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26 MONTESQUIEU intermedias y anular los cuerpos politicos; isolvie ta Monarquia 7 nv gusquiméricon reembolsor yparecia que queria redimir Ja ‘misma constitucin "No basta que en una Monarqula haya clases intermedias; se preclea ‘ademas un depdsito de leyes que s6lo pueden residir en ton rece pallies, loe cuales anunclan las leyes cuando se hacen. y Ferree apaan cuando se olvidan. La ignorancia propia de la noble- ae re {alts de culdado, su desprecio por el Goblerno civil, exigen ta Zi kencia de un cuerpo que haga salir las leyes del polvo que as SEeita sin sesor. El Consejo del principe no es un depdsito conve: SEEKG pues ea, por st naturaleza, el depositarlo de ta voluntad mo- Plentings del principe, que ejecuta, y no el depositario de las eyes Rundamentales, Ademés, «1 Consejo del monarca cambla continue fhente, no es permanente ¥ no puede, por tanto, ser numeroso; ax cents cuenta con ia sullcente conflanza_ del pueblo, por lo cual aoet i preparado para orientarle en los momentos dificltes ni para Racerle volver 2 la tenda de la obediencia ‘En tos Hatedos despétieos, donde no hay leyes fundamentales, tampoco hay depisito de las Leyes. De aqui que en estos patees 1a HMR? cenge normaimente tanta fuerza, ya que es una especie de seigetaris e, al mismo tempo, representa lo permanente, Y si no Sere aligion, se veneran las costumbres en lugar de las leyes. Carituio V: De tas teyes relativas la naturalesa det Estado des- Carte come consecuencia de 1a naturaleza del poder despétlco. 2otmabre que To eleree 10 hace elercer igualmente a uno eole, Un PL nOmPTS Guten sus cinco sentidos te dicen continuamente que ét porns y que los demas no son nada es, naturelmente, peTeroto, 1¢- forante, sensual y, por consiguiente, abs los. de Poren pore al los confase a varias personas, habria dlsputas © in- Eatado, vcver quién seria el primer esclavo, Ei principe oe veria Tres pe nacerse cargo de la adminisiracion, Asi, pues, le resulta ool fell ebondonaria en. mamos de un visir* que wendré en prin Bio el mismo poder que él. La existencla de un visir es en ete Betado una ley fundamental Se cuenta que un Papa electo, convencido de su incapacidad, opt: ao of Suincipia grandes dificultades, pero acepté al fn y entreg & s0 al tiny nuyo' la direceiGn de todos los asuntos. Y_ se admiraba dh sei, apnea hublera erefdo que esto era tan fell.” Lo mismo cient cn os principes de Oriente, Cuando para colocatlog en. el Qcurre cor stan We la, prisién donde los eunucos es fan deblitado Wtasin ye entendimlento, dejéndoles a veces en ta tgnorancia de or corer “estado, quedan ai principio aturdides. Pero en cuanto ae eer un visit y se entregan en su serrallo a las pasiones més pemiefos en cuanto consiguen sus caprichos més estapidos en me dio\ae ine cote aba, nea muieran evo aoe tado era tan ‘ei ‘tanto més extenso es el tmperio, més crece el serrallo, 7, DOr tanto mis se embriaga el principe de placeres. Ast, pues, en estos —TrFarmado, rey de Area, se nombrt eran mansn or tas Sedans, 7 so ete a ar SE Gente cimnen stemgre vires, dle ©. Contour, Dax ESPIRITU DEAS LEYES 27 ‘petados, cuantos mia pueblos tlene que gobernar el principe menos rien al Coblers, y cuanto mia importantes son Tos negocio ‘menos ae delibera sobre ellos. LIBRO 111 De tos principios de los tres Gobiernos canto: Dieronciaenive ta naturales del Gblerno y st Bri. carne |: ieee Cearnnago cues som is lege, Fetal ine es ee euler. hay que examina cision 20 son 9 a nls sencia% entre la naturleta det Goblerno y su peinesio Pre laren entalec ea fo oe le hove er tal ol pinto es utente: malate alera es no