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| PREFACIO A LA TERCERA EDICION ‘Me complace que esta nueva edicién me ofrezca la opor- tunidad de agregar algunas indicaciones para los .estudiosos del movimiento, Aunque no habia nada que deseara corregir enti que el lector podfa estar interesado en algunas de las consideraciones que tengo en mente cuando presento el movimiento de la danza al estudiante. Es dificil dar una imagen de la experiencia del movi- ‘miento mediante la descripci6n de los factores que lo produ- cen, pero he procurado evitar la utilizacién de lenguaje poé- tice, Espero que mi adicién, que proviene de mi prictica como maestra, alerte més aGn al lector sobre la importancia de absorber los fundamentos de la danza educativa tal como Laban los expuso en su texto. Lisa Ullmann Addlestone, Surrey Mayo de 1974 2 EE Capitulo | INTRODUCCION En la actualidad se comprende de manera més cabal que teducacidn escolar debe tener en cuenta el tema de la ense fianza de la danza. La pregunta que surge es: Zcémo proce- deremos? ZOfrecen los vestigios del historico arte de la dan- za una base adecuada sobre la que construir la nueva ense- fanza de la danza en la escuela, o necesitamos, en nuestra compleja civilizacién modema, de un nuevo enfoque del problema? La respuesta es, creo, que debemos mirar a nues- to alrededor y comparar [as condiciones de vida en nuestro tiempo con aquellas imperantes en los dias en que se origi ron las formas tradicionales de la danza, Debemos también investigar la relaciGn que existe entre las formas de la danza y el comportamiento general, en especial fos hibitos de trabajo, de un periodo particular. En comparacidn con lo que se conoce a este respecto sobre las ddemids artes, nuestro conocimiento en el campo del arte del ‘movimiento es harto exiguo. La historia de la arquitectura, de la escultura, de la pins tura, de la mésica y de la poes’a describe los cambios que estas artes han sufrido en las diversas épocas y periodos de la civilizacién. Las diferencias entre los templos griegos, las catedrales g6ticas y los rascacielos de nuestro tiempo ‘son identes que cualquiera puede verlas con claridad. Es despertar el interés sore los cambios producidos en tl orden social y en las condiciones de vida a través de la his- toria y explicar de qué manera las formas tipicas de, diga ‘mos, un perfodo arquitectanico estan relacionadas Con la ica de esa 3 tendencia general y el caricter de la vida pil st seotionaid sopepnis se} 9p esoJ0uns epia v] woD uo!se|NoWIA ‘ual ‘eqeipes $9] anb ‘oBLequio uis "ea (e}auase (07 “tongs up!ozaysed uesB tun uEqesIsoW A sosopeuesua unde epnp uis ueso sowinyn s01s9 ap sowuourAoW $07 “30U 501409 A sod)uj.d ap $9891409 sayepous so} se\doa 9p ze8n) tus soaupioduieiuo0 sns 2p soiusiuisow so} ueseipmss anb ied aioe so A sopeasous so ‘aqje> se] ® sojnds2sip sns raqet any BuEZey 4oAeus Ne “upIuida Mw ud ‘010g ny squosed Se] 9p PUES B} epor ouls sojfns sojrerep 50] A sesojuowas29 se}oussa%01 Se} ou BK UIsaJdx9 UOre:UOD uo yeno fp wa wor290,p 127109 |9 9919 “oWUaKUIAOW fap olny 219) 2 uBypaduuy anb sopeso2ap soy A sopes0n 50] ‘euaase op sefen songiiue so} .1Joqe any eajzapid | ua O21 anb 07 -owusqus8ins ua sonus> so} 9p s1qwoy jo eied sopensopeut tueia ezaje2s e| op souoisianlp se] oWwoD soussadwie> sojteq sonBique so} o1uei anb suqnosap uo osousd [9 any aLsaKON ‘opis edey anb ei2Inb oWwo> “olseUD2s9 [9 91g0s o1UalwIA ou! jop uo|soudxo exonu Bun 4e9/9 wytsn201d “SeuRLIMY, ‘legen 9p souo1ooe op sepryiaxpeut FIAEpOL A sBAaNU SeULIO} 2p uoysis 8] 9p & ‘eunsnpus upidezyias> r] 9p o1uoN Jp tanuiseid aonb stun20 opnd upiquiey “ose> [2 any ‘giuewoa sew! jp anbune ‘solo so} guge 9} anb jo eseoues4 ‘umn anb ouajuiesuad ap eUuy}a [a an} s2uodns sowapog ‘eoodg ns ap Seueso109 sezuep Se] ap ‘aivauresnmu! ouede 95 ‘sp2ue1) 19}/2q 9p onsaeu UN “sn0Nsofi029 wef ‘oueuipioenxa asquioy un (99LL) IIAX 12 Sopeipous wey “sepeas> uosens © uoso}fins nb 1ad so ap oftqest 9p so11qp4 $0] UOD upIDe|N>UIA ‘epunjoad tun sodwan so} Sopot ua opiuay uey sezuEp se" eusnput 244 sus3pou! 