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SENDAS E CONDUCEN AL PODER PDLICACIONES Paoeoves pore SENDAS QUE CONDUCEN AL PODER ‘Autor: A.W, Tozer {© Copyright 1990, Derechos reservados. ISBN 980-6221-47-8 Publicado por Publicaciones ADIEL ‘Apartado $70 - Maracay - Venezuela Impreso por Publicaciones ADIEL. 2 CONTENIDO Sendas que conducen a1 poder a parte de Dios y ta parte del hombre Los fratos de ta obedtencia Los milagros vienen detras del arado Por medio del derramamiento del Eepirits Unidad y renovactin 13 a 29 48 55 SENDAS QUE CONDUCEN AL PODER I evento mis grande de la historia ha jsido la venida de Jesueristo en earne humana para vivir en la humanidad y morir por ella. Después de éste, el acontecimiento de mayor importancia ha sido el surgimiento de la iglesia para encarnar Ia vida de Cristo y difundir el conocimiento de su salvacién por todo el mundo, No fue una tarea fell Ia que enfrenté ta iglesia cuando descendié del aposento alto. La imistin de levar adelante la obra de un hombre del cual se sabia que habia muerto como criminal, y ain mas, de persuadir a los hom bres que Et habia resucitado de los muertos y que era el Hijo de Dios y el Salvador, estaba ‘desde el principio por su naturaleza, condena- {da al fracaso. gQuién ereeria esta fantastica historia? ¢Quién pondria su fe en algulen a {quien la sociedad habia condenado y erucf ‘eado? Sila iglesia hublera quedado abandonada a ‘su propia suerte, ya estaria muerta, como les habia sucedido a un centenar de sectas abor- tivas que habian aparecido antes de ella, y no hhublera dejado nada para que Fecordaran las futuras generaciones, El hecho de que la ig 5 sla no perecio se debi6 por completo allelemen- to milagroso que habla dentro de ella. Ese ‘elemento fue provisto por el Espiritu Santo, ‘que descendié sobre ella el dia de Pentecostés, fon el fin de darle el poder que necesitaba para su tarea: porque la iglesia no era una organizaclon, ni un movimiento, sino una en- ‘carnacién tangible de energia espiritual. Ella reallz8, dentro de un tiempo notablemente corto, unos prodigios de conquista espiritual tan grandes, que nos quedamos completamen- te-sin explicacion, a menos que consideremos la participacién divina, En resumen, la iglesia comenz6 con poder, ‘se movi6 con poder y siguld hasta donde tuvo poder. Cuando ya fo tuvo poder de Dios, se {Enterré en busca de seguridad y trato de con- servar lo que habia logrado. Pero las bendicio- nes que ella tenia eran como el man: cuando traté de guardarlas para el otro dia, criaron _gusanos y se pudrieron. Es asi como hemos pasado por el monasticism, el escolasticisme ¥ el institucionalismo, los cuales son indica: ones de lo mismo: la ausencia del poder spiritual ‘Cada ver.que ha habido un retorno al poder del Nuevo Testamento en la historia de la iglesia, se ha registrado un avance en alguna parte, una nueva proclamacion del Evangelio de via: y toda disminucion de poder ha dado ugar al surgimiento de alguna clase de meca- nismo para la conservacion y la defensa. 6 ‘Steste andlisis es razonablemente correcto, entonces hoy nos encontramos en un estado ‘de muy baja energia espiritual; pues no puede negarse que la iglesia moderna se ha enterrado hhasta sus oidos y esta luchando desesperada- ‘mente para defender el poco terreno que Ie queda, Carece del discernimiento espiritual ‘ecesario para saber que su mejor defensa es tomar la ofensiva, y est tan kinguida que no podria poner en practica este conocimiento, aunque lo entendlera. ‘St hemos de avanzar, tenemos que poser poder. El paganismo esi reduciéndole lenta: mente este terreno a la iglesia, y la anica Fespuesta de ella es un “operativo® orasional, ‘que pudiera describirse como una leve com- fraceién de los musculos morales. Estos ope: rativos Hegan hasta los titulares y tal vez aun Ueguen a merecer un reporte grifico en la ‘illima pagina, pero lo que logran en el sentido ‘duradero es muy poco Y pronto se olvida. La fglsia ene que tener poder y Uegar a ser formidable, peligrosa, siha de volver obtener ‘eu prestigio y proseguir hasta hacer que st ‘mensaje sea tan revolucionario yconquistador ‘como lo fue en otros tiempos. Puesto que la palabra poder tlene muchos tusos y abuisos, permitaseme explicar lo que ‘quiero decir con ella. Primeramente, me refie~ Poa una energia espiritual de suficiente voltaje Como para productr otra vez grandes santos. EI Upo de crecimiento cristiano, blando © 7 Inofensivo, que hay en nuestra generacién, no ‘esmais que un triste ejemplo de lo que la gracia ‘de Dios puede hacer cuando opera con poder. El acto de aceptar a Cristo, que esta despro- visto de emocion en el dia de hoy, se parece ‘muy poco a las conversiones tormentosas de Jos tempos biblicos. Necesitamos el poder que transforma, que lena el alma con una dulce Intaxieaci6n, que hace que un perseguidor de la iglesia quede "fuera de si" con el amor de Cristo. Hoy tenemos santos teologicos, que pueden fy tienen que) probar que son santos: apelando a citas del griego original. Necesita- ‘mos santos cuyas vidas proclamen que ellos son santos y que no necesiten acudir a la ‘concordancia para lograr autenticidad. En segundo lugar, me reflero a una uncién cespiritual que dé un amblente celestial a nues- tra adoracién, que endulce nuestros lugares deadoracién con una presencia mistica. En tal ssanto lugar, los sermones ostentosos y las personalidades modernizadas se sentiran fue- rade lugar, como sifueran una vergienza para el Espiritu Santo: vel énfasis se har en lo que ‘correspond: en el mismno Sefior y en su men- sale. LLuego, cuando hablo de poder, me reflero a aquella cualidad celestial que distingue a la {iglesia como una institueién divina. La mas frande evidencia de nuestra debilidad en estos ‘diases queya no hay nada ternible omisterioso fen nosotros. Se han dado explicaciones acer- 8 ca de la iglesia, de la sefal mis segura de su ‘caida. Pareciera que hoy no hay nada que no Jo puedan explicar la sicologia y las estadisti- ‘cas. En la iglesia primitiva se reunian en el Portico de Salrmén y sentian de una manera tan grande la presencia de Dios que "ninguno ‘seatrevia a juntarse con ellos”. Elmundo veia ‘el fuego que habia en ese bosque. y se detenia ‘amirar con temor: pero nade le tiene femor a la ceniza. Hoy los atrevidos se acercan hasta donde les place: aun le dan palmaditas por la ‘espalda a la moderna esposa de Cristo y se ‘vuelven vulgarmente familiares. Stalguna vez hhemos de volver a impresionar a los hombres ‘no salvos con un saludable temor de lo sobre- natural, es preciso que experimentemos una ‘ver mas la santa digyiidad del Espiritu, tendre- ‘mos que tener de nuevo el misterio que inspira temor, el eual viene sobre los hombres y las iglesias cuando éstos estan llenos del poder de Dios. ‘Ademés, me refiero a aquella energia eficaz que Dios ha derramado, tanto en tempos Diblicos como posteriores, sobre la iglesia y sobre las circunstancias que la rodearon en su primera andanza y hicha en este mundo, que Iahizo fructifera en el trabajo invencible ante ‘sus enemigos. Milagros? Si, si a usted le gusta esta pa- labra, ZRespuestas a la oracion? 