FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL ey
Las cldusulas de uso comtin se presumen aunque no se expresen.
__ Cédigo Civil, articulo 1622: “Las cléusulas de un contrato se interpre-
‘unas por otras, déndosele a cada una el sentido que mejor convenga al
en su totalidad.
»podran también interpretarse por las de otro contrato entre las mismas
artes y sobre la misma materia.
*0 por la aplicacién préctica que hayan hecho de ellas ambas pattes, 0
yna de las partes con aprobaci6n de la otra parte”.
Ibidem, articulo 1623: “Cuando en un contrato se ha expresado un caso
explicar la obligacién, no se entender por solo eso haberse querido res-
tringir la convencién a ese caso, excluyendo los otros a que naturalmente se
extienda”.
Ibidem, articulo 1624: “No pudiendo aplicarse ninguna de las reglas
ites de interpretacién, se interpretardn las cléusulas ambiguas a favor
del deudor.
Pero las cléusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por
una de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretaran contra ella, siempre
que la ambigiiedad provenga de la falta de una explicacién que haya debido
darse por ella”.
Laaplicacién de estas reglas a las condiciones generales de la contrataci6n
es un tanto problematica, como vamos a ver.
U2; TEAS CONDICIONES GENERALS DE.LLA CONTRATACION*
A) Concepto
mpresaDERECHO COMERCIAL
102
tos mas adelante.
arrollaremos estos concep : o :
a ae complicado merece una aclaracién. Es conveniente Citar
. Asunt aria ; :
a ApaM Sora? cuando nos recuerda que Benes
ar los precios”.
del hecho de que con la “apertura econémica”
e moda, la realidad es que su afirmacién es
O ciantes hi sale una
conti Sp . Son corrientes en nuestros dias
los compromisos, contubernios, pasteleos 0 compadrazgos entre empresas,
que dirigen sus actividades a poner sobre el tapete de la economia nacional
practicas colusorias, es decir, practicas que implican un atentado contra los
consumidores, a pesar de estar prohibidas por la ley. En otras ocasiones y en
violacién de las mismas normas, llevan a cabo practicas abusivas, aprovechan-
dose de su situaci6n privilegiada en el mercado, y, cuando menos, realizan
actos de competencia desleal contra el ptiblico.
B) Condiciones anteriores al contrato
Supuesto que ya se ha reunido el grupo de empresas, lo primero que se
acuerda tiene que ver con los presupuestos de la contratacin o requisitos previos
que debe reunir la persona que intente acercarse y solicitar su vinculacién a
un negocio juridico con el grupo, cualquiera que este sea.
1. Eneste terreno, dicho grupo de empresas se compromete a no contratar,
en primera instancia, con cualquier persona natural o juridica que figure en un
banco de datos, al que también se llama libro negro. Es muy conocido el pro-
blema que ha vivido el pafs recientemente con las acciones de tutela contra los
‘bancos de datos”.
gamer paca’ ie peace Politica, expresa: “Todas las rp
moe mare ee penal y familiar yasu buen nombre, i:
Comers be Ph Tespetar. De igual modo, tienen derec i
sobneellanen beri os bs be i ne me peprraciones gue se hayan rec ae ;
(Bastardillas fe rchivos de entidades piiblicas y privadé
“En la recoleccién,
libertad y demas garanti tratamiento y circulacién de datos se respetarin !*
tfas consagradas en la Constitucién”.FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL pe
Del contenido de la norma y de los resultados de la accion de ee Fai
puestas contra los “bancos de datos” se colige lo siguiente: es ae * ck
a.una persona en los bancos de datos por hechos ciertos cometido Ps
.rsona, pero no se pueden utilizar dichos medios informaticos como instru-
mento de presi6n, chantaje 0 coaccién, como si por medio de ellos, y por poner
un ejemplo, se pretendiera cobrar deudas prescritas 0, peor aun, obligaciones
que no existen.
