ALGUNOS ASPECTOS DE LA RELIGION
POPULAR CORRENTINA
SILVIA GARCIA
INTRODUCCION
RELIGION DOMESTICA
RELIGION COMUNITARIA
RELACION CON LA RELIGION OFICIAL
CONCLUSIONES
NOTAS
LLAMINAS (ter péginas 322 a 398).po
ALGUNOS ASPECTOS DE LA RELIGION
POPULAR CORRENTINA
SILVIA GARCIA
0. Introduccion
El presente informe se refiere a los departamentos de Esquina y Goya (Pcia.
de Corrientes), especialmente a las dreas de costa ¢ islas. i
Desde distintas disciplinas se aborda actualmente el estudio de los fenémenos
que se han dado en llamar ‘‘Religi6n popular”. El folklore, la antropologia, la te-
ologia, la historia de las religiones han tratado el tema desde su perspectiva.
‘Reseriaremos brevemente dos posiciones diferentes de estudiosos del folklore
y de la antropologia que nos ayudardn a discernir algunos aspectos de la cuestioi
ligidn popular, como aquella n-que, cualquic
‘un determinado momento de la historia, con una fun
os modelos religiosos oficiales de quienes detentan el
oder. Por esta raz6n,
g Hoy, cuando en las clases mas bajas de los
paises catdlicos, se difunden las creencias de las sectas protestantes, estas serian,
igual que las formas arcaizantes, pre-burguesas y folkldricas, “religiones popula-
res” gpor qué? porque son formas de religién que se oponen a las jerarquias cat6li-
cas qe representarfan a la religion hegeménica de estos paises. Considerando la
historia religiosa europea, Lanternari afirma que el cristianismo surgié como una
“religion popular” opuesta a la religién del estado romano que expresaba a las cla-
ses hegem6nicas. A posteriori, al institucionalizarse el cristianismo y crearse la
Iglesia, pasa a transformarse en la religién de los que tienen el poder, quedando
relictos de paganismo entre las clases marginadas, que ahora funcionan como “re-
ligién popular”
De Martino decia que el por 61 llamado folklore religioso adquiere su sentido
hist6rico como “estimulo' documental” que ayuda a medir los limites internos y la
fuerza intema de la expansién de una civilizacién actual en la cual es conservado
como relicto, O sea que en Europa o en cualquier lugar del mundo cristianizado
donde se encuentren con mayor o menor vigor, supervivencias de religiones pre-
cristianas o reinterpretaciones con fuerte contenido magico de las ensefianzas del
cristianismo, indican hasta dénde ha llegado la civilizaci6n cristiana y dénde tiene
puesto un limite.
ddiciones de marginalidad y atraso persisten, es donde se difunden y mantien«
salta el hecho de que muchas de estas formas hoy han sobrepasado el émbito mar-
271ginal del campesinado y las clases més empobrecidas, para invadir la ciudad y las
clases medias y atin altas. Esto se deberia para él, ala profunda crisis del capitalis-
mo que afecta ya a todos los sectores sociales.
Si bien los fenémenos de religién popular deben estudiarse en el contexto his-
torico donde se dan, la respuesta puede ser diversificada en la forma y en el len-
guaje “pero univocamente catértica y opuesta a los modelos religiosos oficiales
Propuestos por quienes detentan el poder”. “Una consideracidn de los hechos reli-
siosos orientada histdricamente demuestra cémo la religin popular... no es més
compleja en reiacién y en tensién con la o las religiones oficiales de esa s :
a religién primitiva es, en tanto religién de todo un pueblo, una religién oficia
En eso se diferencia de la religion popular que seria parte de una religién que
barca.
Eat caer la seca Cetaa sepecaenion eligionea corganizadas y, por lo
el caso de la religién popular que vive en el seno de una religiGn ote, aunqt
n cierta tensi6n con sus postulados ortodoxos, y que siempre tiene un cardcter r
ativamente desorganizado.