2Providen- ‘las especiales? Todas estas cosas y més. todo ‘esta restumido en las palabras del evangelista ° Marcos: "Y ellos, saliendo, predicaron en to- das partes, ayadandoles el Senor y confirman- do la palabra con las sefales que la seguian” (Marcos 16:20). Todo el libro de los Hechos y Jos mis nobles capitulos de la historia de ia {gia que se han escrito desde los tiempos del [Nuevo Testamento, son una extension de este vversiculo Palabras como las que encontramos en Hebreas 2:4 constituyen una reprensin para la iglesia incrédula de nuestros dias: *.testificando Dios Juntamente con ellos, con senales y prodigios y diversos millagros y repartimientos del Espiritu Santo segiin stu voluntad.” ‘Una iglesia fra esté obligada a "interpretar” tal lenguafe. Ella no puede entrar en este asunto, asi que se disculpa dando explicacio- nes. No se requlere ni un pequeio malabaris- ‘mo, ni siquiera unas pocas declaraciones para Jas cuales no haya base biblica, sino que cual- guier cosa sirve para cubrimnos el rostro y ‘dejar nuestro ego inalterado. Tal exégesis tan ‘s6lo es un refugio para la ortodoxia incrédula, tun escondite para una iglesia que esta tan débil que no puede sostenerse, [Nadie que tenga conocimlento de los hechos puede negar la necesidad de la ayuda sobre- natural en la obra de evangelizacion mundial. [Estamos colocados en una situacién tan de- sesperadamente inferior, ante la fuerza supe- 10 signi fa. El cristiano que sale a trabajar sin fe en Jos milagros, regresard sin fruto. Nadie debe larrieagarse a tratar de hacer lo imposible. hhasta que haya recibido el poder del Dios de lo imposible, Nuestra garantia es que "el poder del Senior" est alli. Por ‘iltimo, cuando hablo del poder me re flero a la inspiracion divina que mueve el ‘corazon y persuade al oyente para que s¢ “arrepienia y erea en Cristo - No es la elocuen- ‘ia, nila logica; no es la argumentacion. No ‘son estas cosas, aunque lo que es pudiera ir ‘acompanado por cualquiera de ellas © por todas. Esmés penetrante que el pensamiento, ‘mis desconcertante que la conciencia, mis convincente que las palabras. Es el milagro ‘sui que se produce después de a predicacion. inspirada por el Espiritu Santo, una misterio- ‘sa operacion del Espiritu sobre elespiritu. Tal oder tlene que estar presente hasta cierto unto para que cualquiera pueda ser salvo. Bs la capacitacién maxima, sin la cual ni la persona mis honesta que busque la salvacion. podri hallar la fe salvadora, Puesto que eso es asi, tendremos tanto éxito segiin tengamos poder, ni més ni menos, La falta de fruto a lo largo de un periodo ‘demuestra la falta de poder. Esto estan cierto ‘como el hecho de que las chispas se levantan. [as circunstancias pudieran obstaculizar la u ‘bra temporalmente, pero nada puede resistir © levantarse durante largo tiempo contra el ‘Puro poder de Dios. Oponerse a este glorioso poder cuando es derramado sobre los hom bres, seria como luchar contra el sinuoso rayo, Este poder salvari o destruira. Sera un olor ‘de vida para vida o de muerte para muerte. Dios dijo: "Reeibiréis poder’, Es una pro- ‘mesa y una provision de Dios. Lo demas depende de nosotros. La parte de Dios y Ia parte del hombre 1 hecho de no'distinguir entre la parte Bee Sios y ta parte del hombre en ln saivaciin, impide que incontables personas Gque buscan la paz la allen: y ha dejado & firandes sectores de a iglesia sin poder duran {e argos periodos. Ee necesario decir con osadia que hay alg nas cosas que slo Dios puede hacer y pene thee todo eofuerzo, si intentamos hacerlas focotros. Hay otras cosas que adlo el hombre ppucde hacer, no obetante, a tratamos de per- Euadir @ Dios para que las haga, perdemos fnuestras oraciones, Bs inutil tatar de hacer ia obra que solo puede hacer la gracia sobera- fat igualmente es intl implorar a Dios que haga que, mediante su autoridad suprema, fos ha mandado hacer Entre las cosas que sélo Dios puede hacer. ‘una de las més importantes es la obra de la redencion. La explacion fue realizada en aquel lugar santisimo donde nadie, sino el divino Salvador, pudo entrar. Esta gloriosa obra no le debe al hombre nl un pensamiento, ni una faceién, ni una virtud. Lo mejor de la raza de ‘Adan no podria agregarle nada. Fue una obra ‘de Dios, y el hombre sencillamente no podia tener parte en ella, 13 La redeneién es un hecho objetivo, ¢s una ‘obra potencialmente salvadora: realizada a fa- vor del hombre, efectuada fuera e inde- ppendientemente del individuo. La obra de Cristo en el Calvario hizo la explacién para todos los hombres, pero no salvé a ningtin hombre. La salvacion es personal. Es la re- ddencion hecha efectiva hacia el individuo, es la obra de Dios en el corazén, hecha posible por el sacrificio de Cristo en la cruz. Tanto la obra de la redencién, efectuada una vez, como la de la salvacién realizada muchas veces, pertenecen a la clase de cosas que s6lo Dios puede hacer. Ningin hombre puede perdonar su propio pecado; absolutamente nadie puede regenerar ‘su coraz6n: ni declararse justificado y limpio. Todo esto es obra de Dios en el hombre, que ‘emana de lo que Cristo ya hizo a favor del hombre. La expiacion universal hace que la ssalvacion esté disponible para todo el gener ‘humano, pero no implica que sea universal- mente efectiva en cada individuo. SS Ia explacion se hizo a favor de toda ta hhumanidad, por qué no todos los hombres son salvos? La respuesta es la siguiente: Para ‘que la redencion Megue a ser efectiva en el ndividuo. éste tiene que realizar una accién. -Esta.no ¢s un acto de mérito, sino de cond- ‘on, Es un acto de importaneia eterna para nosotros, porque el hecho de no cumplirio Impide que recibamos la obra de Cristo en la 14 salvacion individual. Este acto del hombre, ‘mediante el cual se apropia la salvacion, 3610 puede hacerlo el hombre. a ortodoxia de nuestro thempo tiene temor de enfrentarse a esta verdad, Se nos ha ense- hhado la doctrina de la gracia, y tenemos un temor horrible de declarar las cosas, no sea due le quitemos a Ja gracia su caracter abso- Tuto y Te sustraigames los méritos a la cruz. Pero ¢s un error hablar de una manera suave sobre un tema tan vital para elalma. Debemos comprender la clara distincion y luego ser tan fosados como nos lo impongan los hechos. No hecesitamos temer nunca que le vamos a robar la gloria a Dios por el simple hecho de com- prender una verdad que El mismo nos ha Fevelado, El hecho de no distinguir la parte de Dios de la que corresponde al hombre, ha dado ‘como resultado una confusion mental y una Inaceiin moral entre los cristianos. La segu- fidad y el poder requieren que sepamos y ‘ctuernos conforme ala verdad tal como se nos, revela en la Palabra de Dios. Bn la enegora de las cosas que Dios no pce acer total siguente Dios no puede epentise por noses. Bn mucstros es fueron ara pcr i rac, hemos pre theady ge ta maners que’ comunicamos a mpresgn de'que el aetepentimiento ena shee de Don Este cs un rave eror que ett tmpornd por toes parte capantnas x (hewn tos erstanen Dios ha mandado © 18 todos los hombres que se arrepientan, nunca prometié arrepentirse por ellos. Ni siqulera Cristo pudiera hacerlo por otra persona. EI ‘murié en nuestro lugar, pero no puede arre- pentirse por nosotros. Dios en su misericordia puede inclinarnos, movernos y capacitarnos por su Espiritu al arrepentimiento, La Biblia ensefa claramente {que para ser salvos, tenemos queaplicar nues- {ro libre albedo, arrepentirnos hacia Dios y depositar la fe en Jesuecristo: la experiencia lo ‘apoya de manera abundante. El arrepenti- ‘miento