Delorme Detalle del peri Figura Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 2 ‘Arco Delorme Dicho ingenio constractivo consiste en la fabricacién de arcos con tablas recor- fades y clavadas. Estas tablas se cortan en forma de camones y se clavan tabla por tabla hasta conseguir una seccién sui ciente, con sus juntas contrapeadas. Estos arcos le permitieron constmuir cerchas de intradés curvo y extradés apuntado (fi gura 1), para més tarde desarrollar, con este mismo sistema, bévedas con luces equivalentes 0 algo mayores ‘Con respecto a la naturaleza construc- tiva de estas primeras piezas, podemos decir que las tablas de madera para la construccién del arco provenfan de ma- dera con mucho duramen, siendo con- veniente que el radio de curvatura fuera Jo mayor posible para no cortar fibras ni equerir tablas de excesiva lonaitud. La Jongitud de las tablas empleadas era de 1,82 25 m, y se colocaban en 2.0 3 hojas uniéndolas en sus extremos mediante cla- vos forjados, a los que se les remachaba Ja punta Cuando las luces que habia que cubrir eran importantes, y con el fin de evitar el ppandeo y desclavado de las tablas, los ar- cos sucesivos se rigidizaban mediante te- Jeras o piezas pasantes, que se acufiaban de manera que comprimiesen las tablas ya la vez ayudaran a la estabilidad lon- Ggitudinal de la béveda. En la figura 2 pue- den apreciarse dos aplicaciones de te- eras en los arcos del sistema Delorme. Este sistema se considera un invento evolucionario, y fue utilizado diversas ve- ‘ces por el mismo Delorme, asi como por otros arquitectos durante un largo perio- do de tiempo, y podemos considerarlo coms el primer antecedente de la actual madera laminada encolada (MI.B.). Sistema del coronel Emy Mangueta alle de un pasador metalic Figura 3 Sistema del coronel Emy El coronel Emy, inspirado en Jo reali- zado por Delorme, como director de for- tificaciones en Bayona, hacia 1828 realiza la construccién de un edificio militar. En dicha construccién Emy desarrolla un sis- tema constructive que, a diferencia del de Delorme, que utilizaba las tablas de forma canteada, éste las superpone acoplindo- las en plano y en sentido horizontal Las cinco tablas quedan trabadas con pasa- dores metdlicos, De esta manera forma ballestas que constituyen el cordén infe- rior de cerchas con la parte superior rec- tao curva, encepandose ambos cordones por manguetas dobles de madera (figura 9). Con este sistema se cubrieron luces de hasta 22 m, ‘Al contrario de lo que sucede en el sis- tema elaborado por Delorme, en el de Emy es conveniente el empleo de tablas de gran longitud, para que su flexién sea mas homogénea. En algunos casos se han combinado los sistemas Delorme y Emy, disponiendo la seccién de la cercha como viga com- puesta, con el alma de los tablones can- teados y los cordones de las tablas ‘superpuestas, Sistema de Otto Hetzer Este maestro carpintero de Weimar, en Suiza, proporciond un gran adelanto a toda esta evolucién, al retomar la técnica 10 que décadas antes Emy habia utilizado, Esto sucadié en el afio 1906, momento en el que el desarrollo de la quimica per- mitié a Hetzer sustituir los medios mecé- nioos de union, como pernos y bridas, por las colas de caseina. Con este sistema, Hetzer consiguié crear una seccién de cercha mas homogénea y unitania, tanto 0 més que la madera en su estado natural, al trabajar ésta de manera solidaria en las diferentes laminas. Con la aplicacién de esta técnica pu- dieron lograrse piezas de seccién y lon- gitud nunca antes conseguidas, ademas de que se consiguié un aprovechamiento de] material desde el punto de vista de resistencia Este sisterna de cercha tomé elementos ya inventados, pero incorporé una estruc- ‘ura con cordén superior curvo y con sec- cién en doble T, con un tirante como cordén inferior. En la figura 4 se muestra una estructura de cercha construida por el propio Hetzer en el afio 1915, estando considerada una de las primeras mues- tras de la utilizacién de la madera lami- nada como tal Posteriormente, los diferentes avances de la quimica industrial en relacién con las colas resistentes a la humedad per- mitieron que las estructuras de madera laminada encolada se extendieran a situaciones de exposicién en exteriores, inviables hasta aquel momento. Existen algunas fechas importantes que marcan_ hitos en el avance de la técnica para en- colados de intemperie, En el afio 1990 aparecen las colas de ea-formol, y en 1940 las de resorcina, Jos dos tipos de colas més utilizadas en la actualidad, Haciendo un resumen histérico, pode- ‘mos decir que aunque Delorme marca los. primeros logros destinados a consolidar Ja madera laminada, es Hetzer quien sien- ta las bases de una tecnologia que siste- matiza el uso de la madera como un sistema de piezas encoladas. La madera laminada se define basica- mente por la colocacién de las tablas, es decir, su ordenacién en funcién del con- junto en el momento de ser encoladas. Si Jas piezas de madera laminada resultan ortogonales al eje de giro por sus planos de encolado, en el momento en que se provoque tna flexi6n de la seccién la pie- za se denominara laminado vertical. En cambio, las piezas de madera laminada, cuyos planos de encolado resultan para- Ielos al eje de giro por flexion de la sec- ccién, recibirén la denominacién de lami- nado horizontal. Esta dima definicién de madera lami- nada es la que analizaremos a lo largo de todo este capitulo, por ser la més desa- rrollada por las tecnologias actuales, ya que la disposicién de las tablas en hori- zontal permite una gran variedad de cur- vas y contracurvas que en el sistema de laminado vertical es mas diffcil conseguir, Como ejemplo de esto, en la figura 5 se muestra una estructura en madera lami- nada horizontal, que se arma, tanto en La madera laminada Bi a) Compresion LA COMPRESION EN LA MADERA LAMINADA ff ) Compresion transversal ep & ‘c) Compresién transversal localizada 4) Compresién oblicua no localizada Figura 6 Figura 7 piezas rectas como en curvas irregulares, sin ningiin deterioro de la masa lefiosa 0 merma de su capacidad estructural. Para definir las caracteristicas genera- les de la madera laminada encolada, de- ben tenerse en cuenta dos factores constantes en toda estructura de madera la temperatura y la humedad Esto se debe a la capacidad anisotropa de la masa lefiosa, mas su limite de saturacién. "Todo esto determina unas caracteristicas mecanicas, fisicas y técnicas que es pre- ciso detallar, para entender el compor Compresién Traccién transversal tamiento de la madera reestructurada y unificada por colas, que en muchos casos ayudan a aumentar la calidad de res- puesta de la masa lefiosa frente a cual- quier solicitacion Caracteristicas mecanicas Las tensiones admisibles para las pie- zas de madera laminada encolada como material acabado estén reguladas por di- ferentes organismos internacionales, y principalmente reglamentadas en paises donde el uso de este material se ha ve- nido produciendo desde hace unos trein- ta afos Paises como Francia, Alemania y Suecia, entre otros, tienen muy desarro- lados tanto la tecnologia de fabricacion como todo lo relacionado con las tensio- nes admisibles que puede soportar uno u otro disefio ‘Acontinuacién, y de manera simple, s= exponen las principales solicitaciones a las que se ven sometidas las piezas de madera laminada encolada en sus dife- rentes funcionamientos al formar parte in- tegral de una estructura, para cada una de las cuales se citardn respuestas con- cretas a las solicitaciones indicadas, te- niendo como Teferencia las limitaciones que los diferentes organismos regulado- res marcan o sefialan como valores mi nimos necesarios. Varios factores va- riables son importantes cuando se obser- van las caracter‘sticas mecénicas del ma- terial, como la humedad y la temperatura de la madera, entre otras que dan como resultado variaciones de dichas tensio- nes. Los datos aqui expresados estén re- feridos en funcion de unas condiciones stander, fijadas en un 15% de humedad yuna temperatura de 20°C, correspon- diente al material acabado. COMPRESION Este esfuerzo puede ser de tipo axial 0 transversal al sentido de las fibras, ante Jos que la madera laminada se compor- taré de diferente forma, tal como lo hace una masa lefiosa compacta. La compresién axial estard definida por Ja resisiencia que opone un trozo de ma- dera laminada encolada a un esfuerzo pa- ralelo al sentido de sus fibras (figura 6 a), udiendo exigitse una fatiga admisible del orden de los 120 kg/em’. En todo caso no ser4 posible ninguna reduccion en el valor indicado si posteriores tratamientos de la pieza reducen la seccién bruta en 1m porcentaje superior al 15 %. ura 8 la compresién transversal 0 perpen: dicular a la fibra se dard en la practica en aquellos apoyos de la pieza sobre muros. o pilares (figura 6 b), La fatiga admisible para este casa depende de faciores tales como el angulo de incidencia. En todo caso puede darse un valor promedio que se obtiene en la tensién admisible, valor que sera de 25 kg/om Podemos nombrar como referencia al- ‘gunos tipos de compresion tales como: la compresién transversal localizada (figura 6.0), la compresién oblicua no localizada (figura 6 d) y la compresién oblicua lo- calizada, todas ellas generadas por los di- ferentes papeles que llega a desempetiar una pieza de madera laminada encolada en el proceso constructivo. RACCION Como en el caso anterior, haremos una primera divisi6n fijandonos en la forma de actuacion de la solicitacién en la pieza La taccién axial se experimenta bas- tanle poco en una pieza de madera la- minada encolada. Sin embargo, en tér- minos cuantitativos, es el doble a la resis- tencia de la misma pieza axial frente ala compresién. En traccién, las fibras de las piezas sufren una contraccién transversal que tiende a aumentar su adherencia, mientras que en compresion la rotura se presenta por separacién y pandeo de esas mismas fibras (figura 7 a). Como pro: medio, podemos definir la tensi6n adm sible frente a la traccion axial de 120 kg/ cm’, teniéndose en cuenta que un exce- sivo taladro del perfil puede reducir hasta un 18 % esta resistencia, La taccién transversal es mucho me- nos factible en una pieza de madera la- minada encolada, acepténdose como tension admisible 7 ka/m* como maximo, si las condiciones son las siguientes: 1a distancia entre la fibra extrema sobre la cual se ejerce la traccién y la fibra soli- citada en traccién debe ser al menos igual a la anchura de la pieza. En caso de fuerte concentracién, la longitud de apo- yo nunca tender a absorber este esfuer- 20 por sf misma. La distancia desde el extremo de la pieza debe estar situada como minimo a dos veces el ancho de la ppieza en Ja zona solicitada y como minimo 10 cm. fn las zonas afectadas no se per- mitirén en ningin caso grietas, fendas u otros defectos equivalentes (figura 7 b). FLEXION La flexién a la que puede estar ex- puesta una pieza de madera laminada en: colada es de dos tipos; la flexién pura s reconoce en aquellos elementos que, Co- locados horizontalmente, reciben cargas verticales, soportindose como, maxima tensién admisible los 120 kgfom*. En la fi La madera laminada 13 ee Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 11 Figura 9 gura 8 puede verse un ejemplo préictico de la accién de la flexidn simple o pura enn arco de madera laminada encolada que esté superando tna luz de 50 m, oca- sionéndose la méxima flexién justamente en el punto mAs alto de la pieza, donde ésta presenta un refuerzo metalico. La flexién desviada es la solicitacién tipo que afecta a los soportes de paneles en cubiertas, correas 0 travesafios. En la figura 9 se ve cémo un travesafio de te- chumbre queda sometido no sélo a la presion del material de cubier‘a, sino también al eventual peso de la nieve que representaré una fuerte solicitacion, EXIGENCIAS MECANICAS EN LOS PLANOS ENCOLADOS Las tensiones admisibles en los planos de encolado de una pieza de madera la- minada dependerén, basicamente, de dos solicitaciones 0 fuerzas aplicadas a esta estructura. 51 la pieza esté afectada por el cizallamiento, se estableceran los siguientes valores minimos para las colas aplicadas: para la resorcina, 12 kg/m’, para las colas de caseina, de urea-formol, resorcina-fenol y formol, 10 ka/cm’. Sila pieza esté afectada por la traccién transversal: para la resorcina, 6 kg/cm’, para las colas de caseina y de urea-for mol, 5 kg/cm’. Destaquemos que algunos de los valo res aqui expuestos se encuentran en re visign. Otros conceptos, como la traccion a la que estan sometidas las uniones por entalladuras multiples u otras, estén Ile vando al estudio de estos aspectos y las tensiones admisibles y validas a solicitar los planos de encolado; actualmente, el mayor interés se centra en todas aquellas uniones diferentes que se realizan para la conformacién de las léminas, es decir, los empalmes Peer sat Figura 10 Caracteristicas fisicas A. continuacién analizaremos algunos aspectos propios de la estructura fisica de Ja madera laminada encolada, tales como el peso especifico, Ja inercia quimica, la conductividad térmica y la durabilidad, entre otros. PESO ESPECIFICO Esta caracteristica fisica, también co- nocida como densidad, es una de las principales particularidades que favore- cen y hacen preferir, en la eleccién de un material de construccién, la madera la- minada encolada por su baja densidad en comparacién con otros materiales tradi- cionales. Por definicién, se considera que la ma- dera laminada encolada es un material estructuralmente ligero, por tender como materia prima a la madera maciza que tie- ne un valor medio de densidad de 480 a 800 kg/m’, cuando se la utiliza en cons truccién, en relacién a los 2.400 kg/m°apli- cables al hormigén, Para una mejor comparacién de la madera laminada en- colada con otros materiales, le daremos a ésfa un valor unitario igual a 1, ya que al contraponer valores de densidad obte- nemos un 1,5 para la estructura metalica, 385 para el hormigén pretensado y un 5,0 para el hormigén armado, Es evidente que esta propiedad de la madera lami nada encolada, entre ottas cosas, permite constmuir estructuras que dejan salvar lu ces de hasta 120 m, tal como se ve en la figura 10 Estas magnitudes solo pueden alcanzarse por un desarrollo quimico muy avanzado de las colas y, sobre todo, por la baja densidad de la madera. Esta baja densidad permite descargar la estructura y por lo tanto la necesidad de menores cimentaciones, lo cual supo ne un ahorro inmediato, pero también la hace especialmente indicada para aque llas terrenos cuya capacidad portante sea minima. Esta distincién no es un obstéculo para que la madera laminada encolada pueda competir con otros materiales de cons- truccién, en el campo de las caracteris- ticas mecanicas, ya que incluso su baja densidad redunda en aspectos tan prdc- ticos como Ja mayor facilidad para ser transportadas arandes piezas, como vigas © cerchas curvas. ‘También se favorece mucho su puesta en obra, permitiendo la ullizacién de medios comunes tales como gras o camiones (ligura 11), lo que sig- nifica y racionaliza el proceso, que, con mayores pesos, en muchos casos nece- sitaria medios de elevacién especiales, aumentandose la dificultad y el costo de ejecucion, ‘A continuaci6n se exponen los valores medios de las especies mas comunes en la utiizacién de piezas de madera lami- nada, como son el pino rojo y el abeto, en funcién de la humedad (cuadro 1). DENSIDAD EN FUNCION DE LA HUMEDAD Especie | Pinorojo | Abeto (nin) [| i.) [ (md) t | Humedad(%) | 12] 30] 12] 30 Densidad sio | $60 | 460 | 510 (gi) Guadro INERCIA QUIMICA Es conocido que la madera resiste bien @ los productos quimicos, sean écidos bases, incluyendo sus vapores, Ciertos ti pos de madera son reconocidos como es- pecialmente resistentes, tales como el aletce, el pino de Douglas y el roko, que pueden perfectamente ser utilizados pa- 1a la fabricacién de la madera lamina- a encolada. Esta caracteristica es muy importante a la hora de preferir un determinado ma terial, madera, acero u hormigén, dentro de aquellas constnicciones donde el ries- gp de cortosién es importante. Cabe citar también lo necesaria que es 1a proteccién contra los insectos y hon- gos para garantizar una mayor resistencia y durabilidad, cuando a los fenémenos quimicos de agresién se unen altas tem- peraturas constantes, de mas de 40°C, con humedades relativas de 80 a 120%, y donde el desarrollo de los ataques se combinan. Por lo tanto, la elevada inercia quimica de la madera, y por ende la madera la minada, le convierte en la tipologia indi cada para la construccién de edificios que estin destinados a: industria de pro- ductos quimicos; industrias de electrdlisis © galvanizacién, cadmiado y todos aque- los procedimientos que desprendan de- terminados gases t6xicos y corrosivos; la industria papelera, curtidora de pieles, lavanderias y todo quehacer relacionado con los tintes; algunos recintos destinados ala alimentacién y cuidado de animales, tales como los establos y los almacenes agricolas (figura 12) Figura 12, La madera laminada Figura 13, Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 14 Capacidad de carga en las vigas (°) GRAFICO DE RESPUESTA AL FUEGO DE DIFERENTES MATERIALES. 100 40 20 15 ‘También en recintos deportivos, la inercia quimica 0 resistencia de la ma- dera laminada es idénea para la cons- truccién de cubiertas y estructuras de centros ecuestres, multicanchas, pistas de patinaje sobre hielo y muy especial- mente piscinas, ya que por ser éstas tem- peradas estin constantemente emanando substancias quimicas que se evaporan por el calor, sobre todo el cloro. En la fi- gura 13 puede apreciarse como la cu- bierla interior y exterior de una piscina esté completamente armada en torno a unas vigas a la vista de madera laminada encolada horizontal, dandole a este inte- rior bienestar, seguridad y calidez. Es im- portante también sefialar que los herrajes Utilizados en estos casos, cuando se pre- ‘ean riesgos de corrosi6n importante, de- berén ser especialmente tratados por medio de un galvanizado u otro procedi- miento de proteccién superficial, mien- tras que el mantenimiento de bamices 0 pinturas no tendré otro fin que el mera- mente estético y nunca seré considerado ‘como una proteccién. Por todas estas ta- zones, y por muchas otras segin sea el ign igminada 290 x 500 frm a 3 400 fn rie de 100 mn clavos [~ Tiare 49 madbr'aQ 95 rim} l as \ | ae ee er ‘Tiempo desde el comienzo del incendio (min.) caso, puede considerarse que la madera laminada encolada es un material estable, por ser insensible a los ataques quimicos de la humedad, el calor, el cloro o los am- bientes corrosivos en construcciones cer- ca del mar o cualquier circunstancia que exponga una edificaci6n construida con materiales tradicionales a agentes agre- sivos. A todo esto debe agregarse que cuando la madera laminada encolada se encuentre al abrigo de la intemperie, no necesitaré ningiin mantenimiento. RESISTENCIA AL FUEGO Es muy importante tener en cuenta que la madera tiene una mala reaccién al fue- go, y una buena resistencia al mismo. Esta premisa es esencial para, por ejemplo, la evacuacién de bienes y vidas, ya que la madera tiene un tiempo fiable y conocido de incineracién, lo cual no es caracteris- tico en otros materiales cominmente uti- lizados, La madera laminada encolada es el ‘nico material estructural con el cual se consigue la resistencia al fuego deseada. En efecto, se conoce que la madera arde de manera constante a una velocidad aproximada de 1 cm/15 minutos por cada cara expuesta al fuego, y se sabe perfec- tamente que la parte no quemada con- serva todas sus caracteristicas mecanicas. Por lo tanto, es suficiente afiadir a la sec- cién obtenida, considerando las solicita- ciones mecédnicas, los centimetros nece- sarios para alcanzar la resistencia al fuego requerida. El coeficiente de dilatacién térmica de la madera, particularmente en el interior de sus fibras, es muy bajo y por lo tanto seguro. Esta cualidad es bésica, ya que las dimensiones de los elementos no son modificadas en los incendios a causa de las altas temperaturas. De igual modo, la madera no pierde su resistencia en las mismas condiciones que, por ejemplo, un elemento metdlico, ya que a medida que Ja temperatura se eleva, su cohesion pue- de aumentar en funcién de la pérdida de humedad interna, ya que tnicamente dis- minuye la resistencia de un elemento es- tuctural de madera, cuando su seccién pierde material en razén de la carboni- zacion superficial de sus caras. Enla figura 14se muestra un grafico de respuesta al fuego de diferentes elemen- tos estructurales en funcién de su material yrelacién con las variables: capacidad de carga y tiempo de incineracién. Las piezas de madera laminada enco- lada no sélo es dificil de que entren en combustion, sino que ademas, una vez in- 16 Figura 18 famadas, se consumen muy lentamente conservandose su integridad estructural durante un incendio. La combustién pe- riférica de una pieza desde el exterior ha- cia el interior de una seccién de madera esde 0,6 a 0,7 mm por minuto, de manera constante, factor que también influye en Ja baja conductivided térmica que pre- senfa la madera, las piezas de madera laminada enco- Jada pueden seguir siendo validas estruc- turalmente hablando, en el interior o en superficie después de un incendio im- portante, donde las piezas muy afectadas (as de menor seccién) pueden ser reem- plazadas por otras de caracteristicas ané- Jogas, de manera que la estrutura puede seguir funcionando, previa comprobacién de las secciones de las piezas més 10- Dustas. Todo esto redunda en precios de reconstruccién bastante mas bajos a los de otras tecnologias como el hormigén 0 estructuras de metal Si en un incendio analizamos deteni- damente el comportamiento de la madera frente al fuego, podemos darnos cuenta de que las superficies expuestas de una pieza son inflamables en pocos minutos. Sin embargo, la costra de carbén formada en la misma superficie constituye una proteccién que disminuye la penetracién de calor hacia el interior de la madera, impidiendo la legada de oxigeno a la zona de combustion. En razén de la estructura no homogé- nea de la madera y de la presencia even- tual de grietas, la velocidad de pe- netracién de combustién dentro de la ma- dera puede verse aumentada, De la mis- ma manera, las piezas metélicas (tornillos, clavos y tuercas) contribuyen a activar la carbonizacién de la madera al estar estas piezas empotradas, y en contacto directo ‘con la masa lefiosa. En Ja figura 16 se puede apreciar una compleja estructura de techumbre en madera laminada encolada que ha dis- minuido al méximo la utilizacién de piezas metélicas para evitar ast que éstas pue- dan ser medios de aceleracién de un po- sible incendio. La penetracién de la carbonizacién es ‘muy répida sobre las aristas vivas, si bien en las zonas afectadas, donde se ha pro- ducido una carbonizacién y las aristas son redondeadas, de manera regular se for- man aproximadamente arcos de radio de ms 0 menos tres centimetros y la pene- tracién es mucho més lenta, En lo con- ‘cerniente a la madera laminada encolada en cuestion, la combustién penetra lenta y Tegularmente en funcién de la homo- geneidad de la estructura. De mumerosos ensayos puede consta- tarse que diferentes maderas, utilizadas ‘para la confeccién del laminado expues- tas al fuego, dan como resultado que la enetracion del fuego en las piezas sea absolutamente constante, Para entender este fenémeno se muestra un gréfico en Ja figura 16, donde se comparan lamina- dos de madera de abeto encolado con ig- nifugado y sin ignifugado, de roble maci- zo y de teka maciza La madera laminada Figure 16 DIFERENTES MADERAS. Profundidad (em) 0 30 Duracion (min.) VELOCIDAD DE PENETRACION DE LA COMBUSTION EN EL INTERIOR DE 4: Abeto laminado ‘encolado no Fgnitugado 2: Abeto laminado ‘encolado ignitugado 3: Roble macizo 4; Teka maciza Influencia del fuego en la resistencia mecéinica De numerosos resultados de ensayos, son conocidas las diferentes resistencias mecanicas y deformaciones del material. El siguiente grafico traduce, para la trac ign, flexién y compresi6n, la influencia de la temperatura sobre las propiedades mecdnicas, en una especie de madera, ‘comuinmente utilizada en la confeccién de la madera laminada encolada, como es el abeto (figura 17). 7 Figura 17 Figura 18 INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA EN LAS PROPIEDADES MECANICAS DEL ABETO Hraccn Ilex} Confpresk mentar aquéllas es practicamente nula. En contrapartida, el fenémeno visto en el grafico de la figura 14 muestra que a me- dida que la humedad disminuye, las re- sistencias aumentan répidamente, Por lo tanto, podemos deducir que las resis- tencias disminuyen al disminuir la sec- cidn, pero las resistencias caracteristicas del material son mayores al aumentar la temperatura, produciéndose estos dos fenémenos, que en cierta manera se com- plementan y que con un correcto dimen- sionado de la secci6n al fuego, es decir, un sobredimensionado, garantizan la re- sistencia a la combustién requerida para estas estructuras de madera relativamen- te sencillas. 