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Teoria de los objetos A. Moles Coleccién Comunicacion Visual Teoria de los objetos Abraham A. Moles El objeto es uno de los mediadores esenciales entre los hombres y el entorno social y material de ia sociedad tecnoldgica. Es a la vez producto fabricado por la industria para satisfacer las necesidades del hombre, y factor determinante de éste por su profusién y proli- jidad. El libro explica este mecanis- mo y propone una «teoria de los objetos»: su difusién, su organiza- cién reciproca, su funcién dentro de un verdadero ciclo de objetos del cual aparece un nuevo tipo de relaciones entre el hombre y las cosas. Teoria de la tienda y del gran alma- cén, creacién del «gadget», doc- trina del regalo, lugar relativo de los objetos y de los seres en la casa, anélisis psicolégico de los objetos en su contorno cotidiano, estos son unos de los aspectos mas inmediatos de este libro para todos los que estan inmersos activa o pasivamente en el universo de los objetos: disefador, arquitecto, vendedor, industrial, consumidor.. Editorial Gustavo Gili, S. A. Rosellén, 87-89 Barcelona-15 Teoria de los objetos Editorial Gustavo Gill, S. A. Rarcelona-15 Rosellén, 87-89 Madrid — Alcéntara, 21 Vigo Marqués de Valladares, 47, 1° Bitbao-1 Colén de Larrestegul, 14, 2° Sevilla11 Madre Rafols, 17 Buenos Alres Cochabamba, 154-152 México DF. Hamburgo, 303 Bogoté Calle 22, n° 628 Santiago do Chile Santa Beatriz, 120 Sao Paulo Rua Augusta, 074 Teoria A. Moles Titulo original: Théorie des objets Vorsién castellana de Laura Pla Bacin Comité asesor: Roman Gubem Tomas Llorens Albert Rafols Casamada Ignacio Sold Morales “Yves Zimmermann 2. tirada 1975 © Editions Universitaires, Paris y para la traduccién castellana Editorial Gustavo Gi Printed in Spain ISBN 84-252-0786-X Depésito legal: 8. 8402-1975 Hijos de J. Thomas - Mallorca, 291 - Barcelona . El objeto como mediador ‘Objeto y sujeto Andttisis det entorno Una promocién del objeto on Ia vida cotidiana El objeto como mediador social Distenctamiento social y vacio fenoménico Papeles y funciones del objeto Objeto y mensaje Algunos métodos para el estudio dal objeto valores y aspectos de los objetos . Definiciones y fenomenologia 2Qué es un objeto? El objeto en el espacio-tiempo El objeto como sistema de elementos: la complejidad de los objetos El estudio intrinseco de un objeto o sistema La sevolucion de la precisién y la teoria del mercado consumider Los cotos de caza de! objeto: el piso Un coto de caza alternative: ei lugar de trabajo Un universe de] objeto nuevo: la tienda Otro coto de caza: el stock Un ciclo de fos objetes: el desv4n y ef anticuario Ei museo: el objeto embalsamado La clasificacién de los objetos: el método taxonémico Metodotogia y taxonomia Denotacién y connotacién de les objetos De la clasificacién Sobre el papel de Ja funeién como «sentido» del objeto Un ejemplo de hiperfuncionalidad de una coleccién Distancia semantica de los objetos: método de las matrices de si- militud Fuerzas reetoras de la colocacién de los objetos en un espacio cerrado . De la clasificacién utilitaria de los objetos La clasificacién en Jas tiendas: los almacenes universales La ausencia de clasificacién: significaciones y valores del desorden 7 14 W 12 45 49 8 25 26 2 63 63 68 hecho Ernst Dichter con su teoria de la Motivational Research, de apli- cacién inmediata al campo de la publicidad comercial, o Vance Packard, al denunciar la servidumbre psicolégica del hombre hacia el objeto en la contemporanea sociedad de consumo. De este modo, la invasién de objetos en el mundo moderno habia sido contemplada hasta hoy a la luz de la economia (ley del beneficio), del psicoandlisis (motiva- a ciones de su deseo), de la ética (alienacién del hombre) o de la estética (disefio). Estos planteos eran necesarios, pero no agotaban ni clarifi- caban suficientemente todas las complejas relaciones hombre-objeto en la era industrial. Ha sido necesario el espectacular desarrollo de la semiologia en tiempos muy recientes para que esta investigacién so- clolégica se enriqueciese con una interpretacién del objeto en tanto que mensaje. Finalmente Abraham Moles, que en su anterior libro Psychologie du Kitsch: l'art du bonheur se habia aproximado ya a esta problematica, ha construido un coherente sistema cientifico para la Somecenetcr del significado y funcién de los objetos en la cultura jumana. Prescindiendo deliberadamente de todo enfoque eticista, psicoanalitico 0 econémico —que habian sido usuales en toda apro- ximaci6n a este tema—, Moles prosigue en el presente libro el hilo de su fecunda reflexién teérica, iniclada desde hace dos décadas, acerca de la comunicacién humana, centrada en esta ocasién de un modo estricto en la «teoria del objeto». Seria ocioso subrayar aqui la oportunidad y necesidad de tal libro. Tras un andlisis de la entidad «objeto» como mediador social y como funcién, Moles se adentra en un estudio del «territorio» natural de los objetos (el domicilio par- ticular y el lugar de trabajo) y de los lugares de suministro de objetos nuevos, cuya catedral por antonomasia es el gran almacén, con un espacio y una distribucién muy peculiares y significativos. Estos ele- mentos permiten a Moles desarrollar el ciclo natural o «vida» del objeto, desde la tienda al habitat del hombre, para concluir en el cubo de la basura, el desvan, la tienda de anticuario o el museo, destinos finales de la vida de todo objeto (0 inicio de una vida distinta, como ocurre en la tienda del anticuario o en el museo). A continuacién desarroila Moles sus hipétesis de clasificacién de los objetos, segtin ‘su funcién, y haciendo hincapié en su factor seméntico. Un estudio de la sintaxis del objeto, con las leyes de sus yuxtaposiciones, de! valor llamado «artistico» del objeto, de la agrupacién de objetos en «coleccién», del objeto-regalo y del objeto-gadget abren insospechadas