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STEVEN PINKER MARTIN SELIGMAN PHILIP ZIMBARDO. V. S. RAMACHANDRAN SIMON BARON-COHEN y otros autores JOHN BROCKMAN, ed. = FRONTERAS DEL CONO F MENTE LOS PRINCIPALES CIENTIFICOS EXPLORAN EL CEREBRO, LA MEMORIA, LA PERSONALIDAD V EL CONCEPTO DE FELICIDAD hgh hinacd DAV, a Neuronas espejo y aprendizaje por imitacién como fuerza impulsora del «Gran salto adelante» en la evoluci6n humana V. S. Ramachandran Neurocientifico y director del Center for Brain and Cognition de la Universidad de California, San Diego; autor de Fantasmas en el cerebro y de The Tell-Tale Brain. El descubrimiento de las neuronas espejo en los Iébulos frontales de los simios y su posible relevancia en la evolucién del cerebro humano —cuesti6n que constituye el objeto de mi especulaci6n en este ensayo— es el relato «no informado» (0, como minimo, no publicitado) mas importante de la década. Mi prediccién es que las neuronas espejo hardn por la psicologia lo que el ADN hizo por la biologifa: ofrecerén una estructura unificada que ayudar a dar explicacién a numerosas capacidades mentales que hasta aho- ra han permanecido rodeadas de misterio e inaccesibles a la expe- rimentacién. Las cuestiones acerca de Ia evolucién de la mente y el cerebro humanos eran numerosas y enigmaticas: 1. Elcerebro de los hominidos alcanz6 pricticamente su tamaiio actual —y quiz incluso su actual capacidad intelectual— hace unos doscientos cincuenta mil afios. Sin embargo, numero- sos de los atributos que consideramos propiamente humanos aparecieron mucho después. ;Por qué? :Qué estaba hacien- do el cerebro durante ese prolongado «perfodo de incuba- cin»? gPor qué posefa este potencial latente para el uso de herramientas, fuego, arte, mtisica, y quiz incluso lenguaje, que no florecié hasta un momento considerablemente pos- terior? ¢Cémo surgieron esas capacidades latentes, teniendo en cuenta que la seleccién natural solo puede seleccionar las capacidades que se expresan, no las latentes? Llamaré a este problema «problema de Wallace», en honor del naturalista victoriano Alfred Russel Wallace, que fue el primero que lo propuso. Las toscas herramientas olduvayenses, fabricadas dando unos cuantos golpes a una piedra para crear un borde irregular, surgieron hace 2,4 millones de afios y probablemente las cred Homo habilis, cuyo tamaiio cerebral estaba a medio ca~ mino (700 cc.) entre los humanos modernos (1.300 cc.) y los chimpancés (400 ce.). Tras otro millén de afios de inmovi- lidad evolutiva empezaron a aparecer herramientas «simé- tricas» estéticamente agradables, asociadas con una estan- darizacién de la técnica de produeci6n y de la forma de los artefactos. Estas herramientas exigieron pasar de un martillo duro a un martillo blando (quiza de madera) durante la ela- boraci6n de la herramienta, para garantizar que se obtenfa ‘un borde suave, no uno recortado e irregular. Finalmente, la invencién de herramientas estereotipadas «de produccién en cadena» (sofisticadas herramientas con simetrfa bifacial) a las que se afiadia un mango tuvo lugar hace solo doscientos mil afios. por estas perturbaciones relativamente repentinas de cambio tecnolégico? 2A qué se debis la sibita explosién (con frecuencia denomina~ da , en referencia a nuestra capacidad de «leer mentes» a fin de predecir la conducta de otras personas y tomarles la delante- ra. (propensién a clasificar). Estos tres ‘médulos permanecian aislados unos de otros, pero hace unos 50,000 ia, . bei m Ac es pate payne el cerebro les permitié comunicarse si, y el resultado fue la en ibili : jorme flexibi i Bey nltin ilidad y versatilidad de e . Ye a estoy ee acuerdo con la ingeniosa sugerencia de Mithen co una solucién al probl 1 . ; jema totalmente dist i atible con el punto de vi oa le vista de Mithen, pero i seis cov , pero la idea es dife- es