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y Cariruto IIL PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL Y DEL PROCEDIMIENTO 11. Principios fundamentales del derecho procesal. En dos categorfas dividimos los principios fundamentales de la ciencia procesal: los que sientan las bases generales del derecho procesal y los que miran a la organizacién del proceso. x Sobre Tos primeros las opiniones estan unidas, y en la casi totalidad de los Estados modernos los encontramos consagrados. Son: a) Principio de interés piiblico o general en el proceso. “Nadie discute ya que tanto el proceso penal, como el civil, laboral, contencioso-administrativo y de cualquiera otra clase, son eminentemente de interés piblico 0 general, porque persiguen y garantizan la armonia, la paz y Ta justicia sociales (véase nim. ee ee 72). c 6) Cardcter exclusivo y obligatorio de la funcién juris- p / diccional del Estado. Es éste un principio elemental, sin el cual la vida en comu- nidad se haria imposible en forma civilizada, pues es fundamento de la existencia misma del Estado, como organizacién juridica. Sus consecuencias son: prohibicién de la justicia privada y obligato- riedad de las decisiones judiciales (véanse ntims. 5 y 25). »—— Hay dos aparentes excepciones a este principio: los casos de a _K \ los Arbitros y de los jurados de conciencia; los primeros son particulares designados por las partes que voluntariamente some- ten a ellos un litigio o por el juez subsidiariamente, y los segundos, también particulares que son Ilamados a dictaminar en conciencia acerca de la responsabilidad de los procesados penalmente. Pero en realidad no se trata de verdaderas excepciones, porque esos , PROCESO 3 a a ee ines ley; en consecuencia, por 56 andato - 1a ediccién s6lo transitorig. gan por mance 7 aiid patie io Baa, eg tancionaris blicos card yop valuntad 30 ir - “se Ja autoridad judicial. a recta aplicacién de r el fin de uni eda obtenet funcionarios encargados de tan a que Se Pl la justi, os indispensable ue obrar libremente en cuanto a la & ita misién put idad, sim Mas obstdculos que delcada y alta RUST oy de le equidad, sim mas obs apreciacion del derecho Fe en cuanto ala forma de adelantar fas que Ta ley le Ff el proceso y C2 da coaccién ajena en el desemperio i rechaza toda coacci Kate pene juez debe sentirse soberano en la recta sus funciones. t we sion de la justicia, conforme a la ley. Por eso, nada mas oprobioso que la existencia de jueces politicos, de funcionarios al servicio de los gobernantes o de los partidos. , Un Estado en donde los jueces sufran la coaccién de gober- nantes o legisladores, deja de ser un Estado de derecho. También requiere este principio que las personas encargadas de adminis- aaa sean funcionarios oficiales con sueldos Pagados por el Estado. ja de @ Imparcialidad rigurosa de los funcionarios judiciales, Esta imparcialidad es una de las razones que exigen la independencia del 6r; judici i aise ano, Judicial en el sentido expuesto. Pero con as , ademas, la c + : decisin, distinto del * = -auscncia de todo interés en su , de |, ecta apheaciom de ane le esta vedaqe ret@ aPheacion-de la Justicia. any burst el deceyen SOMficto con su obligacion de Boat gene? Wéanse nims. 16QcibLy a Set uee ¥ parte todos) sales de igen: 160-161). %S C6digos de ProvedinnPedimento Y de recusacién que en 5 miento se han establecido. Tgualdag de lag Paries Dos eo, ne $0 lag pantencias Se dedu slo ; feducen: Que Vien tiene fi ue Ae iguales falda qe jt ta aplion 8 maxima aus alt ur et altera pars, de og eX Los eit? *Plicacig ® Botadog gn@danos ants tet postulado que consagra la *thog; 9) que np/°32 base de la organizacién ° Son aceptables los procedi- 1) la de que en el curso del Portunidades para su defen- mientos privilegiados, al menos en relacién con raza, fortuna o nacimiento de las partes. Unicamente se admite que para juzgar a determinados funcionarios del Estado y en consideracién no a la persona en si, sino _a la investidura del cargo, conozcan otros jueces, Io que acontece principalmente en materias penales (véase nim. 57). Pero debe procurarse que esa igualdad en el proceso sea real y no simplemente tedrica. Para ello se debe otorgar a Tos pobre: y débiles oportunidad de verdadera defensa, con abogado que las represente gratuitamente cuando se obtenga el amparo de pobreza véase nim. 160) e imponiendo al juez (como lo hace el art. 37 Jel C. de P. C. colombiano) el deber de “hacer efectiva la igualdad Je las partes en el proceso, usando los poderes que este Cédigc COTE _eSpeciatmente para decretar Pruebas aficiosamente Ademas, una total gratuidad en el servicio de la justicia penal civil, laboral, contencioso-administrativa, etc. f) Necesidad de oir a la persona contra la cual va a surtirse la decisién y la garantia del derecho de defensa. Es principio consagrado en la Constitucién colombiana y er todas las promulgadas después de la Revolucién Francesa, qut nadie puede ser condenado sin haber sido oido y vencido en proces por los tramites legales. En materias civiles tiene este principio tanta importancié como en las penales, pues la defensa del patrimonio y de la famili: 2s tan necesaria como la de la propia libertad fisica. De él emanar dos consecuencias: la sentencia proferida en un proceso sélo afect: a las personas que fueron parte en el mismo, 0 a quienes juridi camente ocupen su lugar, y debe ser citado el demaniedo de manera necesari er su causa. Absurd: seria imponer pena o condena civil a quien no ha sido parte er el proceso en que la sentencia se dicta. En materia penal la condena a indemnizar perjuicios pued: nacerse contra los herederos del reo sobre los bienes recibidos d: sste por herencia; pero la propiamente penal no, porque es per sonalisima y no puede ser aplicada a los herederos. g) Publicidad del proceso. Significa