50 100 Temperatura (°C) Cuando la temperatura aumenta, las re- sistencias a compresién y traccién dis- minuyen, siendo la compresién la més directamente afectada, De igual manera Ja resistencia a la flexién disminuye cuan- do aumenta la temperatura (esta resisten- cia a la flexion esta determinada como la relacién entre el momento de flexion y el médulo de elasticidad). El médulo de elasticidad decrece igualmente a medida que se eleva la temperatura También es interesante conocer la in- fluencia de la humedad sobre las resis- tencias mecénicas de la madera, ‘Appartir de ciertas humedades, que en Ja practica corresponden al grado de sa- turacién de la madera, la influencia de au- CONDUCTIVIDAD TERMICA La madera, por su estructura anatémica y su composicién, presenta un grado muy bajo de conductividad térmica, con lo que se evila el riesgo de que se generen puentes térmicos en construcciones que Tequieren mantener una temperatura de- terminada, sin provocar una condensa- cién del ambiente, Otras de las ventajas son el ahorro de corrientes de dispersién, ausencia de cargas electroestaticas y una elevada resistencia al fuego. En la figura 1 puede apreciarse un ejemplo de la utilizacién de la madera en su forma laminada para cubrir y estruc: turar por completo la cubierta interior de un recinto deportivo que necesitaré una temperatura determinada sin fugas tér- micas y una adecuada absorcién de la hu- medad ambiente, y de forma especial cuando este recinto esté completamente leno de publico. Figura 19 Como también se ha indicado en el apartado anterior, cuanto menor sea la conductividad térmica de un material, ccénicas, En la siguiente tabla pueden observar- se los diferentes valores de coeficientes nductividad térmica de los materia: struccién. la de valores, la barrera p supone la carbonizacién de de la madera en el proceso de un in dio (cuadro ID. Dl ATACION TERMICA Los coeficientes nombrados en el apar tado anterior, conductividad térmica, jun- to con el citado con el nombre de dilatacién térmica hacen ver que los mo: vimientos dimensionales de la madera (segiin su eje: paralelo a las fibras) son ples en lo que concierne a cam: bios de temperatura o humedad. En consecuencia, la madera laminada encolada por definicién es un material es- table, en el cual la cola debe absorber to das las posibles tensiones internas. C e tiene la ventaja de eliminar las jun tas de dilatacién de dicho material, lo que se traduce en el caso de las cubiertas inapreci lo, en la desaparicién de sel que siempre traen algin blema rela La dilatacién téxmi ferenternente e al o el radial, por laminada encolada se dera la primera opcién cuando se habla le dilatacion térmica, y es justamente en el sentido longitudinal de las fibras donde la madera tiene el mejor comportamient Por esto en la mayoria de las construc se emplea la madera lami- nada encolada, especialmente las vigas, se las uniones de piezas emo. verd $ juntas de dilatacién, dond Alica siempre separa el material lefioso unos milimetros para de esta manera absorber la dilatacién contraccién térmica; como ejemplo de esto en la figura 19 se muestra un puente, cuyas vigas longitudinales estén unidas y separadas a la vez por unos nexos meté licos que cumplen el papel de absorber @] margen de movimiento inherente a la madera Matra en wine | ‘Aur 200 | eae 0 formigen is. | vane tis | | Hocka tos eae oe | Maier Stone Goa |. Gator do 003 La madera laminada Cuadro tt Observaciones (relacién con la eapacidad alsiante de la madera) 1.850 veces menor | 500 veces menor | 3 veces mayor 4 veces mayor Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 20 CONDUCTIVIDAD ACUSTICA Para comprender las caracterist la madera y su comportamiento acustico, debemos separar dos conceptos absolu famente diferentes como son la transm sién del sonido y la absorcién de éste La transmisi6n del sonido en la madera Longitudinalmente el valor de trans- misi6n del sonido es semejante al de cual- quier otto material, tales como el hor migén 0 el acero. Transversalmente, su capacidad de transmisién del sonido es de tres a cinco veces inferior a los ma- teriales antes nombrados, Jo cual tiene una gran importancia en la transmision de miides 0 sonidos de impacts. Figura 2 La absorcién del sonido en la madera Por su baja densidad, la madera no pa: rece ser el mejor elemento con capaci: dad de absorber el sonido, intimamente vinculado al concepto de masa y peso €s- pecifico, Pero su estructura de fibras y poros representa y se comporta al igual que una verdadera esponja para el soni: do de una amplia frecuencia La estructura de la madera laminada encolada es considerada como un ele tico, pero no constituye una propiedad intrinseca, sino que depende en gran me: dida del volumen y distribucion de la ech ficacién. En la figura 20 se muestra el interior de una iglesia donde la curvatura de los muros y techumbre esté estudiada para que el sonido rebote Jo menos po: sible, aprovechéndose la capacidad de absorcién de la madera, mas las curva turas que gracias a la madera laminada encolada pueden imprimirse en las st erficies refractantes de sonido Puede conclnirse diciendo que, como norma general, y a partir de su poca ca: pacidad de transmision transversal, la madera laminada encolada favorece que se logre una mayor comodidad act en la construccion en la que se incluye DURABILIDAD Hoy en dia es imprescindible que se edifique teniendo en cuenta la vida tit de una construccién, ya que en gran medida de esto depende el valor comercial que puede llegar a tener lo construido, y el grado de disefio que se imprima en él Por lo tanto, se debe situar objetivamente lamadera laminad racteristicas materiales de const bilidad ampliam paso de los aflos en ob que estén en perfectas condici paises del norte de Europa y EE.UU. y, sin ir mis lejos, en construcciones pio! en esta tecnologia que todavi pie (figura 4) Una de las grandes ventajas de la ma- dera laminada encolada es que ésta ig nora por completo el fendmeno de corrosion y no sufre ninguna alteracién frente a las diferentes atmésferas y mi agresivos: climas himedos y am bientes montafosos (figura 21) dose en cuenta los impera e la puesta en obra, tales como a cor mn de camaras_ventiladas ya aplicacién de tratamientos funaicidas, laminada encolada no es ata- los hongos o insectos, lo que da que su puesta en obra en feriores no se encuentre con mas im- pedimentos que los problemas de indole Si compraramos la madera laminada los materiales Clasicos de la siempre estan amenazs destinados pr nos dard como resultado que es compuesto es el mas estable, ya que "va con el paso del tiempo sien do al mismo tiempo un elemento eléstico que puede llegar a resistir, incluso, sis- mos d intensidad considerable si cambiar su apariencia Caracteristicas técnicas Dentro de las caracteristicas t6c1 esenciales que hay que destacar e: facilidad y capacidad de trabajo de la ma dera, al ser una de los materiales mas dictiles que existen. Con herramientas y ittles habituales, con simples. procedi mientos y a unos costes reducidos, la ma dera ofrece ficiles soluciones a uniones con otros materiales como son él acero, l vidrio o el metal. Una de las aptitudes més importantes de esta facilidad de tra bajo la representa la buena reaccién a la uniones quimicas 0 mecanicas, dest do en nuestro caso la aptitud de la m lefosa con respecto al encolado. El principio de la aglomeraci6n por la: minacién y encolado determina una seri de ventajas: SA a) Posibilidad de realiza secciones no limitadas por las dimensio: 2 la materia prima original. Es 2 como se pueden concebir piezas estruc- turadas en madera laminada que a su vez, por ejemplo, sirven de vigas de una gran escuadria (en altura), llegandose a me: didas tales como de 0,20 x 2,00 m por largo deseado (figura 22) Junto a este concepto, la madera lami- encolada tiene la capacidad de 0 la n resisten- vechamiento del material ilibidad de realizar piezas sin li- jones de longitud, y inicamente por condi de transporte stos de puesta en obra. Asi es como en tualidad pueden construirse estruc- paces de salvar hasta 102 m por medio de una cipula envigada con piezas de més de 40 m de largo (figura 23), ¢) Posibilidad de obtener piezas, pre sentando radios de curvatura considera- La madera Jaminada Figur Biblioteca Atrium de la Carpinteria -5 bles y variables, segiin las necesidades resistentes y estéticas del proyecto. En la figura 24 se muestra el interior de un Te- into que hace de esta capacidad de cur- varse de la madera laminada encolada un elemento distintivo de su arquitectura, lle- gandose a aprovechar incluso los arcos ‘como sopories de iluminacién indirecta. ) En uno de los diferentes procesos de fabricacién se incorpora necesariamente una fase de cortado de tablas, quie per- mite iniciar la eliminacién de los defectos naturales, descartendo aquellas tablas que no cumplen lo requerido por tener fendas, nudos o grietas, clasificando las restantes en diferentes grados de defec tos. Una fase de reconstruccién de la pie- za conduce a una distribucién no aleatoria de los defectos naturales, centrando los mismos de una manera estudiada, de modo que los defects queden situados hacia el centro de la pieza donde su efec- to es menor, por estar sometido a meno- res solicitaciones. De todo lo expuesto, esultan unos mejores valores de las ten- siones admisibles de rotura, sobre todo fen flexion, traccin y compresion y una reduccién’ ain mayor de errores en su construccién a nivel estadistico. Figura 24 Esta seleccién y clasificacién permite obtener, segin reglamentaciones, tensio~ nes admisibles para las estructuras de madera laminada encolada, sensiblemen- te superiores, casi un 10% sobre las es- tructuras de madera maciza que utilizan especies de madera iguales © similares en su comportamiento. CONSTRUCCION DE GRANDES LUCES Los métodos de estudio, fabricacién, puesta en obra y control sistematico de la calidad permiten a la construccién de madera laminada encolada obtener pér- ticos u otros elementos de estructura de cubricion con luces del orden de los 100 metros y més, con todas las garantias constructivas del caso. Se ha realizado un serio estudio tesrico ‘que demuestra que una construccién con una luz de 200 m serfa totalmente viable, a condicién de crear juntas exigidas por elmontaje, y adecuado a las necesidades de las mismas, Estas grandes luces permiten mayores posibilidades de utilizacién, por la elimi- nacién de pilares 0 apoyos intermedios, cualidad clave en la construccién actual, donde se requieren espacios mixtos © po- livalentes, capaces de adoptar diferentes disposiciones de distribucion, secrin las variantes necesarias, y por lo tanto la eli- minacién de todos aquellos obstéculos que no permitan hacer un uso total del es- pacio, La figura 25 muestra oSmo la utili- zacion de la madera laminada encolada en la construccién de una marquesina de una tribuna de estadio ha permitide que ésta quede absolutamente en voladizo, eviténdose con esto cualquier apoyo que pueda interrumpir la buena visibilidad del espectador. ‘Actualmente, la demanda de espacios con gran capacidad necesitan tecnolo: gias como la aportada por la madera la- minada para satisfacer las demandas de Jos espacios pblicos contemporaneos. LA PREFABRICACION La prefabricacién con elementos de madera laminada encolada demanda una mueva tecnologia constructiva y provoca una estandarizacién de las juntas y los di- ferentes anclajes, herrajes y elementos de unién en general. Todo esto bajo se- veros controles cualitativos que implican operaciones de montaje ya conocidas y, por lo tanto, simplificadas en él ensamble entre la madera laminada encolada y sus Figura 25 piezas de soporte, asi como entre los di- ferentes elementos que configuran la pro- pie estructura la prefabricacién y_estandarizacion derivan del conocimiento de los anclajes y uniones, previamente a la puesta en obra del proyecto. No obstante, como cada proyecto tendré sus particularida- des, el paquete de soluciones concretas deberd adaptarse a cada caso. la prefabricacién puede considerarse también como tun inconveniente si tene- mes en cuenta el aspecto del transporte de dichas piezas prefabricadas, 1o que muchas veces redundaré en un elevado costo de traslado de las vigas, cerchas 0 pilares desde el lugar de fabrica hasta el de edificacién. Muchas veces los vehiculos de trans- porte tienen que estar especialmente acondicionades para, por ejemplo, trans- portar unas vigas de cielo tipo cerchas de 801m o més (figura 26), las dificultades se incrementardn si el lugar al cual es ne: cesario acceder es dificil en su recorrido, ‘Algunas empresas dedicadas a desa- roollar la tecnologia y la aplicacién de la madera laminada encolada han conceb- do un médulo tipo que, combinado de di- ferentes formas y maneras, permite obtener las superficies de edificacién de- seada, de manera que es cuestién de combinar los médulos existentes a modo de rompecabezas, hasta encontrar la su- perficie requerida para cada caso. EL MANTENIMIENTO DE LAS PIEZAS DE MADERA LAMINADA ENCOLADA Haciendo referencia al apartado que mencionaba la inercia quimica de la ma- dera, podremos observar que el material resiste de manera considerable todo tipo de ataques, tanto de carécter quimico como biolégico, si ha sido tratada de ma- nera conveniente, como se explicaré mas adelante. En todo caso ya se deduce que las alteraciones o patologias deberan ser minimas 0 nulas. ‘Cuando pensemos en ja madera lami- nada encolada, no se deberén tomar me- didas de mantenimiento en la estructura construida a excepcién de algtin trata- miento de bamiz 0 pintura por necesi- La madera laminada Figura 26 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 28 Figura 27 dades estéticas especiales, donde por ejemplo se quiera resaltar con un tinte caoba la estructura de vigas de cielo de la madera laminada, sobre un entablado de madera de pino natural (figura 27). Sélo en pocos casos se recomienda un mantenimiento de la madera, en lo con- cemiente a la mejora del aspecto de la estructura situada en exteriores, donde la decoloracién de la madera es notable. Un ejemplo clarisimo de esto es cuando se utilizan piezas de madera laminada en- colada para puentes que no slo deben resistir 4 la intemperie sino, ademés, un grado de humedad extra por la conden- sacién del agua (figura 28) Lamno necesidad de mantenimientos re- resenta una ventaja econémica impor- tante, si bien no representativa a la hora del proyecto, donde el coste imediato es el priotitario y este coste suplementario no @s tenido en cuenta, con lo que dif cilmente se puede ahorrar a medio plazo, ya que la degradacién paulatina que tiene cualquier otto tipo de material va incre: mentando el costo original al representar la reparacién o restauracion de la obra a lo largo de la vida util del proyecto. Las estructuras de la madera laminada encolada tienen la particularidad de estar concebidas, teniendo muy en cuenta las propiedades particulares del material (la madera), con un aspecto muy versétil en funcién de las curvas naturales que com Porta, lo cual le confieren una armonia y tuna calidad que se reflejan en el caracter macizo de las secciones, El aspecto de las uniones puede tener, y admite, diferentes interpretaciones y soluciones al gusto de las necesidades es- téticas; también existe la importante ven- taja de seleccionar la especie de madera que por color, textura 0 aspecto mas sa: lislaga al arquitecto o disenador. En la figura 29 se muestra un elemento de unién entre vigas que se adapta per- fectamente a la convergencia de piezas, de manera que dicha unién no interrum- pe el diserio propuesto por los diversos elementos que se articulan a partir de esta unién, Por su cardcter diictil es un material ca paz de adaptarse a cualquier tipo de for mas 0 tipologias, tal como veremos de- sarrollado en capitulos posteriores, con la capacidad de crear formas hasta ahora no concebidas y recuperando otras que Figura 29 a, A: caeeccua aay _ —. s 5 / 4m cen nuevas alternativas a la creacién y puesta en obra de proyectos geométri- camente muy complejos (figura 30) FABRICACION DE ELEMENTOS EN MADERA LAMINADA ENCOLADA Como primera medida, dentro de este proceso constnuctivo, es menester distin- guir y sefialar cuéles son los procedi- mientos para la eleccién de la madera que constituiré la base del laminado, Para clarificar cuanto hace referencia a Jas caracteristicas fisicas, mecénicas u otras aptitudes de la madera, se debe ve- Tificar la idoneidad de estas piezas para por condicionantes de los materiales se soportar los trabajos y solicitaciones a los, habfan perdido: vigas rectas 0 peraltadas que se expondrén al formar parte de este (variables 0 constantes), p6rticos, arcos, material compuesto llamado madera la- Figura 30 cipulas y voladizos, todos con grandes 0 pequeiias huces, en definitiva todo aquetlo que podamos imaginar y que redunca en muevas formas arquitecténicas que ofre- minada encolada. Como curiosidad, po- demos destacar que el principal [pro- ductor de la madera que esté destinada Jos procesos laminados es el norte de Eu- La madera laminada Figura 31 Demarcacién geogratica de la zona de produccién de las maderas del norte o 10" 30° 40° BALTICO Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 ropa; por eso analizaremos a continuacion la madera que proviene de esa zona del planeta. La madera del norte La madera del norte es en principio originaria de los paises situados por en- cima de los 57° de latitud Norte, si bien el clima de las zonas situadas por debajo de esta latitud, como ocurre por ejemplo en Suecia, ofrece excepciones, dandose grandes aserraderos instalados en el sur, que aseguran para esta regién una cali- dad cada vez mas apreciada en los paises importadores europeos. En la figura 31 se muestra un mapa que refleja de una manera mucho més clara la zona geogralica definida como produc: tora de madera del norte, en el que pue- den observarse los diferentes paises integrados, asi como las excepciones a la limitacion geoarafica expresada. ESTADO ACTUAL DE LA MADERA DEL NORTE Y SU PRODUCCION El clima riguroso que reina en los paf- ses nérdicos frena considerablemente el crecimiento de los arboles, lo cual es vi- sible en la disposicién de sus anillos de crecimiento (muy juntos), lo que a su vez es primordial para entender las buenas caracteristicas mecénicas que ofrece esta madera, es decir, la gran capacidad y ho- Figura 32 mogeneidad de su masa lefiosa, En la ft gura 32 puede verse un tipico bosque maderero del norte con algunas especies en edad de tala. La explotacién de estos bosques con fi- nes comerciales data de la segunda mitad del siglo xx, viéndose aumentada la tala y la repoblacién, afio tras afio. La tala de arboles tinicamente se rea- lizaba en invierno, en la época de minima savia, ya que el transporte se hacia mu- cho més sencillo a través de los lentos cauces de los rios, por flotacién y con destino a los aserraderos. E] secado al aire libre se realizaba bajo el sol, timido, pero seco, de los paises septentrionales, Desde la puesta en funcionamiento de los secaderos artificiales que aseguran productos a prueba de la degradacion de la madera, se tala durante todo el afio y ‘se transporta por camién hasta el aserra- dero, pasando cuatro dias hasta conseguir un secado correcto de la madera, Hablaremos un poco de los bosques y de la tala en si, paso previo y basico a cualquier proceso de laminado. Los arboles empleados oscilan sobre el centenar de afios de edad, lo cual puede dejar ver que los bosques con este tipo de arboles cada vez son menos numero- 0s, sobre todo en érboles mAs j6venes. Quedan atin mas de cincuenta afios para que puedan ser utilizados los arboles re- plantados, técnica vital hoy en dia. La repoblacién de los bosques adopta como fecha de inicio el intervalo entre las dos guerras mundiales. La repoblacién se suele realizar dos aos después de la tala. Es necesario esie tiempo para que plantas y refugios de in- sectos que pueblan las viejas cepas tala: das puedan adaptarse al cambio. Para desvarar y trocear en el mismo lugar, se usa una maquina automatica que alarga lateralmente un brazo de unos diez me- tos, armado con una pinza. Esta coge el tronco caido y lo pasa entre dos cuchillas que trocean y podan en longitudes de 3 a6 m. Esta maquina puede tratar hasta 800 troneos por dia. Otra maquina més moderna coge el arbol en pie, lo corta y Jo deposita en el suelo (figura 23), Desde el lago Vainenn a Kotka, pasan- do por el Haut-Golfe, o desde Leningrado a Igarka pasando por el mar Blanco (fi- gura 3), existen evidentemente aserra- deros muy diferentes, sea por su forma, volumen de produccién o maquinaria uti- lizada, No se encontraré entonces un mé- todo general para la produccién de madera del norte, pero el funcionamiento tipo de un aserradero, situado por ejem- plo en un fiordo del Baltico, alcanza una roduccién de 200.000 m' de madera se- mrada al afio 26 Figura 34 Serd una regla muy general, en Suecia o Finlandia, que una empresa tenga unos aerraderos y sus propios bosques, asi como sus fébricas de pasta de madera, lo que las hace especialmente rentables por el aprovechamiento maximo de la ma- ontrando materia prima en los ESPECIES PREDOMINANTES EN LA PRODUCCION DE LA MADERA DEL NORTE Las dos especies que de minante se trabajan en los aserraderos los paises septentrionales para la fa bricacion de la madera laminada enco: Jada son el pino silvestre 0 pino Tojo 34) y el abeto (figura 35). En jadro II se dan las principales carac- teristicas mecénicas y fisicas de estas dos especies. Criterios para la eleccién de las maderas los ctiterios de eleccién de la madera uilizada en las estructuras de madera la- minada dependen, principalmente, de la aptitud de la madera ante el encolado, las condiciones de exposicién de la madera frente a la humedad, la temperatura y los ambientes agresivos Hay oltos condicionantes, como podria ser el estético, a la hora de seleccionar una textura 0 cola, pero son los que antes se han citado los que definiran de una ma- nera muy concreta las especies que hay que utilizar. Con respecto al primero de los pard metros (encolado), cabe decir que es po sible encolar todas l en algunos casos las substancias aplica das serdn especiales, En principio sélo se encolarén maderas de igual especie, la: mis corrientemente trabajadas. el pino y el abeto, las que no presentan ninguna di: ficultad frente a esta substancia de pega Los pinos silvestres grasos y sobre todo las resinosas de gran variedad, como el alerce 0 el pino americano (figura 36), en: colan con dificultad por su caracter graso, asi como otras especies de singular du- reza, tales como el castafio, cuyo encola- do es mas delicado de lo habitual Con respecto a las condiciones de ex posicién de la madera (humedad, tem- peratura y ambientes agresivos), es esencial hacer un estudio previo de las caracteristicas a las que se vera sometida la madera, para realizar una eleccion que permita desarrollar de una manera com- pleta las condiciones resistentes de la es- muctura, La madera Jaminada a1 ‘CARACTERISTICAS DE LAS DOS ESPECIES MAS COMUNES DE LA PRODUCCION DE MADERA DEL NORTE Pino rojo ‘Abeto ae Grado de humedad (%) (Grado de Mamedad (4) 2 2 2 » Densidad (kg/m") 510, 560, 460 510 Resistencia a a traccién (MPa) 104(3) 60(2) 202.5) 50(1.5) Resistencia a a lexion (MPa) 87 50 75 2 Resistencia a la compresion (MPa) 4807.5) 25(2) 4046) 2202) Resistencia al esfuerzo cortante (MPa) 10 3 3 7 Resistencia al impacto (Ki/m’) 70 20 50 65 Modelo de elasticidad (MPa) 12.090 11.000 11.000 10.000 Condicion térmica (W/m? °C) 0,26 0,32 0,24 0,29 Calor especifico (J/kg °C) 1.650 2,000 1,650 2.000 Poalercalorico (Mi/kg) 173 146 173. 146 uacro mi ESPECIES MAS UTILIZADAS EN LA dera de color pardo oscuro, Fibras rectas Figura 37 8 MADERA LAMINADA ENCOLADA Para una mejor orientacién, a continua- cién pasamos a dar las caracteristicas bé- sicas de las especies més_utilizadas, segiin el caso, en la construccién de las iezas de madera laminada encolada ‘Madera de Douglas Otro nombre comercial: pino de Ore- gén, pino de Douglas, Situacién geoaréfica: importado de la costa occidental de EEUU. y de Canada. Plantaciones experimentales en la Breta~ fia francesa. ‘Descripcién somera de la madera: ma- dera de corazén rosado, o ligeramente rojizo, muy heterogéneo, muy veteado, esinoso, Fibras rectas. Albura més clara. Densidad, dureza y retraccién: 0,50 a 0,68. Semiduro / semipesado. Retraccion total media, pequefia. Muy pocos nervios. Propiedades mecénicas: la madera de color amanillento (costas) tiene unas re~ sistencias mecénicas superiores a la de color rojizo (montafias), Resiste bien a la compresion, muy bien a la traccién y a la flexién. Facilmente desfibrable, poco adherente y bastante rigida. Poco aisiante, ‘Anillos de crecimiento entre 2 y 4mm. Durabilidad: madera de corazon muy duradero (figura 37). Madera de Western Hemlock Otro nombre comercial: tsuga del Pa- cifico. Situacién geogréfica: costa occidental del Canada, EE.UU., Bélgica. Descripcién somera de la madera: ma- en general, Textura uniforme. No resino- sa. La albura no se diferencia Densidad, dureza y retraccién: 0,48 a 0,80. Muy blanda y ligera. Retraccion me- dia. Medianamente nerviosa. Propiedades mecénicas: sensiblemen- te parecidas a las del pino silvestre, Durabilidad: madera poco duradera (fi- gura 38). ‘Madera de haya Situacion geogréfica: Europa occider tal. Montafias y colinas de todas las regio- nes de Francia, en la costa Atlantica Localizada en altitudes bajas, junto al mar Mediterréineo. Descripcién somera de la madera: ma- dera blanca o parda muy clara, y también puede ser rojiza, Fibras muy finas y rec- tas, con una estructura muy homogénea En algunos casos pueden encontrarse dk fectos, en aquellos que tengan el corazon rojo, La albura tiene las mismas caracte- risticas, Densidad, dureza y retraccién: 0.60 a 0,28. Semiduro / semipesado. Retraccién total elevada, en particular para las pro- cedentes de las montafias. Muy nervada, Propiedades mecénicas: buenas resis: tencias a la compresién axial y a la trans- versal, y también a la flexién. Poco aislante y poco desfibrable. Durabilidad: poco duradera. Se calien- ta facilmente (figura 39) Madera de pino comin Otro nombre comercial: pino amarillo. Situacién geogratfica: sureste de EE UU. Descripcién somera de la madera: co- razén de tonos amarillentos y_rojizos, siempre oscuros. Fibras bastante rectas. Grano variable. Muy resinosa y muy ho- mogénea. La albura se caracteriza por ser mucho més amarillenta. Densidad, dureza y retraccién: 0,55 a 080, seqin origen. Dura y pesada. Re- fraccién total bastante fuerte. Muy ner- vada Propiedades mecénicas: excelentes. Muy buen comportamiento al pandeo y besiante bueno en flexién. Madera poco aislante y poco adherente. Durabilidad: madera de coraz6n muy duradero (Ggura 40). Madera de pino silvestre Otro nombre comercial: pino, abeto del pals, abeto rojo del norte. Siuacién geografica: norte y este de Europa; en Asia, montafias més cercanas ala Europa meridional; en Francia, Vos- 0s, Alpes, macizo central de los Pirineos; Suecia y Finlandia, Descripcién somera de la madera: ma- dera de coraz6n mucho mas importante que los otros pinos, rosado, 1oj0 0 rojo os: mo, Fibras generalmente rectas. Grano muy variable. Madera poco resinosa, he- terogénea. Albura diferenciada, blanco- amarilenta, mas clara. Densidad, dureza y retraccién: 0,40 a 050 para madera de lanuras; 0,88 a 0,68 para pino de montafia y del norte. Ligera ysemipesada. Retraccién total media, re- lativamente nervada Propiedades mecénicas resistencias mecénicas fuertes en compresién y fle- zién y también al choque, Madera aislan- te 0 poco desfibrable, poco adherente transversalmente, Durabilidad: madera de corazén bas- tante duradero (figura 34). Madera de picea Otro nombre comercial: picea comin, pino blanco del norte. Situacién geografica: norte de Europa y montafias de la Europa central, en Fran- cia, Vosgos, alés del Norte, Plantaciones en el macizo central de los Pirineos y en diversas regiones planas de Francia. Im- portado de Escandinavia, Descripeién somera de la madera: ma- dera blanca o ligeramente rosada, carac- ‘termuy resinoso en estado natural. Fibras rectas. La altura presenta las mismas ca- racteristicas, Densidad, dureza y retraccién: 0,40 a 080. Ligera y frégil. Débil retraccién. Nervios poco pronunciados, La madera Jaminada Figure 39 Figura 40 Figura 41 Propiedades mecénicas: las mismas que las maderas de latitudes septentrio- nales (>57° N) o de alta altitud, con anillos de crecimiento finos y de propiedades remarcables. Muy fibrosa, poco adheren- te, Buena capacidad aislante. Durabilidad: madera poco duradera, un poco mas que la sabina (figura 41), 29 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 42 Madera de pino negro Situacién geogréfica: laderas de las montafias del sur de Europa, Asia Menor y Argelia. Regiones de Austria. Descripeién somera de la madera: co razén rojo oscuro o bien amarillento os- curo dependiendo del origen. Fibras rectas. Grano fino, Muy resinosa, hetero- génea. La albura se diferencia por ser més blanca y mas desarrollada, Densidad, dureza y retraccin: 0,50 0,80 0 0,48 a 0,88, segun provenga de Asia © Austria, respectivamente. Retraccion media y bastante fibrosa Propiedades mecanicas: buena a la compresin y regular a la flexion y a los choques, Durabilidad: madera de corazon muy duradero (figura 42). ‘Ademés, existen otras maderas que, aunque no se utilizan tan profusamente como las anteriores, son importantes den- tro de la gama de maderas laminables, ta- Ies como el pino maritimo o pino de Flandes, el abeto y el alerce. n de calidades en la madera laminada encolada Respecio a la clasificacion de las ma- eras utilizadas en los elementos y piezas de laminados, éstas variarén segun las di ferentes normativas y, por lo tanto, los diferentes paises y asociaciones, por no contar con un érgano a nivel internacional que las englobe a todas. A pesar de las diferentes clasificaciones que podamos encontrar, se podran distinguir dos gran- des escuelas dentro del concepto de las. normativas que se aplican: la escuela