Yoder considera que se podria definir a la religién popular, desde el punto d
ista de los elementos que contiene. Una posibilidad, es hacerlo desde las super
encias. Estos elementos, heredados de estados culturales anteriores, se manifie
tan en los distintos tipos de religion popular. En el catolicismo europeo, serian la
pervivencias de las religiones clasicas y barbaras; en el protestantismo, los el
mentos catélicos que atin persistan. Desde este punto de vista supervivencialist
wvolucionista, la religién popular es esencialmente: las supervivencias en un co
=xto religioso oficial, de creencias y comportamientos heredados de estados ant
ores de desarrollo cultural.
tra opcién es definir la religion popular desde el,punto de vista sincretista,
, haciendo hincapié en aquellos elementos que:son el resultado de la acultura
tid, de la mezcla de bienes culturales que sucede cuando dos pueblos diferente
éntran en contacto, Esta situacién es hoy muy clara en América, donde comproba
(0s la existencia de un sincretismo religioso hispano-indigena y europeo-afri
Yoder afirma que, entre estos dos tipos de acercamiento, el sincretista es
jinamico, sugiriendo el proceso por el cual las formas presentes de la religion
caecieron.
La tercera posibilidad, es definir a la religién popular desde el punto de vis
jc los fenémenos marginales que contiene, lo no permitido, lo no.sancionado,
persticiones, la hechicerfa, la magia. Estos serian rasgos “pasivos”, lo que st
ibe y se trasmite, sin cambios muy evidentes. La religion popular seria ast ‘‘
teraccién de creencia, ritual, costumbre y mitologia en las sociedades tradi‘0s de la religién popular, lo que el pueblo le agrega a la fgi6r
ficial. Estos elementos nuevos, adscriptos generalmente a manifestaciones ecl
\i4sticas, las encontramos tanto en Europa como en América. Es el caso de todo
omplejo de la fiesta en los pafses catélicos, y en los protestantes el caso de lam
ica, la vestimenta, etc., asociados a las celebraciones de sus iglesias. Desde est
spectiva, la religién popular és “el depésito de la cultura de la religiosidad p
yular, la total extension de las actitudes populares hacia la religién”.
Queremos agregar que muchos de los rasgos considerados en la segunda y tet
tera definicién, son supervivencias y que lo que cada definicién propone es
scentuacién de las caracteristicas de los elementos que contiene toda religién p
ular.
‘En la definicién que propone Yoder entrarian todos estos aspectos tanto Id
-eativos como aquellos pasivos, heredados, tanto los que estén relacionados col
as formas oficiales eclesiasticas, como los que tienen una existencia parcialment
\dependiente fuera de las fronteras de la ortodoxia. Esta definicién puede ap!
arse a los componentes de la ‘‘mente individual, donde las actitudes racionali
s, las opiniones religiosas ortodoxas y las reacciones populares-religios
pueden coexistir en la misma persona”.
La religién popular es, para él “el conjunto de todas aquellas opiniones y pr
ticas de la religién que existen entre la gente, aparte de y paralelas a las form
strictamente teolégicas y litirgicas de la religién oficial”.
Debemos recalcar que tanto Yoder como Lanternari consideran que la religi
sélo puede darse en ivan di
e los milltiples fendmenos de la religiosidad popular que encontramos en
nuestra zona, describiremos y analizaremos solamente aquellos que consideramos
relevantes en cuanto al ulterior destino de la poblacién, una vez construida la
represa. En otras palabras, haremos hincapié en los aspectos de esta religién po-
pular que se relacionan por ejemplo, con el patrén de asentamiento, con la medici-
na popular, con la sociabilidad o con el culto a los muertos, aspectos todos que
pueden ser afectados por el desplazamiento de los habitantes como efecto de la
construccién de la obra.
‘Hemos ordenado los datos en tres secciones: religién doméstica, religion co-
munitaria, relacién de los pobladores con la religién oficial.
1. Religién doméstica
ntramos en toda casa correntina. Estos altares, dispuestos en la habitacion
de la casa —el nico dormitorio 0 el de los padre o duefios de casa— consisten
‘mesa de un tamafio variable, repleta de polvorientas imagenes y estampas
i i siempre, un santo princi i
San Juan, considerado patrono de las ovejas, es mas venerado en aquellas casas, 0
por aquellas familias, que posean una majadita; Santa Catalina o San Salvador
pueden ser los santos que ayudan a curar a algin profesional popular, o la Virgen de
Itati, proclamada como muy milagrosa, puede presidir un altar doméstico.