implica reforma moral. Las practicas incorrectas estan en el lado del hombre y slo I puede corregislas. La mentira, por eemplo, ‘es un acto del hombre y él Uene que asumir plena responsabilidad: cuando se arrepienta, ‘dejara de mentir Cuando las cosas se declaran asi, de una manera franca, se hacen lo suficentemente ‘obvias, que podemos preguntarnos por qué razon las personas esperan que Dios se arre- plenta por ellas. Sin embargo. en la practica ¥ bajo la presion de una fuerte emocion reli- {Hlosa, las cosas no son tan claras como uno udiera suponer. El énfasis en que "todo ha Sido hecho, y {i no puedes hacer nada’, ha causado confusion entre los que buscan la verdad. Se les dice a las personas que tienen. que perecer por causa de lo-que son. no por uc hacen, Lo que hacen no es de ‘ningan modo importante; y ademas, no pue- 16 den hacer nada para salvarse. Incluso se les advierte que suger tal cosa es ofender a Dios. 221 efemplo de Cain no es suficientemente Ihomible para probar eso? Yasi estas personas ‘on bamboleadas de manera impotente entre clprimer el ultimo Adan. Uno pecé por ellos yelotro ha hecho todo lo demas. Asi se corta lnervio de su vida moral y quedan expuestos a hundirse en la desesperacion, con temor de ‘moverse, para no ofender a Dios. y sin embar- {go estan profundamente conscientes que algo ‘anda mal en sus vidas religiosas. El remedio consiste en comprender clara- mente que los hombres no estan perdids por ‘causa de lo que alguien hizo hace millares de anos; estan perdidos por cuanto pecan indi- vidualmente. Y puesto que la explacién ha sido hecha, son salvos por cuantose arrepicn- ten individualmente. Creer que podemos de- Jegar el arrepentimiento es una inferencia sacada de la doctrina de la gracia, cuando se centiende imperfectamente y se presenta de ‘manera errada, Hay otra cosa que Dios no puede hacer: El no puede creer por nosotros. Clertamente la fe es un regalo de Dios; pero el elercicio de ese don es un acto de nuestra voluntad. La fe fenvuelve una estima del caracter de Dios por parte del creyente. Consiste en decidir que Dios es digno de confianza y Iuego tener fe en Elde tal manera que nos leve a descansar en ‘sus promesas y obedecer sus mandamientos: "7 esa es la fe biblica. Cuando Dios es #1 objeto de la fe, no puede ser a la ver ef sujeto. El Decador que Se arreplente es el que tiene que Creer, La fe salvadora conducira inevitable- ‘mente a tn acto de consagracién a Cristo. El ‘que busca la verdad tiene que hacerlo por si ‘mismo, Dios puede ayudarlo y esperar pa- lentemente durante mucho tiempo; pero ‘nunea tomar el higar del pecador ni hacer este acto por él. Cuando una ver mas se entlenda que Dios no sera responsable de nuestro pecado e in- credulidad, sera un dia de alegria para la iglesia. La comprensién de que seremos mo- ralmente responsables de nuestros pecacios en cljulelo, puede resultar chocante, pero aclara lentendimientoy quita la incertidumbre. Los pecadores que regresan a Dios, plerden su tempo cuando lo dedican a pedirle que haga aquellas mismas acciones que El severamente ies ordend que hicleran, Elno discutira con clos, seneillamente dejara que escojan su des- tino, La incredulidad es un gran pecado, 0 ‘mejor dicho, es la evidencia de que los pecados. ‘estan encublertos y no confesados. El orden. cs: artepentios y ereed”, La fe clertamente Yendré después del arrepentimiento y la sal- vacion sera el resultado fez ‘Cualguier interpretacién sobre la bre gra~ cla de Dios, que exonere al pecador de su plena responsabilidad de arrepentirse y creer, no es de Dios, ni esta de acuerdo con la verdad 18 revelada, El tampoco es responsable de ay darnos a arrepentir. Dios no nos debe nada, ‘excepto la justicia, El Ginico hombre que rec! ‘be ou merecido es aquel que muere en pecado va sin bienaventuranza al juicio. Todos los ‘demas somos objetos de una miscricordia que tno hemos ganado, Esperar que Dios nos ayu- dea arrepentimnos o creer que de algin modo Elesté obligado a hacer es0, es entender mal todo el plan dela redenciény sustituirla gracia por los méritos en la salvaciin, _2Qué relacin tiene todo esto con la carencia ‘de’ poder en de nuestro Uempo? Mucha, en realidad. Millones de personas comienzan su vida religiosa sin entender el ‘deber moral que tienen con Dios. Tienen la ‘Yaga esperanza que la obra de Crisio en la cruz ehizo cargo de su responsabilidad, por tanto, tho hacen ningin esfuerzo para poner sus: ‘vidas a tono con los requerimlentos del Nuevo ‘Testamento, En consecuencia, no tienen cla ‘dad con respecto a nada; estan llenos de incertidumbre y dudas. Su experiencia rell- {gosa es una amarga desilusién. Tienen poco fgovo y ningin entusiasmo, porque es dificil ue uno llegue a sentirse emocionado con Tespecto a una incertidumbre. No vale la pena exhortar a esos pretendidos cristianos para que busquen el poder; no vale fa pena hablarles de las bendiciones de una vida rendida al Senor. Seneillamente no puc~ ‘den entender tal cosa: oyen el sermén y luego 19 ‘contindan con su tediosa tarea de tratar de perstiadir a Dios para que haga las cosas que Elles ha mandado, Hasta que esto se corrija, Brrlemos esperar poco poder en mucstas gle Los frutos de la obediencia pedecer, segiin el Nuevo Testamento, significa poner seria atencion a la Pala bra de Dios, someterse a su autoridad y prac- ticar sus instrucciones. La obediencia, en este sentido, es casi una letra muerta en el cristianismo moderno. Se puede ensenar de vez en cuando de una ma- hhera lingulda, pero no se destaca suflciente- ‘mente como para darle poder a la vida de los foyentes, Para que una doctrina sea efectiva, ‘ademas de ser recibida y sostenida por la iglesia tiene que estar respaldada portal fuer- za de conivicelon moral que cl hincaplé calga ‘como un golpe sobre el fulminante, para que hhaga estallar Ia energia que esta latente dentro de ella La iglesia de nuestro tiempo ha suavizado la doctrina de la obediencia, bien descuidan- dola por completo 0 mencionandola s6lo en forma apologética, comossi fuera de paso. Este esl resultado de una confusion fundamental fen la mente del predicador y de la iglesia Fespecto a la obectencia y las obras. Al des- ‘cartar la falsa doctrina de la salvacion por medio de las obras, hemos caido en el error ‘puesto de la salvacion sin obediencia La Biblia no ensefa nada acerca de a sal- vvacion aparte de la obediencia, Pablo dio tes- a ltmonio que él fue enviado a predicar "la obe- diencia @ la fe en todas las naciones". El les records a los cristlanos de Roma que habian ‘sido Ubertados de! pecado por la siguiente razn:”... habéls obedecido de coraz6n a aque- lla forma de doctrina a la cual fulstels entre- gados’.. En el Nuevo Testamento no hay ‘ontradiccion entre la fey la obediencia, pero si entre la fe y las obras de la ley y también centre la ley ya gracia, La Biblia no reconoce ninguna fe que no ‘conduzca ala obediencia, ni ninguna obedien- fla que no brote de la fe, Las dos son los lads ‘opuestos de la misma moneda, Stusted tuvie- ‘a que dividir una moneda por el filo, destrul- ia ambos lados, perdiendo totalmente su valor. Del mismo modo la fe y la obediencia estan unidas para siempre y ambas plerden su valor cuando se separan. El problema que ‘muchos tenemos hoy consiste en que estamos tratando de creer, sin intentar obedecer. El mensaje de la eruz