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Qt inn iin enum Por gi ns pe Seer an ers ont dasa nc ere oiramagincaascbearinicole sa risa ta ost ad manpadaamelnddanecor aa a eaman de preach rd Te eperan ent secon poue tas Se capcom an mens aaa ee dota cn reconcile recurs elo sig re Fee eleanor bese oes oro ey carrpdenctse et Hane eet name mt table quel antiguos: el de a sospecha asa, que no pu dese destuida nea, porqu es onstittiva dela conte plucion de la superficie de [os ignosy los medios, Todo lo {ue se muestra se vale, automaticament,sospechos:é Ton sempre la eapera de que el medio e convict en emai, de que ts los signos que ocoltan a "auttia™ fealdad se diuelvan por Bn para que ésta pueda mostrar Caine es exe sco no slo ee astvaen los maseoso ate un apuratade televs6n; er Univeral, pues es sniduda, una {eformuliin de vie pregunta ontokiyice por rede Boris Groy analiza el principio dela sospechafuidando tana vasa fenomenolopis de los mos, con la que ampli as teak des eclebre Sobre fo revo (re-Testos.2005) Si alt ‘Sseibiala-ecomornia cultura” como el inercambio entre ‘archi de os valores cultales el expaco profino exe ‘icra 2 ajo seipecho quiere responder ala preguitrd “ull ‘rls fueret que sostiene los archivos de moesra clita yes ‘Soncede petmanenciaGroysnes presenta a sospecha como Intitud que nos pone en contacto eon el fondo prerelexi~ Roy cl bajo a superficie de le signos es la misma sos Fecha que alent ls grandes empresas metafsicas del pass- Joya hoy, en la epoca dela postmodern universaidad tmodintica sigue accionando el oeulto resort de a cau (oO SOSPECHA | [=e PRE-TEXTOS i= BAJO SOSPECHA Una fenomenologia de los medios Boris Groys Traducciin de Maser FoxtAs Dat Juco ALSANDRO Maar Navss0 PRE-TEXTOS a eps al il dt en atid prs los ‘hol drhar rrr Css sn beset © del usin: Mana om dt any lj Martin Niro THODUCCION EL ESPACIO SUBMEDIATICO Ez suetosumusounco ¥ 1 Ruo ns 10s so. ‘Lasumane ou one veo ne mecacicn +a vn Deo wenucd LA ECONOMIA DELA SOSPECHA Cue Len-Srnins nado SANE QUE HOTA [oa Deans es eawo¥ ssrA Fre Frags crn a MONT HSK 0 SURE Leo ne tosis Lasosean bs nsn0, INTRODUCCION? | | [ste libro a sido escrito con la intencién de responder as pregunta de cules la fuerza qu sostine lo archivos dde nuestra cultura y les hace duras, una cuestién que no sme ha dejado en paz desde que escribi Sobre fo nueva.’ De ahi que me parezca impzescindible aclarar los motivos que ‘me condujeron inicialmente a este asuato, En aquellibeo sobre lo nuevo describi como “economia cultural” el in- tercambio que se produce entre el archiva delos valores cul tural y el espacio profano exterior a ese archivo. En el archivo se coleceionan y custodian cosas que son impor- tants, relevantes ovalioss para una determinada cultures todas las demas cosas sin importancia, irelevantes o sin valor, quedan fuera del archivo, en el espacio profano. Sin ‘embargo, los archives culturales cambian constantemente: tuna parte de espacio profano se incorporaa ellos, mientras {que otra parte de las existencias del archivo se desecha como algo que ha dejado de ser relevante. En el libro sobre lo ‘nuevo intenté responder ala cussion de baja qué critetios sors Gro, Oe dar Nee Hans Vg, Ie Minch 1982. ye Mane Ftd ne eT, ales 2 tuna cultura considera importante algo de a esfera profana -yleotorga un lager en sus archivos. Y, sobre todo, por qué clarchivo nunca permanece igual? ;Por qué siempre legan, cosas nuevas al archiva? La respuesta habitual a esas preguntas es bien conocida: es importante odo aquello que lo es para la vida, para la historia, para los hombres, Todo eso que es importante debe serrecogido en el archivo, pues a funcién de archivo con- sisteen representar la vida exterior alo espacios del archivo. Por supuesto, las opiniones acerca de qué sea bueno para Ja vida y paras hombres difiren considerablemente, y ésa sa razdn por la que representar algo en el archivo es ob- eto de beligerantes politcas de representaciéns de hecho, hay una gran discusiGn acerca de qué debe representarse en clarchivo y quién puede administrar y determinar la com- posici6n del archivo. De abi que, de entrada, nuestro tema parezcareducirse a una cuestiéa de poder, ue parezca de ppender de una posicién de poder que permita a alguien dec- dir quées important, relevante y digno de ser archivado, y qué carece de importancia es irelevante y mereoe ser de jado fuera. Por ello, las discusiones en torno a la conguista de posicianes de poder en el archivo yen torno alas inclu siones y exclusiones que habrian de depender de aquélas, Aesatan muchas emociones, cost que por