Perspectives para la comprensién de Ia trivial realidad cotidiana de nuetros dias, en la que la relacién hombre-objeto desempefia un papel By ey (abrir un grifo, encender un cigarrillo, ofrecer un rege- lo, etc.). * De este modo, Moles llena un grave vacio en el estudio de la vida cotidiana, de su fenomenologia y aun de su estética, cam- po de actividades que solicita cada vez més intensamente la atencién de los estudiosos y cuyo interés rebasa el marco del lector especia- lizado 0 del profesional de la comunicacion. R.G. 1. El objeto como mediador Objeto y sujeto El objeto se ha convertido en el elemento esencial de Esta afirmacién por si sola el tema aqui nuestro entorno. Esta Justifica elegido en el marco de una «Psicologia social» considerade como el estudio de las relaciones entre el hombre y la sociedad —o sea, las que concretamente se dan en el mundo contemporéneo. El marco conceptual a que nos referiremos es el de la sociedad en que vivimos 0, mas exactamente, aquel en el que entran en juego las fuerzas y los valores que regirén a medio plazo nuestras vidas y ante los cuales hemos de adoptar une ectitud, ajusténdonos para ello al concepto de prospectiva: «actuar hoy en funcién de una imagen del futuro en vez de considerar el presente como una simple secrecién del pasado» (G. Berger), ya sea para acelerar la \legada de esta imagen, ya para rechazarla e impedir su realizacién; en cualquier caso, son precisos un conocimiento y un compromiso personal por Parte de cada individuo. El objetivo de este libro es llamar la atencién del ciu- dadano de la sociedad de consumo, de! hombre de negocios, del disefiador; sobre un fenémeno importante y susceptible de convertirse dentro de poco en una cuestidn central. Se trata del problema del objeto, mediador universal, exponente de la sociedad en la desnatura- Wt Hzaci6n progresiva de ésta, creador del entorno cotidiano, sistema de comunicacién social, mas cargado que nunca de valores a pesar del anonimato que imptica la fabricacién industrial. De ahi que surja como primordial ef concepto de en- torno, esa esfera fenoménica que rodea al individuo y a través de la cual pasan sucesivamente los mensajes del otro 0 de los otros, Et papel de ja «sociedad en la pereépcién personal queda reducide al nivel de un simple factor del entorno. Anilisis del entorno Definamos en primer tugar ef concepto de enforno que significa esencialmente todo lo que esté alrededor de un individuo en ef espacio o en el tiempo. En la época de las mass-media, de ios amplios Intercambios de hombres, cosas e ideas, no basta ya con reducir el entorno al espacio geométrico descrita an un mapa q una imagen; debemos verlo como un sistema espaciotemporal en ef que el transporte realizado segtin clertas reglas, variables pero conocidas— implica una correspondencia necesaria entre distancia y tiempo. Esto supone introducir en el campo de las clencias sociales el conespto de «espacio-tiempo», perfectamente desarrollado en las cienclas fisicas y definido per Hermann Wey! en su célebre obra Raum, Zeit, Materie.! Una agenda, por ejemplo, es una descripcién de la dimensién temporal de! ser socializado. Este ultimo se describe cémodamente mediante la ima- gen de la «esfera fenoménica», zona fronteriza del ser donde se perfilan los mensajes de! Aussénwelt.? El hombre recibe de su Umwelt * mensajes (Informéatica) y acta sobre él (Praxiotogia) en un circuito simétrico de feedback 4 que se cierra sobre el entorno. Hagamos, pues, un «inventario» de este entorno, inven- tario que nos ilevard a una serie de categorias del mundo exterior. ta imagen fundamental seré entonces la de la relacién hombre-entorno, representada por el conocido circuit reactivo mensaje-accion. En la practica se distinguen en ol entorno dos categorias epistemoldgicas: . El entorno préximo, 0 todo lo que est a nuestro alre- dedor y al alcance de nuestro ser, del hombre «en cuanto tal», aén no 1. Espacio, tempo, materia, (N. del T.) 2. Mundo exterior. (N. del T,) 3. Entorno. (N. del T,) 4 Realimentacién. (N. del T} 12 modificado por ‘a biologia, entorno perspectivo en el que lo lejano tiene proporcionalmente menos importancia que fo préximo. El entorne /ejano, que implica «desplazamiento» o «es- pera» y que, por tanto, requiere un esfuerzo por parte del ser fisico © psicolégico. El objeto interviene aqui visiblemente; en primer lugar, como prolongacién de! acto humane: utensilio, instrumento que debe insertarse en una praxis. Inmediatamente después, el objeto interviene come sistema de efementos sensibies que se opone a los fantasmas del ser y es lanzado contra nuestros ojos y nuestros sentidos: es barrera y realidad. Uno de los problemas esenciales que se plantean aqui, es el paso de ese estatuto de profongacicn de fa accion a ese otro de mensaje de la sociedad, momento en que esta sociedad escapa a fa aprehensi6n del sociélogo debido a su transformacién en un sistema de masas, o mejor atin, en un conjunto de sistemas. El objeto se con- vierte en mensaje, y en mensaje social; et objeto ha surgido del mundo. de los hombres. Es siempre e] producto de algdn homo faber, y nunca el de una naturaleza mas 0 menos transformada, que retrocede al ultimo lugar de nuestras preocupaciones. Nuestro propésito sera, pues, considerar ante todo los objetos como;mediadores de la relacién'entre cada hombre y la sociedad. Intefitemos Justificar este punto de vista. Partamos de la imagen del ser social y [levemas a cabo un inventario de las zonas fundamentales de realizacion del ser: Los actos, que el algoritmo estructuralista descompon- dra en una serie de praxemas y recompondra en tactices 0 secuencias de praxemas orientadas a un fin. Los mensajes recibidos —- del mundo natural — del mundo artificial — del otro — de los otros en un sistema de accién <> reaccién totalmente acorde con las hipé- tesis de una psicologia de ja conducta. Una distincién viene a precisar esta