‘A estos santos, que podrfamos llamar ‘‘patronos” de la casa, se les ofrece una
fiesta en su dia, Algunos, como el citado San Juan son celebrados con ciertos ritos
exclusivos de ellos. San Juan est4 en Corrientes, como en otras zonas del N.E. ar-
273Bentino y en Paraguay y Brasil, asociado con el fuego, por lo tanto el 23 de junio a
la noche, en varios lugares del campo y en los pueblos, se suelen preparar las bra-
sas para caminar sobre ellas, y también hacer diversos juegos con fuego. Esta ce-
lebracién en nuestra zona es mas comercial que en otros lugares del N.E. y no
tiene el cardcter de festejo familiar e intimo que tiene cuando se lo asocia con la
proteccién y multiplicacién de los corderos. Nosotros la observamos y participa-
mos de ella, en casa de unos isleros, en 1982. Aunque e2aarzo de ese afio ha-
biamos quedado en ir, no habian tenido més noticias de nosotros y llegamos a su
casa a la tarde del dia 23. Ellos habian invitado a unos vecinos a comer el asado del
24 pero éstos noasistieron. Por lo tanto podemos afirmar que el festejo fue exacta-
mente igual al que hubiera sucedido sin nosotros.
Alatardecer del 23 de junio, algunas de las mujeres de la casa dispusieron las
“uminarias” que se colocarian en el corral de los corderos, mientras otras eli-
gieron uno de entre los mejores, y lo mataron. Después de recoger la sangre,
cuerearlo y sacarle las visceras, lo dejaron “‘orear’’. Antes de llegar la noche, una
oveja parié dos corderitos, por lo cual la familia coment6 que efectivamente sacri-
ficar un cordero el dia de San Juan, aseguraba la bifena reproduccién de la majada.
Cuando finalmente anochecié, se colocaron las luminarias hechas con palos y sebo
de oveja, encendidas, en las cuatro esquinas del corral. Posteriormente comimos
‘guiso hecho con las visceras del cordero muerto y al dia siguiente al medio dia, el
animal asado “al asador”.,
Esta costumbre de prender “luminarias” alrededor de los corrales y de comer
un cordero de la majada el 24 de junio, parece ser antigua en la zona y bastante di-
fundida ya que los informantes que hoy no la practican, la vieron hacer a sus ante-
pasados.
La generalidad de los santos no tiene un rito determinado y su dia se celebra
con un baile y comida, Los nueve dias anteriores se realiza una novena en la casa
del duetio, a la que asisten los parientes y vecinos més cercanos. Las novenas con-
sisten en prenderle velas a la imagen del Santo y en adornarla especialmente, re-
zAndole oraciones més 0 menos ininteligibles, dirigidas por alguna rezadora. Los
asistentes le dejan una limosna al santo. Este dinero se usa para realizar la fiesta,
para comprar velas y flores, o para mantener a los duefios del santo, cuando la ce-
lebracién se limita a la novena. Asi sucedia por ejemplo con la limosna dejada a
Francisco Lépez, santito popular, cuyos dueftos, un matrimonio anciano y enfer-
mo, sobrevivian gracias a estas dadivas que, por ser bastante milagrosa la imagen,
recibia dinero también durante el resto del aio. El “‘santo”’ en estos casos es parte
de la herencia pues es una fuente de riqueza.
Cuando la fiesta es en honor del santo “‘patrono” de algin curandero presti-
gioso, suele ser grande y congregar a toda la clientela de dicho curandero que, por
caracter transitivo, le debe su salud también al santo. Los curanderos ademas
suelen curar en el Ambito de la capilla dedicada a su santo.
Alsanto asimismo se le retribuyen favores concedidos, llevandole a su imagen
cintas, velas y estandartes, o llevando la imagen a la casa del que cumple la prome-
sa, Cuando se lleva la imagen de una casa a otra o de un altar a otro, se la lleva al
son de miisica, y los que lo acompafian, bailan cumbias y chamamés.
En el caso de santos populares que han vivido y han muerto en Corrientes y que
han estado identificados con algunos de los dos partidos provinciales, se les llevan
cintas, “‘pafios” y banderas colorados o celestes, segiin su pertenencia politica. Al-
‘guno de ellos ‘‘ha muerto por su color”, o sea por su idea politica y se lo honra con
los adornos del color por el que ha muerto. Los estandartes y las banderas son de
confeccién casera, pero los ‘‘pafios”, que también se colocan sobre las cruces de las
tumbas, se venden en los comercios de ciudades como Goya y Esquina.
274Hay santos para todas las necesidades: San Isidro es el patrono de las chacras,
‘Santa Clara para que no llueva, San Antonio para el amor, San, Marcos para que
llueva, Santa Rosa y San Jerénimo, de las tormentas, Santa Rita de los imposibles,
San Cayetano para la plata, San Francisco de la sabidurfa, San Roque de las llagas
y los perros, San Ramén de las embarazadas, etc., etc.