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St je los taba iquiera en los valores estéticos Pero tuvo una vaga no- laciéa con pes ind cida de que ‘mas de danza de dos mil ahos atris, Las pinturas jamds puc- 16 mayor parte la expresién de nuestro tiempo, y que s6lo te- inian un parecido exterior con las formas del movimiento en Ia Antigua Grecia. Al | cuerpo del bailar’ del exceso de ropa, que flujo d lsadora Duncan con- tribuyd de manera considerable ala tendencia del hombre contemporineo a super tamiento del cuerpo, El danza que podria denor Isadora Duncan volvié a despertar el ‘del movimiento en el hombre moderno. En una época en {que la ciencia, y en especial procuraban abi radicalmente cualquier idea de 1s. Como edvcadoras ners especialmente en a nfl ol gurls epeucion -reiterada de movimientos simi ie ne en la acttud externa e interna del hombre ha imiento, considerado hasta entonces —al menos en '~ como un siviente del hombre utiliza- mzar un propesitoprictico extrinseco, se de- ‘con frecuencia més poderosos que la voluntad humana. Tue bastante desconcertante para una Torma de compensacién, Las compensaciones mis evidentes, son, jos movimientos capaces de equi brat la desastrosa influencia de los habitos de movimientc esequilibrados que se originan en los métodos contempo- rineos de trabajo. En la era preindustrial de nuestra ci fos y los campesinos posefan una miento, En cada una de sus labores todo el cuerpo estaba ‘ocupado, en distintes momentos, en las tareas completa. fealizar. Tenfan que dor de su propio off ». La obtencién de la materia prima, la compra, el trans- propio proceso productivo y la venta estaban a car- solo y mismo hombre. El trabajador industrial de [a actualidad no sélo se ha especializado en una de estas tareas, sino en una determinada funcién de esa tarea, con frecuencia una sucesién de movimientos relativamente sim- ples que tlene que realizar desde la mafiana hasta la tarde a Jo largo de toda su vida. Tiene que pensar, pero dentro de luna muy restringida esfera de intereses. Sus horas de ocio las, dedica a placeres inadecuados, pues carecen de aquellainte= gracién de exaltaclén mental y corporal qué en épocas ante- riores emanaba del orgulfo por Ia independencia en el traba jo organizado. Incidentalmente, cl orgullo por el trabajo en- contraba su expresién en las danzas festivas. Durante los alos escolares los nifios de nuestro tiempo no aprenden a apreciar el movimiento. Apenas saben cusnto de su felicidad futura depende de una vida de movimiento intenso. En [a actualidad la educacién trata de compensar este ‘estado de cosas prestando mayor atencién a las artes en ge- eral, incluyendo el arte del movimiento, pues se ha com- prendido que la danza es el ate bisico del hombre, La danza ha reingresado en nuestros dfas al reino de tas artes e incluso las formas historicas han vuelto a la vida gracias a la necesidad, int dos de obtener, sino inspiracin, al menos informacién res+ fsticas mds poderosas de la es ‘uctura corporal y mental del hombre: el movimiento. 18 descubierto y 5 Ia eficiencia labora se expresa en lari queza de las formas del m« erado, en los gestos, ten los pasos, asf como en los que el hombre contemporined ida cotidians. wa de la danza se ha introducldo una nueva tabu de inestincién modern. Lavideaybscayen el / uarealesnuel essen Suen eee reenter aneiea de las actitudes de la ns fires co movment (Peso Epacoe ramps apenine de nerve Manca alera shen tes conde cara) pect de tos ferents eros dl movimiento, granando st it apelactn ye gce de cualquier ets movmienos Ge teclon Inc fos mis np, lconociminte dl exons hurane, en expec de as esfnranrelundss por el bonbre nautilus de itcetans de a dana empl por saris cps cl tutor que, convertor en macs arise, desempenaron tn ‘papel reevate en el eral de ee ate eontempo Tange Gel monies tn exe punto ernecesrio tupdarerta fess a are ind que ada ens sen mis esting. Ei re de movimiento sien ena la arama en euiqae oo tp de acute, cl cnematogtico, Tada a fora de ane ida nas concepciones jento, que abarca + Vease R, Laban y F.C Lawrenes: Effort Londres, Macdonald & vans, 1974 19 parte del arte del movimiento, af igual que un gran aGmero Ge juegos, mascaradas y- muchas otras diversiones El arte del movimient6 esta contenido en todas las cere- monies y vals, ¥ foampaninealaap dadestelcioay tn evalquler tipo de oratoria y de acto pal dicta diaria esta reglada por ciertos aspectos. ‘mornin, fo mmo oar con gan part el compo vento y de dad de los nifios en la escuela, Los juegos entrafian el conocimiento y la experi cia de los ‘movimientos que en ellos se utilizan, lo cual requiere una ‘que la que se ne diversos aspectos, uno de los cuales es el que se cultva en la ensefianza de la danza. La técnica tradicional de la danza se ocupa del domi 5 requeridos para determina: in de las danzas no esté escenario, Aparte de las composiciones teatrales del cada una de las formas sociales del arte de la danza, ‘Como los bailes nacionales, folkldricas y de sal6n, ne Sus propias formas de movimiento y técnica. que estimula el dominio del de las formas de movimiento que se