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Rafael Garcia Herreros
Cuentos
Tomo I!
Coleccién Obras Completas No. 17
Corporacién Centro Carismatico Minuto de Dios
Bogota, Colombia
200976
RAFAEL GARCIA HERREROS
Un hombre
feliz
‘us amigos lo Ilaman el “hombre feliz”, el
hombre afortunado. Tenfa una verdadera
intuicién para los negocios. No habia empresa que
emprendiera con posibilidades de perder. Era simpatico
y agradable. Sabia hablar de todo, sin decir nada molesto;
s6lo en sus negocios era rigido e implacable.
Habia llegado a los sesenta afios, la edad en que se
ha cumplido y en que todo se ha realizado. Tenfa sus fincas
de tierra templada, su buena casa en Bogoté, pertenecfa a
todos los clubes; gqué le faltaba?
Estaba rodeado de gentes también felices, con
las cuales se puede hablar de cualquier trivialidad, con
la seguridad de que no nos van a pedir nada y que
estén en nuestras mismas condiciones de alegria y de
despreocupacién.
Este sefior era practicamente un sefior afortunado.
2Qué més queria? Sus hijos: uno en Europa, otro en
Estados Unidos; una salud mas o menos aceptable. Era un.
hombre feliz.CUENTOS TOMO II
Sin embargo, haciendo de vez en cuando sus
cuentas y recordando su vida pasada, se le presentaban,
como fugaces nubarrones, algunos interrogantes. ;Habra
acaso alguna fortuna perfectamente justa?.. :Habré acaso
algtin rico que haya logrado su riqueza en perfecta justicia?
Esto se lo preguntaba él. Y recordaba sus negocios...
Recordaba sus obreros... Recordaba sus mayordomos en
ranchos. Todo parecfa aparentemente bien. Sin embargo,
él, inteligente, veia que a través de todos sus negocios y
de todos sus triunfos, habfa una hendidura apenas visible,
que falseaba todo el edificio que lo inquietaba. gCémo
pegar, cémo sanar esa grieta invisible?
fl sabfa que, con toda su riqueza, iba a morir. Que
no Ilevarfa nada a su tumba, sino solamente la respuesta a
Ja pregunta: “Dame cuenta de tu administracién...”.
Este sefior me mira todas las noches. Me esta
mirando. A veces se disgusta conmigo... A veces esta de
acuerdo. Este sefior es usted...
Y aqui, en este misterio de conversacién sin
Tespuesta, yo quiero invitarlo a recapacitar en toda la
vida... Usted es un hombre, lo que se llama, feliz. Sin
embargo, nadie sabe el interior de nadie. Si yo lo invito
austed al Banquete del Millén de este afio, gqué me va a
responder?
@Seré capaz de inventar una excusa? @Ser4 capaz de
decirme que no? Que los negocios han ido mal? Hemos
llegado a cuarenta boletas vendidas o comprometidas.
Yo no sé si en su casa, entre sus porcelanas, tenga
usted la porcelana més fina, la taza del Banquete del afio
pasado y la del afio antepasado... Pero la de este afio la
tiene que lograr. Y entre los cuadros de la sala, debe haber
‘uno enmarcado y es el diploma de entrada a la cena delRAFAEL GARCIA HERREROS
25 de noviembre y su nombre debe estar en otra piedra
distinta a la piedra de su tumba... Debe estar en la piedra
de los benefactores del Minuto de Dios.
Empecé narrando un cuento de un hombre que
parecia feliz y le estoy hablando a usted ahora. Porque
todo termina siempre lo mismo; sdlo hay un camino para
ser feliz y es el camino del amor... El camino del dar. Y
s6lo hay un modo de expiar nuestras faltas y es el amar, y
el amar es dar. Y més alla del dar esta el darnos a nosotros
mismos.
Es posible que todo lo nuestro tenga una grieta
profunda desde la base. Esa grieta hay que repararla con
el dar y con el amor.
Dice un proverbio: “Si no quieres sufrir, no ames”.
¢Pero acaso vale la pena vivir sin amar? Repito, si no
quieres sufrir, no ames; pero, gacaso vale la pena vivir sin
amor?