etructare pareaar: el se ace sees snmnan que fe pen en Ou potato, ee pate gem ser Menon elvan piccolo aaa ede" en naturales, Hay goe Puoar, pbs, cil ae ate Gone Gana gut voy # hacer en este Ure cartrovo I: Det principio de los diversoe Goblemnos—Hie dicho que Gurtrove Tha del Gobierno republicano consiste en que, a pueblo aarp. 2 ctertis familias, tenga el poder sobereno. La del Go- Scares fequlca en que el principe tenes el poder soberanc, Peto blermedjerza segtn las leyes entablecidas. Lx del Goblerne despétlcn, que lc ekpiemne uno solo segin su voluniad ¥ eapricho. No nece or oars encontrar los tres princlplos, puesto que se, deriva. sit mente, Ge rodo io dicho. Exapessré por el Gobierno republi Gino y hablaré primeramente del democrético Cartruo IIL: Det principio de la democrecia-—No es menestet Oo Gastron Mad pare que un Goblemo mondrquico o un Gobierno des cha Bre martensan ose sostengan. fr wno, le fuerza de. las te pice Guo, el brazo del Principe stempre fevantado, estan, Pars 70s. Z6°% ondenar todo, Pero en un estado Dopular es necesario un ve ante tamblen que el Monarca que, por mal consefp © POF Paelien- 28 MONTESQUIEU Fue un bello espectéculo ver los estuerzon sleses en el siglo pasado, para establecer entre ell Come los que partlcipaban en los negocios earectan de su ambielén se exasperaba por el éxito del mas oeado feepiritu de una facclon a6lo’ estaba reprimido por el de otra, el Go- bblerno cambiaba sin cesar. El pueblo, asombrado, buscaba la demo: cracla sin encontrarla en parte alguna. Por fin, después de muchos ‘movimlentos, choques y eonmociones, hubo que descansar en el ‘mo Goblerno que antes se habla proscrto ‘Cuando Sila quiso devolver 1a libertad a Roma ésta ya no pudo reclbirla porque no le quedaba més que un débil resto de vir como cada vez tenia menos, en lugar de deepertar despues de Cesar, ‘Tiberio, Cayo, Claudio, Nerén o Domiciano, se fue haclendo ‘cada dia mas esclava: todos los golpes recayeron sobre los tiranos, ninguno sobre ls tranta ‘Las politos sriegos, que vivian en un Goblerno popular, no re cconoclan mas fuerza para sostenerio que la virtud, Los politicos {de hoy no nos hablan més que de fabricas, de comercio, de finanzas, ‘de riquezas e incluso de lujo. Cuando la virtud deja de exisuir, la amblcién entra en los cora- zones capaces de recibirla y la codicla se apodera de todos lor de- ‘mas. Loe desecs camblan de objeto: lo que antes se amabs, ya no ‘se ama; sl se era libre con las leyes, ahora se quiere ser libre contra ‘llas; cada cludadano es como Un esclavo escapado de la casa de #1 ‘amo: ge llama rigor a lo que era mésima; se lama estorbo a lo que ‘era repla; se llama temor a lo que era atencién. Se Tlama avariia 4 la frugalidad y no al deseo de poseer. Antes, los blenes de los par Uiculares consttufan el tesoro publico, pero en cuanto la virtad se Dlerde, el tesoro piblico se convierte en patrimonio de los particu: Tres, La Republica es un despojo y sui fuerza ya no es més que el poder de algunos eludadanos y Ja licencia de todos ‘Atenas ‘no peréié su fuerza mientras dominé con gloria y slrvi6 ‘con vergiienza, Tenia veinte mil cludadanoe 3 cuando defendié aloe {grlegos contra lee persas, cuando disputs el imperio a {F cuando atacé a Slellia. Tenfa veinte mil cuando Demetrio de Falera Joe cont 32 como se cuentan los esclavos en el mercado. Cuando Filipo quiso dominar @ Grecia, al presentarse ante las puertas de ‘Atenas®® se encontré una ciudad que habia perdido algo muy im ‘DEL ESPIRITU DE LAS LEYES 29 Cémo hubiera podido sostenerse Cartago? Cuando Anfbal, ya pretor, quloo impedir a lot magistrados el pillaje de Ia Replica, Tho fueron