americano-canadiense y la escuela eu: ropea. ‘A continuacién se esbozarén ambas tendencias, haciéndose hincapié en la es- cuela europea, dentro de Ja cual se din- tingue el desarrollo alcanzado por paises como Suecia y Francia. LA ESCUELA AMERICANO-CANADIENSE ‘Como nommativa general, la madera se divide por la cuantificacion de sus defec- tos en cada una de las especies en par- ticular, en funcién de su limite de rotura, resistencia calculada y su médulo de elas- ticidad En el célculo de las construccio- nes se utilizan directamente los coefi- clientes de seguridad, e intentandose que con los valores apropiados se utilicen las caracteristicas de la madera al maximo dentro de las posibilidades de la madera més corriente. LA ESCUELA EUROPEA. Como partido general, la madera la- minada encolada se divide en tres cate- gorias diferentes, al igual que en el caso de la madera maciza. Los defectos ad- misibles son muy poco variables para cada una de las categorias, si bien con- tina siendo un criterio de clasificacién importante, con el inconveniente de que este sistema de distincién introduce un factor nuevo, como son los coeficientes reductores, que en gran mimero dificul- tan el conocimiento certero, a prion, de las diferentes tensiones de trabajo en la madera, ‘Como ejemplos de diferentes clasifi- caciones dentro del marco europeo, a continuacién se desarrollan los casos de tabulacién en Espafa, Francia y Suecia. Las tres categorias enunciadas ante riormente, y por ampliacién todas aque- las que engloba el marco europeo, uitilizan para las construcciones en ma- dera laminada encolada las dos catego- las primeras en orden a unas mejores cualidades, siendo mayoritario el uso de la categoria 2, la cual es de rango inter- medio, por responder de forma correcta a las necesidades resistentes y, claro esta, por condicionantes econ6micos que Cuadro IV NOMENCLATURA DE CLASIFIGACION Poises Categorias Espara ta [ we | tc Francia es eres Se Suecia uso | tao | 150 (La cenfoain sve neue un 120 de manors xcepceal, pare elemerionsocundaioe) 30 infuyen en la menor utilizacién de la pri mera categoria, Para una mejor comprensién en el cua dro IV se exponen las diferentes nomen laturas que definen las categorias de la madera (tanto maciza, como laminada) en Ios tres ejemplos citados, y cada una co rresponde a valores de resistencia casi equivalei La madera correspondiente a la cale- orla 3 9e excluye para la totalidad de una viga, dependiendo de los esfuerzos de ci- zallamiento. De igual manera, el empleo de esta tltima caracteristica es restrinci- do en razon al 50 % de la altura de la viga sometida a la solicitacién de la flexion, fundamentalmente también como gene ralidad de clasificacién, y citando los d fectos de la misma, con pequefias va- iaciones en cada caso, rehasan la utili- zzcion de maderas con fibras onduladas fen su nticleo, asi como todas aquellas que presentan bolsas 0 exudaciones de resi: na, De igual forma no se permitirén las pudriciones, nédulos adherentes y, de manera cuantificada, las grietas, nudos y acebolladuras que pudieran provocar tensiones internas. En la figura 43 se pue- den ver algunas de estas degeneraciones en la madera, degeneraciones que pueden estar presentes en la madera la~ minada encolada. Clasificacién de las especies Dentro del desarrollo tecnolégico que han emprendido los diferentes paises eu! rope0s, unos antes que otros, con respec- toal estudio de las diferentes especies de arboles cuya madera puede ser apta pai la aplicacion en la madera laminada en colada, se ha llegado a un acuerdo para unlficar y distinguir en agrupaciones de diferentes maderas aquellas que tienen propiedades mecénicas similares, Toda esta tabulacién se transforma en una nor mativa que permite al usuario, ya sea constructor, ingeniero 0 arquitecto, apli car segiin la solicitacién a la que vaya a estar sometida la pieza proyectada, las maderas adecuadas e idéneas para dicho bajo, En el cuadro V ofrecemos una lis ta de maderas ya clasificadas seatin las propiedades mecdnicas anteriormente descnitas, En la figura 44 se muestran dos made- ras del grupo 3(G3), que aunque en apa- niencia se ven bastante diferentes, en la prictica tienen un comportamiento me- cénico muy similar. A la izquierda apa- rece la picea plateada de Canada (Picea sitchensis) y a la derecha, el cedro rojo de Canada (Thuja plicata). Pino de Oregon (Pseudotsug Aleree (Larix decidua) G1 | Pino palustre (Pinus palustris) Pino silvestre (Pinus syivestns) dougiasi)) Hemlock occidental (Tsuga hetero Pino de Parana (Ara G2_| Pino silvestre (Pinus syiv Picea blanca de Canada (Picea alba) ‘Abeto rojo europeo (Picea abies) G3 | Picea plateada de Canada (Picea sitchensis) edro rojo de Canadé (Thuja plicata) Guadro V Dicha normativa parte de la clasifica cidn ya realizada para la madera maciza y concluye con la definicién de las tres categorias antes citadas: LA, LB y LC, en orden decreciente en cuanto a sus catac teristicas y calidades. La primera clasificacién que hace la norma se produce al definir el material, en piezas de madera laminada vertical y horizontal, siendo esta tltima el concepto de la madera laminada encolada, més co- nocido y utilizado en la actualidad, y por tanto nos centraremos en él. Los criterios de clasificacién de la ma- dera vienen definidos por dos concepios fundamentals: la desviacién de la fibra y Jos nudos y su tamafio relativo. De manera general, todos aquellos posibles defectos definen el grado de calidad, determinan- dose los parémetros de clasificacién que aparecen en el cuadro VI ESPECIES DE RESINOSAS CON CAPACIDADES MECANICAS SEMEJANTES Figura 44 al CRITERIOS DE CLASIFICACION Grado de calidad Desviacion de Ia fibra ‘Nudos: tamafo real A ir uc. Cuadro VI Figura 45 18 10 mm na 21 mm | 18 40mm Figura 45 La misma normativa europea define otras limitaciones, como la de que no se admiten gemas, y aunque no existen 1 mitaciones con respecto a la profundidad de las fisuras, grietas, fendas y acebol duras, deberén cumplir: que el éngulo formado por la fisura y la cara no sea su: perior a 45°, En la figura 45 se puede ver tun trozo de madera con una fisura que esté en el limite de su utilizacién No existen exigencias en el nimero de anillos de crecimiento por centimetros de madera, en forma de tablas destinadas a formar las laminas de madera encolada Para las tres calidades (LA, LB, LC), la norma define una serie de coeficientes, que afectan a sus tensiones bésicas, para cada una de las solicitaciones actuantes en ficién del nimero de léminas y, claro esté, que resultardn con un valor diferente en funcién de la especie de madera que haya de utilizarse, ‘También se contempla la utilizacién de maderas de diferentes calidades, en con: creto de dos tipos como maximo, lo que se refleja por la aplicacién de unos coe: ficientes correctores, para obtener una pieza homogénea en su comportamiento mecénico, Clasificacion de la normativa francesa Esta normativa en particular también distingue tres categorias, si bien en la prdctica slo se tienen en cuenta, como validas, las dos primeras (LID. Los criterios de clasificaci6n para estas dos categorfas son los siguientes: — Categoria Ila madera no presentard ninguna pudricién 0 enmohecimiento; sélo pueden tolerarse ligeras picaduras ennegrecidas (figura 46). Los cortes deberdn ser rectos y las aristas vivas; las fbras serdn rectas, no ex: Cediendo las variaciones en las pendien- tes de la fibra en una cara del 7%, y localmente de un 10% Los mudos y manchas agrupadas no su- perarén en ningin caso los teinta mil metros de didmetro. Sélo se tolerarén grietas o fendas cuan. do sean superficiales y se encuentren en Jos extremos de las piezas Las especies que contemplan esta ca: tegoria, dentro de la familia de las resi- nosas, son las siguientes abeto, picea y pino silvestre Por lo general es una madera que pro: viene de zonas montafiosas, y su espesor en los anillos de crecimiento deberd ser igual o inferior a $ mm (figura 47). 1a densidad minima a una tasa de hu medad del 20% ser de 500 ka. Categoria II: la madera no presen taré ninguna puciricién o enmohecimien to, s6lo pueden tolerarse ligeras pica uras ennegrecidas; los cortes deberén ser rectos y las aristas vivas; las fibras m Tectas, no excediendo las. en las pendientes de la fibra en tna cara Gel 12%, y localmente de un 20%. Los mudos y manchas agrupadas no su perarén en ningtin caso los 40 mm de dia metro. En la figura 48 se ve un nudo de 38 mm y que puede integrarse en una pieza de madera laminada encolada, siempre y cuando este nudo esté firme mente adosado 0 integrado a la masa le flosa. Sélo se tolerardn grietas, fendas y nudos cuando sean superficiales y se en cuentren en los extremos de las piezas, ya que si existen nudos o anomalias profun- das en los extremos de una tabla ya no se aceptard (igura 49). Las especies que contemplan esta ca tegoria, dentro de la familia de las resi- nosas, ‘son las mismas que las consi deradas en la categoria L Por lo general es una madera que pro: viene de zonas montatiosas, y su espesor en los anillos de crecimiento deberd ser igual o inferior a § mm. 1a densidad minima a una h 20% serd de 480 ka. dad de Clasificacién de la normativa sueca La denominacién de madera laminada se aplica a la constituida con un minimo de 4 léminas, segin rigen los diferentes organismos oficiales. Figura 48, La clasificaci6n sueca contempla cuatro lipos diferentes de madera laminada, or: denados de menos a més, en raz6n a sus caracteristicas: 1-20, 1-30, L-40, L-60. ‘Como norma general y de correcta uti: Iacién, un porcentaje muy elevado de la fabricacién se realiza con madera 1-40, siendo, al igual que en otras clasificacio: nes, tanto la categoria de mayor y menor calidad muy poco utilizadas, bien por condicionantes econdmicos o porque sim: plemente las estructuras disefiadas no ne- Cesitan piezas superestructuradas. En la figura 50 podemos observar un interior, en el que la madera laminada encolada, ademas de cumplir una funcién estructu: tal, aparece como un elemento que con- figura el caracter arquitecténico de este recinio, por lo que la calidad de este ma- terial no necesita ser extremado, puesto (que las solicitaciones no guardan relacién con las escuadrias (sobredimensionadas) de este caso, En el cuadiro VII se desarrollan los va- lores usuales medios de las diferentes ca tegorlas, a las principales solicitaciones a que se ven afectadas estas estructuras. permiten construir con la madera lami- nada encolada bajo un cierto margen de seguridad. Es evidente que dos vigas de madera Jaminada encolada determinan un com- portamiento estructural cuya resistencia no corresponde a la de una viga que ten- ga una seccién dos veces mayor. La laminacién, por lo tanto, es esencial para la correcta concepcidn de! material come tal, y su buen comportamiento. Para esto, diferentes normativas han delimita do los valores de los espesores y anchos de las secciones, de manera que se en cuentren en las proporciones correctas para que su inercia sea elevada, or su fabricacién, la seccién transver sal de los elementos es generalmente rectangular (figura §1), buscando una re- lacién altura/base elevada, con el fin de obtener una seccién con la mayor inercia posible (cuadro VID. DIFERENTES NORMATIVAS CON DE LA MADERA. Las bases de las diferentes normativas, ala hora de delimitar los espesores de las laminas, estén expresadas en el apartado anterior. A continuacién se citan diferen: tes ejemplos, en los cuales puede verse la diversidad de criterios que se tienen en cuenta, aplicdndose de manera més 0 menos ajustaca con coeficientes de se- guridad y de capacidad de trabajo de la madera. La normativa canadiense estipula un espesor méximo (e) de 50 mm para cada una de las laminas que constituyen una pieza de madera laminada encolada; en cambio, la normativa estadounidense tie- La madera Jaminada Figura 49 ‘TENSIONES ADMISIBLES PARA LAS DISTINTAS CATEGORIAS ‘QUE ESTABLECE LA NORMA SUECA Calidad | Flexion (kgiom’) | Traccion (kgiem’) | Compresién (kgicm") 0 130 2» vz re fe % 8 eee 8 1% ts | 8 3 os ‘Cuadro VII a COMPARACION ENTRE LA SECCION RECTANGULAR Y LA INERCIA DE UNA PIEZA DE MADERA LAMINADA ENCOLADA Dimensiones de Ia madera Es muy importante definir con toda cla- Tidad el espesor y el ancho de las laminas paraas{ definir las secciones minimas que ah ‘Seccion Inorela (em) (em) (em) 11,580 920 490,866 134-68 ong. 353,736 160-58 928 260,148 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 81 Figura 60 ne un espesor de 20,5 mm, no estable- ciéndose més pardmetros; la normativa francesa ofrece los siguientes valores: es- pesor igual a 60 cm para maderas resi- nosas y blandas con una densidad menor 800 kg/mm’; la normativa suiza determina tun espesor méximo de 20 a 25 mm. De todo lo observado, es recomenda: ble no exceder en ningtin caso el limite de los 60 mm de espesor. Es preferible limitarse a los valores definidos, ya que es dificil secar de una manera uniforme y sin que se produzcan degradaciones en la madera con espesores superiores, pu- digndose producir en estos casos gtietas y fendas de retraccién, junto con un ala- eo, que contribuyen a disminuir las ca- racteristicas mecdnicas de la seccién. Unicamente se empleardn los espeso- es mayores en el caso de vigas derechas igura 51) 0 cuando por necesidades de curvatura se requieran piezas mAs grue- sas, especialmente en el contacto de base con otros materiales de anclaje (f- gura 52) Las diferentes especies de madera tie- nen elasticidades distintas, y el espesor Figura 52 maximo espesor posible, ya que para un elemento dado, cuando el nimero de lé- minas disminuye y el coste de produccién también, se aminora la cantidad de cola utilizada y la mano de obra para su apli- cacién, asi como el uso de la maquinaria, si bien con a limitacién de tener muy cla" ro que todo ello puede llegar a repercutir ena calidad del elemento si no se quarda el debido cuidado entre la maxima cali- dad y el minimo coste. En el cuadro IX se expone una tabla donde puede verse la relacién final entre los costes de la fabricacion de un ele- mento, en funcién del espesor de la lé- mina sin cepillar, reflejado en la com- pparacién entre el cubo bruto de madera contra el cubo neto (CB/CN), RADIOS DE CURVATURA En general, las dimensiones medias que se admiten para piezas de la madera laminada encolada se sitian en los valo- es siguientes: ancho maximo (b) = 21 maximo de las léminas puede deponder centimetros; espesor maximo (e) = 5 cm también del tipo de especie elegida Es seccién minima (s) = 70 cm’; radio de Guadro 1x evidentemente favorable usar ldminas del curvatura (1) = 160 e. 'APROVECHAMIENTO DE LA LAMINA DE ACUERDO CON SU ESPESOR Lamina | = 1600 Cube brute | Cubeneto | Nee | supertcre | Canta | 2 ada | a ce) CX) | _planchas decoe | Sy “re = ‘wr {wr} | dk fr | Same | oe “4 7.04 3450 | 2732 2 eo | 2415 | 1262 34 54d 300 | 2754 30 99 | 3180 | 1/307 27 432 3762 | 2770 38 114 | 3090 | 11358 2 352 sees | 2732 6 138 330 | i414 18 288 ose | 2721 56 168 sso | 11482 (N= Cute neto de made aminads encase BS Gu Gro de madera amnad encode eee a yy gf / eee la variable del radio de curvatura acepia valores inferiores en las siguientes condiciones: a) Posibilidad de curvar la madera sin comter riesgo de rotura superficial, y te- niendo en cuenta la humedad necesaria y compatible entre cola y madera. En la figura 53 puede apreciarse una muestra de la capacidad de curvatura miltiple que puede aleanzar la madera laminada encolada cuando se han hecho los estu- dios convenientes para determinar sec- ciones y espesores de lamina, b) Tomar medidas de precaucion ne: cesarias en la colocacién de los soportes que conformaran el molde de la pieza. siendo Tegular y lo més continuo posible, para producir una curvatura correcta du: ante la polimerizacién y estabilizacion (figura 54) Nivel de humedad en la madera La humedad de la madera, como se ha recordado en varias oportunidades, es fundamental en la fabricacién de la ma: dera laminada encolada, de ahi que su control y limitaciones sean también muy estrictos, evitando en lo posible defor- maciones diferenciales de una pieza en fcién de una humedad no adecuada a Jo largo y ancho de la masa lefiosa. La madera tiene una de sus caracteris- ticas principales en su higroscopicidad natural, Jo cual hace necesario tener un conocitniento claro de los diferentes es- tados de la madera en funcién de su hu- medad. La humedad de la madera que se ha de encolar debe verificarse con sumo cui- dado, por medias electrénicos, debiendo estar comprendida entre un 7 y un 16, siendo de un 18 % en situaciones excep: cionales, segtin el emplazamiento y la na- turaleza de su uso. Los valores usuales admitidos som: para edificios resquardados, un 10% + 3% (f- gura 58); para edificios resquardados, pero sin estar cerrados, un 12% + 3% (igura 68); para edificios abiertos, un 18% +3% (figura 52) Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 A2% A1% Diferencias maximas de humedad admitidas en laminas contiquas Por regla general, la humedad normal de las laminas esté comprendida entre un 8y un 12%, y es muy importante que las lminas que componen un elemento no presenten entre ellas una diferencia de humedad superior a un § % (figura 58), Si en el curso de su uso una estructura de madera laminada es sometida previ- siblemente a variaciones de humedad de un 10 %, conviene fabricaria dentrodecon- diciones semejantes a las de la tasa media que dan los dos extremos de humedad, y protegerla con un producto hidréfugo de buena calidad para que las variaciones dimensionales transversales de los ele- mentos no sean elevadas. Dicha precau- cién es recomendable en cualquiera de los casos. De una manera prdctica son necesarios cuatro dias de estabilizacién de la ma- dera, anteriores al encolado, dentro del taller y en las condiciones adecuadas, mediante un apilado que permita la libre circulacién de aire entre las diferentes ta- las (figura 59). Figura 58 Preparacién de los planos que hay que encolar El cuidado del trabajo de la madera depende del tipo de cola que haya que utilizar, Para las juntas delgadas se ne- cesita, en el momento del encolado, una tolerancia de espesor, sobre una misma lamina, en cualquier punto de su super- ficie que no exceda para las juntas del- gadas un e< 28 mm, donde la flecha no excederd de 8-10 mm, y con e> 25 mm, la flecha no superard los 10 mm. En las juntas gruesas un e> 25 mm, donde la fle cha no excederd los 10 mm. Por lo tanto, se consigue una precision de fabricacion importante para un correcto encolado de las léminas Para obtener la tolerancia exigida, se necesita que las maderas se almacenen en los talleres tna semana antes de su uuso, Estas tolerancias deben ser cbser- vadas y controladas como méximo 48 ho- ras antes del encolado. La fabricacién debe conseguir unas superficies limpias, sin polvillos, hilos y ondulaciones entre otras cualidades. Siel encolado y cepillado se hacen en los mismos talleres, las léminas deben limpiarse a fondo de todo polvo o parti culas. Las pequefias manchas de grasa deben evitarse. Debe mencionarse que €s contraproducente corregir los errores de superficie con papel de lija Otra prevencién que hay que tener en cuenta, si en el proceso de fabricacién se utiliza vapor para curvar las piezas, son las condiciones de humedad de la ma- dera, que deben vaciarse en funcién del tratamiento, Bleccién de las colas la eleccién de la cola podria evar a pensar en un gran abanico de posibili- dades, ya que de hecho son multiples las existentes en el mercado. Pero de ma- era mas concreta, el uso y la eleccién de imma cola para la confeccién de la madera laminada encolada se reducen a tres al- temmativas: cola de casefna, cola de urea- formol y cola de resorcina, los criterios para la utilizacién de uno otto producto adhesivo se basan en la respuesta de cada cola a la humedad y en general a la exposicién a atmésferas agresivas y hostiles, més que a factores como durabilidad o estética. DURABILIDAD DE LAS COLAS Una cola debe durar tanto 0 més que los elementos que hay que unir con ca- ricter estructural, tanto més si dicha es- tructura se configura en el espacio de una forma dinémica y en constante solicita~ cin (figura 60). Los organismos oficiales hablan de cincuenta afios como plazo ra- zonable; sin embargo, materiales como el hommigén en Ia actualidad garantizan a sus componentes un plazo aproximado de diez afios. Para aquellos elementos y piezas de la madera laminada sometidos al calor 0 la humedad, tales como las piscinas cli matizadas con vigas sobre las zonas de fevaporacién de agua clorada, tal como se ve en a figura 61, se enfrentan dichas pie- za y las colas aplicadas, a la hinchazén yretraccién, Por ello la eleccién de éstas se realiza en funcién de cada caso cons- ttuctivo y programético. Algunos tipos de colas estan previstas fnicamente para interiores, otras para ex- terores, pero no son muy resistentes a temperaturas por encima de los 45°C; ‘en cambio, otras soportan todo tipo de 1i- gpres tanto internos como extemos. Los ensayos de durabilidad dan en general wa disminucién de las resistencias de manera conjunta en la cola y en él estado de la estructura portante, No todas las co- Jas envejecen de la misma manera. Cier- ‘as colas pierden una gran proporcién de resistencia en diez o quince afios, otras pierden minimas cualidades en un perio- do igual de tiempo, asegurando y garan- tizando juntas resistentes por plazos no Figura 61 concretados, pero superiores con toda seguridad a treinta o cuarenta afios. La durabilidad es primordial para una co- recta eleccién de la madera. ‘A modo de ejemplo te6rico, podemos destacar que los laboratorios de tecnolo- gta de la madera de Princes Risborough (Gan Bretatia) y de Madison (EEUU) hhan realizado durante largo tiempo en- sayos para averiguar la aptitud y durabi- lidad de colas en interiores. Enel cuadro Xse hace una descripci6n comparativa entre diferentes composicio- nes de colas y su porcentaje de resisten- cia residual frente a un mismno tiempo hipotético de trabajo. FRAGUADO DE LAS COLAS El fraguado como definicion observa el paso de gel a sélido, si bien en diferentes colas este proceso se realiza de multiples maneras segtin los diferentes componen- tes del adhesivo, PORCENTAJE DE RESISTENCIA DE LAS COLAS CON EL PASO DEL TIEMPO La madera Jaminada Cuadro X Tipo de cola Porcentaje de resistencia Fenol-formol a 145 °C Resorcina-formol 8 100 °C Urea-formol a 100 °C Gaseina en trio Gola animal en frio 90% Fenol-formol en frio 80% Urea-formol en fo 65% Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figure 63 Si se utilizan colas de tipo orgénico se produce una pérdida del agente disper- sante, ya que el fraguado produce su eva- oracion y dispersior Si se usa cola basada en pieles se ge- nera una pérdida del agente dispersante al enfriarse la mezcla. Este es reversible, y la aplicacién de elevadas temperaturas és peligroso, ya que con esto se induce a tun proceso de desintegracién de la cola. ‘Tampoco este tipo de reaccién es el usual en el proceso de la fabricacién de la ma- dora laminada encolada ‘Cuando se utilizan colas de origen qui- mico puro, que son las més usadas en la industrializacion a gran escala de las ma- deras laminadas encoladas, se produciré tna pérdida del agente dispersante de la cola segin los elementos que la compo nen y la temperatura a la cual estén 59- metidos, a temperatura ambiente, la ca seina y las colas que contienen melami na, fenol y formol; con aplicacién de calor, las colas termoestables y las derivadas de la resorcina, Es muy usual, en este ca 0, la utlizacién de endurecedores que controlan el fraguado. ‘También existe una serie de factores de tipo mucho més técnico que son im- portantes para un correcto funcionamien- to de la cola, y que pueden englobarse con las miltiples fases corectas que debe seguir el fendmeno de encolado: @) La cola debe formar una pelicula, de manera que fluya en todas direcciones ppor la superficie de la masa lefiosa, una vez depositada la cantidad deseada. b) La cola debe penetrar las dos su: perficies que haya que unit, ¢) La cola tiene que adheritse a la ma- dera, lo que se denomina coloquialmente como mojar la madera. d) El proceso del fraguado debe estar cuidadosamente controlado bien por va- riables de temperatura 0 por elementos aceleradores del endurecimiento, CLASIFICACION DE LAS COLAS La primera clasificacién y més general establece dos grupos diferentes: colas naturales/colas termoplsticas y caucho sintético/colas termoendurecidas. Serfa muy extenso desarrollar cada uno de los siguientes arupos de colas, pero en todo caso si podemos decir que las colas naturales son mejor conocidas por el nombre de caseina y las colas termoen: durecidas por el de urea-formol y resor- ccna, y son éstas las que a continuacién detallaremos, debido a que son las més utilizadas en el mercado de la madera la- minada encolada Caseina Durabilidad: en interiores protege del agua y de los microorganismos, 1o cual puede ser mejorado, y aumenta su tiempo de vida con la incorporacién de produc- tos de proteccién. Puede emplearse para el encolado de madera cuando la tasa de humedad no sobrepase el 18%, y no debe exponerse a temperaturas sup res a 66°C. Presentacién: suele presentarse como unos polvos para mezclar con agua; si la caseina es pura también puede mezclar- se con otros productos disolventes, Duracién de almacenamiento a 20°C: 12 meses. Duracién de la vida de la mezcla a 20°C: 7 horas. ‘Tiempos de unién: de $0 a 48 minutos. Temperatura de endurecimiento: tem- peratura de la pieza ‘Tiempos de presién: de 4 a 6 horas para elementos ordinarios; de 16 a 24 ho- as para elementos portantes; de 35 a ‘Tkglom para las resinosas. Alrededor de 17 kg/em! para las frondosas. Endurecimiento: por evaporacién del agua, acompafiada de una serie de reac- ciones quimic: Cantidades: 360 a 800 kg/m’, doble cara. erlodo de estabilizacién a 20 °C: de 24 48 horas Posibilidad de juntas gruesas: buena. Utilizaciones: estructuras portantes (f- gura 62), muebles (figura 63), interiores y contraplacados ordinarios. La caselna es fuertemente alcalina y mancha la madera, en particular ciertas frondosas. No debe mezclarse en recipientes de latén, cobre © aluminio. Urea-formol Durabilidad: resistente a la humedad. Puede resistir el agua fria durante un lar- go periodo y el agua caliente durante un tiempo limite con tal que mejoren sus condiciones por la incorporacién de me- lamina o resorcina Presentacion: bajo forma de jarabes, con endurecedores liquidos 0 en polvo. Bajo forma de polvos, resina y endure- cedor, que deben mezclarse con agua. Para la fabricacion de contraplacados se elegirén las cargas siguientes: harina de trigo, almidén, etcétera Duracién de almacenamiento a 20°C: 3 a 6 meses, para los jarabes, | a 2 afios, para el polvo. Endurecimiento: infinito. Duracién de la vida de la mezcla a 20°C: unas 48 horas, en funcién de la for: mulacién y temperatura de la pieza. ‘Tiempos de unién: depende de la for- mulacién. ‘Temperatura de endurecimiento: tem- peratura de la pieza, Minimo 10°C. ‘Tiempos de presién: 7 kg/cm’ para las tesinosas, 11 ka/cm? para las frondosas. los tiempos de prensado dependen del endurecedor y de la temperatura. Endurecimiento: por policondensacién. Cantidades: 360 a 600 kg/m’, doble cara Periodo de estabilizacién a 20°C: en principio 7 horas, aunque el tiempo pue- de dismimuitse si la temperatura es su- perior a 20°C, Juntas gruesas: segiin formulacién. Utlizaciones: estructuras de madera la- minada encolada en interiores, silas tem- peraturas no son muy elevadas (figura 64) Contraplacados corrientes. Fabricacién de paneles de particulas