Por tanto, en esta parte de las considera
Ja cuestin por terminada.
2. Otro procedimiento o presupuesto basico
mas razonable, por cierto, opera cuando los miembr
se obligan a realizar entre ellos ciertas consultas que estal
contratar 0 no con determinada persona. Asi aparecen las Ilam:
de riesgos” de comin uso en el sector financiero. Toda persona tiene una ca-
idad de endeudarse, capacidad que esta en proporcién directa a Jos bienes
las rentas que reciba por otros conceptos,
tral de riesgos, la misma persona puede,
trega de un balance
ciones objeto de este tema, damos
ala contratacin, mucho
os del grupo de empresas
blecerdn si se puede
adas “centrales
paci
que posee, al sueldo que devenga, a I
etc. Enun sistema que carezca de cen\
por ejemplo, solicitar un crédito en un banco, haciendo ent
yuna declaracién de bienes y respaldarlo con una garantfa personal que puede
consistir en la firma de un pagaré. Después repite la operacién en otro banco
y luego en otro y en otro, y asf indefinidamente, hasta obtener créditos por
un monto muy superior al total de los bienes que componen su patrimonio.
Luego, naturalmente, se ve imposibilitado para cancelarlos y los bancos no
encuentran bienes suficientes para caer sobre ellos mediante procesos ejecu-
tivos. La central de riesgos evita que esto suceda. Ald llegan todos los datos
que los bancos y otras instituciones financiers suministran cuando conceden
créditos y mediante una simple consulta se puede saber cudntos créditos ha
obtenido una persona y si todavfa esta en capacidad de endeudarse mas 0 si
ya ha agotado sus posibilidades. La central de riesgos protege a los bancos y
en cierta manera protege también a los individuos 0 empresas que con ellos
contratan, pues les impide sobrepasar su verdadera capacidad para endeudar-
se. El sistema ha funcionado satisfactoriamente y ya las camaras de comercio
han montado centrales de riesgos a las que pueden adscribirse los comerciantes
y actualizar sus datos, que la cémara de comercio distribuiré adecuadamente
a quienes soliciten informacion. ni
3..Otros requisitos que preceden a la contratacién derivan de la condicién
de virtual monopolio u oligopolio en que trabajan las grandes empresas. Asi
la exigencia de consignaciones minimas para la apertura de cuentas corrien-
les, la pertenencia a ciertos clubes para obtener tarjetas de crédito especiales,
exigencias a veces inicuas para otorgar préstamos 0 conceder sobregiros, ae
titudes todas ellas referidas al sector bancario, quizas por ser el mas conoci ido.104 DERECHO COMERCIAL
C) Condiciones generales del contrato
Un segundo punto de la materia que tratamos, analiza las condiciones
generales del contrato elaborado por las grandes empresas. En este aspecto
podemos decir que es corriente en la ciencia del derecho hablar de los “contratos
de adhesi6n”. Sabemos que los contratos de adhesi6n se caracterizan porque
una de las partes, la parte fuerte o la parte dominante, determina las condicio-
nes del contrato a la otra parte, designada como parte débil, y a esta solo le
resta decir sf 0 no, a las imposiciones que se le plantean. Mas el concepto de
contrato de adhesion es demasiado amplio, por cierto, para que nos sea util en
esta exposicién. Un contrato de adhesi6n puede ser completamente informal
como cuando en la madrugada queremos comprar cigarrillos y el duefio de
la caseta pide el doble o el triple de lo que normalmente valen, o cuando se
toma un taxi y el conductor ilegalmente demanda una cantidad exagerada por
el viaje, no obstante lo cual, un pasajero con prisa o afan accede a pagarla.