ese principio que no debe haber justicia secreta, n yrocedimientos ocultos, ni fallos sin antecedentes ni motivaciones Pero ello no quiere decir que todo el proceso debe ser nece ariamente publico, y que toda persona pueda conocer en cua_ aatar mameantn loc exnedientes Esto nerinidicaria cravemente E 130 fA GENERAL DEL pROCE! Teor . pecialmente en materias penales. es cesos, €8 a las pruebas, a la mo- buena marcha ie ae a la discusiOn de ign de las partes ‘i st i i La publicde loyasube otificacion de las rovidencias. tivacion la_not dos y @ y sus apodera / . edad de los procedimientos establecidos en la h) Obligatorie' ” han d ~ edimientos que se han de a ly genala oid i ie para obtener determinadas decir aa lial, dia que les sea permitido a los particu- ae existiendo acuerdo entre todos los interesados en el caso, ni a las autoridades o a los jueces modificarlos 0 permitir sus trémites, salvo cuando expresamente la misma ley autoriza hacerlo. Como vimos antes, las normas procesales son por lo general absolutas e imperativas; s6lo excepcionalmente facultan a las partes para renunciar a ciertos tramites 0 beneficios, como algunos traslados 0 a cobrar las costas, los perjuicios y los ho- norarios de los auxiliares de la justicia (véanse nums. 2 y 322). i) Elprincip "0 de que las sentencias no crea; claran d l in, sino decl Los derechos subjetivos se originan en el wines I derecho positivo iene was Sensale , Su fuente formal mas comin cael ae Pact at pare Sirven para obtener su tutela, su pero of ‘a permiti i j ici br 10 para crear ae De a Ir, en Ocasiones, su ejercicio, cco considere que una e tenga” Pe fi €recho a decir ie ania no crea fe ede enuneiar. que se declare, fad able Te; bi Se este Principio diciendo Os, a que sida, Ponsa| “onstituyen ear la Tey deitidad del Procesado, sino que © acuer, ‘ Supuesty a” do con los hechos pro- PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 59 J) El principio de la verdad procesal. Entiéndese por verdad procesal la que surge del proceso, es decir, la que consta en los elementos probatorios y de conviccién allegados a los autos. Esta puede ser diferente de la verdad real. Significa este principio que para el juez lo importante y tinico es_ la verdad pracesal- que su decisién tendrd que eonirse a ellay que entonces sera recta y legal, aunque en ocasiones la realidad sea procesal eSt4 acorde con la real fidad_de los _hechos P con los de- rechos y responsabilidades penales 0 de otra clase que realmente la ley consagra. De ahi que pueda afirmarse que en el proceso lo que importa es la prueba de} derecho que se tiene, y que tanto = le no tener un derecho como no poder demostrarlo, pues el juerHene que far gonforme.a-lo-probado en el process, ¥ por 259 la trascendencia de arle facultades para decretar oficiosamente pruebas y tomar la ipiciati: i esaria, a fin de poder pronunciarse con absoluto conocimiento de causa y convencimiento pleno de estar obrando conforme a la realidad de los hechos y a la justicia. Y en materia penal significa que tanto es no ser responsable del ilicito que se imputa, como no haberse probado plenamente esa responsabilidad (in dubio pro reo). iNo hay peor injusticia que la cometida con el pretexto de administrar justicia! 1 xte k) El principio de la cosa juzgada.~ | corer coe i. Srye 7 Este principio se deduce del cardcter absoluto de Ia adminis- tracién de justicia. Significa que una vez decidido, con las forma- idades Tegales, un taza © un asunto penal entre determinadas partes, éstas_deben acatar la resolucién que le pane, término, sin que_Tes “sea permitido _plantearlo de nuevo, y los jueces deben fo tarla. De lo contrario, la incertidumbre reinaria en la vida juridica y la fcion del juez se limitaria a la de buen com, onedor La existencia de la cosa ais exige como factores que la determinan y que, por consiguiente, funcionan como requisitos de la misma: que haya una sentencia; que se pronuncie 0S fle efectos, que-exa-derisién no sea susceptible de impugnacicn por via de recurso, sino que esté cerrada a este tipo de discusiones gn razon de ‘su firmeza, es decir que no sea | recurrible por dispo- sicién legal o que los recursos posibles e1 0 hayan sido RAL DEX ‘Teoria GENS nvinwsl ntencia sdlp ueltos. La se eee 60 asu voz res| fe las cuales se wedado es respecto_¢ nterpuestos 0 hayan T., a las ee de efectos erga omnes, obliga como eines en a By: gnicamente se aplica para ick, OM OCP Ggrados en Fgo-sustancial que fue controver. oa er > relacion jut! ti6 el proceso y no impide que se Te mieta a la cual se S aaice jas mismas partes, pero con ade ismo objeto ¥ i o motivo juridico debata sobre ol mis rinta, 0 5a en un titulo j pasé en una cat =iEO. . ie 0 por un, nuevo a principio que las resoluciones ee por los medios que la ley con- i remos, con la exten- su oportunidad volve: , con | ct eae Be ob e esta importante cuestién (véase se pc mie los efectos de la cosa obre las excepciones que a 10S 's we aeaace Tambicl judiciales sélo pueden impugnarse sagra para sion que el Cap. XXX) y s juzgada establece la ley. 12. Principios fundamentales del procedimiento. a) El principio dispositive o inquisitivo. De la consagracién en forma exclusiva o simplemente pre- ponderante de uno de estos dos principios en los procesos de cada pais, se deducen consecuencias fundamentales su regulacién is, se dedi ar’ Ht para su regu Tal .' Principio inquisitivo, a’ Juez la funcién de inves- fal in que —~— ‘dios qu gue ni lo imite-adec aini- ue ellas |e Heven o Ie idan, y por ot to Carnacini: é Ly 6 FaPveletk 1 Mt*tho proces Siombre 195.2 “Mica del proceso, en “Revista de Ls, La testimony 28a! cyt 3, nim, 12, 953.373, Jacques Nz , Buenos ‘Aires 7 97-182; Calamandrei: 0 ‘0S medii Camente sobee oo las Cs State sobre log The, artes To 9} ll n "2 bare nel sistem? dete vig, tim 58; Mauro age ot 1 