situacion: la dife- rencia introducida por la tecnologia entre mensajes o actos — préximos, al aicance de fos sentidos de los hombres, y — lejanos! situados a una distancia que telecomu- sobrepasa a nuestros sentidos, pero en- ¢ nicacion, lazados por un sistema de transterencia. ( teleaccién "13 Préximo Lejano Contacto Telemando ws eee ae Mensajes Conversacién qelstona . ‘orred Por ultimo, el ser se sitda en una serie de modelos © configuraciones ambientales (patferns), categorizables y estudiados por el observador. Los llamaremos'situaciones,especiticando de este modo unos psychofogical seis en una teorfa del condicionamlento muy ampliada; son situaciones que representan unos sistemas de percep- cién que condicionan el devenir y las tacticas del individuo. Mensajes -+ Situacion Conductas x \ pasivas actives x \ opinién actos atencién estrategias Para dar cuenta de tas funciones det objeto nos vamos obligados a hacer un triple inventario: — de las situaciones: que enumera y clasifica las entor- nos psicolégicos y sociales pre- parando una teorfa de las necesi- dades; pretudio de una praxiologia estruc- tural; + de jos actos: — de los objetos: que, més alla de [a simple lista, investigaré las leyes estadisticas de los conjuntos de objetos, pre- parando una fenomenologia esta- distica. Una promocién del objeto en la vida cotidiana El papel fundamental de! objeto es resolver o modificar una situacion mediante un acto en el que se le utilice (raiz de las pa- labras utensilio y util}. Este aparece —y es ya tin primer sentido— como mediador entre el hambre y ef mundo. El objeto, inicialmente prolongacion del acto humano en una funcionalidad esencial, utensilio generalizado (la casa de Gropius: maquina para ser habitada), se separa de esta insercién en [a accién para acceder al rango de parte del Umwelt, transform4ndose luego en elemento del sistema, en condicio- namiento del ser humano por el entarno. Este objeto inserto en el entorne intimo, como mi pluma o la lampara de mi mesa de trabajo, pertenece esencialmente a ese Universo de Ia vida cotidiana sobre el que Letebvrdventre otros, ha llamado |i n, resaltando la promocién de !a vida cotidiana en relaci6n con la masificaci6n de la vida socializada que aumenta el distanciamlento social y debilita la presencia humana creando una especie de vacio social contemporaneo a llenar con objetos. La natu- raleza humana tiene horror al vacio y cuando la burbuja fenoménica da! entorno en cuyo interior esté encerrada se vacia de contenido humane por ta refficacién tecnolégica de las relaciones sociales, el hombre tiende a llenar ese vacio mediante una revaluacion de los elementos «materiales= de su entorno. Socialmente hablando, cuanto mas numerosos son los seres, menores son Jas posibilidades de que se relacionen en el nivel de los valores personalizados. De ahi la promocin de la vida cotidiana y, entre otras cosas, la promocién del objeto, presente inmediata y permanentemente ante nosotros y sobre el cual se ejerce nuestra influencia. Lefebvre define la vida cotidiana como /o que queda una vez se ha hecho abstraccién o se han extraide de lo vivido todas las acti: vidades especificas y determinadas en el sentido social del término. La cotidianidad introduce la dimensién sociolégica en lo inmediatamente vivido, ante todo mediante [a transformacién de los objetos en blenes, en sujetos de deseos con una funcidn de portadores de signos y de exponentes sociales, con la aposicién entre privado y publico, entre artificial y natural. privado patural, ————— =f artificial publica +S ce Estas oposiciones postulan entonces un sistema dimen- sional que describe los fenémenos del entorno. Para mayor claridad terminoldgica, reservaremos al tér- mine coaas para los sistemas naturales, separables y enunciables, y el de objetos para fos que son realmente de factura humana: el silex tallado y pulido en oposicién al sflex bruto. Los objetos «reducen» las cosas por medio del juego combinado de [o natural y de Ja artificiallzacién del Umwelt. Recorde- mos una de las definiciones de cultura: ef medio artificial que crea el hombre. La naturaleza, sus prados y sus animales, sus espacios verdes y Sus parques nacionales, sometida al mismo paceso, aprisionada ~ dentro de sus limites, «domesticada» —decian nuestros economis- tas— preparada para Ja seduccién, no es de hecho mas que un capitulo del gran inventario de los elementos del entorno. Todavia mas: es un error cultural ya que, debido a tos procesos de delimitacién técnica y polucidn art(stica, parece condenada al papel de simple residuo de una civilizacién pasada que reposa, contrariamente incluso a la evidencia vivida, sobre un mundo inmenso y psicolégicamente ilimitado. Via libre al objeto 16 2 MOLES 2. I objeto como mediador social Things are on the saddle and they ride mankind. Emerson * Distanciamiento social y vacio fenoménico En el capitulo precedente se ha esbozado e| auge pro- gresivo de! papel del objeto en el entorno humano. Hemos establecido que: — Los fenémenos dominantes de la vida social contem- Porénea son fos procesos de masificacién y de tecnologia: los hombres, concentrados en masas enormes, sometidos al impacto de los mass- media, atrapados en el ciclo de la poduccidn en serie, cambian de caracter. — Esto provoca un incremento del distanciamicnto social, es decir, de ta suma de los esfuerzos a realizar para establecer un contacto humane; al aumentar el gradiente social, los seres se alejan mas unos de otras: la sociedad se parece cada vez mas a un conjunto de dtomos sociales. El ser humano pierde su significado. —-En este vacio social, el fenémeno esencial para el psicélogo pasa a ser el entorno del individuo, especie de «concha» més 0 menos cerrada sobre la que se proyectan los mensajes del mundo exterior, mensajes préximos 0 lejanos, trasmitidos por tefeco- municacién, y sobre la cual él actta a su vez. Una de las paradojas de 1. Las cosas estén en {a silla de montar y cabalgan sobre la humanided. 