1. Nuestra intenci6n es llegar a un concepto de contrato mas especializa-
do y mas adecuado a nuestros fines. A este tipo de contrato, utilizando un
anglicismo, le lamaremos “contrato esténdar”. Un contrato estdndar se ca-
racteriza por las siguientes sefiales:
a) Es un contrato prefabricado por la parte dominante.
b) Es un contrato impreso, en todo 0 en parte, por adelantado.
c) Es un contrato que se realiza en masa y no aisladamente.
d) Es uncontrato que se cifie a ciertas condiciones generales determinadas
por un grupo de empresas 0 por una empresa monopolistica.
) Es uncontrato que, muchas veces, no integra en su totalidad las clausu-
las o estipulaciones que configuran el acuerdo, pues se remite a otro documento
(reglamento, manual, acuerdo interempresarial o pauta de comportamiento).
2. Un contrato estandar incluye, por tanto, condiciones generales. Pero
sea este el momento de distinguir entre dos conceptos que frecuentemente
suelen confundirse. Una cosa son las condiciones generales de la contrata-
cin, mientras que otra son las condiciones generales del contrato. Estas s¢
deducen del texto mismo del documento que ha de ser firmado por las partes.
Las primeras, en cambio, pueden consistir en requisitos previos al contrato,
como ya hemos visto, 0 coeténeos 0 posteriores al mismo, sin perjuicio de
Jos que se encuentren consignados en el acuerdo negocial 0 en textos legales.
Dicho de otra forma: las condiciones generales de la contratacién son mucho
més amplias que las condiciones generales del contrato, pues abarcan aspec-
tos previos, sustanciales 0 concomitantes, y también consecuentes, siendo
todos ellos decisivos y determinantes en relacién con el contrato mismo. En
consecuencia, el contrato esténdar supone una derivacién de las condiciones
generales, dirigida ya expresamente a un texto en concreto.FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL ue
Como siempre, estas cuestiones, sumamente complejas, pueden reducirse,
para mejor comprensi6n, a un esquema bastante simple:
Condi
ones generales de 1a contratacién
Contratos estandar
r |
Contratos tipo Contratos semiabiertos
a
Adhesién por reenvio
3. Los contratos tipo estan redactados en su integridad por la empresa 0
grupo de empresas. A la otra parte, la que hemos convenido en Hamar débil,
solo le queda poner sus datos de identificaci6n; si acaso, puede afiadirse algin
otro contingente variable que depende del contenido mismo del contrato. Es lo
que ocurre, por ejemplo, en los pasajes aéreos, que presuponen la aceptaci6n
porel viajero de todo el contrato de transporte y que en su formato apenas dejan
espacio para poner el nombre del pasajero, los lugares de salida y destino y
al precio del pasaje 0 flete. Lo mismo sucede con la mayoria de los contratos
bancarios y en muchos otros casos.
4. Los contratos semiabiertos en parte estan elaborados sobre la base de
condiciones generales, como siempre, establecidas por el grupo de empresas;
pero, en parte también, dejan ciertos aspectos del negocio juridico a la libre
discusi6n entre los contratantes. Las condiciones generales desde luego, se en-
cuentran preimpresas, pero los formatos correspondientes a este tipo de con-
tratos presentan espacios en blanco, que pueden ser rellenados por voluntad
de dichos contratantes. As{ sucede con los modelos de contratos de arrenda-
miento, con ciertas pélizas de seguro, etc.
5. La adhesion por reenvio configura una particularidad muy especial en
los contratos realizados en masa, es decir, realizados por grandes empresas.
En miltiples ocasiones un contrato se remite a otro contrato distinto o a un
teglamento, manual o acuerdo; es lo que ocurre muy frecuentemente con los
conocimientos de embarque que, en algunas de sus estipulaciones, envfa 0 ex-
Pide al contratante a la péliza de fletamento, documento distinto, no siempre a
disposici6n del interesado; el firmante queda as obligado por cldusulas que no
onoce, por encontrarse en un texto diferente al que firma y al que no siempre
lene acceso inmediato. Similar situaciGn se presenta en el transporte aéreo;enero COMERCL
106 remiten en su contenido aciertg,
» e1susulas den tran a disposicién del pic,
de} ioe eee que se supone érea, pero en Ja préctica nadie consulta
manuales de Pei ia compaifa ei ‘ntrico, asi que Nos encontramos co,
ae algun ‘conocen el ence oe os was y
ntrato. En el sistema bancaric
a aged obligaciones eee ioe acuerdos interbancarios, i
el conten e imposible co! bancaria, porque eran “secretoy”
‘mucho tiempo fue iente
as remite el contrato de area hacerlos puiblicos.