oralita, Mi Ole tie, Banig ee Milano, 1962, t PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 61 aspecto lo faculta para iniciar de oficio el proceso y para dirigirlo ‘fon iniciativas personales. Estos tres aspectos hasta hace poco ‘tuvieron aplicacién en los procesos penales; en los civiles, labo- rales y contencioso-administrativos se aplican tnicamente el primero y el ultimo, salvo raras excepciones. En realidad, ninguno de estos dos sistemas 0 procedimientos se aplica con cardacter exclusivo, de suerte que cuando se dice, por ejemplo, que un procedimiento es dispositivo, con ello no se quiere significar que es este principio el unico que deba gobernar el proceso. En todos los sistemas legislativos se han otorgado al juez ciertos poderes (mayores o menores, segiin haya sido el influjo del principio inquisitivo), y al mismo tiempo ciertas iniciativas exclu- sivamente a las partes, de manera que el juez no pueda tomarlas en su lugar (seguin el influjo del principio dispositivo). En materia civil predominaba hasta fines del siglo XIX, en ambos aspectos, el principio dispositivo; en el proceso penal el inquisitivo ha predominado desde hace varios siglos. Y la razé6n de ello radica en que se consideraba que sélo la comisién de delitos interesa directamente al orden social, ya que atenta contra él y lo quebranta, pero que el proceso civil no contiene una cuestién de interés general, lo que era un rezago del primitivo sistema de la justicia privada y del caduco concepto de que en el proceso civil se discute una cuestién de exclusivo interés para las partes, ante la cual el] juez debfa ser un simple espectador que se limitara a darle la razén al vencedor. Consideramos equivocado este criterio, porque ejecutar jus- ticia y obtener una sentencia que se acomode a la verdad y al derecho es cuestién de interés social, cualquiera que sea la rama del derecho objetivo a que corresponda la cuestién que constituye el objeto del proceso: penal, civil, laboral, etc. En el proceso civil moderno se deben dar al juez facultades especialmente en materia de pruebas, para decretarlas oficiosamente con absoluta libertad, Hpra que Ja fala de iniciativa de Tas partes y Tas maniobra® de éstas no ahoguen su criterio ni burlen Ia justicia y pata hacer efectiva la lealtad procesal, Ja buena fe, la igualdad rear de las las actividades dilatorias o dolosas de los litigantes y evitando la injusticia de la sentencia que niega el derecho a la parte cuyo abogado descuida la defensa_o es menos capaz o de mala fe (lo cual Te ocurre generalmente a la mas pobre e ignorante) . Debe 12 Ugo Rocco: Trattato.di diritto processuale civile, Torino, 1966, t. Il, ps. 145-156; Guarnieri: Las influencias del derecho civil en el derecho-penal, México, 1952, ps. 68-71; Lessona: Teoria general de la prueba en derecho civil, Madrid, 3928. t. I, nams. 56-57; Micheli: La carga de ta prueba, Buenos Aires, 1961, nims. el princiPt spiles. iti oceso el PH ot ee dispositivo conserva lag en Boe see enitae no se h oo iniciado mi e ha sigue El proceso no puede in espectiva demanda o ee formulado por la parte a que debe mantenerse su vigencig cidn; en este aspecto creck Tv earse al Ministerio Publicg con la salvedad de ue a nombre y para la defensa de log facultades Fe de representantes 0 necesiten proteccién Seatee Seton Sin embargo, en los paises socialistas se autoriza a] juez para iniciar de oficio procesos civiles, cuando el asunto in- teresa a la colectividad. 2") Se prohibe al juez resolver sobre cuestiones no plantea- das en la demanda y, en algunos paises, también considerar ex- sopenes de inéait me no hayan sido Propuestas por el deman- es una exageracién fuera te eet ee ae colombiano no existe, afort 4 ica y que en el C. de P.C, 7 xiste, afortunadamente salvo las de prescripcién, 0, sobr' r iviles ‘35, D materias én! los cddi nidad, aun cuan 0 de no te suffer “Uando esto usar de ello i ten entonees @3 8 deba a olvido « désediae debida oportu- + Y Zeneralmen- adversa; fy (cuando n0 cumplen los cesales |, eS é ane 4mponen) (véanse ¥ 40; 1729 jee ACin: Tay : ; la Ds. 386, berg TSdiccig, . Mudiog 2 Senta Mi” !2d0 de oy jakenica det p a roceso, i si 7 ae ed. cit., ps. 97, 171- Na str ™aratg ¢ © F tt Porat, . SPitul Y Pring el proces * Miziagi ss He petro a ii ara Cc i 280 cai positing itt Ps 1 bat , fendenze ee ee Pm stl eh tee 4289 tere de Nidiceg feet del processo , th ¢ basi pregiuridiche 7 Pech Posi o8 Peform tamer, Uela Tigu So le erate oa Se Os ue tT nga’ 1964, 4 7° abje,” Derecho p.® Echandia: £) moderno 21.39) bY ademas Méestrg 2,” Sal”, Madrid, 1968, t » eds 1 Mas, “0 proce. iy 4e0U, ™ ee ENS ALES DEL DERECRO FROCESAL by El principio inquisitivo tiene también aplicaciones en el C. de P. C. colombiano como en la generalidad de los modernos: el juez debe declarar de oficio su incompetencia (art. 85), los impe- dimentos que tienen para conocer del litigio (art. 141) y las nulidades que afectan el proceso (art. 157); hay casos en que el fallo, aun no siendo apelado por las partes, debe ser remitido al superior en consulta, como cuando se condena a una entidad publica (art. 386); y especialmente debe impulsar oficiosamente la marcha del proceso (el secretario debe pasarle a su despacho los expedientes, de oficio, apenas venza el término legal o fijado por el juez para permanecer en la secretaria, so pena de multa), y tiene plenas facultades para decretar de oficio todas las pruebas que estime convenientes para verificar la realidad de los hechos, evitar y sancionar el fraude procesal, impedir sentencias inhibi- torias y hacer efectiva la igualdad de las partes, y es un deber suyo el hacer uso de esas facultades. Existen también tres procesos civiles que pueden ser inicia- dos de oficio (es decir, sin demanda) por el juez: el de privacién de la patria potestad, el de remocién del guardador