contiene dos elemen- tos: (1) promesas y declaraciones que deben. creerse, ¥_ (2) mandamientos que deben obe- ‘decerse. Obviamente, a fe es hecesaria para las primeras y la obediencia, para los segun- dos, De hecho lo tinico que podemos hacer con. luna promesa o una declaracion es creerla; fisieamente es imposible obedecerla, porque nose reflere a nuestra voluntad, sinoa nuestro entendimlento. Igualmente es imposible creer lun mandamiento: porque no esti dirigido 2 eencialmente a nuestro entendimiento, sino ‘2 nuestra voluntad. Ciertamente, podemos tener fe en su Justicia; confiar en que es un ‘mandamiento bueno y correcto: pero eso no es ‘suficiente. Mientras rehusemos obedecer, no ‘hemos hecho nada con respecto al manda~ ‘miento. Esforzarnos para creer aquello que se dirge a nuestra obediencia es enmaraniarnos ‘desesperadamente en un laberinto de impost- Dilidades. Ladoetrina del Cristo crucificado y la rique- za de verdades que se vinculan a ella, tienen teste doble contenido. Por tanto, el apastol Puede hablar acerca de “Ia obediencia a la fe". Sin contradecirse. Se puede afirmar: “Elevan- {ello es poder de Dios para salvacién a todo quelque cree’. "...Vino a ser autor de eterna ‘salvacién para todos los que le obedecen". No hay nada incompatible entre estas dos decla- raciones cuando se entienden a la luz de la tunidad, esencial entre la fe y la obediencia, La debilidad de! mensaje que predicamos hoy radica en hacer mas hincapié en la fe que ena obediencia, Esto se ha levado tan lejos. ue, en la mente de millones de personas Teligiosas, la palabra creer tlene el doble sig- rficado de creer y abedecer. Se ha producido tuna hueste de eristianos mentales cuyos ca- racteres estan mal formades y sus vidas fuera de proporeién. Erréneamente se ha tomado la imaginaci6n como si fuera la fe, y se ha hecho ‘que le srva a la obediencia. 23 Hay una enfermedad mental bastante cono- ida entre nosotros, que consiste en que el paciente vive en un mundo completamente Imaginario,fictico, leno de fantasia, sin nin- {guna realidad objetiva que corresponda a esa fe. Todos saben esto, excepto ef mismo pa- ‘lente: él discutea favor de su mundo con toda Ja logica de un hombre cuerdo: y lo patético es que él es absolutamente sincere. Por tanto, hallamos cristianos que han vivi- do durante tanto tiempo en la atmdafera enra- recida de la imaginacion que parece cast ‘imposible relactonarios con la realidad. La \desobediencla ha parallzado sus piernas mo- rales y disuelto su columna vertebral; asi que se desploman en un monton esponjoso de teoria religiosa, y ereen todo con ardor, pero no obedecen en absoluto. En verdad, se es candalizan profundamente con sélo olr la pa labra "obedeces". Para ellos huele a herajia y fariseismo. Piensan que son los unicos que hhan usado bien la palabra de verdad. (Su doctrina de accion indolente es la religion del Nuevo Testamento! jPor esa razén: murieron los reformaclores! Todo lo dems es a religion de Cain. ‘Sino fuera por el hecho de que este credo {del impase moral ha influido practicamente en todo rincén del mundo cristiano; ha capturado alos seminaries e institutos biblicos; ha deter- minado el contenido de la predicacion evange- lista y hasta ha legado a decidir qué clase de 2 ‘ristlanos debemos ser: todo esto pudiéramos pasarlo por alto y tomarlo como sdlo una cosa ‘nds, Tengo la convicel6n que elfalso concepto ‘moderno de la funcion dela fe y el hecho que ‘nuestros maestros no insisten en la obedien- ‘da, han debilitado a la iglesia y retardado lamentablemente el avivamiento en este alti- ‘mo medio siglo, La tnlea cura consiste en ‘eliminar la causa, Para esto se necesita cierto ‘valor, pero vale la pena el empenio decidilo. ‘Siempre estamos en peligro de ser victimas de las palabras. Una frase toma a menudo el de la realidad espiritual: por ejemplo “seguir al Senor” o "seguir al Cordero" (Apoca- lipsts 14:4), No podemos. como los primeros discipulos, seguir al Maestro en determinada frea geografica, Tenemos la tendencia de pei tiempo sabemos que es imposible y- esto ha Iegaclo a significar poco mas que un acuerdo ‘manifestado con movimlentos afirmativos de la cabeza a las verdades del cristianismo, Pu- dlera sorprendernos el hecho de saber que el verbo “seguir” es una palabra del Nuevo Tes- tamento que se usa para referise al habito cestableeido de obedecer los mandamientos de Cristo. Examinemos algunos frutos de la obedien- ‘ia mencionados en el Nuevo Testamento: la ‘casa del hombre obediente se construye sobre la roca (Mateo 7:24), Este hombre sera amado por el Padre, y contara con la manifestacion 25 del Padre y del Hijo. quien vendré a él y har ‘morada en €l Juan 14:21,23). Este permane- ‘era en el amor de Cristo Juan 15:10). Me- iante la obediencia a la doctrina de Cristo, es libertado del pecado y hecho siervo de la jus ticia (Romanos 6:17.18): se le da el Espiritu Santo (Hechos 5:32). Se libra de enganarse a si mismo y es blenaventurado en todo lo que hhace (aniiayo 1:22:25). Su fees perfecciona- da (Santiago 2:22). Es confirmado en la segu- ‘dad que tiene de Dios y en la confianza de {ue todo lo que pida en oracion To recibird (1 Juan 3:18-22).. Bstos son algunos versiculos. ‘que pueden citarse del Nuevo Testamento; sin ‘embargo. mas importante que cualquier cat tidad de versiculos probatorios es el hecho de que el fujo total_del Nuevo Testamento se ‘mucye-cn-esie sentido. Uno o dos versiculos ppudieran ser mal interpretados, pero m0 se puede interpretar mal el tenor total de la Es ertura. Hasta donde lega todo esto? {Cusles son Jas implicaciones pricticas para nosotros los cristianos comunes y corrientes de hoy? Po- demos estar seguros de esto: Dios nos enviar las luvias de bendicion tan pronto como ¢o- mencemos a obedecer sus claras instruccio- nes. No necesitamos una nueva doctrina, nl lun nuevo movimiento, nt una ‘clave’, nisl quiera a un evangelista importadoo un “curso” ‘costoso para que nos muestren el camino. Esta delante de nosotros tan claro como tna autopista de cuatro canales juntos. 26 I A cualquiera que pregunte, le diria:“Senci- amente haga lo que usted sabe que debe hhacer a continuacion, para poner en préctica la voluntad del Sefor. Si hay pecado en su vida, abandénelo. Apartese de la mentira, ‘murmuracién, deshonestidad o de cualquier pecado. Abandone los placeres mundanatles, fa extravagancia en el gasto, la vanidadl en el vvestir, ens carro, en Su hogar. Pongase en. larmonia con cualquier persona a la que haya hecho algiin mal. Perdone a cualqulera que se haya actuado mal con usted. Comlence a usar su dinero para ayudar a los pobres y Hevar Adelante la causa de Cristo. ‘Tome la cruz y iva con sacrifcio. Ore, dé, asista al servicio {del Sefor. Testifique de Cristo, no sélo cuando ‘sea conveniente, sino también cuando. com prenda que debe hacerlo. No considere el fosto, n tema a las consecuencias, Estudie et Nuevo Testamento para conocer la voluntad de Dios y luego hagala tal como la comprende. Comience ahora, dando el paso siguiente ¥ rosiga.” ‘del Padre y del Hy, quien vendré a él y hard norada en €l Juan 14:21,23). Este permane- cera en el amor de Cristo (Juan 15:10). Me- dante la obediencia a la doctrina de Cristo, = Ubertado del pecado y hecho siervo de la Jus- ficia (Romanos 6:17,18): se le da el Espiritu Santo (Hechos 5:32). Se Ubra de enganarse a ‘si