hoy, por fortuna, Ia aia es malo de por st. A veces ocutre que en un
6. Pero no todo lo Se y sujetos a ‘camisa de fuerza todos los posibles
eae eee alee con las condiciones generales del contrato,
a Fd Ee a la luz de extraordinarios aspectos positivos. Los con-
a ae razonablemente elaborados por los grupos de empresas,
Beers cuice dos especializados. Solo este hecho
presa del grupo, sino también a los
suelen aber sido redactados por ee
{ mismo, no solo a cada em|
ee ‘Ademés, las condiciones generales del contrato evitan
‘o de Comercio; estas normas
clientes de la empresa. J ne
laaplicaci6n de las normas supletorias del Codigo de
supletorias no son un dechado de perfeccion en multitud de casos, pero, sobre
idas por el sujeto comin y corriente que no tiene codigos
todo, son desconocic y<
en los anaqueles de su biblioteca. Las condiciones generales le permiten al
ciudadano cuidadoso, que lee los contratos que firma, enterarse perfectamente
del alcance de sus derechos y obligaciones ante contingencias que tal vez nunca
pudo sospechar. Pero mds importante todavia: las condiciones generales del
contrato suplen las lagunas o vacios legales y de esta forma contribuyen po:
sitivamente a la seguridad juridica, pues se eliminan dudas, malos entendidos
y se regulan situaciones no contempladas en los cédigos.
7. Pero, insisto, esto sucederd en un sistema que controle debidamente
alos grupos de empresas, porque de lo contrario, como dice GarriGues
eed que “En muchos casos, estas cldusulas tienden a reducir al minimo
: cacti contractuales de la empresa, a exonerarla de responsabilidad
y a excluir todas las reglas del contrato cuya aplicacion puede ser lesiva a
Sus intereses, Par: 7 3 puede ser lesiva a
‘4 conseguir mas facilmente esta finalida - ries
generales suelen redact Aloe ‘a finalidad, las condicione
tarse icionalmente de manera poco clara”
D) Condiciones generales de terminacién unilateralFue
'NTES DEL DERECHO MERCANTIL
107
sinrazones con un
mos encontrar i ctSo Fzonable, En materia de contratos ban-
Este cancelard la cuenta eee ejemplos de cancelacién por el banco:
ja (aunque la Superinten coe que el titular la maneja en forma ina-
le exige motivar la decisié
isin).
, Devoluci6n de tre:
cheques en el contrato de cuenta corriente bancaria,
aturaleza juridica
pensleza pee aes condiciones generales de la contratacién y
5 quellas, nos obligan a considerar la cuestién
lor pone fuentes del derecho mercantil. Ambas, por principio, son
“Nghe Be, de ae Buea al departamento o terreno comercial
0 tuye hoy problema alguno, ni se discute por los especialistas
teria. Lo que aqui vamos a tratar es una imple cuesti6n de encaje.
ueda fuera de toda duda que en ciertas ocasiones el Estado prohibe
na o algunas cléusulas de las condiciones generales; no es este, desde
), el problema que nos ocupa. porque las estipulaciones prohibidas son
Porejemplo, el Estatuto Organico del Régimen Financiero prohibe a
ancos exigir saldos mfnimos en las cuentas corrientes. Pero, en otras oca-
, las clausulas son permitidas y entonces surge nuestro problema.