y el de inter- diccién del demente furioso o que cause notable incomodidad a los habitantes del lugar. EL aspecto primordial es el probatorio: serd inquisitivo el procéso civil que le otorgue facultades oficiosas sobre pruebas al fuez, aun cuando se mantenga la necesidad de la demanda para iniciarlo (nemo iudex sine actore). in los procesos laborales y contencioso-administrativos la situacién, en Colombia, es igual a la de los procesos civiles; excepto en cuanto en los primeros se faculta al juez para reconocerle al trabajador demandante todo lo que de las pruebas pedidas u ordenadas de oficio aparezca tener derecho, aun cuando exceda de lo reclamado en la demanda. b) Principio de la valoracién de la prueba por el juez, de acuerdo con las reglas de la sana critica. Para administrar justicia, en cualquiera de sus ramas (civil, penal, contencioso-administrativa, militar, laboral, fiscal), es necesaria la apreciacién de los medios o elementos probatorios que se leven al proceso. No se trata de saber si el juez puede perseguir ‘a prueba de los hechos con iniciativa propia, 0 si debe ser un espectador del debate probatorio, sino de determinar cudles son los principios que debe tener en cuenta para apreciar esas pruebas aportadas al proceso de una u otra manera, y cuéles los efectos que puede sacar de cada uno de Jos medios de pruebe de prueba. 4EQORIA GENERAL DEL FROCESU Dos sistemas existen al respecto: el de la tarifa legal de pruebas, generalmente llamado sistema legal, y que consiste ¢, imponer al juez una cerrada y preestablecida valoracién de |, prueba, en forma que la ley le ordena si debe darse por convencidy ono ante ella; y el segundo, denominado de 1a libre apreciacién, que otorga al juez la facultad de apreciar el valor 0 fuerza de conviccién de las pruebas, fundado en una sana critica. Bs Jy mismo hablar de libre valoracién que de Valoracién de acuerdo con la sana critica. : En el proceso penal, desde Ja Revolucién Francesa se le dio acogida al segundo con escasas excepciones de cédigos obsoletos. En cambio, en el proceso civil perduré hasta hace unos treinta afios la tarifa legal en Europa e Iberoamérica, con raras excep- ciones. Pero asi como no se justifica actualmente que al juez civil, laboral o penal se le aten las manos en materia de investigacién de la verdad de los hechos afirmados por las partes, tampoco se justifica la supervivencia del antiguo sistema de la tarifa legal de pruebas, Con excepcién de las pruebas solemnes que la ley material exija como requisitos ad substantiam actus o para la existencia 0 validez del acto 0 contrato, créemos que es ya hora de que en el proceso civil de todos los paises y con mayor razon en el laboral, el contencioso-administrativo y el penal, se consagre el principio de la apreciacién subjetiva y razonada por el juez de acuerdo con las reglas de la sana critica, del valor de conviccion de las pruebas sin que esto signifique una libertad arbitraria, puesto que estaria sujeto a las reglas de la légica, de la psicologia y de la experiencia, con obligacién de motivar su conclusién o de explicar las razones que lo condujeron a negarle mérito de conviccién a unas pruebas y otorgarselo a otras. La libertad de apreciacién de la prueba existié relativamente en la antigua Grecia y en el periodo repu- blicano de las legis actionis de la Roma antigua; fue aplicado siglos después en la Europa del Medievo por los scabinos, pero desde entonces qued6 olvidado durante mucho tiempo, inclusive para el Proceso penal, y fue restablecido, en cuanto a éste se refiere, por : Revolucion Francesa en 1791, habiéndose generalizado en f ne - ie tama, y ultimamente ha sido incorporado a todos ~ cot : eT (Spine civil de Europa y Norteamérica, yen Cs. de Pr. Lebo tee México y Colombia. También en los tall laceaivaied de y vontencioso-administrativo; en los ultimos ayor exigencia de la prueba documental respecto a los actos de la Administracié, dos, 1 ] significa tarifa legal. o BERBaC0s;, 4a cual ne La tarifa legal tu 5 x 9 present6 en su momento PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 65 histérico un notable avance para la justicia, pues contribuyé a terminar con las pruebas barbaras o basadas en fanatismo reli- gioso y con el tormento; pero hace un siglo que no se justifica, La doctrina moderna reclama undnimemente la libre apre- ciacién de la prueba por el juez, en toda clase de procesos *, ¢) El principio de impulsién oficiosa del proceso. Se relaciona directamente cop el inquisitivo, y consiste en ue, una vez iniciado el proceso, debe el juez o el secretario, segin el acto de que se trate, impulsar su marcha sin necesidad de que “Tas partes o msten arora, ess acerlo, pues simplemente se trata de cumplir as s normas legales que lo regulan, y son responsables de cualquier demora ocasionada-por-su- culpa Bs miy i pa. Es muy importante para la celeridad de la justicia, Pero recuérdese que hay ciertos actos que necesariamente deben tener origen en la voluntad expresa de las partes, y, ade- mas, hay otros, simplemente de tramitacién, que también les corresponden, como consecuencia del principio dispositivo que parcialmente rige en los procesos civiles, laborales y contencioso- administrativos. "3 Chiovenda: Principios de derecho penal, Madrid, 1941, t. II, nim.