mismo y es bienaventurado en todo lo que hhace (Santiago 1:22-25). Su fe es perfecciona’ dda (Santiago 2:22). Es confirmado en la segu- ridad que tiene de Dios y en la conflanza de que todo lo que pida en oracién lo reeibira (1 ‘Juan 3:18-22). Estos son algunos versiculos ‘que pueden eitarse del Nuevo Testamento: sin ‘embargo. mas importante que cualquier can- tidad de versiculos probatorios es el hecho de ‘que el Mujo total del Nuevo Testamento se ‘mueve-en este sentido. Uno o dos versiculos pudieran ser mal interpretados, pero no se puede interpretar mal el tenor total de la Es- enitura. Hasta dénde llega todo esto? {Cuales son las implicaciones pricticas para nosotros los Cristianos comunes y corrientes de hoy? Po- demos estar seguros de esto: Dios nos enviaré las lluvias de bendicion tan pronto como co- mencemos a obedecer sus claras instruccio- nes. No necesitamos una nueva doctrina, ni tun nuevo movimiento, nf una ‘clave’, nt sh quiera a un evangelista importadoo un “curso” costoso para que nos muestren el camino. Esta delante de nosotros tan claro como tna autopista de cuatro eanales juntos. 26 Acualquiera que pregunte, le dria: “Senc- amente haga lo que usted sabe que debe yhacer a continuacion, para poner en préctca Jn voluntad del SeRor. St hay pecado en ou vida, abandonclo. Apdrtese de la mentira, Tmurmuracin, deshonestidad o de cualquier [ecado, Abanidone tos placeres mundanales, Brextravagancia en el gasto, la vanidad en el vest, en su carro, en 5u hogar. Pongase en Jrmonia con cualquier persona a la que haya hecho algin mal, Perdonea cualquiera que haya actuado mal/eon usted. Comience a usar su dinero para ayudar a los pobres y Ivar fielante ta causa de Cristo. Tome la cruz y ‘iva con sacrifieo.. Ore, dé, asista al servicio Gel Senor. Tesliiquede Cristo, no sdlo cuando fea conveniente, sino también cuando. com: ‘que debe hacerlo. No considere el esto, ni tema a las consecuencias. Estudie el ‘Nuevo Testamento para conocer a voluntad de Dios y Iuego hagala tal como la comprende. ‘Comience ahora, dando el paso siguiente y prosiga.” Los milagros vienen detras del arado * fhaged para vosotros barbecho: porque sel tlempo de buscar a Jehovi, hasta que ‘venga y 08 ensefte Justicia” (Oseas 10:12). En este pasaje se nos habla de dos clases de terreno: el terreno ho cultivado y el terreno arado. El terreno no cultivado est complacido de si mismo, satisfecho, protegido de la sacudida ‘del arado y de la agitacion de la rastra, Ese terreno, tal como yace afio tras afi, llega a ser tuna seal muy conocida para las aves del cielo. ‘Si tuviera inteligencia, Hegaria a sentir una ‘gran satisfaccion por su reputacion de estabi Tidad: la naturaleza lo ha adoptado; se puede contar con que siempre seguir siendo el mis- ‘mo, mientras los campos que lo rodean ca plan del color café al verde y viceversa. Seguro y-sin perturbaciones, se desparrama dormido Znte la luz de sol. Es el cuadro del soniado ‘contentamiento, Pero ese terreno esta pagan- do un espantoso precio por su tranquilidad. Nunea ve el milagro del crecimiento: jamais siente los movimientos de la vida que se desa- frolla, ni ve la maravilla de la semilla que ‘rota, ni la belleza del grano que madura, No puede ver el fruto, porque le tiene miedo al farado ya la rastra. 29 En cambio, el campo cultivado se ha entre- gadoa la aventura de la vida. La cerca protec- tora se ha ablerto para admitir el arado y éste ‘se ha portado como de costumbre: practico, ‘ruel, serio y apresurado. La paz ha sido alterada por los gritos del granjero y eltraque- {eo de los implementos de cultwo. El campo haa sentido los agudos dolores del cambio, ha sido trastornado, volteado, herido y quebran- tado; pero su recompensa es indecible, pues cada dia ve una maravilla que crece. La semi la dispara su maillagro de vida hacia la lz del ‘ol, curioso, para explorar el nuevo mundo que fest por encima de él En todo el campo, la ‘mano de Dios esti obrando a través de la antigua y siempre renovada labor de la crea- ‘én: nacen nuevas plantas, para crecer, desa~ rrollarse, madurar y consumar la gran profeeia que esta laterite en la simiente antes de entrar a la tierra. Las maravillas de la nnaturaleza vienen en pos del arado. Hay también dos clases de vida: la vida que no esta cultivada y la vida arada. Para buscar ‘ejemplos de la vida no cultivada no necesita ‘mos ir lejos. Estas vidas abundan entre noso- ‘ts. E] hombre de vida no cultivada se contenta ‘consigo mismo y con el recuerdo del fruto que ‘una vez produjo. No quiere ser perturbado. ‘Sonrie con una tolerante superioridad ante los avivamientos, los ayunos, los actos de escudri- ‘hamiento personal y ante toda la angustia de 20 Jes dolores de parto y del proceso de product frito, El espintu de aventura esta muerto dentro de esta persona, Es firme, "fel, slem- ‘pre estd en eu lugar acostumbrado, "como el ‘Antiguo campo"; e8 conservadora y en clerto sentido es una sefial en la pequefia iglesia: ‘pero no leva fruto, La maldicion de tal vida festa en que se qued6 estancada, tanto en tamaho como en contenido. "El ser” ha des- plazado al “egar a ser". Lo peor que se puede decir es que tal ndividuo es lo que seni, El se hha encerrado dentro de una cerea, dejando fuera Dios y el milagro. La vida arada es aquella que, mediante el acto del arrepentimiento, ha derribado las cer- cas protectoras y ha permitide que el arado de [a confesién penetre en el alma. La instancia del Espiritu Santo, la presién de las cireuns- tanclas y la angustia de una vida sin fruto se han combinado para humillar completamente elcorazén. Tal vida ha quitado la defensa y ha labandonado la seguridad de la muerte para fenfrentarse al peligro de la vida. Eldesconten- to, elanbelo, a contricién, la valiente obedien- cia a la voluntad de Dios, han herido y ‘quebrantado al suelo a tal punto que ya est Iisto de nuevo para la siembra, ‘Y como siempre, el fruto viene después del arado, La vida yel crecimiento comienzan tan pronto como Dios “ensefa justicia". Tal per- ona puede testifiar: ".. la mano de Jehova cra fuerte sobre mr’ an La historia religiosa nos presenta dos fases correspondientesa estas dos clases de vida: la dindmica y la estatica. Los periodos dinémicos fueron aquellos en. ‘que el pueblo de Dios se conmovié para cum- plir el mandato de Dios y salir sin temor a evar el testimonio de El al mundo, Fue en- tonces cuando se apartaron de la seguridad de Ja inaccion y prefirieron los riesgos del progre- ‘80 inspirado por Dios. Invariablemente, ef poder de Dios vino detris de la aceién. El Inllagro de Dios se producia cuando su pueblo marchaba y cesaba cuando éste se detenia, Los periodos estiticos fueron aquellos cuando el pueblo de Dios se cans6 dela lucha ¥y buseé una vida de paz y seguridad. Luego Se dedicaron a tratar de conservar Jo que hhabian ganado durante aquellos Uempos de mayor osadia cuando el poder de Dios se movid entre ellos. La historia biblica esta repleta de efemplos. ‘Abraham "sais" a su gran aventura de fe y Dios fue con él. Obtuvo como resultado reve- laciones, teofanias, el regalo de la terra de Palestina y las promesas de ricas bendiciones. Luego. Israel descendié a Egipto y las maravi- lias cesaron durante cuatrocientos afos.. Al fin de ese tiempo, Moisés oy6 el llamamiento de Dios y salié a desafiar al Faraén, el opresor. Un torbelline de