de uso en inte- tiores. Trabajos de ebanisteria. Durabilidad: resistentes a la intemperie yal agua caliente, Utilizables para cual- quier encolado, en cualquier condicién de exposicion. Resorcina y resorcina-fenol-formol Presentaci6n: resina de color chocolate en forma liquida, con el endurecedor en forma de polvo. Este endurecedor tam- bién puede presentarse en forma de un liquido oscuro muy viscoso. Duracién de almacenamiento a 20°C: para la resina, 12 meses; para el endu- tecedar en polvo, indefinidamente; para al endurecedor liquido, 12 meses. Duracién de la vida de la mezcla a 20°C: 3.29 horas. ‘Tiempos de union: de cuarenta y cinco minutos a dos horas. ‘Temperatura de endurecimiento: 20°C a 100°C. ‘Tiempos de presién. para las estructu- ras de madera laminada encolada, 16 ho- ras, como minimo, a 20°C minimo para los trabajos en maderas resinosas (sabina, pi- cea) ¥ 28°C para los trabajos en frondo- sas. Presién alrededor de 7 ka/em’ para las resinosas y 10 kg/cm* para las fron- dosas, Endurecimiento: por policondensaci6n. Cantidades: 380 a $00 kg/m’, doble Periodo de estabilizacién a 20°C: 6 a 9 horas, si se polimeriza a alta temperatura; més de 60°C simplemente es necesario dejar enfriar las piezas tras el prensadbo. Posilibidad de juntas gruesas: es me- jorable con la adicién de cargas en la preparacién. Uiilizaciones: todos los empleos interio- res y exteriores para las estructuras en madera, trabajos portuarios o maritimos, En la figura 65 puede apreciarse un buen ejemplo del tipo de estructuras que utili- zan esta cola para enfrentar un medio ad- verso, como es este paraje montafioso donde la estructura de la madera lami- nada encolada tiene que mantenerse inal- terable, no obstante el frfo circundante Eleccién de los herrajes Es muy importante la eleccién correcta de los herrajes, y en concreto el material en que serén realizados, para evitar que éstos sean atacados por agresiones fisico- La madera laminada Figura 65 sale eh | or ae Biblioteca Atrium de la Carpinteria -5 Figura 68 a Figura 6 quimicas que terminen alterando la ma: dera, primero en su aspecto y luego en su resistencia, ‘Teniendo clara esta premisa, puede procederse a desarrollar y exponer los diferentes medios de unién entre piezas de madera laminada encolada (figura 66), entre una pieza de madera y un muro de ladrillo (figura 67), y entre una viga lami- nada y un muro de piedras (figura 68), en- tre otras uniones, Los érganos de nién suelen realizarse ‘en metal, y conviene poner especial aten- ion a los riesgos de corrosion. Los metales de hierro (colado y acero dulce) suelen tener muy buenas respues- tas a los agentes agresivos de carécter quimico, dcido o ambientes salinos, siendo muy validos y resistentes 2 estos medios Si se prevén aguas continuadas, con- densaciones por ejemplo, debe pensarse en protecciones y acabados de los dife- rentes herrajes, realizados a base de una pintura de proteccién, galvanizados co- miinmente, y mantenidos periécicamente si es necesario. Una norma fundamental es pensar en los érganos de unién como un material que debe mejorar las ya de por si buenas condiciones de la madera a los agentes agresivos, y por lo tanto su concepeién en general, por ejemplo aleaciones inoxida- bles o con traiamientos semejantes, El ya nombrado proceso de galvaniza- cién 0 cadmiado son los sistemas més em- pleadios, aunque en casos extraordinarios podemos utilizar uniones de acero inoxi- dable o bien aluminio o bronce, cuando la situacién asi lo requiera, ‘ambien en casos extremos puede producirse el caso de impregnaciones as- falticas 0 revestimiento de uniones por medio de papel asféltico clavado a las piezas que pueden recibir algtin tipo de humedad por el contacto con el medio 0 estructuras de muros (figura 69). Esta so- lucién de impregnacién o revestimiento se aplica también en piezas donde prima a seguridad més que la estética, como es el caso de uniones de pilares a suelo en exteriores. MEDIOS DE UNION A continuacién daremos una breve descripeién de las caracteristicas princi pales de aquellos elementos que se usan en la union 0 empalme de piezas de ma- era laminada encolada. Clavos Existen infinidad de tipos de clavos, cada uno de ellos para una determinada y especifica funcién. Como primera referencia, en el cuadro Xd ofrecemos las cargas admitidas en fun- cién de las dimensiones de un clavo de madera laminada encolada. ‘Como caracteristicas de estos clavos debe destacarse el disefio, el cual debe garantizar que los clavos estén cargados lateralmente, siempre que ello sea posi- ble, ya que la resistencia a la traccién es mis bien baja, Debido a que los clavos permiten una rapida organizacién en filas apretadas, se consiguen uniones fuertes y rigidas (fi- gura 70). Con respecto a la aplicacién de los cla: vos podemos decir que las herramientas neumaticas han revolucionado su empleo. En nuestro caso concreto, su utilizazacion se limita a fijar las chapas metdlicas do- Dladas que sirven de apoyo a correas 0 orticos secundarios, o bien como refuer- zo de otra union (figura 71). ‘A continuacién hacemos una breve descripcién de los diferentes tipos de cla- vos, que actualmente estén en uso: a) Clavo perfilado de cabeza cénica (Dyckert) (figura 72 a}: fuste en cruz y ca- beza cénica. Se utiliza all donde la ca beza vaya a ser hundida (en la madera), donde interese ocultarlo +b) Clavo peine o en diente de sierra (figura 72 b} fuste circular dentado y ca: beza achatada, o bien ligeramente curva. Se utliza donde la exigencia se concrete en la resistencia al desclavado, es decir, al arranque. ©) Clavo peine inoxidable (figura 72 c} fuste circular y dentado; cabeza ligera mente curvada. Se utiliza en ambientes himedos y corrosivos y en aquellos Iu gares donde se requiera una alta resis: tencia al desclavado, d) Clavo para papel (figura 72 d). fuste redondo y cabeza achatada. Se utiliza para fijar los revestimientos de papel y ta- blero de particulas asfélticas en techos, tejados, cubiertas y hastiales. @) Clavo corchete (figura 72 e), fuste ci lindrico y dentado; cabeza ligeramente curvada. Se utiliza en la colocacién o fi jacién de canalones y demas elementos de chapa, por ejemplo, vierteaguas de ventanas ¥ puertas, ‘9 Clavo perfilado inoxidable (figura 72 D-fuste en cruz y cabeza achatada. Se uti liza, entre otros fines, para revestimientos exteriores y empalizadas de madera im- CARGAS QUE ADMITE UN CLAVO DE MADERA LAMINADA ENCOLADA Largo y clémetro (mm) | Simple cizalamiento | Doble czallamiento 00-16 35K9 | ooKg 400-20 70 kg | 140 kg, 80-25, 180 Kg | 300 bg aac XI pregnada por presién, y también en el resto de las situaciones en las que se de- see una fijacién segura y duradera g) Clavo mordiente (figura 72 g). fuste circular con mordeduras y cabeza acha- tada y hundida. Se utiliza alli donde se exija una capacidad muy buena de fja cién, por ejemplo para el clavado de las lacas de yeso a los pies derechos. fh) Clavo de anclaje (figura 72h) fuste Pinu circular dentado y cabeza chata hundida Se utiliza en combinacién con los conec: tadores metalicos para la construccién. 2) Clavo perfilado de cabeza conica ino: xidable (figura 72 7) fuste en cruz y ca: beza cénica, Se utiliza para los mismos fines que el clavo perfilado inoxidable, pero alli donde se exija el hundimiento de su cabeza, su ocultacién. i) Clavo mordiente hundible (figura 72 -fuste en cruz con mordeduras y cabeza Cénica. Se utiliza para el clavado de ta: bleros aglomerados de particulas o de planchas duras de fibres de madera, ) Clavo perfilado lacado (figura 72 k) fuste en cruz, pequefia curvatura en la ca beza. Se utiliza para el clavado de m deras ya pintadas. 1) Clavo alambrico (perfilado) (figura 72 1): fuste en cruz y cabeza achatada. Es el tipo de clavo mas ulilizado para fines constructivos y de carpinteria, por ejern: plo, en las cerchas, m) Clavo de doble cabeza (figura 72 ‘m):fuste en cruz y doble cabeza. Se utiliza para construcciones provisionales y de apoyo, por ejemplo, en la fijacién de pun tales durante el periodo de construccién. 1) Clavo tradicional (figura 72 n} fuste circular y cabeza chata. Se utiliza en re lacién con materiales duros, como el hor migén y el ladrillo, 41 ll aT) Diferentes tipos de clavos para la madera lar Figura 72 Figura 73, Los tornillos Si comparamos los tomnillos con los cla- vos, especialmente los de fuste liso, te- nemos que los primeros tienen una resistencia a la extraccién mucho mayor, mientras que la carga lateral es ligera- mente inferior, En términos de aplicacién, los tornillos son de un costo mayor que los clavos, lo que limita su aplicacién a funciones pu- ramente estructurales, aunque las pres- taciones son considerables. Los pemos Los pernos son de formas variadas, de cabeza hexagonal, de cabeza cuadrada, cabeza redonda con segunda cabeza re- tranqueada redonda, cuadrada 0 cénica. ‘A modo de comparacién, en la figura 73 se muestran diferentes tipos de pernos y clavos de fuste torcido. ‘Como caracteristica de los pernos, po- demos destacar que las tensiones en las uniones mediante estos elementos estén confinadas a un érea comparativamente pequefia en la zona de contacto del es- pSrrago, estando éste inclinado a flexar. El uso de pernos sin correctores est res- tringido a los casos en que las fuerzas que actiian en la unién no superan la baja ca- acidad de carga de la madera o perno (figura 74). Correctores 0 anillos La capacidad de carga lateral suele multiplicarse, al menos por dos, al em- plear algin tipo de corrector, en com- pparacién con la que se logra mediante la disposici6n de pernos aislados. Existe un gran nimero de factores que afectan la resistencia de la unién, tales como la for- ma de la misma y la del corrector, el dia- metro del perno, la seccién del elemento de madera y la especie de ésta, el Angu- lo de incidencia de la carga y las distan- cias al borde. La aplicacién de los correctores era la forma més corriente de proceder en las, estructuras de madera para cubiertas. Las placas dentadas pueden embutirse fécilmente en las maderas blandas, y 6l- timamente ha quedado demostrado que también en las duras. Los correctores de anillo abierto no son més que bandas cir- culares de acero que van alojadas en unas ranuras que se han practicado pre- viamente en ambas caras de las maderas que haya que unir (figura 75) Dichos correctores dan lugar a uniones ms robustas que las realizadas con las plcas dentadas y pueden emplearse en maderas mas densas, aunque requieran un utilaje especial. Las placas de cortan: te se usan casi siempre para las uniones estructurales de madera con acero. Para el caso concreto de la madera la- minada encolada, se usan para aumentar la resistencia en las uniones atorilladas y también apernadas (figura 76) HERRAJES DE CHAPA PLEGADA En el mercado existe una amplia gama de hemrajes de chapa plegada galvani zada para cubrir las necesidades de las uniones en estructuras de madera. Esta chapa se fabrica con unas perforaciones para alojar clavos 0 pernos para su 00 nenién con la madera (figura 72) Bstas chapas estén constituidas por una placa metilica de 2 a 6 mm de espesor, segiin elcaso y la solicitacién a la que tenga que estar expuesta. Se incluyen bajo catélogos comerciales un gran nimero de formas: escuadras, én gulos con seccién en L, herrajes para arti- culaciones en vigas continuas, para em- brochalado de vigas secundarias sobre principales, apoyos de pilares y muchos mAs herrajes que van permitiendo que la madera laminada encolada se ensamble dentro de un proceso constructive efec- tivo y rapido. Las chapas plegadas suelen cubrir can- tos de piezas desde 180 hasta 300 mm, amque por pedido pueden fabricarse piezas especiales, En la figura 78 se puede apreciar una pieza que ha sido disefiada, especialmen- te, para un tipo de unién que requiere una angulacién muy particular, entre dos pie- zas de madera laminada encolada que convergen, pero que no se tocan direc: tamente. Otra de las caracteristicas importantes de estas chapas plegadas es que cuentan con una serie de orificios, como minimo de dos tamafos distintos, que permiten una fijaci6n por medio de pernos y clavos, por ejemplo entre la pieza metalica y un muro de ladillos, o entre la chapa y la pieza de madera (figura 79) ETAPAS DE FABRICACION DE LA MADERA LAMINADA ENCOLADA. La produccién de la madera laminada encolada necesita una orgenizacién y una maquinaria especialmente pensada para ella, y que estara en funcién de las ne- cesidades y la demanda. De forma general se pueden distinguir tues grandes etapas en el proceso de pro- duccién de la madera laminada encolada: 1) Preparacién de la madera antes del encolado: consistente en la recepcién de la madera, su clasificacién, almacena- La madera laminada Figura 76 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 80 miento, tapado y reparacién de poros, ‘empalmado y almacenamiento anterior al encolado (figura 60). 2) Encolado, composicién y prensado. 3) Finalizacion del proceso, clasifica cién y embalaje. La principal condicién que debe cum: plir una industria bien equipada y orga- hizada es el control de la temperatura y humedad, en el taller de fabricacién, a unas tasas muy determinadas, para el co- recto secado y encolado; estos valores se cifran de manera general en los 20°C de temperatura y una humedad situada entre el 55 y el 65 %. El proceso de fabricacién, por tanto, pattiré de tres grandes éreas, las cuales se subdividen en diferentes areas, que realizan los miltiples trabajos. El empaime de las laminas Las uniones entre las diferentes tablas para conformar una pieza son posibles, a primera vista, de dos formas diferentes: tuniendo las tablas por sus lados laterales (unién transversal), y lo que concreta- mente se conoce por empalme de tablas ounién por testa de las mismas (unién Jon- gitudinal) Para clarificar estos dos conceptos, a continuacién se desartolla cada uno de ellos, si bien, como antes se dijo, lo que realmente se usa son las uniones longi tudinales. UNION TRANSVERSAL La uni6n transversal se emplea cuando queremos utilizar léminas estrechas para conformar una pieza; en estos casos el an cho minimo es de 3 cm, Dentro de una misma lémina todas las uniones deben conservar el mismo sen- tido que las fibras de la madera. Las su- erficies tienen que ser completamente planas y lisas, siendo encoladas antes de ser cepilladas; las condiciones y variables del tiempo de prensado o presiones ne- cesarias se definen més adelante, en el apartado que trata del encolado propia- mente como tal. En principio, esta unién puede permitir el nexo de pequefias piezas, si bien no serdn validas si prevemos grandes es- fuerzos intemos en la pieza, que sumados cambios de humedad y temperatura po- dian ser causa de graves defectos. Por lo tanto, no es recomendable este método en grandes construcciones ni en estruc- turas portantes. UNION LONGITUDINAL O EMPALME La unin longitudinal es la que normal mente se denomina empalme entre 14 mines, y que uniré las diferentes tablas por sus testas mediante variados sistemas, Jos cuales permiten conseguir grandes longitudes de lminas y con ellas la con- secucién de grandes luces, muy carac- teristicas. Es precisamente éste uno de los puntos capitales de la técnica de la madera la- minada, no sélo como materia construct va sino como potencia de formas, capaz de generar y responder a Ja configura: cién de un nuevo concepto geoméinico y de disefio por ordenador. 1 unién longitudinal en la madera la minada encolada es lo que ha permitido que la madera aleance protagonismos constructivos nunca logrados antes por este material (laura 81). Evolucién del empalme como técnica Elempalme de tablas no es una técnica nueva; la Finger-Jointing, ya conocida en 1941 en EEUU, fue introdueida en Euro- pa en un catélogo de un fabricante fran- és en 1947, en el cual figura una maquina para tal efecto, si bien para la realidad el momento y de cara a la fabricacion ain no era valida. Seria mds al este, en Alemania, donde os fabricantes desarrollarian una maqui- naria completa y con materiales necesa- rios para la realizacién de la industria del empalme (Hubel y Platzer). A partir de aqui otros pafses se interesan y la indus- tia crece, sobre todo en Alemania y Francia. Figura 82 Janta a bisel Punta con espiga Los diferentes tipos de juntas van apa- reciendo sucesivamente, biseladas, con espiga 0 inciuso testa a testa, y mAs mo- demamente, la base uliizada en nuestros dias y reflejada en las juntas con entalla- duras miltiples, ‘Tipologias de juntas EI perfil de los diferentes empalmes, para las uniones de testas, puede ser muy variado para la obtencién de planos de encolado suficientes, pero efectivos. Por Jo tanto, toda la técnica que se ha desa- rollado al respecto esta basada en la ob- tencién de unos planos de encolado resistentes, pero a la vez minimos. Las primeras tipologias se configuran en tor- no a dos sistemas: la junta biselada y la junta con espiga (figura 62). La junta biselada permite una resister cia mxima a la traccién, mientras que la junta con espiga se aplica para evitar efectos de estribamiento o de presiona- miento, que no pueden darse mas que Jongitudinalmente, al dejarse zonas libres para la penetracién de elementos de uunién, aunque la ausencia de materia en estas zonas disminuye la seccion de tra- Figura 83 bbajo en estas piezas. También es verdad que el perfil en espiga presenta grandes ventajas, al representar unas superficies de encolado que inmovilizan mas la pieza en términos mecanicos, De este concepto y llevado a su multi- plicidad aparece lo que conocemos por entalladura maltiple, que no es mas que la repeticion de este tipo de junta, a mu- cho menor tamafio para conformar una sola unién. Unién por entalladura méltiple La ventaja de este tipo de junta (figura 83) se centra en la garantia de estabilidad de la junta una vez acabado el fraguado y prensado en la pieza. En la préctica las uniones no terminan on el fraguado de la cola, si bien es su- ficiente este proceso para su posterior trabajo en taller o almacenamiento. Si las maderas deben cepillarse, no bastaré con el calor ambiente para el fraguado y de- berd procurarse una consecucién de re- sistencia mayor para la junta, Jo cual se consigue mediante aplicacién de calor. Los perfiles de entalladuras miltiples son objeto de normalizacién por la Norma Alemana DIN 68-140, norma que parece estar aceptada en toda Europa como va- lida, si bien esta norma se ve afectada por variables en funcién de las necesidades Paralelamente a estos métodos, hoy en dia utilizados en el iltimo de los casos, se ha desarrollado una técnica de empalme de léminas, que requiere una especiali- zacion muy fuerte y que se conoce con el nombre de Micro Entalladuras; esta téc- nica s6lo es usada actualmente en EE UU. Presenta diferentes ventajas con respecto ‘los actuales métodos, pero atin es pron- to para saber su viabilidad como técnica sustitutoria a las hoy empleadas. La madera Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 88 Figura 64 Aplicacién del empalme El empalme es un tipo de junta que permite recuperar los trazos residuales que se producen en el proceso de fabri- cacién, de tal manera que se llegan a ob- tener piezas de madera laminada enco- lada de largos fijos y que permiten, ade més, reducir el costo de ejecucion, Varios son, por tanto, los recursos del ‘empalme o ensamble de léminas, pero es necesario encontrar una gran cantidad de trazos de madera sin defectos, en parti- cular de nudos, ya sea por consideracio- nes estéticas o de resistencia Ena figura 84 se muestra una pieza de madera sana, sin nudos y con un tipo de empalme de entalladura multiple ondulada que per- mite una gran adherencia entre cola y madera, pero que requiere de la masa le fiosa una carencia casi absoluta de nudos. En Jo que a resistencia se refiere se ad- mite frecuentemente, por seguridad, que el empalme presente un 70 % de la resis- tencia en comparacién a la madera limpia de defectos. Para este valor se tiene en cuenta la disminucién de la seccién efec- tiva por los vacios de los extremos de las entalladuras. Esta técnica es igualmente valida para la creacién de grandes longitudes como para los largos comerciales, y su validez ppara todos los casos es lo que ha hecho relegar a un segundo plano los otros tipos de juntas que presentan determinados problemas, segiin los esfuerzos a los cua- les se ven sometidos. Para un total aprovechamiento y ren- tabllidad del proceso en si, seria nece- sario plantear més a fondo el aprovecha- miento de todos los trazos de madera que genera la fabricacion, lo que resulta uté- pico por necesitarse una maquinaria y unos medios muy grandes, los cuales no estén al alcance de las industrias made- eras del momento, Disposicién y condiciones minimas de un empalme Para regular estas uniones y su dispo- sicién a lo largo de la pieza, considera remos la distancia entre ellas como el tramo entre sus centros. Las prescripcio nes son las siguientes, 1) Dado un grupo de tres laminas con- tinuas situadas en el 1/4 extremo de la pieza, la distancia minima entre ellas debe ‘ser de 308 mm para un espesor de lamina de 13 mm, y un maximo de 460 mm cuan- do el espesor es superior a estos 13 mm. 2) La disposicién de las juntas, entre dos léminas contiguas, dentro del 1/4 ex- terior de la pieza, tiene que ser de veinte veces, como minimo, el espesor de la lé- mina. 3) La disposicién en el centro de la pie- za serd de doce veces el espesor de la lamina. 4) Para una longitud de 308 mm, el ni- mero de uniones no deberd sobrepasar la cuarta parte del nimero total de laminas (figura 85) Resistencia de las juntas Para la realizacién de una junta correc- ta, son muchos los factores que hay que tener en cuenta, principalmente los que afectan a la geometria de la misma; estos factores se pueden resumir en los si- guientes pardmetros, los cuales estén se- falados en orden de importancia: valor del angulo de rebajado lateral; nimero de dientes de la junta; valor del éngulo 0 Relacién entre el RESISTENCIA ALTA, Valor de ataque de bisel nulo RESISTENCIA INTERMEDIA we Vee y la resistencia de la junta RESISTENCIA BAJA, Valor de ataque de bisol elevado Figura 88 bisel de ataque; valor de la pendiente de las entalladuras; valor del Angulo de ata- que, valor del éngulo dorsal de rebajadbo. Para una mejor comprensién de estos parémetros se pasan a detallar en sus as- pecios fundamentales: 1) Bl valor del angulo de rebajo lateral serd la caracteristica més importante para la consecucion de la resistencia; cuanto mayor sea la dureza del rebajo, mayor serd la resistencia que haya que alcanzar, salvo en el caso de las maderas engr das 2) El nimero de dientes existentes en la junta aumentard a medida que quera- ‘mos aumentar la resistencia 3) En la medida que el valor del bisel de ataque aumenta, la resistencia de las juntas disminuye (figura 66) 4) El valor del Angulo que proporciona la pendiente de la entalladura revela la inuencia directa que tiene este facior en laresistencia de la junta; por ejemplo, po- demos decir que ésta disminuye de un 15 aun 20% cuando el Angulo de ataque pasa de ser nulo a tener 30° La madera Jaminada Figura &7 Esparrago a) horizontal, Hlencolado Es casi imposible determinar todos los condicionantes necesarios para Tealizar um buen y correcto encolado, ya que es ‘in en funcién del producto que hay que utlizar y éste puede ser muy diferente en su forma y caracteristicas. Es muy impor- ‘ante tener en cuenta que un dato muy va- lido son las indicaciones del fabricante de |e cola utilizada. Ain y con todo lo dicho, a continuacién se intentan establecer tna serie de conceptos y normas generales vlidas para todos los casos. Si tebricamente puede procederse al ‘encolado de varias formas, con la ayuda de una cepilladora, una raspadora o una encoladora, sera esta ultima la solucién que habré de adoptarse. Hay que tener en cuenta para el encolado de dos lémi- nas que el tiempo de union abierto no puede sobrepasarse. Por otra parte, la presion de prensado debe obtenerse con la ayuda de las prensas adecuadas. Es importante verificar, por lo tanto, esta presin y controlar la forma y visco- sidad de las diferentes gotas que se es- capan de la junta, lo cual se favorece al efectuar el prensado con medios hidréu- licos, més estudiados y compensacios. El prensado ‘Son dos los tipos principales de pren- sas utilizadas. Su clasificacién esta de acuerdo con la direccién en que s2 pro- duce la presién sobre las piezas, ya sea de forma horizontal o vertical. PRENSAS HORIZONTALES Este tipo de prensa (figura 87 a) de- pende de muchas consideraciones, en particular del tipo de produccién del ta- TIPOS DE PRENSAS: 2500 mm Madera laminada encotada 41 ico Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 ller del que se dispone, como todo el pro: ceso de produccién en general. Los tipos ‘més usuales estén realizados con soportes metélicos y con fijaciones autorroscantes, Los soportes estan generalmente ancla- dos en el suelo, por cualquiera de los sis- temas normales y su posicién estar en funcién de la forma de las piezas que haya que trabajar, Existe un gran niimero de variantes segiin se tengan que prensar Pérticos rectos 0 curves, arcos 0 vigas y pilares, entre otros. Todas estas variantes condicionan que la presién se ejerza por Ja parte frontal o la trasera de las piezas. Los sistemas de presin son general- mente a base de aire comprimido, que da como resultado una aplicacién de la fuer~ za r4pida y bien distribuida por todo el elemento. ‘También se ulilizan sistemas a base de gatos hidréulicos o neuméticos, indicados para la fabricacién de elemen- tos de grandes dimensiones. PRENSAS VERTICALES Existen también prensas de sistema vertical (figura 87 b) para la fabricacion de pérticos rectos, estas prensas permi- ten polimerizar uno o dos pérticos ala vez yla presién se obtiene a través de un tubo ‘que surninistra aire a presion o por medio de gatos hidréulicos. Hay dos aparatos en el mercado con di- ferentes opciones para el prensado hi- drdulico, por mas que en la mayoria de los casos recurren a principios dinamo- meétricos MODIFICACION DE LA CURVATURA DE LOS ARCOS Los moldes de prensado deben colo. carse de manera que los elementos en la Figura 88 madera laminada encolada alcancen su perfil correcto. Generalmente suele in: lercalarse entre molde o plantila una plancha de reparticién, el espesor de la cual debe tenerse muy en cuenta. ‘Cuando las piezas son curvas, la plan- tila se distribuye seaiin el radio de la cur- vatura de la pieza, on el intradés, Esto se generaliza para los aroos de tres articu Taciones, las cuales se acaban con el ase- rzado de la pieza Si las piezas son de seccién constante, es indiferente si la plantilla esta por el in- ta- 0 extradés. Cuando la pieza sea de seccion creciente (igura 68), el prensado se hace de forma automatica y el moldeo o plantilla se aplicard por el extradés Existe una diffcultad para la fabricacién de piezas curvas, en razén a la ligera mo- dificacion de forma que se produce al sa- carlo del molde o plantilla y que debe tenerse en cuenta. Este concepto se de- nomina en EEUU. Sringblack Esta mo- dificacién de curvatura esté estudiada por algunos laboratorios ingleses, utlizando planchas de roble y haya, con un espesor ‘maximo de 12,50 m, resumido en la ecua- cién siguiente: n donde r es el radio de curvatura final, r1 elradio de curvatura del molde y n el ni- mero de laminas. APLICACION DE LA PRESION Para evitar que la primera y Ja ultima lamina no se adhieran a las planchas de reparticién o a attos elementos, si pren- samos dos 0 més a la vez, es recomen- dable utilizar papel de parafina o un ma- terial similar para