You are on page 1of 8
CUMANIN 4. NORMAS DE INTERPRETACION 4,1. SIGNIFICADO NEUROFUNCIONAL DE CADA ESCALA Psicomotricidad Globalmente considerada, esta escala nos informa del nivel de desarrollo e indemnidad de Jas estructuras encefalicas que se relacionan con el lenguaje: corteza prefrontal, 1ébulo tem- poral, 4reas temporo-parieto-cocipitales, gan- glios basales, télamo y cerebelo. Los elementos relacionados con la somestesia pueden indicar un déficit de procesamiento de dreas parietales, 1. Andar a la “pata coja”. El control del equi- librio postural es una funcién atribuible a determinadas dreas cerebelosas (arquice- rebelo), por lo que puede relacionarse un déficit en esta actividad con posibles tras- tornos de integracién cerebelosa. 2. Tovar la nariz con el dedo. Se trata de una prueba de coordinacién que también depen- de de la funcién cerebelosa. Fenémenos como la incapacidad para coordinar el movimiento dedo-nariz pueden indicarnos Ja existencia de un cuadro atéxico de mayor 0 menor gravedad. Un déficit de integracidn en el cuerpo estriado subcorti- cal puede alterar la ejecucién de esta prue- ba y de la anterior. 3. Estimulacion de los dedos. Es una prueba que mide la funcién somestésica, situada, en la corteza parietal del cértex cerebral, donde las sensaciones tactiles quedan representadas en el lamado hominculo sensorial de Penfield. La incapacidad para, reconocer el dedo que ha sido estimulado (@utotopagnosia) puede estar causada por disfuncién en las éreas de asociacién parieto-temporo-occipitales, y en casos més graves puede indicar una lesién de areas somestésicas primarias. 4. Andar en linea recta. La coordinacién moto- ra esta regulada fundamentalmente por los ganglios basales y el cerebelo, por lo que un déficit en la ejecucién de esta prueba impli- ca mas un déficit subcortical 0 cerebeloso que un trastorno cortical. Una marcha até- xica es claramente indicativa de un dafo cerebeloso o talémico. o Saltar con los pies juntos. Es una prueba que incluye coordinacién, rapidez y equili- brio. La corteza premotora del lébulo fron- tal organiza las secuencias de movimien- tos necesarias para que las éreas motoras primarias ejecuten los movimientos. El fracaso en esta prueba no sdlo implica una, posible disfuncién de areas motoras y pre- motoras del 1ébulo frontal, sino en casos més graves un trastorno en los ganglios basales, sustancia blanca subcortical o cerebelo. 6. En cuclillas con los brazos en cruz, Es una prueba de coordinacién psicomotora que guarda relacién con el funcionamiento de Areas de decisién motora subcorticales y cerebelosas. La presencia de desequilibrio © temblores puede indicarnos algtin tipo de disfuncién en estas dreas. 7. Tocar con el pulgar todos los dedos de la mano. Es una prueba de diadococinesia que mide la capacidad de disociar movi- mientos ligada a un adecuado desarrollo de la motricidad fina. Los ganglios basa- les, el cerebelo y la corteza motora tienen que actuar conjuntamente para realizar con éxito esta prueba. Su deficiente ejecu- cién puede estar relacionada con pardlisis motora de areas primarias, y si existen movimientos en espejo (sincinesias) puede tratarse de una deficiente mielinizacién del sistema nervioso. Lenguaje artieulatorio La presencia de dislalias o manifestaciones disdtricas nos indica un déficit de estructuras motoras implicadas en el lenguaje o bien un déficit en las areas “productoras” del lenguaje. Es frecuente que nifios con retraso articulato- rio presenten una pobre funcién motora. Un. posible déficit auditivo pueden ser el responsa- ble de deficiencias de lenguaje articulatorio. Jost! A. PORTELLANO PEREZ, Rocio Marzos Markos ¥ Rosario MARTINEZ ARIAS Lenguaje expresivo La eficiencia en esta prueba se relaciona preferentemente con el area de Brova, situada, en el lébulo frontal izquierdo. Los trastornos del lenguaje expresivo también pueden deber- se a déficit mnésico o a dificultades de proce- samiento audiofonoldgico. Las lesiones del fasciculo arqueado pueden producir dificulta- des de repeticién de palabras, alterando la rea- lizacién de esta prueba. Lenguaje comprensivo La eficacia en esta prueba depende espe- cialmente del area de Wernicke, principal cen- tro del lenguaje comprensivo, situado en la zona posterior del 16bulo temporal