19 Un ja sociedad de los mass-media es precisamente que, en el momento en que las imagenes de! Japén aparecen en su pantalla de televisién, el hombre se encierra en su propia esfera, pierde el contacto con fos gtros, pasa del carisma de Weber a la reificaci6n del otro, a la imper- sonalizacin funcional de los seres. — Este entorno, que se sitia en el espacio-tiempo, es el lugar donde se realizan una serie de fendmenos muy desdefiados por los socidlogos y que Lefebvre ha llamado «vida cotidiana»; convienc hacer inventarios de |os mismos. En otras palabras, existe una promocién de la vida cotidiana en detrimento de la vida colectiva. Estos inventarios tendran, pues, una cardcter «microscépico» cuando se apliquen al individuo situado en el centro de esta esfera. Suponen un trabajo importante para ef psicdlogo social, porque precisamente la vocacién de éste es partir de lo individual para Hegar a fa sociedad, y no al revés. Lo esencial de la vida son precisamente los microactos, los microaconte- 3, los 1 facéres, tas microangustias, vida «socials incluida, ef detrimento de las estructuras «a gran escala» que se esfuman en la lefanfa y se conviértén en elementos de un marco en lugar de ser productos del hombre mismo. Los grandes acontecimientos escasean en la vida diaria y, en cualquier cago, hay varios sistemas de seguridad y de homeostasis social que reducen su impacto sobre la vida de cada cual; esta es, entre otras, una de las funciones de la socializacién. — En el inventario de este Umwelt perspectivista entran: Situaciones — sean estaticas mensaje pasive del en- torno; por ejemplo, mobiliario, paisa- jes, etc.); — sean dinémicas (acantecimientos, fe- ndémenos, estimulos; por ejemplo, el | timbre del teléfono, los mensajes de fa radio o fa prensa}. } Actos: jreacciones de! hombre ante Jos mensajes de! entorno, sea en forma de signos (palabras, opiniones, expresién de actitudes, etc.), sea en forma de actos propiamente dichos {trabajo, microactos, manipulaciones dirigidas a cambiar Ja imagen del entorno) que el estructuralista, para estudiarios, descompone en series de pra- xemas agrupados en tacticas,Estas dos categorias fenoménicas caracterizan el circuito accion <> reaccidn del cibernético, o el sis- tema estimulos <> respuestas del psicdlogo. a F™GBjetos: elementos producidos, a lo lejos, por hombres, {ébricas, etc.*que'sitveh de mediadores entre las situaciones y los actos, asumiendo una funcién: utensilfos y productos son los ejemplos mas evidenies. La taza La cuchara La mesa Un libro Papol Una garrafa Una siila El telefono EI pan la taza EI ptatillo ta cuchara La mesa Un libro Papet Una garrafa Una silta E| teléfono EI pan WRB WEONate a 1 2 4 5 2 5 § 3 ROTDVARNS NNANNNO ANNNAS wwrARe eae a 3 0 4 6 0: Ejemplo de evaluacién de distancias semanticas sobre una escala de 7 puntos: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, Matriz de distancia seméntica entre diversos objetos Cuando se pide una evaluacion de la «distancta» que puede haber entre las sbjetos de un conjunto dado n, procadiendo por parejas, se constata que, pose a la imprecisién de la pregunta, las respuestas obtenldas son 1o suficien- temente precisas y estables como para dar lugar a la presente tabla. Hay. pues, una distancia entre Jos objetos, distancia que puede ser Interpretada estadisticamente, como veremos en él capitulo V. Este concepto de objeto, utensilio, producto, maquina, etc., ha sufrido recientemente unas ampliaciones enormes. Un asiento es un utensilio para sentarse, un coche es una maquina para despla- zarse, etc. La casa es una cristalizacién aislante del entorno perceptivo a cierta escala. ” _ En esta perspectiva. el papel de la aaturaleza y de las cosas naturales se ve disminuido, puesto en cuestién, eliminado en beneticia de lo artificial, del producto de la civilizacién industrial que se inserta debidamente como fundamento de la vida cotidiana. at — De todo lo anterior se deduce que no sélo la natu- raleza es un error de [a filosoffa sino que fa propia sociedad aparece, si no como un error del socidlogo, si al menos como un sistema de caracter fuertemente materializado, como una red compleja de comu- nicaciones, de servicios, de mecanismos que ofrecen estos servicios. La ampliacién del concept de servicio es paralela a la del concepto @ é 2 £ & 3 3s © Barbaros Indonesia Tunguses Melanesia je Percusion de objeto. con percutor teeters La sociedad esid en las fronteras més remotas de la Moores RA ee GR 4 percepcion individual, ha perdido todo su cardcter carismatico, es la Movimiento circular Proveedora de servicios y la productora de coacciones que se consti- sortrtio ttt et tuyen en sistema de Instituciones explicitas (como fas juridicas) 0 Cabatlo treet + + implicitas (como las costumbres). Azuela ee ee a tbh + EI ser [lena entances esta pompa de vacie social me- Hierro bbe ob diante la promocién del objeto. Sin llegar a decorar con el nombre de Bronce toh dob bh «ley de Gumplowicz: este fenédmeno tan conocido por los sociélagos, fareria o reciplente diremos que el escenarto de {a conciencia individual, al no poder artificial ee EE + + = ++ z + permanecer indefinidamento vacio, al ver el ser comp se atenian y Textil be babe ab enrarecen sus relaciones humanas debldo a la vida en el geno de la Huso + = masa, ese ser que descubre a través de Kafka, de R. Borde o de las Torno textil bet ttt quejas de jos psicoanalistas que la sociedad humana est4 siendo Costura {corte} apes ies Oe She tteett remplazada, salvo raras excepciones, por un sistema social fofal que Gesteria tet tHE ++ bob et adquiete cada vez mds el carécter de una'maquina, que aieres at Tejido a una hilera theese + + influencia sobre todos los aspectos cuantificables de Ia vida, a excep- Tejido a dos hileras Fb Oe + + + cién quizé de los microscépicos, ese ser se ver tmpulsado de manera Gariseerie ease fh hb he completamente natural a poner lo existente en el primer plano de este Agricultura bette tt + escenario: el objeto o los objetos sobre los que ejerce su poder y ‘saa eb e ee que constituyen un nuevo mundo real y accesible, intimo y personali- eee EH zable, por mucho que el observador exterior y el estadfstico.denuncien Arado . ~—pero ja quién?