a acusrle ante los romanos?. ;Desdichados!, querfan ser Giudadanoe sin que la cluded exlstlese y reelpir sus’ riquezas de manos de ous. destructores, Pronto Roma les pidié como rehenes treaclentoe efudadinos de. los principales; luego hizo que Te entre: (garan las armas 7 loo navies, y finalmente Ios declaré la guerra, Bor lo que hizo Cartago. desarmada y sumida en la desesperacién ‘se puede Juzgar lo que hublera hecho en plena posesion de su vir- fud'y de su fuerz. Ccartrovo IV: Det principio de 1a aristocracia—Del mismo modo que {a'viriud 8 necesaria en el Goblerno popular, lo es también en la ristocracla, Pero, a decir verdad, en ésta no se requlere de manera tan abeoluta. "EL pueblo, que es con respecto a los nobles To ‘que los sibditos ‘son con Feepecto sl monarca, estd contenido por sus leyes. Necesita, (ea constituclén. EL Goblerno arlstocrético tiene de suyo una fuerza de la que carece la democricia, Lot nobles formen un cuerpo que, por sus [prerrogativas y per su interés particular, reprime al pueblo: a este Teapecto, basta que haya leyes, para que sean cumplidas. Pero en la medida en que a este cuerpo Je es fécll reprimir a ‘demas, le ef lgualmente difiel reprimirse sf mismo%, La mata. leza de esta constitucion es tal que parece someter a los bombres poder delat leyes, al tempo que ios retira de él, Ahora bien, erpo ho’ puede reprimirse més que de dos maneras: ‘moderactin ea, pues, el slma de estos goblernos, entendiendo por moderacién la que estd basada sobre la virtud, y no la que Drocede de Ia cobirdia o de la pereza de dnimo. Cartrowo V: Le virtud no es el principio det Gobierno monérquico— {En Ise monarquiag, 1a politica ‘promueve grandes cosas con et mi fimo de virtud posible, del tismo modo. que en las mas bellas mé& ‘Quinas el arte emplea tan pocos movimlentos, fuerzas o Tuedas como sea posible. "ET Estado sutslste con independencia del amor a Ia patria. del aeseo de gloria autentica, de la renuncla asf mismo, del secrifielo de los mas caror intereaes y de todas aquellas viriudes heroleas 1 Racettae tae t Ste poo gan comer ntl pro me 30 MONTESQUIEU reas a, ie pha Ses Seer deem Poe 8 la Sociedad enters, bien: en pi ied hrc Be bcoet s Silene a aa oe haces es fra ere sow nah ae aE ae areas SS eta ws oe mo a ime, eta ln hlstra sé muy blen que no ee avo asemuret orate Eee ee wae a we oe ee SeLgnrie teem ee ete ale cn nce Serer eee ete Sue & eicr tals pow ats ce Stes SA Sy ie See SS tn et wp a sess eh ge er aes ae ae ie da Bota sea ay ene ee Patents cui 9 Se tk aioe dood ac omits fot air See acacia eg DEL ESPRITU DE LAS LEYES 31 ‘Agi, en las Monarguias blen reguladas todo el mundo seré més ‘9 menos buen cfudadano, pero serd raro encontrar algulen tue ace hhombre de bien #, pues para serlo*™ hay que tener la intention de ‘eerlo y amar al Estado mds por él que por uno mise. Cartrovo VII: Det principio de ta Monarguta—Et Gobierno mons ‘quieo supone, como hemos dicho, preeminenclas, rangos e incluso tuna nobleza de origen. Por naturaleza, el honor exige preterencias y dlstinclones; ast, pues, cuacra parfectamente en este Gobierno, ‘La ambien es perniciosa en una Republica, Por el contrarto, en la Monargufa produce buenos efectos: da vida a este tipo de Co. blerno y tlene la ventaja de no ser peligrosa porque se Dulede rept! ‘mir constantemente. Puede decirse que ocurre aqui lo mismo que fn el alstema del Universo, en el quo una fuerza aleja de su centro 4 todos los cuerpos y tra,'ia de gravedad, los atrae, El honor pone fen movimiento todas las partes del cuerpo politico, las une en’ vir {Wd de su propia accién y'aef resulta que cada und se encemtina. al bien comin