Dentro de esta religién doméstica podemos incluir la veneraci6n de las cruces
que, dentro de los predios o en los caminos, encontramos en Corrientes. Las cru-
ces, de hierro, recuerdan el lugar donde alguien murié, aunque haga ya much
afios. Uno de nuestros informantes
0 Lopez, que se venera en Esquina, es una cruz de madera con
su nombre. Segtin su “duefia”, Francisco L6pez, que era conocido de la bisabuela
de ella le decia a ésta: “Mire, abuela, sia mime llegan a ‘“fundir” no me hagan ve-
Jorio, hagame baile. ¥ ademas Usted mida la cruz de mi tumba y levela con Usted.
Semin otras versiones, la cruz de hierro que conmemoraba el lugar de su muerte,
‘comenz6 a ser milagrosa, concediendo favores a quienes pasaban por alli, finalmen-
te alguien la llevé a su casa y comenz6 la devocién. Esta cruz ahora no est ya en
Corrientes pues la familia de sus duefos se mud. A la vera de rutas y camines,
‘Seguin las creencias recogidas, los muertos vuelven a veces en diversas for-
mas. Lo més comiin es que se aparezcan en suefios a sus familiares, o que aparez-
ca en el lugar mismo donde esta su tumba. El cementerio cercano a la casa de un
puestero del “‘campo-isla” correntino, no podia mantenerse prolijo pues, entre los
muertos, hay enterrado un “gaucho de los que habia antes, que eran malos y que
lo mataron ahf y lo enterraron’’. El gaucho no “quiere” estar en lugar prolijo, esto
se nota, pues apenas carpen el cementerio para sacar los yuyos, empieza llover y
a tronar y crecen de inmediato otra vez (3).
El alma del muerto puede aparecer en forma de sombra. A un islero, su hijo,
muerto en Esquina, se le aparecié como una sombra, en el momento en que él, no
sabiendo que habia muerto, comia un asado con otras personas,
A los muertos se los vela y se les hace rezar en ese dia, los nueve dias-siguien-
tes, al mes de muertos y al afio. Una vez terminada la novena, se les coloca la cruz
sobre la tumba, ocasién en que también se les “hace rezar’’. Asimismo los lunes,
dia de dnimas y el dia de los muertos (2 de Noviembre) se suele ir al cementerio
llevando flores y sobretodo velas. Esta tradicional costumbre es hoy atacada por
las iglesias protestantes y por ciertos estamentos del clero catélico, que conside-
ran que no hay que rezar en las tumbas, sino en la Iglesia, y que las flores y velas
en nada benefician ni a los muertos ni a los vivos. Algunos de nuestros informan-
tes han escuchado esta prédica y no lo aceptan, otros no se han enterado de que
sus practicas estén en desacuerdo con lo aceptado hoy por la/s Iglesials oficiales,
Por lo tanto, la vigencia de estas practicas sigue siendo muy fuerte.
A los nifios muertos se les prenden velas los sabados. También se les reza
igual que a los mayores, pero el dia en que a los “‘angelitos”’ se les coloca la cruz
sobre la tumba, no la acompaiian con rezos sino con misica. La cruz se le coloca
generalmente al afio. Como es sabido, en todo el pais se le rindié un culto distinto a
los nifios que a los mayores, por considerarse que aquellos mueren sin haber peca-
do y van directamente al cielo. La actual costumbre correntina de acompaiiar la
275cruz para un angelito con musica, es lo que queda de aquella celebraciGn que algu-
no de nuestros informantes recordaba, comentando que al angelito lo ofeaden ha-
ciendo una novena, que habria que hacerle baile.
El velorig no puede faltar, ain cuando el cuerpo del muerto no esté presente.
Tal es el caso de los que mueren ahogados o lejos de donde vive la familia. En es-
tas oportunidades, se organiza el velorio con retratos o fotos del difunto. Vienen
acto eae estes Yee porn Stee 4 elaus ss pam eo ane oer
fas.
2. Religion comunitaria
Muchos de nuestros informantes, sin em-
argo, acuden en cumplimiento de promesas el 16 de julio a visitar el santuario.
