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LA PALABRA EN LA VIDA. Y LA PALABRA EN LA POES{A Hacia una postica sociolégica Valentin Voloshinov (MM. Bajtin) 1 Ela ciencia iterara, el método socilégico se ha aplicado ‘asi exclusivamente par trata las cuestones historias, mien- tas que los problemas de Ia lamada podicaterica —todo el ‘culo de problemas concerientes a la forma artistic, asus diferentes momentos, a su eso, etc, casino han sido abor- ddades por este metodo. -Existe una opinion erénea, compartida, no obstante, tam bign por algunos marxstas, de que la apicacién del método socioldgico s6lo es lgitima cuando la forma police artist- a, ala que el momento ideoldgico —el del contenido— hace ‘ds compleja, empieza a desarllarse histricamente en las Condiciones de la realidad social externa. En cambio, en sf misma la forma posee una naturaleza particular, que no €3 Socioldgica, sino epectfcamente artistes, as{ como posee tambien sue propiaslyes. ‘Este punto de vista contradice radicalmente las propias ba- ses del método marnsta: $4 monismo y su. historicidad. La ruptura entre I forma y el contenido, la ruptura entre la teo- ny la historia es el reeltado de semejantes puntos de vista, Sin embargo, vamos a examinar estas opiniones falsas eon 108 cierto detenimiento puesto que son demasiado caractersicas para todos los estudios de arte contemporancos "Es el prof. Salaun’ quien propone un desarrollo més preci- so y consecuente de este punto de vista. Distingue en la Iitera- ture y en a historia dos series: fa Iamanente Ginterma) y bt causal Fl nsécleo artstico» inmanente dela literatura posee tuna estructura perdcular, que le es propia, y una ley especi- a: es capaz, ademds, de su propia evolucin enaturals, Pero fen el proceso de este desarrollo la literatura se somete a uns fceion weausale del medio social exta-arttico. Un socilogo hada tiene que hacer con el enileo inmanentes dela literati tm ota enfera sblo compet on sus métodos especticos* El métedo socilégico, en cam bio, puede estudiar con éxito sélo la interac causal de la literatura oon el medio social extr-atstico que la rodea. EL andlisis inmanente (no sociolopico) dela esencia de a literate Try de sus leyes auténomas Intinsecas debe antcipase al andlisis socilogica? ‘Un socilog marxista no puede estar de acuerdo con una afirmacign semejante, Sin embargo, nos vemos obigados a = Conover que hasta ahora Ia sociologta ha estado elaborando, ‘casi exchsivamente, las cuestiones concretas del historia lit- Tara; no ha hecho ni tn slo intento sero por estudiar, con la ‘ayuda de sus métodos, ala Iamada estructura sinmanente» de luna obra arttica, Esta dltima, de hecho, esté plenamente a isposiién del método esttice y psioldgico y de otros que ada tenen que ver con el de la socologa, TP nn fa er ct 1 rasa fopteeereemie emcee ‘SEL elem dss amano nine br te pe ee Somenmameearees “Claman ean ons ees ama a mic opener ens eee eee Postar eremantaaas Zoe Seca eas SiS eeraniee emer iors: Sabaessmonsme -Sinshionee ssi I pottcatecrcae histériea que 107 LT Para cerciornrse de ello basta con revisarcuslguler trabajo sobre la posta, 0, en general, sobre los estudiostodrias de fre. No hallaiamos en el ni rastro de la aplicacin de las Categorias sociolgieas. El arte es tatado como si «por su nae turleza» fuera tan ajeno a lo socioldgico como lo es a estruc- tur fren 0 quimica de un cuerpo, La mayoria de ls estudlo- sos de arte rusos y europeos afrman justamente esto acerea de a literatura y de todo el arte, y con este fundamento destin- ddan insstentermente los extudios de arte como una ciencia c= pecial, separada de cualquier enfoque sociolégico. "Motivan su asercién mas 0 menos de la siguiente manera: cada comm que se haya convertido en objeto de demanda y oferta, es decir, en mereancta, por su valor y por su movimien to en la sociedad humana se somete ls lees socloecondmi- as; supongamos que conocemos perfectamente esta ly per, 1 pesar de ello, estamos lejos de entender ago de la estructura sea y quimica de esta cosa convertida en mereancia. Por el contrafo, la mereadotecnia necesia antes un andlsis previo fisco-quimico de