poder acompané a este desa- fio e Israel comenzé la marcha. Mientras Is- rael se atrevié. a marchar, Dios envio sus 32 iilagros para esclarecer el camino, Sin em- Dargo. cuando Israel se qued6 tranquilo. como tun terreno no cullivado, el Senor retird sus bbendiciones y esperd hasta que el pueblo se Jevantara pare manifestar su poder. Ezte es un esbozo general de la historia de Israel y de la iglesia. “Y ellos, saliendo, predl- ‘caron en todas partes, ayudindoles el Senor y ‘confirmando la Palabra con las seriales que ia ‘seguian.” Mientras hicieron esto, el Senor ‘obr6, Pero cuando se retiraron a los monaste- ros o se dedicaron a jugar a la construccién ddebellas catedrales, la ayuda de Dios se retir6, hasta que un Wesley o un Lutero se levant para volver a desafiar el inferno. Luego, Dios fnvariablemente derrams su poder como an- tes. Esta ley opera en toda onganizaciin ecle~ siistica, sociedad misionera, iglesia local 0 individuo eristiano, Dios obra mientras su pueblo viva con osadia. no lo hace cuando su pueblo ya no necesita su ayuda. Tan pronto ‘como buscamos la proteccion fuera de Dios. la hhallamos para nuestra propia ruina. No obs- tante, cuando erigimos un muro de dotacio- nes, reglamentos, prestigios y multiplicamos, ‘agencias en las cuales queremios delegar nues- {Gas responsabilidades, se establece una inci- plente senilidad que s6lo puede terminar en. ‘un rigor de muerte. El poder de Dios sélo se manifesta cuando 1 invocamos con la disposicion de poner el 33 arado a funcionar. Sélo se libera en la iglesla, cuando hace algo que demande ese poder. Cuando hablo de "hacer", no me refiero a la ‘mera actividad. La iglesia tiene suficiente aje- ‘reo tal como esta, pero en todas sus activida- des toma medidas preventivas para que nadie Je toque su terreno; culdando de confinar su ajetreo dentro de los limites Ajados con temor para la completa seguridad. Por esa raz6n ella 8 estatica ¢ infructifera: esta segura, pero no coultivada, Miremos alrededor y veamos dénde se estinn produciendo los milagros de poder. Nunca se producen en el seminario, donde eada pensa- Imlento esta preparado para elestudiante, afin de que sea rectbido sin dolor y de segunda ‘mano; jams lo encontramos en la institucin, religiosa, donde la tradicion y et habito hicie- rom la fe innecesaria desde hace mucho tiem- po: tampoco en la antigua iglesia donde las Japidas del recuerdo dan testimonto silencioso de la gloria que existio una vez. Invariable~ ‘mente, donde la fe osada lucha contra obsti- ‘culos imposibles para avanzar, Dios envia ayuda desde el santuario" En nuestra sociedad, el poder de Dios ha estado en suspenso sobre nuestra frontera. vanzamos.y cesan cuando nos sentimos.sa- {tisfechos. I credo de poder no nos salvara de lesteriidad. Tenemos que continuar hacien- do ia obra de poder. a Estoy més preocupado por el efecto de esta verdad sobre la iglesia local y el individuo. Existen iglesias en las cuales el fruto abu dante es el resultado regular y esperado sema- na tras semana; pero ahora hay muy poco 0 nhingiin fruto, dando la impresion que el poder de Dios esta en suspenso, Dios no ha cambia- do, tampoco el bendito. propésito que tiene para la iglesia; ella es la que ha cambiado. Si la iglesia se hiclera un pequefio examen, éste revelaria que se ha convertido en un terreno no cultivado, Ha pasado por sus pri- titives dolores de parto, aceptando una ma- nera de vida mas facil. Se contenta con‘levar adelante su programa indoloro, con tal de tener suficlente dinero para pagar las cuentas yoolra gran cantidad que le asegure su futuro. ‘Su gente la mira en busca de seguridad. En ‘vex de buscar guia para la batalla entre el bien el mal; se ha convertido en escuela en lugar de ser un cuartel, Sus miembros son estu- diantes, no soldados: estudian las experien- ‘las de otros, en lugar de experimentarlas por ‘su propia cuenta, El dinico sendero hacia el poder para una ‘gesia en tal condicién, consiste en salirde su Sscondite y tomar la senda de la obediencia, ‘que esta redeada de peligro. La seguridad es ‘Su enemigo mas mortal, La igesia que le tiene temor al arado escribe su propio epitafo: la ‘que sigue en pos anda en el camino del aviva- maiento, 35 OBSTACULOS DOCTRINALES Para cualquier observador casual de la es- ‘cena religiosa de nuestro tiempo, hay dos co- ‘sa8 que se evidencian de inmediato: una, que hay muy poca corwiceién de pecado entre las personas no savas: y dos, que los cristianos profesantes comunes y corrientes viven de una ‘manera tan mundana y descuidada que sc hace difeil distinguirlos de las personas no ‘convertidas, El poder que trae conviecién al pecador y capacita al eristiano para vencer en la vida diaria ests siendo obstaculizado. Seria ‘demasiado referirse a "cualquier cosa como la Sinica causa, porque realmente, son muchas las que se atraviesan en el camino de la plena reallzacion de los privilegios que nos corres- ponden, sein el Nuevo Testamento. Sin em- Dargo. hay una clase de obsticulo tan conspicuo que tiene que nombrarse: me refiero ‘aquel_presentado por la falsa doctrina y por el hincapié exagerado en las doctrinas correc tas. Qulero senalar algunas de estas doctri- nas, con la sincera esperanza que no despierte controversia, sino que mas bien nos leve a un reverente examen de nuestra posicion. Elcristianisme fundamentalista de hoy esta profundamente influido por aquel antiguo tnemigo de la Justicia, Hamado antinomiants- mmo. Este credo declara facilmente: Somos salvos por la fe sola: las obras no tienen parte en nuestra salvacion; la conducta es obras y hho liene importancia. Lo que hacemas no 36 puede ser importante mientras creamos lo Correcto, El divorcio entre el credo y la con- ddueta es absoluto y final. La cuestion del ‘pecado quedé arreglada ena cruz; la conduc 4 fuera del circulo de la fe y no puede ‘meterse entre el creyente y Dios. Tal es, en. resumen, la ensenanza del antinomianismo: ‘que ha penetrado tan completamente en la fensefanza del elemento fundamentalista del ‘ristianismo modemno, que es aceptada por las ‘masas como si fuera la verdad, Elantinomianismo es la doctrina de la gra- ‘fa llevada por una logica desenfrenada hasta elpuntodela absurdidad. Sigue la ensenanza ‘e la fustificacion por la fe y la tuerce hasta ‘deformarla, “Plagé el trabajo del apéstol Pablo [por dondequiera que tba e hizo que produjera algunas de sus mis pintorescas denuncias. ‘Cuando surgié la pregunta: “,Perseveraremos ‘enel pecado para que la gracia abunde?’, él lo ‘atacé ablertamente en aquel terrible argumen- {to que se ve en el capitulo 6 de su Epistola a es Romanos. Los abogados del antinomlanismo de hoy lmerecen nuestro respeto por lo menos en una Jcosa: que sus motivos son buenos. El error fbrota de un deseo de magnificar la gracta y de Jexaltar la ibertad del Evangel. Ells comien- Jaan bien, pero se dejan llevar més alla de lo fque esta escrito, mediante una adherencia ervil a una logiea indiseiplinada. Siempre es peligroso alslar una verdady luego presionarla 7 hasta ous limites sin tener en cuenta otras verdades, La Eseritura no enscha que la gra ‘at nos libra de heer el mal, sino para pract- tar cl bien, Entre estos dos conceptos de gracia hay un mar de diferencia, ‘Se puede Gece. como tun axioma del sistema eristiano, ‘que cualquier cosa. que haga permisibe cl Pocad ee um enemigo de