intercalar entre estas laminas y los elementos de contacto, ya sean planchas de reparticin u otras lé- minas de otro elemento. Cuando la presién se obtiene por la ayuda del método de prensado, como los ‘esparragos 0 pasadores, se debe prever que los bloques y planchas de reparticion tengan unas dimensiones que puedan asegurar una distribucién uniforme de la ppresion en las juntas de encolado, sin da- thar las fibras de la madera que son pa- ralelas al esfuerzo. El prensado se puede empezar por cualquier punto, en cambio cuando se tra- te de piezas de seccién imegular es pre- ferible empezar la presi6n por la zona de la seccién mas robusta y de mayor es- pesor para que esta parte tenga consol dado su laminado, Las presiones del prensado se dan en funcién de las especies de madera utili- zada y del tipo de cola que se especifi- carn més adelante. La operacion de prensado se consumaré cuando la cola esté extendida en las lminas, especial- mente por aquellas que han sido las pri- meras, y cuando ésias todavia estén egajosas. Las sobras que salen de las juntas del encolado suponen una indica cin de su estado. ‘TIEMPOS DE UNION Fl buen resultado de la operacién de prensado depende en gran medida de hos diferentes tiempos de unién, EI tiempo que pasa entre el encolado de la primera lémina y la aplicacién de la presién se denomina tiempo de union to- fal Todas las operaciones deben estar realizadas durante este periodo de tiem- po, mientras la cola todavia esté pegajosa en la primera lAmina encolada. No debe confundirse este tiempo de unién con la vida dtl de la cola para su utilizacion una vez mezclada y preparada, y después del cual sus componentes pierden sus apti- tdes y pierden validez para un correcto encolado, Dentro del tiempo de unién total se dis: tinguen dos tiempos diferentes de unién: a) tiempo de unién abierto: es el perlo- do entre el encolaco de una lamina y su puesta en contacto con otra; ) tiempo de unién cerrado: se lama as{ al intervalo de tiempo entre la puesta encontacto de dos léminas y la aplicacion de la prosién final la cola extendida en las ldminas ex puestas al aire sobre grandes longitudes de madera debe ponerse rapidamente en contacto con la lémina posterior, ya que el tiempo de secado disminuye con- sderablemente. TIEMPO DE PRENSADO bajo la accién de la prensa los elementos que haya que encolar, durante una jor~ nada completa y sin ningin aporte de ca Jor complementario. Las colas no cbtienen nunca su méxima resistencia durante el tiempo de prensa~ do y es necesario cuidar su manipulacion en el momento de salir de la prensa. El tiempo de estabilizacién varia sequin eltipo de cola y para una correcta fijacion de este tiempo son esenciales las indi- caciones del fabricante de las mismas. En las figuras 8a y 69b se muestran dos casos de resistencia al cizallamiento en funcién de la presién aplicada en un tiempo determinado por la prensa para la madera laminada encolada Polimerizacién Podriamos definir la polimerizacién ‘como el proceso durante el cual la cola adapta sus caracteristicas de resistencia y estado més permanente, pasando a for- mar un todo estable con las léminas de madera que une. Por lo tanto, dicho término puede en- tenderse, dentro del proceso de elabo- racién de la madera laminada encolada, como su secado y su estabilizacion como materia. Este proceso se produce en dos fases diferentes, una primera durante el pren- sado, la més importante y controlada, donde mediante la presién y algin otto La madera Jaminada Figura 892 DE LA PRESION DE PRENSADO_ DIAGRAMAS DE RESISTENCIA AL CIZALLAMIENTO EN FUNCION Esesencial que las ldminas unidas a las plantillas estén correctamente presiona- das con una presién uniforme y a la tem- peratura y estado higrométrico indicado, durante el tiempo necesario, para que los planos de encolado obiengan una resis- iencia suficiente sin modificacién de sus condiciones fisicas. los tiempos de prensado son diferen- tes, segin que los planos de encolado es- tén 0 no expuestos al calor, y también depende del tipo de cola que se haya uti- lzado. Sin embargo, es corriente dejar Presion de prensado SE 0 aot 60 ot Tid Haya: resistencia al cizallamiento (kgiem*) 730 49 ey a Ny sa a er sc = una hora, hasta conseguir una diferencia DIAGRAMAS DE RESISTENCIA AL CIZALLAMIENTO EN FUNCION de temperatura en las caras opuestas. DE LA PRESION DE PRENSADO Estos valores pueden variar de manera . sensible, segiin la direccién de las fibras, Ja densidad de la madera, la tasa de hu- medad, la reparticion de los extractos quimicos, la distribuci6n de nudos, grie- ‘as y fendas, entre otras variables. 8 La conductividad aumenta a medida 3 que aumenta la masa, por lo tanto las ma- 3 deras densas tendrén un coeficiente de & conductividad mayor que las ligeras. 3 Esta es una de las razones importantes 5 por las cuales se elige madera ligera 3 como la de pino silvestre, para la cons- 2 truccién de vigas de techumbre que ga- ranticen una conductividad térmica mas baja (figura 90) Si la madera esté muy humedecida, para una especie dada, el coeficiente précticamente se dobla, e inversamente la capacidad de aislamiento térmico dis- minuye de igual forma. io Tor sot ot 180 Enel cuadtro Xi se muestra de manera ote i comparativa la densidad y la conductvi- (Name. cnejpos restate eo cnet eat dad térmica itil de las maderas frondosas Y resinosas, en el sentido perpendicular Figura 89b de las fibras leftosas. medio la cola alcanza las suficientes ca-_‘Si comparamos una misma especie, se- racteristicas como para poder ser des- gin el sentido de sus fibras, nos daremos prendida de sus moldes y ser trabajada cuenta de que existen variaciones nota- en procesos de acabado mientras se bles, por norma general, aquellas fibras completa su estabilizacion, paralelas al crecimiento del arbol son las que offecen una mayor permeabilidad al calor (cuadto XII). PENETRACION DE CALOR ee ee aaa jel plano de encolado alcance la tem- ENUUAS PIEZES DEU RAM SD peratura de polimerizacién deseada de- penderd de los factores antes citados La conductividad térmica de la made- Como puede verse en el grafico de la ra, y de cualquier material en general, figura $I, un pequetio elemento requiere esié en relacién inversamente proporcio- varias horas a una temperatura relative nal a su capacidad aislante, es decir, es mente elevada, alrededor de 36°C. Sin la caracteristica por la cual se mide la embargo, es interesante que se pueda su- conductividad o aptitud de un cuerpo al primir el aporte de calor cuando la tem: transmitir eneroia térmica entre dos Caras _peratura necesaria se ha obtenido en los préximas, planos de encolado, ya que la tempera- El coeficiente de conductividad térmi- ura alcansada puede mantenerse por va- ca estaré expresado en kca/mm/"C, es rias horas en los tineles de secado. decir, la cantidad de calor que pasa por _Los elementos encolados, si bien iris luna superficie de 1 m’ del material con- en sus partes més exteriores, pueden to: siderado sobre 1 m de espesor, durante davia estar tibios en sus partes intermas y Cuadro XI es preferible dejarios estabilizar, de ma: nera que tanto él interior como el exterior DENSIDAD Y CONDUCTIVIDAD TERMICA DE LA MADERA alcancen la misma temperatura, sin variar las condiciones de prensado. nsidad | Conductividad eee “rom | “ceatmne Frondosas medias (haya, ble) 650 2 800 0.20 Proteccién de la madera y acabados Resinosas mas pesadas (pino tea) 700 0.20 Frondosas ligeras (tl, haya) 500 a 650, 013 Resinosas mas pesadas (pio sivestre) 5500 a 650 0.13 La proteccién a la que se verén so Resinosas ligeras (sabina, picea) 400 2 500 0,10 resicahsat aceasta racers neni be TM: ACT} Ga oe debe considerarse en dos formas dife : rentes, pues ha podio ser tratada en ins 50 tancias anteriores a Ja de la fabricacién de este material oleoso y compuesto. la madera en los aserraderos ya reci- be, generalmente, un tratamiento contra insectos y hongos xiléfagos, por lo que a Ibs talleres de laminado ya llega con un cierto grado de proteccién, Una vez que la madera se ha transfor- mado en un laminado encolado, puede volver a ser tratada, de hecho lo es en la mayoria de los casos, pero de manera mucho més superficial, generalmente con impregnaciones o pintadas que no alcan- zan en ningiin caso el nivel de penetra- ién conseguido en el primer tratamiento, pero que ayudan a reponer cierta protec- ion en as piezas que debido al cepillado orebajado han producido un desgaste en Jas barreras protectoras. En la madera laminada encolada se uti- lizan muchos de los procedimientos de proteccién que ya se aplican a la madera, tanto en interiores como en exteriores, La madera Jaminada \VARIACIONES DE LA CONDUCTIVIDAD TERMICA EN FUNCION, Puesta en obra DE LA ESPECIE Y DEL SENTIDO PARALELO O PERPENDICULAR de la madera laminada encolada (h=15%; t=20°C) Fibras Fibres sun proceso de vital importancia, so- Especie Densidad crates | Perpendiculares| perpendiculares | bre todo cuando se trata de estructuras ior) | Baym, | racial | tangenciaiog de grandes tamafios, y donde el control y cmabenoia EC elmontaje, en cuestion de arriostramiento Robie 075 0.262 0.151 0140 yYalirantados provisionales, es de méxima Acai 070 0,266 O44 o133 | atencién y cuidado. Nogal oes 0286 0.126 oie | Picea os 0,139 0,104 0:00 Balsa 020 O,104 0,058 0.038 ‘TRANSPORTE Y DESCARGA feck Figura 91 EN EL LUGAR DE LA OBRA El transporte se realizar4 en vehiculos apropiados, que tengan la suficiente lon: gitud para que los elementos estructura: les de la madera laminada encolada no sufran dafios en el mismo transporte, las distintas piezas se acufarén e iran protegidas adecuadamente frente a los agentes atmosféricos, a ser posible con papel kraft impermeabilizado por una cara, desistiendo de materiales de plas- tico o materiales similares que produzcan condensaciones y eviten la respira- cién de la madera. la descarga se efectuaré en el lugar de la obra, bien por grias méviles 0 fijas, pero mediante abrazaderas adecuadas de pléstico con bandas anchas. En el su- puesto de emplear los medios habituales, se preverén guarda-cantos de hierro, co- locados en las distintas piezas de la ma- era laminada encolada, con el fin de evitar muescas y rozaduras. El almacenamiento de los distintos ele- mentos en la obra sera el adecuado con EVOLUCION DE LA TEMPERATURA DEL HILO DE COLA CENTRAL EN UNA VIGA, EN FUNCION DEL APORTE DE CALOR DEL AIRE AMBIENTE 85 junta 78 65 55 45 35 25 ‘Temperatura del hilo de cola en Parlisa dol chienfamipnio ize igh 2 oem ees Gaz) ‘Tiempo en horas 81 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 94 Figura 92 el fin de evitar los consiguientes desper- fectos que podria ocasionar un mal acon- dicionamiento, Si la colocacién se efecttia sobre una superficie, el terreno debe estar lo mas nivelado posible y limpio de cascotes y elementos rigidos. Si, por el contrario, por imposibilidad de espacio se efectuara en vertical, la colocacion se realizaria en el sentido del trabajo, tal como han sido cal- culadas, apoyadas en los correspondien: tes camiones 0 ttaviesas de sujecion (igura 92) ba calidad del levantamiento de una estructura es consecuencia de la calidad de la zona de preparacion. COLOCACION Y MONTAJE Elpersonal que realice esta fimcién de- berd ser especializado, ya que las estruc- turas de madera laminada son de tipo mecano y de répido montaje, Io que re- quiere también que dicho personal veri fique ciertas normas de seguridad, tales como cinturones ¥ cuerdas de sujecién, especialmente para los instaladores que trabajen en altura (figura 93). ‘Como requisito de primer orden figu ran los ensamblajes, que estin concebi- Figura 93 dos y dimensionados de manera que aseguren la transmision de esfuerzos te- nidos en cuenta en los célculos con el coeficiente de seguridad requerido, que- dando las deformaciones funcionales Con: comitantes, en el interior del terreno admisible. Los siniestros en las estructuras de ma: dera casi siempre son debidos al hecho de que las ensambladuras son insuficien- tes o estén mal realizadas. El concepto de un ensamblaje se refie- re a los ensamblajes sencillos activos y a los neutros, Los primeros han sido con- cebidos y dimensionados para resistir los esfuerzns locales principales a los que es- tan sometidos. Los ensamblajes neutros han sido con- cebidos y dimensionados para resistir los trabajos secundarios previsibles, pero en general mal conocidos 0 aleatorios Por una parte, no existe ninguna relacién en- tre ensamblaje y pieza complementaria de ensamblaje. la distincin entre ensamblaje activo y neulro se refiere a la diferencia de fun- cionamiento desde el punto de vista de resistencia de los materiales, mientras que la distincién entre piezas de ensam blaje y complementarias se refiere al ‘campo de la concepcién. Los ensamblajes metalicos se refieren necesariamente a piezas tales como cla- vos y bulones, entre otras; también puede tratarse de piezas complementarias de ensamblaje, como pueden ser los anillos y crampones. Existen varios tipos de ensamblajes, to- dos ellos de acero galvanizado, para las diferentes funciones que haya de reali- zarse, tales como anclajes o cimientos, 16- tulas 0 cabezas, corona de bulones, en union de pilares con vigas, cascuillos de correas, soportes de correas, escuadras y tensores para vigas contravientos (figura 94) y rampas, entre otras. Existen otros ensamblajes galvanizados auxiliares, ne- cesarios para la buena colocacion de la estructura sélo a efectos de nivelacion, y acoplamiento, como son placas de co: reas y semijuntas (figura 85) Figure 95 Al llegar a la obra, la madera vendré de la fébrica con los taladros necesarios que permiten los ensamblajes o encastres principales, con el fin de que tinicamente quede al operario de montaje la labor de acoplamiento y apriete, no excediendo el 15mm, las holguras de paso. En las cimentaciones de este tipo de estructuras de madera laminada, sobre los dados o zapatas de hormigén se apli- carén soluciones para el encastrado de la madera con los anclajes metalicos, de manera que dicha unién se realice de for- ma simulténea al vertido de hormigon (para lo cual se colocaré una platabanda de chapa con ligera pendiente, y de esta forma se evitarén estancamientos de agua, que sirve de plantilla y a su vez im- pide el traspaso de las humedades pro- pias del hormigén), o en el caso mas cominmente empleado, se dejard en el dado de hormigén la caja necesaria para el posterior recibido de anclaje con hor- migon expansivo. las tolerancias admisibles en las ci- mentaciones de estas estructuras de ma- dera son las siguientes: — sobre la luz del pértico + 2 cm; — sobre la transversal + | om; — sobre el nivel rasante + 2 cm, — sobre las escuadrias de la edifica- cién + 1 om. Estas tolerancias se reducen a la mitad en el caso del presellado de los herrajes, deanclaje, en el momento del vertido del homigén. Una vez se han recibido los anclajes, y por lo tanto se ha efectuado la cimenta: cidn, se procederé al levantamiento de la estructura Como medida de precaucién a la lle- gada de la madera a la obra se tendré en cuenta el tiempo de secado de la obra ci- vilanteriormente realizada los operarios que procedan al montaje y levantamiento de la estrictura efectua- én en la obra, como labor previa, el re planteo y trazado sobre los pérticos o arcos de la distribuci6n de las correas, vi- ps, contravientos 0 iostras necesarios de la estructura En dicho levantamiento de estructura, Jos ensamblajes que hay que emplear irdn con bulones pasantes o éngulos para Ja recepcién de correas en el caso dé las cerchas, previamente fijados en los nudos de union (figura 96). Se debe asegurar la estabilidad de la carpinteria hasta la fase definitiva, es de- ir, hasta el montaje de todos los contra- vientos de techumbre y riostras inter medios y hasta que los sellados de los ‘empotramientos de cimientos estén he. cchos, y que los morteros de sellado ten- ‘gan una Tesistencia suficiente, de ocho a quince dias, Durante el perfodo de levantamiento, ningiin otro instalador deberd trabajar en la obra, ya que dicho sector no debe ser considerado de transito 0 trAfico. Los elementos constructivos que aco- meten las piezas de madera, tales como fébricas de ladrillo, bloques de hormigén y tabicones, durante su elaboracién se co- locaré, en las caras de madera acometi- das, porexpan, carton embreado, lémina de pldstico o cualquier otro material im: permeable. Para su unién y traba con los materiales resefiados en los elementos de madera se colocan unas cantoneras me- télicas galvanizadas, formando una boca de perro, atornilladas a la madera y con un sellado de masilla de silicona, evitando La madera laminada Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 54 Figura 98 Jo méximo posible las manchas de mor- toro, yeso u dxido (figura 97). Una vez co: Jocada la estructura, los cantos vivos que figuran al exterior, donde los encolados de las laminas de madera queden en sen tido vertical, se protegerén por cantone ras metdlicas, bien galvanizadas En algunos casos el soporte metalico que se ancla a un muro se une a la pieza de madera laminada por medio de una placa insertada en un sacado de 3.2 4 cm que separa el extremo de la pieza lami nada en dos, con lo cual se protege el me- tal del soporte y también se protege el cabezal de la viga laminada al interpo- nerse entre el muro de hormigén y la masa lefiosa la base metélica de sujeci6 gura $8). Especial cuidado se debe tener con los dados de hormigén en su unién a los pi- lares de madera, protegiéndolos de hu- yedades producidas por capilaridad u otras causas. ‘Como resumen, para el levantamiento cortecto de una estructura de madera la Figura 100 Figura 99 minada es necesario aplicar las siguien: tes normas: — Personal especializado con expe: riencia en este tipo de obras, — Comrecto transporte y descarga de los elementos de madera — Lugar adecuado de almacenamien- to que evite deformaciones, golpes y manchas. — Exactitud del replanteo y alineacion de los herrajes de los cimientos y techumbres (figura 99). — Colocacién de pérticos con el de- bido arriostramiento afectuado por las correas 0 vigas riostras, Replanteos in situ de casquillos para correas, taladros de bulones, efec: tuados antes de la colocacién. — Vigilancia sobre la colocacién de la cubricién que lleve la cubierta. — Apeos auxiliares y proteccion, que se efectuard cuando las condiciones atmostéricas sean desfavorables, ta- Jes como lluvia, nieve, heladas y viento del orden de 60 tan/h — Protecciones contra la humedad por medio de material que no pro duzca condensaciones. — Colocada la estructura, se da una ti: tima mano de barniz y protector, TIPOLOGIA CONSTRUCTIVA Las posibilidades arquitecténicas de la madera laminada encolada se despren- den de las caracteristicas técnicas ex: puestas en los apartados anteriores. La més conocida es la posibilidad de realizar grandes luces libres, particularmente dentro de las formas de arco curvado a técnica de la madera laminada e1 colada es utilizada de manera muy dife- rente en la construccién, desde su uso como encofrado para hormigén, para la creacién de cubiertas laminares de for: mas muy variadas, pasando por la crea: cién de tribunas para estadios deportivos © la cubricion de una piscina, y en la construccién de iglesias, teatros 0 escue- Jas en funcién de sus buenas caracteris- ticas estaticas. VIGA RECTA DE CANTO CONSTANTE ‘A continuacién se exponen las tipolo- Pendiente Separacion | tuces nabituates | predimensionado las mas usuales que este material offece, la cublerta () m) pero, como podré verse, todos estos 7 : is @emplos sélo son el punto de partida que g oe wae peed permite concebir infinitas formas y com-- | — minima ata oo visa binaciones espaciales. También se inclu- | t= yodew vgs ye, junto a la visién de la forma, un breve predimensionado de las mismas que pue- Cuadro XIV de dar una primera idea en cuanto a mag- uadro XV ritudes. VIGA A UN AGUA Pendiente Seperacion | Luces habituales 5 Vigas de la cublerta n) (my — a1 5-7 10-90 h=U30 Desde el punto de vista econémico, la He UIs utilzacién de vigas rectas supone cierto ‘ahorro de madera y cole en la fabricacién de los elementos, sin embargo, esta so- lucién limita las Iuces a 30 m (figura 100) Dentto de esta clasificacién todas las diferentes variantes se comportan esen- ialmente trabajando con dos apoyos li- bres, existiendo variaciones en la forma conereta de la viga, sobre todo en su as- ecto recto 0 curvado, variable o cons- fante en lo referente a espesor. las vigas pueden ser de uno o varios tramos, en cuyo caso se recomienda que como mninimo exista un apoyo cada 18 m. ‘También puede permitir vigas continuas de apoyos miltiples del tipo cantiléver, eneste caso las luces libres entre apoyos pueden atender unos 20 m. A continuacién se describen algunos de los casos més corrientes de vigas exis- tentes, como elementos comunes y de ca- racteristicas conocidas y estudiadas, a través de unos cuacios con datos basicos para su aplicacion: —viga recta de canto constante (figura 101 a, cuadro XIV), —viga a un agua (figura 10] b, cuadro xv, — viga a dos aguas (figura 101 ¢ cua- ro XVD; —viga peraltada. Intradés curvo-recto. Extremos de canto constante (figura 101 4, cuadro XVID; —viga en vientre de pez (figura 101 e, cuactto XVI); — viga atirantada (figura 101 f cuadro X10) —viga continua de canto constante (ff gura 101 g, cwadro XX); —viga continua con aumento del canto con apoyos intermedios (viga cantiléver) (figura 101 h, cuadro XXD. También es posible combinar en al- guna configuracién estructural vigas sim- ples, como la viga recta de canto cons- ‘ante ordenada en una trama reticulada, tal como se ve en la figura 102, largo do a ign H = mvma ata ce ign Figura 101 b)Viga a un agua ©) Viga a dos aguas ‘TIPOS DE VIGAS DE MADERA LAMINADA ENCOLADA ee 4) Viga recta de canto constante qh ol aa LE 49) Viga continua de canto constante hy) Viga cantiléver ~e) Viga en vientre de pez * @)Viga peraliada 58 VIGA A DOS AGUAS Pendiente Seperacion | Luces habitusles es sea eublerta ). (a) Pea 3-15 5-7 10-30 h = 90 HeUis CE igo de vo = minin ature de von = mca aura del ion | 5-7 15-30 | Ls0. =Ui5 = minis arora. a8 vg H= maxima ana de vga DE ie do aoe 1 igo aoa ge Gusdro Xvi Cundro XIX rs VIGA ATIRANTADA Pondiente Separacion | Luces habltuales ame de la cublerta (en) tm) ae deeslnaeamie| = aa 10-30 h= 40 =ur2 1 = niin ata devin 1 ara de on trtes 1 ipo deta 'VIGA CONTINUA DE CANTO CONSTANTE Pondiento ‘Separacion | Luces habituales ens de la cublerta (m) (m) ae oo E 5-7 10-30 h=Ue0 1 = niin aha de ga US tipo dete on uadro Xx Cuadro Xx! VIGA CANTILEVER Pendiente Separacion | Luces habituales = de la cublerta (m) {m) Seen eee: o 5-7 10-30 h=L/25 1 = nin ature dee (Guadro XV Cuadro XVII VIGA PERALTADA, Pendiente Separacion | Luces habituales | — predimensionado dela cublerta Cy () — igure rs 1730 5-15" 5-7 10-35 Faso = mina atu de a vioe = mbcna ata de aie ; tiygo de a vige Pérticos Por pértico se entiende un sistema de VIGA EN VIENTRE DE PEZ dos 0 tres articulaciones, con unas tra- ] T viesas horizontales u oblicuas, con empo- ere, | SePeencien | Lwess hettuales | Precimensionade | tramientos de pilares con uniones ade- cuadas en cada caso, En general, tanto porticus como arcos suelen hacerse triarticulados, con rétulas en arranque (figura 103) y clave (figura 104), para facilitar su montaje. Los port cos a dos vertientes triarticulados se ha- cen de seccion variable, con espesor ‘méximo en la iniciacién del dintel y co- ronacién del pilar, y minimo en arranques y Clave. Naturalmente, todas las seccio- nes intermedias entre arrangues y claves. estén sometidas a compresién excéntrica, y sus secciones transversales deben ser capaces de resistir estas solicitaciones. En arranques y clave, es el esfuerzo cor: tante el que predomina. En la préctica, el canto en arranque y clave viene a estar comprendido entre 8 y 3/4 del espesor correspondiente a las secciones extremas de la zona curvada, Estas dimensiones pueden ser mas reducidas, pero no es conveniente, ya que a veces se alcanzan deformaciones importantes y, ademés, hay que verificar un gran niimero de sec- ciones intermedias. La dificultad de este tipo de estructura reside en la uni6n viga-pilar, que necesita érganos de unién importantes y con una fabricacién muy delicada teniendo en cuenta la diferencia de movimientos di- mensionales de la madera y esios nexos de unién. El concepto de cruzar fibras, producido en estas uniones, es contrario debido a las retracciones, introduciendo esfuerzos importantes y que son dificiles de controlar. ‘A conlinacién se muestran los tipos més comunes de pérticos utilizados en la actualidad, con las condiciones generales 86 ‘Fgura 103 que tienen cada uno de ellos para su ins- talacion: — pértico triangulado (figura 105 a, cuadro XXID; — pértico a un agua triangulado (figura 106 b, cuadro XI); — péttico biarticulado (figura 105 c, cuadro XXIV); — pértico en V invertida, triarticulado (Gigura 105 d, cuadro XXV). Arcos En este caso es donde las condiciones de trabajo, particulares de la madera la- ninada encolada, permiten la cubricién de luces importantes, superiores a 100 m, sin ninguna dificultad y siguiendo los mé- todos usuales de fabricaci6n, limitado ge- neralmente por la misma forma y no por su funcionamiento, Distinguiremos dos funcionamientos di ferentes de la misma tipologia seciin sean su nimero de articulaciones: — Isostatico. Con tres articulaciones. — Hiperestatico. Dotado de dos arti- culaciones. Para la realizacién de las estructuras que se apoyan en muros, la técnica del arco, partido 0 continuo, es una de las més inferesantes, con la posibilidad de ser ati- rantados, La eleccién de la forma arco presenta diferentes ventajas, ya no sélo por ser la forma que permite conseguir grandes lu- ces de la manera més sencilla, sino por pemmitir la creacién de arcos con gran al- tura, que generan espacios polivalentes, Figura 105 PORTICOS H, + ae |H | | a 1 a a) Pértico triangulado ©) Portico biarticulado hy = ) Portico a un agua triangulado q) portico en V invertida, triarticulado PORTICO TRIANGULADO Penaiente Separacion | Luces habruales de la cubierta (my (m) Se a0 5-7 10-20 uo unr » von = maxna ature ae von t Cuadro xxi! Cuzco XxH PORTICO A UN AGUA TRIANGULADO Penaiente Separacion | Luces habtuales ames de la cubierta (m) (m) Fredimersioneds 3-40" 5-10 8-20 ha Was | H= 20 = minima atera do vga LE fro de tia H= mma ature ee vise ST PORTICO BIARTICULADO Pendiente | Separacion | Luces nabitusies ment de la cubierta (m) (mn) ree ee os 5-10 10-20 n= Las HE U2 LS fe de tga n= minima atura 401 vga Ho mama aura co vga ‘Cuadro XXIV Cuadro XXV PORTICO EN V INVERTIDA, TRIARTICULADO Pendiente ‘Separacion | Luces habltuales tenanalons ela cublorta (o (m) one = 45-6" 5-10 10-30 h=U25 LE igo cee moe = minma ature ae tiga la creacién de altillos y, por lo tanto, la duplicidad de plantas que permite el total aprovechamiento de espacios con un gran volumen a fin de ser aprovechado al méximo, o la atticulacién de un espacio de gran altura con una luz natural muy controlada (figura 106). ‘Como en los casos anteriores, a conti- muacién se exponen de forma tesrica y practica los diferentes ejemplos més re- presentativos de arcos existentes en edi- ficios ya constnuidos: — arco biarticulado (figura 107 a, cua- dro XXVD; — arco triarticulado (figura 107 b, cua- dro XXVID; Figura 106 — arco carpanel triarticulado: (figura 107 ¢, cuadro XVII). ‘Voladizos Este tipo de estructura, utilizada en aquellas edificaciones donde se necesita un espacio totalmente abierto por uno de sus lados (figura 108), se adapta perfec- tamente a la madera laminada encolada; sin embargo, es