Ia coms. ¥ s6lo a un fisco-quimico, con Su rmetodelogia especfca, le compete realizar un andliss seme- jante: Seguin la opinion de estos estudiosos de arte, la sity dn en su campo es andloga. Entonces el art, siendo un fae tor social sometido ala influencia de otros factores asimismo socials, est sujeto, por supuesto, a una ley socioldgiea gene- ral, sélo que de esta ley jams podrfamos deducir su esenc ‘esttoa, dela misma manera que no podemos deducirningu- na férmula qutmica de la ley econdmica de la circulacion de ‘mercancias. Los estudios de arte y de la podtca terica deben buscar ura férmulaespeciica similar en la obra de ate, con plena independencia de la sociologi, ‘Una concepeion semeante de la esencia del ate, como he- 1mes dicho, contradice radicalmente los fundamentes del mar smo. En efecto, es imposible encontrar una férmula quimica ‘mediante el metodo Sociolégio, pero una eférmulay cientica para cualquier esfera de Ia idolopia slo puede encontrarse on los méiodos sociolgicos. Todos los demas métodos sin ‘mapentes» se enredan en el subjtivismo. Hasta ahora no pue- den salir de una estéril lucha de opiniones y puntas de vist, y ‘menos ain son capaces de proponer algo que tan siquiera lj 108 ‘namente resulta semefante a una (emule quimica, riguross precisa. Por supteso, tampoco el método marxista puede pretender la bdsqueda de una formula: en la esfera de la cien- ‘ia de la deologa, por la propia naturaleza de objeto de estu- dio resulta impesible el rigor y In precisign de las eiencias hu ‘manas, Pero un grado maximo de scereamiento a una cent ‘dad efectva en el estudio de la creacion ideol6gca legs 2 ‘Ser por primera ver posible gracias al método socilégico en Ss concepcién marxsta. Los cuerposfisicos y quimicosexisten también fuera de Ta sociedad humana, mientras que todos los productos de la erecién ideoldgica se culivan s6lo por y para Tn sociedad. Las defniciones sociales no les Hegan desde ura, ‘como las definicions de Tos everpos de la naturalera: ls fore ‘macionesldeologicas son ftema e tnmanentemente socolii- (as, Con respecto a iss formas poliess 0 las del derecho nadie ‘hegaria esta realidad zou ex Ia esencia inmanente y no so- Goldgica que puede encontrarse en elas? Los matices forma les mas sutles del derecho o del orden politico son igualmente accesible, slo por! método sociolégico. Pero el mismo plan teamiento es valido para las otras formas ideolgicas. Todas ‘las son completamente sociodgica, aunque Su estructurs, Tuctuante y comple, se somete al andlsis con una gran difi- salad El ate es asimikmo inmanentemente socal, E1 medio so- cial extrvartistico, al inflenciat el arte desde ol exterior, em ‘entra en éluna respuesta Inmedita e interna, En el ats, lo {gue no e3 ajeno asa sobre To ajeno, y una formacién social Influye sobre ot. Lo exéic, lo mismo que lo juridio o Io ‘ognosctvo! son fa slo wea varadad de lo socal; por lo tan- tor la teora dl ate no puede ter sino una sociologta del arte [No le queda ninguratarea winmanentes 4. ihn mah i i dvi spar ee ta curl deo exc aie fom plan ec cen ej we Dal nl mony sr lw nl prs wn eran nea ehaeceecieas 109 0 Para leva a cabo una aplicacin correcta y prodictva det andlisi sociol6gico a la teora del arte, y en particular la pottica, es preciso dejar de lado dos puntos de vita falsos, que Fedlucen por extremo los limits del arte aslando tan sto ak fzunos de sus momentos I primer punto de vista puede ser definide como la fri- ‘hizacin de una obra de amt en cuanto objet Est fetichis- ‘mo actualmente predomina en los estudio de arte. El campo | de vsidn del ivestgader est limitado por la propia obra de fare, que se analiza como si éstafuese lo exhaustivo en todo late. Tanto el ereador como los contempladores permane- ‘en fuera del earnpo de visén, El segundo punto de vista, por el contrario, se limita al estudio de In pique del ereador 6 bien del contemplador (mis frecuentemente se pone un signo de igualdad entre ambos) Las vienclas del receptor 0 del creador de arte desde este punto de vst sustituyen al propio ate “As pes, para el primer punto de Vista, el objeto de laine vestigacign ef unicamente la estructura