HIBRIDACIONES
EN LA CANCION PATRIA!
NATALIA SINDE,
Al ponerme en la necesidad de exponer el protagonismo del patrimonio de
la época colonial en la construccién del sentido de pertenencia al Estado-Nacién
por parte de la poblacién argentina, se me invita a hablar inminentemente de la
bandera nacional, Sin embargo, en el primer seminario de esta Maestefa en
Patrimonio Artistico y Cultura en Sudamérica Colonial desarrollé una gencalogia
sobre sus franjas, sus colores y su sol radiante junto a la escarapela y el escudo
nacional Nobleza obliga entonces a elaborar nuevos ardides limitando la disertacibn
sobre lo previamente trabajado a no més de una pagina
EI trabajo mencionado analizaba el caso de la bandera argentina
deconstruyendo la supuesta originalidad belgraniana cual representacién del cielo y
"Este ensayo fite presentado en el séptimo scminario de la Maestria en Patrimonio Artstico y
altura en Sudamérica Colonial (UBA) ticulado Gestion patrimonial y comunidad dictado por el Dr.
Jorge Kulemeyerobteniendo una calificacién sobresalente.advocaci al simbolo borbén
nde la Virgen de la Concepeiénen favor de su remis
~asado por Carlos III y representado por los retratos de Goya~a través del uso que
le diera el estandarte de los Patricios, Sobre ello se dan cita conceptos como heritage
‘o patrimonium y aspectos de hibridacién como la insercién del sol flamigero incaico
sumados a cuestiones propias del romanticismo politico. Sintéticamente diremos
aque lh escuela nos ensefia que la bandera nacional fre creada por Manuel Belgrano
asegurando que debe sus colores al firmamento, en la versién laica, ya los mantos
albicelestes de la Virgen de la Inmaculada Concepcién, en la versién catélica. Tales
sentencias pasan por alto el hecho de que el diseio de Belgrano reprodujese los
colores de la escarapela y los penachos del cuerpo de Pattcios que protegié la ciudad
de Buenos Aires durante las invasiones inglesas de los afios 1806 y 1807. Desconoce,
a su vex, que éstos futesen romados de la banda incluida en la distincién militar de
la casa de Borbén, vinculo coherence, pues, cuando los Patticios defendieron la
capital del Virreinato del Rio de la Plata lo hicieron en nombre del rey Carlos IV de
Espaiia, quien lucfa la distincién Real de la orden de caballeria inaugurada por su
predecesor en 1771. Asimismo, las escarapelas también fueron utilizadas durante la
Revolucién de Mayo que marcé el primer gran hito para la independencia argentina:
la conformacién de la Primera Junta de Gobierno. Por entonces, los hombres de
mayo de 1810 desconocieron tanto a José Bonaparte como a la Junta Suprema
Central, declarando la conformacién de una Junta Provisoria hasta el retorno al
trono espaitol de Fernando VII. Basta buscar dentro del patrimonio artistico espafiol
los éleos en los que Francisco de Goya retraté a la familia real para distinguir la
banda albiceleste en las dos versiones concomitantes con los disefios de la banderanacional utilizados en Macha, uno, y en Aychuma, el otto, funcionando ambos
como tempranas distinciones de la repiblica naciente, Podemos apreciar a Carlos
II de Esparia con el habito de la orden que ereé en 1771 retratado por Mariano
Salvador Maella entre 1783 y 1784, 0 con a banda blanca-celeste-blanca con ribetes
rojos cruzando su atuendo de cazador en un dleo de Francisco de Goya fechado
entre 1786 y 1787. También hallaremos ficilmente la placa de la Gran Cruz de la
Orden sobre el paiio celesteblanco-celeste y el lema «Virtuti et Meritor
resguardando la imagen de la Inmaculada Concepcién cual distincién Real heredada
a su hijo, Carlos IV de Espaiia, inmortalizado por Goya junto a su familia entre los
atios 1800 y 1801. Dentro dela famosa pintura destaca por su atuendo celeste uno
de sus hijos: el Principe de Asturias que ser conocido como Fernando VII tras el
ascenso al trono espafiol. También encontraremos al susodicho con su uniforme de
Capitin General en un cuadro de Goya del afio 1814. Todas estas bandas se
asemejan.a los pabellones argentinos usados en Macha y Ayohuma a los que luego
se incorporaria el sol incaico para luego olvidar la grata mixtura de su procedencia.