izquierdo, Una disfuncién en este drea provocaria un descenso de rendimiento en la prueba, con pér- dida de capacidad para formar frases y len- guaje monosildbico y empobrecido. Un déficit en la utilizacién de areas hipocémpicas, nece- sarias para el procesamiento de la memoria, podria interferir también el resultado en la prueba. Estructuracién espacial La estructuracién espacial se relaciona fundamentalmente con las dreas asociativas de la corteza parieto-temporo-occipital, que estan encargadas de la representacién espa- cial sobre el homtinculo sensorial de Penfield en la corteza parietal. El desconocimiento de las nociones de izquierddy las deficiencias de orientacién espacial generalmente se relacio- nan con trastornos en estas dreas de asocia- cin. Visopercepeién La funcién visoperceptiva esté mediatiza- da tanto por las areas visuales secundarias y asociativas del lébulo occipital como por la, fugcion mnémica mediatizada por las reas profundas de la corteza temporal. También interviene Ia corteza frontal y otros centros de decision motora del encéfalo, Los nifios que obtienen puntuaciones bajas en esta escala pueden presentar inmadurez o disfuncién en dichas areas. Los trastornos de ejecucién motora, con componente dispréxico, hacen mayor referencia a la integridad de las areas motoras y premotoras del 1ébulo frontal, mien- tras que los desérdenes visoperceptivos (inca- pacidad para la copia, desorientacién espacial, rotacién de figuras, ete), guardan més rela- cién con areas de asociacién parieto-occipital. Memoria ieénica La memoria inmediata se relaciona con distintas estructuras tales como el hipocampo, la corteza parietal y la amfgdala. La prueba de ‘Memoria icdnica guarda relacién con el hemis- ferio derecho, por lo que un descenso signifi- cativo en su rendimiento por parte del nifio se debe relacionar preferentemente con disfun- ciones més ligadas al hemisferio derecho. Ritmo El sentido de ritmo, la secuenciacién y la melodia son atribuciones de las reas tempo- rales, por lo que una deficiente ejecucién en esta prueba indica una posible afectacién del lébulo temporal derecho, ya que se trata de estructuras no verbales. También puede invo- lucrar al sistema reticular activador ascenden- te, como principal responsable del control atencional, base necesaria, para reproducir la, secuencia ritmica. Fluidez verbal La capacidad para formar frases a partir de palabras estimulo hace referencia a amplias zonas productoras del lenguaje, y también depende de la capacidad para articular los sonidos. Un descenso en los resultados en esta escala puede tener distintos significados, aun- que casi siempre guardaré relacién con el érea de Wernicke. Atencién La prueba de tachado que incluye el CUMANIN se relaciona con aquellas estructu- ras que.ititervienen en el proceso atencional, especialmente la formacién reticular y la cor- teza prefrontal. Los nifios con problemas aten- cionales suelen presentar déficit en el control de estas estructuras, que afectan més a su hemisferio derecho, ya que se considera que es dominante en el control de la atencién. CUMANIN Lectura Los trastornos lectores pueden estar aso- ciados en primer término a la corteza occipital, como primer centro receptor de los estimulos, visuales, aunque también otras areas trans- ductoras pueden estar implicadas, bien la cir- cunvolucién angular, encargada de transfor- mar los estimulos visuales en estimulos audi- tivos, el area de Wernicke, el fasciculo arquea- do 0 el area de Broca. Eseritura La escritura audiognésica no s6lo requie- re una correcta integracién de las éreas audi- tivas primarias y secundarias del 16bulo tem- poral, sino también un correcto procesamiento en los centros del lenguaje, asi como una satis- factoria capacidad para la planificacién y eje- cucién de los engramas motores. No sélo las Areas de lenguaje sino también las 4reas pre- motoras del cortex pueden estar implicadas en un déficit de esoritura. Lateralidad Los nifos con un desarrollo neuropsicol6- gico satisfactorio tienen preferentemente for- mulas de lateralidad homogéneas (diestros de mano, pie y ojo). Por el contrario, los que pade- cen disfuncién cerebral presentan formulas de lateralidad atipicas, con tendencia al cruce o al ambidextrismo. La lateralidad se relaciona con, el predominio del hemisferio izquierdo para el lenguaje en la mayorfa de las personas, por lo que los nitios que obtienen férmulas de latera- lidad atipicas suelen tener igualmente trastor- nos del lenguaje. También es frecuente que en los casos de daiio cerebral o en muestras clini- cas (dislexia, psicosis infantil y deficiencia mental), se observen con mayor frecuencia for- mulas de lateralidad atipicas. 