dela obra en cuanto objeto, mientras que para el segundo, lo estan sto la psique Individeal del ereadoro dl receptor. El primer pain de vista en una investigacion estéica le 4a priordad al material. La forma, entendida de un modo ‘muy restrngido, como la forma del material, que lo organiza ‘como abjto nico y acabado, llega a ser el objetivo principal y ‘asi Gnico de In investigncién, El lamado «método formals es na variante de ese primer panto de vista, Para este método, wna obra poetica es un ma- terial verbal, rganizade por la forma de uns manera determi- ‘nada. La palaba (slov0] no se analiza como un fenémeno so- lolégico, sino desde un punto de vista abstractamente lings ico, Es comprensible: la palabra concebida més ampliamente, ‘como un fendmeno de la comunicacién cultural, deja de ser tuna cosa eentrada en s{ misma y ya no puede ser comprendi- da independientemente de lasituacion social que la ha engen- dado EI primer punto de vista no puede ser desarrllado hasta no sus dkimas consecueneias. Al parmanccer dentro dels mites del aspecto objet del are, resulta imposible sefialar como se delimita el material y cusles son los aspectes que poseen un significado arstio. El material en s{ mismo se confunde con tl medio exr-artstico que lo rodea y posee un ximero infin to de aspects y definciones: matemitcns,fsicas, queasy, finalment,lingistiess. Par mts que analicemos todas las pro- pledades del material y todas las combinaciones de estas propie- fades, jams podremos deseubrit su significado artistic sin fgrepar de contraband un punto de vista distinto, ue no re base ef marco del andlisis del material, De la misma manera, por tds que analicemos la estructura quimiea de agin cuer- po. jams entenderemes au valor de mereaneta sin adopear un ‘unto de vista econémic, EL intento del segundo punto de vista por encontrar lo est tico en In peique individual del ereador © contemplador es ‘gualmenteinfructuoso, Si continuamos con nuestra analogts sconémica, se podria decir que un intento similar habria sido ‘de poner de manifesto Ins relaciones objetivas de produc- ‘én que determinan la posicién del proletaro en la sociedad ‘mediante un anlisis de su psig individ ‘A fin de cuentas, los dos pntos de vista pecan de un mis. smo ror: inlentan encontrar wna pare 7 ta totalidad: hacen fsar Ia eatractur de ina parte separada dl todo por I ee fructurs de la totadad. Mientras tanto, lo saristicos en ‘ompletud no se encuentra en el objeto, ni tampoco en la psi- ‘qe aislada del ereador o del receptor, sino que abarca los tes momentos a la vez, Lo artistico representa ua forma espacial dela interelacin del creador con los receptors, relcion: ada tna obra de art. Exta comimicacén artistica crece sobre la base comin para todas las formas sociales, pero conserva, sin embargo, Igual que las demas formas, su propa singularidad: se trata de tun po especial de comunicacién que pee una forme propia, Carncteristicas6lo de este tipo. La tarea de la pode socal. 2 es comprender esta forma especfca de comnicacion social, tealzada y fjada on el material de wna obra artistic. ‘Una obra artista tomada fuera de esta comunicacion & Independientemente de ella, representa tan s6lo un objeto fii am co 0 un eerie lingustico; se hace artista solo en el proce- $0 de interaccién del creador con el receptor como momento ‘sencil en el acontecimiento de esta interaceion. En el mate: Fal de una obra de arte, todo aquelo que no puede ser inte- trade a la comunicacion entre el reador y el receptor, todo ‘quello que no puede ser el «medion de esta comunicacion, tampoco puede adquirir un significado artistico. Los tntados que subestiman Ia esenicia social el arte, tre tando de encontrar st naturaleza y sus pecullaridades tan slo fen la organiaacion de Ia obm en cuanto objeto, en realidad se ‘en obligades a proyectar(proletsiova' la interrelacién social del creador y contemplador sobre los diversos aspectos del material y de los procedimientos de su composicién forma. ‘De la misma manera la estética psicolgica proyecta las mis- mas relaciones hacia Ta psique Individual del receptor. Esta proyeccién dlistorsiona la pureza de