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4. Sintoma-Castracién: autoerotismo ampliado y extraterritorialidad Silvia Pino Introduccién E Freud encontramos dos momentos de su ensefianza para situar el paradigma “sintoma-castracién”. El primero, cuando el sinto- ma neurético esta pensado desde los conceptos de deseo inconsciente y satisfaccién libidinal, en el marco de un aparato psiquico regulado por el principio placer-displacer. El segundo, cuando el sintoma es consi- derado desde la perturbacién econémica producida por la “exigencia pulsional, nticleo genuino del peligro”, segiin lo plantea en “Inhibi- cién, sintoma y angustia”. En Lacan encontramos también dos momentos que se presentan en discontinuidad pero se soportan en este paradigma. El primero, cuando el sintoma neurético es elucidado desde el predominio que Lacan le otorga a lo simbélico. Una de las consecuencias de tal orien- queda acentuada su equivalencia a lacadena significante. E] sintoma sera, en este momento de la ense- fianza de Lacan, un efecto especial de significado del Otro, en co- nexién con la pulsién y el fantasma. Y el segundo, cuando el acento esta puesto en el goce, mientras que la castracion es reformulada. Lacan recupera “la exigencia pulsional” freudiana como el real irre: ductible que insiste en la clinica -tal como sera desarrollado en el paradigma “sintoma-funcionamiento”. tacién es que, de la pulsién, sdlo Sintoma: “autoerotismo ampliado” La expresién “autoerotismo ampliado” es usada por Freud en la “23° Conferencia, Los caminos de la formacién de sintoma cuando explica la “modalidad de satisfaccién que el sintoma aporta” y cudn intima- i é ibido y el inconsciente. mente aparecen ligados en ésta, la libido y el iente. Este ae de legada nos permite ubicar el recorrido légico sobre el sintoma en este momento desu elaboracién "17" Conferencia. El sentido Escaneado con CamScanner Construceiin de Ine conceptos pasicoanaliticos de los sintomas” y "23" Confereneiat, Las caminos de Tn forametin de sintoma’, dictadas por Freud en la Universidad de Viena en 1917 Tal come cs fier el trayecto de una experiencia de anilisis, esta conferencias nos Hevan desde el enigma operando ene 1 de sentido. Situemos este movimiento en la fos con que se inicia cada una de ellas: Jeampo del senti doa la fijacién como fuera particularidad de los p “EI sintoma es rico en sentido y se entrama con el vivenciar del enfermo” (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 235). “Tras eliminarlos [a los sintomas}, lo tinico aprehensible que resta de la enfermedad es la capacidad para formar nuevos sintomas” (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 326). En la“17" Conferencia. El sentido de los sintomas”, Freud parte de ubicar al sintoma como una mas de las formaciones del incons- ciente en tanto porta un sentido al igual que las operaciones fallidas y los sueiios. Sirven a la realizacién del deseo y ésa es la clave del sentido inconsciente. Freud se apoya en dos situaciones clinicas. La primera, donde el sintoma aparece como la figuracién de la escena de la noche de bodas, en la que el marido se habia mostrado impotente. En este caso, ademas, Freud nos deja una clave: justificada por su sintoma ella y su marido viven en lugares separados. Esto, a ella, “le posibilita una cémoda vida solitaria” (Freud, S., 1917 (1916- 1917], p. 204). Y en la segunda, el sintoma de emparejar objetos da forma a la no- relacion sexual: su sintoma sirve para mantener separados hombre y mujer, vale decir, separar a sus padres, no dejarlos que Iegaran al comercio conyugal” (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 240). Los dos casos presentan a la castracién como un desarreglo, como tun menos de satisfaccién, en la causa del sintoma, La castracién, et tonces, se presenta en su versién imaginaria a lo que el sujeto responde con su sintoma. Donde la relacién sexual falla surge la formacidn sus: titutiva como un conjunto de significantes que la representan y, al mis- mo tiempo, presentan una satisfaccién compulsive * Freud lo dice del siguiente modo: , ..como lo haria un suefo, figura o: Pa ste deseo C i dentro de una accién presente” (Fr como cumplido, eud, S., 1917 [1916-1917], Escaneado con CamScanner Silvia Pino: 4. Sintoma-Castraci oermtisme amplinde y extraterrito p. 240). Conchaye: *, Y. Con lo hemos dado un primer paso hacia la comprensién del significado del sintoma" (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 248), Ese plus de satisfaceién, que s aloja en el lugar de la insatisfacci6n es lo que ocupa a Freud en la “23" Conferencia. Los