Uno de ellos, un hombre de més de 65 afios visita puntualmente a la Virgen desde
hhace 36 afios. Allf alquila una pieza donde pasa varios dias. El favor concedido por
la imagen, fue salvarlo del servicio militar jy después de tantos afios sigue “‘pagan-
do” el favor! Para él, igual que para otros muchos, el viaje a Itat es un verdadero
acontecimiento y el lugar y momento cuando se encuentra con gente de toda la
provincia. Alli las conversaciones giran fundamentalmente en tornoa los milagros
que realizan los diversos santos, las curaciones sobrenaturales, los curanderos
mis eficaces y las enfermedades padecidas y curadas o no durante el afio y los re-
medios aplicados. Estos lugares de peregrinacién son los sitios donde una vez al
afo se refuerza la tradicién respecto de la medicina popular y la religién, tan
estrechamente ligadas, y por donde circula mucha informacién respecto a practi-
cas medicinales empiricas 0 mAgicas.
Otro santuario importante, esta vez dedicado a un santo popular como es el
‘gaucho Gil, esta ubicado en Mercedes, Esta localidad, aunque mas cerca de Es-
quina y Goya, queda a suficiente distancia como para no poder volver en el dia.
Por lo tanto, en la fecha de su celebracién, el 8 de enero, los peregrinos se quedan
_adormir en el lugar del santuario en improvisadas carpas o al aire libre. Entre los
‘asistentes siempre hay algin misico y se baila acompafiados por acordedn y
guitarra. Las bebidas se compran en una cantina que se monta para ese dia y los,
distintos grupos de promesantes hacen un asado.
De mas esta decir que las peregrinaciones cumplen una importante funcién so-
cial como esparcimiento. Asi lo perciben los mismos informantes. “Porque yo
también de vez en cuando me hago mi farra, no puede ser que uno trabaje tanto”
comenté una mujer que acababa de cumplir con una promesa al gaucho Gil yendo
el 8 de enero a verlo.
Cuando el santo y su “duefio” estan en la misma Localidad donde viven los
“promeseros”, en su dia se redinen o bien para rezar la novena o bien para el baile
y el asado, En ambos casos las conversaciones giran en torno a los favores recibi-
dos del Santo que no se limitan a la recuperacién de la salud, pero que, de una u
otra manera tienen que ver con ella, Insistimos en este tema en el informe sobre
Medicina popular, porque creemos que una de las bisagras que une estos dos as-
pectos de la cultura tradicional de la zona, la medicina y la religién, es el santo.
En nuestra zona, hemos comprobado la existencia de santuarios secundarios.
En el caso de Antonio Gil, en un lugar del asi llamado campo-isla o carrizal, sobre
276el arroyo Paranaf, a la altura del paraje Santa Rita, existe uno de estos santuarios,
cerca del puesto de una estancia, Alli acuden los pobladores de las islas y el
campo-isla cercano, a dejarle sus ofrendas. Estos santuarios surgen después que
alguien ha recibido alguna seal de que alli debe levantarse un altar. En este caso,
‘como en muchos otros, la indicacin llegé a través de un suefio. Una de las muje-
res que vivia en el puesto de la Estancia, sofé que el gaucho Gil le pedia que le
pongan velas donde habfa tres espinillos.
Teniendo un altar secundario cerca, los pobladores pueden “pagar” las ofren-
das cuando no pueden viajar hasta el santuario principal, o cumplirlas proviso-
riamente hasta que puedan ir a Mercedes. Al altar levantado se lo llama también
“nicho” o “monumento”. En sus alrededores se suele hacer baile para ios vecinos
que ofrendan diversos ex-votos 0 dinero. Por ejemplo uno de los mejores cazado-
res de la zona, le deja dinero cada vez que v4, para que la “rural” (policia) no lo
sorprenda mientras caza o pesca furtivamente. Un hermano de él, que habfa
hecho el servicio militar en uno de los regimientos que fue a las Malvinas, le dej6
el “escudo” del ejército pues se lo habia prometido si volvia sano.
Para lograr el favor deseado, hay que cumplir con el santo, que puede ser sino,
muy vengativo. “Uno poniendo cuidado, el santo es muy milagroso” dijo una in-
formante. Esto quiere decir que hay que cumplir ciertos ritos para lograr el favor,
y también que, una vez logrado, hay que agradecerlo, seguin se prometi6. Francis-
‘co L6pez provoca enfermedad y muerte en caso de incumplimiento: ‘Sino cumple
la manda, siempre anda mal, no levanta cabeza”.