— su uniformidad. «Séto podemos comprender —decia Mecdnicas especiales Fttrrst > 1 Nietzsche— un universo conformado por nosotros mismos.» Si es Comercio del hierro bh ft Ft oe *, 4 cierto que el ser necesita para vivir of ojercicio de un deminio sobre \ Comercio recipientes + + + + + ja el exterior, hay promocién de fos objetos y aumento numérico de éstas. ; Comercio de tejidos Fb E+ ++ — Ei objeto, mediator funcional, se convierte en el ver- Sorergs SO Pramas ee + dadero testimonio de Ta existencia de una sociedad (industrial) en la - 2323 2222 16 1610 9 9 7 5 3 8 2 esfera personal remplazando stmulténeamente al espiritu colectivo y al otro individual. Ahora es modiador de !a sociedad en su totalidad, un mediador personalizado en la ariesanfa obsoleta, estrictamente ai Impersonalizado en los productos plasticos de! eupermercado o seudo- . Mas OMBHOS. EXtéte todo ‘ un lenguaje del regalo y una actividad personal ligada a la especificidad de intertor de un display, de un surtido que constituye tema de eatudio para el etnélogo contempordneo y va desde el Kula y ef Potlatch de los etndlogos a mecanismos de relacién mas o menos sutiles. El Potlatch es el don carismatico que todos se hacen a todos en una comunién que no anula la individualidad. El Kula es el don circular descrito por Malinovski en diversos pueblos del Pacifico occidental, y cuyo equivalente moderno (pero sin intecionalidad) seria la caja de bombones que los Dupont regalan a’los Durant, quienes ja regalan a los Duvai, quienes la regalan a los Dulac, quienes la regalan alos Germain y éstos finalmente se la regalan a los Dupont; mds adelante, haremos algunos comentarios referentes a los regalos de empresa. {El objeto és océgidn'de contacto humaid, ir de compras, comprar unos productos 6 una: 4, al menos provisional- mente, entrar en relacién con cierto ndmero de individuos: vendedores de almacenes, tenderos, buhoneros, etc., en una relacién muy especial cuyo ideal explicito es reducir al humano vendedor a una maquina Pperfectamente regulada, adornada con una sonrisa y provista, siquiera eventualmente, de ese servicia«personatizadoy que es el supremo refi- “ namiento de la impersonalidad, pues todos tos consumidores tienen e] mismo derecho'a a este servicio. y Finalmente, una sociologia del objeto ha de tratar los i objetos en masa, ha de invocar la idea de cofecei6n, ordenacton (array), seric, display 0 surtido; o sea, ha de estudiar una masa de objetos pertenecientes a tipos diferenctables (listing, inventario, etc.) que se presia al andlisis estadistico de un gran numero de casos. Se hablar4 también de comunicacién de masas, aludiendo a la masa de objetos fabricados en una serie uniforme que anega e] mercado, a al mensaje complejo de una masa de elementos. 28 iciones y fenomenologia Rester a fa surface des choses.’ J. Perrin Qué es un objeto? Etimolégicamente (objectum) significa lanzado contra, cosa existente fuera de nosotros mismos, cosa puesta delante de nosotros que tiene un cardcter material: todo lo que se ofrece a la vista y afecta a los sentidos (Larousse). Los filésofos emplean el término en el sentide de lo pansado, en oposicién al ser pensante 0 sujeto. El término objeto, por tanto, comprende: ~— poy una parte, el aspecto de resistencia al individuo; — por otra, ef caracter material del objeto: -— finalmente, la idea de permanencia, ligada a la de inercia. La pafabra alemana «Gegenstand» expresa Ia misma idea: lo que esta situado contra, aquello cuya materialidad se opone a los entes del pensamiento o dé [a razén bjetivable, etc). Esta definicién es extremadamente amplia y una feno- menclogia de la vida cotidiana obliga a restringirla notablemente. Es esta iitima la que diferencia los «objetos» de fas «cosas» en 1, Permanecer en la superficie de las cosas. 2 a general; éstas constituyen en la sociedad industrial ef conjunto pa- riente, dentro del cual se atribuye al objeto la idea de producto especiticamente humano. En nuestra civilizacién, el objeto es artificial: No se dird que una piedra, una rana o un 4rbol es un objeto, sino una cosa. La piedra se convertiré en objeto cuando ascienda al rango de pisapapeles y se le pegue una etiqueta (precio..., catidad...) que la haga ingresar €n el universo social de referencia. El objeto tiene, pues, un cardcter a la vez pasivo y fabricado, Es el producto del homo faber o, mejor atin, el praducto de una eWvili On industrial; una pldma, una lampara dé despacho, wig plancha. son objets én el sentido més pleno de la palabra. El objeto en ef espacio tiempo El socidlogo se interesar4 precisamente per este aspecto a la hora de elaborar una teoria de los objetos, y distinguiré tedavia entre objetos consumibies (caja de certifas, tomates envueltos en celofén) y objetes no consumibles. Se vera obligado a separar, de entre todo el conjunto de objetos fabricados que hay en el entorno, los objetos consumibles, 0 sea fabricados y concebidos para ser consu- midos (por ejemplo, los periddicos y fas latas de conserva), de los objetos duraderos no consumibles en esencia, pero sometidos al desgaste y el accidente (por ejemplo, el encendedor, el plato); en la experiencia inmediata, estos u{timos pretenden durar siempre aunque no duran mas que cierto tiempo. Esta categorizacién, importante en fa préctica, es precisamente una de las oposiciones puestas en cuestién por la sociedad consumidora. Dejando a un lado la obsolescencia plant- ficada, que no se atreve a presentarse con su verdadero nombre y esta destinada a crear subrepticiamente una