caminos de la for- maci6n de sintoma”. Lo interroga un resto, mas alla del sentido, aun- que anudado a él. Los dos conceptos necesarios que se incluyen entre una conferencia y otra son trauma y fijacion, intimamente ligados a la castracién. Los caminos de la formacién de sintoma son los caminos de la libido en la busqueda de la satisfaccién. Recordemos, ante todo, que el concepto mismo de libido da cuenta en Freud del obstaculo interno del ser humano para el pleno desarrollo sexual ya que la libido se funda en un desencuentro. Es la consecuencia de que para la pulsién no hay satisfaccién plena. Ala altura de estas conferencias sus conceptualizaciones sobre la represién y la libido se corresponden con sus dos doctrinas —la de la interpretacién de los sueiios y la de las pulsiones— que parecerian ir en paralelo, El sintoma liga el circuito semantico con el circuito libidi- nal para dar cuenta de ese plus que no esté en las otras formaciones del inconsciente y que para Freud sirve siempre al mismo propésito: Ja satisfacci6n sexual. El sintoma se produce como sustituto de una satisfaccién intercep- tada. Freud lo formula del siguiente modo: «la escapatoria de la libido bajo las condiciones del conflicto es posibilitada por la preexistencia de fijaciones. La investidu- iva de éstas Ileva a sortear la represin y a una des- carga -o satisfaccién- de la libido en la que deben respetarse las condiciones del compromiso. Por el rodeo a través del in- consciente y de las antiguas fijaciones, la libido ha logrado por cién real, aunque extraor- fin abrirse paso hasta una satisfac 1, aung) dinariamente restringida y apenas reconocible ya” (Freud, S., 1917 [1916-1917], p- 328). ra regresi ‘ento de satisfaccién se topa con una frustracion externa, regresa buscando un nuevo modo de satisfaccién. Para entender este mecanismo tenemos que diferenciar dos estatu- tos de la frustracion: el primero, la frustracién externa que entra en conexién con la realidad -tomando en cuenta que ae Freud la reali- dad es siempre realidad psiquica~y; el segundo, la Boe para na que es Ja condicién misma del funcionamiento c . ibi o como pulsién sexual. En este circuito, la libido queda vinculada tanto a las Cada vez que la libido en su int Escaneado con CamScanner Construcciin de los conreptos parcoanaliticas > . ones del inconsciente como a las huellas de la satisfine cién ‘fant a Ty esafectada por la Pau en aus a mordog la introversion a Ia fantasia y Ja regresi6n a los puntos ¢ e fijaciin La libido vuelve al pasado fantasmatico porque algo cere atrac cin, Freud nombra “vivencia infantil al plus que da c uenta de a fijacién como una marca de la satisfaccién real mas all de la trama argumentalenlaque habita, . ; La recuperacién del término “vivencia infantil’ nos orienta para si- tuar la conjugacién en el trauma de dos elementos: la fijacién, como saldo de lo realmente acontecido, y las fantasias primordiales. La arti. culacién entre castracién y pulsién en Freud est dada por el complejo de Edipo como argumento necesario en tanto inscribe en una trama simbélica las pulsiones parciales y el placer de érgano. Extrafiamiento de la realidad y retroceso al principio del placer dan la clave del sintoma como realizacién del deseo pero Freud dice: “hay todavia algo mas”, “Hay todavia algo mas que hace que los sintomas nos parez- can asombrosos e incomprensibles como medio de la satisfac. cién libidinosa. En manera alguna nos recuerdan nada de lo que solemos normalmente esperar de una satisfaccin. Casi siempre prescinden del objeto y resignan, por tanto, el vinculo con la realidad exterior. Entendemos esto como una conse- cuencia del extrafiamiento respecto del principio de realidad y del retroceso al principio de placer. Empero, es también un retroceso a una suerte de autoerotismo ampliado, como el que ofrecié las primeras satisfacciones a la pulsién sexual” (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 334). Eldetalle que conviene destacar re ceso a una suerte de autoerotis Prender esta frase? Como una eside en la expresién mo ampliado”. {Cémo conviene com- clave en el nticleo del sintoma, que se valor Predominante que le adjudicé alo simbélico, por sobre lo imagi- nario y lo real, Siguiendo e; tracién al sta perspectiva, la estructura lleva la cas- simbeliny ec ¢ Sea, que el goce queda afectado, mortificado por lo ignificsn Eta neurosis, la condicion de posibilidad de la cadena ee Secia de la castracién Peracién del Nombre del Padre solidaria consiguiente, tee Produce acotamiento de goce, punto de basta y, Por » Significacién falica Tetroactiva. Hay cadena significante