Segtin las versiones recogidas, el ser santo o intercesor no tiene mucho que
ver ni con la vida ejemplar o virtuosa del personaje, ni con la moralidad o justicia
de lo que se pide. De los santos “oficiales” por decirlo asi, no se conoce, en térmi-
nos generales su vida y registramos errores notables de interpretacién de las ima-
‘genes. ‘‘San Salvador del Mundo”, imagen bastante difundida, es un Nifo Jess en
su advocacién de Salvador del Mundo, y por esto tiene un globo terraqueo en sus
manos. Los informantes lo llaman “'San Salvador” y lo usan para “‘salvarse” de
la milicia, o de repetir el grado. San Juan Bautista, patrono de los corderos, por te-
ner al “‘Agnus Dei” entre sus brazos, es una confusa interpretacién propia de
muchas zonas del pais.
Los santos populares, por otro lado, de quienes se conoce mejor su vida, tam-
poco se caracterizan por su ejemplaridad mientras vivieron, como vimos en el caso
de Francisco Lépez.
En cuanto a los favores pedidos, si bien no registramos nunca la solicitud de
“‘dafios” 0 de ayuda para hacer magia negra, si se les pide por ejemplo sacarse la
loteria, salir de la cércel antes de cumplir la condena, 0 no ir a ella por un crimen
cometido. 2
‘Amuletos. La creencia en la eficacia de algunos objetos mAgicos que evitan
males provocados asimismo magicamente, est bastante arraigada. Es muy co-
main en toda la provincia y también en nuestra zona la creencia de que un objeto,
denominado “contra” que se coloca generalmente en el antebrazo, haciendo una
escisi6n en la piel para introducirlo, actéa como protecci6n contra la muerte en ge-
neral y la penetraci6n de las balas, en particular. Se ha dado el caso de moribundos
que piden que se les extraiga la “‘contra’’ para no tener una agonia tan larga. San
La Muerte cumple muchas veces esta funcién de proteccién.
‘Tambien se usan objetos magicos para evitar “‘datios”” hechos por brujas. En
‘un caso, una mujer joven habia recurrido a una “hiingara” (gitana) para que le
confeccionara una “‘contra”. Con esto ella creia estar protegida respecto de quien
le habfa hecho un dafio para volverla “demente’’. Hemos citado este caso en el in-
forme sobre medicina popular. Semejante es el uso que se le da al llamado “‘al-
277filer macho” que proteje contra las violaciones, como se dice en el informe sobre
Familia.
Otras creencias. Creencias comunes al érea del litoral como la “‘pora’’ el “lobi-
son”, la “bruja”, etc., estan presentes, pero no es nuestra intencién analizarlas
para este informe. Muy vigente es la que considera que el séptimo hijo del mismo
sexo es lobisén o bruja. Nos lo relataron varios informantes, entre ellos muchos ni-
fios y j6venes. Seftalamos como interesante el hecho de que, ademés de ser sépti-
mo hijo de! mismo sexo que sus hermanos anteriores, se sabe que es lobis6n o bru-
ja por ser timido, estar siempre “‘apartadito” en la escuela, andar solo, tener un
aspecto enfermizo y ser una persona nerviosa. No entra en la Iglesia, y una vez
transformado, come carne de “‘finao”, cava las tumbas y no le entran las balas. La
gente les tiene miedo y sus familiares llegan hasta a abandonarlos. La bruja ala
que se refie:e esta creencia no es la que cura o hace dafios, es una bruja que vuela
y-que tien: los atributos antes sefalados pero que no esté relacionada con la medi-
ccina, ni con la magia, en general.
La “pora” sefiala algunos lugares u objetos cerca de los cuales no se puede es-
tar o vivir. Una casa, un patio, un arbol pueden tener ‘“pora”. Por esta raz6n los
pobladores no se acercan a ellos pues ven y oyen cosas extrafias o anormales en
3. Relacién con la religion oficial
Hay un tercer nivel dentro de la religién de estos isleros y costeros correntinos
que pasa, sin duda, por los niveles de la Iglesia constituida e institucionalizada,
Por supuesto, el santuario de Itat{ ha sido erigido y es mantenido como santuario
de la Iglesia Catélica y alli asisten también nuestros pobladores; o sea que hay ma-
nifestaciones populares que se entrelazan con las de la Iglesia oficial. Pero quere-
‘mos destacar la similitud de las actitudes, sentimientos y rituales de la gente que
‘estamos tratando, sea en el caso de asistir a cultos propuestos por la Iglesia Cat6li-
a0 otros surgidos exclusivamente por la voluntad y experiencia popular.