que el llamado Bi d ig Bang tuvo ly i esopns i \gar porque A seeracadenanis ambientales actuaron sobre un ee jue ya fa cI - pe? hatiasrasioner alguna otra raz6n y, por tanto, esta pissin zen las innovaciones culturales que nos hacen i ot ees humanos (y una de las preadaptaciones fun- Bin ee lesnreras espejo). Los inventos como el uso de 8, el arte, las matematicas e incluso ciertos aspectos del seenalawenrendinae nar nitecién ue Jenguaje pueden haber aparecido de forma «accidental en un tu- gar para luego extenderse con rapidez debido ala asombrosa capa~ idad del cerebro para aprender por imitaci6n y para leer mentes mediante el uso de las neuronas espejo. Quiza todas las «innova ones» fundamentales ocurren debido a una coincidencia fortuita dle circunstancias ambientales, generalmente en un mismo momen= toy lugar. Pero dada la notable propensién de nuestra especie para smitar, tales invenciones, una vez surgidas, se extendern con gran rapidez por toda la poblacién. [Es obvio que las neuronas espejo no pueden ser la tinica Fes" puesta a estos enigmas de la evoluci6n, Después de todo, los mo- nos Rhesus y los simios las tienen, pero carecen de la sofisticaci6n rerearal de los humanos (aunque tltimamente se ha apreciado que Jos chimpaneés tienen como minimo unos rudimentos de cultura, inchaso en estado salvaje). Sin embargo, yo opino que las neuronss espejo son necesarias, pero no suficientes: su aparicion y posterior desarrollo en los hominidos fue una fase decisiva. La raz6n es que, tana vez que se dispone de un minimo de «aprendizaje por imita- cin» y de «cultura, esta cultura puede, a su vez, ejereer la pre- “ién de seleccién para el desarrollo de los rasgos mentales adicio- males que nos hacen humanos. Y, una vez iniciado este proceso, se puso en marcha el proceso autocatalitico que culminé en la con- ciencia humana moderna. ‘Un segundo problema es que mi propuesta no explica por qué Jas numerosas innovaciones humanas que constituyen el Big Bang tavieron fugar durante un periodo de tiempo relativamente breve: Si se trata tan solo de una expansién répida de descubrimientos “Teatorios, gpor qué habrian ocurrido todos al mismo tiempo? Esta objeci6n tiene tres respuestas. En primer lugar, las pruebas de que volo ocurrié al mismo tiempo no son consistentes. La invencion dela mmisica, el alojamiento, las herramientas con mango, Ia con- feceidn de vestidos, Ia escritura, el lenguaje hablado, ete, puede haber ocurrido hace entre cien mil y cinco mil afios, y €l denom)- nado «Gran salto» puede ser-un problema propio de muestreo cle bitin ‘brrieered potion En segundo lugar, cualquier inno: ecifica (por ejemplo, el lenguaje habl dy Led ‘ i guaje hablado, la escritu pceaninind puede a fo de catalizador y scaler : mnjunto. Y en tercer lugar, es ci eee un cambio genético, aes cea ree ae de la capacidad de innova- ioe is een de las barreras entre médulos, Bo i special en), sino en un incremento de la sofistica- ee “uronas espejo y, por lo tanto, de la capacidad ae aes resultante en la capacidad para imitar serene = seta) epiat pues, la explosién de cambios cul- 2 amare co salto adelante» en la evolucién Bint Este argument implica que el «debate naturaleza-crian- oo a jo en lo que respecta a los seres huma- ae lad de aprendizaje especificada genéticamente Be cance al cerebro humano, Homo sapiens no mereceria el oo we (abio), pero sin Ja inmersién en una cultura eon le esta capacidad, el calificativo también seria opie. fe sentido, la cultura humana y el cerebro hu- ae eit como parfsitos mutuos obligatorios; si — el resultado no seria un ser humano (del mis mo modo que no hay célula sin sus mitocondrias parisitas) si ie segundo Big Bang idea a eo el impulso inicial » del cerebro y la cultura no est ees parece, Imaginemos un antropélogo ten eee evoluci6n humana dentro de un millén de afios. Se