mn del simbolo ubicadoen el acceso
El escudo nacional seria por su parte resignifica
aun salvoconducto que daba entrada al sitio en el que se reunia un club jacobino al
llevar a cabo su asamblea revolucionaria. Pero la bandera, la escarapela, el escudo y
la primera moneda de 1813 en la que se acusiaria la popular representacién de Inti
no son los tinicos simbolos con los que el Estado-Nacién busca generar sentido de
pertenencia en ln comunidad: resta entre ellos el Himno Nacional Argentino del
cual hablaremos a continuacién.De acuerdo con la obra de Carlos Vega, entre 1810 y 1813 se compusieron.
dos canciones patridticas y dos himnos, La primera cancién fue la Marcha patriética
con texto de Esteban de Luca y mtsica de un “ciudadano”, La segunda, la Cancién
patridtica de 1812 con letrade Saturnino de la Rosa y msica de Blas Parera, quien
posiblemente encarnase al “ciudadano” mencionado, En cuanto a los himnos,
fechado en 1812 el primero de ellos poseia texto de Fray Cayetano Rodrigue y
iiisica de Blas Parera, y un afio bast6 para que resultase obsoleto: en 1813 el énimo
habia cambiado, la Revolucién habfa entrado en su etapa heroica y por primera vez
wal decit de Carlos Vega un gj
to realista avanzaba camino a h capital y ea
contenido, el poeta podia entonces cantar legitimas glorias y proclamatr sin embozos
Ia libertad ambicionada: Belgrano venda en Las Piedras, Tucumén y Salta, Rondeau
triunfaba en Cerrito y San Martin en San Lorenzo (VEGA, 1962; p. 22-23). Por
entonces, corrian horas de suma incertidumbre, disimiles grados de adhesin al rey,
dubitacién adversa entre la emancipacién y la pleitesfa hacia Espaita. El 8 de mayo
de 1813 el poeta y doctor en leyes Vicente Lépez y Planes asistia a una
representacidn teatral con claras intenciones politicas: titulada Antonio y Cleopatra
éta conclufa cuando sus protagonistas se daban muerte tras perder sus dominios la
libertad. Indubitable es para Vega que este especticulo se iniciase con La Marsellesa
Asimismo, aquellos lejanos acontecimientos histéricos con claras resonancias locales
serian aplaudidos por el ptiblico cual apasionado pronunciamiento popular
vislumbrado por un poeta que también se habia alzado en armas contra los
espaftoles. En un fragmento parafraseado por Vega, Lucio V. Lépez, nieto de Don
“valid del
Vicente Léper, afirma sobre el proceder de su abuelo en ral ocasién:teatro con el cerebro ardiente, el corazin palpitante, el pecho hechido de inspiracién.
Puede decirse que el bimno habia nacido en aguel momento’. A lo que continia Vega
en un presente de ensuefios: “Lo que sigue es cosa de vértigo. Se le agolpan los verses al
poeta; aprictael pao, llega a la casa y se vueleaen las cuarillas como quien suelea braas.
