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& Rafael Garcia Herreros Cuentos Tomo I! Coleccién Obras Completas No. 17 Corporacién Centro Carismatico Minuto de Dios Bogota, Colombia 2009 76 RAFAEL GARCIA HERREROS Un hombre feliz ‘us amigos lo Ilaman el “hombre feliz”, el hombre afortunado. Tenfa una verdadera intuicién para los negocios. No habia empresa que emprendiera con posibilidades de perder. Era simpatico y agradable. Sabia hablar de todo, sin decir nada molesto; s6lo en sus negocios era rigido e implacable. Habia llegado a los sesenta afios, la edad en que se ha cumplido y en que todo se ha realizado. Tenfa sus fincas de tierra templada, su buena casa en Bogoté, pertenecfa a todos los clubes; gqué le faltaba? Estaba rodeado de gentes también felices, con las cuales se puede hablar de cualquier trivialidad, con la seguridad de que no nos van a pedir nada y que estén en nuestras mismas condiciones de alegria y de despreocupacién. Este sefior era practicamente un sefior afortunado. 2Qué més queria? Sus hijos: uno en Europa, otro en Estados Unidos; una salud mas o menos aceptable. Era un. hombre feliz. CUENTOS TOMO II Sin embargo, haciendo de vez en cuando sus cuentas y recordando su vida pasada, se le presentaban, como fugaces nubarrones, algunos interrogantes. ;Habra acaso alguna fortuna perfectamente justa?.. :Habré acaso algtin rico que haya logrado su riqueza en perfecta justicia? Esto se lo preguntaba él. Y recordaba sus negocios... Recordaba sus obreros... Recordaba sus mayordomos en ranchos. Todo parecfa aparentemente bien. Sin embargo, él, inteligente, veia que a través de todos sus negocios y de todos sus triunfos, habfa una hendidura apenas visible, que falseaba todo el edificio que lo inquietaba. gCémo pegar, cémo sanar esa grieta invisible? fl sabfa que, con toda su riqueza, iba a morir. Que no Ilevarfa nada a su tumba, sino solamente la respuesta a Ja pregunta: “Dame cuenta de tu administracién...”. Este sefior me mira todas las noches. Me esta mirando. A veces se disgusta conmigo... A veces esta de acuerdo. Este sefior es usted... Y aqui, en este misterio de conversacién sin Tespuesta, yo quiero invitarlo a recapacitar en toda la vida... Usted es un hombre, lo que se llama, feliz. Sin embargo, nadie sabe el interior de nadie. Si yo lo invito austed al Banquete del Millén de este afio, gqué me va a responder? @Seré capaz de inventar una excusa? @Ser4 capaz de decirme que no? Que los negocios han ido mal? Hemos llegado a cuarenta boletas vendidas o comprometidas. Yo no sé si en su casa, entre sus porcelanas, tenga usted la porcelana més fina, la taza del Banquete del afio pasado y la del afio antepasado... Pero la de este afio la tiene que lograr. Y entre los cuadros de la sala, debe haber ‘uno enmarcado y es el diploma de entrada a la cena del RAFAEL GARCIA HERREROS 25 de noviembre y su nombre debe estar en otra piedra distinta a la piedra de su tumba... Debe estar en la piedra de los benefactores del Minuto de Dios. Empecé narrando un cuento de un hombre que parecia feliz y le estoy hablando a usted ahora. Porque todo termina siempre lo mismo; sdlo hay un camino para ser feliz y es el camino del amor... El camino del dar. Y s6lo hay un modo de expiar nuestras faltas y es el amar, y el amar es dar. Y més alla del dar esta el darnos a nosotros mismos. Es posible que todo lo nuestro tenga una grieta profunda desde la base. Esa grieta hay que repararla con el dar y con el amor. Dice un proverbio: “Si no quieres sufrir, no ames”. ¢Pero acaso vale la pena vivir sin amar? Repito, si no quieres sufrir, no ames; pero, gacaso vale la pena vivir sin amor?

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