necesano una correcta eleccién del método de anclaje del pilar © soporte a la cimentacién, a menos que uadro XXV1 la presencia de ciertos elementos funcio- nales, como soportes de tribuna (figura ‘ARCO BIARTICULADO 109), permitan resolver la cuestién de ma- nera adecuada y simple. Pee Seprgien | twees tapmusles | Predimenstonedo Esta tipologia suele verse acompatiada de un pértico, como final de tno 0 de am- = 5-10 20 - 100 n= U0 bos laterales del mismo. ‘A continuacién pueden observarse va~ See ee tos ejemplos de utilizacién, como tipolo- gfa por ella misma o como combinacion a tun pértico u otro, como ya ha sido men- ‘ARCO TRIARTICULADO cionadbo: See, | agen | tere tains | rain Fe ee ofa cut ) i) fenedo | XX: hen — voladizo con bese empotrada (figura = 5-10 20 - 100 10 b, cuadro XXX); — voladizo tipo tribuna (figura 110 ¢, 1 eee stra doa vion cuaciro XXXD. Ue Gpeele woe Cuadeo XXVII Cusco XVI Gubiertas tipo shed ‘ARCO CARPANEL TRIARTICULADO Pendiente Separacion | Luces habitueles | Predimensionado Es relativamente sencillo, utlizando la 6 la cublorta () (o) técnica de la madera laminada encolada, = a eee 70 cconstruir la cubierta tipo shed, en cual- quier tipo de forma y dimensiones, cons- 88 Figura 107 tituyendo un sistema de cubierta valido para espacios con necesidades de ven- filacién e iluminacién (figura 11). Cubiertas laminares 1a técnica de las cubiertas laminares y también cipulas de madera no se ha tra: ‘ado hasta hace muy poco tiempo en aquellos paises donde la madera lami nada encolada es una técnica con muchos Figura 110 i a) Viga en voladizo te # Pa : b) Voladizo con base empotrada +e * ieee ee eee ©) Voladizo tipo tribuna afios de experiencia y tradicién; en con- creto en un pais como Francia, no se ex- perimenté hasta hace unos diez afios, y con no mds de una veintena de ejemplos. Si bien esta tipologia no esta directa~ mente vinculada al concept de madera Jaminada encolada, es muy valida para la construccién de las estructuras soporte de dichas cubiertas y cupulas, vigas 0 s0- portes, que sirven de apoyo a estructuras, La madera laminada Figura 111 59 VIGA EN VOLADIZO Pendionto Separacion | Luces habituales | — pregimensionedo dela cublerta () (my Bote 8-7 k= 10-30 UK = 1/3, h= KAS He KN 1 = mining ature de a viga nsxima aura 808 vn fig de ne 0 3 i RO Cuadro XX (= VIGA CON BASE EMPOTRADA Penatonte Separacion | Luces habituales | — pregimensionado de la cublerta (m) | B12 6-7 5-10 4s H= N10 nina otra det ve Igo sea os H = mina ama co 0 ga VOLADIZO TIPO TRIBUNA Pondionte Separacion | Luceshabituales | pregimensionado dela cubierta (mn) (m) e12 6-7 8-12 h= Las H=U10 = minima altura dot ie UE io del wow Hi mde anv oo. vga (Cuadro XXX! Figura 112 Las posibilidades son casi infinitas si pretendemos crear una estructura y cu- bricién de este tipo, si bien los més ple- gades son los paraboloides hiperbdlicos y los conoides simples y milltiples, indis- Gutiblemente atractivos y de extrema complejidad en otras tecnologias mucho menos versétiles. De su atractivo como estructura pode mos hacernos una idea mucho més ajus- tada mediante la visién de los diferentes ejemplos y presentacién de formas cons- tmuidas (figura 112). Falsas laminas Se desartollan paralelamente a las cu- biertas laminares, De formas muy diver- sas, generalinente estan basadas en la utilizacién de dos familias ortogonales de piezas laminadas de madera, tracciona- das y comprimidas, que permiten obte- ner, al mismo tiempo, el aspecto exterior més puro de una cubierta laminada, junto con una situacién extremadamente agra- dable para un observador en el interior de la edificacién (figura 113). Cubiertas curvas Dentro de esta tipologia, por lo general pensada por la combinacién de arcos, no debe considerarse sélo asi, sino como una constitucion y, por lo tanto, tipol6gica- mente diferente Las combinaciones obtenidas con los diferentes arcos, generalmente circulares y de dimensiones estindar, quiere obte- ner con formas simples resultados agra- ables y con unas posibilidades que van desde 6 a 36 m. El unico inconveniente del sistema es el empotramiento de los travesafios, que usualmente son inferiores a 3,5 m (Por lo general de $ m). ‘Dentro de la misma tipologia, las for mas existentes son variadas en forma y concepts: — Formas geodésicas. Constituyen la més usual variacién y combinacién de los arcos de forma cruzada o reticular, con el concepto de division de esfuerzos en las tres direcciones, y obtenidas a partir de elementos tipo. — Estnucturas plegadas 0 arcos cur- vados, y también con formas céncavas, Puentes La madera laminada encolada, por sus aptitudes, responde de manera perfecta alas necesidades de los tipos mas usuales de puentes, generalmente de unas di- medias, pero también con la posibilidad, tal como puede observarse en la (figura 114), de alcanzar grandes di- mensiones, en lo que a grandes luces se refiere. Las necesidades de un puente, por nor- ma general, se centran en! Figura 113 4) Por supuesto, en su cardcter resis- tente, y la madera laminada responde perfectamente a dicho requerimiento. ) Resistencia a la intempenie, y en ge- nerala jos agentes agresivos que circulan por la atmnésfera, cualidad que ya ha sido tralada en apartados anteriores, en la cual Ja madera laminada encolada tiene plena validez. ) Estética. Ah{ es tal vez donde la ma- dera laminada encolada tiene mas ven- ‘ajes con respecto a otros materiales, en su adecuacién al entomno por tratarse de um material natural, que la hace muy in- dicada si no queremos alterar el paisaje natural, UNIONES EN LA MADERA. LAMINADA ENCOLADA. En general, los elementos de madera estin formados por piezas independien: tes, unidas entre si, Estas uniones consti- tuyen, dentro de toda estructura laminar, posibles puntos débiles que es necesa- to estudiar con todo detalle, ya que el agotamiento de una estructura se puede presentar simplemente por la falta de re- sistencia de cualquiera de sus ensambla- duras 0 empalmes. Es necesario hacer una distincién entre los diferentes tipos de uniones, ya que se denominaran empalmes cuando las pie. zasse enlacen por sus testas, y ensambles si las piezas forman un angulo, y acopla: mmiento cuando los distintos elementos se uunan por sus cantos. En todas las uniones de la madera la. minada encolada interesa conocer la car- ga de rotura y rigidez, es decir, su grado de deformabilidad bajo las cargas de ser- vicio, cuando dichas piezas estan unidas por medio de clavos, pernos o chapas metélicas de multiples formas. Figura 114 Clavos de adherencia mejorada Existe un tipo de clavo que presenta un resalto en la superficie, el cual es un he- nraje que permite con la misma seccién de un clavo liso alcanzar una carga ad- misible superior en un 40 % de éste, apro- ximadamente. Se puede emplear para trabajar a trac cién, con la condicién de que se produzca una penetracién minima de seis veces el diémetro del clavo. Por lo tanto, la carga admisible a la traccién queda expresada por la siguiente férmula F=18-S-d donde F es la carga por clavo en kilogra- mos, S la longitud de la penetracién en centimetros y d el didmetro del clavo. En la figura 115 se puede ver un clavo de este tipo, en posicién para ser intro- ducido a modo de unién entre dos piezas de madera laminada encolada. Pernos y esparragos Estos elementos de unién van a ser ana- lizados en diferentes circunstancias de acuerdo con el tipo de materiales que im- plican. UNION DE MADERA CON MADERA La unién con pernos debe respetar las siguientes condiciones, cuando se haga un empalme; un diémetro del perno igual al 1/6 del espesor mayor de madera que haya que unir, que el espesor mas del- gado de madera sea aproximadamente 1/2 del mayor, y que la anchura de la pie- La madera laminada él Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 117 UNIONES. @ Figura 116 za empalmada sea mayor o igual a seis veces el diémetro del perno. tra de las condiciones que hay que cumplir es que el peo deberé ser co- Jocado sobre una arandela 0 placa cua- drada, para que la presion de unién del perno sobre la madera sea mayor y mas tepartida (figura 116). La relacién dimensional entre el perno y las arandelas tiene que cumplir las si guientes caracteristicas: que el diametro de la arandela sea igual a tres veces y media el espesor de la misma, y tres ve- ces en el caso de que la arandela sea cuadrada para determinar su lado. 4) Unién con dos placas metalicas exterlores 26d 1 espesor de ta placa metalica 6a {2254 Hi, sametvo cet porno ®) Unisn con una placa metaica | | c) Unién con una placa metalica interior Figura 118 Con respecto a las separaciones mini- mas de los pernos sobre una unién, te- nemos que la distancia recomendable es Ja equivalente a tres veces el diémetro de lun perno, como minimo, y seis veces el mismo, como méximo. UNION DE MADERA CON METAL En caso de utilizar placas metilicas en Ja union de piezas de madera, se pueden emplear los siguientes valores: a) En el caso de dos placas exteriores, donde la carga admisible es un 25% mayor que para el doble cizallamiento, donde la carga admisible (en kilogramos) Por pero es igual a 250 por el diémetro del perno y por el espesor de la pieza de madera unida (figura 117 a) +b) En el caso de una placa exterior (1 gura_117 b) donde la carga admisible es un 28% superior al caso del simple ciza- lamiento y la carga admisible (en Kilo: gramos) por perno queda expresada de la siguiente forma: F=100-d-e Enel caso de una placa interior, don: de la carga admisible es la siguiente 200-d-e siendo e igual al espesor total de la pieza de madera y e; igual a tres centimetros (figura 117 ¢). PERNOS QUE TRABAJAN A TRACCION En algunos casos, los pernos pueden trabajar a traccion, de tal manera que de- ban cumplir las siguientes condiciones: a) Que la placa del reparto esté di- mensionada de tal forma que no produzca tensiones superiores a las admisibles en su apoyo contra la madera Figura 119 +b) Que la seccién neta de los pernos enroscados sea suficiente para el acero empleado, En la figura 118 se ve un caso de unién entre las piezas que conforman una cum- brera a cuatro vertientes, en la cual los pemos del vértice actuardn a traccion se- gin ciertas solicitaciones puntuales y es- poridicas Tirafondos Con respecto a estas piezas de unién podemos decir que para su colocacién se debe introducir un taladro, previamente a la instalacién, para que con unas brocas especiales que dejan un orificio con hilos (igura 119) se puedan atomillar poste- ormente, y en ningiin caso clavar, estos tirafondos. la longitud efectiva en la unién debe ser al menos de ocho veces el diémetro el irafondo, la carga admisible para esta pieza de unién queda expresada por: F=4-e-d Para poder utilizar la fSrmula anterior, €l tirafondo deberd estar introducido en la titima pieza al menos una distancia igual a la lonaitud efectiva Sila penetraci6n es inferior a cuatro ve- cesel diémetro de! tirafondo no se puede fener en cuenta ningtin esfuerzo de ciza~ lamiento. Para las longitucles intermedias de pe- netracién se interpolara linealmente. IRAFONDOS QUE TRABAJAN ATRACCION Se pueden utilizar tirafondos en esfuer- ans de traccién con la condicién de res- pelar las especificaciones definidas en el apartado referido a la colocacién de los tirafondos. Figura 120 Para la reduccién de las cargas admi- sibles se aplicaran los mismos coeficien- tes de reduccién definidos en el apartado correspondiente a los pernos. DISPOSICIONES CONSTRUCTIVAS DE LAS UNIONES En este apartado se desarrolla una se- leccién de las diferentes uniones tipo que nos encontramos en el estudio de la ma- dera laminada encolada como tecnoloata Las siguientes descripciones no pre- tenden ser la solucion a todos los detalles que nos encontraremos a la hora de se- uir los principios fundamentales de toda lnién, expuestosa continuacién dentro de ‘un marco concreto y de aplicacién. E] dimensionado de cada una de las uniones y sus elementos de unién estén en funcién de cada caso particular, ya que son varios los aspectos que van a in- fluir en el momento de disefiar una union or parte del técnico, siendo los princi- pales problemas los siguientes: ‘a) Relativos a la resistencia: habré que tener en cuenta el dimensionado de los medios de unién en funcién de las soli- citaciones, asi como el Angulo formado entre la direccién de la fibra y el esfuer- 20; también son importantes las tensiones en la madera que se originan en la unién, tales como las de compresién perpendi- cular a la fibra o las tangenciales a la mis- ma y, finalmente, la comprobacién de las tensiones en la madera que se originan en los elementos auniliares de la unién, como pueden ser pemos traccionados 0 placas metélicas que trabajan a flexién 0 esfuerzos axiales, 'b) Relativos a la deformacién: debe te- nerse en cuenta que las uniones en es- tructuras de madera en general producen unas deformaciones adicionales en la masa lefiosa, por deslizamiento de los medios de correccién. Esto ocurre inclu- so en los midos con unién rigid, tales como el que se muestra en la figura 120, donde un grupo de vigas de madera la- Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 121 minada encolada confluyen en un solo punto o nudo estructural; por otto lado de- ben considerarse los movimientos de la madera debidos a cambios volumétricos or variacién del contenido de humedad. Estos movimientos de hinchaz6n y merma son de valor significativo en la direcciét perpendicular a la fibre E] ooeficiente de contraccién unitaria de una conffera como el pino silvestre tiene el valor de 0,12 % en la direcciér radial, y de 092% en la direccién tan: gencial. En la madera laminada en gene- ral, ambas direcciones quedan mezcla: das cuando el corte de las tablas es indi- ferenciado Este fenémeno tiene repercusién en aquellos tipos de uniones donde se res tringe la movilidad de la ma la direccién transversal de bido a placas o piezas metalicas que es tn fijas al canto de la pieza (figura 121). Asi, por ejemplo, para un canto de pieza igual a 100 cm, una variacién de hi medad del §% en la madera y un coef lente de contraccién unitario de 0,2 % se produciria un incremento o dist de la longitud del canto de 1 cm. Por esta raz6n se tiende a limitar el can o maximo de aquellas piezas en las que se empleen uniones que restringen el movimiento. bre la proteccién contra el fuego, los sistemas de unién deben tener al n nos la misma resistencia a la lama que la correspondiente a la propia pieza. aumentar la resistencia al fuego de los elementos metélicos de unién se les 1 cubre con pintura ignifuga, Bs evidente que los medios de unién que queden em butidos en la madera tendrén un mejor ‘comportamiento al fuego, ta dencia la unién con placa metilica inte rior, también se evit directo de la madera con I de construc medad; por que puedan aportar hu: sia raz6n, por ejemplo, se meabilizante 0 ca metélica entre la viga de made Ja mezela de albafilleria (figura 122) d) Cambio de signo de los esfuerzos: las estructuras de madera en ciert sos son tan ligeras que puede darse el caso que por la accién de la succién del viento se inviertan los 20S Y reac: ciones. En estos casos los apoyos de las piezas deberan disefiarse p ermanecer estables ante la posib de levantamiento o empujes laterales. Nudos de porticos y arcos mediante articulacién ficticia pplicarse en P6rticos 0 arcos con luces inferiore: 40m, o cuando la resultante de las fuerzas es inferior a 90 toneladas. Esta unién debe penmitir una ligera rotacién de las piezz La tensién de compresién sobre la pieza de madera dura 0 metal debe limitarse un 80 % de la tensién admisible en la ma- dera (figura 123 a) ee 7 E ——_,. £ 7 / DRE Nudos de pérticos y arcos ‘mediante pernos y esparagos Cuando la pendiente de las piezas es elevada, puede ulilizarse el sistema de- finido en la figura 123 b Su aplicacién se limita a luces inferiores a los 40 m y a re- saltantes de fuerzas que sean inferiores a les 40 toneladas. Esta unién transmitiré las fuerzas verti- cales (cortante) y horizontales (tracci6n y ‘compresién). Consiste en conectores que son atravesados por esparragos roscados ‘cayas cabezas se embeben en cajeados realizados en las piezas. El valor de la re- sistencia al cortante de los pernos y co- nector se reduce a un 60% del valor que ‘endria para el éngulo formado si estuvie- raen el lateral de la pieza. Los bordes de las piezas, especialmen- te el superior, deben quedar biselados para evitar las presiones de giro de las mismas Cuando el cortante es demasiado alto para una sola fila de conectores 0 cuando el canto de la pieza requiera otra fila de conectores se hard asogurar la alineacién (puede recurrirse a la solucién indicada en la misma figura). Articulacién en cimentacién En este tipo de unién es muy conve- niente que los pernos que unen la base de las piezas que forman el nudo 0 pér- tico con las bases de cimentacién per- mitan un cierto giro del nudo, Es aconsejable que el zapato o funda meialica de apoyo tenga su base con per- foraciones que ayuden a la ventilacion de Is testa de la pieza de madera laminada encolada. Enla figura 128 cse ve cémo los pernos se sitan cercanos al eje de la pieza para as{ disminuir los efectos de los movimien- tos por humedad de la madera, Los esfuerzos normales 0 cortantes pueden ser absorbidos directamente por contacto con el cajén metalic que trans- mite el esfuerzo integramente a la rotula. la introduccién del esfuerza cortante en Jz cimentacién puede realizarse, por ejemplo, mediante esparragos de anclaje © pernos de articulacion. ‘También existe un apoyo realizado me- diante elastémero, donde la reaccién de apoyo resultante se descompone de acuerdo con las dos direcciones perpen- diculares a la superficie de contacto. La relacién de estos dos componentes y sus valores puede verse modificada por la in- UNIONES DE PORTICOS Y DE CIMENTACION 'b) Union mediante pernos y esparragos. a) Articulacion ficticia ‘Espérragos 4) Articulacion en cimentacion ‘con elastomer, ©) Articulacion en cimentacion de rotula Cimentacién Madera faminada encolada Elastomero. Perfil inseriado | | menace enel cje-de la || pieza Figura 123 clinacién respectiva de las dos superti- cies de apoyo. ‘La maxima rotacién del apoyo esté li- mitada de manera prictica al angulo de rotacién admisible del apoyo elastémero, y esto puede verse aumentado al incre- meniarse el espesor de las placas de sus- tentacién (figura 123 d) Nudos de porticos por entalladuras miltiples Este sistema consiste en realizar una entalladura miiltiple o junta dentada a las. ppiezas que haya que unir, de manera si- milar al empalme de laminas (figura 124) De esta manera se consiguen los si- guientes resultados: — Sélo se fabrican piezas rectas. — Una apariencia externa mas limpia sin elementos metélicos auxiliares. ‘También tiene inconvenientes — Algunas normativas limitan mucho su utilizacién, Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 126, Union por entalladura multiple ‘Altura mecénica dt de la pieza Entalladura rultiple Pieza intermedia Montante Figura 124 Figura 125 Unién por sistema de corona 20 mm Death Be nillos dispuestos en 2 (pata la separacion fe anilos, se tendan ria los extremos con| — Las Iuces con este tipo de unién se limitan a 30 m. — Se verd afectada su resistencia por coeficientes reductores en el célculo, y se estima una disminucién de un 20% en la eficacia de la junta, — Requiere maquinaria especial. Se realiza en taller, con lo cual se transporta la pieza completa. Generalmente las entalladuras tienen una profundidad de unos 50 cm. Bl canto maximo aconsejado para esta union es de 150. cm, Nudos de porticos por sistema de corona Se trata de una unién rigida entre las dos piezas que constituyen el pilar y la pieza que forma la viga. Esta tiltima queda abrazada por las secciones del pilar y 9€ une mediante una serie de pernos 0 per- nos con conectores, segiin las necesida- des (figura 125) Es una solucién que permite la fabri- cacién del pértico, tnicamente valiéndo- se de laminados rectos que pueden montarse en la obra. Tiene los inconve- nientes derivados de los movimientos por cambios de humedad en la madera Hay que tener presente que las fibras de la viga y el pilar estén dispuestas sensible- mente perpendiculares, de tal forma que mientras en sentido transversal la con- traccién es fuerte, en sentido longitudinal es despreciable. Esto origina esfuerz0s en los medios de uni6n que pueden agrietar la zona de uni6n, Por todo esto su uso se limita a piezas con cantos inferiores a 100. cm y en am- bientes donde las variaciones de hume- dad no superen el 5 %. En la figura 126 puede verse un detalle constructivo con un comportamiento co- recto a todos los efectos y con la parti cularidad de que el herraje queda oculto al embeber su alma en un cajeado, rea lizado en la pieza soportada. Los pemos que atraviesan la pieza principal deben tener sus cabezas embutidas en rebajes efectuados en la testa de la pieza secun- daria. La placa de apoyo puede quedar oculta en su vista inferior, En la misma fi- gura se muestra una pieza que tiene una base de sustentacién que permite a la viga un soporte adicional. ‘También es posible usar una placa em- Figure 127 butida semioculta para la unién entre una viga y un muro, sin un soporte adicional de la madera con respecto al metal; sin embargo, dicha pieza aumenta su super- ficie de apoyo al apoyarse de forma an- gular sobre el muro de adosamiento, trasladandose el esfuerzo a una mayor su- perficie de albafileria. En la figura 127 se muestra el caso de na viga de techumbre cuyo enlace se ha realizado mediante este sistema de unién semioculta Union en pérticos reticulares Este tipo de uniones permite una total vigidez en estuerzos horizontales. Dos de los ejemplos més usuales son los de reti- culado ortogonal y hexagonal. los esfuerzos de traccién resultantes del momento de flexi6n son absorbidos por los clavos de la unién, la compresién été asegurada por el contacto directo de un hormigén de relleno de alta resisten- cia y poca retraccién la transmisién del cortante es absor- ida por los pivotes que se encuentran rodeados del relleno de hormigén. Silos encuentros de las vigas de te- chumbre se producen en un reticulado ortogonal y no hexagonal (donde si se ne cesila un relleno de hormigén en el es: pacio de convergencia), bastara con una pieza en forma de cruz que uniré las cua to piezas laminadas que convergen en ella (figura 128), os reticulados pueden ser reforzados mediante piezas laminadas que triangu: lzan a trama, y que son fijados a las vigas principales mediante tirafondos 0 tornillos especiales que resisten muy bien a la tracoién y al cizallamiento. Si el reticulado va al exterior, es reco- mendable hacer unos sacados en la masa Jefiosa donde van las piezas de union para protegerlas de la intemperte. En la figura 129 se muestra un reticulado de este tipo, con las debidas protecciones a los tira- fondos, especialmente. Unién articulada en estribo En la uni6n articulada en estribo (con placa tirante en vigas Gerber y en atti culaciones cantiléver), los extremos de las piezas se cortan a escuadra, Se trata de una unién con ligeras diferencias res- pecto a la anterior. La madera La reaccién vertical del elemento s0- pportado es resistida por la pieza metalica de estribo y transmitida a las piezas s0- pportante y soportada como una compre- sion perpendicular a la fibra tepartida en la superficie de la placa de apoyo. De ‘este modo se obtiene una reaccién de las piezas, donde es preciso que la placa de apoyo esté embebida en la madera, den- tro de un rebaje, (tra forma de coartar el giro es dis- poner unos tirafondos que equilibren el par generado por la excentricidad, Las placas laterales se emplean para resistir la fuerza que tiende a separar las Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 130 UNION CON CORTE OBLICUO Placa de acero (estribo) Placa trante Placa soportante Placa soportada Placa trante \piaca metalica 'b) Union con corte oblicuo en los extremos y tirante piezas por el efecto del par citado, y tam- ign sirve de tirante cuando existe trac- ion entre las vigas. En la figura 190 a se muestra un ejem- plo en frontal y lateral de este tipo de unién, aplicada a una viga laminada Unién con corte oblicuo ‘en los extremos y tirante Puede utilizarse en cargas ligeras, me dias y pesadas. El encuentro entre las tes- tas de las piezas es un corte oblicuo, para permitir el enlace con la barra que hace Ge tirante. 1a relaci6n vertical que ejerce la pieza soportada es transformada en una trac- cidn en la barra metalica. Este tirante debe resistir dicho esfuerzo. Las placas de apoyo del tirante deben ser dimen- sionadas para transmitir dicha reaccién vertical a una tensiOn admisible de com- presion perpendicular a la fibra en la ma- dera, en ambas piezas. Las chapas separadoras se deben si- tuar préximas al eje neutro de la pieza Tienen como funcién mantener una se- paracién entre los extremos de las vigas y permitir un gio de éstos sin que se pro: ‘duzca el contacto en los bordes superior ¢ inferior de las testas, Estos separadores son de acero, de seccién rectangular y estén unidos al extremo de la viga con clavos que atraviesan agujeros pretala: drados en las placas. Las placas laterales se emplean para mantener alineados los extremos de las, vvigas y servir como tirantes cuando exis- ten esfuerzos de traccién (figura 130 b) Figura 131 Rl Piezas metalicas angulares para miiltiples vigas Si la construccién de la estructura de fechumbre incluye miltiples vertientes en su conformacion y la planta de la edi- ficacién es imegular, es muy probable que en una esquina confluyan dos o tres vigas, las que se unirén al muro, por ejem- plo de albatilleria, por medio de unas pla. cas embutidas y en disposicién angular de acuerdo con el desarrollo de las cu- biertas. En Ja figura 131 puede verse un angulo metdlico de tres lminas de unién, donde, al ser el Angulo abierto, necesita que la viga intermedia se corte un sacado en 90° para que el cabezal pueda recibir adecuadamente en su rebaje el herraje laminar. Es importante destacar que los sacados en las piezas de madera laminada enco. Jada, tanto en uniones de madera, éngulos ocortes laminares, para utilizar los herra jes anferiormente descritos, se harén en 'h obra, previa verificacién de la coloca- cién de éstos y utilizando para su reali- zaci6n una sierra eléctrica, tal como-se ve ena figura 132. ‘TENSIONES ADMISIBLES EN LA MADERA LAMINADA ENCOLADA Las tensiones bésicas de la madera pueden considerarse como tensiones ad- misibles s6lo cuando las condiciones se muestren idéneas en trabajo y calidad. Dificilmente ser perfecta, y tampoco ‘TENSIONES BASICAS DE ALGUNAS ESPECIES (en kg/cm’). ‘VALORES ORIENTATIVOS. Pgalego | P.siveste | Abeto Solicitacion > pinaster | P. sylves Picea, (kgiem’) | (kale) | tkgiem) Flexion 134 168 168 Compresion 1 105 140 140 Gompresién | at 33 33 Contante 25 19 19 Esluerzo medio 9,000 | 118000 | 118.000 Estuerzo minimo 53.000 80,000 78.000 (Cuadeo XXXII coincidirén el grado de humedad y du- racién de la carga con las que sirven de referencia a las tensiones basicas (12 % y durecién permanente), Por 10 tanto, de- ben modificarse las tensiones bésicas de Ja madera como tal ‘Algunos de los valores mas usuales es- tablecidos para las distintas especies de madera més utilizadas se muestran en el uadro XXXIL para llegar a las tensiones béisicas admisibles. 1s factores que intervienen en el ajus- te de las tensiones bésicas a las admisi- bles son — Calidad de la madera’ en funcién de los defectos de la pieza, se verdn afec- tadas recibiendo el nombre de tensiones admisibles de clasificacion. — Contenido de humedad en la ma- dera: én funcién de la humedad de uso y teniendo en cuenta como referencia un 12% de humedad base — Duracién de las cargas: en funcién de las hipétesis realizadas, en este caso Ja referencia sera suponer cargas per- manentes. Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 cus jadro XXXII ‘Obtencién de tensiones admisibles de clasificacién Los diferentes conceptos que valoran miden los diferentes defectos de la ma- dera no snponen ninguna particularidad para el caso que nos ocupa (la madera la- minada). Por eso no se incluyen en esta obra, si bien son de facil acceso en cual- quier tratado de madera y clasificacién de la misma. ‘Se denominan tensiones admisibles de lasificacién los valores obtenidos a partir de las tensiones bésicas multiplicadas por nos factores de modificacién variables, segtin el grado de calidad y el tipo de so- licitacién. Estos factores serdn diferentes segtin tratemos madera aserrada o laminada, lo que se debe a los diferentes criterios de Clasificacién que se han seguido, en uno ¥ otro caso, acordes con la forma de tra- bajo en la pieza, tal como se ha visto 1e- flejado en apartados anteriores. En nuestro caso nos cefiremos a los di- ferentes valores que hay que tener en cuenta en él caso de la madera laminada, en as dos definiciones posibles que ofte- ce la norma de laminado vertical y la del Jaminado horizontal, 4) Piezas de laminado vertical: en estas ppiezas se aplican las tensiones admisibles de clasificacién en funcién del nimero de laminas y seguin la calidad de la madera, considerada como madera serrada, por lo cual no sera mas ampliada y se dedicaré especial interés al concepto de laminado tal como hoy es conocido: el laminado ho- rizontal, +) Piezas de laminado horizontal (ma- dera laminada): clasificada segtin LA, LB, LC, en funcién de los defectos y carac- teristicas mecénicas. La composicién de laminas de los elementos fabricados en madera laminada encolada podré reali- zarse con una disposicién de laminas sim- ple: todas las laminas de la seccién de igual calidad; 0 compuesta: situando las laminas de mejor calidad en aquellas 20- nas que estén més solicitadas a flexion. Humedad de la madera Influye significativamente en las pro- piedades mecénicas de la madera, tal como ha podido observarse en apartados anteriores. ‘Los contenidos de humedad entre el 8 y el 30% aportan una relacion lineal de pérdida de caracteristicas mecénicas, existiendo por encima de este 30% un punto de saturacién donde las caracteris- ticas no varian. Por lo tanto, se dan una serie de coe- ficientes que afectaran a las tensiones bé- sicas de la madera en funcién de la humedad, y que seré diferente segun sé trate de maderas frondosas o contferas y del tipo de propiedad mecénica (cuadro XXXID. FACTORES DE MODIFICACION POR HUMEDAD, )R LOS QUE HAN DE MULTIPLICARSE LAS TENSIONES ADMISIBLES DE CLASIFICACION Y EL MODULO DE ELASTICIDAD Humodad de la madera% 8 10 20 14 16 18 20 22 25 30 Coniforas Compresion cortante 114 107 1,000.92 0.86 «078.070 0685386 Traccion Flexion Traccion 108 1,04 1,00 0,96-0.92 08984 08] 076 86 Modul eléstico Compresién Frondosas Compresion cortante 111 105,00 093886 «O78 O71 eB OAs Traccion Flexion Traccion Médulo etéstico 108 1,04 = 1,000.96. 0.92 0880848107686 ‘Compresién 0 La madera ha sido un material impor- ‘ante para la construccién de edificios en Ia historia de todas las regiones del mun- do. La naturaleza nos ha dado un material de excelente resistencia, adaptabilidad y otras grandes propiedades idéneas para iltiples utilizaciones, pero también hace falia tener en cuenta los problemas que el.uso de este material comporta, proble mas con su combustibilidad, contraccio- nes y deterioro. Con todo ello la madera, como material, representa un reto y se necesita capacidad y destreza para un uso correcto, tanto si se trabaja sola como combinada con otros materiales. La nueva téonica de encolado, las nuevas combi- naciones con diferentes materiales y un mejor conocimiento en la técnica de la construccién han incrementado conside- rablemente las posibilidades de un uso més eficaz de la madera. Su facilidad de adaptacién a los dife~ rentes niveles de prefabricacién y la me- Jota de las técnicas de proteccién hacen de la madera un material deseable para procesos de construccién limpios, secos y rapidos, haciendo, consecuentemente, Jas casas de madera competitivas tanto or su coste inicial como por su bajo cost de mantenimiento, aspectos que se com: binan con la idoneidad de este material para ajustarse a nuevas funciones, ‘Tradicionalmente, las construcciones de madera son numerosas y de gran im- portancia en los palses escandinavos. En Jos diltimos afios, més de un 80% de las nuevas viviendas se han hecho con ma: dera, construcciones que han legado a un altisimo nivel de perfeccisn. La dureza 2 Estructuras de madera para la edificacion _ climatica y la competitividad con otros materiales hace necesario el desarrollo de métodos de construccién y aspectos para reforzar su durabilidad, facilidad de mantenimiento y su coste razonable, ‘Antes que nada es necesario hacer una breve resefia hist6rica, a modo de refe rencia, para entender el proceso que ha generado los actuales sistemas de casas de madera, de muy répida instalacion y de excelentes caracteristicas aciisticas, térmicas y mecénicas, sin dejar de lado la reciente libertad de disefio que, paula tinamente, algunos sistemas han ido brin- dando al profesional de la construccién, No es posible componer en detalle una lista cronolégica de las técnicas y pro: cedimientos de construccién en madera, ni tampoco es sencillo apuntar el desa- niollo de las tendencias y estilos por me dio de los cuales se llevaron a cabo, ya que los métodos empleados varian y va- niaron de un lugar a otro, de acuerdo con la disponibilidad, la calidad y la especie de madera. Esto dio lugar a que en di- ferentes puntos del planeta se fueran de- sarrollando sistemas racionalizados de construccién en madera, en diferentes escalas y formas, aunque todas, en mayor 0 menor grado, buscaban armar y cons- tmuir sisteméticamente. Asi es como puede hacerse un andlisis, de esta evolucién a partir de dos grandes grupos de sistemas, los cuales, histérica- mente, pueden resumirse ene] entra- mado leno, el cual fue evolucionando hasta generar el entramado abierto (aun: que también se puecien entender dentro de un proceso paralelo), Existen sistemas Pilares que no entran en contacto ‘con el suelo para que la humedad no afecte a la estructura de madera Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 14 Figura 133 més concretos y localizados culturalmen- te como el de arquitrabado o de viga y pilar, cuya mejor expresién se desarrollo en China y Japon, desde donde se exten- dif a la India, llevada por los monjes bu- distas. En todo caso este sistema oriental tiene como caracteristica que los paneles sean no portantes ENTRAMADO LLENO En términos muy generales, este mé- todo se basa en la disposicion de troncos enteros muy préximos entre si, cuya ca: racteristica es que en un principio esta- ban muy poco labrados. Este sistema se originé en las regiones del este de Eu- ropa, donde la abundancia de bosques permitfa el uso masivo y sin medida de 4rboles, Este método ha continuado vi- gente en todo el norte de la ex Unién So- viética, Finlandia y las zonas alpinas (figura 133). Esta técnica es conocida popularmente con el nombre de cabafia de troncos, y su. sistema de enlace y unién se basa en buscar Ja trabazén de las esquinas del edificio mediante diversas clases de e sambladuras, y en darles forma aumen tando o reduciendo progresivamente la longitud de los troncos © piezas dispues- tos de forma horizontal. Evolucién de las ensambladuras B Desde tiempos inmemoriales se han elaborado medios de unién que buscan obtener mayor estabilidad de las paredes 4 través de la mayor o menor cohesién de los vertices. En la figura 134 pueden verse tres ensambladuras de esquina que, de izquierda a derecha, construyen un en- lace, estructuralmente més estatico. Ensambladuras de esquina Este es uno de los aspectos fundamen- tales de la constmuccién del entramado lieno y, por lo tanto, es el aspacto cons- tructivo que més cambios ha sufrido en pos de una mayor estabilidad e imper- meabilidad con respecto al entorno me- dioambiental. Precisamente debido a que existen varias configuraciones diferentes de troncos, susceptibles de ser emplea- dos en la construccién de cabafias, puede recurrirse también a varios disetios dife- rentes de ensamblados de troncos en las esquinas En la figura 135 se muestran seis dibujos de las uniones de esquinas. Figuran or- denados con arreglo a dos grandes gru- ‘Pos: esquinas en prolongacién y esquinas enrasadas. DISENO DE ENSAMBLADURAS DE ESQUINA EN PROLONGACION — Enfalladura encaballada: bastante sencilla de realizar con herramientas ma- nuales. Un paso de través de medio grue- s0, sélo en la parte inferior de cada fronoo, Buena estanquidad. No precisa clavos (figura 135 a). — Entalladura doble: entalladuras re- dondas de aproximadamente un cuarto de grueso a través de la parte superior e inferior de cada tronco. Entalladura su- pperior no estanca. No precisa clavos (f- gra 135 b). — Entalladura en angulo agudo: parte superior del tronco biselado en forma de V, parte inferior con entalladura de aco- plamiento en V. Puede fallarse usando iinicamente el hacha. Estanca, No precisa clavos (figura 135 c) — Enlalladura en espiga: entalladuras de asiento plano en la parte superior e in- ferior de cada tronco. Puede tallarse usando el hacha. Estanca. No precisa cla: vos. Facil de ajustar (figura 138 d). — Ensamblado comin a cola de mila- no’ extremos de los troncos escuadrados y ensamblados a cola de milano simple (Clavada) 0 compuesta. Esta diltima, al igual que la correspondiente a troncos es- ESQUINAS EN PROLONGACION ») Entalladura doble = ) Ensamblado comin @ cola de milano Estructuras de madera c) Entalladura en angulo agudo: para la edificacion ® SS 4) Junta enV Figura 195 cuadrados, no precisa la utilizacién de clavos (figura 135 e). — Esquina con juntas en V: uno de los toncos se corta a tope y su punta se talla en forma de V. El otro sobresale de la es- gina y tiene una muesca de acoplamien- toen V lateral. Requiere clavos. Existen vanantes de la forma de la muesca, pero Ja muesca en V resulta la més sencilla de realizar (figura 135 0. Union con poste de esquina Este tipo de unién puede ser en dos modalidades: una simple, en donde los troncos escuadrados por los extremos se ajusten contra el tronco de esquina en én- galo recto de contacto, Existe una dispo- sicion més segura e impermeable, la cual consiste en que el tronco de esquina lleve Figura 136 DISENO DE ENSAMBLADURAS. DE ESQUINAS ENRASADAS Al igual que los elementos anteriores, estas uniones se hacen a partir del tronco cilindrico, Entalladura de extremos montados La enlalladura es semejante a la mos- ‘vada en Ia entalladura encaballada, pero se practica en el extremo del tronco, para facilitar su ejecuci6n. Este ensamblaje re- quiere clavos y tiene propiedades de es- tanquidad (figura 136 a), Entalladura de medios cortes Se escuadran los extremos de los tron- cos cortando la mitad de través para que ajusten de forma adecuada, Su fijacién re- quiere clavos y precisa, asimismo, un im- portante sellado posterior en las esquinas igura 136 b). ESQUINAS ENRASADAS, 2) Extremos montados # ©) Variante con postes de esquina | r Medios cortes 4d) Extremos en espiga con postes fablas de 5 x 20 cm clavadas alos extremos de los troncos Troncos de pared clavados Cuarto de tronco clavado al angular onaes. de nated clavados ao Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 ESQUINA PARA TRONCOS ESCUADRADOS a) Junta solapada | Junta clavada \ 'b) Junta compuesta a cola de milano = Figura 137 unas tablas que sirvan de superficie de contacto con los troncos de las paredes, generdndose un sellado de mejor estan- quidad (figura 196 c). Extremos en espiga con poste de esquina Se hace un corte en espiga en el ex- temo de cada tronco, de modo que se pueda hacer un acoplamiento al poste vertical por la acanaladura vertical de este tiltimo para clavar todas las piezas que en ella convergen. Puede existir una variante més elaborada que es con el poste de esquina de seccién cuadrada, con lo cual se genera una esquina abso- Iutamente recta, ENSAMBLADURAS DE ESQUINA. PARA TRONCOS ESCUADRADOS La mayorla de las ensambladuras mos- tradas aqui pueden reproducirse em- pleando troncos aplanados en lugar de troncos cilindricos, En algunos casos, esta modalidad contribuye a generar juntas mas herméticas y de mayor facilidad de ejecucién. De igual manera, las ensam Figura 198 bladuras anteriores también pueden apli- carse a troncos escuadrados, pero las juntas més ampliamente utilizadas para construcciones de cabafias de troncos son las que se exponen a continuacién, Entalladura escuadrada Esta unién de esquina es equivalente a la entalladura de extremos montados (f- gura 136 a), ya que en este caso se con vierte en una simple punta solapada. Este amarre ortogonal requiere clavos para su fijacion (figura 137 a). Ensamblado compuesto a cola de milano Este ensamblaje constituye el maximo logro en ensambladuras de esquina, y se puede considerar como el resumen de los casos anteriormente detallados, Se han empleado en muchas cabafias anti- guas con muy buenos resultados, ya que estanca el agua, traba los maderos en am- bbas direcciones, no precisa clavos ni gra- pas de ninguna especie. Su variante es €1 ensamblado comtin a cola de milano tan utilizado en ebanisterfa y en carpinteria fina (figura 187 b). En la figura 138 se ve la utilizacion de este sistema en una antigua casa noruega Paredes con troncos verticales Ademds de las construcciones tradi cionales realizadas a base de troncos cilindricos 0 escuadradios, dispuestos ho- rizontalmente, es conveniente también ci- tar los tipos estructurales que emplean nm Figura 139 Figura 140 DISENO CON DOBLE PARED Glavado al ravesano por Clavado a la viga de carrera yen todas direcciones Nucleo de tablero | conrachapaao | ae a eee Doble pared a base de medios troncos (escalonados) vados al travesafio y ala viga de carrera poi iba y abalo Clavados entre si troncos colados en posicién vertical, ya que en algunos casos dicha posicién re- sulta mas ventajosa que la horizontal (fi- gura 139) Las ventajas més evidentes pueden ser que su puesta en obra no precisa de em- sambladuras complejas en las esquinas y permite el uso de troncos cortos que en contadas ocasiones superan los 2,50 m, lo cual representa una mayor facilidad de manejo, incluso por un solo hombre. Esta forma de construccién, también llamada tipo estacada, puede recurrir algunas soluciones originales a base de tronces hendidos, tal como se muestra en la figura 140, donde cada tronco se clava en posicién entre los travesafios superior ¢ inferior, para formar un disefio de doble pared en cuya alma o separacién entre troncos se coloca un tablero contracha- pado con propiedades resistentes a la hu: medad y que permite obtener una pared consistente y de buenas condiciones tér mices y actisticas En la figura 14] se muestra otro disefio que utiliza medios troncos en forma ver: tical, los cuales encierran un forro de pa- pel fieltro mediante un claveteado por ambos lados, Este titimo sistema, aunque es de mas {cil y répida colocacién, tiene el incon- veniente de ser menos resistente a las eventuales perforaciones de su material aislante, ya que Pequefios objetos cortan- tes 0 insectos podrian romper el papel fieltro, disminuyéndose la capacidad de estanquidad del muro, Para evitar en par- te esia posibilidad se colocan los medios troncos de forma alternada, tal como se muestra en la figura 141. ‘También se puede contribuir a una ma: yor hermeticidad mediante el aplanado de los bordes de los troncos hendiidos, es decir, escuadrando los bordes antes de proceder al montaje de la pared. Esta so- lucién requiere doble cantidad de ele- menios, pero cuenta con la ventaja de incorporar troncos de pequefio diémetro y no sactifica el indice de aislamiento de la pared. Sellado de juntas El disefio en el punto de contacto entre los troncos, tanto dispuestos en forma ver- tical como horizontal, es una parte muy importante dentro de la construccién total, ya que la hermeticidad de un ha- bitéculo es fundamental para su uso pro- longado. Conjuntamente al sellado efec- tivo de juntas, en casos de mucha hume- dad o de lugares donde nieva con fre- cuencia, es necesario que la estructura total de la vivienda se separe del suelo mediante nos pilotes de madera imper- meabilizados (figura 142) ‘Alo largo de los afios se han ido per- feccionando una serie de soluciones ingeniosas y efectivas que permiten ob- tener juntas cada vez mas herméticas. ‘A continuacién se muestran algunas formas de sellar dichos intersticios, en paredes de troncos referidas a los di- ferentes sistemas de unién de los mismos Estructuras de madera para la edificacién Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 143 Figura 142 SELLADO DE JUNTAS DE TRONCOS CILINDRICOS Los tronoos sin tallar, es decir los rolli- 20s tradicionales, precisan una forma tam- bién tradicional para su sellado, como es el calafateado. Pero es necesario decir ‘que ninguna de estas soluciones es efec- tiva y segura si los troncos tratados atin estén verdes, ya que al existir un ambien- te minimamente célido, dichos troncos se contraerén, con el consiguiente despren- dimiento del mortero. Por ello es acon- sejable esperar hasta que la edificacién ‘esté acabada, para asi darle tiempo al se- ado de la madera. Los métodos son de bastante facil com- prensién, aunque es necesario decir que tanto el detalle a como el b de la figura 143 muestran juntas rellenadas primero con fibra de vidrio, estopa (una soga de céfiamo empapada en brea) o pedazos de chilla que a continuacién se recubren con tiras de renuevos, enteros o hendi- dos. En cambio, en el detalle cde la mis- ma figura aparecen un pat de variantes mAs que recurren al uso de un enlucido de mortero aplicado sobre una banda de chapa metélica clavada a los troncos con- tinues © bien aplicada sobre juntas cla- vadas a medias a los troncos, cuya funcién es retener el mortero. En general, es posible mejorar las jun- tas repelando las protuberancias ms prominentes de los troncos con una mo- tosierra en el momento de la preparacion de los rollizos como material de cons- ‘tmiccién, colocando sobre caballetes los troncos que deban ocupar posiciones contiguas antes de situarlos en la pared, pasando la sierra entre ellos cuantas ve: ces sea necesario, (Otto método que da buenos resultados es utilizar lana mineral afirméndola contra las juntas sobre una capa de bamniz pe- gajoso. Sea cual fuere el sistema empleado, se da una mano de barniz de secado rapido sobre el mortero ya dispuesto, y en el caso de la lana mineral, éste ayuda a que el sellaco mantenga su elasticidad frente a la contraccién y dilatacién de la ma- dera, que siempre se maniiestaré SELLADO DE JUNTAS DE TRONCOS TALLADOS Existen métodos adicionales de sellado de juntas aplicables a troncos que han sido aplanados o escuadrados. Estos tron- cos tienen superficies planes de dimer siones considerables que resultan nota- blemente mas faciles de sellar que las equivalentes de los troncos cilindricos, en particular si se han serrado planos, pues en ese caso ya tendrén por sf mismos bas: Calafateado Sellados de juntas de tronco cilindrico > uartos de tronco 0 rancos hendidos, Renuevos sides je renuevo Mortero olalateado. stona, cia, fbra Bandas de chapa ppetalica tyads ‘en posicion Puntas clavadas en el seno para retencion del JCunas formadas ide pedazos de chill 6 Cordones de sellado ee aaate, Lengceta . > Sellados de juntas de troncos tallados Calatategdo Cordon de sellado Figura 144 ‘ante estanquidad, En los detalles ay bde la figura 144 se ven algunos de estos mé- todos. Consisten en un sellado simple y eléstico combinado con el uso de lenatie- tas, latas 0 listones de madera. Pueden idearse otros tipos de sellado de juntas conun poco de imaginacién. En el detalle de la misma figura se ilustra el método de calafateado y moldurado de juntas a cuarto de bocel como una de las posibles soluciones para sellar los troncos con su perficie céncava labrada. Los cordones eldsticos de espuma de plésticos dan excelentes resultados para el sellado entre troncos y pueden gra- parse fécilmente a la superficie superior de los troncos @ medida que se levantan las paredes, con lo cual después queda: én ocultos a la vista. Este tipo de sellado se emplea con frecuencia en las cons- trucciones preparadas en kit y tiene la virtud de mantener las juntas herméticas alaire, incluso cuando se produce retrac- cién en los troncos, siempre y cuando los Tesquicios que aparezcan entre ellos no excedanelgruesodelcordén(I3cmaproxi madamente). Sien el sellado se usa mortero o alguna argamasa basada en el cemento, espe cialmente si es cemento plastico, puede amasarse a mano o adquirirse ya prepa- rado. El mortero necesitard arena limpia y mezciado debe contener aproximada- ‘mente una parte de mortero de cemento or cada tres de arena y el agua suficien- te para obtener una mezcla pastosa y de écll aplicacion, Con tespecto a la aplicacién del mor- tero, éste debe extenderse en seguida con ayuda de una paleta de acero, pero no conviene que cuelgue de la junta al aplicarlo. Ta mezcla puede amasarse en canti- dades considerables en una carretilla de acero con una azada y una pala de mango corto, Si se amasa una cantidad mayor que ésta, el mortero deberd ser aplicado por mas de un hombre, ya cue el fragua- do no daria tiempo para una aplicacién ‘més lenta. Casas de madera en kit Las casas en kif resultan muy atrayen- tes para quien gusta del aspecto riistioo de la construccién a base de troncos (fi- gura 145). Las casas fabricadas con este sistema estan hechas realmente de tron cos partiendo de cero, pero ofrecen la ventaja de un montaje mucho mas répido, ya que los troncos se entreaan descor- tezados, curados y precortados para su ensamblaje sin necesidad de ulteriores trabajos de ajuste. Estos kits 0 paquetes para armar permiten un ahorro sustancial en los costos, en relacién con la construc cin convencional, siempre y cuando el propietario esté dispuesto a ‘efectuar por si mismo parte 0 la totalidad del montaje de la casa. Las casas en kit ofrecen a cualquier persona que tenga ciertos conocimientos basicos en construccién de madera la po- sibilidad de edificar con sus propios me- dios. Este métedo de abordar la cons- truccién de la propia vivienda en los mo: mentos de tiempo libre constituye un im ortante argumento de la comercializacion de este sistema Estructuras de madera para la edificacién Figura 145 a Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 147 Figura 146 ENSAMBLADURAS Y SISTEMAS DE UNION Las configuraciones més ampliamente uitilizadas para las casas de madera en kit son los troncos aplanados al menos por dos caras con diversos tipos de juntas pa- tentadas, tanto las de unién entre troncos como las ensambladuras de esquina. Por To general los troncos vienen a tener en tre 10 y 20 cm de canto, es decir, sobre la base, y de 10 a 90 cm de gruaso, de frente a fondo, Algunas piezas son apla: nadas por tres caras, conservando tan sélo una cara al exterior que mantenga su cara menos labrada para dar al total de la edificacién un aspecto ristico, y al menos uno de los tipos es plano tnicamente por las caras superior inferior. Todos los ti- pos recurren invariablemente a uniones del tipo machihembrado o de ranura y lenglieta, para de esta manera conseguir un adecuado grado de estanquidad, y en consecuencia una buena resistencia a la intemperie. En la figura 146 se puede apreciar el encuentro de una esquina del tema kif, que garantiza la hermeticidad del sistema por su doble espiga de unin montante. En la mayoria de las uniones se emplea Ja junta en espiga para las esquinas, exis jiendo en algunos casos determinados una entalladura encaballada que util za.una de las uniones llamada entalladura en espiga. Dado que todos los troncos son unifor: mes, la hileras de troncos que conforman una pared se suceden a nivel. Las juntas entre troncos estén pensadas para que ouedan sellarse a medida que se van le- vantando los paramentos. Como en el caso de las paredes de entramado lleno explicadas en el apartado anterior, se emplearan diversos sistemas de seliado tan efectivos como el que permita equi parar el crado de confortabilidad de este tipo de construcciones con la de ent mado abierto, especialmente en los inte- riores de casas unifamiliares. No parece existir una superioridad manifiesta de una Figura 148 configuracién de tronco, de una ensam: bladura de esquina o de una junta entre troncos sobre las demas. La lengiieta mé- vill, en lugar del disefio a base de junta machihembrada, puede hacer més facil el ajuste en el caso que represente cierto alabeo en algin tronco, y el sistema de sellado a base de espuma pléstica elimina Jos problemas de retraccién y agrietado, ‘comunes a la mayor parte de los materia: les de calafateado, y es més facil de di simular (fiowra 147) PROTECCION DE Li S PIEZAS En todos los casos los troncos se utilizan descortezados, algunos de ellos manual: mente y otros a maquina. De ordinario los troncos se tratan con modems productos de proteccién, cuyo ingrediente activo suele ser el pentaclorofenol. En las casas de troncos en kit se em- plean diversas clases de madera, tales come el cedro blanco, el pino canadien- se, el pino rojo, la picea, el élamo amarillo y el pino de Banks. El tratamiento de pro- feccién se aplica generalmente sumer. giendo los troncas en el liquido protector. grado de proteccién que offece este sistema es bastante variable y depende del grado de inmersién y del contenido de humedad del propio tronco, Es reco. mendable volver a aplicar sustancias con- tra los pardsitos e insectos xiléfagos después de cinco afios de la tiltima apli cacién o armado de la vivienda, DETALLES CONSTRUCTIVOS A.continuacién se darén algunos datos bésicos y generales acerca de las dife- rentes etapas de la construccién de una casa prefabricada mediante el sistema kit No se seguiré una descripcién ex- haustiva de todos los pasos ni tampoco un orden correlativo dentro del proceso de edificacién, ya que sélo se pretende dar uma idea del potencial y versatilidad de esta manera de armar un espacio habi- fable que pueda reunir todas las minimas exigencias que requiere un hogar me- diante, por ejemplo, la combinacién de colores y la posibilidad de aplicar diver- sos materiales de revestimiento en inte- riores (figura 148). Cimentacion y vigas de carrera Una vez que se ha procedido a la pre- paracién del terreno mediante excavacio- nes y se haya conseguido traer hasta el emplazamiento el suministro provisional de energia eléctrica, puede empezarse a construir la cimentacién para la casa en Kit, Si el proyecto exige una cimentacion ‘a base de pilotes, se tendrén que adaptar las vigas maestras, ya que la mayorfa de os modelos en madera kit presuponen que se constnuiré sobre una cimentacion continua para las paredes. El procedi- miento para cimentacién a base de pilo- tes tendré que prever jécenas que unan las cabezas de los pilares por debajo de las vigas de carrera. También se pue- de utilizar el sistema de fundaciones s0- bre un cimiento y sobrecimiento de muro continuo sobre el cual se irén disponien- do las piezas, vigas de muro (figura 149). Por lo general, los kits no incluyen las viguetas de forjado correspondientes a 1a pnmera planta, por lo que la opeién mas inmediata consiste en recurrir a vigas de carrera y viguetas de