Escaneado con CamScanner Silvia Pino: 4, Sintoma-Castraciin, quate Autoerotioma amplinds y extraterritorialidad 5 porque hay padre como operador que gene lado por Ia logica falo/eastraciin. El cinterey planteado por Lacan como equivalente a una metifora. y au lee coma un efecto de significado proveniente del campo del Otro «(A) ' Lespacio simbélico regu nes A perspectiva, es Avanzando en su ensefianza, Lacan considerari al sintoma no s6lo en su vertiente semantica, metaférica, expresién sdlo de un sentido inconsciente sino que sera también un modo de satisfaccidn libidinal. Al recuperar el concepto freudiano de “investidura libidinal”, con la complejidad que el mismo tiene en Freud, Lacan pondra de relieve que la libido viene a investir un efecto de la articulacién significante, al efecto de significado. Lacan inventara el objeto a para nombrar la parte del goce que se tramita en una semantica, articulada al fantasma — aquello que Freud entendia como investidura regresiva. Podemos afirmar, entonces, que la construccién del concepto de objeto a fue posible para Lacan sobre la huella freudiana del “auto- erotismo ampliado”. El nombre que finalmente Lacan le daa esta dimensién del sinto- ma cuando lo considera al mismo tiempo metafora e investidura libi- dinal, es “sentido-gozado”, entendiendo que “sentido” ubica la articu- lacién simbélica y “gozado” indica la investidura libidinal. El sinto- ma es “sentido-gozado” ya que es la parte del goce atraida hacia el fantasma, aquella que esta determinada no por la movilidad de la libido sino por su inercia. “Autoerotismo ampliado” y “sentido-gozado” son dos nombres de laconexién entre el inconsciente y la libido, entre el significante y el goce. Son dos modos de decir que, con el sintoma, se goza del fantas- ma, con la satisfaccién autoerdtica que esto implica. Un goce que Lacan en El Seminario 20. Aun terminaré nombrando como “no- sexual”, ya que no refiere al Otro sexo sino que es en continuidad con la sexualidad infantil. Sintoma: extraterritorialidad ;ctura de este segundo momento del paradigma sintoma-castracién a partir de la referencia que Freud hace a la “extra- territorialidad del sintoma’, en “Inhibicion, naa y angusta , donde resittia la problemAtica del sintoma desde de la pulsion yelyo. La extraterritorialidad es el elemento que la bowers asis reab- sorbe y que se manifiesta en el sintoma como exigencia a satisfaccién, 16: i la. Por fuera de la organizacién del yoe independiente a an Este elemento irreductible nos permite ubicar a ie pore pulsién en el sintoma: la dimensién dindmica, en la ai Ordenaremos la le Escaneado con CamScanner 58 Construceién de los conceptos psicoanaliticos pl carac ofrece a la pulsién como otra satisfaceién, y el caracter no influible de la mocién singular del ello, la exigencia de satisfaccién. Freud presenta en este texto al sintoma como un sustituto, una satisfaccién en lugar de otra, por la oposicién del yo-defensa a la satis faccién pulsional. Para dar cuenta de esta sustitucion parte de. deseri. bir el mecanismo de la formacién de sintoma; éste tiene por condi icin a la represién primaria y, en un segundo tiempo logico, el conflicto psi- quico entre la pulsién y el yo como la parte organizada del ello. La angustia de castracién es sefial de este conflicto y funciona como motor de la defensa y referente del sintoma. La idea que Freud tiene del mecanismo psiquico va en la direccién impresa por su teoria del conflicto pero, en paralelo a la descripeién de éste, ubica el fundamento del sintoma en la exigencia de satisfaccién, mocién pulsional singular del ello. De alli que afirme que: los sintomas ligan la energia psiquica que, de otro modo, se habria descargado como angustia; asi la angustia seria el fenémeno fundamental y principal problema de la neurosis” (Freud, S., 1926 [1925], p. 136). Para su desarrollo, siguiendo la clave de la angustia, Freud se apo- ya en las neurosis traumaticas y sitia el valor perturbador de las con- diciones econémicas de una situacién para la cual no hay posibilidad de contenido psiquico. Presenta al desvalimiento psiquico como un nom- bre de lo imposible de representar. Freud debe construir en “Inhibicién, sintoma y angustia” los argu- mentos que hacen de la exigencia pulsional un peligro y que justifican Ja puesta en marcha de la defensa. El argumento para la angustia- sefial, es la separacién de la madre en un primer momento y en la fase félica la angustia de castracién con valor retroactivo. “Asi, la angustia se presenta como una reacci6n frente a la ausencia del objeto; en este punto se nos im; el : ponen