No ducrme. Por la matiana corre al encuentro de sus amigos; loran sobre los versos en
que amanece la Nacién; los recitan en las tertulias encumbradas y los aplauden los
gobernantes, la sociedad culta, los allegados. Es probable que Parera mismo haya oido
entonces el nuevo himno, como dicen las tradiciones, y que lo hayan instado a ponerle
miisica” (VEGA, 1962; p. 23). Luego Vega se dispone a probar la inspiracién
francesa de nuestro himno, una més entre nuestros simbolos patrios, iniclando una
‘comparacién atenta entre el Himno Nacional Argentino y La Marsellesa,
Luego de aprobar el poema de Lépez y Planes, la Asamblea del afto 1913
ordenaria que se lo cante piblicamente solicitando a Blas Parera la composicién de
su miisica, Tempranamente conocido como “el himno de Lépez” u “Oid mortales”
cesta cancién patridtica seria nombrada oficialmente Himno Nacional Argentino
alcanzando su versién definitiva en manos dl primer miisico profesional argentino:
Juan Pedro Esnaola, quien modificarfa la versién orquestal otorgindole nuevos
ribetes. Destaca Vega que ante un himno oficial impuesto por decreto, ensefiado
obligatoriamente en las escuelas ¢ incluido sin mas en las ceremonias, cualquiera lo
crecria carente de significado y, por lo tanto, impopular. Muy por el contrario “no
fiue una miisica de fondo para los actos oficiales, un canto obligado para escolares
urbanos” (VEGA, 1962; p. 30), sino aquello que interpretarian a capella sinfines de
nilios en la plaza publica y de hombres y mujeres en las certulia, de escuadrasmilicares al son de sus trompetas y de reposados soldados acompafiados por sus
guitarras, de orquestas en los teatros y de anfitriones como Mariquita Sénchez de
‘Thompson secundadas al piano en sus fiestas de salon, A propésito de ello H. M.
Brackenridge, secretario de una misién oficial norteamericana llegado a nuestro pais
en 1817 observ que en su trayecto de Montevideo a Buenos Aires tuvo a varios
argentinos por compaferos de viaje que “después de haber tomado una copa de algin
estimulante, atacaron una de sus canciones nacionales, que cantan con tanto
entusiasmo.
(...) Yo =prosigne- los uni en mi corazén incapaz de participar en el
concierto con mi voz. El aire era algo lento, pero intrépido y expresivo. Las palabras de
la primera estrfiy el coro, ran como sigue: Oid mortals el grito sagrada” “Este himno,
10 fui informado, ha sido compuesto por un abogado llamado Lopez, abora miembro del
congreso,y es universalmente cantado en toda ocasién, en todas las provinciasPOR DECRETO SOBERANO DE ONCE DEL CORRIENTE
SB HA ORDENADO QUE LA SIGUIENTE CANCION
SEA BN LAS PROVINCIAS UNIDAS La UNICA
MARCHA PATRIOTICA.
Oia, mortates ot grico sagrado
Liberrad, libercad, liberea
Oideel ruldo deroras cadenas:
‘Ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta eo la faz de Ia tera
Una nueva gloriosa acion
Goronada st cien de laureles,
Yitus plantas rendido un ‘Leon.
coro
Sean carves lo saursler,
Que spines conseguir:
Coronader de glotia vivamos,
O juremes con gloria mir.
De los nuevos campeones los rostros
‘Marte mismo parece animar:
‘La grandeza se anida en sus pechos:
‘A su marcha todo hacen temblar.
Se commueven del Inca las rumbas,
¥en sus huecos revive el ardor,
Lo que vé renovande 4 sus hijor
Dea Paria el antiguo explendor,
Sean eterass les laureles Bre.
Pero sicreas y muros se sientea
Rerumbar con horrible fragor:
Todo el pais se conturba por gritos
De venganza. de guerra, y furor.
Ea los fieros tiranos la envidia
Escupid su pestifera hiel,
Se estandare sangriento levantan
Provocaado 4 1a fid mas cruel.
Sean sternes log laureles Ore.
&No los vels sobre México, y Quito
Autojarse con safia tenaz?
2 quil lloran bafiados en sangre
Potosi, Cochabamba, y la Paz?
Melo: wes sobre el rte Caracas
suto, yllantos, y muerte exparcir?
No lo? ves devorando qual Reras
Todo pueblo, que logran rendir?
‘Sean eternas los laureles bre.