consumibilidad dei coche o de la media femenina, |a sociedad estimula explicitamente el paso sistematico de Ia categoria de los bienes duraderos a la de los pere- cederos y consumibles (vajillas 0 telas de papel, por ejemplo), destinados desde su nacimiento a la mortatidad infantil y que conser- van, precisamente por esto, todo el frescor de la juventud. De ahora en adelante nos interesaremos principalmente por los objetos con pretensiones de durabilidad, sobre todo porque en ellos es mas evidente la resistencia de! objeto frente al sujeto (Gegenstande}. E| objeto consumible no ofrece af espiritu esa opacidad fenoménica, ese aspecto de estabilidad, de material de construccion del entorno que ofrecen fa mesa, el teléfono o el transistor. El tiempo aparece aqui como una dimensién suplementaria de la variactén de las formas que introduce, mediante el grado de desgaste, 1a memoria que los objetos aportan a fa percépcién del mundo: ef prisionero dostolevskiano capta el paso del tiempo mas por el desgaste de su flambrera que por la longitud de su barba. EI objeto queda igualmente caracterizado por sus dimen- slones: esté en Ja escala del hombre, o mejor, en un nivel ligeramente Inferior a esta escala. Un 4tomo, o un microbio, sélo devienen =abjatos~ con un esfusrzo racional que estd mds alld de la percepcién; de hecho, ‘no son mas que eobjetos de estudio» en el sentido filoséfico. Una montafia, si bien es «el objeto de la vistas, no es en absoluto un objeto en al sentido corriente de [a palabra. Una casa tampoco es un objeto, Pues se entra en ella; en general, el hombre permanece fuera de sus objetos, y esto es aplicable también al automévil al que, sin embargo, éu movilidad confiere muchos de los caracteres de un objeto. Una cate- goria interesante en numerasos casos es la oposicién entre lo englobado (lo que se abarca con los brazos) y lo eng/obante, aquello en Io que penetramos y que, en cierta medida, nos acoge (el vestido, el abrigo}. El abjeto se sittia, pues, en un determinado nivel def Modulor tal como to define Le Corbusier en su busqueda de los médulos. de los elementos del munde exterior en relacién con el hombre. Para juzgar lo que es un , contes- taremos: es un elemento del mundo exterior, fabricado por ef hombre y que éste puede coger o manipular. Un objeto es independiente y médvil. Un mueble casi no es un objeto porque, contrariamente a su etimologia, es inmévil y generalmente voluminoso. Séto adquiere la calidad de objeto cuando se convierte en mdvil transportable o transportado, como un velador © una silia. Finalmente, el objeto tiene un cardcter, si no pasive, al menos si sometido a la voluntad del hombre. Podemos manipular un objeto a voluntad y si bien es cierto que un gato no es un objeto, un gato cibernético si puede serlo. EI objeto como sistema de elementos: La complejidad de los objetos Todo conjunto de elementos 0 de objetos que estan unides por unas relaciones funcionales puede ser considerado un sistema en et sentido de la teoria de este nombre, sistema que se ca racteriza por una métrica propia, inherente al universo de los abjetos 0 de los organismos, por la magnitud complejidad. La teoria de la informacién suministra una medida de esta complejidad al mostrar que la comprensién de un organismo por parte de un observador puede asimilarse a un mensaje que este Ultimo envia al observador, nocién que se concreta en el concepto de organigrama. Esta nocién se aplicard, pues, tanto a objetos constituidos por un gran némero de elementos unidos (organismos, objetos indus- triales, grupos sociales, etc.) como a colecciones de elementos reunidos en funcién de un caracter comin y de unos criterios de subordinacién, por ejemplo, et inventario de una tienda, de un mercado ode un piso (display). El estudio inteinseco de un objeto o sistema El concepto de complejidad mide una propiedad inhe- rente a todo universo combinatorio y comporta tantos aspectos, 0 dimensiones, como nuevos puntos de vista descubre el individuo sobre el mundo exterior. Hay dos dimensiones ligadas a la descripcién de un sistema u organismo unitario: la complejidad estructural y la complejidad funcional. 32 La complejided funcional esta relacionada con las nece- sidades de los individuos miembros de un mercado: una maquina de escribir «esté hecha para escribir> y comporta cierto namero de funciones ligadas al estudio de [os puestos de trabajo y orientadas a la realizacién de cierto numero de productos: la pagina mecanogra- flada y [as diversas funciones elementales —mover el rodillo, colocar mérgenes, pulsar el espaciador, manipular las teclas, ete — que inter- vienen con frecuencias muy diversas y dan lugar, por consiguiente, aun reperiorio de funciones y con él a una expresion estadistica de la accién global mecanogréfica que es una reunién més o menos compleja de actos mas simples condicionados, por ejemplo, por los reflejos nerviosos del individuo, La complejidad funcional es una dimensién estadistica de fos usos. La complejidad estructural de la misma maquina de es- cribir esta relacionada, por ejemplo, con el conjunto de las piezas.ele- mentales que ha montado el constructor. Una maquina de escribir «est4 hecho de...», y sigue una lista de piezas. También aqui algunas piezas son idénticas (fornitios, resortes, etc.); también aqui algunas piezas son distintas, como los tipos cuyo conjunto constituira el juego de ac- cesorios del reparador y se utilizarén con mayor o menor frecuencia. Se concibe que la complejidad estructural esté unida a Ia variedad de! repertorio de elementos y se puede demostrar que no hay diferencia entre esta complejidad estructural y la «informacién», on el sentido de la teorfa del mismo nombre, suministrada por ef mensaje que, en este caso, seria el esquema orgénico de la maquina o del objeto fabricado. Complejidad ostructural y complejidad funcional son, pues, tas dimensiones esenciales del munde de fos objetos o de los organismos, y permiten trazar un mapa de! mundo de los objetos (fig.