Nuestros informantes concurren a las fiestas patronales de Esquina y Goya
cuando pueden. Pero esto no es lo mas comtin, pues las visitas de los isleros a los
pueblos son esporadicas, y no contemplan el ir especialmente a ellas con el fin de
asistir a las patronales. Incluso a veces, organizan la fiesta a la Virgen de Itati oa
otros santos importantes, en una fecha distinta a la del festejo oficial, para permi-
tir que los promeseros, asistan a las dos, si lo desean. Tal era el caso de una co-
madrona que vivia en una isla perteneciente a Santa Fe, pero més relacionada con
Goya, quien hacia bailey asado para e19 de julio en su cas, en honor dela Virgen
de Itati.
Los isleros estén distantes de capillas ¢ Iglesias, no asf los habitantes de la
costa que las tienen muy cerca y en gran cantidad, En general, todos estén bauti-
zados, pero no podemos generalizar respecto de los otros sacramentos de la Igle-
sia, lo cual indicaria una relacién institucional mAs estrecha. Desde luego, los casa-
mientos son escasos, tanto por la Iglesia como por el civil y no podemos asegurar
si ante el riesgo de la muerte se acude a un sacerdote, atin cuando la capilla o Igle-
sia se encuentre cerca.
La vida un tanto némade de estos pobladores hace muy dificil el acercamiento
de cualquier Iglesia constituida, sea la catdlica u otra. Aunque las Iglesias evangé-
licas, en sus variantes pentecostales, tienen un relativo éxito aqui como en otras
partes del mundo, entre los sectores ms empobrecidos y también han logrado
adeptos entre los habitantes de las orillas de los pueblos y de la costa, no hemos
278comprobado su presencia en las islas. La informante ya citada, comadrona en una
isla, comenté escandalizada el desprecio por los santos, de los conversos evangéli-
cos: ‘zjo6mo no van servir, los santos!?” dijo, sin siquiera sospechar que la teolo-
gfa protestante niega su existencia, no s6lo su funcionalidad.
‘que a los primeros se los celebra con baile, asado 0 novena (hay varios de ellos que
no “quieren” misa) y a los segundos con novenas, colocacién de la cruz al tiempo
de morir y de velas fos tunes y dias de énimas. Cuando se contrata a alguien para
rezar, a quien se le paga, es un hombre o una mujer que se considera sabe rezar
mejor que los demds, pero nunca es un sacerdote. Por lo tanto estos rituales
pueden desenvolverse con intervencién exclusiva de los mismos devotes, sin con-
currir ni depender de la Iglesia,
No queremos dejar de sefialar, para evitar equivocos, que no hemos notado
ninguna animadversién de los creyentes hacia la Iglesia o sus ministros. Por algo
iglesia ln tan anid queen i Guibert mone pe ears
Hemos obs
vado en este culto una mezcla de elementos.
‘Los rasgos fundamentales, derivan de la creencia catdlica en la intercesion an-
te Dios, de aquellos hombres que, por su vida ejemplar y por los milagros que han
realizado y realizan, se tiene la seguridad de su salvacion eterna. Por esta raz6n,
sus imagenes estén en la iglesia, se realizan peregrinaciones a sus santuarios y sé
les hacen promesas.
En todos los paises catélicos y especialmente en Iberoamérica, el catolicismo
popular pasa por esta adoracién a los santos, que a veces, obscurece a la divinidad
misma. Las fiestas dedicadas a los santos son las fiestas por excelencia, donde to-
da la creatividad popular se pone en juego: bailes, vestimenta, canciones, comi-
das, etc., se agregan a esta celebracién eclesidstica, En Corrientes la creaci6n po-
pular llega hasta la canonizacién de nuevos intercesores (como, por otro lado, su-
cede en otros lugares del pais) que no tienen el aval de la Iglesia, pero que reciben
el mismo culto.
Ademis de los muiltiples favores pedidos, que van desde sacarse la loteria has-
ta pasar de grado o lograr el amor de alguien, en 1982 y 1983 se les pidi6, en forma
muy generalizada por los soldados que habian ido a las Malvinas y por la terrible
reciente de 1983. También cumplieron los que tuvieron la suerte de que sus hijos
volvieran sanos. Una maestra nos comenté que el fin de la guerra, con la derrota,
en Corrientes parecia un festejo por la cahtidad de bailes ofrecidos a los santos.