diciones generales. En tal caso
El Estado mismo impone algunas cont
Jos contratos tienen, indudablemente, fuerza
igatorias en la prestacién de servicios pu-
articulos de primera necesidad, contratos
tipulaciones correlativas en
"Tal ocurre con las tarifas obl
regulaciones de precios para rs de
ivos, normas corporativas, normas sindicales, etc.
s veces, las condiciones generales del contrato elaboradas por la
ao, mas frecuentemente, por el grupo de empresas, deben ser some-
aprobacion oficial por algtin organismo del Estado. Tal aprobacion
a en definitiva un i e otorga a las condiciones
‘a ratificacion legal qu i
cardcter de norma obligatoria, a pesar de haber sido elaboradas por
privadas (hasta hace poco,
ese era el caso de las condiciones gene-
los contratos de seguro que aparecian en las cléusulas gee a
‘virtud de lo dispuesto en el decreto 663 de 1993, a se cet ie a
acion de la Superintendencia Financiera) Te pee uP s
ndiciones generales se convierten enregla ual oe . pen a
2. A falta de la intervencion del Estado, las con isa ae sa
rato, en tanto puedan ser lefdas ¥ comprendidas por las P' es ee
de las estipulaciones contractuales ba
de Comerch como fuen!
en tal sentido,
al articulo 4° del Codigo
tes del derecho mercantil.DERECHO COMERCIAL
108
Cues! ici rales de la contra-
i ds difici tean las condiciones gene! ¢
3 tién mas eee at un organismo del Estado, ni se deducen
Seine n escritas en él, mas se aplican. En
e no aparece! ais i
ba pe oes ees) segin un entendimiento arménico, nos
esta je
os 21, 44 Lo cierto es que si se
esta de Garricues”!: “[...] f
inelinamos por acoger la opinion actual, estas normas unilateralmente
respetan los limites dela baenae fee a las que estos quedan sometidos
impuestas por Jas empresas a sus clientes y a ite adera fuente del
aun cuando no las conozcan, merecen la calificaci¢ n de ve ae le!
derecho mercantil, por cuanto se aplican sin consideracion a la voluntad, ni
declarada ni tacita, de los contratantes. Por ello cabe pensar que estas condi-
ciones generales de la contratacién se asemejan ala: costumbre mercantil norma-
tiva [...]”.
4, Enresumen, dentro del orden de precedencia de las fuentes del derecho
mercantil, las condiciones generales pueden aparecer en distintas partes, asi:
a) Normas imperativas: condiciones generales de la contratacién y del
contrato, en cuanto estén impuestas 0 ratificadas, directa 0 indirectamente, por
organismos del Estado.
b) Estipulaciones de las partes: condiciones generales del contrato, ex-
Ppresamente consignadas en él y comprensibles para las partes.
¢) Costumbres normativas: condiciones generales de la contratacién,
Tatificadas por organismos estatales, ni visibles en el contrato, pero ajustadas
al recto proceder entre comerciantes, a la buena fe, a la moral y a las buenas
costumbres, que parten de hechos reiterados, puiblicos y uniformes.
F) Los principios del derecho en las condiciones generales
Este problema no se presenta en relacién con las cléusulas ambiguas
que Puedan aparecer en los contratos, pues tal Contingencia ya se encuentra
Satisfactoriamente solucionada por el articulo 1624 del Cédigo Civil que jui-
c1osamente declara, deben ser interpretadas contra quien las puso.
La idea fundamental e incontrastable radi,
e Tadica en que una clausula puede
a ae clara y, sin embargo, Constituir en cierta forma un io. ry
que hemos Beene ne taheveiacie fia ee ndenentle
liberalismo de los siglos xvm y xix, POESDH ME Mig9 de ery
1. La aut i
Suionomiade la voluntad, que implica la libertad de escoger, Pero
inmedi i
_ a Perron estate rea épuede la parte débil realmente escoger?
poleén— intentara hoy ri redactores del C6digo de Comercio de Na-
un apartamento en Bogoté y acudiera a una