estas intenclaciones y flee un conceptafalso tanto del material como de la psique ‘La comunicacién aristica finda en una obra de arte, como hhemos dicho, es absolutamente singular yno puede reduclse ‘otros tipas de la comunicacin ideolégix: en la politica, en tl derecho, en Ia moral etc. Sila comunicacién poten res las instituciones yas formas de derecho correspondintes, a ‘comunicacion estétca organiza tan s6lo una obra de arte. Si hlega esta taea, si tata de crear, aunque sea momenténea- ‘mente, una organizacién politica o alguna otra forma ideo 2, pot lo mismo deja de ser la comunicaclon etic y perde Sn sngulardad, Espo caracterstio dela comuniencin est fog es justamente el de quedar plenamente concluida con la ‘ereaci dela obra con sus permanentesrecreciones median tla contemplacin creatva corjunia, 9 no requerir ninguna ‘otra objeivacion. Pero, por supuesto, esta forma peculiar de ‘cominicacign no aparece aislada: participa en la corient dni- ‘cade Ia vida socal, refleja en sf la base econémica comtin y entra en interaci6ne intercambio de fuerzas con otras formas {de comunicacion, El propésito de nuestro trabajo es un intento por compren der la forma de Ia enunciacién poctica como forma de esta ‘specifies comunicacin estéica realizada en el material de a palabra, Para esto tendremos que analizar més detalladamente 112 lgunos aspectos de la enunciacinartitica fuera del arte, en 1 discursocatdiano com, puesto que ya en éste se encien- ‘wan los fundamentos, las potencialdades de una forma artist ca futur, La esenca social de la palabra aparece aquf mis lara y nitidamente,y la relacion de la enunciacién con el me- io socal ircundante se somete con una mayor facldad al analisis igurso, i La palabra en I vida, con toda evidencia, no se centra en (misma, Surge de Ia situacién exraverbal de la vida y con- serva con ell el vinculo més estrecho. Es mds, la vida misma completa directamente a In palabra, ln que no puede ser sepa- ada de la vida sin que perda su sentido. He aqu las caracteristiensy las valoraciones que solemos contribuir a los enunciados deterrinados de la vida real: ces Imentira, ses verdads, west dicho atrevidamentes, «no habla aque deci, ete “Entonces, sas y otras valoraciones semeantes, no impor- ‘a qué eritero las drige —éico, comasiivo, politico w otro—, sbarcan mis lejos y ms extensamente lo que se encuentra en aspecto propiamente verbal, lingistico del enunciado: jun- fo oom la palabra abordan cami l stuacton exraverbal de 1 erumciacion. Estos jucios y valeraciones se refleren a una, certs walidad eu le eal be palana dlvetamente ena en Contato con el acontecimienta de kr vida y se funde con él en ‘una unidad indisoluble. Ta palabra tomada_aisladament, ‘come fenémeno puramente linghisico, no puede ser verdade- 13 fal, ni atrevid, ni timid eCémo se relacions, entonces, la palabra de la vida real ‘con la situaion extraverbal que fa ha engendrad? Analice. ‘oslo en un ejemplo intencionalmente simpiicado. ‘Dos personas se encuentran en na habitacién. Esténcalla- das. Una de elas dice: «Vaya, El otro nada contest Para nosotres, que no nos encontrbamos en a habitacion en el momento de la conversacién, esta «pliticas es absoluta- mente incomprensible, El enunciado «vayno, tomado aislada- 3 mente es vaclo y carece de todo sentido. No obstant, eta Singular conversscin entre dos, que consta de una sola pala- ‘bra expresiamente entonada, est lena de sentido, de impor- tanca, yest perfectamente condi. Para descubrir el sentido y Ia sigifcactn de esa conversa ‘in, es necesario analzarla. Pero cqué es lo que podemos so- mnetcren ell al andlisi? Por mas que nos esforzaramos con la parte esritamente verbal de Ia enunclaci, determinando de Tr manera més fina el aspecto fonético, morfoiyic y sintéctco dela palabra «vayae, no nos acereariamor al un solo paso ha- tla la compretsin del sentido global dela conversacin, ‘Supengamos que conocemos la entonacién con la que fue pronuneiada miestra palabra: por ejemplo, la de un reproche Indignado, suavizado, no obstante, por cierta desis de humo. Esta circunstania log rllenar un poco el vacfo semdntico el adverbio east, pero no