forjado hechas a partir de madera de construccién de di- mensiones normalizadas. ‘Montaje de paredes Una vez instalado el recubrimiento a base del pavimento sobre las viguetas de forjado podré procederse a Jevantar las paredes de tronces, Para imprimir mayor velocidad a la madera de la obra le re- saltar4 préctico al instalador reunir pre- viamente los troncos de varias hiladas y apilarlos sobre la superficie nivelada don- de habsré que constnuir el piso de la casa, Estru lugar en el que estarén més a mano y po- a drén manipularse y moverse sin que se de madera dafien o ensucien. En primer lugar se co- para la edificacién Joca toda la hilera inicial de troncos in- tercalando el correspondiente material de sellado y las lenguetas, en el caso de que las haya. A continuacién se sittan los marcos de puerta en posicién vertical y se apuntalan mediante tornapuntas cla- vados con tachuelas sobre el recubri- mento de forjaco, ‘Una vez fijada la primera hilada de troncos, se colocaran las sucesivas de la misma manera Puertas y ventanas Las unidades de puertas y ventanas (marcos y hojas) se van colocando en las paredes en la medida que éstas van com- pleténdose. De este modo es posible in- tegrar las lengletas y las bandas sella- Figura 149 Gimentacion y vigas de carrera en sistema kit Cubrejuntas Espiga metaica ce anclaje evete oe ae impermeabilzante <—— Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 80 Figura 180 doras con las testas de los troncos. En la se muestra la disposicion de acoplamiento de un marco de puerta 0 ventana, andlogo al que se emplea en la fabricacién de casas de troncos 0 trozos precortados, que se verén en un apartado posterior. Algunos sistemas incorporan lenglletas ligeramente mas finas que la ranura prac: ticada en los troncos. Esta ingeniosa ca acteristica permite lograr pequefios ajustes dimensionales que facilitan y me- joran la estanquidad de las juntas entre troncos y conseguir mayor precisién en Jas medidas totales. La dimensién vertical de las puertas y ventanas es, de ordinario, ligeramente més pequefia que la aber- tura correspondiente, quedando cierta holgura entre la parte superior y el trono del dintel, lo cual tiene como raz6n de ser el hecho de que los troncos de la pared se puedan retraer sin que el peso de I hiladas cargue sobre los marcos. Figura 151 Viguetas de forjado Una vez levantadas las paredes hasta la altura del techo, la tltima de éstas tendré preparada una ranura para la colocacién de las viguetas de forjado de la segunda planta o para los cuchillos si se trata de un kit cuya armadura de cubierta vaya a quedar a la vista En este punto es donde las viguetas de forjado del segundo piso se incorporan a Jos cuchillos de la cubierta, segiin los ca sos, En general las viguetas se apoyan so: bre las dos exteriores y sobre una o més vigas maestras, las cuales llevardn talla das las correspondientes espigas para su encaje en la pared de troncos ‘Todos los detalles concernientes a la colocacién de hastiales, cabrios y te) dos no se explicitardn por ser, en (zm nos generales, una prolongacién de los procedimientos anteriormente descritos, jendo la techumbre por lo general una ubierta de entramados muy similar a la que se utiliza en las construcciones de de madera corrientes, tal como s ena figura 161 Casas de madera en tacos Este sistema de prefabricacién viene 4 ser el proceso de construccién evolucio nado del sistema anteriormente explica do, ya que, mediante piezas escuadradas de reducido tamafo con un sistema de perfil, permite lograr una buena estan: — Figura 162 quidad y gran absorcién de los movi- mientos dimensionales propios de la madera En la figura 152 se ve como este sistema de tacos, en la union de las es- quinas, utiliza procedimientos similares al aplicado (aunque menos ristico) en los encuentros angulares de las casas de ma- dera kit CARACTERISTICAS DEL SISTEMA, EN TACOS A continuacién se detallan las princi pales propiedades y caracteristicas de este proceso de construccién: — Tratamiento quimico protector me- diante hidrofugantes, fungicidas y antiter- mitas antes de la puesta en obra, — Absorcién de los movimientos de la madera, por su descomposicién en pie- zas de dimensiones reducidas, tal como puede apreciarse en el detalle de pared de la figura 153, — Ensamblaje de piezas mediante do bles machihembrados en todas las caras, |o cual confiere a Jas uniones una doble trabaz6n, generandose unas paredes ro bustas. — Una simple yuxtaposicién de piezas para el montaje, con sellado del ensam- blaje entre ellas, mediante colas adhesi- vas y eldsticas Esta propiedad permite que en muchos casos pueda efectuarse la autoconstruccién de toda la armazon que haya que habitar. Figura 153 — Versatilidad en el disetio de cons. ‘tmucciones y posibilidad de ampliaciones posteriores, debido a la continuidad es- ‘tructural de Ja pared. — Aislamiento térmico, que es cinco veces més aisiante que el cemento y siete veces mas que la tierra cocida. Las pro- piedades aciisticas son buenas debido a las propiedades fisicas de la estructura organica de la madera. De ello se des- prende la posibilidad de loarar interiores absolutamente confortables y sin puentes térmicos entre el interior y el exterior (fi- gura 184) — Un buen aprovechamiento del es- pacio interior (del 5 al 20%), a igualdad de superficie construida, por el menor grosor de muros (12-18 cm). — Se constituye una obra seca al no in- tervenir ni morteros ni enyesados, con lo cual la edificaci6n es de habitabilidad in- mediata, Estructuras de madera para la edificacion ALE Figura 164 81 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 188 Figura 158 — Con respecto a los acabados, se puede obtener una pared terminada con Ja calidad y la belleza propias de la ma dera bamizada por ambas caras, por 1o que se hace innecesaria la utilizaci6n de terminaciones adicionales tales como el revoque, pinturas y empapelados. — Una total comporiahilidad del sis- tema en tacos con los materiales propios de las instalaciones de cocinas y bafios igura 155). Ligereza y elasticidad de la cons .ccién con lo que respecta a la ecoro- mia de cimentacion, aprovechamiento de terrenos con poca capacidad portante 0 fuertes pendientes, También existe la po- sibilidad de la fabricacién en taller y el transporte de una casa ya terminada. — Excelente comportamiento frente a movimnientos teliricos Con respecto a la durabilidad, se cuenta con madera maciza tratada con ccelente comportamiento a lo largo del tiempo sin los problemas de fisuras y con: densacién 0 penetracién de humedad tan propios de la albafilleria y del hormigén. — Es importante destacar que el gra: do de terminacién interior hace compa- tible la facil adecuacién de muebles, repisas y revestimientos, ENTRAMADO ABIERTO En términos generales, tenemos que el desarrollo de los entramados abiertos jentro del campo de la construccién en madera es el que mAs avances y difusién ha tenido en el mundo de la edificacién desde sus inicios hasta nuestros dias. En una casa se trata de organizar un en- tramado estructural de madera, por lo ge- neral de especies no resinosas, que posteriormente se recubre mediante un enlistonado, entablado o sistemas andlo gos. Dichas piezas se suelen prefabricar, para luego efectuar el montaje de las mis- ‘mas in sift por zonas 0 sectores ya cons- tituidos por la trama En la figura 156 se puede apreciar, a modode ejemplo, una trama vertical pun- to de ser revestida para constituirse en muros perimetrales. Histéricamente, el mAs alto grado de perfeccionamiento de esta forma de cons: tmuir se alcanz6 en los pafses del norte de Europa occidental, constituyendo el fun- damento de los sistemas balloon y otros que se desarrollaron en Norteamérica y Escandinavia. Dentro de esta evolucién histérica es importante destacar, como ejemplo, el desarrollo que, en el centro de Europa, tuvo la construccién de madera, con es- tilos que se fueron perfilando hasta con- verfirse en tipologias arquitecténicas, Los tipos de viviendas rurales de madera del centro de Europa La tradicional casa mural del centro de Europa la podemos identificar con uno de sus principales exponentes como es €] a gf / Ae, Figura 157 alé suizo, cuyo desarrollo en técnica: constructivas de madera se fue definien do en cada uno de los cantones que cons- tituyen desde hace 700 afios la Con- federacién Helvética. Aparte la posible referencia a las edi. ficaciones suizas, para la mayoria de la gente hablar de chalé suizo supone irre- mediablamente la vision de multitud de casas unifamiliares —por lo general se: gundas residencias fuera de los cascos urbanos— con tejados a dos vertientes, gran alero rozando el suelo, balconcitos, profusion de madera, y rodeados dines o galerfas floreadas (figura propio Diccionario de la Real Aca: demia Espafiola define la palabra chalé como la casa de madera y tabique a estilo suizo. En realidad, en Suiza se utiliza es: casamente el término chalé. Pero, ade més, alli chalé suizo, entendido ‘como tipica casa rural, no responde a un solo tipo de construccién, sino a muchos, en funcién de las diferentes caracteristicas de las regiones y cantones que forman la Confederacion. De este modo, en el cantén de Zurich, por ejemplo, es habitual encontrar casas con una estructura vista de postes y vidas de madera rellenada con mamposteria, un sistema constructivo condicionado por los bosques caducos de! entorno. Enel canton de Appenzell, al noroeste, se presentan construcciones totalmente de madera, considerablemente apaisa- des, donde vivienda y establos quedan unides y alineados, diferenciandose por el cambio de sentido de las cubiertas, y por las ristras de pequefias ventanas en la fachada de la pri las zonas de alta montafia de la regién de Bera, las viviendas destacan por sus fa chadas de madera con las cenefas talla das que recorten todo el largo de por encima y debajo de las ventanas, con una planta por lo general cuadrada, En muchos de los valles alpinos sorprenden conjuntos de pequefias cons! madera, que responden a una division de la propiedad, para que en caso de aludes el resto no fuera afectado. Junto a la se cillez general, también se encué ejemplares de contenida os Un tipo de construccién muy comiin zona central de Berna son las granjas de inspiracion barroca, coloreadas de gris Estructuras de madera para la edificacién Figura 188 pacer Waaanas.. Wear. Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 159 para emular las edificaciones de piedra de las ciudades, con decoraciones pin- tadas en las fachadas bajo una cubierta con alero que desafia las leyes de la gra- vedad, en las que quedaban alojados es tablos, araneros y vivienda. Espectaculares aparecen las casas de techumbre de paja en forma de tienda de campafia, propias de la zona central de baja montana, donde la cubierta es so- Portada por tres poderosos pilares. Estos ‘suaves y mullidos tejados comenzaron a desaparecer hace unas décadas ante es- trictas normas de seguridad (figura 158). Por su parte, las formas arquitectonicas en la parte suiza de habla francesa se en- cuentran influidas por el pais vecino. La Figura 160 prosperidad de la zona a finales del siglo xvut dio como resultado magnificas gran- jas con exteriores de piedra, aunque la madera se utilizase en los interiores hasta rincipios del siglo xx Seguramente es el canton de Obwal: den, regién situada en el centro de los Al: pes y conocida como la cuna de la Confederacién, donde se hallan las edi- ficaciones que mejor se corresponden con la imagen que se tiene de una casa suiza y, por lo tanto, prototipo del mun- dialmente aplicado chalé. Casas de ma- dera con base de mamposteria y tejado a dos vertientes més 0 menos pronun¢ das. Puertas de entrada laterales y ele- vadias. Balcones corridos a lo largo de fachadas laterales, protegidos por aleros. Fachadas salpicadas de pequefias ven- tanas ordenadas alineadamente, carpin- terfas cuadriculadas y porticones (figura 160). Todas estas caracteristicas son corn- partidas en mayor o en menor medida or otras tipologias desarroliadas a partir del chalé suizo, y que hoy en dia se apli- can en diversos lugares donde se cons- truyen viviendas de madera. Tradicién constructiva del entramado abierto Asi como sefialamos a Suiza como un centro de difusién estilistica en algunas de las tipologias utilizadas actualmente a través del modelo arquitectnico de cha- Ig, también es necesario pensar en el Rei- no Unido como referencia para ver la tradicién constructiva de madera en los demas paises occidentales Esto se debe a que la calidad, antigiedad y variedad de edificios que se han conservado hasta aactualidad dan testimonio de la impor- tancia de la madera como material de construccién. Enel Reino Unido se fori6 esta tradicion constructiva en el periodo anglosajén, de Aificil detimitacién cronolégica. Lo que si es cierto es que en tomo al siglo x las magnificas edificaciones de madera en Inglaterra no tenfan rivales en ningéin lu- gar de Europa ni probablemente en nin- iin lugar del planeta, con excepcién de I historia china y nipona, que indudable- mente tienen una tradicién milenaria las luchas internas, cada vez més fre- cuentes, que precedieron a la invasion r0- mana impulsaron la evolucién de los modelos arquitecténicos hacia formas cada vex. mAs complejas y ricas en varie- dad de elementos estructurales y arqui- tect6nicos. El estudio de los restos arqueolégicos esel tinico medio viable para determinar las proporciones y el cardcter de los edi- ficios de madera del periodo posromano. as denominadas casas largas (long hou- ‘se) y los pabellones de los acaudalados terratenientes dan una idea de la arqui- tectura prenormanda, Por ejemplo, los pabellones a los que hacemos referencia solian estar constituides por un amplio es- pacio central y su perimetro quedaba ‘completado por naves laterales, cuyas paredes estaban constituidas a base de maderos verticales escuadrados, embe- bidos directamente en una zanja de ci- mentaci6n, no existiendo carreras, dur- mmientes ni otros elementos horizontales de madera a nivel de terreno, ya que di- cchos elementos fueron introducidos en In- dlaterra por los anglosajones. En la figura 161 se ve un ejemplo de la construccién en ensamble de los primeros elementos horizontales entre los pilares de muro y el suelo. La cultura bizantina legarfa a las Islas Briténicas con la conquista normanda; sin embargo, él estilo de las construcciones de madera locales se mantendré fiel a la tradicién europea A partir del siglo x1 él carpintero se vio obligado a la elaboracién y cubricién de grandes luces aplicadas a las construc- ciones de piedra, tales como castillos e iglesias, que ya hacian notar su verticali- dad g6tica. El carpintero volveria a conseguir una situacién reconocida en el siglo xiv, cuan- dovuna incipiente clase media comenzaba a conformarse como una clase social. Di- ccho estrato social no podia darse el lujo de edificar con piedra, por lo que poco a poco se irfa elaborando una arquitectura en madera propia de esta clase, empren- digndose un amplio programa de edifi- cacién, en el que el artesanado local fue Figura 161 puesto a prueba hasta el limite de su ca- pacidad técnica, al exigitsele la emula- cién de las imponentes edificaciones en piedra de los grandes sefores, mas una decoracién digna de su condicién social emergente (figura 162). Figura 162 Estructuras de madera para la edificacion Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Unién a cola de milano Figura 163 Frente a este desafio, los carpinteros elaboraron métodos de atado y arriostra- miento, especialmente de los elementos de cubierta, de forma que también con tribuyeran a la rigidizacién del empane- Jado inferior, cuya resistencia era consi derada mas baja que la de edificios cons- ‘tmuidos con piedra. Las diferentes versio nes de los empalmes y juntas en cola de milano producidas en este p probablemente, las me} disefiado jamas en su gén lizadas para solucionar diversos proble- mas de rigidizacién y de arriostramiento (figura 163) Ente estos, uno de los encuentros més, practicados fue el de los pies derechos de la estructura inferior con la de la cu- ier'a. En estos puntos se formarian cer- Figura 164 chas o armaduras para atar los pares y pemnitir sobre ellos el apoyo de correas y vigas que salvaran la luz entre aquéllas. Y que, a su vez, sirvieran de apoyo a los. cabios, Estos se disponfan de dos en dos, uniéndolos en en el extremo superior y atandolos mutuamente hacia la mitad de su longitud, mediante un falso tirante. En Ja figura 164 puede verse una variante de falso tirante que dispone una pieza curva que cumple la misina funcién, es decir, recibir el esfuerzo de flexién al cual esta sometido él tirante y que es transmitido por medio del pendolar al falso tirante. Las viguetas de piso eran colocadas normalmente de plano, circunstancia que, unida a la costumbre de dejar volados los extremos de las mismas, conformarian uno de los rasgos caracteristicos de la ar- quitectura Tudor: los cuerpos en voladizo (igura 168). Esta técnica constituye el an- tecedente del sistema constructivo ll mado hoy platform framing, que consiste basicamente en la estructuracién inde- pendiente de cada planta sobre el a mazén de la anterior. Volando ciertos sectores del edificio y manteniendo otros sectores en rasante con respecto al pe- rimetro del primer piso, se obtuvo una gran cantidad de tipos en el tratamiento volumétrico que se le queria imprimir a cada edificacién De la Europa de los siglos xv y xv al igual que hoy en dia, los edificios de ma- yor altura se construfan en el centro de las ciudades, cuyas estructuras de planta baja estaban usualmente destinadas a los recintos comerciales, mientras que los u- suarios vivian en los pisos superiores. Es Figura 168 importante dejar en claro que no llegd a consolidarse una tipologia formal depen diente del uso previsto, por lo que edifi caciones destinadas a escuelas, comercio y lugares de reunién mantuvieron una apariencia similar. No obstante, la posada destaca por llegar a tener caracteristicas de caballeriza, con lo cual se hicieron ti- ppicos los arcos y patios interiores, Tam- bién es comtin encontrar posadas cuyo primer piso est absolutamente reserva- do a las caballerizas, constituyéndose la arquitectura de estilo como tal desde el segundo piso hacia arriba (figura 166) Figura 166 El medio rural ofrece una mayor varie- dad tipolégica a través de los caserones y mansiones construidos en los siglos xv1 xv, incorpordndose como elemento de singularidad arquitecténica las grandes escaleras y las chimeneas. ¥ es aqui don de Ia utilizacién de la madera como ma terial fundamental, no solamente en el Reino Unido sino también en toda Europa, empieza a declinar, ya sea por una mayor utilizacién del ladrillo o por la paulatin escasez de madera en aquellos lugares en los que tradicionalmente era muy abundante, Estructuras de madera para la edificacién Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 167 Casas de armazén o entramado de madera (generalidades) Se denomina casas de estructura de ar ‘maz6n a las construcciones en lienzos de madera donde los vacios son rellenos por una albafilerla ligera de ladnillos 0 de yeso, por adobe o tapial. Cuando a prin- cipios de sigio se hablaba de casas de madera se aludia a las construcciones de estructura de entramado. Posteriormente, esta denominacién de estructura de en- tramado se ha ido limitando en general a las construcciones en las cuales la ma- dera que constituia el elemento principal de la estructura quedaba en estado apa rente 0 visto. Las construcciones de en: Figura 169 Figura 168 tramado de madera se clasifican en dos categorias: casas de entramado visto, ca~ racterizadas por los tipos de casos nor: mandos y alsacianos entre otros, y casas con el entramado oculto o llamadas tam- bién de estructura 0 esqueleto de ma: dera, que en la actualidad son las mas numerosas. Este tipo conlleva un revesti- miento interior y exterior y no se distin- gue visualmente de otras construcciones de albafileria, las casas contemporéneas de entra- ‘mado son una actualizacion muy mejorada de la casa antigua del mismo tipo, tenien- do en cuenta las exigencias actuales de Pienestar. Es muy importante subrayar ‘que los edificios de entramado de hoy en dia no son construcciones provisionales, sino que se construyen con la misma es: peranza de vida que las casas de piedra oalbanileria. A titulo de definicién, las ca: sas de estructura de entramado de ma- dera son unas construcciones cuyas funciones portantes son asumidas por los elementos de la estructura, que son de madera o de materiales derivados de la misma, Estos elementos estructurales ab- sorben todos los esfuerzos aplicados al edificio: cargas perimetrales, esfuerzos e6licos, es{uerzos horizontales y los trans- miten a las cimentaciones. Las funciones de separacién y de cercamiento pueden ser realizadas con madera, pero tambien con atro tipo de material, CONSTRUCCIONES DE ENTRAMADO VISTO Este tipo de estructura (figura 167) ba sido muy utilizada en Europa, puesto que en su momento fue muy econdmica. Los elementos estructurales quedan vistos y los espacios libres entre ellos se rellenan de un material entre los cuales cabe citar: el adobe o tapial de paja y arcilla (figura 168), las tejas planas, los ladrillos, la mam- posteria y la madera (figura 169). Las for- mas de los paramentos varian segin sean las regiones y las 6pocas. Sin embargo, se distinguen dos formas de construccién a ppattir de los lienzos de fachada. La construccién por elementos de un piso (elementos cortos) Los elementos de la estructura de un solo piso quedan ensambladios con el piso inferior. En efecto, los pisos descansan los unos sobre los otros de manera indepen diente. Este sistema permite, por consi guiente, el empleo de maderas cortas y las fachadas pueden estar en voladizo. En contrapartida, se necesita una altura de forjado envigado considerable entre los dos pisos. Gracias a esta técnica se ha lo- grado construir edificios de varios pisos (Ggura 170) La construccién para fachadas completas (elementos largos) Este procedimiento se ha utilizado en edificaciones de dos pisos, como méximo, permitiendo un grueso de forjado mAs re- ucido. Los pies derechos de esquina son de ma sola pieza y ascienden desde el suelo ala cubierta (figura 171), las vigas maestras se unen a los pies derechos por medio de ensambladuras de espiga pasante, que no aparece vista en la fachada, Los inconvenientes de las maderas lar- gas son las importantes escuadrlas ne- cesarias por la estructura. La evolucién de este sistema constructive, a base de pies derechos continuos, ha dado origen a la construccién de modernos edificios de esqueleto de madera. Mediante este sistema de columnas portantes de ma- dera unidas a base de caja y espiga 0 cla- vijas, los carpinteros, que de esta forma daban testimonio de su calidad profesio- nal, construfan en un tiempo récord el es- queleto de una casa. Desde finales de la Edad Media, en las ciudades se edifican casas de varios pi 08, El entramado es, con gran diferencia, el sistema de construccién més utlizado en razén de las amplias posibilidades ar- quitect6nicas que offece y de su interés econémico, El método més antiguo es el de ele mentos largos 0 casas de columnas, que utliza los pies derechos de esquina de una sola pieza, a los cuales se ensamblan Jas piezas horizontales por medio de una espiga reforzada, Figura 170 Este método presenta el inconveniente de su peso; ademas necesita troncos $6 lidos y rectilineos de 7 a 10 m de longitud; asimismo es bastante dificil ensamblar correctamente las largas piezas horizon tales (soleras) con los pies derechos. De este modo, y debido a razones de dif cultad técnica de montaje, dichas casas son poco adaptables a las callejuelas, que por lo general eran estrechas. Finalmente, el sistema no permite la construccién en voladizo, tan practica en Jos pueblos donde los terrenos de cons- truccién son de nivel irregular 0 en donde es necesario construir en altura en varios niveles. Hacia la mitad del siglo x1 se adopta ‘el método llamado de elementos cortos, fen el cual los pies derechos de esquina no tienen més que una altura de piso, por tanto su longitud es interrumpida por las Elementos largos para la construccién de fachadas y estructuras de madera Estructuras de madera para la edificacién Figura 171 Biblioteca Atrium de la Carpinteria - 5 Figura 173 Figura 172 soleras con las cuales se ensamblan a me- dia madera. La ventaja innegable de este procedi miento unida a su ligereza y solidez esta incrementada por los lienzos verticales y horizontales, que, estrechamente imbri cados los unos dentro de los otros, trans- forman el entramado en un conjunto rigido. Esta técnica de elementos cortos pre- senta la ventaja de utilizar piezas menos rectilineas, lo cual es beneficioso en las regiones de plantaciones de frondosas (roble, castafio), donde se pueden em plear maderas escuadradas y trabajadas con la azuela, provenientes de talas. A partir de esta época y gracias a esta técnica, los edificios pueden elevarse hasta los cinco © seis pisos, en los cuales Ja estructura horizontal de cada uno sive de plataforma de trabajo para la edifica- cién del piso siguiente, Hoy en dia calles antiguas de ciudades europeas cuentan con muchos edificios construidos mediante este procedimiento ¥ que datan de los siglos xvt al x0 Sorprende la similitud de estos méto dos con los utilizades actualmente en América del Norte y en Europa, en las construcciones con vigas y pilares de es: queletos con platalormas que estin des: tnadas a la edificacién de inmuebles de varias plantas. La construccién de estructuras moder. nas de madera a partir de pies derechos y niostras retoma las ventajas de las anti uas estructuras de pies continuos y evita sus inconvenientes al utilizar ensamblajes metalicos entre los pies derechos y los ti antes (figura 172). El dimensionamiento de las secciones no responde mas que a los imperativos de la estética, puesto que no son debilitadas en los puntos de unién y ensamble, Evolucién estructural La construccién de estructura 0 esque- leto de madera viene caracterizada por una reticula portante a la cual se adosan elementos planos que tienen por funcién el cerramiento de los planos y no son ele- mentcs portantes, Sus ventajas estan be: sadas en la existencia de unos pocos elementos de estructuras derivadas de las solicitaciones estéticas, y de la forma de construccién abierta con libertad de concepcién. La disposicién de las paredes, en prit- cipio, no depende de la reticula const tutiva de la estructura; los subespacios que se forman son libres. Se considera la edificacién en esqueleto como la técnica mas antigua de construccién La necesidad econémica de raciona lizar los métodos de construccién ba permitido a los paneles portantes tener importancia en el mercado de sistemas constructives. Dado un sistema de este tipo, la funcién portante de los muros deja poca libertad para la concepcion y crea- cién de los espacios. Para conseguir mayores posibilidades de creacién arquitectonica, sin renunciar a las ventajas de prefabricacion, han sido modificados hacia una estructura portante constituyendo una reticula més exenta y dejando de esta forma una mayor libertad para la disposicién de fachadas y tabi- querias (figura 173) LAS ESTRUCTURAS PORTANTES Las estructuras portantes estén consti tuidas de una manera sencilla por pies derechos, vigas maestras y forjados que se apoyan sobre las jacenas 0 estan en- sambladios lateralmente, La estructura reticulada, que puede modificarse libremente en el campo de la

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