-29, p. 281; Redenti: Derecho procesal civil, Buenos Aires, 1957, t. I, mim. 78, p. 284; Calamandrei: Instituciones de derecho procesa! civil, Buenos Aires, 1943, ps. 5- 7 y 299-340, y Ell proceso civil, Buenos Aires, 1945, ps. 377-384; Carnelutti: La prueba civil, Buenos Aires, 1955, apéndiee, p. XIX: Lezioni di diritto processuale civile, t. TI, ps. 235 y ss., y Teoria generale del diritto, 2 ed., ps. 348 y ss. Cappelletti: Proceso e ideologie, Bologna, 1969, ps. 216-249 y Testimonianza della parte nel sistema delloralita, ed. cit., ps. 127-144, y 191-194 y 212-218; Mareo Tulio Zanzuchi: Diritto processuale civile, Milano, 1955, t. 1, ps. 372-373; Kisch: lemen- tos de derecho procesal civil, Madrid, 1940, p. 202203; Rosenberg: La carga de la prueba, Buenos Aires, 1956, mim. 6; Lent: Trattato del processo civile tedesco, Napoli, 1962, p. 198; Guasp: Derecho procesal civil, Madrid, 1962, p. 350; De La Plaza: Derecho procesal civil, Madrid, 1954, t. I, ps. 444 y 462; Silva Melero: La prueba procesal, Madrid, 1963, t. I, p. 132; L. Prieto Castro: Derecho procesal civil, Madrid, 1964, ps. 408-409; Gorphe: La apreciacién de las pruebas, Buenos Aires, 1965, ps. 30, 33 y 457, y Critica del testimonio, Madrid, 1962, ps. 10 y 11; Joao de Castro Mende: Do conceito de prova en proceso civil, Lisboa, 1961, nim. 29, ps. 165-166; Couture: studios de derecho procesal civil, Buenos Aires, 1948, t. Il, p. 221; Pontes de Miranda: Comentarios ao codigo de processo civil, Rio de Janeiro, 1958, t. III, p. 280, y t. I, p. 26; Lopes de Costa: Direito processual civil brasileiro, Rio de Janeiro, 1959, t. II, ps, 253-240; Antonio Rocha: Derecho proba- torio, Bogota, 1962-1963, p. 80, y De la prueba en derecho, Bogoté, 1967, ps. 112- 116; Amaral Santos: Prova judiciaria, Sao Paulo, 3* ed., t. I, nim. 8, ps. 19-20; Devis Echandia: obra y trabajos mencionados en la cita 12. 5 -Devis Echandia: Teoria general del proceso. rr em ‘__a ¢ puede separarse este principio del ; ui Creemos 4 cocesal, del inquisitiv rocesal, d fire propiaiien seas formal des 0 actos que en ella se ordenan, como de las eae ete.; aquéllos a su iniciacién y a }q a6 ficaciones, 2 probatoria ™. d) Principio de la economia procesal (menor trabajo jun. ticia mds barata y rdpida). op del in, oo dispositivo, porque e] Primerg Pulsy te al tramite del proceso, a conducirjy , 8° te. i rr e la Jey contempla y a disponer e] cum limionss oti. Vidad Es la consecuencia del concepto de que “debe tratarse de obtener el mayor resultado con el minimo de empleo de actividad TE iiats de él es el rechazo de la demanda que no retine los requisitos legales, para que al ser corregida desde un Principio no vaya a ser la causa de la pérdida de mayores actuaciones: |g inadmisibilidad de las pruebas inutiles y de incidentes incondu. € la jerarquia judici estableci J 1 - "7 ¢ z : rca dele ith ae ene si fe i a ¥ del domicilig de las partes, y que gozan ima, ; © menor valor, y viceversa Fes eastas Menores y praumente Se Procura imponerles a las - Lo ideal es te Justicta 9022408 al valor o importancia del ) ‘ita en todas sus ramas. ! principig de cong e Ntraci Smenta o] on del proceso, Ones &ene, jc Teco, ral, we 188 jommadan Mende Ae® de der *cho procesal eivil, ed. cit 8 Derechy €O™® una d ines para Versi Adolfo gy. *recho p, le las bases comunes P ( dag Nacionat = ne Bidar. m Tocegay Latinoamerican, Sauer a Re, ane! tiem, , Atgenting Wielppas” PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 67 tinuidad y evitando que las cuestiones accidentales o incidentales entorpezcan el estudio de lo fundamental; lo cual sélo se obtiene restringiendo el derecho de interponer recursos e incidentes de previa definicién. Igualmente, tiende este principio a dejar todas las cuestiones planteadas, los incidentes, excepciones y peticiones, para ser resugltas simultaneamente en la sentencia, concentrando asi el debate judicial. De lo dicho se concluye que sélo en los procedimientos orales tiene aplicacién adecuada este principio, ya que en las audiencias se presentan todas las excepciones y se plantean todos los inci- dentes, ademés de allegarse las pruebas y formularse los alegatos, y por regla general en la sentencia se resuelven todos estos pro- blemas, sin que pueda suspenderse el curso del proceso para darle previa solucién a uno de ellos. El proceso escrito es necesariamen- te desconcentrado, pero puede disminuirse este defecto con buenas medidas. f) El principio de la eventualidad, también llamado de la preclusion. Tiende a huscar orden, claridad y rapidez en la marcha del Sroceso, es muy riguroso en los procedimientos escritos, y sélo muy Paecralnente en los orales. Se entiende por tal la divisién del proceso en una serie de momentos o periodos fundamentales, que algunos han calificado de compartimientos estancos, en los cuales se reparte el ejercicio de la actividad de las partes y del juez de manera que determinados actos deben corresponder a determina- do periodo, fuera del cual no pueden ser ejercitados y si se ejecutan no tienen valor. Es una limitacién que puede ser perjudicial para la parte que por cualquier motivo deja de ejercitar oportunamente un acto de importancia para la suerte del litigio, pero viene a ser, como se ha observado, el precio que el proceso escrito paga por una relativa rapidez en su tramitacién. De ahi la nocién de las cargas procesales (cfr. nims. 7 y 218). El proceso escrito contiene los siguientes periodos funda- mentales: 1) E] de presentacién y contestacién de la demanda, o de la litiscontestatio, dentro del cual es posible reformarla o adicionarla, y que vence en el momento de la apertura a prueba; 2) el de las pruebas, de manera que las que no fueron pedidas 0 practicadas oportunamente, no pueden llevarse a los autos (pero para las que el juez quiera decretar de oficio la oportunidad es mas amplia); 3) el de alegaciones que empieza una vez vencido el anterior y concluye cuando se cita para sentencia en los procesos en que esto tiene lugar 0 cuando concluye el término otorgado para OO 2 ‘L_ PROCES( GENERAL DE TsORIA iq, Esto en la primera instancig Ilo; 4) el de ae Titer periodo de pruebas, de alega eno, : cla p are stane ultimos. . ia; ¢ ilo snit ve, las oportunidades de ejer, Se as de ataque, que tnicamente pueden medios de one de esos momentos, aun cuando sus *, uno SI! : 15 lizados a rtirse en perfodo futuro ©. vayan a En jg