4.2. SIGNIFICADO DE LAS BAJAS PUNTUACIONES Cuando las puntuaciones obtenidas por el nifio en el CUMANIN hayan sido inferiores a lo normativo, existen varias alternativas de actuacion que se especifican a continuacién 1°) Derivar hacia una exploracién neuropsico- légica individual mas especifica. Los nifios que hayan obtenido puntuaciones tipifica- das muy bajas (por debajo del centil 20 en todas o la mayoria de las escalas), deberfan ser explorados por un profesional o por un equipo de manera més individualizada, evaluando no sélo su perfil neuropsicol6gi- co, sino también otros factores (inteligen- cia, personalidad, condicionantes socioam- bientales, factores biomédicos, etc.) ‘Muchos casos de disfuncién cerebral se presentan en nifios que han obtenido nive- les bajos 0 muy bajos en el CUMANIN, ya que la presencia de signos neurolégicos menores incrementados siempre es carac- teristica de algtin dafio o disfuncién del sis- tema nervioso. Aunque las puntuaciones bajas en el CUMANIN no predeterminan necesariamente cudl va a ser el pronéstico del rendimiento cognitivo de un nifio, hay que entender que un deficiente nivel de rendimiento en esta prueba es un signo de alerta que siempre debe tenerse en cuenta, como posible factor de riesgo. 2°) Observacién y evaluaciones periddicas. Cuando las puntuaciones hayan sido infe- riores a la norma (centiles 20 a 40 en la mayoria de las escalas), es aconsejable seguir con especial atencién cada caso y realizar una revisién cada 6 meses. En el caso de que exista una mejoria esponténea_ en el rendimiento no se tomaré ninguna medida especifica, pero si se observa que persiste el rendimiento muy por debajo de la media de su edad es aconsejable un estu- dio mas pormenorizado para determinar planes de intervencién mas especificos. 3°) Entrenamiento neuropsicolégico. Como norma general cualquier nifio que haya obtenido puntuaciones infericres a la media de su grupo de edad en una o varias escalas del CUMANIN puede beneficiarse 59 Jost A, Porreiiano Pernz, Rocio Marsos Marzos y Rosario Manrinzz Aas de una rehabilitacién neuropsicolégica. Cuando existe una caida de las puntuacio- nes en una escala especifica se podran arbitrar medidas correctivas para poten- ciar dicha funci6n, que se verdn favoreci- das por la gran plasticidad del cerebro infantil. Por el contrario, si la caida del rendimiento es generalizada habra que Preparar un programa de rehabilitacion, més especifico, adaptado a la edad y cir- cunstancias de cada nifio. Los resultados de la evaluacién neuropsicolégica median- te el CUMANIN, pueden constituir la linea basica del programa de rehabilitacién. Los programas de rehabilitacion neuropsicold- gica en nifios con dafio cerebral ligero deben reunir las siguientes caracteristicas, segtin hemos puesto de manifiesto en otras Publicaciones (Portellano, 1995a, 1995b) a) Adaptar el programa a las necesidades de cada nifio, ya que no existe ningin programa de entrenamiento neuropsi- colégico que se pueda ajustar plena- mente a la idiosincrasia del nifio (edad, desarrollo madurativo, condi- cionantes sociofamiliares, presencia o no de otras enfermedades, etc.) ) Iniciar la rehabilitacién neuropsicolé- gica tomando como linea bisica el nivel de las funciones que ya se encuentre previamente consolidado en 61 nifo, pero nunca proponer tareas o estrategias por encima de su madurez. ©) Utilizar el refuerzo positivo de modo sistematico mediante técnicas de con- dicionamiento operante y de modifica- cin de conducta. a) Dar un sentido Itidico al contexto de la reeducacién neuropsicolégica, huyen- do del modelo escolar, en el que los nifios con disfuncién cerebral tienen que competir con mayores dificultades que sus compafieros. ¢) No retrasar el momento de iniciar la intervencién neuropsicolégica. Resulta un tépico desgraciadamente muy extendido entre muchos padres, edu- cadres