estudian y dominan en el aspecto contemporéneo de este arte. El enfoque metédico de las formas universales del m: rmiento es, por fuerza, diferente del requerido para el domi- fio de una estilizacian especial que abarca s6lo una parte relativamente pequena de la expresién del movimiento hu- Una de las diferencias mas evidentes entre las danzas ceuropeas tradicionales y la danza moderna es que las prime- ‘as son casi exclusivamente de pasos, en tanto que la ultima se vale del flujo de movimiento que se extiende por todas las anticulaciones del cuerpo. ‘particular, se puede comprender y F “movimiento. Este enfogue de la materia de la danza implica ‘una nueva concepcién de ésta, es decir del movimiento y sus elementos. Es en gran parte la actitud interna reflejada en la nueva ‘técnica de la danza la que hace, en nuestra opinién, conve- niente y exitosa su aplicacién a la ensefanza. En tiempos pasados la técnica de la danza se adaptaba a las necesidades pricticas de las actuaciones, y es sélo en nuestra época que ciertas partes de esta técnica se han apli- cado a otros campos de la actividad humana. La importancia de una nueva forma y un nuevo espiritu de la educacién del ‘movimiento en nuestra época es evidente en més de un aspecto. 'En primer lugar, la gran variedad de operaciones en las més de 18.000 ocupaciones del hombre moderno exige el ‘estudio y el dominio det comin denominador de los esfuer- 7205 téenicos incluidos en toda accién laboral. El comin de-/ -nominador es el flujo de movimientoy En segundo lugar, lacantidad. insuperable de conoci- miento intelectual requerido para el dominio de la vida mo- rio en el que las faculta des esponténeas del hombre puedan ponerse en préctica y hallar salida, E1 estudio y el dominio de aquellas funciones espontineas del hombre que deben ser fomentadas apuntan al mismo comin denominador, es decir, el flujo de movi- rmiento. pponiendo al mismo tiempo su dominio consciente, Los in- Gustriales y educadores, que han aprovechac Ta oportunidad ofrecida por el actual estudio del_ movi miento desartollado por los iniciadores de la danza moder- 2 han tratado de aplicar los nuevos métodos de aprendi- zaje del movimiento en fabricas y escuelds, Debe observarse que no es la danza propiamente dicha la que se ha aplicado a estos prop6sitos, si pleads en Ia educacién del movimiento del La danza moderna como arte danza moderna, aun en la forma modesta de sencillas dancas recreativas, muestra una perfeccién que requiere la inspira cién de artistas ereativos e interpretativos, de los que no siempre se dispone en escuelas y fébricas. En las escuelas donde se fomenta la educa vidad creativa del bi referida a la presentacién de danzas en las escuelas debe abordarse, por lo tanto, con extrema delicadeza y tendrén ia universal sol . El uso préctico de la nueva técnica de la danza en la educacién es miltiple, El i i los ii realizar ares a I 23 ima d Ey elereltacl6 se en el mundo del flujo de! movimiento y rob facultades esponténeas de expresién. La primera tarea de la ‘escuela eS alentar y concentar este impulso, y hacer que los nifios de grupos de mayor edad tomen conciencia de algunos de los principios que gobiernan el movimiento La segunda tarea de la educacién, y no la menos impor- tante, es preservar la espontaneidad el movimiento y man- tenerla viva hasta la edad de dejar la escuela y, alin més alld, en la vida adulta. Una tercera tarea es fomentar la expresién artistica en cf dmbito del arte primario del movimiento, en donde han de perseguirse dos objetivos: Uno es ayucar a la expresién creativa de los nifos representando danzas adecuadas a sus ones naturales y ala etapa desu desarrollo. El otro es alen- 2 tar la capacidad de tomar parte en la unidad superior de las danzas colectivas drigidas por el maestro. ' Una tarea adicional en el despertar de una amplia pers. pectiva de las actividades humanas consiste en observar el flujo de movimiento que en ellas se emplea. ‘La terminotogia, y la actitud interna obtentda gracias ala asimilacién de la nueva técnica de danza, puede ayudar 2 econocer nuestras propias defici lad y comprensién, Ia posicién dominante del movimiento en iar muchas todas las a mas oportunidades de va técnica de danza, las que sin duda su Debe mencionarse finalmente que rin de la préctica. jeva técnica de ‘un objetivo de suma importancia en cus ‘uier forma de educacién. La técnica que cumpla con todas estas exigencias requiere un examen joso de Ia nueva perspectiva sobre la Sctitud del nif hacia la danza, y 2 ello procederemos. 2

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