}. Una sociologia de ios objetos trataria, entre otras cosas, de explicar las concentraciones geograficas de estos objetos, 1 porcen- taje de objetos industriates simples y con funcién Unica o reducida que se sitdan en la base del diagrama y, por el contrario, las zonas do concentracién o de rarefaccién de los diversos objetos que plantean la cuestidn: gpor qué, en un mercado dado, hay objetos con cierto grado de complejidad estructural y funcional que existen en gran ni- mero y, en cambio, otros objetos con tal o cual grado de complejidad estructural no los fabrica la industria humana? Aqui se aprecia claramente el avance metodoldégico a partir de un concepto universal: la compiefidad. Et ser humano define dimensiones y se plantea pro- blemas acerca de las anomalias de un reparto, es decir, de los «fenémenog» que de este modo he hecho emerger. 33 3 MOLES Cerebro humana ? Juego de cartas I Lf Pa [Jee escrtoir Radio Compiejidad fuacional Juego de dados Reloj Vv [1 Bordados = 1 10 Ft tata Complejidad estructural Sobre este diagrama, que constituye un mapa esquematico dot mundo de !os objetos, se representa, en abscisas, la complejidad estructural en una escala logarftmica, y en ordenadas, la compejidad funcional también en escala logarftmica ‘de la misma base. A titula de ejemplo se han represantado en ol diagrama las supuestas regiones de algunos organismos tecnolégicos conocidos. Obsérvese que ciertos organismos tienen una complejidad estruc- tural elevada (expresada en digitos binarios) y una complejidad funcionat relativamente débil: un coche tiene unas cuarenta funciones (direccion, velocidades. faros, etc.) y unos quince mit érganos de muy distintos tipos. En cambio, hay organismos como los ardenadores que tienden a la proporcio- nalidad entre ambas complejidades. La complejidad funcionat resulta a menudo dificil de estimar segdn sea e) nivel jerérquico de interés en el] que se centre fa atencién del observador. 34 Se observard, por ejemplo, que las puntos represente- tivos ligados a sistemas u organismos muy complejos y con gran numero de elementos (por ejemplo, la maquina de calcular, las centrales telefénicas) tienen tendencia a evolucionar hacia una mayor proximidad a la diagonal! del diagrama, es decir, a adoptar una com- Ptejidad estructural proporcional a la complejidad funcional debido a la intervencion de piezas o elementos estandar que se repiten © combinan de diversag maneras (concepto de redundancia estructural), lo cual aumenta su inteligibilided. Las relaciones entre «complejidad funcional» y «comple- jidad estructural de un mismo organismo plantean, por ejemplo en términos numéricos, e| problema de fa reconversién de una empresa industriat. Y asi, la reconversién se realizar respetando el axioma de 1a continuidad evolutive en unos sectores de productos cuyas complejidades funcionales y estructuraies no son demasiado diferentes a la de los productos que fabricaba antes, pues en caso contraric la empresa perderia su cardcter y esta transformacion brusca ja desper- sonalizarfa: una fébrica de coches no pasar a fabricar paines de pléstico. Podemos llevar estas consideraciones més lejos y observar que la complejidad estructural de un objeto fabricade guarda una correlacién bastante estrecha con la complejidad (funcional) del taller de trabajo o de la fabrica que produce estos objetos. En efecto, por cada pieza clemental hay uno o mds puestos de trabajo; cada uno’ de ellos se integra en un conjunto con una funcién global: Ja fabricacién del organismo. Por ejemplo, [a fabricacién de una maquina de escribir ode un coche. 1a empresa, en cuanto organismo humano que realiza una simbiosis entra los hombres y las maéquinas, tiene su propia com- plejidad funcional. Et conjunto diversificado de Jas funciones elemen- tales de trabajo y su propia complejided estructural, unida a la itud a a la diferencia de puestos de trabajo, Ifevaré consigo por ejemplo —visto desde o! dngulo de la organizacién—: un taller de fabri- caci6n de ternilles, un taller de prensa, de plasticos, de moideo, de elec- tricidad, un servicio de secretarias, una administracién, etc. Es concebible que, junto al plano de los objetos fabricados que consti- tuyen el universo de los objetos, se site otro plano, el de las empresas que fabrican dichos objetos, caracterizada cada una de ellas Por su complojidad funcional y su complejidad estructural propias. Aqui apunta ya una teorfa de las relaciones entre fa industria y ef mercado. 35 {a revolucién de fa precisién y ta teoria del mercado consumidor La complejidad funcional —diversidad de actos elemen- tales que e! hombre puede combinar en Ja utilizacion de un objeto— y la complefidad estructural —diversidad de montajes de drganos que se pueden hacer para obtener un objeto o un organismo complejo— aparecen ante nosotros como las /ongitudes y las latitudes del mapa- mundi de los objetos, del que conocemos ya un cierto numero de regiones. El concepto de complejidad es, pues. esencial en la civili- zacién tecnolégica ya que el homo faber ha desplazado lentamente su papel desde la fabricacion de abjetos unitarios, hechos a mano (a herramienta, el utensilio, etc.) a la idea de ordenacion o combinacién de partes simples, de elementos, cuyas Propiedades trasclenden de sf mismos: el todo es més que ta suma de las partes, Est® desplazamiento ha quedado patente tras el descu- brimiento de la precisién mecaniea, o sistema de normas métricas. universales que se manifiesta en cotas de milésimas de milimetro, 1o que permite, por ejemplo, el montaje de piezas dispares fabricadas Por individuos completamente independientes, que se ignoran mutua- mente y no tienen en cuenta mds que el pliego de condiciones 0 el disefio industrial entregado al taller de fabricacion de Hamburgo, Chicago o Pekin; piezas que mds tarde seran acopladas