lo demiés ocurre siempre quese trata decuestionespoitcas, es decir, decues- tiones sobre las que todo el mundo no sélo es que pueda tener su opinién, sino que incluso debe tenerla in esas aca- loradas discusiones cada cual cree importante algo en par- | | | ticular y opina que aquello que su oponente considera im portant, en realidad, sbsolutamente trivial si, aun as, Jo trivial parece que triunfa sobre lo importante, entonces segin la opinion generalmente extendida-es que debe haber en juego secretasintrigas, poderes ocultos y, sobre todo, dinero: mucho, mucho dinero. ‘Cuando se he asistido a semejante especticulo, uno no puede sino asombrarse, en cierto sentido, al eparar en que, 4 fin de cuentas, el archivo, de facto, ontinéa completin- dose, ll paral satsfacion general. La evolucion de ar Sheganenc pees rae decor lnifcas read onecuenteete, Lac masa oon ic ore odorant de sspecha Sa lcacae ote dominant qi a sab fd ati, pr econ undamentmente do ee anguador yalmens smi Sempo0 tes gu calle conspire vores candor posit Por eld digi contra saponin dls ivdad puedes neon un fngmentoepealenteopco dels mans space edits cul eeond ts dest mpeg opens oe Selajt purser densi rent, ede conser ning pels deed ast sinomas bin saben nt lara d dsc pn, ‘estenctrfis in soe todo a queens ces otc, y prometeal itor taliban ya earl value ipe de soxpediastmoriamte Pusey unas eto sosinin que debemes tener miedo Le onoer ne ‘etl dl ue se nunc sempre trv dls do lay de ing qevos can Yd endintement de gue iponamral soo fuan ee tro denotes mimon. De moo que else now inane waves designe epee ao por saa Amen que prcencii or gles lovaganae suptledlmunds por medio dlpesetinets oo esc ac saeco aol cp dele sgnon a ———CO pelo Slenun mand sn sje psa Ane pote yaao, Como de Sr, linfene on loss ¥nostos woos tambien etedideon ae nos ebsrvamos un inl pare noses mimosa sujet remem fers served, deconstiy Satn ora desubjeivants concent eas nts Juego dos signe ello signi una savin ei erno, Pero esa promesa de slvacién que nos ofteve el pen- samiento dela deconstruccién no resultalosuficientemente creible como para tranquilizarnos. Mis bien da la impre- sién de que s tratara de un muevo truco del sujeto ocult, ‘un signo de una conspiracién especialmente maliciosaen la ‘oscuridad submedistica. Como hemos dicho, es precisa- ‘mente ananciando la buena nueva desu propia disoluciéa ‘como mejor consigue esconderse el sujeto, volvindose ast ‘atin mis zmenazador. ‘Los comienzos tedricos de ese discus acerca de la de- bilidady a disolucin del sujeto se encuentran, como es sa bido en el postestructuralismo francés de los aos sesenta 7 selenta,surgido en medio dela atmésfera de optimismo canzan mayor duraci6n, pues os signos son interesan para nosotros sobre todo en tanto momentos de la sospe- 1a, Sélo tales signos de la sospecha son estudiados, inter pretados y conservados durante un largo tiempo. Todo cl archivo en el infinite, pues la sospecha es inf 1952 Hay ec en espa: Sigmund Tre, i gin monty quello que se explicarépidamente y que transmite la sen. sacién de no esconder nada es olvidado inmediatamente y sacado del archivo, E archivo de nuestra cultura esté cons truido como una novela de detectives que pretende prod- cir un suspense infnit, {La economia temporal del archivo es, de este modo a «economia de a sospecha, en la cual los moments de si ‘etidad meditica tienen Ie funcién de confiemar que “en interioe” todo es realmente distinto a como se presenta en 1a superficie medistica. Con ello, esos momentos de since ridad desempenan el papel de revelaciones provisionales, ‘que, como en las novels policiacas, son presentadas una y otra vex para mantener el suspense com la promesa de le revelacin definitva. Cada ver que un archivo es cuestio nado o que la mirada maligna del otra se ditige asus sig- nos y se formula la pregunta politica por st utilided 0 inutilidad, una pregunta que amenaza al archivo con su soluciGn; cada vez que ocurre todo eso se descubre, prec samente gracias esa mirada critica y examinadora, un nivel més profundo tres la superficie del archivo, un nivel en el «que esa mirada puede descansar provisionalmente, pro ciéndose entonces el efecto dela sinceridad medica, Dado que el espacio submedistico detris del archivo es solo una sospecha, la mirada maligna del espectador que pretende ppenetrarenel interior submediétco se encuentra en agin ‘momento consigo mismo se reflea, se proyecta sobre Por medio de esta refleion se descubreel nuevo medio, en ‘cuanto superficie refleja de aquella que supuestamente re

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