y médicos la consideracién de que los nifios inmaduros evoluciona- rén satisfactoriamente de un modo espontineo. La realidad no es asi, ya que, si bien es cierto que algunos nifios inmaduros espontaneamente mejoran sus capacidades, no es menos cierto que una gran mayoria de ellos seguirdin manifestando trastornos dis- funcionales en afios posteriores, con el agravante afiadido del fracaso escolar © de las dificultades emocionales. Por tanto, mantener un comportamiento a la expectativa no siempre da buen resultado. Ademés, un programa de rehabilitacién que estimule y mejore sus habilidades cognitivas en el nifio, nunca tendré efectos negativos con- traproducentes. 4.3. CASOS PRACTICOS DE PATOGRAFIAS EVALUADAS CON EL CUMANIN Caso de disfasia del desarrollo Motivo de consulta Nifio de 4 afios y 2 meses que es remitido Por el colegio por presentar un retraso muy sig nificativo en las funciones lingttisticas com- prensivas y expresivas, comparado con los nifios de su misma edad. Sin embargo parece tener una inteligencia normal en actividades de razonamiento, estructuracién espacial y activi- dades fisicas. Tiene un vocabulario muy limita- do, con dislalias mtltiples dando la impresién de que no entiende bien cuando le hablan. Anamnesis Es el mayor de dos hermanos. Embarazo normal y parto distécico inducido, con posi- ble sufrimiento fetal (test de Apgar: 6 pun- tos). Peso al nacer: 3,850 Kg. Inicio de la deambulacién a los 13 meses. Retraso en la adquisicién del lenguaje. Enfermedades pro- pias de la infancia sin complicaciones. Control de esfinteres a los 2 afios y medio. Escolarizado desde los 8 aiios, con buen nivel de adaptacién. 60 Resultados en el CUMANIN Puntuacién total. 37 Cociente de desarrollo. 92 Centil total 35 Escalas verbales. centil 10 Escalas no verbales. centil 30 Resultados en las escalas Centil Psicomotricidad 50 Lenguaje articulatorio 10 Lenguaje comprensivo.... 20 Lenguaje expresivo <10 Estructuracién espacial 30 Visopercepcién. 40 Memoria icénica. 30 Ritmo. ve vos 30 Fluidez verbal. <10 Atencién. 20 CUMANIN Lateralidad: ambidextro manual (5D/31), zurdo ocular (51) y zurdo de pie (81/1D) Orientaciones Los resultados indican que el trastorno del lenguaje es muy acusado, ya que los nive- les en la escala de Lenguaje son muy deficien- tes en las cuatro areas (Lenguaje articulatorio, Lenguaje comprensivo, Lenguaje expresivo y Fluidez verbal). Sin embargo, otras escalas como Psicomotricidad y Visopercepcién indi- can que el potencial neuropsicoldgico del nifio es més satisfactorio en las funciones no lin- gitisticas. Aunque el tratamiento a seguir debe potenciar sus habilidades lingiifsticas, se pueden utilizar estrategias perceptivo - motri- ces que faciliten la normalizacién de su perfil neuropsicolégico. Caso de maduropatia por bajo peso al nacer Motivo de consulta Nifia de 3 afios y 2 meses remitida por su neuropediatra por presentar un retraso gene- ralizado del desarrollo. En pruebas neurofisio- légicas (EEG) y en la exploracién neurolégica los resultados son normales. Anamnesis Es la menor de tres hermanos, madre afiosa (44 afios en el momento del parto). Embarazo normal; parto prematuro sin com- plicaciones. Test de Apgar: 8 puntos. Peso al nace: 2,400 Kg. Deambulacién a los 15 meses. Retraso en la adquisicién del lenguaje Presenta enuresis nocturna _ primaria. Escolarizada desde los 4 afios, con dificultades adaptativas ligeras. Resultados en el CUMANIN Puntuacién total 14 Cociente de desarrollo. 85 Centil total 25 Escalas verbales. Centil 25/30 Escalas no verbales Gentil 25 Resultados en las escalas Centil Psicomotricidad 20 Lenguaje articulatorio 30 Lenguaje comprensivo 50 Lenguaje expresivo. <10 Estructuracién espacial. 30 Visopercepcion. <10 Memoria icénica. . 