en cadenas de montaje situadas en el lugar geogrdfico mas adecuado. Este proceso. estd condicionado por el respeto estricto y preciso a fas cotas, res- Peto que se comprueba mediante unidades de medida universales (las galgas y los calibres que han hecho famosa a la firma Johansson} y se manifiesta en [a idea de colaboracién simbolizada por la cadena de montaje. El pape! dominante de ia idustria mecénica ha pasado del «ajustador» (quien, mediante retoques sucesivos y con una menta- lidad casi artistica, lograba que piezas dispares acabaran ajustando a fuerza de manejar sutilmente los juegos de Piezas y de modificar su forma) al «metrétogos o el «controlador» que sanciona los desvios de la norma aceptando o rechazando piezas cuyo origen quiere ignorar, Se trata de una verdadera revofucién industrial, iniciada en occidente hacia la Primera Guerra Mundial. EI advenimiento reciente de fas industrias de moldeo ¥ materiales plasticos, en las que ta precision va unida a ja idea de molde y ligada técnica y econémicamonte a la de la multiplicidad de elementos, constituye el segundo rasgo esencial de esta tendoncia de la civillzacién tecnolégica a pasar det objeto simple al organismo, at montaje de cardcter combinatorio. En efecto, parece ser que la gran novedad de la tecnologia moderna es la aparicién, cada vez mas insistente, de sistemas combinatorios en los que un mismo repertorio se puede montar de diversos modos con unos tipos afines de compte- , 3 jidad estructural para satisfacer finalidades diferentes. Podria decirse que el universo de los objetos técnicos tiende hacia una especie de «meccanos universal, juego combinatorlo que viene a dar una nueva soluci6n al problema humano de la unidad en la diversidad. aSera el aspirador-batidora-triturador eléctrico-ventilador un simbolo dei mundo técnico paralelo al ordenador IBM de 100 000 unidades de memoria, que combina los mismos datos bdsicos en pro- gramas diferentes, permitiéndose incluso el tujo de realizar media docena de éstos, si no al mismo tiempo, si al menos intercaladamente? Los cotos de caza del objeto: el piso éDénde se encuentran objetos? jCudles son, segun el sociopsicélago, los cotos de caza o de experimentacién de una ciencia de ios objetos? Serdn las esferas de acceso al objeto, es decir, los puntos del espacio tiempo que forman el limite del universo del individuo y en ios que se da la densidad maxima de objetos por unidad de volumen de este espacio tiempo. Tipos de esferas; — la ‘concha del gesto inmediato (cbjetos pequefios) (musbles) 14. Foto. Frecuencia de obtencion a. a8. 0. a aR. «3 - Ragién principal de utilizactin . Necesidad Ulizacién magica —— RMSE |. Camet n.* Historia, utilizocién, elementos artisticos . Historia: 2) orig —_____ ) modalidad de obtencién§ )elreufaetg,§ 17. En uso Ro, razon Utitizaciéa reefonal Frecuencia de utilizacién —— Utilizaetén refigiosa§ — . Elementos artisticos: 2) Variedad de algunos repertorios de objetos o de productos: Migros 1200 a 2000 Prisunic 2500 Grandes Almacenes populares (cadenas Coop) 3500 Manufacture de Saint-Etienne 25 000 Inno 60 000 Grandes Almacenes 150.000 a 300 000 Estas cifras son solo. una indicacién aproximada, y por dos razones principalos: por un lado, las estadisticas se refieren tanto al numero de tipos de objetos distintos, como al numero de modelos; la diferencia entre unos y otros viene definida por el ntimero de tallas, de modelos, ete. Por otro lado, las indicaciones que se dan se refieren a repertorios éptimas, realizados en condiciones muy mal definidas. ‘etnagratico Indicaciones sobre ef propieterio o el intormador Nombre 28. Fecha nacimiento ——~ 27. Nr de casa — 28. Categoria eocial — val i propietario Ccupeoion | princes, 30. siuscion material [ Soe"taorte doin 22. Naclonalidad 3B cla a stan Infermedar Fecha’ de macimiento ——— 38. Nivel Sordranls la comunidad /. Estructura, procesa de preduccidn, es tade de consorvacton Piezas intograntes ‘ob Materiales: 2) Dimensiones: altura digmotro Jongitud anchura grosor peso Lugar de utilizacida: en casa en teller surat en taller urbano jon fabrica Modelo (fuente do inspiracién} Nombre del creadar 51. Dibujo, becete o fotografia V. Funcién dei cbjeto en et musec ————] 52. Pare exposi Técnica utilizada 44, 53. Utilizado eon fines ertisticos 45, 4. 48, 4. 50. Tiempo de utilizaciin — 45, Fecha tudia 0 le publicaclén Bet. bibliograficas 58. Cbservaciono Uescripcién de pricticas magioas Desoripcion de précticas religlesas —— Estado’ de conservacién Reparacién, renovacion 34. Utllizado para la Investigacion, et es. 8. Ficha reitenada el SA. Expediente ns ean AB jos través de los objetos, cémo se retacionan, Ya hemos visto, al hablar de fas funciones que cubre e/ objeto, cudles son los modos de expresidn que puede tener en este sentido. En otras palabras, se trata del lenguaje del «sistema de objetos» o del objeto tmico. Examinaremos: el socioandlisis de algunos casos slemples de objetos alsiados aplicando los métodos de Jung y Bachclard. Pero nos acercaremos mas, y de un modo més seguro, al lenguaje de Ios objetos si nos familiar zamos antes con las categorfas de su vocabulario. Denotacién y connotacién de los objetos Recordemos en primer lugar que un «lenguaje», sea cual sea, incluido ef que se apoya on la matarialidad de los elementos, come es aqui el caso, comporta siempre dos modos o aspectos: — et aspecto semdntico (denotativo), tibremente expli- cable por el receptor; — el aspecto estético o connotativo, construide sobre los xarménicos del sentido, sobre los grados de libertad que Ia norma de la significacién pura doja a las variaciones. Una cuchara adornada con grabados sigue siendo una cuchara utilizable en las funciones previstas para ésta. En otras palabras, ta significacién de un objeto, su parte seméntica esta figada en gran medida a su funciGn, a su utilidad en 4g 4 MOLES.

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