cuando eree obrar por gus Intereses particulares, Verdad es que, fllossticamente hablande, e! honor aue dirige to- das las partes del Estado es un honor falso, pero aun ays tan dtl para 1a cose pdblica como lo serfa el verdadero para los particulares due to tuvleran. <¥ aeaso mo es ya mucho obligar a los hombres reallzar toda clase de acciones difciios que, requieren estuerzo, sin mds recompensa que la fama de dichas acciones? Cartruuo VIII: BI honor no ex et principio de los Estados despéti- 208-~E! principio de loe Estados deapéticos no es el honor. Ein ellos log hombres son todos iguales en su eselavitud, y por eso no puede haber referencias. Ademas el honor tiene sus leyes sus Fegles ¥ no sabe doblegarse; depende de su proplo capricho y no del ajeno, Be no puede encntraree ats Ge en Estados donde exten leyes seguras y ima constituctén fia, :Cieo habe de soportaro un dipota al et honor se lata de dospreciar Ja vida y el dégpota no tiene fuerza sino porque la pue. de quiter? ;Cémo podria el honor soportar al déspote, i tene regias continuas ¥ caprichos duraderos, mientras que el déspota no tene rreglas y sus caprichos destruyen a los demas? TEL honor, desconocido en los Estados despéticos donde a veces no existe ni siquiera la palabra para destgnario , reina en las mo: argulas dando vid « todo el cuerpo palo, ala leyes 72188 mis- a viru Cartroxo 1X: Det principio del Gobierno despétteo—Del mismo mado gue la virtua ea necesaria en una Repdbllca y el honor en una Mo. ‘arqufa, en un Gobierno despético es necesario «l TEMOR: la vir ud no se necesita y ef honor serla pellgrooo, El poder inmenso del principe pasa por entero a aquellos a qule nes lo confia, Las personas capaces de estimarse mucho ® at mis. Sh Ph sshlin, nomore eben se tama nal aio seid pole YRS Pee atsae tad stdaad Maes SVS RT alte, 32 monTesguiEU mas podrien ffellmente provocat revoluclones. Fis preciso, pues ‘que el temor tenga todoe los dnimos abatldes y extinga hasta ei menor sentimlents de ambiclén, ‘Un Goblerno moderado puede aflofar sus resortes cuanto quiera ssin peligro, pues seguiria manteniéndose por sus leyes por =U pro Dia fuerza, Pero cuando en un Goblerno despético el principe dela lun instante de levantar el brazo, cuando no puede redueir a 1a nada fen un momento a los que ocupan los puestas principales ®, todo ‘estd perdido. St falta el tomor que es el resorte del Goblerno, el uebio ya no tiene protector. Log eadies Nan sostenido, aparentemente en este sentido, que et Gran’ Sefor no estaba obligado 2 cumplir su palabra o su Juramento, ‘sal hacerlo limitaba sa autoridad TEI pueblo tlene que ser fuzgado por las leyes, y tos grandes por fl antojo del principe: la cabeza det witimo subdito tiene que estar ‘segura, mientras que la de los balds estd siempre expuesta. NO Do- Gemos’ hablar de estos Goblernos monstruosos sin estremecernes, EL Soff de Persia, destronado en nuestros dias por Mirivels, vio Derecer su Goblerio antes de la congulsta, porque no habia hecho Correr bastante sangre ®, ‘La historia nos reflere que las horribles crueldades dee Domiclano fasustaron 2 lot gobernantes hasta tal pUnto, qe el pueblo se Te- ‘puso un poco bajo su reinado*. Es como un torrente que arrastrara fedo por uno de sus Iades, dejando por el otro eampifs donde se ven praderas desde lejos. Cartrure X: Diferencia de la obediencia en los Gobiernoe moderados yen tox despéticos—Bn los Estados despSticos. 