30 Ritmo 60 Fluidez verbal <10 Atenci6n, 80 Lateralidad: predominio diestro de mano (SD/3D, ojo (SD) y pie (SD/1D) Orientaciones Como suele ser frecuente en nifios con bajo peso al nacer, ha presentado una discre- ta lentificacién en sus funciones madurati- vas, sin que los datos confirmen la presencia de una disfuncionalidad cerebral grave. Hay que entender que existe un retardo madura- tivo generalizado de intensidad ligera. Parece existir por tanto una afectacién poco acentuada en las funciones neuropsicolégi- cas, siendo aconsejable un entrenamiento neuropsicolégico generalizado que mejore tanto sus funciones perceptivo motoras como las mnémico atencionales y las de tipo lingiiistico, 61 Jost A, PORTELLANO Pérez, Rocio Marnos Marsos y Rosato Marvinez ARIAS Caso de trastorno por hiperactividad Motivo de consulta Nitio de 4 afios y 11 meses con problemas de adaptacién y conducta remitido por el cole- gio. En opinion de padres y profesores es muy inquieto y tiene grandes dificultades de aten- cién, adaptacién a normas y comprensién de érdenes, Anamnesis Es el segundo de tres hermanos, Embarazo normal, parto prolongado, con posi- ble sufrimiento fetal por hipoxemia. Peso al nacer; 3,800 Kg. Deambulacién a los 11 meses. Desarrollo del lenguaje normal Enfermedades propias de la infancia, sin com- plicaciones. Resultados en el CUMANIN Puntuacién total a4 Cociente de desarrollo. 93 Centil total. 35 Escalas verbales. Centil 45 Escalas no verbales. Centil 30 Resultados en las escalas Centil Psicomotricidad. 20 Lenguaje articulatorio 60 Lenguaje comprensivo. 30 Lenguaje expresivo. 40 Estructuracién espacial. 60 Visopercepcién. 20 ‘Memoria icénica. 20 Ritmo, 60 Fluidez verbal 73 Atencién. 5 Lateralidad: diestro manual mal definido (5D/aI), zurdo ocular (4D/11) y diestro de pie (4D) Orientaciones Presenta tn perfil caracterfstico en dien- tes de sierra habitual tanto en nitios con dis- funci6n cerebral como en hiperactivos. El caso retine todos los requisitos exigidos por la cla- sificacién DSM-IV (1998) para ser considerado como un trastorno por déficit de atencién y comportamiento perturbador. La presencia de trastornos psicomotores, visoperceptivos y atencionales se ve compensada por un rendi- miento satisfactorio en las restantes areas, 10 que indica buenas posibilidades de compensa- cién neuropsicolégica. El programa de inter- vencién se centraré especificamente en los problemas psicomotores, visoperceptivos y especialmente en la regulacién de la atencién, Junto al programa de rehabilitacién neuropsi- coldgica se deben arbitrar programas de modi- ficacién de conducta tanto en el colegio como en el entorno familiar. 4.4. USO DE LOS BAREMOS: Para interpretar los resultados del CUMA- NIN es preciso convertir las puntuaciones obtenidas por los sujetos a una escala de uso universal, de facil comprensién por los usua- rios del test. Para esta interpretacién se opté por la escalas de centiles, tanto en la puntua- cién total, como en las subescalas. No se han obtenido puntuaciones transformadas basadas en las puntuaciones tipicas normalizadas, por- que la prueba de Kolmogorov-Smirnov no soporté él supuesto de la normalidad en la mayor parte de las subescalas y grupos de edad, probablemente por el reducido tamafio de Jos grupos en cada uno de los niveles de edad, lo que es usual en las escalas de desa- rrollo de aplicacién individual. Con la puntuacién total, formada por 83 elementos (excluidos los de Memoria verbal, que no mostraban un comportamiento homo- géneo con el resto de la escala), se puede obte- ner un cociente de desarrollo (CD) construido por el procedimiento de la equiparacién centil, mediante el escalamiento de Thurstone (1938) y las modificaciones propuestas por Angoff y Robertson (1987). En el Apéndice B se presentan las siguien- tes tablas de interpretacién: B.1, Desarrollo global (test principal, con 83 elementos) B.2, Desarrollo verbal (puntuacién en las tres escalas de Lenguaje articulatorio, expre- sivo y comprensivo) B.3, Desarrollo no-verbal (puntuacién en las escalas de Psicomotricidad, Estructuracién espacial, Visopercepcién, Memoria icéni- ca y Ritmo). @ CUMANIN B.4 a B.11, escalas de: Psicomotricidad, Lenguaje articulatorio, Lenguaje expresi- vo, Lenguaje comprensivo, Estructuracion espacial, Visopercepcién, Memoria icéni- ca y Ritmo. B.12, escala de Atencién B.13, escala de Fluidez verbal B.14, escala de Lectura B.15, escala de Escritura B.16, tabla de conversién a cociente de desa- rrollo (Media = 100 y D.t, = 15) En las escalas centiles de las 8 escalas principales (tablas B.4 a B.11) se han obtenido ‘nicamente los valores deciles, puesto que al estar formadas por un mimero reducido de elementos, las puntuaciones varian poco. En todas las escalas se han obtenido los centiles diferenciados por edades. Se han