Die y de las alas ‘eles hombres. “Apenas estamos saliendo de una era en que ‘el hincapié del cristianismo popular se hacia cen el evangelio "positive". Los lemas eran "la el programa’, "la visio’, bajo una pers- pectiva completamente objetiva. Los hombres ‘ronaron contra la responsabilidad, los man- damientos y lo que burlonamente lamaron un ‘decdlogo de: "No hagas esto nt lo otro." Habla- ban acerca del Jestis "grande" y "amable” que hhabia venido para ayudar a los pobres pero bien intencionados pecadores a lograr la vie- toria, Presentaban a Cristo como tin poderoso contestacdor de la oracion, pero no demasiado particular. El mensaje se ‘de tal manera que animaba a aeumir hacia Cristo ka actitud del que ha recibido los panes y los eves. Aquella parte del Nuevo Testamento ue actiia como un incentivo para la vida sot. soncabe caldadnsmens del contend fo, aleganclo que era "negativa” y no se tolera- ba. Millares de personas que no tenian la intencién de dejar todo y seguir al efor buscaban ayuda. La voluntad de Dios se in- terpretaba como lo que expresan estas pala 38 bras: “ven y recibela.” De esta manera Cristo eg a ser una convenlencta til, pero su ndisputable reclamo que El es el Sefior sobre ‘lereyente, no se tomaba seriamente en cuen- a. ‘Mucho de esto ya es historia. La época de Ja gran depresion ayudé a matarlo, pues hizo ‘que las grandes reuntones en las cuales se propagaba se volvieran initiles. Pero sus ma- los fratos permanecen. La corriente del pensa- miento evangélico se ha revuelto y sus aguas ‘eatin atin lodosas. ‘Una cosa que todavia nece es una resaea de e208 dias de gala: cl cémodo habito Gcecharle la culpa al diablo. Se suponia que nadie debia sentir culpabilidad alguna: el dia- ‘io lo habia hecho de todos modos. El lle a fer el chivo explatorio universal que tomaba la feulpa de cada maldad del ser humano desde ‘Adan hasta el dia de hoy. Nosotros. geniales {yamables pecadores, no somos realmente ma- ico: sdlo hemos sido descarriados por las lison- jas cel malévolo espiritu de los lugares ‘elestiales, Nuestros pecados no son la expre- ‘sion de la voluntad rebelde; s6lo son heridas: Gonde el diablo ha estado golpedndonos con frecuencia. Por supuesto, los pecadores no ‘deben sentirse culpables. pues sélo son viet ‘mas de la perversidad de otro, Con esta clase de ensefanza, uno no se ‘puede condenar a si mismo, pero si compade- erse. y lo hace por el duro trato que nosotros, 30 pecadores inocentes, hemos recibido de Jas ‘manos del diablo. Todo estudiante de la Biblia ‘sabe cual es la parte que Satands jug6 en la ‘caida de la raza, no obstante, hacerlo respon- ‘sable de nuestros pecados es practicar un fengafo mortal contra nuestras almas. Y el cengafo més dificil de curar es el que uno se Impone a sf mismo. tra doctrina que obstaculiza la obra de than pecado, sino porque no han aceptado a Jestis. "Loa hombres no estin perdidos por ‘cuanto asesinan, no son enviados al inflerno or mentir, robar y blasfemar; pero si por Fechavar al Salvador.” Esta prodicacion de vista corta se nos proclama constantemente y raras veces es desafiada por los oyentes. Un ‘argumento paralelo seria protestado por con- ‘siderarlo tonto, pero nadie se detiene a anotar- Jo: "Un hombre que tiene céncer se esta ‘muriendo, pero no es el cdncer el que lo esti ‘matando; sino el hecho de no aceptar la cura.” {No podemos ver que la tinica razén porla cual ‘un hombre necesita la cura es porque ya est pera aquellos que tan pronto venzan este te- ‘mor al fanatismo. lotro elemento que impide grandemente el poder en el pueblo de Dios es Ja dureza. de ‘sorazn causada porelhecha de oir a hombres del Espiritu Santo.nnolo tienen. No hay doc- tina tan escalofriante como la doctrina del Eepiritu, sostenida con una pasividad fria y fon una incredulidad personal. El oyente se aparta con apagada apatia de la exhortacion a ser leno del Espiritu, a menos que el mismo Bapiritu le exhorte por medio del predicador. Es posible aprender la doctrina, »predicarla ficimente, y no obstante, estar totalmente des- provisto de poder. Los oyentes slenten la au- fsencia de poder y se retiran con corazones {nsenaibles, Esto no es una oposicién a la yerdad, sino una reacciin inconscente que bbrota de a falta de realidad. Sin embargo, st dificiimente alguno de los oyentes pudiera de- Cirle al otro cual es et problema; es como si hhubleran escuchado un eco, no la vor, haber visto un reflejo y no la misma luz. ‘Mencionaré un elemento més que tmpide a los creyentes recibir y disfrutar del poder del Espiritu Santo: se trata del habito de instruir alos que buscan ser llenos del Espiritu Santo, para que “lo reeiban por la fe". En todo el Nuevo Testamento se evidencia claramente que la expiacion debe recibirse por lafe, Este hecho es basico en la teologia de la redencion y cualquier apartamiento de él e3 fatal para ia experiencia cristiana. Pablo en- ‘sea enfiticamente que el Espiritu se recibe por la fe. y reprende a cualquiera que ensefie de otra manera. Pareceria, pues, al darle a esto una mirada ‘superficial, que instrulr al que busca el poder ‘aque lo “reciba por la fe", es un sano procedl- _mfento, Pero en todo esto se oculta sulilmente tuna trampa. Uno se ve obligado a preguntarse st las palabras “por la fe", segin los maestros. ‘maodernes, significan lo mismo que cuando las lusaba el apéstol Pablo. Se observa un agudo contraste entre los cristianos llenos del Espi- ritu en el tempo de Pablo y muchos que hoy dia dicen que han tenido tal experiencia. Es certo que los que se convirtieron con el men- sale de Pablo recibleron el Espiritu Santo por la fe, pero realmente lo recsbleron.. Hoy, milla- 52 ree de cristianos pasan por la accion de reci- birlo por fe y creen que lo han recibide: pero por su continua fragiidad demuestran que no hhan experimentado su poder real. Parece que el problema esté en el concepto que tenemos de fe. La fe, como Pablo la entendia, era algo vivo y flamante que condu- cia al rendimtento y a la obediencia a Cristo. La fe de nuestro tempo con frecuencia no ‘una doctrina.. Muchos, aunque convencicos de la necesidad que tienen de poder, no estan dispuestos a pasar por la lucha de morira la ‘ida antigua, se vuelven con alivio a esta doc trina de "recibirlo por la fe", es decir, de creer que lo han recibido, como ‘unica sallda para cescapar de sus dificultades. Eso les permite salvar las apariencias y los capacita para mar- char con el verdadero Israck; pero conslituyen, 1a “multitud mezclada" que disminuye el avan- ce de los redimidos, causando la mayor parte de las dificultades cuando las cosas se ponen difciles. A menos que mas tarde estas perso- ‘nas comprendan las cosas de tuna manera diferente y decidan marchar por el camino dificil, estan condenadas a pasar el resto de sus vidas en una desilusion seereta, Debemos recordar que nadie recibié el Es- piritu Santo sin conocerlo. EI siempre se anuncia a la conciencia interna. Dios derra- ‘mara su Espiritu en respuesta a la fe sencilla ‘yal, acompafiada por una profunda pobreza 53 de espirtu y poderosos anhelos del corazin. y {de gual manera se expresa con fuertes clamo- ves y lagrimas. Unidad y renovacién Dees psu ge puae Jcumpla las condiciones que El estable- ce. Cualquier manifestacién espiritual sera limitada o amplia, dependiendo de Io bien que se satisfagan estas condiciones. La