1a naturalesa del Gobierno requlere una obediencia sin limites, de tal modo que, una ‘yer conccida la voluniad del principe, ésta debe tener un efecto, tan Infaliblemente como una bola fanzeda contra otra tiene el suyo. 1bo eabe mederselén, modifiescién 0 scomode alguno, ni valen mk faciones, eqUlvalentes, negociaciones o amonestaciones, ni es poslble roponer nada igual o mejor. El hombre es una eristura que obe Gece ¢ otra que mand. ‘Bn estes Hstados no se pueden mostrar temores sobre acontect ‘mlentos futuros, mi excusar’ los fracasos achaedndolos. alos. capri thos te Ia suerte; el patrimonlo de Tes hombres ¢, como el de los ‘animales, el instinto, 12 obediencia y el castigo. De nada sitve oponer Jos sentimientos naturales, el respeto filial, el amor por la mujer ¥ los hija, las leyes del honor o el estado de salud: 1a arden se ha Teeibido y eso basta ‘En Persia, ctlando el rey condena a alguien, nadie puede hablarle det asunto ni pedir clemencla. La orden se cjecutaria aunque est Viera ebrlo, 0 fuera de si". De otro modo habria contradiocién, y Ia ley no puede contradecirse. Hn todos los tlempos ha exlstido esta manera de penser: ante la impostbllidad de revocar la ley que dlo DEL ESPIRITU DE LAS LEYES 33 “Asvero para exterminar a los judfos, se tomé el partido de dartes 1a ‘Sportunidad de defenderce, No obstante, hay algo que a veces puede oponerse 2 la volun: tad el prinelpe®, y 25 la religiOn. Se podré abandonar ¢ incluso rmatar a Un pedre por orden del principe, pero aunque éste lo qulera Flo ordene, no se podré beber vino, Las leyes de la religién son un ‘Peevento superior porque Feeaen sobre el principe Igual que sobre Re subeitos, Sin embargo, esto no ceurre en lo que se reflere al fiereeho natural, ya que ee cupone que el principe no es un hombre. "En 108 Estados mondrquicos y moderados, el poder esta imitado por st propio Tezorte, es decir, por el honor, que reina como un mo farce sobre el principe y sobre el pucblo. No aleguemos a un cor: esono las layea de la religién® se creerfa ridfculo: se le alegarén in cesar las det honor, De él se derivan modifeaciones necesarias en fa obediencia, ya que el honor estd suleto por naturaleza a muchas Extravaganelss que se acalaran por obediencia. “Aundue la manera de obedecer sea diferente en estos dos Gobier- og, el Podet es, sin embargo, Igual, Donde quiera que el principe Eeiairja, hard inelinar la balaniza y seré obedceldo. La diferencia std fr aue, en Ia Monarguta, el principe estd Hlustrado y los ministroe Soo\mucho mds habiles y mucho mas expertos en los negocios que tn ef Estado despético curfrovo XI: Reftesién sabre lo que antecede—Estos son pues los principles de los trex Gablernos. No queremos decir con ello que tos Rombres son virtuosos en tal o cual Repiblica, sino que debian serlo, ‘Tampoco se prueba que exista el honor en determinada Monaravi, Gel temor en un Estado despétlco particular, sino que deberisn Exist, porque sin ellos el Goblerno seria impertecto, LIBRO IV Las leyes de la educactin deben estar en relacién ‘con el principio det Gobierno Ccarizowo I: De las leves de la educaciin.—Las leves de la educacisn Son las. primeras que reelbimos, y como nos prepsran pare ser cit: Gudanos, cada familla particular debe gobernarse conforme al plan de la gran familia que comprende s todas Stel pueblo en general lene un principio, las partes que lo com- pone, o'2ea las familia, lo tendrdn igualmente. Las leyes de Ia edu Gkcién’serdn pues distintas en eada tipo de Gobierno: en las Monar- ‘Quias tondrén por objeto el honor: en las Repablicas, la virtud, ¥ fn el despotismo, ef temor. Ccarireuo 11: De ta edueacién en ias Monarquios—En las Monarquiss {eeducaclén principal no ee Fecibe en tos establecimientos pibiicos Sedicados # la Instruceldn de Ta infancla, sino que no empleza, por

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