A vosotros se atreve Argentinos
BW orgullo del vilimbasor:
‘Vuestros campos yé pisa-contando
Tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos, que unidos juraroa
Su feliz libertad sostener,
‘A estos tigees sedientos de sangee
Fuerres pechos sabrin oponer.
Sean erernos los lawrcles Gre.
El valiente Argentiso 4 las armas
Corre ardiendo con brio y valor:
El clarin de ls guerra, qual trueno
En los campos del Sud resond.
Buenos--Ayres se opone 4 la frente
De lot pueblos de la {nclita union,
Y con brazos robustos desgarr
Al ibérico altivo Leon.
‘Sean cterncs los laurcler Gre
San Jost, San Lorenzo, Suipachs,
Ambas Piedras, Salta, y Tueumin,
La Colonia y lag misrmas murallas
Del tirano ef Ia banda Oriental,
Son letreros eternos que dicen:
Aqui el brazo argentino triua
‘Aqui el fiero opresor de la Patria
Su cerviz orgullosa doblé.
Sean etermas lor laurelas Oe,
La victoria al guerrero argeatiao
Con sus dlas brilfantes cubri6,
Y¥ azorado 4 su vista el tirano
Gon infarmia 4 i fuga se did
Sus banderas . sus armas se rinden
or troftos A la libertad,
sobre alas de gloria alza el pueblo
Trono digno 4 ss gran magestad.
Sean etarnos los laureles Ge.
Desde un polo basta el otro resueus
De Ia fama el sonéro elanin,
Yde América el nombre ensefando
Les repite, mortales 0
Ya su trono digaisimo abricron
Las provincias unidas del Sud.
¥ Jos libres del mundo responden
Al gran_pucblo argentino salud.
Sean eternos les lawrelas tre.
Es copia = Dr Bernarde Velez. Secretario del Gobierno de Lntendencia.
Buenes-Ayres mayo t4 de 1813. laprenta de Nikos Bxpésites,de La Plata, tanto en campamentos de Artigas, con en las calles de Buenos Aires; y es
enseado en las escuelas como parte esencial de la educacién de la javentud” (VEGA,
1962; p. 31).
Entre 1847 y 1849 Juan Pedro Esnaola, maestro de miisica de Manuelita
Rosas, registré en un cuaderno dedicado a ella su primer arreglo del Himno
Nacional. Segiin Vega, el élbum contiene cerca de treinta obras manuscritas por
Esnaola entre composiciones originales y romanzas, barcarolas, duetos y arias de
6peras famosas junto a una copia titulada Ofd mortales el grito sagrado ~ Himno
Nacional Argentino en do mayor fechada unos doce aitos antes de que el gobierno le
encomendara la unificacién que realizé en 1860 (VEGA, 1962; p. 88). En el arreglo
encargado por el gobierno Esnaola renuncié parcialmente a los retoques de la
primera versién, siendo ta producto de sucesivos arreglos efectuados por el
compositor a lo largo de coda su vida, pues como logra figurarnos sensiblemente
Vega este notable compositor y virtuoso pianista nunca se atuvo a la versién que
conocid de nifio y, obligado a ejecutarlo frecuentemente, introdujo poco a paco
pequefias reformas que treinta afios después registrarfa en el élbum de Manuelita
Rosas. Sin embargo, cuando debié elaborar una versién oficial procuré devolverle
Ja melodia original apoyado en constancias primitivas y recuerdos propios sin
renunciat por ello a retoques en la armonia y adornos que considerd muy agradables
(VEGA, 1962; p. 94-95).