unas analogias: en efecto, tam- bién la angustia de castracién tie u : ne por contenido la separacién respec to de un objeto estimado en grado sumo, y la angustia ms originaria (la angustia primordial del nacimiento) se engendré a partir de la sepa- racion de la madre” (Freud, S., 1926 [1925], pp. 129-130). Es aqui donde podemos situar dos angustias: una, sin contenido psiquico y otra, que tiene por c “ontenido la separacién de la madre. Es Por eso que resulta revelador el parrafo siguiente: reflexién més somera nos leva ma cia en la pérdida de objeto, Cuando de la madre, es sélo porque alld de esa insisten- cl nifio afiora la percepcién ya sabe, por experiencia, que ella Escaneado con CamScanner | | ~~ Silvia Pino: 4. Sintoma-Castraciin: autoorvtisi ampliada y extratnea tare 59 satisfiice sus nevesidades sin dilacion, Entonces, la situacion aue valora como ‘peligro y de la cual quiere reagtuundare en la de Ta insatisfaccion, el aumento de la tension de neceautant frente al cual es impotente” (Froud 1926 (1925). p. 130). Freud sostiene a continuacién que: ~--14 perturbacién econémica por el incremento de las magni tudes de estimulo en espera de tramitacién, este fucter conti tuye, pues, el nticleo genuino del ‘peligro’.” (Freud, S., 1926 ie p. 130). La exigencia pulsional noes en si misma un peligro. La idea de “peli- gro” justifica el tratamiento que produce la neurosis de la anulacion de la satisfaccién por presentarse como Un, heimlich. La castracién es un con- tenido psiquico que sostiene la teoria del conflicto en Freud. La angustia automatica es aquello que se opone alla sintesis y podemos hacer, apoya- dos el texto freudiano, la siguiente secuencia: exigencia pulsional-an- gustia traumatica-extraterritorialidad del sintoma-Unheimlich. La exigencia de satisfaccién de la mocion pulsional se contintia en la extraterritorialidad del sintoma y es la presencia de lo no-influible de la moci6n pulsional. La lucha secundaria contra el sintoma es una conti- nuacién de la lucha contra la mocién. En la Addenda de “Inhibicién, sintoma y angustia”, encontramos un fragmento dedicado a la contrainvestidura desde el que interpreta en distinto sentido el trabajo de la sintesis yoica. La reelaboracién de “Recordar, repetir, reelaborar” (Durcharbeiten) deja de tener su funda- mento en el intento de tramitar lo perturbador para pasar a ser un modo de satisfaccién anudado a la fijacién. La pulsién es un “peligro” para el yo empujado a la compulsion a la sintesis. Lacan en su retorno a “Inhibicién, sintoma y angustia” sostiene que la castracién produce la anulacién del goce a la vez que la reali- zacién como otra satisfaccién, el sintoma anudado al fantasma como, defensa primaria. Entonces, podemos reconocer en Freud un hilo conceptual que va de 1915 hasta el final de su obra: 8) “Los fragmentos de vida que siempre fueron penosos” en “Recordar, repetir, reelaborar” (1915). ) “La extraterritorialidad” del sintoma, en “Inhibicién, sintoma y an- Bustia” (1925), © El“fragmento de agresién libre”, en “Analisis terminable e intermi- nable” (1936), Escaneado con CamScanner OY Construceién de los conceptos psicoanaliticos Conclusiones mocién no influible aparece en la obra freudiana de diferentes, ‘mocidn penosa” (1915), “peligrosa” (1925) y deriva en los ceptos de “reaccién terapéutica negativa”, “masoquismo erogeno”, “re. sistencia estructural”. | En “Analisis terminable e interminable” Freud la despoja de las interpretaciones a las que la teoria la reducia y la presenta como “frag- mento de agresion libre”, del que Lacan extrae todas sus consecuencias y ser el hueso del tiltimo paradigma sintoma-funcionamiento. Bibliografia Freud, S. (1915-1917), Conferencias de introduccién al psicoandlisis. En Obras Completas, Vol. XV-XVI, Buenos Aires, 1991. ——(1926), “Inhibici6n, sintoma y angustia”, En Obras Completas, Amo- rrortu, Vol. XX, Buenos Aires, 1991. —{1937), “Anélisis terminable e interminable”, En Obras Comple- tas, Amorrortu, Vol. XXIII, Buenos Aires, 1991. Lacan, J. (1957-1958), El Seminario 5. Las Formaciones del Incons- ciente, Paidés, Buenos Aires, 2006. —(1960), “La subversién del sujeto y dialéctica del deseo en el incons- ciente freudiano”. En Escritos 2. Siglo veintiuno, Buenos Aires, 2001 —, (1975-76), El Seminario 23, El Sinthome, Paidés, Buenos Aires, 2006. Miller, J.-A. (2007), “Seminario sobre Jas vias de formacién del sinto- ma”. En Introducei6n ala Clinica Lacaniana, ELP, Barcelona, 2007: (1998-1994), Done. La logica de la cura, Paidés, Buenos Aires, 2011- Escaneado con CamScanner

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