Clone Citar Iog Ser ut. efectos g) El principio de la inmediacion. Como del significado literal se infiere, significa que debe haber una inmediata comunicacién entre el Juez y las Personas ue abran_en_el proceso, Tos hechos que en él _deban aon star y lee mokor de prueba que Se utilicen. De-ahi que |, inmediacién puede ser subjetiva, objetiva y de actividad entiende por inmediacién subjetiva la proximidad 0 con. tacto entre el juez y determinados elementos personales 9 subje- i i i proceso, 0 personas distintas de tales sujetos, eg decir, terceros. La manifestacién principal del Tequisito de inmediacién subjetiva es la que impone que el acio de prueba se practique en presencia de su destinatario, es decir que a prueba se practique ante cl juez que debe apreciar su mérito, La te 9 eae refiere aTa communica bietiva se refiere aT q Tre cuando se ‘ t So apuntes, autoriza.que la parte o el testigo C] requis; “¢ los hechog num. 167, Noviembre ial de by a YAceleraeisn 7, vembre PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 75 expliquen y fundamenten sus decisiones, a menos que se trate de Sinples Gilenes paaal impulses Gel paces Es tan importante este requisito que algunas Constitucio- nes, como la colombiana, lo consagran expresamente (art. 163). De esta manera se evitan arbitrariedades y se permite a las partes usar adecuadamente el derecho de impugnacién contra la sentencia para los efectos de la segunda instancia, plantedndole a1 “superior Tas razones Tegales y Juridicas que Tas razones Tegales y juridicas que desvirtian los errores que condujeron al juez a su decisién. Porque la resolucién de toda sentencia es el resultado de las razones 0 motivaciones~ que en ella se explican. EI requisito de la fundamentacién se exige también para las rovidencias qué no son Sentencias, pero que resuelven cuestiones que atectan Tos derechos de las partes, como las Tamadas en los procedimientos colombianos autos interlocutorios. fh) Principio de la carga de la prueba, que en lo penal se sustituye en parte por el de “in dubio pro reo”. Como una medida indispensable para que pueda haber sentencia de fondo o mérito, que decida el litigio civil, laboral o contencioso-administrativo, y absuelva o condene al sindicado o imputado, se consagra el principio de la carga de la prueba que indica al juez que cuando falte la prueba o ésta sea insuficiente, Aobre los hechos en que debe basar su sentencia, debe resolver ° a que tenfa di carga 1, a favor de la parte contrari *“—~En materias penales este principio se sustituye, en cuanto a la decisién que debe adoptarse respecto a la suerte del sindicado o imputado, en gran parte por el de “in dubio pro reo”, puesto que si las dudas en materia de pruebas se deben resolver a favor de aquél, o sea que al imputado y procesado se le debe considerar inocente mientras no se le pruebe plenamente su responsabilidad, desde otro punto de vista significa que al Estado (a través del Ministerio Publico y del juez investigador) lo mismo que al acu- sador particular o a la parte civil, corresponden la carga de probar la responsabilidad del reo, y si no la satisfacen, éste debe ser absuelto. Pero la carga juega un papel mds amplio, porque tam- bién se refiere al riesgo que corre el reo de sufrir consecuencias desfavorables si no aparece la prueba de los hechos que cons- tituyan exoneracién de responsabilidad o atenuaciones de ella y por consiguiente al interés que tiene en que esas pruebas lleguen ceso Y, Por lo tanto, de a de la prueba juega .,jcio 0 PTO 1 juieio Pi jocién de carga 2e I javestigacion ¥ mario 0 inves "3 deci ie proceso penal ” ; als el en colaborat portante P también 1 cia. . pio de 1a congrue : idad juridi o) Princip’ ; ¢ exige la identidad _juridica ativo qu jor el juez en la sentencia incipio normative Tg Bs el orto, ps cualquier a m ag por [as partes (en los ee 1 sion y excepciones Sl les y contencioso-administra- plese comerciales, alas imputaciones formuladas al rmuladas por éste contra tales impu- procesado y las oe rOCeEO también entre la sentencia y lo iciones; en todos “0S y io por el juzgador (véase ordenado por la ley que sea resuelto de oficio por el juzg: ap ‘Tiene extraordinaria importancia este principio, pues se liga intimamente con el derecho constitucional de defensa, ya que éste exige que el ajusticiado en cualquier clase de proceso conozca Jas pretensiones 0 las imputaciones que contra él o frente a él se han formulado, por lo que la violacién de la congruencia implica la de aquel derecho; la actividad probatoria, las excepciones 0 simples stents y las alegaciones, se orientan légicamente por las pre- process,” mPutaciones, excepciones y defensas formuladas en el También el verdadero races0s civiles, c fives) y entre 1a sentencia_Y conciencia, cesado es 'g (enel auto d le pro . vas fo) le 881 der, fon el sistema vigente esas al procesado Nuevo C. de ppy la acusacign, fiscal on cntte nosotros hasta conttitto del jura oy Le mente debe hal 7 el introducido por el Piste stomb juez de gnela del juez = me ongruencia entre el evidencing 22" ef verge, Causa of o°?