agrupado los dos wltimos grupos de edad (67- 72 meses y 73-78 meses), puesto que, como se ha visto en el apartado 3, estos grupos no difieren significativamente. Se mantuvieron separados para las escalas adicionales de Lectura y de Escritura, en las que aparecieron diferencias estadisticamente significativas. No se presentan baremos en centiles dife- renciados por sexos, puesto que en ningtin caso se encontraron diferencias estadistica- mente significativas. Los centiles de la puntuacién total fueron obtenidos con la puntuacién de aciertos y no con Ja puntuacién de escala TRI, puesto que para la correccién manual es mas sencilla. Ademds, como se ha visto anteriormente, la correlacién entre las dos puntuaciones es muy elevada (=0,97), y s6lo se encontraron algunas diferen- cias en las puntuaciones muy extremas. Para el conjunto de los 83 elementos de las 8 escalas principales (Psicomotricidad, Lenguaje expresivo, Lenguaje articulatorio, Lenguaje comprensivo, Estructuracién espa- cial, Visopercepcién, Memoria icénica y Ritmo), se construy6 un indice en términos de cociente de desarrollo, comun para las distin- tas edades. Se desarrollaron dos tipos de esca- las, mediante dos procedimientos de equipa- racién vertical: a) el basado en la TRI, median- te el procedimiento de equiparacién vertical, proporcionado por el BILOG-MG, tomando como edad de referencia la edad 4 (55-60 meses), y normalizando la escala de aptitud; y el basado en la equiparacién centil, mediante el método de escalamiento de Thurstone (1938). Con las escalas resultantes de los dos sis- temas de escalamiento, se aplicé el procedi- miento de Angoff y Robertson (1987), antes de obtener la escala comin. En ambos casos se tomé como edad de referencia la edad de 55 a 60 meses, por ser la edad central. El procedi- miento consiste en ajustar una curva, en este caso un polinomio de grado 2 a las medias escaladas en escala comin, y otro a la curva de las desviaciones tipicas (en nuestro caso un polinomio de grado 3). Con estas medias y desviaciones tipicas ajustadas, se obtuvieron las constantes de transformacién de cada grupo a la escala comin final, y en los dife- rentes niveles de edad. Se omiten aqui los deta- les de las transformaciones. La correlacién entre las puntuaciones pro- porcionadas por los dos procedimientos de esca- lamiento fue muy elevada en todas las edades (superior a 0,97), por lo que se presentan los resultados basados en la equiparacién centil, 4.5, ELABORACION DEL PERFIL DE RESULTADOS Para su cumplimentacién se ha diseflado la titima pagina del Cuaderno de anotacién. En primer lugar, es necesario obtener la edad del sujeto en meses a partir de los datos anota- dos (independientes en afios y meses) en la por. tada, de ese Cuaderno. Esa edad en meses, asi como aquellos otros datos que se consideren necesarios, se trasladarén a la tiltima pégina del citado Cuaderno (para poder tener a la vista todos los datos del sujeto, asi como para poder arrancar esta tiltima hoja del impreso y guar- darla en el expediente del nifio). Jost A, PoRTELLANO Paz, Rocio Mateos Manos v Rosakio Marrivez. Arras A continuacién es necesario trasladar las puntuaciones directas (PD) a la segunda columna del recuadro del perfil, excepto los datos de Lateralidad que se cumplimentarén en la base del impreso. En cada una de las pruebas, y en el mismo orden en que estén en el impreso, se consulta- 74 la correspondiente tabla de baremos (B.1 a B.14); en éstos se entra en la columna apro- piada a la edad en meses del sujeto hasta encontrar la puntuacién directa que ha obte- nido éste; una vez hallada, en la misma fila de Ja tabla y en una de las columnas extremas (a Ja derecha o a Ia izquierda) se encuentra la puntuacién centil que puede anotarse en la columna PD del impreso de Perfil. A continuacién, se hace una anotacién (p. @j., un aspa) que indique la posicion centil encontrada en los baremos. Si estas anotacio- nes (aspas) se unen con trazos quedaré dibu- jado el perfil de los resultados En la base del impreso pueden anotarse los datos de la predominancia (lateralidad) de mano, ojo y pie. Finalmente, es posible obtener ¢ interpre- tar una puntuacién total en el CUMANIN (indicativa del grado de desarrollo neurolégi- co). Para ello basta sumar.

You might also like