lega @ poner de manifesto la sig niicaion dl todo, {Qué es lo que nos falta? Nos falta, justamente, aquel com: texto exraverbal en el que Ia palabra vasis tenia un sentido para aquel que la oyera, Este context cxraverbal del enuncia- do se compone de tres momentos: 1) un horizonte espacial compartdo por ambos hablantes (a unidad de lo visible: Ia habitacign, In ventana, ete); 2) el conacimiento y campnensén comin de la situacién, asimismo compartdo por los dos y, finalmente, 3) In valoracién compartia por los dos, de esta sitwacién, En el momento de Ia conversacién ambas interlocutores tmiraron por la ventana y veron que empezaba a neva; los dos faben que ya es el mes de mayo y que hace mucho tiempo fenla que haber empezado la primavers: nalmente, alas dos tl inyierno tan prolongado les resulta molesto; ambas esperan [a primavera y Ja nevada extemporinea enistece a ls dos. La enunclacion se apoya directamente en todo esto: en lo visto ‘onjuntamente los copos de nieve tras la ventana) en lo sabi- {do conjuontemente (el mes de tayo), y en lo conjuntamente fevaluado (el nviero retrasado, ol deseo de que Teg Ia pri- travers), todo cao ca abareedo por ol eontido vivo, aparece theorbido por dy, sin embargo, no esta expresado verbal ‘mente, nose ha dicho, Los copes de nieve estan tras a venta- us ra la fecha en la hoja del calendaro la valoracién, en la psi ‘que del hablante, peo todo ello aparece comprendido por la Palabra says ‘Ahora que nos hemos enterado del sobreentendido, es de- cir, del horzonte espacial y semntico compartdo de los ha blantes, nov resulta totalmente claro el sentido global del enuneiado ast, lo mismo que su entonacin ‘chino, enfonces, se relaciona este horizonte extravezbal con a palabra, como se rlaciona lo no dicho con lo dicho? “Ante todo, aquresula muy evidente que la palabra ess lejos de reflejar la situacién extraverbl de la misma manera ‘como tun espejo relleja un objeto. En nuestro caso la palabra ings bien rsueve la stuacton, al proporcionar una especie de restonen valor. Con mucha mayer frecuencia, un enancia Go de a vida real continda actvamentey desarolla una situa ‘in determinad, sefiala un plan para una accion fata y bx ‘organiza. A noscttos nos importa otro aspecto del enunciado Ge ia vida cotiiana: de la indole que fuese, sempre relaciona entre sf Jos participantes de una situacin en euanto copart pes que igualmente conocen, etienden y evan esta situa ‘Gn, Entonces, la enuciacin se apoya en su relacin real y material at mismo fragmento de la exisencia, conribuyendo ‘testa comunidad material wa expresion ieoldgica yw des ‘rola idoligico posterior. De este modo, la stuacion extraverbal no es tan sola ‘causa externa de la enuncacién, ni aca sobre ést como una fuerza mecnica extema No; la sitacién forma parte de la cenunciacion como la parte integral necesaria de eu composiion ‘méstica, Pot lo tanto, un enunciado de la vida real en cuar- to un todo pleno de sentido se compone de dos partes: 1) de tuna parte realizada verbalmente y 2) del sobrecntenddo. Es por exo que se puede comparar un enunciado dela vida real ‘in embargo, se trata de un entimema std generis. La misma palabra sentimema> (en griego eetimemar es lo que se en in in qua sheet, Por semplo: Scr eon Pb po aoc ‘Sal sltensn snr hes so morse 115 ‘cient en el alma», slo que se sobreentiende), lo mismo que a palabra ssobreentendidos suena de un modo demasiado paolo: fst. Se podria pensar que la stuacén se propone en forma de lu acto subjetivo psiquco (repesentacion, pensamiento, sent ‘iento) en el alma del hablante, No obstante, eto n0 eas: 10 Individual y lo subjetivo en este caso se retire un plano poste- rior frente a lo socihmente objetivo. Lo que 0 s, veo, quiet ¥ ‘me, no puede sr un sobreentendido, Slo aquello que nosoras tos hablantes sabemes, vemos, amamos y recanacemos, en 10 que estamos unidos, puede Iegar a ser la parte sobreentendi dd una enunciacidn. Luego, lo socal en su base es plenamente objetivo se esta antes que nada de la vsidad material del mundo, ‘ge forma parte del horizonte de los hablantes Qa habitacén, la fevada tra Ia yentana en nuestro elemplo), y de ln wide