oe ae in Ie sucedié a Wallace) por la apari- © ell oe mentales, como el uso das, el uso del fuego, el arte o la «cultu- . Y trataria de correlacionarlas (como estén haciendo ahora nu merosos antropélogos) con supuestos cambios en el tamafo y la anatomia del cerebro humano causados por mutaciones. Pero, @ diferencia de ellos, también se sorprenderia por los radicales cam- bios que tuvieron lugar después (digamos) del siglo xrx, esto es, lo que nosotros llamamos revolucion jndustrial/cientifica. {En mu- thos sentidos, esta revolucién es mucho mas espectacular (pense- ‘mos, por ejemplo, en la repentina apariciOn de la energia nuclear, Tos automéviles, los viajes por aire y los viajes espaciales) que el cqgran salto adelante> ocurrido hace cuarent mil afios! Podria tener Ia tentacién de sugerir que un cambio genético, y el correspondiente cambio en Ia anatomia cerebral y en la conduc- ta, fue el responsable de este segundo salto adelante (igual que mu- hos antropélogos actuales buscan tna explicacion genética para el primer salto). Sin embargo, sabemos que Tas causas del cambio ac~ tual fueron exclusivamente circunstancias ambientales fortuitas: Galileo invent6 el «método experimentab> que, junro con. elmece- nazgo real y la invencién de la imprenta, dieron el pistoletazo de vats a la revoluci6n cientifica. Sus experimentos y Ia anteriot in- wenién de un nuevo ¥ sofisticado Lenguaje llamado matemiticas ten la India durante el primer milenio d. C. (un Jenguaje basado en ero y el sistema decimal) esta~ Ia notaci6n por valor posicional, el c de Newton y para el caleulos y lecié el escenario para Ja mecénica ‘cel resto es historia», como se suele decir. TLo que se debe tener en cuenta es que todo esto no sucedié de forma necesaria, Desde luego, no sucedié por culpa de un cambio genético en el cerebro humano durante el Renacimiento. Sucedi6, al menos en parte, por el aprendizaje por jmitaci6n y la transmis “cultural répida de conocimientos, (Por supuesto, uno puede casi diferencia conductual/cognitiva posteriores al proponer que habfa una mayor ete los seres humanos anteriores al siglo xvmt y os siglo xx que entre Homo erectus y el Hlomo sapiens arcaico. ;A falta de ‘mas informacién, nuestro et6logo marciano podria llegar a la con- usién de que habia una diferencia genética mayor entre Jos dos primeros grupos que entre las dos altima especies!) A partir de es i B* at io sta analogfa, yo propongo también que el primer pa ok elante fue debido, en gran parte, a la imitacién y la FE ae La cuestién de Wallace era perfectamente aed es mt i : pie denconozretie ver surgir «de la nada» un conjunto de capa- extraordinarias. Pero su solucién era i : Qs lucién era incorrecta: k temente repentina aparicié Serre icién de cosas como el ; rte o las he tas sofisticadasno teniz : venciones fanada que ver con Di i i ps coficd a jos o con «intervenciones i a : pe propuesta seria que, de igual modo que un tinico in: . a / © ( ) de ome y Gutenberg se expandié répidamente y transformé la superficie del planeta ( ; ‘sin un cambio genéti ee ' genético que lo bs tir), los inventos como el fuego, la confeccién de vest S erratni nei * fp sterrmionns sina, el arte, etc., pueden haber surgido manera Gini a cad en un tinico lugar y haberse extendido con gran . Dichos inventos también podrian hab che jerlos creado | meros hominidos (incl stienen luso los chimpancés y los i una notable inventiva; quié Jonde legube la de ie ; quién sabe hasta donde I Bente in le legaba la de los ictus © los Neandertales), per i , pero es posible i eee pero es posible que estos carecie- sma de neuronas espej : pejo lo bastante avanzad para permitir una transmisi6n y disemit ela ideas, sién y diseminacién répid i seme n répida de las ideas, saparecfan enseguida del «depé : pe 2 jel

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