En 1900, un decreto refrendado por el Presidente Julio Argentino Roca
estableciés "Sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas
qe responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respectode sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de
millares de espaioles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse
para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley
sin ofensa de nadie, el presidente de la Repiiblica, en acuerdo de ministros decreta:
Articulo 1°, En las fiestas oficiales o priblicas, ast como en los colegios y escuelas del
Estado, silo se cantardn la primera y la sltima cuarteta yelcoro & la Cancién Nacional
sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813.” De este modo, su letra
fue reducida az“Al gran pueblo argentino,
jOid, mortales el grito salud!
sagrado:
Libertad! Libertad! Libertad!
id el ruido de rotas cadenas,
ved en tronoa la noble
igualdad. Coro:
{Ya su trono digntsimo Sean eternos ls laureles
abrieron que supimos conseguir:
las Provincias Unidas del Sud! Coronados de gloria vivamos
Y bos libres del mundo 0 juremes con gloria morir
reiponden:
Por tiltimo, en 1927 se produjo una tentativa de restauracién del himno que,
tras la oposicién general, concluyé con la vigencia del arreglo de 1860 bajo las
siguientes condiciones: “Articulo 1° — Addptese como tinico oficial el texto de la version
‘musical del Himno Nacional Argentino hecha por el maestro Juan P. Emnaola, y editada
en 1860, con las siguientes indicaciones: 1°. En euanto a la tonalidad, adoprar la de $i
bemol’que determina para la parte del canto el registro adecuado ala generalidad de las
voces. 2° Reproducir a una sola vox la parte del canto. 3°. Conservar los compases que
interrumpen la estroft, pero con la recomendacién de que no deben ejecutarse. 4°. Darle
forma ritmica al grupo correspondiente a la palabra ‘vivamos” (VEGA, 1962; p. 95).De este modo, con el articulo segundo se reduce a una las dos voces de canto
originales,
EI Himno Nacional, como todos los emblemas patios, tenia como propésito
conmover voluntades aunindolas de un modo sin precedentes, procurando trocar
disparidades sociales por unidad comin 0, en otras palabras, maquillando a la
sociedad de comunidad. Pero la bisqueda de tal efecto mediante el artficioso modo
que le compete al Estado Nacién ind desdibujando las ricas hibridaciones que lo
originaron mediante la reduccién de dos voces a una y de dieciocho cuartetas a dos
més coro. La disminucién de dos voces a una se torna sumamente significativa si se
coma en cuenta que la generacién de una segunda vor a distancia de terceras significé
tuna emancipacién del hombreen su relacién con dios ysus representantes terrenales
evocando la multiplicidad de voces promovidas por el Humanismo. En cuanto a la
grosera reduccién de su letra, en su torpeza el Estado Nacién pronto desvaneceria la
pluralidad de sus fuentes en nombre de una pacificacién externa y una
homogeneidad interna inexistente que no ardaria en estallar através de luchas civiles
centre las “Provincias Unidas del Sud”. Como si esto no fuera suficiente para borrar
con el codo lo que el hombre libre habia escrito con la mano, en 1937 Mariano G.
Bosch publicé una obra titulada El Himno Nacional (La Cancién Nacional) no fue
compuesta en 1813 ni por orden de la Asamblea, En ella, segin Carlos Vega, Mariano
Bosch ‘niega los documentos existentes, invoca documentacién que no identifica 0
reproduce y esgrime como argumento la propia tesis que somete a discusién” (VEGA,1962; p. 72) aduciendo que la obra teatral que sitvié de inspiracién a Vicente Lépez
y Planes no fue la mencionada obra extranjera Antonio y Cleopatrasino el melodrama
argentino de Morante titulado El 25 de Mayo estrenado en 1812. Sospecho que la
afirmacién de Bosch se origina en la necia y extendida autoreferencialidad nacional
{que a menudo sumerge la historia propia en una espiral de olvidos. Lo cierto es que
la mencionada obra de Carlos Vega es concebida por él con la finalidad de echar luz
sobre el modo cn que se gest el himno nacional mediante la transcripeién literal de
todos los documentos referentes a cada versién, esclareciendo asi los vaivenes de su
forma definitiva
BIBLIOGRAFIA ESPECIFICA.
VEGA, Carlos; El Hino Nacional Argenting, EUDEBA; Buenos Aires; 1962.