de Tas condiciones reals de a vida, que generan la comunidad de as ‘aloracings Ia perenencn de los hablantes a una misma fami la, profesén,o ase socal, a algn grupo social, alent, 2 tuna misma épace, puesto que tvs los hablantes son ecatempo- neos. Las yaloracones sobreentendidas aparecen enionces no ‘como emeciones individeaes, sino como actos socslment nec Sarios y consccuenes. Las emociones individuals, en cambio, Slo pueden acommpaiar el tno principal de la valracién social en at calidad de mares: un «jo» slo pucde reaizarse en la palabra ise apoya en nosatoss. De esta manera, cada enunciado de la vida cotidiana es un cntimema socialmente objetivo, Fs una especie de palabra cle- ‘te que slo conocen los que pertenecen a un mismo horzante roca. La peculardad de lot enunciados de la vida eotdiana ‘onsiste en qi ellos mediante mies de hilos se entetejen con tl contexto extraverbal de It vida y, al ser aisiados de éste, pierden casi por completo su sentide: el que deseonoce su con {exto vital mis préximo no los entenderd Pero ese context primo puede ser ms o menos exten so, En nuestro ejemplo el contexo es demasiado reductdo: se determina por el horizonte de la habitacon: mencionada 9 det rmomerio, de modo que el enunciado tiene sentido tan s6lo para las dos personas. Pero aquel horizontetnicoen el cual spoya el enunciado puede ampliarse tanto en el espacio como fel tempo: existe fo esobrenttendido» de ta fami, de la tr. 116 bu, de la nacion, de la clase social, de fos das, de Tos aos enters ¢ incuso de épocas totals, A medida que se amplia el hrorizonte general y del grupo socal que le correspande, os aspectossobrecntendidos se vueven cada ver mds constants ‘Cuando et horizonte real sobreentendido del enunciado es cetrecho, cuando coincide, como en nuestro clemplo, con el ho- ‘Bronte real de dos personas que se encuentran en tna habit con y ven To mismo, entonces al camblo mas fugar de este hhorronte puede contarse entre ls sobreentendidos. Pero cuam do existe un horizante més amplo, el enunlado puede spoyar 2 slo en los aepoctor permanentes y estables de la vida, asf ‘como en las valorsciones sociales exencales y bisicas. ‘Una importancia especial tlenen en este caso las valoraco- nes sobreentendidas. Sucede que tedas las valoraciones socla- Jes principales que derivan de los rasgos partculaes de I fexistencia econdmiea de un grupo determinado no suelen tenuneiarse, puesto que forman parte de la came la sangre de todos es representantes de un grupo dado; son las que ongani- zan actos ¥ modos de proceder, parecen haberse fusionado con los objets y fenémenes correspondientes, y por eso no recesitan formulas verbales Creemos percibir el valor de un ‘objeto junto con el de su exstenia, como una de sus cualida- es: por ejemplo, que junto con el calor y la kuz del sol senti- ‘mos también cl valor que Hene para nosotros. De este modo todos ls fenémenos de la vida circundante se han fusonado ‘con las valoraciones, Si en realidad la valoracin aparece con- dlicionada por la propia existencia de un ealectvo dado, sacle ser reconocide dogméticamente, como algo sobreentendido y {que no est sujezo a discusion, Por el contraie, cuando la va- Toracion principal tiene que enuncarse y demostrarse, enton- ces ya se ha vuelto duvdosa, ve separé de su objeto, dejo de ‘organizar la vida, y, por consiguente, perdié su vinculo con las condiciones de vida de la colectivdad dada ‘Una valoracién saludable permanece en la vida y ya a par tir de ella organiza la misma forma del enunciadoy su entona- clén, a pesa de estar lejos de asprar a una expresién adecua- dda.en el contenido de la palabrs. Apanas la valoracién migea de los momentos formales hacia el contenido, se puede decir ‘que con toda seguridad se va preparando una revalorscién, 7 Una valoracinfundamentada de esta manera no se encuentra en el contenido de In palabra y no puede deducirse de éste, pero, en cambio, determina la propia slacion de In pala, 81 com la forme de Ia ttalidad verbal; es en Ia enfonacion donde la valoracién encuentra su expresin més pura. La en- fonacion establece un vinculo estrecho entre la palabra y el Contexto