° 2 algunos paises ie 12 de los hy edict Superior en lacié ran 9 en % hos o ing ramente ¢ ‘ape ae eviden, » en vez 0. a ontrario a la a le di s Contra, : ‘ bi "evo jure rato interio, Car sen enci; dictorio o anfibiold- tanto | 4, 0p ado cuy, CUtor; @, se declara tal con. J2ez ¢0, 9 Ver, AO MO g] § Fede} © or : 9 €l juradg «°° es obj cha repetir el juicio ra el juez, Pero © Punible objeto rado Pueden dane al , hech, PRINCIPIOS FUNDAMENTALFS DEL DERECHO PROCESAL 7 de la sentencia o el veredicto, una calificacién juridica diferente a la hecha en la acusacién o imputacién definitiva, ya que la congruencia en lo penal se refiere a los hechos imputados y aquella calificacién es punto de puro derecho ®. p) Principio de la humanizacién de la justicia judicial. E] proceso judicial de cualquier clase, exige formas y ritua- lidades que lejos de ser inconvenientes representan una garantia importante para el debido ejercicio del derecho constitucional de defensa. Pero es indispensable humanizar al maximo sus pro- cedimientos y sus tramites, puesto que se trata de actuaciones de personas para juzgar a otras personas cuyos problemas son, por consiguiente, profundamente humanos. De ahi que deshu- manizar el proceso es desnaturalizarlo y restarle eficacia para cumplir la funcién social de interés puiblico, de obtener y tutelar Ja paz y la armonia sociales y los derechos fundamentales del ser humano %*, Se debe procurar mds inmediacién del juez con los ajusticiables en todo proceso, para que aquél pueda cono- cerlos y apreciar mejor su problema; debe haber un trato sencillo y no arrogante de los juzgadores con las partes; debe el juez tratar de compensar la ignorancia y pobreza de las partes, que obstaculizan el ejercicio de su derecho de defensa, tutelandolos en cuanto sea posible mediante el uso real y efectivo de las facultades inquisitivas probatorias, de direccién del proceso, de control al fraude procesal y las colusiones y demas actos ilicitos o desleales de los abogados; debe también el juez tratar de acelerar al maximo los procedimientos e impedir que se dilaten con actuaciones desleales o incorrectas de las partes y sancio- narlas cuando incurran en tal conducta; debe procurar infundir a las personas que necesitan ventilar cualquier asunto judicial- mente, confianza en una buena justicia y eliminar el temor que ordinariamente les produce; por ultimo, es indispensable que en los procesos e investigaciones judiciales no se violen, sino que se tutelen, los esenciales derechos de toda persona humana, su vida, su honor, su libertad (lo cual pone de presente la mons- truosidad de aplicar por los funcionarios de investigacién, sean 8 Devis Echand{a: Principios Fundamentales del Derecho Procesal Penal, ed. 1981, citada, ps. 25 a 28. 18h Devis Echandia: Humanizacién del proceso civil, trabajo presentado al Congreso Internacional del Derecho Procesal, ocurrido en Gante, Bélgica, en 1977, y publicado en la “Revista de Derecho de la Universidad de Antioquia’, Medeliin, 1977, y en el t. I de mis Estudios de Derecho Procesal, Bogoté, Edit. NERAL DEM = imple violencia q, ras 0 simp: € cia Bs 78 «dicial, ac de este principig ¥ dic! ano judicwr arte del ces constituyer vise ene Pee ; is i Ja deformac as ¥ muchos 1 fot judicial). fundamentales del proceso penal, jos 5 ait tros princip’ -* stos en los dos numeros anteriores tie. e: os civiles, penales, laborales y conten- ademas, varios principigs al, que explicaremos Los principios expul nen aplicacién a los eS ee cioso-administrativos. + © set fundamentales del moderno pro inuacion 1“. brevemente a continuacion < a) Principio de la funcién preventiva de defensa social del proceso penal. Consiste en que el proceso penal debe ser concebido no solamente como instrumento para la investigacién de los ilicitos penales y la aplicacién consecuente de penas 0 medidas de segu- ried a los autores, cémplices y encubridores de aquéllos, sino cal - ans instrumento para la tutela de la libertad, la vida, onor y los demas derechos fundamentales de la persona humana, e igualmente Para la reeducacié i6 i de los delincuentes, como medid. defeneg wiaptacion social oe edida de defensa Social contra las social de readante ultimo como medida de seguridad “qc aPtacion y rehabilitacis : egu Ometido ilicitos pet Pilitacion de Stuetos que todavia no bropicia para ello y por on Pero que estan en una situacién incurran Tepresentan cierta Peligrosidad, para Y prostituido homog ie il{citos (es el caso de las prosti- ‘Ohdlicos exuales, a Teadaptacign Onn penductas agresiven, Seb, los drogadictos er maabilitacion de SUjetos 18S Ultimos casos, de Im Hehe 9 a ininistea 4s Por ju ec peligrosos, no delincuen- aliens dad, indeper* ra ‘que he nO por funcionarios de PO a investigneRCia.y objetie yetticiente garantia de i i eyed een la decision de Social ? Para que Stn La, Itacién y la eleccién Berantine instr yee M0 ge oon’ “ATACterist ae : Anas cure Menty 6 CONVig ‘cas de cada persona; “nstitucionay Politicg de, * &Ste sistema de prevencién “S del depige pe Sucién y violacién de las "ig °eeso y del respeto a la mods erro, Bogats, Rae PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PROCESAL 79 libertad y dignidad de las personas. Y deben sefialarse taxativa- mente los casos en que pueden aplicarse tales medidas y las diversas clases de éstas. Giuseppe Bettiol 1° 9" las clasifica asi: a) privativas de la libertad, por internaci6n en una colonia agricola o en una casa de trabajo o de reposo y tratamiento psiquidtrico o de otra clase, o en un manicomio judicial, es decir, especializado; b) no privativas de la libertad, la libertad vigilada, la prohibicién de residir en determinado lugar, la prohibicién de frecuentar tabernas y establecimientos publicos donde se expendan bebidas alcohdlicas, y Ja expulsién de extranjeros; c) medidas patrimonia- les, la caucién de buena conducta y el decomiso. Consideramos que se trata de un proceso contencioso, puesto que implica la privacién o al menos la limitacién de la libertad y el sometimiento aun contra la voluntad de la persona a dichas medidas y tratamientos. 