La relacién con los santos es personal y muchos hablan con ellos en suefios,
cuando los intercesores se les aparecen para darles indicaciones de c6mo quieren
ser venerados (que quieren baile, que no los trasladen del nicho en el que se en-
a
279ena sea, vemos la presencia de practicas — peroen = que
} no se necesita la asistencia de los ministros de la Iglesia, ni el recinto sagrado. Jun-
toa estas practicas encontramos una serie de creencias respecto a la relacién con
Jos muertos, muy personal y estrecha, la creencia en apariciones, suefios, premo-
nicionespe
considera ‘‘pasivos” o “heredados” como es todo el complejo m
brujeril, que tiene dos expresiones: 1) la creencia en la magia y en los magos (ct
eros), en el “‘danio” y en la posibilidad de precaverse de él mediante
‘contra-daiio”’ o “contra” —objeto magico protector—. Debemos recalcar que
‘contras”’ se usan para evitar dafios hechos por magia y también para proteger
de los daiios o heridas comunes de las balas y también de la muerte. 2) El ya met
pero también castiga a quien no cumple con lo prometido. Es interesante que, ap
te, los sa
‘el caso de los pobladores de las islas, la que hemos descripto como Religién
doméstica, es sin duda, la mas relevante.
| De acuerdo a la informacién transmitida por los investigadores que trabajan la
| provincia de Entre Rios, la religién popular de esa zona sera muy semejante a la
| trabajada por nosotros. Pero, la inexistencia de santuarios, (con excepcidn del de
| Lazaro Blanco) de capillitas particulares, en cuyo recinto se cura, y en los cami-
| nos, marca una disminucién en la importancia del culto a las imagenes. Seria inte-
| resante profundizar en las semejanzas y diferencias entre las dos provincias.
‘Hemos acentuado los componentes mégicos de esta religiosidad correntina,
porque creemos que se desprenden de los datos recogidos, 0 sea, que se corres:
ponden con la realidad. Pero, junto con Yoder, consideramos que en una misma
persona pueden coexistir las actitudes magicas con las racionales (como nos lo
prueba la vida practica de nuestros informantes) y con las opiniones religiosas or-
todoxas, que son muchas. Sin embargo la persistencia de opiniones y reinterpreta-
ciones heterodoxas nos lleva a reflexionar, con De Martino, en las fronteras de la
gion cristi i tarnos hasta d6nde es su real penetracién.
de una religién mayor. La religin descripta esta relacionac
in oficial (catdlica), pero también en tensi6n con sus postulados ortodoxos; s
.. opiniones y practicas de la religién... aparte de y paralelas a las formas estri
mente teolégicas y lituirgicas de la religién oficial’, segtin dice Yoder. En ell
10s encontrado supervivencias, elementos ‘pasivos’ (brujeria, magia) y eleme
9s creativos (las fiestas a'los santos). Aunt mos suponer que hay eleme!
limites de este informe y no hemos hallado bibliografia referida a este problema.
No es evidente cuales podrian ser los elementos de la religion guarani, presentes
en la realidad que hemos descripto, contrariamente al caso de la lengua y a
muchos aspectos de la cultura material, como la alimentacién. Si hallamos vesti-
gios del sincretismo europeo cristiano-pagano, en la festividad de San Juan.
Respecto a la consideracion que de estas creencias deba tenerse, creo que lo
més importante en caso de relocalizar a los habitantes de esta zona, es la necesi-
280dad del traslado de los santuarios. Sean estos principales 0 secundarios, son “es
— sagrados”, que cumpien una importante funcién religiosa, social y hasta
médica.
Los cementerios, donde estan enterrados los familiares y/o los santos popula
res, igual que los santuarios deberian ser trasladados en caso de inundarse, a un
lugar accesible a los pobladores.
NOTAS
(4) Ver. “Religione popolare: prospettiva storico-antropologica” (En: Festa, carisma, apocalisse, Paler-
‘mo, Selerio editore, 1983, pp. 85-108). En las citas textuales, la traduccion me pertenece.
{@) “Toward a definition of folk religion” (En: Western Folklore, v. XXXII Jan 1974, pp. 2-15). La trax
duccida me pertenece.
(3) “Hacer vida de gaucho" es hacer usa vida irregular, de vagabundo. Cuando la duefia de Francisco
‘Lépez me explicé quién era éste, dijo que se habla alejado de su familia, que era una familia “de bien” €
hizo “vida de gaucho” hasta que lo mataron.