entraverbal:lentonacién viva parece conducir 8 is palabra mas ald de las fonterasverbales, ‘Detengémonos con mayor detalle en el vinculo de la ento- nacién con el contexto vital en el elemplo de enunciado que Ihemos estado analizando, Esto nos permitir realizar una se He de importantes observaciones sobre el eardcter social del ‘enunciado. : w Antes que nada es menester aubrayar que la palabra «vayas, seménticamente cal vacua, de ninguna manera puede ‘redeterminar con st contenido la entonacin: cualquier enfo- inacén puede perfeta y libremente apoderarse de esta palabra una entonacin jublosa, una Iigubre, una despectiva, eto toro depende del contexto en que la palabra spaece. En nics: tro caso, el contexto que determina la entonacién —llena de indignacign y reproche suavizados con humorismo— es la s- faci extraverbal que hemos analizado area, puesto que no teste un eontento verbal préximo, Se puede andeipar que, in- thso cuando existe un context verbal inmediato, suficiente fdemés desde cualquier otro punto de vista la entonacion de {eros modos nos conducinfa ma all do us Keto deta elo [puede comprenderse al compari las valoracioes sobreenten- {ides de un grupo social determinado, no importa eusn exten 0 sea el grupo en euestion. La entonacion siempre se encuen- trae el lite ene Io verbal fo exraverba, etre o dicho y lo tno dicho, Mediante Ia entonscion la palabra se relaciona dire tamente con la vida. Y ante todo, justamente en la entonacién fl hablante se relaciona con los ojentes: la entonacin 8 s0- ‘al por excelencn, Es sobre todo sensible para con cualquier ‘selec de In ntmésfea social en tormo al hablante us En nuestro ejemplo la entonacién ha brotado del ans por Ja legada de In primavera, compartida por los interiocutres, ado en este carter compartido de las valoraciones. En la fsumésfera del sentir comparido pudo desplegarse libremente y diferenciarse en el marco de este tono general. Pero en el fso de que no existera un eapoyo corals tan frmemente pre- supuesto, la entonacién habria tomado otra ruta, se habria complicado con otras tonaldades: tl vex, con las tonalidades, de desafo o iitaién para con el oyente 0 bien, fnalmente, tal ver se habriareplegad y reducido al minimo. Cuando una persona presupone en el otro un desacuerdo, o bien cuando Slmplemente no esté segura y dada de ls aceptacién, confiere 8 sus palabras una entonacion diferente, ademas de esructs- far au enunciado de otra manera, Més adelante veremos que ho sélo la entonaclon, sino toda la estrtura formal del is- curso en una considerable medida depende de la relacién que ontrae el enunciado con las supuestas valoraciones comparti- das de aquel medi social hala el cul et orientada la pala brs. Una entonscién creaivamente productiva, segura y ica slo es posible en base al supuesto rapoyo coral. Alf donde fo existe este apoyo, la vor. se eorta como suele suceder con alguien que re y de repente se pereata de que rfe solo: la rst se calla 0 degenera, se vuelve afectada, pier Ia seguridad y Alefinicién y ya no es capaz de generar palabras alegre y bur lonas. Le comunidad de las valoraciones prerales supuestas re presenta el eatamazo sobre el cl oda figuras extncionales (l discurso vivo de los hombres. ‘Pero le orientacién hacia tuna posible aquiescencia que la entonaeicn posee In espera de un psible apoyo coral no ag ta el sentido des naturaleza social. Es slo uno de loe spec tos de la entonacion, aspecto dirgido Facial oyene, pero ‘existe en lla otro momento de extrema importancia pata la Seciologa de la palabra ‘Si examinamos la entonacién dsl esunciado de nuestro ‘ejemplo, encantraremos en ella un rasgo wenigmdticos que re ‘ulere una explanacién especial En efecto, en la entonacién dela palabra evayas no so se 19 pereibia un diegusto pasivo con lo que sucsdia (a nevada), ‘hao también una indignacién yun reprocheactvos. A quién ‘a dirigido este reproche? Claro que no se refire al oyente, Sino a alguien ma: esta orlentacién del movimiento entona- ‘onal con toda evidenciasbre Ia stuacion para dar lugar aun tercer parcipante, gQuién es este tercero?

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