6) Principio del “favor rei” o de la favorabilidad. Es un complemento del principio del in dubio pro reo que a su vez sustituye parcialmente el de la carga de la prueba en cuanto exige considerar inocentes al imputado y al procesado, lo mismo que la absolucién del segundo, cuando no se les haya probado plenamente su responsabilidad y por lo tanto impone dicha carga al Estado a través de los jueces y funcionarios de instrucci6én e investigacién (véase num. 12, principio 7). Pero el principio de favor rei o de la favorabilidad es mas amplio, pues exige no solamente resolver a favor del imputado y procesado las dudas probatorias respecto a su responsabilidad, sino también las que se presenten en la interpretacién y aplicacién de las normas penales sustanciales y de procedimiento, y exige, ademas, que la ley sustancial permisiva o favorable al procesado, aun cuando sea posterior al acto ilicito, se aplique de preferencia a la restrictiva o desfavorable, como lo ordena expresamente el segundo inciso del art. 26 de la Constitucién y el art. 5° del nuevo C. de P. P. de 1981. En cambio la ley procesal nueva, pero anterior a la iniciacién del proceso, se aplica siempre sin que importe que el acto ilicito haya ocurrido antes y aun cuando el nuevo procedimiento pueda ser desfavorable al procesado, debido al cardcter imperativo que tiene, y cuando el cambio de ley procesal ocurre en el curso del proceso, también se aplica a partir de su vigencia, salvo que ella misma disponga otra cosa. También el art. 9° de la Declaracién de los 1" a a eg ee a, CMeBe es Cion, | Hombre ¥ ae acid Americana de los Derechye’! Derechos et 789, yla ae este principio. y a #° y948, consagr eb se le di 3 sncipio de que al Pi neces? * eee £ONSiderg, ¢) Bl principe tras no se le pruebe lo Tario, inocente, 7 5 ; ‘ ia tiene origen constitucion i jon de inocencia 4 : nal, y Esta De principios ya mencionados del in dubig ro es consecuencia C@ ero su enorme importancia justifica gue g reo y del favor ea Pa entidad propia. Se viola este Principig formulado tam en la ley penal presunciones de Tesponsa. in . i cuand $e ota ces establecs (como ha ocurrido en Colombia) ¢ biidads feaus a falta de prueba suficiente para procesar, en ye, sisten de sobreseer en forma definitiva al imputado, se © dicta un sobreseimiento temporal que lo mantiene como sospechoso de ser culpable; cuando se absuelve al procesado, pero agregando que se debe a insuficiencia de pruebas, porque equivale a desconocer que si éstas no existen, simplemente se le debe considerar inocente ¥ que solamente cuando el juez tenga pleno convencimiento 0 certeza de la responsabilidad deja aquél de estar protegido por la Presuncién de inocencia 0, como algunos dicen, cesa el estado juridico de inocencia que toda persona tiene mientras no se le Pruebe plenamente lo contrario * Es un principio indispensable para que exista civilizacion Juridica, democracia politica y verda- dera justicia judicial. ea @) Princip fea rechaza la absolucién con advertencia de sabilidad, MaEDOR insuficiencia de pruebas de la respon- Acaba, logica doy qn’ 1 menci ; . el de sonar este principi ecuencia ‘onsiderarlg ee P SUNCION de jn Principio, como cons mocencia; pe, indispensable due no der nO auté; Pero es indispensabl Calificng D Cxistir dog ae Por su gran importancia. Significa Procegadg, 2 Proced Ses de absoluciones: una simple y otra lo. En J Alia ge viols nsuficiencia de pruebas contra el de Absoluciona el Sual no adhe © Principio al consagrar el art. 479 * PTO numergene® Si sigue vigente) las dos clases °S08 ¢ ilustres Juristas lo han recha- ‘onde: i er EStuding 9 Princirio: S_ FUNDAMENTAL S DEL DERECHO PROCESAL =F 81 zado 19 bis Pero este -. se Ja sentencia sbsolitoria “plo se refiere a la parte resoluti cesariamente se d Fane 2, Sus motivacione: os ect allee nect lente se debe manifestar que no S, pues en’ ellas es imperativo absolver debido a la Procede condena o que ja responsabilidad del procesado ausencia de plena prueba de e) Principio del juzgamiento por los jueces naturales. Signi fica que cuando Jo investigado y juzgado sea un ilicito penal comun, es decir, regulad aes anos OKO a » do por el C. Penal sustancial ordi- ni » Ov le naturaleza politica, sus investigadores y juzgado- rt deben ser, siempre, los que establezcan el C. de P. P. ordinario y leyes complementarias, es decir, por funcionarios de la justicia ordinaria; jamds por investigadores y jueces de la justicia militar, la cual debe ser exclusivamente para los ilicitos militares 0 cas- trenses. Entregar a la justicia militar él juzgamiento de ilicitos no militares o castrenses, con el pretexto de que es mas rapida y resulta mas econémica para el Estado, es una monstruosidad juridica y una grave violacién de la democracia politica, de muchos principios constitucionales y procesales y de Jos derechos funda- mentales del ser humano. Para vergiienza de Colombia, esa co- rruptora y nefanda costumbre ha sido crénica los ultimos 30 afios y sigue aplicdndose en la actualidad. Es nuestro concepto que tal medida, adoptada en decretos de estado de sitio, es inconstitucio- nal, como lo declaré 1a Corte Suprema colombiana, en sala plena, cia del 24 de julio de 1961, jurisprudencia que en magnifica senten' e 1 “6 por mayoria de votos (que ha venido desafortunadamente cambid P* ry 8 a que espere- disminuyendo sucesivamente) a partir * ter Sj Y se mos sea rectificada por ser evidentemente equivocada SLs ne to, publicado ed “Rivista wie Carnelutti: Confuutazione loigion del Bros gia Delle sentenze penal i Diritto Processuale”, 1963, ps. 1 ¥ 5 Guar iritta Processuale Pensle"; 1954, di proseioglimento, poblieado e° ve Feat, Strafverfahren”y citado por 54, Dahm: Das Urulei, en “Das WATE Jonge Clarié Olmedo: Tratado de . pado de mencionars 298; Santiago Sentis Deane eeasul Penal, age Bdiar, Buenos Aires, 1964 To envi de Derecho SE Ee ettanan twaaie Te rer 96-528, 580 9 583 Procesal Teroamericano”, 297 DOME oy grdinarit militar, en “Revista De- ‘ver Devis Eehandia: Justicnt penal tt ABC, ps. 249-254) Los Derechos restic' devia ee pogntés, tb Ts Balt G. Seauridad, trabajo leido en echo “Colombiano”, lamado Estatuto 979, publicado en al libro as a se ie itar y 7 wT ae cnepicia militar YO pymanos, &D ©”? .” Bogota, Fondo

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