primera condiciones la unidad de mente entre las personas que buscan esta manifestacion. {iMirad cudn bueno y eudn delicoso es fhabitar los Rermanos Juntos en armonial Es como el buen éleo sobre ta cabeza, BL cual desctende sobre ta barba. La barba de Aaron, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocio de Hermén, (Que desciende sobre los montes de Sién: Porque alli envia Jehoud bendicion, Y vida eterna (Salmos 133}. ‘Aquila unidad precede a la bendlcién y asi ocurre en toda la Biblia. Que un individuo pueda buscar y obtener gran ayuda espiritual Ge Dios; es una cosa, pero que un grupo de ‘personas se una con la finalidad de buscar una Tucva manifestacion de parte de Dios para todo el grupo, es algo completamente diferente yuna obra espiritual grandemente superior a 55 Ja primera. La primera'es un asunto personal, Y ficilmente puede comenzar y terminar con, ‘una sola persona; la otra puede continuar hhasta bendecir a un ilimitado niimero de per- Difciimente se pudiera dudar que hay mu- chas personas llenas del Espiritu Santo, que practlean vidas puras y devotas, sin embargo, ‘fercen poco poder o ningan en la direecién de lun movimiento de renovacién. Viven en un bello alslamiento, y hacen poco o nada para (que desciendan “liuvias de bendicién” sobre ‘grupos mayores. Estas personas, entre las ‘cuales hay cristianos de todas las clases dota dos con diversos dones, se han rendido al espiritu de los tlempos y han dejado de esperar ondasde renovacién. Oyen que Jestis les dice: quéisun pez” Mas no escuchan que tambien El dice en el Evangello: "...echad_yuestras redes para pescar’ -Existe lo que se llama el flujo de bendictén, cuando una experiencia se confunde con la otra, y la gracia de un dia continéa hasta el sigulente. El énimo espiritual pasa de una reunion a otra y permite que el Espiritu avance en su obra. Esto elimina la desanimadora necesidad de repetir cada domingo la obra que se ha realizado el domingo anterior. Concede ‘lato beneficio dela acumulaciony sirve para ‘atraer un ereciente nimero de creyentes hacia. 56 las aguas del bautismo. ato elo que nece- ‘tame oy. Histviamente, ls movimlentos de enova- con oe han producido principalmente como tn gio de it unidad de mente entre srupes {fe cryentes cristae, Enel segundo capt ttle de to Hechos dice que “esiaban todoa tninimes Janos”, cuando el Bspartu Santo {descends anbreeliosElnovino para acres tnumanlmidad. Vino por cuanto eos ya esta ban enesacondicin, El spinta nunea viene para dar unidad, aungue eu presencia certa- fpenteayodayperfeccona a unidad que puc- next Elviene a aquel grupo de hermanos tue, por medio de arrepentimicnto Yt fe han Tegado estar snanames, Esto perturba a algunos que no se han detenkdoa euestiona a doetina comanmente Seeplada,segun ia cual ia undad de corazon nie ls cistanos es una soberana obra de Dos y nosotros no podemos intervnt en ella Bata obtasa doctrina de ln inaceiin nos ha nena que debos procurar hacer na~ evs tener la vagh esperanea que Dios noe dard de guna manere is unanimdad. Stel sr as day oo apts nos choranh fe Casto y le apdotoles neo ‘Bnstdntermente ala unkdad?*.compltad a Gilipenses 2:2). ...solictos en guardarla unk dad del Espiritu en el vinculo de la paz” (Efe 37 ‘los 4:3). "Ruego a Evodia y a Sintique que ‘sean de un mismo sentir en el Sefor’ (Flipen- 58 4:2) ".. 08 ruego, pues, hermanos, por el rnombre de nuestro Senor Jesueristo, que ha- biéis todos una misma cosa y que no haya entre vosotres divisiones, sino que estéts per- fectamente unidos en una misma mente y en ‘un mismo parecer" (1 Corintios 1:10), De acuerdo con todas estas porciones de la Bscritura, queda claro que los creyentes tie- nen una gran parte en la responsabilidad de lograr y mantener la unidad entre si mismos. Enesto, como.en todo lo demés, Dios tiene que dar ayuda efectiva, pero El no puede hacer la obra solo. El tene que cooperar eficazmente con la parte que le corresponde al ereyente. ¥ puesto que el Espiritu Santo puede hacer sus poderosas obras sélo donde existe la unidad, Ilega a ser de suprema importancia que todo el que desea la renovacién espiritual haga todo Jo que esta de su parte para que se produzca tal condicion, Reconozco que es fill hallar en esta ense- ‘hanza una fuente de mucha desilusién para el pastor que lucha, “Si la unanimidad es tan Importante para la obra del Espiritu Santo, entonces me desespero con mi iglesia. Sus Imlembros son una mezcla de protestantismos ‘con docenas de matices de opiniones teolbg- fas entre ella, stn de acuerdo en los prin- ciples fundamentales, pero difleren en tantos. Puntos que yo no pudiera tener la esperanza 58 ‘de unirlos. gCémo pueden borrar las diferen- ‘las que surgen del hecho de que provienen de fdiversas tradiciones religiosas? Como po- ‘dram alguna ver llegar a tener la ynisma opl- hin en todos los puntos? Si Dios no puede ‘enviar sue Iluvias Fefrescantes hasta que no- ‘otros logremos lo que yo creo que es imposi- ble, entonces nuestro caso no tiene esperanza.” Algo asi pudiera ser nuestra res- puesta a la exhortacién a la unidad, y la persona atribulada que habla de esa manera, hho se opone, sino que es una persona que ‘sinceramente ama a Dios y a los perdios. Esto pareciera destruir todo lo que sc ha {dicho en favor de la unidad para la renovacién, ‘sinofuera por dos hechos: uno, que la unidad. ‘que estamos defendiendo no €s una unidad {teoldgiea: lo otro, que Dios no requiere una tunidad que abarque el ciento por ciento de las personas para comenzar su obra. Dios res- onde aun a dos o tres" que se recinan en su hombre, Y la amplitud y poder de la obra del ‘Seftor dependerin del tamafo del niicleo en relacién con el miimero total de los creyentes, dela iglesia. La unidad para la renovacién espiritual no equivale a la unidad teologica. Dios demanda tunidad en todas las cosas que importan: ya ‘que somos bres para ser Individualistas. En el Pentecostés, todos los discipulos estaban_ lundnimes en el Espiritu. En todas las demas ‘cosas, ellos eran clento veinte personas. La ‘armonia puede definirse como unanimidad en Jos puntos de contacto, No se necesité mais ‘que esto para asegurarla unidad que precedis al Pentecostés. No necesitamos muirar mas atrés de los afos de la Alianza para ver la ‘manera como Dios puede honrar a una corpo- racion de hombres y mujeres que estén una- nnimes en un propésito espiritual, aunque sus posiciones doctrinales tal vez no sean identi Luego. debe estimularnos el hecho de que Dios no espera de nosotros perfeccién. El'no ln espera de sus hijos imperfectos. Un peque- ‘no grupo dentro de una gran corporacion de cristianos puede ser la clave para la renova- ‘lon espiritual, st logran la unanimidad de corazén y propésite. Dios puede comenzar en ‘ellos la obra y continuarla en gran numero de ‘ristianos a medida que la renovacion esp tual se extiende. Cuantos mas individuos e3- ‘én “undnimes juntos” en una iglesia, tanto ‘mas poderosamente se movera el Espiritu en ‘su obra de salvacion; pero El nunca espera la participaciin de todos los miembros. Toda iglesia debe esforzarse por lograr la ‘unanimidad de corazén entre sus miembros, no con languidez. sino con oracién y sertedad. ‘Todo pastor debe demostrar a su pueblo que la posibilidad de poder esta en Ia fusion de imchas almas en sna.

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